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MASACRE DE LAS BANANERAS

Lorena Lombana González

Al tercer toque del clarín, el grito colectivo de “¡Viva la huelga!” fue cortado por
la mitad, ahogado por el angustiante tableteo de la ametralladora y los disparos de fusiles
Mauser…
Al callar los disparos, nada más se escuchó, Escalona Santander (2018). Así callaron las
voces de más de 25.000 obreros esperanzados que luchaban por un trabajo digno, padres,
madres, hijos, hijas, etc. En principio la United Fruit Company fue sinónimo de
esperanza y progreso para la región. Ciénaga se convirtió en un territorio de gran
importancia para el país pero después de un tiempo de su funcionamiento, los trabadores
de ésta compañía comenzaron a ser explotados por una multinacional con ideales de
grandeza y poder, mientras ellos adquirían más riquezas sus trabajadores que cumplían
con sus labores incansablemente eran tratados miserablemente, un trabajo infrahumano
que no les brindaban ningún tipo de garantías, pero lastimosamente esto es lo que hace la
necesidad, someterse a un trabajo para lograr conseguir lo del diario para mantener sus
familias y cumplir con sus obligaciones monetarias, pero esto no iba a durar para
siempre, los trabajadores se cansaron y decidieron alzar sus voces y pelear por sus
derechos laborales, inocentemente y sin imaginarlo lograron desencadenar el hecho más
lamentable y vergonzoso para la historia de nuestro país, ver como la avaricia y el poder
acabó con la vida de miles de personas que luchaban por condiciones justas, no estaban
pidiendo algo que ellos no les pudieran brindar, no le hacían daño a nadie sólo eran seres
humanos que a partir de sus necesidades redactaron su pliego de peticiones y ahora viene
el acontecimiento más cínico, los trabajadores esperaban al gobernador para conocer el
comunicado donde se aceptaban éstos nueve puntos del pliego de peticiones pero lo que
pasó fue que se encontraron de frente con la muerte, personas sumidas en el dolor y el
llanto reflejaban la crueldad e inhumanidad de la fuerza pública que empuñaba con
firmeza las armas sin tener en cuenta que la huelga ya era un hecho legal en Colombia, no
pensaron en el daño y el dolor que podrían causar matando a millones de personas,
cumplieron un orden y la ejecutaron sin importar las consecuencias, bañaron sus manos
en sangre para desaparecer los cuerpos de las víctimas que hasta el momento no se ha
podido calcular una cifra exacta.
Sin duda un hecho lamentable que conmueve a cualquier persona, un genocidio
que por más intentos no pudo ser ocultado y mucho menos se pudo excluir la
responsabilidad del Estado en éste suceso, pero gracias a la lucha, el trabajo y la
resistencia de todos esos trabajadores, se logró poner un alto a las empresas que se
negaran a brindar condiciones dignas de trabajo, y pone en tela de juicio si realmente
existe solidaridad y tolerancia en el país o priman los intereses de los altos mandos. Por
consiguiente, es importante mencionar que las peticiones de los trabajadores no eran
radicales eran justas y necesarias, las peticiones que estaban pactadas en el pliego de
peticiones eran las siguientes:
1. Seguro obligatorio.
2. Reparación por accidentes de trabajo.
3. Habitaciones higiénicas y descanso dominical remunerado.
4. Aumento del 50% en los jornales.
5. Suspensión en los comisariatos.
6. Cese de los avances por medio de vales.
7. Pago semanal.
8. Abolición de los contratistas.
9. Mejora del servicio hospitalario.
Fueron 9 peticiones que revelaban las necesidades de los trabajadores y las
falencias que tenía el trabajo en las bananeras, estas peticiones debieron de ser aprobadas
con justa causa ya que estas protegían las necesidades básicas de todo trabajador. Es
increíble que después de todos estos años se conozcan casos en los cuales las empresas
no respetan el código sustantivo de trabajo, y pasen
por encima de la ley, además de esto cometen abusos
que atentan contra la integridad de los trabajadores
pues, lo único que les interesa es ellos mismos y sus
beneficios, muchos empleadores se dan el lujo de
brindar salarios bajos, condiciones regulares del
puesto del trabajo, pero con miles de funciones que
un solo trabajador no puede cumplir con condiciones
tan básicas e injustas, horas extras no remuneradas,
funciones laborales exageradas.
Nos falta mucho para comprender que nuestra
labor vale mucho como para regalarla o dejar que
otro vulnere nuestros derechos, pero esa es la lucha
diaria que debemos emprender y lo más importante
es no desfallecer después de que tantas personas
perdieran la vida por hacer respetar sus derechos.

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