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Entre los docentes de la Universidad Intercultural del Estado de Puebla existe una falta
de familiarización con el modelo intercultural (pensado ex profeso para enfocar la
atención educativa a estudiantes indígenas en el nivel superior), además de un
desconocimiento del contexto sociocultural de los estudiantes. Éstos son factores que
influyen en la toma de decisiones sobre la manera de presentar los contenidos dentro del
aula, donde se acusa una tendencia general al predominio de formas de conocimiento
propios de la cultura occidental. Como consecuencia de este panorama, es necesario
reconfigurar los esquemas mentales y prácticas de enseñanza de los profesores para
adecuar contenidos que sean pertinentes al contexto en el que se imparten teniendo como
finalidad la incorporación de elementos de corte intercultural.
El objetivo de esta ponencia es bosquejar la situación actual de los docentes de
lenguas en la UIEP y presentar una primera aproximación de una propuesta para formar
perfiles que se adecuen al modelo de educación intercultural, partiendo de las
experiencias que se encuentran operando actualmente en algunas instituciones educativas
en México.
1. Contextualización
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Docente de tiempo completo en la Universidad Intercultural del Estado de Puebla. Miembro
del cuerpo académico “Estudios interdisciplinarios para la interculturalidad y el desarrollo
sustentable” de la misma institución. E-mail: baezgeralta@hotmail.com
2
Docente de tiempo completo en la Universidad Intercultural del Estado de Puebla. Miembro
del cuerpo académico “Estudios interdisciplinarios para la interculturalidad y el desarrollo
sustentable” de la misma institución. E-mail: rblassan@gmail.com
modelo intercultural en el ámbito educativo mexicano parece ofrecer una oportunidad de
acceder a una educación superior para un sector de la población que nunca pudo ser
homogeneizado: los así llamados pueblos originarios. Un ejemplo de este tipo de
iniciativas de acceso a la educación superior es la creación de las universidades
interculturales, misma que se describe a continuación.
Para orientar esta labor, las universidades interculturales del país cuentan con un
documento fundacional que sienta las bases y encauza la labor de las universidades de
tipo intercultural en México. Se trata del libro Universidad Intercultural. Modelo
Educativo (Casillas y Santini, 2006). En él se brindan directrices generales para el trabajo
académico, de vinculación y de investigación, en este tipo de universidades.
No hay que perder de vista que el concepto de universidad intercultural en México
ha cobrado forma en el seno de las discusiones sobre lo que se ha llamado la «gestión de
la diversidad», que a su vez surgió como bandera del multiculturalismo, el cual irrumpe
con fuerza como tema de discusión y valoración a nivel global hace no mucho tiempo:
“En los últimos años hemos asistido a un espectacular incremento de los temas
relacionados con el carácter multicultural de las sociedades hasta ahora consideradas
‘monoculturales’” (Dietz y Mateos, 2011, 21).
Existen varios hechos que han dado cauce a esta redefinición del carácter
multicultural de los estados y naciones y de los grupos humanos que los conforman, entre
los más importantes tenemos la percepción de que son las diferencias y no la
heterogeneidad lo que caracteriza a las sociedades humanas en este inicio de siglo y la
presencia del tema de la pluralidad en corrientes de pensamiento postmodernas.
Hay que tener en cuenta también que estas iniciativas de atención a la diversidad
en espacios educativos han sido resultado, en determinada medida, de luchas por la
reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas no sólo en México sino en
muchos países de Latinoamérica. Lo anterior es importantísimo. De hecho, una de las
debilidades más importantes de esta propuesta gubernamental de atención educativa
superior a estudiantes indígenas es la falta de participación de ellos mismos (los
indígenas) en el diseño e implementación de las instituciones universitarias que han sido
concebidas para atenderles.
Otro reto importante a la hora de hacer realidad este tipo de iniciativas tiene que
ver con el hecho de que no basta simplemente la oferta educativa per se (dotar de
infraestructura educativa a regiones donde el acceso a la educación superior es limitado)
sino que su implementación desde el ámbito gubernamental debe ser social y
culturalmente pertinente. Desgraciadamente, lo anterior no ha ocurrido así: la oferta
educativa impulsada desde el ámbito gubernamental o del Estado parece no estar
completa porque carece todavía de pertinencia socio-cultural en las áreas donde se han
establecido instituciones con el enfoque intercultural. Esto se debe a diversos factores y
entre ellos a la falta de profesores con formación de tipo intercultural ya que eso marcaría
una diferencia en la forma en la que se concebirían las prácticas docentes y la apropiación
de los contenidos por parte de los estudiantes. Considerando lo anterior se requiere
todavía de un mejoramiento al modelo de educación intercultural en México en el rubro
de la práctica docente.
Con esto en mente, en este apartado nos interesa reflexionar sobre el desempeño
de los docentes de que nos desempeñamos en las áreas formativas de la UIEP, tomando
en cuenta que se trata de una institución que adopta el enfoque intercultural. Vamos a
intentar hacerlo con sustento en los elementos que nos brinda el trabajo de Dietz y Mateos.
Retomaremos para ello el cuadro titulado ¨Cuadro 4. Modelos implícitos y explícitos de
comunalidad e interculturalidad¨ (2011, 146-147), mismo que reproducimos en seguida:
COMUNALIDAD COMUNALISMO
Interculturalidad Tipo A: Tipo B:
• modelo • modelo
educativo implícito educativo
• praxis implícitamente
habitualizada, híbrida monológico
de enseñanza- • explícitamente
aprendizaje intracultural
local • prescribe
• producto de contenidos y
imposiciones métodos de
externas y de enseñanza-
resistencias aprendizaje
internas endógenos
• combina • invisibiliza
vivencialmente aportaciones
intercultura e fácticas de
intracultura métodos de
• fuente enseñanza-
identitaria y punto de aprendizaje
partida de los exógenos
modelos
educativos
Interculturalismo Tipo C: Tipo D:
• modelo • modelo
educativo educativo
implícitamente explícitamente dialógico
monológico • combina
• explícitamente recursos
intercultural intraculturales e
• prescribe interculturales
contenidos y • negocia
métodos de contenidos y
enseñanza- métodos de
aprendizaje exógenos enseñanza-
• invisibiliza aprendizaje
aportaciones tanto endógenos
fácticas de como exógenos
métodos de
enseñanza-
aprendizaje
endógenos
Cuadro 1. Modelos implícitos y explícitos de comunalidad e
interculturalidad. Tomado de Dietz, Gunther y Laura Selene Mateos
Cortés. (2011). Interculturalidad y educación intercultural en México:
Un análisis de los discursos nacionales e internacionales en su
impacto en los modelos educativos mexicanos. Pp.146-147
Este cuadro esquematiza, con una finalidad heurística y tipológica, cuatro modelos
de la relación comunalidad/interculturalidad y permite a los autores del mismo concretar
tipos de referencia de modelos educativos, a partir de “estructuras identitarias y
discursivas que subyacen a los debates contemporáneos” (142). Al parecer, estos modelos
no deben tomarse como prototipos que sería deseable alcanzar, sino como guías para la
comprensión, pues con su auxilio se puede bosquejar cómo se estructuran esos rasgos de
identidad y esos discursos en una institución educativa, sobre todo en cuanto atañe a
aspectos de la interculturalidad y la comunalidad.
Intentaremos revisar con un poco más de detalle la manera en que se combinan
los aspectos que configuran unos de estos modelos, mismo que proponemos como más
cercano a la UIEP. En cuanto a la interculturalidad, para examinar esta configuración
partimos de considerar a esta universidad como un modelo educativo que encomia como
deseables las interacciones, intercambios e hibridaciones entre miembros de grupos con
culturas e identidades diversas “frente al multiculturalismo, que sólo promueve el
reconocimiento de diferencias, no de intercambios o hibridaciones” (143).
En cuanto a la comunalidad, la opción educativa que nos ocupa se implementó
con la idea de que fuese dirigida a estudiantes que proceden de comunidades en donde
aparece un tipo de organización que se ha descrito como una práctica internalizada que
se origina históricamente en Mesoamerica. Se trata de un tipo de práctica basada “en la
organización consuetudinaria de las comunidades indígenas y sus sistemas internos de
usos y costumbres” (128).
En el cuadro que estamos comentando, el tipo C se describe con los siguientes
componentes que aparecen de forma mezclada, con tensiones, contradicciones y
conflictos normativos entre ellos:
1. Implícitamente monológico. Para nosotros, este rasgo alude a unas formas de
proceder que se generan o se difunden en la labor educativa de los docentes y que
presentan pocas posibilidades de alentar la existencia de perspectivas pluralistas del
conocimiento. En la práctica, entre los docentes universitarios de la UIEP subsiste una
tendencia general a homogeneizar su quehacer en torno a formas de conocimiento
estándar propios de la cultura occidental.
2. Explícitamente intercultural. La UIEP se asume como opción de educación
superior con un enfoque intercultural, aunque en los hechos sus diferentes componentes
se presentan de una manera particular conforme a su contexto y su situación específica.
3. Prescribe contenidos y métodos de enseñanza-aprendizaje exógenos. Desde
nuestro punto de vista, en su mayor parte, los docentes de las licenciaturas de la UIEP
plantean el conocimiento de manera tal que no lo adscriben a una determinada civilización
o cultura.
4. Invisibiliza aportaciones fácticas de métodos de enseñanza-aprendizaje
endógenos. En nuestra opinión, para el quehacer educativo en la UIEP se incorporan poco
saberes originados en las comunidades de donde son originarios sus estudiantes.
Del examen de los rasgos de identidad y del discurso que se maneja en la UIEP
como institución educativa concluimos que adolece también en alguna medida de falta de
pertinencia para atender a sus comunidades de referencia. En nuestra opinión, una de las
vías para remediar esta situación es un cambio de paradigma a nivel mental, pero sobre
todo actitudinal, por parte de sus docentes.
1. Profesor de lengua originaría como lengua materna de los estudiantes, esto es,
totonaco y nahuat.
2. Profesor que desarrolla habilidades de recepción y producción oral y escrita en
español, como lengua de instrucción en la UIEP.
3. Profesor de inglés, lengua extranjera.
En este entendido ¿cuáles son entonces los rasgos que deben estar presentes en un
docente de lenguas que busca tener un perfil apropiado a las características de la
población meta con la que participa, independientemente de que pertenezca o no a la
misma?
Para dar respuesta a esta interrogante debemos tener en cuenta que los estudiantes
con quienes se da el trabajo de docencia en esta institución poseen características
particulares de los pueblos originarios nahuas y totonacos en específico. Por tal motivo,
tomamos dos experiencia de investigadores: una nahua y un totonaco y proponemos
tomarlas como base teórica para implementar una formación de docentes con perfil
intercultural. Asimismo, consideramos que no sólo basta contar con herramientas
metodológicas apropiadas al contexto sino que también el docente debe desarrollar lo que
Ipiña (1997) presenta como actitudes y aptitudes del educador intercultural.
Por otra parte, siguiendo a Ipiña (1997) presentamos las aptitudes que en nuestra
opinión son pertinentes para complementar los puntos arriba citados. Así, si se quiere
lograr que la labor docente de los profesores de la UIEP sea cada vez más pertinente para
atender las demandas educativas de las comunidades a que se dirige su quehacer, estos
deberían presentar o desarrollar las siguientes aptitudes:
4. Conclusión
Lo expuesto hasta aquí es una primera tentativa de propuesta para la formación de los
docentes de lenguas en la Universidad intercultural del Estado de Puebla. Entre los
aspectos que creemos deben considerarse se encuentran los pedagógicos que aportarán
elementos pertinentes al entorno sociocultural de los estudiantes; no obstante, pensamos
que no son suficientes y que por ende deben incluirse aspectos actitudinales para crear un
perfil integral. En este último rubro, el docente con perfil intercultural deberá:
Desarrollar un compromiso académico con el enfoque intercultural en
contraposición a una práctica académica convencional.
Integrar la docencia, la vinculación y la investigación como tarea esencial de su
práctica.
Buscar, con un enfoque crítico, una inserción real y activa en procesos de
globalización.
Trabajar apoyado por los estudiantes para evitar perder de vista que su quehacer
sea pertinente al contexto cultural y social de la UIEP.
Referencias
Arguelles, J. N. (2009) “¿La educación propia caduca en la escuela? Hacia una educación
intercultural en la Huasteca veracruzana” Revista Tellus, Año 9, No. 17. pp. 247-
260.