PARA SER BENDECIDOS HAY QUE ESTAR EN LA PRESENCIA DE DIOS

Haciendo resonar la antigua bendición sacerdotal: “El señor te bendiga y te proteja, ilumine su
rostro sobre ti y te conceda su favor. El señor se fije en ti y te conceda la paz” (Nm 6, 24- 26). Esta
bendición fue confiada por Dios, a través de Moisés, a Aarón y a sus hijos, es decir, a los sacerdotes
del pueblo de Israel. Es un triple deseo lleno de luz, que brota de la repetición del nombre de Dios,
el señor, y de la imagen de su rostro. En efecto para ser bendecidos hay que estar en la presencia
del Dios, recibir sobre sí su Nombre y permanecer bajo el cono de luz que parte de su rostro, en el
espacio iluminado por su mirada, que difunde gracia y paz.

Expresamos los sentimientos más profundos de gratitud, admiración y respeto a Mons. Luis Augusto
Castro Quiroga Arzobispo de Tunja por su excelente carta pastoral 2016 “¿Por qué diablos? De las
angustias de TONTÓN debido a la esclavitud de muchos y su anhelo de liberación. Y la invitación que
nos hace a entrar en la vida y en las angustias de TONTÓN el preguntón. Que se plantea el problema:
¿Cuál es la respuesta más liberadora, es decir, que nos libera de los nudos que nos tienen paralizados
en algún aspecto de la vida personal o social?

Ambientación para la oración

“ El espíritu del señor está sobre mí, porque me ha ungido, para renunciar a los pobres la Buena
Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la
libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracias del Señor” (Lc 4, 18-19).

Debes descubrir las fuentes secretas de resistencia y conflictos no para abrir las heridas sino para
curarlas.

Reconciliarse es perdonarse, y perdonarse es abandonar la resistencia en contra de alguien y

sobretodo en contra de sí mismo. Ese alguien en este caso eres principalmente tú mismo.

Mucha gente vive triste, porque pasa la vida rememorando hachos tristes de su vida. Hay que
despertar. No permitas entrar en tu alma recuerdos dolientes e impulsos melancólicos.

El tiempo no vuelve atrás. Lo que sucedió son hechos consumados que no serán alterados por
nuestros rencores, ni lágrimas. Es locura vivir dándose de cabeza contra la muralla de los hechos
consumidores, quemando inútilmente energía.

Vivir el gran drama de la esclavitud en el mundo de hoy y la urgencia de la liberación.

¿Por qué somos tan ingenuos y nos dejamos esclavizar?

“Tengamos presente nuestra común humanidad y olvidémonos del resto”

Acoge en silencio el Verbo de Dios: “una palabra habló el Padre, que fue su hijo, y ésta habla siempre
en eterno silencio; y en silencio ha de ser oída del alma” (San Juan de la Cruz)

Nota

Se harán talleres de oración. Son importantes las expresiones del cuerpo para manifestar perdón y
amor. Queremos inventar ritos con simbolismos, es muy útil y eficaz. (Acción significativa).
Acompañaremos el tema de cada mes con una película que muestra algún aspecto del tema
propuesto.