Sei sulla pagina 1di 79

-${3[: ffiH$

til il ffi*

iF

#
* t-t
q
"s t ü
l*
iltil xtr
httpl,&virh¡d*se.ed¡-¡.a:ffi4,4iUbgetÉrducep'de{ailsdicx.:?doclD=1ffi33q8&s0ÉÉfÉral#
ffiimdedddles

Sócrates
btsStrathern, Paul

t@/lbirhd-rceeck¿ec:2054r1¡d¡gersduffiF¡tl*tldist?dclD= lGffiSepeser*es
2N9t201s pÉ$na de de*dles

l! Lu*r en línea {reader.action?doclD=1 0903398)

É D**o*ngun

5l Por capítulo

É agrug*r * Ml estant*na
P compartir víncuio
Ell c*ar l¡bro

DISPONIBILIDAD
Su institución tiene acceso ilimitado a este libro

ttr üisp+niblepara lectura er: línea {reader.action?dcclD=1ü90339S}


Páginas restantes para ccpiar (de 13)
Páginas restantes para imprimir (de27)

+ Dlspo*ible para d*scarga cornF¡eta


Descargue por 14 días.

TAELA 9E CONTENII}OS

Página legal (reader.action?doclD=1 0903398&ppg=5)

índice ire*der,a*iion?docl D='tr *9$3398&ppg=6)

I ntroducción (reader.action?docl D= 1 0q03398&ppg=8)

Vida y abra de Sócrates {reader-action?dcclD=1 ü903398&ppg=29¡

Epilcgo (reader.action?doclD=''| 09ü3398&ppg=66;

Algunas opiniones atribuidas a Socrates (reader.action?doclD=i 0903398&ppg=68)

CrcncloEía de fechas .lcsó.cas inrportantes ireader.action?dcclD=10q033q8&ppg=78)

Crcnología de la vida de Socrates {reader.action?daclD=1 0903398&ppg=84}

Cronolagía de a épaca de Socrates ireader, action?doc


I I D=1 09033q8&ppg=86)

Lecturas recomendadas {reader.action?dsclD=1 ü?03398&ppg=qg¡

I l{ FOR lr{ AC¡ÓN B I BLI O€RÁrlCl

httpl/brirtrel"r*adu.ec:20541!iubEprerdwes$ddail-*tisr?dcclD='10803398&p&sgcrá€6
2U9t2015 ffinadedetdles
TITULO

Sócrates

COLABORADOR

Strathern, Paul

EDITORIAL

Siglc XXtde Fspaña Editores, S,A

FECHA DE PUBLICACIÓN

July 2A14

IDIOMA

Spanish

pÁs¡r.¡¡s

93

TIPO DE DOCUMTNTO

Book

ENCÉ.BIZAM¡trMilúS üE h'ÍATER¡A DE LA LffiRAñYCF COF{Gf;ESS

-
Sócrates, 47A399 a,C.
Philosophy.
Filosofía.

S¡G¡dATI,'RA üE LA LIERARY OF CÜF{8RESS

829 - S89q 201 4eb

ruún¡pno DEcIMAL DE DEwEy

i00

ISBN ¡MPRESO

9788432316647

rssi.t fl_rc-ra*fu¡tü

978843231 6852

rrlútilrRo cc¡-c

t¡$pllbvirü¡d"¡.rce.adu-ec:ffi4Íib/bSererdrceepfdd¡*l¿dim?doclD=1Gffi8&p&scráe 4t5
Vida y obra de Sócrates

Sócrates nació en et !+69 a-C-, en una aldea si-


tuada en [a ladera det monte Licabeto, que esta-
ba entonces a 20 minutos de marcha de Atenas.
5u padre era escultsr y su madre, partera. Ayu-
dó durante un tiempo a su padre como aprendiz
y, según una tradición, trabaió en Las tres musas
y sfrs hábitos, que adornó la Acrépolis. Fue des-
pués enviado a estudiar con Anaxágoras.
5ócrates prosiguió sus estudios con e[ fitóso-
fo Arquetao, <<de quien fue amado en et peor de
los sentidos>>, según Diógenes Laercio. e[ bié-
grafo det sigto rll d.C. En [a antigua Grecia, como
todavía en gran parte det Mediterráneo orienta[,

19

ffi-Pa¡t ffi E#kswE{úE @Edd6 SA 2t1é Rtu'&q d6 $sehem15


Cwfi92014 S€büeElssEóffi 54 N'g6r€M

Notas rápidas página ?


Copia impresa
dcmingc. 20 de septiembre de 2015

SOCRATES EN 90 MINUTOS

[a homosexuat¡dad era vista como una diversión


aceptable. La ltegada deI cristianismo reempta-
zó tales prácticas sexgales ortodoxas por otras
más limitadas y heterodoxas. Así pues, mien-
tras que Anaxágoras tuvo que huir de Atenas
para satvar su vida, Arquelao no tuvo ninguna
dificuttad en continuar con e[ intercambio, rnás
que intelectuat, con sus discípulos.
Sócrates estudió con Arquelao rnatemáti-
cas, astronomía y las enseñanzas de los pri-
meros filósofos. La fitosofía había sido objeto
de estudio durante más de un sigto y era atgo
así como [a física nuclear de [a época. En ver-
dad, e[ mundo de [a filosofía {primero solo
agua, luego fuego, más tarde puntos de tuz, y
así sucesivamentel guardaba tanta relación con
e[ mundo real como e[ mundo de [a física nu-
ctear moderna con la realidad cotidiana. No
solemos pensar que nuestros encuentros con
los mesones sean [o más excitante de nuestra
existencia diaria, y uno sospecha que los anti-
guos griegos escuchaban un tanto fastidiados
revetaciones del estilo de que e[ mundo era en

2A

MBm. Pdi- Sée¿iÉ- E#ik s&lr}(xr de E** Blk¡a S-q- ?*14. Ptootat *ry- %,2q Ws2O15-
Coglritil&?o14 5{ts H e EspdE Eitu, 5A tr rigk r#-

lkn4Fimee4ei¡mp
1_

VIDA Y OBRA

fiesta de
reatidad una pecera, un horno o una
fuegos artificiales'
Sócrates pensó que estas esFecutaciones
no podían
acerca de La naturateza del mundo
Sien-
resuttar beneficioEas para ta humanidad'
pensador ostensibternente razonab[e'
5ó-
do un
crateseracuriosamenteanticientífico,proba-
más grande
blemente debido a [a inftuencia det
de
de [oE fitóEofos pr€socráticos' Parménides
juventud' co-
Elea. 5e dice que Sócrates' en 5u
y que (apren-
noció a un Parménides ya mayor
diómuchodeé[>.Parménidesresolvióe[con-
fticto entre los que pensaban que el
mundo
e[
estaba hecho de una sola substancia {como
Anaxágoras'
agua, o e[ fuego] y I'os que' como
creían que consistía en muchas substancias'
Y

caso'
to resolvió, simptemente' no haciéndote
como [o cono-
Según Parménides, et mundo' tat
de cuántas
cemos. es una il'usión' No importa
porque no
cosas pensernCIs qrle está hecho'
es la del Ser
existe. La única reatidad verdadera
eterno,infinito,inmutab|.eeindivisib[e;notiene
de sí e[
pasado ni futuro y comprende dentro

21

ftE€l** *61 w€t' ?* 5¡Éqs*s2015

ffirg3{,ffiff1ffir*HffiK*ffiff'#1¿.

Notas náPidas PágnaZ


sócnRrss EN eo MINUToS

universo entero y todo [o que pueda suceder en


é1,. <Todo es uno> era e[ principio básico
de Far-
ménides. La mul.tipticidad siempre carnbiante
que observamos es meramente [a apariencia de
ese ser estático que todo [o abarca. Ta[ idea del
mundo no e5 apenas favorable a [a ciencia. ¿Por
qué perder eI tiempo pensando en cémo f uncio-
nan las cüsas del mundo cuanda no son más
que una ilusión?
En aquellos días primeros, de La fitosofía se
pensaba que comprendía e[ estudio de todo [o
<aman-
cognoscibte. f En griego, filósofo significa
te de ta sabiduríao.f Las matemáticas, [a ciencia
y [a cosmotogía no existían como tates' sino
que

eran consideradas, y continuaron siéndolo du-


rante siglos, parte de ta fil'osofía' Todavía en e[
sigto xvll, Newton titu[ó su obra maestra acerca
de ta gravedad y ta estructura del universs Phi-
losophiae Nafuralis Principia Matfiematica {Las
principios matemáticos de la filasafía naturalJ'
soto can lss años vino a ser tenida por el estu-
en
dio de cuestiones metafísicas [sin respuesta,
cuanto tatesl. Tan pronto como ta fitosofía en-

22

ffi!fr Ei&rffi'fffi r#ffi ffi *tr;?*"#1¿Pf 'f,as'!'iÉe'w*.,,5€r€ds?0'r5

Nctas rapidas Página 2


VIDA Y OBH,A

csntraba respuestas, dejaba de ser filosofía y se


convertía en otra cosa, un campü separado,
como las matemática's o La física. 5e piensa a
menudo que e[ ejemplo rnás reciente de este
proceso [o constituye ta psiquiatría que, con [a
pretensión de que responde a numerosas cues-
tiones, se establ.eció por su cuenta como ciencia
separada. {En realidad, no cumple con Los re-
quisitos fitoséficos de toda ciencia, que exige
que un conjunto de principios puedan Eer ensa-
yados en experimentcs, algo que ns parecen
satisfacer las imprecisiones de [a paranoia, cu-
ras psicoanatíticas de [a demencia y otras for-
mas de desarregta psicopáticc.l
En tiempos de Sécrates, este campo era con-
siderado naturatmente como parte de [a fitoso-
fía, y Los ciudadanos de Atenas miraban a tos
filéEofos más o menos como et público en gene-
rat de hoy mira a tas psiquiatras. La actitud de
Sócrates era ciertamente psicológica, en e[
sentido ariginario de [a patabra, pues en griega
psicotogía significa <.estudio de [a mente>>. Pero
no era un científico en cuante que obedecía a ta

73

Sfrks, P*¿ SdrrBr. É€tu Aigb ¡X dE E,Se Ert+¡4. 3.e.. ?gÉ *rcú# Enr4 RÉe' :S @¡bs 2015
cryüñü2e4. sita xxl & Espe¡a Édk, 5Á s tlgre rw

Notasrápidas págirn 2
SOCRATES EN 90 MINUTOS

inftuencia de Parménides. La realidad es una


ilusión. Esta idea tuvo un efecto negativo en 5ó-
crates y en su sucesór Ptatón. 5e hicieron pro-
gresos importantes en matemáticas durante e[
Lapso de sus vidas, pero solo porque se tas con-
sideraba intemporates y abstractas y en contac-
to, en cierto modo, con [a realidad última det
Ser. Por suerte, e[ sucesor de ambss, Aristéte-
|.es, tenía una actitud diferente frente at mundo
y fue, de muchas maneras, e[ fundador de [a
ciencia. volvienda [a atención de [a filascfía ha-
cia la realidad. Pero ta actitud acientífica -en
reatidad, anticientífica- de Sócrates habría de
ser ruinosa para [a filosofía durante slglos.
De resuttas, en gran parte, de [a actitud anti-
científica de 5ócrates, lag grandes mentes cien-
tificas del mundo griego trabajaron aI margen
de La fitosofía. Arquímedes en física, Hipócrates
en medicina y, en cierta medida, Euclides en
geometría, quedaron aisl.ados de [a filosofía y,
por ende, de una tradicién en desarrsl[o del co-
nocer y et argumentar. Los antiguos científicos
gniegos sabían que ta tierra gira atrededor det

24

S.*he*- PÉd. Sórá!ñ- Egk 5¡:¡¡ ds @a Blil#s, S,A . :tjl¿ tt$&rsi €brd
X-iÉt tfé&- :lJ . sÉs m15-
copy¡bni e:o14. SLtu xX * Esp*¡ Edks, 5-4. ru igl* rtsd-

Notasrápidas
VIDA Y CIBRA

su clr-
so[, que era redonda e inctuso calcularon
y cono*
cunferencia. 0bservaron ta electricidad
cían que [a tierra posee un campo magnético'
Apartadosdela<sabiduríauniversal>>delafito-
quedaron
sofía, tates parcelas deI conocimiento
reducidas a curiosidades' Le debemos mucho
a
sóti-
Sócrates por situar a ta filosofia sobre las
que [a
das bases de [a razón, pero e[ hecho de
fitosofia naciera baia ta égida de un anticientí-
cono-
fics es una de las grandes desgracias del
cimiento humano. La importancia de que esta
oportunidad se desperdiciara es enorme'
La
Edad Me-
energía mental derrochada durante [a
que ca-
dia para calcutar e[ número de ángeles
benen[apuntadeuna|'fiterpodíahaberseem-
pleado en e[ estudio de los átomos' propuestos
por primera vez Por Demócrito'
$ócrates pensaba que era meior que nos
preguntárarnos a nosotros mismos en lugar
de
<'Gnozi
at mundo; adoptó I'a cétebre máxima
seautono lConócete e ti mismol' Esta sentencia
Sécrates'
es a veces atribuida errónearnente a
{Puede que fuera acuñada por
e[ primer fitóso-

25

Pf6o'5¡ é{4 rY*- 2* 20i5


'¿€;tess'
ffi E3*,r#k%r##gtriFtrtr"i*#1¿.

N*tas raPidas Página 2


SOCRATES EN 90 MINUTOS

fc, Tates; se sabe que estuvs grabada en e[


0ráculo de Detfos.l
Sócrates exponía su'fitosofía en e[ ágora, e[
mercado de la antigua Atenas, cuyas ruinas son
aún visibles bajo ta Acrópotis. El tugar favorito
de Sócrates attí era [a stoa de Zeus Eleuterio,
una cotumnata umbría con tenderetes donde se
vendían rnercancías. Es posibte distinguir los
cimientos de piedra de [a Etoa, truncados en su
extremo norte por [a ajetreada linea de metro
Atenas-Pireo. Desde más aLtá de [a valla de
atambre [[ega e[ ctamor de [a muttitud, eI es-
truendo de las cintas de buzufti y los gritos de
los tenderos del rastro de Monastiraki, no muy
distinto todo elto del estrépito que habría en
tiempos de Sócrates. lmaginemos a Sócrates,
atento a su negocio fiLosófics entre e[ equiva-
lente antiguo at regateo de tos comerciantes de
vaqueros, Los trompetazos de músicos de barrio
tocands .<Zorba et griegoD y los gritos lastime-
ras de los vendedores de cacahuetes" Alguien
ha debido escusharle, a pesar de todo, pues et
.ioven Sócrates causó tat conmoción en Atenas

26

3'dÉ8, Pad S¿ñ?k. E#a: ib&3 ilü dB E4e *FG. S,¿ , éj11. *d*.d ,kíq t#' & E€d@*E ?Ot5
cw¿HÉ?O1i. sbla x& Es@1é Edilrc. s-a s *1¡|6r€M

2
VIDA Y OSRA

que e[ Oráculo de Delfos te declaró el más Eabio


de los hombres a sus treinta años.
5ócrates dijo, con fatsa rnodestia, que esto
[e reEultaba difícit de creer, y que: t<Solo sé que
no sé nada>>" Con e[ fin de descubrir si había
verdad en et pronunciamiento del Oráculo, 5ó-
crates se puso a interrogar a tos otros hom-
bres sabios de Atenas tratando de averiguar
qué sabían. Era un consumado maestro en ex*
poner creencias torcidas o erróneas; preten-
diendo que no sabía nada, exigía de su adversa-
rio que te dijera qué era lo que sabía; a medida
que este [o iba exponiendo, iba é[ pinchando |'a
burbuja de sus iluEicnes haciéndote preguntas
agudas. Por algo se le conocía como <e[ tábano
de Atenas>>. Su método de hacer preguntas era
mucho más profundo de [o que parecía a pri-
mera vista. SócrateE intentaba clarificar eI de-
bate comenzando por los primeros principios;
esto requería definir los conceptos básicos so-
bre los que descansaban las ideas del adversa*
rio y señalar en particu[ar las consecuencias
de tales ideas. Además, Sócrates era perspicaz

27

sHiffi. Pd- tu*- E#tu &qiaxx ds E4e Éd¿#s, 9.q.. Sf¿ Prd{6lz&s4 w€*- 5A€@d62ot5
csyi¡n * 2014. S!!c )üt & EÉ@1aÉdilffi. SA # i€tr ¡sd.

Notas nlpidas página 2


SOCRATES EN 90 MINUTOS

en [a tarea de descubrir los absurdss humanas


y no eludía convertir a su adversario en un haz-
merreír. A juzgar por [b que de éL se cuenta, ha
debido de ser un oponente irritante en tas cCIn-
versaciones, britlante, resbaladizo y tortuoso,
de modo que sus aires de sabihondo tenían que
granjearle muchos enemigos, aunque también
poputaridad entre [a juventud iconoclasta de su
tiempo.
No tardó mucho en demostrar, para Eu pro-
pia satisfaccién, que los hombres de Atenas te-
nidos por sabios no sabían nada en realidad,
igual que ét. Así pudo concluir que el Orácuto de
Delfos había estado en [o cierto: é[ era e[ más
sabio de los hombres, pues sabía que no sabía
nada. No obstante sus rnétodos racionales e
iconoclastas, era en cierts modo una criatura
de su época y es pasibte que creyera, can chan-
zas y todo, que e[ 0rácuto de Delfos hablaba con
|'a voz de los dioses. Creía también firmemente
que r<e[ alma es inmorta[; después de [a muer*
te, nuestras almas csntinúan existiendo en otro
mundo>. 5i bien casi nunca mostró interés por

28

seEtuq P?4 SndEitr- Eryt{ S€b XEI & ES#k Éda6, Sn." :É1€ F?o&d E¡r6y '¡B*_ BG @s ?üli
C4fryiqfl É 2014 Sjgk Xl & Esg$a €dke. SA Aj righls rM.

Notas n{pidas págirra 2


I

VIDA Y OBRA

las reverencias supersticiosas a los dioses ni


por e[ seriat de su mitotogía. Ciertamente, creía
en algún tipo de dios; daba para esto [a razón de
que todo e[ mundo parece creer en algún tipo
de dios, curioso argumento viniendo de alguien
que se pasaba [a vida tratando de desengañar a
[a gente de sus pensamientos erróneos.
La fitosofía de Sócrates no trataba solamente
del pensar o de métodos de análisis. Hizo tam-
bién numerosas propuestas positivas, con to que
puede haber recibida en alguna ocasién dosis
de su propia medicina crítica. En eI diátogo de
Ptatón Fedón, e[ personaje Sócrates expone su
Tearía de las Formas, o de las ldeas. Muchos
piensan que es [a teoría propia de Ptatón, que
solo pone en bsca de Sócrates, pero cuando
Pf.atón escribió el Fedén, todos los otros perso-
najes que aparecen en e[ diátogo vivían todavía,
de modo que puede suponerse que las opinio-
nes de los personajes son las suyas auténticas,
a rnenos que Pl.atón deseara malgastar gran
parte de su tiempo en los tribunales. Es de su-
poner, pues, que discutían sus ideas reates con

29

S*tu, Par| &:dÉ5- E#al $qio )O$ dr Eryd€ 3&G. S* . B1é- msl ¿)rq ¡btNr, :g S€kn&t :015
cryAH*2$r4. Slr* kl & Es{*¿ EdM, sA a¡ rl{¡6 rM-

Notas ránidas 2
sócnarrs EN 90 MINUToS

un Sócrates rea[; habiendo basado mucho del


diátogo en fuentes reales, no parece probable
que Ptatén introduiera un Sócrates ficticio ex-
poniendo ideas gue nunca tuvo. Platén pone én-
fasis en decir que SócrateE <<expuso estos va[o-
res con f recuencia>. A pesar de tates evidencias,
[a Teoría de las Formas es atribuida de costum-
bre a Platón.
Todo esto demuestra La dificuttad que hay en
atribuir atgo a alguien que no escribe nada {ta[
veu es eEta [a razén de que muchos de nosotros
adoptemos tat recursol. Una cosa Eí es cierta
en [a Teoría de tas Formas: ni Sócrates ni P[a-
tén fueron los primeros en pensarla. Esta ha-
zaña se le reconoce generalmente a Pitágoras"
Como hemos visto, los estudios que hizo Pitá-
goras de [a armonía musical [e llevaron a creer
que e[ mundo consistía, en úttima instancia, en
números; pero su concepto de los números es*
taba próximo a nuestra noción de forma- Estas
abstracciones -número, forma- eran [a reati-
dad úttima para Pitágaras; eran las ideas abs-
tractas permanentes con tas que 5e formaban

30

ffift Pa4- kb E€k t*¡a )5tt e q¡gd€ #ü4 Si - !ü1 ¿ Rtu €*rry w* * s€deibs 20ti
-
@f4r€], g70l¿ sbb fr * :!]sá Fdks. 5 a sriy6 fffid
VIDA Y OBRA

los entes concretos y particu[ares, siernpre cam-


biantes, del mundo. Es,evidente que está p!'e-
sente aquí ta idea de Parménides que afirma
que la realidad úttima es e[ Ser, [a entidad que
subyace a todas tas piezas de nuestro mundo
itusario.
SócratEs describe en el Fedón [a naturaleza
det mundo de las formas [o números, o ideas.
La patabra griega que usa es eidos, que es [a
raíz de nuestra palabra idea y que puede tradu-
cirse cümo forrna, idea o figura, dsnde tas no-
ciones de número y forma coinciden realmen-
tel. Según Sócrates, e[ mundo de las forrnas no
e$ accesibte a los sentidoE, solo a[ pensamien-
to. Somos capaces de pensar las ideas de re-
dondez o rojez- pero no podemos percibir[as,
sslo percibimos una bala roja particular; esta es
creada a partir de las ideas de roiez, redondez,
el.aEticidad, etc. Pero ¿cómo ocurre esto? Sócra-
tes nos dice qr"le los objetos particulares reciben
EuE cualidades por {{participación)! en las ideas
de las que se derivan. Una manera de explicar
esto eE acudiendo a [a imagen de una figura de

31

lwm-Pel w EffiÉ bpry'*84*€h66,sA n$ *tu1*4 sd 2f sÉ#,g3o15


cwbñt .:Z0i4 s{bul&f!ffEFdffi sA sqft'ffi
sócRArEs EN 90 MrNUTos

yeso colada dentro de un ¡'no[de. Las formas


abstractas, o ideas, el.motde, dan a[ objeto par-
ticutar su forma, tamaño y otras cualidades.
E[ mundo de las formas es e[ único reaL; es
universal y es e[ mundo básico en e[ que todas
las cosas participan" Este mundo de formas tie-
ne una jerarquía en cuya cúspide están las ideas
universales del Bien, [a Betleza y ta Verdad. Las
cualidades de bondad, belleza y verdad que ve*
mos en [os objetos particulares nos dirigen a [a
contemplación de las ideas universales en su
reino abstracto. Es esta una actitr¡d mística ante
el mundo. Recuerda a[ pensamiento hindú, en e[
que quizá tuvo su origen, para et que e[ mundo
es un velo ilusorio de Maya, transparente para
e[ hombre bueno. Para Sócrates, las ideas uni-
versales son superiores aI mundo que causa e[
que nos apercibamos de etlas.
Por fortuna, este vago sistema de pensa-
mientos, que desprecia [a particutaridad det
mundo que habitamos, no €arece de cierta pre-
cisión. Al" Eer e[ número sinónimo de estas
ideas más elevadas, su estudio es una tarea su-

3?

5d-É*- Fa* A.s5ae. E@tu $€b!á e'4*tu6,É,Á., 41¿- Pft&H*(4- ?€b.Zl] Eqqe|# 2815
C4F¡!h O ?e4. Sijc XX e E6F1a Ed¿ffi, Si. S igb rM-
VIDA Y OBRA

per¡or, y, así, tcs griegos vieron en tas matema*


ticas una actividad ituminadora, aunque soto en
su forma pu!'a; erQ rnrfy aceptabte catcutar [a
suma de tos ángutos de un polígono' pero esti-
mar e[ número de baLdes necesarios para [[e-
nar un depósito era tarea desdeñable;esto útti-
mo habría sido práctico, esto es, podría resuttar
útit en e[ sucio mundo de [o panticutar en e[
que estamos forzados a habitar. una actitud
semeiante, que había de persistir en [a cultura
occidental y que en parte puede detectarse to-
davía hoy,tenía que mirar ta ciencia como algo
indecente.
Sócrates creció en [a época de Pericles, cuan-
do Atenas era ta más fuerte y más civilizada ciu-
dad-Estado det mundo helánico. sus progresog
habían de resultar decisivos para et curso del
desarrotto de [a humanidad; aparte de los mo-
numentcs, más concretos, esta época fue testi-
go det ftorecimiento de La democracia y de [a

canscl.idación de un pensamiento auténticamen-


te matemático y científico. con Sócrates rnarcó,
además, [a mayoría de edad de [a filosofía'

33

E pah: sütbvá * Ery*-gditd-6' 3A-2t14 8*6'ntuq


!3t&- rf:4dÉr*2015
ffi. FsL kB-
ñüür bf&¡-lqb ur& rsps¡ Edtr6. SA dr€s'rud

Notasnipidas págnzZ
sócnerns HN so MINUToS

Los tiempos de relativa paa de [a era de Peri-


cles ttegaron a su fin con el estatlido de [a Gue-
rra del Peloponeso en el. 431 a.C. La ruinosa
lucha entre e[ imperio naval de Atenas, cuagi*
democrático, y ta mil.itarista e ignorante Espar-
ta duró más de un cuarto de slgto. La guerra y
sus repercusiones políticas tuviercn un efecto
crucial y continuado en la vida de Sócrates.
Conviene recordar que l.o que ahora nos resulta
fastidiosamente cuerda y razonable en su fi[o-
Esfía fue concebido contra un trasfondo siem-
pre cambiante de beateria, trapacería y miedo.
La búsqueda personal de [a verdad por Sécra-
tes se hacía en una época de valores cambian-
tes y certezaE menguantes cuyo clima moral
nos es demasiado fáciI reconocer.
At declararse ta Guerra del Peloponeso. Só-
crates fue llamado a fil,as como hoptita fraso,
tercera ctase, con escudo y espadal. Hay mu-
chos recuentos dispares de [a vida de Sócra-
tes, pera tados concuerdan en cuanto a su as-
pecto. 5ócrate$ era uno de tos hombres más
feos de Atenas. Patizambo, barrigón, de horn-

34

M66- PaJl S¿*'ái"Á. E€k Si¡¡dxtrdú;taá3iiñ6.5A-.:*1+- Pto&.6t€ksf ¡Y¿*- 4@.*s2015


kptrig}d ü ?o14. 5¡g¡o xl & EsFfa Ed&s, sA. * ng* IM-

Notas rárridas 2
a

\NDA Y OBRA

brss y brazos peludos, era calvo {se decía de su


mo[era que era <grandiosa']. Era también fa-
moso por su ancha nari! chata, ojos saltones y
[abios gruesos.
Sócrates no solo parecía un fi[ósofo, también
se vestía como tat. Andaba, en invierno y en ve-
rano, siempre con [a misma túnica raída y una
capa gastada de tres cuartos; y, en todo e[ tiem-
po, iba descalzo. Como dijo su cotega Antifono
el Sofista, <<Un eEclavo a[ que se [e obligara a ir
de esta guisa, huiría>t. Y, a pesar de esto, parece
ser que Sócrates fue un excetente sotdado.
Intetectuates porfiados y feos no suelen ser
populares entre los soldados, pero SécrateE era
tan singu[ar que intrigaba a sus cornpañeros de
armas. Participó en el asedio a Potidea, en e[
nsrte de Grecia, donde eI f río viento de las mon-
tañas bútgaras [ega sitbando en invieFño; €o-
tonces, e|. ejército griego se convertía en una
abigarrada multitud envuelta en toda ctase de
pieles y csn retszos de fieltro atados a tos pies,
le.jos de los esbeltos jóvenes desnudos que se
ven luchando delicadamente en las vasijas grie-

35

sld3am, P*¿ s¿É*i¡É E@a Sbhxx¡ ds E{'eF-di@ sA 3ll4 hd}'ñ1 r*táY \?*'&5¿#Étr2015
cop'fqhl e ?814 s€h ül G Ess fdM. s A q.9ro r€ffid

Notas nápidas página 2


sócnercs gI\¡ go MINuros

gas, Los camaradas de Sócrates se asombrarian


de verlo desfitar por [a nieve y et hiela descalzo,
con su precaria túnita y su capa agujereada,
pero [a que reatmente tes intrigaría sería eI ver-
te <(pensando>>. Cuenta A[cibíades, que sirvió
junto con Sócrates en [a campaña de Potidea,
que, un día, et fitósofo se desperté temprano y
s€ puso a pensar en algún probtema de particu-
Lar dificuttad. Sus camaradas pudieron verle en
un campo vecino, durante horas en pastura con-
temptativa, totalmente ajeno a[ mundo en de-
rredor. Al.Lí seguía a ta hora de [a cena. Algunos
compatriotas, intrigados, se dispusieron a dor-
mir fuera de sus tiendas de campaña para ver
cuánto tiempo duraría ta actuación; permane-
ció pensando hasta et amanecer, Ee acercó,
ofreció una ptegaria aL día que comenzaba y vol-
vió a suE asr¡ntos como si nada.
Esta es una de las muchas hlstorias que se
cuentan sobre ta habitidad de Sócrates para en-
trar en un profundo trance y que han inducido a
muchos comentaristas a pensar que sufría de
atguna forma de catatepsia. Añadido esto a que

w Ptui gew zwh aq,oe**rytaw sA J01¿ Ftoc¡*d*q k swm15


cwitild ?Cl¿ Sqb S&¿l@a Édlffi SA trngB'*lW

Nctas nápidas página 2


VIDA Y OFRA

a veces decía que oía nvoces)>, podría haber du-


das acerca de su salud mentat, pero todo [o mu-
cho que conocemos¡de Sócrates apunta a un
extremado sentido común y equitibrio. En ver-
dad, su fitosofía parece a veces poco más que
sentido común utilizads con brittantez, saLpica-
do de sagacidad irónica popu[ar. Pero e[ hcmbre
capaz de flotar en trance mientras todos los que
le rodeaban sufrían tos rigores del aburrimiento
mititar era capaz de gran bravura cuando l.a
ocasién [o requería. Al.cibiades cuenta que, es-
tando é[ cierta vez herido en rnitad de una bata-
[[a, Sócrates [o vio, se [o echó a [a espalda y |'o
trasladó a través de una masa de soldados ene-
migos armados, satvándote así [a vida.
Ptatón narra cómo e[ joven Al.cibíades se ena*
moró de Sócrates. Cuesta imaginarlo, a menog
que Atcibíades sufriera de algún defecto en [a
vista, pero no hay mención de etto. Hn patabras
de Alcibíades: ..Cuando oía su voz, mi corazón
galpeaba como en un estado de éxtasis religio-
$o)>. Parecen palabras de un joven impresiona-
bte embelesado por [a sabiduría de Sócrates.

37

SdÉT" Pd- Sá+Éb. Ewe S{qbXx *86€d€B#46, 5Á. 41¿ *{&d&q Stb-g WBr&4U115
Cspt!4ft É 2014 $qb Hl & EM¡ €ffi. 54. H nlhb r6d

Notas rápidas págtna 2


sócnergs EN so MINUToS

Pero no. En un pasaje muy apreciado por tos


estudioEos det mundo clásico ly muy censurado
por sus maestrosl, Atiibíades describe cómo
intenté seducir a Sócrates.
En primer lugar, ,Atcibíades se las ingenió
para pasar el. día a solas con Sócrates, en ta
esperanza de que [a conversación se deslizara
en algún momento hacia .*[os temas que el
amante Euscita con su amado cuando eEtán a
so[as>>. Pero Sócrates persistía en [a filosofía'
Después- Alcibíades sugirió a Sócrates ir al
gimnasio y ejercitarse juntos" La mayoría de
Los juegos atléticos se hacían entonces aI des-
nudo. así que Atcibíades debió de pensar qtre
las cosas iban bien cuando Sócrates acepté su
invitacién. Hagamos una pausa y tratemos de
imaginar a Sécrates, catvo, barrigén y pati-
zambo, desnudo para tos ejercicios del girnna-
sio. 5in descorazonarse, aI parecer, por esta
decepcionante visién y aprovechando que no
había ningún otro par at[í, ALcibíades ltegó in-
cluso a un juego de lucha con Sócrates. Pero
todavía no sucedía nada.

38

¡tsft. Pa¡- S*rBi6. Egtui Si*t l{Xl # ?ás6.5A .fr1+ h*}B* ** !ilt#- lB 5€4iÉ!r&qtr15
cw¡g# 3 2014. sigb ul & lsF31a Ed¡M.=é*
s¿ ft rigHs re*d-

Notas rrápidas página 2


f

VIDA Y OBRA

Finalmente, Alcibíades decidié invitar a 5ó-


crates a cenar en su casa y emborracharle. No
tuvo éxito en emborracharte {nadie lo consiguió
nunca, por mucha beblda que trasegaral' pero
mantuvo a Sócrateg hasta muy tarde' de modo
que se quedara a pasar [a noche' En palabras
de Atcibíades lsegún Platónl: <<Por fin se tumbó
al
en e[ reclinatorio que había usado para cenar'
tado det mío, y no había nadie a[[i sino noso-
tros>¡. Al.cibíades reptó en [a oscuridad hasta
ttegar at tado de Sócrates y abrazarle, Pero só-
crates no se msstraba dispuesto' así que'fina[-
mente, se durmieron e[ uno en brazos del otro
<{comc herrnanos>r" Teniendo en cuenta [as cos-
tu¡'nbres de ta época, ta capacidad de resisten-
cia de sócrates ante los avances de un apuesto
joven como Atcibíades ha debido parecer un
a utocontrol sobrehumano'

Sócrates no era ningún asceta' a iuzgar por


su aspecto y to que nos ha transmitido ta
histo-
gran
ria, perc no se puede decir que viviera [a
puesto
vida. Andaba siempre sin un céntimo'
que se negaba a trabajar e insistía en dedicar

39

*o'aÉ* *F w*. s s'Edñás m15.

ffirTr E3*,ffi;ffi#*ffiffitr'.3*-f-4.

Notas raPidas Página 2


sócnntcs EN sq$NuIos

te habían asignado
todo su tiempo a [a tarea que
a tos ciudada-
los dioses, esto es, a demostrar
de su ignorancia'
nos de Atenas [a profundidad
atgo de heren-
Parece, sin embarg$, que recibió
entre sus amigos
cia de su padre y era bien visto
a menudo a comer'
inftuyentes, que te invitaban
Sócrates era evidentemente
un huésped muy
siempre dis-
divertido en los banquetes' estaba
y era ca-
puesto a chartar hasta [a madrugada
Estas fiestas eran
paz de beber más que nadie'
solos' aunque no
de costumbre para hornbres
a veces corte-
asunto de homosexuales' Habia
sanas [hetairasl y parece
ser que Sécrates dis-
gratis' además
frutaba de todo to que se daba
de La comida Y I'a bebida'
Sócrates pasaba
Diógenes Laercio dice que
informales'
parte de su tiempo dando lecciones
de estudiantes ióve-
conversacionales, a gruPos
e[ Zapatero' cer*
nes en eL tatter de un tal Simón
Se puede todavía ver
ca del hito l.imite det ágora'
muro de una vieia
at borde det ágcra' iunto a[
<Yo soy e[ nno-
casa, eL Horos con [a inscripción
des-
det ágora"' Excavaciones recientes han
ión

40

Rc*s! á'4 rr'6b. s ssds!És201'


ffi* gg*,?'tr1ffi*ffiffiffiffi¡"?*'tr¿

Notas ráPitlas Página ?


VIDA Y OBRA

cubierto una gran cantidad de ctavos y una copa


det sigto v a.C. con et nombre de Simón graba-
do. Lo que se había encontrado mitagrosamen-
te era nada menos que e[ taller donde enseñaba
5ócrates.
Hace unos años, visité este lugar en un viaje
a Atenas; medí los cimientos y vi que encerra-
ban un cuadrado de cuatros pasos. Han debido
de estar bastante apretados attí dentro, con 5i-
món dando martillauos en [a trastienda y los
ctientes entrando y saliendo, sin duda sin hacer
caso de los extraños comentarios ingeniosos.
Enseñar en tales circunstancias ha debido re-
querir una inteligencia rápida y [a capacidad de
rnantener atenta una audiencia, dos cualidades
de tas que Los filósofos parecen haber prescin-
dido desde hace mucho tiempo. Sóerates tenía
tatento de actor y, dígase lo que se diEa acerca
de é[, presentaba siempre un buen espectáculo.
fs et gran comediante alternativo de ta filosof ía.
¿Qué enseñaba Sécrates, precisamente, en
sus cursos? Una de sus sbservaciones más re-
cordadas es: <Una vida sin pruebas es una vida

41

sFd¡É*, Pa¿ S*¡#- E#A ;db}|J{l#Ery*q*s6. SÁ. ?*1€ Sdrd*ry t*É¡l ?95*]&415
Csp!¡¡gh8?Ot Sitb*¡* EsFd¡s EdH'@, gA S rt¡B r**Éd

Notas nápidas pagha 2


SOCRATES EN 90 MINUTOS

no vivibls*, [o que corresponde a [a actitr¡d de


un intelectuat con mucho tiempo Libre. Las ciu-
dades-Estado griegas han sido probablemente
las primeras saciedades en producir algo pare-
cido a una ctase media intelectual con un cierto
grado de independencia [CeU¡do a [a democra-
cial y de ocio ldebida a [a esctavitudl. Los grie-
gos tenían tiempo para ocuparse del Fensar por
sí mismo y [[egar a sus propias canclusiones. El
pensamiento original, de cualquier ctase, nece-
sita acio, un hecha pasado a menudo por alto
por mediocridades serias y [aboriosas"
Sócrates pensaba que eI verdadero ser de
una persona es Éu alma {psijé o psiquel. Los fi-
lósofos anteriores habían dicho que el atma era
e[ eterno <atiento de [a vida>, que <.duerme
cuanda e[ cuerpo está activo y despierta cuando
et cuerpo duerme>>, atgo así como un subcons-
ciente inmorta[, no dernasiado diferente de [o
que afirma [a doctrina junguiana de hoy. Para
Sécrates, e[ atma era más bien [a persanatidad
conscienfe; una entidad de [a que se puede aflr-
rnar que es inteligente o estúpida, buena o ma[a,

42

Sd¡sd, Pd¿ s,t5r*€á EWtu 5;d*! XJ* d* -É@ eñss" 3Á - ,t'i*. Pr€{!@t ¡&6y Wre :É sat*r&s 2!t5
6¡4:!¡h$:m3 S4toñl* €5p*3 Edilffi. :A #r¡JG rM.
VIDA Y OBRA

res*
esto es, algc For lo que sornss rnoratmente
que nues-
ponsabtes; creía que debemos intentar
tra alma sea [o meior posible' para asemejarla
a Dics.
Pero ¿por qué? Sécrateg sostenía que
todos

loshombresbuscantateticidad.Sitaalcanzan
las
o no, depende del estado de su alma" Soto
gentes no
almas buenas togran ta feticidad' Las
por co-
son buenas porque se Eienten atraídas
que no [o son
Eas que parecen ser buenas' pero
nos com-
en abscluta' Si conaciéramos e[ bien-
con-
portaríamos adecuadamente y no habría
Ta[ vez
ftictos, ni en nosotrss ni en [a sociedad'
para
salo un fitósofo puede ser tan ingenuo
creer eEto. Todos comPartimos una nebutosa
ta exami-
noción del, bien, pero tan pronto como
namosy|.areducirnosaparticutaridadesprácti.
cas, estamos en desacuerdo' tanto individual
e[
como socialmente' ¿Hs bueno matgastar
bueno
tiernpo ocupándoEe de La fitoEofía? ¿Es
negar e[ vsta a las muieres?
Los griegos vivían en pequeñas ciudades-
e[ consenso'
Estado. una situación que favorece

43
sócn¿tss EN 90 MINUToS

Atenas, ta más poderosa de tas ciudades-Esta-


do griegas, tenía una población mascu[ina adut-
ta de 42"000 personas bn ese periodo' Además'
tos griegos creían en [a virtud de [a moderación.
{0tra célebre máxima grabada en e[ 0rácuto de
Del"fos €Fé: <<De nada demasiado".l La idea det
bien de sócrates era producto de su circunstan-
cia y de su tiernpa. La pobtación total de Atenas,
incluyendo mujeres, niños, extranieros y escla-
era probabtemente de alrededorde 250.000,
vCIs,
Otra cuestión distinta es si [a rnayoría tibre de
Atenas creía que no eran felices por causa del
ma[ estado de sus almas.
Sócrates se casó con Jantipa a la edad de 50
años. La historia machista pinta a Jantipa corno
una fiera, pero [a vida con Sócrates no debía de
ser fáci[: PrB vivir can alguien que se pasaba e[
día en [a catte discutiendo sin ganar un céntimo,
que volvía a casa de madrugada después de
haber estado bebiendo con los amigos [aun sin
dineral y que, comO todos tos fiLósofos, era e[
hazmerreír del vecindario. [De [a coteccién de
chistes atenienses contemporáneos que ha [[e-

44

Pr'chsi É¡{q s*. ?* s€@'n*20r5


ffiiEid,trff*1€ffi#tr*t*ffi,'i*#1*.

Ncrtas *ipidas Página 2


SOCRATES EN 90 MINUTOS

Atenas. la más podercsa de tas ciudades-Esta-


do griegas, tenía una pobtación masculina adut-
ta de 42.0CI0 personas en ese periodo, Además,
los griegos creían en [a virtud de [a moderación.
{0tra célebre máxlma grabada en e[ Orácuto de
Delfos €rá: <.De nada demasiado>.] La idea del
bien de Sócrates era producto de su circunstan-
cia y de su tiempo. La pobtación total de Atenas,
incluyendo mujereE, niños, extranjeros y escta-
vos, era probablemente de alrededorde 250.000.
0tra cuestión distinta es si [a mayoría libre de
Atenas creía que no eran fetices por causa del
maI estado de sus almas.
Sócrates se casó con Jantipa a la edad de 50
años. La historia machista pinta a Jantipa como
una fiera, pero La vida con Sócrates no debía de
ser fácit; era vivir con al"guien que se pasaba el
día en ta catte discutiendo sin ganar un céntimo,
que valvía a casa de madrugada después de
haber estado bebiendo con [os anrigos laun sin
dinerol y que, como todos Los fiLós$fos, era el
hazmerreír del vecindario" lDe ta colección de
chistes atenienseE contemporáneos que ha [[e-

44

*#*. P*l Sisa{is. EÉpki gqb y¿l d6 a6re E!b, .}Á. . S14 Fro*fd *4' t*it*- S '@tr 415
Cqrigh: e 2014. Sigk S¡ de €sFda Edi!ffi, S¡ At r4k r#.
Copia impresa
dcr*íngc, 2O de septiemi:re de 2015 2 1:23

VIDA Y OBRA
i

gado hasta nosotros, cas¡ una cuarta parte pre*


sentan at fitósofo como et bobo.l
De Jantipa se dice que era ta única persona
capaz de ganar a Sócrates en una discusión.
Pero, como suele ocurrir en las relaciones tor-
mentosas, ta historia sugiere que Sócrates y
Jantipa estaban muy próximos eL uno del otro.
Tuvieron tres hijos, ninguno de tos cuales pare-
ce haber aprendido gran cosa de su padre- fSe-
gún todos los datos, vivieron vidas normates.l
Jantipa parece haber sido consciente de que
estaba casada con un hombre excepcional. a
pesar de Eus regaños y de [a desaprobación de
su conducta; estuvo incondicionatmente a su
lado en tos tiernpos difíciles y su muerte [a con-
movió profundamente"
La Guerra del Petoponeso terminó con [a hu-
mill.ación de Atenas cuando Sócrates contaba
sesenta y cinco años. Et iefe victorioso esparta-
no. Lisandro, viajó a E[ Pireo para supervisar el
estabtecimiento de un gobierno simpatizante
con Esparta, e instaló a los Treinta Tiranos. Si-
guió un periodo de terror, con arrestos suma-

{+5

sffi.Fe W* E.@ s{blFeFsd¿@ SA Pl¿ rud€{]¡6 *á ftPMhm15


C@fqhf &11 $qbryleE dt¡tu sA &SAE¡¿M

Notas nipidas página I


SOCRATES EN gO MNIUTOS

rios, juicias y [a confiscación de las propiedades


de los oponentes. Muchos de los partidarios del
gobierno democrático liuyeron de Atenas, pero
Sócrates se quedó. Sorprendentemente, a pe-
sar de su individualismo indomable, Sócrates
no era un demócrata. La democracia estaba
todavía en su infancia y, a diferencia con las
farmas más maduras de hoy, era prcclive a tss
excesos y [a crasa incompetencia. Hasta los ge-
nerales habían Eido etegidos por votacién en
Atenas, metodo que se mostré aún menos efi-
ciente que eI procedimiento actuat de reclutar-
Los entre los oficiales det ejército" 5e cutpaba a
lor demócratas de la conducta desastrosa que
había [evado a que Atenas estuviera ahora de
rodi[[as. Pero tos argumentos de Sócrates con-
tra [a democracia se basaban en razones fil.osó-
ficas, consistentes con su teoría ética. Sostenía
que [a mayoría de tos hombres son almas infe-
lices porque no conocen el auténtico bien y este
desconacimiento Leg induce a vctar a líderes
que también tienen una idea errónea del bien.
Esta opinién, junto con su idea de que había un

46

ffi. Fát siffii6 E@# se¡r¡¿* kE r6tt?*x45é,- l4i*. *dld tb*. lBr* &*.aB&4?$1'
Coplrlfde2É4 Sidsü & És$sñ €.jffi, 53 A drl* t#-
VIDA Y OBRA

solo bien úttimo que sotamente su fitosofía po-


día discernir, [e l[evaron a un terreno petigroso.
La sociedad que inventó Ptatón desarrollando
estas ideas es una pesaditla. At igual que Ptatón
[y Sécratesl, tanto tos naziE como [oE séviets
creyeron que había un bien úl'timo únicc que
solo su filosofía era capaz de descubrir.
Uno de los lídereE de tos Treinta Tiranos era
Critias, que había sido discípuLo de Sócrates. Cri-
tias dejó pronto muy ctaro que habían quedado
atrás sus locuras de iuventud, entre las que es-
taba su educación. No es que hubiera olvidado a
Sócrates; a[ contrario. Cuando dictó un edicto
prahibiendo [a enseñanza de ta filosofía en las
ca[[es de Atenas, mencionó expresamente a Só-
crates. Conocía demasiado bien cómo su viejo
profesor era capaz de torcer e[ significada de tas
palabras para su ventaja y no estaba de humor
para tales payasadas. 0uedaba prohibida [a acti-
vidad de Sócrates, llamárase o no filosofía'
Atgunas quisieron ver en [a decisión de 5ó-
crates de permanecer en Atenas una prueba de
su aquiescencia aI gobierno de tos TiranCIs, pero

47

si*s.
€*. Pad. e¡et", sg"jpt=xYo'ffi:*l#14 ?'*8á*lÑr w&' !üs.#!ssm1s
Cwlt-n g2e4 Sgb g1 * ESa Ed@

Notas rápidas página 2


SOCRATES gI{ 90 MINUTOS

Sócrates dejó bien sentado, durante e[ estado


de virtuaI guerra civil. que siguió, que no desea-
ba tomar parte en la potÍtica y que prefería se_
guir sienda un hombre de principios.
Pero en [a Atenas det sigto v a.C. era prácti_
camente imposible no participar en [a potítica
fa
menos que uno fuera mujer, o esclavol. Los Ti_
ranos conocían ts odioso de su posición y pre_
tendian involucrar a cuanta gente fuera posibte
en su reino de terror, a fin de extender su senti-
do de culpa. Coma hombre de principios bien
conocido, 5ócrates era un candidato obvio. cier-
to día, junto con otros cuatro, fue convocado por
los Tiranos y ccnminado a que llevara a efecto
una orden. Tenía que viajar a [a isr.a de satamina
y arrestar a León, un dirigente de la oposición
democrática, Este arresto era ilegat y León ha-
bría sido asesinado con toda probabitidad tan
pronto como hubiera sido traído a Atenas. sin
pensar en las consecuencias, sócrates no hizo
caso de las órdenes ilegates y simpl,emente re_
gresó a su casa. Esta decisión te habría costado
probablemente [a vida, a no ser por una serie de

48

*?ñ'€m Pd StuEg E@ü Se#d


ca¡ti$r o :m+. sqh lGi; +a.a-*F*ffi,i**i14- B6ftd rrfdv try'&. & 'sddtr66 ?c15

Notas *ipidas página 2


-
VIDA Y OBRA

circunstancias imprevistas: critias fue muerto


y, poco después, los Treinta Tiranos fueron
de_
puestos. ¡

Los demócratas, que reemplazaron a los Ti_


ranos, también [a tenían tomada can sócrates
aungue, con e[ fin de curar las heridas de [a
guerra civil, declararsn una amnistía general y
sócrates quedó a satvo, 0 así parecía" En e[ año
39? a.C., fue arrestado bajo ta acusación de im_
piedad y corrupción de ra juventud. Er hombre
que estaba detrás de esta acusacién era un diri-
gente de los demócratas [[amado Anito, gue
guardaba un viejo rencor a sócrates. Años an-
tes. e[ hijo de Anito había sido discípurc de só-
crates y había sido persuadido por este a que
haría mejor dedicándose a [a <vida fitosófica>>
que at negocio famitiar de curtidos.
Los cargos contra sócrates eran craramente
una farsa, pero involucraban la pena de rnuerte,
lo cual parece aLgo excesivo. Ciertamente, Só*
crates era tada [o impopular que puede ser un
intetectuaI que argumenta por ra¿ones de prin*
cipio en favor de causas impopulares. pero
¿ta

4?

ffi $?*,ffi"*BffimP-Fff .;*l#1¿ Ftdlst é**r \q€&- s u"**s 2oi5

Notas nipidas página 2


I

sócnetes EN gCI MINUToS

pena de muerte para un hombre de setenta


años? Hay un cierto misterio atrededor de estos
cargos y et procedimiento subsiguiente y puede
que ns sea nunca aclarado det todo. Digo miste-
rio, que no secreto, pues es bastante obvio que
todo e[ mundo en Atenas sabía de qué iba en
realidad eI asunto-
sócrates fue sometido a fuicio ante toE 5CI8
miembros del conseio de gobierns, cada uno
el.egido aI azar entre tos hombres libres de Ate-
nas. E[ caso contra Sócrates fue iniciado por
Meleto, en reatidad un hombre de paia de Ani-
to. Meleto era un joven poeta trágico fracasado,
de largos cabellos, barba rala y nariz aguileña:
tenía un humor sarcástico y cortante: un adver-
sario adecuadCI para et vieio y astuto Sócrates.
Meteto presentó [a acusación y terminó pi-
diendo ta Pena de muerte'
Erae|,turnodelacusadoparadefenderseé[
juz-
mismo. Parece que Sócrates se equivocó a[
gar [o serio de su situación, y respondió a ta corte
como si estuvieran participando en una de sus
charlas filosóficas, para diversién de atgunos'

50

B€*6t *@ *¡a' s sa*e*' m15

ffifr 6:{itrff-ftrr-"H#.gKxr'ñtr'*tré
J

VIDA Y OBRA

pero no de muchos ctros. Finalrnente, el resulta-


do de la votación fue contrario a Sócrates: 280
contra 220 a favor de [a p'ena de muerte.
Ahara le tscaba a Sócrates hacer una con-
trapropuesta para una sentencia más suave,
pero seguía sin tornar e[ juicio en serio. Los
. cargos en su contra eran ridículos, y ét [o sa-

bía. Sócrates sugirió que era merecedor de hs-


nores. más que de un castigo, por todo [o que
había hecho por [a ciudad y que, en lugar de
csndenarle a muerte, deberían csncederl"e una
ptaza en et Pritaneo, e[ [ugar sagrado donde
los héroes de Atenas eran mantenidos a costa
deI erario púbticc"
Gran alboroto en La corte.
Acusando e[ golpe, Sécrates dio marcha
atrás. Prapuso pagsr una multa acorde con sus
posibitidades y sugirió [a irrisoria suma de una
mina {et precio de una jarra de vinol.
Más alboroto. Los amigos de Sócrates [e ro-
gaban que fuera más sensato. De mala gana,
Sócrates propuso pagar una rnulta de 30 minas.
en lugar de ser condenado a muerte.

51

r&n, PG¿ BEEb.Ere. W¿FÉJ &* lris€d**4. SÁ- 2fe t?¡*g*q¿&&-?gWtk?t15


cryighÉe4. s¡¡o u¡ de ¿w* E¿k. 5-4. x agra !€€N-

Notas rápidas págma 2


sócnATBs EN eo MINUToS

E[ conseio estaba ya harto' Esta vez' el vere-


dicto en favor de ta Fena de muerte fue de 3ó0
contra 140. ;

Hay indicios de que no solo era cabezonería


de Sócrates. ¿Podía esperar que [a corte reco-
nociera su valía y I'o deiara tibre?, ¿o estaba de-
cidido a morir? [De haber sugerido [a pena det
exilio, segurarn*nte [a corte habría accedido' y
SócrateE podría haber vivido cómodamente ayu-
dads por sus amigos.l Parecería coma si sócra-
tes albergara un deses de martiris' aunque {ue-
ra subconEcienteme nte'
Sócrates debería haber sido exputsado de [a
carte y eu Eentencia eiecutada en e[ acto' pero
et día anterior [a gatera sagrada había partido
en su viaje anual a la isla de Detos, a más de
1ó0

kitómetros pCIr e[ Egeo, y no podía haber eiecu-


ciones hasta 5u regreso, aEí que Sócrates fue
maniatado y trasladado a ta prisión del Estado.
pueden todavía verse tos tímites de [a prisión,
r¡ncs 100 metros a[ sudoeste de las ruinas del
de
ágora, en medio de un descampado cubierto
viejaspiedrasyantigt.lgscimientos.Lacelday[a

52

fu1ff**g*¡f#.tr?L?##*tr%t*gf''*,#*P'¡*s1'b41v6ü.rc54r¿e2o'5

Notas nipidas Página ?


VIDA Y OBRA

sala de baño donde Sécrates fue encerrado es-


tán en e[ rincón derecho, según se entra, y es a[[í
donde recibió a sus anrigos durante sus últimos
días. En esta insignificante pieza de ó por é pa-
sos sucedieron [as escenas descritas por Ptatén
en sus mejores diálogos, obras maestras de [a
antigua literatura griega dignas de ser compa-
radas con [as obras de Homera y las tragedias.
EL héroe de estos diátogos permanece siern-
pre fiel a sí mismo, del todo humano, sabio y
admirable hasta [a irritación. tat ccmo uno ima-
gina que sería su intención. En cierto momento,
su amigo Critón expone que ha ideado un plan
de huida sobornando a tos guardias para hacer
como que no veían. Pers Sócrates nehúsa. Sería
contrario a todo en [o que él creía. Sécrates eE*
taba firmemente en favor de [a [ey, aun en el
cass de que se equivocara.
Por fin ltegan noticias de que la gatera sa-
grada ha sido vista bordeando e[ cabo Sunión y
ql¡e prcnte arribará a Atenas. Las amigos de
Sócrates, junto con su esposa Jantipa, se reú-
nen en [a cetda. Sócrates despide entonces a

53

S&¡f@, Far. ssak- Es'E]k**&.Xi3*j?ryA &É66- S-4-" A1+ PrdasÉj E*e !vóh, & 56@smf5-
Cqlr¡gffi g?e4. Sigb fr * Eqse Ed¡lrc, SA.4 r€k r€gd

Notas nipidas pagina :


SOCRATES EN 90 MINUTOS

Jantipa, porque no desea muestras embarazo-


sas de emoción. Al marchar, Jantipa protesta:
<¡Pero tú eres inocente!>>.
La respuesta de Sócrates es característica:
<¿Hubieras preferido que fuera cu[pabte?>.
5ócrates discute con sus amigos [discípuLos
sería un apetativo más justo en esta coyuntural
sobre [a naturaleza de la muerte y ta inmorta-
tidad. Platón |.o transcribe de forrna conmove-
dora, aunque ét no estaba presente. lPrecisa-
nnente ese dia estaba en cama con fiebre.l
Entonces [e entregan a $ócrates una copa con
[a cicuta. fRtenas oPeraba siguiendo una potí-
tica de ejecuciones de hágato-uEted-mismo'l
Fiet a sí rnisrno hasta et finat, Sócrates alega
ignorancia y pregunta: <(iCuá[ es e[ modo co-
rrecto de proceder?>.
<<Beber[o, simptemente>>, contesta eI criado.
.<Camina después hasta que sientas las pier-
nas débiles. Te tumbas entonces. y et veneno
hará eL resto.t)
<¿Puedo verter algo como sacrificio a tss
dioees?>

54

¡**sft.Fa¡,S*r#E#É:5¡qFie{dÉ4FbE#nas-A2fi4Prc&€É1*4'wlA-:'Sd9*4ó*28J5
cry!.lF o2m4 srjb#& És¡ Edilffi S a {rqcred

Notas nápidas página 3


VIDA Y OBRA

.<No. no viertas nada. Pudiera ser que no


quedara [o suficiente para que e[ veneno actúe
adecuadamente.>> r

Sócrates bebe de un soto trago.


Sus amigos no son ya capaces de disimutar
su pena y rompen a [orar desconssladamente.
Sócrates les ¡'ecrimina. <<Comportáos. ¿No
despedí a Jantipa para evitar esta ctase de es*
cena?>>
Mientras yace, [a insensibitidad se va apode-
randc de su cuerpc.
<<Recuerda, Critón, que [e debo un ga[[o a Es-
cutapiorr, son sus palabras fina[es.
El. tábano de Atenas muere.
Las últimas patabras de Sócrates, recogidas
por Ptatón, suenan a atgo auténtico, precisa-
mente porque no está muy claro qué significan.
Este es un caso en et que se puede decir con
bastante certeza que [a vida triunfó sobre [a ti-
teratura, aun cuando Ptatón hubiera de confiar
en [s que [e dijeran sus amigos"
Como era de esperar, las ultimas palabras
de Sócrates se han prestado a diversas inter-

55

Sffi. Ped. S¿sa** EryB SqbXS4-d€ Ed"s6. S-4. ?t1¿- *r*ad*ry rrft&. lF @k2015
ftpF{*tg *
2014. 5{* Xt €d!k.5&. * ri{* r€M
EsS*!

Notas r.ipidas página 2


SOCRATES EIiI 90 MINUTOS

pretac;ones" La más obvia es [a de que Sócra-


teE, simptemente, te debía un po[[o a un amigo
llamado Esculapio y quería saldar ta deuda.
Esto resulta demasiado banal para muchos
eruditos. Escu[apio. además de ser un nombre
bastante común, era también et dios de [a me-
dicina y ta curación. {5e acostumbraba a repre-
sentarlo caminands con un báculo con una ser-
piente enredada y es e[ origen del emblema que
adorna farmacias y ambutancias hasta e[ día de
hoy.l 0trss sugieren que las ú[timas palabras
de Sócrates significan que quería que se paga-
ran las deudas con su doctor. Aun hay otros que
han propuesto una interpretación más ingenio-
sa y metafísica. Una traduccién atternativa de
l,as úttimas patabras de Sócrates sería: <Critón,
debemos Eacrificar un ga[[o a Esculapio. Procu-
ra que se haga. No Ls olvides>. Entre tos pode-
res de Escutapio estaba e[ de ta capacidad de
curar et alma de los males de este rnundo, pre-
parándola para e[ préximo, de modo que el re-
gato de 5ócrates a Escu[apio pudiera haberlo
hecho en la esperanza de un paso seguro de su

s*€ft, P*r. Srra136- ¿ga:3¡!k X}t ds É** g,*s6. S¿ . ?c1¿- **6: ¿ártrf t+tb' B 54#c*s ?015
CqptigH e ?014. s8lo :üt * Es!á13 Effi. SA . s rjg& tsd

Notas rápid¿s páeine ?


I

VIDA Y OBRA

atma a[ más al.tá. Esto habría estado de acuerdo


con su creencia en [a inmortaLidad det atma.
Corno Sócrates expuso á sus amigos antes de
beber [a cicuta: <<Solo los que han vivido una
vida malvada confían en que [a muerte sea e[ fin
de todo. Esto es razonable, pues está en su inte-
. rés e[ que así fuera. Yc, sin embargo, estoy con*

vencido de que las atmas de tos malas vagan en


desolación por e[ bajo mundo del Tártaro. So[o
tos que han vivido una vida justa serán admiti-
dos en e[ Mundo Reat>>. Sécrates era [s sufi-
cientemente hombre fy to suficientemente fitó-
sofol para dejar un etemento de incertidumbre
en este punto. Antes de beber [a cicuta, anunció
a sus amigos: <<Pero ya es tiempo de irnos: que
yo tengo que morir, que vosotros tenéis que vi-
vir. Mas quién de nosotros vaya a to mejor, cosa
es, para todos menos para Dios, desconocida>>.
A Lss pocos días de [a muerte de Sócrates, eL
pueblo de Atenas Ee apercibió de [a enormidad
de [o que habían cometido. 5e declaró un perio-
do de luts durante el cua[ los gimnasios, teatros
y escuetas permanecieron cerrados. Meteto fue

57

3!.#**, P*.d- S¿.re!as. E#ii< $AbFilde=úd€ adi!s6, *-A- 2q1¿- P'n,*6t€k*v t¡la&. &@52t)lt
Cc$itifr e 2914. Sigh ¡Xl* És$ia Edilffi, S.A ü rigffi tM.

ránidas 2
sócn¿rgs EN go MINuros

condenado a muerte y Anito desterrado. Una


estatua de bronce de Sócrates, obra de Lisipo,
fue erigida en ta Vía Sacra, un lugar donde l"os
desocupados pudieron reunirse baio su más
noble protagonista.
Todo eEto suena muy honorabLe y dejaría en
buen lugar a los ciudadanos de Atenas. Fero,
para mí, sugiere que Sócrates no fue sino un
peón en atguna disputa potítica de gran catado-
Al. finat de [a partida, Sócrates vencié con cre-
ces, como siempre, o si no no estaríarnos toda-
vía hoy leyendo acerca de é1.

58

ffiPeds&f6EwS¡F}CfldaEe*E466.SA.Jút+Ff.&4É:#4**Jgsds#2015
cw&le 2ft4 sgb*l*€-sp*aEddm sA sr8crffi
Epílogo

Fl esguivo Sdcrafes

Nuestro conocimiento de Sócrates viene de


dos fuentes principates, PLatón y Jenofonte,
ambos discípul.os que fueron suyos. Ptatón tte-
gó a ser fitósofo y nos tegó su filosofía escrita
en forma de diátogos magistrales, en muchos
de tos cuates aparece Sécrates. Jenofonte, por
su parte, se hizo soldado y tuvo una carrera
mititar tan deEastrosa que decidió dedicarse a
[a literatura. Una de sus obras más conocida
es Memorabitia, donde describe [a figura de
5ócrates.

59

ffim.Pai Sdú¿G E@kstabxxléE*d€Anüé5A 20!¿ ProGd&ry w 205€#dml5


cwiqdiazm¿ sito xx e EGpdB Effi. sA s ñgffi ffi

Notas nipidas pegina 2


SOCRATES EN 90 MINUTOS

Par desgracia, estas dos f uentes de primera


mano nos presentan dos irnágenes de Sócra-
tes muy distintas y que solo coinciden en oca-
siones. Jenofonte era conservador pcr natu-
rateza y se sentía Indignado porque su viejo
rnaestro fuera acusado de corromper a [a ju-
ventud de Atenas. 5u retrato apologético de
Sócrates csntiene muchos detatles anecdóti-
cos pero muy poco de fitosofía, hasta eL punto
que Sócrates apenas parece haber sido fitóso-
fo" Sécrates es un personaje det diátago de Je-
nofonte Ecanomicus, pero sus palabras son,
principalmente, de consejos sobre cómo cui-
dar un jardín y en Memorabil.ia, las ideas de Só-
crates son a menudo tan aburridas y faltas de
originalidad que es difícit entender por qué
causó tanto revuelo e[ personaje. Un hombre
así no habría sido juzgado nunca por predicar
doctrinas subversivas, pero tampoco habría sido
un gran filósofo.
Puede ser que Jenofonte fuera dernasiado
convencionaI para ser capaz de entender las
ideas de Sócrates, pero da [a impresión de que

é0

sÉiiBú. Pl{- 5¿@iá. É8b: Eib&r :x d4 e** E&s. g"&.. 3a1* FY*e* r&av W{* :* t4b6ú4 2i15.
c$py.ilrd €2m4 5i9h H * EÉ€e1a Effi . 5 A. * rigf& rM-

Notás nipidas página 2


EPITOGO

también era demasiads insulso para presentar


una imagen de Sócrates que no fuera verdade-
ra. Atgunos se han inttinado, por esta razón, a
aceptar su retrato de Sócrates. Bertrand Rus_
sett descarta con firmeza esta opinión: <<Un
hombre estúpido no puede transcribir con jus-
teza [o que dice un hombre intetigente, porque,
inconscientemente, traduce [o que aye a atgo
que ét es capaz de cornprenderrr.
A ta inversa, Ptatón puede haberse pasado
de inteligente en st¡ retrato de Sócrates, que
aparece en tos diátogos como una pieza magis-
tral de literatura. He aquí un personaje sober-
bia. retratado como en una obra de arte y que
produce [a sospecha de que et originat ha sido
(mejoradorr {una (<mejora}> con fines más artís-
ticos que moraleg, pues e[ Sócrates de pl.atén
no es ningún santol.
Hay, igualmente, dificuttad en separar [o que
dijo realmente Sócrates de [o que Ptatón quiere
hacerle decir. Sabemos que Ftatón puso en boca
de Sócrates gran parte de su propia filosofía,
pero ¿cuánto?

61

S!¿*'eñ- Pe.r- S&rsgé$- E*'iB: &¡iXXt de ESd¿ Editsé S*-. ?Gt.: pyc&sit rt * WEb.2t Sqeüq2015_
Cq)r{trd 9201¿ Sgb K * es8l¿ Edh€ S1. ¡l ;¡g* ¡isnl¡X

Notas rápid*s 2
sócnetns EN 90 MlNttros

E[ retrato de Sócrates que he esbezado está


inspirado en las dos fuentes. cuando coinci-
den, se tiene una vislumbre de un personaje
inccnf undibl"e pero imprevisibte. Este es e[ só-
crates esquivo que he intentado atrapar'
Todo e[ rnundo está de acuerdo en que 5ó-
crates se preciaba de [o escurridizo tanto de
Eus argumentos corno de su perssnalidad;
puede Eer que se noE haya escapado hasta hoy'

EI legado de Sócrales

La herencia que nos I'egó Sócrates es am-


bigua, como a é[, sin duda, [e habría gustado'
Ejercié una profunda inftuencia en Platón y' a
su través, ha impregnado [a fitosofía hasta
hoy. Et legado de la antigua Grecia ha sido
comparado at aio. Una vez que su gusto está
eneLplato,esimposibl.equitarto.Uncierto
sabar de la antigua Grecia continúa siempre
repitiéndose en [a fitosofía, hágase [o que se
haga.

62

pYo*ssi€*ÉÚ w6e. s s4#r*r2015


ffilE?*,ffi*ffiffi&*ff*ffi*t*.ff1¿

Notas rápidas Página 2


EPITOGO

La dial.éctica de Sócrates resuttó ser decisi


va. Este método de dirigir [a conversación sirvió
ciertamente de modelo,literario a los grandes
diátogos de Ptatón, pero, adernás, su importan-
cia en fitosofía no se puede subrayar to bastante.
EI procedimiento de Sócrates para et anátisis de
un tema fue e[ prirner uso irnportante de La ra-
zón como objeto propio en filosofía. Csmenzaba
por pedir at adversario que definiera e[ tema en
discusión, que podía ir desde [a naturaleza de ta
iusticia hasta [a mejor manera de llegar a ser
general det ejército. Fuera sublime s ridícu[o, e[
asunto recibía e[ mismo tratamiento y esa fue
justamente [a gran innovación de [a dialéctica:
era una herramienta aplicabte a cualquier cosa.
Una vez lograda ta definición det tema, Sócrates
procedía a buscarle agujeros, encontrando en
et proceso una definición mejor. Avan¿aba de
este modo desde l"os ejemptos particulares a tos
de apticación más generat, llegando fina[mente
a [a verdad universal.
Tales verdades, iunto con e[ método de 5ó-
crates de tLegar a eltas, fueron e[ antecedente

ó3

Meñ pd SüEs E#bgqb#eEÍÉ*Edd6 SA 2C1i RoO(6ÚüY RÉ SM#:niS


Gü@n ¿ 201é 5!ro X{ & f#a EOffi s A # riqft '6€i*

Noras nápidas página 2


SOCRATES HN 90 MINUTOS

de la tógica, inventada en el sigtc siguiente


por Aristótetes, discíputo de Ptatón. Aristótetes
aceptó [a Teoría de lag Formas, si bien rnodifi-
cada Fara satisfacer sus propios requisitos. Ar-
tistétetes desperté de nuevo e[ interés de ta fil.o-
sofía por [a realidad, invirtiendo [a tendencia
establecida par Sócrates y Platón. Aristótel,es
trató de incluir todo en [a filosofía, desde [a cos-
mología a [a conchología, de [a ciencia aI peca-
do. Pero, en definitiva, su mayor éxito consistió
en hacer un mapa de[ territorio deI conccimien-
to hurnano. Et énfasis, una vez más, iba a ta teo-
ría más que at conocimiento duro que pudiera
encontrar un uso práctico. En consecuencia,
cuando los romanos conquistaron Grecia, ta fi-
losofía declinó. No tenía ninguna utitidad y, por
tantc, no les servía de nada a los romanos.
At cotapso det lmperio romano siguió [a civi-
lización dominada por [a religión, propia de ta
Edad Media. La fitosofía siguió nnoribunda: un
vasía de abstracción, sellado herméticamente
por [a ortodoxia religiosa. La energía mentat
que produjo [a más intrincada, totatizadora y

64

Sd:l,n. el++.9"?eF Ewe SSo yá, #=seEd*ró. sÁ. !']1¿- p!6ttd*ry Wáb_ :f 5€derúd2015
coñritf ?ü4 S¡So gt & €+d¡ Fddffi. 5 A ü {É rÉd

Notas r:ipidas págila 2


I-

sril.oco

profunda teotogía que ha conocido el mundo, no


fue capaz, en términos tecnológicos, de inven-
tar nada más complicddo que e[ arnés {cuyo
mecanismo había sido ya previsto par 'Arquíme-
des en et sigLo r¡r a.C.l. Las catedrales góticas se
levantaban sobre casuchas atineadas en calles
sin saneamiento y se combatían tas ptagas con
superstición.
No fue esto culpa de Sócrates, pero e[ quie-
bro que sufrió e[ pensamiento de resultas de su
fitosafía tuvo atga que ver. E[ canacirniento hu-
mano tiene una deuda inconmensurable con
Sócrates. Nos mostró cómo usar [a razón' pero'
at mismo tiempo, tinnitó nuestra vlsión sobre
dónde usarla, con to que [e dejó aI conocimiento
un enorme punto ciego; esto duró durante no
menos que fres cuartaE partes del perlodo com-
prendido entre et comienzs de la filosofía y el
presente.
Un ejempto de este punto ciego to constituye
[a actitr¡d medieval hacia [a Peste Negra. [a pla-
ga que acabó con más de ta mitad de [a pobta-
ción de Europa en el, siglo xru. 5e sabía desde e[

é5

R<*,.6i *ffi lry',b. ff séds¡$d 3015

ffi, Egd,iffi.ffiKffiffi Hxffi,:*d*

Notas rápidas Página 2


SOCRATES EN 90 MINUTOS

comienzo que [a peste Negra era contagiosa.


{La enfermedad ttegó a Occidente cuando
cadá-
veres con |.a ptaga füeron catapultados
a un
puesto comercial de los genoveses
asediado en
e[ mar Negro.l pero se hizo caso amÍso
de este
conocimiento práctico en favor de medidas
espi-
rituales. ¿Por qué? porque La tógica, sucesora
de [a diatéctica de sócrates, se apticaba
habi-
tuatmente a ideas abstractas, no a aEuntos
prác-
ticos. Como hemos visto, se puede reconocer
este puntc ciega ya en Sócrates, pero no se
[e
debe culpar de La enormidad de las consecuen-
cias posteriores {e[ cese virtuat der progreso
humanal. Todos cornetemos errores, aun
cuan_
do seamos grandes fitósofos. Lo que no
es de
esperar es que se perpetúen durante casi
2.000
años"

66

ffi g3*'ffiitr&3*ffiffir.#;tr#g* pr*d drry lry,¡, !e anddry2'is

Natas nápidas págin¿ 2


Algunas opiniones
atribuidas a Sócratesl

Puesfo que Sócrafes no escribió nada, parece ius'


to comenzar con una cita que exptica por qué:

No sabiendo nada, ¿qué podría yo escribir?

Y prosigue:

He oído, pues, que hubo en Naúcratis de Egipto


un Dios, de los antiguos a[tí; cuya ave sagrada
recibió e[ nornbre de lbis; y este daimonio e[ de

I
La versión castetlana de PLatón es traducción directa det
texto griego de ta edición G. Budé, debida a J. D. Garcia Bacca.
Caracas, Universidad Central de Venezueta, 1980. [N. deI T']

67

ffiBr¡, Fd- só*rd6 E#?d8idFl.xr eE#a&ff{E g"i-. ?s1¿- PtÉ&s6r€*ry $is- ?o54br4bt2015
cryi¡fr c 2m4. Slro )ül dé ¿6pdls €dib.É. sA. ¡¡ .tsk tM-

Notas ápidas página 2


SOCRATES EN 90 MINUTOS

Teut: primer inventar del númers y del cá[cu[o,


de [a Eeometría y de [a astronomía, det ajedrez
y los dados, y lo que es más, de [a escritura.
REinaba a la sa¿ón sobre Egipta entero Tha-
mos. Viniendo, pues, a ét, Teut [e mostró sus ar-
tes [...] Mas cuando se [tegó a [a escritur-a, dijo
Teut: <<He aquí, ¡oh Reyl, una enseñanza que
hará a las egipcios rnás sabios y me$]srioscs'>.
Ouien a su vez contestó: ,,¡0h, a¡-tífice de artífi-
ces!, Teut... Y en este caso tú, padre de [a escritu*
ra, le has atribuids por benevolencia 1o contrario
de sus efectos, porque [a escritura producirá
precisarnente e[ otvido en las almaE de tos que
[a aprendieren pcr descuidar la menncria, ya
que, confiados en to escrito, desde afuera y por
extrañas improntas, y no desde dentro y de sí
mismas les vendrá la reminiscencian"
Platón, Fedro, 27/4, 275

Bespués de refen'rse a s{J madre part*ra, $ócra-


tes explica sü método filoséfico, gue asemeja at
trabajo de su madre:

ó8

sk$Bft. Pe¿ €iia39' FFB i¡*rfltl dBEsEe&kÉ.5*..i*1,f- P¡odild**s *k¡:-:C54r4*s2015


gt&:rfs*
Cof4rilü42914 5{b Ek. 5É tr r$s r#

Notas rápidas pásina 2


SOCRAY$S EN 90 $fiII\ruTOs

Teut: primer inventor del númers V del cálcuta,


de [a geometría y de [a astronomía, del ajedree
y lcs dadcs, y lo que eb más, de La escritura.
Reinaba a [a sazón Eobre f,giptc enters Tha-
mos" Viniendo, pues, a é[, Teut [e rnostré sus ar-
tes [...] Mas cuandp se ttegó a [a *scritura, dijo
Teut: *rHe aquí, ¡oir Reyi, una enseñanza que
hará a los egipcios más sabios y mem6ricsos>.
üuien a su ver eontesté: *,¡üh, artífice de artífi-
ceg!, ?eut,.. Y en est* caso tú, padre de ia escritu-
ra, [e has atribuida por benevol.encia to c*nt:'ario
de sus efectss, perque la eseritura produeirá
precisamente el olvido en las almas de tos que
ta aprendieren por descuidar [a memoria. ya
que, confiados en to escrito, desde afuera y psr
extrañas imprantas, y na desde dentrs y de sí
misrnos les vendrá la reminiscencia>>.
Ftatón, Fed¡"a, 27&, 275

$*spueís de rei*rirss # $u matire part*ra,Sdcra-


f*s expf ica su mrílsdc fi|*séfic*, g¿re asernEa al
{rabaj* de su rnadre:

ó8

¡bd:*, Fe¿ Saüa&6 E6Ck gid*Xx; e€ed?FC3@. SA..g¿-ft{üd€eñ *6¿?*S¿@6tu2n15


e#!*igh$2ü14- lSto'.Yx¡dr aryffi €**d6. S-A *g¡ü&r€sM.
ALGUNAS opINIoNEs ATRIBUIDAS A sócnetns

A mi arte de parterismo te ssn coñlunes otras


cosas con el de tas parteras; Ílás se diferencia
en hacer de partero de'hombres y no de muje-
res, y en examinar las atmas en trance de parir,
y no Los cuerpos... Porque esto de cornún tengo
con tas parteras: e[ que soy infecundo en sabi-
duría... e[ dios me ha condenado a ser partero;
pera rne impide parir.
Platén, Ieefefo, 1SOc

A,gudezas y anécdatas:

[...] que, para el hornbre, una vida sin pruebas


es una no vivibte vida...
Platón, Apotogía, 3Ba

Verdad es a [o que no puedes resistir con


<rA [a
palabras, amado Agatón *dijo Sócrates*; Que
resistir a 5ócrates no es por ciertc cosa d¡fí-
ci[".>
Ptatén, Banguete,20ld

ó9

5rdffi. Faj! S-sb FFtu- sgb:L& * EÉÉ*a E*t*..!.A.,51+.*rdt&€¡.trf w'b.2ÍS4&Er¿s:rüt5,


kriFn e ?fr ¿ Sqhffi & Escá rdtu Sl Xqroi*ine

Notas nápidas página 2


SOCRATES HI{ 90 MINUTOS

Un extranjero capaz de leer en [os rsstros


pasó cierta vez por Atenas. A[ ver a Sócrates,
te dijo inmediatamenté que era un monstruo
que albergaba todos lss vicios y malvados de-
seos. 5ócrates respondié: .,¡Me has canoci-
dolp.
Referido por Nietzsche,
El crepúsru{a de Los ídolas,
El Probtema de Sócrates

Alguien preguntó cierta vez a Sócrates si debía


o no casarse. La respu€sta fue: <<Haz como te
plazca, que lc tamentarás en todo caso>.
Diógenes Laercio,
Vidas de fitósofos ilustres, ll, 3

Sdcrafes en accton:

Aristipo preguntó de nuevo a Sócrates si cono-


cía alguna cosa be[[a. .<Muchas>>, replicó.
*¿5e parecen entre sí?>', inquirió Aristipo.

7A

tt^*'É$. Psj¡ $&6b Ewe'¡,datá,í&=t#iaE&a6,tA."&)1& *{tast**f.!iH- !ú S4*r*s3015


ccBñi9d{¡201{. Sab e * Es@a Ed;!ffi, sA g r¡gB rM-

Notas rápidas página 2


ALGTINAS OPINIONES ATRIBUIDAS A SÓCRATES

..Atgunas son todo lo distintas de otras como


es posibl.e">r
<<Pero ¿cómo puede ser una cosa betta dis-
tinta de atra cosa bella?>r ¡

Sócrates respondié: <<Porque un hombre be-


l[amente forrnado para [a lucha será diferente
de otro formado para la carrera. Y un escudo
bellamente csnstruids para [a defensa es com-
ptetamente distinto de un venabto bel.l.amente
construido para ser arrojado agresiva y veloz-
mente>>.
Jenofonte, Mern orabitia, Vlll, 4

Sdrrafe s expone en su juicio la causa de su impo-


putaridad. Recue rda que el 0rácula de Se{fos, gue
habla por et dias Apoto, dijo una vez que él era el
más sabio de los hombres:

Habiendo, pues, oído tal orácuto, pensé en mi


ánimo: "¿Qué dice e[ DioE, y qué pretende con
tal. dicho dar a entender?; que no me sé sabio, ni
poco ni mucho..., porgue de ninguna manera

71

SraL\€G Fad- $iqat6. Esp€riá. S¡g¡o )O$ de Es@ Ed€¡o6. 54, 2014- PeQ,rs{ e¡6y. Wrtr. 2n SeptstK ?$15.
C4ü/f4${€ 2014 S,gkr IlXl de ¿s$aná Edffi S.{. e! 1r¡lÉ3 !ésaéd.
sócnntns EN so MrNuros

miente... durante mucho tiempo anduve deso-


Y
rientado-.. Después... emprendí La comproba-
ción de [a siguiente rnanera: rrr€ dirigí a uno de
los que pasaban por sabios, a fin de poner a
prueba allí, mejor que en parte atguna, et orácu-
[o y demostrar a[ oráculo con sus mismaE pala-
bras que <<este si que es más sabio que yo, aun-
que tú dijiste ser yo)).
Examinando, pues, a eEte personaje -no es
necesario que os diga su nombre, era uno de
los potíticos, en quien me fijé para tat fin-, re*
cibí, Varones atenienses, [a siguiente impre-
sión: ffr€ parec¡ó, diatogando con é[, que eI tal
varón parecía sabio a otros y aun a muchos
hombres, y sobre todo se Lo parecía a sí mis-
rrro: más no to era.
E intenté entonces demostrarle que ét se
creía sabio, pero que no lo era. Lo que conseguí
fue volverme odioso a é1. y a muchos de los pre-
sentes. A[ separarme, pues, de ét, iba pensando
para mí: .rPor cierto que soy más sabio que este
hombre, porque en realidad, de verdad, cada uno
de nosotros dos corremos el. petigro de no saber

72

Ssat¡ffi,Pa¡r- 36sat€s. Fspsñ€. S€¡o ifiI de €sFeñ€ Ed¡tare, SA, 2014. F aQ€l ebrtry. yJ€b. 20 Sept$her 2015
Cop!*!¡d 6 2814. si$o )CC de ÉsÉrb E*ss, S.A. - É¡ rqt$e rsred.
ALGU}TAS OPINIONES ATRIBUIDAS A SOTRATES

nada ni de beLLo-ni-de-bueno; ñ]á5 é[ cree sa-


ber sin saber; mlentras que yo, como no sé nada,
nada me creo saber. Parece, pues, que soy más
sabio que ét en este poquitc: €R I'lo creer saber
[o que nc sétt.
Me dirigí después a otros de tos reputados
por aun más sabios que et primero; y saqué ta
misma impresión y [a misma sdiosidad de parte
de estos y de otros muchos.
Platón, Apatagía, 21b, c, d.

Scicra tes habíacon sus amigos, la mañana de su


muerte en su celda de condenada, sobre e{ atma,
Ia verdad y ta sabiduría inmortat:

Parece como si un atajo nos condujera de modo


que rnientras en nuestras consideraciones ten-
gamos, junto con [a razón, e[ cuerpo, y que
esté csntaminada nuestra alma con tal ma[, no
lteguemos a poseer completamente [o que
anhetamos, que decimos ser [o verdadero, por-
que e[ cuerpo nos depara toda suerte de mo-

73

SlÉiM. Pa¡.C- sóc¡ates. Esponái S¡g¡o X!{t ds -spéña- Fe@s' SA' ?14' ProQ€t ebtsy' Web' 20 Sep¿e{S€r ¿015
di¡iió¡re-rut¡. s,+" )c(l áe E6{É¡¿ Eoild€. s-a É¡ 'trÉ* ffid
SÓCRATES ET$ 90 MINUTOS

lestias, a causa deL necesario sustento. Más


aún: nos sobrevienen enfermedades, entorpe-
ciéndonos [a cacería de [o Ente. E[ cuerpo nos
retlena de amores, deseos, ffiiedos, de tantos
ídolos y bagatelas de toda clase. tanto que,
como se dice con verdad, ni siquiera nos acude
aLguna vez pensar en [o Por cutpa de él'; [nte;
guerras, sediciones, luchas, ninguna otra cosa
nos las apareja sino e[ cuerpo y suE deseos;
que por [a posesión de riquezas surgen todas
tas guerras. Empero necesitamos poseer ri-
quezas por causa del cuerpo, sirviéndole así
con tates cuidados. Por taI causa no nos que-
dan vacaciones para fitosofar acerca de todas
estas cosas. Mas [o peor de todo es que, cuando
las tenemos y nos votvemos a considerar algo,
interrumpiéndonos constantemente en nues-
tras investigaciones nos perturba, ccnfunde y
desconcierta tanto que no podemos, por causa
de é[, percibir [o verdadero; queda, pues, de-
mostrado que en realidad, si queremos ltegar
a conocer pura menfe, hay que separarse de ét
y contemplar con e[ alma misma tas cosas rnis-

74

SlÉfeft . Pau. SG?€l€s Esárb: Srgro,nü e esFa¡ie EdlúÉ SA ¿014. P4OGI eb6t weo ?0 SePl# 2Cl5
Coffihi # 2s14. $g*o YlXl ñ E59aG E&3G S-{. .at rt¡tÉs ¡#.
ALGT}NAS OFINIONES ATRIBUIDAS A SÓCRATES

ñrlás; y entonces, como parece, estaremos don-


de deseamos y con aquello de que decimos es-
tar enamorados: de Sapien cia, y esto, una vez
muertos, cCImCI [o demuebtra e[ razonamiento;
mas no, de vivos. Porque si estando en cuer-
po no es posible conocer nada puramente, una
de dos: o no habrá manera de alcanzar el sa-
ber, o morirnos. Oue entonces llegará a estar
et alma elia en sl misma, fuera del cuerpo; mas
no anteE.
[mpero mientras vivamos, así parece, esta*
remos to más cerca del 5aber, si lo más posi-
bte dejamos de tratarnos con e[ cuerpo y de
compartirnos con é[, f uera de [o estrictamente
necesario, y no nos dejamos empapar de su
natural€zE; at contrario, nos purificamos de
e[[a hasta que dios mismo nos separe. Y así,
puros,apartados de [a insensate¿ de[ cuerpo,
como es debido, conoceremos por nosotros
mismos todo lo puro, que es, tal vez, [o verda-
dero, pues no es tícita con [o no puro tocan [o
puro.
Platén, Fedón, éób, c, d, e, ó7 a, b

75

Skath@. Pad. Sésáts. Esgaki Srgk )'!X d¿ €sFsñ¡ E jfo6, S.L. ft14. PrcG@l ebGry. Web- 20 Seplsú€r ZO15
CbÉyrie¡d @ alt4. 5'!Éo XX¡ de EsF{r€ Edg€ É¿- ¡{ tiS¡lÉ ¡wved,
SÓCRATBS E¡ü 90 MINUTOS

Pero ya es tiempo de irnos: que yo tengo que


morir, que vosotros tenéis gue vivir" Mas quién
de nosotros vaya a [o mqjor, cosa es. para todoE
rnenos para Dios, desconocida.
Ptatón, Apolagía, 42a

76

sÍatrM, Pard. só,crale6. Es9ai€: sn¡|o fil d€ Estsñ¿ E&oG, sA. 2014. P¡oo6 Sftrt. wcb- ?0 s€flffi 20!5
coBrEfrt 6 20ia- s€b yül de Esporla Ei*o.s6" s.A. A¡ r¡t*s |€96
Cronología de fechas
filosóficas importantes

Sigto v¡ a.C. Comienzos de la fiLosofía occiden-


tat con Tales de Mileto.

Final del Muerte de Pitágoras.


siglo vr a"C.

399 a.C. Sócrates es condenado a muerte


en Atenas,

ca. 387 a.C. PLatón funda en Atenas [a Acade-


mia, [a primera universidad.

335 a.C. Aristóteles funda en Atenas el. Li-


ceo, escuela rival de [a Academia.

77

Sbstnm P6d. Sósetes- Españ¿ Sqb .fi .F EsFña ESoG. S-{, ?014- Procüst e¡ÉR.y. W€b. 24 sópttr¡F 2*15.
Confi€fd 6 mla. 9g{o )0(l de Espan¿ Edlffi sld. ¡.¡ nS}* |ged.
sócnetns EN so MINuros

32!+ Et emperador Constantino trasta-


da a Bizancio [a capital. del. lmperio
romano.

400 San Agustín'escribe sus tonfesio-


nes. La teolsgía cristiana incorpora
La filosofía.

410 Los visigcdos saquean Roma, anun-


ciando así el comienzo de La Edad
Media.

52? d.C. Etcierre de [a Acadernia de Atenas


por e[ emperador Justiniano mar-
ca el finat det Pensamiento heté-
nico.

M itad del. Tomás de Aquino escribe sus co-


sig[o xnt mentarias a Aristótetes" ÉPoca de
[a Escotástica.

1 453 Caída de Bizancio ante los turcos.


Fin del. lmperio bizantino.

78

€bttrt' web- 20 s€gtefúer 2t !5-


smke Pad. sóssks' Esp*14: Sqb Xx de -lFana FeÚ6 s'd' 4tf4' PrcoSr
óiprü¡ie-mi¡. sido xxt ce Espaú Ede6s- s-A At rit¡ts 6d
CRONOLOGIA DE FMCHAS

1 492 Col"ón descubre América. Renaci-


miento en Florencia. Revive e|' in-
terés por [a Eabiduría griega.

1 543 Copérnico pubtica De revolutiani-


bus orbium caetestium {Sobre fas
revoluciones de los cuerpos celes-
fesl, donde- pnueba matemática-
mente que [a Tierra gira alrededor
det Sot.

1 ó33 Gatil"eo es obtigado por [a lglesia a


retractarse de [a teoría heliocén-
trica del universo.

1 641 Descartes publica sus Meditacio*


nes, inicio de [a filosofía moderna.

1677 La muerte de Spinoza hace posible


f,a pubticación de su Ética.

1 687 Newton pubtica tos Frin cipia e in-


troduce e[ concepto de gravedad.

79

Str4¡frm, Pa.g. Sld@té- Espaná: S1g¡o )0ü G Espsñ€ Etsto6 SA, 20 ! 4. PmO6i e&try- web. 20 Sdpl4ós 2015.
Cop}-ig¡i € 2014. S4*o d€ Es.Bl¡ Fd¡sa. S.A A¡ ri3t{s r€sred.
'C{l
sócn¿rns EN so MINuros

1 ó89 Locke pubtica su EnsaYo sobre el


entendimiento humano- Comienzo
del empirismo.
¡

17 1A Berketey pubtic a Tratado sobre los


principios del conacimiento huma-
no, conquistando nuevos camPos
para eI emPirismo.

1716 Muerte de Leibniz.

1739 - 1 ?40 Hume pubtica eL lra tada de {a natu-


rateza humana, Y lteva et emPiris-
mo a sus límites tógicos.

1 781 Kant, desPertado de su <<sueño

dogmático>> Por Hume, Pubtica [a


Crítica de la razón Pura. ErnPieza
[a gran éPaca de ta metafísica a[e-
mana.

1 807 Heget pubLica ta Fenorn enología del


Espíritu: Punto culminante de ta
metafísica a[emana.

80

F¡no6t eb''ry' \'reb' ?0 sopisrús{ 201 s

*i$ffi €itiffi'$t"rf,ffi1ÉP#*%3tr*=ffi,*i114'
t_

CRONOLOGIA DE FECHAS

1B1B Schopenhauer publica Ef mundo


cümo vof.untad y repres entación, in-
troduciendo [a filosofía hindú en [a
metafísica alemana.

1 88? Nietzsche, que había dectarado


<Dios ha muerto>r, Eucumbe a [a
locura en Turín.

1921 Wittgenstein pubtica e[ Iracfafus lo-


g ica-Ph ilosaphicus, proclamando [a
.<sotución fina[> a los Problemas
de [a fitosofía.

1 ?20s Et Círculo de Viena Propugna e[ Po-


sitivismo lógico.

1927 Heidegger pubtica Sein und Zeit fser


y tiempoi, anunciando l.a brecha
entre Las fitosofías analítica y con-
tinenta[.

191+3 Sartre publica L'éfre ef {e néant {EI


ser y ta nadaj, adetantando eI pen-

8"I

Sbfrm.Par,{.S@sls.Esg4la:S'gbpüd€Esg3tuEdI*6SA m14 PtuObesl*aty }Is 2f'SePt*bs2O{5


CopF€i.{ @ 2ill 4 S'go }Cxl de EÉgária EéG sA Ál'tsffi ffi s'
sócnatrs EN 90 MrNUTos

samiento de Heidegger y dando un


nuevo impulso at existencialismo.
a

1 953 Publicación póstuma de las /nyesfr-


g ac ianes fitosóficas de Wittgenstein.

Esptendor del aná lisis tingüístico.

82

SÍa&€n Pa.d. Sósats. Esgaña fu¡o Jtr d€ Españ€ Etu6, SA- 2!'la- Proou€.f obay. web. 20 S€ptdrús 20i5.
ConfillrtO 2014 Sblo )o(l dé Esp6rla EdlG Srq* At r*'|as ffi€d.
Cronología de la vida
de Sócrates

4ó? a.C. Nace Sócrates en tas afueras de


Atenas.

Antes deI EL0ráculo de Delfos anuncia que


440 a.C. Sócrates es <<el más sabio de los
hombres>>.

ca. 430 a.C. Sócrates sirve como hoptita [sot-


dado rasol en [a Guerra del Pe[o-
poneso y satva [a vida a Alcibíades
en [a batatla de Potidea"

423 a.C. Sócrates es ridiculizado en una co-


media de Aristófanes.

83

Si.di€a Pa!|. sóqatss. Espqria: s¡g¡o )O(I ft E#fr€ EeE SA. m14. ProOu€I evary. Wsb. 20 S€SlsrÉd 2015
CoFyr€td C 20t4. Sq¡o vJo <fe E6p6ñ8 Edd6 S.{. Ar r|ltds rsd.
sócnetgs EN so MINuros

ca. 428 a.C. 5e casa ccn Jantipa. Tienen tres


hijos en [a década siguiente'

40é-405 Miembro dgt Consejo Legislativo


a.C. IButé].

404 a.C. Desobedece ta orden de arrestar a


Leén, dada Por tos Treinta Tiranos.

3?9 a.C. Es acusado de imPiedad Y de co-


rromper a ta juventud. Juicio de
Sócrates, que culrnina con su sen-
tencia de mue¡-te. Toma [a cicuta Y
muere.

84

3:iffiE1{iffir*ffi#ffi-ffi;;Hg1a-Pf€GÉs{eb¡av.r¡/8¡'20s€p:€fÉere0J5'
Cronología de la época
de Sócrates

4ó0 a.C. Culmen de Esquilo, e[ primer dra-


maturgo trágico griego.

4ó0 a.C. Estatla [a Primera Guerra del Pe-


loponeso entre Atenas y Esparta.
Nace Hipócrates, fundador de [a
Medicina, en ta ista de Kíos.

445 a.C. Fin de ta Primera Guerra del Pe[o-


poneso.

MitaddeL üomienza ta Edad de 0ro de Ate-


4r+A a.C. nas con Pericles. Periodo del ma-

85

Sfelhgr.| Pa¡i- Sróea(s- Esp€ñ€i Sagb )04 de Espáfra Eük)6 SA, mJ4. Fro,Ctsl eb¡8ry. We¡- ?0 S€dsüer 20f 5-
Ca!Y'tg$ e 2014. Sigto XX¡ de Espáñr €4#e, S3- rltds teg€d-
,At
SOCRATES EN 90 MINUTOS

yor ftorecimiento de [a cultura ate-


niense.

447 a.C. Comienza [a construcción del Par-


tenón en [a Acrópotis de Atenas.

t+/+1-444 La rebel.ión de Samos rompe [a paz


a. C. en et Egeo.

431 a. C. Estatla [a Segunda {Granf Guerra


det Peloponeso entre Esparta y
Atenas.

429 a.C. Muere Pericles.

428 a.C. Muerte de Anaxágoras, primer fi-


lósofa ateniense, maestro de Só-
crates y Perictes.

415 a.C. Atenas envía a [a conquista de Sici-


lia una gran expedición que termi-
na en desastre.

404 a.C. La Segunda Guerra det Pel.opone-


so termina con la derrota humi-

Srah€ñL Fád. SócaH Espd16: SAtu )0ü de E*!añ€ Edftr€. Si- 20'14. PóO!6f eb€ry- w€*. 20 Septadibd 2C15-
C4Fv.Efn 6 20 ! 4. Sioic vül de Esta¡l¿ f.ffi S-A-. ff rqt*. esrd.
L

v¡Lv¿lvsvgS t ua *- #¡ v Y¿¡

tlante de Atenas. Lss Treinta Tira-


nos tsman el poder.

4ü3 a.t. tss Treinta Tiranss san depuestas


y se restaura [a democracia en
Atenas.

¿ü0 a.C. Reforma de las leyes y amnistÍa


general {que n0 se aptica a Sócra-
tes un añ* despuésl.

87

StE0¡efr Pa¡. Sóssrs. EsDats Sido )oo .re EsÍds E(tu SA- Bl4' ProoÜ€d €tdy' wcb' ?0 S€ttsrbq 201 5'
Codrqt{ g 20 |¡L gdo )OO de E¡Fña €ess' S.{- A¡ d¡r¡$ É€
cRoNor.oGÍA DE I.¿ Époce
ng sócRArns

ltante de Atenas. Los Treinta


Tira_
nos toman e[ poder.

403 a.C. Los Treinta,Tiranos son depuestos


y se restaura la democracia en
Atenas.

400 a.C. Reforma de las leyes y amnistía


general fque no se aptica
a Sócra_
tes un año despuésl.

87

3"Tffi ,E$¡.YSS"*ffi",j##tr*ffiJ14" prcodsÉ{ ebñ.y.


wsb. z0 sép{s,r,er 201s.
I

Fmwd ebst' w€L ?0 s€l*é€rz¡r5'


ffiffi 5Siffi,¿ffi#ff*ffi14'
Lecturas recomendadas

H. H. Benson, Sssays on fñe Philosophy of Socra-


fes, Oxford University Press, 1992.

T. C. Brickhouse y N. D. Smith, Plata's Socrates,


0xford University Press, 1?93

S. Buchanan {ed.l, Iñe Portabte P|ato, Viking,


1977.

W. K. Guthrie, Socrafes, Cambridge University


Press, 1977.

-, los fitósofos griegos, Madrid, FCE, 1981"

8?

:8"u*T,1ry.$o!f-"!q.-E?srs S$lotrdeFJFafraEd&ocSA.2B14.F6o€t€b€r!.Wetr.?üSep{&úe.A015
Lórygrd € ?Ola. Sig,,o )(Xl dé EspóÍá E¡ffi. SA. Át rigr*F tg€d.
sócnetgs Er{ go MrNuros

P. A. Van der Waerdt led.l, Iñe Socratic Move-


ment, Cornetl. University Press, 1??4.

?0

Séúats. Espdla: S4ñ )OC d€ EE afia EdfioG Si. 414. FmO€l eb@y. W¿b- ?ó S€9te¡üsr 2015-
Strethsm, Fa¡.{-
Cdtyrigt{ 6 ?014- Siglo )üí de ts$á Éda*6, S"¡"- Al ri¡t*s |@ed.

Potrebbero piacerti anche