Los principios de la Gestalt

¿Qué son los principios de la Gestalt?

Los principios de la Gestalt son un conjunto de leyes que surgieron a partir de la psicología
de la década de 1920. Describen la manera en que las personas típicamente perciben los objetos
al agrupar elementos similares, reconocer patrones y simplificar imágenes complejas.
Los diseñadores los utilizan para interactuar con los usuarios mediante “trucos” potentes
(pero naturales) de perspectiva y estándares de diseño con procedimientos recomendados.

Los principios de la Gestalt: contexto

El principio de la Gestalt (“Gestalt” significa “todo unificado” en alemán) del agrupamiento
representa la culminación del trabajo de los psicólogos alemanes de principios del siglo XX
Max Wertheimer, Kurt Koffka y Wolfgang Kohler, que procuraron comprender de qué
manera los humanos suelen obtener percepciones significativas a partir de los estímulos
caóticos a su alrededor. Wertheimer y otros colaboradores identificaron un conjunto de
leyes que rigen esta compulsión natural de buscar orden en el desorden, donde la mente
“informa” lo que el ojo observa al dar sentido a una serie de elementos como una imagen o
una ilusión. Los primeros diseñadores gráficos comenzaron rápidamente a aplicar los
principios de la Gestalt en la publicidad y encapsularon el valor de las empresas en
logotipos icónicos. En el siglo que transcurrió desde entonces, los diseñadores
implementaron los principios de la Gestalt extensamente. Los diseños incluyen elementos
bien colocados que llaman la atención como imágenes más grandes y enteras para que
quienes los observan lleven a cabo instantáneamente asociaciones positivas con las
organizaciones representadas.

El todo es distinto a la suma de las partes.

- Kurt Koffka

Los principios de la Gestalt

Algunos de los principios de la Gestalt más reconocidos son:

Cierre (reificación): Al preferir formas completas, automáticamente completamos las

brechas entre los elementos para percibir una imagen completa; por lo tanto, vemos la
forma completa primero.
Dirección común: Agrupamos los elementos que se desplazan en la misma dirección.

Región común: Agrupamos los elementos que se encuentran en la misma región cerrada.

Continuación: Seguimos y “fluimos con” las líneas.

Convexidad: Percibimos las formas convexas antes que las cóncavas.

Conexión de los elementos: Agrupamos elementos vinculados por otros elementos.

Figura/fondo (multiestabilidad): Al no gustarnos la incertidumbre, buscamos elementos

enteros y estables. A no ser que una imagen sea verdaderamente ambigua, el fondo llama la
atención primero.

Forma correcta: Diferenciamos elementos que son similares en color, forma, patrón, etc.
de otros (incluso superpuestos) y los agrupamos.

Significación (familiaridad): Agrupamos los elementos si forman una imagen significativa

o personalmente relevante.

Prägnanz: Percibimos las imágenes complejas o ambiguas como sencillas.

Proximidad (emergencia): Agrupamos los elementos que están más juntos y los
separamos de los que están más alejados.
Regularidad: Al clasificar los elementos, solemos agrupar algunos en formas más grandes
y conectar los que forman un patrón.

Semejanza (no variación): Buscamos diferencias y similitudes en una imagen

y relacionamos los elementos similares.

Simetría: Buscamos el equilibrio y el orden en los diseños y nos esforzamos para ello si no
son fácilmente observables.

Sincronía: Agrupamos elementos visuales estáticos que aparecen al mismo tiempo.

Los principios de la Gestalt están en la mente, no en el ojo

Los principios de la Gestalt son fundamentales en el diseño de UX, en particular en las
interfaces, ya que los usuarios deben poder comprender lo que ven (y encontrar lo que
buscan) de un vistazo. Un buen ejemplo son los principios de proximidad y región común,
como se ven en la página de destino de IDF a continuación, donde los colores y los gráficos
dividen la página en regiones separadas. Sin ellos, los usuarios se esforzarían por llevar
a cabo las asociaciones entre elementos sin relación y abandonarían la página. Para los
diseñadores, el truco verdadero de la Gestalt es no confundir ni demorar nunca a los
usuarios, sino guiarlos para identificar sus opciones e identificar las organizaciones
o marcas rápidamente.
Los diseñadores deben apreciar la manera en que la mente se esfuerza por obtener
imágenes ordenadas y la manera en que los elementos mal ordenados frustran a los
usuarios. Algunas imágenes son ambiguas. Al intentar “decodificar” el jarrón de Rubin,
procesamos información sobre perfiles y jarrones, y lo percibimos de dos maneras, pero
nunca en simultáneo. En el cierre (reificación), reconocemos una imagen completa.
Descomponer dicha imagen en sus diversos elementos requiere un esfuerzo considerable.
Los diseñadores deben recordar que, aunque los principios de la Gestalt son universales
para la experiencia humana, el ajuste preciso de una aplicación requiere atención al uso
de los colores y a otras consideraciones culturales.