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Investigación

Freud habla sobre unas fuerzas que luchan en nuestra cabeza y que, finalmente, definirán
como actuamos y pensamos.
Estas fuerzas son tres: el ello, el yo y el superyó.
El ello es la parte animal e instintiva del ser humano. Se concentra en resolver las
necesidades básicas.
El yo es el ser que se relaciona con la realidad, que sabe que está en un medio social y debe
adaptarse a este.
El superyó es el que busca que se llegue al máximo moral. Busca acercarse al ser ideal
cumpliendo todas las normas sociales.

Se ve un montaje no lineal, discontinuo, pues el tiempo pasa hacia atrás y hacia adelante
sin importar.

En esta escena hay varios elementos que se deben analizar. Primero, el hombre despierta
su deseo sexual hacia la mujer y por eso comienza a perseguirla, todos los elementos que
se incorporan después representan el peso que el deseo tenía para la época: comenzamos
viendo unas tablas de piedra que están cerca al hombre y representan los mandamientos,
la ley de dios y la carga que tiene el hombre por parte de la religión. Después hay dos
elementos circulares que se muestran como los testículos. También vemos a unos frailes
maristas que hacen alusión a la educación. Finalmente hay dos pianos con dos burros
putrefactos; los pianos pueden hacer referencia a las clases sociales más altas y la diferencia
de vida, pues Dalí y Buñuel eran pobres y vivían en una residencia. Los burros podrían ser
una crítica a la burguesía y a su estilo de vida.

Critican la educación, la religión, el tipo de vida que se cree debe tener, el tabú que hay en
la sexualidad.

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