APUNTE DE CLASE

UNIDAD 1
ELEMENTOS DE
NEUROCIENCIA
 Índice

I. Introducción ................................................................................................... 3

II. La neurociencia de la conducta, su objeto de estudio y mirada disciplinar 4

III. La Teoría Celular........................................................................................ 5

IV. El tejido nervioso o tejido neural................................................................. 7

V. Señalización celular y homeostasis.......................................................... 10

VI. Bibliografía ............................................................................................... 11

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I. Introducción

Darse a la tarea de estudiar los procesos mentales involucra hoy una misión

de la que ya pocas dudas caben: debemos profundizar en el conocimiento de

nuestro sistema nervioso y en particular del cerebro con sus complejos e

interconectados mecanismos; solo así podremos ir entendiendo las direcciones que

toma el comportamiento humano en su encuentro con el ambiente.

Y para no extraviarnos en esta búsqueda, la ciencia nos ha aportado desde la

biología y las neurociencias pilares sólidos sobre los cuales apoyarnos: conocer a

la célula animal, y en específico a aquellas que conforman el tejido nervioso, nos irá

dando luces de los procesos que en ellas se gestan.

En esta primera unidad iremos afinando la mirada para, desde premisas básicas

como son la célula animal con su estructura, formas de comunicarse y señalizar,

además del tejido nervioso con sus neuronas y neuroglias, ir dando los primeros

pasos en el fascinante desafío de explicarnos el comportamiento; explicaciones que

nos imponen una primera necesidad como es ir dialogando en el lenguaje de las

neurociencias.
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II. La neurociencia de la conducta, su objeto de estudio y

mirada disciplinar

La neurociencia de la conducta, denominada a fines del siglo XIX como

"psicología fisiológica" por Wilhelm Wundt, en su escrito considerado el primer libro

de psicología "Principios de Psicología Fisiológica", nos abre las puertas para

asumir y entender que la función final del operar del sistema nervioso es la conducta

(Carlson, 2014). Aspectos tan propiamente psicológicos como percibir el entorno,

prestar atención selectiva a él, aprender, recordar y tomar decisiones, entre otros,

contienen la idea de comportarnos, o dicho de otra forma, hacer, no hacer o dejar

de hacer algo, y es en este contacto con el ambiente donde se van configurando las

funciones mentales con su fisiología a la base.

Ahora bien, dada la complejidad y variabilidad de estos procesos mentales,

en tanto diferentes comportamientos pueden desencadenarse por un mismo motivo,

así como una conducta idéntica por diferentes razones, se hace necesario

explicarnos psicológicamente el por qué se da una determinada conducta, es decir

qué procesos y funciones realiza, para poder comprender qué sucesos fisiológicos

la desencadenan (Carlson, 2014, Kandel y cols., 1997).

Es en esta conjunción entre los procesos psicológicos y la fisiología del

sistema nervioso, donde debemos reparar en dos autores como son Santiago

Ramón y Cajal junto a Camilo Golgi, quienes también a fines del siglo XIX hicieron

aportaciones fundamentales para acercarnos al entendimiento del tejido nervioso y

de su componente esencial como es la célula nerviosa.

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III. La Teoría Celular

Poder aproximarnos

al entendimiento de la

célula nerviosa,

requiere en primera

instancia de conocer y

dimensionar qué es la

célula

Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Celula_Eucariota_Animal_3(1).gif

Una célula se define como la unidad mínima de los organismos vivos, tanto desde

el punto de vista morfológico como funcional. Las principales ideas en torno a ella

están contenidas en lo que se ha denominado Teoría Celular, cuyos postulados se

pueden resumir en (Castellano y cols., 2015; Egaña, 2009):

• Todos los animales y vegetales están formados por células.

• Los organismos multicelulares tienen en la célula a su unidad estructural

y funcional básica.

• La continuidad genética entre células progenitoras y sus descendientes es

posible gracias al proceso de división celular.

• El organismo será compatible con la vida en la medida que sus células

funcionen y este operar sea controlado.

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La célula animal es por definición eucariota, es decir, posee un núcleo definido o

"verdadero", en contraposición con la denominada célula procariota, la cual posee

un núcleo indiferenciado o no definido por un límite preciso. A pesar de las grandes

variabilidades de formas y tamaños posibles de identificar en la célula animal,

poseen una estructura relativamente uniforme con 5 estructuras fundamentales:

1. El ya mencionado núcleo celular, estructura donde se concentra el material

genético en la forma de ADN, responsable de regular los procesos que

ocurren en la célula. Dentro de él encontramos además al nucléolo, un

organelo que participa en la formación de los ribosomas.

2. La membrana celular o membrana plasmática, una bicapa cuya estructura

básica está constituida por fosfolípidos, además de proteínas y carbohidratos

adheridos a ella. Constituye el límite físico de la célula, separando el medio

intracelular del extracelular, y gracias a sus propiedades de

semipermeabilidad y selectividad favorece la precisión o control de los

procesos de intercambio o transporte celular.

3. El citoplasma o matriz celular, un gel viscoso contenido entre el núcleo y la

membrana celular que concentra prácticamente la mitad del volumen celular,

en el que se encuentran inmersos los organelos celulares.

4. Los organelos celulares, que son una red de endomembranas con

funciones específicas y definitorias de acuerdo a la naturaleza y roles que

deba cumplir la célula. Dentro de estos identificamos a los retículos

endoplasmáticos liso y rugoso, el aparato de Golgi, los lisosomas y las

mitocondrias, entre otros.

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El citoesqueleto, una red dinámica y compleja de proteínas filamentosas que le

brindan forma y movilidad a la célula, además de participar en todos los procesos

de desplazamiento o intercambio intracelulares. Comprende tres grupos de

filamentos de acuerdo a las proteínas filamentosas específicas que los conforman

y las dimensiones que adquieren: microtúbulos, filamentos intermedios y

microfilamentos de actina.

IV. El tejido nervioso o tejido neural

Es el conjunto

organizado de células

que constituyen los

diferentes órganos del

sistema nervioso y que

por lo tanto, comparten

funciones o tienen un

operar específico que

resulta cercanamente

complementario entre sí

(Carlson, 2014; Curtis y

Fuente:ttps://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Blause
n_0672_NeuralTissue_esp.png
cols, 2006).

Dentro de estas identificamos:

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1. La neurona o célula nerviosa: cuya característica distintiva es su gran

irritabilidad. Es el elemento procesador y transmisor del sistema nervioso,

con una gran especialización funcional que deriva en la enorme variedad de

formas y tamaños que adquieren. A pesar de su gran diversidad, existe una

estructura básica que tienden a respetar y que consta de:

• Soma o cuerpo celular, porción donde destaca la presencia del núcleo

y buena parte de la maquinaria encargada de los procesos vitales de

la célula.

• Dendritas o también denominadas prolongaciones secundarias, que

se extienden clásicamente a partir del núcleo, conforman una especie

de arborización por las diferentes extensiones que se proyectan en

distintas direcciones, y juegan un rol clave en los procesos de

recepción de la información nerviosa.

• Axón o prolongación primaria, un tubo largo y delgado a menudo

recubierto por una vaina de mielina, que es responsable de la

transmisión de información en la forma de impulso nervioso, desde el

cuerpo celular hacia las terminales nerviosas.

• Terminal axonal o telodendrón, porción final y ramificada del axón,

en la cual se diferencian pequeñas protuberancias denominadas

botones sinápticos. Estas conformaciones tendrán un rol clave en la

transmisión sináptica, al contener unas biomoléculas denominadas

neurotransmisores, las cuales determinarán la comunicación

bioquímica entre una neurona y otra.

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2. Neuroglia o células gliales: son un conjunto heterogéneo de células que

cumplen funciones de soporte mecánico, metabólico, endocrino e

inmunológico para las células nerviosas. Presentes tanto en la división

central como periférica del sistema nervioso, se encuentran en mayor número

que las neuronas, y a pesar de no realizar directamente el proceso de

transmisión sináptica, sin ellas esta transmisión de la información nerviosa

sería inviable.

En el sistema nervioso central (SNC) se han identificado típicamente 4

variantes, con roles que les son característicos:

• Astrocitos: sostén mecánico, metabólico y endocrino

• Oligodendrocitos: gran relevancia desde el punto de vista

metabólico, al aportar la vaina de mielina al axón.

• Microcitos o células de la microglia: soporte inmunológico, al ser

células con función de macrófagos.

• Células ependimarias o ependimocitos: soporte estructural,

metabólico e inmunológico, dado por la separación que hace entre los

espacios por donde circula el líquido cefalorraquídeo.(LCR), en cuya

génesis también participa, y el resto del tejido nervioso.

A nivel del sistema nervioso periférico (SNP) estas células reciben otras

denominaciones tales como células de Schwann, de Müller y células satélite,

cuyas funciones son asimilables a los 4 tipos vistos para el SNC.

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V. Señalización celular y homeostasis

La compleja organización de los individuos multicelulares demanda la existencia

de un sistema de generación, recepción, transmisión y respuesta, capaz de dar

cuenta de la multiplicidad de señales que comunican e interrelacionan

funcionalmente a las células entre sí. Estas señales que permiten que unas células

influyan sobre el operar de otras son principalmente de naturaleza química,

diferenciándose distintas formas de comunicación: endocrina, paracrina,

autocrina, yuxtacrina y sinapsis.

Serán las interrelaciones que se produzcan entre las sustancias liberadas, los

receptores que capten estas biomoléculas de señalización celular (hormonas

esteroidales o peptídicas, óxido nítrico, monóxido de carbono, neurotransmisores,

etc.), la mecánica metabólica que se active y los segundos mensajeros

involucrados, parte de una dinámica compleja y multivariada, con diferentes niveles

o instancias de regulación (Castellano y cols., 2015, Carlson, 2014).

Todos estos procesos son también fundamentales para el equilibrio del medio

interno, proceso que se ha dado a denominar como homeostasis, e involucra las

dinámicas que el organismo pone en acción para censar, percibir y reaccionar frente

a los cambios del ambiente; es por medio de los circuitos de retroalimentación

positiva (que amplifican los estímulos que fueron iniciadores) y negativa

(contrarrestan los cambios en los valores de referencia) que los circuitos fisiológicos

funcionan en interacción, orientados a generar un operar óptimo del organismo

completo.
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VI. Bibliografía

Carlson, N. (2014). Estructura y funciones de las células del sistema nervioso.

En Fisiología de la conducta (pp. 30-43). Madrid: Pearson Educación.

Castellano, E., Palomino, E. y Tabraue, C. (2015). Biología General. (pp. 53-87).

Las Palmas: ULPGC.

Curtis, H. & Barnes, N. Sue (2006). El sistema nervioso: estructura y función.

Biología (pp. 498-512). Buenos Aires: Editorial Panamerincana

Egaña, M. (2009). Tema: célula. Morfología celular. Teoría celular. (pp. 5-14).

Córdoba: El Cid Editor

Kandel, E., Schwarts, J. & Jessell, T. (1997). Neurociencia y Conducta. España:

Prentice-Hall

Si usted desea referenciar este documento, considere la siguiente

información:

Gallardo, D. (2019) Introducción a las neurociencias. Apunte de clase unidad 1,

Elementos de Neurociencia, Universidad UNIACC.

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