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Carolina Gómez – Filósofa Universidad Industrial de Santander

carogomez2@gmail.com

Exploraciones preliminares para una ontología de los objetos digitales

En la vida cotidiana hemos visto emerger una categoría de objetos de los cuales predicamos
como objetos digitales o elementos a los cuales les reconocemos una cierta cualidad de digital pero ¿qué
es propiamente el ser digital? E incluso, ¿de qué manera pensamos aquello que es digital? Mi propósito
en la presente exposición es aproximarme al fenómeno de lo digital y proponer unos elementos
5 conceptuales que ayudarían a establecer una ontología de los objetos digitales así como la posibilidad de
hablar de una mentalidad digital.

Quisiera usar como punto de partida el artículo de Yuk Hui ¿qué son los objetos digitales? Donde
elabora una trayectoria del estudio ontológico de los objetos técnicos que nos sitúa en una relación
ontogenética entre ambos objetos y señala, por una parte, la insuficiencia de la tradición filosófica
10 (refiriéndose desde Aristóteles hasta Husserl) para comprender lo digital pues, distinguir entre la
substancia (sujeto) y los accidentes (los predicados del sujeto), así como entre materia (de lo que está
hecho) y forma (del tipo que es) parece no ser el abordaje adecuado para una clase de objetos que
muta tanto en forma como materia. Incluso Hui refiere que en la fenomenología husserliana, que se
aproxima a la experiencia desde un punto de vista intencional, la ideación reconstituye el horizonte
15 donde aparece la idealidad del objeto. Pero los objetos, son en todo caso objetos de la experiencia
sensible y los predicados son cualidades de la experiencia, mientras que los objetos digitales parecen
referirse a una suerte de inmaterialidad y por tanto sus predicados y cualidades se alejarían del
modelo husserliano. Por otra parte, el autor reconoce la riqueza teórica de los trabajos de Gilbert
Simondon, que se interesa por las máquinas desde el contexto posterior a la revolución industrial,
20 quien propone un orden granular entre elementos, individuos y sistemas técnicos para hablar de la
composición o acoplamiento de objetos técnicos, de manera no jerárquicas ni estáticas y que permite
entender las relaciones entre elementos, cuya esencia técnica se daría de manera manifiesta en
entelequia. Sin embargo, Hui señala la aparente limitación de entender al objeto técnico únicamente a
través de la visión simondoniana y considera que las apreciaciones fenomenológicas antropocéntricas
25 como las planteadas por Heidegger son más relevantes para su propósito de entender el objeto digital
como todo aquello que se encuentra en la red de internet.
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Es preciso en este momento señalar la distancia que tomo del planteamiento de Yuk Hui
porque me parece insuficiente su descripción del fenómeno digital dado que es posible pensar en
computadores que no se encuentran en red y que a su vez ejecutan sus funciones. Por eso, considero
30 pertinente recurrir más detalladamente al autor francés cuya propuesta teórica sobre una existencia
técnica, no deja de ser humana, pero no se centra en ella. El objeto técnico para Simondon es el
acoplamiento entre elementos técnicos, el hombre y del medio asociado. Ahora bien, el objeto
técnico sólo puede ser concretizado o alcanza un mayor grado de concretización en la medida en que
integra con el medio asociado. Esta integración hace que se pueda enunciar una suerte de tradeoff
35 entre los factores involucrados. Por eso, por medio asociado se puede entender dentro de la obra del
autor, la naturaleza como las propiedades naturales de los elementos que intervienen en el
funcionamiento del objeto técnico. Así, se puede entender que Simondon use un enfoque descriptivo
que entiende a los objetos técnicos de alguna manera como objetos naturales discretos, es decir
como objetos materiales. Y aunque esta perspectiva es cercana a la planteada por Aristóteles en la
40 medida en que “los seres técnicos no contienen en sí mismos la causa de su propio movimiento o
principio de cambio. Son objetos físicos, carentes de las potencialidades que impulsan a los seres
vivos a formar nuevas estructuraciones” así como lo señala Vaccari en su texto perspectivas y límites de
la concretización como modelo del cambio tecnológico. Sin embargo, si hay algo novedoso en este
planteamiento simondoniando es que, alejándose de la interpretación aristotélica, el objeto técnico
45 contendrá tanto su causa formal como su causa final, lo que supone la relación tan estrecha entre
función-estructura, apartándose definitivamente de la visión ontológica de materia-forma.

De manera marginal quisiera anotar que, aunque Simondon realiza un esfuerzo por
cuestionar la intervención humana en la creación y perfeccionamiento de la máquina, e incluso,
cuestiona el papel de una persona en un conjunto técnico, las perspectivas planteadas no parecen
50 alcanzar a comprender fenómenos simbólicos como el fetiche.

Por eso es importante situarnos desde de la mentalidad técnica como la plantea Simondon,
para vincularla a la experiencia fenomenológica que pasa de lo técnico a lo digital. En “Cultura y
Técnica” Simondon pone de manifiesto que “ Todo gesto técnico compromete el porvenir, modifica
el mundo y el hombre como especie cuyo mundo es el medio. El gesto técnico no se agota en su
55 utilidad como medio; desemboca en un resultado inmediato, pero inicia una transformación del
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medio que a su vez repercutirá en las especies vivientes de las cuales el hombre forma parte” es por
ello, que se desarrollan nuevos esquemas de inteligibilidad que afecta los modos de percepción y de
intelección. Ahora bien, en el caso que nos ocupa, que son los objetos digitales, hay algunos estudios
recientes sobre experiencias específicas, como las que recoge Gretchen McCulloch en su libro
60 Because Internet, que habla sobre las transformaciones del lenguaje desde la aparición del internet,
que no arrojan datos concluyentes sobre los efectos cognitivos, ni mucho menos conceptuales, de la
del efecto de la manera de pensar desde que se hizo masivo el uso del internet. Uno de los grandes
límites de un estudio tal, es que no existe una generación que se haya visto interpelada durante toda
su vida por objetos digitales. Los sujetos ideales están hasta ahora en su desarrollo y aunque hay un
65 seguimiento nada se puede decir con certeza. Así que, como primera cuestión abierta quisiera señalar
explícitamente que es importante considerar, al menos hipotéticamente que ha de existir una forma
de pensar digital como resultado de una inmersión en la experiencia digital.

En cuanto a las definiciones del objeto digital, tanto Yuk Hui como Luciano Floridi plantean
al objeto digital como entes con un estatus específico. En el caso del primer autor, plantea que se
70 debería considerar todo aquello que está en la red de internet, sin embargo, parece poco adecuado o
insuficiente, dado que la tecnología digital antecede, empírica y epistemológicamente, a los
fenómenos que se vinculan con la red, como ya se dijo antes. Y en el caso de Floridi, plantea que la
ontología digital consiste en dos conceptos fundamentales: primero, que los bits son la
representación atómica del estado de la información; y, segundo, que el estado temporal de la
75 evolución es un proceso de información digital. Este segundo enfoque, aunque parece más adecuado
a la naturaleza de las computadoras y sus procesadores, me parece que pierde de vista la riqueza del
planteamiento granular simondoniano.

Por eso prefiero continuar usando el esquema hilemorfico propuesto por Simondon donde
del estudio de las máquinas y artefactos, se puede pensar lo digital, como una nueva dimensión
80 técnica. Así que retomando la historia de las computadoras podemos decir que la estructura-función
de una combinación de dispositivos diseñados para manipular cantidades físicas de información que
se encuentren representadas en forma digital; es decir, que solamente puedan tomar valores discretos.

Ahora bien, la manipulación de esta información se realiza a través de máquinas a las que
hemos llamado computadoras, que en un primer momento fueron analógicas puesto que modelaban
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85 de manera mecánica la información suministrada y la información requerida. Sin embargo, los
componentes hidráulicos como válvulas o torres, los componentes mecánicos como engranajes y
palancas e incluso los componentes eléctricos como los condensadores dieron paso a la electrónica
digital que se encarga de sistemas electrónicos en los que la información está codificada en estados
discretos, a diferencia de los sistemas analógicos donde la información toma un rango continuo de
90 valores. Matemáticamente o técnicamente no logro dimensionar el impacto de esta modificación del
cálculo, pero traigo en estos momentos la información más general para señalar que sí se puede
hablar de una génesis de los objetos digitales a partir de la concretización de la máquina computadora.

Simondon propone entender la evolución del objeto técnico como una unidad de análisis,
una unidad del devenir, que logra captar y revelar tanto a lo humano como a la realidad misma,
95 planteando el término transductivo para hablar de la articulación entre el pensamiento humano y el
funcionamiento técnico. Vaccari propone entender de esta manera, siguiendo la línea argumentativa
de Simondon, a las máquinas como una sedimentación del pensamiento humano, y como soportes
de una realidad trans-psíquica y social. Es decir que, la evolución de los objetos técnicos no tendrían
una linealidad temporal o “intencional” sino que por el contrario seguirán como única lógica su
100 propio perfeccionamiento a través de una convergencia de factores; y la estabilidad y permanencia
del objeto técnico, enteramente coherente consigo mismo y unificado.

La propuesta simondoniana que sostiene que las formas técnicas no tienen ninguna carga
humana o intencional, sino que más bien obedece a ordenamientos subordinados o a cierta
“evolución natural” –que parece determinada por el objeto mismo, se podría tomar como
105 esencialista, pero es evidente que el tipo de esencia al que se refiere no es trascendental sino una
suerte de límite sintetizador de posibilidades. A propósito de esto, Simondon señala que “no hay, en
una época determinada, una infinita pluralidad de sistemas funcionales posibles; las especies técnicas
son en número mucho más restringidas que los usos a los cuales se destinan los objetos técnicos; las
necesidades humanas se diversifican al infinito, pero las direcciones de convergencia de las especies
110 técnicas son de número finito” Es decir que más allá de responder a las aparentes intencionalidades
humanas (que son infinitas), los objetos técnicos siguen o buscan simplificación y perfeccionamiento
a través de esta convergencia sinérgica de conjuntos en un mismo objeto técnico finito.
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Ahora bien, ante la pregunta ontológica por los objetos digitales, desde la perspectiva
simondoniana, parece desbordar el recurso teórico utilizado puesto que el elemento clave, como lo es
115 el medio asociado, en el objetotécnico-objetodigital sería la información, el nuevo elemento a considerar y
más aún, sería el ser humano desde su dimensión intelectual un elemento que debería ser
reconsiderado. Por eso, Yuk Hui va a proponer superficialmente entender un símil entre
concretización y control, a propósito de la cibernética, pero considero que el término control no es
lo suficientemente general como para abarcar el fenómeno puesto que la experiencia digital desborda
120 las posibilidades de control sobre la información.

El desarrollo de nuevos procesadores o el acoplamiento de nuevas máquinas con


computadoras hace que el objeto digital evolucione no sólo en la línea de concretización del
procesamiento de la información sino también la manera en la que esta información es presentada y
así se generan nuevas preguntas como el problema de pensar ontológicamente la realidad virtual. En
125 la génesis de lo digital se puede rastrear la transición material de la manera en la que se procesaba la
información. Pero, mientras que, para Yuk Hui parece que el problema central es el data, el metadata
y las redes, me parece más adecuado plantearlo como el objeto digital considerado desde la
complejización de relaciones entre los elementos, entendidas desde el sistema simondoniano en un
orden granular, donde se subsumiría los elementos digitales como las piezas simples de datos que se
130 ensamblan; pasando por lo que podríamos llamar un individuo digital como paquetes de datos; hasta
un conjunto digital que involucraría el sistema como el software. De tal manera que podrían ser
analizados de la misma manera genética y evolutiva como lo ha planteado Simondon a propósito de
los objetos técnicos, sin perder de vista que, en el objeto digital, también asintótico, estarían
involucrados objetos, máquinas y usuarios propendiendo por la funcionalidad y estabilidad del
135 sistema.

Sin embargo, quisiera señalar que me uno a la pregunta propuesta por Yuk Hui sobre la
relación entre estos objetos digitales y la mente humana, puesto que la existencia del objeto digital ya
no sólo manifiesta lo humano, como en el objeto técnico, sino lo racional o lo pensable. Así que,
pasamos de un estudio discreto a un estudio que se relaciona con la mente humana y sus procesos,
140 desde los objetos técnicos a los digitales.
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