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INAH SEP
TESIS
LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA
PRESENTA
Durante el proceso de la tesis las observaciones del Dr. Francisco Rivas y Daniela
Peña fueron fundamentales; agradezco también el apoyo del Mtro. Raúl Arana, al
Dr. Manuel Hermann por invitarme a su taller de códices; al Dr. Carlos Serrano,
Dr. Emiliano Melgar, Dr. Bernardo Fahmel por sus valiosas contribuciones.
Introducción 01
Cráneo A 48
Cráneo B 51
Cráneo C 55
Cráneo D 58
Cráneo E 61
Cráneo F 64
Cráneo G 66
Cráneo H 69
Cráneo I 72
Cráneo J 74
Capítulo V Es estilo artístico de los esgrafiados en los cráneos 77
Bibliografía 158
Introducción.
En algunos cráneos los motivos esgrafiados en los huesos parietales tenían que
girarse al realizar los dibujos si es que se quería respetar la horizontalidad de
todas las imágenes. En estos casos se tuvieron que construir algunas escenas
conforme la composición de las imágenes al girar el cráneo. A este tipo de
proyección se les llamo cónicas, como la representación típica de la tierra en un
planisferio.
1
En la primera parte de la tesis se plantea la problemática principal, ya que las
piezas no fueron obtenidas en una excavación sistemática; se trata de objetos sin
contexto arqueológico. Se revisarán los antecedentes de este tipo de materiales
encontrados en el México antiguo que nos puedan dar indicios acerca de su uso y
contexto. En el mismo apartado se plantean los objetivos de la investigación, la
hipótesis, el marco teórico, la metodología y los conceptos que se utilizan, ya que
como se verá posteriormente, optamos por referirnos al estilo de los cráneos como
perteneciente a la tradición iconográfica Mixteca-Puebla. En cuanto a la hipótesis
que se hace explícita en este capítulo, el objetivo de hacer imágenes polícromas
es con la intención de mejorar la compresión de la imagen, no se intenta saber
que colores hubieran llevado de haber sido elaboradas con esta intención.
La iconografía como rama de la Historia del Arte es de gran utilidad para poder
comparar las imágenes a estudiar y agregarles color. Sin embargo sólo se trabaja
con los esgrafiados en los cráneos, ya que debido a la metodología y la extensión
del trabajo no fue posible incluir las imágenes trabajadas en los huesos largos y
caracoles.
En el capítulo III, se hace un inventario de los motivos artísticos con los que
cuenta el universo de nuestras imágenes en los cráneos. Se trata de identificar la
mayoría de estos objetos representados para comenzar con la comprensión de las
imágenes esgrafiadas en su totalidad.
2
En el capítulo V trataremos de definir el concepto Mixteca-Puebla con la finalidad
de identificar el estilo artístico de los cráneos, para proponer una posible época y
región.
3
Capítulo I
4
imagen, debido a la forma esférica de los cráneos, cónico-espiral de los caracoles
y cilíndrica de los huesos largos.
Al igual que en el caso del cráneo y caracol de estilo Mixteca – Puebla (ídem) se
comienza realizando un dibujo desenvuelto. Sin embargo, debido a las
características del esgrafiado de algunas de las piezas, no basta con desdoblar la
imagen, si no que se tiene que realizar una proyección cónica para observar el
esgrafiado completo de una forma lógica.
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A partir de entonces se han creado métodos para estudiar las modificaciones
culturales que reciben estos materiales. En el caso de los materiales óseos de
Cantona (Talavera et al. 2001) basados en la clasificación de Semenov (citado de
Ídem), se propone clasificar a este tipo de materiales en: 1.- poco elaborados, 2.-
de utilización, demostrativos de funciones productivas. 3.- que descubren los
procedimientos y medios usados para el trabajo del hueso con herramientas de
piedra. 4.- Cortes y huellas de golpes como consecuencia de la separación de la
carne.
6
Mazateca (Winter y Urcid, 1990) y la del pueblo de Santo Domingo Tonalá en la
mixteca baja, ambas identificadas como perteneciente al estilo Ñuiñe. Alfonso
Caso (1969) reporta en la ofrenda de la tumba 7 de Monte Albán algunos
utensilios rituales fabricados con hueso humano, un cráneo decorado con objetos
de turquesa, una mandíbula trabajada y algunas más con pintura roja.
Hasta ahora hemos hecho referencia a los objetos parecidos a los huesos largos y
mandíbula de nuestra colección, aunque ésta última no debería considerarse
como un objeto separado del cráneo al que pertenece.
Una vez que se han revisado los antecedentes de hueso trabajado, se puede
situar a nuestro estudio como un aporte al análisis bioarqueológico que como
Talavera J. (2001) afirma:
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sincrónico y diacrónico; su objetivo principal es dar cuenta de las diferentes
evidencias de modificación cultural y natural del hueso, tanto humano como
no humano, para tratar de conocer el comportamiento de los pueblos del
pasado. (pp. 12, 13).
Figura1
8
Suárez L. (1977) propone una clasificación para este tipo de elementos
encontrado en contextos arqueológicos, menciona que se trata de un material
perteneciente al reino animal del Phylum de los moluscos, que a su vez forman
dos clases; los gasterópodos y lamelibranquios. Nuestras piezas pertenecen a la
clase de los gasterópodos que se caracterizan por “no tener una simetría bilateral;
la masa visceral es casi siempre torcida y enrollada… la concha es univalva y en
la mayoría de los casos espiral” (ídem, p.12). Describe la forma de la concha como
cónico-espiral. Basándonos en esta clasificación situamos a este tipo de piezas
como pertenecientes a la industria de concha trabajada de uso ornamental; se ha
logrado producir sonido en algunos caracoles lo cual nos podría hablar de su
función. Cabe resaltar que en cuanto al tipo de trabajo que se puede realizar en
este tipo de materiales, Suárez (ídem) resalta la diferencia entre grabado y
esgrafiado, situando a este último como una variante del corte. El grabado se trata
de una técnica en donde se utiliza un repelente y un ácido para aislar la imagen
que se quiere plasmar. Es por lo anterior que en el presente trabajo se prefiere
usar el término esgrafiado en lugar de grabado para todas las piezas.
Finalmente el caracol trabajado que se encuentra en una sala del Museo Amparo
en la ciudad de Puebla, muestra un estilo muy idéntico a seis caracoles de la
colección a estudiar, su procedencia también es incierta.
9
Justificación
Finalmente se les agrega color, tomando como referencia los códices mixtecos y
algunas pinturas murales de la misma región, ya que previamente se han
identificado rasgos estilísticos parecidos a la tradición iconográfica Mixteca –
Puebla. Un capitulo del presente trabajo está dedicado a esta discusión, ya que el
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concepto de “Mixteca-Puebla” ha sido discutido con anterioridad. En cuanto a los
colores que se le agrega a las imágenes desenvueltas son para poder comprender
mejor las imágenes, tratando de no alterar su significado.
Hipótesis.
Ya que las formas de los huesos y los caracoles impiden apreciar el esgrafiado de
forma completa en una sola imagen, se plantea la siguiente pregunta: ¿Cómo se
pueden comprender mejor las imágenes esgrafiadas en las piezas de la colección
del museo La Casa del Mendrugo?
Los tipos de proyecciones que se utilizarán para realizar los dibujos serán de tipo
cenitales y cilíndricas. Las ultimas serán las más utilizadas, aunque la relación y
distancia entre algunas imágenes se verá afectada, sin embargo, si se realizarán
estos dibujos mediante proyecciones cónicas o cenitales algunas imágenes
aparecerían volteadas; es decir, se construirá la escena o alegoría modificando la
imagen, tomando como referencia la tradición iconográfica Mixteca – Puebla.
Una vez que los dibujos sean desdoblados, se compararán sus figuras y motivos
con el corpus icnográfico de la región de Oaxaca y parte del sur de Puebla; en
especial con los códices mixtecos. Finalmente se les agregará color a partir de
analogías con las imágenes comparadas; no intentando saber que colores
hubieran llevado de haber sido creados con esa intención; únicamente se
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pretende resaltar y delimitar las formas, así como resaltar su sentido naturalista,
para facilitar la comprensión de las imágenes esgrafiadas en las piezas.
Objetivos.
Los objetivos que se pretenden alcanzar con la tesis son los siguientes:
Por medio de la aplicación del color, lograr una mejor comprensión de las
imágenes y los distintos elementos que la componen.
Marco teórico
Conceptos teóricos de la iconografía definida por Panofsky Erwin (2008) como: “la
rama de la historia del arte que se ocupa del asunto o significación de las obras de
arte, en contraposición a su forma” (p. 45) serán útiles para comenzar con los
12
estudios de las imágenes desenvueltas de las piezas de la colección del Museo La
Casa del Mendrugo.
Este método puede situar a las piezas dentro de un probable periodo y espacio
determinado a partir del estudio de las imágenes plasmadas; se encarga también
de realizar una descripción detallada de las imágenes para posteriormente realizar
su interpretación.
Los datos que se obtengan del presente trabajo serán piezas importantes para
llenar el vacío de información que se tiene por haberlas hallado fuera de un
contexto arqueológico: “la iconografía brinda valiosa ayuda para fijar las fechas y
los lugares de procedencia, e incluso a veces la autenticidad misma de las obras”
(ídem, p. 50).
Dentro de los niveles del asunto o de la significación de una obra de arte, el primer
nivel que define Panofsky (ídem) es:
Al principio se planteó llegar hasta este nivel, sin embargo al querer agregarle
color a las imágenes proyectadas se advertirán algunas relaciones entre los
motivos artísticos y las combinaciones de estos, que forman parte del segundo
nivel denominado secundario o convencional.
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“Los motivos así reconocidos como portadores de una significación
secundaria o convencional pueden llamarse imágenes, y las combinaciones
de imágenes constituyen lo que los antiguos teorizadores del arte llamaban
invenzioni: nosotros acostumbramos a llamarlas historias y
alegorías.”(Ídem, p. 48).
periodo
lugar
sistema social y político
religión o credo
materiales y técnicas
Son estos cinco elementos los que inciden en la configuración del estilo, “la
presencia de uno o más de los dichos elementos puede adquirir relevancia en un
periodo o, incluso, en distintos tiempos y momentos de ese periodo” (ídem: 43)
De otra forma quizá determinista “El estilo es la manifestación de una cultura como
un todo y representa una característica visible de su unidad, solo podemos hablar
de él desde la perspectiva histórica” (Bialostock, 1973, p.13).
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Finalmente el concepto más recurrente que se utilizará será el de tradición,
definido por Panofsky (1998) como la suma total de procesos históricos (p.8). Este
último concepto es de gran importancia para la investigación, ya que pensamos
que resuelve la vaguedad que implica utilizar el concepto de “estilo Mixteca –
Puebla” por algunos autores.
Metodología.
Los dibujos de las imágenes en los cráneos fueron los primeros en trabajarse al
ser desenvueltos a partir de algunos bocetos e imágenes trabajadas por el Mtro.
Oswaldo Camarillo Sánchez y fotografías de los restos humanos tomadas desde
distintos ángulos. Al concluir este primer paso, junto con el equipo de trabajo que
se encarga de hacer la investigación con diversas técnicas, se revisaron los restos
óseos, observándose mejor los esgrafiados para completar algunos detalles en los
dibujos. Previo a este paso, ya se les había agregado color a las imágenes
desenvueltas a partir de comparaciones con figuras análogas en los códices
mixtecos, ya que se tuvo la hipótesis de que las imágenes resaltarían mejor al ser
polícromas, mejorando su comprensión. Los resultados fueron presentados en el
XVII Congreso Internacional de Antropología Física, dentro de simposio “Colección
ósea del Museo La Casa del Mendrugo, Puebla”.
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El proceso para desenvolver las imágenes esgrafiadas en los huesos largos y
caracoles fue el mismo que en los cráneos, sin embargo en el presente trabajo
solo se mostrarán los dibujos finales de estos objetos.
Al igual que el método utilizado por Aguilera (1985) en la restitución de los motivos
de la Coyolxauhqui, en donde no se encontraron restos de pigmento como en
algunas partes del monolito; se comenzará por encontrar paralelos de las
imágenes esgrafiadas en los códices y pinturas murales polícromas de la región
de Oaxaca y sur de Puebla, por ser los estilos artísticos dentro de los cuales se
pudieron elaborar las piezas. Posteriormente se discutirá para cada imagen la
razón por la cual se escogió el color que se le puso.
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Finalmente, los colores que se les agregaron a las imágenes de los esgrafiados no
se deben considerar como fuentes obtenidas de los mismos, ya que estos
originalmente no tenían color a diferencia de la coyolxauhqui que si los tuvo;
únicamente se realizará de esta forma para resaltar el sentido naturalista de las
imágenes, característica del arte mesoamericano y para el mejor entendimiento de
la imagen en su totalidad.
Otra diferencia con el trabajo de Aguilera (ídem) es que ella especifica que al
restituir los colores en la coyolxauhqui existirá un margen de error; nuestro trabajo
no tendrá este problema, ya que originalmente los esgrafiados no fueron pensados
con el objetivo de plasmarlos con policromía, únicamente es una propuesta
didáctica para comprender mejor la imagen. Sin embargo se discutirá en el
penúltimo capítulo la importancia del color en el México antiguo, ya que aunque el
color dota a la imagen de un sentido naturalista:
17
Capítulo II
De esta forma podemos decir que la arqueología utiliza formas distintas para
representar gráficamente los datos que recupera, destacando las siguientes
técnicas.
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La primera es utilizada para el registro en el trabajo de campo, ya sea en recorrido
de superficie o excavación, es la más adecuada por tener la característica de
representar con exactitud la información, que posteriormente se analiza e
interpreta. La segunda forma es de tipo artística, utilizada en los inicios de la
arqueología mexicana como herramienta en la descripción de estructuras
arquitectónicas; relieves de muros, estelas o monolitos, pintura rupestre y
petroglifos.
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Dibujo artístico para la representación de los esgrafiados.
Para que los dibujos tengan la característica de representar con exactitud las
figuras y motivos de los esgrafiados sin modificar su imagen original, la
observación constante de la imagen plasmada en la pieza es una parte
fundamental de éste proceso, logrando así que las líneas que forman los motivos
sean copiadas con precisión.
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Descripción del proceso
Por tratarse de restos humanos y todo lo que pueden representar, los cráneos son
las piezas que más despiertan el interés a pesar de que la colección también
cuenta con 17 restos óseos más. No se trata de demeritar la investigación y la
información que pueden arrojar los siete caracoles y los huesos largos. Sin
embargo el proceso que dio origen a la presente tesis comenzó cuando los
primeros investigadores intentaron desdoblar las imágenes esgrafiadas de los
cráneos, además de los trabajos que se han realizado para responder otro tipo de
preguntas en torno a ellos.
Es por lo anterior que en la presente tesis solo se plantea la propuesta del análisis
de las imágenes en los cráneos, ya que los trabajos de investigación del resto de
las piezas aún está en proceso, aunque sí se mostrarán los resultados finales al
aplicar el mismo método comparativo y de proyección que se utilizó en las
imágenes de los cráneos.
Según la pieza, fue diferente el proceso que tenía que realizarse para desdoblar la
imagen, variando la dificultad del dibujo según la irregularidad de la superficie de
cada tipo de objeto. Las imágenes plasmadas se deformarán en distinta medida al
realizar los dibujos utilizando distintas proyecciones.
Al final del penúltimo capítulo se anexan las imágenes de los dibujos desdoblados
y polícromos de los cráneos, huesos largos y caracoles. No se muestran los
dibujos sin color de los dos últimos tipos de pieza, ya que como se había
mencionado solo se mostrará el proceso de las imágenes en los cráneos.
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Los huesos largos
El proceso para desdoblar las imágenes trabajadas en los huesos largos fue
sencillo, su forma cilíndrica facilitaría la proyección de las imágenes esgrafiadas a
lo largo de la diáfisis; solo se tendrían que girar sobre su eje para captar todo el
esgrafiado siendo el único movimiento, a diferencia de las formas en que se tienen
que manipular los cráneos para captar sus escenas trabajadas, por lo cual, al
realizar los dibujos finales se contaba con la mayoría de los bocetos realizados por
el equipo de investigación.
Los caracoles
Al realizar los dibujos de las imágenes trabajadas en los caracoles el proceso fue
más complicado, ya que la proyección fue a partir de una superficies cónico –
espiral.
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Los cráneos
En uno de ellos se puso una tela encima y se pinto con carbón para calcar la
imagen, sin embargo debido a la forma del cráneo, la tela no se pudo adaptar
completamente a su forma y quedaron espacios en blanco o dobleces que
finalmente también modificaban o descontinuaban las líneas. Además, los relieves
que no se debían a los esgrafiados, si no a marcas de procesos tafonómicos o de
las suturas craneales, calcaban trazos que no eran parte de la imagen que se
intentó representar.
Lo que hasta entonces se podía decir del modo en que se efectuaron los
esgrafiados, era que se habían trabajado realizando cortes regulares y continuos
para plasmar las formas y figuras que componían las imágenes completas. Para
cada caso, quien realizó el trabajo, ya sea uno o varios individuos, tuvieron que
adaptar lo que querían representar a la superficie esférica del cráneo.
El proceso para realizar los dibujos desdoblados fue similar al de un mapa que
representa la superficie de la tierra, es decir, a través de una proyección se
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pretende que una imagen plasmada en un objeto tridimensional pueda observarse
en una superficie plana. Es por lo anterior que se utiliza el concepto de proyección
para referirnos también a los dibujos desdoblados.
Cilíndricas
Cenitales
Al surgir este problema me fue asignada la tarea de analizar las imágenes en cada
cráneo para decidir cómo habría que desdoblarlas y acomodarlas horizontalmente
a partir de fotografías tomadas desde distintos ángulos y los primeros dibujos del
Mtro. Oswaldo Camarillo Sánchez.
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parecen estar directamente relacionados con un elemento central; en este caso el
dibujo será el que se tendrá que girar como si tuviéramos el cráneo en las manos
para seguir la secuencia de las imágenes esgrafiadas.
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Figura 5. Cráneo 6, el esgrafiado compone una Figura 6. Inicio del dibujo desdoblado del
alegoría. cráneo 6.
Figuras 5 y 6. Ejemplo de los primeros dibujos realizados por el Mtro. Oswaldo Camarillo Sánchez, en
donde se comienza a observar que no existe una separación clara entre los motivos de los personajes
de los esgrafiados que componen alegorías. Además de que ya se observa que al desdoblar la imagen,
algunos motivos que se han identificado como personajes, carecen de horizontalidad, dibujándose
volteados.
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Después de realizar estos primeros dibujos se había programado una visita para
conocer los objetos. Cuando se revisaron los cráneos había que confirmar si
algunas líneas eran parte de los esgrafiados, marcas de procesos tafonómicos, o
algún otro tipo de corte.
Los dibujos de los huesos largos y caracoles no fueron sometidos a este segundo
proceso, sin embargo se mostrarán los primeros resultados, ya que desde un
principio se había pensado que la policromía ayudaría a comprender mejor las
imágenes, no importando que algunos motivos no contaran con los colores
correspondientes a su significado. El color únicamente iba a aislar las imágenes
para su posterior análisis.
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Figura 8. Cráneo 5.
Figura 9.Dibujo del hueso frontal del Figura 10. Dibujo corregido después
cráneo 5, realizado a partir de de revisar el cráneo junto con el
fotografías equipo de investigación.
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Capítulo III
Una vez que se han realizado los dibujos desenvueltos de los esgrafiados, éstos
se pueden observar en una sola imagen, es entonces que se puede comenzar con
el primer nivel de interpretación: la significación primaria o natural. Para esto se
necesita realizar un inventario de los motivos que se identifiquen como
representaciones de objetos naturales: seres humanos, plantas, animales, objetos
reconocibles etc. Estas representaciones son portadoras de significaciones
primarias o naturales según Panofsky (2008:47-48). De esta forma se comienza
por identificar las formas puras en las imágenes.
Antes de comenzar con el siguiente proceso se le asignó una letra mayúscula del
abecedario a cada cráneo, con el fin de nombrar a los distintos tipos de figuras
asignándoles una clave. Cada una tendrá una letra de los diez cráneos, seguida
de una letra minúscula acorde al tipo de objeto, y finalmente un número que será
el lugar que ocupa el tipo de objeto en el cráneo conforme la escena.
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Formas elementales.
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Unas de las formas elementales más frecuentes en los esgrafiados son los
círculos, aunque estos pueden ser irregulares como en el caso de la forma “2” que
se encuentra en el cráneo A.
En casi todos los cráneos se encuentra un motivo que se compone de dos círculos
concéntricos, se le ha identificado como chalchihuite (forma 3), este elemento
aparece también en el cráneo C (forma 5) y en el I (forma 4), pero con líneas
paralelas que se encuentran entre los círculos concéntricos.
Las formas geométricas como los rectángulos son también frecuentes en los
esgrafiados, con algunas variaciones como en el caso de la forma “17” y “18”. De
igual forma existen muchas figuras que se alargan, pudiendo terminar
redondeadas o en línea recta como en las formas “16”, “24” y “28”.
Otras formas recurrentes son los medios óvalos o círculos, como el caso de las
formas “25” y “26” que son ejemplos de algunas variantes de motivos parecidos
que se caracterizan por ser medios óvalos con una línea en medio, estos pueden
representar plumas blancas, o bien pudieran ser dientes ya que motivos de este
tipo en el cráneo E, están asociados a unas fauces de serpiente (Figura 12) y
podrían representar los dientes de las mismas ya que Hernández (2006) expone
una figura similar y menciona que “se trata de un ojo estelar rodeado por fauces
de serpiente que se orienta hacia las cuatro direcciones. Las fauces se reconocen
por la forma alargada y los dientes” (p.87).
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Figura 12. Elemento iconográfico del cráneo E, que
podría representar fauces de serpiente.
33
Figura 13. Cráneo G.
Forma “19” de la figura 11 que se observar en los círculos concéntricos
del hueso frontal; y se repite tres veces más en la vestimenta del
personaje central.
La terminación de una forma rectangular con dos o más líneas verticales que
cortan parcialmente a la figura como en la forma “14” también son frecuentes en
los esgrafiados, se puede tratar de cuero cortado (Dr. Rivas Francisco,
comunicación personal, 2015) o flores.
Los elementos “20”, “22”, “29”, “21” y “15” son ejemplos de formas humanas que
son identificables a primera vista, aunque cada uno de estas puede variar según la
acción del personaje representado; posteriormente se expondrán los distintos tipos
de rostros, ojos manos y pies.
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Los elementos “6”, “7” y “8” son algunos otros ejemplos de formas que componen
a los motivos artísticos. Y finalmente las formas “9”, “10”, “11” y “12” son ejemplos
de las formas que más se repiten en todos los esgrafiados; son formas curveadas
y alargadas que se enroscan en forma de circulo hacia distintas direcciones
dependiendo del elemento. Se trata de vírgulas, volutas compuestas o simples, y
pueden representar la palabra, el humo, el viento, excremento, sangre o agua.
Corpus iconográfico.
Tipos de rostro.
En nueve de los diez cráneos es posible distinguir con facilidad las figuras
humanas que fueron representadas. Cada personaje además de poseer
características particulares como en los motivos corporales y tocados, se
caracteriza por las formas de sus gestos y características faciales, comenzando
así con la primera categoría de clasificación.
Como se puede observar en la figura 14, los elementos que componen los rostros
se caracterizan por ser representados de distinta manera. En el caso de algunos
ojos sólo se representan con un medio círculo vacío, mientras otros poseen una
figura similar y concéntrica. Otros se caracterizan por estar rodeados de una línea
continua, como en los motivos “Er1 y Er2” o con una línea por debajo, como el
motivo “Br2”. En cuanto a los tipos de nariz que se representan se creé que se
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deben más al estilo del artista que a una característica facial, aunque no se
descarta esta posibilidad.
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Los tipos de boca que contiene nuestro universo, son representados de distintas
maneras con el fin de expresar una característica o acción que comete el
personaje en la alegoría; en algunas ocasiones se representa la boca entreabierta
como en el motivo “Dr3” en donde la boca pose una vírgula de la palabra. De igual
forma en el motivo “Hr1-2” la boca muestra los dientes. Finalmente algunas bocas
son representadas rodeadas de una línea, ya sea que se encuentre de perfil o de
frente como en los motivos “Er3” y “Hr1-2”. El último motivo, se trata de dos figuras
humanas que comparten un mismo tocado, por lo cual podrían ser el mismo
personaje.
Motivos corporales.
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descarnado en la parte del torso. Un elemento que no se incluyó son las bandas
rectangulares que posen muchos personajes en los pies, manos y cintura.
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Objetos en las manos.
Al igual que en la categoría anterior se aprovecha para poner como ejemplo los
diferentes tipos de pies, ya que la forma y orientación de éstos dependerán de la
acción del personaje, algunos pies cuentan con una banda en el tobillo como en el
motivo “Hp”, a otros además de la característica anterior, se les agrega un
rectángulo más por enfrente como en el motivo “Cp”; otros pies se representan sin
estos motivos. El resto de los pies y los elementos asociados se describirán más
detalladamente cuando se realice la descripción formal de la imagen completa.
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Tocados y orejeras.
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Figura 19. Categoría: tocados y orejeras.
Máscaras.
En el caso del motivo “Cm3” se puede tratar de un rostro aislado con una lengua
de fuera o un pedernal.
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Figura 21. Categoría: máscaras.
Asientos/altares.
En casi todos los motivos de esta categoría se piensa que se trata de asientos en
los que algunos personajes se encuentran sentados o sobre ellos. El motivo “Iaa2”
se trata de una forma parecida a un rostro de reptil, mientras el “Faa1” se asemeja
más a un altar. El resto de los motivos de la figura 22 representa formas distintas
en las que algunos personajes se encuentran sentados; los motivos “Baa1” y
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“Daa1” se asemejan, por los dos círculos que contienen. El motivo “Caa1” podría
tratarse de maderos para la quema del bulto mortuorio al que pertenece.
Otros/Universo.
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debido a que no se sabe con certeza que representan las formas o a que
categoría podrían pertenecer.
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Capítulo IV
Los diez cráneos fueron nombrados anteriormente con las primeras diez letras
mayúsculas del abecedario, de tal forma que se comenzará la descripción en
orden ascendente comenzando con el cráneo A; las imágenes de los dibujos
desenvueltos se anexan al principio de los apartados. Sin embargo la descripción
se realiza como si se estuviera observando la imagen en el cráneo.
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Cráneo A
Figura 24. Dibujo desenvuelto del cráneo A realizado por: Diego Armando López Hernández.
Realizado a mano alzada con lápiz y remarcado con plumón negro sobre papel amate. El material
sobre el que se dibuja se eligió con la finalidad de agregarle color a la imagen con pintura acrílica, con
el objetivo de que el proceso fuera didáctico y estético.
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Como se había observado en la figura 2, el esgrafiado comienza justo arriba de la
cresta de las orbitas en el hueso frontal, en donde se encuentran tres figuras que
pueden ser plumas.
Por encima hay dos hileras de figuras en forma de óvalos irregulares, la primera
fila cuenta con cinco de estas formas y la de arriba con cuatro. Arriba hay una
forma alargada con una línea en medio que comienza en la parte izquierda y
termina antes de cortarla por la parte derecha.
Hacia la parte de arriba del hueso frontal se encuentra una figura que se puede
identificar como una vírgula o voluta. Antes de llegar a los parietales se
encuentran cinco figuras circulares acomodadas en fila de forma horizontal; a la
izquierda del último conjunto se encuentran tres formas alargadas y dos circulares,
por debajo de las últimas, un motivo parecido a los que se encuentran arriba de
las órbitas que se han identificado como plumas. Continuando hacia abajo se
encuentra un motivo pequeño en forma de riñón y dos formas irregulares
parecidas a las que se encuentran a su derecha.
Por el lado inferior izquierdo de la imagen, algunas líneas se pierden conforme van
avanzando hacia abajo, ya que es la parte del cráneo que se hunde hacia los
huesos temporales, siendo difícil percibir las trayectorias deformadas de las líneas,
pero parecen ser formas ovales o rectangulares acomodadas en hilera hasta dar
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inicio a una forma alargada y enroscada como vírgula. A la izquierda, seis motivos
redondos en forma de arco cubren al motivo enroscado.
La imagen muestra
semejanza con el
cráneo A, sobre
todo en los
elementos centrales
y los de la parte
derecha o Izquierda
del hueso frontal.
50
Cráneo B
Figura 26. Dibujo del esgrafiado en el cráneo B. Realizado por Diego Armando López Hernández en papel amate.
51
A diferencia del esgrafiado anterior en el que diversas figuras componen una
imagen, en el cráneo B se trata de tres formas humanas, sin embargo, al trasladar
las imágenes a un plano en los primeros bocetos, dos de los personajes hacen
que se pierda la horizontalidad en la alegoría, ya que aparecen volteados.
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El siguiente personaje se encuentra con la cabeza agachada por debajo de la
mano de la figura del hueso frontal, cuenta con un tocado rectangular con una
línea que lo divide horizontalmente y tres verticalmente formando ocho
rectángulos, por encima de este motivo se encuentra una vírgula.
53
Finalmente cabe resaltar que debido a la forma esférica del cráneo, el tocado de
éste último personaje toca la cabeza del primero que no cuenta con tocado. Sin
embargo, la razón por la que se ha decidido dibujar de esta forma es que cada
personaje se encuentra esgrafiado en cada hueso, comenzando por el frontal,
parietal derecho y finalizando en el izquierdo, a pesar de que el rostro del primer
personaje invade un poco los parietales.
54
Cráneo C
Figura 27. Dibujo del esgrafiado en el cráneo C sobre papel amate. Dibujo realizado por Diego
Armando López Hernández.
55
La composición de las imágenes esgrafiadas a trabajar, se asemeja con las del
cráneo anterior, ya que se trata de tres individuos y un motivo probablemente
faunístico, trabajados de tal forma que al girar el cráneo mantienen una
horizontalidad.
Una vez más se piensa que la escena comienza en el hueso frontal en dónde se
observa a una figura humana con algunos motivos. Se encuentra con el rostro de
perfil mirando hacia la izquierda, aunque solo se logra ver su ojo y nariz, ya que su
cabeza se encuentra cubierta con una máscara de algún tipo de animal,
probablemente felino. En el borde de la cara y el tocado se encuentran unas líneas
paralelas que se extienden por arriba del rostro del personaje en forma de
triangulo hasta cerrar nuevamente. Cuenta también con un motivo sobre la
cabeza, donde se observa una vírgula y de ella sale una forma alargada que
termina en tres picos. La máscara contiene también una orejera de donde se
desprende hacia abajo un motivo con dos pequeñas líneas inclinadas hacia dentro
en la parte de abajo; posteriormente un anillo sale del último motivo. A lo largo del
pecho tiene un motivo, y por debajo cuatro plumas de distintos tamaños.
Hacia abajo cuenta con dos bandas que terminan en una especie de falda que se
asemeja a un plumón de sacrificio como ya se había mencionado con anterioridad
en la figura 11 al hablar de la forma “27”. Se encuentra sólo una pierna
representada que tiene en el tobillo una banda y lo que parece un cuero, los
brazos los tiene extendidos y porta objetos en ambos; en el izquierdo tiene una
lanza, o un arma larga con punta, en la mano izquierda sostiene un objeto redondo
que contiene un anillo y unas puntas que lo rodean.
56
porta un objeto; se trata de un figura alargada y curveada en forma de escuadra
con sus tres extremos como vírgula ya que por la parte de arriba se bifurcan
dando una inicio a cinco rectángulos y una vírgula que lo rodean.
Además de la orejera con los motivos rectangulares también se observa una forma
alargada que termina con una especie de anillo. Enfrente del rostro del personaje
se observa claramente un cráneo, por debajo del mismo una figura rectangular
con dos bordes redondeados por la parte de abajo, hacia la izquierda un círculo
con figuras rectangulares por arriba y abajo; finaliza hacia la derecha con un
motivo rectangular que termina en tres puntas.
57
Cráneo D
Figura 28. Dibujo extendido del cráneo D, papel amate realizado por: Diego Armando López Hernández.
58
Una vez más el esgrafiado comenzará a describirse por el hueso frontal, aunque
en este caso se encuentran dos figuras humanas que se miran de frente. El de la
derecha es un personaje con un tocado de ave y dos vírgulas alargadas que se
extienden sobre su espalda, una orejera con dos motivos triangulares y una
circular; su mano se encuentra estirada con la palma hacia abajo, se puede
observar sus dos piernas aunque carece de cintura, en los tobillos cuenta con una
banda y otra más por enfrente, detrás de su pierna izquierda se encuentran dos
motivos rectangulares con dos pequeñas líneas verticales en su parte final,
aunque no se observa una división aparente entre éstos y su cuerpo.
59
evidente, el último personaje mencionado se encuentra relacionado con el del
parietal izquierdo, se trata de una figura que se encuentra sobre un asiento que
contiene dos círculos y tres pequeñas líneas verticales en la parte de abajo, al
igual que varios personajes esgrafiados de la colección, cuenta con bandas en los
tobillos, cintura y en la mano, misma que también porta un objeto compuesto de
vírgulas alargadas, aunque el cuerpo mantiene una horizontalidad cuando se gira
el cráneo, su cabeza da la apariencia de estar levantada, de su orejera sale una
figura redondeada, una rectangular, así como una vírgula alargada.
Aunque la posición del cuerpo en el personaje del parietal derecho podría sugerir
que somete al personaje del otro parietal, la forma de representar su
horizontalidad también podría indicar que se encuentra en una posición semejante
a la de algunos personajes representados en los códices mixtecos (figura 29).
60
Cráneo E
Figura 30. Dibujo desdoblado del cráneo E. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
61
El dibujo extendido se decidió realizar respetando la perspectiva que se observa
en el cráneo si se estuviera viendo desde una posición cenital con el hueso frontal
hacia nosotros.
Cuatro rectángulos largos y paralelos de cada lado rodean el rostro del personaje
hasta llegar a su tocado por la parte de arriba. Este se compone quizá de dos
cráneos encontrados, o bien, una figura zoomorfa, parecida a una serpiente o
lagartija; por los lados cuenta con vírgulas y una figura triangular y escalonada.
62
En el parietal izquierdo se observa otro rostro mirando de frente con
características faciales similares al del personaje del hueso frontal, cuenta orejeras
compuestas en forma de chalchihuites y un tocado zoomorfo, que podría tratarse
de las fauces de una serpiente. De cada lado del tocado cuelgan dos plumas
largas con una línea en medio.
63
Cráneo F
Figura 31. Dibujo del cráneo F. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
64
Una vez más la alegoría comienza con un personaje en el hueso frontal mirando
hacia la izquierda, el cuerpo se encuentra de perfil, sus piernas parecen
representar movimiento en la figura, ya que se encuentran ligeramente flexionadas
y separadas una de otra; los dedos de los pies tienen una curvatura notable. Se
encuentra con su brazo y la mano extendida, en donde porta un pequeño objeto
compuesto en su parte de arriba por una figura puntiaguda y una vírgula, por
debajo la figura es entre redondeada y rectangular, con una línea en medio como
una pequeña pluma. Su rostro cuenta con una orejera con plumas y vírgulas;
cuenta con un tocado compuesto por un objeto largo y enroscado en sus puntas
que contiene seis pequeños círculos, posteriormente salen dos vírgulas que caen
por su espalda.
El objeto que porta el personaje del parietal derecho al parecer es una especie de
ofrenda para la figura que se encuentra a continuación en la secuencia de la
alegoría. Se trata de una especie de altar o asiento del que se desprende una
figura que termina en forma de vírgula, probablemente se trata de unas fauces, en
donde se pueden observar un numeral tres. El personaje que se encuentra en la
parte de arriba se trata de una cabeza con la boca delineada y con la lengua de
fuera, puede tratarse también de un cuchillo de obsidiana o pedernal; cuenta
también con una orejera con motivos en distintas direcciones.
65
Cráneo G
Figura 32. Dibujo desdoblado del cráneo G. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
66
El dibujo extendido que se mostrará a continuación se realizo usando el mismo
método que en los dibujos de los cráneos A y E, es decir, una proyección cenital.
Se desdoblo la imagen siguiendo la secuencia de la imagen al girar nuestra vista
hacia arriba del cráneo.
El resto del esgrafiado continúa hacia los parietales, en donde se encuentra una
figura central de la cual se desprende el resto de las formas. Se trata de un círculo
que contiene un elemento que podría ser la representación de un cuerpo celeste,
ya que se trata de dos círculos concéntricos del cual salen seis formas alargadas,
parecido a un elemento que se encuentra en el códice Vindobonesis lamina 48
(figura 34) aunque la figura en el cráneo es un poco burda.
Hacia los lados de la figura antes descrita se encuentran motivos simétricos que
podrían representar flores, de las que salen adornos y plumas. Por la parte de
arriba también se encuentra un chalchihuite y unas vírgulas.
67
Figura 33. Códice Vindobonensis,
lámina 48.
Representación de un cuerpo
celeste, motivo semejante al que
se encuentra esgrafiado en el
cráneo G.
68
Cráneo H
Figura 32. Dibujo desdoblado del cráneo G. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
69
A diferencia del resto de las imágenes esgrafiadas, en el caso del cráneo H la
escena no comienza exactamente en el hueso frontal, si no a la altura de la sutura
sagital, en una pequeña porción del parietal izquierdo, y se extiende hacia el
hueso frontal y parietal derecho.
Sobre el tocado que comparten los personajes, se encuentra una motivo con
forma de media luna con puntas enroscadas, este elemento también se encuentra
asociado con el personaje que se extiende hacia el parietal izquierdo, es por eso
que en la mano de éste, la figura se encuentra marcada con lápiz, ya que podría
pertenecer o estar asociadas con ambas figuras.
Finalmente, si seguimos la escena en dirección a los motivos que salen del pie del
personaje derecho, nos encontramos con la figura humana del parietal izquierdo
que se encuentra apoyada sobre su rodilla izquierda. La forma de representar esta
70
posición también la podemos encontrar en los códices mixtecos como en la lámina
8 del reverso del códice Nuttall.
71
Cráneo I
Figura 37. Dibujo desdoblado del cráneo I. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
72
El dibujo del cráneo “I” al igual que la mayoría de las imágenes desenvueltas se
trata de una proyección cilíndrica, sin embargo se va a diferenciar, ya que la
escena comenzará con la figura del lado izquierdo de la imagen que se encuentra
esgrafiada en el hueso frontal, mirando hacia el parietal izquierdo.
Se trata de una figura humana con atributos zoomorfos que se encuentra sentada
sobre un asiento con respaldo; al parecer este elemento se trata de una cabeza de
reptil estilizada. El personaje que se encuentra sentado tiene una máscara, ya que
su boca se asemeja a un pico de ave, en donde también se observa un circulo; su
tocado está compuesto por vírgulas, orejera con motivos colgantes, dos círculos
concéntricos con ocho pequeñas líneas que rodena el espacio entre estos, y un
diseño rectangular con líneas verticales.
Las figuras humanas que están esgrafiadas en los parietales están relacionadas
directamente entre sí, ya que se encuentran realizando una acción. El personaje
que se encuentra sobre un asiento con respaldo de formas redondeadas, cuenta
con unos motivos en forma de vírgulas que salen de su cabeza, aunque no existe
una línea que divida el rostro y el tocado; se observa también una orejera con una
pluma, además de un collar con dos círculos. No se pueden observar sus manos
ya que están cubiertas, aunque parece que se encuentra de brazos cruzados,
enfrente de su cuerpo hay una vírgula colocada verticalmente. Su cabeza se
encuentra ligeramente levantada, ya que un personaje la toca con un elemento
que porta en la mano. Esta tercera figura se encuentra en una posición parecida a
la del personaje del cráneo D, es decir, se encuentran con la cabeza en dirección
al piso, como si cayeran del cielo. Porta un tocado con vírgula y plumas, una
orejera con pluma, un collar con cuatro círculos, una banda con líneas cruzadas
en la cintura, y dos numerales fuera de su cuerpo, uno en la cabeza y otro bajo
sus pies.
Los asientos sobre los que se encuentran los personajes del frontal y parietal
derecho contienen líneas que se cruzan, formando numerosos rectángulos.
73
Cráneo J
Figura 38. Dibujo desdoblado del cráneo J. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
74
Una vez más se trata de una proyección cilíndrica que comienza en el hueso
frontal en la parte derecha de la imagen, en donde se observa un personaje con
una máscara o rostro de ave, ya que se puede ver un pico alargado, cuenta con
cuatro dientes y una pequeña vírgula que sale de su boca. Tiene cuatro plumas
que salen por la parte de atrás de su rostro; cuatro círculos, un medio ovalo y una
vírgula en la parte de arriba de su cabeza, sus brazos se encuentran levantados a
la altura de su rostro, el izquierdo se encuentra estilizado en forma de voluta en la
parte del hombro, y el derecho cuenta con tres medias lunas, parecidas a las que
se observan en los penates mixtecos. El resto de su cuerpo se encuentra
descarnado ya que se logran ver sus costillas, la última de su lado derecho se
encuentra estilizada en forma de vírgula.
Se observa que sobre su nariz porta un pico de ave de donde sale una vírgula, de
su orejera salen cuatro plumas, su brazo se encuentra extendido con la mano
hacia el piso, de ella sale una vírgula y algunos motivos de los cuales se
identifican algunas plumas, cuenta con bandas en la mano, en la cintura y en los
pies, por la espalda corre un motivo rectangular que se ha identificado como un
posible cuero cortado, la figura de su cuerpo se encuentra representada de perfil,
por lo cual se observa solo una porción de la pierna izquierda, dando la apariencia
de que la figura se encuentra en movimiento, debajo de sus pies se encuentran
cuatro círculos.
75
palma hacia arriba, por arriba y enfrente de su rostro se encuentra una vírgula con
un círculo en su parte de arriba. Encima de la nariz de la figura zoomorfa del
tocado se encuentra un motivo desconocido compuesto de una figura oval y lo que
parece ser una pequeña pluma, por detrás del mismo elemento se observan dos
plumas largas, y otros motivos que corren hasta debajo de su cintura en donde
porta una banda, al igual que un circulo y otro par de líneas que curvean hacia
detrás de la parte de arriba de su pierna izquierda.
76
Capítulo V
77
La iconografía como herramienta.
La descripción pre-iconográfica,
El análisis iconográfico
La interpretación iconológica.
78
La iconografía constituye una descripción y clasificación de las imágenes, además
se trata también de una investigación subalterna en donde se “nos informa sobre
cuándo y dónde determinados temas específicos recibieron una representación
visible a través de unos u otros motivos específicos” (ídem, p.50). De esta forma,
la iconografía nos puede ayudar a fijar fechas y lugares de procedencia de obras
artísticas, así como su autenticidad.
Para entender el pleno significado de una obra, es necesario conocer acerca del
estilo en que se muestra y de las fuentes del tema que representa “el estilo de un
tiempo histórico modela al tema... El tema actúa sobre la forma, la forma revela al
estilo, y el estilo modela el tema.” (De la Fuente, 2003, p.44)
Periodo
Lugar
Sistema social y político
Religión o credo
Materiales y técnicas
79
En donde se advierte la afinidad entre la imaginación creativa del artista y sus
circunstancias geográficas, históricas y temporales según De la Fuente (ídem).
Al ubicar los esgrafiados en los cráneos dentro de un estilo artístico, los elementos
que configuran al estilo definido podrán ayudarnos a responder cuestionamientos
que surgen al tratarse de piezas descontextualizadas, hablándonos acerca del
posible periodo y lugar al que pertenecieron, así como el sistema político y
religioso de la sociedad dentro de la cual fueron creados.
Sin embargo, se debe tener cuidado con lo anterior, ya que al definir a una obra
como perteneciente a un estilo, no necesariamente se encontrará dentro del
sistema social, político y religioso del grupo cultural con el que se identifica.
Quedará esperar a que nuevas investigaciones traten de corroborar los resultados.
De esta forma hemos ubicado el estilo artístico de los esgrafiados en los cráneos
como perteneciente a la tradición iconográfica y estilística Mixteca-Puebla definida
por Nicholson (1994). No obstante abordaremos un poco de la historia y
discusiones en torno a este concepto, así como las características que lo definen.
Posteriormente se mostrarán las coincidencias y diferencias con el estilo de los
esgrafiados en los cráneos.
80
1960, H.B. Nicholson debatió el concepto Mixteca-Puebla que Vaillant definía
como una “cultura”, siendo más útil definirlo en términos estilísticos e
iconográficos. Lo clasificó como un “estilo horizonte” que se manifestó en el último
periodo del mundo mesoamericano. Nicholson redefinió el concepto Mixteca-
Puebla al plantearlo como una tradición estilística e iconográfica, además se
ocupo de definir algunas características, sobre todo de los aspectos iconográficos.
81
Mixteca Baja, en la región de Acatlán Puebla, alrededor del año 700 d. C., para
emerger por completo para después del 800 d. C. en Cholula.
En 1956 las características que habían sido planteadas por H. B. Nicholson fueron
enriquecidas por las críticas de Donald Robertson que prefería el término
“mixteco”, sobre Mixteca-Puebla. Sin embargo sus aportes en cuanto a las
consideraciones estilísticas fueron importantes, como la definición de la “línea
marco” característica de las obras identificadas como pertenecientes a la tradición
Mixteca-Puebla (Escalante, 1996). Robertson realizó aportaciones de gran interés
para la caracterización de las mismas manifestaciones que Nicholson agrupaba
para la tradición Mixteca-Puebla.
Robertson siempre sostuvo que los mixtecos habían sido los creadores de la
tradición, ya que este grupo étnico había sido de gran importancia en el
Postclásico mesoamericano, sin embargo, Nicholson consideraba que no había
evidencia suficiente para afirmar que los mixtecos habían sido los creadores de la
tradición.
82
1. Se utiliza el concepto Mixteca-Puebla para aludir a una tradición estilística e
iconográfica que se extendió por varias regiones de Mesoamérica en el
Posclásico. Los soportes fundamentales de esta tradición fueron la pintura
sobre muros, cerámica y códices, el bajorrelieve en piedra y hueso, y el
esgrafiado en turquesa (Escalante y Yanagisawa, 2008. Escalante, 2010).
Las áreas de color quedan encerradas por una gruesa línea oscura,
generalmente negra, a la que Robertson denomino “línea-marco”. El color
se aplica con la misma intensidad en toda la superficie, sin sombras, sin
desvanecimientos. El uso de la línea marco y de las intensas y
homogéneas manchas de color favorece la sensación de que los objetos
representados están compuestos de partes semiautónomas o susceptibles
se separarse como en un rompecabezas (ídem).
83
La figura humana carece de proporciones naturales; la cabeza cabe sólo de
dos a tres veces en la distancia que va del cuello a la planta del pie de los
personajes representados. Los rostros suelen tener una nariz grande y
proyectada hacia el frente y dientes muy ostensibles; es en particular
frecuente la exhibición de los dientes del maxilar. La vejez se indica
dejando a la vista un solo diente, y la muerte, con el parpado cerrado. La
oreja presenta una forma rígida y esquemática que llamaremos “de hongo”.
Las uñas de las manos suelen ser grandes y vistosas. Las sandalias
también resultan muy ostensibles y generalmente son grandes, en
comparación con el grosor de las piernas. Los dedos de los pies se curvan
y se proyectan hacia abajo al terminar la suela de la sandalia (Escalante,
2010, pp. 39-40).
También se logran ver con frecuencia los ojos estelares, el disco solar y los
rayos solares, chalchihuites, caracoles segmentados, los signos ollin e ílhuit
y los diseños conocidos como xicalcoliuhqui y xonecuilli. La figura humana
puede aparecer completa o parcialmente. También algunas
representaciones más o menos esquemáticas de montañas y arquitectura
(ídem).
Otras características que definen los mismos autores (citadas de Bribiesca 2009 y
Yanawisaga, 2005) son las siguientes:
84
La relación entre los objetos representados es una relación conceptual.
En el hueso frontal se encuentra un personaje con las características del estilo Mixteca-Puebla, ya
que se puede observar que su cuerpo carece de proporciones naturales, la cabeza cabe casi dos
veces del cuello a los pies; su nariz es grande y proyectada hacia el frente.
85
Una vez dadas las características generales de la tradición iconográfica Mixteca-
Puebla veremos cuáles son las que coinciden con los esgrafiados en los cráneos.
86
imágenes faltantes pueden ser revisadas en las imágenes proyectadas del
capítulo anterior.
También se observa que la relación entre las figuras en los esgrafiados es una
relación conceptual, como en la figura 40 donde podemos observar dos
personajes unidos por el mismo tocado.
En el parietal derecho se
encuentra un personaje que
muestra los dientes como en la
tradición Mixteca-Puebla.
87
Figura 41. Fotografía del cráneo F. Personaje Figura 42. Fotografía del cráneo C
con los pies curveados.
Máscara de jaguar del personaje esgrafiado en el
hueso frontal. De igual forma se logra ver un
motivo parecido a un plumón de sacrificio en la
parte de abajo en los atavíos de la figura.
88
Figura 43. Fotografía del cráneo F.
89
Las fechas en las que la cerámica polícroma llega a Oaxaca son más tardías. “Los
datos de la Mixteca Baja indican que esta región recibió la tradición Mixteca-
Puebla ya desarrollada, hacia finales del Posclásico temprano… hasta el momento
no hay huellas de una génesis local de la tradición Mixteca-Puebla en la Mixteca
Baja” (ídem, p.631). Para la Mixteca Alta no hay registros anteriores al año 1200 d.
C.
90
el posclásico tardío esta tradición se extendió por casi toda Mesoamérica. Al no
saber de qué región cultural en particular provienen, tampoco podemos saber con
precisión el tipo de sistema social y político de la cultura que los creo.
A pesar de que las imágenes esgrafiadas mostraban mucha semejanza con los
códices mixtecos y la tradición iconográfica Mixteca-Puebla, había otras figuras
que no se lograban identificar, por lo cual la analogía del color resultaba ser más
difícil. Fue entonces que se decidió ampliar el campo de comparación,
basándonos en la iconografía de otras temporalidades plasmadas en materiales
procedentes de Teotihuacán, Monte Albán y la región de Oaxaca en general,
sobre todo en pintura mural, trabajo en piedra y hueso.
91
Al continuar buscando imágenes cromáticas análogas en otros estilos artísticos
como los desarrollados en Teotihuacán, Monte Albán y Oaxaca, se comenzaron a
observar semejanzas con otro tipo de imágenes. Se había visto anteriormente que
el esgrafiado del cráneo A se asemeja bastante con el cráneo trabajado en un
contexto del área maya en Kaminaljuyú (Kidder et. al. 1946) y de igual forma se
encontraron algunas semejanzas con el arte zapoteco y teotihuacano.
Fotografía: Martínez López et. Al. 1995, tomada de De La Fuente y Fahmel 2005.
92
Las bandas alargadas y las vírgulas del dintel de Huitzo se asemejan a muchas de
las formas que componen los esgrafiados; el motivo que se encuentra hacia la
derecha, se parece bastante al objeto que porta en las manos el segundo
personaje del cráneo C. El dintel se encuentra en los valles centrales de Oaxaca,
casi en los limites con la Mixteca. La tumba a la que pertenece se ha fechado para
la fase Chila o periodo Postclásico tardío (1250-1521 d. C.) (ibíd.).
93
Al sur Santiago Juxtlahuaca y Tecomaxtlahuaca en el estado de
Oaxaca.
Al este claramente el pueblo de Santa María Miquixtlahuaca en el
distrito de Huajuapan de León” (Rodríguez, 1999, p. 1).
Las inscripciones del estilo ñuiñe contienen mensajes cortos. Sin embargo
Christopher L. Moser (1977) en su tesis doctoral que realizó en la universidad de
California “plantea que el estilo de escritura e iconografía ñuiñe es un antecedente
de lo que más tarde sería el Mixteco” (Rodríguez, 1996, p. 80).
94
el tiempo sólo se ha podido establecer con base en el estilo que tienen las
representaciones y convenciones que aparecen plasmadas en las inscripciones
ñuiñe” (Rodríguez, 1999, p.2).
Algunas de las posibles características del estilo ñuiñe que encontramos en los
esgrafiados son las siguientes:
95
- La composición de algunas figuras en el cráneo A se asemejan al glifo
calendárico del lagarto.
- Presencia de vírgulas decorativas.
- Posibles glifos calendáricos como el del año, representado en la cabeza del
personaje del cráneo F y el de caña en el cráneo G.
- En la mano derecha del personaje esgrafiado en el frontal del cráneo C,
porta una figura semejante a la representada en el sistema de escritura
ñuiñe que denota una acción, dicho motivo se trata de un objeto rodeado de
un contorno con picos.
- La forma de representar los ojos como dos óvalos concéntricos, es otra
característica del estilo ñuiñe, como se puede observar en el personaje del
parietal izquierdo en el cráneo F.
96
1994:81, citado de Escalante y Yanagisawa), ya que aunque se logran identificar
algunas características de estilos regionales como el de la Mixteca Baja o el
zapoteco, que los situaría en el Clásico Tardío, los esgrafiados ya contienen
muchas semejanzas con la tradición estilística e iconográfica Mixteca-Puebla. En
cuanto a la vírgula con los rectángulos que se observa del lado derecho del dintel
en Huitzo, este motivo ya había sido representado de forma similar en Xochicalco
para el Epiclásico. (Caso, 1967). El cráneo que tiene semejanza con las imágenes
del dintel en Huitzo podría ser más tardío.
Es por todo lo anterior que se propone a la Mixteca Baja como una región
probable a considerar para el estilo cultural de algunos cráneos. En cuanto a la
temporalidad de estos objetos, se propone que se encuentran entre el 750 d.C. y
el 1200 d.C. es decir, entre el Clásico Tardío y el Postclásico Temprano.
Cabe mencionar que después del problema que implicó definir el estilo artístico y
cultural de los cráneos, se prefiere utilizar el término tradición iconográfica
Mixteca-Puebla.
97
Capítulo VI
Una vez que se intentó realizar una descripción detallada de las imágenes
esgrafiadas para poder agregarles color, se tuvo que realizar un análisis
iconográfico según la metodología de Panofsky, fue entonces que nos
comenzamos a dar cuenta que algunos colores podían no ser los más adecuados,
por lo cual se tenían que cambiar.
Como ejemplo de lo anterior ponemos el caso del personaje del extremo izquierdo
del dibujo del cráneo C. Cuando se realizó una visita junto con el equipo de
investigación al lugar donde se encontraban los cráneos, con motivo de preparar
98
las ponencias que se presentarían en el Congreso Internacional de Antropología
Física, Juan Comas en la ciudad de Colima, México; el Dr. Emiliano Melgar hizo la
observación de que los personajes esgrafiados en los parietales izquierdos de los
cráneos B y C, se trataban de bultos mortuorios, sin embargo los rostros ya habían
sido pintados de color ocre, ya que se pensó en un principio que se trataba de una
figura humana representada con vida. Durante el tiempo en que se realizó el
presente trabajo se mantuvo la duda de las figuras mencionadas, ya que se había
observado en la iconografía de los códices mixtecos que la representación de
algunos bultos mortuorios poseían el rostro del personaje pero con los ojos
cerrados, que indica que se está muerto.
Cuando estaba a punto de concluirse el proceso que daría origen a la tesis, conocí
al Dr. Manuel Álvaro Hermann, quién me invito al Taller de Códices que impartía
en el CIESAS. En una sesión, al pasar unas diapositivas observé una imagen en
la lámina 42 del códice Nuttall que me sorprendió (figura 45), ya que tenía mucha
semejanza con los personajes esgrafiados en los cráneos mencionados
anteriormente. El parecido con el personaje del cráneo C era mayor, por lo cual
pregunté acerca de la imagen, a lo cual el Dr. Manuel Hermann (comunicación
personal, 16 de marzo del 2016) respondió que se trataba de un bulto mortuorio.
Al continuar buscando los colores adecuados para los dibujos, se decidió que
fueran menos coloridos que los anteriores, ya que nos dimos cuenta que la
excesiva variedad de color en los motivos de las primeras imágenes proyectadas,
hacía que se perdiera la composición de la imagen en algunos casos. Aunque no
siempre se encontraron imágenes análogas en la iconografía de los códices y
99
pintura mural, se prefirió usar un solo color para el conjunto de figuras que
componían algunos motivos. De esta forma, aunque no siempre se tenía la
certeza de que color podía ser el más adecuado, la elección de cualquiera
delimitaba la forma, además de que visualmente lograba clasificar las imágenes
semejantes. Es por lo anterior que se mantuvo la propuesta de presentar los
dibujos desdoblados como imágenes polícromas.
Figura 45.
Lámina 42 del códice Nuttall en donde se puede observar del lado derecho la
figura de un bulto mortuorio, muy semejante a la figura que se encuentra
esgrafiada en el parietal izquierdo del cráneo C.
100
La importancia del color en el México antiguo.
Sin embargo, siempre se pensó que realizar imágenes policromas de las figuras
en los cráneos era buena idea, ya que su estilo permitía que se pudiera agregarles
color basándonos en la tradición iconográfica Mixteca-Puebla.
101
El tipo de línea con el cual fueron trabajados, tenía la misma función que la “línea-
marco” definida por Robertson para la tradición que dominó el Postclásico; de esta
forma, las figuras que componen las imágenes dan la apariencia de ser
autónomas, como piezas de rompecabezas al igual que el estilo de la tradición
Mixteca-Puebla; además, varios motivos eran semejantes con algunas figuras
encontradas en los códices mixtecos, por lo cual, a través de la analogía con las
imágenes plasmadas en estos materiales y la pintura mural de diferentes regiones
de Oaxaca y el México antiguo, es posible agregarle el color correspondiente al
posible significado de la mayoría de las figuras.
102
entorpece el análisis del contenido temático y significado de las imágenes
esgrafiadas.
Elección de colores.
Los primeros dibujos de las imágenes en los cráneos se basaron en los colores y
tonos que se utilizaron en los códices de la tradición Mixteca-Puebla, sin embargo
los segundos cuentan con distintos tonos que se han observado en la pintura
mural y códices, según se acomodarán a la imagen. A pesar de que en el México
antiguo se utilizaron diversos tonos, en las imágenes proyectadas solo se utilizo el
rojo carmín, amarillo medio, ocre, café, dos tonos de azul, dos tonos de verde,
negro y blanco. Los colores se utilizaron de acuerdo al significado de los motivos
que se lograron reconocer y conforme la imagen lo permitía; además de la
preferencia del artista.
103
A pesar de que el cuerpo humano aparece pintado de distintos colores en algunos
personajes de los códices mixtecos, se ha preferido mayoritariamente el color ocre
para los personajes, ya que es el color más cercano al tono de la piel natural; en
algunos casos se prefirió otro color, la razones se harán explicitas al describir el
proceso para cada imagen. Otro color que se ha preferido es el blanco para casi
todas las representaciones de plumas con una raya en medio, ya que se han
identificado como plumas blancas según Hernández Gilda (2005). Además este
color se prefirió cuando no se sabía con seguridad el significado de algunas
imágenes.
104
mencionado, las imágenes parecen indicar que pueden ser anteriores a la
consolidación del estilo Mixteca-Puebla.
Finalmente los dibujos finales fueron realizados sobre papel amate y pintura
acrílica, manejando las combinaciones de los colores primarios para crear los
tonos deseados.
Elección de tonos
Los colores y tonos con los que contarán nuestras imágenes obedecen más al
significado de las formas, así como cuestiones estéticas.
105
Cráneo A
Figura 46. Acrílico sobre papel amate. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
106
La composición de la imagen central en el esgrafiado del cráneo A tiene
semejanza con el ojo de reptil o lagarto, por tal motivo se prefirió pintar la imagen
mayoritariamente de verde, por ser el color con el que se identifica dicho animal.
Se puede observar que la forma trabajada es diferente a la mayoría de los
cráneos, ya que no se compone de personajes en alegorías.
Figura 47.
El color rojo que se observa en el motivo superior fue agregado debido a que se le
asocio con la representación de un elemento icónico y numérico relacionado con
el planeta Venus y la constelación de Orión denominado mariposa-tortuga
107
(Romero, M. A. et al., 1998) en el que se le puede observar representado de color
rojo al igual que en algunas formas semejantes en los códices mixtecos, como en
la lámina 34 del códice Caso (figura 47). Cabe resaltar que la imagen de este
cráneo guarda mucha semejanza con la del cráneo hallado en Kaminaljuyú en el
área maya.
Aunque se puede observar que los motivos de la lámina 34 del códice Colombino,
son representados de distintos colores, se prefiere utilizar el rojo por lo que se
menciono anteriormente, además de cumplir la función de contrastar mejor por ser
una composición diferente al resto de las formas.
La función principal del color en este dibujo es resaltar los distintos motivos que lo
componen, aunque se piensa que la estética de la imagen se ve afectada; para
evitarlo podría ser más adecuado utilizar uno o dos colores.
108
Cráneo B
Figura 48. Acrílico sobre papel amate. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
109
Los colores que fueron agregados en la imagen desdoblada del cráneo B se irán
describiendo de derecha a izquierda, comenzando con el personaje esgrafiado en
el hueso frontal.
Para las bandas que se encuentran en sus muñecas, cintura y pies se colocó el
color blanco, aunque los motivos de los pies aparecen en los códices mixtecos de
color rojo, pero estos cuentan además con una sandalia. Se preferirá utilizar el
color blanco para estos objetos ya que algunos bragueros y otras formas
parecidas se representan así.
Los colores en los motivos que porta como tocado y le cuelgan hacia la espalda,
se basaron en el tocado de un personaje colocado del lado inferior izquierdo en la
lamina 31 del Códice Colombino (figura 49).
Figura 49.
Personaje en el códice
colombino con un tocado
trasero similar al del
personaje del hueso frontal
del cráneo B.
110
Sin embargo, se puede observar que difieren a partir de la banda ovalada de color
azul, ya que en nuestro personaje un motivo se alarga dando como origen a lo que
parece ser una flor, por eso se colorea de amarillo, ya que es el color que más se
utiliza para estos objetos naturales. Hacia abajo se observa otro motivo parecido
pero más rectangular que se ha identificado como una posible cuero cortado (Dr.
Francisco Rivas, comunicación personal, 2016) que sale de dos bandas
rectangulares. Siempre que se observen este tipo de motivos en el resto de los
esgrafiados se pintarán de rojo y azul; amarillo en la parte rectangular con dos
líneas. Ésta figura se repite constantemente.
Finalmente los dos círculos que están colocados debajo del personaje fueron
pintados de azul, ya que muchas de estas formas aparecen así en los códices
mixtecos, sin embargo no se sabe si eran parte de un asiento, ya que aunque
existe una línea que lo delimitaría como se observa en el dibujo, esta no cierra en
el esgrafiado, por tal motivo el supuesto asiento se pintó de blanco, con la
intención de que no resaltará hasta no estar seguros de identificarlo como tal.
111
Figura 50. Códice Vienna, lámina 25.
Personajes con motivos parecidos a los que porta en la cabeza el primero personaje del
cráneo B.
112
se encuentra la mayoría de las veces de rojo, como también se puede observar en
la figura 50, el color amarillo se eligió para pintar los contornos del mismo, ya que
también se observa este color en ese tipo de figuras.
(Foto: C. Rodríguez
Horta, 2004)
tomada de De La
Fuente, B., 2005).
113
Cráneo C
Figura 52. Acrílico sobre papel amate. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
114
En el primer personaje de derecha a izquierda en la imagen proyectada del cráneo
C podemos observar algunas formas ya descritas con sus respectivos colores, en
cuanto a la máscara que porta se ha pintado de amarillo por identificarse con la
forma de una cabeza de jaguar, el objeto que porta en la mano derecha es
semejante a una representación del sistema ñuiñe, sin embargo se prefiere pintar
de blanco, ya que no se sabe exactamente que representa.
La última figura tiene mucha semejanza con el bulto mortuorio que se encuentra
en la lámina 42 del códice Nuttall, como se puede observar en la figura 45. Sin
embargo difiere en algunas formas, ya que nuestra figura no cuenta con el círculo
en la mejilla que indica que se trata de una máscara, sin embargo se asume que
así lo es, por lo cual el rostro está pintado de azul. De igual forma el motivo que se
asemeja a los maderos para quemar al bulto son pintados de café, y los diseños
con los que cuenta de blanco, no se asemejan mucho al amarre del códice Nuttall
porque se encuentran estilizados, además de portar un chalchihuite pequeño,
115
seguramente se trata de lo mismo. En el bulto del códice Nuttall, también se
observa que las plumas del tocado son de diversos colores como se puede
observar en el Dzono de nuestra imagen, sin embargo, para el tocado de la figura
del cráneo se prefirió utilizar solamente el amarillo debido a que demasiados
colores en la imagen podrían alterar su composición, además de que existen
tocados semejantes de color amarillo como se eligió pintar en nuestra imagen. Lo
anterior se puede observar en un personaje de la lámina 39 del códice Colombino
en la figura 53.
Se puede observar que el tocado del personaje en el cráneo cuenta con tres
figuras alargadas, se pintan de verde por pensarse que son plumas. También se
puede observar que por debajo del su rostro se encuentra un motivo que
representa un chalchihuite, este tipo de figuras las podemos encontrar en
116
abundancia en los códices mixtecos, como los diseños que porta un personaje en
la lámina 28 del códice Vienna en la figura 54.
Figura 54.
117
Cráneo D
Figura 55. Acrílico sobre papel amate. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
118
La forma de aplicar los colores en el dibujo desdoblado del cráneo D fue distinta a
la mayoría de los cráneos, ya que en esta ocasión se prefirió el color amarillo para
la piel de los personajes, debido a que en la figura humana del extremo derecho,
se puede observar que la composición de su cuerpo es un poco particular, ya que
su pierna izquierda comienza justo por debajo de la mano que tiene extendida;
además de que entre su cuerpo y los motivos de su espalda no hay una
separación.
En el primer dibujo que existió de esta imagen se pintaron de colores distintos los
motivos antes mencionados, sin embargo, al ver que el color amarillo era el
apropiado para esta clase de figuras como ya se había visto anteriormente, y
observar que este color también era utilizado para representar la piel, se prefirió
pintar a todos los personajes de esta imagen con este tono, ya que de agregarles
distintos colores, podría sugerir un significado distinto.
El ocre es aplicado en formas que antes fueron pintadas de otro color en nuestras
imágenes, por la misma razón que las figuras que fueron pintados de rojo. Sin
119
embargo, este color es muy utilizado en los códices mixtecos como el Vienna y el
Nuttall, en donde no se puede observar el verde; probablemente éste color lo
sustituía. Lo anterior se puede observar en las figuras que contienen imágenes de
las láminas de los códices mencionados.
La figura que porta el tercer personaje en el cuello se trata de un collar, por lo cual
fue elegida con algunos de los colores típicos representados en los códices para
estos motivos.
120
Cráneo E
Figura 56. Acrílico sobre papel amate. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
121
Anteriormente se había mencionado que la figura que se encuentra en el centro de
las tres figuras antropomorfas del esgrafiado del cráneo E, ha sido identificado
como la representación de unas fauces de serpiente, por lo cual se ha elegido el
color verde, aunque también las serpientes son pintadas de distintos colores como
el rojo, amarillo y ocre en los códices mixtecos. El tono utilizado será semejante al
del reverso del códice Nuttall al igual que en otras imágenes proyectadas de los
cráneos.
Figura 57.
Lámina 1 del reverso del códice Nuttall, en donde se aprecia el color verde.
También se pintan de verde los tocados de los tres personajes, ya que pueden
representar serpientes, por la lengua en la figura de la izquierda del glifo central, y
el tocado de las fauces abiertas en el personaje de la derecha. Con respecto al
122
último motivo hay elementos semejantes en el códice Bodley, del lado izquierdo de
la escena en la figura 58.
123
Cráneo F
Figura 59. Acrílico sobre papel amate. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
124
Las figuras antropomorfas esgrafiadas en el cráneo F, se pintaron conforme a lo
que se ha venido describiendo anteriormente, sin embargo, por cuestiones
estéticas se prefirió pintar de verde las figuras identificadas como plumas largas,
ya que además del blanco, existen de otros colores como el ocre en el códice
Vienna, o de verde en otras representaciones.
Existen formas que antes no se habían descrito, la primera de ellas se trata del
tocado o máscara que porta el personaje de en medio de la escena, es pintado
con dichos colores ya que su forma se asemeja al glifo del año en forma de
trapecio, como se ha representado desde la escritura ñuiñe hasta los códices del
Posclásico. En cuanto al adorno que porta, la forma que se asemeja a una flor se
pintó de acuerdo a un elemento parecido en la lámina 8 del Códice Colombino.
(Figura 60). Aunque éstas formas de la naturaleza también se encuentran en otros
colores.
125
La figura que se encuentra por debajo de la cara del personaje de extremo
izquierdo, puede tratarse de un elemento arquitectónico como un altar, no se
encontró una forma exactamente igual, sin embargo su composición lo sugiere, es
por tal motivo que eligió pintarse de blanco y rojo, como los elementos
arquitectónicos de los códices mixtecos. La figura alargada en forma de vírgula
podría tratarse de fauces de animal de la tierra, por eso se pinto de verde; los
numerales que tiene enfrente se pintaron de tres colores como se observa en
algunas escenas de los códices.
126
Cráneo G
Figura 61. Acrílico sobre papel amate. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
127
Como ya se había mencionado, la composición de la imagen esgrafiada en el
cráneo G es distinta a la mayoría de las imágenes.
Al igual que el esgrafiado del cráneo A, se trata de muchas figuras que componen
una imagen completa. Sin embargo en este caso podemos identificar algunas de
esas formas por lo cual se cree conveniente agregarle policromía.
En el esgrafiado del cráneo podemos observar una figura humana con motivos en
su cuerpo, que se pintaron conforme a lo que se ha venido explicando, las figuras
verticales y rectangulares que se encuentran a sus costados son pintadas de
amarillo ya que pueden representar alguna especie de amarres, puede tratarse de
algo semejante a los elementos que se encuentran por debajo de los bultos, que
es el material con el que se quemaban, esto explicaría el por qué las primeras
figuras del frontal contienen muchas volutas. Al respecto de estas figuras, Von
Winning (1987) menciona para la iconografía de Teotihuacán, que estas formas
con la punta hacia arriba pueden tratarse de la representación de humo en color
gris, o flamas en color rojo, ya que solamente en representaciones a color pueden
distinguirse (p.20). El mismo autor (ídem) nos comenta al seguir hablando del
mismo tema, que los signos a pesar de tener una forma idéntica pueden tener
significados diferentes.
Es por la razón anterior que las vírgulas de esta primera parte del esgrafiado
también podrían pintarse de rojo, aunque estas no se encuentran con la punta
hacia arriba, sin embargo en las imágenes proyectadas restantes veremos
algunas volutas que sí cuentan con esta característica.
128
contarán con los mismos colores. De esta figura salen cuatro figuras parecidas a
las plumas blancas, de entre cada par se desprende una figura parecida a la
representación del día 13 en el sistema calendárico ñuiñe, se trataría del día caña,
por lo cual se prefiere pintar de amarillo, además de que al poderse tratar de una
flor también sería el color adecuado.
129
Cráneo H
Figura 62. Acrílico sobre papel amate. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
130
En cuanto a la imagen esgrafiada en el cráneo H, se tiene la diferencia con
respecto a los demás cráneos, que no se encuentra ninguna figura completa
trabajada en el hueso frontal. Los personajes que están dándose la espalda y
compartiendo el mismo tocado se pueden observar entre el parietal derecho y el
frontal. En cuanto a los colores con los cuales se pintaron no hay mucho que decir,
ya se ha explicado el por qué del color para las figuras; el asiento del personaje de
la derecha fue pintado así por asemejarse a la forma del rayo-trapecio.
Del pie del personaje de la derecha sale una forma escalonada que sube hacia
una figura parecida a una montaña; de la mano del mismo personaje sale una
vírgula con la pansa hacia abajo que se encuentra arriba de la forma que se ha
identificado como cerro o montaña, por su semejanza con formas análogas en los
códices.
Hacia arriba y sobre el parietal izquierdo ésta la figura de un personaje; los colores
de él habían sido pintados en un principio con los colores típicos de las formas,
eligiendo el color verde en el tocado por asemejarse a una serpiente, sin embargo,
además de que podemos observar serpientes rojas en ambos lados del códice
Nuttall, como se puede observar en la figura 63.
Figura 63. Lámina 12 del reverso del códice Nuttall y lámina 13 del lado donde narra la vida de 8 venado.
131
Hermann Manuel (2005) nos menciona acerca del concepto de la serpiente de
fuego, asociada a un atributo del sacerdote sacrificador en la mixteca. Como se
puede observar en nuestra imagen, el personaje sostiene en su mano derecha un
objetos con puntas en su exterior, que podría tratarse de un arma para sacrificar;
con respecto a su tocado, aunque se asemeja a una serpiente, cuenta con una
especie de picos en su cabeza, razones por las cuales se quiso experimentar con
la imagen y la pintura que puede llevar, conforme a la interpretación.
El cuerpo del personaje, excluyendo los pies, manos y rostro, fue pintado de negro
debido a que es otra característica de los sacerdotes en los códices mixtecos.
132
Cráneo I
Figura 64. Acrílico sobre papel amate. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
133
Con respecto a los colores con los cuales se pintó la imagen proyectada del
cráneo I, se pueden observar muchas formas que ya se han descrito antes, por lo
cual se pintan con los colores que ya se venían utilizando.
Es en este cráneo vemos una vírgula de forma vertical, por lo cual en esta ocasión
se pinta de rojo al pensarse que se trata de la representación de una flama,
además de que el personaje que se encuentra asociado con esta figura por tenerla
enfrente, pudiera tratarse de un bulto mortuorio, ya que su cuerpo se representa
de forma extraña, pareciera que se encuentra envuelto, debido a que los pliegues
de sus dedos del pie no se representan, lo mismo que sus extremidades
superiores. Su rostro tiene vírgulas en la cabeza que no se separan de su cara,
por lo cual se decide pintar de amarillo, como ya se había mencionado, este color
es aplicado para la piel de muchos personajes en los códices; o bien por tratarse
de un bulto y representar una máscara de un material precioso, este color también
sería adecuado.
Con respecto al personaje de la izquierda podemos ver que los colores que porta
corresponden al tipo de imagen que antes se ha descrito. Sin embargo, el
personaje se encuentra sobre un asiento con una forma que no se había visto
antes, al parecer se trata de un trono en forma de reptil, aunque se encuentra
demasiado estilizado, como no se encontró una figura análoga en la iconografía
revisada, se prefirió pintar de verde por asemejarse a lo antes dicho. En cuanto a
los cuadros que forman las líneas que se cruzan tanto en su asiento como en el
del personaje de la derecha, se prefiere pintar de amarillo por la probabilidad de
que puedan representar esteras o petates. Otra opción y las más probable para
estas figuras se observa en la figura 63 en el cuerpo de la serpiente, ya que se
puede observar unas líneas que se cruzan pintadas del mismo color.
134
Cráneo J
Figura 65. Acrílico sobre papel amate. Realizado por: Diego Armando López Hernández.
135
Finalmente los colores con los cuales se pinto la imagen del cráneo J, se utilizaron
en muchas formas antes ya vistas, al igual que en el cráneo F, por cuestiones
estéticas se prefiere pintar a las plumas de verde. El pico de ave que portan los
dos primeros personajes de la derecha, son pintados de amarillo por ser el color
correspondiente.
136
Huesos largos.
137
Figura 67. Hueso 3. Acrílico sobre papel amate.
138
Figura 69. Hueso 5. Acrílico sobre papel amate.
139
Figura 71. Hueso 7. Acrílico sobre papel amate.
140
Figura 73. Hueso 9. Acrílico sobre papel amate.
141
Figura 75. Hueso 11. Acrílico sobre papel amate.
142
Figura 77. Hueso 13. Acrílico sobre papel amate.
143
Figura 79. Hueso 15. Acrílico sobre papel amate.
144
Figura 81. Hueso 17. Acrílico sobre papel amate.
145
Caracoles
Figura 82. Caracol 1. Acrílico sobre papel amate. Realizado por Diego Armando López Hernández.
146
Figura 83. Caracol 2. Acrílico sobre papel amate. Realizado por Diego Armando López Hernández.
147
Figura 84. Caracol 3. Acrílico sobre papel amate. Realizado por Diego Armando López Hernández.
148
Figura 85. Caracol 4. Acrílico sobre papel amate. Realizado por Diego Armando López Hernández.
149
Figura 86. Caracol 5. Acrílico sobre papel amate. Realizado por Diego Armando López Hernández.
150
Figura 87. Caracol 6. Acrílico sobre papel amate. Realizado por Diego Armando López Hernández.
151
Figura 88. Caracol 7. Acrílico sobre papel amate. Realizado por Diego Armando López Hernández.
152
Consideraciones finales.
La idea de realizar las proyecciones de los esgrafiados en los cráneos a través del
dibujo a mano, con la finalidad de obtener las imágenes que se pintarían de
acuerdo a los colores de los códices mixtecos; había sido el primer ejercicio
didáctico para analizar los motivos que integraban los esgrafiados de los objetos a
estudiar.
El dibujo artístico fue la herramienta que se utilizó para desplegar las imágenes
esgrafiadas en un plano. A lo largo del proceso nos dimos cuenta que los errores
que se cometían, obligaban a rectificar numerosas veces en las fotografías de los
objetos, logrando así que las imágenes fueran más fáciles de memorizar para
identificar las figuras análogas cuando se consultaron los códices mixtecos y otras
obras del México antiguo.
153
clasificadas como pertenecientes a esta tradición. Lo anterior fue una diferencia
con el estudio de las imágenes trabajadas en el cráneo descontextualizado
definido por Javier Urcid (2011) de estilo Mixteca-Puebla. Ya que el enfoque de la
tesis permitió analizar si era adecuado clasificar los cráneos o definirlos como
pertenecientes a este estilo artístico; aunque en la misma obra (Sánchez P. Rivera
A. y Castillo M. 2011) Jansen Marten define el estilo Mixteca-Puebla de la imagen
trabajada, como un estilo horizonte.
154
entorpecido interpretaciones futuras se tuvo que cambiar; había sido pintada
pensado que se trataba de la representación de un personaje en su estado de
vitalidad. Sin embargo el motivo descrito anteriormente se trataba de una máscara
funeraria (Hermann Manuel, comunicación personal, marzo, 2016). Fue entonces
que decidió pintarse con un tono azul, como el color que contiene la máscara de la
imagen del bulto mortuorio representado en el códice Nuttall.
El ejemplo anterior puede tratarse de uno de los motivos que contiene más
semejanza con una imagen polícroma encontrada en la tradición iconográfica
Mixteca-Puebla, ya que la imagen en el dintel de la tumba hallada en la colonia
Viva Cristo Rey cerca de San Pablo Huitzo, es de estilo bícromo, característico del
Posclásico en los valles centrales (800-1250 d.C.) (Lombardo, Sonia, 2008).
A pesar de que se volvieron a pintar algunas imágenes con tonos más acordes a
su significado, jamás se pretendió saber que colores hubieran tenido de haberse
creado con esta intención, ya que originalmente no tenían una policromía. Y de
haber poseído algún color, probablemente hubiera sido el rojo, como se puede
apreciar en algunos cráneos y huesos largos. Lo anterior coincidiría con el color
que más se utilizaba al pintar los restos humanos en el México antiguo.
155
la posibilidad de que las investigaciones futuras puedan sugerir algunos cambios
en la policromía.
“El uso ritual de los restos humanos era una práctica frecuente entre los
pueblos prehispánicos de Oaxaca y de Mesoamérica en general. Cada
parte del cuerpo poseía una carga simbólica, por lo que al momento de
fallecer, algunas secciones del individuo eran especialmente estimadas, ya
sea porque estaban relacionadas con el culto a los ancestros o por tener un
valor como reliquia” (p.57).
156
Figura 89. Imagen bicroma del cráneo A.
157
Bibliografía
Bernal, I. (1966). Caracoles de la costa del golfo y pacífico solicitados por los
pueblos prehispánicos. En Boletín INAH número 24. México. INAH.
158
De La Fuente, B. (2003). El arte, la historia y el hombre, arte prehispánico de
México: estudios y ensayos. Tomo I. México D.F.: El Colegio Nacional.
159
León, R. M. (2000) Memoria VII foro anual docencia, investigación, extensión y
difusión: El dibujo arqueológico. Universidad Veracruzana.
Nessi, A.O. (1968). Técnicas de investigación en la historia del arte. Buenos Aires:
ed. NOVA.
160
Seler, E. (2004). Las imágenes de animales en los manuscritos mexicanos y
mayas. México. Edición y estudio preliminar Brígida von Mentz, Casa Juan Pablos.
161