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"AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN Y LA

IMPUNIDAD"

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

ESCUELA DE EDUCACIÓN INICIAL

VII
TEMA:
“CRIANZA DE LOS NIÑOS DE LA TEORÍA A LA PRACTICA Y
SON ÚTILES LAS ESCUELAS PARA PADRES”

PRESENTADO POR:

OLIVA LUDEÑA, JUDIT


PARDO ANCAJIMA, ASTRID
PINGO GARCÍA, MARY
ZARATE SERRANO, SHYRLEY

DOCENTE:
Dr. MEZA OLIVERA, MAURO PABLO

TRABAJO QUE CORRESPONDE A LA ASIGNATURA DE SALUD


PEDIÁTRICA

Tumbes – Perú

2019
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN

I. Crianza de los niños de la teoría a la práctica.

La familia es la primera fuente de socialización de los niños, transmite hábitos, valores,


normas sociales e información de modelos a seguir. Para crecer los hijos necesitan
sentirse seguros, amados, apreciados.

En los procesos de crianza los primeros encargados de establecer pautas son los padres,
si bien los diferentes profesionales que pueden aportar al proceso son importantes, pero
su función es orientar y acompañar a los padres, en el descubrimiento del propio
desarrollo del niño.

Cuando se habla de desarrollo implica todas las etapas por la que pasa un ser humano
desde el momento de la concepción, pero en el proceso de crianza juega un papel
importante la forma en que fueron criados los padres y por tanto como fue su desempeño
como hijos.

La sociedad en la cual se desarrollan los niños, niñas y adolescentes de hoy se encuentra


permeada por la diversidad de tecnologías y los cambios sociales que hacen que el
tiempo que se dispone para que sus padres los acompañen en el proceso de crianza se
torne en una disputa por ganar o ceder ante la posibilidad de terminar siendo qué tipo de
padre o madre.

II. Son útiles las escuelas para padres.

La Escuela de Padres surge la posibilidad de estimular la participación activa y el esfuerzo


por contrarrestar los problemas que se presentan en la familia y en la sociedad, se trata
de promover una educación preventiva y eficaz, no podemos educar “apagando fuegos”,
es importante “perder el tiempo” hablando de la educación de nuestros hijos.

La Escuela de Padres contribuye al encuentro y reflexión de manera colectiva sobre la


tarea educativa que se realiza con los hijos. En la educación no existe un modelo único
ni exclusivo, debemos adaptarnos a cada hijo y a sus circunstancias. Madres y Padres,
mediante la escucha y presencia activa, participarán y dialogarán aprendiendo unos de
los otros y compartiendo experiencias e inquietudes.
Capitulo I.
CRIANZA DE LOS NIÑOS DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA.
1.1. Situación problemática:

La socialización de la primera infancia se produce mediante prácticas de crianza,


entendidas como la forma en que el adulto (por lo general los padres o cuidadores) orienta
el desarrollo del niño o la niña y le trasmite un conjunto de valores y normas que les
facilitarán su inserción al grupo social a lo largo de su vida. La familia como grupo social
influye en el desarrollo socio afectivo de todos sus integrantes en especial de los niños y
niñas, ya que estos aprenden durante la primera infancia los modelos, normas y
habilidades sociales necesarias. Por esta razón, los factores que inciden en el desarrollo
de los niños y las niñas pueden variar, de ahí la importancia de identificar la influencia de
la familia y de estas pautas de crianza en el desarrollo de los más pequeños durante la
primera infancia. Cada vez es más aceptado el hecho de que la primera infancia es un
periodo único en el desarrollo humano convirtiendo a los padres y/o cuidadores en figuras
de relevancia vital.

En este sentido las prácticas de crianza pueden tener efectos no solo inmediatos sino
también duraderos en el desarrollo infantil; asegurar el desarrollo de los niños y niñas
requiere que los padres y/o cuidadores enfrenten el reto de buscar un equilibrio entre sus
competencias y habilidades parentales. De esta manera, en el presente artículo
desarrollamos algunos resultados acerca de las diversas prácticas de crianza utilizadas
en dos municipios del departamento de Caldas, resultados que pretenden ser un punto
de partida para la comprensión entre las relaciones y las narrativas familiares frente a la
crianza durante la primera infancia y su relación con los comportamientos pro sociales,
como base para el diseño de una intervención educativa que potencialice las
competencias y habilidades parentales.

1.2 DEFINICIONES DE ESTILO DE CRIANZA PARENTAL.

A mediados del siglo XX, se dio mayor énfasis al estudio de los estilos de crianza parental
hasta convertirse hoy en un término utilizado en diferentes disciplinas como la psicología,
pedagogía y sociología. El término estilos de crianza ha existido desde la antigüedad, sin
embargo, los estudios de dicha variable se caracterizan por los constantes giros y
cambios de terminologías que se dan como consecuencia de los cambios culturales y
sociales a lo largo del tiempo (Álvarez, 2010).
Hablamos de “estilo” cuando las conductas tienen permanencia y estabilidad en el
transcurrir de los años, aunque puedan sufrir modificaciones, ya sea por la edad y/o etapa
de desarrollo de los hijos (Climent, 2009).

En este sentido, Darling y Steinberg (1993) señalan que el estilo de crianza parental
puede ser entendido como una constelación de actitudes hacia los hijos, que le son
comunicadas y que crean un clima emocional perjudicial o beneficioso de acuerdo al
estilo que el padre aplique, donde se manifiestan los comportamientos de los padres.
Estos comportamientos incluyen tanto las conductas con las que desarrollan sus propios
deberes de paternidad, como cualquier otro tipo de comportamientos como gestos,
cambios en el tono de voz, expresiones de afecto, etc.
Comellas (2003) indica que los estilos de crianza son formas de actuar y que derivaban
de criterios propios de la familia, donde se identifican las respuestas que los adultos dan
a sus hijos ante cualquier situación cotidiana, toma de decisiones o su forma de proceder.

En tal sentido, Céspedes (2008); Papalia, Wendkos, Duskin (2005) y Sordo (2009)
coinciden en señalar que los estilos de crianza parental son un conjunto de conductas
que ejercen los padres en los hijos; siendo los padres los principales responsables de
brindar cuidado y protección, valores, actitudes, roles y hábitos desde la infancia hasta la
adolescencia. De esta manera ejercen su función biológica, educativa, social, económica
y de apoyo psicológico durante el proceso de desarrollo.
El Instituto Nacional de Salud Mental (2009) define al estilo de crianza como un conjunto
de conductas y actitudes que ejercen los padres hacia sus hijos en las diferentes etapas
de desarrollo, donde son evaluadas a través de experiencias pasadas.

Finalmente, Jiménez y Muñoz (2005) mencionan que los estilos de crianza parental son
la conglomeración del actuar de los padres frente a las conductas de sus hijos y que estos
influyen en la toma de decisiones y resolución de conflictos en el futuro; de manera que
crean un modelo que ayuda a regular las conductas y a marcar los límites.

En conclusión, los autores definen los estilos de crianza como el conjunto de


comportamientos, actitudes, ideas, formas y estrategias que los padres utilizan en la
formación de sus hijos durante el proceso de desarrollo, generado un clima emocional
que constituye la relación padre - hijo.

1.3 ESTILOS DE CRIANZA SEGÚN DIANA BAUMRIND.

La crianza es el resultado de una transmisión transgeneracional de formas de cuidar y


educar a niños y niñas, definidas culturalmente, las cuales están basadas en normas y
hábitos. La crianza se manifiesta mediante tareas específicas que definen la
administración de la vida cotidiana dentro del hogar, que determinan el manejo del
espacio, la comunicación y los hábitos. Basada en los planteamientos de Baumrind, quien
analizó las diferencias en los estilos parentales y los efectos que los diferentes tipos de
padres tienen sobre la crianza de un niño, es una psicóloga clínica y evolutiva cuyo
trabajo sobre estilos de crianza es innovador, incluso décadas después de que ella
publicó sus estudios en 1966, 1967 y 1971 sobre los efectos que los diferentes tipos de
padres tienen sobre la crianza de un niño. En su estudio, "Child Care Practices
Anteceding Three Patterns of Preschool Behavior" se citan los siguientes estilos de
crianza: autoritarios, democráticos y permisivos.

Esta clasificación surgió a partir de una investigación con 134 niños y niñas menores de
3 años, en la cual se buscaba conocer los estilos de educación familiar y las
consecuencias de estas en la personalidad de los niños. Esta investigación evidenció que
los estilos familiares promueven la madurez y el autocontrol, fomentan en los niños más
madurez y competencia que las pautas de padres autoritarios y disciplinados, con
abundantes restricciones, o con ausencia total de normas.
1.3.1 Autoritario.
Teniendo en cuenta los planteamientos de Baumrind, los padres autoritarios son rígidos
y controladores, exigen mucho y no ofrecen suficiente calidez ni responden a las
necesidades del niño, es decir, “el niño tiene que hacer lo que se le dice”. Si el niño
pregunta por qué, la respuesta es: “Porque yo lo digo”. Los padres se basan en la
disciplina firme, y el niño tiene muy poco control sobre su vida, lo que genera en él
inseguridad y dificultad para completar las tareas. Estos niños pueden ser difíciles,
retraerse socialmente y no formar relaciones de confianza con facilidad. Baumrind afirma
que los hijos adolescentes de padres autoritarios son propensos a tener dificultades en
la escuela, carecen de iniciativa y podrían ser hostiles hacia sus compañeros.

1.3.2 Democrático.
Los padres democráticos establecen altas expectativas, sin embargo, a diferencia del
padre autoritario, estos son sensibles a las necesidades de sus hijos. Estos padres son
flexibles, escuchan y dan consejos. Baumrind afirma que los hijos de padres
democráticos son los más probables de los tres estilos de tener resultados positivos.
Estos niños son autosuficientes, tienen una alta autoestima y son populares entre sus
compañeros. Los padres democráticos animan a sus hijos a ser independientes y firmes,
además de ser respetuosos con los demás. Estos padres se basan en la razón y no en
la fuerza, explican las reglas y escuchan a sus hijos estableciendo expectativas
razonables. El estilo de crianza autoritario tiene en común con el estilo democrático que
ambos son ricos en el establecimiento de límites y en sus expectativas de
comportamiento maduro; sin embargo, difieren en la comunicación y calidez que
promueve este estilo contrario a la contundencia de los padres autoritarios.

1.3.3 Permisivo.
Los padres permisivos ofrecen cantidad de calidez, pero no fijan límites. Dejan que sus
hijos hagan lo que quieren, y así estos niños pueden crecer sin la comprensión de la
sociedad que busca imponer límites a su conducta. Como resultado de esto, los niños de
padres permisivos a menudo crecen frustrados por sus intentos de funcionar dentro de
las expectativas de la sociedad. Según Baumrind, el efecto que tienen los padres
permisivos en estos niños es el de convertirlos en impulsivos, sin el manejo del
autocontrol, y podrían no tener experiencia en el moldeo de sus deseos a las expectativas
de los demás, lo cual dificulta la adaptación a la vida adulta.

1.4 ESTILOS DE CRIANZA PARENTAL DEFINIDO POR MACCOBY Y MARTIN.

A diferencia de éstos autores, Darling y Steinberg (1993) consideraron las variables de


desarrollo psicosocial, logro escolar, destrezas interiorizadas y conductas problemáticas.
Los resultados encontrados demostraron que los adolescentes que percibían a sus
padres como autoritativos mostraban elevadas puntuaciones en competencias
psicosociales y más bajas en conductas problemáticas; a diferencia de los hijos que
percibieron a sus padres como negligentes. En cuanto a los adolescentes con padres
autoritarios se evidenció medidas razonables de la obediencia a los adultos, pero con
autoconcepto desvalorado. Por el contrario, se halló que los adolescentes de padres
indulgentes presentaron un fuerte autoconcepto, pero con mayor tasa de abuso de
sustancias tóxicas y de malas conductas escolares. De forma más específica en la etapa
de adolescencia Steinberg reportó las siguientes tres dimensiones en los estilos de
crianza que están sustentados teórica y empíricamente:
1.4.1 Compromiso: viene a ser el grado en que el adolescente percibe conductas de
acercamiento emocional, sensibilidad e interés que provienen de sus padres.

1.4.2 Autonomía psicológica: es el grado en que los padres manejan estrategias


democráticas, no restrictivas y respaldan la individualidad y autonomía en los hijos según
la etapa en que se encuentre el adolescente.

1.4.3 Control conductual: es el grado en que el padre es percibido como controlador o


supervisor del comportamiento del adolescente.

Al relacionar las tres dimensiones, Steinberg planteó cinco estilos de crianza parental que
a continuación se desarrollará:

a. Autoritativo: se caracterizan por ser padres orientados racionalmente, es decir


que les interesa el buen comportamiento del hijo y a la vez les preocupa que el
niño/a se sienta amado y valorado. Además, exigentes con las normas, escuchan
a los hijos, se desenvuelven en una relación “dar - recibir”, mantienen altas
expectativas, son afectuosos, monitorean activamente la conducta sus hijos, y les
proveen de estándares de conducta en un contexto de relaciones asertivas, más
que restrictivas o intrusivas.

b. Autoritario: Estos padres controlan mucho a sus hijos, pero les ofrecen poco
apoyo emocional. Imponen normas rígidas, afirman su poder sin cuestionamiento,
a menudo usan la fuerza física como coerción o como castigo. Cabe señalar que,
para estos padres la obediencia y el respeto son los valores más importantes de
la vida. Además, son altamente exigentes, demandantes y directivos, y muestran
bajos niveles de expresiones afectivas. Están orientados hacia la afirmación del
poder y la búsqueda de la obediencia conllevándoles a ser altamente intrusivos.

c. Permisivo: son padres que permiten que los hijos regulen sus propias actividades
con poca interferencia. El grado de afectividad y responsabilidad es mayor al grado
de exigencia y disciplina que brindan a los hijos. Generalmente no imponen reglas,
los hijos toman sus propias decisiones sin consultar usualmente a los padres.

d. Negligente: son aquellos padres que muestran poco o ningún compromiso con su
rol. No ponen límites a sus hijos porque no hay un verdadero interés por hacerlo.
Les faltan respuestas afectivas o de control conductual en situaciones diarias y/o
en aquellas en que se requieren.

e. Mixto: son padres que se desenvuelven de diferentes maneras al relacionarse con


los hijos, por ello se caracterizan por ser impredecibles e inestables. Al respecto,
Estévez, Jiménez y Musitu (2007) sostienen que el resultado de este estilo, trae
consigo hijos inseguros, rebeldes e inestables.
1.5 MODELOS TEÓRICOS DE ESTILOS DE CRIANZA.

a) Modelo de Diana Baumrind (1971). Una de las pioneras en el estudio de los estilos
de crianza fue Baumrind, licenciada en filosofía y psicología, quien realizó diversas
investigaciones en preescolares y sus padres con el objetivo de conocer el impacto de
pautas de conducta familiares en la personalidad del niño. Menciona la existencia de tres
variables paternas básicas en la formación de los hijos: el control parental, la
comunicación e implicación afectiva (Barrero, Calle y De la Espriella, 2012; Berger, 2016).

Además, Baumrind (1967) realizó un estudio longitudinal en 134 niños y niñas menores
de 3 años escolarizados. Los datos fueron obtenidos a través entrevistas a los padres y
madres, al mismo tiempo y a través de la observación de la conducta de sus hijos. Para
ello dividió a los niños en tres tipos de estructura personal según su conducta:

Estructura I: eran competentes, contentos e independientes, confiados en sí mismos y


mostraron conductas exploratorias.

Estructura II: eran retraídos, medianamente confiados, con poca tendencia a la


aproximación y, en cierto modo, inseguros y temerosos.

Estructura III: se manifestaban inmaduros y dependientes, bajo autocontrol y falta de


confianza en sí mismos.

Al correlacionar estas características de la personalidad con los estilos de crianza en la


familia, obtuvo la siguiente “tipología tripartita”:

1. Padres autoritativos: existe control firme, con exigencia de ciertos niveles de


madurez y buena comunicación con los hijos. También dirige las actividades del
hijo haciendo uso del razonamiento y la negociación, donde considera los
derechos y deberes de los hijos, lo que Baumrind denomina “reciprocidad
jerárquica”.

2. Padres autoritarios: se caracterizan por ser menos cuidadosos y atentos con sus
hijos en comparación con otros grupos. Además utilizan medidas de castigo o de
fuerza colocándolos en un papel subordinado que restringe su autonomía.
3. Padres permisivos: son afectuosos y atentos, sin embargo establecen poco
control y escasas demandas de madurez en sus hijos, dotando al menor de gran
autonomía. Además, los límites son escasos y evita el uso de restricciones y
castigos.

Finalmente, concluyó que el estilo autoritativo es el que muestra mejores resultados en


cuanto a la adaptación de los menores y es caracterizado por la comunicación
bidireccional (padres – hijos) y el desarrollo de la autonomía. Además, dejó de usar el
término “competencia” para describir el comportamiento del hijo y lo reemplazó por
“acción”, refiriéndose a él como la tendencia a tomar la iniciativa, asumir el control de las
situaciones, hacer el esfuerzo de tratar de resolver los problemas que surgen a diario.
b) Modelo bidimensional de MacCoby y Martin (1983). En la reformulación de
MacCoby y Martin (1983) reinterpretan las dimensiones propuestas por Baumrind,
redefiniendo los estilos de crianza en base a dos aspectos:

1. Control o exigencia (demandingness): presión, número de demandas, grado de


restricción y supervisión que ejercen los padres hacia sus hijos para que alcancen
los objetivos y metas establecidas. También son caracterizados por ser represivos,
controladores y críticos; como consecuencia, los hijos se muestran irritables,
tristes y poco amistosos.

2. Apoyo o sensibilidad (responsiveness): se refiere a la expresión de amabilidad


y cariño que se transmite a los hijos. Y a la capacidad de respuesta de los padres
ante las necesidades de los hijos, siendo capaces de establecer reglas y normas,
fortaleciendo el apego seguro y el adecuado autoconcepto.

Según estos autores, de la combinación de las dimensiones mencionadas y de su grado,


se obtienen cuatro estilos de crianza parental: estilo autoritario – recíproco, autoritario -
represivo, permisivo - indulgente y permisivo – negligente; siendo estos dos últimos
estilos la división realizada por MacCoby y Martin del estilo permisivo de Baumrind. Es
importante mencionar que Baumrind considerada al estilo permisivo como un tipo de
maltrato. A continuación se desarrolla la tipología planteada por MacCoby y Martin:

a. Autoritario – recíproco: es la unión del control fuerte y la implicación afectiva


hacia los hijos.

b. Autoritario – represivo: los padres se caracterizan por un control fuerte pero no


se implican afectivamente con sus hijos.

c. Permisivo – indulgente: en este estilo los padres ejercen un control laxo, sin
embargo hay implicación afectiva.

d. Permisivo – negligente: el control es débil y su afecto no es expresado hacia sus


hijos.

c) Modelo integrador de Steinberg (1993). En cuanto a los estudios realizados de los


modelos de estilos de crianza, fueron varios autores que trataron de establecer los estilos
de crianza. Siendo Baumrind, la primera en identificar tres estilos diferentes: padres
autoritarios, democráticos y permisivos, estos fundamentados en el tipo de control
ejercido por los padres hacia los hijos. Posteriormente, en base a este modelo Maccoby
y Martín establecieron un modelo más elaborado, añadiendo otra dimensión asociada al
control de los padres (la contingencia del esfuerzo parental y el nivel de exigencia) al cual
denominaron “paterno negligente o indiferente”.

En 1991, Steinberg, Mounts, Lamborn y Dournbusch (citado por Jiménez y Muñoz, 2005)
realizaron un estudio en adolescentes entre 14 y 18 años, los clasificaron de acuerdo a
los cuatro estilos de crianza parental definido por MacCoby y Martin, a diferencia de éstos
autores, Darling y Steinberg (1993) consideraron las variables de desarrollo psicosocial,
logro escolar, destrezas interiorizadas y conductas problemáticas. Los resultados
encontrados demostraron que los adolescentes que percibían a sus padres como
autoritativos mostraban elevadas puntuaciones en competencias psicosociales y más
bajas en conductas problemáticas; a diferencia de los hijos que percibieron a sus padres
como negligentes. En cuanto a los adolescentes con padres autoritarios se evidenció
medidas razonables de la obediencia a los adultos, pero con autoconcepto desvalorado.
Por el contrario, se halló que los adolescentes de padres indulgentes presentaron un
fuerte autoconcepto, pero con mayor tasa de abuso de sustancias tóxicas y de malas
conductas escolares.

1.6 CUATRO MITOS EN LA CRIANZA DE LOS NIÑOS Y NIÑAS.

Beatriz Vega, coordinadora de Trabajo con Familias del Programa Nacional Cuna Más,
nos aclara sobre las creencias más frecuentes que afectan en la crianza de los niños y
que se trasladan en la familia y en la sociedad, sin saber que estos pueden generar
severas consecuencias en su desarrollo.

1.6.1 Mito 1: “deja que tu bebe llore para que se desarrollen sus pulmones y sea
más fuerte”
La única forma de comunicación del bebé es a través del llanto que ocurre cuando le
duele algo, esté mojado, con frío, hambre o sueño, o ante cualquier necesidad
insatisfecha. Al dejarlo llorar solo contribuye a aumentar el estrés del bebé y a desarrollar
su inseguridad.

1.6.2 Mito 2: “como es pequeño no se da cuenta”


Exponemos a las niñas y niños a peleas, discusiones y agresiones que se presentan en
la familia, sin darnos cuenta que daña su desarrollo emocional. Tengamos cuidado para
que ellos no presencien esas escenas. Así evitaremos que el niño crezca inseguro, repita
las mismas escenas y tenga dificultades de relacionarse con otros niños y con sus
familiares.

1.6.3 Mito 3: “los niños no juegan con muñecas”


Jugar con muñecas o a la cocinita es muy normal en los niños, porque es lo que se vive
o debe vivir en un ambiente familiar, donde todos participan en las tareas de la casa.
Todos los niños y niñas merecen jugar con cualquier tipo de juguete sin distinción de sexo

1.6.4 Mito 4: “los niños no lloran porque son valientes”


Los papás, con el ánimo de incentivar que sus hijos sean valientes y fuertes, cuando
estos sufren un golpe o accidente, desatienden al menor que se encuentra en una etapa
vulnerable y necesita que sus padres o cuidador muestren su preocupación. Es
importante que lo acompañen y atiendan al menor.
1.7 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA:

Este artículo nace de la apuesta por construir una cultura del buen trato en la que los
principales beneficiarios sean los niños, las niñas y sus familias, logrando un efecto
protector frente a la violencia. En este sentido, las prácticas de crianza se constituyen en
el conjunto de acciones que los sujetos adultos (madres, padres, cuidadores) realizan
enmarcados en una cultura específica para orientar y direccionar el desarrollo de los
niños y niñas que, por su condición de menores de edad, necesitan de dicho
acompañamiento. Estas prácticas de crianza responden a sistemas de creencias y
costumbres que se han legitimado en pautas de comportamiento a seguir. Así, lo que
para unas culturas es normal para otras, no lo es; de allí la importancia de identificarlas
y reconocerlas como fundamentales en el proceso del desarrollo infantil, ya que la crianza
condiciona el desarrollo posterior del niño y la niña. Se hace necesario realizar estudios
que permitan establecer parámetros claros que debe tener en cuenta el adulto en los
primeros años de vida de sus hijos e hijas.

1.8 REFERENTE TEÓRICO:

La crianza implica tres procesos: las pautas de crianza, las prácticas de crianza y las
creencias acerca de la crianza. Partiendo de la premisa que, si bien las prácticas hacen
referencia a las acciones que realizan las personas, las pautas, por el contrario,
constituyen las ideas que circulan en una cultura sobre lo que debe hacerse y la forma
en que las conductas se deben llevar a cabo, por ejemplo, con respecto a la crianza de
los niños y las niñas. Las pautas, en este sentido, tienen que ver con las normas ideales,
y las prácticas, con acciones, con comportamientos aprendidos de los padres que se
exponen para guiar las conductas de los niños y las niñas.

Henao, Ramírez y Ramírez (2007) plantean la importancia de la familia en la socialización


y desarrollo durante la primera infancia. La combinación de costumbres, valores y estilos
de crianza de los padres, el afecto que se expresa y los mecanismos de control son la
base para regular el comportamiento de sus hijos, destacando la importancia de la
comunicación en las pautas de crianza.

Según Rodríguez (2007), la familia es el primer contexto para la transmisión de las


normas, valores y modelos de comportamiento.
Es la familia la que socializa al niño permitiéndole interiorizar los elementos básicos de la
cultura y desarrollar las bases de su personalidad. Cada familia asume las pautas de
crianza dependiendo de sus características, dinámica y factores contextuales, así como
los recursos y apoyos, entre otros.
1.9 IMPORTANCIA DEL PROBLEMA:

El cuidado y afecto de los padres, madres, cuidadores y adultos significativos es


indispensable para la supervivencia de los niños y niñas, y para desarrollar un sano
ambiente que les permita adquirir y aprender habilidades para desenvolverse en su
medio. Es así como las pautas de crianza juegan un papel prioritario, en tanto las metas
de crianza son generales, pero los medios utilizados para alcanzar dichas metas son
particulares de cada cultura y cada familia. De manera que las pautas de crianza pueden
ser entendidas como un conjunto de actitudes acerca del niño y la niña, que le son
comunicadas y que, crean un clima emocional en el que se ponen de manifiesto los
comportamientos y expectativas de los padres. Estos comportamientos incluyen tanto las
conductas a través de las cuales los padres desarrollan sus propios deberes de
paternidad (competencias parentales) como cualquier otro tipo de comportamientos
como gestos, cambios en el tono de voz, expresiones espontáneas de afecto, etc.

(Darling & Steinberg, 1993). En efecto, las prácticas de crianza son los patrones de
comportamiento de los adultos enfocados en satisfacer las necesidades de supervivencia
de los niños y niñas y que aseguran una buena calidad de vida. Las acciones adoptadas
por padres, abuelos y otros cuidadores, se asocian con el estado de salud, nutrición y
desarrollo físico y psicológico de los niños y niñas, especialmente en edades tempranas.
Lo anterior implica que los patrones de cuidado fungen como protectores de desarrollo
en la mayoría de los casos.

1.10 OBJETIVOS.

Objetivo General.
 Nuestro objetivo en el presente trabajo es presentar el papel importante que
desempeñan las prácticas de crianza, dentro de la educación familiar, por su
contribución al desarrollo de los hijos.

Objetivo Específico.
 Brindar información a padres y cuidadores de la importancia del buen manejo de
pautas de crianza ya que ellos son los primeros formadores para una nueva
generación

 Identificar los factores de las pautas de crianza con el propósito de generar


responsabilidad al momento de educar en casa.
Capitulo II.
SON ÚTILES LAS ESCUELAS PARA PADRES
2.1 Definición

Es un plan sistemático de formación para padres y madres de familia en los aspectos


psicopedagógicos, culturales, sociales, religiosos, políticos y ambientales que se
desarrolla a lo largo de un periodo relativamente extenso de tiempo. Los propios padres
de familia, son los que a través de la reflexión de su experiencia y el diálogo con otras
parejas realiza su auto-aprendizaje, que como padres de familia comparten lo que desean
transmitir a sus hijos.

2.2 TIPOS DE FAMILIA

Gervilla. (2008). Es importante conocer, profundizar y analizar los diferentes tipos de


familias para ver las implicaciones que estas tienen, dentro del proceso de formación de
los hijos, a continuación se detallan.

a. Nuclear: Integrada por la pareja con o sin hijos, o los hijos con uno de los padres.

b. Simple: Una pareja sin hijos.

c. Extensa: Integrada por una pareja o uno de sus miembros, con o sin hijos, y otros
integrantes, parientes o no.

d. Biparental: Los padres con uno o más hijos y otros parientes.

e. Monoparental: Uno de los progenitores, con uno o más hijos, y otros parientes.

f. Amplia: (o familia compuesta) una pareja o uno de sus miembros, uno o más hijos,
y otros miembros.

g. Reconstituida: Uno de los progenitores forma nueva pareja. De estas proviene la


figura de los padrastros o madrastras.

h. Adoptiva: Es aquella que recibe a un niño por el proceso de adopción.

i. Democrática: Son independientes, se comprometen con criterios elevados de


responsabilidad hacia la familia, los amigos, y la comunidad, tienen una autoestima
elevada y alta motivación para lograr éxitos.

j. Negligente: Estos padres apenas se preocupan por ayudar a sus hijos. La


mayoría del tiempo muestra premiosidad y pasividad, niveles bajos de aceptación,
de compromiso y de supervisión.

k. Indulgente: Estos padres suelen ser benévolos y no tienen normas rigurosas.


l. Indiferente: El padre y la madre les permite que sus hijos actúen de acuerdo a
todos sus impulsos; los padres permisivos proponen mínimo de normas en el
hogar y poco les interesa apoyar a su hijo a adquirir hábitos y otras conductas
disciplinarias.

m. Sobreprotectora: Preocupación por sobreproteger a los hijos, hace esfuerzos


desproporcionados no permite el desarrollo y autonomía de los hijos. La familia
proporciona a los hijos satisfacciones, cubre sus necesidades físicas y los
previenen de peligros y enfermedades.

n. Amalgamada: Encuentran felicidad en hacer juntos, esto hace que los hijos se
conviertan en personas inhibidas, con tensión por no querer separarse, sin libertad
son inseguras.

o. Centrada en los hijos: Este tipo de padres, busca la compañía de los hijos y
depende de estos para su satisfacción.

p. Con un solo padre: En esta familia uno de los hijos, casi siempre el mayor y en
especial el del sexo contrario al padre presente, hace el rol del papel del padre
ausente y en ocasiones sustituye el rol de las parejas faltantes.

2.3 LA FAMILIA EN LA SOCIEDAD.

La socialización es un proceso que dura toda la vida, en la cual las personas aprenden a
convertirse en miembros de un grupo social. Un individuo adquiere creencias, actitudes,
costumbres, roles y valores propios de una cultura, así como conocimientos e
información; saber llegar a ese grupo exige aceptar y cumplir las reglas o normas sociales
del mismo ya sea en la familia o amigos.

La Conferencia Episcopal de Guatemala, (2008). Comenta la importancia que tiene la


familia en la sociedad; la familia es la comunidad donde se vive y experimenta la
sociabilidad humana, que contribuye en la medida de lo posible al bien de la sociedad,
impulsa a hombres y mujeres a construir un mundo más justo y solidario.

El hogar constituye un medio natural para la iniciación del ser humano en la solidaridad
y en la responsabilidad comunitaria. Los padres deben enseñar a los hijos a guardarse
de los riesgos y degradaciones que amenazan a las sociedades humanas. Por lo tanto
deben iniciar el proceso de enseñanza aprendizaje en las relaciones padres e hijos donde
juntos fomentan esta relación. La familia es célula original de vida social, en que el
hombre y la mujer son llamados a proyectar el don de sí en el amor. Dentro de vida de
relación del seno familiar, constituyen los fundamentos de la libertad, seguridad,
fraternidad que desde la infancia, se pueden aprender los valores morales, de iniciación
a la vida en sociedad. El ser humano nace con capacidades y características biológicas,
psicológicas individuales diferenciadoras, se desarrolla y convierte en un ser social.
Por lo tanto aporta dos aspectos fundamentales para la participación adecuada y eficaz
en la sociedad en la que se vive. El sujeto necesita ser adaptado y adaptarse a su medio
social. La sociedad se conforma a través de los factores de su entorno que la constituye
y se mantiene a través de la transmisión de valores desde la familia que protege los
principios éticos de convivencia de generación en generación.

La familia que vive construye cada día una red de relaciones interpersonales, internas y
externas, se convierte en la primera escuela de socialidad, ejemplo de relaciones
comunitarias en un clima de diálogo, respeto, justicia y amor.

2.4 VALORES DENTRO DE LA FAMILIA

Tierno, (2008). Los valores reflejan la personalidad de los individuos y son la expresión
del tono moral cultural, afectivo y social en que se vive. Son manifestaciones que se
proyectan a través de las cualidades que posee cada persona.

En un mundo tan acelerado que cada vez se hace más difícil cimentar los valores, por lo
tanto la sociedad necesita la familia, con una formación integral en la que se reflejen y se
pongan en práctica los valores. La familia debe ser portadora y transmisora de valores
desde los primeros años, a través de los medios con que cuenta: afectividad, filialidad,
dependencia de respecto a los papás, comensalidad, convivencia, formación intencional,
con objetivos claros y puestos en común.

La transmisión de los valores se ve afectada por los elementos y factores del entorno
cultural que vive cada persona. A través de la historia se observan variaciones en la
implementación de los valores, marcados por los cambios acelerados de las últimas
décadas, sin embargo se nota la influencia de los antepasados en la promoción y vivencia
de los valores que han sido una riqueza para cada generación hasta el día de hoy. A
pesar de tanto individualismo que vive la sociedad cada día, que hace que los valores en
la familia se deterioren.

Por lo tanto las familias son las primeras en formar y cimentar los valores, cristianos,
morales, éticos, religiosos, culturales y espirituales en cada uno de sus hijos. Las madres
y los padres deben educar, vivir junto con los miembros de la familia, los valores que les
ayudarán a fortalecer la confianza y la serenidad a lo largo de su vida.

a) La familia como primera formadora, debe fortalecer los valores de:

Responsabilidad: Dentro de cada familia es importante que desde los primeros años se
impulsen actividades donde se reflejen y se asuman responsabilidades de acuerdo a la
edad de los hijos; para que a lo largo de la vida sean ellos los responsables de sus propias
decisiones.

Tolerancia: Valorar cada miembro de la familia con sus características personales de


carácter, temperamento, respetar su individualidad y su proceso de maduración de cada
uno, ver las riquezas que poseen cada uno de ellos se ponen al servicio de los que les
rodean, además aceptar las diferencias culturales y sociales que hay en cada integrante
de la familia.
La creatividad como un valor, es imprescindible por varios motivos: Reinventar la
vida diaria para ser felices, alegres, y eficaces. Vivir feliz en las tareas a realizar.

Gervilla, (2008). Los padres de familia son los principales responsables de fomentar los
valores en cada uno de sus hijos, con su ejemplo ayudan afianzar en sus vidas valores,
desde que son pequeños para socializarlos cuando sean más grandes. La familia desde
su cultura, debe fortalecer los valores para ser más coherentes en su vida, para
compartirlos en las relaciones de su entorno y complementan la educación desde una
formación integral.

b) La familia debe fomentar en los hijos:

Personalidad: El niño debe ser lo que es, y no lo que los padres quieren que sea, el niño
creativo, es el que con más facilidad llega a ser él mismo.

Educación crítica: Los niños desde su razón y según su temperamento despiertan, son
críticos, algunas veces lo harán con gestos, palabras o con el silencio. Permitirles criticar
y ser criticados les forma, para que ellos sepan discernir qué es lo mejor.

Necesidad de afirmarse: Es un momento donde el niño o la niña afirma su personalidad,


la educación de los padres es muy importante para brindarle las condiciones necesarias
en este desarrollo.

Respeto al niño: Crear las condiciones de sociabilidad, de libertad, respeto a sí mismo,


con sus padres y con los demás.

2.5 LAS RELACIONES INTERPERSONALES EN LA FAMILIA.

Corominas, (2004). La familia requiere una participación constante de vivencias y


experiencias que fortalezca la confianza que se genera al conocer a las personas; los
padres y madres de familia saben la relación que existe con cada uno de sus hijos, esto
ayuda para potenciar esos valores que cada uno posee, también las situaciones
negativas que se debe corregir siempre con ese diálogo constante para profundizar las
relaciones interpersonales entre padres e hijos.

Uno de los aspectos más importantes de las relaciones entre las personas es la
comunicación, ya que a través de ella se logra intercambiar ideas, experiencias y valores;
que ayudan al cambio de actitudes, sentimientos que permite conocer más en la
experiencia diaria. Desde la infancia se palpa ese encuentro con el mundo de la
socialización a través de la experiencia en las relaciones interpersonales que se implanta
y dentro de ella se da una relación de mayor intimidad con la familia.

Gallegos, (2003). Existen seis relaciones fundamentales que son necesarias reforzar e
integrar en la educación de los padres y en las escuelas:
1. Relaciones entre pensamiento e intuición: El objetivo es restaurar un balance
entre pensamiento e intuición.

2. Relación entre mente y el cuerpo: En la educación holista la relación mente-


cuerpo es asimilada con toda cultura escolar y recursos.

3. Relación entre diferentes tipos de conocimiento: Una educación espiritual se


centra en la unidad del conocimiento, disciplinas e información.

4. Relación entre individuo y la sociedad: La responsabilidad es fundamental,


iniciar con la familia, la comunidad, el país.

5. Relación entre individuo y planeta: En la educación holista se reconoce que


necesitar restaurar la interrelación con la naturaleza y ser como parte de ella, con
conciencia y respeto al medio ambiente.

6. Relación del individuo consigo mismo: La relación con uno mismo es apoyada
ampliamente en la educación holista, esto implica un profundo autoconocimiento
de uno mismo, estar atento a la vida interior y a los propios intereses, necesidades
y metas.

Gervilla, (2008). Afirma que las relaciones de la familia, los lazos que se van entrelazar
son importantes por la participación activa o pasiva en la educación de los hijos, con lo
que marca la unidad en la relaciones interpersonales entre los hijos y los padres; las
motivaciones que se tienen para estimular la vida afectiva.

2.6 PROBLEMAS FAMILIARES.

Duran, et.al, (2004). La crisis dentro de la familia se hace cada vez más patente, el
ambiente en los hogares muchas veces se ve influenciado por el individualismo en
algunos de los integrantes y eso provoca, discusiones, pleitos, daños psicológicos y
físicos con algunas agresiones que pueden perjudicar el ambiente familiar.

Los problemas en los hogares actualmente han condicionado de ser una familia que
compartía, dedicaba el tiempo para hablar, escucharse y sobre todo para conocerse;
actualmente los padres se pasan la mayor parte fuera de sus hogares por dedicarse a su
trabajo remunerado, para ofrecer lo mejor para sus hijos, eso hace que los matrimonios
no tengan el tiempo para hablar, escucharse y por lo tanto no comparten lo vivido durante
el día, estas y otras situaciones facilitan el alejamiento entre la pareja, y dan origen a la
desintegración familiar.

La crisis familiar tiene una especial incidencia en los hijos sobre todo en las familias
reducidas que cuentan con un solo hijo a la hora de socializarse e integrarse. Los hijos
proyectan sentimientos de inseguridad o inferioridad, los padres que les han dado todo
quieren exigirles, con una disciplina exigente, son muy estrictos; esto puede generar en
los niños conflictos en la relación de los hijos y familia finalmente uno de los errores es la
coacción afectiva en las decisiones.
Cada vez más se incrementan los problemas en las familias y es lamentable que muchos
hogares se vean afectados por las situaciones dentro de cada uno de sus miembros;
algunos factores que provocan los problemas familiares son:

1. La pobreza: No tener las condiciones necesarias para brindar una educación


integral para los hijos. Las condiciones económicas que se manifiestan muchas
veces en la falta de empleo, y de cómo mantener la familia.

2. La migración: En busca del sueño “americano” para ayudar a mejorar la familia,


y que la mayoría de veces termina en un abandono del hogar.

3. El divorcio: La separación de los padres, en el rompimiento de una familia y de


los procesos educativos de los hijos. La falta de actitudes como, tolerancia, libre
expresión del pensamiento, convivencia mutua el compartir y el respeto conllevan
muchas veces a los roces e indiferencia, rivalidades, competencias y anular al otro.
La ausencia de normas y valores, el desconocimiento de los padres del mundo de
sus hijos permite que estos se expongan a mayores riesgos por sus conductas
contradictorias rebeldes, agresivas y desafiantes, que incluso pueden llegar hasta
la muerte.

2.7 LOS PADRES Y MADRES PRINCIPALES EDUCADORES.

La Conferencia Episcopal de Guatemala, (2008). Enfatiza que los primeros responsables


de la educación de los hijos son los padres y madres. Han de dar una educación integral
basada en las virtudes y los valores que se desarrollen en la medida de lo posible en
cada uno de los hogares.

La familia es el primer medio de formación natural para la educación de los hijos, los
padres son los que se comprometen para la implementación de los valores en un clima
educativo donde padres e hijos progresen y se desarrollen de manera integra a la vida
familiar. Los esposos tienen la misión de cooperar desde el amor. Por eso, con el diálogo
cercano en lo humano y cristiano, se esfuerzan por formarse un juicio y así atender su
propio bien personal, al de sus hijos, discernir las circunstancias de los tiempos, el bien
de la comunidad familiar y de la sociedad.

La educación familiar, es la unión de lo institucional y lo ambiental; la necesidad de formar


a los padres para la función educadora es evidente, con charlas, conferencias, trabajos
en grupo, preparación dentro del matrimonio, cursos apropiados para una educación
familiar que fortalezca los principales servicios educativos a la humanidad, es desarrollar
en las familias una fuerza creadora que constituya una orientación desde la escuela de
padres, es un lugar privilegiado para una formación integral desde los hogares.

La humanidad se ha desarrollado científicamente pero la formación en las familias cada


vez se va desquebrajando es por eso que hay que retomar la importancia que tiene la
educación para ser padres y madres hoy; en este momento el clima familiar es prioritario,
se debe impulsar un ambiente donde las raíces del ser humano le permitan desarrollar
su personalidad con una educación integral, algunas recomendaciones para que los
padres de familia puedan orientarse en la formación:
Formar a los hijos desde sus cualidades, valores humanos como un servicio, educarlos
en el orden y la lealtad. Ver a los hijos como lo que son y no como querer más que fueran,
aceptarlos con su modo de ser. Ver el momento oportuno para corregir o animar; de
acuerdo a su carácter o estado de ánimo de los hijos. Hacer ver a los hijos que luchen
por corregir actitudes que no les llevan a ningún cambio.

Ser conscientes que los hijos no son propiedad de los padres; son seres humanos que
hay que respetarles su libertad; los padres tienen la obligación de orientarlos en su
formación y ser su guía. El cuidado en la formación de valores en los hijos, que es lo que
se debe sembrar con buenos cimientos para el futuro. La educación por parte de los
padres debe ser desinteresada para el bien de los hijos. La intuición por parte de los
padres, para ver la diferencias y necesidades de cada uno de los hijos en la formación
porque cada uno es un ser único.

La tarea de los padres de familia es proporcionar una educación, que ayude a sus hijos
a que sean ellos mismos, que desarrollen su propia personalidad, que crezcan en libertad
para que ellos tomen sus propias decisiones; la mejor transmisión es educarlos con el
ejemplo.

2.8 FORMACIÓN EN LA FAMILIA EN EL SIGLO XXI.

Duran et.al, (2004). Los seres humanos viven cambios en la vida que inician a través de
un recorrido por etapas: niñez, adolescencia, juventud y madurez. En cada una de estas
etapas se experimenta y se forma de tal manera que se van adquirir cambios de
mentalidad y de comportamientos a lo largo de la vida.

Los padres y madres también descubren nuevos cambios que les ayudan para la
formación de los hijos. Con las diferentes ciencias que aportan en la transformación de
la sociedad. A las familias del siglo XXI, se les atribuye la base para la sociedad por la
gran tarea que tiene de formar a sus hijos en esta sociedad que cada vez más vive en
una profunda crisis de valores como el consumismo, placer, el dejar pasar, acomodarse,
violencia entre otros.

El mundo de hoy ofrece muchas ventajas y también muchos retos. Uno de ellos es la
familia, que tiene la función dentro de la sociedad ya que cada vez más el divorcio está
a la orden del día, porque cada quien busca su propia felicidad no importa las personas
que están de por medio; la competencia en el trabajo, las exigencias económicas, el
endeudamiento que por aparentar se endeudan, los deseos de realizarse y los problemas
derivados del mundo hedonista donde la persona busca su propio placer sin importarle
dañar su propia dignidad, todo esto influye en las familias .

Corominas, (2004). Los hijos crecen en este ambiente de cambio, y experimentan en la


sociedad, la influencia de la tecnología y de los medios de comunicación que influye
poderosamente en su formación; por eso es importante que los padres de familia
acompañen este proceso apoyándolos con una educación critica, que les ayude a
discernir, a compartir y a ser lo que es bueno, que compartan, sean solidarios y
responsables, la mejor escuela es con el ejemplo.
El padre es la figura de autoridad, para los hijos es el que representa los valores, él que
con su testimonio da ejemplo a seguir, que satisface las necesidades de seguridad para
la familia; pero en la actualidad en muchos hogares guatemaltecos, la madre dedica el
tiempo a los hijos iniciándolos, en el saber, mujer educadora porque pasa mayor parte
con ellos, son ellas las primeras educadoras desde los inicios de su gestación con una
entrega incondicional y sobre todo por amor.

La forma de vida en la familia puede alimentar las necesidades afectivas que, durante
toda la vida, serán auténticos cimientos y apoyos de una fe viva. El deber de los padres
consiste en potenciar en sus hijos ser personas integras.

2.9 La comunicación de los padres con los hijos

Duran et.al, (2004). La comunicación es el medio para entablar relaciones humanas de


una manera natural que tienen los seres humanos, para darse a entender en el entorno
que se vive de acuerdo a las diferentes actividades de interrelación en los niveles;
sociológico, político, biológico, psicológico, religioso y cultural.

El diálogo se basa en un proceso natural que inicia desde el momento de la concepción


del ser humano; desde ese momento recibe y transmite mensajes a la madre para
continuar con el padre y con los miembros de la familia, esa comunicación es gradual se
expresa con los amigos, en la escuela y sociedad. Diccionario Enciclopédico Continental
Siglo XXI. (2002). Hay diferentes tipos de comunicación como son:

 La hablada, en la cual entablar un diálogo verbal entre dos o más personas.

 La escrita, se expresa a través de signos escritos.

 Con gestos, o con los movimientos del cuerpo.

Para que la comunicación sea más efectiva: en los hogares deben formar la práctica del
diálogo con sus hijos, enseñar reglas para intercambiar sentimientos y deseos, cuidar
siempre la relación entre ellos. Los padres de familia deben buscar espacios donde se
pueda compartir y tratar temas con sus hijos de una manera más adecuada; para que la
participación en el intercambio de ideas sobre sus sueños, esperanzas, ideales y metas
les ayude a crecer entre las familias.

La comunicación permite mantener relaciones armoniosas entre los miembros de la


familia. Ante la falta de diálogo entre los miembros de la familia no se pueden buscar
apoyo en personas poco confiables y recomendables sabrán orientar y aconsejar
adecuadamente. Y desarrollar una mayor confianza, autoestima, independencia y
autonomía, además de disminuir los comportamientos vigilantes y castigadores
innecesarios. Escuchar con atención lo que su hijo tiene que decir, sus opiniones,
sentimientos, dificultades constituye un aspecto de una buena comunicación familiar.
2.10 RELACIÓN DE LOS PADRES CON LOS HIJOS.

Duque y Viaco, (2007). La organización del tiempo es importante para crear espacios
dentro de los hogares y fomenta las relaciones intrafamiliares que integran padres e hijos
para lograr que la formación tenga eco en cada uno de los miembros y exista una relación
más estrecha que fortalezca la unidad familiar.

Las relaciones de padres con los hijos son de vital importancia en el proceso de
aprendizaje para expresar sentimientos, pensamientos, vivencias que van a contribuir a
establecer fases de comunicación a distintos niveles. Muchas veces se vive en un clima
de violencia y agresión que va a crear un ambiente de miedo, inseguridad y temor, que
impide comunicarse con libertad y conduce a aislarse en los propios problemas.

Al llegar a la edad escolar, los maestros y los amigos empiezan a desempeñar un papel
tan importante en el proceso de socialización del niño como el que tenían los padres en
la edad preescolar. Es este período surge una tendencia a establecer relaciones más
constantes y limitadas con amigos escogidos.

Los padres promuevan en sus hijos una relación cálida que favorezca las relaciones de
confianza y cercanía entre ellos, también ese clima de escucha, para que cada niño o
niña comente lo que ha vivido durante el día, saber dedicarles el espacio es muy
importante para el crecimiento de los hijos, motivándolos en todos los sentidos.

Duran et.al, (2004). La formación en actitudes de escucha activa tiene dos factores muy
importantes que los padres deben de conocer e implementar con los hijos: la parte
racional: que es el conjunto de ideas, pensamientos, creencias y conocimientos y otra la
parte emocional: conjunto de sensaciones, sentimientos y emociones. Si se maneja esto
va influir en los hijos cuando tengan que escuchar las ideas, lo que los padres les quieren
informar comunicar.

2.11 PROCESOS DE ESCUELA DE PADRES.

La escuela de padres es un medio adecuado para la educación permanente de los


mismos, que les permite enriquecerse con una formación sólida y sistemática y así poder
ayudarse entre ellos a nivel personal, como pareja y como grupo. No existe alguna carrera
que forme a los padres y madres de familia en esta tarea tan importante como es la
educación de sus hijos; adquirir esta responsabilidad, es un compromiso que desde el
momento que se decide formar un matrimonio, muchos padres van adquiriendo esta
formación con la experiencia de cada día.

La posibilidad de reflexionar varios temas ayuda a la realidad de cada uno de los hogares,
al compartir con otros grupos y otras parejas se enriquecen con nuevos aprendizajes y
experiencias propias de la educación de los hijos. La formación busca, ser más eficiente
y eficaz reconocer lo que uno tiene individualmente, las riquezas y debilidades para tratar
de cambiar por actitudes que le permitan ser mejores en todo lo que realiza, ver los
conflictos de diferente manera y darles solución. Provocar una actitud positiva para los
demás, estimular un comportamiento diferente, en las relaciones familiares.
Crecer como parejas y como padres, respetar el tiempo del proceso de maduración en la
escuela de padres, los hábitos, conductas y sobre todo la parte humana sin esperar nada
a cambio; luchar día a día por poner en práctica lo que se conoce de tal manera que el
proceso de enseñanza aprendizaje se refleje en la tarea de educadores y formadores de
los hijos, es un trabajo que requiere paciencia.

En relación a la escuela de padres la directora y la directiva se compromete a iniciar con


lo siguiente:

 Mantenerse en comunicación con los padres de familia. Motivar a los padres de


familia para implementar el proyecto de la escuela de padres.

 Hacer un diagnóstico para ver los temas de mayor relevancia antes de la


planificación.

 Involucrarlos en la escuela de padres como monitores.

a) Organización de la escuela de padres

Se ha de contar, con una verdadera organización, en la que exista una junta directiva de
escuela de padres, así como unas comisiones que tengan tantas especialidades como
tipos de actividades se organicen. El objetivo deseable, es el logro de una mutua
formación padre centro escolar, pues los miembros de la institución educativa, al recibir
sugerencias y experiencias de los padres, también se forman; pueden enriquecer los
programas educativos de la institución docente.

Aunque la escuela de padres y la asociación de padres, tengan algunos puntos en


común, cada función es diferente, la escuela de padres se caracteriza por su formación
sistemática e integral durante el proceso de temas que se desarrollan, la asociación de
padres es para organizar actividades dentro de la institución.

La importancia que tiene la escuela de padres, para la formación en las diversas facetas
relativas en función educadora familiar. Deben esforzarse al máximo para su propio
perfeccionamiento. La escuela constituye una de las instituciones que con más interés se
debe preparar para realizar la tarea de la formación pedagógica de los padres.

La organización de la escuela de padres en un centro educativo debe ser fruto de la


motivación de la directora o persona delegada por ésta a mamás y papás con conciencia
y necesidad manifiesta de formación, una vez integrado este grupo o comisión, se adhiere
al grupo de maestros de grado ó guías y luego a todo el personal del centro educativo.
Esta “comisión” debe animar, planear y programar las actividades que se realizaran en la
escuela de padres.
b) Animador responsable de la escuela de padres

En toda organización debe haber un equipo responsable para coordinar y animar la


escuela de padres y madres:

 El director de la institución.
 Un equipo directivo de la escuela.
 Una serie de personas capaces de integrar los diferentes aspectos que encierra la
función de establecer directrices y normativas que posibiliten el cumplimiento de
los objetivos propuestos.
 Los profesores fijos o personas especialistas pueden impartir a los padres y
madres de familia las distintas materias fuertes del programa y distintas personas,
a modo de animadores.
 Los miembros de la escuela de padres, los que se benefician de la misma, son la
totalidad de padres y madres de los alumnos que integran la institución escolar.
 Los monitores de la escuela de padres, es una tarea importante a desarrollar; se
deben formar integralmente el equipo de monitores para la partida de la escuela
de padres y madres.

2.12 ESCUELA DE PADRES: ¿QUÉ ES?, ¿PARA QUÉ SIRVE? Y ¿CÓMO AYUDA EN
LA EDUCACIÓN FAMILIAR?

La familia es el primer agente socializador de los hijos por lo que educar bien es un reto,
una responsabilidad y una de nuestras mayores satisfacciones. Como apuntaba
Mafalda, “padres e hijos reciben el título el mismo día, pero ninguno de ellos ha asistido
a un curso para ejercer su profesión, Ser madres y padres es complejo, continuo y
gratificante, pero al mismo tiempo difícil porque no tenemos las herramientas necesarias
para este trabajo ni “el manual de instrucciones” para afrontar cada situación; se trata de
desarrollar un aprendizaje ensayo-error acompañado de sentido común, paciencia,
cariño y dedicación.

Los padres necesitan de información y formación previa. Aquí es donde una Escuela de
Padres les ayude a conocer herramientas y orientaciones útiles que les permitan
enfrentar con mayor capacidad la tarea sobrellevar una familia. En muchas ocasiones los
padres intentamos educar a nuestros hijos siguiendo pautas semejantes a las que
recibimos nosotros cuando éramos niños, sin embargo, en la actualidad la sociedad ha
cambiado vertiginosamente y la familia se ha visto implicada, no ha quedado ajena a
estos vaivenes sociales: publicidad, avances tecnológicos, crisis económica,
desestructuraciones familiares.

Desde la Escuela de Padres surge la posibilidad de estimular la participación activa y el


esfuerzo por contrarrestar los problemas que se presentan en la familia y en la
sociedad, se trata de promover una educación preventiva y eficaz, no podemos educar
“apagando fuegos”, es importante “perder el tiempo” hablando de la educación de
nuestros hijos. La Escuela de Padres contribuye al encuentro y reflexión de manera
colectiva sobre la tarea educativa que se realiza con los hijos. En la educación no existe
un modelo único ni exclusivo, debemos adaptarnos a cada hijo y a sus circunstancias.
Madres y Padres, mediante la escucha y presencia activa, participarán y dialogarán
aprendiendo unos de los otros y compartiendo experiencias e inquietudes .
2.13 ANTECEDENTES:
¿Cuándo podemos hablar de Escuela de Padres?

ESCUELA DE PADRES ES… ESCUELA DE PADRES NO ES…

 Un foro de formación y encuentro.  Un ciclo de conferencias.


 Un espacio de diálogo, discusión e  Un consultorio psicológico.
intercambio de experiencias.  Una serie de actividades
 Una programación y una evaluación de desvinculadas del centro educativo
actividades vinculadas al contexto de los hijos.
educativo de los hijos.  Un lugar de entretenimiento, para
 Un compromiso de asistencia y “pasar el rato”.
participación.
 Un trabajo en grupos para adquirir
herramientas aprovechables en la difícil
tarea de educar.

¿Para qué sirve una Escuela de Padres?


Partiendo de las situaciones cotidianas y de las dinámicas de funcionamiento del grupo
familiar, en la Escuela de Padres se propician momentos de reflexión identificando y
analizando las diferentes etapas que cumple una familia, se promueve la comunicación
entre los integrantes y con el entorno de la comunidad educativa, se identifican las
situaciones problemáticas que se crean en el interior del núcleo familiar teniendo en
cuenta los distintos roles y funciones… en definitiva una Escuela de Padres es uno de
los mejores medios para mejorar la calidad educativa de la estructura familiar.
2.14 OBJETIVOS.

Objetivo general:
 Compartir una formación integral que permita ser personas, padres y educadores
responsables de la formación de los hijos, conocer y practicar herramientas de
crecimiento humano y cristiano; para vivir en armonía en la familia y construir una
sociedad que viva los valores del Reino de Dios.

Objetivos específicos:
 Valorar nuestra vida como personas, como mamá, papá o responsable del
estudiante, compartir el don de SER hijos de Dios, aprender y enseñar a vivir
desde la fe en Dios, practicar experiencias de oración que permitan ser luz en vida
ordinaria.

 Mejorar la salud, nuestras relaciones interpersonales, de manera que nuestra vida


sea sana y equilibrada, vivir plenamente la vocación de padres y educar a los hijos
como personas autónomas para amar y servir, ser personas con autoridad, no
autoritarias, ni sobreprotectoras.

 Colaborar con la vivencia familiar armoniosa que permita ser felices en familia y
conservar la unidad familiar, asumir y realizar el proyecto de vida personal, y el
proyecto familiar como parejas y como padres o educadores de los hijos.

 Constituye una institución que puede ser de diverso carácter en relación con los
centros educativos y en la que, mediante conferencias, reuniones, cursos y otros
elementos formativos análogos, se pone a los padres al día sobre la problemática
de la educación de sus hijos y de su actividad para los mismos.
CONCLUSIONES
Crianza de los niños de la teoría a la práctica.

 La responsabilidad de crianza de los hijos inicia desde el momento en que se toma


la decisión de traer al mundo una nueva vida.

 Existen unas pautas de crianza que se transmiten de generación en generación;


dentro de esas pautas, una de las primordiales es imponer normas al interior de la
familia, de forma que se pueda ir corrigiendo a los niños y niñas.

 Hoy en día la crianza se encuentra atravesada por la perspectiva de derechos, por


lo cual, aunque los niños y niñas están bajo el cuidado de sus padres o cuidadores,
las prácticas de crianza no pueden vulnerar los derechos legalmente reconocidos.

 Es importante que desde la educación inicial se desarrollen pautas de crianza que


aporten al desarrollo de vida de niños y niñas donde nos permita interiorizar la
importancia de asumir comportamientos asertivos.

Son útiles las escuelas para padres.

 La escuela de padres es un medio adecuado para la educación permanente de


los mismos, que les permite enriquecerse con una formación sólida y sistemática
y así poder ayudarse entre ellos a nivel personal, como pareja y como grupo.

 Les ayude a conocer herramientas y orientaciones útiles que les permitan


enfrentar con mayor capacidad la tarea sobrellevar una familia; en ocasiones los
padres intentamos educar a nuestros hijos siguiendo pautas semejantes a las que
recibimos nosotros cuando éramos niños, sin embargo, en la actualidad la
sociedad ha cambiado vertiginosamente y la familia se ha visto implicada, no ha
quedado ajena a estos vaivenes sociales: publicidad, avances tecnológicos, crisis
económica, desestructuraciones familiares.

 La posibilidad de reflexionar varios temas ayuda a la realidad de cada uno de los


hogares, al compartir con otros grupos y otras parejas se enriquecen con nuevos
aprendizajes y experiencias propias de la educación de los hijos.
RECOMENDACIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Crianza de los niños de la teoría a la práctica:

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de Licenciatura, Universidad Rafael Urdaneta). Recuperado de
http://200.35.84.131/portal/bases/marc/texto/3201-07-01053.pdf

Domenech, M., Donovick, M. & Crowley, S. (2009). Estilos Parentales en un Contexto


Cultural: Observaciones del "Estilo Parental Protector" en Latinos de Primera Generación.
En Family Process, 48(2), 1-18. Recuperado de
http://www.terapiafamiliar.cl/web/UserFiles/File/Domenechespanol.pdf

Franco, N., Pérez, M. y De Dios, M. (2014). Relación entre los estilos de crianza parental
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de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, 1(2), 149-156. Recuperado de
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Liliana Vergara Hernández, Prácticas De Crianza En La Primera Infancia En Los


Municipios De Riosucio Y Manzanares; Diciembre del 2017 [Internet]. Bogotá; 2017
[citado 01 junio 2019]. Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/zop/n27/ 2145-
9444-zop-27-00022.pdf.
Roaeducación: Portal de información Educación y psicopedagogía práctica. [Internet].
Roaeducacionwordpress; 2014 [Publicado el 8 de agosto 2014; citado 01 junio 2019].
Disponible en: https://roaeducacion.wordpress.com/2014/08/08/ escuela-de-
padres-que-es-para-que-sirve-y-como-ayuda-en-la-educacion-fami liar/

Son útiles las escuelas para padres:

Arauz, L. (2006). Acompañamiento en la Creación y Organización de la Escuela para


Padres y Promoción de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, Tesis inédita.

Universidad Rafael Landívar. Campus de Quezaltenango. Facultad de Ciencias Políticas


y Sociales. Quezaltenango, Guatemala.

Durk, C y Narvarte, L, (2008). Evaluar la calidad de la respuesta de la escuela a la


diversidad de necesidades educativas de los estudiantes, la revista electrónica
iberoamericana, sobre calidad, eficiencia y cambio en educación, vol. 6. núm.2,
consultada el 24 de febrero, 2012.

Valenzuela, E, (2002). Escuela para padres de familia. Tesis inédita. Universidad Rafael
Landívar. Campus de Quezaltenango. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Guatemala.
ANEXOS

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