Sei sulla pagina 1di 3

[15:01, 10/5/2019] Lucía Reyes: Educación tradicional

6 de octubre de 2010 Publicado por Hilda Fingermann

La tradición es el conjunto de costumbres repetidas desde antaño, que van pasando indiscutiblemente de generación en
generación. Por ese motivo recibe el nombre de educación tradicional la que se venía aplicando en a formación de la juventud,
desde la antigüedad griega, hasta el siglo XX.

Esa educación tradicional se basaba en una serie de principios que aseguraban la continuidad de las ideologías por la transmisión
acrítica de contenidos. Debemos igualmente hacer la aclaración de que Sócrates ya aplicó el aprendizaje por descubrimiento en
su método llamado mayéutica, pero sus innovaciones pedagógicas, le valieron una condena a muerte, por incitar a los jóvenes a
la reflexión crítica

En la enseñanza tradicional, que se mantuvo hasta mediados del siglo XX, se concebía a la educación como una transmisión de
conocimientos acumulados a lo largo de varias generaciones que debían hacerse conocer a los nuevos integrantes de la
sociedad, que los recibían como algo inalterable e indiscutible.

La Edad Media dominada por la iglesia, el enciclopedismo de la Edad Moderna, demandaban acumular conocimientos, que se
recibían de quienes sabían, pues ya los habían aprendido antes (los maestros) a quienes debían incorporarlos como verdades
absolutas a sus cerebros, sin intervención en este proceso.

El protagonista de la enseñanza era el maestro, limitándose el alumno a atesorar ese legado cultural, donde por ejemplo los
próceres se mostraban como semidioses carentes de defectos, alejados de lo mundano, y debían repetirse de memoria sus
hazañas.

Se sostenía que los niños tenían un coeficiente intelectual medible, que determinaba su grado de inteligencia y sus posibilidades
de aprendizaje. Eran personas educadas para obedecer y no para cuestionar, lo que estaba acorde con el sistema político de la
época.

Es con el pensamiento democrático, surgido a partir de pensadores como Rousseau (1712-1778) que comienza a verse al niño
como un ser curioso, capaz de aprender de la naturaleza y en libertad, reconociendo su capacidad para aprender descubriendo
por sí mismo.

Piaget (1896-1980) avanzará sobre el desarrollo evolutivo de la mente humana, y David Ausubel desarrollará el aprendizaje
significativo (1918-2008) todo lo que contribuirá a quitar relevancia a la enseñanza tradicional para poner el eje y centro del
proceso en el educando que ahora será el sujeto protagónico de su propio aprendizaje, con la posibilidad de cuestionar, debatir
y argumentar, para formar ciudadanos que obedezcan las órdenes razonables y propugnen a través de medios democráticos
(diálogo, comunicación o recurrencia a la justicia) el cambio de normas y valores cuestionables, en pos de un mundo mejor y con
mayor justicia.

[15:02, 10/5/2019] Lucía Reyes: LA ESCUELA TRADICIONAL

La Escuela Tradicional aparece en el siglo XVII en Europa con el surgimiento de la burguesía y como expresión de modernidad.
Encuentra su concreción en los siglos XVIII y XIX con el surgimiento de la Escuela Pública en Europa y América Latina, con el éxito
de las revoluciones republicanas de doctrina político-social del liberalismo.

Las tendencias pedagógicas que lo caracterizan son propias del siglo XIX. Su concepción descansa en el criterio de que es la
escuela la institución social encargada de la educación pública masiva y fuente fundamental de la información, la cual tiene la
misión de la preparación intelectual y moral.

Su finalidad es la conservación del orden de cosas y para ello el profesor asume el poder y la autoridad como transmisor esencial
de conocimientos, quien exige disciplina y obediencia, apropiándose de una imagen impositiva, coercitiva, paternalista,
autoritaria, que ha trascendido más allá de un siglo y subsiste hoy día, por lo que se le reconoce como Escuela Tradicional.

En este modelo el contenido viene dado por los conocimientos y valores acumulados por la sociedad y las ciencias, como
verdades acabadas, todo lo cual aparece divorciado de las experiencias y realidades del alumno y su contexto, contenidos
representados en el maestro. El contenido curricular es racionalista, académico, apegado a la ciencia y se presenta
metafísicamente, sin una lógica interna, en partes aisladas, lo que conlleva a desarrollar un pensamiento empírico, no teórico,
de tipo descriptivo.

Para ello el método fundamental es el discurso expositivo del profesor, con procedimientos siempre verbalistas, mientras el
aprendizaje se reduce a repetir y memorizar. La acción del alumno está limitada a la palabra que se fija y repite, conformando
una personalidad pasiva y dependiente.

El proceso docente está muy institucionalizado y formalizado, dirigido a los resultados y estos devienen objeto de la evaluación.

Rol del docente:

Es el centro del proceso de enseñanza y educación. Informa conocimientos acabados (sujeto principal).
Rol del estudiante:

Tiene poco margen para pensar y elaborar conocimientos. Se le exige memorización. No hay un adecuado desarrollo de
pensamiento teórico. Tiene un rol pasivo.

Características de la clase:

Transmisión verbal de gran volumen de información. Objetivo elaborado de forma descriptiva dirigido más a la tarea del
profesor, no establece habilidades. No hay experiencias vivenciales. Los contenidos se ofrecen como segmentos fragmentados,
desvinculados de la totalidad. Se realizan pocas actividades de carácter práctico por el alumno. No se controla cómo ocurre el
proceso de aprendizaje. Se evalúan resultados y a un nivel reproductivo. Método fundamentalmente expositivo. Forma: grupo
presencial.

[15:06, 10/5/2019] Lucía Reyes: aprendizaje actual: La mayor parte de nuestros sistemas educativos son anacrónicos, se crearon
en el pasado. En una época distinta, para responder a necesidades y retos tanto individuales como colectivos diferentes a los
actuales, lo cual ha generado grandes limitaciones en los criterios de la enseñanza.

Nuestros modelos educativos están basados en la producción y no en la creación. La educación actual es estandarizada y lineal,
sin matices ni acordes una educación descolorida y sin motivación.

La educación se inventó para una sociedad industrial basada en la producción masiva, pero los cambios han ido tan rápido que
se ha generado una gran brecha entre las necesidades reales de cada individuo y de la sociedad en general.

Nuestro mundo actual vive de los servicios y la información, donde el verdadero motor son las ideas, la creatividad y no la
producción.

Educar debe ser sinónimo de inspirar, de generar una motivación particular en cada uno de nuestros jóvenes, que les lleve a
sentirse a gusto y les permita desarrollar al máximo su verdadero potencial y su imaginación.

Aprendemos haciendo, cuando nos emocionamos transformamos el recinto escolar en un infinito espacio de aprendizaje social y
emocional que potencian la vida de cada individuo y que estimulan la creatividad, la pasión, el talento y la interacción.

Todos poseemos un talento, por tanto debemos construir entornos donde cada uno pueda encontrar los insumos e inspiración
necesarios para desarrollar nuestra imaginación y así consolidar nuestras habilidades emocionales que nos permitan entender
el verdadero rol que cumplimos en la sociedad.

Muchos de nosotros acabamos los estudios y transitamos por la vida sin conocer nuestro verdadero talento.

La educación debe ir enfocada a lo que realmente les gusta a nuestros hijos. Hay que motivarlos, convertirnos en esa luz
inagotable que les permita desarrollar al máximo sus habilidades.

En pocas palabras, educamos a nuestros hijos para un mundo que no existe, donde los sistemas y acciones, funcionan y se
adaptan de una forma muy diferente a lo que les hemos enseñado.

Nuestros niños y jóvenes son como cohetes espaciales, grandes, poderosos muy sofisticados. Alcanzan velocidades inusitadas, a
veces difíciles de dirigir, por lo tanto esas naves necesitan muy buenos pilotos y excelentes sistemas de control, a veces se lanzan
sin evidencias, por lo que también necesitan una buena preparación y una buena programación, con un combustible acorde que
les permita tener la adecuada ignición.

Tenemos que innovar, crear y sobre todo permitirles a ellos participar y diseñar nuevas estrategias de enseñanza y aprendizaje.

Si realmente entendemos y creemos que debemos modificar nuestros sistemas y métodos para educar de una manera
realmente prospera y fructífera para todos, entonces comenzaremos a dar un gran paso para la construcción de una vida más
plena, y mucho más acorde a nuestras necesidades como persona y como sociedad.

Educar es inspirar y a través de esa inspiración permitirnos desarrollar al máximo nuestra creatividad y emoción.

[15:11, 10/5/2019] Lucía Reyes: EDUCACION ACTUAL

[15:11, 10/5/2019] Lucía Reyes: Cómo es el modelo educativo actual? ¿Estamos educando mal a nuestros alumnos? Numerosos
académicos coinciden en que el mundo actual, en pleno siglo XXI, no puede regirse por el modelo educativo propio de la
revolución industrial porque estamos creando alumnos pasivos. Pero, ¿cómo debe ser el aprendizaje? Los niños deben aprender
de forma activa y consciente, dejar de lado las clases donde el profesor expone un tema y los alumnos, simplemente, escuchan.
El sistema educacional tradicional impide el desarrollo de la creatividad y de la originalidad, repercutiendo directamente en el
desarrollo de las habilidades del alumno.

El profesor de la escuela de negocios del MIT, Peter Senge, criticaba en una reciente entrevista recogida por el diario El País que
las escuelas replican el modelo pasivo de aprendizaje, en el que los estudiantes permanecen sentados “como si se les estuviese
entrenando para trabajar en una fábrica”. En su afán por estudiar nuevas fórmulas pedagógicas, Peter Senge fundó en 1991 la
Society for Organizational Learning (SOL), una red de aprendizaje basada en la innovación en la que participan más de 19
empresas y organizaciones, además de escuelas públicas y privadas de todas partes del mundo.

NuevosMetodosPedagogicos

Transformación en la escuela

Un estudio realizado en 2010 por el MIT descubrió que la actividad cerebral de un estudiante, donde el alumno es sólo receptor
de información, es similar a cuando ve la televisión. Según el profesor Senge, la fórmula actual es siempre igual: los profesores
tienen el control y los alumnos no son proactivos. Dicha fórmula debe cambiar, porque alumnos y profesores tienen que
aprender de forma conjunta y desarrollar los mismos intereses. El problema actual radica en que “los profesores no tienen todas
las respuestas. Nadie sabe cómo se resolverán los problemas que ya nos afectan hoy, por ejemplo, el cambio climático”.

“Solemos decir que el profesor del siglo XXI tiene que enseñar lo que no sabe. Ahí empieza la innovación. Lo primero que tienen
que hacer es desaprender, olvidar los métodos pedagógicos tradicionales. Es muy difícil porque tienen una identidad muy fuerte
y se sienten orgullosos de estar al frente de la clase. Creen que mantener el orden y la atención en su discurso es lo que les hace
buenos profesores, y tal vez sea ese el problema, las lecciones magistrales brillantes”, argumenta el profesor.

El objetivo es que el alumno desarrolle sus propias habilidades cognitivas para aprender. Esto es, la capacidad de prestar
atención de forma sostenida; procesar la información; interpretarla, y guardar todo en la mente.

¿Cómo funciona SOL?

La misión de SOL es “buscar innovadores para conectarlos entre sí, para que entiendan que no están aislados. Hay una
revolución que está ocurriendo, cientos de profesores usan Flipped Classrom o el aprendizaje por proyectos, pero el problema
es que no hay vías de comunicación entre ellos”. Para conseguirlo, la sociedad promueve cursos y programas, entrenamiento y
consultorías con base de aprendizaje.

¿Cuáles son los resultados? El profesor explica que, por ejemplo, uno de los docentes de la red SOL que trabaja en una escuela
pública de Boston (EE.UU.) ha creado un método en el que los alumnos se enseñan álgebra entre ellos. Durante 20 años ha
desarrollado problemas complejos que ni los estudiantes más aplicados logran descifrarlos por sí mismos, con el objetivo de que,
mediante el trabajo en grupo, puedan resolverlos. El profesor pasa a ser un facilitador o mediador entre alumnos, pero no
impone su autoridad

La escuela y la creatividad

El cerebro es adaptable y cambia constantemente su estado. Según el neurocientífico Norman Doidge, descubridor de la
neuroplasticidad, el cerebro es maleable y tiene capacidad para mejorar las habilidades cognitivas. Esta maleabilidad podría
explicar los cambios en el desarrollo del aprendizaje del niño, ya que depende de cuán desarrolladas estén sus capacidades
cognitivas. Por tanto, ya no sirve el modelo educativo actual, hay que brindar la oportunidad a los alumnos de ser capaces de
desarrollar, por sí mismos, su conocimiento.

¿Cuáles serían las consecuencias de seguir con este método? El profesor Senge explica que, en sus clases, pregunta a sus
alumnos cuántos de ellos habían decidido a los 10 años que no sabían cantar o dibujar. “La gran mayoría levanta la mano. Entre
los cinco y los 10 años se internalizan esos miedos a no dar la talla y los chicos, simplemente, dejan de hacerlo”. Por tanto, lo que
este autor quiere decir es que la escuela, tal y como la conocemos, puede motivar y enraizar la falta de creatividad en los niños
desde pequeños.

Por su parte, el pedagogo británico Ken Robinson, uno de los pensadores educativos más solicitados del momento, expone una
crítica sobre la escuela tradicional. El experto argumenta que “los niños nacen con cualidades que, a menudo, el sistema
entierra”. En sus conferencias defiende que bailar es tan esencial como las matemáticas. “Creo que la gente que piensa que
bailar no es importante, probablemente ni baila ni nunca lo ha intentado. El sistema educativo actual trata la vida humana como
si solo importase lo que existe entre las dos orejas”.

El famoso informe PISA revela que Singapur, un país que ha liderado la transformación educativa, está en el primer lugar del
ranking seguido de Japón, Finlandia y Hong Kong. Pero no se trata de buscar la llave del éxito del sistema educativo que tienen
en Finlandia o en Singapur, simplemente de aplicar nuevas metodologías de aprendizaje que se adecúen a las necesidades de los
alumnos del siglo XXI. Una época caracterizada por los cambios constantes a nivel global y por la incertidumbre del futuro que
conlleva a que profesores y alumnos aprendan juntos.

[19:24, 10/5/2019] Lucía Reyes: Ari ahí te envie Todo

Potrebbero piacerti anche