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Justificación:
Dado que la miscelánea Danny tiene su zona de stock sin ninguna clasificación, ninguna
marca o etiqueta que separe las áreas de cada producto que venden, se puede hacer muy
ineficiente el despacho a los clientes al momento de la venta de alguno de estos, también
puede presentarse muchos problemas al momentos de sacar una ganancia semanal o
mensual porque no se tiene ningún registro de venta, esto puede generar que a largo plazo
la miscelánea pueda tener una perdida monetaria en algún tiempo.
Puede presentar futuros problemas como: Falta de medición: Al no tener ningún control del
inventario, ni de las ganancias, métodos para medir resultados, rendimientos y eficiencias;
la empresa puede irse a la quiebra, Pocos recursos: No tener los recursos suficientes tanto
para subsistir como poder responder a la demanda que se le pueda presentar, Mercancía
estancada: Al no tener control en su inventario la miscelánea no tiene conocimiento de que
productos están teniendo menor rotación, no haciendo un estudio de mercado.
Para poder darle solución a esta irregularidad lo haremos mediante un computador y un
proceso de contabilidad en Excel, el cual hará una recopilación de todos los productos
mediante una estructuración donde le daremos un código a cada producto, también sobre
todas las ventas y compras que logre hacer la miscelánea durante el proceso que ellos
establezcan, lo cual ayudara a su eficiencia tanto en atención como en seguridad hacia los
clientes.
Al implementar el software para el control del inventario daremos a la miscelánea algo que
puede mejorar la bastante dado que mediante esto podrán tener un manejo mucho mejor
de las cuentas, ganancias, las compras y tendrán un registro digital de todos los productos
que tienen en su zona de stock ya que no manejan ninguna medida de almacenamiento
por aparte.
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Diagnóstico del área intervención:
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Identificación de las áreas de apoyo:
Misión:
Como microempresa que somos, buscamos destacar por nuestro buen servicio, productos
de buena calidad, satisfacer todas las necesidades y la demanda que nuestros clientes
estén buscando tanto en papelería, tecnología, prendas de vestir y accesorios, todo para
que nuestra marca vaya creciendo teniendo así nuestra permanencia, como nuestro
crecimiento en el mercado.
Visión:
Sabiendo que la economía y la demanda están en constante cambio nos proyectamos para
el 2029 ser una marca de venta de accesorios y papelería muy reconocida en barranquilla,
adaptándonos a las necesidades, siendo unas de las microempresa en el ranking como
líderes gracias a nuestra trazabilidad en el sector universitario.
Valores corporativos:
Responsabilidad, Compromiso, Colaboración, Perseverancia, Transparencia, Trabajo en
equipo, para obtener beneficios comunes y de ayuda al crecimiento de la empresa,
compartiendo así conocimientos y experiencias entre integrantes.
Marco Contextual:
En la microempresa la falta de un control de inventarios provoca que existan perdidas en
unidades de producto, como también el desconocimiento en ventas y ganancias del mismo,
puesto que no se maneja un control respectivo de cada unidad existente; sin una
planeación correcta del inventario se podría agotar la existencia de un producto útil en
cuanto a la demanda de la miscelánea, esto provocaría pérdida de clientes potenciales,
además de innecesarias inversiones para conseguir un nuevo producto sin un tiempo de
pedido prudente.
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Reseña Histórica:
“Inicialmente la empresa se fundó como una tienda de barrio, para así cubrir la necesidad y
la tradición familiar, en el año 1985. Mientras pasaba el tiempo, la “tienda” empezó a tener
mayor demanda en productos que no hacen parte de la canasta familiar, como papelería,
accesorios eléctricos, etc; a causa de esto nace la idea de dividir el local para crear una
miscelánea que cubra la demandan de estos productos, esto se lleva a cabo en el año
1990. Desde ese entonces hasta la fecha, la miscelánea ha estado situada en el mismo
lugar, logrando así el crecimiento y posicionamiento de la misma, cumpliendo con toda la
documentación necesaria requerida para ser una “empresa legal”, vista por la cámara de
comercio en Barranquilla”. _Emilia Acevedo_
Organigrama:
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Emilia Acevedo viuda de Cala
Dueña
Supervisor Administrador
Marco Teórico:
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El inventario es uno de los principales factores que inciden en el desempeño de las
empresas, es de vital importancia para las compañías contar con un inventario bien
administrado y controlado.
Al tener una visibilidad confiable de tu inventario puedes tomar mejores decisiones además
de reducir costos al no cargar con excesos o faltantes de mercancía y por lo tanto ofrecer
un mejor servicio a tu cliente.
Al contar con un sistema para gestionar tu inventario te encontrarás con dos agentes
importantes de decisión que son:
Clasificación de inventario
Confiabilidad con los registros
Stock mínimo (de seguridad): es la cantidad mínima de determinado artículo que deseas
mantener en tu almacén.
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Detectar fácilmente artículos de lento movimiento o estancados
Reducir los costos de tus fletes
Vigilar la calidad de los productos al tenerlos bien identificados y monitoreados
Reconocer robos y mermas
Liberar y optimizar el espacio en tus almacenes
Control de entradas, salidas y localización de la mercancía, requisición de
mercancías para un manejo de tus bodegas más profesional.
Según la webgrafia:
https://blog.corponet.com.mx/5-maneras-en-que-un-software-erp-te-ayuda-en-el-control-de-
inventarios
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sobre el grado de control a prestar a los diversos tipos de productos, muchas empresas
suelen recurrir al método ABC, que deriva de la famosa Ley 20-80 o Ley de Pareto, en
honor del economista suizo que percibió tal fenómeno estadístico en numerosos hechos
económicos. Según la Ley 20-80, en muchas situaciones económicas se observa que a un
pequeño número de elementos de un conjunto (aproximadamente el 20 por 100) le
corresponde la mayor parte del valor de otro conjunto (en torno al 80 por 100). Así, por
ejemplo, el 80 por 100 de la riqueza mundial está en manos del 20 por 52 100 de la
población; el 80 por 100 de las ventas de una empresa corresponden a un 20 por 100 de
los productos que la empresa comercializa, etc. Como se comprenderá, esta
correspondencia (20-80) no es exacta. Viene a indicar, más bien, la desproporción que con
frecuencia se da en el reparto de un determinado conjunto entre un grupo de elementos.
Está desproporción también suele presentarse en el caso de los inventarios. La
constatación de esta realidad en un gran número de empresas impulsó la aplicación del
método ABC para decidir el grado de atención que se iba a prestar a los diferentes
productos. Este método consiste en dividir las existencias totales en tres grupos: A, B y C,
incluyendo en el grupo A los artículos que, aunque representan un porcentaje más
pequeño en unidades físicas respecto al total de artículos en existencias, sin embargo,
suponen la mayor parte del capital inmovilizado en stock, en el grupo B los de segundo
orden en valor, y en el grupo C, por último, incluyen al resto de artículos de tercer orden en
importancia. A este procedimiento de clasificación lo han denominado "método ABC" pero
podría considerarse más adecuado denominarlo como procedimiento de clasificación
alfabético, en orden a su valor de importancia. No tienen por qué ser sólo tres los grupos, y
no sólo es el valor monetario inmovilizado que suponen lo que merece una mayor atención
en su gestión y un mayor control de la misma, sino también el uso que se haga de los
mismos y los beneficios y utilidad que representen dichos stocks para la empresa.
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Grafica 1, El método ABC de control de inventarios
Generalmente sucede que, aproximadamente el 20% del total de los artículos, representan
un 80% del valor del inventario, mientras que el restante 80% del total de los artículos
inventariados, alcanza el 20% del valor del inventario total. El gráfico ABC (o regla del
80/20 o ley del menos significativo) es una herramienta que permite visualizar esta relación
y determinar, en forma simple, cuáles artículos son de mayor valor, optimizando así la
administración de los recursos de inventario y permitiendo tomas de decisiones más
eficientes.
Según este método, se clasifican los artículos en clases, generalmente en tres (A, B o C),
permitiendo dar un orden de prioridades a los distintos productos:
ARTÍCULOS A: Los más importantes a los efectos del control.
ARTÍCULOS B: Aquellos artículos de importancia secundaria.
ARTÍCULOS C: Los de importancia reducida. La designación de las tres clases es
arbitraria, pudiendo existir cualquier número de clases.
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También el % exacto de artículos de cada clase varía de un inventario al siguiente. Los
factores más importantes son los dos extremos: unos pocos artículos significativos y un
gran número de artículos de relativa importancia. Esta relación empírica formulada por
Vilfredo Pareto, ha demostrado ser una herramienta muy útil y sencilla de aplicar a la
gestión empresarial. Permite concentrar la atención y los esfuerzos sobre las causas más
importantes de lo que se quiere controlar y mejorar.
RESOLUCIÓN:
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1. Se debe determinar la participación monetaria de cada artículo en el valor total del
inventario. Para ello se debe construir una tabla de acuerdo a lo siguiente:
Columna nº 1: Corresponde al nº de artículo.
Columna nº 2: Los porcentajes de participación de cada artículo en la cantidad total de
artículos. Para nuestro ejemplo, como tenemos un inventario constituido por 20
artículos, cada artículo representa el 5% dentro del total (100%/ 20 art.= 5%)
Columna nº 3: Representa la valorización de cada artículo. Para obtenerla,
multiplicamos su precio unitario por su consumo. Al pie de la columna obtenemos el
valor de nuestro inventario de los 20 artículos.
Columna nº 4: Nos muestra el % que representa cada una de las valorizaciones en el
valor total del inventario.
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3. Trazado de la gráfica y determinación de zonas ABC:
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A partir de los datos de la tabla 3 y la gráfica se puede observar que unos pocos artículos
son los de mayor valorización. Si solo se controlaran estrictamente los tres primeros, se
estaría controlando aproximadamente el 60% del valor del inventario. Asignamos la zona A
para estos artículos. Controlando también los art. 3, 6 y 11, se estaría controlando, en
forma aproximada, el 82% del valor del inventario.
(Zona B) Se ve claramente en la gráfica que el 15% del inventario justifica el 60% del valor,
mientras que el 30% del mismo justifica el 82% de dicho valor; a su vez, el 70% del
inventario justifica el 18% del valor. Si se tiene en cuenta los costos de mantenimiento y de
control de estos últimos, se llega a la conclusión que no es necesario controlarlos
estrictamente, ya que son de poca valorización, y que debe mantenerse el mínimo stock
posible de los mismos.
La asignación de las zonas A, B y C en la gráfica que estamos analizando se realizó en
función del alto % de valorización de los tres primeros artículos (25,47%, 18.55% y 16.08%,
respectivamente), sin embargo, las zonas pueden asignarse de forma diferente, por
ejemplo, incluyendo en la zona A los seis primeros artículos, que representan alrededor del
80% del valor del inventario, en la zona B los siguientes tres artículos, y los restantes en la
zona C. De esta forma, controlando el 30% del inventario (zona A) se estaría controlando
aproximadamente el 80% del valor del mismo. Observando las zonas A y B de la gráfica
que se da a continuación, se puede ver que el 45% del inventario justifica alrededor del
90% de su valor y que el 55% del inventario justifica, aproximadamente, el 10% del mismo
valor.
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Conclusiones Si bien cada almacén tiene distintos tipos de curvas ABC, lo importante es
recordar que:
Para los artículos A se debe usar estricto sistema un de control, con revisiones continuas
de los niveles de existencias y una marcada atención para la exactitud de los registros, al
mismo tiempo que se deben evitar sobre-stocks.
Para los artículos B, llevar a cabo un control administrativo intermedio.
Para los artículos C, utilizar un control menos rígido y podría ser suficiente una menor
exactitud en los registros. Se podría utilizar un sistema de revisión periódica para tratar en
conjunto las órdenes surtidas por un mismo proveedor.
Los sistemas informáticos permiten hacer uso de niveles uniformes de control para todos
los artículos, sin embargo, el establecimiento y análisis de prioridades que se pueden
realizar con la técnica ABC resultan muy útiles a los fines de mejores tomas de decisiones.
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1https://www.mheducation.es/bcv/guide/capitulo/8448199316.pdf
Gestión de Stock:
Con el fin de satisfacer la demanda a tiempo, las empresas suelen mantener cierto nivel de
inventario o stocks en sus almacenes. Esta previsión resulta especialmente importante
cuando un producto tiene una demanda fuertemente estacional o cuando la demanda ha
de servirse en un período temporal relativamente corto. El propósito de este math-block es
presentar una serie de modelos, todos ellos variantes del Modelo EOQ (Economic Order
Quantity) que nos pueden ser útiles a la hora de tomar decisiones sobre inventarios cuando
la demanda es conocida.
Básicamente, estos modelos intentarán dar una respuesta a las preguntas que
normalmente se plantea el departamento de gestión de inventarios: (1) ¿Cuándo lanzar
una orden de producción o de compra?, y (2) ¿Cuál debe ser el tamaño óptimo de dicho
pedido?
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Tipos de stocks:
Distinguiremos cuatro tipos de stocks posibles según la función que éstos desempeñen:
Conceptos básicos:
Incluso en aquellos casos en que deseemos mantener un nivel de inventarios constante,
dicho nivel variará cuando la demanda solicitada (salidas) difiera de las previsiones o
cuando la entrada de material (entradas) no coincida con lo esperado.
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De todas formas, no siempre será deseable mantener un nivel de stocks constante. Así,
por ejemplo, el sistema de producción podría abastecerse de forma intermitente con una
cantidad fija Q, la cual se incorporaría a intervalos regulares de T unidades temporales,
mientras que la salida se podría producir según una tasa constante D.
Características de la Demanda:
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Tipos de Costes:
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consumo en el instante C; si la necesidad real de material se produce en el instante B, se
producirá una ruptura de stocks y la demanda quedará insatisfecha; si, por contra, la
necesidad surge en el instante D, entonces se habrá producido un reaprovisionamiento
precipitado que repercutirá sobre los costes de posesión de stocks.
Para la primera cuestión se puede recurrir a fijar un nivel de referencia para el stock (punto
de pedido, s), y lanzar una orden cada vez que la posición del stock sea inferior a este
valor; otra alternativa consiste en fijar un período de revisión, T, y efectuar un pedido en
instantes concretos. Por lo que respecta a la segunda pregunta, es posible solicitar siempre
una cantidad fija predeterminada Q (medida del lote), o la diferencia entre un valor fijo S
(cobertura) y la posición del stock.
Para describir una política de gestión de stocks bastará pues con indicar, mediante un par
ordenado, cuándo y cuánto se pide. Así, una política (s,Q) significará que se lanza una
orden de tamaño fijo Q cada vez que la posición del stock sea inferior a s unidades.
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Otras políticas posibles son: (T,S) con la cual se lleva a cabo un pedido cada T unidades
de tiempo, de tamaño igual a la diferencia entre la cobertura S y el nivel de stock
detectado; la política (s,S), la cual implica la solicitud de un pedido de un tamaño suficiente
para abastecer la cobertura S cada vez que la posición del stock sea inferior al punto de
pedido s; y la política (T,Q), en la que se solicitaría un pedido fijo Q cada T unidades de
tiempo.
Método de reaprovisionamiento:
Método del punto de pedido con revisión continua (s,Q): Se tendrá conocimiento del
nivel del stock en todo momento. Cuando debido al consumo se llegue a un nivel mínimo
(punto de pedido, s), se emitirá un pedido de medida fija Q (lote económico). El punto de
pedido intenta equilibrar los costes opuestos de ruptura y posesión de stocks, mientras que
el tamaño del lote económico se calcula para conseguir el equilibrio entre los costes de
lanzamiento y los de posesión. Este es el método que siguen los modelos EOQ.
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EL modelo EOQ básico o modelo de Harris-Wilson:
Bajo estas hipótesis, lo que resulta más económico es organizar los pedidos de manera
que se produzca la entrada de un lote al sistema en el momento en que el nivel de stock
sea nulo; por tanto las órdenes de emisión de los pedidos se han de realizar en instantes
en que el nivel de stock sea el mínimo imprescindible para satisfacer la demanda durante
el período de entrega.
S= D*L.
Además, todos los lotes han de tener el mismo tamaño, dado que los parámetros del
modelo se mantienen constantes a lo largo del tiempo, y que el horizonte es ilimitado.
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Si cada pedido es de un volumen igual a Q, para satisfacer la demanda anual D habrá que
ordenar D/Q pedidos/año (frecuencia de reaprovisionamiento N); la inversa de este valor
representará el tiempo que transcurre entre dos entradas consecutivas al sistema (tiempo
de ciclo de aprovisionamiento TC).
Este coste está relacionado con el tamaño de lote Q, de manera que si dicho tamaño
crece, el número de lanzamientos se reduce y, por consiguiente, el coste anual de
lanzamiento disminuirá.
KA = CA * D
El coste anual de posesión de stock KP está relacionado con el nivel medio del stock
mantenido a lo largo del año. Bajo los supuestos considerados, el nivel de stock oscila
entre 0 y Q. Dado que la demanda es homogénea y no se permiten rupturas de stock, el
nivel medio del inventario será igual a Q/2; como mantener una unidad de producto en
stock durante un año tiene un coste de posesión de CP u.m., el coste anual de posesión
será:
KP = CP * Q/2
Observar que conforme aumenta el tamaño del lote Q, también aumenta el coste anual de
posesión KP.
El coste total anual de stock será la suma los tres costes anteriores. En todo caso, los
costes relevantes en la gestión de stocks (aquellos sobre los cuales nuestras decisiones
pueden influir) son el coste anual de lanzamiento, KL, y el coste anual de posesión, KP,
dado que el coste anual de adquisición no depende ni del tamaño del lote ni de las fechas
en que se ordenen los pedidos.
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Por tanto, el coste relevante anual K será: K = KL + KP u.m. Si consideramos K = K(Q),
resulta inmediato comprobar que esta función toma un valor mínimo K* asociado a un
tamaño de lote óptimo (Q*):
Esta cantidad Q* recibe el nombre de lote económico (Economic Order Quantity). Además,
en este modelo, el lote económico es justamente el valor que iguala los costes anuales de
lanzamiento y posesión.
Una estación de servicio vende 1740 litros de gasolina al mes. Cada vez que la estación
pide una cuba para rellenar sus tanques ha de desembolsar 50 € en concepto de
transporte más 0,70 € por cada litro que solicite. El coste anual de mantener un litro de
gasolina es de 0,30€.
Queremos determinar el tamaño del lote óptimo y el nº de órdenes anuales que se deberán
realizar a fin de minimizar los costes totales. ¿Cuál sería el punto de pedido si el período
de reparto fuese de dos semanas? ¿Y si fuese de diez semanas?
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de pedido, por lo éste no nos serviría como indicador. En tales situaciones haremos
la división L*D entre Q* y tomaremos s como el resto de la misma.
El “output” nos dice que lo ideal será pedir 4.000 litros de gasolina cada mes, lo que nos
supondrá un coste anual relevante de 1.200 € (observar que en el óptimo, CL = CP).
Además, deberemos hacer los pedidos cuando el nivel de gasolina en los tanques llegue a
los 1.841 litros. Si el período de entrega subiese a 70 días, el punto de pedido sería de
1.205 litros, obteniéndose dicha cifra cómo resto de la división L*D entre Q*.
Dado que es difícil estimar con exactitud los valores reales de las variables D y CP (o
alternativamente i), resulta muy interesante saber que los costes totales son “robustos”
frente a pequeñas variaciones en el valor de Q*, i.e., si el valor obtenido de Q* no difiere
mucho de su valor real (el que se obtendría con los valores exactos de D y de CP),
entonces el coste total real no diferirá mucho del previsto.
Acabamos de ver que K* = K*L + K*P = (CL * D/Q*) + (CP * Q*/2) es la expresión del coste
relevante anual mínimo. Sustituyendo Q* = (2*CL*D/CP)1/2 en la ecuación anterior
tenemos: K* = (2*CL*CP*D)1/2 u.m. Utilizaremos esta formulación del coste relevante
anual mínimo para explicar en parte las ventajas competitivas de las grandes compañías
cuando éstas son capaces de generar suficiente demanda.
La situación inicial en que cada comerciante actúa separadamente supone un coste total:
K*A+B = K*A+K*B = 2K* u.m. /año. Si los comerciantes deciden constituir un stock
conjunto, la demanda anual de la nueva compañía será de 2D y, por tanto, el coste total
será: K*AB = (2*CL*CP*2D)1/2 = 21/2K* u.m. /año, lo que significa que la fusión
empresarial habrá logrado reducir los costes de gestión.
Gestión
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Gestión conjunta
separada AB
AyB
Demanda D+D 2D
Lote
Q*A = Q*B = Q* Q*AB = 21/2Q*
económico
A menudo los suministradores ofrecen descuentos en los precios del producto servido si
les compramos en grandes cantidades. Tales descuentos se habrán de tener en
consideración a la hora de decidir qué cantidad nos conviene adquirir y cuándo deberemos
efectuar los pedidos. Estaremos pues ante un modelo distinto al de Harris-Wilson: CA ya
no será constante, sino que dependerá del volumen del lote comprado, lo que afectará
tanto al coste de posesión unitario CP = i * CA, cómo al coste total anual KT = KA + KL +
KP.
Descuentos Uniformes:
Los descuentos uniformes implican el mismo descuento en todas las unidades compradas,
descuento que será de mayor o menor magnitud según el intervalo o tramo en que se
encuentre la cantidad solicitada. Un ejemplo de descuento uniforme sería:
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lote
Cabe hacer, sin embargo, una observación importante: ahora Q* será el tamaño del pedido
que minimice los costes relevantes K (Q) = KL + KP dentro del intervalo considerado
(optimización con restricciones). Por tanto, si al hacer los cálculos resulta que el Q*
obtenido según la fórmula del modelo anterior no pertenece al intervalo en el que estamos,
deberemos tomar como Q* el extremo del intervalo que más se aproxime al valor obtenido,
ya que este será el valor óptimo restringido a dicho tramo (pues la función K (Q) es
convexa respecto del origen).
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Una gestoría realiza pedidos de discos CD regrabables a un gran almacén. Los discos van
en cajas de 10 unidades, y su precio depende del número de cajas solicitadas según se
muestra en la tabla anterior (la usada como ejemplo de descuentos uniformes). La gestoría
estima que necesitará unos 10.000 discos al año. El coste de lanzamiento de cada pedido
es de 100 €, mientras que la tasa anual de mantenimiento se estima en i = 0,20. Se trata
de determinar el tamaño del lote óptimo, los gastos asociados al mismo, y el nº de órdenes
anuales que conviene realizar.
Como se puede observar, la estructura de esta nueva hoja es muy similar a la que
utilizábamos para resolver el modelo EOQ básico. La única diferencia significativa radica
en la determinación de Q*, que ahora vendrá dado por
Expresión que nos viene a decir lo siguiente: “Si el Q* que obtienes está dentro del
intervalo considerado, entonces es válido. En caso contrario, toma como Q* el extremo del
intervalo que más se aproxime al valor obtenido”.
Descuentos Graduales:
Cantidad a Precio
comprar unitario
(unidades) (€/unidad)
por lote
de 51 hasta 50
Tramo 2 unidades
100
a 100 y
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el resto
a 90
0
unidades
a 100 50
de 101 en
Tramo 3 unidades
adelante
a 90 y el
resto a
80
Supongamos que queremos comprar 120 unidades (tramo 3 de la tabla anterior). En tal
caso, tendremos que hacer frente a un coste de adquisición “acumulado” de 9.500 €
(50*100 + 50*90) más un coste “extra” de 20*80 = 160 €.
Por su parte, el coste medio de posesión por unidad vendrá dado por CPM = i * CAM , por
lo que el coste anual de posesión será: KP = i * CAM * Q/2 .
Al igual que hacíamos con los descuentos uniformes, la idea será calcular el Q* asociado a
cada tramo, y luego elegir aquel cuyos costes asociados sean los más bajos. A la hora de
calcular cada Q*, deberemos distinguir entre el caso en que el resultado obtenido al aplicar
la fórmula pertenezca al intervalo considerado (entonces éste número será Q*), o el caso
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en que no (si así ocurre tomaremos el extremo más próximo, por ser la función de costes
totales convexa).
Supongamos que tenemos una demanda anual de 500 artículos y nuestro proveedor nos
ofrece los precios que se muestran en la tabla anterior. Si la tasa de mantenimiento es del
20%, y el coste de lanzamiento es de 50 €, ¿cuál sería el tamaño del lote óptimo?, ¿qué
costes lleva asociados este tamaño?.
Nuevamente haremos uso de EXCEL para diseñar una hoja que nos permita hacer los
cálculos de forma rápida (en este caso la llamaremos Descuentos Graduales). A
continuación se muestran los resultados asociados a cada uno de los tramos:
En esta hoja, la fórmula más significativa es la que nos calcula el Q* en base a la ecuación
deducida anteriormente. Así, la casilla correspondiente será:
Podemos interpretar esta fórmula de forma similar a como lo hicimos con la de descuentos
uniformes.
En muchas ocasiones, parte de los artículos que se almacenan son producidos por la
propia empresa en vez de ser adquiridos a otra compañía ajena. En tales situaciones, el
supuesto 6 de que la entrada del lote al sistema es instantánea carece de sentido, ya que
no es posible producir todos los artículos de golpe, en especial si consideramos series de
producción largas. Más bien sucederá que el proceso productivo va aportando artículos al
almacén de forma gradual.
Así, los artículos producidos irán pasando a formar parte del inventario en lotes de
transferencia, los cuales serán de tamaño inferior al volumen de la serie producida. En
nuestro caso, supondremos que el lote de transferencia es igual a la unidad. Obviamente,
partiremos de la hipótesis de que la capacidad productiva anual P será mayor que la
demanda anual D, pues en caso contrario no será posible satisfacer dicha demanda de
forma indefinida.
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reducirá de forma progresiva según una tasa D hasta llegar a nivel 0; punto en el cual
comenzará otro nuevo ciclo.
Q* = [2CL*D/((1-D/P)*CP)]1/2 .
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En muchas situaciones de la vida real la demanda no es satisfecha a tiempo debido a la
falta de existencias (rupturas de stock). Cuando esto ocurre podemos estar ante una
demanda diferida, o bien ante una demanda perdida. Ambas opciones suponen un coste
para la empresa, el cual es mucho mayor en el segundo de los casos (pérdida de la venta,
posible pérdida de clientes, mala imagen, etc.). Sin embargo, si el cliente consiente en
diferir la entrega de su pedido, cobra sentido considerar posibles rupturas de stock de un
tamaño determinado buscando que el coste de diferir las entregas compense los costes de
posesión de inventarios. En lo que sigue supondremos que podemos estimar el coste de
retardar la entrega de una unidad durante un año en CD u.m.
En este modelo, tanto el coste anual de lanzamiento como el coste anual de adquisición
son idénticos a los del modelo EOQ básico. El coste anual de posesión, sin embargo, sí
resulta distinto. Ello es debido a la variación en el nivel medio de posesión. Además, a la
hora de calcular la función de coste total deberemos considerar el coste anual de diferir la
demanda KD. El tiempo de cada ciclo (tiempo entre dos entradas consecutivas de un lote)
es igual a Q/D años.
Se pueden distinguir dos períodos por ciclo: el período sin ruptura tiene una duración igual
a (Q-M)/D años, y presenta un stock medio de (Q-M)/2 unidades; por su parte, el período
de ruptura es igual a M/D años y durante el mismo su stock medio es 0, oscilando el nivel
de ruptura entre 0 y M. Así pues, tendremos que el stock medio en cada ciclo será de (Q-
M)2 / (2D) unidades, mientras que el nivel de ruptura medio por ciclo será de M2 / (2D)
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unidades. Como al año tendremos D/Q ciclos, el nivel anual medio de stocks será (Q-M)2 /
(2Q) , y el nivel anual medio de ruptura M2 / (2Q) .
Supongamos que una clínica óptica estima sus ventas anuales de monturas para gafas en
10.000 unidades. La clínica hace sus pedidos a un suministrador que le cobra 15 € por
cada armazón más 50 € por cada envío. El gerente de la óptica considera que el coste
mensual de diferir la entrega de las monturas solicitadas es de 1.25 € (debido a la pérdida
de futuras ventas).
Sabiendo que la tasa de mantenimiento anual es del 30%, determinar el tamaño del lote
óptimo a adquirir, así como el nivel máximo de ruptura del inventario.
En todos los modelos EOQ hemos supuesto que la demanda era homogénea a lo largo del
año. Sin embargo, esta hipótesis no siempre será cierta: en la vida real hay muchos casos
en los que la demanda, aunque de carácter determinista, es variable debido a diversos
factores, el principal de ellos, la estacionalidad.
Pero de no ser así, deberemos recurrir a otros procedimientos (como Silver-Meal) para
estimar el tamaño del lote que mejor se ajuste a nuestras necesidades.Supongamos que
las demandas observadas en n períodos de tiempo son: D1, D2,..., Dn. Definimos el
Coeficiente de Variabilidad de la variable aleatoria demanda D como: CV = Var[D] / E[D]2 ,
donde Var[D] y E[D] representan respectivamente la varianza y la esperanza de la v.a. D.
Pues bien, la práctica nos dice que si CV ≤ 0,20 nos será lícito considerar que la varianza
es homogénea, pero si CV > 0,20, entonces recurriremos a la técnica de Silver-Meal que
se explica a continuación con la ayuda de la hoja Silver Meal de nuestro fichero EOQ.xls:
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En este ejemplo, como VC > 0.20 usaremos Silver-Meal: supongamos que solicitamos la
cantidad justa para satisfacer la demanda del primer período (Q1), es decir, que pedimos
500 unidades. El coste relevante asociado al primer período, K1, sería de 750 €. Observar
que dicho coste se deberá exclusivamente al coste de lanzamiento, ya que el pedido se
serviría inmediatamente a los clientes (no hay coste de posesión).
Imaginemos ahora que pedimos un lote capaz de cubrir la demanda de los dos primeros
períodos. La cantidad solicitada sería de 3.600 unidades. De estas, 500 se servirían
inmediatamente y el resto se entregarían al inicio del segundo período; por tanto,
tendríamos un stock de 3.100 unidades durante un período (supondrán un gasto de
posesión según indica la tasa de mantenimiento). Así, se obtendrá un coste medio por
período de K2 = 685 €. Observamos ya que es más económico solicitar este último lote que
no el que sólo cubría el primer período.
Si pedimos una cantidad para satisfacer los tres primeros períodos, el tamaño del lote sería
de 4.200 unidades. De éstas, 500 se servirían inmediatamente y 3.700 se almacenarían
durante el primer período. Gran parte de estas 3.700 unidades, concretamente 3.100, se
entregarían al principio del segundo período, quedando 600 en stock hasta el principio del
tercero. El coste medio por período sería K3 = 536,67 €. Como se puede apreciar en el
“output” anterior, ésta resultará la mejor opción. Por tanto, ordenaremos un pedido de
4.200 unidades con el que cubriremos las demandas de los tres primeros períodos. El
coste relevante total de esta operación será de 1.610 €.
Una vez tomada la primera decisión, esperaríamos al principio del cuarto período para
tener más información acerca de la demanda futura.
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2http://www.cyta.com.ar/biblioteca/bddoc/bdlibros/sock_gestion/lotes.htm
3Graves, S.C; Rinnoy A.H y Zipkin P.H. (1993), Logistics of Production and Inventory,
NorthHolland.
4http://www.um.es/~geloca/gio/ampliacion/apuntes.html “Ampliación de Modelos de
Investigación Operativa”. Apuntes del profesor Alfredo Marín del Departamento de
Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Murcia.
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