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Los indicadores de empleo e ingresos entre los jóvenes de 14 a 24 años han mejorado en los

últimos seis años, aunque asimétricamente. Mientras la tasa promedio de la PEA ha crecido
8.3% en el período 2008 – 2013, la de los ingresos ha aumentado 5.5%. En ese mismo
periodo ha habido un decrecimiento del desempleo juvenil en el Perú. Sin embargo, todavía
a tasas modestas, comparando con el incremento de la PEA juvenil adecuadamente
ocupada.

El mayor crecimiento económico ha expandido la demanda laboral por capital humano en


todos los niveles de edad. En el caso del empleo juvenil, desde el 2008 hasta el 2013, ha
crecido en los segmentos con mayor calificación —especialmente universitarios—, en
detrimento del no calificado.
La demanda del mercado laboral por jóvenes con mayores capacidades o algún tipo de
conocimiento, también se refleja el el crecimiento de los salarios reales de los jóvenes y
según el nivel ocupacional. En los últimos 5 años, el requerimiento de jóvenes a nivel
empleado se ha incrementado en 8 puntos porcentuales.
La mayoría de jóvenes (más del 50%) no tienen contrato de trabajo. Por si fuera poco, de
los jóvenes que tienen contrato, la mayoría es a plazo fijo o por locación de servicios.
Aunque la situación laboral juvenil es mejor que en el 2008, sin embargo, se mantiene un
rezago en las condiciones de trabajo. El nuevo contexto económico y la nueva ley laboral
juvenil tendrían efectos directos sobre el empleo

juvenil.

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empleo, PEA,
El escenario de nuestro país no difiere en demasía del panorama de América Latina, precisó
la Organización Internacional del Trabajo.

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Más de un millón de jóvenes peruanos de entre 14 a 25 años, de los cerca de seis millones
que viven en el país, son desempleados, estimó la Organización Internacional del Trabajo
(OIT). Esta cifra ubica la tasa de desempleo juvenil en aproximadamente 18%.
En ese sentido, en Perú el escenario no difiere mucho del panorama regional, pues el
desempleo entre los jóvenes de América Latina y el Caribe alcanza el 16%, mientras que
entre los adultos esa tasa es de 5%, es decir, una relación de casi tres veces, aunque en
ciertos países esta diferencia es mayor.

Es por ello que la OIT, a través de su proyecto de Promoción del Empleo Juvenil en
América Latina (Prejal), ha escogido al 12 de agosto como el Día Internacional de la
Juventud, para sensibilizar sobre la importancia de promover acciones en favor del empleo
decente para los jóvenes.
Sostuvo que el desempleo juvenil es sin duda una preocupación central para el desarrollo de
América Latina y el Caribe, al punto que la disminución de este indicador es una meta
consistente para la reducción de la pobreza.
Sin embargo, detalla la agencia Andina, la OIT anotó que el desempleo juvenil es solo uno
de los problemas que enfrentan los jóvenes en el mercado de trabajo.
En la región hay diez millones de jóvenes desempleados pero, al mismo tiempo, existen 22
millones de jóvenes que no estudian ni trabajan y más de 30 millones que trabajan en la
informalidad y en condiciones precarias.

Las condiciones en las que trabajan los jóvenes son muy diversas, además muchas veces
desempeñan trabajos familiares no remunerados o trabajos precarios que no aportan
significativamente a su desarrollo.

Por otro lado, como una respuesta al desempleo, los jóvenes intentan emprender negocios
propios, pero sin un estudio de las necesidades y oportunidades del mercado local, por lo
que dichos negocios terminan fracasando al poco tiempo.

En ese contexto, y con el fin de mejorar la situación laboral de los jóvenes en América
Latina, la OIT cuenta, entre otras iniciativas, con el proyecto Prejal, el cual se ejecuta en
ocho países de América Latina.
Los potenciales beneficiarios de este proyecto son los más de 100 millones de jóvenes que
hay en la región, destacó.

El Prejal tiene como objetivos sensibilizar y promover la inclusión del empleo juvenil en
las políticas y programas de los países de la región y mejorar las condiciones de
empleabilidad de los jóvenes de América Latina.

El proyecto cuenta además con el apoyo del gobierno de España, y de diversas empresas
españolas, coordinadas por la Confederación Española de Organizaciones empresariales
(CEOE).
La Fundación Telefónica, Endesa Internacional, Santander, La Fundación Adecco,
Prosegur y la Fundación Real Madrid, han tomado la decisión de apoyar las iniciativas
promovidas por las Naciones Unidas con el objeto de dar oportunidades a los jóvenes
latinoamericanos para que encuentren un trabajo decente y productivo; y han logrado
capacitar a cerca de 17,000 jóvenes en la región.

En el ámbito del Prejal en Perú trabajan tres empresas, como la Fundación Adecco, que da
talleres de empleabilidad a jóvenes en situación de desventaja social; y Prosegur, que
capacita a jóvenes de zonas de escasos recursos en vigilancia física y manipulación de
dinero y una vez concluida la formación muchos de ellos son contratados por la misma
empresa.
A ellas se suma Edelnor, del Grupo Endesa, que forma a jóvenes en el negocio de la
distribución eléctrica incrementando sus posibilidades de empleo, siendo en ocasiones
contratados por ellos mismos o por empresas colaboradoras.

Entre los principales logros del Prejal están la firma de acuerdos que involucran a
gobiernos, empresarios y trabajadores para la promoción del empleo juvenil en Brasil,
Argentina y Chile; y la elaboración del plan de acción de empleo juvenil en Perú que
actualmente está en consulta en el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).
Se suman la elaboración de diversos estudios e informes sobre la temática, talleres de
capacitación a jóvenes de sectores desfavorecidos a cargo de las empresas del Prejal y la
construcción de un banco de información virtual que contiene legislación, programas,
estadística, publicaciones y documentos de análisis sobre empleo juvenil de la región.

Aunque en los últimos años la informalidad laboral en los jóvenes ha mostrado una
reducción, todavía continúa siendo un problema en la región. De acuerdo con cifras de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al menos 27 millones de jóvenes laboran
en condiciones de informalidad en América Latina y el Caribe.

Sin embargo, esta problemática es mayor en algunos países. Uno de ellos es el Perú, donde
la tasa de empleo informal en jóvenes alcanza el 82,3%, una de las 4 más altas de la región.
Es decir, ocho de cada diez peruanos entre 15 y 24 años laboran en condiciones condiciones
de informalidad laboral.

Carmen Moreno, directora de la oficina de la OIT para los países andinos, explicó que esto
se debe a que gran parte de esta población es contratada por pequeñas y microempresas, en
las que la informalidad es alta.

Y no solo en las empresas informales ocurre esto. La OIT señaló que el 72% de los jóvenes
que laboran en empresas formales de uno a más colaboradores lo hacen sin las condiciones
de trabajo debidas. La cifra se reduce cuanto más grande es la compañía.

Según el INEI, entre enero y octubre del 2014, el grueso de los jóvenes bajo
la informalidad laboral son asalariados. En cuanto a sueldos, si bien hay un 33% que
cuenta con ingresos de S/.750 a más, existe un 47,6% que tiene sueldos por debajo de
laremuneración mínima vital (RMV) y hay un importante porcentaje de jóvenes que no
recibe un sueldo (19,6%), debido a que trabaja en empresas de su familia.
SE BUSCA CONSENSO
Ante esta situación, Elizabeth Tinoco, comentó que esta problemática constituye una
preocupación mayor al desempleo juvenil porque afecta directamente a la calidad y a las
condiciones del trabajo.

“Estamos frente a un desafío político importante, pues el alto desempleo


e informalidad configuran un cuadro en el que se generan altas dosis de desalientos y
frustración por la falta de oportunidades”, remarcó.

Pese a las iniciativas que han tomado algunos gobiernos de la región, sus alcances no han
logrado cambiar el escenario. ¿Qué pasó? Tinoco dice que muchas de estas iniciativas son
recientes. Sin embargo hay casos interesantes que pueden aplicarse.

Para la OIT es importante que este tipo de iniciativas se tomen luego de un consenso, que
no sean resultados de programas temporales y que partan de un diagnóstico preciso del
panorama.

LA NECESIDAD DE SUBIR LA RMV


Sobre la posibilidad de un incremento de la remuneración mínima vital, la OIT consideró
que sería saludable concretarlo teniendo en cuenta el escenario de desaceleración
económica.

Carmen Moreno, directora de la oficina para los países andinos, dijo que esta medida podría
incentivar el consumo y aumentar la productividad de los trabajadores. En base a lo que
ocurrió en el último incremento, en el 2012, no cree que haya un impacto negativo en la
contratación.
César Peñaranda, director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de
la Cámara de Comercio de Lima, no lo ve así. “Más que pensar en el aumento del salario
mínimo, la prioridad debería estar en la generación de puestos de trabajo. Esto es lo que la
gente quiere”, remarcó.

El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) presentó ayer durante la


realización del evento sobre “El Bono Demográfico y el Empleo Juvenil”, realizado por
la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las políticas de empleo para el
aprovechamiento de dicho bono.

En su presentación, el MTPE indicó que el bono demográfico "proporciona una


oportunidad de mejoramiento económico y social, promoviendo el trabajo decente,
principalmente de los jóvenes", como refiere la Agencia Andina.

EMPLEO JUVENIL

En la economía peruana es importante la participación del Estado para


promover empleo juvenil a través de políticas activas del mercado de trabajo, refirió
el MTPE. Asimismo señaló que esto permitirá,además de generar empleos, promover la
formación de los jóvenes de acuerdo la demanda laboral ,el desarrollo de la micro empresa
y el auto empleo juvenil.

Por lo que el Ejecutivo buscaría fortalecer el servicio de orientación vocacional e


información ocupacional, promover la participación activa de los gobiernos regionales en la
promoción del empleojuvenil e incorporar la política de promoción del empleo juvenil en
la agenda de las instancias de concertación tripartitas.

PERFIL DEL JOVEN PERUANO

Entre el 2004 y 2014, la cifra de jóvenes con educación secundaria culminada se elevó en
más de 9 puntos porcentuales, de 43,8% a 53,2% al año pasado. Además, se informó que
,en el mismo periodo, los jóvenes con educación superior (universitaria y no universitaria)
pasó de 9,65% a 12,3%

Con referencia al número de jóvenes que no estudian ni trabajan, el MTPE informó que la
cifra se viene disminuyendo, se pasó de un millón 737.000, en 2004, a un millón 650.000
,en 2014. En tanto, la disminución del desempleo juvenil alcanzo los 7,6%, a diferencia
del 1,7% que registró el desemplo para los adultos.

Actualmente, los jóvenes de entre 15 y 29 años de edad, representan el


26.9% de la estructura poblacional peruana , según la cartera de Trabajo, al 2025, los
jóvenes representarán el 24.8%.
Resumen
En el presente trabajo se expone la situación de los jóvenes en el ámbito laboral,
describiendo dicha situación, nos encontramos frente aun mundo económico donde desean
ser mas participativos peo pese a diferentes factores no pueden evolucionar ni
desempeñarse como verdaderamente desearían. Presentamos también el papel importante
de la OIT, entidad encargada de velar por laspolíticas laborales y veremos como dicha
entidad tiene objetivos y proyectos de brindar una adecuada inserción de los jóvenes al
sector laboral. Con grandes programas apoyados por diversas entidades y ejecutados por
jóvenes emprendedores, nuestro país pronto seria el mejor.
Introducción
Generar empleo para los jóvenes no es suficiente. En todo el mundo es difícil para los
jóvenes encontrar trabajo, y a veces hasta imposible. Y además, no encuentran trabajos
decentes... Enfrentamos un desafío que no es sólo económico, porque esta situación implica
un riesgo de seguridad de enormes proporciones.
¿Por qué centrar la atención en los jóvenes?
Lo que los jóvenes hacen hoy creará las bases de nuestra futura economía. El
trabajo productivo y decente permite a los jóvenes realizar sus aspiraciones, mejorar sus
condiciones de vida y participar activamente en la sociedad.
Fortalece la economía al crear un cuadro de jóvenes consumidores, ahorristas y
contribuyentes que además crean las condiciones para atraer inversionistas locales y
extranjeros. Mejora la sociedad al reducir los costos relacionados con problemas sociales,
como el abuso de drogas y el crimen.
En los países industrializados, el mayor reto para el empleo juvenil es encontrar trabajos
para los millones que entran al mercado laboral cada año.
En los países en desarrollo y en transición, el reto no es sólo la creación de trabajos, sino
encontrar trabajos decentes para los jóvenes que con frecuencia están subempleados y
trabajan en la agricultura o en los callejones de la economía informal.
Casi todos los países del mundo hecho algo para enfrentar el reto del empleo juvenil. Sin
embargo, los esfuerzos se han centrado con frecuencia en el desempleo juvenil,
desatendiendo las condiciones de trabajo deficientes de muchos jóvenes. En junio de 2005,
representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores de 178 países acordaron en
la Conferencia Internacional del Trabajo que la mejor estrategia para abordar el empleo
juvenil requiere de un enfoque integral que combine políticas de apoyo macro económicas
y medidas específicas, y oriente la demanda y la oferta laboral, así como la cantidad y
la calidad del empleo.
Lima Metropolitana: Composición de la población de acuerdo a combinaciones
estudio/trabajo

El papel de la OIT
La OIT, con su representación tripartita y alianzas internacionales, puede servir como
catalizador para la acción en el empleo juvenil. Al nivel nacional los gobiernos, en
colaboración con las organizaciones de empleadores y trabajadores, son protagonistas del
desarrollo de políticas y programas de empleo juvenil. Al nivel internacional, el papel
protagónico de la OIT en la Red de Empleo de los Jóvenes del Secretario General de
la ONU (YEN) – lanzada en conjunto por el Banco Mundial, las Naciones Unidas y la OIT
– proporciona mayores oportunidades para generar un consenso internacional e influenciar
la agenda internacional con una estrategia exhaustiva para el empleo y la inclusión social de
los jóvenes.
El programa de la OIT sobre empleo juvenil actúa a través de una red mundial de técnicos
especialitas en su sede principal de Ginebra y en más de 60 oficinas en el mundo. Provee
asistencia a los países en el desarrollo de acciones coherentes y coordinadas sobre empleo
juvenil. El trabajo en esta área incluye:
 Recolección de datos sobre la naturaleza y la dimensión del empleo juvenil, el desempleo y
el subempleo;
 Análisis de la eficacia de políticas y programas nacionales sobre empleo juvenil, asistencia
técnica en la formulación y aplicación de planes de acción sobre empleo juvenil y el
desarrollo de herramientas y material de formación;
 Asesoramiento en materia política para fortalecer las políticas de mercado laboral en los
países y programas sobre empleo juvenil, y el fortalecimiento de las potencialidades de los
gobiernos y organizaciones de empleadores y trabajadores;
 Acciones y actividades de sensibilización para promover trabajo decente para los jóvenes
con especial atención a la empleabilidad, empleo y derechos de los trabajadores;
 Establecimiento de alianzas estratégicas sobre empleo juvenil entre el sector público y el
privado al nivel internacional, subregional y nacional;
 Promoción en todo el territorio y formación de redes mundiales para lograr un mejor
rendimiento y compartir experiencias de buenas prácticas entre los miembros de la OIT y
otras partes interesadas;
 Colaboración con instituciones multilaterales y otros organismos para garantizar coherencia
política en las iniciativas nacionales que afectan el empleo juvenil.

El programa de trabajo decente, es un programa diseñado por la OIT:


Trabajo Decente es una estrategia de desarrollo que reconoce el papel central del trabajo en
la vida de las personas: trabajo productivo que implica salario justo, seguridad en el lugar
de trabajo y protección social para los familiares, mejores perspectivas para el
desarrollo personal y la integración social, libertad de expresar opiniones, oportunidad de
organizar y participar en la toma de decisiones, e igualdad de oportunidades para mujeres y
hombres.
El Trabajo Decente forma parte del núcleo de las estrategias globales, nacionales y locales
para el progreso económico y social. Está al centro de los esfuerzos para reducir la pobreza,
y es un medio para obtener desarrollo equitativo, general y sostenible.
La puesta en práctica del Programa de Trabajo Decente implica la aplicación de sus cuatro
objetivos estratégicos:
Crear Trabajo – una economía que genere oportunidades de inversión, empresariales,
puestos de trabajo y modos de vida sostenibles.
Garantizar los derechos de los trabajadores – lograr el reconocimiento y el respeto de los
derechos de los trabajadores, en particular de los trabajadores desfavorecidos o pobres que
necesitan representación, participación y leyes adecuadas que se cumplan y estén a favor y
no en contra de sus intereses.
Proveer protección social básica – marginalidad y pobreza se traducen en que aquellos que
más la necesitan no tienen la mínima protección para enfrentar niveles de vida bajos o en
descenso.
Promover el diálogo y la resolución de conflictos – las personas que viven en pobreza
entienden la necesidad de negociar y saben que el diálogo es el modo de solucionar
problemas de manera pacífica. Un diálogo social en el que participen unas organizaciones
de trabajadores y de empleadores fuertes e independientes es esencial para aumentar
la productividad, evitar conflictos laborales y construir sociedades cohesionadas.

Jóvenes, educación, trabajo e inserción laboral


Jóvenes e inserción laboral
Actualmente, dos de cada diez peruanos son jóvenes que tienen entre 15 y 24 años de edad.
Se trata de alrededor de 5,3 millones de jóvenes de los cuales 72% reside en zonas urbanas,
gran parte de ellos en la capital del país. 31% de los jóvenes se dedica a los estudios en
exclusividad, mientras que 35% sólo trabaja.
El porcentaje de jóvenes que no realiza ni una ni otra actividad es de 21%. En relación con
las tendencias observadas a fines de los años noventa, el principal cambio registrado ha
sido el incremento proporcional de jóvenes dedicados al trabajo, y una ligera disminución
de los que sólo estudian.
Durante la segunda mitad de la década pasada se ha detectado un incremento de la
participación laboral de los adolescentes. 29% de adolescentes trabaja durante una jornada
semanal que excede los límites legales establecidos para esas edades y con un ingreso
promedio que apenas representa el 12% de la remuneración mínima vital. La temprana
participación laboral de ese grupotiene repercusiones negativas sobre la educación: 42% de
los adolescentes entre 15 y 17 años que trabajan no asisten a la escuela.
En relación a los determinantes del trabajo adolescente, se ha encontrado que los factores
o variables clave asociados a este fenómeno son: nivel educativo de los padres (a mayor
educación de los padres, menor participación adolescente) y tasa de participación adulta
en la familia (cuanto mayor sea ésta, menor la participaron adolescente).
Para el año 2001, en las zonas urbanas del país, la tasa de desocupación entre los jóvenes de
14-24 años de edad era 12,9%, vale decir, un poco más del doble que la tasa
de desempleo promedio registrada para el resto de la población. Asimismo, las diferencias
según género y condición de pobreza determinan la participación en el mercado laboral: la
tasa de inactividad absoluta, vale decir, la que resulta de dividir el porcentaje de quienes no
estudian ni trabajan entre la población en edad de trabajar, es mayor en los sectores pobres
y, sobre todo, entre las mujeres pobres.
Por otro lado, la tasa de desocupación resulta ser mayor entre las mujeres, sobre todo las
que se encuentran en situación de pobreza (entre quienes alcanza un porcentaje de casi
22%).
La tasa de participación del subgrupo de 20-24 años es de 68%, mientras que entre los de
15-19 años no llega a 40%. Ello se explica en gran medida por los límites de edad
normativos de su participación en el sistema de educación básica, dado que la edad
promedio de un egresado de la secundaria se sitúa entre los 16 y 18 años. En cuanto a la
participación según distintas categorías ocupacionales, los jóvenes pobres trabajan en
mayor medida como obreros, trabajadores independientes y trabajadores familiares no
remunerados
El empleo y las condiciones de trabajo de la población juvenil en particular la que proviene
de hogares pobres se caracterizan por la precariedad y la inseguridad. 70% de los jóvenes
asalariados carecen de un contrato que regule sus relaciones laborales con sus empleadores.
Además, casi 80% de ellos no cuenta con un seguro de salud. Esta tendencia a la
precariedad caracteriza la inserción laboral de los jóvenes en general, pero resulta más
aguda en el caso de los jóvenes pobres. Así, mientras que 65% de los jóvenes no pobres
trabajan sin contrato, ese porcentaje llega a 84% en el caso de los jóvenes pobres.
Por último, cabe explorar otra dimensión poco estudiada acerca de la realidad ocupacional
o laboral de los jóvenes: el subempleo por calificaciones. En el estudio de 1995 llevado a
cabo en Institutos Superiores Tecnológicos de Lima Metropolitana se halló que alrededor
de la mitad del total de los egresados se encontraba en situación de subempleo calificado,
con algunas variaciones según carreras. Un estudio del 2001 concluyó que entre la
población con algún nivel de educación superior el fenómeno de la "sobre educación"
afectaba a una proporción que fluctuaba entre 41 % y 47 % de la misma.
Lugar donde se Ubica el Trabajo Principal del joven
Canales de educación y capacitación para los jóvenes
En un análisis de las perspectivas laborales de los jóvenes, resulta necesario además
identificar los canales de educación, formación profesional y capacitación a los cuales
pueden acceder los jóvenes en el Perú:
 El sistema de educación básica, que incluye una modalidad de educación secundaria técnica
que provee formación laboral.

 El nivel de educación superior, que tiene dos modalidades: la no universitaria y la


universitaria. En la primera se incluyen los Institutos Superiores Tecnológicos, los
Institutos Superiores Pedagógicos y las Escuelas de Educación Superior. La mayor parte de
las carreras ofertadas por los primeros son especialidades de nivel técnico que suponen una
formación de tres años de duración.

 Los Centros de Educación Ocupacional (CEO) que brindan formación en carreras cortas
(menos de tres años o incluso meses) a las que pueden acceder personas que no hayan
finalizado la secundaria.

 Los Servicios Nacionales de Capacitación Sectorial (SENATI, SENCICO, INICTEL y


CENFOTUR), que, si bien según las últimas modificaciones legales están clasificados
como CEO, pueden ser categorizados como una modalidad aparte, dado el carácter público,
la cobertura de sus acciones y el esquema de gestión que los rige. Además de
estas instituciones, debe tenerse en cuenta la capacitación laboral que se realiza desde
las empresas mismas. Esta es importante en la medida que alrededor de las dos terceras
partes de la capacitación laboral que reciben los trabajadores se ofrece en las empresas. Es
claro, sin embargo, que hay una proporción importante de jóvenes que recién ingresan al
mercado y que evidentemente no se benefician de ese tipo de capacitación.

Jóvenes según nivel de enseñanza y sexo


Iniciativas de políticas públicas sobre jóvenes y trabajo
Los factores que impiden la adecuada inserción de los jóvenes en el mercado laboral son de
diversa índole. Resulta claro que el incremento de las oportunidades laborales para los
jóvenes está estrechamente vinculado al crecimiento de la economía. Sin embargo, por otro
lado, la calificación de la fuerza de trabajo es un proceso que necesita inversión y
dedicación de recursos.
Los problemas de la baja calidad de la educación tanto en sus niveles básicos como
superiores constituyen una limitación desde el lado de la oferta para que los jóvenes logren
ubicarse en empleos adecuados y bien remunerados.
Por lo demás, existen evidencias acerca de los diferenciales de ingresos en desmedro de
quienes no han podido acceder a una formación de calidad.
Por otro lado, contar con una mano de obra debidamente calificada y generar suficientes
puestos de trabajo con requerimientos de ese nivel puede en determinadas situaciones no
ser suficiente para lograr una disminución sustancial de la desocupación y el subempleo
calificado.
Los mercados laborales pueden y suelen estar signados por una serie de deficiencias en su
funcionamiento: problemas de asimetrías de información, limitaciones a la movilidad
geográfica de la mano de obra, desconocimiento de las fuentes de información, falta de
conexión entre empresas y centros de formación profesional, etc. Es aquí donde resultan
útiles las políticas orientadas a lograr una fluida relación entre oferta y demanda.
En estricto sentido, no existe en el Perú una estrategia de políticas de empleo juvenil. Lo
que sí se encuentra son iniciativas aisladas que, bajo diversas modalidades y metodologías
de operación, atienden algunos de los problemas reseñados en este diagnóstico.
Incentivos para promover la capacitación de los jóvenes en empresas
En Perú existen algunos incentivos legales que promueven modalidades de contratación
para favorecer la capacitación de los jóvenes en las empresas. Estos incentivos se dan en
relación con tres mecanismos:
1) Las prácticas preprofesionales en las empresas, las cuales no originan vínculo laboral y
tienen por objetivo brindar capacitación a egresados de la educación superior (universitaria
y no universitaria), sin límite de edad, por un periodo no mayor de tres años.
2) Los convenios de formación laboral juvenil (CFLJ) que tienen por objetivo brindar
conocimientos teóricos y prácticos en el trabajo a jóvenes entre los 16 y 25 años que no
finalizaron sus estudios escolares o que no cuentan con una formación técnica o superior
concluida. La empresa los puede contratar por un plazo máximo de un año, pagándoles una
subvención mensual no menor a unsalario mínimo vital y sin generar ningún tipo de
relación laboral (exonerándose, por lo tanto, del pago de gratificaciones, compensaciones
por tiempo de servicios, vacaciones, pago de seguro de salud o indemnizaciones por
despido).
3) Los contratos de aprendizaje que tienen por finalidad brindarles la posibilidad de
capacitación en determinados oficios a jóvenes que cuenten al menos con estudios
primarios y que se ubiquen entre los 14 y 24 años de edad. El empleador debe abonar una
asignación mensual no inferior a la remuneración mínima vital. En el sector industrial es el
esquema de aprendizaje canalizado a través del SENATI.

Ocupación u Oficio de los jóvenes en su Trabajo Principal


Iniciativas para articular oferta y demanda laboral
La RED CIL-Perú del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo es una iniciativa que
se ubica en la línea de mejorar el encuentro entre oferta y demanda laboral a través de la
implementación de servicios de información y colocación de empleo.
Este programa público funciona a través de los Centros de Colocación e Información
Laboral (CIL) en diversos puntos del país, los mismos que en el año 1998 intermediaron y
dieron acceso a puestos de trabajo a 22.764 personas.
Si bien se trata de una política general y no orientada específicamente al sector de jóvenes,
resulta conveniente la referencia a la misma porque a través de ella se canaliza la demanda
por trabajo técnico y profesional –básicamente compuesto por jóvenes egresados de la
secundaria y la educación superior; y porque la RED CIL-Perú tiene convenios con
diversas instituciones públicas y privadas, entre las cuales destacan los Centros Educativos
Ocupacionales y los Institutos Superiores Tecnológicos. De ese modo, la red ha podido
servir directamente a las necesidades de colocación de los egresados de estos últimos
centros de estudios a través de la provisión de información sobre las demandas laborales de
las empresas y la constitución de bolsas de trabajo.
Pro joven: Capacitación laboral para jóvenes en situación de pobreza
El Programa de Capacitación Laboral Juvenil Pro joven se implementa desde el
Ministerio de Trabajo y Promoción Social y está dirigido a brindar capacitación laboral a
jóvenes de ambos sexos entre los 16 y los 25 años de edad. Responde al mismo enfoque
que impulsó el BID para la implementación de programas similares en Argentina y Chile:
la provisión de capacitación laboral de jóvenes pobres a través de cursos cortos orientados
por la demanda que son ofrecidos por proveedores previamente calificados encargados de
garantizar un aprendizaje práctico a través de pasantías en las empresas.
El programa en el Perú se ha desarrollado desde 1997. Hasta fines del año 2002 había
llevado a cabo nueve convocatorias o concursos a través de los cuales ha beneficiado a más
de 30 mil jóvenes de bajos ingresos de distintas ciudades del país. A lo largo de su
existencia han participado en el programa más de 300 instituciones públicas o privadas
proveedoras de servicios de capacitación.
A diferencia de la mayor parte de los programas públicos, Pro joven ha contado desde su
inicio con evaluaciones de impacto rigurosamente diseñadas para medir los efectos de su
intervención. Los principales resultados de la última medición de impacto, permiten
establecer las siguientes ventajas de los jóvenes beneficiarios
- 6% adicional de jóvenes con empleo
- aumento de 18% del ingreso por hora de los beneficiarios ocupados
- incremento del número de horas trabajadas en 5,5%
- disminución de la segregación ocupacional según género luego de seis meses de ejecución
del programa.
Promoción de iniciativas empresariales de los jóvenes
En un contexto de revaloración social de la iniciativa empresarial privada como alternativa
de desarrollo y fuente de generación de empleo, han surgido algunas iniciativas aisladas y
dispersas que buscan promover las iniciativas empresariales de los jóvenes como una forma
válida y viable de lograr sus metas de ingresos y empleo. Entre las experiencias más
importantes cabe mencionar las siguientes 4:
- Programas académicos de nivel superior orientados al entrenamiento gerencial y la
formación de empresarios: destacando el de la Universidad el Pacífico, la Universidad San
Ignacio de Loyola y el Instituto Peruano de Administración de Empresas (IPAE).
- El programa de "Jóvenes emprendedores" del Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo (MTPE).
- Programas de promoción orientados a la capacitación laboral y la formación gerencial de
jóvenes llevados a cabo por Organismos No Gubernamentales (ONG) en el país: INPE,
Arariwa, PEJ, Alternativa, CARE, CID y otros.
A continuación se hará un breve balance de algunas de las últimas experiencias
mencionadas.
El programa "Jóvenes Emprendedores" es una iniciativa llevada a cabo desde el MTPE y
opera actualmente en cuatro regiones del país. Se basa en un sistema de bonos: el
otorgamiento de vouchers a los jóvenes usuarios, con los cuales eligen las instituciones
capacitadoras de acuerdo a sus intereses. Los bonos que otorga el programa son de tres
tipos: uno de capacitación, otro de asesoría y otro de asistencia técnica. Con ellos, los
jóvenes pueden financiar el costo del servicio de las instituciones a las que recurrirán, las
que son calificadas oficialmente como proveedoras del programa. A través del programa se
brindan servicios a jóvenes de 18 a 30 años de edad que hayan completado el nivel de
educación secundaria, que tengan voluntad de auto emprendimiento y que hayan aprobado
una auto evaluación de competencias empresariales que puede ser realizada a través
de Internet.
Un instrumento clave en la formación del nuevo empresario es la elaboración
del plan de negocios, a partir del cual la asesoría brindada durante un periodo mínimo de
tres meses apoya la gestión del financiamiento y la puesta en operación del mismo.
Adicionalmente el programa ofrece un curso virtual y también bonos de asesoría presencial
a los jóvenes que culminen el curso.
El programa tiene previsto brindar bonos de capacitación y asesoría a un total de 4.459
jóvenes. A la fecha se ha logrado sólo 20% de la meta. Se tiene también prevista la creación
de 490 negocios, rubro en el que se ha progresado menos dado que sólo se ha cubierto 2%
de esa meta.
Estadísticas mundiales
 Actualmente en el mundo hay más de 1.000 millones de jóvenes entre 15 y 24 años, y 85
por ciento de ellos viven en los países en desarrollo.
 La participación de los jóvenes en la fuerza laboral descendió de 59,3 a 54,4 por ciento
entre 1994 y 2004, en gran parte como resultado de la mayor permanencia de los jóvenes en
la educación, pero esto no significa que hayan mejorado sus perspectivas laborales.
 Cerca de 86 millones de mujeres y hombres jóvenes no tenían empleo en 2004.
Representan 45 por ciento de los 191 millones de desempleados del mundo.
 Los jóvenes constituyen cerca del 20 por ciento de alrededor de 535 millones de
trabajadores pobres del mundo. En 2004, cerca de 106 millones de jóvenes trabajadores
vivían en núcleos familiares que ganan menos de 1 dólar por día.
 La participación de los jóvenes en la economía informal es excesiva. Cerca de dos terceras
partes de los nuevos trabajos creados en América Latina y en Asia Sur oriental durante el
período 1990-2002 fueron en la economía informal.
 Cerca de 52 millones de jóvenes entre 15 y 17 años fueron contratados para realizar
trabajos peligrosos en 2004.

Conclusiones
 El limitado dinamismo del mercado laboral asalariado en el Perú no permite absorber la
demanda de puestos de trabajo de los jóvenes. Muchos de ellos optan entonces por
generarse su propio empleo.
 Es necesario anotar además, que los programas de capacitación y empleo son necesarios no
sólo para generar ingresos sino también están diseñados para el desarrollo de
capacidades, autoestima y derechos desarrollando su propia iniciativa lo cual refuerza su
autoestima constituye un elemento fundamentalmente de su proceso de inserción social.
 Las nuevas tendencias de la economía globalizada plantean una serie de problemas,
desafíos y retos para el logro de una adecuada inserción laboral de los jóvenes en el Perú.
 La modernización de la economía, la difusión de nuevas tecnologías y el incremento
de competitividad a escala mundial han convertido al vínculo entre educación y trabajo en
un elemento crucial del desarrollo económico, pero al mismo tiempo lo han vuelto más
complejo y problemático.
 Hoy más que nunca se hace evidente la necesidad de incrementar el capital humano como
requisito para el crecimiento y el bienestar del país; pero también aparecen con fuerza
problemas de inadecuación entre el sistema educativo y los requerimientos
para poder trabajar
 Las persistentes tasas de desocupación de una población cada vez más educada y, sobre
todo, los altos índices de subempleo calificado revelan dos problemas distintos pero
complementarios: la incapacidad de la economía para generar nuevos puestos de trabajo en
el sector formal de la economía y la oferta de fuerza de trabajo formada y educada bajo
estándares de muy baja calidad. El resultado es uno solo: la creación de empleos de
baja productividad e ingresos. La demanda por trabajo calificado genera en principio una
serie de opciones nuevas para los proyectos de vida de los jóvenes en el Perú.
 Son variadas las modalidades y los niveles de capacitación y formación del capital humano
que se presentan a los jóvenes como alternativas de formación y profesionalización, y van
desde la capacitación ocupacional hasta la profesionalización universitaria.
 Se han venido desarrollando en el Perú algunas iniciativas que, si bien son acciones
aisladas y con poco impacto sobre el volumen de la población juvenil, implican esfuerzos
significativos para mejorar el empleo juvenil y aprovechar mejor su capital humano.
 Dichas acciones apuntan a incrementar la calificación de la oferta de trabajo y a mejorar la
relación entre oferta y demanda en el mercado laboral al que acceden los jóvenes.
 El cambio debe ser promovido por el Estado a través de la implementación de políticas
públicas con participación de diversos actores (ministerios, organismos
públicos, organizaciones no gubernamentales, sector empresarial, centros de
formación, sociedad civil, organizaciones de jóvenes, iglesias, etc.) con la finalidad de
avanzar en la provisión de alternativas adecuadas de empleo juvenil.
 Se debe trabajar en: el sistema de educación básica, el nivel de educación superior
universitaria y no universitaria, las modalidades de capacitación laboral y de formación
profesional, la capacitación en la empresa, los cursos cortos para especializaciones
semicalificadas y la capacitación para el emprendimiento y el autoempleo.

Bibliografía
 ALARCÓN, Walter (2001). "La familia peruana en el mercado de trabajo", en ¿Qué
sabemos sobre el desempleo en el Perú. Familia, trabajo y dinámica ocupacional", INEI,
agosto, Lima.
 ARREGUI, Patricia McLauchlan de (1993). "Empleo, ingresos y ocupación de los
profesionales técnicos en el Perú", en Notas para el Debate, Nº 9, GRADE, octubre, Lima.
 ARRÓSPIDE, Mario y Philippe EGGER (2000). Capacitación laboral y empleo de jóvenes
en Perú: la experiencia del programa PROJoven, OIT, Lima.
 BURGA Cybele y Martín MORENO (2001). ¿Existe subempleo profesional en el Perú
urbano?, CIES-GRADE, mayo, Lima.
 CHACALTANA, Juan y Norberto GARCÍA (2001). "Flexibilización, capacitación y
productividad laboral, OIT, Lima
 CHACALTANA, Juan y Denis SULMONT (2004) "Políticas activas en el mercado laboral
peruano: el potencial de la capacitación y los servicios de empleo", en Norberto GARCÍA y
otros, Políticas de empleo en Perú, CIES, Lima.
 JARAMILLO, Miguel y Sandro PARODI (2003). Jóvenes emprendedores. Evaluación de
programas de promoción, Instituto APOYO, Lima.
 Ministerio de Educación (2001). Boletín de la Unidad de Medición de la Calidad
Educativa, Nº 9, Ministerio de Educación, Lima.

INTRODUCCIÓN
A parte del interés propio del tema, el presente trabajo tiene como finalidad la de contribuir
al análisis del desempleo y lo pertinente en materia de empleo. Consecuentemente, se debe
incorporar o poner mayor énfasis en la consideración de ciertas condiciones propias del
desempleo, tanto en lo que toca al contexto social y macroeconómico, como en lo que toca
a características o particularidades de la población. Incorporar un trabajador joven significa
asociar el inicio de su historia laboral con necesidades y
características, técnicas y organizaciones, de la empresa; orientar el aprendizaje y crear
condiciones para que ese aprendizaje, acumulado en períodos largos, rinda frutos para ella.
Otro aspecto a considerar es el de la expectativa de salarios, eventualmente menores que los
de un trabajador experimentado o de uno con mayores responsabilidades familiares o
sociales y la posibilidad de adecuar la evolución de esos salarios a los aumentos
de productividad. La contrapartida es, naturalmente, la falta de experiencia o
de entrenamiento específico en una etapa inicial y la consiguiente necesidad de asumir
los costos del aprendizaje, así como losriesgos asociados. Incorporar un trabajador joven es
también la posibilidad de trabajar con personal más dúctil, ya que no tiene las rigideces o
los hábitos del experimentado, y tal vez una formación (educación) de base más adecuada a
nuevos requerimientos técnicos y organizativos de la empresa. Por el lado de los aspirantes,
existen problemas individuales y del conjunto. Los primeros tienen que ver con el
entrenamiento o la formación previa, con las condiciones sociales y personales
de socialización y madurez, así como con la situación económica de la familia.
CAPÍTULO I
METODOLOGÍA
1. Determinación del Objeto de Estudio:

1.
2. Descripción:

El desempleo es la ausencia de empleo u ocupación; están desocupadas o desempleadas


aquellas personas que, deseando trabajar, no encuentran quien las contrate como
trabajadores. Para que exista una situación de desempleo, sin embargo, es necesario que
la persona no sólo desee trabajar sino que además acepte los salarios actuales que se están
pagando en un momento dado. También suele hablarse, en un sentido menos preciso, del
desempleo de otros factores productivos: tierra, maquinarias, capital, etc.
Las causas del desempleo son múltiples y variadas, originando en consecuencia diferentes
tipos o modalidades de desempleo. El desempleo que se llama friccional o de búsqueda es
aquel que se produce por la falta de homogeneidad y de información perfecta que pueda
existir en el mercado de trabajo. Obedece, por lo tanto, a una situación claramente
transitoria, motivada por el tiempoen que los trabajadores y empleadores pierden hasta que
encuentran la colocación o el personal que satisface sus necesidades. Dado que la búsqueda
de trabajo representa un costo, básicamente por el tiempo requerido en obtener la
información sobre las ofertas existentes, la persona desempleada evaluará los posibles
beneficios de una búsqueda más larga contrastándolos con el aumento en los costos que ella
representaría. Esta evaluación determinará el tiempo medio de búsqueda y, por lo tanto,
dará origen a un mayor o menor desempleo friccional. Cuando el trabajador no acepta
ciertas colocaciones porque tiene la expectativa de conseguir otra mejor si espera un tiempo
prudencial, se habla de desempleo de precaución o especulativo. En todo caso el desempleo
friccional, en las sociedades modernas, que usan ampliamente
diversos medios de comunicación, resulta bastante reducido en términos porcentuales.
Se habla de desempleo estacional, por otra parte, para referirse al que se produce por
la demanda fluctuante que existe en ciertas actividades, como la agricultura, por ejemplo.
En este caso existen períodos del año económico que requieren de mucha mano de obra -
como la temporada de cosecha, por ejemplo- y otros en que la demanda se reduce
notablemente. El desempleo estacional se hace menor cuando las personas tienen
posibilidades de ocuparse en otras ramas de actividad durante el período en que desciende
la demanda de trabajo. Suele hablarse también de desempleo tecnológico cuando éste es
producido por cambios en los procesos productivos que hacen que las habilidades que
poseen los trabajadores no resulten ya útiles, en tanto que puede no haber suficientes
personas entrenadas en las nuevas técnicas como para satisfacer la demanda.

En condiciones en que la demanda agregada disminuye, como en la fase recesiva del ciclo
económico, se produce también un incremento en el desempleo que, por lo tanto, suele
llamarse cíclico. La disminución en la demanda de trabajo presiona los salarios hacia la
baja hasta que llegan a un punto en que, finalmente, se reactivan las inversiones y
la economía en general, con lo que el desempleo comienza a decrecer. En
la economía keynesiana se habla también de un desempleo producido como consecuencia
de deficiencias en la demanda agregada que no tienen carácter cíclico: la preferencia por la
liquidez hace que no todos los ingresos se canalicen hacia la inversión o el consumo, lo que
produce una deficiencia de la demanda que lleva a un equilibrio económico en una
situación que no es de pleno empleo, y que sólo puede ser compensada mediante el
incremento en la demanda que origina el gasto público. El desempleo, además, es
producido también por factores de tipo legal o institucional: cuando las autoridades de un
país fijan un salario mínimo impiden que se ofrezcan colocaciones a un nivel inferior a éste,
con lo que no es posible el descenso de los salarios reales y se dificulta el crecimiento de la
demanda de trabajo; del mismo modo opera la fijación de salarios diferenciales para
diversas categorías de trabajadores y cualquier limitación al desplazamiento de la mano de
obra, ya sea geográfica o según ramas de actividad. Las limitaciones que pueden imponer
los sindicatos y grupos de presión a la contratación de mano de obra -según
edad, sexo o nacionalidad- o los requisitos formales de aprendizaje que se establezcan
operan en el mismo sentido. Por último, se ha comprobado que el propio seguro de
desempleo, cuando ofrece compensaciones tan altas o tan largas que desestimulan la
búsqueda de trabajo, aumenta el desempleo global de un país, y lo mismo sucede cuando se
establecen subsidios directos a sectores pobres de la población que estarían, de otro modo,
dispuestos a conseguir una colocación. En estos casos las personas reciben un ingreso que,
aunque menor que el salario, se ofrece sin la contraprestación de su trabajo; la
relación costo/beneficio se altera así de modo sustancial, por lo que se reduce notablemente
la oferta de trabajo. La combinación de estas compensaciones de pobreza o desempleo con
la fijación de un salario mínimo alientan notablemente el desempleo de una sociedad y
estimulan en muchos casos, paralelamente, la emergencia de la economía informal. El
desempleo se ha visto frenado por la habilidad de una población con gran espíritu de
superación, que ha dado lugar al nacimiento de un nuevo grupo social:
elempresario popular. Estos nuevos empresarios han trabajado en mercados muy
competitivos, empleando técnicas intensivas en la mano de obra y jornadas laborales muy
extensas. Lamentablemente, parece que el Gobierno peruano no ha sido capaz de poner en
marcha los mecanismos necesarios para incorporar a la normalidad laboral a este amplio y
dinámico sector productivo que se encuadra dentro de la economía sumergida.
2.
3. Explicación:

En economía, el desempleo es aquella situación en la que la demanda de trabajo no es igual


a la oferta. Suele considerarse desempleo a una situación en la que existe mayor demanda
de mano de obra y menor oferta de trabajo.
El desempleo existe naturalmente porque al total uso de los factores productivos, que llegan
al pleno empleo, siempre habrá una tasa natural de desempleo, porque la Población
Economicamente Activa tiene un mayor crecimiento que el de la producción.
La búsqueda de pleno empleo ha sido un objetivo central de las políticas macroeconómicas
keynesianas, que consideran que el Estado debe intervenir activamente para procurarlo ante
las supuestas fallas del mercado, especialmente ante la falta de inversión. Pero ello se ha
logrado a costa de aumentar la inflación, ya que ésta provee un medio de hacer descender
los salarios reales sin que los nominales desciendan. En tales circunstancias las políticas
keynesianas han tenido un relativo éxito en eliminar el desempleo, pero a costa de
crear procesos inflacionarios de carácter permanente.
Justificación:
La preocupación por el alto nivel de desempleo de los jóvenes es ampliamente compartida
no solamente en los países andinos sino en toda América Latina y otras regiones también.
Ello se fundamenta en varios elementos:
Primero, la tasa de desempleo de los jóvenes de 15-24 años es el doble o triple de la tasa de
adultos. Esto no es un fenómeno reciente, sino una característica visible desde hace varios
años. Además, los jóvenes desempleados representan cerca de la mitad del total de
desempleados cuando su participación en el total de la fuerza laboral no pasa del 30 por
ciento. Por lo tanto, el desempleo de los jóvenes, que se ubica muy por encima del
desempleo promedio, merece un análisis pormenorizado.
Segundo, la precariedad de la inserción laboral de los jóvenes, sobre todo de aquellos de
hogares pobres (alto desempleo, o empleos precarios por el ingreso, la duración y el tipo
de contrato laboral y las condiciones de trabajo) suele convertirse en un problema social, es
decir, en violencia, drogadicción, lo que a su vez genera una respuesta inadecuada de parte
de la sociedad, dado el origen social y laboral del problema en cuestión. Es bien sabido, que
si los jóvenes se tornan hacia actividades ilícitas es debido a que no disponen de otras
alternativas.
Tercero, la difícil inserción laboral de los jóvenes pone de relieve muchas interrogantes en
cuanto a su preparación educativa y profesional. El rápido proceso de apertura de los países
andinos en el contexto general de una liberalización acelerada de los intercambios de todo
tipo, ha impactado en la demanda de habilidades en el mercado laboral, enfatizando nuevas
y más completas habilidades en una situación en la cual el grueso de la oferta sigue siendo
de tipo no calificada.
Esto plantea un desafío enorme a todas las instituciones, tanto públicas como privadas, que
capacitan a los jóvenes para adaptarse al nuevo entorno.
Por último, se ha venido observando que dentro del grupo de jóvenes, algunos sub-grupos
que se definen con características de edad, de sexo, de ingreso familiar y de nivel educativo
no enfrentan la misma probabilidad de desempleo y/o de empleo precario. Las mujeres y
los jóvenes de hogares pobres se enfrentan a un mayor desempleo y a trabajos más
precarios que otros grupos sociales.
En la literatura disponible, el análisis sobre el alto desempleo de los jóvenes de 15-24 años
se fundamenta en las cuatros explicaciones siguientes:
 La primera destaca las condiciones globales prevalentes en el mercado laboral como
determinante fundamental del desempleo de los jóvenes. Ello en base de la estrecha
vinculación entre la tasa de desempleo de los adultos y la de los jóvenes que suele moverse
en forma muy paralela. Cálculos econométricos de la elasticidad entre una y otra tasa de
desempleo arrojan una elasticidad cercana a la unidad. De ser eso cierto, sin embargo, ello
no explica por qué el nivel de desempleo de los jóvenes es mucho más alto que el de los
adultos, sino que ambas tasas reaccionan a las mismas condiciones laborales determinadas
por el ciclo económico.
 La segunda explicación pone de relieve un fenómeno conocido como desempleo estructural
que radica en un desajuste entre las calificaciones y habilidades demandadas por el
mercado laboral y la oferta de mano de obra. Este desajuste se agudiza en el caso de los
jóvenes por tener éstos poca experiencia laboral que puede en cierta medida paliar la falta
de una adecuadacapacitación en los adultos.
 La tercera explicación se basa en la observación de que el alto desempleo de los jóvenes no
es un fenómeno de los jóvenes en general, sino de ciertos grupos determinados que reúnen
características negativas, como el caso específico de los jóvenes de hogares pobres
con educación formal incompleta y sin experiencia laboral, o jóvenes de ciertas ciudades o
regiones afectados por unacrisis económica local.
 La última explicación es un tanto circular, ya que vincula el desempleo de los jóvenes con
características laborales determinadas por aquellos jóvenes que salen a buscar un trabajo
con pretensiones salariales por encima de su productividad marginal y por lo tanto, cambian
frecuentemente de empleo hasta que su experiencia laboral y sus aspiraciones se adecúen a
un empleo más estable.

Por cierto, estas cuatro grandes áreas de investigación del desempleo de los jóvenes
exhiben numerosas dimensiones que esta breve presentación no puede abarcar, pero que sí
nos servirá de guía en el análisis que se intenta realizar para la situación del Perú. Estas
cuatro dimensiones pueden reformularse en base a las tres formas clásicas de desempleo
conocidas como el desempleo de tipo friccional, estructural y cíclico. El desempleo
friccional se origina en el tiempo necesario para la búsqueda de empleo o en la conexión
entre los que buscan empleo y las vacantes disponibles.
El desempleo cíclico es de tipo macroeconómico y se basa en una reducción de la demanda
agregada que ocasiona una demanda de trabajo inferior a la oferta. Por último, el desempleo
estructural se fundamenta en un desajuste entre el tipo de calificaciones y habilidades en la
mano de obra disponible y las demandas que provienen de las empresas y del mercado de
trabajo. Esto se explica en base a los mismos conceptos de desempleo arriba mencionados y
se combate con políticas derivadas de tales conceptos. Es importante entender mejor el
fenómeno del desempleo y las diferentes características vinculadas a éste, (como la
pobreza), pero resulta aún más importante examinar alternativas de políticas en diferentes
ámbitos, educativo, laboral, entre otros, a fin de combatir el alto desempleo y lograr una
disminución significativa en un plazo determinado.
2. ¿Porqué la tasa de desempleo se ha incrementado en los jóvenes con respecto a la tasa
de desempleo de la población adulta en los últimos 5 años, que van del periodo 1995-
2000?
3. Enunciado o pregunta Principal:
4. Otras Preguntas:

 ¿Cuále es el factor que hace crecer la tasa de dempleo en los jóvenes del pais ?
 ¿Los salarios tiene influencia en el desempleo de los jóvenes del pais?
 ¿El crecimiento del producto bruto interno, es suficiente para llegar al pleno empleo, con
una tasa natural de desempleo?
 ¿Cuál es la composición de la PEA en el periodo 1995- 2000?
 ¿Qué factores son los que impiden la lucha contra el desempleo?

1.
2. Objetivos Generales:
2. OBJETIVOS:

 Describir los niveles de producción y las repercuciones en el desempleo en las zonas rurales
y urbanas del país.

2. Objetivos Específicos:

 Enumerar y presentar, programas e iniciativas que se están tomando el país para combatir el
alto desempleo de los jóvenes.
 Describir los diferentes modelos económicos, para reducir los niveles de desmpleo
 Enumera las consecuencias y repercuciones sociales que conlleva el desempleo.

2. Análisis Conceptual:

CICLO ECONÓMICO. Fluctuación regular de las actividades económicas a lo largo del


tiempo, usualmente medida o expresada como variaciones del producto nacional bruto. Las
fases principales del ciclo son la de auge o expansión, donde crecen la actividad económica
total y el empleo, y la de recesión o contracción, donde disminuye el ritmo de la economía
y descienden -o se estancan- dichas variables.
CLASES SOCIALES: Podríamos decir que las clases sociales emergieron, durante el
período histórico en que se crearon y desarrollaron las sociedades industriales, como un
tipo de división social mucho más flexible que la característica de sociedades más cerradas
y estamentales, pero aún así como divisiones efectivas en muchos sentidos importantes.
COSTO SOCIAL. El término se suele usar para indicar los problemas sociales que
acarrean las bajas de ingresos de los grupos de menor poder adquisitivo cuando se retiran
subsidios o se disminuyen los gastos públicos sociales.
DESEMPLEO. Ausencia de empleo u ocupación: están desocupadas o desempleadas
aquellas personas que, deseando trabajar, no encuentran quien las contrate como
trabajadores. Las causas del desempleo son múltiples y variadas, originando en
consecuencia diferentes tipos o modalidades de desempleo.
DIVISIÓN DEL TRABAJO. En su sentido más directo, separación de las actividades
productivas de modo tal que cada tarea parcial de las mismas es hecha por distinto personal.
ECONOMÍA DE MERCADO: Llamada también economía de libre mercado -o,
simplemente, economía libre- es la que se desenvuelve a través de empresas privadas sin
el control directo de parte del gobierno.
ECONOMÍA KEYNESIANA. Término empleado para describir
las teorías macroeconómicas que se han desarrollado usando los conceptos creados y las
técnicas utilizadas por John M. Keynes.
EXPLOTACIÓN. El término tiene dos usos: por una parte se aplica para designar la
utilización económica de ciertos recursos, como cuando se explotan determinadas minas,
tierras, canteras, etc.; por otra parte, entre los marxistas, designa la condición del trabajador
dentro del sistema capitalista
INFLACIÓN. La inflación consiste en un aumento general del nivel de precios que
obedece a la pérdida de valor del dinero.
MERCADO DE TRABAJO. Dícese del mercado en el que se ofrece y se demanda trabajo
MOVILIDAD (DE LOS FACTORES PRODUCTIVOS). Capacidad de los factores
productivos para trasladarse de un mercado a otro.
NIVEL DE VIDA. Se refiere a la cantidad de bienes y servicios que es posible consumir
con un ingreso determinado y, en términos más generales, al estilo de vida material y a las
necesidades que pueden satisfacer, en promedio, los habitantes de un país, o los integrantes
de un sector social, un grupo o una familia determinada
PLENO EMPLEO. En economía, aquella situación en la que la demanda de trabajo es
igual a la oferta, al nivel dado de los salarios reales. Suele considerarse de pleno empleo
una situación en la que sólo existe desempleo friccional
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA. Llámase así a la parte de la población
total que participa en la producción económica.
PRODUCTIVIDAD. La productividad es una medida relativa que mide la capacidad de un
factor productivo para crear determinados bienes en una unidad de tiempo.
SALARIO. En un sentido amplio salario es la retribución del factor productivo trabajo,
incluyendo toda los ingresos provenientes del empleo o del autoempleo, los honorarios
profesionales, las cantidades entregadas por las empresas a los fondos de jubilación, etc.
SECTOR INFORMAL. Parte de la economía de un país que está constituida por
trabajadores por cuenta propia y pequeñas empresas que no están integradas plenamente en
el marco institucional que regula las actividades económicas.
SUBEMPLEO. Suele llamarse subempleados, en las estadísticas sobre ocupación, al
conjunto de personas que no trabajan un numero mínimo de horas a la semana o que lo
hacen sólo de modo esporádico, sin suficiente regularidad
TASA NATURAL DE DESEMPLEO. Llámase así a la tasa de desempleo que determina
la estructura presente de una economía. Dicho en otros términos, la tasa natural incluye el
desempleo friccional y estructural, e implica un nivel que no puede ser reducido por un
aumento de la demanda agregada.
TRABAJO. Uno de los factores productivos básicos, junto con la tierra y el capital, que se
combina con ellos para la producción de bienes y servicios.
2.5 Diseño Metodológico
2.5.1. Ámbito de Estudio:
PERÚ
Ficha de presentación
(última actualización: julio de 2001)
Nombre oficial
República del Perú
Superficie
1.280.219 km2
Población
25.662.000 habitantes
Capital
Lima (8.000.000 habitantes - del 30% de la población total)
Densidad hab/km2
19.0
Lengua oficial
Español
Moneda
Nuevo Sol (1$ = 3,62 nuevo Sol)
PIB mill. $
+/- 55.000
PIB per cápita en $
2.140
PIB %crecimiento real en 2000
3,6
Tasa de inflación
3,7
Tasa de desempleo
7,5 (10,3% en Lima en marzo de 2001)
Saldo presupuestario
déficit fiscal del 3% del PIB
Deuda total mill. $
28.200

2.5.2. Tiempo Social:


El Desempleo En Los Jóvenes En Las Zonas Rural Y Urbana Del Perú: Se desarrolla en los
periodos de 1995- 2000
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
1. ANTECEDENTES:

A. Modelo neoclásico del mercado de trabajo y el desempleo


El análisis de las razones del desempleo, quizá por la importancia social del problema que
estudia, es un campo muy fértil en desarrollos teóricos. A pesar de ello no existe ningún
modelo que pueda explicar globalmente y de forma satisfactoria la reincidente realidad del
desempleo laboral. Pero aunque cada uno ofrezca sólo explicaciones parciales, más o
menos acertadas, un repaso al conjunto de los modelos propuestos nos proporcionará una
panorámica bastante completa.
Los economistas neoclásicos consideraron el mercado del factor trabajo en la misma forma
que al resto de los mercados de factores, bienes, y servicios. Los salarios son el precio que
hay que pagar por los servicios prestados por el factor trabajo. Cuanto mayores sean los
salarios, menor será la cantidad demandada y mayor la cantidad ofrecida. En el tema cinco
se analizaron con cierto detalle las características y la forma de las funciones de demanda y
oferta de trabajo por lo que ahora podemos pasar por alto aquellas matizaciones. El análisis
neoclásico se basa en el supuesto de la flexibilidad de los salarios. Los desplazamientos que
se puedan producir en las funciones de demanda y oferta de trabajo provocarán reajustes
salariales que en cualquier caso quedarán determinados en el punto en que se igualen la
oferta y la demanda.
Hay dos clases desempleo, voluntario e involuntario, que pueden producirse dentro de este
esquema. En el punto de equilibrio todos los trabajadores que lo deseen encuentran un
empleo, pero habrá una cierta cantidad de personas que no estarán dispuestas a trabajar por
encontrar excesivamente bajos los salarios, eso será desempleo voluntario. Si algún factor
externo- sindicato, gobierno- impide el reajuste de los salarios, aparecerá el desempleo
voluntario. La persistencia de un cierto nivel de desempleo involuntario permanente es
explicada en el modelo neoclásico mediante dos tipos de razones: el desempleo friccional y
el estructural.
El desempleo friccional está originado porque muchos de los que acaban de obtener un
título profesional no tienen un empleador esperándoles a la salida del centro de estudios, o
porque algunos trabajadores deciden dejar su puesto para buscar otro mejor y tardan algún
tiempo en encontrarlo. El desempleo estructural se produce por desajustes en la
localización y la cualificación ofrecida y demandada. Es posible que la inversión
empresarial se esté produciendo en una región determinada mientras que la oferta de
trabajo esté en otra. La resistencia de los trabajadores y empresas a trasladarse provocará
desempleo. De forma similar, es frecuente que los empleos de nueva creación requieran
unas habilidades peculiares de difícil adquisición por el trabajador. Al acelerarse
lavelocidad en la innovación tecnológica se amplía la brecha entre las habilidades
requeridas y ofrecidas por lo que el desempleo estructural aumenta. Estos tipos de
explicación se han desarrollado modernamente con el llamado modelo de búsqueda de
empleo. La idea básica es que los trabajadores y los empleos están muy diferenciados. No
todos los empleos son adecuados para todos los trabajadores. El individuo en desempleo
tiene por tanto que realizar una búsqueda laboriosa del empleo que mejor se ajuste a sus
aspiraciones. Conforme pasa el tiempo sin encontrar un puesto adecuado, los beneficios
esperados van disminuyendo mientras que los costes que le origina el proceso de búsqueda
son cada vez mayores.
El proceso de búsqueda se prolongará hasta que esos beneficios y costes se igualen,
momento en que aceptará la mejor proposición que haya conseguido. Incluso en la
coyuntura económica más favorable, en las situaciones de pleno empleo, permanecerá
siempre un cierto número de trabajadores en desempleo por razones friccionales o
estructurales. Es la llamada tasa "normal" o inevitable de desempleo. Esa tasa varía según
los países y las épocas. En los EEUU, por ejemplo, la mano de obra tiene mucha movilidad,
los trabajadores cambian de empresa con mucha mayor frecuencia que en otros países, por
lo que la tasa normal de desempleo será también mayor.
Escuela de Lausanne. Escuela económica surgida en la segunda mitad del siglo XIX en
la Universidad de Lausanne, Suiza, que recurrió extensamente al uso de
las matemáticas en la ciencia económica para explicar, fundamentalmente, el modo en que
se establecen los complejos equilibrios de una economía de mercado. El logro principal de
León Walras y Wilfredo Pareto fue demostrar cómo se alcanza el equilibrio general en una
economía donde compradores y vendedores interactúan definiendo un conjunto de precios
y de cantidades producidas. La moderna teoría del equilibrio general, desarrollada
posteriormente por Hicks, Arrow y Hahn, debe mucho al sólido trabajo de la Escuela de
Lausanne; de esta misma fuente, aunque con un sesgo distinto, parten también los trabajos
de la denominada Economía del Bienestar.
B. Keynesianismo Del Mercado De Trabajo Y El Desempleo
En el modelo keynesiano, la causa principal del desempleo hay que buscarla en la
insuficiencia de la demanda agregada. Un simple cambio negativo en las expectativas de
los empresarios puede provocar una disminución de su demanda de bienes de inversión, lo
que originará una serie de reacciones en cadena en la que se irá perdiendo empleo
sucesivamente en diferentes ramas industriales. La consiguiente disminución en la
capacidad adquisitiva de los trabajadores puede agravar el círculo vicioso prolongando
indefinidamente la situación de desempleo.
Los keynesianos rechazan la capacidad del mercado laboral de ajustarse a la nueva
situación modificando los salarios. Y si el equilibrio en el mercado de un factor o un bien
no puede alcanzarse por la vía de los precios, se conseguirá por la vía de las cantidades,
apareciendo una disparidad entre las cantidades ofrecidas y demandadas. Es la rigidez a la
baja de los salarios la que impide que la disminución de la demanda, se traduzca en
descensos salariales por lo que se producirá una situación de desempleo involuntario.
El supuesto de la rigidez de los salarios puede suavizarse si se considera que los
trabajadores tienen ilusión monetaria, es decir, que lo que negocian en sus convenios son
salarios nominales, no reales, por lo que, si se dan simultáneamente situaciones de
desempleo e inflación, puede producirse un cierto reajuste de los salarios reales.
Esta posibilidad quedaba excluida por las modernas propuestas del modelo de las
expectativas racionales: No hay ilusión monetaria, por lo que la política
monetaria expansiva se traduce inmediatamente en subidas de precios y salarios sin que
tenga ningún efecto sobre la producción real. Los keynesianos, en respuesta, dieron la
vuelta al argumento. Aceptando el supuesto de las expectativas racionales conjuntamente
con el de la rigidez de los salarios nominales, dedujeron que las políticas expansivas sí
pueden tener efecto sobre la producción real. Por ejemplo, el anuncio de un aumento en la
cantidad de dinero en circulación provocará subidas en los precios, pero no en los salarios
nominales, por lo que los salarios reales bajarán; esto permitirá el aumento del empleo y de
la producción real.
Pero si los trabajadores tienen expectativas racionales ¿Porqué serían rígidos los salarios
nominales? Actualmente, cuando se firman convenios colectivos suele incluirse una
cláusula de revisión condicionada al comportamiento del IPC (índice de Precios al
Consumo) por lo que los aumentos salariales acordados son reales. Además, si los salarios
nominales fueran rígidos, los salarios reales actuarían anticíclicamente, bajando en los
procesos inflacionistas y subiendo en los deflacionistas, lo que no sólo no es lógico sino
contrario a la experiencia empírica.
C. Mercado Laboral
Lo que distorsiona el mercado laboral y por tanto lo que hay que explicar, es la rigidez de
los salarios reales, que se mantengan al mismo nivel a pesar de las variaciones que se
produzcan en la tasa de desempleo. Con ese fin han surgido en los últimos años varios
modelos. Aunque ninguno de ellos es completamente satisfactorio por sí solo, tomados en
conjunto sirven ciertamente para describir los mecanismos reales por los que se forman los
salarios en las empresas.
El modelo de los contratos implícitos parte de considerar que los trabajadores tienen una
aversión al riesgo superior a la de sus empleadores. Por tanto prefieren empleos seguros,
con salarios estables aunque sean bajos, en vez de salarios altos con peligro de cierre de la
empresa y pérdida del empleo. El mecanismo funciona como si en el contrato laboral
existiera una cláusula implícita según la cual los trabajadores pagarían (renunciando a parte
de su salario) a sus empleadores un "seguro" contra el desempleo. Este modelo ha sido
considerado inconsistente por algunos autores ya que el mismo argumento, la aversión al
riesgo de los trabajadores, podría conducir precisamente a lo contrario de lo que se desea
demostrar, es decir, a que los trabajadores estarían dispuestos a tener salarios volátiles y a
que les bajaran sus ingresos reales en momentos críticos para la empresa, antes de poner en
peligro sus empleos.
El modelo del mercado interno de las empresas trata de explicar porqué la existencia de
trabajadores desempleados, teóricamente dispuestos a aceptar un empleo a cualquier precio,
no provoca la caída de los salarios. En cada empresa hay un gran número de puestos de
trabajo que requieren cierto grado de confianza en la persona que los ocupa. Para esos
empleos se buscarán trabajadores conocidos, que ya lleven un tiempo en la empresa.
Muchos otros puestos exigen una formación muy especializada que sólo se consigue
permaneciendo mucho tiempo en el mismo empleo. Por tanto los trabajadores
desempleados no sirven para ocupar esos empleos y, aunque estuvieran dispuestos a aceptar
salarios más bajos, no representan una competencia real para los que ya están empleados
desde hace tiempo en la empresa.
El modelo del pago de la lealtad se fija en ciertos comportamientos que, aunque no sean
fácilmente explicables racionalmente, todo el que haya trabajado en una empresa sabe que
son muy comunes. Hay un amplio grupo de trabajadores que se esfuerza más de lo que les
exige la empresa. Es comprensible por tanto que la empresa les pague más de lo
estrictamente necesario para que permanezcan en sus puestos. Se produce una especie de
lealtad mutua entre empleados y empleadores.
D. Las Políticas De Empleo
La intervención del Estado para fomentar el empleo topa con grandes dificultades. Las
políticas expansivas pueden producir desagradables efectos secundarios, provocando
inestabilidad monetaria y otros desequilibrios. Si lo que se busca es una oferta de empleo
bien remunerado, sostenida a largo plazo, habrá que actuar de forma muy cuidadosa para
que no sea peor el remedio que la enfermedad.
En 1953 el profesor A.W. Phillips publicó un estudio sobre la evolución seguida a largo
plazo por los precios y el empleo en la economía británica, en el que se ponía de manifiesto
una correlación inversa entre ambas variables, a mayor inflación menor desempleo, que
podía ajustarse a una curva decreciente. La curva de Phillips no describía funciones teóricas
que relacionasen de formalógica las dos variables implicadas; era, simplemente, la
constatación de un hecho y su representación plástica.
La curva de Phillips se popularizó rápidamente por varias razones. Por una parte resultaba
consistente con el paradigma keynesiano dominante en la época, según el cual la inflación
se producía sólo en situaciones de alta demanda agregada y pleno empleo. Además, en los
años sesenta los datos sobre el desempleo y la inflación en los principales países
occidentales se ajustaron con bastante fidelidad a una curva así. Pero la principal razón de
su popularidad fue quizá su utilidad para explicar a los políticos y a los votantes que había
un momento para las políticas expansivas y un momento para las políticas estabilizadoras y
que no podía cumplirse la pretensión de alcanzar un mundo perfecto con tasas de
desempleo e inflación iguales a cero.
La curva de Phillips: pero en los años setenta el mundo cambió. Las tasas de inflación y
desempleo empezaron a crecer conjuntamente con lo que la curva de Phillips desapareció
de los gráficos estadísticos. El fenómeno de la estanflación, estancamiento e inflación, no
cabía en los esquemas keynesianos. Los nuevos fenómenos económicos exigían nuevas y
diferentes explicaciones.
Los monetaristas, a través de su miembro más prestigioso, el profesor Milton Friedman,
propusieron el modelo que se llamó la curva de Phillips a largo plazo. La curva de Phillips,
argumentó, no es estable sino que se desplaza como consecuencia de los ajustes en las
previsiones de los agentes económicos. Cualquier intento por parte del gobierno de
aumentar el empleo tendrá éxito sólo a corto plazo pero provocando desplazamientos de la
curva de Phillips. A largo plazo la curva de Phillips, parece existir una tasa natural de
desempleo, y todo intento de restringirla está condenado al fracaso a largo plazo.
La teoría de las expectativas racionales viene a introducir aún más pesimismo en esta
cuestión. Si los agentes son capaces de prever las consecuencias de las políticas económicas
y adaptar inmediatamente su comportamiento a esas previsiones, el crecimiento de la
inflación será inmediato. Las políticas expansivas no tendrán éxito ni siquiera a corto plazo.
Aun teniendo en cuenta estas limitaciones a las políticas expansivas, siempre se podrán
tomar medidas de fomento del empleo que, según los modelos que hemos estudiado,
eliminen o suavicen las dificultades para encontrar empleo y faciliten el ajuste entre la
oferta y la demanda de trabajo. Para reducir el desempleo friccional y eliminar los
problemas que denuncia el modelo de la búsqueda de empleo una medida elemental, debe
consistir en la organización de un sistema de oficinas de empleo que funcione de forma
eficiente, con ficheros organizados de forma que faciliten la búsqueda rápida del empleo
más adecuado a cada trabajador y del trabajador más adecuado para cada empleo. Para
solucionar el desempleo estructural, son necesarias medidas que faciliten la movilidad
espacial y funcional de los trabajadores. La movilidad espacial está obstaculizada
principalmente por los altos precios de las viviendas y los alquileres que desaniman
la migración interior. La movilidad funcional requiere la organización de un sistema
educativo con una formación profesional adaptada a las necesidades de las empresas y que
tenga la flexibilidad suficiente para adaptarse a la rápida evolución de las tecnologías.
El aumento de la demanda de trabajadores puede conseguirse con medidas fiscales que
reduzcan los costes salariales para las empresas, bien reduciendo las contribuciones
obligatorias a la Seguridad Social (que tendrían que ser substituidas por otros ingresos del
Estado), bien subvencionando la contratación de trabajadores que por alguna circunstancia
sean menos eficientes, minusválidos, jóvenes en su primer empleo, etc. La flexibilización
de los empleos, autorizando contratos temporales y facilitando los despidos, supone de
hecho abaratar los costos laborales de las empresas aunque a costa de la precarización del
empleo.
Finalmente siguen siendo muchos los partidarios de las tradicionales medidas keynesianas
de aumentar la demanda agregada mediante el aumento del gasto público, bien mediante
contratación directa por el Estado-patrón, bien mediante la realización de obras o
inversiones públicas. A pesar de las argumentaciones de Friedman, los programas y
gobiernos socialdemócratas siguen siendo partidarios de políticas activas de creación de
empleo especialmente en países con tasas altas de desempleo.
E. El Contexto Actual Nacional
El contexto local e internacional, caracterizado por un persistente aumento de
la desocupación y subocupación, agravado en muchos casos por una tasa de crecimiento
poblacional positivo y un cuadro fuertemente recesivo, no es propicio para el surgimiento
de micro y pequeñas empresas con capacidad de insertarse en un mercado competitivo.
El desarrollo tradicional de la micro empresa en el Sur, se ha caracterizado por el
surgimiento de emprendimientos, a menudo de carácter familiar, que tienen el objetivo de
lograr un ingreso (único o adicional)para permitir la subsistencia del grupo. Estos
emprendimientos, que nacían y evolucionaban en la informalidad, contaron en general con
una escasa utilización de tecnología, un uso intensivo de mano de obra, rudimentaria
organización del trabajo y ninguna utilización (ni conocimiento)
de herramientas de negocios ni estrategias de comercialización.
Se ha observado en el Perú, durante los últimos años, en forma concomitante con
la depresión de la actividad económica y la aplicación de políticas tendientes a desrregular
las relaciones laborales, un fuerte proceso de precarización del empleo. Esto se pone de
manifiesto en un incremento del empleo total o parcialmente no registrado, la extensión de
diversas formas de subcontratación fraudulenta que procuran evitar el cumplimiento de
las normas laborales de orden general y evadir los salarios convencionales de la rama o la
profesión, deteriorando las condiciones de trabajo y acentuando la inestabilidad de los
empleos. Esta precarización del empleo difiere, por su naturaleza, de formas tradicionales
de empleo eventual.
La prolongada caída de la demanda de trabajo generada por las políticas económicas, ha
provocado aumentos importantes de las tasas de desocupación y reasignación de fuerzas de
trabajo desde los sectores productivos (industria y construcción) hacia las ramas terciarias
(comercio y servicios). Las tasas de desempleo han tenido su mayor impacto en los jefes de
los hogares más pobres que, sin embargo, no pueden permitirse estar desempleados durante
períodos prolongados, generando de esta manera altos índices de subempleo. En
consecuencia los casos de desempleo más duradero provienen de los hogares considerados
"no pobres".
La inestabilidad, por otra parte, genera condiciones propicias para la extensión de la
desprotección laboral, que es mayor entre las personas provenientes de hogares pobres. En
consecuencia, las personas desocupadas o bien carecen de todo ingreso o bien obtienen
ingresos menores de carácter precario en actividades no asalariadas. La incidencia del
desempleo abierto es mayor entre los trabajadores no calificados, es decir, entre aquellos
que cuando están ocupados reciben las remuneraciones menores. La incidencia también es
elevada entre los trabajadores jóvenes que buscan empleo por primera vez, los que también
se encuentran en la parte inferior de la estructura de ingresos. El desempleo, por lo tanto,
tiene dos efectos diferentes: es, en primer lugar, generador directo de pobreza y acentúa
además el grado relativo de pobreza de los hogares ubicados en los estratos inferiores de
ingreso.
Se trata, entonces, si se quieren contrarrestar estos efectos nocivos de la reestrucuración de
las economías, de estrechar la inserción de las micro empresas de menores recursos
económicos a sectores más modernos, vinculándolas a mercados más amplios, dinámicos y
rentables, mediante instrumentos como la promoción de la subcontratación entre empresas
y el establecimiento de canales de comercialización que incluyan también al mercado
externo. Este apoyo productivo tiende a mejorar la capacidad de competir, corrigiendo la
falta de acceso a recursos productivos.
Frente a la alta competitividad, los volúmenes de demanda y las consecuentes aplicaciones
de las tecnologías de punta que exige el mercado, muchos productos a micro escala se ven
excluidos de los mismos debido a su reducido tamaño, a la carencia de maquinaria y
equipos indispensables para elevar la capacidad productiva, así como a insuficiencias en su
capacidad organizativa y gerencial. A ello pueden agregarse sus dificultades de acceso
al crédito y a las redes sociales y comerciales en las que operan empresas de mayor tamaño.
Las empresas de menor tamaño también enfrentan costos de transacción más elevados,
particularmente en contextos de alto riesgo e incertidumbre.
En el marco de estos procesos se ha desarrollado lo que se conoce como economía
informal. Se trata de un complejo muy diferenciado de estrategias de supervivencia puestas
en marcha por sectores marginados de la economía formal. Estas estrategias comprenden
prácticas micro empresariales altamente heterogéneas, que van desde unidades de
subsistencia hasta verdaderas empresas con capacidad potencial de participación en el
mercado formal.
La micro empresa no puede desarrollarse sin una provisión adecuada de infraestructura
industrial y de servicios empresariales: la información oportuna y actualizada sobre
mercados y tecnología, la asesoría y las gestiones promocionales en el comercio
internacional, los servicios de asesoría técnica y consultoría en diversas áreas, la
organización de ferias y eventos comerciales, la capacitación técnica y gerencial. Sólo la
construcción de instituciones democráticas y descentralizadas puede conducir al desarrollo
sostenible de la micro empresa. Las experiencias exitosas tienen en común la solidez de las
instituciones y el rol de promotor de las asociaciones empresariales y de los gobiernos
locales y regionales.
Por lo tanto, cuando nos referimos a economía informal, estamos hablando de un sector
cuyo rasgo común -paradójicamente- no está constituido por la falta de formalidad, sino
que más bien por la concreta imposibilidad de acceso a instrumentos básicos tales como el
crédito o la formación y la actualización técnico-organizativa. La población
económicamente activa peruana ascendió a un total de 8,9 millones de personas en el año
1995, sobre una población de poco más de 23,5 millones de habitantes. De este total, el
65,3% eran hombres y el 34,7% eran mujeres; del total de participación en la actividad
económica, el 72% procedía del sector urbano y el 28% restante del rural. Las previsiones
señalan que más de diez millones de personas conformarán la población económicamente
activa en el año 2000 .Por actividades económicas, es la agricultura la que absorbe un
mayor número de ocupación (37%), aunque viene disminuyendo pese a la gran importancia
del sector pesquero nacional, que se incluye en este apartado; por su parte, la industria
ocupa al 22% de la población activa y el resto corresponde al sector de los servicios.
Desde comienzos de los años ochenta, la población activa ha tenido un crecimiento
interanual medio del 3,7%, mientras que el empleo generado por las grandes empresas
manifiesta un goteo decreciente y constante, aunque todavía no alarmante. Y aunque las
tasas de desempleo no han crecido de forma importante, puede deberse a la aparición de un
fenómeno que ha creado un nuevo grupo social; está formado por personas llegadas
principalmente de las zonas rurales que se autoemplearon a través de la venta ambulante o
de la creación de microempresas de carácter familiar, aliviando así un crecimiento mayor
del índice global de desempleo
Perú, como la mayoría de los países iberoamericanos, mantiene una tasa de desempleo
urbano inferior al 10%. En 1997, el 9,1% de la población económicamente activa no tenía
un puesto de trabajo en las zonas urbanas.
La insuficiente demanda de mano de obra en los sectores industrial y comercial se ha
incrementado en los últimos veinte años, debido fundamentalmente a la escasa inversión
registrada en el país y a un entorno macroeconómico caracterizado por la inestabilidad. Así,
entre 1981 y 1991 la población económicamente activa mantuvo un crecimiento medio
anual del 3,9%, mientras que el empleo en las grandes empresas del sector formal de la
economía cayó en un 0,8%. Ahora bien, desde 1993 se ha registrado un cierto incremento
gradual de la tasa de empleo como consecuencia de la recuperación de la actividad
económica del país y de una mayor flexibilidad laboral, aunque con grandes variaciones en
los distintos años; así por ejemplo, la tasa de desempleo abierto de los jóvenes urbanos de
14 a 24 años, que representan la cuarta parte, se ha elevado del 15,2% de 1996 al 16,1% de
1997. Sin embargo, durante el ciclo expansivo de 1993-1995, esa misma tasa de desempleo
descendió casi cinco puntos, del 16,1% en 1993 hasta el 11,2% en 1995. Este
comportamiento de la tasa de desempleo refleja, en gran medida, la dificultad del mercado
para absorber la mano de obra más joven y, sobre todo, a los trabajadores más
recientemente incorporados al mercado de trabajo. Por ello, cuando se observan las cifras
de desempleo desagregado por grupos de edad, se constata que las tasas para los grupos de
trabajadores cuya edad se sitúa entre los 25-44 y entre los 45-54 años no son
alarmantemente altas (6,6% y 5,7% durante el año 1997), mientras que la tasa para el grupo
de 14-24 años es del 15,2%, es decir, casi el triple que para los grupos de más experiencia.
F. Naturaleza y medición
A pesar de que los factores productivos, —tierra, trabajo y capital— son recursos escasos,
por diversas razones siempre hay una parte mayor o menor de ellos que no está usándose.
Ese es el fenómeno conocido como desempleo aunque casi siempre se utilice esa palabra, y
así lo haremos aquí, para aludir principalmente al desempleo del factor trabajo. Sus
terribles repercusiones sociales lo convierten en un problema económico fundamental y su
solución es un objetivo prioritario para la política económica. Para describir la situación del
empleo en una sociedad, los datos suelen ofrecerse en forma de tasa de desempleo: la
proporción de trabajadores en desempleo con respecto al total de la población activa. Pero
medir esa tasa no es tarea fácil. Por mucho que se precisen los conceptos de "desempleado
" y "población económicamente activa" siempre encontraremos individuos a los que no
sabremos con exactitud en qué categoría clasificarlos. Se llama población económicamente
activa (PEA) al conjunto de los individuos de una sociedad que estando en edad de trabajar
y capacitados para hacerlo, tienen o desean tener un empleo remunerado. Los miembros de
este grupo que están buscando activamente empleo y no lo encuentran recibirán la
calificación de trabajador desempleado. Quedan por tanto excluidos de la condición de
población activa los jubilados, los enfermos o físicamente incapacitados, los estudiantes,
los menores de edad (por necesidad se han visto en la obligación de trabajar), y ese
numeroso grupo de personas que por estar trabajando en sus casas para sus familias no
pueden tener un empleo remunerado fuera del hogar.
Pero hay otras muchas razones por las que la tasa de desempleo puede resultar
sobrevalorada. En nuestro país hay un gran número de trabajadores empleados en la
llamada economía sumergida, empleados por cuenta propia o ajena, que tratan de eludir
sus obligaciones fiscales. Se pueden hacer estimaciones imprecisas sobre el volumen del
empleo sumergido por medios indirectos, por ejemplo, mediante el consumo de energía
eléctrica, pero son estimaciones en cualquier caso muy insatisfactorias. Por otra parte, los
subsidios y las facilidades sociales que se conceden a la población de bajo nivel socio
económico- para el acceso a viviendas subvencionadas y otras- hacen que se presenten
como tales muchas personas que no están realmente dispuestas a aceptar un empleo fijo a
jornada completa.
a.
b. Tasa de desempleo y mercado laboral El desempleo es un fenómeno siempre
presente, en mayor o menor grado, en toda sociedad. De la población total de un país,
existe un grupo que pertenece a la fuerza laboral y otro que se encuentra fuera de ella
debido a actividades educativas o quehaceres del hogar. Del mismo modo, entre los
individuos que forman parte de la fuerza laboral, algunos se encuentran ocupados y
otros se encuentran desocupados Se utiliza la tasa de desempleo, es decir, el porcentaje
de la fuerza laboral desempleada, como un indicador resumen del estado del mercado
laboral, aunque eventualmente puede constituir sólo una aproximación parcial al
fenómeno. Una limitación importante de la tasa de desempleo es que no dice nada sobre
los niveles de ingreso y la calidad del trabajo de aquellos que se encuentran empleados.
c. Desempleo y Desarrollo Se pueden establecer, por lo menos, dos hipótesis con
respecto a la relación entre el nivel de desarrollo y la tasa de desempleo. Por un lado, se
puede argumentar que los países desarrollados tienen mayores oportunidades de empleo
y, por lo tanto, el nivel de desempleo registrado debería ser menor en estos países. En
este sentido, existiría una relación inversa entre el desarrollo de un país y su tasa de
desempleo. De otro lado, en los países de bajos ingresos, las familias pobres no pueden
financiar largos periodos de desempleo y deben idear estrategias de empleo e ingresos
de manera de maximizar el bienestar familiar, dadas la múltiples restricciones que
enfrentan. Por tanto, las tasas de desempleo en países subdesarrollados no podrían ser
muy altas. En la realidad concreta no encontramos una relación clara entre el nivel de
desarrollo y las tasas registradas de desempleo abierto, probablemente debido a que las
dos hipótesis actúan simultáneamente y a que la tasa de desempleo es afectada por otros
factores como el ciclo económico y la presencia de diferentes regulaciones en el
mercado laboral. En Sudamérica, aún cuando existen diferencias metodológicas
involucradas en el cálculo de las tasas de desempleo, se observa que los niveles
registrados son bastante variables. Las tasas fluctúan entre el 4%y el 18% para países
cercanos y que no presentan diferencias tan marcadas en sus niveles de desarrollo. La
tasa de desempleo abierto peruana se sitúa en el promedio sudamericano.
d. Perú: Desempleo por ámbitosgeográficos Esta información ha permitido confirmar
algunos hechos ya conocidos, pero ha evidenciado diferencias interesantes entre los
procesos laborales existentes en el país. Las diferencias más importantes se refieren a
los niveles que muestran las tasas de desempleo en diferentes regiones del país. Así por
ejemplo, se observa que las zonas Central y Sur del país presentan comparativamente
tasas más elevadas de desempleo que las del Norte, incluida la Selva. Estos fenómenos,
que merecen una investigación de mayor detalle, pueden estar asociados a los
desiguales procesos de desarrollo experimentados por las ciudades del interior del país y
a la mayor cercanía de los mercados de trabajo rurales en las ciudades intermedias, lo
cual determinaría comportamientos diferenciados de la oferta laboral y un patrón
estacional que debe ser analizado. Lo que sí es claro es que algunas estructuras del
desempleo son similares tanto en Lima como en el resto del país, si se consideran las
variables edad, sexo y educación. En el caso de la edad, por ejemplo, los jóvenes
presentan mayores tasas de desempleo llegando, en el caso de la Costa Sur, a estar por
encima del 28%. Del mismo modo, excepto en la Sierra Norte, en todo el país son las
mujeres quienes se ven afectadas en mayor proporción por el fenómeno del desempleo.
Obviamente, el nivel educativo, con algunas diferencias de niveles, en todas las
regiones vuelve a presentar una relación no lineal con la tasa de desempleo. No
obstante, en ninguno de estos casos se puede establecer una relación causa efecto entre
las diversas variables socioeconómicas y la incidencia del desempleo pues no se
mantiene el principio de 'ceteris paribus' Para ello, se requiere un análisis.
G. Duración del Desempleo
Tanto en medios académicos como políticos, parece existir una percepción del desempleo
como un fenómeno estático, como si su estructura no cambiara en el tiempo y los
desempleados fueran los mismos siempre. Dichas apreciaciones olvidan el carácter
eminentemente dinámico del mercado laboral y la presencia de permanentes flujos desde y
hacia él. El fenómeno de la duración del desempleo en el Perú, ha sido escasamente
estudiado y no existen antecedentes confiables que permitan hacer una comparación de esta
variable en el tiempo. El estudio de la duración del desempleo es importante debido a que
nos permite aproximarnos al conocimiento del tipo de desempleo existente en un país.
Según su duración y el comportamiento de la demanda de mano de obra, el desempleo
puede ser friccional o estructural. Cada situación expresa características distintas y
permiten, por lo tanto, políticas diferentes. Esta evidencia sugiere que el fenómeno del
desempleo persistente no es tan significativo en nuestro país como sí lo es en otros países.
Por el contrario, el tipo de desempleo predominante en nuestro medio sería más de corto
plazo, es decir friccional o estacional. El desempleo friccional surge principalmente porque
los mercados de trabajo son dinámicos. En efecto, simultáneamente coexisten en el
mercado laboral, nuevos ingresantes (aspirantes) al mismo tiempo que otros individuos
están dejando la fuerza laboral (jubilados o desalentados). Existen personas que están
renunciando a sus empleos para buscar otros y también existen empresas que reducen su
nivel de empleo mientras que hay otras que buscan trabajadores.
Dado que los flujos de información son imperfectos tanto los empleadores como los
trabajadores, suelen demorar en encontrar exactamente lo que buscan en el mercado. Es
decir, debido a la ausencia de mecanismo de información, toma tiempo para que se
produzca el encuentro entre empleadores y trabajadores generándose así el desempleo
friccional.
Como se mencionó este desempleo prolongado o persistente, afecta más a los siguientes
grupos poblacionales:
1. Mujeres,
2.
3. Aquellos que en el contexto familiar son hijos,
4. Los individuos con niveles educativos secundarios o superiores,
5. Las personas solteras, y
6. Los jóvenes.

La dinámica del mercado laboral implica que no todos los desempleados son los mismos
siempre y que muchos de ellos se encuentran cambiando de status frecuentemente. De
hecho, en cualquier punto del tiempo el desempleo está conformado por flujos que entran al
desempleo y por flujos que salen de él.
H. Los Flujos Hacia y Desde El Desempleo:
En cualquier periodo de tiempo, los individuos que ingresan a la condición de desempleo
son de dos tipos: aquellos que antes eran empleados y aquellos que antes eran inactivos.
Entre los que antes eran ocupados existen dos motivos principales de llegada: los recesos
(despidos) que pueden ser temporales o permanentes, y las renuncias. Entre los que antes
eran inactivos existen también dos tipos: los nuevos ingresos al mercado de trabajo y los re
ingresos por parte de personas que alguna vez estuvieron en el mercado de trabajo y por
algún motivo salieron de él hacia la inactividad.
Para analizar la importancia de cada uno de estos componentes, se ha realizado una
descomposición simple del desempleo, en términos de sus flujos de entrada para Perú
Urbano.
Se observa que casi la mitad de la tasa de desempleo abierto en el tercer trimestre de 1997
(7.7%) estuvo explicada por reingresos de personas que previamente estaban inactivas a la
condición de desempleo. Esto es consistente con el hallazgo anterior que las principales
transiciones existentes en el mercado de trabajo peruano son entre la inactividad y el
desempleo antes que entre empleo y el desempleo. Vale la pena observar también que entre
los grupos que tienen más reingresos al mercado de trabajo a través del desempleo,
destacan las mujeres, los menores de 25 años y los que tienen estudios secundarios o
superiores no universitarios.
En un segundo nivel de importancia se encuentran los flujos que provienen del empleo: las
renuncias y los recesos (despidos). En las renuncias se incluye a aquellos que dejaron su
empleo por que ganaban poco, por estudios, por motivos de salud, asuntos familiares, para
establecerse por su cuenta o por jubilación. Estos representan el 21% del total de desempleo
destacando los hombres, las personas con educación secundaria y las mayores de 55 años.
Por otro lado, en el grupo que ingresan al desempleo por despido se incluye a aquellos
desempleados porque terminó su contrato, debido a los cierres de empresas o a los despidos
arbitrarios. Representan el 20% del total de desempleo siendo los grupos más afectados los
hombres, las personas entre 45 y 54 años y las que tienen educación secundaria.
Finalmente, solo el 10% de los desempleados son aspirantes, es decir personas que
previamente eran inactivas y por primera vez intentan conseguir un empleo. En este grupo,
evidentemente predominan los jóvenes, especialmente mujeres con educación secundaria.
Esta composición del desempleo no siempre ha sido así. La década de los setenta, la
principal fuente del desempleo era los aspirantes, mientras que actualmente estos son la
minoría. Esto es resultado de la notable movilidad que se observa en el mercado de trabajo
que ha determinado que la mayor parte de las personas tengan experiencia laboral aunque
sea parcial.
I. Los Flujos De Salida Del Desempleo:
Al ingresar al desempleo, por definición las personas empiezan a buscar trabajo, tanto
dependiente como independiente. La pregunta que se intenta resolver en esta sección es
como se componen los flujos de salida del desempleo. En este caso, nuevamente existen
dos grandes posibilidades: el empleo o la inactividad. En el caso que salgan hacia el
empleo, la pregunta es ¿Qué tipo de empleo consiguen luego de estar desempleados?. En el
caso de salir a la inactividad, interesa averiguar las causas de esta decisión
Dos observaciones muy importantes se derivan del análisis: En primer lugar, las salidas
hacia la inactividad explican aproximadamente el 51.7 % del desempleo, es decir, no todos
los desempleados terminan como empleados. ¿Qué explica el elevado flujo de salida hacia
la inactividad?. Por un lado, puede reflejar desaliento, es decir, dada la incapacidad para
encontrar un empleo muchas personas dejan de buscar un empleo y deciden salir de la
fuerza laboral. Por otro lado, muchos de ellos deciden dejar la fuerza laboral
voluntariamente, ante la ausencia de oportunidades de empleo que satisfagan sus
expectativas.
En segundo lugar, las salidas al empleo explican el 48.3 % de los casos. En términos muy
gruesos, estos estimados pueden relacionarse a conceptos muy utilizados en la literatura.
Los que cambian de rama/ocupación pueden ser considerados como recesos permanentes
mientras que los que vuelven a la misma rama/ ocupación pueden ser considerados como
recesos temporales22. Los recesos temporales ocurren principalmente por efectos de la
estacionalidad o inestabilidad en la producción de las empresas y constituyen una práctica
mediante la cual los empleadores convocan nuevamente a trabajadores que ya han laborado
en sus empresas a fin de enfrentar nuevos pedidos o campañas, ya que con ello aseguran un
mínimo de experiencia en el trabajo. Si tomamos estos datos como referencia, este
fenómeno explicaría uno de cada cinco casos de desempleo.
J. Situación De Empleo En El Perú
Existen dos formas de ver el mercado de trabajo a nivel nacional. Un primer enfoque
distingue claramente entre economía rural y economía urbana, enfatizando la estrecha
relación del funcionamiento del mercado laboral rural con el desarrollo de actividades
agrícolas. Una visión más integral es la que pone énfasis en la articulación entre las
actividades económicas de las zonas rurales y las urbanas. A continuación se señala las
principales características de estas dos maneras de ver el empleo a nivel nacional.
a. Es importante considerar como unidad de análisis de las decisiones laborales en el área
rural a los hogares, pues los miembros del hogar deciden en conjunto sus niveles de
consumo de bienes, la asignación de su fuerza de trabajo y sus recursos entre las varias
opciones o actividades disponibles, y la inversión en capital humano (educación), de
acuerdo con la disponibilidad de tiempo productivo de sus miembros, con su restricción
presupuestaria, y con la tecnología disponible en su unidad productiva. La asignación
del tiempo depende de las características demográficas del hogar, pues sus miembros
(niños, adulto-hombre, adulto-mujer) se diferencian en cuanto a sus ventajas
comparativas realizando las actividades en las que son relativamente más productivos.
La decisión de participación de un miembro en el mercado de trabajo asalariado se hace
en función de la productividad de cada miembro del hogar y el pago que puedan
obtener. En este sentido, la oferta familiar de trabajo asalariado está afectada por los
requerimientos de mano de obra de la unidad productiva. De esta forma, la magnitud de
oferta de trabajo en el mercado de trabajo asalariado de los hogares no depende sólo del
salario, sino también del tamaño de la fuerza laboral familiar, sus otros ingresos, los
factores fijos (herramientas, ganado, tractores, etc.) que afectan la productividad de la
unidad productividad familiar, y los precios de los productos de la propia unidad
productiva.
En general, los hogares destinan más mano de obra a actividades no agropecuarias fuera
del hogar o la venden en el mercado cuando la campaña agrícola resulta mala. En las
etapas del proceso productivo en las cuales hay posibilidad de sustitución entre el
trabajo de un niño/a y un adulto/a (luego de la siembra o luego de la cosecha), los
hogares destinan a sus miembros con mayor valor en el mercado asalariado a
actividades fuera del hogar.
b. Economía Rural Y Funcionamiento Del Mercado De Trabajo Ruralopciones De
Ocupación Del Hogar En El Área Rural:

Para entender el funcionamiento de la economía nacional, y los mecanismos a través de


los cuales se puede favorecer el crecimiento económico y el desarrollo rural, es
importante analizar las relaciones económicas entre las zonas rurales y las urbanas. En
este sentido, lo rural no debe verse como contrapuesto a lo urbano. Una manera de
enfocar las relaciones entre ambas zonas es considerar que la economía nacional se
compone de varias economías regionales, cada una de ellas conformada por un
hinterland rural que rodea a algunas ciudades importantes. Dentro de cada una de estas
economías existen interrelaciones entre el campo y la ciudad. El campo ofrece bienes
agropecuarios y no agropecuarios a la ciudad y ésta ofrece a cambio bienes
manufacturados y servicios, sobre todo financieros. Además, existe movilidad de
factores productivos, sobre todo mano de obra, y flujo de información entre el campo y
la ciudad, ya que estas zonas se encuentran actualmente más articuladas, no sólo por
el transporte sino, fundamentalmente, por el desarrollo de los medios de comunicación
Desde esta visión, los propios mercados, incluyendo el mercado laboral no serían
rurales sino regionales y no se puede hablar en sentido estricto de empleo rural. El
desarrollo de estos mercados será mayor cuanto más grande sea la ciudad y el peso de
las relaciones de mercado en el conjunto de las transacciones de la región, que llevaría a
un mayor desarrollo rural en la medida en que la economía rural sea más abierta al
comercio regional, nacional e internacional (eliminación de intermediarios), aunque se
debe enfrentar, en algunos casos, la competencia entre productos urbanos y rurales.
La existencia o formación de varias ciudades grandes favorecería el desarrollo de
economías regionales por la existencia de mercados modernos de insumos, empresas
compradoras de productos agrícolas y proveedoras de servicios. El desarrollo de las
ciudades en una región tiende a transformar las relaciones no mercantiles en relaciones
de mercado y explica la evolución del intercambio de mano de obra y del mercado
laboral. Anteriormente, las transacciones se hacían a través de intermediarios que
usaban sus lazos sociales en las comunidades rurales para contratar trabajadores y
llevarlos a las áreas donde se requiere mano de obra (sistema de "enganche").
El crecimiento de las ciudades permite el fortalecimiento de las economías regionales
que sustentan y, por lo tanto, el desarrollo de las áreas rurales a la cuales están
vinculadas. Debe fomentarse la inversión privada y el crecimiento de las ciudades
tomando en cuenta que uno de los factores necesarios para lograr esto es la acumulación
de capital humano ya que éste permite el desarrollo de actividades con uso de
tecnología avanzada.
Los cambios ocurridos en los últimos años en las características del mercado de trabajo
en las zonas rurales hacen que su funcionamiento ya no se adecue a la visión tradicional
del empleo rural. El empleo rural no puede verse sólo como empleo agropecuario.
K. Características Del Mercado De Trabajo Peruano:
a. Características de la oferta laboral por tamaño de centro poblado
En 1998, la población económicamente activa en el país (PEA) ascendía a 11 millones
294 mil personas, donde el 30 por ciento se encontraba en Lima Metropolitana, el 36.5
por ciento residía en las otras áreas urbanas, y el restante 33.5 por ciento se encontraba
en el área rural. Cabe resaltar que si bien la PEA nacional es predominantemente
urbana, el área rural tiene una importancia similar al resto urbano en cuanto a magnitud
de oferta laboral.
Conviene señalar que las definiciones del área urbana y rural están asociadas al tamaño
del centro poblado (2,000 y más habitantes, y menos de 2,000 habitantes
respectivamente) por lo que en la caracterización del mercado de trabajo peruano que
realizamos a continuación prima, en la medida de lo posible, la variable "tamaño del
centro poblado" sobre la división tradicional "urbano- rural", lo que permite tener una
visión más detallada del mismo.
b. PEA por niveles de educación
La oferta laboral del país se caracteriza por su reducido nivel educativo.
Aproximadamente, el 54 por ciento de la PEA nacional no ha terminado la educación
secundaria, el 25 por ciento tiene secundaria completa y el restante 21 por ciento tiene
estudios superiores sean universitarios o no universitarios. Incluso en Lima
Metropolitana, que tiene la mayor infraestructura educativa, un tercio de la PEA no ha
completado la educación secundaria.
Esta situación es más preocupante cuando se reduce el tamaño del centro poblado, que
se refleja en las diferencias en el nivel educativo de la oferta laboral urbana y rural .
La calificación de la mano de obra es mucho menor en el área rural, donde cerca del 15
por ciento de la PEA no tiene instrucción educativa, y la mitad sólo tiene educación
primaria. Los menores años de estudio promedio de la mano de obra rural influyen en la
baja productividad. Debe tenerse en cuenta que un mayor nivel educativo,
especialmente si incluye un componente de capacitación laboral, es importante porque
eleva la productividad y permite incorporar tecnología más avanzada.
Estas diferencias en los niveles educativos de la oferta laboral se acentúan por grupos de
edad, y entre hombres y mujeres. En el caso del área urbana; los hombres y las mujeres
hasta los 29 años de edad tienen igual años promedio de estudio, presentándose
diferencias entre ambos a partir de los 35 años de edad. En el caso del área rural, si bien
los más bajos niveles educativos se presentan en la PEA femenina adulta, los hombres
adultos también tienen pocos años de estudios, incluso menores que las
correspondientes mujeres adultas del área urbana. De esta forma, si es que se pretende
revertir la baja calificación de la oferta laboral es importante implementar programas de
educación dirigidos a esta población principalmente en el área rural.
De esta forma, para elevar los bajos niveles de productividad de los sectores
económicos es necesario invertir en capital humano, lo que redundará en mayores
ingresos de la población. Esto es primordial en el área rural, donde la mayoría de los
trabajadores se dedican a la actividad agrícola, sector altamente generador de empleo y
que sin embargo tiene la más baja productividad sectorial. Una elevación en la calidad
del capital humano facilitará el manejo de nueva tecnología en el área rural, necesaria
para aumentar la productividad.
c. Visión Del Mercado De Trabajo A Nivel Nacional
d. Tasa De Desempleo

En el área rural, el mercado de trabajo es poco desarrollado, por lo que las personas no
tienen la opción de búsqueda activa de trabajo en la misma zona. En general, en el área
rural, las personas pasan de una situación de ocupados a una situación de inactivos,
dependiendo, en gran medida, del ciclo agrícola.
Debido al poco desarrollo del mercado de trabajo rural, la tasa de desempleo abierto es muy
reducida. Así, mientras en el área urbana la tasa de desempleo abierto es de 7.8 por ciento,
en el área rural es de sólo 2.8 por ciento. Un indicador que permite medir mejor la
problemática del empleo en el área rural es la tasa de desempleo pasiva, entendida como el
porcentaje de la población en edad de trabajar que desea trabajar, pero que no buscó
activamente trabajo por razones económicas o de mercado. Esta tasa de desempleo pasiva
asciende a 4.8 por ciento, superior a la tasa de desempleo abierto. Entonces, la tasa de
desempleo total en la zona rural sería de 7.5 por ciento.
Dicha tasa de desempleo total rural considera el poco desarrollo del mercado de trabajo,
que se traduce principalmente en un reducido nivel de demanda laboral, salvo en épocas de
siembra y cosecha. Esta situación lleva a migraciones temporales y, por tanto, a que las
personas incurran en mayores costos de transacción, y a un contexto de pobreza. Para
revertir esta situación es necesario crear mercado.
Un ejemplo de lo que se puede hacer en el área rural lo ofrece el Programa de Caminos
Rurales del Ministerio de Transportes, el cual, mediante la creación
de microempresas locales, dedicadas al mantenimiento de los caminos rurales, ha
contribuido a dinamizar el mercado de trabajo rural.
L. Características Sectoriales
a. Ramas de actividad
El panorama sectorial del empleo nacional se presenta en algunos aspectos diferente al
urbano, pues la agricultura cobra mayor importancia. A esta actividad se dedica el 26 por
ciento de los trabajadores del país, constituyéndose en la segunda actividad generadora de
empleo. Esta importancia está marcada por la gran incidencia que tiene la agricultura en los
centros poblados de menor tamaño denominados rurales donde constituye dos tercios del
empleo. A pesar de ello, no se puede identificar lo rural con lo agrícola; existe un 35 por
ciento de trabajadores rurales que se dedican a otras actividades económicas
En segundo lugar, los servicios, al igual que en el área urbana, conservan el primer lugar en
la generación de empleo a nivel nacional. En esta actividad labora cerca de un tercio de la
PEA ocupada del país. Evidentemente su importancia es mayor en la zona urbana,
principalmente en los centros urbanos de mayor tamaño. Incluso en la zona rural, aunque
con una incidencia en el empleo mucho menor, es la segunda actividad generadora de
empleo.
En tercer lugar, la industria representa cerca del 11 por ciento del empleo nacional. Cabe
indicar que su participación en el empleo no difiere tanto por tamaño de centro poblado,
como sí sucede con la agricultura y el sector terciario.
En cuarto lugar, la actividad minera -tanto en el área urbana como rural- es poco
significativa en la generación de empleo; representa menos del 1 por ciento del empleo
nacional. Sin embargo, tal como hemos señalado anteriormente, tiene una alta
productividad y es marcadamente generadora de divisas.
En suma, el área urbana y rural comparten la característica de que es un sector económico
el que predomina fuertemente en la generación del empleo. La diferencia se encuentra en
cuál es ese sector -el sector primario (principalmente la agricultura) y el sector terciario
(servicios y comercio), respectivamente- y, principalmente, en las relaciones salariales que
se establecen en los mismos.
b. El empleo asalariado y no asalariado
En el país prevalece el empleo no asalariado y su incidencia es mayor en los centros
poblados más pequeños. Aproximadamente, el 61 por ciento de los trabajadores del país
son no asalariados (donde el 6 por ciento son empleadores) y el restante 39 por ciento son
asalariados. Entonces, las diferencias por tamaño del centro poblado son notorias en
la distribución del empleo agrícola- no agrícola y del empleo asalariado- no asalariado
La mayor incidencia del empleo no asalariado en el área rural ( 77.2 por ciento de la PEA
ocupada) se debe a que en la actividad principal que es la agricultura- la mano de obra es
básicamente familiar. De esta forma, las relaciones que se establecen en la agricultura son
no salariales, ya sea porque el agricultor cultiva su propia parcela como trabajador
independiente o porque utiliza mano de obra familiar (ambas categorías ocupacionales
representan cerca del 80 por ciento del empleo agrícola rural). Igualmente, la industria de
bienes de consumo en el área rural –en la que deben primar las relaciones salariales-
presenta una mayor incidencia del empleo no salarial (cerca del 87 por ciento de la PEA
ocupada sectorial), debido a que está conformada principalmente por artesanos que laboran
independientemente o con mano de obra familiar en microempresas. Entonces, lo que
caracteriza al empleo rural sea en la agricultura o en la industria son las relaciones laborales
que se establecen en su interior, que son básicamente no salariales y familiares.
Los sectores del área rural donde prevalecen las relaciones asalariadas son la construcción y
los servicios no personales (70.5 por ciento y 82.4 por ciento respectivamente). Cabe
indicar que en este último sector, el empleador principal es el Estado (emplea al 55 por
ciento de la PEA ocupada sectorial), por los servicios de educación y salud que brinda.

c. Estructura de mercado de Trabajo


En el mercado de trabajo peruano predominan los independientes que están conformados
mayoritariamente por no profesionales y no técnicos (37.3 por ciento de la PEA ocupada);
es decir, son las propias personas las que generan su puesto de trabajo. El sector privado
demandante de mano de obra asalariada es el segundo sector generador de empleo, en él
destaca el trabajador dependiente de la microempresa. En tercer lugar, los trabajadores
familiares no remunerados (TFNR) son un grupo importante en el mercado de trabajo,
incluso superior al empleo público.
La estructura de mercado cambia a medida que se aumenta el tamaño del centro poblado, es
decir, tanto el trabajador privado asalariado como el empleado público adquieren mayor
incidencia en el empleo conforme aumenta el tamaño del centro poblado. Sin embargo, el
grupo de independientes y de TFNR no deja de ser importante.
En el área rural un 25.3 por ciento de los trabajadores se desempeña como trabajadores
familiares no remunerados, esta cifra disminuye a 7.6 por ciento en el área urbana,
porcentaje similar a la PEA asalariada ocupada por la pequeña empresa
Un segundo aspecto a señalar es que la mediana y gran empresa privada (de 50 y más
trabajadores) en términos de empleo es principalmente urbana, y específicamente está
concentrada en la capital del país. El sector privado asalariado en el área rural es, por un
lado, ligeramente más reducido que los TFNR y, por el otro, está conformado básicamente
por microempresas.
En el mercado de trabajo peruano es necesario una mayor presencia del sector privado, que
genere empleo asalariado y modernice las relaciones laborales. El rol del sector público es
promover el empleo, pero es en el sector privado donde deben crearse puestos de trabajo
productivos.
Así, en la ciudad de Arequipa el 0.9% de la variación del empleo en está ciudad ha sido
leve y positiva. Donde el sector servicios registró la mayor variación con 2.5 por ciento
sustentado principalmente en el incremento de las ramas enseñanza (4.3%) y servicios
sociales comunales (3.1%), el primero por inicio del año escolar, así como del semestre
académico y cursos extracurriculares (talleres en institutos y universidades); en tanto en el
segundo una ONG dedicada a la educación y cooperación técnica incrementó 43
trabajadores para la realización de encuestas y cubrir puestos vacantes diversos.
Los sectores que demandan más trabajo son servicios e industrias, cada uno con un tercio
del empleo; en cambio los que demandan menos mano de obra
son electricidad, gas y agua junto con el sector extractivo, ambos demandan menos del 10
por ciento. El sector extractivo está conformado por las ramas de agricultura y minería, en
donde la minera es la que tiene una mayor proporción en relación de dos a uno.
2.
1. A mayor crecimiento económico de la producción, mayor será el nivel de empleo, el
cual llevará un menor desempleo en zonas urbanas con respecto a las rurales .
2. Hipótesis General:
3. Hipótesis Específica:
3. Hipótesis:

 Se podrá elevar la productividad en las zonas rurales, mediante la implementaron


de programas por parte de gobierno, al sector educativo, elevando el nivel de estudio y este
a su vez hará disminuir el desempleo
 Las disminución del desempleo, en una economía neoliberal, se logrará mediante una
mobilidad adecuada de trabajo.
 A mayor desempleo mayor pobreza principalmente en las zonas rurales

2. Variables:

5.1. Variable Independiente


 PEA: Población Económicamente Activa. (desempleados y empleados)

5.2 Variable dependiente.


 Salarios (tasa de desempleo, del nivel de educación, variable por población: rural y urbano)

2. Indicadores:

CUADRO 1
EMPLEO Y DESEMPLEO URBANO 1995-2000 (*)
(porcentaje)
CATEGORIA 1995 1996 1997 1998 1999 2000
EMPLEO ADECUADO 50.0 50.3 50.5 47.9 48.6 49.7
SUBEMPLEO 42.4 42.7 41.8 44.3 43.4 42.9
Por horas 15.6 17.6 17.0 14.6 15.6 15.0
Por ingresos 26.8 25.1 24.8 29.7 27.9 27.9
DESEMPLEO 7.6
7.0 7.7 7.8 8.0 7.4
(*) Al tercer trimestre de cada año
Fuente: BCR, MTPS
CUADRO 2
NIVEL PROMEDIO DE EDUCACIÓN DE LA POBLACIÓN
INSTRUCCION URBANA % RURAL %
Sin Nivel 38.2 61.8
Pre – escolar 716 28.4
Primaria 58.3 41.7
Secundaria 86.4 13.6
Superior 96.2 3.8
CUADRO 3
INGRESO LABORAL PROMEDIO DE LA PEA
Para ver el grafico seleccione la opción "Descargar" del menú superior
Fuente: Convenio MTPS-INEI. Encuesta Nacional de Hogares. 1998-III.
5. Matriz De Consistencia Del Proyecto De Investigación
Tema o Problema De El Desempleo de los jóvenes en el Perú
Investigación
Objetivos Objetivos Generales:
Describir los niveles de producción y las repercusiones en el
desempleo en las zonas rurales y urbanas del país.
Objetivos Específicos:
- Enumerar y presentar, programas e iniciativas que se están
tomando el país para combatir el alto desempleo de los jóvenes.
-Describir los diferentes modelos económicos, para reducir los
niveles de desempleo
- Enumera las consecuencias y repercusiones sociales que conlleva
el desempleo.
Análisis Conceptual DESEMPLEO. Ausencia de empleo u ocupación: están
desocupadas o desempleadas aquellas personas que, deseando
trabajar, no encuentran quien las contrate como trabajadores.
SALARIO. En un sentido amplio salario es la retribución del
factor productivo trabajo,.
Hipótesis Hipótesis General:
A mayor crecimiento económico de la producción, mayor será el
nivel de empleo, el cual llevará un menor desempleo en zonas
urbanas con respecto a las rurales .
Hipótesis Específica
- Se podrá elevar la productividad en las zonas rurales, mediante la
implementaron de programas por parte de gobierno, al sector
educativo, elevando el nivel de estudio y este a su vez hará
disminuir el desempleo
- Las disminución del desempleo, en una economía neoliberal, se
logrará mediante una mobilidad adecuada de trabajo.
Variables Variable Independiente
PEA: Población Económicamente Activa. (desempleados y
empleados)
Variable dependiente.
Salarios (tasa de desempleo, del nivel de educación, variable por
población: rural y urbano)
Indicadores cuadro 1: empleo y desempleo urbano 1995-2000
cuadro 2 nivel promedio de educación de la población
cuadro 3: ingreso laboral promedio de la PEA: Educación 1998
CONCLUSIONES
1. Es necesario tener una visión del empleo nacional que integre en el análisis, las
características del empleo en los centros poblados de menor tamaño denominados
rurales. El mejoramiento de estadísticas elaboradas por el Ministerio de Trabajo
y Promoción Social contribuye a lograr esta visión integral del empleo.
2. Es importante tomar en cuenta las relaciones entre las zonas urbanas y las rurales dentro
de la economía nacional. La formación de varias ciudades grandes favorecería
el desarrollo de economías regionales y de relaciones de mercado, permitiendo el
desarrollo del mercado laboral, principalmente en las zonas rurales.
3. En la oferta laboral peruana se constata su bajo nivel educativo, lo que repercute en la
productividad. Esta situación es más preocupante en el área rural y se refleja en el
reducido nivel de producto bruto interno por trabajador de la agricultura, sector que
tiene una gran importancia en esta área geográfica, y en los bajos niveles
de ingresos laborales. Por este motivo es necesario elevar el nivel educativo de la mano
de obra del país y capacitarla para aumentar la productividad y mejorar los ingresos
laborales.

BIBLIOGRAFÍA
http://www.foncap.com.ar/conantecedentes.htm
http://www.france.diplomatie.fr/actual/dossiers/perou/perou.es.html
http:// www.mtps.gob.pe/bel/8/bel8_1.html
http:// www.eumed.net/cursecon/dic/D.htm
http:// www.inei.gob.pe/biblioineipub/bancopub/Est/Lib0174/cap-05.htm
http:// www.mtps.gob.pe/bel/1/desempleo1.html
http:// www.mtps.gob.pe/bel/3/bel.html
http:// www.cpnradio.com.pe/columnistas/html/2002/05/01/2/5.htm
http:// www.ciedperu.org/anuar/2001/vid01.htm
http:// www.mtps.gob.pe/bel/13/bel13_1.htm
De los millones de desempleados que existen en nuestro continente un cuarenta por ciento
son jóvenes, de 15 a 24 años, situación que los empuja en muchos casos a la delincuencia,
la drogadicción y otras lacras, en el Perú.

Nuestro país, junto a Guatemala, Honduras y Paraguay se encuentra entre los cuatro en los
que más de la mitad de los desempleados son jóvenes y donde se presentan las brechas mas
altas entre la tasa de desempleo entre jóvenes y adultos.

“Los jóvenes peruanos presentan mayores niveles de desempleo con relación a los adultos.
Y entre jóvenes se observa una evolución menos favorable para las mujeres así como para
quienes habitan la región de Lima. Anteriormente el empleo informal ofrecía mayor
estabilidad al empleo juvenil, sin embargo esta tendencia empieza a revertirse a favor del
empleo formal. La incertidumbre relacionada al desempleo parece reducirse como
consecuencia probable del importante crecimiento experimentado por la economía peruana
en la última década, refiere un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En su estudio “Trabajo Decente y Juventud en América Latina 2013”, la OIT asegura que
en la región hay 108 millones de jóvenes de los que 56 millones forman parte de la fuerza
laboral pero un gran porcentaje no tienen empleo o lo tienen sin derechos laborales.

DESAFÍO POLÍTICO
“La falta de acceso a oportunidades de trabajo decente genera frustración y desaliento entre
los jóvenes. Hay 108 millones de razones por las que debemos actuar ya” señala Guy
Ryder, Director General de la OIT.
“La situación laboral de los jóvenes plantea un desafío político en esta región porque sus
deseos de trabajar y de construir una vida a partir de sus empleos, tropiezan con la realidad
de un mercado laboral en el cual deben enfrentarse a un alto desempleo y a la
informalidad.”

Expresa seguidamente que en la actualidad estamos frente a un panorama complejo y hasta


paradójico porque “tenemos la generación de jóvenes mejor educada que haya existido, con
un mejor manejo de las nuevas tecnologías y una mayor adaptabilidad en comparación con
los adultos, pero hay una serie de obstáculos que impiden aprovechar este potencial”.

Precisa que la falta de oportunidades de trabajo decente causa desaliento y frustración en


las nuevas generaciones, por lo que muchos se recluyen en la inactividad,

PEOR PARA MUJERES


El informe manifiesta que entre 2005 y 2011 el desempleo de los jóvenes se redujo de 16.4
a 13.9%, triplicando la tasa correspondiente a los adultos, aunque los jóvenes desempleados
representan más de 40% del total de desempleados.
La OIT lamenta que en el caso de las mujeres el problema es mas grave porque su índice de
desempleo es 17.7% comparado con un 11.4% en el caso de los hombres.

Del total de jóvenes de la región, 35 % solo estudia, 33% sólo trabaja y un 12 por ciento
estudia y trabaja al mismo tiempo y uno de cada cinco jóvenes no estudia ni trabaja. “Uno
de cada 20 no busca trabajo ni desempeña quehaceres domésticos, son los excluidos que
están en alto riesgo social.”

Un 20 por ciento de las mujeres del mismo grupo se ocupan de tareas hogareñas limitando
sus perspectivas para una futura inserción social, mientras sólo un 2 % ciento de los
varones se ocupa de estas labores.

INFORMALIDAD
El informe revela que un 55.6 % de jóvenes tiene empleo informal lo que significa bajos
ingresos, inestabilidad laboral, desprotección y violación de derechos laborales y que un
gran número trabajan en condiciones precarias como reflejo de la elevada desigualdad en
América Latina donde el desempleo en los jóvenes de menores recursos es de 25.5% y en
los de mayores recursos de 8.5%.
En cuanto a ramas de la actividad en la región, según la OIT, el empleo de los jóvenes se
concentra en tres ramas de actividad: comercio 29.1%, servicios 20.9% e industria 14.3%.

Para el 2050 la población total latinoamericana sería de unos 734 millones pero solamente
49% será menor de 40 años, con una esperanza de vida de 81 años.

El informe de la OIT recalca la importancia de la educación para una mejor reinserción


laboral de los jóvenes.

MITIGACIÓN
En el Perú el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, desarrolló en conjunto con la
OIT el Plan Sectorial 2013-2016 de Empleo Juvenil y en conjunto con el Gobierno
Regional de Piura el Plan de Empleo Juvenil en esa región peruana.

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