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Facultad de psicología

Análisis de las Creencias a través del discurso sobre


el fenómeno de la discriminación en estudiantes de
educación superior de la universidad de Colima

Tesis que para obtener el título de Lic. En psicología

Colima, Col., México, Octubre 2019

Planteamiento del problema

De acuerdo con Beck (2015) las creencias son estructuras cognitivas que se desarrollan a partir
de experiencias tempranas del individuo, así como de factores ambientales, culturales y
biológicos.

Por lo tanto la cognición implica un procesamiento de información cuidadoso y sistemático,


cuando se forma una creencia evitamos “saber” y confiamos en el tipo de procesamiento
heurístico de creencias preconcebidas.

Por esta razón las creencias pueden entenderse como un marco de referencia o conjunto de
reglas que determinan nuestra forma de ser en el mundo, el modo en que evaluamos las
situaciones a los otros y a nosotros mismos y la forma en que interactuamos con los demás. Son
ideas ya asumidas por la sociedad y con las que el sujeto en su desarrollo se encuentra y adopta
como interpretación de la realidad. El contenido de las creencias suele referirse al mundo o al sí
mismo.

Agregando a lo anterior la psicología social toma en cuenta que vivir en sociedad, vivir en
grupo con otras personas significa dejarnos “influir” por los demás, es decir conformarnos ya
desde niños porque a fin de cuentas en eso consiste el proceso de socialización; por ello es
importante tomar en cuenta que tenemos dos fuentes de información, en principio nuestros
propios sentidos y la realidad y por otra las opiniones e ideas de los demás.

De igual manera, la discriminación es un acto que como seres humanos generamos cada día y
que nuestro actuar está basado en referencias, reglas e interpretaciones sociales, es decir,
creencias; actualmente el acto de discriminar se escapa de las manos del discriminador y del
discriminado. Es por eso que enfocamos este estudio al papel que juegan las creencias de una
persona en sus acciones discriminatorias.

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) refiere que "la


discriminación es una práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio
inmerecido a determinada persona o grupo, que a veces no percibimos, pero que en algún
momento la hemos causado o recibido". La discriminación es asociada a situaciones de
marginación, apartamiento, diferencia, exclusión, distinción, preferencia y segregación.

En similitud a la reflexión que hace el CONAPRED por su parte La Ley Federal para Prevenir
y Eliminar la Discriminación refiere que:

Se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen
étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud,
embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil, o cualquier otra, tenga por
efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de
oportunidades de las personas.

Según la encuesta nacional sobre discriminación (ENADIS) 2017 del Instituto Nacional de
Estadística (Inegi), el 20.2 por ciento de la población mayor de 18 años declaró haber padecido
discriminación durante el último año por lo que en México una de cada cinco personas ha
padecido discriminación y estas son las formas más comunes según la encuesta; principalmente
se encuentra la forma de vestir, el peso y estatura dentro del 20.2% hay un 56.5% de hombres y
un 53.1% de mujeres que refieren haber sido discriminadxs por esta razón; en materia de religión
el 32.6% de las mujeres y el 24.8% de los hombres reconocieron haber sido víctimas de
discriminación tras expresar sus ideas en esta cuestión.

Del mismo modo la discriminación en las aulas adopta variadas formas y maneras, desde el
Estado cuando no se distribuye en forma equitativa el presupuesto: en muchas ocasiones se ve
la disparidad de recursos, infraestructura, calidad de enseñanza, desarrollo de contenidos, los
docentes cuando dedican más atención a algunos alumnos que a otros: es más fácil dedicar
atención al que menos dificultades tiene en el aprendizaje, quedando a un costado aquellos que
no comprenden, o tienen falta de atención, o están preocupados por situaciones familiares, entre
otros.
O entre los mismos alumnos cuando separan del grupo al que tiene alguna particularidad en su
físico (color, peso, altura), o no comparten sus cosas porque es varón, o es mal visto dedicarse
a estudiar, o es ocasión de burlas por su origen, o simplemente al que no les gusta.

Justificación
Este estudio tiene como principal objetivo analizar las creencias de los estudiantes de educación
superior de la Universidad de Colima con respecto a los actos discriminatorios.

Debido a que en la actualidad la discriminación se hace cada vez más latente en la realidad de
las escuelas, de acuerdo a la tercera encuesta nacional sobre exclusión, intolerancia y violencia
en escuelas de educación media superior (2014) se identificó que la mayoría de los incidentes
de violencia reportados entre pares son esporádicos y sólo una parte reportó la presencia de
algún hecho violento

Agregando a lo anterior, se identificó en la encuesta que el tipo de situación que más reportan
los jovenes haber experimentado es “haber sido ignorados” y “haber sido insultados” con
porcentajes cercanos al 37% en ambos casos.

En nuestro estado se aprecian grandes índices de discriminación tanto fuera del aula como
dentro de ella, de acuerdo a la encuesta nacional de discriminación (Enadis, 2017) el estado de
Colima es de las entidades federativas donde se observó mayor prevalencia de discriminación
en el año 2017.

De acuerdo a lo anterior, “el 24% de la población mencionó haber sido discriminada y el 20.2%
de la población de 18 años y más declaró haber sido discriminada en el último año por alguna
característica o condición personal, tono de piel, manera de hablar, peso o estatura, forma de
vestir o arreglo personal, clase social, lugar donde vive, creencias religiosas, sexo, edad y
orientación sexual.” (Negrete, 2018)

Es importante abordar este fenómeno de la discriminación bajo la visión de las creencias porque
éstas surgen y se manifiestan a lo largo de nuestra vida basadas en las experiencias que vamos
adquiriendo, además de ir tomando valor propio o social, surgiendo de ahí la tendencia social
de aquello que no sobresalga o que sea distinto, tienda a ser más propenso a ser segregado.

Tanto a nivel local como a nivel nacional no se encontraron estudios previos que evaluaran las
creencias de actos discriminatorios en alumnos de educación media superior.
Por lo anterior mencionado, es pertinente realizar este estudio con una población de estudiantes
de licenciatura bajo una metodología cualitativa y haciendo uso de la técnica de los grupos de
discusión ya que nos permitirá captar las representaciones ideológicas de los estudiantes.

Objetivo general
Analizar la relación de las creencias de los estudiantes de educación superior de 8
licenciaturas de la universidad de Colima sobre sus actos discriminatorios

Pregunta

¿Cuáles son las creencias discriminatorias que tienen los estudiantes universitarios?

supuesto
Existen creencias discriminatorias entre/en los estudiantes de educación superior de la
Universidad de Colim

Objetivos específicos
● Identificar el significado que los estudiantes le dan a la discriminación, a través de
grupos de discusión
● Conocer el nivel de conciencia que tienen los estudiantes al realizar un acto
discriminatorio.
● Diseñar y aplicar una situación para indagar sobre las creencias que relacionan con la
discriminación, a través de grupos de discusión
● Identificar la población que podría ser más vulnerable dentro de la Universidad a partir
de sus creencias
Marco teórico
Nuestro cerebro como bien sabemos, desde nuestro nacimiento no se ve influenciado por nada,
sin embargo, conforme va pasando el tiempo vamos percibiendo y asumiendo hábitos por medio
de la sociedad siendo las creencias el resultado de este fenómeno, los primeros en encaminar
nuestras creencias son los padres; cuando a través de sus propias creencias van educando a sus
hijos.

De igual manera los profesores con los estudios y enseñanzas, y puede que antes o después
influyen los amigos, incluso en el mundo laboral, algo que no debemos olvidar es que las
experiencias les van dando forma y reforzando nuestras creencias. De ahí que como
consecuencia, los humanos somos como pensamos, pensamos como creemos y creemos como
nos enseñaron para, al final, actuar como somos, pensamos y creemos.

“Las creencias, a diferencia de las ideas-ocurrencias, son ideas ya asumidas por la sociedad y
con las que el sujeto en su desarrollo se encuentra y adopta como interpretación de la realidad.
El contenido de las creencias suele referirse al mundo o al sí mismo: “No son ideas que tenemos,
son ideas que somos” (Diez Antonio, 2016) Con esto se entiende que las creencias son el
trasfondo de lo que somos aunque no nos detengamos a pensar en ellas.

Frank P. Ramsey propone una metáfora para indicar cómo podemos entender lo que son las
creencias en su relación con lo real. Dice que vienen a ser como un mapa grabado en el sistema
(en el ADN, o en determinados aprendizajes) que nos guían o mejor nos orientan en el mundo
para encontrar la satisfacción de nuestras necesidades. Tales mapas no nos dicen “lo que son las
cosas” (Duque Fernanda,2015), sino que nos muestran las formas de la conducta adecuada hacia
la satisfacción de nuestras necesidades en el campo del mundo percibido en la experiencia.

Como nos podemos dar cuenta las creencias no son siempre voluntarias pues los individuos
necesitan asociar su experiencia de la realidad con unas creencias racionales como teorías que
eviten las contradicciones cognitivas y justifique los comportamientos. El refugio en la
colectividad o en el “sentido común” de la tradición así como la seguridad en el sometimiento
a las normas impuestas.

De acuerdo con la definición de creencia del filósofo Luis Villoro (2011), la cual supera la falsa
dicotomía entre discursos y prácticas. Se concibe a las creencias como disposiciones de las
personas a actuar de cierta forma y no de otra, según las situaciones particulares, y con ello no
se establece una distinción clara entre creencias y acciones. Sostener una creencia es, según
Villoro, apenas una disposición para actuar de ciertos modos y no de otros.

El objeto de una creencia circunscribe, delimita, determina en cada circunstancia particular el


ámbito de respuestas posibles. Así, “creer que p no es tener un estado de disposición y además
un objeto de creencia; creer que p es tener el estado de disposición determinado por p” (Villoro,
2011). Se asume, con Villoro, que existe cierta desproporción en el vínculo entre acción y
creencia: conocer la creencia de una persona es atribuirle un estado disposicional que se puede
traducir, bajo ciertas circunstancias, en acciones; pero se torna impreciso derivar creencias de
acciones observadas

El concepto de creencia puede llegar a ser necesariamente ambiguo. Por ello se considera
fundamental mencionar tres aspectos que pueden llegar a confundir el verdadero concepto de la
variable “creencia”; los estereotipos son creencias compartidas que dicen que los miembros de
un grupo poseen una característica particular, que puede ser cierta o no y sirven para categorizar
a los miembros de un grupo como poseedores de ciertas características.
Por otro lado los prejuicios son actitudes que implican una evaluación, por lo general negativa
sobre los miembros de un grupo, y la creencia es el sentimiento de certeza sobre el significado
de algo es una afirmación personal que consideramos verdadera. Las creencias, que en muchos
casos son subconscientes, afectan a la percepción que tenemos de nosotros mismos, de los demás
y de las cosas y situaciones que nos rodean.(Navarro Oscar, 2012)

Muchas personas tienden a pensar que sus creencias son universalmente ciertas y esperan que
los demás las compartan. No se dan cuenta que el sistema de creencias y valores es algo
exclusivamente personal y en muchos casos muy diferente del de los demás. Nosotros no
vivimos la realidad en sí, sino una elaboración mental de la misma. Lo que hace que la vida sea
un constante de esperanza y ricas alternativas o una inevitable fuente de sufrimiento. Lo que
vivimos tal como lo vivimos, depende más de la representación y elaboración de nuestro mapa
mental, que del territorio "real" en sí. Por lo tanto el mapa no es el territorio.

A través de nuestro sistema de creencias y valores damos significado y coherencia a nuestro


modelo del mundo, al que estamos profundamente vinculados. Cuestionar una de nuestras
creencias puede desestabilizar todo el sistema al afectar a aquellas otras que se derivan o están
relacionadas con ella. Esta es la razón por la que somos muy resistentes, en muchas ocasiones,
a modificar alguna de nuestras creencias.

La creencia (estereotipo), la evaluación de dicha creencia (prejuicio) son los causantes en


algunas ocasiones y la conducta derivada de dicho proceso de evaluación negativa de la
discriminación y la exclusión es la expresión más real de discriminación hacia una persona por
su pertenencia a un grupo social. Y en nuestros días, es bastante identificable en ciertos
colectivos, como inmigrantes, personas con discapacidad, etc..

La discriminación es un problema social de carácter estructural cuya incidencia tiene una fuerte
correlación con determinadas características propias de ciertos grupos de la población, tales
como: condición social, etnia, creencias religiosas, políticas, así como la discriminación racial,
entre otras; afectando de manera repetitiva y sistemática el acceso, ejercicio y goce de los
derechos humanos de quienes forman parte los grupos discriminados, vulnerando su dignidad,
libertad, autonomía y autodeterminación.

Fue en 1789 cuando por primera vez se hizo la famosa declaración francesa de los Derechos del
Hombre y el Ciudadano, y se “universalizó” los derechos para todos los hombres sin distinción,
al señalar en su artículo 1º que todos los hombre nacen y permanecen libres e iguales en derechos
y que las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común; sin embargo, dicha
afirmación en aquel entonces, implicaba una idea mucho más restringida, al referirse en realidad
solamente a un tipo específico de ser humano: el varón, blanco, mayor de edad, cristiano,
ciudadano, propietario, europeo, con lo cual la mencionada universalización de derechos, fue
más bien una aspiración, que una realidad de la que pudieran gozar todos efectivamente.
(Zepeda, 2007)

Con el paso del tiempo, se crearon diversos tratados e instrumentos internacionales que vendrían
a establecer de una manera mucho más clara, no sólo la igualdad de derechos y la prohibición
de la discriminación, sino que vendrían a configurar un auténtico derecho a la no discriminación
en favor de todas las personas en general y también, particularmente, en favor de ciertos
individuos pertenecientes a ciertos grupos considerados como vulnerables: mujeres, minorías
étnicas y religiosas, grupos indígenas, menores de edad, migrantes, homosexuales, etc.

La recopilación de información acerca de la discriminación en México comenzó en la primera


década del siglo XXI y debe destacarse el estudio pionero de las prácticas de discriminación y
exclusión social en México, titulado La discriminación en México: por una nueva cultura de
igualdad, elaborado en 2001 por la Comisión Ciudadana de Estudios contra la Discriminación
(CCED). (INEGI,2017)
Este estudio realizó un diagnóstico de la discriminación en el país, así como una exposición
comparada del funcionamiento de organismos del estado en otros países que, entre sus
funciones, tenían: “La creación de un acervo de casos, de encuestas, de estudios y de estadísticas
relativas al tema de la discriminación, entre otras” . Con la proclamación de la Declaración
Universal de Derechos Humanos, en 1948 por la Asamblea General de la Organización de
Naciones Unidas (ONU), que establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en
dignidad y derechos, por lo que no es justificable distinguir, excluir o tratar como inferior a una
persona, si no existe un fundamento razonable para ello.

Posteriormente, con la Observación General para el derecho humano a la no discriminación,


emitida en 1989 por el Comité de Derechos Humanos de esta misma Organización, se establece
un referente para el resguardo de los derechos humanos en el orden jurídico internacional como
principio legal de la igualdad.

En México, este reconocimiento jurídico al derecho a la no discriminación ocurre en 2001 con


la reforma al artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Y es a
partir de ella, que en 2003 en el ámbito legal se promulga la Ley Federal para Prevenir y Eliminar
la Discriminación (LFPED), siendo el parteaguas para suscribir y ratificar una serie de
instrumentos internacionales relacionados con la obligación de garantizar el derecho a la No
discriminación.

La primera Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2005 (ENADIS), fue llevada a
cabo por la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) y el Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación (CONAPRED) y tuvo como objetivo general conocer cómo se vive entre la
ciudadanía mexicana el fenómeno de discriminación, en términos de su percepción.
Como objetivos secundarios, el identificar los patrones de discriminación entre la ciudadanía
mexicana; establecer las diferencias de grado y de forma entre las distintas poblaciones de
estudio susceptibles a la discriminación; conocer las principales manifestaciones de la
discriminación en distintas esferas sociales y evaluar los factores relacionados con la
discriminación entre los grupos seleccionados. Con base en lo anterior se constituyeron
poblaciones de estudio diferentes; por un lado, las personas de 18 años o más, para evaluar sus
percepciones, actitudes y valores hacia la discriminación.

Por el otro, se definieron cinco poblaciones de estudio específicas, determinadas por su grado
de vulnerabilidad: A) Población de personas adultas mayores (de 60 años o más), B) Población
indígena (hablantes de lengua indígena o por autoadscripción), C) Población con creencias
religiosas no católicas, D) Población del sexo femenino, y E) Personas con discapacidad.

El estudio también abarcó a personas con preferencias no heterosexuales, pero ante la dificultad
de cubrir este grupo social como población objetivo, se optó porque esta parte del estudio fuera
considerada como un estudio de caso.

Usó como punto de partida una definición que coincide en lo general con lo que anteriormente
se menciona, la discriminación es todo menosprecio, maltrato, ofensa, exclusión o restricción
que se hace a una persona o a un grupo debido a algún rasgo específico: etnia, idioma,
apariencia, condición económica, creencias, preferencias sexuales, capacidades.

Puede ser sorprendente lo sistemático que la discriminación está presente en nuestro dia a dia,
y para varios grupos es constante sufrirla y para otros una costumbre hacerlo sin reconocer
siquiera el impacto de estos actos en los demás y en la sociedad, como anteriormente se
mencionó la discriminación no es un fenómeno aislado en méxico, una hipótesis citada en el
estudio realizado por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social
(CIESAS) sugiere que en México.

A diferencia de los otros países que abarcó el estudio como Perú, Brasil y Colombia, existe una
ilusión de igualdad racial por la influencia de una ideología nacionalista inculcada desde la
educación básica, un ejemplo de las situaciones de discriminación que puede sufrir un grupo
social, se retoma el resultado del mismo estudio: “el color de la piel influye directamente en el
ámbito laboral lo que quiere decir que los graduados de tez clara tienen en promedio 11% más
probabilidades de obtener empleos mejor remunerados, en comparación con profesionistas con
tono piel oscura”

La discriminación tiene muchas manifestaciones, estas son tan puntuales y sistemáticas que,
incluso, algunas de estas formas tienen su propio término, como el machismo, la homofobia, el
racismo y la xenofobia asi mismo las expresiones de este fenómeno son motivadas por el
desprecio o el estigma social que se tiene por el otro, llámese individuo o grupo.

Es decir, surge durante las relaciones intergrupales cuando el rechazo se expresa al observar
diferencias en las tradiciones o los usos y costumbres de los demás. Otras veces se da en la toma
de poder de personas o grupos, al suprimir sus derechos fundamentales de manera sistemática,
así como negar el derecho o acceso a bienes y servicios.

Estos son algunos actos de discriminación que identifica la CONAPRED, establecer contenidos,
métodos e instrumentos pedagógicos en que se asignen papeles contrarios a la igualdad o que
difundan una condición de subordinación, prohibir la libre elección de empleo, o restringir las
oportunidades de acceso, permanencia o ascenso en el mismo.

También establecer diferencias en la remuneración, las prestaciones y las condiciones laborales


para trabajos iguales, negar o limitar información sobre derechos reproductivos e impedir el
libre ejercicio de la determinación del número y espaciamiento de los hijos e hijas, negar o
condicionar los servicios de atención médica, o impedir la participación en las decisiones de su
tratamiento médico.

Entre otros impedir el acceso a la procuración e impartición de justicia, limitar la libre expresión
de las ideas, impedir la libertad de pensamiento, conciencia o religión, o de prácticas o
costumbres religiosas, siempre que éstas no atenten contra el orden público y restringir o limitar
el uso de su lengua, usos, costumbres y cultura, en actividades públicas y privadas. Incitar al
odio por la apariencia física, forma de vestir, hablar, gesticular o por asumir públicamente su
preferencia sexual.

Por otro lado, la discriminación no es un fenómeno que solo afecta a las minorías pues lo sufren
grandes grupos de la población mexicana. En la Encuesta Nacional sobre Discriminación en
México (ENADIS) se encontraron resultados importantes para conocer la magnitud de este
fenómeno y los grupos en situación de vulnerabilidad son los grupos étnicos, diversidad sexual,
jóvenes, minorías religiosas, mujeres, niñas y niños, personas adultas mayores, personas con
discapacidad, personas migrantes y personas trabajadoras del hogar.

Sin lugar a dudas la tarea no es sencilla, pues implica de manera fundamental una transformación
cultural, que permita a la sociedad mexicana liberarse de falsas concepciones, estereotipos,
prejuicios, fanatismos y odios injustificados que nos han impedido reconocernos a todos como
iguales y que han sido un obstáculo para que la discriminación en el Estado mexicano sea
erradicada definitivamente.
Marco metodológico
Método
La investigación estará basada bajo una metodología cualitativa, ya que resulta de interés captar
la realidad social, directamente de la gente , es decir, a partir de la percepción que tiene el sujeto
de su propio contexto lo que nos permitirá describir e identificar las creencias que tienen sobre
este fenómeno de discriminación.
De acuerdo con Hernández, Fernández y Baptista (2010) La investigación será de carácter
descriptivo, debido a que se busca identificar propiedades, características y rasgos importantes
del fenómeno a analizar.
Por ello se considera que los grupos de discusión son la estrategia metodológica adecuada
porque se permitirá el acceso y la comprensión de las representaciones sociales acerca de las
creencias de discriminación de los estudiantes de la Universidad de Colima.

La correcta aplicación del grupo de discusión como estrategia metodológica es apropiada para
interpretar sentidos que las personas le otorgan a la manera de percibir su visión del mundo y a
las acciones que desarrollan en su vida, puesto que permite introducirnos al estudio de los
fenómenos ideológicos y de representación social.

Por lo cual es posible captar los sistemas de representaciones simbólicas mediante el proceso de
producción de discursos en condiciones generadas para la conversación grupal. (Ibáñez, 2003)

Diseño
La muestra de los grupos de discusión se determinó siguiendo criterios estructurales, no
estadísticos.
Las sesiones de grupo se diseñarán y llevaron a cabo con una composición mixta, respetando la
proporción de mujeres y de hombres que se aprecia en la población estudiantil.

De acuerdo a Ibáñez (2003) entre los participantes existirá cierta homogeneidad y al mismo
tiempo heterogeneidad. Homogeneidad debido a que todos ellos poseerán la misma categoría
académica y heterogeneidad debido a que se espera que cada uno enfoque el tema desde su
propio perfil académico-profesional, así como desde sus experiencias personales. Ya que de
acuerdo a Callejo (2001)

‘’Pues el intercambio lingüístico sólo es posible desde la percepción de ciertas diferencias, que
hacen tomarse el esfuerzo de presentarse al otro y de intentar persuadirlo”.

Una vez concluidas las sesiones, para el análisis de la información recabada se utilizarán 4 fases,
que son:

1.- Transcripción

2.- Clasificación en categorías relevantes


3.- Descripción

4.- Interpretación

Participantes
Los sujetos de esta investigación serán estudiantes del último año de educación superior de las
carreras de:
-Lic. en enfermería -Ing. en gestión empresarial
-Ing. en telemática -Lic. en nutrición
-Lic. en trabajo social -Lic. en administración
-Lic. en mercadotecnia -Lic en periodismo

Método de recolección de información


La recolección de información se llevará a cabo a través de grupos de discusión. Los cuales
permiten recabar información sobre las percepciones, motivaciones, opiniones y actitudes de
los participantes, además, de que estos presentan un clima de naturalidad en el que los
participantes son influidos e influyen en sí mismos.
Los grupos de discusión son considerados una estrategia de investigación grupal interactiva, ya
que la actuación del grupo produce un discurso, discurso que forma parte del grupo estudiado y
que servirá de materia prima para llevar a cabo un análisis, ya que propone un diseño abierto y
una integración.
Por ello la comunicación juega un papel importante en esta estrategia ya que es un proceso
entre dos o más personas que se inicia cuando una de ellas quiere transmitir algo. Podemos decir
entonces que es fundamental la intencionalidad de la comunicación, tener un motivo y orientarla
hacia un fin; hay un ingrediente fundamental en todo proceso de comunicación y este es la
retroalimentación, que no es sino la respuesta generada como consecuencia del mensaje y
enviada al emisor original.
Por esta razón es importante mencionar que la situación del grupo de discusión no es tampoco
una relación de servicio personalizado o una tutela, los participantes no pagan, ni asisten a las
reuniones para “ajustar” su psique, sus participaciones proceden de diferentes sectores sociales,
puesto que los atributos sociales de las personas pueden tener mucha importancia explícita en
la definición de la situación.
A diferencia de ir a terapia, el grupo de discusión no tiene continuidad en el tiempo, pues se
reúne en determinadas ocasiones con propósitos y temas definidos y tiene normas que lo
regulan. Esto no tiene porque alterar comportamientos o percepciones, sino que la discusión
grupal permite investigar formas de construcción de la conducta, representaciones sociales y
simbólicas, y discursos ideológicos asociados al objeto de estudios.
Como grupo de trabajo está diseñado de manera intencional y consciente para hacer una tarea,
debe haber una demanda de cooperación, esfuerzo y rendimiento para alcanzar un fin
prefigurado. Estructurandose a partir de lo que se dice, quién lo dice y en qué condiciones se
dice.
El grupo de discusión está conformado por dos tipos de participantes: el preceptor(moderador)
y las personas que han atendido a la invitación. Al realizar la invitación se establecen derechos
y obligaciones tanto para el moderador como para los participantes. El moderador será el
encargado de dar inicio al grupo, con un estímulo temático próximo pero neutro, explicando
cual es el sentido del trabajo.
Y también fijará las reglas de la dinámica, como, el tiempo de duración, el uso de la palabra, el
destino de la información, la necesidad de videograbación y el silencio.El moderador debe
demostrar capacidad de empatía, permeabilidad, capacidad de pulsar el ambiente e introducir
en el significantes que orienten y den vida a los intercambios discursivos.
Su papel no es pasivo sino de dominio, ya que es quien decide cuando comenzar y cuándo
terminar, es decir opera como el motor del grupo , fomentando relaciones simétricas y de
igualdad entre los miembros, así mismo interviene como testigo de encuadre al no permitir que
las ideas vaguen por caminos ajenos a él.
De igual manera para la selección de la muestra no se busca la representación estadística sino la
representación tipológica y sociocultural de acuerdo con los objetivos de la investigación, es
decir de ello depende que “tipos” sociales queremos someter a nuestra escucha; el mínimo de
grupos de discusión es de dos, no por problemas de representación si no de escucha porque uno
resultaría insuficiente y un número elevado de grupos de discusión no solo aumentaría la
redundancia de la información sino que dificulta la escucha.
El tamaño del grupo debe ser de cinco a diez participantes porque es necesario que puedan
hablar unos con otros, y, para ello deben estar ni muy próximos ni muy alejados, y ser ni pocos
ni muchos.
La duración del grupo de discusión depende del moderador ya que decide cuando considera que
está en las condiciones para comenzar y es suficientemente cubierto el objetivo para finalizar
por tanto el tiempo de duración es variable, la duración normal por sesión es entre 60 minutos
y dos horas.
Y por último el escenario donde se va llevar a cabo la dinámica, debe ser un lugar neutral con
relación al tema que se va tratar y características de las personas, debe equilibrar las necesidades
de los participantes y del investigador es decir que sea accesible para los primeros y que reúna
condiciones de grabación para los segundos; es preferible que el ambiente no esté cargado de
símbolos que “predispongan” a los participantes y que el espacio esté limpio de objetos
innecesarios.
De ser posible asignar previamente las sillas, evitando polarizaciones o formación de subgrupos
y es más recomendable utilizar una mesa redonda para potenciar el trabajo.
Referencias

Aguilar, J. (2014) Creencias sobre el concepto de raza en profesionales de la educación en Baja


California. Alteridades, 24 (48): Págs. 123-136

Beck, A. (2015) terapia cognitiva de los trastornos de personalidad. Editorial Paidos.

Callejo, J. (2001) El grupo de discusión: introducción a una práctica de investigación.


Barcelona: Ariel Practicum.

Díaz-Loving, R., Armenta-Hurtarte, C., Reyes, N., Moreno, M., Hernández, J., Cruz, C.,
Saldívar, A., López, F., Romero, A., Domínguez, M., Correa, F. (2015). Creencias y Normas en
México: Una Actualización del Estudio de las Premisas Psico-Socio-Culturales. Psykhe, 24(2)
Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=967/96742675004

Ibáñez, J. (2003) Más allá de la sociología. El grupo de discusión: técnica y critica. Madrid:
Siglo XXI. Pp: 261-351

Villoro, L. (2011) Creer, saber, conocer. Siglo XXI Editores, México

(2018). México - Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017. 17/09/19, de INEGI Sitio web:
http://www3.inegi.org.mx/rnm/index.php/catalog/483

Duque Maria Fernanda. (15/Julio/2015). Creencias, valores y actitudes. ISUUU, 1, 2-15.

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