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 Índice de contenido

GENERALIDADES

 Título:
 Autor: José Vicente CAMPOS CAYATOPA
 Asesor:
 Línea de investigación: El uso de la Fuerza por parte de las instituciones del
Orden Público.
 Localidad: PERU
 Duración de la investigación:

I. FORMULACION DEL PROBLEMA


1.1 Planteamiento del problema
“LA IMPLICANCIA DEL USO DE LA FUERZA CONFORME AL DECRETO
LEGISLATIVO N° 1186 Y SU SUPUESTO DE EXSECCION DE
RESPONSABILIDAD DE LA PNP”

Para empezar la presente investigación se debe tener en cuenta que el uso


de la fuerza por los Estados se regula tanto por el derecho Internacional
consuetudinario como tratados internacionales, asimismo se debe tener en
cuenta que en el Art. 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas afirma que:
“Los miembros de las Organizaciones en sus relaciones
internacionales se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la
fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de
cualquier estado o en cualquier otra forma incompatible con los
propósitos de las Naciones Unidas…”, Aunque en ocasiones se ha
interpretado que esta norma sólo prohíbe el uso de la fuerza dirigido contra
la integridad territorial o la independencia política de los Estados, la opinión
más extendida es que estas expresiones sólo pretenden intensificar el
sentido de la disposición, y que el artículo implica una prohibición absoluta
que tiene como únicas excepciones las previstas en la propia Carta de las
Naciones Unidas: la legítima defensa y el sistema de seguridad colectiva
atribuido al Consejo de Seguridad en el Capítulo VII. Esta interpretación es
más acorde con el contexto histórico en el que se redactó la Carta. Su
Preámbulo señala expresamente que uno de los principales objetivos de la
Organización de las Naciones Unidas es "preservar a las generaciones
venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida
ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles",

Es necesario, como aspecto prioritario, tener un concepto claro y objetivo de


lo que significa "fuerza". Suele entenderse como vigor, energía, acción de
contacto físico, entre otros, inclusive la consideramos como un acto de
violencia. Sin embargo, una definición de fuerza en el accionar policial, debe
entenderse como: "El medio compulsivo a través del cual el efectivo policial
logra el control de una situación que atenta contra la seguridad, el orden
público, la integridad y la vida de las personas dentro del marco de la ley",
aplicándose mediante un acto discrecional, legal, legítimo y profesional; no
obstante, debemos tomar conciencia que todo empleo excesivo de la fuerza
se convierte en violencia y es visto como un acto arbitrario, ilegal, ilegítimo y
no profesional, con lo cual debe quedar claro para los efectivos policiales
que "FUERZA NO ES VIOLENCIA".

La facultad de recurrir al empleo de la fuerza en determinadas circunstancias


cuando otros medios resultan ineficaces, lleva consigo la gran
responsabilidad de velar para que ésta se ejerza lícita y eficazmente, ya que
su uso excesivo afecta directamente los derechos humanos. Es esencial, por
consiguiente, adoptar medidas que impidan su uso excesivo o indebido. Esto
se logrará a través de la capacitación del personal policial en temas referidos
a solución pacífica de conflictos, estudio del comportamiento de multitudes,
así como técnicas de persuasión, negociación y mediación. De presentarse
excesos en el uso de la fuerza, se dispondrán las investigaciones y
sanciones correspondientes, las mismas que también se encuentran
reguladas por una norma sustantiva, la misma que se encarga en la
actualidad de evitar que los miembros de la PNP cometan excesos y que si
de una u otra manera se cometiesen, estos sean sancionados de acuerdo a
lo tipificado en la mencionada norma, pero todo llevado de la mano con una
investigación la misma que buscara la determinación de su responsabilidad
total o parcial en la comisión de algún acto cometido y que pueda menguar
la Imagen de la PNP. (http://www.monografias.com/trabajos89/uso-y-
manejo-fuerza-intervenciones-policiales/uso-y-manejo-fuerza-
intervenciones-policiales2.shtml#ixzz4iUx8P73l)

En una publicación hecha por Ivan Meini, al diario el “COMERCIO”, este da


su opinión al decreto Legislativo N° 1186 (Decreto Legislativo que regula el
uso de la Fuerza por la Policía Nacional del Perú), en la que enuncia que:
…..El Ministerio del Interior ha publicado el proyecto de reglamento que
regula el uso de la fuerza por parte la Policía Nacional del Perú (PNP) y ha
dado 15 días de plazo para recibir sugerencias y recomendaciones. También
enuncia que es saludable este proceder ya que, las leyes han de considerar
e incorporar el sentir de la comunidad a través de mecanismos alternativos
a la elección de legisladores cada cinco años.

Quien haya leído el Decreto Legislativo 1186 – que regula el uso de la fuerza
por parte de la PNP – y el de reglamento de la mencionada Ley aprobada
con Decreto Supremo Nº 012-2016-IN, la misma que dentro de sus alcances
la citada norma contiene disposiciones destinadas a regular el ejercicio del
uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional del Perú de conformidad
con los estándares internacionales en materia de derechos humanos y las
normas constitucionales y legales relativas al ejercicio de la función policial,
es por estas descripciones que difícilmente estará en desacuerdo con lo que
ahí se propone, pues aclara cuándo la policía puede hacer uso de la fuerza
y cómo debe hacerlo, de la misma manera existe una regulación de criterios
(legalidad, necesidad y proporcionalidad) que permiten decidir si la
situación que enfrenta el policía en el ejercicio de su función amerita o no el
uso de la fuerza, y en su caso qué tipo de fuerza, y los protocolos de
actuación para tales situaciones son reglas elementales en cualquier sistema
jurídico.
Además, si la finalidad de la PNP es garantizar y mantener el orden interno,
proteger a las personas, garantizar el cumplimiento de las leyes y prevenir y
combatir la delincuencia (según lo tipificado en el Art. 166 de la Constitución
Política del Perú), debe admitirse que en ciertos casos, cuando sea
necesario y no exista otra forma de proceder, se justifica el uso de la fuerza
por parte de la policía, incluso cuando sea letal, es por eso que las
disposiciones especificadas en el reglamento permiten una adecuada
ponderación de las circunstancias para decidir sobre el uso de la fuerza.

Las disposiciones de este tipo sirven mucho al accionar policial, pues


constituyen un marco de actuación para el ejercicio de sus funciones, como
para los ciudadanos, ya que encontramos en ellas razones plausibles para
entender que el uso de la fuerza es a veces necesaria si queremos que la
PNP cumpla con su función. Partiendo de esa premisa, destaca que el uso
de la fuerza ha de ser diferenciado y progresivo dependiendo de las
circunstancias ya que, las órdenes que recibe el efectivo policial para
emplear la fuerza deben ser lícitas, lógicas, oportunas, claras y coherentes,
y que de no ser así, el efectivo policial no está en la obligación de dar
cumplimiento a dichas ordenes, puede alegar que no ha obedecido a su
superior toda vez que dichas ordenes no se encontraban dentro de la
legalidad requerida.

Teniendo en consideracion lo antes expuesto debo expresar que el problema


es otro, ya que sería ingenuo creer que la aprobación de un reglamento, cual
acto de magia, le dará a los efectivos policiales el aplomo, la experiencia, el
entrenamiento y los recursos necesarios para decidir in situ sobre el uso de
la fuerza, el problema en realidad es la falta de profesionalismo que existe
dentro de la PNP, que no se origina en los policías que a diario vigilan las
calles, sino en los mandos superiores y políticos que, debiendo, no deciden
reformar la Policía, reforma que debería empezar con la formación y
capacitación continua, la misma que en la actualidad no se efectúa, la misma
que somos conscientes no es fácil, pero sí necesaria.
Si queremos comparar a la Institución Policial en el marco académico con
otras instituciones académicas, partiendo de que en la actualidad la
acreditación de las universidades es obligatoria ya que ese proceso permite
saber que universidades deben mejorar si desean seguir operativas, lo
mismo debería aplicarse en la Policía nacional del Perú, y me refiero a la
Escuela de Oficiales y la Escuela de Suboficiales de la PNP. No se trata de
cantidad (son tres semestres presenciales de estudio), sino de calidad.
Mientras la formación y la capacitación continua no mejoren, es difícil que la
situación cambie.

1.2 Elaboración de preguntas de la investigación

¿Cuáles son las consecuencias del uso de la fuerza?


¿Qué solución ofrece el uso de la fuerza por parte de la Fuerza Pública,
como medida coercitiva del estado?
¿Se cumplen las etapas de desarrollo del uso de la fuerza en su aplicación,
por parte de la PNP?
¿Si en el ejercicio de la Función de la PNP, es necesario el uso de la fuerza?
¿La atenuancia de la PNP ante el uso de la fuerza le permite cometer
excesos en su aplicación?
¿La eximente del uso de la Fuerza debe de aplicarse solo por parte de la
PNP o también de deben de incluir a otras instituciones encargadas de hacer
cumplir el Orden Público?
¿Cuál es la justificación que origino la promulgación de la Ley N° 1186?
¿Qué problemas se originaban antes de ser promulgado el Decreto
Legislativo 1186 sobre el uso de la Fuerza por parte de la PNP?
¿Existen antecedentes con relación al mal uso de la fuerza por parte de la
PNP?
¿Existe en la actualidad programas de capacitación orientadas al personal
PNP, con relación a la aplicación del uso de la fuerza conforme al decreto
Legislativo 1186?
1.3 Justificación y aportes del estudio
1.4 Objetivos de la Investigación

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