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Momentos y herramientas de la cura psicoanalítica

“Puntualizaciones Lacanianas sobre los fundamentos de la Interpretación Freudiana”

Autor: Lic Marcos Andrés Bainot

“La técnica no puede ser comprendida,


ni por consiguiente correctamente aplicada,
si se desconocen los conceptos que la fundan”
Jaques Lacan

Abstract

En presente trabajo está destinado a comprender las vicisitudes de la Interpretación; y


como una lectura profunda, crítica y analítica por parte de Lacan, logra rectificar las
deformaciones de los analistas post freudianos, en un retorno al mismo Freud.

Desarrollo

De acuerdo a Mariana Gómez, podemos decir que el comienzo de la práctica


discursiva (el psicoanálisis) es diferenciable con respecto a sus desarrollos posteriores. Ella
indica esto para destacar que la práctica psicoanalítica como fue postulada por Lacan ha
sufrido modificaciones, pero de ninguna manera habían sido afirmaciones falsas; lo mismo
aconteció con Freud; es decir que la disciplina por él creada ha sufrido modificaciones, que
no han sido falseada en sus afirmaciones pero, a diferencia de lo acontecido con Lacan, si
fueron erróneamente aprehendidas por lo seguidores post Freudianos.

Lacan fue un hábil lector de Freud que logró detectar desviaciones respecto de la
técnica iniciada por este; desviaciones con altas consecuencias y con un sostén más
dogmatico que teórico. Así, podemos comprender lo que Lacan afirma en “Función y
campo” en la década del ´50: “la técnica no puede ser comprendida, ni por consiguiente
correctamente aplicada, si se desconocen los conceptos que la fundan”1. Para Lacan, la
correcta comprensión de los textos de Freud debe orientarse por el campo del lenguaje, ya
que el único médium del psicoanálisis es la palabra y el descubrimiento de Freud fue en
esa dirección: las incidencias del orden simbólico en la naturaleza del hombre.

Así para la década del ´50, Lacan ya había comprendido el sentido de las
desviaciones producidas por los post freudianos. En “Variantes de la cura tipo” deja ver

1
Lacan J: (1987). “Función y campo de la Palabra y el lenguaje en psicoanálisis” Escritos 1 siglo XXI, Buenos
Aires (pag 236)

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como los conceptos utilizados en nombre de Freud carecían de formalización y teoría,


cayendo “al nivel de rutinas cuyos secretos dispensan los hábiles”2.

El foco de este trabajo apunta a la interpretación concebida como táctica y en


virtud de lo antes dicho vemos que Lacan critica a los psicoanalistas de su época el haber
sentado la noción interpretación utilizándola o correspondiéndola como saber del propio
analista. Indica, entonces, que aquel saber opera como sugestión, permaneciendo por
fuera la verdad del paciente, y que el hecho de analizar desde la sugestión no la convierte
en una interpretación verdadera, así, la relación del analista y paciente seria de “YO a YO”,
un analista aliado de la parte sana del sujeto. Pero en una profunda lectura crítica, Lacan
indica que si se continúa con la división del yo del sujeto lo único que quedaría en análisis
es el YO del analista. Así los continuadores de esta tesis egosintónica, consideran que el
final de análisis “implica la identificación del sujeto con el YO del analista, en cuanto ese YO
lo analiza”3, y desestima entonces la relación del sujeto con su verdad y su palabra y se
recibe del analista una intuición o saber originado en el propio YO de este, es decir el
analista no se corre de la posición de “sujeto supuesto al saber” en que en paciente lo ha
ubicado, ya que si no es posicionado de esta manera el análisis no puede comenzar. “El
sujeto supuesto al saber implica que el analista sabe que no sabe, el saber del análisis
radica en lo que dice el paciente”4.

Podríamos decir entonces que la transferencia marca el camino, es la estrategia


mediante la cual se orienta la práctica. Esta estrategia es única y está subordinada hacia el
sujeto. Es así que esta posición se convierte en la seguridad del analista, y de este modo no
es necesario un asentimiento del sujeto que valide la intervención interpretativa, sino que
se confirma su correcto fundamento en el material que surge tras ella. Un ejemplo que
utiliza Lacan para ilustrar una intervención analítica no realizada desde una posición
estratégica en transferencia es en el caso de Kris, descripto en “La dirección de la cura”
donde el analista realiza una mala intervención imputándole la realidad fáctica al paciente
sin ubicarse transferencialmente de una manera que le permita al paciente encontrarse
con su verdadera posición subjetiva, podemos citar un pasaje de Lacan donde lo antedicho
queda bien claro:

2
Lacan J: (1988). “Variantes de la cura-tipo” Escritos 1 siglo XXI, Buenos Aires (pag 318)

3
Ibid., pag. 326

4
Assef J: (2009) “Momentos y herramientas de la cura psicoanalítica” seminario electivo no permanente
Facultad de Psicología, U.N.C. clase del 22/05/09

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“No es que su paciente no robe lo que importa aquí. Es que no… quitemos el “no”:
es que roba nada. Y eso es lo que habría que haberle hecho entender”5

Podemos ver, entonces, que Lacan desarrolla su obra en virtud de darse cuenta de
que los analistas de la época se estaban desviando de la cuestión, no trabajaban desde el
mayor descubrimiento de Freud que antes mencionábamos (la relación orden
simbólico/ser biológico) sino operaban en el plano imaginario, de Yo a Yo, de a a a ´.

Lacan estaba convencido de la determinación del sujeto por la palabra, ella


establece su estatuto; y fue el mismo Freud quien concibió al inconsciente como
compuesto por representaciones, que son de orden simbólico. En este sentido Miller
indica que conservamos el término inconsciente, retomado por Lacan a partir de la
práctica clínica de Freud, como un inconsciente constituido por la palabra. Un pasaje de
Freud donde se puede ejemplificar esta concepción de inconsciente estructurado por
representación es en la elucidación de las rumiaciones obsesivas de su paciente, Ernest
Lorenz6 alrededor del significante rata. Citando a Freud, podemos decir que: “Las ratas
adquirieron así la significación de dinero, relación que se mostró en la asociación Raten
(plazos) a Ratten (ratas)…

…cuando interrogado por él le manifesté el montante de mis honorarios por cada sesión
del tratamiento, la asociación que a mis palabras surgió en él fue: «Tantos florines, tantas
ratas», asociación que sólo seis meses después llegó a comunicarme. A este lenguaje
quedó traducido paulatinamente todo el complejo económico enlazado a la herencia de su
padre. Esto es, todas las ideas pertenecientes a tal complejo fueron incorporadas a la
obsesión con ayuda de la asociación «ratas-plazos» y sometidas a lo inconsciente. Esta
significación crematística de las ratas se apoyaba, además, en la invitación del capitán a
devolver el importe del envío postal con ayuda de la asociación Spielratte, partiendo de la
cual hallamos el acceso a la falta juvenil del padre”. 7

Entonces si el orden simbólico es el constituyente del sujeto es por allí por donde
debe abordarse. Así la palabra al ser el único médium del psicoanálisis toma su valor
fundamental; es ella la que condensa toda la verdad del sujeto. Si los significantes lo
constituyen, el análisis debe apuntar a suspender sus certidumbres, sus relaciones a los
significantes que lo han constituido.

5
Ibid., pag. 580. [la negrita es nuestra]

6
Verdadero nombre del Hombre de las Ratas, no Paul Lorenz como figura en The Original Records of the Case, publicado
por Strachtey en 1954.

7
Freud. S: (1999). "A propósito de un caso de neurosis obsesiva". El hombre de las Ratas (1909). Obras
Completas. Amorrortu, Buenos Aires.

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Así el analista debe interpretar a un inconsciente estructurado simbólicamente por


la palabra, como un lenguaje. La interpretación analítica apunta a consumir los espejismos,
a dar un nuevo sentido al discurso del sujeto, opera con un punto de basta que da sentido,
esta puntuación permitirá dar acceso a la palabra plena el ahora llamado analizante,
reordenando las contingencias pasadas y adviniendo un nuevo sentido en su historia. Es
así que el análisis tiene como meta el surgimiento de una palabra verdadera, apuntando a
no dar crédito a la concepción de la asociación libre como un automatismo funcional del
inconsciente, pues esta liberación funcional es propiciatoria del síntoma, ya que el sujeto
habla de sí sin obtener un nuevo sentido, y sin dar un giro a su discurso que suspenda sus
certidumbres. Nada mejor en este punto que citar a Lacan: “El sujeto parece hablar en
vano de alguien que, aunque se le pareciese hasta la confusión, nunca se unirá a él en la
asunción de su deseo”8. El analista debe estar convencido que la verdad no debe buscarse
más allá, sino en el propio discurso del analizante, y que para ello la mejor postura es
atenerse a sus dichos con rectitud, invocando a su sinceridad, haciendo referencia a la
exactitud de su discurso.

Ya hemos entonces, situado la postura de Lacan respecto del inconsciente y la


teoría de su concepción de la interpretación. Técnicamente, ¿Cómo la empleamos?,
debemos considerar en este punto a Miller, entendiendo que es el inconsciente el que
interpreta. Esto es así ya que existe un desfasaje entre lo que el sujeto dice y lo que ha
tenido la intención de decir. El significante desvía la trayectoria del significado, interpreta
la intención de decir del sujeto. A continuación de esta interpretación, que es la del
inconsciente, debe ubicarse la interpretación del analista, la cual no se constituye como
un metalenguaje. La vía de la interpretación debe ser la de retener un S 2 que daría sentido
al decir de sujeto, cerniendo un S 1 sobre su recorrido. Miller indica que el concepto de
inconsciente intérprete abre otro modo de intervención analítica que rompe la línea S 1-S2.
Esta intervención no imita al inconsciente, sino que separa al sujeto de su modo usual de
interpretar las cosas y de su modo de goce vinculado a ello.

La puntuación, entonces, una vez colocada fija el sentido, y así la interpretación,


como post interpretación, efectúa un punto de capitonado. A fin de no emplear una
práctica que verse sobre el otorgamiento de sentido, la orientación Lacaniana apela un
corte, separando el S1 del S2

Con el concepto de corte nos introducimos en una temática muy espinosa del
psicoanálisis en el tiempo de Lacan. Para IPA la sesión debía tener un tiempo fijo en el cual
el sujeto libere su inconsciente cual automatismo mental; para Lacan, cuando la cuestión
8
Lacan J: (1987). “Función y campo de la Palabra y el lenguaje en psicoanálisis” Escritos 1 siglo XXI, Buenos
Aires (pag 244)

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del sujeto toma forma de verdadera palabra, el analista la sanciona con un corte, este
corte apunta a separar S1 de S2 que se articula por el corte de sesión, al momento (no
determinable) en que surge esta palabra plena se unen lo simbólico y lo real, y desde allí
continua el trabajo del analizante entre las sesiones, por lo que el análisis de Lacan tenía
más trabajo fuera que dentro del consultorio.

Jean Michel Ribettes, citado en Vera Goral, indicaba que, “El (Lacan) hace variar al
infinito la duración de las sesiones y su espaciamiento en el tiempo de un minuto a una
hora, de una sesión por semana a diez por día”. V Goral, puntualiza: “la escansión de la
sesión tiene una serie de efectos. Los enumerará, empuja al trabajo del analizante, la
brevedad, la presiona a esforzarse, estimula la elaboración fuera de la sesión, remarca la
imposibilidad de decirlo todo y crea efectos de sorpresa”. El corte de la sesión produce una
sección del discurso, no fija el significado, provoca un efecto de vaciado de la significación
en función del sentido. La escansión aísla los S 1 y al dejar en suspenso el último
significante emitido abre nuevas significaciones, que no son no un a cualquiera, no da
lugar a cualquier sentido porque la interpretación es calculada, es necesario, pues, que la
interpretación tenga una sombra de sentido porque sino sí puede dar lugar a cualquier
sentido.

La puesta en juego de la verdad apunta a la aparición del sujeto, y su implicación,


no está dada de antemano para ser descubierta, sino que se construye en la dialéctica de
la asociación libre y la interpretación. La interpretación del analista puede tomar muchas
formas: hacer resonar, hacer alusión, hacer silencio, hacer un gesto, todas ellas tienen
estructura significante. C. Soler describe tres tipos de interpretación por el equívoco dados
por Lacan: la homofonía, la gramática y la lógica. Los equívocos del tipo de la homofonía
vienen del lado de la ambigüedad homofónica, lo que es ortográficamente imposible,
introduce una dimensión interrogativa. El equívoco gramatical, en su mínima expresión es
un “No te lo hago decir”, el analizante no sabe así si se le ha dicho “tú lo has dicho”, o “yo
no te lo soplé”, porque se le dice ambas cosas. Pero estos actos, no son interpretaciones
por el solo hecho de estar dadas por un psicoanalista, sino que toman su estatuto por la
posición transferencial tomada por el analista, por su estrategia como explicáramos mas
arriba.

La estructura de la interpretación, según Miller se da por la incidencia a prés cup


del significante sobre el significado. Este esquema vincula al sujeto con el OTRO y el
significante con el significado. Asimismo identifica dos facetas de la interpretación: una
metafórica, que modifica los puntos de basta anteriores, reordena, “produce un

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relámpago al nivel de la significación”9, y otra, metonímica, indirecta, alusiva, expresada


entre líneas. La identificación que podríamos expresar como S 1 significado del sujeto ($/S1)
es la condición significante del inconsciente. La interpretación debe ser el reverso de la
identificación (S1/$), así vamos mas allá de estas dos facetas de la interpretación. Esta
conceptualización permite ver el papel desidentificador de la interpretación como un decir
que apunta al vacio del sujeto liberándolo de sus identificaciones significantes.

En este ultimo sentido, Collete Soler indica que la interpretación no reasegura


identificaciones, hace surgir un ¿Qué quiere decir eso?, que puede expresarse como ¿Qué
quiere decir diciendo eso? La interpretación es una respuesta que tiene como efecto
suspender la respuesta, opera a partir de un efecto suspenso de solución para que el
analizante elabore la respuesta última.

9
Miller J: (2007) “Introducción a la clínica Lacaniana” Conferencias en España, Escuela Lacaniana de
Psicoanálisis, Barcelona (pag 446)

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Vemos que Lacan reubica la posición teórica de Freud respecto al inconsciente y los
fundamentes de la interpretación devolviendo su valor central al mayor descubrimiento
psicoanalítico, la constitución del sujeto por el registro simbólico. Las conceptualizaciones
de lacan sobre la transferencia nos incita a abocarnos con rectitud a la exactitud del
significante y entender cómo es que la verdad está en el mismo discurso del analizante.

Nos ha servido para corrernos de la idea de que la interpretación analítica es una


reconstrucción de la historia del analizante emitida por el analista a este último.

Así como Lacan retoma los conceptos freudianos y restituye su valor seria licito
entonces preguntarnos si sus conceptos están siendo correctamente aplicados por sus
seguidores.

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Bibliografía

Assef J: (2009) “Momentos y herramientas de la cura psicoanalítica” seminario electivo no


permanente Facultad de Psicología, U.N.C.

Basz, Samuel: (1995) “La interpretación en los casos de psicoanálisis” Colección


Orientación Lacaniana. Editora EOL

Freud, Sigmund: (1999). "A propósito de un caso de neurosis obsesiva". El hombre de las
Ratas (1909). Obras Completas. Amorrortu, Buenos Aires.

Gómez, Mariana: (2007) “Del significante a la letra” La semiótica Peirceana en el proceso


de formación del discurso Lacaniano. Alición Editora, Córdoba.

Gorali, Vera: (1995) “El corte de sesión, escansión y construcción”. Colección Orientación
Lacaniana. Editora EOL. Buenos Aires.

Lacan Jaques: (1987). “Función y campo de la Palabra y el lenguaje en psicoanálisis”


Escritos 1 siglo XXI, Buenos Aires

Lacan, Jaques: (1988) “Variantes de la cura tipo” Escritos 1. Siglo XXI. Buenos Aires

Mansur, Gerardo. Martinez de Mansur Teresita. Paz, María Teresa: (2002) “Programa de
Postgrado Clínica Lacaniano. Primer seminario La lógica de la cura. Primer módulo las
entradas en análisis”. Serie clínica Lacaniana. Secretaría de investigación y postgrado
Facultad de Postgrado U.N.C. Editorial Copiar. Córdoba.

Miller, Jaques: (2007) “Introducción a la clínica Lacaniana” Conferencias en España


Barcelona.

Sawicke Oscar: (1995) “La palabra. Temporalidad-Interpretación” Colección Orientación


Lacaniana. Editora EOL. Buenos Aires

Soler, Colette: (1984) “Quehacer del psicoanalista acto e interpretación” Ediciones


Manantial. Buenos Aires

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