Aproximación a las nuevas ecologías del Aprendizaje como búsqueda consciente o

respuesta a la experiencia.

Los retos de la educación formal ante la emergencia de “Las nuevas ecologías de

aprendizaje”

Ya son varias décadas, recorriendo un camino sociocultural que ha venido siendo

intervenido por una oleada informativa y tecnológica que no perdona indiferencia frente al
desarrollo de un sentido de pertenencia y acción en contexto. Hacemos parte del histórico cambio
de una sociedad que desde hace tiempo exige el aprendizaje en diversas situaciones y contextos,
haciendo hincapié en el desarrollo de la competencia, del saber hacer, por encima del amplio
bagaje de conocimientos a través de una búsqueda consciente o una respuesta a la experiencia.

Uno de los escenarios en los que este discurso ha tenido mayor repercusión, es la
educación formal que desde los niveles educativos iniciales hasta los superiores, ha tenido que
ajustarse poco a poco a eso que Coll (2013) define como “una manifestación del cambio en
profundidad que están experimentando, en el marco de la sociedad de la información, las
prácticas sociales y culturales dominantes” mejor conocida como Nueva Ecología del
Aprendizaje, que indiscutiblemente soporta los actuales retos de los sistemas educativos
existentes.

Sin embargo cabe aclarar que desde esta nueva perspectiva el proceso de aprendizaje no
es inherente a la escuela, sino al amplio espectro de recursos informáticos y tecnológicos que
posibilita nuevos lugares para el aprendizaje. Por lo anterior vale la pena reconocer algunos de
los principales rasgos que la sustentan. En primer lugar se habla de la importancia del aprendizaje
a lo largo y ancho de la vida, haciendo referencia a que los aprendizajes que consideramos
importantes para sacar adelante nuestros retos personales los encontramos en diferentes
contextos, tal como aclara Oliveira (2015) “en la actualidad, gran parte del diálogo social está
mediado por las TIC, que conectan a individuos, grupos y comunidades que comparten y
promueven objetivos comunicativos y de aprendizaje”. Como consecuencia del rasgo anterior,
emerge el segundo a mencionar que refiere a la importancia de las trayectorias personales que de
acuerdo con nuestros intereses son alimentadas a través de nuestra participación en diferentes
escenarios, aprovechando las oportunidades y recursos encontrados.
 Un tercer rasgo indica la adquisición de competencias relacionadas con la capacidad para
aprender como demanda en todos los ámbitos personal, profesional, laboral, etc, Y un cuarto
rasgo que explica una tendencia a la personalización creciente del aprendizaje, lo que no permite
que hayan trayectorias de aprendizaje idénticas, porque los intereses y opciones personales ya no
están en función de lo que la educación formal reglada quiere enseñar sino de lo que cada sujeto
aspira aprender para satisfacer sus necesidades.

En ese sentido, las nuevas ecologías del aprendizaje contrastan con los principios de la
educación universal y protagonismo de la educación formal, evidenciando tensiones sobre el
sentido que ha tenido hasta ahora la educación escolar, que entre otras cosas por falta de sentido
en diversos contextos escolares ha producido situaciones de bajo rendimiento, abandono,
indiferencia, etc frente a las actividades escolares. Al respecto Coll (2013) señala que desde esta
perspectiva los retos y desafíos de la educación escolar están directamente relacionados con la
búsqueda de sentido en el aprendizaje, los cuales apuntan a reconsiderar el para qué, el qué y
cómo lograrlo, que deben volcarse sobre una revisión juiciosa de la composición del currículo,
de las metas reales que las personas tienen en mente para su vida y de una seria revisión de los
métodos activos de aprendizaje y enseñanza.

Por esto como actores responsables de esta realidad el camino que nos queda por recorrer
a nivel profesional debe estar direccionado al aprovechamiento de los contextos ajenos a la
escuela; a garantizar aquellos aprendizajes que permiten aprender a lo largo de la vida,
arriesgándonos a dejar por fuera de nuestros currículos el sinsentido; a potenciar trayectorias
personales y enriquecedoras, ajustándonos a las necesidades e intereses de nuestros estudiantes
más que a los discursos descontextualizados; a promover capacidades de aprendizaje y no
repeticiones tradicionales; a incorporar en los currículos situaciones de aprendizaje reales con los
aprendizajes básicos; en resumen, a entender que todo aprendizaje útil debe planificarse a través
de un plan de estudios que tenga fundamento adecuado y sugiera pedagogías y evaluaciones
adecuadas para ayudar a los encargados de su aplicación. Drew (2011)
 Porque “Las metas obligan a construir ambientes que animen a la gente a ver el mundo
con otros ojos, dando así una oportunidad a las potencialidades de estas nuevas herramientas para
facilitar las relaciones entre individuos de manera innovadora” Oliveira (2015)
REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS

Coll, C. (2013). El currículo escolar en el marco de la nueva ecología del aprendizaje. Aula de
innovación educativa, 219, p. 31-36. – Acceso abierto-

Oliveira, J; Henriksen, D; Castañeda, L; Morimon, M; Barberà, E; Monereo, C; Coll, C; Mahiri, J,

y Mishra, P. (2015). El panorama educativo de la era digital: prácticas educativas que (nos)
impulsan hacia adelante. RUSC Universities and Knowledge Society Journal. 12(2), p. 14-31. –
Acceso abierto-

Drew, V. & Lorele, M. (2011). Extending the Constructs of Active Learning: Implications for
Teachers’ pedagogy and Practice. The Curriculum Journal. 22(4), p. 451 – 467.