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ORIGINALES
Treatment of carotid-cavernous
fistulas
Objetivos. Valorar los resultados del tratamiento de 33 pacientes Objectives. To evaluate the results of the treatment of 33 patients
con fístula carótido-cavernosa (FCC) de acuerdo con criterios clínicos with carotid-cavernous fistula (CCF) with respect to clinical and an-
y angiográficos. giographic criteria.
Material y métodos. De enero de 1993 a diciembre de 2003, 33 pa- Material and methods. From January 1993 to December 2003, 33
cientes fueron diagnosticados y tratados de FCC en nuestro hospital. patients were diagnosed with CCF and treated at our hospital. All pa-
Se realizó examen clínico y angiografía antes y después del tratamien- tients underwent clinical examination and angiography before and af-
to. Las modalidades terapéuticas disponibles son el tratamiento conser- ter treatment. Available treatment modalities were conservative treat-
vador, mediante compresiones, y el tratamiento intervencionista, con ment, consisting of compressions, and interventional treatment, with
distintos procedimientos según la vía de abordaje y el material de em- different procedures depending on the approach and the materials em-
bolización empleados. ployed for embolization.
Resultados. De las 11 FCC directas, una fue tratada de forma con- Results. Of the 11 direct CCFs, one received conservative treatment
servadora y 10 se sometieron a procedimientos de embolización. La and 10 underwent embolization procedures. An arterial approach was
vía de abordaje fue transarterial en 5, transvenosa en 2 y en 3 se utili- used in 5 cases, a venous approach in 2, and a combined venous-arte-
zaron ambas, consiguiendo la desaparición de los síntomas en el 90% rial approach in the remaining 3, with symptoms disappearing in 90%
de los pacientes. of the patients.
De las 22 FCC indirectas o durales, 6 fueron tratadas de forma con- Of the 22 indirect or dural CCFs, 6 received conservative treatment,
servadora, con óptimo resultado, mientras que las 16 restantes se em- with optimal results, and the remaining 16 underwent embolization (11
bolizaron, 11 por vía transarterial y 5 combinando los accesos transar- using an arterial approach and 5 using a combined venous-arterial ap-
terial y transvenoso. La terapia endovascular logró la desaparición proach). Endovascular treatment brought about the complete disappea-
completa de los síntomas en 9 pacientes y parcial en 7. Sólo se produjo rance of symptoms in 9 patients and partial disappearance in 7. Only
una complicación transitoria. one transitory complication was observed.
Conclusiones. La adecuada selección tanto del tipo de tratamiento Conclusions. The appropriate selection of both the type of treat-
(conservador o intervencionista), como del procedimiento (vía de ment (conservative vs. interventional) and the interventional procedure
abordaje y material de embolización), caso de que fuera necesario, op- (approach and material for embolization), yields optimal results in the
timiza los resultados en el manejo de pacientes con FCC. management of patients with CCF.
Palabras clave: embolización, fístula arteriovenosa dural, fístula caró- Key words: embolization, dural arteriovenous fistula, carotid-caver-
tido-cavernosa, terapia endovascular, radiología intervencionista, nous fistula, endovascular treatment, interventional radiology, ca-
seno cavernoso. vernous sinus.
80
70
60
50
Porcentaje
40
30
20
10
0
CC tipo A CC tipo B CC tipo C CC tipo D
Tipo de fístula
Fig. 2.—Clínica y tipo de fístula según la
Exoftalmus Quemosis Parálisis par craneal Ruidos HSA Cefalea clasificación de Barrow. CC: carótido-
cavernosa; HSA: hemorragia subaracnoidea.
do como aceptable o bueno, y no consideramos oportuno someter conservador en 3 casos y endovascular en 12. Preferimos embo-
al paciente a otra sesión de embolización puesto que existe una lizar con partículas por vía arterial (8 casos), complementando
desproporción entre el beneficio y el riesgo del procedimiento. con coils introducidos por vía venosa cuando fue necesario (4
casos). En 5 pacientes (42%) desaparecieron los síntomas mien-
tras que en 7 (58%) la mejoría sólo fue parcial. En 2 casos, a pe-
RESULTADOS sar de objetivarse un cierre completo de la fístula en la arterio-
grafía de control, la mejoría de los síntomas fue parcial.
Nuestros resultados atendiendo al tipo de fístula según la cla-
Con la finalidad de comparar la presentación clínica según el
sificación de Barrow4 son los siguientes:
tipo de fístula, en la figura 2 se presentan los síntomas en por-
Se diagnosticaron 11 fístulas de tipo A o directas (8 por trau- centajes relativos dentro de cada grupo. Así comprobamos que la
matismo y 3 por rotura de un aneurisma intracavernoso) que re- clínica es bastante similar. Cabe resaltar que las FCC tipo C y D
presentaron el 33% del total de FCC. La edad media de presenta- pueden manifestarse como acúfenos y que en el caso de las FCC
ción fue 46,8 años (rango de 21 a 78). En un caso se realizó tra- tipo A el exoftalmus y la quemosis son más llamativos.
tamiento conservador mediante compresiones, con resultado
En lo referente al análisis, de forma global, del tipo de trata-
óptimo. En el resto (91%) se realizó embolización por vía endo-
miento y sus resultados, de los 33 pacientes diagnosticados me-
vascular. La vía de abordaje fue arterial en 5 casos, venosa en 2
diante arteriografía de FCC, el 21% fueron tratados de forma
y arterial y venosa en 3. En todos los pacientes desaparecieron
conservadora y el 79% se sometieron a terapia endovascular. La
los síntomas y ninguno presentó complicaciones secundarias al
evolución clínica de los pacientes fue la siguiente: en el 76% de-
tratamiento. En 5 pacientes se realizó una arteriografía posterior
saparecieron los síntomas, mientras que el 24% de los pacientes
de control y se objetivaron 4 casos de cierre completo de la fístu-
experimentaron una mejoría parcial. La evolución clínica en de-
la y un cierre parcial. En los otros 5 pacientes, la buena evolu-
pendencia del tratamiento y el tipo de FCC según la clasificación
ción clínica y los hallazgos de resonancia magnética (RM) de-
de Barrow se resume en la figura 3.
mostraron el cierre de su fístula.
En el estudio de las modalidades de tratamiento neurointerven-
Las FCC tipo B, 4 pacientes, en nuestra serie constituyeron el
cionista es más útil agrupar las FCC indirectas o durales y por
12% del total. La edad media de presentación fue de 72,7 años
tanto consideramos dos grupos: FCC directas e indirectas. Como
(rango de 65 a 76). El tratamiento en 3 casos fue conservador
ya hemos expuesto, el 91% de las FCC directas se sometieron a
mediante compresiones, mientras que en un caso se realizó em-
terapia endovascular. Abordaje arterial exclusivamente en 5 pro-
bolización con partículas por vía arterial; pese a la colocación de
cedimientos, colocando como material embolígeno, en dos casos
un balón de protección, el paciente sufrió déficit motor transito-
balones y en 3 coils. En 4 casos, la mejoría de la sintomatología
rio de la extremidad superior derecha. En todos los pacientes de-
fue completa mientras que en uno fue parcial. Dos FCC directas
saparecieron los síntomas.
fueron embolizadas con coils por vía venosa, consiguiendo el cie-
Las FCC tipo C se diagnosticaron en 3 pacientes (9% del total rre completo de la fístula. Combinando ambas vías de abordaje,
de FCC), edad media 50,6 años (rango de 40 a 58). Se embolizó arterial y venoso, se embolizaron 3 fístulas directas, una con ba-
por vía arterial en dos casos y en uno por vía arterial y venosa. lones y dos con coils, siendo el resultado óptimo en los tres.
No hubo complicaciones y en todos los pacientes desaparecieron
Por otra parte, de las 22 FCC indirectas, en 6 la actitud fue
los síntomas.
conservadora y 16 fueron embolizadas (73%). Se embolizaron
Las FCC tipo D fueron las más numerosas, con 15 pacientes; 11 FCC indirectas por vía transarterial empleando como agente
constituyeron el 45% de casos de la serie. La edad media de pre- embolígeno partículas en 10 procedimientos y adhesivo líquido
sentación fue 64,1 años (rango de 32 a 75). El tratamiento fue en uno. La mejoría completa de los síntomas se consiguió en 7
ominosas23. Cuando el drenaje venoso es hacia la órbita aparecen mentado anteriormente, que la tendencia a la resolución espon-
las manifestaciones típicas de proptosis, quemosis y arterializa- tánea es mayor y se produce como consecuencia de la trombosis
ción de venas esclerales, mientras que cuando el drenaje es hacia del seno cavernoso8. Si bien la frecuencia del fenómeno no se
el cerebro no hay signos o síntomas aparentes pero el riesgo de conoce con exactitud, algunos autores han constatado la resolu-
hemorragia catastrófica es mucho mayor24. ción espontánea hasta en el 10% de pacientes38, y el cierre a
continuación de una arteriografía diagnóstica hasta en el 43% de
Las indicaciones para el tratamiento de la FCC deben estable-
casos39.
cerse con relación a la historia natural de estas lesiones. El cierre
de la fístula puede producirse de forma espontánea, más frecuen- Tras la evaluación clínica y angiográfica, en las fístulas de
te en las fístulas indirectas, si bien la frecuencia de este fenóme- bajo riesgo se recomienda una actitud conservadora, con trata-
no no se conoce con exactitud25. Por tanto, en los casos con clí- miento con compresiones yugulocarotídeas y educación acerca
nica moderada la actitud conservadora es la más indicada2,8. En de los posibles cambios en la sintomatología. La compresión
las FCC directas el cierre espontáneo de la fístula, aunque infre- manual de la arteria carótida común, con la mano contralateral,
cuente, es posible y por tanto la actitud conservadora puede se- puede conseguir la curación hasta en el 30% de los casos25,33.
guirse en algunos casos. Higashida et al refieren la mejoría com- En nuestra experiencia 6 pacientes de los 22 con FCC indirecta
pleta en el 17% de los casos con tratamiento conservador26. llegaron a la mejoría completa de sus síntomas con un trata-
miento conservador con compresiones, y nuestros resultados
En los casos en los que el tratamiento conservador no ha sido
coinciden plenamente con los de Halbach e Higashida (7 casos
eficaz10, cuando existen manifestaciones clínicas o angiográficas
de 23). Teniendo en cuenta que en nuestro hospital los pacien-
que asocian mal pronóstico, que ya hemos comentado, está indi-
tes son referidos a la sección de neurointervencionismo para
cada la terapia endovascular. La vía de abordaje puede ser arte-
tratamiento endovascular y no realizamos la evaluación inicial
rial o venosa. Inicialmente se prefería la colocación de balones
de todos los pacientes con FCC, no podemos establecer cuál es
por vía arterial27-29. Con este procedimiento se conseguía cierre
la incidencia de esta entidad patológica ni el porcentaje de éxi-
de la fístula con preservación de ACI casi en el 90% de los ca-
to real del tratamiento conservador. Sin embargo, la remisión
sos, sin embargo la tasa de complicaciones mayores era del 5%,
de pacientes es una circunstancia que afecta a todos los equi-
consistiendo en isquemia cerebral transitoria e infartos trombo-
pos de neurointervencionismo en mayor o menor medida. Se
embólicos o isquémicos30. Los pseudoaneurismas post-trata-
trata de un sesgo que no somos capaces de cuantificar por el
miento aparecían hasta en un 44% de los casos y se debían al
momento, pero como aproximación al problema podemos revi-
hueco dejado por el desinflado del balón, pero su trascendencia
sar las series de los oftalmólogos. Con sorpresa encontramos
clínica era escasa28,31. Hoy en día este procedimiento ha sido sus-
hasta un 82% de éxito del tratamiento conservador en las FCC
tituido por otros gracias al desarrollo y empleo de nuevos mate-
indirectas40.
riales y/o vías de abordaje32. Se prefieren los coils en la práctica
habitual (fig. 4). Aunque se trate de la modalidad de tratamiento no invasi-
va, las compresiones carotídeas no son el tratamiento apropiado
En nuestro grupo de 10 pacientes con FCC directa tratada me-
en las FCC de alto riesgo con reflujo a venas corticales, déficit
diante embolización, en 5 procedimientos el abordaje fue por vía
neurológicos, hemorragia previa, síntomas oculares progresivos
arterial exclusivamente, colocando como material embolígeno
o ateromatosis significativa en la bifurcación carotídea. Estas
en 2 casos balones y en 3 coils (fig. 4). En 4 casos la mejoría de
fístulas requieren un tratamiento invasivo9. En nuestro centro, 16
la sintomatología fue completa, mientras que en uno fue parcial.
de las 22 FCC indirectas fueron embolizadas (73%).
Tan sólo en un paciente se tuvo que realizar la exclusión comple-
ta de la arteria carótida ya que la ACI estaba muy deteriorada. La embolización de FCC durales por vía arterial se desarrolló
Previamente realizamos el test de oclusión con objeto de cono- como alternativa a la cirugía y se ha empleado con éxito8,25,33,41.
cer cuál sería el efecto de la exclusión carotídea. El procedimiento requiere la cateterización superselectiva y el
estudio de los aportes de la fístula, determinar si existen cone-
El abordaje venoso inicialmente comenzó a usarse cuando la
xiones peligrosas entre ACE y ACI y conocer la anatomía nor-
embolización por vía arterial había fracasado o no era posible33-35.
mal de los vasos que no contribuyen a la lesión. Debrun descri-
Típicamente se emplean como agentes embolígenos por vía ve-
be los resultados de la embolización transarterial con relación al
nosa los coils de platino, pero en ocasiones se puede recurrir al
aporte arterial de la lesión27,42. En las fístulas tipo C se obtienen
uso de adhesivos líquidos, balones o hilo de plata. Las compli-
los mejores resultados, mientras que en las fístulas tipo B y D
caciones tras la embolización transvenosa incluyen el glaucoma
con importantes aportes desde ramas de ACI la embolización
agudo por cierre del ángulo36; otros efectos secundarios a la ex-
transarterial conlleva un riesgo mayor. Pueden emplearse distin-
clusión carotídea (la preservación de la carótida se consigue en
tos agentes embolígenos, como los coils31, pero lo más extendi-
el 59% de los casos) y la parálisis transitoria en el 20% de
do son las partículas. Además de la dificultad técnica que supo-
casos37.
ne cateterizar las pequeñas ramas intracavernosas de la ACI, el
En nuestra experiencia la dificultad de la vía venosa es impor- procedimiento de poner un balón alto y soltar partículas a flujo
tante cuando el seno petroso inferior es hipoplásico. El abordaje libre tiene un alto grado de riesgo de secuelas que es posible
transvenoso es efectivo cuando se llega, a través de las tabica- prever y simular empleando un test de provocación con lido-
ciones del seno cavernoso, hasta la brecha, lo cual no siempre es caína43.
fácil. Sólo hemos realizado dos embolizaciones con coils por vía
En nuestro hospital se embolizaron 11 FCC indirectas por vía
venosa, consiguiendo el cierre completo de la fístula. Combi-
transarterial empleando como agente embolígeno partículas en
nando ambas vías de abordaje, arterial y venosa, hemos emboli-
10 procedimientos y adhesivo líquido en uno. La mejoría com-
zado 3 fístulas, una con balones y dos con coils, con resultado
pleta de los síntomas se consiguió en 7 pacientes y parcial en 4.
óptimo.
En nuestra experiencia, y a pesar del alto riesgo del procedi-
En lo que respecta a las distintas modalidades terapéuticas en miento que hemos comentado anteriormente, sólo se produjo
las FCC indirectas hay que tener presente, tal y como hemos co- una única complicación como consecuencia de la embolización
A B
por vía arterial con partículas de una fístula tipo B, y consistió embolizante (fig. 5) y en otro adhesivo líquido y coils. Se alcan-
en déficit motor transitorio de una extremidad superior. zó la mejoría completa en 2 casos y en 3 parcial.
La vía de acceso venosa se empleó con éxito en 5 pacientes En general, la vía transvenosa se considera de elección en la
que se sometieron a embolizaciones de abordaje mixto, arterial y embolización de las fístulas de tipo B y D44. En cuanto a las vías
venoso, que en ocasiones es necesario para conseguir el cierre de acceso, en más del 60% el acceso por el seno petroso inferior
completo3. En 4 casos se usaron partículas y coils como material es posible45; otras vías que se pueden intentar si se precisan son
A B
C D
Fig. 5.—A) Arteriografía en la fase arterial, proyección lateral, con inyección de contraste en la arteria carótida interna (ACI) izquierda en una fís-
tula carótido-cavernosa (FCC) dural tipo D; muestra los aportes arteriales desde ramas meningohipofisarias de la ACI a la fístula, con relleno del
seno cavernoso izquierdo. B) Cateterización selectiva de los aportes arteriales de ramas durales de la arteria carótica externa (ACE) y embolización
con partículas de polivinil alcohol (PVA) de 250-350 micras. C) Control arteriográfico con inyección de contraste en ACE, en fase arterial y pro-
yección lateral tras la embolización transarterial con partículas. Se observa cierre de los aportes durales desde ramas de la ACE. D) Embolización
transvenosa del seno cavernoso con coils; la imagen de control con inyección selectiva de contraste en ACI, en fase arterial y proyección lateral,
muestra un importante cierre de los aportes meningohipofisarios a la fístula.
la vena oftálmica superior (VOS)46-48, VOS previa exposición 14. Phatouros CC, Halbach VV, Malek AM, Dowd CF, Higashida RT.
quirúrgica49,50 o punción directa de la VOS51, ocasionalmente Simultaneous subarachnoid hemorrhage and carotid cavernous fistu-
con abordaje bilateral por ambas venas oftálmicas superiores52, la after rupture of a paraclinoid aneurysm during ballon-assisted coil
la vena angular facial53,54 y la vena frontal55. El porcentaje de embolization. AJNR. 1999;20:1100-2.
éxito por vía venosa es mayor del 80%, con relativamente menor 15. Obrador S, Gómez-Bueno J, Silvela J. Spontaneus carotid-cavernous
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Tras el cierre completo de una FCC, independientemente de la 40:539-54.
vía de abordaje, los pacientes experimentan un empeoramiento 16. Chaudhary MY, Sachdev VP, Cho SH, Weitzner I Jr, Puljic S, Huang
transitorio de los síntomas oculares por trombosis del seno ca- YP. Dural arteriovenous malformation of the major venous sinuses:
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