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Ahora bien, dentro del campo teológico, se puede considerar como una
sociedad establecida por Dios con el hombre, dicha alianza trasciende el
marco histórico y siempre finaliza con una reflexión incontrovertible por los
resultados violados por el hombre.
Ahora bien, considerando tal principio, se puede suponer que Dios, en este
principio creativo, no creó una tierra vacía ni bacante, como la vemos en
Génesis 1:1, sino que es presentada en un estado de elegancia, perfección
y prosperidad.
a. La acción de distribuir.
b. La acción de administrar, ordenar y supervisar.
c. La acción de dispensar con algún requisito y propósito.
Desde el punto de vista griego, la palabra “oikonomia” proviene de un
verbo que significa administrar, reglamentar y planear; la palabra misma es
compuesta y sus partes literalmente significan dividir, distribuir,
administrar o dirigir los asuntos de un hogar.
Las siete dispensaciones pasadas, se caracterizan por tres cosas que son:
una prueba, un fracaso, y un juicio. La primera es aplicada en la
responsabilidad humana, de allí surge la idea de que cada aspecto de una
revelación equivale a una dispensación determinada; la cual, contiene parte
de las pruebas y la totalidad exegéticas de las declaraciones divinas que se
convierten en las pruebas mismas, por ello, la mayoría de los hombres
fracasan en la prueba y entonces sigue el juicio que es el resultado de su
desviación.
1. Dispensación de la Inocencia
Una de las características más importantes de esta primera dispensación,
es que existieron bendiciones reales, es decir, el hombre fue creado en un
estado de inocencia, donde todas las cosas fueron planeadas y diseñadas
para su felicidad; además fue colocado en un huerto plantado por Dios
mismo, haciéndole Señor de la creación en el Edén; palabra que en el
glosario hebreo, quiere decir “una delicia, gozo, satisfacción y alegría”.
Lo puso en este lugar no para que viviera ociosamente, sino para que lo
guardase y lo labrase. Le hizo una mujer como ayuda y con ella se efectuó
el primer matrimonio en el mundo, para que estuvieran en obediencia,
amor y servicio a su creador.
Dios los bendijo, los unió y les dio responsabilidades de Llenar la tierra,
les ordenó que se en señoreasen sobre la creación terrestre, como
recompensa se les permitió comer de todas las frutas deliciosas que se
encontraban en el huerto, no obstante, Dios hizo una excepción, que del
árbol del bien y del mal no comieran. Dios quería con esto probar su
devoción, fervor, fe y obediencia.
Durante este hecho, la mujer percibió que el fruto era bueno para comer;
de allí, San Juan discierne a cerca de los deseos de la carne, otro enigma
se enfoca en lo agradable que parecía ser tal fruto a los ojos, es
decir deseos de los ojos, lo cual se considera como un ente muy deseable
para hacerse ilustrada, sabia e inteligente vanagloria de la vida, ante
tanto vislumbre, Eva no pudo resistir más, ¡ella comió del fruto! (Génesis
3:6; 1. Juan.2:15-17).
Ahora bien, este hecho se puede asociar como una clase de incentivo o
ilustración cuando el diablo se le presentó al Señor Jesucristo en el desierto
en el lugar de la tentación.
Consecuencias
2. Dispensación de la Conciencia
La dispensación de la conciencia, emprende desde Génesis 3:22; 7:23, es
decir, se nombra desde la caída del hombre hasta el diluvio. Se toma como
el resultado o la causa por haber desobedecido a Dios, es decir, por causa
de haber perdido la inocencia y de haber pasado de inocencia a conciencia,
al hombre le fueron abiertos los ojos de su conciencia. A partir de ese
momento, los hombres tenían conciencia del bien y del mal, y por tanto
total responsabilidad moral.
El Dr. Scofield: lector y crítico de las sagradas escrituras opina que “Como
resultado de la desobediencia, el hombre llegó a poseer un conocimiento
personal y experimental del bien y del mal, del bien como obediencia, y del
mal como desobediencia de la voluntad de Dios que llegó a ser conocida
por el hombre”.
Ahora bien, por causa del conocimiento del bien y el mal, la conciencia del
hombre despertó a través de la desobediencia, “Y dijo Jehová Dios: He
aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el
mal…” Génesis 2: 22.
Es por ello que con el paso del tiempo, se menciona que Caín y Abel
trajeron sus ofrendas al Señor. Caín ofreció la ofrenda de su parecer, pero
Abel, ofreció la ofrenda del acercamiento a Dios, por tal motivo, Dios miró
con agrado la ofrenda de Abel, lo cual hirió el celo y el orgullo de Caín,
llevándolo a pecar ensañándose contra su hermano y asesinándole. Esta es
la primera vez que la palabra “pecado” aparece en la Biblia.
Dios había dicho a Noé y a sus hijos que no volvería a destruir la tierra con
otro diluvio; sin embargo esta generación, dijo: “hagamos una torre que
llegara hasta el cielo”. En otras palabras si Dios nos manda otro diluvio
estaremos a salvo por nuestros medios llegaremos al cielo.
4. La dispensación de la promesa
La dispensación de la promesa inició desde el esparcimiento de la gente
hasta el llamamiento de Abraham. Génesis 12:2,3; 15:18; 17:4-14.
5. La dispensación de la ley
La dispensación de la ley inicia desde que Moisés recibió las tablas escritas
en el Sinaí, hasta la crucifixión del Señor Jesucristo en el calvario; es decir,
desde el Éxodo hasta la crucifixión. 1500 años. Éxodo 24:3-7.
La Ley se caracterizaba por poseer una serie de normas y reglas para guiar
la vida, donde había mucho entrenamiento y disciplina.
De allí parte la idea que la ley que Dios dio a moisés no da vida ni justicia
al hombre, sino que genera exposición y condenación a la humanidad, por
tanto la ley no pudo salvar al hombre ya que de sí mismo no había la
fuerza para guardarle. Romanos 3:19-20; Gálatas. 3:10; 2. Corintios 3:7-
9.
Por la parte sur Judá se degradó haciendo altares a los baales debajo de
cualquier árbol frondoso, y como consecuencia, Dios los castigó con el
látigo de Babilonia, los medos, los persas, los griegos y los romanos en el
tiempo de Cristo.
Por otro lado crucificaron al único hombre que guardó la ley por
completo Jesucristo, por tal motivo, el Señor lloró vagando la colina de
Jerusalén. San Lucas 19:41-44.
Ahora bien, observemos los fracasos y las consecuencias que tuvo Israel al
no haber guardado la ley.
En primer lugar tuvo nueve cautiverios, luego Dios los castigó con sus
enemigos y por último destruyó a Jerusalén setenta años más tarde; y su
evangelio pasó a los gentiles. San Mateo 21:43. San Marcos 16:15. Hechos
10; 13:46.
Existirá un reino que dominará mil años por Cristo en la tierra, será la
séptima y última dispensación de los tiempos, ya que el ser humano de ese
entonces existirá en su estado natural y cabal.
Esta dispensación es conocida como La edad del reino, y será una de las
dispensaciones más favorables para vivir en la tierra; en ese tiempo no
habrá nada que perturbe la mente humana y será una nueva oportunidad
de poder vivir para Dios, tal como estuvo Adán en el huerto del Edén,
durante la dispensación de la inocencia.
Y Dios otra vez derramará sus juicios. Apocalipsis 20:7-9. Fuego caerá del
cielo y consumirá a los impíos. Apocalipsis 20:8, es entonces allí donde la
séptima y última dispensación del hombre terminará en juicio.