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¿Es esto una broma? ¿Pudo ser que haya cogido un grano en particular entre todos los
otros granos de arena?. No. El grano de arena resplandece al sol sobre la palma de tu
mano. Te sientes ridículo pedirle a un grano de arena que te conceda los deseos de tu
corazón. Mientras tanto, tu sirviente té esta mirando expectante. No tienes nada que
perder. Tu pides un deseo, el de poder entrar al reino Sur del mándala, Śrimat (en
sánscrito), conocida como “la gloriosa”.
Mismidad e Igualdad
Entrando imaginativamente al reino de Ratnasambhava (en Tibetano Gyalwa Rinjung)
deberíamos formarnos una idea del tipo especial sabiduría que él personifica. Él
transforma orgullo en samatajnana, la Sabiduría de la Mismidad. Después de la aguda
claridad del amanecer de Akshobya, todo se mezcla en la bruma del mediodía, que es la
hora del día asociado con Rarnasambhava. Su luz brillante suaviza los bordes del
paisaje, todo es mielizado por su radiación dorada. Su Sabiduría rescata los factores
comunes de la experiencia. Ve todo los aspectos de la vida, todas las miríadas de formas
que toma, como marcado por shunyata, todo carece de existencia inherente por igual.
También ve “la humanidad común” en todos los hombres y mujeres, aprecia a todos
ellos por igual. Por lo tanto Ratnashambhava esta particularmente asociado con el reino
humano de la Rueda de la Vida.
Un imagen antigua de Ratnasambhava
Luego también tenemos el mito de Midas. El rey Midas es una triste caricatura de
Ratnasambhava. Él también esta asociado con la riqueza y la igualdad. Todo lo que él
toca se convierte en oro. Sin embargo, él destruye la humanidad de las cosas; incluso su
familia y comida se convierte en oro cuando la toca. Su avaricia lo aparta del reino
humano. Su poder de riqueza se convierte en un tormento para él.
Imagen de Jambhala
Sin embargo, te estarás preguntando que tiene esto que ver con el Budismo. Jambhala es
un Bodhisattva, un ser espiritual altamente avanzado, Ratnasambhava es un Buda
completamente iluminado. Dentro su práctica hay mucho mas que la mera posibilidad
de hacerse rico en el mercado de valores. Entonces, vamos a mirar los diferentes niveles
en los que el simbolismo de la riqueza puede ser entendido.
De todas maneras, cuando meditamos sobre Ratnasambhava uno puede obtener algo de
su abundancia espiritual, él es muy generoso con ella. Morando en su figura amarilla
brillante, con una joya en una de sus manos y el mudra de la generosidad en la otra, uno
comienza sentir dentro de uno mismo una sensación de gran expansividad. Los cambios
esenciales vienen de Ratnasambhava, en niveles de incrementos sutiles a medida que
profundizamos en nuestra meditación, es el efecto de moverse desde la pobreza mental a
la riqueza mental.
De todas maneras, aunque la fe en las Tres Joyas es crucial para cualquier progreso a lo
largo de sendero espiritual, hay una cuarta joya en la que necesitamos tener fe. Esa joya
es nosotros mismos. Tenemos que creer que esta particular masa de carbono que somos
en el presente puede ser transformada en un diamante espiritual.
Puede ser bastante fácil apreciar las hermosas cualidades de las Tres Joyas: el amarillo
oro de la joya del Buda, el profundo azul de la joya del Dharma y el rojo rubí de la joya
de la Sangha. Pero si nos vemos a nosotros mismo imposibles transformar nuestros Ir a
Refugio se convierte en un juego. Admiramos las Tres Joyas desde lejos, y hacemos
pruebas esforzándonos en pegar algo de oropel sobre nosotros mismos pretendiendo que
nos estamos haciendo más brillantes. Aunque, en realidad, muy poco esta sucediendo.
El también nos muestra la salida. No es posible dar verdaderamente sin tener conciencia
de los otros y él es supremamente generoso. Dar te lleva más allá de ti mismo, involucra
ver las necesidades de los demás, que es lo que satisfaría esas necesidades. A través de
nuestra conciencia de los demás entramos en el reino de los humanos, el cual hemos
visto es el reino de la Rueda de la Vida que Ratnasambhava preside.
Cultura y Belleza
Una pintura china
Otra razón por la cual Ratnasambhava es probable que se convierta en una figura
popular en el Budismo Occidental es que se asocia con la apreciación estética.
Sangharakshita lo caracteriza como el Buda de la Belleza. Este es un aspecto muy
importante de la vida espiritual. Sabios y yoguis desde los tiempos del Buda en adelante
han cantado canciones en apreciación de la belleza natural de los lugares donde vivieron
y meditado. Todas las tradiciones budistas han tratado, cada una en su propio modo, de
hacer altares, templos, y ermitas armoniosas y estéticas. Los templos Zen tienen su
belleza espaciosa; los templos Tailandéses con sus formas limpias y pináculos dorados,
los altares tibetanos con su profusión de imágenes y thangkas, a veces sobrecargado
como una avalancha del mundo arquetípico en el mundo cotidiano.
Esta belleza y riqueza es más que una expresión de devoción a las Tres Joyas. La
contemplación de la belleza tiene un efecto refinante y transformador sobre nuestras
emociones, las cuales normalmente están ligadas a aquellas cosas muy básicas que
queremos y necesitamos. No es fácil hacer un salto emocional del disfrute de estas
satisfacciones relativamente ordinarias para obtener nuestro sustento emocional del
reino de los Budas y Bodhisattvas. Necesitamos destetarnos gradualmente de una y
aprender a nutrirnos con la otra. Aquí es donde la cultura, la apreciación de la belleza en
la naturaleza y las artes tiene su lugar. A través de morar en la belleza natural, o en
trabajos artísticos famosos como los de Shakespeare, Bach, Miguel Ángel, o Rafael,
nuestras energías se hacen más refinadas. De ser un humano-animal, escalamos hacia le
pico de los logros humanos desde donde es relativamente fácil hacer un salto profundo
hacia el cielo de la conciencia Iluminada.
Sin embargo, al venir a occidente, el Budismo esta encontrando una cultura cuyo
desarrollo data de 2000 años atrás hasta la época de griega clásica. No es realmente
practico para los occidentales ignorar sus raíces culturales y simplemente asumir una
cultura oriental. Debe tomar lugar un dialogo, y puentes deberán ser construidos, entre
el Budismo y la cultura occidental. Este proceso incluirá identificar los escritores y
artistas occidentales cuyos trabajos tienen un vislumbre del Dharma dentro ellos. Por
otro lado, la cultura occidental en si misma va a aprender del Budismo, y esto podría
producir una nueva floración dentro de esta. Después de todo, el descubrimiento de la
Grecia antigua trajo como consecuencia un renacimiento en el occidente. ¡Cuanto más
grandes serán los logros de aquellos artistas, poetas, escultores y dramaturgos
occidentales que respondan al descubrimiento del Dharma!. En todo esto,
Ratnasambhava aparecerá derramando su fresca belleza e inspiración. Él dará sus joyas
espirituales presidiendo nuevamente un renacimiento del espíritu humano como un
Lorenzo de Medici iluminado.
La diferencia entre dos actitudes esta muy bien ejemplificada por la reacción de dos
visitantes en Londres en los principios del siglo diecinueve. El poeta Wordsworth , de
pie sobre el puente Westminster en una mañana temprano del verano de 1802, escribió
un soneto famoso que comienza:
Llevando esto aun más lejos, podemos asociar Ratnasambhava con la ecología y
cuestiones relacionadas con el medio ambiente. Él tiene conexión con la tierra, la
fertilidad y la floreciente abundancia de la vida. Además posee el antídoto para orgullo;
es este irrazonable orgullo el que hace que la raza humana este causando un daño
irreparable a nuestro bello planeta. Su sabiduría puede enseñarnos a apreciar
estéticamente la tierra, en vez de estar constantemente buscando nuevas formas de
explotarla.
La súper abundancia de Ratnasambhava nos lleva a asociarlo con otra cualidad que
tiene conexión con la apreciación estética. Esa cualidad es la de tener una actitud lúdica,
de jovialidad y gracia. Tener gracia, sentido del humor y una actitud lúdica es un signo
de energía de extra, y de poseer una perspectiva más amplia que la necesaria para hacer
lo que sé esta haciendo. Es creatividad sin un objeto en vista, mas allá de sí misma.
Como tal es una celebración de la conciencia humana. La energía que derrama de
Ratnasambhava, la ebullición de la vida espiritual, nos da una visión relajada, expansiva
y abundante energía. A partir de esto podemos recrearnos sin necesitar una razón o
justificación.
El caballo viento
Es como si el Budismo dijera “toda tu vida has estado buscando realizarte, en el dinero,
sexo, pareja, éxito y así sucesivamente. Tu intuición de que la completa felicidad es
posible es correcta; solo que has estado buscando en el lugar equivocado, entre los
fenómenos impermanentes. Lo que has estado buscando todo el tiempo, intuitivamente,
es el Bodhichitta. Cuando tu tienes eso, lo tienes todo. Todos tus deseos serán cumplidos
por esa experiencia. Shantideva en su libro “La Marcha hacia a Luz”
(Bodhicaryavatara) compara la extraordinaria sensación de gozo y sorpresa que
acompaña el Surgimiento del Bodhichitta con aquella que siente un hombre ciego al
encontrar una joya preciosa en pila de estiércol.
En alguna iniciaciones t ántricas aquellos que reciben la iniciación toman “el voto de
Ratnasambhava”. Esta es una promesa de siempre dar cosas materiales, amistad,
intrepidez y el Dharma a cualquiera que lo necesite. Algunos Bodhisattavas han dado
todo lo que tenían, incluso la vida y miembros del cuerpo para ayudar a los otros. Al
mismo tiempo, generosidad y altruismo, incluso en esta escala no se ve como una
prueba terrible. El trabajo en el mundo del Bodhisattva es descrito como Lila ¡actitud
lúdica, gracia y humor!. Esto porque el Bodshisattva, en quien ha surgido el
Bodhichitta, no se engancha con las cosas. Todo lo que hace es natural y espontáneo. El
Bodhisattva vive permanentemente dentro del “gran mándala”, mora todo el tiempo en
él mándala de los cinco Budas. El o ella esta constantemente en contacto con
Ratnasambhava, viviendo en su Tierra Pura.
Esta Tierra Pura, donde la sabiduría suprema de Ratnasambhava reina, tiene toda las
características de la era dorada descripta en mitos y poesía. Sus habitantes son
prósperos, ya que ellos pueden atraer indefinidamente de las riquezas espirituales de
Ratnasambhava. Ellos viven una sociedad igualitaria, ya que todas las divisiones y
distinciones se han derretido en su luz dorada. Ellos son inocentes de egoísmo y de la
avidez y odio que este engendra. Son gráciles y joviales, con una constante
espontaneidad de Bodhisattva. Ellos son creativos tanto artísticamente como
espiritualmente, ya que ellos decoran sus alrededores y sus mentes con formas cada vez
más atractivas y agradables.
Para entrar a la Tierra Pura, la Gloriosa, solo tienes que mirar en el impasible espejo de
Akshobya. Mientras miras cuidadosamente la procesión de formas de vida que se
reflejan en él, incluido tu mismo, llegas a entender que sus profundidades todo es lo
mismo. Y entonces ya no tendrás miedo desaparecer por el hecho relajar tu limites o
bordes. No vas a dejar de dar por temor a quedarte con nada. Con gozo te darás a ti
mismo completamente. Luego encontraras que has ganado el mundo. Que has heredado
la inextinguible riqueza de Ratnasambhava.