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Vistos:
Que, con fecha 27 de noviembre de 2009, don … interpone reclamo ante esta
Defensoría del Asegurado con relación a la Póliza de Seguro Nro. …, solicitando que …
otorgue cobertura al siniestro (accidente vehicular con daños materiales a la unidad
asegurada con placa de rodaje …) ocurrido con fecha 31 de octubre de 2009;
Que, analizado dicho reclamo, esta Defensoría determina que, en razón de su cuantía, el
mismo se encuentra dentro de su ámbito de competencia material y, además, que ha sido
presentado dentro del plazo de 180 días calendario establecido en su Reglamento, ya
que mediante carta …, de fecha 12 de noviembre de 2009, … informó al asegurado que
rechazaba la atención del siniestro porque el conductor contaba con Licencia Militar, lo
que no le permitía manejar vehiculares particulares ni públicos por ser suboficial de las
Fuerzas Armadas, operando la correspondiente exclusión de cobertura;
Que, habiendo sido notificada del reclamo, …, mediante escrito presentado con fecha
31 de diciembre de 2009, remitió a esta Defensoría sus correspondientes descargos;
Que, habiendo sido invitadas ambas partes para fundamentar sus respectivas posiciones,
con fecha 8 de febrero de 2010 concurrieron a la sede de esta Defensoría para dicho
efecto;
Considerando:
Segundo: Que, el artículo 1361 del Código Civil sanciona que los contratos son
obligatorios en cuanto lo expresado en ellos, presumiéndose que lo declarado
corresponde a la común intención de las partes de generar una relación jurídica que se
regirá por dichas declaraciones y, en su defecto, por la aplicación supletoria de la ley,
siendo que la parte que niegue dicha coincidencia deberá probarlo.
Tercero: Que, el artículo 380 del Código de Comercio establece que el contrato de
seguro se rige por los pactos lícitos contenidos en la póliza, siendo que la misma debe
contener las condiciones de cobertura de riesgos, conforme al artículo 326 de la Ley
Nro. 26702 – Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica
de la Superintendencia de Banca y Seguros.
Cuarto: Que, el artículo 196 del Código Procesal Civil establece los principios básicos
de la carga de la prueba, al señalar que, salvo disposición legal diferente, la carga de
probar corresponde a quien afirma hechos que configuran su pretensión, o a quien los
contradice alegando nuevos hechos.
6.2. De otro lado, conforme al artículo 10º del Reglamento Nacional de Licencias de
Conducir vehículos motorizados y no motorizados de transporte terrestre,
aprobado por Decreto Supremo Nro. 040-2008-MTC del 18 de noviembre de
2008, para fines de conducir vehículos dentro del territorio nacional tiene validez
las licencias de conducir y permisos internacionales que se enuncian
taxativamente, entre los cuales constan “Las licencias otorgadas exclusivamente
al personal de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú en situación de
actividad”.
De acuerdo a lo sostenido en el reclamo interpuesto, la norma anteriormente
reproducida habría dejado sin efecto la restricción contenida en el artículo 50º
del Reglamento Administrativo Militar de Tránsito, de manera que el titular de
un brevete militar (tratándose específicamente de un suboficial) estaría
autorizado para conducir toda clase de vehículos, militares y civiles, aunque en
este último caso, la autorización sólo operaría respecto de los vehículos
particulares y no de servicio público. En consecuencia, el reclamante -como
suboficial de la Policía Nacional del Perú (y no de las Fuerzas Armadas como se
expresa en el rechazo)-, conductor del vehículo siniestrado, sí habría contado
con licencia para conducirlo, vigente y auténtica, por lo carecería de legitimidad
el rechazo invocado por RÍMAC SEGUROS.
6.4. Este colegiado asume que por el hecho inobjetable que los brevetes militares se
expiden conforme a su propia reglamentación, lo cual incluye requisitos y
condiciones de uso, entre otros aspectos, no corresponde sostener que su
reglamentación privativa ha quedado derogada o es inaplicable por el simple
hecho que el actual Reglamento Nacional de Licencias de Conducir no hace
expresa referencia o mención al mismo, a diferencia del anterior Reglamento de
Licencias de Conducir para Vehículos Motorizados de Transporte Terrestre
aprobado por Decreto Supremo Nro. 015-94-MTC del 13 de junio de 1994.
6.6. A mayor abundamiento, este colegiado destaca lo expresado en los Oficios Nros.
1155 SECC BREV MIL/EMG del 14 de octubre de 2009, y 14413-2009.-
MTC/15.03 del 9 de diciembre de 2009 (cuyo mérito probatorio ha sido ofrecido
por RÍMAC SEGUROS), que ratifican lo precedentemente expuesto. No
obstante, este colegiado deja expresa constancia que, en rigor, dichos oficios en
sí mismos no representan ni pueden interpretarse como normas de derecho que
permite sustentar el rechazo de …, ya que se trata de simples actos de
administración, dado que su base legal radica estrictamente en el artículo 50º del
Reglamento Administrativo Militar de Tránsito, de manera que el titular de un
brevete militar (tratándose específicamente de un suboficial) sólo está autorizado
para conducir vehículos militares dentro del territorio de la República, por lo que
dicha autorización no opera respecto de los vehículos particulares, menos de
servicio público. Este colegiado deja además constancia que dicha diferencia
entre el régimen aplicable al brevete militar de quien es oficial y de quien no lo
es, puede explicarse bajo la estructura de organización y funcionamiento de las
Fuerzas Armadas y Policiales, vertical por naturaleza, aunque ello resulte ajeno
y extraño para quienes no conforman dichos institutos.
Dado que la exclusión de cobertura pactada establece que no se cubren los daños
cuando el vehículo asegurado sea conducido por persona que carece de licencia de
conducir vigente y auténtica que corresponda al tipo de vehículo, este colegiado estima
que dicha situación fáctica se produjo con ocasión del siniestro, por cuanto el brevete
militar del asegurado no permite conducir el tipo de vehículo asegurado, particular, de
manera que la exclusión invocada está plenamente acreditada por RÍMAC SEGUROS y
es plenamente oponible porque las condiciones de cobertura (y exclusiones) han sido
conocidas oportunamente por el reclamante.
Sétimo: Por último, atendiendo a que en el reclamo se solicita la aplicación de algún
pronunciamiento que se haya expedido tratándose de algún caso similar al reclamado,
este colegiado deja expresa constancia que su posición sobre la existencia y vigencia del
régimen normativo privativo sobre los denominados brevetes o licencias militares para
conducir vehículos es invariable respecto a otros pronunciamientos, más allá del
régimen general sobre licencias de conducir expedido por el Ministerio de Transportes y
Comunicaciones, siendo que el sentido de lo resuelto finalmente está subordinado a una
serie de circunstancias y elementos de juicio relacionados a cada caso en particular, los
mismos que por su naturaleza no pueden aplicarse extensivamente.
Resuelve: