Sei sulla pagina 1di 52

INSTITUTO DE

LA MASCARÁ
REVISTA PRESENTAN
‘EMAS QUE PICAN
ES Coordinan y dicen
5 Enrique Carpintero y
‘GOS Mario J. Buchbinder
JUEVES 10 de SETIEMBRE
“UN CAMINO La creatividad: A partir de la proyección
CREATIVO de un compacto de 30’ de la película
HACIA LA SALUD” Barton Fink de los Hnos. Cohen,.
JUEVES 1 DE OCTUBRE
Clases Grupales e Cuerpo y Psicoanálisis: A partir de la
lectura de un cuento.
Individuales.
Asesoramiento a JUEVES 12 DE NOVIEMBRE
Creatividad y Cuerpo en la Clínica
Profesionales. Psicoanalítica Actual
Coordinación
LIPOVETZKY
ALICIA
Informes 861-3726
Mensajes 814-3176 / 864-9215

ENTRADA LIBRE CON INSCRIPCIQN PREVIA

TOPIA REVISTA PRESENTA


Editorial TALLER DE REFLEXION
MUJER VIAGRA HOMBRE
-

IEL DESEO NO SE RINDE!


COLECCION PSICOANALISIS, SOCIEDAD Y CULTURA
COORDINADORES
Silbando en la Oscuridad: Música y Psicosomática Lic Alfredo Caejro Lac César Hazaki
Carlos E. Caruso
El Edipo después de El Edipo La sexualidad ‘amente puesta
Del Psicoanálisis aplicado al Psicoanálisis impUcado en debate, Iparición del
Alfredo Grande Viagra. Ries :ades del deseo
El Cristo Rojo. Cuerpo y Escritura en la Obra de
Jacobo Fijman. Aportes para una biografía. sexual a la pastilla.
Daniel Calmels
La Tolerancia. Atravesamientos en Psicología,
24 de setiembre 1 20 hs.
Educación y Derechos Humanos. J. E. Uriburu 1045 Capital
Angel Rodríguez Kauth/Mabel Falcón Informes de 9 a 12 hs 551-2250
COLECCION AUTORES De 13 a 15 hs 831-5140
Tangos y boletos para cantar en el diván. Carlos Pérez ENTRADA LIBRE CON INSCRIPCION PREVIA
Los riesgos del feminismo. Liliane Bar
Memorias de la ciudad redonda. Alicia López
EN DISTRIBUCION
Enciclopedia de la Sexualidad Infantil
Enrique Carpintero / César Ilazaki. Editorial Bookman
La Poética del Tiempo. Hector Freire Editorial Graffiti
-

a Puma Apaai4a
Registros de lo Negativo. El cuerpo como lugar
del inconsciente, el paciente límite y el dispositivo
topicoanalítico. Enrique Carpintero
. . .
TOPIA: LUGAR
.- .-

. ....

Una revista de pensamiento crítico . ._. .•


i

...—
.. ... _. — .

donde el psicoanálisis se encuentra


con la actuaUdad de la cultura. Editorial: La libertad está con los otros


Enrique Carpintero 4
Año VIII Nro, XXIII Agosto /Octubre 1998 La libertad y el otro: Una reflexión psicoanalítica
Gilou García Reinoso
DIRECTOR
Enrique Carpintero La comprensión precoz de la libertad
COORDINADOR GENERAL
Alejandro Vainer
Silvia Bleichmar 11
COORDINADOR INSTITUCIONAL
César Hazaki Rescatar a Fromm
ASESORA AREA CORPORAL Alejandro Vainer 13
Alicia Lipovetzky
ARTE Y DIAGRAMACION Acerca de la etificación del psicoanálisis:
Víctor Macri
CONSEJO DE REDACCION
Calamidad de Jean Allouch
Gabriefa Beker Juan Carlos Volnovich 16
Sandra Borakievich
Héctor Freire El pensamiento bestia
Leandro Dibarboure
César Hazaki 21
Alfredo Caciro
Vago Franco
CONSEJO DE ASESORES El amor en los tiempos de Hannibal Lecter
Fernando Ulloa Yago Franco 23
Migue) Vayo
Gilou García Reinoso A.P.S., la salud mental y el psicólogo
Juan Carlos Volnovici,
Ricardo Estacoichic
Mónica Yánez 29
Horacio González
Monika Arredondo Psicosis y cultura
Alfredo Grande David Moscovich 32
Angol Rodríguez Kauth (San Luis)
Miguel Angel de Boer (C. Rivadavia)
La inclusión de lo corporal en el Hospital Público
Rasia Fnedler (Corresponsal en Uruguay)
DISTRIBUC ION Liliana Singerman 36
MOTORPSICO
EDITOR RESPONSABLE La inteligencia de la perversión
TOPIA REVISTA: Héctor Freire 38
Enrique Carpintero!
César Hazaki ¡Alejandro Vainer
Suplemento LLUVIA NEGRA 41
INFORMACION Y SUSCRIPCIONES
TEL: 602-5434 1 326-4611
FAX: (54-1) 551-2250 LAS PALABRAS Y LOS HECHOS 43
Correo electrónico:
topia@psico.net Un Psicoanalista en el 2050 (1)
INTERNET
http//:www.psiconet.com/topia Héctor Fenoglio 48
CORRESPONDENCIA
Juan Maria Gutiérrez 3809 32 A Un Psicoanalista en el 2050 (II)
(1425) Capftal Federal
Silvia Yankelevich 49

II. • 1 • 1 III’ I•I•II •• •

Registro Nacional de la Propiedad Intelectual 1(1 II’ 1 • (‘1. •‘ 4’ • 1’

N 221999. Las opiniones expresadas en los artículos .1 • 1 • III,’. • 1, II, •

firmados son responsabilidad de sus autores y no


necesariamente coinciden con la de los miembros de la II l.II• Ii. 1 • II
redacción.
•1 1 1•
Se permite la reproducción total o parcial con la
aorización correspondiente. I•i . 1 1.

.1 • I• II 1 •• 1.•’ ll.I. P• .1

3
TOPIA REVISTA
Editorial: Enrique Carpintero
I.4a libertad deja de ser democrática cuando

está con se prolonga en la exigencia de


una diferencia de los derechos”.3

los otros En este sentido tolerar al otro no


implica tolerar sus opiniones. To­
lerar al otro es respetarlo como
za una contradicción entre la li­ persona aunque nos lleve a criti­
bertad individual y las necesida­ car sus opiniones o, incluso, lle­
des de una cultura que puede gar a combatirlas. Por ello afirma
1 posibilitarla o limitarla. Spinoza “Si la esclavitud, la bar­
El sujeto le tiene miedo a su pro­ barie y la soledad han de ser lla­
pia libertad. Le tiene miedo a su madas paz, nada más deplorable
deseo. Esto lo sabemos aquellos para los hombres que la paz”4.
que ejercemos la práctica del psi­ Esto nos plantea algunas cuestio­
coanálisis. El deseo suele ser vi­ nes referidas a la ética.
vido como peligroso. Pero tam­
bién el sujeto le tiene miedo a la “En el principio fue la
libertad de los demás en tanto acción”
los demás dejan de ser previsi­
bles. El miedo es el miedo al otro 8aruch Spinoza vivió en el siglo
que puede sacarme lo que consi­ XVII donde conoció el miedo a la
dero mío. Si mi libertad es peli­ libertad producido por un poder
grosa en tanto puedo encontrar­ que no aceptaba su pensamiento.
me con la incertidumbre de mi La filosofía de Spinoza es un sis­
deseo que desconozco y, por lo tema. Esto significa que la rige
tanto, puede dañarme, mucho un principio presente en cada
más peligroso es encontrarme uno de los eslabones que const­
Una de las características de la con el deseo del otro. ituyen sus argumentaciones. Sin
cultura es que regla los vínculos Cuando hablamos de libertad este principio que expresa al Ser
entre los seres nos estamos refiriendo a que nos como totalidad, ninguna “cosa”
humanos. De no existir tales vín­ tenemos que hacer responsables dentro del sistema podría ser, ni
culos quedarán sometidos a la ar­ de nuestra condición de sujetos tampoco ser comprendida. Es
bitrariedad del individuo el de finitos y de nuestro deseo. Impli­ decir, ninguna ciencia -1a física,
mayor fuerza impondrá sus inte­ ca equivocarse. Si nunca nos pa­ la ética, la política, la psicología,
reses y deseos. Es así como la cul­ sa nada desagradable en la re­ etc- podría constituirse seria­
tura favorece la “fuerza de la ra­ lacióncon los otros es porque no mente. Pretender explicar la tota­
zón” por encima de la “razón de somos libres. Libertad es ruido, lidad del sistema de pe­
la fuerza”. molestias, desorden, debates, nsamiento
de Spinoza excede este
Por ello Freud plantea que es un discusiones y peleas. En definiti­ artículo
editorial. Solamente trataré de
mandato “amar al prójimo” ya va, la incertidumbre que implka desarrollar algunas ideas referi­
que esto no es natural de la con­ no estar tranquilos. La paz sólo das a la condición pasional de to­
dición humana.1 Naturalmente se encuentra en los cementerios. do ser humano y. por extensión,
el yo en su unicidad permite so­ Vivir en libertad es estar con per­ el principio de toda sociedad, re­
portar el odio y el miedo. Para sonas y en situaciones que no se lacionando producc­
la misma con la
amar hay que renunciar a ese yo toleran. El problema de todo ión y la praxis.
de la omnipotencia narcisista in­ grupo humano es cómo convivir “En el principio era el verbo”, así
fantil que se basta a sí mismo y con lo que no se tolera del otro. comienza el evangelio de San
poder reconocer que somos parte La pregunta es cómo establecer Juan. El Fausto de Goethe se pre­
de los otros. Cuando nos aisla­ una cultura cuyo único límite gunta ¿Qué puede traducirse
mos el yo en su soberbia se sien­ sean los intolerantes. Una cultu­ adecuadamente como Verbo?. Su
te glorioso y se hunde a la vez.2 ra donde el respeto de las dife­ respuesta es “En el principio era
En este sentido la cultura lleva al rencias esté sostenido en una la Acción”. La idea de un Dios
establecimiento de una organiza­ igualdad económica, política y que se define mediante la acción,
ción económica, política y social. social. Caso contrario ocurre lo mediante el acto de creación del
La misma se reglamenta en nor­ que plantea Fernando Savater mundo lo reconforta. Su Dios se­
mas sociales que se formalizan “La reivindicación del derecho a rá el del Antiguo Testamento, del
jurídicamente. Pero aquí comien­ la diferencia en la democracia Génesis, que se define y prueba
4
REVISTATOPIA
su divinidad creando el cielo y la y animales repartieran entre to­ ra que se constituya una socie­
tierra.5 dos ellos las cualidades que cada dad de productores libremente
También Spinoza plantea que el especie necesitara para vivir. asociados.’ Su vigencia permite
conocimiento se realiza en la ac­ Prometeo tuvo la debilidad de no sólo un pensamiento crítico
ción. La filosofía spinoziana es dejarle a su hermano la distribu­ de las formas actuales del capita­
conoce
una filosofía de la acción. Se ción de los dones, el cual dispen­ lismo sino de las experiencias
obrando y se obra conocien­ só todas las facultades en favor socialistasburocráticas-autorita
do de manera que conocer es ha­ de los animales. Cuando tuvo
cer y hacer es conocer. En este ha­ que ocuparse de los humanos no Es que el poder no es compartido
cer se ponen en juego la pasiones tenía más bienes para distribuir. con cada uno de los ciudadanos.
del ser humano. En él vamos a Es así como Prometeo descubre El poder no se tiene, se ejerce.
encontrar pasiones alegres que lo que mientras los demás vivientes Desde esta perspectiva Paul Ri­
potencian y pasiones tristes que estaban armoniosamente dota­ coeur plantea que el problema de
lo deprimen y entorpecen su po­ dos, los humanos se encontraban la política es la libertad para
tencia. El esfuerzo ético de Spino­ desnudos y desvalidos para que el poder funde la libertad
za, es decir, su política consiste podersobrevivir. Entonces Prome­ por su racionalidad como que la
en transformar las pasiones tris­ teo decide robar el fuego del ta­ libertad limite el poder por su
resistencia.
tes en pasiones alegres. Mientras ller de Hefestos para dárselo a 8
padecemos somos sujetos de las los seres humanos. De esta En la actualidad se ha creado un
pasiones tristes somos cautivos, manerapudieron hacerse de los re­ imaginario social donde sólo
dependientes y carecemos de 11- cursos necesarios para la vida. existe la libertad de tener y el po­
bertad. Pero no luchamos contra Lo único que no pudieron hacer der de dominar lo que lleva al ser
la pasiones tristes con la Razón es organizarse y vivir en ciuda­ humano a la incertidumbre y la
sino con la fuerza da las pasiones des, puesto que para ello no era indiferencia La actual sociedad
alegres, transformando la Razón suficiente poseer la sabiduría útil basada en la supuesta economía
en una razón apasionada. Pero para la vida que proporcionaba de libre mercado no potencia la
esta Razón es una razón con los el fuego. Además era necesaria la capacidad de elegir ya que, no
otros. Por ello se pregunta Spino­ sabiduría política para que no vi­ sólo la limita a algunos de sus
za ¿Por qué hacemos la suposi­ vieran permanentemente en gue­ miembros sino restringe la liber­
ción de que tenemos libre volunt­ rra. Al ver amenazada la especie tad al banalizar su potencia.
ades?. La respuesta está en pen­ humana, Zeus decide enviar a Un posmodernismo ahistórico y
sar que somos entidades separa­ Hermes para que lleve el respeto acuitural conviene al afianza­
das. En este pensamiento no ve­ y la justicia. Al preguntarle Her­ miento del poder al aumentar la
mos nuestra unión real con los mes si debía repartir los nuevos incertidumbre donde todo vale y
otros. No vemos que fueron otros dones a todos los humanos o se cree que todo debe ser inven­
seres humanos los que dieron sólo algunos como ocurre con las tado nuevamente. Para ello no
principio a nuestro pensamiento, habilidades técnicas, Zeus res­ debe haber memoria.
quienes, por decirlo así, pensaron pondió: a todos por igual ya que En este sentido los caminos de la
primero y por nosotros nuestro las ciudades no podrían subsistir vida no están trazados. El pro­
pensamiento. Todos somos como si sólo una minoría tuviera esos blema del libre albedrío es falso
una sola Mente y un solo Cuerpo. sentimientos.6 ya que plantea dos opciones : li­
Es en este cuerpo social donde Las fuentes del poder son el mie­ bertad o determinación. En la
podemos encontrar nuestra liber­ do y la condición finita del ser búsqueda de una respuesta a es­
tad. La libertad está con los Otros. humano. Cuando un poder está te problema el posmodernismo
Por miedo a la libertad no nos re­ por encima de las facultades re­ apela al azar para contraponerse
conocemos en los otros, en sus guladas democráticamente por a libertad que hace del ser huma­
diferencias y nos refugiamos en el conjunto de los ciudadanos es no un dios o al determinismo
nuestro narcisismo, Por ello decía porque éstos le otorgan la apti­ que pretende borrar la incerti­
Antonio Machado “El que no ha­ tud de mitigar el miedo y las dumbre. Debemos Situar el pro­
bla a un hombre no habla al hom­ consecuencias de la finitud. Esto blema de la elección en otros tér­
bre ; el que no habla al hombre no ha llevado, en las dictaduras, a minos. Este no depende de una
habla a nadie”. generar un imaginario social que subjetividad libre de determina­
crea una falsa seguridad. De esta ciones ni de una presencia divina
Poder y libertad manera poder y libertad están que mueve los hilos del mundo
Platón escribe el mito de Prome­ vinculados : a más poder menos Tampoco es el resultado del azar
teo y Epimeteo a través del filó­ libertad y viceversa. El proyecto sin que se pueda trazar una ley o
sofo Protágoras. Este narra que marxista plantea un poder que regularidad sin caer en los dioses
cuando Zeus envió a Prometeo y establezca relaciones iguales en­ del libre mercado o de cualquier
su hermano Epimeteo que pobla­ tre los miembros de la sociedad otro. Muchas veces se acude al
sen el mundo de seres humanos cuyo objetivo es desaparecer pa- azar para no poner en juego la

5
¡0PtA REVISTA
capacidad racional del sujeto. La Bibliografía
misma nos lleva a preguntarnos 1. Freud, Sigmund: El malestar en tica de corte liberal, a la manera
¿Qué es lo que se elige, para qué la cultura. Amorrortu ediciones, de lig1aterra, Francia y Nortea­
y por qué? ¿Entre qué términos tomo XXI, Buenos Aires, 1979. mérica? ¿O, por el contrario, de­
se produce la elección? .
2. El concepto de “yo soporte” y bía mantenerse al margen de ta­
La actual cultura que se suele lla­ la cultura como “espacio sopor­ les preocupaciones ‘mundanas’ y
mar postmodema en realidad es te” están desarrollados en un cultivar un estilo de vida ‘germa­
una culminación del proyecto de no-cristiano’ introspectivo?. El fi­
texto que próximamente editará
la modernidad. Esto es así en tan- Topía editorial. Carpintero, Enri­ losemitismo y el antisemitismo
to hay una continuidad entre el que Registros de lo negativo. El alemanes deberían ser vistos en
proyecto de la modernidad y las cuerpo corno lugar del inconsciente, el contexto de este simbolismo,
condiciones materiales de la so- el paciente límite y el dispositivo to­ que identificaba la comunidad
ciedad actual. A partir del desa­ picoanalítico. judía del siglo XIX con el Dios
rrollo de las fuerzas productivas 3. Savater, Fernando: El conteni­ del Antiguo Testamento, y a am­
-como nunca se han dado en la do de la felicidad. Ediciones El bos con los modernos tipos de
historia de la humanidad- se País, Madrid, 1987. activismo y mundanidad. Marx,
pueden establecer las condicio­ Humanismo impenitente. Edicio­ en su primera Tesis sobre Feuer­
nes para fundar lo que en la mo­ nes Anagrama, Barcelona, 1990. bach (1845), señala la afinidad en­
dernidad se entendió como un tre el humanista radical Feuer
Política para Amador. Editorial
proyecto utópico : tiria sociedad bach y sus reaccionarios oponen­
Ariel, Buenos Aires, 1993.
igualitaria. Esta utopía -no lugar­ tes ‘germano-cristianos’: ambas
4. Spinoza, Baruch: Tratado políti­
deja de ser tal para transformar el partes ‘sólo consideran a actitud
co. Editoria’ Universitaria, San­
poder en una herramienta eficaz teórica como la auténticamente
tiago de Chile, 1989. En especial
que puede ofrecer alternativas la excelente introducción, tra­ humana, mientras que concibe y
para superar las condiciones de plasma la práctica sólo en su for­
ducción y notas realizadas por
existencia a través de una am- ma suciamente judaica’, es decir,
Humberto Gianrnni y María Isa­
pliación de la libertad nacida de la forma del Dios judío que se
bel Flisfisch.
una razón apasionada y realiza­ Etica. Editorial Aguilar, Buenos ensucia las manos construyendo
da históricamente. Si la postmo­ Aires, 1982. al mundo”.
dernidad es el fin de la utopía de Berman, Marshall: Todo lo sólido
Tratado teológico-político. Editorial
la modernidad es porque hoy es­ Altaya, Barcelona, 1997. se desvanece en el aire. La experien­
ta es materialmente posible. Sin cia de la modernidad. Editorial Si-
5. “El conflicto entre los dioses
embargo lo que predomina es la del Antiguo y el Nuevo Testa­ gb XXI, Buenos aires, 1989.
desesperanza. La característica 6. Este mito fue extraído de Poder
mento, entre el Dios del Verbo y
del actual capitalismo es que ha y libertad en la sociedad posmoder­
el Dios del Hecho, desempeñó
sabido adecuarse a lo más prima­ un importante papel simbólico na. H. Daniel Dey, editorial Al­
rio de la subjetividad en todo su­ en toda la cultura alemana del si­ magesto, Buenos Aires, 1995.
)eto humano : su egoísmo y crue’­ 7. Marx, Karl: Los manuscritos
glo XIX. Este conflicto, expresa­
dad. Es decir la afirmación de un económicos-filosóficos en Fromm,
do por los pensadores y escrito­
yo que se alimenta del odio y vi­
res alemanes desde Goethe y Erich: Marx y su concepto del hom­
ve dei miedo. Esto lo podemos
Schiller a Rilke y Brecht, fue de bre, Fondo de Cultura Económica,
observar en las manifestaciones
hecho un debate velado sobre la Buenos Aires, 1990.
de nuestra cultura. Las cuales no
modernización de Alemania : 8. Ricoeur, Paul: Ideología y uto­
son un defecto de la misma sino, pía. Editorial Gedisa, Barcelona,
debía lanzarse la sociedad ale­
por el contrario, la condición ne­ 1994.
mana a una actividad práctica y
cesaria para que se sigan repro­ 9. Trias, Eugenio: Tratado de la pa­
material ‘judía’, es decir al desa­
duciendo las actuales condicio sión. Editorial Mondadori, Ma­
rrollo económico y la construc­
nes del tejido social y ecológico. drid, 1988.
ción, junto con una reforma polí
Construir una topía -un lugar- re­
quiere la necesidad de una políti­
ca que retome los grandes relatos
de la historia donde -como se
plantea en el mito de Prometeo y
Epimeteo- el respeto y la justicia
para todos los seres humanos son
condiciones para que se constitu­
ya una cultura basada en la liber­
tad y la solidaridad. Caso contra­
rio las ciudades no podrán sub­
sistir.
REVISTATOPIÍ1
La Libertad y el otro Gilou GarcíaPsicoanalista
Reinoso

Una reflexión psicoanalítica


“El hombre es el ser cuya esencia consiste en existir para el prójimo”.
J. Paul Sartre: “La República del silencio”.

La Historia de Pepito
Un niñito -Pepito, seis años, edad lea por los bienes) es la represen­ Verneinung”
“Comentario sobre la
de giro importante para la consti­ tación del conflicto estructural: el 3- es: “simultáneamente
tución subjetiva-. Sale a pasear de la diferencia; la alteridad no negar, suprimir, y a la vez con­
con su papá. Acaba de terminar se resuelve pacíficamente sin que servar, pero fundamentalmente
-con una fuerte peLea, en la que sean necesarias varias operacio­ “levantar”, “alzar”. “Aufhen­
llegaron a las piñas- un juego con nes. El que plantea la no uni­ bung” de la represión, y nt -

su amigo del alma; los tuvieron cidad, la no completud -(del Yo miento de l represión; lo que
que separar porque “se mata­ ideal)-, da testimonio ineludible equivale a su aceptación, sino só­
ban”. de la división constituyente, de lo bajo este modo contradictorio
Pepito va, cabizbajo, mascullan­ la diferencia. Alteridad radical, de afirmaciónpot 1 negación.
do. De pronto interroga a su
padre, que el psicoanálisis propone La enunciación (inconciente) de
quiere comprender: abordar; el psicoanálisis es el Pepilo sería: “Yo np soy el (él)
“Papá, qué es la libertad?” descubrimiento del otro, ajeno, que le haría al otro lo que yo de­
Pregunta filosófica en la que se irreductible, en .ino mismo: el inz seo = matarlo”; y al negarlo indi­
imbrica la experiencia singular, con i n esa dimensión que ha­ ca lo que sí es: “ese otro interior,
íntima, con una premisa de la bla una historia no sabida. ajeno a mí (conciencia) y al que
condición humana; el ser y el Pepito nos muestra lo que Freud des-conozco; él es el que desea
existir. describe como la génesis del
pensar. destruir al otro -exterior-, mi
El papá, distraído, contesta de­ amigo, en el puedo reconocerme,
masiado rápido: “Es hacer Jo que “Ah! ¿pero no al otro no?” al que quiero preservar, para po­
uno quiere.” Pepito escucha, lo Malestar interrogació­
suspenso e der seguir siendo y seguir jugan­
mira, se queda pensando, ylo in­ n. do”.
terpela: Elementos clave para el pensa­ Jugar es constituyente de la
“Ah! ¿pero no al otro no?” miento y la libertad: planteo éti­ 4 es la posibilidad de
subjetividad
Esta pequeña historia es muy co y filosófico que daría la base dirimir la diferencia que divide
profunda: plantea difíciles
artiLulacione para la acción en la realidad. inz al sujeto y lo decentra. No la su­
: entre el sujeto y el troduce el No en su función de prime, sino al contrario, es la
otro; la pulsión y la ética; el deseo símbolo. diferencia que es posible no estar
y su límite; la libertad y el dere­ Bajo la f rma de la nçgión afir­ solo con su desgarro interior.
cho. En suma, plantea la diferen­ -y al hacerlo traspone, trans­ Poder jugar, permite también
cia como dificultad intrínseca a forma, y reinscribe- su deseo de tratar con ese otro interior, que
las relaciones de los hombres en­ destrucción. Negándolo -negán­ desea cosas terribles con las que
tre sí. doselo, es decir asumiendo como no sabría qué hacer, ni cómo so­
Hay -es el motivo explícito de la propia la prohibición (fu­ portarlas. Desear jugar es poner
pelea que interrumpe el juego- pone a pensar, incluso inte­
ndante)se en o aquello que permanece
una disputa por los bienes (“Da­ , llama a un tercero en rrog ap­ reprimido; y al afirmarse por la
me la pelota, es m13. Lucha a elación, el que representa la ley: el negación el deseo tiene un lugar,
muerte, si nada la interrumpe, si padre. Difiere de él -piensa
críticamen trasponindose: construye una
nadie interviene mediando, si no e-, y lo convoca a pensar. escena imaginaria -otra escena-
hay i -externa o interna- que le La destructividad, esa afectivi­ en un acto en que el otro tiene ca­
ponga límites, y que permita di: dad primordial, esa negtividad bida, acto social por excelencia.
ferenciar, diferir1 y dirimir el di­ mítica2 sufre una transformación Freud ubica aquí la génesis de l
ferendo por la reflexión y la pala­ trascendente: ‘Aufhebung” es la actividad de pensar como tras
bra, en una apelaçión a un terce­ palabra (Hegeliana) que Freud formación de la negatividad pr­
w: al padre en posición de terce­ emplea en ese texto corto y fu­ ial -deseo asesino- en imor ne­
ndamental: “La negación”, gación ideal. Nace el juicio desde
Lo que aparece como el motivo -
“Aufhebung”, en la dialéctica he­ pulsiones primarias.
coyuntural- del conflicto (ja pe geliana -dice Jean Hyppolite en su La función de la negación es “se
7
TUPIR REVISTA
parar
afectivo”
lo intelectual de lo rio sabiendo que la muerte está él, la ley de la prohibición fun­
5. La represión subsiste por la presente” 8 dante que el padre debe repre­
negación, pero hay aceptación en Jugar es espacio transicional, es­ sentar. El “Q?” interrogativo
el intelecto de lo que es negado. pacio potencial (Winnicott) don­ plantea la demanda de compartir
El afecto destructivo primario se de se puede comenzar el juego: una “convención” que permita el
transforma; con este complejo espaçio momento, de ilusión juego -más allá del jugar mismo
procedimiento cambia sus fines, , donde entre la repetición
fusional el juego de la vida- que rnarque
(ase sublima?) en pensamiento, y la diferencia, se va construyen­ las diferencias, instituya los lu­
(negación ideal), o más precisa­ do la autonomía subjetiva, siem­ gares y permita trazar los cami­
mente en juicio. pre precaria. Pero el proceso nos de una libertad de desear cu
Negar es mucho más que querer creativo sólo se pone en marcha yo límite está en la libertad j
destruir, es una actitud funda­ si se puede aceptar una diferen­ Trama de relaciones com­
mental de “simbolicidad explíc­ cia. Creemos, tenemos siempre la plejas y a menudo contradicto­
6. El cumplimiento de la ita” fu­ ilusión -y la perseguimos- de po­ rias, abrirá la vía a la amistad y a
nción del juicio es sólo posible por der reducir la diferencia a cero, al afectos no derivables a la des-
la creaçi’n dj símbolo de la ne­ mismo tiempo que la reconoce­ trucción del otro, sino a un
gación* que permite un primer mos. Función de la imaginación, social, de reconocimiento mutuo
grado de independencia, en rela­ sustentada en la negación (Ve­ y de múltiples creatividades, no­
ción a la represión, ya la comp u! rneinung). El imaginario, -tan vi­ toriamente en el arte y el amor.
Sión del principio del placer y el lipendiado por un lacanismo Poder decir no, es la puerta de la
super yo. vulgar- es el lugar de una traspo­ libertad, a condición de poder
¿Por qué se interrumpe el juego sición, una reinscripción, sobre la hacer una trasposición de la de­
de Pepito? trama de un hecho social, lo que structividad en reconocimiento
Para que haya juego tiene que Octave Mannoni llama la “con­ del otro: “otro” de mi mismo, y
haber ficción, y también creencia, vención” en el teatro, que permi­ otro diferenciado de mí. La base
“convención”: jugar a matarse, te la participación del otro como de la autonomía es una nueva re­
hacer como que se matan, pero soporte de una creencia. lación de uno mismo con el pro—
poder detenerse en el umbral de Mundo imaginario, creativo, o pio inconciente que permite ins­
la transgresión. Recurrir a lo im­ bien -según se mantenga o no la cribir la pulsión en una trama
aginario, crear la escena, creer en “convención”- la contundencia simbólica, transformando lo que
ella,
“convención
gero mantener la de lo real destructivo: la muerte, era enfrentamiento mortal en li­
” -pacto social con el el deseo de muerte, el mío o el bertad de pensar y jugar. Interro­
otro(s)- que hace del juego esce­ del otro, Otro.9 gar, desear saber, saber del de­
nario para esa “otra escena” -la No d conf ndi a ne ció seo, reconocer el otro en el que
del inconciente- que es necesario çon [a desmentida, aunque tie­ uno se puede reconocer, es el
diferenciar de lo real, y de la cual nen la misma fuente, la deriva­ çrrid de la libertad y sus co­
es necesario poder salir. Jugar, ción es muy distinta: mientras la ncion La libertad no es un
apasionarse, querer matarse, negación (Verneinung) -el poder don, es un proyecto, un trabajo y
o detenerse en el borde, poder decir n- está en la génesis del origina un dereçho plantea &
seguir imaginando, construyen­ pensamiento y la creatividad y diciones para existir como sujeto
do juntos la fantasía que sostiene su búsqueda permanente de una de su propia vida. Es una actitud
el juego, la ficción que nos acerca Verdad inalcanzable permite en de lucha con el horizonte de
a la verdad (de la castración y la el camino encontrar verdades. ideales -con minúsculas-, base de
muerte) y nos da los medios para En cambio la desmentida (Ve­ principios que, legislados, hagan
repudiarla, al mismo tiempo que rleugnung) deriva a menudo en la posible la convivencia, el respeto
la reconocemos: correr el riesgo creación de fetiches y en esta y enriquecimiento mutuo.
de la transgresión, jugar con él, función detiene el pensar y dis­ Reconocer la ley y poder trans­
jugarse, dar lugar a la errancia pone a adorar, a venerar. Lo cual formarla según principios éticos:
del deseo, y poder seguir jugan­ es des-reconocimiento de lo real, unidad e igualdad de derechos
do, reconociendo al otro. no sólo de lo real de la muerte, si­ pero también diferencia y hetero­
“Necesitamos todos, alguna vez no de lo real de las condiciones geneidad. Libertad, aspiración
intensamente, algo que calme y de vida. necesaria, Sostén de la condición
colme nuestra carencia, hay IiQ El borde es a veces sutil, pero es humana, puesta en cuestión (jy
mentos en que retorna en cada trascendente y radical. ojalá en jaque!) de todos los tota­
uno la necesidad de creer, de ilu­ Pepito lo pone en acto y en pala­ litarismos, individuales o colecti­
sionarse fugazmente. Algo, casi bras. Decíamos más arriba: vos. Proyecto político10 también,
nada, un movimiento, un jugue­ interrogaj
- Ma1esta, suspenso e como creación de un tipo de ser
te, puede soportar el símbolo de : “AhI pero, ¿no al otro no? sujeto. que se pueda dar, aun
una ausencia y una carencia. Ju­ Su pensar crítico interpela al pa­ parcialmente, las leyes de su
gar, crear, es utilizar lo imagina- dre y lo convoca a formular, con existencia
REVISTATOPIO
Trabajo psíquico permanente religión -religiosamente-, en el lu­ sujetos oscilan entre desamparo
contra las ataduras, las de la pro­ gar del ideal del yo, cumple la e impotencia, cuando son exclui­
pia subjetividad presa de las con­ flinción imaginaria de un saber dos, u omnipotencia cuando son
tradicciones e incompletudes de total, aunque lo plantee como parte de la hegemonía globaliza­
su estructura dividida, y en el ii no alcanzado pero sí alcanza­ dora, o cuando se dejan fascinar
siempre difícil reconocimiento ble -el saber absoluto de Hegel-. porella
del otro, nunca asegurado, siem­ Este es el mito del progresQ. mito La pequeña historia de Pepito
pre perdible. La libertad tiene de la razón todo poderosa, o sea ubica bien el nudo de la cuestión:
también su prcio de angustia. la razón misma hecha mito. Es el ¿Cómo vivir?... Contra el otro?
Condición humana sujeta a la mito positivista de la ciencia co­ O el otro?
pérdida y la inseguridad, empu­ mo lenguaje universal, “ese nue­ Ese otro me será enemigo, ajeno,
jada por la angustia a nuevos ca­ vo evangelio de los naúfragos de o bien amigo y necesario según
minos, expuesta siempre a los la creencia.”12 la trama mteriai en la que se
riesgos de la dependencia como Pero no se vaya a creer que la inscribe y despliega la relación, y
de la autonomía, noçincia que nos gobierna hoy- la ley que rija nuestros intercam­
Cambiar el “destino”, subvertir de la mano de las finanzas- bajo bios. Si lo que la sostiene es un
el sometimiento en protagonis­ el rubro de la informática, los sistema que promueve val­ el
mo histórico y cierta autonomía mass-media, la farmacología y la or del éxito, de la ganancia, lo
subjetiva, es decir tomando en genética, sea menos fetiche: he que está planteando es simple­
cuenta -como Pepito- al “otro” triunfado “globalmente”, traspa­ mente “El o Yo”; la ley del más
como indispensable para sus po­ sado las fronteras, permite la co­ fuerte, dada como natural. Y me
sibilidades de ser sujeto para él y municación a escala mundial -y impulsará a aniquilarlo, usarlo, o
pél. por qué no, planetaria-, es el nue­ a reducirlo a servidumbre “para”
Del “UNO” al otro, otros, es el vo universalismo tecnológico, escapar al “destino fatal” de su­
trayecto de la libertad y la libera­ n ev m t ah nte. Pero la frir yo esa misma suerte trágica,
ción. Respetando las diferencias, hegemonía de poder económico si no me adelanto a ello. Esta ley
poniéndolas ue o haciéndo­ que lo sustenta, queda enmasca­ es más bien ausencia de ley, de
las “jugar”, sin idealizar ni el in­ rado bajo la ilusión totalizante. Derecho, entendiendo por ley y
dividuo ni la comunión. Esta globalidad produce crecien­ por derecho la obligación de
Superar la competencia en la te fragmentación entre sujetos, y guiar los intercambios, de
ción diferençiad, recuperar el su aislamiento bajo la máscara de diz entre los derechos de unos y
lazo social y una çpacidad soli­ una comunicación ampliada e otros. Si no es así, no hay que lla­
daria en un sentido fuerte, no instantánea -instrumentalmente mar el orden vigente ordena­
tanto como valor moral sino co­ eficaz y valorable en tanto tal- tan miento de derecho, sino orden
mo condición de ser sujeto sin ampliada que los sujetos son abs­ “de fact”.
fomentar la ilusión de unidad cu­ tractos, “virtuales”, puro signp Claro está que esto sucede si el
yo riesgo es transformar la trama sin cuerpo. Las palabras substitu­ sistema -y es el caso del capitalis­
social en un todo compacto, frag­ yen l hablar: son juegos elect­ mo “salvaje”14 que nos rige- tie­
mentado e incleferenciado a la 13 de signos, y el rónicos ne como base un enfrentamiento
vez, expuesto al totalitarismo. intercambio
globalizado de signos crea estructural que hace que lo que
Conocerse, reconocer al otro, re­ ilusión renovada de Verdad con es “derecho” de unos es inconci­
conocerse en el otro, conocer el mayúsculas comunidad y comu­ liable -estructuralemente- con el
mundo es el camino para salir de nión. ¿Será la nueva religión? ¿El “derecho” de los otros. La llama­
la creencia, tan necesaria en su nuevo “opio de los pueblos”?. da “libertad” de mercado no es,
dimensión imaginaria, esa di­ Razón instrumental, y no ya ra­ para muchos, otra cosa que la “li­
mensión de lo ficci.nal que posi­ zón a secas, que fue, en su tiempo bertad” de morirse de hambre y
bilita la creatividad; y tan riesgo­ histórico -el modernismo- instru­ desamparo, en la exclusión y la
Sa cuando, en la fascinación, nos mento de conocimiento para salir marginalidad.
expone a la dependencia y hasta del oscurantismo y la creencia El resultado es dilemátiç.o y no
a la “servidumbre voluntaria”11, ciega. Esta razón, la de las luces, favorece la problematizaçión, la
a la sugestión y la sujetación por propició el pensamiento en a interrogación, el pensamiento
j (o lo) que suscite la creencia, función crítica; incluso para una crítico. Este permitiría un
ofreciendo la ilusión de plenitud crítica de la Razón, como creen­ instrumental de la tecnología,
que nuestra incompletud anhela. cia. Y por más que se argumente para una transformación de las
Pues el conocimiento mismo, el que la Razón ha sido derrotada y condiciones aberrantes de cre­
saber, puede servir para ocultar que nuestra era es el triunfo de la ciente desigualdad, en vez de ser
la verdad, para des-conocer al “dif.erençia”, ésta es más a menu­ toniada corno in bLen sqprerno
do fragmentación de todo lazo que proponiendo compensar to­
En la modernidad, la ciencia, feti­ social que reconocimiento de la dos los sinsabores de los víncu­
chizada, ubicada en el lugar de la diferencia. En el aislamiento los los humanos, corre el riesgo de

9
TOPIA REVISTA
privarlos de sus sabores. en las múltiples maneras que el cante y destructividad, y propone dar
En cuanto a la institución de las resistir otorga: no dejar de pen­ el nombre filosófico de “negación de la
sociedades es importante, al sar, disponer de su palabra, no negación” a la afirmación intelectual,
cir no, re upera la capacidad dejar de respetar y defender ese sólo intelectual separada (en acto) del
afecto primario es génesis del juicio, y
“instituyente” de transformai tQ expuesto, como uno mismo,
del pensamiento, cuya his oricidad
des nos en historia. a ser aniquilado, ante todo por el
mítica es fundamental.
Podremos quizá escapar también silencio.
V. Nota 5, Freud, Opus citado.
entonces a tantas prohibiciones R.sponabilizrse de su vida. 7. Octave Mannoni: Claves para lo
no fundantes, que nos acosan Responsabilidad y libertad son imaginario, Ed, Amorrortu.
desde los espejismos de la publi­ indivisibles. 8. Diego García Reinoso: “Juego, crea­
cidad o, simplemente de los em­ Citas ción, ilusión”, Revista Argentina de
blemas consumidos en los me­ 1. Derrida habla de la “di(fernce” = la Psicología N°28, 1981.
dios, uniformándonos disciplina­ “diferncia”, es decir que la deferencia 9. Ver: Gilou García Reinoso: “Algu­
riamente. Y tal vez recordemos y difiere, demora, distancia, y permite la
nas consecuencias psíquicas de las
recuperemos algo de nuestra sin­ transformaciones sociales”. Zona Eró­
circulación.
gularidad -muy diferente a un in­ gena y Diarios Clínicos N° 7.
2. El asesinato del padre primitivo en
dividualismo- para reconocer la V. Nota 6.
el mito freudiano del nacimiento de la
variedad múltiple de singular­
otras 10. C. Castoriadis: “El avance de la in­
cultura y la hominización, al conjugar-
significancia”. Ed. Eudeba.
idades enriquecedoras de la se con la prohibición, da surgimiento
11. La Boetie: Discours de la Servitude
nuestra en un juego de diferen­ al deseo articulado a la ley.
volontare, Ed. Flammarion, París.
cias, muy lejano a esa multiplica­ 3. En Ecrits, Jacques Lacan, Ed. Seuil,
12. Serege Leclaire, Le pays de l’autre,
ción infinita de 1 diferencia cuyo Paris.
Ed. Seuil, París, 1991.
horizonte es, como dice Castoria­ 4. En francés es posible un juego de pa­
13. Su parte de juego -de g- podría
dis: el “avance de la insignifican­ labras: “Du jeu (juego) au le (sujeto)”. O
operar como creador y creativo para la
cia
generalizada”
çn una in-diferencia mejor: Yo en su capacidad de simboli­
subjetividad, recuperando la función
zar, en esa imbincación de registros cu­
. de lo fiççoni como suspenso. Pero
ya metáfora lacaniana es el nudo bo­
La cuestión de la libertad tiene para ello necesitaría de la negación.
rromeo: tres registros (Real Simbólico
-
que ser planteada en relación a la poder decir no a su oferta de plenitud
- Imaginario) diferenciables -pero no
condición humana: su ser mortal. engañosa.
separables sin costos catastróficos para
La muerte -amo absoluto- o la lo­ 14. Y la calificación de salvaje es co­
la subjetividad., cuya articulación po—
cura, es eL límite a la libertad del rrecta, pues al confundir la ley con la
sibilita la actividad simbólLca (imagi­
hombre; carne vulnerable, tortu­ ley del más fuerte, nos retrotrae a épo
nar, crear, pensar) y la acción transfor­
rable, expuesto al desamparo, la cas míticas, “sin cultura”, salvajes. No
madora en la realidad. DiceS. Leclaire:
es correcto en cambio llamar “salva
soledad y la miseria más absolu­ “No se trata de reverenciar la función
jes” a los que tienen una organización
ta, ¿cómo soportar su condición simbólica sino de ponerla a trabajar”.
socio-cultural diferente a la nuestra,
de hombre “libre”? 5. Freud, La negación. Separación de la
tomada por universal cultura en
afectividad primaria y lo intelectual,
-

Un poder social desmesurado, vez de ia cultura-. Esto es el funda­


parece dar la razón a una con­ dice la traducción del texto freudiano.
Aquí debe entenderse lo intelectual no mento del colonialismo bajo todas su
ciencia satisfecha de sí, el yo formas: las tradicionales, que reducen
en e sentido restrigido de racional, si­
fuerte, el “big brother” a quien le la diferencia por las armas o por la
no en el sentido que le dimos más arri­
basta su poderío para aplastar 1 cruz (véase al respecto el hermoso Ii
ba: de la actividad del pensamiento en
tr no sólo sin piedad, sino pre­ bro de Todorov -“La conquista de
tanto capacidad simbólica; en términos
tendiendo aniquilarlo en su alte­ freudianos: pensamiento, afectividad América. La cuestión del otro”-) y las
ridad. Paradójicamente, el sujeto y acción en la realidad. postmodemas que las reducen por las
humano, en la fuerza tremenda 6. Jean l-Jyppolite (opus citado) dice fmanzas. Distmtos métodos, pero to
de su fragilidad, es capaz de que el texto alemán de Freud usa dos ellos de aniquilación. Formas anti­
.
resistirsi preserva su secreto más palabras diferentes que marcan una di guas y actuales de un universalismo
íntimo: la posibilidad de decir no simetría entre afirmación = amor unifi etnocéntricp.
REVISTA]O PtA
Laco
de rensión precoz
ertad
la u e

Psicoanalista
Parte de las líneas que siguen tensas y -por qué no- profundas
fueron escritas con ciertas varia- discusiones en el interior de las
ciones hace ya algunos años. Las propuestas que acompañan la
recuperé en ocasión reciente, en gran revolución de la época. Se
una sesión del análisis de una ni- fractura entonces el mito de la Ii-
ña de siete años que insistente- bertad en naturaleza y de la pri­
mente me pedía que le dijera qué Sión en cultura, y el retorno pos-
dibujar. Entre mi negativa a res- j tenor a las propuestas instintivis­
ponderle y su queja, surgió en mi tas de la libertad no son sino
mente la reflexión que en tono efecto de la transposición de una
más o menos confidencial le hice reificación de la naturaleza al se-
en los siguientes términos: “Te no de lo humano.
das cuenta que éste es el único lu- Traslademos a los animales su­
gar en el mundo en el cual nunca, puestamente libres fuera del há­
nunca, nadie te dirá qué hacer? bitat en el cual su existencia es
En el cual podés elegir, decidir II- posible, y nos daremos cuenta
bremente? y ya engolosinada yo
- del nivel de subordinación que
misma con esta ocasión abierta, les impone su naturaleza. Es el
de compartir una reflexión que hombre el único capaz de obte­
supuse de alcances filosóficos, ner niveles de libertad impensa- madre para contarme que el niño
agregué: “Qué te parece, en esa dos, ya que puede modificar no está raro, ha vuelto a jugar a que
posibilidad de elegir está la liber- sólo el entorno y crear su propio es un bebé, se queja de tener que
tad..., te das cuenta..?”. Y ella, hábitat, sino también modificarse comportarse como grande. Sin
resumiendo con estilo la cuestión a sí mismo. En razón de ello el embargo, no es que no se dé
que tanto nos complica, respon- deseo de libertad, inevitablemen- cuenta de lo que hace, esta vez es
dió tomándome desprevenida: te ligado al miedo a lo desconoci- como un juego...Ha traído ese
“Sí... Qué porquería...! Yo quiero do, no es en sí mismo un movi- “animal que come de lodo” para
la libertad para no ir al colegio, miento esencial sino el efecto de mostrarme hasta dónde sería ca­
pero no para no saber ni qué di- un reconocimiento de la opaci- 1 paz de llegar para no separarse
bujar...!” dad y dureza con la cual aquello de su madre, o de mí; hasta qué
La libertad siempre en riesgo, en que se opone del otro lado da punto está dispuesto a ceder su
razón de la dificil tensión entre cuenta de los límites de realiza- libertad, a perder las alas, si ésta
sometimiento y soledad. A dife- ción de la propia posibilidad le implicara separación y sole­
rencia del analista, el otro huma- Un niño que está en vías de ter- dad. Mediante la mutilación evi­
no no está allí sólo para satisfacer minar su tratamiento parecería ta él mismo tener alas. El animal
necesidades, sino para garantizar ejemplificarlo sin mistificación: que “come de todo” remite al ini-
bajo su parasitación simbólica llega a sesión con una lata en cu- cio de] tratamiento, ya que llegó
tanto el sometimiento como el ya tapa ha abierto algunos aguje- a consulta por morderse su pro-
anhelo mismo de libertad. Cuan- ritos - esas que se hacen para pia ropa hasta desgarrarla.
do todo sale bien otorga, paradó- guardar un animal volador sin Recuerdo un viejo cuento sufí:
jicamente, los medios de liberar- que se escape, evitando la muer- Un pajarito volador es adoptado
se en el ejercicio de apropiación te por asfixia. Al entrar dice: por un ave que no sabe volar, y
simbólica que realiza de la cría. “Sorpresa! Tenés que adivinar como es de esperar, a medida
Cuando ambos elementos se des- qué traigo. Es un animal, que co- que el pajarito crece, también
balancean, cuando prima el défi- me de todo y es volador” Digo: crecen sus alas. Luego de algún
cit de oferta simbólica o la captu- “una mariposa.” “No.” “Una po- tiempo, una bandada de pájaros
ra monopólica en sus redes, el lilla.” “No, ¿te das por vencida?” de su misma especie pasa por el
proceso se fractura. 1 “No -digo: una mosca.” “Si, una pueblo donde habita. Su madre
Los mitos acerca de una natural i mosca sin alas.... (Abre la lata y la adoptiva cavila: “Si supiera yo-
libertad del ser humano, entran mosca desalada cae sobre la al- lar, le enseñaría a mi hijo a hacer-
en crisis a partir de la moderni- fombra) Le saqué las alas para lo y lo vería retozar en el cielo
dad, y el siglo XVIII se abren traértela, ¿qué te parece?.” con sus iguales”, mientras, por
nuevas perspectivas con las ex- Hace una semana me llamó la su lado, el pajarito piensa: “Si mi

11
madre, que es tan sabia, aún no
me ha enseñado a volar, es por­
que no debe haber llegado mi
tiempo de hacerlo”.
Qué distintas hubieran sido las
cosas si cada uno hubiera podido
dar a conocer su pensamiento
Por su parte, la madre que acude
a una consulta reconoce en algún
lugar de sí misma que necesita de
otro que ayude a su hijo a apren­
der a volar, y es víctima, junto
con su hijo, de su propia impo­
tencia. Después de todo, por qué volar lo que no sabe, desconoce a pió esas alas que representaban
no pensar que detrás del dolor su vez un conjunto de fantasías y para eJia el símbolo mismo de
manifiesto de la madre-ave se es­ emociones que se ponen en juego “lo que podía volar” guardando
conde el profundo desgarra­ cuando teme ser abandonada por silencio luego sobre sus actos
para
miento de tener que reconocer a su hijo y reconocerse en sus limi­ siempre.
su hijo como no-idéntico a si mis- taciones no sólo ante éste sino an­
ma. te sí misma. En el caso del pajari­ Retoman aquí preguntas ya for­
Y aún más. No es con lo que la to, su conocimiento de que que­ muladas desde los comienzos del
madre calla que el niño elabora rría volar se aúna a su ignorancia psicoanálisis; los ejemplos inten­
su teoría; tampoco del todo con respecto a la fuente de este deseo, tando dar cuenta que ni el deseo
lo que la madre dice, no hay ni li­ sus orígenes de especie voladora, de libertad es innato, ni el anhelo
bertad total de interpretación ni de modo tal que advierte este de sumisión instintivo. Porque la
captura absoluta. En esa franja “anhelo”, de cual su conciencia condición humana se sostiene en
opaca al intercambio desde la se notifica sin poder atribuirle la peculiaridad de que lo consi­
cual lo desconocido del otro se causa alguna. deramos su naturaleza no es sino
constituye se abre una interroga­ Si nuestro pajarito fuera un neu­ el efecto de las condiciones mis­
ción a la cual el niño debe res­ rótico tal vez preferiría no apren­ mas de su producción. Nuestro
ponder con una elaboración que der nunca, no sólo a volar, sino a antropomorfizado pajarito no
deviene teoría. conocer sus orígenes, para no desea la libertad, sino simple­
¿Es el deseo materno que el paja­ perder el sentimiento de perte­ mente volar, remontarse con la
rito vuele? Sin duda, pero no ha nencia a su propia madre que po­ bandada, y es en razón de ello
sido formulado ni en lenguaje ni see. Conservaría así, tal vez, la que espera que su madre le ense­
en acto. Pese a ello el hijo, que única certeza que lo mantiene en ñe, porque no ve en ese deseo na­
confía en la sabiduría y bondad la tierra, la madre tierra. Si la ma­ da que pretenda liberarlo de su
maternas, no duda respecto a es­ má de nuestro pajarito fuera ma­ atrapamiento ni alejarlo de su
te deseo de libertad que atribuye dre de neurótico, cada vez que cuerpo. El paciente a punto de
a su madre Si sospechamos que viera pasar la bandada diría — terminar su tratamiento daría
mamá-ave pueda temer que el para ocultar su dolor e impoten­ sus alas para mantenerse prote­
pajarito vuele, es no sólo porque cia— en un tono recriminatorio: gido en un espacio que lo cobije.
mediante el vuelo la diferencia se “Yo no sé cómo las madres per­ Ana me señala que mi ideal liber­
haría evidente sino porque de ese miten a sus hijos hacer esas tonte­ tario romnticamente formulado
modo se alejaría de ella. En ese rías que sólo ponen en riesgo su es inútil si no se expresa en un
caso, la no estimulación de las vida y no proporcionan ningún movimiento que le dé sentido...
posibilidades voladoras del paja­ placer”. Nuestro pajarito, silen­
rito no seria producto del odio de ciosamente, respondería con un Por eso la libertad es impensable
la madre sino, simplemente, con­ aletear inconciente de sus alas sin representación de futuro, aún
secuencia de las crueldades del inátiles, y tal vez comenzaría a cuando ella misma pueda deve­
amor. Lo cual nos llevaría a sos­ girar con un movimiento hiperki­ nir proyecto, ya que no puede
pechar que todos los niños, en al­ nético. proyectarse sobre el vacío repre­
gún momento de su vida, devie­ Algo 1 agitaría desde sí mismo sentacional u operativo sino so­
nen hijos “adoptivos” de sus pro­ sin que él mismo pudiera saber bre sus reales posibilidades de
pios padres. qué es exactamente lo que lo pro­ ejercicio. Es a propósito de ello es
Tanto la madre como el hijo son duce, ni cómo se llama aquello que recuperé de entre mis pape­
víctimas de lo que desconocen; que lo perturba. Desconocería les las notas escritas hace algu­
pero aquello desconocido no es también que su madre, amorosa­ nos años, notas sobre el amor y
idéntico. En el caso de nuestra mente, cuando él todavía no te­ sus crueldades, sobre la libertad
madre-ave, si bien sabe que es el nía entendimiento, acarició y hm- y sus consecuencias.
REVISTATOPIII

Rescatar a
Alejandro Vainer
Psicoanalista

: Fromm::
j

1— planteos y acciones de Erich una especie de pensionado y de


Estos “Tiempos (Pos)modernos”, Fromm? ¿Tienen vigencia sus de­ hotel judeo psicoanalítico e el
que nos convencen de la fascina­ sarrollos teóricos y técnicos? que imperaba una ‘atmósfera casi
ción por los últimos gritos de la de culto’ y donde todos eran ana­
moda (ya sean nuevas tecnolo­ lizados por Frieda Reichmann.4
gías o el último fármaco milagro­ Fromm nació con el siglo en Ellos dos abandonarían poste­
so), trabajar sobre Erich Fromm Frankfur, Alemania, en el seno riormente la praxis religiosa. Pero
pareciera un anacronismo. Para de una familia judía tradicional. no fue sólo el psicoanálisis el que
muchos todo lo que no es “nue­ La imborrable influencia de su ni­ contribuyó a que Fromm dejara la
vo” y “útil” se debiera desechar. ñez y adolescencia fue la tradi­ ortodoxia; paralelamente entra en
Pero quizá no todo lo que nos an­ ción judía ortodoxa, con un estilo contacto con el budismo en 1926,
tecede sea para descartar, y ni si­ de vida ligado a sus antepasados al que sintió como una especie de
quiera viejo. Resistir a esa ten­ rabínicos. Un mundo lleno de di­ revelación. Posteriormente se
dencia hegemónica actual, mar­ chas lecturas, y alejado de los contactaría con la obra de D.T. Su­
cando la vigencia de cierto pasa­ ideales capitalistas de aquella zuki, con quien luego de muchos
do, es el objetivo de estas líneas. época. Sus maestros talmúdicos años escribiría “Budismo Zen y
sellaron una marca indeleble. Psicoanálisis”.5
Hasta mediados de los años ‘20 se Fromm prosiguió y culminó la
“Las militiples ideas de Erich interesó por las tradiciones y formación analítica en el presti­
Fromm nunca llegaron a atrave­ maestros del judaísmo. Los profe- gioso Instituto de Berlín, donde
sar fuertemente al medio “psi” tas fascinaron a Fromm a lo largo se relacionó con muchos de sus
argentino. Fue un autor leído has­ de su vida y su obra, fueron su futuros compañeros y riva’es.
ta 1966 en la naciente Facultad de primera fuente de pensamiento. Desde fines de la década del ‘20
Psicología pero en ese año, cori Su concepción de humanismo de­ intentó la síntesis del citado ju­
“la noche de los bastones largos” rivó en parte de estas experien­ daísmo, marxismo y psicoanálisis
quedó por fuera de la
bibliografía. cias. con una obra tan vasta como con­
1 Realizó estudios de psicología, fi­ sistente. Quizá los intentos de
Su entrada había sido a manos de losofía y sociología en Heidel­ síntesis propia y creativa de estos
la sociología, vía Gino Germani berg. Se graduó a los 22 años con pensamientos fueron el camino
(prologador nacional de “El mie­ una tesis doctoral: “La ley ludía. que construyó a lo largo de toda
do a la libertad”). Pero se fue con­ Una contribución a la sociología su trayectoria.
virtiendo (dentro del medio psi) de la diáspora”. En esta forma­ Varios hechos se sucedieron en su
en un “psicoanálisis aplicado de ción lo impactaron Aristóteles, vida: integra el Instituto de Inves­
divulgación”, muy leído a lo lar­ Spinoza, pero especialmente Karl tigación Social, (con M. Horkhei­
go de varios años.2 Tenía casi to­ Marx, segunda y fundamental mer y otros), dentro de la cual
do para converhrse en un innom­ fuente de sus ideas. Pero un Marx realiza una de las primeras inves­
brable (para los “psi” locales): que siempre estará dentro de la tigaciones sociopsicológicas: so­
psicoanalista “culturalista”
americano Teoría Crítica de la llamada Es­ bre la postura política de los tra­
(o “neofreudiano”), cuela de Frankfurt. bajadores y empleados de la Re­
marxista, judío creyente y hu­ En la mismo ciudad conoció a pública de Weimar, además de
manista (varias “malas palabras” juntas quien sería su primera analista, comenzar con sus estudios sobre
para las sucesivas hegemonías luego su primera esposa: Frieda el autoritarismo. En 1931 enfermó
del campo). Reichmann.3 de tuberculosis pulmonar, lo que
Más allá de eso, Fromm sí atrave­ Ella lo introdujo en el psicoanáli­ lo llevó a estar un año en Suiza
só la cultura (y no sólo argentina) sis, la tercera y tal vez decisiva para su cura. En ese momento se
de toda una época. La cuestión fuente de sus pensamientos. Ha­ divorció. En 1933 K. Horney lo iii­
hoy es: ¿Quién se acuerda de los bía abierto un “sanatorio” que era vitó a Chicago para dar unas con-

13
REVISTA
ferencias. En 1934 se mudó a Nue­ las nuevas ideas que iba produ­ Como se notará, está en las antí­
va \‘ork, en vista de la situación ciendo. No se encuentran muchos podas de lo que en Argentina se
existente en Alemania. Vivió allí escritos sobre este tema, pero sa­ conoce como “psicoanálisis nor­
hasta 1949, aio en que se traslada bemos que Fromm dedicó las tar­ teamericano” (al que errónea­
a México (a raíz de la enfermedad des de su vida a la práctica clíni­ mente se identifica con una de
de su segunda mujer), donde lue­ ca. Es desde allí donde fue elabo­ sus ramas: la psicología del yo).
go fundó la Sociedad Mexicana rando las concepciones que lee­ Esta ignorancia iguala ideas y
de Psicoanálisis. Pero siempre si­ mos en sus textos. prácticas que en realidad se opo­
guió manteniendo contacto con En este sentido fue consecuente nen. Porque ese tipo de psicoaná
los Estados Unidos. En la década con sus propias ideas (desarrolla­ lisis (adaptacionista)será el que
del ‘70 se mudó a Suiza ,por pro­ das en su obra) y su trabajo analí­ Fromm atacará a lo largo de su vi-
Nemas de salud, donde falleció tico. Se fue oponiendo a una prác­
en 1980. tica intelectual, de reconstruccio­
nes históricas, predominante de
la época. Su técnica fue tornándo­ Hay ciertas actitudes de Fromm
Las críticas de Fromm al pscoa­ se más activa: “La meta más im­ que vale recordar:
nálisis “oficial” comenzaron a portante de su terapia psicoanalí­ En la década del ‘30 se fueron
partir de la década del ‘30. tica es hacer que el paciente expe­ produciendo las ideas que se con­
Por un lado su conocido abando­ rimente su realidad inconsciente, vertirán en el primer libro de
no de la teoría de la libido (cuya antes que teorizar sobre la mis­ Fromm, “El miedo a la libertad”
discusión merecería otro trabajo), 6 Su idea era que el ps­ ma”. (1941); libro que publicará antes
para poder entender al individuo icoanálisis penetre rápidamente hacia de “terminar” sus ideas, a raíz del
más allá de los conflictos libidinal­ el centro de la vida del paciente momento histórico (la posibili
es. En ese punto acentuó las de­ (no que espere las resistencias, si­ dad que triunfe el fascismo en el
terminaciones económicas y so­ no que se encuentre con lo resisti­ mundo). El texto es una apuesta
ciales, “abandonando” a la libido. do), y para ello rechazaba la idea política: “Los actuales sucesos
Pero debemos considerar que en de un psicoanalista silencioso y políticos y los peligros que ellos
ese momento la libido era pensa­ pasivo. Era un psicoanalista coni­ entrañan para las más preciadas
da meramente como una fuerza prometido. Desde ya, y en con­ conquistas de la cultura moderna
biológica, a la cual oponían como cordancia con las ideas que desa­ —la individualidad y el carácter
términos antitéticos y excluyentes rrolló desde “El miedo a la liber­ singular y único de la personali
los determinantes sociales. tad”, no será la adaptación la me­ dad me decidieron a interrum
-,

Pero por otro lado, siendo este he­ ta del proceso terapéutico. Por el pir el trabajo relativo a aquella in­
cho mucho menos conocido, contrario, Fromm apostará a pro­ vestigación más amplia para con­
Fromm vivió practicando el psi­ mover el proceso de individua­ centrarme en uno de sus aspec­
coanálisis. Tras 10 años de prácti­ ción y la consecuente libertad, tos, de suma importancia para la
ca “ortodoxa” del psicoanálisis, que implican necesariamente
soledad crisis social y cultural de nuestros
lentamente comenzó con cambios y angustia por el encuentro días: el significado de la libertad
en su forma de trabajo acordes a con sí mismo y con los otros.7 para el hombre moderno”.8 Por
lo tanto, el compromiso de
Fromm contra el fascismo le hace
• anticipar sus ideas sobre la es
tructura del carácter del hombre
• moderno. Desde ese entonces, fue
uno de los pocos psicoanalistas
sostuvo su implicación (y no
que
una supuesta “neutralidad”)con
la sociedad en que vivía,

Es interesante recordar que


luchó también incansable
Fronnn
infructuosamente (fuera y den
e
debió
tro de varias instituciones que
ir abandonando) por la
aceptación
psicoanálisis
del ejercicio del
para los no médicos en
Estados
Unidos. Allí exclusivamente
los médicos podían ser
psicoanalistas
“modelos”
(otro de los benditos
importados por nuestro
país). Siempre fue un obstáculo
propia condición de “lego”, y
su
REVISTATOPIR
mantuvo su insistencia en la for­ VI- diante las técnicas de sugestión.”12
mación de psicoanalistas no mé­ En estos tiempos no podemos
dicos, siendo absolutamente freu­ damos el lujo de dejar de lado tra La actualidad de estas descripcio­
diano en ese caso. En ese sentido bajar pensadores del psicoanálisis nes impactan. ¿Un Erich Fromm
es llamativo que la mayoría de los y sociedad como E. Fromm. Su para el 2000? Quizás como en el
-

psicoanalistas emigrados a los Es­ descripción del tipo de sociedad psicoanálisis nuestro futuro lo
-,

tados Unidos, y maestros allí- no


- que resultó triunfante a fin de si­ encontremos en hacer trabajar al­
hayan sido médicos. glo es tan actual que sorprende. go del pasado olvidado.
Tal vez debamos repensar sus teo­
1. Schneider, Sally: Comunicación
Fromm había sido excluido de la rizaciones y propuestas, pero su
personal realizada en el marco de
Sociedad Psicoanalítica Alemana observación es implacable: “Qué
una investigación sobre la salud
por su condición de judío en 1934. tipo de hombre, pues, requiere
mental en la décadas del ‘60 y ‘70.
Luego descubrió que también ha­ nuestra sociedad para poder fun­ Ella es una de las primeras estudian­
bía sido excluido de la IPA, aun­ cionar bien, sin roces? Necesita tes de la carrera de psicología de la
que era miembro de la Sociedad hombres con los que se pueda UBA, y egresada en la primera pro­
Psicoanalítica de Washington (y cooperar fácilmente en grupos moción.
de la más alta categoría). Para vol­ grandes, que quieran consumir 2. Especialmente “El miedo a la Ii­
ver a la IFA debía solicitar nueva­ cada vez más y que tengan gustos bertad”(1941), Buenos Aires, Paidós
mente el ingreso y someterse al iwrmalizados, fáciles de prever e (1964); y “El arte de amar”(1956),
Comité de Selección (en 1951, influir. Necesita hombres que se Buenos Aires, Paidós, 1959.
Congreso de Amsterdam). Su ne­ cman libres e independientes, no 3. Una psicoanalista pionera en el
gativa al proceso lo excluyó def­ somefidos a ninguna autoridad, trabajo psicoanaLítico con las psico­
initivamente de las discusiones ni principio, ni moral, pero que sis, con textos y experiencias funda­
dentro de la IFA, y del psicoanáli­ eatén dispuestos a recibir órdenes, mentales, también “olvidada”. Au­
tora del fundamental “Principios de
sis oficial En 1953 envió una car­ que hagan lo que se espera de
Psicoterapia intensiva”, Buenos Ai­
ta de protesta diciendo: “En ver­ ellos y que encajen sin estriden­
res, Hormé, 1958.
dad no se trata tanto de la cues­ cias en la maquinaria social; hom­
4. Funk, R. “Fromm”. Ed. Paidós.
tión de querer converhrme en bres gobernables sin el empleo de
Pág. 65.
miembro de la IPA, sino más bien la fuerza, obedientes sin jefes y 5. “Budismo Zen y Psicoanáli­
de enterarme de las razones por empujados sin más meta que la de sis” (1960). México, FCE, 1970.
las cuales he perdido mi condi­ seguir
continuar...”
en marcha, funcionar, 6. Landis, B. & Tauber: “Erich
ción de miembro”.9 11 Fromm Psicoanálisis y Sociedad”.
-

Paidós. Pág 26
También es poco conocida su di­ ‘En esta nueva sociedad de la se­ 7. Desde “El miedo a la libertad” el
versa participación política. En la gunda revolución industrial, el in­ desarrolla estas ideas a las que remi­
década del ‘50 se afilió al Partido dividuo desaparece. Queda com­ to al lector.
Socialista de los Estados Unidos, pletamente enajenado. Está pro­ 8. Fromm, E. “El miedo a la liber­
pero renunció tras notar que la gramado por los principios de la tad’. Opcit. P.23
burocracia desatendía a las bases máxima producción, el máximo 9. Funk, R. Op.Cit.
del l’arhdo. Luego tomó otras po­ consumo y el mínimo roce. Y tra­ 10. Fromm, E. “Podrá Sobrevivir el
hombre. Una investigación sobre Los
líticas como la publicación y difu­ ta de aliviar su aburrimiento con
hechos y las ficciones de la política
Sión de posiciones sobre proble­ toda clase de consumo, compren­
internacional”(1961). Buenos Aires,
mas de la época. Militó posterior­ dido el consumo de sexualidad y
Paidós, 1962.
mente en Movimientos por la paz estupefacientes. Y de esto se servi­ 11. Fromm, E. “Problemas psicológi­
y el desarme. Su libro “Podrá So­ rá la tentahva de dar un buen fun­ cos del hombre en la sociedad mo­
brevivir el Hombre?”hI sintetiza cionamiento al hombre como par­ derna —Coníerenda de 1964- en “El
sus posturas y propuestas. te de la mega máquina, junto con humanismo como utopía posibLe”.
En 1968 apoyó activamente la la posibilidad de utilizar la neuro­ Obra póstuma 7. Paidós, 1998. Pág.
campaña por la nominación para logía y la fisiología para hacerle 38
la presidencia del senador E. Mac­ cambiar de sentimientos, además 12. Op. Cit, “La búsqueda de la al­
Carthy, reconocido humanista se­ de manipular su pensamiento me- ternativa humanista”. Pág. 58
gún Fromm, acompañando su
campaña con variados discursos
y textos. Un infarto lo obligó a
abandonar dicha actividad.
Por último, en la década del ‘70 se
opuso a la utilización de la violen­
cia como instrumento de cambio
social, ante el pedido de enrevist­
arse y ayudar a detenidos políti­
cos alemanes.
Acerca de La Etificación del1 Juan Carlos Volnovich
Psicoanalista
icoanalisis.
Ps­ lamidad
Ca­
. A.. ji •

de Jean Allouch
Nos ignoran o nos colonizan, pero
no nos reconocen. A los psicoana­
listas metropolitanos no les interesa
nuestra producción. Lo mismo da:
sean de la I.I’.A.1 o de la A.M.P2.
vivan en Londres, New York o Pa­
ris, los psicoanalistas del centro a acerca del libro de Helena Besse­
nosotros, los periféricos de Latinoa­ rman Viariria. Esto es: satanizarido a
mérica, nos tienen en cuenta sólo a lacanianos- a escribir un libro para Amilcar Lobo y denunciando las
la hora de ampliar sus dominios o aclarar su posición? debilidades éticas de la ¡PA.
ejercer su poder. Para ellos la uni­ Efectivamente: en La etificación Como decía, el hecho -el aconteci
versalidad de la ciencia se limita a dçl psicoanálisis. Ca1amidd3. miento, para ser más preciso- que
“su” universo y el nuestro no pue­ Allouch vierte sus opiniones acerca dio pie tanto del happening del 9 de
de ser otra cosa que -en el mejor de del inenarrable happening que el Febrero en París, como al libro de
los casos- un eco diferido y defi­ tout psychoanalitique parisino prota­ Allouch al que aludo aquí, no es
ciente de “su” psicoanálisis. gonizó en el Hospital Sainte Anne, otro que.. .otro libr& cuyas tapas
Nos ignoran. Y si, sensibles y tier­ hace poco más de un año, el 9 de aparecen fotocopiadas y con algti­
nos nos “descubren”, empieza allí a Febrero de 1997, en reunión pública nas páginas en reproducción facs­
desplegarse toda una ofensiva para citada por la Sociedad Internacio­ imilar en La ‘fi i ‘n Pero, esta
...

integramos a su “campo”, para nal de Historia de la Psiquiatría y vez, se trata de un libro argentino:
inscribirnos en su “causa”, para del Psicoanálisis y la Asociación de Cuestionamos 2 compilado por
engrosar su “roadster”, para incor­ Estudios Freudianos. En esa oca­ Marie Langer y publicado por Gra­
porarnos a sus dominios en posi­ Sión se presentó el libro de la brasi­ nica en 1973, donde aparece la de­
ción subordinada. leña Helena Besserman Vianna P nuncia que de Leao Cabernite hizo
Me refiero, claro está, a los psicoa­ litique de ¡q psychoanalyse face a Helena Besserman Viana. En aque­
nalistas del norte pero, sobre todo, ¡u diçtuaure et a la torture. Para lla época, Leao Cabernite era el
a las instituciones psicoanalíticas. entonces estaban anunciadas las in Presidente de la Asociación Psicoa­
Aludo, principalmente, a aquellas tervenciones de Serge Lebovici nalítica de Río de Janeiro y era, ade
que aspiran de manera más abierta (presidente de la ¡PA desde 1973 a más, el analista didáctico del candi­
o encubierta a administrar la heren­ 1977) y de Daniel Widlócher, actual dato psicoanalista Amílcar. Lobo
cia freudiana con criterios y estrate­ vicepresidente de la ¡PA. De la Moreira, teniente de la policía mili­
gias de empresa transnacionaL misma participaron, además, el tar y torturador al servido de la
Tal vez por eso llame tanto la aten­ Presidente de la Sociedad Psicoana­ dictadura. En su momento, junto a
ción y no deje de asombrarnos el lítica de París y el de la Asociación la denuncia en Cuestionamos 2
texto de Allouch, Psicoanalítica de Francia. El caso es Marie Langer y Armando Bauleo
¿Qué sucedió para que un hecho que Elizabeth Roudinesco, Rene enviaron copias de la misma a la
acaecido en la periferia la denun­ Major, Conrad Stein y muchos IRA., a la Asociación Psicoanalitica
cia hecha en un libro de escasa tira­ más, protagonizaron un verdadero Argentina y a la Sociedad Psicoana­
da en Buenos Aires, en 1973- se ha­ “quilombo” (tal el subtítulo de uno lítica de París.5
ya convertido en el escándalo pa­ de los capítulos del libro de Antes que pasar inadvertida; muy
risino de 1997 y en el motor del li­ Allouch) con gritos intempestivos, por el contrario de agotarse en el
bro que la Eccole Lacanienne de Psy­ insultos, invitaciones y exigencias tiempo, la denuncia porteña del
choanalyse acaba de editar? ¿Por de abandonar la sala y todo tipo ‘73 fue creciendo en importancia,
qué un episodio “menor” -confusas de exabruptos. Tal parecería ser que hasta llegar a instalarse en el mero
denuncias entre hispanoparlantes y la intervención de Allouch no fue “centro” -en el corazón del psicoa­
brasileños que, como no podía ser ajena a tamaño desorden.4 nálisis institucionalizado- convo­
de otra manera, hablan y escriben Es necesario consignar aquí que po­ cando a la polémica a otras organi­
en portugués- se convirtió en el cos días antes, el 31 de Enero de zaciones: Organismos de Derechos
analizador de la venerable IFA. al 1997, Elizabeth Roudinesco había Humanos6 Tortura Nunca Mais,
punto tal de poner al descubierto publicado en Le Monde des livres, un Pro-Etica, El Consejo Federal de
sus fracturas y “obligar” a Allouch artículo periodístico sensibifizando Medicina del Brasil, el Consejo Re­
-uno de los mejores psicoanalistas positivamente a la opinión pública gional de Medicina, etc. Este episo
dio involucró durante un cuarto de sus diferencias con Putnam9 junto los casos, a gente como el Dr. A. se
siglo a casi todo el psicoanálisis al exergo freudiano que encabeza el la embarca para ultramar, digamos
mundial, desde el Dr. Edward Jo­ libro:
nada”. “Políticamente, no soy hacia Sudamérica, y se le deja bus­
seph y demás presidentes de la 10 No obstante, la neutralidad car allá su destino.”12
LEA,7 hasta Walter Brihel, pasando política de Freud no le impidió en­ Entonces, embarcados nuevamente
por Bion, por Derrida, por Alain viar una copia de El por qué de i en Sudamérica el libro de Allouch
Badiou y, también, por “nuestro” guerra con la siguiente dedicatoria me depara una sorpresa; tiene al
Horacio Etchegoyen. Incluso no se­ A Benito Mussolini, con el cortés menos una gran virhid y pone al
ría arriesgar demasiado afirmar saludo de un anciano que reconoce descubierto el abismo que me sepa­
aquí que la sede de los sucesivos en el soberano al héroe cultural. ra de su posición.
Congresos Internacionales de la Viena, 26 de Abril de 1933.1 1.-La sorpresa es, desde ya, que un
JPA -desde 1977 en adelante- fue Su neutralidad tampoco le impidió - hecho local de los ‘70 resuene en
decidida por este episodio.8 frente al intento de Edoardo Weiss París en los ‘90 con una fuerza tal
La posición que sostiene Allouch de interceder ante Freud para que que torne universal su difusión.13
-aparentemente bien fundada- es la tome (o, re-tome) en análisis al Dr. 2.-La principal virtud del libro resi­
siguiente: desde que el psicoanáli­ A, su ex-paciente- responderle con de en la perspectiva desde donde
sis es un método, en este caso (en el un: Allouch enfrenta los hechos. Resis­
caso de la denuncia del “psicoana­ ‘ACreo que es un caso malo, nada tiéndose a caer en discursos ideoló­
lista-torturador”) la verdad ética adecuado para el análisis. Para gicos, negándose a convalidar pro­
fue consiruida a expensas de lo po­ analizarse le faltan dos cosas, pri­ clamas de denuncia, Allouch se
lítico, de lo jurídico y de lo analítico mero el cierto conflicto doloroso mantiene consecuente con Freud
en base de una triple sustitución: entre su yo y aquello que sus pul­ cuando afirma que ceder el psicoa­
un asunto ocupó el lugar cte un ca­ siones le exigen, pues en el fondo nálisis a las instituciones y resignar
so está muy contento de sí mismo y la clínica psicoanalítica ante una
una denunciante ocupó el lugar de sufre solamente por la resistenda oleada ética que lo consagre como
otra de circunstancias exteriores, se­ poseedor de una particular visión
-la exageración de la ética sustituyó gundo un carácter medianamente del mundo, significaría pervertir y
al método analítico normal de este yo, que pudiese co­ traicionar lo mejor, lo más original
En otras palabras al denunciar a laborar con el analista; procurará que el psicoanálisis aportó. Esto es:
un “psicoanalista torturador” una siempre, por lo contrario, despistar el psicoanálisis es un método, no
militancia política no confesada, a este último, engañarle con falsas una ética. Por lo tanto, ante la auto­
una ideología -si se quiere, una we­ apariencias y dejarle de lado. Am­ crítica pública de la I.P,A. por sus
ltanschauung disfrazada de “ética bas deficiencias coinciden en el claudicaciones frente a este caso,
del psicoanálisis”- se despliega pa­ fondo en una sola, en la formación ante la decisión de pronunciarse
ra intentar confirmar lo inadmisible de un yo monstruosamente narci­ contra la violación de los derechos
del axioma: si Aniilcar Lobo es ana- sista, ególatra, impermeable a toda humanos, Allouch se indigna.
lista y Amilcar Lobo es lorh.irador, influencia, que, por desgracia, “Si la ¡PA hubiera tenido huevos,
pues entonces, Amilcar Lobo es un puede apelar a todos sus talentos y la ‘legítima heredera’ de Freud
analista torturador. Como si en el dones personales. Por todo eso no (debería) haberse mantenido en el
acto de la tortura Amilcar Lobo es- vale la pena ayudarlo pero, ade­ clivaje ética-método respecto al
tuviera ejerciendo el psicoanálisis y más, porque ese hombre es un ca­ cual Freud no cedía. Mantenerse
no su condición de militar fascista. naDa. hubiera implicado no hacer ningu­
Como si, desde que la institución na declaración”.’4
‘madre” (la ¡PA.) le otorgó la con­ Opino pues que no serviría para 3.-La abismal distancia que sosten­
dición de “ser” -y no la de estar- nada que él acudiese a mí o a al­ go con el texto se basa en la inteli­
analista, la tortura fuera un acto gún otro para un tratamiento psi­ gente manipulación de una erudi­
analítico por el mero hecho de ser coanalítico. ción con la que Allouch encubre
practicada por un analista. Después Pero también comprendo que la una supina ignorancia. El gesto de
de todo, supone Allouch, tal pare­ madre no lo quiera desahuciar sin humildad al que Allouch apela
cería que el análisis no le aportó na­ hacer otro intenLo. Propongo pues -,por qué los analistas-analizados
da a la técnica y a la teoría de la tor­ mandarlo a un instituto al cuidado deberían ser mejores que otros
tura; tal parecería que Amilcar Lo­ de una persona de eficacia terapeú­ hombres y estarían excluidos de se­
bo nada nuevo le sugirió a la “clini­ tica aplastante. He conocido como mejantes bajezas?- descubre la so­
ca” de la represión a partir de su tal al Dr. Groddek en Baden-Baden berbia de un analista que se ubica
“ser” y su saber freudiano. (Sanatorio). Naturalmente habría por encima de todo y de todos, sol-
Además, Freud dejó constancias que comunicarle las características dándose curiosamente, con el posi­
suficientes de su oposición a subs­ del paciente. Si él no lo quiere tivismo lógico al convalidar la neu­
cribir una ética convencional y. más aceptar, se podría pensar aún en tralidad valorativa del científico.
aún, a transformar el psicoanálisis Marcinowsky, en Heilbrun de TóIz Para empezar. Ante la afirmación:
en una cosmovisión normativa. Pa­ (Baviera), pero este lo rechazará sin “Las repercusiones del libro
ra eso no hace falta más que revisar duda de inmediato. En el peor de (Cijestionamos estimularon la

17
TOPIA REVISTA
creación de una serie de textos, cu­ 27 Congreso Internacional de Vie­ do tipo. Antes que a un foro para
ya publicación se realizó en un yo­ 17 y se hizo pública con la esc­ na confrontar ideas, el happening de
lumen titulado Ciestionamos 2. iSión de Plataforma, pero nadie ha París al que eL libro alude, sugiere
No hubo número 3, muchos de los explicado hasta ahora -corno no sea una puesta en escena de lo que
que participaron en la obra están con condenas banales, extemporá­ aquí afirmo.
muertos,
exiliados”. desaparecidos o neas, y tributarias de los mismos 2.- Hoy en día, cuando los analistas
15 vicios que critican- la “indifereri­ lacanianos son llamados a pronun­
Es necesario señalar que, lamenta­ cia” política del psicoanálisis laca­ ciarse acerca de la política optan
blemente, Allouch (o, Marcelo Pas­ niano y de sus instituciones centra­ por dos vías:
ternac, su informante argentino) se les. Es justamente de eso de lo que -O muestran una actitud crítica ha
equivoca. Si bien no hubo un Cue­ nos habla Allouch: de la indiferen­ cia la situación actual acompañada
stionamos si hubo una
3, (segund­ cia política que, cuando se rompe, por un escepticismo que incluye -

a) tercera edición de Cuestiona­ da lugar al escándalo. desde ya- la propuesta socialista,


16
tra­ Esa edición incluyó un mos Por lo tanto, una cuota de la incom­ -O, se conforman con proclamar
bajo fundamental de Fernando prensión que le atribuyo al texto de las indudables ventajas que ofrece
Ulloa ‘La ética del psicoanalista Allouch se debe a la ignorancia que la democracia representativa y
frente a lo siniestro” y el “Follow los psicoanalistas franceses (sin ig­ parlamentaria frente a los regíme
up de una denuncia psicoanálisis, norar las profundas diferencias nes totalitarios.
politica y moral” de Santiago Dub­ que los separan) mantienen frente Poco, muy poco para un pensa
covsky; texto definitivo, silos hay, a lo que, gracias al psicoanálisis miento que -siempre que exploró
para la elucidación del caso 1.P.A- francés, gracias a Lacan, se produ­ otros campos- dejó huellas tan
Amilcar Lobo. Pero, no es ésta la ce más aLlá de Lacan en este “sur, creativas y sin cuya inscripción
única omisión significativa. En las revuelto y brutal”.18 La otra, a La­ otra sería la historia de la psicolo­
soberbias reflexiones de Allouch can mismo, gía.
hace evidencia, por ausencia, la ex­ Cada vez que Lacan aludió a la po­ Pero hay algo más. Frente a la tra­
tensa producción con la que los psi­ 1ffica fue para condenarla por estar ducción al francés del libro de He
coanalistas argentinos (y urugua­ siempre al servicio de la moral y lena Besserman Vianna, la soberbia
yos y chilenos y brasileros y...) des­ del discurso del amo. Es notable irreflexiva de Allouch le obliga a
de los últimos años de la dictadura cómo Lacan -que arremetió con reclamar, sm pudor, más traduc­
militar (principios de los ochenta) y ánimo de cruzado contra cualquier ción ya que “una verdadera recon­
los primeros años de instaurada la disciplina no analíhca que se le pu­ sideración histórica hubiera teni
democracia en nuestros países, he­ siera a su alcance- mantuvo una to do que poner a mi disposición, en
mos intentado dar cuenta del im tal indiferencia hacia la política. francés, la autobiografía del tortu­
pacto que el terrorismo de estado Habida cuenta del trato que le dis­ rador Amilcar Lobo y otros textos
tuvo en las víctimas directas, en la pensó, parecería que Lacan no vio relacionados”.20
construcción de la subjetividad, en en el pensamiento político nada re­ Bien; la traducción no le alcanza y
las instituciones yen la producción, levante. Nada digno de enriquecer pide más. A ningún analista argen
distribución y consumo del psicoa­ su teoría, La política se constituyó, tino se le hubiera ocurrido exigir a
nálisis. así, en el punto ciego, en el escoto­ los franceses que pongan a su dis­
Es, tal vez, la ignorancia de esa pro­ ma del dispositivo teórico de
Lacan. posición en castellano los textos re­
ducción psicoanalítica la que abona 19 Ese escotoma de Lacan es lacionados para poder opinar. Si
una incomprensión basada más en coherente con la convicción de que acaso gestionaríamos y pagaría­
la asimetría que soporta la periferia es imposible instaurar al sujeto en mos nuestras propias traducciones
con respecto a la inapelable e in­ lo social. La interdicción lacaniana acarreando el peso vergonzante de
contestable superioridad del psi­ a situar al sujeto en el seno de una nuestra ignorancia del francés.
coanálisis metropolitano, que en politica, con vínculos colectivos ca­ Cuando un psicoanalista argentino
las diferencias conceptuales, de có­ paces de producir rupturas y trans­ quiere más, se toma el trabajo de
digos o de lenguajes. formaciones históricas produjo, al traducir los textos originales si es
Se reactualiza, entonces, un equívo­ menos, dos consecuencias negati­ que antes no se tomó el trabajo de
co semejante al protagonizado hace vas: aprender la lengua dominante
varios años ya cuando Francoise 1.- Alrededor de Lacan crecieron No obstante, tengo la impresión
Dolto -bienintencionada- intentó asociaciones que reprodujeron los que Allouch no reclama con an­
abordar con recursos convenciona­ vicios instituidos en la sociedad de ogancia francesa “cómo es posible
les el complejísimo desafio que su­ mercado: las empresas transnaci­ que, para poder opinar, no hayan
ponía la restitución de la identidad onales del psicoanálisis. Así, la his­ puesto a mi disposición los otros
a niños que habían sido apropiados toria de la comunidad lacaniana no textos relacionados”L Lo que
durante los años que duró la dicta­ ha sido otra cosa que la escabrosa Allouch no perdona es que le ha­
dura militar en la Argentina. secuencia de luchas de poder, ges yan puesto éste: que hayan tradu­
La ceguera política de la ¡PA. que tión de pacientes, mezquindades cido al francés este texto que debe­
se plasmó en los Cuestionamos fue personales, ocultamiento de textos, ría haber quedado ahogado y si
denunciada por Marie Langer en el robo de dinero y canibalismo de to lenciado en porh.Igués y cuya de-
REVISTATÍJPIA
nuncia debería haberse mantenido Nobel va a ser más escuchado y que denan, permanecen invisibles a sus
ajena y sorda dentro de los límites su opinión va a tener más peso poli­ ojos por el mero hecho de existir en
del castellano, Si acaso, que qued­ lico, mas trascendencia que la del otro mundo: en este mundo. Aquí:
aradausurada dentro de los límites borracho de la esquina’ No obstan­ donde se han perpetuado los peores
de la ¡PA. que es la que tiene ese te, no es ese el estímulo con el que crímenes; donde la devastación del
problema de los analistas didactas Allouch nos provoca. De lo que capitalismo hizo posible y necesaria
y de la condición analítica determi­ aquí se raa es de registrar la rique­ la tortura como atributo del estado
nada por la institución; problema al za producida por el psicoanálisis y donde algunos psicoanatistas y al­
que antes aludí al hablar del “ser” periférico -por nuestro psicoanáli­ gunas instituciones psicoanalíticas
psicoanalista. sis- en estas últimas décadas De lo acompañaron a los militares con su
Pues bien: la tortura tiene mucho que aquí se trata es de reconocer silencio, con su simpatía y hasta con
que ver con el psicoanálisis francés, que si Allouch nada tiene que decir, su trabajo para que consumaran efi­
incluso en cuanto al silencio del psi­ los psicoanalistas argentinos, los cazmente la faena, y donde otros
coanálisis francés frente a la tortu­ psicoanalistas brasileros, los psicoa­ psicoanalistas y otras instituciones
ra. Pero sería arbitrano ocultar en la nalistas uruguayos, sobre la tortura no sólo fueron víctimas de ese ho­
generalización “psicoanálisis fran­ y sobre las instituciones psicoanalí­ rror sino que además, denunciaron,
cés” las marcadas diferencias que ficas, sí tienen algo que decir. hostigaron a los regímenes totalita­
separan a los psicoanalístas france­ Hoy en día, mientras Allouch recla­ rios; aquí, un grupo grande de psi­
ses y que Allouch se encarga de enfa­ ma desde París psicoanálisi& como coarialjstas con diferentes filiacio­
Lacan
21 Para el caso: mientras tizar. respeto al deseo de cada analizante nes, esbozaron respuestas que se­
se entendía con Heidegger -y no traducción o subordinación de ría bueno que empezaran a univer­
(Kostas Axelos servía de intérprete, los conceptos psicoanalíticos al dis­ salizarse causando algo más que un
pero Jean Beaufret, de puente) res­ curso político, al discurso jurídico, a escándalo, algo más que un happe­
petuoso del nazismo confeso de su la institución de la ética- una exten­ ning, algo más que un libro como
interlocutor e insensible ante los es­ sa producción teórica, una rica ex­ este al que, de todos modos, le da­
tragos de las guerras coloniales en periencia, argumentos abrumado­ mos la bienvenida por lo que es:
que Francia participaba, mientras res que sus interrogantes desenca analizador, sfnoma de que el pacto
devolvía a Simone de Beauvoir EL sellado entre el centro y la periferia
Segmdo o sin haberlo leído, está empezando a conmoverse.
mientras se preguntaba írente a los
Belgas (los del Congo Belga, claro)
en la “Ethique de la psychanalyse. 1. International Psychoanalitical As­
(si) La psychanalyse est-elle consti­ sociation
tuant pour une éthique qui serait Psicoaná­
2. Asociación Mundial de
celle que notre temps nécessite”22?
(1960); mientras todo esto pasaba 3.Aliotich, Jean: La etificación del
(década del 50 y 60), en el capítulo psicoanálisis. Calamidud. Edelp. Bue­
“Guerra colonial y transtornos nos Aires. Diciembre de 1997.
mentales”23 de s nden do de 4. A Allouch no se le ocurrió otra
la flerra, Franz Fanón -más que cosa que preguntar (su pregunta
comprometido, implicado- se inte­ ftmcionó no como la causa pero sí
rrogaba, a partir de materiales clíni­ como el disparador del escándalo)
cos, acerca de) impacto de la guena “Cómo se supo que se trataba de
en el psiquismo. un “psicoanalista torturador” ?. Na­
Cuando ante las declaraciones de la da ingenuo, el interrogante acerca
1 PA. Derrida pregunta por qué la del ser psicoanalista como condi­
Asociación fundada por Freud no ción adjudicada por una institución,
puede emitir más que una conven­ tuvo la virtud de iniciar la decons­
cional e insuficiente denuncia sobre trucción del siguiente axioma: si
Amilcar Lobo, Allouch responde, Amilcar Lobo es psicoanalista y si
fiel a Freud, que ni la IFA. ni nin­ Amilcar Lobo es torturador, pues
gún psicoanalista puede decir nada entonces Arnilcar Lobo es un psicoa­
específicamente psicoanalítico al sobre nalista torturador. (Volveré
respecto. esto).
“Nadie puede garantizarnos que 5. Tal vez es necesario recordar aquí
un premio Nobel de química inte­ que C estio a o está íntimamen­
rrogado sobre el genocidio en te ligado a Plataforma. Es decij a la
Ruanda tenga algo más o mejor primera escisión que por razones
que decir que e borracho de la ideológicas y políticas soportó la
esquhia”
24 dice Allouch. De acuerdo. EPA. desde que Freud a fundara.
Pero es casi seguro que el premio La edición de Cuestionamos coinci

19
TOPIA REVISTA
de, además, con el auge de Ja repre­ así hubo que esperar hasta 1991 pa­ del centro lo que equivale a decir
sión militar que partió en dos al psi­ ra que Buenos Aires sea sede de un que existe ima producción en París
coanálisis argentino. Congreso Internacional de Psicoa­ tan ignorada como la de Buenos
6. En 1981, Adolfo Pérez Esquivel, nálisis. Aires, y que el centro despótico se
Premio Nobel de la Paz y defensor 9. “Sólo cuando el conocimiento del ejerce, también, en el margen.
de los Derechos Humanos, al inte­ alma sea más profundo, sólo enton­ 19. Esto no me parece casual ni con­
resarse por las acusaciones al psi­ ces llegaremos a establecer lo que denable. Es, antes que nada, la des­
coanalista torturador Amilcar Lo­ es posible en el dominio de la ética­ cripción de una evidencia que me
bo, con el afán de, antes que en la sin riesgo de hundimos en el do­ rece ser pensada en beneficio de
búsqueda de venganza, restablecer minio de la educación” le dice nuevos abordajes a la política. Y no
la justicia, fue detenido al arribar a Freud a Putnam en carta del 14 de quiero con esto sumarme a ese po­
Sao Paulo y expulsado del país por Mayo de 1911. pulismo antilacaniano con el que se
“intromisión en los asuntos inter­ 10. Respuesta de Freud ante el inte­ intenta persuadimos para que re­
nos del Brasil”. rrogante de Max Eastman: “Qué nunciemos a ese universo siinbóli
7. Adam Limentani, Robert Wa­ es usted po1íticamene?”. Para pro­ co. Posición que se funda en asimi­
llerstei.n, Joseph Sandier. fundizar en este tema remito al Jar a 1acan con “la cana” o que
8. En el Congreso Internacional de Freud ¿Apolítico? de Gerard Pom­ -apoyándose en el gongorismo de
Psicoanálisis de Jerusalén, 1977, el mier. la escritura- cubre con falsos repa
Dr Walter Briehl, de Los Angeles, 11. El Dr. Kurt Eissler, secretario del ros la dificultad intelectual de su
propuso que la IPA se pronuilciara Sigmund Freud Archiv, después de abordaje y un conservadurismo
públicamente contra la violación de larga búsqueda encontró en Roma teórico incapaz de ubicarse a la al­
los Derechos Humanos en la Ar el mencionado ejemplar que permi­ tura de la revolución conceptual
gentina, pero la IPA jamás lo hizo. tió corregir la versión distorcionada que Lacan desató. Este tipo de críti­
En general, ante el terrorismo de es­ que dio Ernest Jones en la biografía ca al pensamiento lacaniano me pa
tado en América Latina, la IPA eli­ de Freud. Freud, S. Weiss, E: rece improductiva, reaccionaria de
gió el silencio y Ja prudencia. ¡‘ro- blemas de la práctica psicoaaliti­ cabo a rabo e irrespetuosa con res­
puso no realizar congresos en nues­ ca. Gedisa. Barcelona. 1979. Pag.40. pecto al proceso de apropiación y
tros países para proteger, así, la su­ 12. Freud, S. Weiss, E: Problemas de retraducción periféricos de los
pervivencia del psicoanálisis y de de la practica psicoanlítica. Gedi­ discursos metropolitanos.
los psicoanalistas. A raíz de los pro­ Sa. Barcelona. 1979. Carta del 3 de 20. Allouch, Jean: La etificacjón del
blemas con la SPRJ (Sociedad Psi­ Octubre,1920. Las negritas me per­ psiçoanlisis. Calamidad. Edelp.
coanalitica de Río de Janeiro) en el tenecen. Buenos Aires. Diciembre de 1997.
Congreso Internacional de Psicoa­ 13. Tal parecería ser que este asun­ Pag.9 (Las “negritas” son mías).
nálisis de Helsinki, Julio de 1981, to de la tortuía -de la implicación 21. Se refiere al encuentro “Geopsi
se decidió no llevar a cabo el Con- de los psicoanalistas- retorna a Pa­ coanalítico” de 1981 organizado
greso programado para 1983 en Río rís como cuestión latinoamericana por Rene Major, a la intervención
de Janeiro tal como se había acorda­ ignorando (como nos lo hizo saber de J. Derrida, a la posición de Alain
do en 1979. Los fundamentos de Frantz Fanon) que los crfmenes y Badiou, Jean Claude Milner, Ph­
esta poco habitual resolución son las torturas durante la guerra de ilippe Lacoue-labarthe frente al
expuestos en el Boletín 146 de la Argelia es tan asunto de franceses “psicoanálisis derrideano”, etc.
IFA, publicado en el International como el silencio cómplice que los Allouch, Jean: a etificación del ps­
Journal of Psychoanalysis de 1982 psicoanalistas sostuvieron. (tam­ tlisis. Cal icodad. Edelp. Bue­
y firmado por el Dr Joseph, por en­ bién volveré sobre esto). nos Aires. Diciembre de 1997. Pag.
tonces Presidente de la IPA. 14. Allouch, Jean: La etificacián del 31, 32.
El Dr. Joel Zac -el ya fallecido psi­ psicoanálisis. aiamidad. Edelp. 22. Conferencia pronunciada en la
coanalista argentino que presidía la Buenos Aires. Diciembre de 1997. Facultad de Saint-Louis, Bruselas el
Federación de Sociedades Psicoa Pag. 97. (Las “negritas” son del au­ 10 de Marzo de 1960 y publicada en
nalíticas Latinoamericanas- recor­ tor). Ojiatro. La Let mçnsiefle de 1É-
dó, entonces (Julio de 1981), que los 15. Allouch, Jean: La etificaciçin lç1 cçlç dç 1 cus freudienne,Bélg­ 6.
psicoanalistas latinoamericanos sc n’lisi , lamida , Edelp. ica. 1982.
constituyen más del 30% de los Buenos Aires. Diciembre de 1997. 23. Transcripción de la conferencia
miembros de la Internacional y que Pag 62. pronunciada en el Segundo Con­
la Asamblea debería considerar la 16. Langer, Marie (comp.): Cue­ greso de Escritores y Artistas Ne­
realización de un Congreso Interna­ . Ediciones Búsqueda. stionamos
Bue­ gros, Roma, 1959.
cional en un país latinoamericano. nos Aires. Junio de 1987. 24.Aiiouch,Jean:La fi a ‘ndl
A continuación el Dr Antonio San­ 17. “Psicoanálisis y/o Revolución psiçoanáliis. Calamidad. Edelp.
tamaría de México, postuló a su Social”. CuestiQnamos. Ediciones Buenos Aires. Diciembre de 1997.
país como sede del Congreso de Búsqueda. Bs. As. 1987. Pag 96.
1987. Pues bien: el Congreso de 18. Por supuesto que no todo se re­
1983 se realizó en Madrid. El de duce a la distancia geográfica enfre
1985, en Hamburgo. El de 1987, en París y Buenos Aires. Enla perifer­
Montreal El de 1989 en Roma Y, ia tiende a repetirse la normativa
REVISTATOPIA
César Hazaki
El pensamiento bestia Psicoterapeuta

(Reflexiones a partir de la lectura del libro “Los verdugos voluntarios de Hitler”)

Telam: Sajonia-Anhalt. Triunfoó había 499.682 judíos practicantes.


la ultraderecha. Stop. Los jovenes ¿qué porcentajes
votaron masivamente por la neona­ representaban?”
(6). Este simple problema
zi Union del pueblo Aleman, Stop. presentado en todas las escuelas
En esa zona se registra la mayor can­ primarias alemanas durante el
tidad de delitos racistas. Stop Mil nazismo, muestra y hace de la ló­
cien agresiones y delitos neonazis gica binaria un recurso excepcio­
durante 1997. Stop. La mitad de nal, (son pocos, no hay peligro).
estos
cometidos por jovenes de entre 17 La víctima de la masa de acoso
y 24 anos. Stop. La desocupacion de así constituida está cerca, es ne­
Sajonia-A nhalt ronda el 25%. cesario que esté próxima para ser
Stop.. señalada con precisión, hay que
generar un saber sobre ella.
Los europeos han caracterizado Ese saber permite hacer al siste­
al imparable avance ultradere­ ma más homogéneo, notable ca
chista como “pensamiento bes­ pacidad para construir un afuera
tia”, el mismo cobra realidad, segregado, potencialmente hos­
potencia y consistencia en todo
til, amenazante. Un peligro con
el mundo. Parece contradictorio
nombre y apellido, es muchísimo
pero este tipo de pensamiento se
ha internacionalizado más que más aliviador que lo irnomina­
las ideas revolucionarias que do, lo horroroso. Ayuda a soste­
convocan a la fraternidad entre ner la cohesión.
los hombres. Se trata de encon­ Allí donde triunfa el deseo de
de temerse duras penas. Un ase­
trar la manera de satanizar al di­ transformar el daño sufrido en
sinato sin riesgo, pennitido,
recomendado
ferente, encarnado hoy en la fi­ contraplacer; triunfa el predador,
gura del inmigrante. El pens­ y compartido con
aquél que sobrevivió y gozó con
amiento bestia busca la diferencia muchos otros implica una sensa­
un arma.
para sostener la segregación. El ción irresistible para la gran ma­
inmigrante
eje central de los rechazos: el yoría de los hombres” (3).
quita “homogeneidad” Canetti aquí concuerda con la ge­
(?) al cuerpo social. nealogía de Nietzche: “Hacer su­
Lógica binaria que hace del otro Reuter: Cinco mujeres asesinadas,
frir causaba un placer infinito, en
la víctima de una masa homogé­ quemadas vivas en su casa. Stop.
compensación del daño sufrido
nea, compacta, que permite esa Son, en 2992, las primeras víctimas
proporcionaba a las partes daña­
notable y rápida transformación del odio neonazi. Stop. Matriz que se
das un contraplacer extraordina­
en masa de acoso que, decía Ca­ rios” (4). repite. La edad y el género de los
netti, “sale a matar y sabe a agresores: hombres jóvenes entre die
Adjudicándose el papel de ven­
quién matar, basta comunicar a cisiete y veintiún años. Stop. Aten
gador, buscando ese contraplacer
fados de esta naturaleza escenifican
quién matar y la masa se fonna” extraordinario, Hitler ayuda a
(1). Le está reservada, a la masa ejemplificar lo anterior, en 1920 el tabú hacia el grupo segregado.
de acoso, un acelerado creci­ Stop. Reafirmando que estas mujeres
decía: “...nos anima la resoludón
miento, por una razón por demás no deben, no pueden estar cerca de
inexorable de agarrar el mal (los
demostrativa de ciertos aspectos judíos) por las raíces y extermi­ los alemanes. Stop. Mujeres demoni­
zadas. Stop.
de los hombres: la tarea no tiene narlo con raíces y ramas. Para
peligro, es su condición ser in­ conseguir nuestro propósito no
mensamente superior a su presa. debemos detenernos ante nada,
El lúcido Canetti refuerza, “la aunque nuestras fuerzas tengan
víctima nada puede hacer, huye que aunarse con el diablo”. (5)
o perece” (2). Lograr un asesina­ Foucalt insistía en ver eL castigo
Podemos observar cómo se ense­
to masivo y permitido que: como una función social comple­
ña esto a los niños: “Los judíos
“reemplaza a todos los asesina­ ja, la misma articula funcionali­
son en Alemania una raza extran­
tos de los que uno debe abste­ dad para el sistema que establece
jera. En 1933, el Reich tenía
nerse y por cuya ejecudón han 66.060.000 habitantes. Entre ellos sanciones. El ejercicio de ese po-

21
TOPIA REVISTA
der logra segregar, separar, pero, rias, iban al Valhala y allí gue­ del poder proletario, de la Liga
al mismo tiempo necesita y pro­ rreaban durante el día, en la no­ Comunista Alemana. Un hombre
duce un saber constituyente, una che siempre fiesta, era necesario ligado internacionalmente, con
racionalidad. Un corpus que vis­ esperar que sobreviniera la bata­ sus semejantes de clase y no de
to desde afuera parece inconsis­ ha final del universo. Luego de la nacionalidad.
tente, pero que internamente misma sobrevendría un reino di- Proveerá a los hombres de una
funciona de maravillas: hace de- ferente y maravilloso. No hace manera de ver el mundo univer
seat. “No nací ni más feo ni me- falta mucho ingenio para ver salista. Visión alejada de los sen­
nos inteligente que otro cual­ aquí la promesa del “reino de mil timientos y acciones nacionalis­
quiera, pero lo hice en Berlín, en años” del nazismo. Despliegue tas o reaccionarios. Por que la
1933: Me hubiese gustado ser de Odín, un dios guerrero. Los clase obrera tendrá un saber que
miembro de las SS, pero era ju­ muertos “comunes” solo mere­ acompañará los movimientos so-
dío, Hubiera deseado ser rubio y cían caer en un profundo e infer­ dales. No será ya el cielo a ser
de oos azules, pero soy bajito y nal mundo melancólico. ganado sino la tierra por asalto.
moreno. Hoy me siento avergon­ Así se constituye el ilusorio pasa­ Con un té en la mano Engels lee
zado al confesar que, al princi­ je desde la debilidad a la fuerza en voz alta: “Durante cada crisis
pio, hubiese querido con todas mitológica. Retroceso al mundo comercial, se destruye sistemá­
mis fuerzas estar del otro lado de medieval, vestigios de aquellos ticamente, no sólo una parte
la barrera. No me atrevo siquiera dragones y monstruos, criaturas considerable de productos ela­
a expresar la mil y una fantasías Siniestras del mundo sobrenatu­ borados, sino incluso de las
sadomasoquistas que me obse­ ral que hay que vencer. Solo que mismas fuerzas productivas ya
sionaban durante ese ingenuo las figuras del mal, los hijos de creadas. Durante las crisis, una
período de la infancia, y desde Satán son hombres, más precisa­ epidemia social, que en cua­
entonces están censuradas. Esa mente comunidades, pueblos lquier época anterior hubiera pa.
vergüenza, ese complejo de infe­ que no aceptan la integración: ju­ recido absurda, se extiende so­
rioridad, están más o menos en­ díos, gitanos, ocupan el lugar si­ bre la sociedad: la epidemia de
terrados. A veces, me sorprendo niestro, lo innominado causante la superproducción. La socie­
a mí mismo en un arrebato racis­ de todos los males. dad se encuentra súbitamente
ta o incluso antisemita, fruto Cruzada en busca de gloria y ri­ retrotraída a un estado de súbi
amargo de esa introyección psí­ queza: el nuevo Reich se pon­
“. ta barbarie: diríase que el ham­
quica aceptada en contra de mi ga en marcha tras las huellas de bre, que una guerra devastadora
propia voluntad” (7). los antiguos caballeros de la Or­ mundial la han privado de to­
Desfiles, uniformes, ritmos de den, con el fin de dar, por la es­ dos sus medios de subsistencia;
marchas que hacen de todos una pada alemana, la gleba al arado la industria y el comercio pare­
unidad, puesta en marcha, disci­ alemán y a la nación el pan cot­ cen aniquilados. Y todo eso ¿por
plina, convocatoria a que el de­ idiano”. (8) qué? Porque la sociedad posee
seo se haga presente. Exhibicio­ demasiada civilización, dema­
nismo, erotismo, libido de la siados medios de vida, demasia­
fuerza, de la posibilidad de so­ da industria, demasiado comer­
jazgar al enemigo. Bailan en con­ Recorren las calles londinenses cio. (...) Las relaciones burgue­
junto, imposible separarse, or­ presurosos, tiene un paso vital, sas resultan demasiado estre
den masivo que implica la legali­ enérgico, acorde con la edad de chas para contener las riquezas
zación de la crueldad, más diría ambos: veintiocho y treinta y dos creadas en su seno. ¿Cómo ven­
la hace necesaria y sistemática. años. Londres, cuándo no, es ce esta crisis la burguesía? De
Desear someterse, expandir ese fría y húmeda en ese diciembre una parte, por la destrucción
aristocrático mandato de perte­ de 1847. Vaxi a realizar las prue­ obligada de una masa de fuer­
necer al señor, fortalecerse be­ bas finales para que el Manifies­ zas productivas; de otra, por la
biendo las pócimas de un ser po­ to del Partido Comunista pueda conquista de nuevos mercados
deroso y tiránico. Una cruzada imprimirse. y la explotación más intensa.
para purificarse, volver sobre los El entusiasmo no les permite ha­ ¿De qué modo lo hace, pues?
mitos germánicos que pregonan blar de otra cosa, auge de las
... Preparando crisis más extensas y
el ejercicio de la vitalidad, la ad­ luchas proletarias que recorren más violentas y disminuyendo
quisición de riqueza por la fuer­ Europa, la convicción en que la
. los medios de prevenirlas”. (9)
za. revolución se encuentra detrás El libro correrá a su suerte el 24
Mitos donde no hay piedad, ni de una esquina, ...el profundo de febrero de 1848, traerá, ade­
amor; solo la gloria para exaltar deseo de transformar las nuevas más de su claridad, las dosis
la inmortalidad del héroe. Ideal condiciones en revolución social. exactas de esperanza y deseo pa­
absoluto de este mundo: morir Habían recibido el mandato, pa­ ra querer modificar el mundo. El
en combate. Los guerreros muer­ ra la producción de un texto que siglo XIX los tendrá a Marx y En­
tos eran recogidos por las Vaiqui fundamentara la convocatoria gels como protagonistas excep
REVISTATOPIl
cionales de los tiempos revolu­ mitismo de la historia de Inglate­ gió el genocidio bosnio. 5 top. La CIA
cionares que cruzan Europa. rra, por que la población del rei­ mató a Kennedy. Stop. Argel: un
no quiere ver en la toma del po­ pueblo entero fue aniquilado anoche
der por los comunistas el resulta­ por fundamentalistas religiosos.
do de un complot judío” (11). Stop. Los turcos, en Alemania, ocu
CBS: Kazajtán, ex Unión Soviética Es que los comunistas tenían el pan hoy el mismo lugar que los ju
se descubrió un campo de concentra­ profundo deseo de conquistar, díos durante el nazismo. Stop. Los
ción para adolescentes. Stop. Nom­ con sus ideas y su práctica, a to­ genocidas argentinos están libres.
bre: Lago 155. Stop. Poblado por chi­ dos los obreros del mundo. Ape­ Stop..
cos menores aprehendidos por delitos tecían el poder desde su clase so­ Stop. ..Stop. ..Stop.
menores. Stop. Padecen afrofia mus­ cial, planteaban la lucha alrede­
cular y deficiencia vitamínica. Stop. dor de la socialización de los me­
Se los prostituye sexualmente. Stop. dios de producción. Citas: (1), (2) y (3): Masa y poder, Elías
Desconfiaban de todo capital, vi­ Canetti. Alianza/Muchnik.
niese de donde viniese. Conocían (4): Citado por Lipovetsky, en “La era
del vacío”, Anagrama.
La política antisemita del nazis­ a la burguesía por que el trabajo
(5) y (8): Mi Lucha. Adolfo Hitler. Cita
mo se puede articular con el los plantaba frente a ella. La fá­ do por Wilheim Reich en su excepcio­
avance de las ideas y de los parti­ brica los encontraba frente a fren­ nal “Psicología de masas del fascis­
dos comunistas. No como razón te, los unía y al mismo tiempo les mo”. Editora Latina.
única ni excluyente, pero es una daba razones de clase, a ambos (6): Historia de los jóvenes. Tomo II.,
variable necesaria a las múltiples contendientes, para mantener la La edad contemporánea. Taurus, Gio­
maneras de entender al nazismo. lucha y las diferencias vanni Levi y Jean-Claude Schm,tt.
(7): El yo paranoico. Claude Olievens
No se puede omitir, como hace En suma las luchas obreras no
tein. Paidós Contextos.
Goldhagen, en su excelente libro pueden omitirse en el análisis del (9): El Manifiesto Comunista. C. Marx
“Los verdugos voluntarios de Hi­ nazismo. Que la culminación de y F. Engels. Obras escogidas. Tomo IV.
tler” (10), al rastrear el antisemi­ la experiencia revolucionaria so­ (10): Los verdugos voluntarios de Hi­
tismo en la sociedad alemana viética, el stalirismo, haya de­ tler. Daniel Jonah Goldhagen. Taurus.
previa al siglo XX. Este análisis mostrado similitudes con el na (11): El destino de los inmigrantes. En-
zismo no es causa para negar y manuel Todd. Tusquets.
sufre una restricción, a nuestro
(12): Moisés y la religión monoteísta.
juicio, al no incorporar el avance olvidarse de los logros de las lu­
AmorrOrtu.
Sigmund Freud. Tomo XXIII.
de las ideas comunistas; es contra chas gestadas por los obreros de
esa fuerza que va en busca de un casi todo el mundo.
hombre de clase, universal, sin Bibliografía consultada:
Película “Hitler, una película de Ale­
raza, ni nacona1idad, que se le­
mania” de Hans-Jürgen Syberberg.
vanta el fascismo. El pensamiento bestia va inexo­ -Microfísica del Poder. Michel Focault.
Es interesante que, Goldhagen, rablemente haciendo baza, ocu­ Ediciones de la piqueta.
tome el permanente latiguillo del pando lugares estratégicos en los -Los orígenes del totalitarismo. Tomo
nazismo “judío bolchevique” y deseos de la gente. Con lo cual I. Antisemitismo. Alianza Editorial
solo trabaje el concepto judío. empiezan a vislumbrarse algu­ -La era de la revolución, 1789-1848.
“Judío bolchevique” junta un nas de las, infinitas, formas en Eric Hobsbawm. Editorial Crítica.
-Naciones y nacionalismo desde 1780
enemigo pequeño y atávico, el ju­ que los poderes se preparan para
Eric Hosbbawm. Editorial Crítica
dío, con otro, el bolchevique, en el momento en que “la sociedad -Psicología de las masas y análisis del
plena expansión antagónico a los tiene demasiada civilización” y yo. Sigmund Freud. Amorrrurtu. To
intereses de la clase burguesa. por lo tanto sobrevendrán “crisis mo XVIII.
Por ejemplo, en Inglaterra se rea­ más extensas y más violentas”
liza entre 1870 y 1914 una de las que permitan la “destrucción
integraciones más exitosas entre obligada de una masa de fuerzas
los judíos y una sociedad recep­ produdivas”.
tora. Situación que tiene sus pri­ No es, entonces, esta posmoder­
meras dificultades durante la Pri nidad una sociedad que elimine
mer Guerra mundial, allí comien­ los temores y las reacciones arcai­
za cierta intolerancia la que ex­ cas de los hombres, sino todo lo
plota durante la revolución bol­ contrario los invita a mirar hacia
chevique de 1917. Es en Leeds esos paisajes reaccionarios para
donde se desarrollan dos días afiatar los mecanismos del ho—
consecutivos de violencia contra
una importante comunidad ju­
día. ¿Motivo?: “La Revolución
bolchevique de octubre provoca CNN: El estado israelí declara legal
el peor de los accesos de antise la tortura. Stop. Un psicólogo din
El amor Yago Franco
Psicoanaljsta
en los
tiempos de
Hannibal Lecter
La histeria y la neurosis obsesiva
fueron duce parte de dicha renuncia, y
los paradigmas clínicos las pulsiones se desviarán hacia
de la indagación freudiana,
osenraizad­ hechos y actos sociales, dejando
en el tipo antropológico como marca a la consciencia in­
de la sociedad occidental de su consciente de culpabilidad. Esta lle­
época, fruto de la interiorización va a otro tipo de actos y hechos
de las signØcacíones imaginarias sociales y neuróticos como son
sociales en­ las
tonces. predominantes en ese ceremonias, las infracciones y
De ningún modo es dable prohibiciones
los castigos. Son las
pensar ni sostener que hayan las que producen la renuncia
perdido
des vigencia como entida­ pulsional, y esta renuncia posee,
clínicas; de lo que se trata es asevera Freud en otro artículo
de su “adaptación” a la época, y del mismo as’io, potencialidad psi­
del surgimiento de nuevos fenó­ copatologizante.
Se produce así,
menos clínicos, de la mano de
desde la cultura, al “obediente y
una subjetividad que difiere de adaptado” obsesivo, que más
la de principios de siglo. una parte del día”. La cultura
allá de sus síntomas diríamos
que produce una neurosis colectiva,
-

permite
El análisis de la subjetividad
gracias a éstos en realidad
es perfectamente capaz “de al Q,o para?) mantener a raya a
-

analizar a una determinada


cultura, es decir, de qué materia r cumpli­ las pulsiones eróticas y agres­
-

sus deberes sociales durante


está compuesta, de qué significa­ ivas - dejando el residuo de la
ciones colectivas, qué destino consciencia inconsciente de culpabi­
busca para los sujetos, qué tipo lidad, en un sujeto dispuesto así
de ideales propone, qué institu­ para la participación social “ade­
ciones crea para conseguir sus cuada”. Sabremos a través del
objetivos. Este tipo de análisis es mismo Freud, muchos años más
el que puede apreciarse en las adelante, del carácter central del
observaciones que Freud hiciera culpabilidad
sentimiento inconsciente de
en su artículo de 1907 “Los actos para el mantenimiento
obsesivos y las prácticas religio­ del orden sociocuitural, y hasta
sas”, donde debe destacarse que 1 de las patologías colectivas que
por primera vez utiliza los con­ es capaz de producir.
ceptos de “pulsión reprimida” y Pueden así comprenderse en to­
“consciencia inconsciente de culpa”, da su magnitud las resistencias
Señala allí que la neurosis obsesi­ sociales que podía producir el
va es una religión privada, 1 método freudiano: con su pro­
neurosis
mientras
que la religión es una puesta de levantar represiones
obsesiva colectiva. Sabemos apuntaba al núcleo del orden
que la religiosidad ocupaba en sociocultural. El psicoanálisis, por lo
ese momento uti papel que no es menos en su vertientefreudiana, Ile­
el mismo que en la actualidad. va inevitablemente a develar, anali­
En la base del análisis freudiano zar, y, llegado el caso, destituir, las
de la sociedad de su época ocupa significaciones imaginarias sociales.
un lugar central la demanda de La incorporación de estas se
renuncia a las pulsiones que la produceen las distintas institucio­
cultura realiza. La religión pro- nes que son apoyo del proceso
24 identificatorio de los sujetos. Los
REVISTATOPIA
residuos de esta operación iden­ Ésto se entremezcia con las noti­ lación.
tificatoria, agregaremos, son las cias divulgadas en “tiempo real”, Que la vida erótica se degrade
dos instancias que funcionan co­ tiempo que cada vez se acelera implica que se separen el compo­
mo interfaces entre el psiquismo y más, llevando a una biperkinesis nente cariñoso y el sensual, al ser
el campo históricosocial: los a los sujetos, a su agotamiento, al degradado el objeto, única ma­
ideales del yo y el superyó. Entre estado de insatisfacción, a la pri­ nera de aproximarse a éste, de­
las funciones de estas instancias vatización de sus vidas, a la nece­ masiado cercano a los objetos
se encuentra, ni más ni menos, sidad cada vez mayor de objetos originarios-incestuosos; en el de­
decidir acerca del destino de las que ocupan el lugar del semejan­ sarrollo freudiano esto fue pro­
pulsiones. Cada cultura, por lo te, para cuyas demandas ya no ducido por la moral sexual de su
tanto, decide acerca de los desti­ hay lugar, lo que a su vez causa época. Vamos a postular que esa
nos pulsionales de los sujetos un estado de anomia creciente, no es la única vía para la degrada­
que la habitan. La cultura, enton­ acompañado de modo inevitable ción del objeto, es decir, del seme­
ces, produce marcas tanto en el de disolución-alteración de lazos jante, ni la única forma que dicha
registro identificatorio como en sociales. Este proceso lleva en
- degradación puede tomar. La
el pulsional. una realimentación contínua a - formación de masa actual, con
la crisis de las significaciones, a el amo-mercado como figura de
¿Cuál es el estado actual de nues­ la pérdida para muchos sujetos identificación obligada debido
tra cultura? Castoriadis señala del sentido de su función pa­ - a la crisis identificatoria, genera
que estamos en un momento de dres, jueces, maestros ... psicoa­ las condiciones para la degrada­
crisis de las significaciones del capi­ nalistas , al no haber un nosotros
- ción del otro de la vida anímica
talismo, crisis que a su vez empu­ fuertemente investido. Ese noso­ individual. El otro está y no está,
ja a una crisis identificatoria en los tros se disloca cada vez más en es consumible, utilizable, inal­
sujetos. Esta crisis se reproduce y un verdadero proceso de des-so­ canzable, inentendible ... hasta
agrava en cada institución donde cialización. La hiperkinesis, el hay “teoría” para Sostener la to­
habitualmente se produce el consumismo, la pasivización, la tal aleatorjdad de los lazos, del
apuntalamiento identificatorio, y va resignación, el conformismo, el otro como fuente de displacer, de
más allá de los lugares de dicho aislamiento-masificación, el culto la imposibilidad del lazo, de la
apuntalamiento (como la familia, de lo corporal, de la imagen, la inexistencia de relación sexual,
la escuela, el trabajo, etc.). No negación de la muerte, la “comu­ etc.. El lazo social, esencial para
hay en es tos momentos significa­ nicación-conexión” permanentes la vida anímica, está profunda­
ciones que tomen a su cargo esta mediante todo tipo de artefactos, mente trastocado. El fenómeno
crisis de las significaciones que etc., etc., son algunas de las ca­ de degradación de la vida erótica
mantienen unida a una sociedad, racterísticas de ese nuevo tipo an­ es observable en la clínica con­
Al haber caído la significación de tropológico surgido a partir de sig­ temporánea, donde se ha dado el
autonomía la que habla del pro­
- nificaciones imaginarias colectivas giro del encuentro amoroso sin
yecto emancipatorio - la única creadas de modo anónimo y con­ sexo como ocurría a principios
-

que ha quedado en pie es la capi­ junto, tomadas por las institucio­ de siglo al encuentro sexual sin
-

talista, la de la expansión ilimita­ nes, cobrando nueva vida en amor como problemática cada
da del “dominio”. Esta ve libera­ ellas, devueltas a los sujetos para vez más frecuente.
do ahora sí su desarrollo, empu­ su incorporación, reproducidas,
jando y entronizando al “dios­ etc.. Los nuevos fenómenos ob­ ¿Es la de “Profundo Carmesí”2
mercado” Este objeto se ha hecho
. servados en la clínica, tienen, co­ una historia de amor? ¿Se puede
dueño del poder de significación, lo mo a principios de siglo, relación hablar de amor si la condición
que quiere decir que dictamina lo directa con este tipo antropológico: del mismo es el asesinato? ¿No
que la realidad es, presentificán­ el pasaje al acto (no me refiero al hay acaso una pérdida de la no­
dose de modo permanente en los acto reflexivo-creativo-institu­ ción de que se trata de dos asesi­
mass-rnedia, lo cual lo hace
ciertamente yente); las impulsiones (bulim­ nos, y seriales? ¿Acaso no hay
inasible, hipnotizante, po­ iaanorexia-adicciones); la degrad­ uno que psicopáticamente mani­
deroso. Institución máxima de ación de la vida erótica; la afánisis, pula a la otra? Estos interrogan­
nuestra contemporaneidad, pro­ es decir, la caída del deseo; la de­ tes, surgidos en una sesión de
pone como identificación la de sorientación, efecto de la crisis análisis, parecían contradecir las
un “individuo que gana lo más posi­ identificatoria que impide el pro­ certezas iniciales de pensar en
ble y disfruta lo más que puede”. cesamiento deseante a cargo de una historia romántica, amorosa,
También propone un universo los ideales; las enfermedades psi­ profunda aunque “loca”, y cues­
permanentemente cambiante de cosomáticas; el retorno de las de­ tionar, al mismo tiempo las
objetos para producir dicho dis­ nominadas psicopatías, esto es, creencias alrededor del amor, el
frute, utilizando a los medios de la actual y creciente producción placer, la naturaleza de la rela­
comunicación como oferta cons­ de malestar en el otro, su utiliza­ ción entre los sexos, etc..
tante de los mismos. ción, su maltrato hasta la aniqui Serial también es Hannibal el -

25
caníbal Lecter3, psiquiatra y
-
mento en lo real, llevando la im­ Lovecraft, han llegado para mos­
antropófago (de pacientes). La pronta del acto, por liberación trar el rostro de tánatos desatado,
del asesino serial tiene la marca pulsionaL del mal en toda su vastedad y lu­
registrada en la capital del capi­ Los traumatismos coadyuvan a la juria. No podrían ser si nuestra cul­
talismo. Es una subjetividad casi entronización de la renegación, que tui-a no los produjera: porque es­
exclusiva de EE.UU., una suerte permitirá mediante Ja escisión
- tán y producen esta cultura.
de psicopatía profundamente que produce - que antagónicas Muestran de modo descarnado
perversa y en estado puro, que tendencias permanezcan sin co­ - como en su tiempo lo hizo el hé
ha llegado a la consumación de ntradicción en el sujeto, “corrien­ roe romántico- el rostro de la sub
la escisión entre el amor y el ero­ tes de la vida psíquica” paralelas: jetividad contemporánea, pro
tismo los dos parecen volatili­
-
traumática es la vivencia actual ducido en los últimos veinte
zarse dando como resultado el
-
de aceleración del tiempo, del años, y que en nuestro medio ha
advenimiento de las pulsiones consumo, de la información, y de sido particularmente tallado por
que en todos nosotros habitan, la violencia que todo esto genera. el terrorismo estatal y la debacle
resignadas en el curso de la so­ Promueve una dinámica na­ del proyecto de autonomía. No
cialización. La escisión yoica es que altera el lazo con el se­
rcisista es éste SU Único rasgo ni magni­
tan profunda y perfecta, que es­ mejante, escinde al sujeto, libera tud: pero ciertamente pertenece
tos sujetos pueden estar “correc­ el campo para Ja expresión de a la época, acerca de Ja cual ha­
tamente” adaptados a su medio, pulsiones que estuvieron tradi­ blar de individualismo no es
mientras asesinan, y de un modo cionalmente ligadas a las perver­ más que un fenomenal equívoco,
por demás llamativo: eJ semejan­ siones: la degradación de la vida ya que la individualidad deviene
te ha pasado a formar parte de erótica no es más que un aspec­ únicamente en el “codo a codo”
una serie, ha sido des-subjetiva- to de la degradación del seme­ del reconocimiento del otro, en
do, se pueden realizar sobre él jante, de la liberación general la unión o en la lucha, palabra
todo tipo de actos, se lo puede de lo mortífero dirigido al otro, mediante.
sustituir por otro, coleccionar ya no más contenido por la cul­ Bibliprafía:
al modo de principios de si­
sus pedazos, o servirlos a la me­ glo.
pa Castoriadis, Cornelius: “El avance
sa, etc.. El de la insignificanda”. Eudeba, 1997
La renegación muestra en estos vacío empuja al pasaje al acto, Franco, Yago: “Argentina: violencia
sujetos el refinamiento de su ac­ que no es ya la teatralización his­ y reminiscencias”. Inédito.
cionar. La renegación, bueno es térica: el acto es para nadie, es un Yo, subjetividad, Historia”. Leído
recordarlo, recae sobre la reali­ succionamiento subjetivo, consu­ en el Colegio de Estudios avanzados
dad, “el sujeto rehusa reconocer mido el sujeto por una falta que en Psicoanálisis, 1992.
la realidad de una percepción no logra dialectizar, consecuen­ Freud, Sigmund: “Sobre una degra
traumatizante”, no sobre una re­ cia del espacio ganado por la re- dación general de la vida erótica”
presentación, y produce un vacío negación en el aparato psíquico. Amorrortu.
subjetivo, esa otra característica Consumir es consumir al otro, “Los actos obsesivos y las prácticas
de fa subjetividad actual, con para salva rse del propio fagocita­ reUgosas”. AmQrrortu,
manifiestas expresiones en la clí­ miento, momento de caída de las “La moral sexual “cultural” y la ner­
mca. Si la cultura utilizaba el palabras de su función signifi­ viosidad moderna”. Amorrortu.
sentimiento inconsciente de cante, para devenir en silencio de “Moisés y la religión monoteísta”
culpa para la sujeción de los su­ corderos. ¿No será una conse­ Amorrortu.
jetos, cuencia de la afánisis, la desapari­ Laplanche-Pontalis: “Diccionario de
en la descripción que Psicoanálisis”.
Labor, 1977.
Freud hiciera de la sociedad de ción del deseo “objeto de un te­ Trabajo
su tiempo, hoy esto por lo me­ mor aún más fundamental que el presentado en las Jornadas
miedo a la castración”?. en conmemoración de los 30 años de
nos convive con la producción Agrega­ la
da a la serie de la inhibición, el Fundación CIAP, noviembre 1997,
de vacío para su control: vacío “Del padecimiento a la creahvidad”
y la angustia, es el efecto
representacional que arrastra a síntoma
del 2 film mexicano estrenado en nuestro
un vacio significante, histórico, sujeto arrinconado por el
dios-mercado: medio durante 1997, en el cual un es­
identificatorio, vaciamiento y un vacío de deseo,
tafador, que seduce y luego roba a
un sujeto vaciado de la
vacilación de las leyes que regu­ dad propie­ mujeres solitarias, termina empare
lan el funcionamiento intersub­ sobre sus propios deseos. Es jándose con una de ellas, a partir de
jetivo. Producir vacío y generar lo que suele manifestarse como lo cual cometen una serie de asesina­
objetos para saturarlo, así sean in-diferencia por ef otro, desinte­ tos al perseguir el objetivo de cont­
otros sujetos. Producir un estado rés, lejos de todo juego histérico. inuar embaucando mujeres. Rernake
permanente de insatisfacción, y, El Dr.Hannibal Lecter, Alien, los de “Los asesinos de La luna de miel”
por lo tanto, de inermidad. De la personajes de Asesinos por Na­ ,basada en hechos reaLes.
experiencia de satisfacción a la de turaleza, de Crash ... y tantos 3protagonista de El silencio de los ino­
insatisfacción. El vacío represen­ más, reales y terroríficos, como centes. Novela de Thomas Harris, pe­
tacional es llenado por otro ele- corporización de personajes de lícula de J. Demme.
26
REVISTA
PARTE DE GUERRA
PROVISIONES PARA iR AL FRENTE
PUBLICACION DEL TALLER DE PENSAMIENTO

Campos ru PERIODICO

MAS DE 60 EN KIOSCOS Y LIBRERIAS pal BIMESTRAL

HISTORIAS PARA ARMAR PsiocIa Scial 1 Psicdmii 1 TITp FamiIiv f 1 Eslitt


PUBLICACION BIMENSUAL DEL CAMPO DE LA PsicoanMiis Grupal I Medlacíón / AnIbis Inititucional / ComunicaciÓn
TERCERA EDAD Tel/fax: (01-54) e22-3266 - E-mail: rmaullh@iiterllnk.com.a
EDITOR: JUAN JOSE MONTERO Web: http://www.eocities.comISoHo/MuSeum)9653

REVISTA PARA PENSAR


LA POLITICA EARI
ACONTECIMIENTO;0] A ROJA
UGAR PARA EL
DE, SO,LALECTURAY
a LA SION EN LA ZONA
Revista de la Facultad E VILLA GESSEL
de Ciencias Humanas
Director 8 Y PLAYA
Angel Rodríguez Kauth
.4
602
Universidad Nacional de San Luis
to
-a--

EL OJO MOCHO y
i,u
ndu
1
REVISTA DE e es
CRITICA CULTURAL
TOPIA
Incluye los sumarios de sus ediciones en la
base de datos LATBOOK (libros y revistas)
Disponible en INTERNET en la
dirección:
siguiente
http://www.latb ook.çom

NSAS y
-a 4
1
ERIEN’CIAS
Revista de Psicología
en el campo de la educación L.
n COOIØEtOS

Suscripciones, redccián y publicidad: Av. Corrientes 4345, (1195) BuenosAires


Tel.: (541) 8672020/3955/3956 Fax: (541) 8670220 E-mail: ensayos@noveduc.comar www.noveduc.com.ar
REVISTATOPIA
Este trabajo surge corno una necesidad de reflexión sentida al finalizar mi rotación por A.P.S. en el Ce.S.A.C. N
24 perteneciente al área programática del Hospital Pifleiro. Este centro abarca la población del Barrio Ramón
Carrillo, Villa Fátima y dos nuevos asentamientos que se dieron en llamar Piletones y Carrillo 2. Decidí centrar-
me en la problemática del rol el psicólogo en un contexto tan distinto y a la vez tan adverso.

INTRODUCCION
Que A.ES. no existe no es quizás Mónica Yañez
Psicóloga- Residente del
La Salud
hoy ningún descubrimiento de
una mente preclara. La estrategia
rectora que guía al Sistema Sani­
Hosp. de Niños P. de Elizalde

Mental y el
tario según el modelo de Alma
Ata ha sufrido algo más que una Son cuestiones que se respiran en
cruel represión y el famoso lema los ámbitos psi no sólo de la pe­

Psicólogo
“salud para todos en el año risferia sino del siempre biena­
2000” ha pasado a ser, al decir venturado Hospital Central. (Y
del propio Secretario de Salud qué decir de lo que se repira en
relación a Salud Mena1 desde las
Dr. Lombardo “salud para todos
dentro de 2000 años”.
Trabajo Premiado en las otras disciplinas).
No es porque carezca de funda­
mentación que no me explayaré
Jornadas de Residentes 1998 Surgen como respuestas desde
en las afirmaciones precedentes. las más enfervorizadas justifica­
La ausencia de la intersectoriali­ ciones hasta la aceptación de una
CUESTIONAMIENTOS
dad, la endeblez de la red asis­ JNICIALES derrota de la pregunta sobre la
tencial, la escasa participación respuesta, dejando al profesional
Es posible hablar de Salud
comunitaria, el déficit tecnológi­ con un amargo sentimiento de
Mental? ¿Es posible la preven­
co y la ilusión de la cobertura to­ ción en Salud Mental? inutilidad.
tal hablan por sí solos. El sueño Tanto los objetivos generales, por
¿Cómo se puede prevenir una
de AP.S. como puerta de entra­ neurosis?
desencadenami­
¿Y el ejemplo “Aproximarse a las es­
da, base de todos los programas ento de un brote psicótico? trategias de Atención Primaria
y de la infraestructura sanitaria Son preguntas que anteceden de la Salud” o “Participar en la
está preso de una lenta agonía. nuestra llegada y desde donde elaboración
ejecución de Programas de
Es mi intención ensayar algún rol Interdisciplinarios”, co­
comenzamos a transitar la insóli­
posible del psicólogo en este pri­ ta experiencia de A.P.S. Pero
estas mo los objetivos específicos que
mer nivel de atención que podría son explicitados en los Progra­
preguntas son trampas que
identificarse bastante bien con lo nos tiende la concepción dualista mas, por ejemplo “Abordar y ge­
que M. Testa caracteriza como de Hombre que nos viene desde nerar estrategias de intervención
Atención Primitiva. la Antigüedad Clásica y llega adecuada en la conflictiva situa­
Son los mismos integrantes de Ihasta nuestros días vestida con ción de la mujer embarazada”,
los Ce.S.A.C. quienes apoyan es­ (los más diversos disfraces. son demasiado amplios como
ta idea con sus propias definicio­ ¡Es imposible una respuesta des- para encontrar una respuesta
nes acerca de los Centros: “un lu­ allí.
(de los paradigmas desde donde
gar para las lágrimas de los ex­ estamos situados. Pero si de esto Todos aquellos que pisaron un
clufdos”, “la última institución, no se trata, ¿de qué se trata en­ Ce.S.A.C. alguna vez coinciden
junto con la escuela que tiene la tonces? en que es necesario construir un
población antes de la cárcel y el Una y otra vez se repiten las pre­ nuevo rol que no posee las tran­
cementerio” 1
- guntas y se multiplican cada día. quilizadoras coordenadas del en­
En este contexto, ¿qué hacer sin Qué hacemos acompañando a cuadre que nos es familiar. Esto
quedar paralizado, ni limitarse a le sucede al psicólogo, en más o
(un enfermero en una campaña de
echar culpas políticas compade­ en menos, pertenezca al marco
vacunación o ayudando a pesar
ciéndose de la situación, ni teórico que pertenezca.
bebés? ¿Qué podemos aportar en
cediendo posiciones hasta conve­ luna
cólera?
charla de prevención del Es ingenuo y poco merecedor ba­
rtirse en mera extensión de Con­ sar la diferencia en la cercanía
sultorios Externos del Hospital? I¿Qué se puede hacer en las reite­ geográfica y falso basarla en las
Este es el primer impacto que re­ radas ocasiones en las que al­ distintas patologías que se en­
cibimos como profesionales cuentran.
guien viene a consultarnos una
cuando rotamos por A.P.S. y de vez y no vuelve más? Constituye una ardua tarea no
seguro la Facultad no nos prepa­ Todas estas preguntas no son pri­ sólo reconocer, sino poder con­
ra para ello. (El alto impacto en vativas de aquellos que por im­ ceptualizar este nuevo rol en el
lo personal y humano merece un posición externa resistimos en la ámbito de una Atención Primiti­
capítulo aparte). trinchera durante cuatro meses. va a fin de que el mismo no que-

29
de adherido al calificativo de Fn­ cumplir con el requisito de cohe­ como a traumatismos ulteriores).
mitivo y adquiera una jerarquía, rencia interna entre los distintos No encuentro razón teórica algu­
que estoy segura, merece. niveles de análisis. na que se oponga a pensar en se­
La conceptualización del objeto ries complementarias como po­
PRIMERAS que se recorte es el primer paso tenciadoras de Salud.
APROXIMACIONES para definir luego la estrategia “Las funciones yoicas intervi­
Un primer objetivo del psicológo global de intervención. nientes en el manejo de lo real
en este nivel es simplemente el constituyen un sistema destina­
que lo conozcan. EL PSICOLOGO COMO do a crecer con las experiencias
Este objetivo daría respuesta a PROMOTOR DE SALUD propias de ese manejo”. 3
muchos interrogantes que a dia­ Una posibilidad se abre cuando Dentro de este universo de dis­
rio se plantean. La respuesta, por pensamos tanto al individuo co­ curso adhiero a los objetivos pro­
básica que parezca, no es nada mo a la comunidad desde crite­ puestos por el Dr. Fiorini para el
ingenua. rios de salud. trabajo del psicólogo en institu­
Nadie demanda, ni siquiera le Centrados en la patología, sali­ ciones ya que los considero espe­
otorga un lugar a aquello que no mos a buscar patología y desde cíficos de un Trabajador de Salud
conoce ya que no constituye nin­ luego que encontramos lo que Mental dentro del concepto de
gún referente dentro del horizon­ buscamos. promoción de la salud. Entre
te de sus posibilidades. Es posible y muy necesario hacer ellos puedo citar:
Sólo después de haber estableci­ un viraje descentrándose de la -Favorecer el aprendizaje de la
do este primer lazo es cuando enfermedad para recenrarse en autoevaLuación, objetivación y
cualquier otro tipo de interven­ la salud. crítica de las conductas habitua­
ción se hace posible. les, tanto en su interacción fam­
Una situación que suele ocurrir “Salud es una expresión de liber­ iliar como institucional.
en los Centros es la de la ya men­ tad, pero no significa iberarse de -Alentar la asunción de roles que
cionada entrevista única. Inde­ las leyes objetivas, sino implica fortalezcan por el ejercicio la ca­
pendientemente que desde algu­ conocerlas para dirigir los proce­ pacidad de discriminación y
nas miradas ésta no constituye sos correctamente. Cuando se plasticidad.
una actividad propia del Primer avanza en el dominio de la Na­ -Ayudarle en la elaboración de
nivel de atención no podemos turaleza y sus leyes y se dan sal­ un proyecto personal con metas
identificarla a una actividad asis­ tos transformadores en lo social que impliquen adquisición de
tencial. se producen las verdaderas con­ cierto bienestar y autoestima.
Probablemente la iniciación de quistas de la salud.” 2 (esto significa dirigir el esfuerzo
un tratamiento psicológico se en­ Considero que constituye una in­ no sólo hacia el incremento de la
cuentra muy alejada de las ex­ variante dentro de cada progra­ conciéncia de enfermedad, sino
pectativas del consultante. Retor­ ma de prevención en particular también hacia una más clara con-
na así la incertidumbre. ¿Qué el rol del psicólogo como un pro­ ciencia
personales).
de perspectivas
puede hacer un psicólogo cuan­ motor de salud. Esta ubicación
do todo el tiempo del mundo no ofrece un hilo conductor entre Es necesario tener presente los
está disponible,ni cuenta con los los distintos programas e incluso objetivos de la Promoción de Sa­
plazos establecidos por el Hospi­ los trasciende. lud a la hora de llevar adelante
tal, ni siquiera es lo que se espera los diversos programas de Pr­
de él? Constituye un trabajo destinado evención dirigidos a las llamadas
Existe otra posibilidad que pen­ a rescatar y a promover las capa­ poblaciones de riesgo. Pueden
sar que es un paciente que deser­ cidades yoicas a través de expe­ confluir ambos en el nivel de las
tó de su tratamiento; para ello es riencias nuevas a fin de romper acciones si se privilegia la parti­
necesario no sólo agudizar clin- con los circuitos repefitivos en cipación comunitaria.
genio sino desarrollar estrategias los que se desarrollan los desti­ La vieja aspiración psicoanalítica
de intervención para esa, muy nos personales. de hacer conciente lo inconciente
probablemente, la única
entrevista. Estas experiencias pasan a for­ no tiene que retroceder aquí
mar parte del psiquismo a la ma­ cuando no sólo las capacidades
Es este punto donde quisiera de­ nera que pasan otras experien­ de las personas sino también sus
tenerme. El desarrollo de nuevas cias de destino menos feliz estu­ derechos están en juego.
estrategias trae aparejado por un diadas por el propio Freud en el
lado la explicitación de los objeti­ concepto de series complementa­ CONCLUSION
vos en los que se fundan y por rias. (Recordemos el papel que Si queremos darle estatuto dife­
otro lado la implementación de juega en la etiología de la neuro­ renciado y jerarquizado al traba­
determinados instrumentos téc­ sis el factor exógeno a través del jo del profesional psi en A.P.S.
nicos y no de otros. Cualquier concepto de frustración ligado debemos comenzar delimitando
abordaje de intervención debe tanto a las experiencias infantiles Jos parámetros que lo rigen, con-

30
estud­
ceotualizando el objeto de
, asignando los bjetivos i LAS UNICAS RE-RE QUE APOYAMOS SON LAS
específicosdel psicólogo en este REDES QUE RESISTEN
marco y sistematizando las estra­ MOVIMIENTO DE
tegias de intervención adecua­ TRABAJADORES
das. E
Es necesario comenzar a concep­ INVESTIGADORES
tualizar sobre la base de la propia
experiencia sin intentar asimilar- CORPORALES PARA LA SALUD
la a paradigmas previos con el
objetivo de “mostrarse al Otro”
XI ENCUENTRO: “REDES QUE RESISTEN”
en un pie de igualdad.
Son marcos distintos, objetos y
objetivos distintos, diagnósticos Convocamos a participar del XI ENCUENTRO del Movimiento de Tra bajado­
distintos, res e Investigadores Corporales para la Salud: “Redes que resisten”, del 17 al
estrategias y técnicas
20 de septiembre de 1998 en el Teatro ¡FI’, Boulogne Sur Mer 549, Capital.
distintas, encuadres, tiempos y La experiencia de estos años, la fundación de nuevas áreas y dispositivos, y la
espacios distintos. La igualdad inclusión de más profesionales en los equipos de coordinación y de trabajo del
no es posible, pero esta afirma­ Movimiento, van consolidando al MoTrICS como un espacio de intercambio,
ción no va en desmedro del tra­ discusión, actualización aprendizaje y construcción conceptual del campo de
bajo en A.ES. “lo corporal’. El Encuentro anual es el momento privilegiado donde desde las
distintas técnicas y concepciones del cuerpo, mostramos nuestros desarrollos e
hipótesis a otros profesionaLes y al público en general. Encontrarnos es crear un
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS espacio, es recrearlo, es habitarlo con nuestros cuerpos, vivencias y reflexiones.
El Encuentro es un punto de referencia, un momento de intercambio de infor­
1. Lic BORENSTEIN Coordinador de
-
mación, de construcción y de aprendizaje.
Salud Mental de Area Programática Mostrar nuestros trabajos a otros profesionales y a la comunidad es parte de
Htal.Piñero. nuestro criterio de aprendizaje, que incluye lo vivencial, la experimentación y
(Ateneo gral. del Área. Mayo de 1997) la comunicación cuerpo a cuerpo, la “forma de estar” de cada uno como apor­
tes necesarios para la reflexión.
2. Lic. ZALDUA — Titular de Ps­
icología Ante las nuevas patologías del cuerpo en este fin de siglo, como el aplanamien­
Preventiva de la Facultad de Ps­
icología to de los cuerpos que produce la publicidad, los cuerpos caídos por la desocu­
U.B.A. (Obra citada)
3. Psicotera­ pación y las inundaciones, la fragmentación del cuerpo en especialidades, nos
Dr. FIORINI Titular de
convocamos para

Psicoanalítica de la Facultad de
pia
Psicología Promover el intercambio entre colegas para el desarrollo y difusión de la ta­
O

U.B.A. rea profesional.


(Teoría y Técnicas en Psicoterapias) ° Incentivar la actualización y enriquecimiento de los estudiantes y profesiona­
les.
BJBLIOGRAFIA O Profundizar la integración de los conceptos teóricos y la experiencia práctica.
° Favorecer la inserción del campo de lo corporal en la comunidad.
FIORINI, H.: Estructuras y abordajes Durante los cuatro días del Encuentro, habrán talleres vivenciales, espacios re­
en Psicoterapias Ed. Mairena, Bs.As.,
— flexivos, videos, publicaciones, mesas redondas y números artísticos. Las Me­
1984. sas Redondas, así como los talleres de Apertura y de Cierre, son de entrada li­
FIORINI, 1-1.: Teoría y Técnicas en Psi­ bre y gratuita.
coterapias Ed. Nueva Visión, Bs.As.,
— Inscripción:
1989. A partir del lunes 7 de septiembre, de 17 a 20 horas, en el Teatro lft, Boulogne
FREUD, 5.: Lecciones de Introducción Sur Mer 549, 1° piso, Capital.
al Psicoanálisis Conferencia 23 Vías de Arancel: $50,- por todo el Encuentro.
formación del síntoma. Obras Com­ Estarán disponibles las grillas con los horarios y las carpetas con los trabajos
pletas. Tomo VI Biblioteca Nueva, Ma­ presentados, para facilitar la inscripción, por eso aconsejamos concurrir perso­
drid, 1989. nalmente.
-
MAHLER, H.: El sentido de la salud Otras actividades del Movimiento
Area de Talleres Mensuales
para todos en el año 2000 CEP, Bs.As., De
1989. profesionales para profesionales.
Los primeros sábados de cada mes de 9.30 a 13 hs.
STOLKINER, A.: Prácticas en Salud
Mental. Edu­ 5 de septiembre: “Límites y limitaciones en el movimiento”, coordinan Móni­
Revista Investigación y ca Croisman y Daniel CalmeLs.
cación en Enfermería. Volumen VI 3 de octubre: “Entre lo posible y lo imposible...”
Nro.l Colombia, 1988. Área Clínica
TESTA, M.: Atención Primaria o Aten­ -Ateneos Mensuales de Presentación de Casos
ción Primitiva. Cuadernos Médicos Los terceros martes de cada mes de 21 a 23 hs.
Sociales Nro.34 15 de septiembre: “Distorsiones del esquema corporal”. Presenta: Claudia Al­
C.E.P., Bs.As., 1989. berotanza. Panel: Mercedes Campi, Liliana Paganisi, Liliana Singerman.
ZALDUA, C.: Marco Conceptual en -Ateneo Prolongado: “Esquema e imagen corporal”
que se apoya el proyecto de psicología El sábado 29 de noviembre de 10 a 18 horas, presentan sus trabajos de investi­
preventiva. gación anual los grupos autogestivos del Area Clínica.
C.E.P. Bs.As., 1988
TOPIl REVISTA
Psicosis Cultura DavidMoscovicli
y Psicólogo. Residente
Hospital Moyano.

con una antigua amiga que, al


Una psicosis atípica. Creo que de percibir su tristeza, le sugiere
ello se trata en e[ caso que voy a
cual que se acerque hasta la capilla y
presentar y en relación al que converse con el cura, quizá
pienso articular algunos concep­ él podría orientarla en ese mo­
tos del psicoanálisis con la idea mento tan especial. El que po­
de que me permitan sostener esa dríamos denominar cura-padre
hipótesis. Utilizo esta expresión: fue muy contundente con sus
psicosis atípica, pues no vamos a palabras según el recuerdo de la
encontrar, por lo menos en un ni­ paciente: “para saber si una per­
vel de análisis superficial con sona es buena o mala deberás te­
rúngún tipo de alucinaciones, y ner en cuenta tres valores funda­
en cuanto a las ideas de conteni­ mentales: justicia, piedad y sab­
do delirante, si se puede hablar iduría. Con eso no te puede ir
de su existencia, ese es un punto mal”. Ella misma relata que esas
difícil. Si aparece algo de ese or­ palabras tuvieron “un peso muy
den habría que determinar su es­ especial’t y que “me marcaron
tatuto. Tampoco aparecen los fe­ para toda la vida”. Creo yo que
nómenos de automatismo aten- no se equivocó. Van a pasar va­
tal clásicos que describe Cléram­ rios años para que encuentre a
bault, y ni siquiera los que se lla­ una persona que posea los “valo­
man síntomas negativos en la es­ res del padre”. Encuentro que
quizofrenia, como lo son la ch­ cambiará el rumbo de su vida y
atun afectiva, la falta de voluntad el freudianas que nos procu­ el de sus hijos hacia una direc­
y ese marcado desinterés por ran ción que en lo que hace al caso
un entendimiento de la es­
mundo exterior que podemos fenómenos y la dinámica de los tructura de la paciente, pienso que man­
apreciar en algunos pacientes. expli­ tiene todavía hoy, más allá de
articular colectivos Intentaré
Quizá un elemento que aparece tales desarrollos con los ciertos cambios ocurridos en las
en su discurso después de varias postulados de Freud acerca del circunstancias externas. Si me­
sesiones, la palabra de un “pa­ la cultura, pensar nciono esta cuestión de las pa­
dre”, tenga el peso de la palabra origen de
desde
este
y
ese lugar el material de labras del cura-padre es porque lo
impuesta que nos orientaría más clínico. considero algo esencial para tra­
claramente hacia el diagnóstico caso tar de entender la posición de
María, la paciente1 tiene hoy 57
de psicosis. Más adelante volve­ años, es separada desde hace 31, María en relación a ese encuen­
ré sobre esta cuestión. Ahora Ramiro
tiene tres hijos: Juan de 34, tro y a todo lo que va a acontecer
bien; las circunstancias acaecidas y Marcelo de 16 este a partir de ese momento. Por
de 32 y
en la vida de esta paciente en los último hijo de distinto padre. otra parte, si no me refiero a
últimos 14 años, así como la po­ María se separa de su primera otros elementos en relación a la
sición que ella asume ante esos él la engañaba con historia de la pacientes es que
pareja porque
sucesos -si es que podemos ha­ una muchacha del pueblo y al sencillamente no los hay; jamás
blar de implicación del sujeto caciones
en descubrirlo, él le dijo: “las quiero ha mencionado recuerdos de vi­
este caso- me han permitido in­ así que vos tenés que vencias infantiles ni se ha refer­
a las dos,
cursionar en el terreno fronterizo ido a sus padres, o a su hermana,
optar: o me quedo con ambas, o
bordeado por el psicoanálisis y “María se separó más allá de algún comentario
nos separamos.
la antropología social, y es a par­ y viajó a Buenos Aires para pasar poco relevante. Esto es algo para
tir de lo que obtuve allí que me una
temporada en la casa de su pensar: su dificultad para histo­
desarrollar esta idea de rizar.
propuse hermana. Pasados unos meses
una psicosis, diagnóstico que del decide regresar a su Hace 14 años, cuando María con­
trance,
pienso puede también fu­re­ pueblo para buscar algunas perten­ taba con 43, su hijo Juan se en­
ndamentarsedesde ese lugar. Mi casa, encias que quedaron en su cuentra por casualidad con un
corrido por este camino
de las
estará
y en esa ocasión se encuentra compañero de la escuela prima-
iluminado por la luz
32
REVISTATOPIA
ria. Este, poco a poco, intenta propiedad en Capital, en la cual ducta en ese contexto: la de una
convencerlo de que posee ciertas todos pasaron a vivir. Si no lleva­ total sumisión a la voluntad del
cualidades o dotes metafísicos ban el dinero acordado eran so­ Otro, a quien se ofrece como ob­
que le permiten convocar a espí­ metidos a violentos castigos físi­ jeto de goce. Ella consiste en ese
ritus o entes espirituales diver­ cos y psicológicos que eran ex­ objeto, el Otro lo sabe todo sobre
sos, ante lo cual, interesado este tendidos a veces hasta el límite ella, no hay ahí espacio alguno
muchachito ya de antemano en de la resistencia. Además, Juan para la diferencia. Podemos decir
estas cuestiones, se presta a parti­ llevaba una vida lujosa, y e resto que existe en la neurosis un cier­
cipar en algunas “sesiones” y del grupo de escLavos. Cuando to saber sobre la diferencia, y que
“comprueba” la realidad de los alguna vez eran ‘premiados” con el psicótico nada sabe de ella, si
poderes de su amigo. Al poco alguna comida distinta al arroz o bien ésto no significa que no hay
tiempo se le ocurre que sería inte­ los fideos de todos los días, lo falta en la psicosis. Pero sí que es­
resante presentarlo en su casa, y cual era recibido en un completo ta falta no supone lo imposible
así lo hace. Todo esto lo relata estado de euforia, después eran para el psicótico; él cree que esa
María en las entrevistas que tuvo castigados por haberse permitido falta se puede satisfacer cuando
conmigo. Este amigo, que tam­ recibir lo que sólo para Juan esta­ esto en realidad es imposible pa­
bién se llama Juan, afirma que se ba reservado. Pero María obede ra todos por estructura. Pero Ma­
ha podido comunicar con tres en­ cía ciegamente, y no varió su po­ ría está en esa posición: el Otro
tes espirituales luego de un im­ sición ni siquiera al presenciar la absoluto le pide a ella se somete a
portante esfuerzo, y que estos en­ violación de sus hijos. Todo lo su voluntad porque en el hori­
tes le hicieron saber lo siguiente: que Juan hacía estaba justificado zonte la falta, el agujero en lo
él mismo, y la familia de María ya que obraba a favor de la “cau­ Real, será cubierto. No funciona
están llamados a salvar a la hu­ sa de la Misión”. Tal era el grado este concepto de la imposibili­
mamdad de los peligros morales de satisfacción que alcanzaba dad. No voy a abundar en más
que la acechan, y esta constituía Juan para la paciente. Algunos de detalles de esta tragedia que du­
una oportunidad única dado que estos datos los he obtenido del ró 12 años, y que hubiera conti­
hacía 1000 años Los ancestros de expediente del caso, ya que como nuado quizá, a no ser porque el
dicha familia fueron convocados veremos tuvo que intervenir la hijo menor de María escapó un
para el mismo fin y no lo acata­ Justicia, y otros me han sido rela­ día de la casa exhibiendo graves
ron, y esta era la ocasión de reme­ tados por María misma. En cuan­ quemaduras que fueron adverti­
diar aquella falta. María se con­ to a estos últimos, la paciente los das por un vecino, quien hizo la
venció al instante, quizá porque cuenta como si se tratara de casi denuncia y motivó Ja interven­
los entes convocados coincidían cualquier comentario trivial; na­ ción policial. En ese momento, el
con los “valores del padre”: justi­ da de afectividad, ni siquiera grupo estaba integrado por Juan,
cia, piedad y sabiduría. Al poco cuando “reconoce” que el líder el líder, la paciente y sus tres hi­
tiempo la paciente vende su pro­ de este grupo les propinaba “al­ jos y una psicóloga con la que
piedad y se muda a otro barrio gunos malos tratos” a sus hijos. Juan había empezado tratamien­
donde compra una casa en la que Jamás la emergencia de angustia to, pero que al poco tiempo fue
vivirá con sus tres hijos y con ni de algo que nos oriente a loca­ también ‘adoctrinada”. También
Juan. La casa es puesta a nombre lizar un sujeto dividido. el hijo de esta mujer integraba la
de Juan, y María le entrega el di­ Sobre el sometimiento padecido, Misión. Esta cuestión de la psicó­
nero que tenía ahorrado. Todo se ella dice: “los hechos son según loga provocó fuertes resonancias
destina a “la causa de La Misión” como se los interprete.., nosotros en el tratamiento de María, dado
así llamaban a este emprendi­ trabajábamos... los jueces se que era difícil no implicarse. Que
miento. Juan ordena por medio equivocaron al acusarlo”. Y en alguien quede atrapado en algo
de las espiritualidades que lo go­ cuanto al abuso sexual del que de este tenor depende segura­
biernan, siendo el sólo un media­ sus hijos fueron objeto, dice: “no mente de la estructura y el mo­
dor, que todos menos él deben es así.., y si pasó algo, cada quien mento subjetivo de cada quien,
salir a trabajar para obtener dine­ es libre . Ella tiene la certeza por más que ese alguien posea
ro y promover Ja actividad del de que todo eso formaba parte cierto saber sobre lo psíquico. Pe­
grupo. Así es que María y sus hi­ del “plan” de “La Misión”. Si hu­ ro no debemos menospreciar el
jos empiezan a vender distintos bo ahí algún exceso, dice, estuvo peso propio del fenómeno colec­
productos en forma ambulante, justificado en función de ese plan tivo, y entonces, ¿cualquier suje­
desde las 6 de la mañana hasta de salvación de la humanidad. to podría estar en ese lugar?. En
las 10 de la noche -se levantaban ¿Constituye esto parte de un deli­ su trabajo Psicología de las Ma­
a las 3 de la mañana para ser rio? Si es así ¿Se trata de una sas y Análisis del Yo, Freud escri­
“adoctrinados”- debiendo cum­ construcción individual o de un be: “En la Iglesia... y en el Ejérci­
plir con la encomienda de llevar­ fenómeno colectivo?. Del análisis to... reina... una misma ilusión:
le a Juan una suma determinada. de este tipo de pensamiento po­ la ilusión de la presencia visible o
Esto le permitió comprar otra demos deducir cuál sería su con- invisible de un jefe... que ama
TOMA REVISTA
con igual amor a todos los miem­ formación colectiva. Y considera aportes que el psicoanálisis ha
bros de la colectividad. De esta que la relación hipnótica no es realizado a los estudios de la an­
ilusión depende todo, y su des­ otra cosa que un elemento aisla­ tropología social en cuanto al te­
vanecimiento traería consigo la do de la estructura de la masa y ma de los comienzos de la cultu­
disgregación . Y continúa: que se presta mal a su compara­ ra. Nos advierte que existe una
“Para cada uno de los individuos ción porque se trata en realidad similitud entre la estructura de la
que componen la multitud cre­ de dos fenómenos idénticos. masa y la horda primordial pre­
yente es Cristo un bondadoso Hasta aquí, nada hay de particu­ cultural, gobernada por un ma­
hermano mayor, un sustituto del lar en e) caso de María, estaría­ cho poderoso que acapara a to­
padre”. mos ante un fenómeno colectivo das las hembras, privando a los
Más adelante define a la masa co­ que no sobrepasa lo que estamos machos más débiles de la satis­
mo a “una reunión de individuos acostumbrados a escuchar acerca facción sexual que reclamaban.
que han reemplazado su ideal de las denominadas sectas. Y sin Tenemos aquí al prototipo del
del yo por un mismo objeto, a embargo, hay un dato esencial en padre terrible y gozador que nos
consecuencia de lo cual se ha es- este caso, que nos brinda la pau­ muestran los casos de psicosis.
tablecido entre ellos una general ta de que nos encontramos ante En el capítulo 10 del trabajo de
y recíproca identificación del algo distinto y que bien puede 1921 podemos leer que “las ma­
yo”. (Freud, S. 1921). El líder de sobrepasar lo que yo califiqué co­ sas humanas nos muestran nue­
la masa, entonces, ocupa en tal mo relación hipnótica. La pacien­ vamente el cuadro, ya conocido,
estructura el lugar del ideal del te, pasado ya bastante tiempo de del individuo dotado de un po­
yo, y todo lo que él ordene será la disolución del grupo, sostiene der extraordinario y dominado a
considerado irreprochable, por­ que “los jueces tergiversaron los una multitud de individuos
que el propio ideal del yo ha sido hechos”, “no hubo violaciones ni iguales entre sí, cuadro que co­
reemplazado por el objeto exte­ servidumbre.., todo se interpre­ rresponde exactamente a nuestra
rior. Es interesante recordar que tó mal”. Es decir que mantiene representación de la horda pri
en el enamoramiento y en la hip­ su fidelidad y su creencia ciega mitiva... toda esta psicología...
nosis nos encontramos con la en el líder aún después de la in­ corresponde a un estado de re­
misma sustitución. Esto es parti­ tervención exterior. Si ya no exis­ gresión, a una actividad anímica
cularmente destacado en el caso te el fenómeno colectivo, parecie­ primitiva.., la masa se nos
de la paciente en cuestión, y pro­ ra que se ha prolongado la hip­ muestra., como una resurrec­
pongo calificar a la relación que nosis... ción de la horda primitiva.., el
mantiene con el líder del grupo, En Psicología de las Masas y caudillo es aún el temido padre
provisoriamente al menos, como Análisis del Yo, Freud toca de lle­ primitivo”. (Freud, S., 1921). Es
relación hipnótica. En este mis­ no una cuestión de sumo interés de destacar que varios años art­
mo trabajo citado, Freud ubica a para el asunto que nos ocupa: re­ tes, en Tótem y Tabú, Freud se­
la hipnosis en un lugar interme­ laciona la estructura de la masa ñalara que .la horda primor­
“. .

dio entre el enamoramiento y la que él nos ha revelado con los dial darwiniana no deja espacio
alguno para los comienzos del
totemismo. Hay ahí un padre
violento, celoso, que se reserva
todas las hembras para sí y ex
pulsa a los hijos varones cuando
crecen; y nada más. Ese estado
primordial de la sociedad no se
ha observado en ninguna parte”
(Freud, S., 1913). Salvo, podemos
agregar aquí, en las formaciones
colectivas que poseen la estruc­
tura que Freud analiza y revela
en 1921. Pero, entonces, la masa
quedaría ubicada fuera de la cu­
ltura, se trataría de una regre­
sión... a un estadio precultural.
Sabemos que la explicación del
comienzo de la cultura nos va a
ser dada por Freud con el agre­
gado que le realiza a la hipótesis
de Darwin sobre la horda pr­
imordial, esto es, el de la idea del
asesinato del padre por la comu
REVISTATOPIR
nidad de los hermanos, idea que se opone así a los intereses de la allá de la forma clínica que nos
también, como el mismo Freud cultura del falo, que presupone la muestre la sujeto luego (por eso
nos dice, se le impuso a Atkin­ sabia,
renuncia pulsional. ¿Posición hablaba de ima “psicosis atípi­
son, pero sabemos que cada uno quizá? ca”). Quizá, algún día, pueda for­
le ha dado un destino diferente. En Introducción del Narcisismo, mar su propio grupo de vende­
Volviendo ahora a nuestro mate­ Freud plantea que “El individuo dores, su propia empresa. Tal es
rial, podemos decir con argu­ lleva realmente una existencia su proyecto e incluso ha pensado
mentos sólidos que este grupo, doble, en cuanto es fin para sí en incorporar a uno de sus hijos.
La Misión, constituyó una regre­ mismo y eslabón dentro de una El contenido de este proyecto tie­
Sión colectiva a aquel estadio cadena de la cual es tributario ne esta estructura subyacente:
precultural de la horda primor­ contra su voluntad o, al menos, reemplazar al padre, destituirlo.
dial. Juan, en efecto, es el sustitu­ sin que medie ésta. (...). La sepa­ En cuanto a sus hijos, con Juan se
to de aquel padre terrible y goza­ ración de las pulsiones sexuales ha instalado una relación de mu­
dor exclusivo. Ahora bien; la di­ respecto de las yoicas no haría si­ tua desconfianza a partir de las
solución del grupo a partir de la no reflejar esta función doble del acusaciones de aquel para con el
caída del líder les permitió a sus individuo”. (Freud, S., 1914). Do­ líder del grupo. Ramiro parece
integrantes, de a poco, sustraerse ble función en tanto el sujeto vive acaparar todo el amor de su ma­
a la regresión y retornar, por así para sí y, renuncia pulsional me­ dre, quizá porque funcionaba en
decirlo, a la cultura. Quien no ha diante, para la especie. Hay aquí espejo con eL conductor y se ha­
podido hacerlo es la paciente, un acuerdo, una transacción, que bía establecido además entre
marcando con esto su rasgo dife­ el sujeto psicóhco no acepta. No ellos ana relación homosexual:
rencial -fuera de la cultura del acepta el atravesamiento de esa en este punto su hijo es ubicado
padre-. ¿Basta esto para estar en doble existencia del sujeto huma­ en serie con el líder. Y en cuanto
la psicosis? Representémonos la no. Más bien, rechaza la corriente a Marcelo, su hijo menor, es co­
situación descripta por Freud social de la existencia doble, que mo si no lo registrata como tal:
cuando elabora el mito del origen puede equipararse al rechazo del “estará bien en esa familia susti­
de la cultura humana. No es la significante primordial, a la deci­ tuta”, dice, pero no muestra un
prohibición del incesto, como Sión del sujeto de mantener su genuino interés por recuperarlo.
quisiera Lévi Strauss, lo que posición autoerótica. La cultura
constituye el pasaje del estado de le exige al sujeto que renuncie al
naturaleza al estado de cultura; Todo de Goce y, aunque de hecho
este cambio estructural es deter­ está perdido, el sujeto psicótico Referencias Bibliográficas
minado por un acto, el del asesi­ rechaza la posibilidad de esa re­ Freud, S (1913), Tótem y Tabú, AE
nato del protopadre por los jóve­ nuncia. Editores, tomo XIII, Bs. As., 1993.
nes machos. Tótem y tabú son Si volvemos a nuestro caso, es in­ Freud, S. (1914); Introducción del
una consecuencia de tal acto. teresante señalar el movimiento Narcisismo, AE Editores, tomo XIV,
¿Qué es lo que queda del proto­ que la paciente está realizando, y Bs. As., 1993.
padre asesinado? Si el padre sim­ que consiste en planificar su fu­ Freud, S. (1921); Psicología de las
bólico es el padre muerto, eso turo como vendedora de produc­ Masas y Análisis del Yo, AE Edito­
que resta de él es un significante, tos. ¿Constituirá esto el camino res, tomo XVIII, Bs. As., 1993.
el significante del Nombre del hacia una estabilización? Porque Malfé, R.; Sobresalto, Pánico y An­
Padre, significante de la prohibi­ la aparición de Juan en su vida gustia Colectiva. Ficha de la Cátedra
ción del incesto y del parricidio. ha provocado en efecto el desen­ de Psicología Institucional de la Fa­
Significante que ingresa al sujeto cadenamiento de la psicosis, más cultad de Psicología de la UBA.
a la cultura del falo. Es decir, a la
cultura del padre, de la cual no
participa el sujeto psicótico, a no
ser por la vía de la identificación
imaginaria.
Ubico a la psicosis en un momen­
to de detención, como si existiera
una suerte de fijación al acto del
asesinato del padre perpetrado
en común, quedando el sujeto en
una posición de demanda del lu­
gar dejado vacante. El mismo
quisiera ser ese padre omnipot­
ente y terrible y acaparar todo lo
que le pertenecía a él. No acata la
prohibición de gozar de todas, y

35
TOPIA REVISTA
La Inclusión de Liliana Singernian
Psicóloga. Coordinadora de

“Lo Corporal” Talleres Corporales.

en el Hospital Público

TRICS, como para el equipo del


Servicio de Psicoaptología, como
para los pacientes que asisten a
Con la apertura, en 1995, de un mún el desplegar la escena de lo él. Inauguró un dispositivo, y en
Taller Corporal en el Servicio de corporal, como una escena que tanto inaugural fue delimitando
Psicopatología del Hospital Ri­ ubica en su centro a un sujeto campos de problemáticas, zonas
vadavia, se inaugura el proyecto puesto a percibirse, a registrar el de interrogación. Pensada de
del Area de Comunidad del Mo­ propio cuerpo. Las sensaciones, modo gerundial, no como algo
vimiento de Trabajadores e In­ las imágenas, las intensidades, dado y acabado, sino como una
vestigadores Corporales para la las formas percibidas, las pala­ experiencia que se produce pro­
Salud (MOTRICS) de trabajar bras pueden ser pensadas como duciéndose, reclama una escu­
por la inserción de “lo corporal” hilos de la trama histórica subje­ cha atenta para poder implemen­
en el hospital público. tiva de la persona, y la tarea cor­ tar, a veces, estrategias de demo­
A lo largo de estos cuatro años, el poral como la posibilidad de tejer ra, estrategias “en espera de”, y
proyecto se extendió a los Hospi­ nuevas tramas, de encontrar nue­ otras veces modificaciones en las
tales Santojanni, Piñeiro, y a la vos sentidos a su historia, de fun­ modalidades de intervención, se­
Cátedra de Salud Mental de la dar momentos de producción de gún lo que la realidad institucio­
Carrera de Medicina (UBA) del subjehvidad nal va produciendo como faltan­
Hospital Fernández. Por un lado el “campo de lo cor­ te y necesario.
Pero ¿de qué hablamos cuando poral”, como un campo relativa­ Veamos algunos ejemplos. Al
hablamos de lo corporal? ¿Qué mente nuevo que amplía su es­ primero lo voy a llamar “El nom­
es un dispositivo de lo corporal? pacio en la cultura y que se cons­ bre de lo que hacemos”:
Un dispositivo de “lo corporal” truye cada vez más como una Fue interesante observar cómo
podría ser pensado como un es­ práctica terapéutica. Por otro la­ era nombrada esta actividad por
cenario donde se despliegan, en do la Institución Pública Hospi­ las pacientes: algunas decían cla­
simultaneidad y transparencias, talaria, con sus dispositivos de ses de gimnasia, otras terapia
escenas del cuerpo anatómico, curación instituídos, y atravesa­ corporal. Pero no sólo las pacien­
superpuestas con escenas del da por la problemática de su des­ tes le ponían nombres: las admi­
cuerpo fantasmático y super­ mantalemiento presupuestario. nistrativas de] servicio la llama­
puestas con escenas que nos re­ ¿Cómo y qué podemos interro­ ban baile (y hasta en alguna
velan la marca de lo social en el gar del entrecruzamiento entre oportunidad que se estaba traba­
cuerpo, o dicho de manera más esta práctica y esta institución? jando con música irrumpieron en
radical, escenas que nos revelan Para empezar a ensayar maneras la sala preguntando si podían
a lo social produciendo cuerpos. de interrogación de este entre­ bailar eLlas también...); algunos
El “campo de lo corporal”, pen­ cruzamiento, vamos a revisar al­ profesionales del equipo la nom­
sado como un campo de prácti­ gunos momentos del recorrido bran como clases de expresión
cas, se fue organizando alrede­ del Taller Corporal en el Hospital corporal, otros como el grupo
dor de distintas técnicas: técnicas Rivadavia. corporal, o trabajo corporal...
propioceptivas, técnicas expresi­ La apertura del taller fue una ex­ Múltiples maneras de nombrar
vas, técnicas bioenergéticas. To­ periencia fundacional tanto para lo mismo. ¿Lo mismo? ¿Cómo
das estas técnicas tienen en co- el Area de Comunidad del MO- escuchar esta multiplicidad de
36
REVISTATOPIA
nombres? fundando como faltante, necesa­ del interior del país o de países li­
Una posibilidad sería obturarlo rio y posible. Se resolvió no in­ mítrofes, con historias laborales y
sancionando un título Esto se cluir nuevas pacientes y abrir un de abandono que comienzan en
llama... ASI. nuevo grupo para absorver las su temprana infancia, transcultu­
La otra posibilidad es escucharlo derivaciones de los pacientes del ralizadas, con presentes que las
como los movimientos que la ins­ servicio en simultaneidad con encuentran rodeadas de hombres
titución hospitalaria va haciendo sus terapias individuales. golpeadores o alcohólicos, aleja­
para ir revistiendo de sentido es­ Pero en esta apropiación que las dísimas del ideal del cuerpo mas­
ta nueva práctica. Pero esta cons­ pacientes hacen del grupo como mediático, el único cuerpo posi­
trucción de sentido la institución “mi lugar” podríamos escuchar ble es el cuerpo del dolor y la en­
la va haciendo a partir de los dos efectos de apropiación. Por fermedad. Entonces, la inclusión
efectos que la inclusión de “lo un lado “mi lugar” como “mi en un espacio que sostiene la po­
corporal” le va produciendo. Por hospital”, como apropiarse del sibilidad del despliegue del cuer­
eso es importante sostener la es­ hospital, como la instalación de po percibido, del cuerpo lúdico,
pera acerca del nombre, porque otra situación transferencial con del cuerpo abrazado, del cuerpo
es como ir dejando que se vaya la institución hospitalaria, que las acompañado en su llanto, como
tejiendo una trama de significa­ posiciona más del lado del dere­ así también sostiene la escucha
ción histórica, hasta que emerja cho a tener un hospital que las re­ para las palabras que estas expe­
un nombre, pero un nombre en­ ciba y contenga. Por otro lado es­ riencias vivenciales despiertan,
carnado en un sentido producido cuchar “mi lugar” como “mi recuerdan, producen a modo de
por la institución misma, y no cuerpo”, cuerpo percibido, asociación, inaugura, para ellas,
desde afuera. escuchadoen sus necesidades y en un territorio que facilita la pro­
Veamos otro ejemplo. Los pacien­ sus ganas, mirado, tocado. ducción de su subjetividad, terri­
tes son derivados por sus tera­ Y estos dos efectos de apropia­ torio hasta entonces ab­
peutas al Taller Corporal, y se ción: “mi hospital - mi cuerpo” solutamente
realidaddesconocido para su
cursan en simultaneidad ambos están sostenidos en el dispositivo psíquica y su realidad social.
tratamientos. Hay pacientes que de lo corporal. Hasta aquí, el intento de visibili­
están en el grupo desde el co­ En la situación que atraviesa el zación de los efectos de la inclu
mienzo de la experiencia, y que Hospital Público, los pacientes, Sión de “lo corporal” en el pa­
se constituyeron en la matriz, de por falta de lugar físico son aten­ ciente hospitalario.
entrada y salida de pacientes, pe­ didos, en el mejor de los casos, en Pero, ¿cómo pensar los efectos de
ro desde hace aproximadamente consultorios rotativos, y muchas esta inclusión para la institución
un año, el grupo se estabilizó en veces en pasillos, cocinas o ante­ misma?
nueve integrantes mujeres, que salas de baños. Por el contrario, a ¿Cómo impacta en el imaginario
concurren regularmente, y hoy, el lo largo de estos años, se fue ins­ institucional?
dibujo de las transferencias late­ tituyendo que el taller funcionase La institución hospitalaria, en el
rales está muy distribuido entre en el mismo horario y en el mis­ campo de la salud mental, se
las nueve componentes. mo lugar. A lo que además hay apoya sobre dos dispositivos: el
A lo largo de este año, todas las que agregar que las pacientes al médico psiquiátrico y el psicoló­
pacientes, o por vencimiento de llegar acomodan bancos y sillas, gico, es decir el farmacólogico y
los plazos que la institución hos­ si el lugar está sucio y no hay la palabra.
pitalaria fija, o por procesos per­ quien lo haga procuran barrerlo, Cómo se imprime sobre estos dos
sonales, fueron teniendo el alta muchas veces traen mate y galle- dispositivos instituídos esta nue­
en sus terapias individuales, y el titas para compartir. Es decir, lo va práctica de lo corporal, prácti­
grupo se fue constituyendo en el preparan para ellas. Esto introdu­ ca que abre las puertas del espa­
único espacio de pertenencia ins­ ce una modalidad muy distinta cio hospitalario a pacientes que
titucional sistemática. Esto pro-. de conexión con el espacio hospi­ se descalzan, que mueven mue­
dujo un efecto de resignificación talario. Modalidad que tiñe la bles, que lloran, que ríen, que
del grupo como lugar de sostén, transferencia con la institución y bailan, que juegan, que se abra­
pero sobre todo como lugar pro­ que inscribe el derecho al uso del zan, que se duermen, y que ade­
pio. En palabras de las pacientes: hospital público, inscripción que más intenta entretejer lo fenomé­
“este es mi lugar”, “el lugar para según las vicisitudes psíquicas de nico del cuerpo, de la vivencia
mí”, “le dije a mi marido no me cada paciente se articulará de una con la trama histórica subjetiva...
voy a perder ese lugar donde u otra manera con el tema del de- Reflexionar acerca de las nuevas
puedo hacer mis cosas para que­ recho a su propio espacio, en el formas que es te entrecruzamien­
darme cocinando...” sentido más amplio del espacio: to de prácticas dibuja en el imagi­
El grupo se instituyó como lugar efectivo, íntimo, socioeconómico, nario institucional, es posibilidad
de sostén y pertenencia, no por familiar, etc. y tarea para los profesionales que
efecto de haberlo programado, Pero además, para estas pacien­ sostienen estas prácticas en el
sino porque la realidad lo fue tes, en su mayoría provenientes “campo de la salud mental”.
TOPIA REVISTA
Héctor J. Freire
CrfficodeAe.
LA INTELIGENCIA DE
LA PERVERSION
Sade, Pasolini, Mishima, Gide y Sus vidas fueron marcadas des­ la pulsión de muerte facilita el
Genet, no son del mismo tiempo, de el principio por el abandono o camino a la perversión, de la que
no comparten los mismos gustos el duelo, Como si en ellos la vida constituye la forma primaria. Lo
estéticos, ni una determinada hubiera querido “invaginarse”, que caracteriza “la inteligencia
ideología, tampoco el contexto volver a la fuerza del origen. Y de su perversión”, es lo que ese
histórico que les tocó vivir y, sin desde el origen tuvieron que in­ “triunfo” lleva consigo de desa­
embargo, un curioso parentesco ventar una huella: la que hicie­ fío y trágica rebeldía.
los vincula íntimamente. En esto ron con el sexo para mantener la
importa, incluso, menos sus gus­ muerte a tiro.
tos sexuales que una inclinación Se los deseaba muertos, y para Reflexión a propóso del libro Gi­
semejante hacia los extremos, y ellos, la muerte se volvió desea­ de-Genet-Mishirna (La inteligencia
la misma rebeldía ante ese prin­ ble. Y para ellos es el sexo lo que de la Perversión) de Catherine Mi­
cipio supremo de la razón que es los eleva. Entrelazando la cadena llot. Ed. Paidós 1998 (190 pag)
la ley de no contradicción. Sus del erotismo y la trama de la per­
pensamientos, lo mismo que sus dición, ellos tejieron el tapiz de
vidas, obedecen no obstante a su propia existencia. Allí se ori­ Reproducirnos a continua­
una coacción implacable. Pero ginó su “Inteligencia Perversa”, cion un texto inédito en la
tienen, como señala Catherine el hilo del masoquismo origina­ Argentina, del escritor ita­
MiIlot en su libro “Gide-Genet­ rio, llamado erógeno que, como liano Alberto Moravia, a
Mishima”, el arte de hacer de la Freud lo demostró, consiste en li­ propósito del “perverso” y
necesidad una virtud y, para gar al sufrimiento la gracia de un genial Pier Paolo Pasolini:
triunfar sobre la desdicha, una goce, y que, en ellos, permitió la
facultad que es una cuestión de inversión por la cual, el ab­ LA IDEOLOGIA DE
estilo. andono
pasa de lo pasivo a lo PASOLINI
Son perversos: tienen una ex­ reflexivo,
del desamparo al éxtasis, de En principio estaba el pacto de la
traordinaria habilidad particular la orfandad al acto creativo. La homosexualidad convenida, de
para hacer uso de un poder. El de erotización de la pulsión de la misma manera que la hetero­
realizar el único hecho que vale muerte sería en ellos un esfuerzo sexualidad, o sea como relación
la pena, transformar el sufri­ de reparación para re-ligar, a
pesar con lo real, como una cristaliza­
miento en goce y la falta o la au­ de todo, a Eros y Tánatos, pa­ ción stendhaliana, como hilo de
sencia en plenitud. El hecho de ra erigir el sexo como defensa y Ariadna en el laberinto de la vi­
pensar y escribir en relación al antídoto contra la rutina y la da. Pensemos sólo un momento
hecho de sentir y actuar. muerte. Una manera de “per­ en la importancia fundamental
Casi todos los personajes de sus vertir” / “per-turbar” un mal que eL amor ha tenido siempre
obras “están corrompidos de punto de partida, una manera de en la cultura occidental, cómo ha
perversidad”. Perversos que no “dar vuelta” una situación de­ inspirado construcciones del es­
asignan al pensamiento otro va­ sesperada. Sin embargo esa vic­ píritu, grandes sistemas cognos­
lor que el de favorecer la “activi­ toria, es una Victoria pírrica que citivos, y veremos que en la vida
dad de la pasión más poderosa, hay que renovar siempre, pues el de Pasolini la homosexualidad
la que, a los ojos de los demás sexo obligado a erigirse sin cesar ha asumido la misma función
hombres, es solo una carencia de contra la muerte, y en virtud de que tuvo la heterosexualidad en
ser”. Pero lo que sorprende es un esa batalla queda pegado a ella. tantas vidas no menos intensas y
modo de pensar tan singular que Y sucede que es ella quien lo creativas que la suya. Al lado del
hace que la persona en quien ha­ arrastra por la fuerza (muy espe­ amor, se hallaba la pobreza. Pa­
bita sea extraña a sus iguales, a cialmente en Pasolini y Mishi­ solini había emigrado del Norte
sus semejantes de clase, de cultu­ ma). “El sexo es lento, no logra a Roma y había ido a vivir a un
ra, y pueda encontrarse con lo obstaculizar el fatal deslizamien­ modesto alojamiento en los alre­
idéntico en un otro del que todo to, y sólo llega a erotizar la muer­ dedores. En este tiempo, se sitúa
aparentemente la separa. te real. En ellos la erotización de su importante descubrimiento
38
REVISTATOPIFI
de las capas más bajas del prole­ lante extraordinario, digno de su mucho tiempo al lado de los lla­
tariado como sociedad alterriati­ vital y prepotente vocación. A mados “barrios altos” hasta que
va y revolucionaria, análoga a la propósito de la poesía culta resal­ no hubiese llegado el tiempo ma­
sociedad protocristiana, o sea temos que, entre los años 50 y 60, duro para la destrucción de los
portadora de un mensaje incons­ Pasolini logró crear algo absolu­ mismos y la palingenesia gene­
ciente de humildad y pobreza tamente nuevo en la historia re­ ral. En el fondo, una hipótesis no
contrapuesto al hedonista y nihi­ ciente de la literatura italiana: demasiado lejana de la profecía
lista de la burguesía. Pasolini ha­ una poesía civil, al mismo tiempo de Marx, según la cual al final
ce este descubrimiento a través decadente y de izquierda. En Ita­ habría quedado sólo un puño de
de su profesión de maestro, y so­ lia, la poesía culta fue siempre de expropiadores derribados por
bre todo a través de sus amores derecha. Desde principios del una multitud de expropiados
con los subproletarios de los su­ ochocientos, desde Fóscolo pa­ Sería injusto decir que Pasolini,
burbios pobres de Roma. Lo que sando por Carducci hasta DAn­ para su literatura, tenía neces­
equivale a decir que allí se en­ nunzio, sea por los contenidos- idad que los hechos públicos pu­
cuentra a sí mismo, el sí mismo aun cuando éstos fuesen revolu­ diesen existir en estas condicio
definitivo que conoceremos por cionarios como en el temprano nes. Es más exacto afirmar que
tantos años hasta su muerte. El Carducci- sea por los módulos su visión del mundo se apoyaba
descubrimiento de las capas más formales. Los poetas italianos del en la existencia de un subproleta­
bajas del proletariado transforma siglo pasado, siempre habían in­ nado urbano, fiel por humildad
profundamente su comunismo, terpretado la poesía civil en un profunda, a la herencia de la an­
ortodoxo probablemente en ese sentido triunfal, elocuente, cele­ tigua cultura campesina.
entonces. El mismo no será en­ brativo. Pasolini, en cambio, nos En este punto estaba la relación
tonces un comunismo iluminista dio una poesía que tenía toda la de Pasolini con la realidad, cuan­
y, menos aún, científico. O sea, intimidad, la sutileza, la ambi­ do surgió lo que los italianos lla­
no será un comunismo marxista güedad y el sensualismo del de­ man burlonamente, “el boom”.
sino populista y romántico, ani­ cadentismo y el ímpetu ideal de O sea, cuando se verificó en un
mado de piedad patriótica, de la utopía socialista. En el pasado, país como Italia, completamente
nostalgia filológica y de reflexión una operación semejante fue lo­ improvisado y en algún modo
antropológica con arraigo en la grada sólo por Rimbaud, poeta ingenuo,
consumismo.la explosión del
tradición más arcaica, y proyec­ de la Comuna de París y de la re­
tado al mismo tiempo en la uto­ volución popular, y en igual me­ ¿Qué ocurrió con el “boom” en
pía más abstracta. Es superfluo dida, poeta del decadentismo. Italia y, por repercusión, en la
agregar que semejante comunis­ Pero toda una tradición jacobina ideología de Pasolini? Sucedió
mo era fundamentalmente senti­ e iluminista había apoyado a que los humildes, los subproleta­
mental por ser existencial, crea­ Rimbaud. En cambio, la poesía nos de Accatone, de Ragazzi di
dor e irracional. Sentimental por culta de Pasolini nace milagrosa­ vita, aquellos humildes que, El
consciente elección cultural y crí­ mente en una cultura anclada Evangelio según Mateo Pasolini
hco porque cada posición senti­ siempre en posiciones conserva­ había acercado a los cristianos de
mental permite contradicciones doras, en una sociedad provin­ los orígenes, en vez de quedar
que excluyen el uso de la razón. cial y reaccionaria. Esta poesía ci­ estables y constituir así el presu­
Ahora bien, Pasolini había des­ vil refinada, manierista y esteti­ puesto indispensable para la re­
cubierto muy temprano que la zante que recuerda a Rimbaud y volución popular portadora de
razón no se adapta a servir, viene se inspira en Machado, estaba su­ una total palingenesis, de golpe
servida. Y que sólo las contradic­ tilmente ligada a las dos novelas cesaban de ser humildes-en el
ciones permiten la afirmación de de los suburbios Romanos: “Mu­ doble sentido de psicológica­
la personalidad. En otras pala­ chachos de la calle” y “Una vida mente modestos y socialmente
bras, razonar es anónimo; con­ violenta”, por la utopía de una inferiores — para transformarse
tradecirse es personal. De todos renovación social proveniente de en otra cosa Continuaban, natu­
modos, el descubrimiento socio­ las capas más bajas del subprole­ ralmente siendo miserables, pero
lógico y erótico de los barrios ba­ tariado, descripto con tanta pie­ substituían la escala de valores
jos de Roma hace transitar a Pa­ dad y simpatía en ambas nove­ campesina con la consumista. O
solini de la “poesía privada” de las, como una especie de repeti­ sea se transformaban en burgue­
los versos en dialecto friulano, a ción de aquella revolución verifi­ ses, a nivel ideológico. El desc­
la poesía “culta” de “Las Cenizas cada casi dos mil años atrás por ubrimiento del subproletariado
de Gramsci” y “La religión de las masas de esclavos y deshe­ aburguesado, de la misma mane­
mi tiempo”; y lo reveló a sí mis­ chos de la sociedad que habían ra que el primero, el de los su­
mo como narrador en sus dos abrazado el cristianismo. Pasoli­ burbios y “los ragazzi di vita”, lo
novelas “Muchachos de la calle” ni suponía que los desesperados realiza a través de la mediación
y “Una vida violenta”, y director y humildes suburbios vírgenes e homosexual. Esto explica, entre
de cine en “Accatone”. Paso ade intactos, habrían coexistido por otras cosas, porqué esto constitu
TOPIA REVISTA
yó para Pasolini un verdadero tratar de imponer como proyecto
trauma político, cultural e ideo­ alternativo e históricamente jus­ un nuevo descubrimiento del
lógico en lugar de una tranquila tificado e inevitable. Desde ese mundo. Parece posible después
y distante constatación sociológi­ momento, Pasolini no habló más del trauma y la desilusión que
ca. En efecto: si los subproleta­ en nombre de los subproletarios muestran sus últimos artículos y
nos de los suburbios que a través contra los burgueses sino en sobre todo su última película Sa­
de su amor desinteresado le ha­ nombre de sí mismo contra el ló o los ciento veinte días de So­
bían dado la llave para compren­ aburguesamiento general. El
sólo doma (1975), que hubiera podi­
der el mundo moderno, se trans­ contra todos. De aquí viene su do superar la congelante constatació­
n
formaban ideológicamente en inclinación a privilegiar la vida antropológico”
del “cambio
burgueses todavía antes de serlo pública que no podía no ser bur­ producido por el consumis­
materialmente, entonces todo se guesa, respecto a su vida anterior mo, por medio del único modo
derrumbaba empezando por su todavía nostálgicamente ligada a posible para un artista: con la re—
comunismo popular y cristiano. las experiencias del pasado. presentación del cambio mismo.
Los subproletarios eran o aspira­ También como una cierta volun­ Una representación que, necesa­
ban -que es lo mismo- a volverse tad de provocación, no al nivel riamente, lo habría llevado a su­
burgueses: entonces eran o aspi­ de hábitos y usos sino al de fa ra­ perar postívamente el actual
raban también a volverse bur­ zón. Pasolini no quería escanda­ momento pesimista. Su muerte,
gueses los soviéticos que habían lizar la burguesía consumista, sa­ trágica y despiadada así lo de­
hecho la revolución del 1917, así bia que así habría provocado muestra. Porqué aún habiendo
como los chinos que la habían también el escándalo. La descubierto la profundidad con
hecho en el 1949, y lo mismo los provocación
estaba dirigida en cambio que había penetrado el consu­
pueblos del Tercer Mundo, en un contra los intelectuales que no mismo en la amada cultura cam­
tiempo considerados como la podían todavía dejar de creer en pesina, este descubrimiento no
gran reserva revolucionaria del la razón. lo alejó
personaj­
de los lugares y los
mundo. Entonces el marxismo De aquí proviene una permanen­ es que, en un tiempo y gra­
era una cosa diferente de la que te intervención en la discusión cias a una extraordinaria exploSi­
ón
creía y decía ser; y la lucha de pública basada en una sutil, bri­ potentemente
poética, lo habían
clases, la revolución proletaria y llante y férvida admisión, defen­ ayudado a crearse una
la dictadura del proletariado se sa y afirmación de las propias propia visión del mundo. Afir­
volvían simplemente nombres contradicciones. Otra vez más, maba públicamente que la ju­
revolucionarios para cubrir una Pasolini sostenía la propia exis­ ventud vivía sumergida en un
inconsciente operación antirre­ tencialidad, la propia condición ambiente criminal de masa; pero
volucionaria. No es exagerado de creatura. Sólo que en un tiem­ a lo que parece, en privado, se
decir que el comunismo irracio­ po lo había hecho para sostener ilusionaba con que pudieran
nal de Pasolini no renació jamás la utopía del subproletariado sal­ existir excepciones a esta regla.
después de este descubrimiento. vador del mundo y hoy lo hacía Su fin, de todos modos, fue al
Pasolini quedó, eso sí, fie’ a la para ejercitar una crítica violenta mismo tiempo semejante a su
utopía pero comprendiéndola y sincera contra la sociedad con­ obra y diferente de él. Semejante
como algo que no tenía algún sumista y el hedonismo de masa. por haber ya descripto las escuá­
contacto con la realidad y que, en No podemos saber qué habría lidas y atroces modalidades en
consecuencia, era una especie de dicho y escrito Pasolini más ade­ sus novelas y en sus películas;
sueño para admirar y contem­ lante. Para él, seguramente, esta­ diferente porque él no era uno de
plar pero no más para defender y ba por empezar una nueva fase, sus personajes —como alguien tu­
vo la tentación de Lnsinuar- sino
una figura central de nuestra
cultura, un poeta y un narrador
que marcó una época, un direc­
tor genial, un ensayista inago­
table.

ALBERTO MORAVIA

Archivo, Selección
y Traducción; Héctor J.Freire —
Nora Glückmann

Pier Paolo Pasolini, un poeta


dopposizione (1995), “Fondo
Pier Paolo Pasolini”,
Skira editore, Milano.
LLUVIA NEGRA
A MI ABUELA
No quiero oír su sonido sobre mi piel
No quiero necesitar de abrazos, de multitudes,
De pies que me encaminen
Sólo quiero zambullirme en soledades
Y esperar la muerte agazapada.
No quiero perderme entre la gente,
Entre las voces que me aplauden
Y cubren esta angustia con gajos,
Con girasoles enredados en mi cabello,
Y mariposas que vuelan sin olor.
Sólo apuesto a quedarme a oscuras y en silencio,
Innata de esplendor de quien posee la vida...?
Apenas urge de extraños olores,
De conocidos zapatos negros revueltos de ausencia
Y un té de mosqueta sureño
Y compartido.
No quiero volver a aquella casa,
Ésa Barracas vieja y amortiguada
Donde ya nadie espera mi desolada cintura.
Sólo quiero que abaniquen la espesura
De estos ojos que se fueron con ella.
Luciana Sol Bara Idini

A MI ABUELA II
La soledad en su ser, el cuerpo en llagas...
La triste noche, la libertad de no querer ver...
Los ojos atrás, el amor que se va y una hoja escrita y vacía.
Ella no sabe juntar mariposas, se pierde en su color...
Ella abre los abrazos y se quiebra en la lejanía,
Oculta su belleza y destaca la agonía.
A veces llora... A veces grita,
Pero no puede deshilar su vida.
El tiempo en gajos se cae de sus ásperas manos,
Corre, madura, y pasa,
Redondea el jugo su vientre,
Se consume y muere,
Muere en sus entrañas la dulce primavera.
Luciana Sol Baraldini

Uuvia Negra te muestra


Te acerca
Te conmueve
Te busca
Te convoca
Mostrate vos también , expresate
Llama al 432-9520 (vani) o
551-2250 (césar)

41
TOPIA REVISTA
Yo sé, aunque no sepa exactamente que distancia hay entre mis
pies, que hay un camino
Entre mis células corre esa certeza, como el palpito que te vm­
Gacetillas
cula XIII Congreso Latinoamericano de
Hay algo de vos en el andar... Psicoterapia Analítica de Grupo. Tema:
Desde dentro me llama a transitar
Latinoamerica. Procesos y transformaciones de
¿Serán tus ojos de rutas, tus acordes renombrados, la subjetivi­ los vínculos. Organiza:
dad que me arranca el verte?
Federación Latinoamericana de Psicoterapia
No pudiera llamarlo amor, ni sé que es eso:
analítica de Grupo.
A esta altura de mis soledades con nombre y apellido, a mis
Se realiza del 19 al 22 de Noviembre de 1998 en
desengaños, frustraciones, a las pérdidas apiladas en mis cajas Montevideo Uruguay.
de recuerdos.
Plazo de presentación de trabajos 30 de agosto.
¿Serán tus amores gastados, tus búsquedas?
Informes e inscripción Juan Paullier 1127 C. P.
Demoles mi escepticismo,
11100 Montevideo Uruguay.
Con Piazzola cruzo el Riachuelo enceguecida y sola
Teefax (5982) 9242978.
Penando sin lágrimas sobre adoquines,
E-Mail flapag@netgate.com.uy
En una danza de mendigos ausentes
La línea del tiempo la visualizo en pasado, ya todo transcurrió Seminario introductorio a Cornelius Castoriadis.
— mi adolescencia, su pasión, mi casa, el barrio, mi atropello_ Lo dictan Lic. Leonor Zapolsky y Lic. Yago
Si hasta mi dolor se agota, lo siento transcurrir hasta perderlo. Franco TE 374-0141/981-9634 E-Mail:
Overoles en desuso cuelgan de un puente levadizo, que ya no yfranco@giga.com.ar
se eleva
La morochada esta tranquila, en una Paz fúnebre Ciclo : La pasión de la mirada.
El pretérito me asalta, me obliga violentamente a desprender-
Organizan Fundación Proyecto al Sur
me, mientras
los caminos se añejan detrás de la niebla Presidente Carlos Brück y Museo Nacional de
Ya sé que es domingo pasada la hora de los suicidas Bellas Artes,
Quizás se me desprendió también la vida o se me pasó la hora Director Jorge Glusberg. El mismo intenta relan­
Piazzola insiste, mientras el calor se seca entre mis dedos.., y zar la articulación entre el psicoanálisis y la cul­
el whisky me atemporiza. tura convocando a un conjunto de psicoanalis­
tas, criticos ensayistas y narradores el tercer jue­
Vanina Baraldini ves de cada mes.
Jueves 20 de Agosto participan Alicia Borinsky,
26 años
Hedor Depino y Laura Szichman.
Jueves 17 de setiembre participan Marcelo Pi­
Fin del Mundo chon Riviere, Manta Manzotti, Jorge Panesi, Ta­
mata Kamenszain, Maria Negroni, Ana Maria
Eran las siete de la tarde. Estaba en mi casa mirando televisión, Gómez, Norberto Rabinovich y Juan Ritvo. Los
pasando de canal en canal, cuando ví en uii noticiero como se encuentros Abiertos y gratuitos se realizan a las
despedazaban los continentes y el agua de los mares saltaba 19,30 Hs. en la sede del Museo Nacional
hacia el espacio como las manchas solares. Un meteorólogo de Bellas Artes Av. Libertador 1573. Informes
833-3213.
anunciaba, mirando su reloj, que en tres horas el núcleo
magnético de la tierra dejaría de ejercer su habitual atracción Jornadas La cuestión de la cura:
sobre todos los cuerpos. direcciones y limites.
Por un momento quedé inmovil y después comencé a temblar.
Organizada por la Cátedra de Psicoterapia, Pro­
Salí corriendo y gritando desesperadamente “Nos vamos a
fesor titular Carlos Brück. Carrera de Psicología
morir!”. No era la única. Otros se tiraban desde las terrazas o
Universidad Nacional de la Plata. En la Jornada
balcones, y muchos miraban desconcertados y con terror,
se plantearan Cuatro ejes temáticos desarrolla­
Cuando me dí cuenta de que correr no servía para nada volví a dos en paneles ) La novedad, a urgencia, los
mi casa. Nada podía hacer para cambiar lo que iba a pasar, y tiempos que corren. 2 ) ¿Efectos terapéuticos?
seguí mirando televisión. En todos los programas había gente 3) La verdad y el síntoma. 4 ) La cuestión de la
llorando por el fin del mundo. cura direcciones y limites. Han confirmado su
Un rato después el televisor comenzó a flotar en el aire. Todo en participacion Enrique Carpintero, Manta Man­
la casa junto conmigo, y mi familia también. Nuestra casa y sus zotti, Laura Corbalan Szichman, Enrique
alrededores volaron lentamente hacia el cielo. Por suerte este Acuña, Renate Hellmich, Gustavo Carranza, Sa­
pedazo de Hurlingham voló con su correspondiente porción de ra Piedrabuena, Osvaldo Bofía yFernando
atmósfera. Ahora no tenemos electricidad, ni gas, ni otras cosas Ulloa. La actividad se llevará a cabo en el aula
elementales, pero ya no importa: nos está atrayendo el sol y Magna de la Facultad de Psicología Calle 48 en­
nuestra parte de tierra se destruirá. Algún día tenía que pasar. tre 6 y 7 La Plata el sábado 29 de agosto a pa­
rir de a 9 normes T&ieíax 961-7,34 TE 833-
Eva Leonor Loperena 3213 E-Mail cabruck&vemet,com.ar
13 años.
a;1]


FALABflAS;0]

IIECI-lOs
EXCLUSIVO DE TOPIA REVISTA: Los libros más vendidos en el ámbito de la Salud Mental y
de las Ciencias Socia1es en los últimos tres meses: un ranking que pretende establecer cuáles son las temáti­
cas más leídas en estos dos campos del saber en la actualidad. En este listado de los 20 libros teóricos y ensayos de
mayor venta en abril, mayo y junio hemos incluido aquellos que las personas eligen “libremente” comprar. Por ese
motivo optamos por excluir del ranking textos que integran la bibliografía obligatoria de diversas cátedras universi­
tarias, y libros de autoayuda, debido a la excesiva promoción contemplada en su marketing editorial.
AMBITO DE LA SALUD MENTAL.
ORDEN TITULO AUTOR)A EDITORIAL AÑO
1 Las mil y una caras de Eros Mc. Dougall, J. Paidós, 32i pág. 1998
2 La inteligencia emocional Goleman, D. Vergara, 397 pág. 1996
3 El libro del dolor y del amor Nasio, J.D. Gedisa, 253 pág. 1998
4 La ehficación del psicoan1isis Allouch, J. Edelp, 124 pág. 1997
5 Diccionario de Psicoanálisis Laplanche, J. Pontalis, J.B. Paidós, 535 pág.
- 1996 (la. edkión Paidós)
6 Gide, GeneI Mishima.
La inteligencia de la perversión MilIot, C. Paidós, 192 pág. 1998
7 Avances en Psicoterapia Psicoanalítica Bleichmar, H. Paidós, 408 pág. 2997
8 La inteligencia emocional en el trabajo Weisinger, H. Vergara, 221 Pág. 1998
9 Diccionario introductorio al
psicoaná]isis lacaruano Evans, D. Paidós, 217 pág. 1997
10 La enfermedad como camino Delthelfsen, T. Dahlke, R.
- Plaza & Janes, 320 pág. 1993

AMBITO DE LAS CIENCIAS SOCIALES:


ORDEN TITULO AUTORJA EDITORIAL AÑO
1 Horno Videns. La sociedad teledirigida Sartori, G. Taurus, 160 páginas 1998
2 La era del fútbol Sebrelli, J.J. Sudamericana, 399 pág. 1998
3 París 68 CasuiLo, N. ManantiaL, 151 páginas 1998
4 La rnáquina cultural Sano, B. Ariel, 292 pág. 1998
5 La Voluntad II Caparrós, M Anguita, E.
- Norma, 681 pág. 1998
6 Argentina modelo Muchnik, D. Manantial, 175 pág. 1998
7 Ideología Eagleton, T. Paidós, 286 pág. 1997
8 Sociología del postmodemisrno Lash, S. Amorrortij, 335 pág. 1997
9 Gelbard, el burgués maldito Seoane, M. Planeta, 467 pág. 1998
10 Desconstrucción y pragmatismo Critchley, S. Laclau, E.,.
- Paidós, 170 pág. 1998
Rorty, R. Derrida, J
-

Producción: Sandra Borakievich y Leandro Dibarboure.Lbrerías consultadas: Paidós: Av. Las Heras 3741, Penélope:
Av. Santa Fe 3673, Santa Fe: Santa Fe 2376, Hernández: Av. Corrientes 1436 y Del Fondo S.A.: Santa Fe 1685.

LIBROS Y REVISTAS RECIBIDOS - Acerca de los niños. Donaid Winnicott. Editorial Paidós,
- De la realidad en que vivimos y otras cosas. Angel Rodrí­ Colección Psicología Profunda, Buenos Aires 1998, 431 pág.
guez Kauth Ed. Universitaria de San Luis. 1998, 214 páginas. - Acontecimiento. Revista para pensar la política. Director
-Vertex. Revista Argenhna de Psiquiatría, N ‘31. Dossier “El Raúl Cerdeiras. N° 13, 120 páginas, N 14, 125 páginas. Cab­
trauma psíquico”. 80 páginas. Director Juan Carlos Stagnaro. elb 3322 9 “32” elefax 806-4106.
Moreno 1785 5° Tel/fax 383-5291 - Lote. Lo que nos tocó en suerte. Publicación de Venado
- Clepios. Una revista para residentes de Salud Mental. N° 1 Tuerto. Mensuario de Cultura. Director Fernando Peirone
Volúmen IV. 48 páginas. Coordinador Dr. Martin Nemi­ Pueyrredón 1690 6 “B” Pcia. De Santa Fe. Te 54-0462-3797 EM­
rovsky y Lic. Martin Agrest. Moreno 1785 50, telefax 383-5291. ail revlote@waycomcom.ar
- Idea. Revista de la Facultad de Ciencias Humanas de la - Novedades educativas. Revista para trabajar, reflexionar y
UNSL J° 25 y 26. 178 y 180 páginas. Diredor Angel Rodrí­ debatir. Año 10 N’ 28. Director Daniel Kaplan. Telefax 867-
guez Kauth. Eercito de los Andes 950, San Luis E-Mail 0220 E-Mail noveduc@noveduc.com.ar
akauth@unsl-edu.ar - El Humanismo como utopía real. La fe en el hombre. Obra
Signos Universitarios. Revista de la Universidad de Salva­ póstuma N° 7. Erich Fromm. Editorial Paidós, colección Es­
dor. 30 sumarios 1997. 194 páginas. tudio, Buenos Aires 1998, 206 páginas.
- La terapia familiar en transforniación. Compilador Mony - Acta. Psiquiátrica y Psicológica de America Latina. Publi­
Elkaim. Editorial Paidós, colección Terapia Fan,iiiar, Buenos cación trimestral. Organo de la fundación Acta. Volumen 44,
Aires 1998, 198 páginas. N 1. Director Guillermo Vidal y Femando Lolas Stepke.

43
Serrano 669 1 “P”. telefax 854-8209! 857-3151 fine y sintetiza a los trastornos psicosomáticos, y realiza una
E- Mail fuacta@ssdnet.com.ar - revisión de lo producido en la temática. Luego analiza la si­
Area 3. Dossier”Los grupos operativos”. Cuadernos de Te­ tuación social actual, y específicamente la de nuestro país, co­
mas Grupales e Institucionales N° 5 Editores la Asociacion
.
mo productora de la patología. De allí se detiene en los apor­
tes de las neurociencias; para luego entrar hacia los alcances
por el Estudio de Temas Grupales. Psicosociales e Institucio­
y límites del psicoanálisis en el campo de la psicosomática.
nales. Cf Savco 1, 2o 328039 Madrid España. Telefax 91-
Por último nos trae a la música (que anduvo rondando con
3112793. otras artes por toda la escritura), tanto como modelo y como
- Ensayos y experiencias. Coleccion Psicología y Educación. método terapéutico específico de trabajo más allá de las pala­
Dosier “El maestro que aprende” Año 4, N° 23. Ediciones
.
bras (justamente el problema de los trastornos psicosomáti
Novedades Educativas. Director Héctor Daniel Korinfeld Te cos): “La música puede llegar a donde la palabra no Ile­
867-2020 Fax 867-0220 E.Mail ensayos @ noveduc.com.ar ga”(p.138). El libro termina con algunas propuestas del autor
-Como afinar el cuerpo sin ir a California. Inteligencia emo­ de cómo incluir la música en el trabajo con pacientes “La mú
cional en el subdesarrollo. Susana Kesselman. Ediciones de la sica no es terapéutica en sí misma. La música deviene tera­
Flor, Buenos Aires 1998, 190 páginas. péutica cuando es utilizada con técnicas organizadas yen un
-Psicoanálisis y el Hospital. Publicación semestral de psicoa­ contexto terapéutico” (p.l45).
nálisis en Instituciones Hospitalarias. Año 7, N° 13.
Al concluir el libro nos da una sensación de estar recién en el
Invierno. Clínica de la urgencia. La guardia. Abuso, maltrato,
principio de algo nuevo, ya que el capítulo final resulta dema­
urgencia y subjetividad. Director Mario E. Pujo. Viamonte siado breve. Caruso sienta las bases de su enfoque de trabajo,
1646 7° “59”. Telefax 812-7567. E.Mail psichos@pinos.com lo desarrolla, y nos quedamos con las ganas de más. Más acer­
-Jorge Luis Borges: el universo, la letra y el secreto, de Mar­ ca de la clínica y de su trabajo. De profundizar en cómo yen
cel Le Goff, Ed. Librería Linardi y Risso, Montevideo, 1995. qué contextos mcluye la música. Cuando la audición, cuando
la interpretación, cuando el canto, cuando el uso de instru
Fardos de algodón. Mario J. Buchbinder. Colección de poesía. mentos específicos. La posibilidad o no de incluirla en Otros
Todos Bailan. Editorial de Tierra Firme. 1988. trastornos. En realidad, esperamos la continuación de su línea
Validez estetica de trabajo en un segundo libro, con el crecimiento de las ideas
Leer! acerca de la validez estetica/ y la verdad artistica. y prácticas realizadas en éste.
Los pensamientos-afectos! sin destinatarios, En ese sentido creo que otro punto fructífero del libro es todo
no pueden ser dichos, llenan el pecho lo que sugiere, y las posibilidades. A saber:
de alegría y tristeza. Un primer punto es la inclusión constante del “nivel musi­
Destinatarios existentes! presentes en su ausencia. cal”, más allá de las pa]abras, en la clínica. Hecho ya esboza
do por un psicoanalista también músico —y de jazz-, precur­
Retorna la lectura.
sor en Argentina del trabajo con trastornos psicosomáticos,
David Libernian. ¿Será una casualidad que tanto Caruso co­
Tres al cuarto. Actualidad, Psicoanálisis y cultura. Mayo de mo Liberman sean músicos que profundizaron en el área de
1998. Publicacion semestral. 56 páginas. Barcelona Espana. psicosomática? ¿El contacto con la música creará ciertas con
Consejo editoriaL J. Bas, A. Berenstein, M. Diaz, A. Gracia, 1. diciones específicas que promueven el abordaje de ciertas te­
Homs, V. Korman, A. Minarro y J. Xandri. Excelente revista máticas?
de nuestros colegas de Barcelona con un Dossier sobre “Mi­
radas sobre el cuerpo” y otros artículos entre los que podemos Un segundo punto son las posibilidades de usarla música co­
destacar “Melanie Klem renovadora y pionera” Elsa del Valle mo modelo en el contexto terapéutico. Posibilidades poco ex
Echegaray; “Un ejemplo literario de certeza psicótica” Aure— ploradas, pero esbozadas en lo siguiente:
ho Gracia “Sexo, muerte y palabras- el deseo en la obra de “Cada sesión psicoanalítica es formalmente idéntica a todas
las demás, pero cada sesión es una aventura distinta, así co
Georges Bataille-” Jordi Xandri; “La proyección y sus proyec­
mo se puede interpretar la misma obra de jazz cien veces y ca
tos” J :M Catala Domenech. da vez hacerlo de manera distinta. Enrique Villegas, pianista
pionero del jazz en La Argentina, decía: “Toco siempre lo mis
mo, pero lo toco distinto”. En jazz se puede cambiar todo: el
ritmo, la armonía, “el tempo”, y la melodía. Es todo un es­
fuerzo, pero uno no se aburre nunca. Si las reglas del jazz se
aplican a la vida, ésta puede ser muy bella e interesante. Pero
ese tema es para desarrollar en otra oportunidad” (pág. 23)
Creo que estas ideas debieran crecer, porque son el germen
COMENTARIOS de una teoría de la técnica en psicoanálisis original, por fuera
de las recetas y del cientificismo.
Por todos estos motivos, y volviendo a la música, “Silbando
Silbando en la Oscuridad. Música y Psicosomática. en la oscuridad” es una excelente Obertura. Esperamos ansio
Carlos E. Caruso sos el resto de la “Opera” de Carlos Caruso.
Editorial Topía. Colección Psicoanálisis, Sociedad y Cultura.
Buenos Aires 1997. 155 páginas. Alejandro Vainer

A veces uno encuentra textos con los cuales puede dialogar y


pensar a partir de las ideas del autor. Me atrevería a decir que
esos textos son los imprescindibles en el propio desarrollo. La Ficción 1 Un caso de sonambulismo teórico
No es fácil que esto suceda, porque son justamente “encuen­ Roberto Ferro. Editorial Biblos. (149 páginas)
tros”, que no pueden buscarse. Encuentros como el del autor (Bs.As. 1998)
de estas líneas con el libro de Carlos Caruso. Este, el último libro de Roberto Ferro, se inscribe en el cruce
Quizá pueda explicarse por varios campos compartidos con de un doble propósito: por un lado, exponer la debilidad de
el autor (el psicoanálisis, la salud mental y la m(isica). Las si­ criterios reduccionistas que pretenden someter a control un
guientes reflexiones intentarán dar cuenta de esto. concepto con una genealogía tan compleja como es el de fic
El autor construye el libro sistemática y consistentemente. De- ción y, por otro, promover un desplazamiento, que abomine

44
de los estereotipos y banalidades, a los efedos de contribuir a En un recorrido que incluye “desde los orígenes, tanto
la apertura de una reflexión teórica que supere el dogmatismo del individuo como de la teoría psicoanalítica, el par masculinidad-
de los principios que aparecen como puntos de partida obliga­ ¡feminidad”, resultan de muchísimo interés los aportes a una
dos. Sobre el lugar reservado a la ficción como término anó­ reformulación de la teoría psicoanalítica en algunos de sus
malo de una jerarquía violenta que le impone restricciones y puntos claves para pensar el desarrollo psicosexual de las ni­
límites es posible provocar un desplazamiento para pensar los ñas en su especificidad, denunciando, además del sesgo an­
discursos ficcionales no ya como una variedad parasitaria o drógino, el sesgo adultomórfico de las conceptualizaciones al
desviada sino como la condición de posibilidad de cualquier respecto. Así, a la luz de investigaciones y estudios de la in­
discurso, lo que implica desestabilizar asimismo los parámet­ fancia, la autora pondrá en cuestión, entre otras temáticas, la
ros que constituyen las bases de la discriminación. universalidad del complejo de castración en la niña:
A través de la lectura del libro de Ferro, es posible establecer “Que la niña no transite obligatoria y universalmente por
un abordaje a la problemática de la ficción que gira en torno a el complejo de castración sefundamenta en varias vicisitudes de su
tres ejes fundamentales: la referencia, la enunciación y la na­ constitución como sujetofemenino sexuado: a) no tiene que Iransfor­
rración; en todos los casos con un nivel de complejidad que mar su sexualidad de masculina en femenina, como lo entendía
exhibe la densidad de las cuestiones puestas en juego. Tam­ Freud; b) no tiene que cambiar de órgano de placer para hacerse fe­
bién, es de destacar, el Capítulo IV Más allá de la ficción, donde menina, como lo entendía Freud; ésta es una condición variable y de­
el autor propone un desplazamiento que implica el reconoci­ pende, principalmente, de la valoración de lafeminidad que hagan el
miento de que en el actual estado de los estudios teóricos la padre y la madre y, secundariamente, de la cualidad de la relación
ficción, como tal, es un concepto sonámbulo. La perspectiva intersubjetiva con los adultos y hermanos; d) es necesario distinguir
de Ferro, es la de abrir un espacio teórico superador de los re­ entre conflictos que atañen a la orientación del deseo sexual y con­
duccionismos “sedantes”, un “más allá de la ficción”. flictos de género; si se trata de conflictos de género la envidia de la
El apéndice con que Roberto Ferro cierra el libro, gira en tor­ niña no recae en los atributos anatómicos del varón sino en los pri­
no a la narrativa del escritor peruano Manuel Scorza, autor de vilegios que se le otorgan a la masculinidad” (página 327). “... Si
novelas emblemáticas dentro de la literatura latinoamericana efectuamos una operación de sustitución sobre la envidia del pene y
como Redoble por Rancas (1970), El jinele nisomne(1976) y La leemos masculinidad construida y derechos desiguales defendidos
tHmba del relámpago(1978), entre otras. El núcleo de este apén­ por el apoderamiento de las instituciones de lo simbólico por los se­
dice está enmarcado en la pregunta retórica de su título: “La res genéticamente dotados de pene, podremos entender que las mu­
narrativa de Manuel Scorza: ¿Veracidad histórica o imagina­ jeres envidien lo que el culto al falo ha proporcionado” (página
ción ficcional?. El título no implica como lo expresa el propio 349). (Criticas a la versión lacaniana de “falo”: páginas 351 a
Ferro, “un interrogante que se pueda resolver por una elección 355).
entre opciones portadoras de rangos de valores equilibrados Estas afirmaciones se basan en pensar la construc­
en su diversidad; la respuesta o el condicionamiento a respon­ ción del significado sexual en/de las niñas en sus dimensio­
der pone en escena una jerarquía violenta, puesto que la dis­ nes intersubjetivas e intrapsíquicas, concibiendo la sexualiza­
tinción entre los componentes de la disyunción no remite a un ción como un proceso de génesis exógena en el cual cobra es­
ordenamiento taxonómico sino, antes bien, a una discrimina­ pecial relevancia la mirada del adulto. En determinado mo­
ción discursiva”. El libro se completa con dos” significativas” mento, la mirada seductora, cargada de intensidad, del padre
y —por su actualidad- “pertinentes” reflexiones sobre El Testi­ sobre el cuerpo de la niña, experiencia que implanta en su
monio, y el Discurso Político. subjetividad “lina codificación de su cuerpo que la acompañará
Héctorj. Freire gran parte de su vida: su cuerpo tiene un caracter provocador” (pág.
258). Esta experiencia, inicialmente pasiva, será decodificada
por la niña como un acto activo, y, para sustraerse de este
“juego” de ser mirada-mirar desarrollará “toda una gama de pro­
LA SEXUALIDAD FEMENINA cedimientos para eliminar o lograr alguna forma de control sobre
de ¡a niña a la mujer. una situación que escapa a su control” (pág. 389). Habitualmen­
Autora: Emilce Djo-Bleichmar. te, “grados variables de represión e inhibición de la pulsión y grados
Ed. Paidós, 1997. 445 páginas. variables de aislamiento del significado sexual de los comportamien­
En un trabajo sumamente exhaustivo, la Dra. Emilce tos vinculados a la estética, belleza y gracia del cuerpo. Grados va­
Dío-Bleichmar, realiza produchvas críticas a importantes tra­ riables de escisión del yo que le permiten a la niña por una parte con­
mos del psicoanálisis en sus diferentes vertientes. Producti­ tinuar dibujando sirenas, coristas y chicas en tanga y, simultánea­
vas, en tanto en simultaneidad a cada crítica ofrece un replant­ mente, sólo aceptar vestirse con pantalones o desarrollar un cuadro
eo, un camino posible para seguir transitando aquello que al­ de anorexia nerviosa que despoja a su cuerpo de todo vestigio de
gunas/os gustan llamar “diálogos entre Psicoanálisis y Géne­ mensaje sexual. Finalmente, debemos también considerar el aisla­
ro”, y que podría pensarse también como “agenciamiento de miento y la renegación de la violencia sexual por medio de las nove­
la noción de género desde el Psicoanálisis”, o “atravesamient­ lizaciones románticas que inaugura la pubertad” (págs. 389-390).
os mutuos del Psicoanálisis y los Estudios de Género”, o “ne­ Si a ésto se suma que “la apariencia del cuerpofemenino es su má­
cesidad -imperiosa- de replanteos y cruces entre diferentes ximo sostén narcisista”, y (...)“en términos de una equivatencia en­
disciplinas, en tanto cuestiones otrora impensables son teori­ tre representaciones del cuerpo que sostengan la creencia en una
zables ahora”.. Diversos caminos que tendrían en común el completud, en un atributo que garantice el acceso al otro sexo, el
interés de dar cuenta de mejor manera de la construcción de cuerpo entero de la niña se instituye en un equivalente, por su im­
la subjetividad femenina, “iluminando” un “más acá” de portancia, al genital del varón”, “el cuerpo entero sostiene entonces
‘eternos” continentes negros, enigmas, goces otros y masca­ el núcleo de la identidad femenina y del narcisismo del yo-género”
radas, desde posicionamientos claros en un debate que no (págs. 360-361), resulta evidente que las angustias, amenazas y re­
desconoce las “espirales de sexo, saber y poder”. ínAll­
nuncias que se juegan en uno y otro caso son de muy diferente
El texto, entonces, se inscribe en un devernr de ideas
que apuntan a cuestionar el sesgo falocéntrico de la concep­ í donde el varón deberá renunciar a la madre para acceder a otras
tualización psicoanalítica acerca de la sexualidad femenina y, mujeres, la niña renunciará “a la sexualidad en su conjunto; no al
a la vez, proveer herramientas teóricas que permitan pensar la padre para tener acceso a todos los hombres, sino a la sexualidad en
subjetivación de las mujeres incluyendo en la teorización psi­ tanto actividad para poder acceder al amor de un hombre ya través
coanalítica el lugar que los universos de significaciones imagi­ del amor gozar de una sexualidad que no amenace el narcisismo del
narias sociales acerca del “ser mujer” instituyen tanto en las yo-génerofemenino. ‘No se hace eso, es feo, no es de niñas’, dirá una
teorizaciones acerca de, como en la constitución misma de la mamá a su hija observando una maniobra autoerótica, un gesto mas­
identidad de cada niña/mujer. turbatorio abierto. En rigor, no consiste en una prohibición sino en

45
una amenaza de efectos poderosos, pues se trata de una amenaza al interminable. Como si fuéramos uno, como si fuéramos mu
eje de la identidad, no es de niñas, una amenaza de pérdida de chos, miraba a través del agujero de tu encierro esa plazoleta
amor, de estima, de riesgo de poner en peligro las posibilidades de ser inmensa y deshabitada donde nuestras oleadas de silencio in
admirada. Sistian en llevamos.
Además, quién formula esta amenaza es un adulto, la madre, quién Me hubiese gustado ser menos complaciente contigo y con
desde la perspectiva propuesta funciona ella misma norma tivamen­ migo misma, haber dejado entrar mas sol en los sitios más
te escindida en su propia subjetividad, entre un cuerpo sexualizado desbordantes del tiempo. No pretendía que te asomaras a
para atraer la mirada -la apariencia-, y un cuerpo -no siempre se­ mis pensamientos sino desalojar esa escena de verdad cerra­
xualizado- para gozar de la pulsión, o sea, una mente en la cual los da sobre si misma, sin habla alguna.
significados de cuerpo bello y erótico para la mirada del hombre y Ahora, cuando intento recuperar la savia de tus palabras (“te­
cuerpo erótico para su propio goce pueden no sólo desarrollarse en nemos el relato”), cada hora adquiere otro verdor, brotan rnú
forma no proporcional, sino que pueden mantenerse aislados y es­ sicas acumuladas entre las horas y emergen nuevos olores
cindidos en la mente” (pág. 375), con lo cual.. mucho por andar subsumidos a lo lejos. La magia no cambia pero si varía esa
y desandar. parcela reducida de evocación, ese pan sin levadura que pre
tendo recuperar a destiempo, como una deuda pendiente
En sfntesis, el libro de Emilce Dío-Bleichmar, trae que, en parte, ignoro.
aportes muy importantes a una reformulación de la teoría Aún sabiendo que nuestros tiempos ya no confluirán, necesi
psicoanalítica en muchos de sus conceptos nodales, y el recu­ to reclinarme otra vez en tu sillón para desatar este nudo de
so de Ja cita intenta graficar aquí algunos de los lugares por pertenencias dispersas entre mafianas humildes.
los que la autora nos lleva en el desafío de pensar de manera “Tenemos el deber de relatar, y quien amplíe tal relato será
diferente los derroteros de la sexualidad femenina, de la niña a la parte de esa historia..”, decías, mientras leías el español con
mujer. dificultad junto a la tabla de mantel blanco, como quien hace
una revelación inagotable, en su versión autorizada.
Sandra Borakievich Y si bien no logro evocar el ritmo vahído de tus pasos otra -

tecla perdurable me asalta nuevamente tu claridad urdida


-

con monosílabos en aquella larga madriguera de violines


errantes.
El relato
Rasia Friedier
Allí estaba yo, pálida y muda, con el cuerpo ocioso, mirando
por el agujero de la cerradura de un portal inmenso de made­ ZELOTA NEGRA
ra maciza, mientras un haz de luz se filtraba en la oscuridad
recortada. Quería descubrir lo que sucedía del otro lado, en el de Carlos Baraldini
lado incandescente de la existencia, mas allá de esa esquina Presentacion con Rock “Banda en Fuga”
pausada, fuera de la blandura del sueño. Pasaba horas miran­ Teatro “Encuentros de Leo’irdo Da vinci y Jesús”
do a través de la claraboya que iluminaba la habitación don­
de yo giraba hasta desaparecer casi sin aire, entre las cortinas
Festín de Neuronas y Debate
transparentes. Soltaba mis brazos tras el velo y hacia caer mi Viernes 14 de Agosto 19 hs. Café tortoni
curiosidad sobre cada objeto de la casa. De esa forma disfru­ Avda. de Mayo 825 Subsuelo
taba de mi propia ausencia. Editorial Florida Blanca
Por la ventana vacía, antes del cansancio, el sol calentaba el
cuero del sillón envejecido donde te entregabas a tus propios
rumores. Allí, mientras contemplaba tus manos ancladas en
las mías, éramos mas que cada uno con el otro, éramos un bri­
llo de lagrimas en una esperada hibernación otoñal, casi dos Fundación
huéspedes de lo inexpresable. Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Podría decir que en mi había tres: una niña audaz, volcada ha­ y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para la
cia la libertad; otra callada, que no lograba liberarse de sus de­ Difusión de Información en Salud Mental y Desarrollo Humano;1]
rivas habituales, y por ultimo una racional, que pretendía
nombrar el desorden grabado allí, entre ambos.
CRISAMEN ___;0]

Recuerdo que una y otra vez me perdía -soñando siempre- Centro Regional de Información en Salud Mental
por callejuelas mal iluminadas, hasta desembocar en una pla­ Importante biblioteca y hemeroteca con publicaciones nacionales
zoleta donde individuos sin rostro me tapaban los ojos. Esa y extranjeras en permanente actualización, especializada en
extrañeza retornaba irremediablemente, como un hílo con­ Psicología, Psiquiatría y ciencias afines.
ductor de una larga interrogación infantil sobre el sentido de Bases de datos nacionales e internacionales en CD-ROM:
nuestros mínimos diques cotidianos. Cada silencio menor es­ (CLIN PSYC, MEDLINE, LILACS). Bases de datos propias del
taba atravesado por otro y se enroscaba en un espejo de bru­
CRISAMEN.
mas sin final, sin cambiar el aire de familia.
Beneíicios adicionales para socios.
La antigua tienda sostenía con sobriedad lo que iba creciendo
y había ciertos días en el año en que nos sentíamos particular­ Serrano 669• 10 piso (1414) Bs. As. TeilFax (54-1) 854-8209 / 857-3151
mente agradecidos por el vaho de jazmines a través del cris­ Correo Electrónico: fuacta@ssdneLcom.ar
tal. Eran los días de unión festiva entre descendiente y ante­ Horario de atención: Lunes a Viernes de 9 a 17 hs.
pasado, días rítmicos de promesas guturales, moduladas a
puerta abierta, una especie de suplemento alimenticio regado
con sal de lagrimas. Los retornos regulares estaban consagra­ INFORMES
dos a la música obcecada por las raíces.
Allí encontré tu ojo azul intenso, ofreciéndome algunas esca­
e-mail: info@ba.net
sas palabras que conservaste de tu infancia: “tenemos el rela­ Tel. 343-9999

Do-une
to”, decías, y sin embargo, tu voz era solo un eco de otra mas
lejana. ¿Como podía entonces recibir claridad de ese ojo que
aun viendo, se rehusaba a ser mirado? Esa pupila que insistía
en permanecer a oscuras, como un grito ahogado en su caída Internet Provider
46
NOVEDADES
E 0 1 T O R 1 A L
________ uario
lo que nos tocó en suerte de cultura
REVISTAS: VERTEX -Revista Argentina de Psiquiatría N°31 -

Marzo/98 Dossier: “Trauma Psíquico”


CLEPIOS -Revista para Residentes de Salud Mental N°11 Marzo/98
- Por una vez.
LIBROS: PATOLOGIA Y TERAPEUTICA DE LAS ENFER los profetas,
MEDADES MENTALES, 1 y 2 parte de Wilhelm Griesinger en su tierra.
LAS COMUNICACIONES CLINICAS de Karl Kleist
ACOMPAÑAMIENTO TERAPEUTICO de Gabriel Pulice y Gustavo Rossi Pueyrredón 1690, 2° “B”. Tel: 0462-37397
Venta y Suscripciones: Solicite promotor o efectúe su pedido e-mail: revlote@waycom.com.ar
Moreno 1785 Piso 50(1093) Bs. As. (2600) Venado Tuerto Santa Fe-

Telfax: 383-5291 y e-mail; polemos@sminter.com.ar http:/ / /www.waycom.com.ar/revista_Iote/


También en librerías e5pecializadas.

IIIIE1T
CONSULTORIOS
PALERMO BELGRANO;0]
Revista de debate y critica marxista
En kioscos y librerías del centro Facultad de
-

-
Filosofía y Letras Ciencias Sociales
-

Chile 1362 (1098) Capital Tel/Fax 381-2976


e-mail: herram@plnos.com
MES DÍA HORA
- -

SILENCIO LUZ CONFORT - -

EST. CARRANZA SUBTE/TREN;1]


BARATARIA (2da. EPOCA)
TEL. (15) 160-9656 REVISTA DE POESIA
631-1520 Director: MARIO SAMPAOLESI
ESTACIONAMIENTO;0] FRANKLIN 833 1° ‘C’ (1405) CAP.
TEL. 982-1307

Revista de Psicoanálisis y Cultura


http://psiconet.com/acheronta
acheronta@psiconet.com
Director: Michel Sauval
Artículos
Sumario (parcial) N 7 - Julio 1998 Encore
Conferencias Silvia Fendrik
Conversación con Jean Laplanche Una fobia en ¡a práctica analítica
Jean Laplanche (Psicoanalista (Francia) Gerardo Herreros
Siivia Bleichmar Extasis
El esquema óptico y la dirección de la cura Jorge Helman
Incluye videos de experiencia con los esquemas ópticos en laboratorio) En la “Era del Yo”
Alfredo Eldeztejn 1 Julio Guillen Eduardo Albornoz
Ciencia y Psicoanálisis Freud entre la solución y la disolución: el sueño de la
Posmodemismo, ciencia y psicoanálisis Parte 3 - inyección de Irma
(Acerca del libro “Imposturas Intelectuales” de A. Zokal y J. Briomont) Silvia Fendrik
Michel Sauval Los gadgets
La noción del ‘no-todo’: referencias lógicas para su abordaje Sara E. Hassan
María José Iglesias 1Julio Guillén / Mónica Boada Consecuencias del concepto de la experiencia cultural en
¿Nuevos padecimientos Psíquicos? la teoría psicoanalítica
Den ise Najmanovich Alicia Pelorosso
La epistemología del psicoanálisis: Introducción a sus Histoas del Psicçanálisis
núcleos problemáticos y encrucijadas. Del sueño de Irma al sueño de Mira ¿sueños profesionales?
José Perrés Joan Campos i Avillar. Psicoanalista y Grupo-analista (España)
TOMA REVISTA
UN PSICOANALISTA EN EL 2050 (1)
Héctor Fenoglio
Aunque saludable, es peligroso pensar —pensé. De
Psicoanalista este lado del tarrito, o desde mi nombre, facilmente
Tengo 7 años y nací en la provincia de Córdoba, al encuentro pensamientos para nada peligrosos de pen
sur, en este pueblo perdido entre el viento y la seca de sar. Seguramente Ud. lo debe haber experimentado.
la pampa gringa. Éste es mi nombre, éstos son mis pa­ También, por supuesto, nada saludables. Pero están
dres y éste es mi idioma ¿Qué hubiera sido de mí si los otros, esos que únicamente parecen vivir fugaz
hubiera nacido en otro país, en otra familia, o con otro mente, como en huída incesante, y a los que nadie
cuerpo? Y si no hubiera nacido ¿qué sería de mí? ¿Se puede acercarse sin temor y temblor. Pocas veces es­
dá cuenta? Somos una irremediable casualidad. Todos tuve a punto de atrapar uno. Un día estaba durmien­
creemos ser reales y vivir en un mundo real y, por su­ do la siesta, cuando me tocan el hombro. Me doy
puesto, sobrevivimos. Pero no es real. vuelta y veo a un chico, de seis o siete años, parado al
Mi búsqueda comenzó mucho antes, cuando tenía 4 lado de la cama. Lo miro y el chico allí, duro, mirán­
años. Recuerdo nítidamente el momento: aL calor de la dome a los ojos. Y me dice QUÉ HACÉS?. Yo estaba
siesta miro un tarrito de té Tigre, en el que está impre­ aún medio dormido, no entendía lo que pasaba y le
so un tigre que me mira y, sonriendo, me muestra en vuelvo a preguntar ¿qué?, y el pibe vuelta a decirme
su mano derecha un tarrito idéntico de té Tigre, en el 2QUÉ HACÉS?. Allí me levanto, me siento en la cama
que, a su vez, el mismo tigre más chiquitito me sigue y de nuevo le digo ¿qué?; y el pibito sigue mirarándo­
sonriendo y mostrando en su manito otra vez el mis­ me, firme, y me vuelve a decir ¿QUÉ HACÉS?, QUÉ
mo tarrito, esta vez mucho más chiquito, de té Tigre el ESTAS HACIENDO?..
que, de nuevo, tiene el mismo tigrecito con otro tarri­ Entonces ahí, como en un estallido, me dí cuenta de
to... A medida que iba acercando más y más el [arrito todo y empecé a llorar; y no podía parar, y el pibito se
a mis ojos para tratar de ver hasta dónde llegaban los guía mirándome, impasible, ya sin decir nada como si
tigrecitos, me fue invadiendo una profunda desespe­ supiera todo; entonces me levanté de la siesta, fui al
ración de la que nunca supe como regresar. ropero, y acomodé mis cosas para partir. Justo allí me
Hasta hoy, o mejor dicho, hasta el preciso instante en desperté. ¿Se da cuenta? No pude partir.
que escribo estas palabras, ini búsqueda seguía más o Ese instantáneo fracaso me hizo comprender que los
menos igual que siempre. Pero ahora, como Ud. com­ sueños son mucho más reales que la vida despierta, y
prenderá, mi vida ha dado un giro tan grave que has­ decidió a que viviera de y para los sueños. Creo
ta resulta imposible de explicar ¿quién puede asegurarlo?- que fue entonces que me
No recuerdo si fue en la adolescencia -ésos años hice psicoanalista.
donde el pensamiento lacera- o si fue después, pero Nunca pude permitir que todo esto fuera casual,
en algún momento pude comprender que en mi bús­ por eso afirmé cada vez más mi búsqueda. Y, por ra­
queda no pretendía acceder a un mundo verdadero, zones obvias, no hablo de estas cosas con cualquiera.
sino a salir de uno falso. Y desde entonces no hice más Que me digan loco o se rían de mí me importa poco,
que cultivar esa certeza. Pero no quiero que se haga lo que sí me da bronca es que me digan que no lo en­
una idea equivocada de mí, que me vea como un ex­ tienden. O que lo entienden, pero que no les pasa. Yo
travagante. Yo hago mi vida, tengo mi casa, mi mujer, no les cree: para mi le pasa a todo el mundo. Pero no
mis hijas, no paso miserias; y, sobretodo, hace muchos digo nada: yo también me hago el desentendido. To­
años que agarré mi propio hilo. Con él tejo, hago mu­ dos sabemos muy bien las razones que nos obligan a,
chas cosas, no diré importantes pero sí muy necesa­ ocultar. Se presiente lo peligroso de aceptarlo, porque
rias, casi imprescindibles. Hago una vida normal pero uno queda expuesto, te ubican. Por eso es mejor dis­
¿cómo olvidar que nada de esto es real? imular, hacer como que uno no se dá cuenta. Es que la
Quiero decir: hace tiempo comprendí que los tigre­ mano viene brava, como en una cárcel; son muchos
citos no fueron “cosas de chico” sino que al pensar ese los años de encierro en esta celda, tantos que las pare­
pensamiento —y tal vez con y por ese pensamiento- al­ des ya se han adherido al cuerpo hasta volverse indis-1
go decisivo introduje en mí; que de allí en más algo tinguibles de la piel. Y por ahí no hay salida.
quedaba definitivamente olvidado, y que la vida -con Pero sé que no soy el único al que le pasa. Algunas
sus olvidos y sus recuerdos- ya quedaría para siempre veces —y admito que fueron muy pocas- tuve un en­
de éste lado del tarrito. En aquel instante supe que cuentro con otro. El otro día sin ir más lejos, en medio
nunca más podría alcanzar el último tigrecito, y que de la entrevista, Enrique -el director de la revista-
perdía para siempre a todo el mundo de aquel otro la­ abrió su cuerpo y me dijo: “vamos a suponer que no
do. Y comprendí también el hecho irreversible de que, sotros construimos, por una serie de brujerías y mal­
al pensar mi nombre y mi vida como un azar del des­ eficios, un ser que queremos que tenga autonomía pe.
tino, estaba firmando un contrato vitalicio que me ga­ ro que nunca se entere de nuestra existencia y que, aJ
rantizaba el derecho a anclarme firmemente en ésta mismo tiempo, tenga una gran capacidad de aproxi.
realidad que tanto Ud. como yo -hasta éste instante- marse. Le cierro el techo de esas posibilidades ponién.
compartíamos. Pero también que, al aceptarme en és­ dole dioses, la naturaleza, el evolucionismo, los cro
ta realidad, perdía —o, por lo menos, alejaba definiti­ mosomas, no importa. El maleficio es imposible de
vamente- algo que aún las mejores y más exactas pa­ ser atravesado. Pero vamos a imaginar que, al mismo
labras ya no pueden nombrar. tiempo, estos seres al construir ésto dejaron huellas
REVISTATOPIA
digitales sobre lo que hicieron. Y uno se vuelve a ima­ unos ajustes menores para su traslado, la sustituí por
ginar entonces que hay un gran detective de la sensi­ una equivalente y sí posible de establecer : ¿cómo
bilidad que toca eso y lo descubre, descubre el maldi­ veían al 2050 los colegas del 2000? Quizá fue el desti­
to maleficio que actúa constante y permanentemente no, quizá un presentimiento, quizá los verdaderos
sobre el ser humano”.’ motivos siempre quedan en penumbras. Pero ahora
Que a otros les pase lo mismo no mejora ni empeo­ tal vez maldiga las circunstancias que me llevaron a
ra mi situación. Nada de lo que otros digan puede dicho planteo.
volver más real o irreal mi vida. De las cosas (entre ¿Cómo veían al 2050 los colegas del 2000? Recopilan­
ellas los escritos) nadie puede comprender más de lo do antiguos materiales de finales del siglo XX llega a
que ya sabe. Carecemos de oídos para las cosas a las mis manos la colección de una revista de nombre To­
cuales no nos han dado ain acceso los acontecimien­ pía conteniendo una serie de artículos titulados -nada
tos de la vida. Y, como Ud. debe saber, hay cosas que menos- “Un psicoanalista en el 2050”. Como hipnoti­
no pueden comprenderse -y mucho menos hacerlas zado los devoro uno tras otro cuando en el N° XXIII,
real- si no se acepta la definitiva soledad. de Agosto de 1998, en esta exacta página, leo con mu­
do asombro éste mismo escrito que estoy escribiendo
Hoy es 21 de septiembre del año 2050 y escribo estas ahora. Ni una coma de diferencia. Créame. Lo estoy
líneas tratando de reconstruir el camino que me con­ leyendo ahora, -y acabo de leer “leer”- ¿se da cuenta?
dujo a éste aciago encuentro, Recuerdo que me pre­ Sentí como un golpe en la nuca: Dios los cría y ellos
gunté: ahora que ando en los cincuenta, en el debe de se juntan -pensé.
la vida: ¿cómo verán las cosas los colegas dentro de 50 Mi nombre es Héctor Fenoglio, pero ya sabemos de
años, en el 2100? Al recordarlo, me viene a la memo­ la irremediable incerteza de los nombres. No digo que
ria una repetida situación de mi infancia: apenas signifiquen “nada”, pero ¿quién está seguro de su
aprendí a sumar y restar, sacaba una y otra vez la nombre? Como se dará cuenta todo es peor ahora: an­
cuenta para asegurarme de que no la había hecho mal, tes creía que Héctor Fenoglio al menos era como una
pero siempre me daba lo mismo: 59; en el año 2050 envojtura, como un disfraz que, al quitármelo, tal vez
voy a tener 59 años. Me parecía imposible. Yen el 2100 -y sólo tal vez- aparecería otra cosa. Y ahora me en­
volvía a sacar la cuenta- voy a tener 109 años; y casi cuentro con Ud., que no sé si es un sueño, tal vez mío,
seguramente ya voy a estar muerto, Pensativo, allí tal vez suyo; no sé si ambos somos sueños en un sue­
volvía a los deberes. ño que alguien sueña o-lo que no me atrevo ni siquie­
Siglos y siglos y sólo en el presente ocurren los he­ ra a imaginar- que tal vez nadie sueña.
chos; innumerables hombres, y todo lo que realmente Hay signos: sin dudas hay signos.
pasa me pasa a mi. La vida real, la que realmente un­ La infancia nunca es buena ni mala. Mejor no pen­
porta, no cambia con el paso redoblado del progreso. sar, para qué, si la infancia siempre es terrible. Nadie
Y aunque es muy cierto que una generación puede sobrevive a su recuerdo. Matemos esos años: nadie
aprender mucho de las que le han precedido, no lo es muere en el pasado -o al menos eso queremos creer.
menos que nunca le podrán enseñar lo que es especi­ Ahora es distinto, voy tirando. Tal vez mejor, no lo
ficamente humano. En este aspecto cada generación sé. Bah...ni sé si se puede saber. ¡Claro que no puedo
—y cada uno- ha de empezar exactamente desde el olvidar Si pudiera...
principio, como si se tratase de la primera vez; ningu­ 1. El director de Topía desmiente rotundamente haber
na generación tiene una tarea nueva que vaya más allá mantenido la citada entrevista; la que, por otro lado, nun­
de aquella de la precedente ni llega más lejos que és­ ca pudo realizarse por elementales razones de tiempo. Debe
ta, a condición de que haya sido fiel a su tarea y no se tratarse, entonces, de otro Enrique y de otra revista. De to­
haya traicionado a sí misma. dos modos, para despejar cualquier confusión, aclara que
Rápidamente abandoné mi pregunta sobre el 2100 no cornulga en nada con las estrambóticas ideas referidas a
por razones obvias: no podía preguntarle nada a tal entrevista.
quien —quizá- aún no había nacido. Pero, haciendo (Nota del Editor),

UN PSICOANALISTA EN EL 2050 (II)


Silvia Yankelevich vante la voz. Mi voz anda siempre al ras del suelo.
Psicoanalista Haga un esfuerzo, tal vez perciba una palabra, una
frase completa. Ay! Todo esto es tan penoso!
SALTO DE AGUA
El debe haber insistido en su reclamo.
El hombre, al parecer, había subido por la escalera - Le ruego -continuó ella- que se acerque. Si usted co­
hasta el loft semivacío y algo deteriorado, donde lo loca su oreja encima de mis labios, algo percibirá. ¡Es­
esperaban. tá usted tan lejos!. Pero por lejos que uno esté, siem­
- ienvenido -dijo ella-. Gracias por venir a escuchar­ pre se puede entender algo. Oiga bien... Magdalena.
me. Las calles...(hay calles todavía?), se han vuelto Es mi nombre. Consuélese!, piense: aunque yo toma­
tan confusas en los últimos meses...Cómo habría po­ ra desde el suelo mi voz y la elevase hasta el punto
dido yo encontrar la dirección de su consultorio?. que usted (y aun sus colegas) podrían exclamar “qué
Es posible que él se haya sentado en el piso y solicita­ voz tan clara, qué perfectamente audible!”, incluso en
do algo. este caso, ¿qué ventaja tendría? ¿Sería menos ardua
-No, no, discúlpeme -dijo ella-. No me pida que le- su tarea? Develarme ante todos! Ante mí misma, es
TOPIA REVISTA
pecialmente, y no sólo ante aquéllos funcionarios que voz, la de Magdalena, no es nada más que una de mis
le ordenaron venir a examinarme. voces”. No se duerma, quédese en equilibrio entre la
Tal vez el hombre haya asentido levemente o haya vigilia y el sueño, un poquito más hacia este lado. Así,
protestado. Quizás dijo: “usted misma concertó esta muy bien. Esfuércese, usted es el experto en poner
cita.” ¿Quién sabe?. Pero lo cierto es que Magdalena puentes en las voces que fallan. Piense: ¿qué les dirá a
continuó: quienes lo enviaron? ‘No hace falta internar a Mag­
- No es mi voz la necesaria sino la suya. dalena... Buenos Aires es su celda hospitalaria”. Ten­
Esta vez el hombre habría permanecido callado. dría razón, si lo hiciera. No hay diferencias, entre
- ¡Soy tan débil! -susurró la débil voz-. No es raro que afuera y adentro. Lo dice alguien que sabe.
esté tan enferma. Observe, solamenente, cómo vivo. El hombre, ¿habrá asentido?
No tengo casa propia. Este edificio no es mío. No va­ - ¿Cómo soportó usted el éxodo de los otros? ¿Por qué
le la pena que usted se detenga a pensar “qué hermo­ aceptó trabajar en la frontera? ¿No siente deseos de
so edificio éste, el de Magdalena, todo para ella so­ escapar? Antes de la llovizna rojiza y la melancolía,
la!”. No es mío. ¿Cómo podría yo haber comprado un hasta me gustaba bailar. De veras. Corría por las ca­
edificio como éste?, tan imponente. Enorme. ¡Escu­ lles dejando marcas en las paredes (cuando había) pa­
che!. ¿No lo impresiona que haya tanto ruido en una ra no pasar por los mismos lugares. Ahora ya no sal­
ciudad casi abandonada (abandonada, tal vez)?. No go. Por suerte, nunca tengo hambre ni sed. Eso me ha­
es ruido sino eco, ruidos multiplicados. Si lo piensa ce más fáciles las cosas.
así, usted valorará, sin duda, que mi voz no quiera de­ El debe haberle preguntado si recordaba cúanto tiem­
sapegarse. po llevaba en el encierro.
Es posible que él le haya preguntado a Magdalena - No sé -contestó ella-, ¿cómo podría yo medir el tiem­
desde cúando ocupaba la casa, porque ella, con su yo­ po? Sin memoria, sin relojes... Contaría las veces que
cecita truncada, le comentó algo acerca de su escasa almuerzo, las veces que el aire sale por mi nariz, mis
memoria y que no recordaba haber vivido en otra par­ lágrimas... Desde la explosión y el gran salto de agua
te. ya no hay noche ni día. O es demasiado temprano o
- Licenciado -dijo, solemne hasta donde podía serlo anochece. No se asuste de lo que voy a contarle: se
alguien casi inaudible- en un tiempo salía de esta ca­ que está prohibido retirarse sin autorización. Sin em­
sa. Caminaba. Si alguna vez me cruzaba con alguien, bargo una vez, hace mucho, llegué hasta la orilla. ¿No
me quitaba el sombrero para saludarlo o agitaba mi me cree? Hasta habría podido escaparme en un bar­
pañuelo, si estaba un poco lejos... Después abandoné co!. Pero ahora ya no tengo ganas... ¿usted sí? ¿Usted
esta costumbre. desea vivir con los poderosos, lejos, en la parte sana
Magdalena hizo una pausa, en la cual, es posible, él le del mundo?. Una vez soñé con ese Jugar ¿o lo recor­
habrá preguntado las razones. dé?. Un día luminoso, gente vestida de blanco y ver­
- Usted sabe: quedaba poca gente en la ciudad. ¿Usted de. Había cosas que no sabia cómo nombrar.
vio la crecida del río? ¿Vio a mucha gente muerta por El habrá dicho algo.
la peste?. Me asustó que fuese tan escasa, la humani­ - Sí, mentí un poco. Tengo algunos sueños y memo­
dad, quiero decir. Fue por eso que se me ocurrió dar­ rias. Pero no creo en su existencia. Ni en la suya. Us­
me citas a mí misma. Pero no era siempre yo quien se ted será un recuerdo que me cayó encima, una fanta­
presentaba! O quizás sí... ¡Créame, doctor, encontrar- sía, como la explosión, el río y los barcos, como la ni­
se consigo mismo a cada rato es tarea agotadora! Im­ tida separación del día y la noche, como los funciona­
prudente, temeraria. rios vestidos de blanco y verde en otro mundo de co­
El hombre debía estar un poco fatigado, a causa de su sas innombrables.
incómoda posición y del esfuerzo de su oído. Magdalena se acurrucó sobre sí misma. Quizás estu­
- Le decía que, a veces, creía que yo (la citada) no era vieron, en ese momento, frente a frente:
la persona que acudía a la Cita. Ahora, por ejemplo, no - Usted no es el primero, no es el único. Les dice: ahí
estoy segura de que usted sea usted. Podría tratarse está ese pobre ser, la Magdalena, vayan a comprobar
de una parte de mí (la citada) que yo (la citante) no si es posible que la rescatemos. Y viene uno detrás de
puedo reconocer. ¿Cómo podría yo saber si usted es otro y así me obligan a alimentar mi memoria con sus
usted y no yo?. Si hubiera quetido, en otra época, po­ caras, ¡Y yo he luchado tanto por vaciarme de sueños
dría haber andado de aquí para allá escuchando (si es y recuerdos!.
que usted escucha) los lamentos de los que nos que­ Es probable que el hombre haya tomado entonces a
damos o de los que no pudieron irse. ¿Cómo sé que Magdalena en sus brazos, que la haya rescatado de la
no soy sólo yo, Magdalena? ciudad ruinosa, que la haya llevado más allá del lími­
Algo debe haber dicho, el hombre, algo capaz de ha­ te de l3uenos Aires rota y vaciada. El hombre, con su
cer que Magdalena le hablase como si creyera posible saco verde y su polera blanca.
que él fuese realmente otra persona. O quizás haya anotado en su libreta: “no se entrevis­
Desde que me di cuenta a qué peligros me exponía, tó sobreviviente digno de rescate”, para luego guar­
dejé de hablar y -casi- de moverme. Por eso usted me darla en su bolsillo gris o amarronado.
ve tan deteriorada y enferma. Permaneciendo quieta Tal vez -como creía Magdalena- nunca hubo tal hom­
y en silencio, nada queda en la memoria. Ya ni sueño. bre y sólo habló ella consigo.
Otra vez debe haberse quejado el hombre. O -siempre hay una alternativa peor- Magdalena con­
- ¡Le pido mil disculpas! -susurró ella-, si usted no se venció al hombre de reducirse a ser una parte de ella
moviese, no tosiera, si ni siquiera respirase, podría es­ y desaparecer en su memoria infinita.
cuchar mejor. Se puede. Cierre los ojos y piense: “esta ¿Cómo saberlo?
50
MERLIN
PROPIEDADES
BA
TEL. 560-0282
FAX 782-7536

a
Ingeniería Informática
Especialistas en computación.
Soporte Técnico
Asesoramiento sin cargo A A

Tel. 371-9099 Seminario terico-cIinico. Fundamentación de la práctica psicoterapéutica


desde el psicoanálisis y la poética del desenmascaramiento.
Coordina: Dr. Mario Buchbinder
E-mail: wober@intemet.siscotel.com
INSTITUTO DE LA MASCARÁ
PERON 14576° 48 CAPITAL -
Uriarte 2322 Cap.- id. 775-3135/5424 (15 a 20 hs)
-

e-mail: buma@webar.com

PAIDÓS
JACQUES-ALAIN MILLER
Elucidación de Lacan
la revista Charlas brasileñas

de lo corporal JACQUES-ALAIN MILLER


Los signos del goce
ISIDORO VEGH
Publicación bimestral en venta en los Hacia una clínica de lo real
principales quioscos de capital e interior MABEL BURIN E IRENE MELER
y en instituciones especializadas Género y familia
Poder, amor y sexualidad er la construcción de la subjetividad

Un espacio CECILIA MasE


Propuestas en salud comunitaria
de encuentro
para diferentes salud ALICIA N. CAYSSIALS
La escala de inteligencia WISC-III en la
miradas sobre evaluación psicológica infanto-juvenil
cuerpo arte NACIONAL CENTER FOR CLINICAL INFANT PROGRAMS
Clasificación diagnóstica- 0-3
educación R. A. NIEMEYER y M. J. MAHONEY (cOtvll’S.)
Constructivisino en psicoterapia
Redacción y publicidad 981-2900 FERRAN CASAS
L. Marechal 830 11 ° A (1405) cap. Fed.
-
1 Infancia: perspectivas psicosociales
opj 8 años publicando
temas de Psicoanálisis,
REVISTA Sociedad y Cultura.
Psicoanálisis en la Crisis de la Cultura 1 Vida, Pasión y Muerte
en Nuestra Cultura / Psicopatología de la Vida Cotidiana:
Argentina 1991 1 La Sexualidad en Nuestra Epoca: El Desorden
Amoroso / La Cultura de Fin de Siglo: Psicoanálisis y Sociedad
SIDA: Psicoanálisis y Medios de Comunicación / Creatividad:
Lo Bello y Lo Sinistro / Los Locos.Sensatos / Cien años de
Clínica Psicoanalítica / Discriminación: Nosotros y los Otros /
La Salud de los Enfermos / La Esperanza y los Miedos /
Las Trampas de Narciso / Locuras Urbanas / La Violencia en la
Clínica 1 Medicamentos: La Receta de Hoy 1 Psicopatología de
la Vida Cotidiana: Argentina 1996 / Psicoanálisis y Principio de
Realidad / Delincuencia y Política / Los Destinos del Placer en
la Cultura Actual. / Psicoanálisis, Represión y Subjetividad /
Topía en la Clínica Suplemento 1: La clínica Psicoanalítica y el
Paciente Actual

APARECE EN MARZO - AGOSTO - NOVIEMBRE


La suscripción anual (3 números) incluye 2 números aírasados, sin cargo y con los gastos de envío incluídos,
Capital Federal $
15 / Interior $ 18 / Exterior $ 25
Cheques y giro postal no a la orden a nombre de Alejandro Vainer.
Juan María Gutiérrez 3809 3° A (1425) Capital Federal.

Números atrasados e Informes Tel/Fax: 551-2250. Tel: 802-5434


Correo Electrónico Topía@psico.net
Consulta Topía en Internet: http//:www.psiconet.coniltopía

k ‘UTflTW t’ [‘VA [1 ti LS ¿‘LI:


Las Fantasías del Fin del Milenio
El Autoritarismo La Práctica Psicoanalítica -

Actpal Problemas Urbanos: Accidentes;0]


Potrebbero piacerti anche