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CAUSAS DEL ASCENSO DEL FACISMO EN ITALIA

La Gran Guerra debe ser considerada un factor fundamental a la hora de entender el ascenso del
fascismo por varias razones
A. El escuadrismo es un fenómeno muy importante para entender lo que estaba ocurriendo en
Italia en ese momento. Tras la guerra, se originó un grupo social nuevo, el de los
combatientes, que tuvieron serias dificultades para reintegrarse a la vida civil por las
dificultades económicas de la posguerra, pero también existieron razones ideológicas y hasta
psicológicas. Los combatientes sentían nostalgia de la acción, del combate, de la
camaradería de las trincheras, y no entendían la vida burguesa y cotidiana, acostumbrados a
las órdenes, a la disciplina, a mandar y obedecer, a lucir un uniforme y a desfilar. Se
organizaron en milicias, en tropas de choque, en escuadras. Los escuadristas no entendían
la vida cotidiana burguesa, pero tampoco comulgaban con la vida y la lucha de socialistas y
anarquistas. Combatieron las huelgas, participaron en verdaderas batallas urbanas contra los
miembros del movimiento obrero, suplantaron, en fin, al Estado en la conservación del orden
y podían, de ese modo, recuperar algunos elementos de su vida militar. Estaban desclasados
y empleaban la violencia para participar en la vida política y social italianas. A partir de 1922
serán muy fuertes, y las autoridades no sólo no les combatieron, sino que les toleraron y hasta
alentaron.

B. FRUSTRACION TRAS LA GUERRA El resultado de la guerra generó una sensación de


frustración. Las promesas de la Entente para que Italia entrara en la guerra no se habían
cumplido. Italia se sentía la perdedora de los vencedores. Se generó un claro rencor
fundamentalmente contra Francia, pero también contra la nueva Yugoslavia porque ocupaba
alguno de los territorios que los aliados habían prometido a los italianos.

C. LA CRISIS ECONÓMICA ES DETERMINANTE, ya que empobrece a las clases medias y


hunde en la miseria a los campesinos. Aquí hay que encontrar los primeros apoyos al
fascismo. Ya no sirven los partidos tradicionales que habían dominado el sistema político
italiano desde la unificación, y esta pequeña burguesía no iba a abrazar la causa de
socialistas y anarquistas. El miedo al desclasamiento entrega en brazos del fascismo a estos
grupos sociales. A su vez, el movimiento obrero se desarrolla con fuerza con el auge de las
huelgas en respuesta a la crisis. Esta lucha obrera indigna a la pequeña burguesía que
potencia un mayor sentimiento de frustración porque piensa que los obreros consiguen más
del Estado y del poder que ella. Esa indignación también conduce a esa burguesía hacia el
fascismo.
LA INDUSTRIA ITALIANA había experimentado un importante auge en la guerra por el
considerable aumento de la demanda de productos. Los beneficios empresariales subieron
de forma considerable, pero al terminar la contienda disminuyeron muy rápidamente por una
crisis de superproducción, ya que la demanda se contrajo considerablemente. Para evitar los
efectos de la crisis los patronos quisieron frenar a los obreros, al potente movimiento obrero
italiano, que como hemos visto desarrolló toda su actividad, espoleado, además, por el
ejemplo de la Revolución Rusa, un fantasma que asusta al capital europeo y, por supuesto,
al italiano. Para combatir al movimiento obrero ya no eran suficientes los instrumentos del
Estado. Es el momento de recurrir a las milicias, a los escuadristas, a los fascios, en suma.
En un primer momento se les financia, después se les entregará el poder.

D. Por fin, EL AUMENTO DEL PARO GENERÓ OTRO GRUPO SOCIAL, UN


INFRAPROLETARIADO que creía que los partidos obreros y los sindicatos no atendían sus
demandas. El fascismo les ofreció una alternativa porque les unía, les ofrecía un sueldo y,
por fin, un sentido en la vida, un objetivo por el que luchar.

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