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La venta directa puede tener muchas ventajas para las empresas. Por
un lado, mediante la comercialización directa a los consumidores, las
empresas tienen un mayor control sobre el mensaje de mercadeo ya
que no existe ningún intermediario. Las empresas también pueden
estar seguras de dirigirse al segmento exacto de consumidores, en
lugar de contratar a terceros que pueden o no llegar al grupo deseado.
Por otra parte, si se aplica con la debida investigación, la venta directa
puede ser una manera rentable de llegar a consumidores con recursos
financieros limitados. La conexión directa de empresa a consumidor
también puede hacer que sea más fácil medir los resultados y calcular
el retorno de la inversión.
La mejor decisión para la empresa dependerá del tipo de producto, los
volúmenes de venta, los planes de crecimiento y la capacidad de tu
estructura para responder a las demandas de la distribución propia. Es
mejor asegurarse de realizar una evaluación y de contar con apoyo de
especialistas para encontrar la fórmula más eficiente.
En conclusión utilizar un canal de distribución directo requiere de
mucho compromiso, eficiencia, trabajo en equipo y colaboración de
todos los integrantes de una empresa; no es fácil ya que requiere de
más trabajo, investigación, responsabilidad y pero si se conoce bien el
mercado y a dónde se quiere llegar la empresa puede conseguir sus
objetivos, ya que llegar a este mercado por medio de intermediarios es
un poco limitado por las condiciones y factores que se presentan en el
momento y delegar esto a tanto intermediario no es la decisión más
apropiada ya que una falla en el proceso puede afectar los resultados.