Según La Real Academia Española (2019), el vocablo “criminología”

deriva etimológicamente del latín "criminis" y del griego "logos" que significa:
el tratado o el estudio de crimen, del delito y de la personalidad del
delincuente. De esta manera, es una ciencia social que estudia las causas y
circunstancias de los delitos, la personalidad de los delincuentes y el
tratamiento adecuado para su represión.

Entre los estudiosos de la criminología se menciona a César

Lombroso como el precursor de la criminología científica, aunque no se
puede eludir que anteriormente el tema sobre esta ciencia ha sido
abordado por varios investigadores de numerosas ramas.

En Hispanoamérica el primer criminólogo fue José Ingenieros,

seguido por los cubanos Ricardo A. Oxamendi y J. Morales Coello. Pero
para que la verdadera criminología del hombre hispanoamericano se
hiciera posible aún faltaba un largo trecho por recorrer, aunque Luis
Carlos Pérez utiliza datos sobre la criminalidad de menores y mujeres
en Colombia; Huarcar Cajías, en Bolivia, y el reconocido profesor
venezolano José Rafael Mendoza ha presentado un libro con gran
mérito expositivo (Durigon, 2014).

En Venezuela, la criminología abarca al delito desde el punto de vista

estadístico. Se resaltan los eventos por periodos trimestrales de cada año;
sucesos acaecidos al inicio del año, donde se describen los delitos
infringidos, que conlleva el estudio científico (Larousse, 2005) de los
principales quebrantamientos de las leyes, por los venezolanos o personas
naturales. Evaluando su evolución, en un segundo momento, para luego
publicar al final del año las estimaciones de la vivencia criminales ocurridas
en Venezuela. Reflexionar sobre los métodos y estrategias aplicadas, para
garantizar la justicia y bienestar de la ciudadanía.

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 En cuanto a los aportes de la criminología a la justicia venezolana:
Actualmente, la criminología está integrada a otras ramas científicas entre
ellas: las investigaciones médicas, con importancia en la medicina legal. La
Psiquiatría, la Antropología, la Biología hereditaria. La preparación científica
del personal y las especializaciones han hecho de la justicia venezolana una
institución confiable. Del mismo modo, los convenios internacionales de
tecnología, la actualización de equipos, es significativa.

Por otra parte, los investigadores Añez María y Pablo Leonte Han
(2011), resumen en su artículo de tipo “documental-descriptivo” como en
Venezuela, no se ha formulado una verdadera política criminal. No existe una
política ni estrategia clara y a largo plazo respecto del secuestro, no se
conoce la magnitud del sistema de información nacional, la falta de
coordinación entre los cuerpos de seguridad, la disputa entre los diversos
organismos competentes, son algunos de las barreras con las cuales se
enfrentan el Estado y a la vez constituye una ventaja para la delincuencia
común y organizada.

Es incuestionable, que los cambios sociales han impulsado a su vez,

las modificaciones en el ordenamiento jurídico penal; el legislador, de
acuerdo a la realidad de sus tiempos, ha procurado combatir ese delito con la
mayor severidad punitiva, y así se evidencia en las diversas reformas al
Código Penal desde 1897 –cuando se establece por primera vez como delito
autónomo– hasta el vigente del año 2005, de cuyo artículo 460 se desprende
la gravedad de este delito en la sociedad venezolana; el cual es llevado a su
máxima expresión el 5 de junio de 2009, con la publicación en la Gaceta
Oficial No. 39.194 de la Ley contra el Secuestro y la Extorsión, como
instrumento legal regulador de este delito en Venezuela.

Se describen los actuales sucesos judiciales, marcados de

inestabilidad política, debilidad en los procesos legales institucionales; la

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exención de una represión indiscriminada y de una elevada violencia policial,
es uno de los factores presentes en el incremento de las principales cifras de
criminalidad en el ámbito nacional.

De esta manera, el período 2000-2009, según Añez María y Pablo

Leonte Han (2011), se ha distinguido por ser el escenario de sucesivas
reformas legislativas y la promulgación de textos legales dirigidos al control
de la delincuencia y seguridad ciudadana. Durante este lapso la Asamblea
Nacional o el Presidente de la República a través de leyes habilitantes, han
puesto en vigencia una variedad de cuerpos legales, entre los cuales se
encuentran: Ley de Coordinación de Seguridad Ciudadana; Ley de los
Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas; Ley para
la Seguridad Ciudadana y el Desarme del Ciudadano; Ley contra la
Delincuencia Organizada, reformas del Código Penal, puntuales y diversas
modificaciones al Código Orgánico Procesal Penal, la Ley Orgánica del
Servicio de Policía Nacional y del Cuerpo de Policía Nacional, la Ley contra
el Secuestro y la Extorsión, entre otras.

El mejor aporte a la justicia venezolana puede darse en un marco

participativo para ser reforzado con la intencionalidad de presentar ante la
Asamblea Nacional, un proyecto de Ley para la Promoción y Participación
Ciudadana en materia de Prevención del Delito, en el que se regula el deber
de las comunidades de incorporarse de manera organizada, con un sustento
legal y políticas de estímulo en materia de prevención del delito.

En definitiva, una política criminal no se compone solo de un marco

normativo, sino de ejercer acciones integradas con los actores sociales,
enfocadas hacia la modificación de las dimensiones objetivas y subjetivas de
la criminalidad en el país, es decir, mejorar la calidad de vida del ciudadano
estableciendo estrategias que no solo supriman la sensación de inseguridad,
sino que además se perciba en cifras reales.

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 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Añez, M. Han P. (2011). La política criminal en Venezuela. Especial

referencia a la conflictividad social en torno al delito del secuestro. Vol. 6.
Nº 11. Zulia, Venezuela.

Durigon, N. (2014). Asesinos seriales. Ediciones B.

Larousse. (2005). Diccionario Enciclopédico. México.

Real Academia Española. (2019). Criminología. (En línea) Disponible en:

Https://www.rae.es (fecha de consulta 8 de octubre, 2019).