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La difícil vinculación universidad-empresa en México. ¿Hacia la triple hélice?

Sergio Cárdenas Denham, Enrique Cabrero Mendoza, David Arellano Gault

En este capítulo se presenta una reflexión sobre el impacto de la vinculación universidad-empresa en


el desarrollo económico, con experiencias de aquellos países, regiones y ciudades en los que se ha
construido una vinculación intensa entre sectores científicos y empresariales; así mismo, se presentan
argumentos que definen la competitividad urbana y el papel determinante que las ciudades tienen en
el tema de la vinculación y la competitividad.

Vinculación universidad-empresa en el desarrollo económico.


Alburquerque (1995) menciona que el desarrollo regional depende de la productividad con que se
empleen los recursos humanos, financieros, físicos y tecnológicos. Lambooy (2002) menciona que el
conocimiento es un elemento básico para el crecimiento económico de las naciones y las regiones, y
es fundamental para el desarrollo tecnológico y la productividad del capital y el trabajo. Las ciudades
son espacios donde el conocimiento se puede crear, concentrar y expandir. Las universidades son
agentes locales de difusión del conocimiento en diversos contextos geográficos, sectoriales e
institucionales, concentradores pasivos del conocimiento científico. Los sistemas más efectivos de
innovación involucran la comunicación interactiva y la colaboración entre actores gubernamentales,
industriales y la academia: “triple hélice”. Esta relación proporciona mayor adaptabilidad y mejor
capacidad de respuesta a los cambios tecnológicos constantes por la interacción entre los tres
sectores.

La relación entre universidades y empresas puede verse como una estrategia para fortalecer la
innovación en el ámbito económico, ya que implica mayores flujos de conocimiento, estimula las
inversiones en investigación y desarrollo, los proyectos de investigación cobran mayor relevancia, es
decir, entre mayor difusión de conocimiento mayores son los beneficios para la economía. Aunque
para que esto sea posible, es necesario que existan políticas, leyes y programas que incrementen
colaboración y movilidad, así como incentivos financieros y regulaciones fiscales.
Algunas barreras, son las diferencias que se pueden encontrar en la misión, los objetivos, la estructura
organizacional, las políticas, la orientación de la investigación, los intereses de investigación, la
habilidad de los profesores para establecer contactos, y la dificultad para publicar en conjunto. La
fragmentación institucional y organizacional, la falta de crecimiento económico, y el carácter
burocrático de las instituciones, son factores que han contribuido a que las instituciones tengan un
papel pasivo en la creación y difusión del conocimiento, así como la falta de capacidades e
infraestructura necesarias para la creación de tecnología propia.

La vinculación y los tipos de universidad y empresas.


La posibilidad de vinculación y los tipos de relaciones dependen del entorno, del tipo de universidades
y del tipo de empresas.

En las empresas, los factores que influyen en la formación de relaciones con las universidades son
fundamentalmente: el tamaño, el sector de actividad, la capacitación técnica y la actitud ante la
innovación (tipo de organización, estrategias y mercado). La colaboración universidad-empresa se ha
caracterizado por ser más frecuente en las industrias intensivas en conocimiento y en los campos
tecnológicos académicos como la biotecnología, tecnologías para la comunicación e información o
nuevos materiales.

Las ciudades como el escenario privilegiado de la vinculación.


Es importante señalar el papel que tienen las ciudades en el desarrollo económico y la competitividad,
lo cual ha llevado a estudiar de manera específica los factores que están siendo participes en dicha
dinámica. Competitividad Urbana, es la generación en el espacio de un entorno físico, tecnológico,
social, ambiental e institucional propicio para atraer y desarrollar actividades económicas
generadoras de riqueza, empleo y bienestar social. En las ciudades se pueden promover o crear
condiciones para la vinculación universidad-empresa con el fin de generar innovación en el marco de
una economía del conocimiento.
De manera complementaria, para que una ciudad pueda generar ese entorno propicio para el
desarrollo económico, también es necesario que brinde las condiciones sociales necesarias para la
atracción y retención de la población. Es por ello que la calidad de vida, el medio ambiente, el nivel de
servicios culturales y el acceso al conocimiento son factores importantes para la localización de
personas y negocios dentro de un contexto competitivo por que funcionan como atractivos para el
capital e influyen en los patrones de crecimiento y desarrollo urbano.

Se dice que la cooperación es fundamental en la competitividad urbana. Dos estrategias de


cooperación son: la creación de instituciones que fomentan la cooperación entre actores económicos
y sociales para crear consenso sobre el uso del territorio; la vinculación entre empresas locales y las
universidades y centros de enseñanza con el objetivo de crear y difundir las innovaciones y los
conocimientos e impulsar redes empresariales. Así, en el tema de la competitividad urbana la
educación y el desarrollo científico y tecnológico cobran relevancia. Las instituciones académicas
tanto en el ámbito de la educación superior, como de la investigación, forman parte del entorno
necesario de las ciudades para el desarrollo económico y social, no solo como formadoras de capital
humano, sino también como promotoras y proveedoras de conocimiento.

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