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Jessica Natalia Moreno Espinosa 20181150010

Química Inorgánica descriptiva

Capítulo 1

Isaac Newton inició el estudio de la estructura electrónica del átomo alrededor de 1700
cuando observó que el paso de la luz solar por un prisma producía un espectro visible
continuo. Posteriormente en 1860 Robert bunsen investigó la luz emitida por las flamas y
gases, él observó los espectros de emisión, en el lugar de ser continuos eran una serie de
colores, comprob+o que cada elemento producía un espectro único y característico.
Esta explicación fue un triunfo del modelo atómico de bohr, en 1913 Niels Bohr propuso que
los electrones solo podían ocupar ciertos niveles de energía, identificó cada uno de estos
niveles como un número entero( números cuánticos). Éste podía variar entre 1 hasta el
infinito.
Según bohr si un átomo absorbía energía los electrones pasaban de un nivel cuantico a uno
de mayor energía(Estado excitado), sin embargo estos regresaban a un nivel cuántico de
menor energía y al hacerlo ocupaban en nivel energético más bajo posible(Estado basal). No
obstante este modelo tenía fallas, los espectros de átomos con varios electrones tenían
muchas más líneas que las que predecía el modelo, además éste no podía explicar la división
de las líneas espectrales en un campo magnético.
Posteriormente en los trabajos realizados por Louis Broglie, se demostró que, así como las
ondas electromagnéticas se pueden tratar como flujos de partículas(fotones) las partículas en
movimiento pueden tener propiedades similares a las ondas, utilizando esta dualidad de
partícula-onda Erwin Schrodinger desarrolló una ecuación para representar el
comportamiento de un electrón alrededor de un núcleo atómico, muestra la función de onda
del electrón, las energías total y potencial del sistema .
La deducción y método para resolver la ecuación pertenece a la física y fisicoquímica, pero
su solución tiene gran relevancia para la química inorgánica Schrodinger sugirió que el
verdadero significado de la ecuación podría encontrarse a partir del cuadrado de la función de
onda que representa la probabilidad de encontrar al electrón en cualquier otro punto de la
región que rodea el núcleo, cada una describe un orbital distinto, cada orbital está definido
por 3 números enteros n. l, mℓ(números cuánticos)
Además de estos 3 números cuánticos, fue necesario definir un número más para explicar un
experimento posterior, el resultado fue que los átomos que poseían un electrón con un espín
eran desviados en una dirección y los átomos cuy electrón tenía el espín opuesto se
desviaban en la dirección opuesta se asignó el símbolo ms

n, valor cuántico principal, puede tener todos los valores enteros positivos desde 1 hasta
infinito; indica el tamaño del orbital
l, número cuántico de momento angular puede tener todos los valores enteros desde n-1 hasta
0; representa la forma del orbital
ml, número cuántico magnético, puede tener todos los valores enteros entre +l y -l pasando
por 0; representa la orientación del orbital en el espacio
ms, el número cuántico de espín puede tener valores de +½ y -½; Permite a dos electrones
ocupar el mismo orbital

Orbitales S: Son simétricos esféricamente alrededor del núcleo atómico, a medida que
aumenta n el electrón tiende a encontrarse más lejos del núcleo( se vuelve más difuso),
Además de esto el volumen de un orbital 2 s es unas cuatro veces mayor que un orbital 1s. En
ambos casos el núcleo ocupa un volumen distinto en el centro de las esferas, éstas representan
la probabilidad del 99% de encontrar un electrón en ese orbital partícular, no es posible
representar la probabilidad total,

Orbitales p: Consisten en dos volúmenes espaciales(lóbulos) discretos con el núcleo entre


sus dos lóbulos, como hay 3 orbitales p se tiene Px, Py y Pz

Orbitales d: Tres de ellos están situados entre los ejes cartesianos y los otros dos están
orientados a lo largo de los ejes, el núcleo se encuentra en la intersección de los ejes. Tres de
los orbitales tienen cuatro lóbulos situados entre pares de ejes
Orbitales f: Hay siete orbitales f, cuatro de los cuales tienen 8 lóbulos , los otros tres se
parecen al orbital d

Átomo Polielectrónico
Los electrones están distribuidos en los orbitales del átomo según el principio de Aufbau,
este propone que,m cuando todos los electrones un átomo están en estado basal, ocupan los
orbitales de más baja energía, por lo cual minimizan la energía electrónica total del átomo.
Hay otra regla: principio de exclusión de Pauli, según esta regla en un átomo no puede haber
un orbital con cada conjunto de tres números cuánticos en un átomo y cada orbital solo puede
contener dos electrones uno con ms= +½ y el otro con ms= -½

Llenado de los orbitales : Según el principio de Aufbau el electrón solitario se encontrara en


el orbital 1s, la adición de energía elevaría al electrón de los muchos estados energéticos
superiores(estado excitado). La configuración electrónica se escribe 1s1; el superíndice 1
indica el número de electrones que hay en ese orbital
Configuraciones electrónicas de los iones:
Los metales tienden a perder todos los electrones del conjunto exterior de orbitales

CAPÍTULO 2 Perspectiva general de la tabla periódica


El química alemán Johann Dobereiner en 1817 advirtió que existían similitudes en cuanto a
propiedades entre diversos conjuntos de tres elemento como calcio, estroncio y bario, los
llamo “triadas”. 50 años después John Newlands, se dio cuenta de que si los elementos se
colocan en orden de peso atómico creciente se repite un ciclo de propiedades con cada 8
elementos , la llamó la ley de las octavas. Años después Dimitri Mendeleev ideo de manera
independiente el mismo concepto
Basado en la hipótesis de que las propiedades de los elementos son función periódica de sus
pesos atómicos, Dimitri Mendeleiev colocó en esa tabla todos los elementos conocidos en
aquella época, inicialmente con 63 elementos, ordenándolos de forma tal que los elementos
pertenecientes a una misma familia aparecen en la misma línea vertical. Mendeléyev dispuso
los elementos en orden creciente de sus masas atómicas.
Organización de la tabla periódica moderna
Los elementos están dispuestos en orden de número atómico(número de protones) creciente.
El comienzo de un nuevo periodo siempre corresponde a la introducción del primer electrón
en el orbital s de un nuevo número cuántico principal. En un periodo determinado el número
cuántico principal de los orbitales p es igual al de los orbitales s en tanto que el de los
orbitales d es una unidad menor y el de los orbitales f tiene dos unidades menos, los grupos
de elementos representativos corresponden a los elementos en los que se están ocupando los
orbitales d. Cada grupo contiene elementos de configuración electrónica similar .
Estabilidad de los elementos y de sus isótopos
En el universo hay únicamente 81 elementos estables. Uno o más isótopos de cada uno de
estos elementos no sufren desintegración radiactiva espontánea, es decir, no existen isótopos
estables de los elementos más allá del bismuto y dos elementos de la primera parte de la
tabla, el tecnecio y el prometio, existen únicamente como isótopos radioactivos .

A medida que el número de protones aumenta, el número de neutrones del isótopo más
común de cada elemento crece en una proporción mayor.

Clasificación de los elementos

Existen diversas formas de clasificar a los elementos, las principales son: por temperatura y
presión estándares ambientales y por metales y no metales. Para la clara identificación de un
metal se tiene en cuenta la conductividad, una alta conductividad eléctrica tridimensional es
el mejor criterio para identificar un metal. un criterio físico más específico es la dependencia
de la conductividad eléctrica respecto a la temperatura, ya que la conductividad de metales
disminuye al aumentar la misma, por lo tanto la de los no metales también aumenta. No
obstante las características más importantes de un elemento es su patrón de comportamiento
químico, particularmente su tendencia a la formación de enlaces covalentes o su preferencia a
la formación de cationes.

Propiedades Periódicas
Radio atómico
Se puede definir como la mitad de la distancia que separa los núcleos de dos átomos unidos
por un enlace covalente(radio covalente) o como la mitad de la distancia que hay entre los
núcleos de dos átomos de moléculas vecinas(radio de vander Waals). Además en los
elementos metálicos es posible medir un radio metálico, el cual se define como la mitad de la
distancia que separa los núcleos de dos átomos vecinos en el metal sólido

Reglas de slater

En 1930 J. C Slater propuso un conjunto de refglas empíricas para semicuantificar el


concepto de carga nuclear efectiva
Zef = Z - σ

σ= Efecto de apantallamiento de Slater.


Slater propuso unas reglas para calcular σ , para lo cual se deberán ordenar los orbitales por
número cuántico principal, es decir 1s, 2s, 3s….4f. Las reglas son las siguientes :
1. Todos los electrones de orbitales de número cuántico principal más grande
contribuyen cero
2. Cada electrón del mismo número cuántico principal contribuye 0.35 excepto cuando
el electrón que se estudia está en un orbital a, d f en cuyo caso los que están en los
orbitales s y p cuentan por 1.00 cada uno
3. Los electrones que están en el nivel cuántico principal (n-1) contribuyen 0.85 cada
uno excepto cuando el electrón que se estudia está en un orbital d o f en cuyo caso
cuentan por 1.00 cada uno
4. Todos los electrones de los niveles cuánticos principales inferiores cuentan por 1.00
cada uno

Energía de ionización
La primera energía de ionización se define como la energía necesaria para extraer un electrón
del orbital ocupado más externo de un átomo libre X
Al bajar en un grupo la energía de ionización disminuye. Los electrones entran en capas
cada vez más alejadas del núcleo, estando cada vez menos atraídos lo que facilita su
extracción del átomo. Veamos una ecuación, aunque sólo exacta para el hidrógeno, nos da
una aproximación a la energía de ionización de átomos polielectrónicos
El bajar en un grupo n aumenta mientra que la carga nuclear efectiva camba poco (aumenta
ligeramente), lo que produce una disminución significativa en la energía de ionización.

Al movernos a la derecha en un periodo la energía de ionización aumenta, debido al


aumento importante de la carga nuclear efectiva, sin cambio en n.
Afinidad electrónica

Energía necesaria para agregar un electrón al orbital desocupado de más baja energía de un
átomo libre

Algunos elementos como los del grupo 2 no muestran tendencia a captar electrones debido a
que tienen completa la subcapa 2s. El grupo del nitrógeno tampoco tiene tendencia a coger
electrones dado que supondría comenzar a completar la subcapa np.

Algunos elementos pueden coger más de un electrón, pero solo se desprende energía en la
primera captura, el resto son endotérmicas.

En general la afinidad electrónica aumenta hacia la izquierda y hacia arriba, con las
excepciones del grupo 2 y 15. Conviene conocer otra excepción a esta regla, que encontramos
en el grupo de los halógenos: el cloro tiene mayor afinidad electrónica que el flúor. Debido a
su pequeño tamaño el flúor presenta repulsiones electrónicas importantes que dificultan la
captura del electrón, explicando así un valor de afinidad electrónica inferior al cloro.

Bioquímica de los elementos

Es el estudio de los elementos en el contacto de organismos vivos. Se considera que un


elemento es indispensable cuando una carencia del mismo produce una carencia funcional y
su adición devuelve el organismo a un estado saludable, se requieren 14 elementos químicos
en cantidades considerables. Para identificar los elementos que los organismos necesitan en
cantidades pequeñas es algo complejo, puesto que se necesitan muy pocos de ellos y es casi
imposible eliminarlos del consumo diario. Se supone que se necesitan 12 elementos más para
una vida saludable. Para la mayoría de los elementos hay ciertos límites de ingesta (por
encima y por debajo), este principio se conoce como regla de Bertrand:

Capítulo 3

El enlace covalente

Lewis sugirió en 1916 que los electrones externos (de valencia) se podían visualizar cómo
ubicados en los vértices de un cubo imaginario en torno al núcleo. Un átomo deficiente en
electrones que necesitase llenar los ocho vértices del cubo podría compartir aristas con otro
átomo para completar su octeto, aunque tiempo después Linus Pauling concibió un modelo que
implicaba la superposición de orbitales atómicos. Pauling se hizo acreedor al premio Nobel de
Química de 1954 por su trabajo sobre la naturaleza del enlace químico. Cuando dos átomos se
aproximan uno al otro, sus orbitales atómicos se mezclan. Los electrones ya no pertenecen a
un átomo, sino a la molécula en conjunto. Para representar este proceso podemos combinar las
dos funciones de onda de los átomos a fin de obtener dos orbitales moleculares. Si los orbitales
que se mezclan son s, entonces los orbitales moleculares que se forman se representan como Ϭ
y Ϭ. En el caso del orbital a, la densidad electrónica entre los dos núcleos aumenta respecto a
la que existe entre dos átomos independientes. Hay atracción electrostática entre los núcleos
positivos y esta área de mayor densidad electrónica, y el orbital se conoce como orbital
enlazante. Cuando los átomos están separados por una distancia infinita, no hay atracción ni
repulsión; por tanto, en esas condiciones se puede considerar que tienen un estado energético
cero. Al acercar dos átomos con electrones en orbitales enlazantes se produce una disminución
de la energía como consecuencia de la atracción electrostática. La molécula diatómica más
simple es la que se forma a partir de un átomo de hidrógeno y un ion hidrógeno, se utilizan
subíndices para indicar cuáles son los orbitales atómicos que dan origen a los orbitales
moleculares. La configuración electrónica del ion dihidrógeno se escribe como (Ϭ1). Un enlace
covalente "normal" se compone de un par de electrones. Puesto que hay un solo electrón en el
orbital enlazante del ion dihidrógeno, el orden de enlace es ½. Es necesario destacar el hecho
de que los modelos de formación de enlaces se han ideado para explicar observaciones
experimentales. Cuanto menor es la longitud de enlace y mayor la energía de enlace, más fuerte
es el enlace.

Un enlace covalente entre dos átomos se produce cuando estos átomos se unen y también se
produce por comportamiento de electrones, para alcanzar el octeto estable, compartiendo
electrones del último nivel. El enlace de la molécula de dioxígeno, O" es particularmente
interesante.

En 1845 Michael Faraday demostró que el oxígeno gaseoso es el único gas que experimenta
atracción hacia un campo magnético; es decir, el dioxígeno es paramagnético, por lo que debe
poseer electrones no apareados. Tiempo después, los estudios de la fuerza de enlace mostraron
que la molécula de dioxígeno tiene un doble enlace y dos electrones no apareados.

Por otro lado, La energía de los orbitales se puede medir por medio de una técnica que se
conoce como espectroscopia fotoelectrónica ultravioleta (UV- PES, por sus siglas en inglés).
Se hace incidir radiación ultravioleta de alta frecuencia sobre la molécula, y esto origina la
expulsión de un electrón de uno de los orbitales externos. Los diversos electrones extraídos
tienen energías específicas que podemos correlacionar con los diferentes orbitales moleculares.
Cuando combinamos orbitales atómicos de diferentes elementos, debemos tomar en cuenta que
los orbitales atómicos tienen distinta energía. Si los elementos son del mismo periodo, cuanto
mayor es el número atómico, mayor es la Zo( y, por tanto, más bajas son las energías de los
orbitales. Por otra parte, en virtud de la asimetría de las energías de los orbitales, los orbitales
moleculares enlazantes se derivan en su mayor parte de los orbitales atómicos del oxígeno, en
tanto que los orbitales moleculares antienlazantes provienen sobre todo de los orbitales
atómicos del carbono. La teoría del orbital molecular sirve para elaborar esquemas de
formación de enlaces para moléculas que contienen más de dos átomos, en la mayor parte de
las moléculas poliatómicas interesa más la predicción de la forma de las moléculas que los
detalles más finos de los niveles de energía de los orbitales.

La teoría de Lewis explica la fuerza impulsora de la formación de enlaces como la tendencia


de cada átomo de la molécula de alcanzar un octeto de electrones en su nivel energético externo
(de valencia) (excepto el hidrógeno' en el que se requiere un dueto). El octeto se completa
compartiendo pares de electrones entre los átomos enlazados. Por su parte, la teoría de
repulsión de los pares electrónicos de la capa de valencia, conocida como RPECV, sirve para
predecir las formas moleculares, se ocupa de los agrupamientos electrónicos en torno al átomo
central. Un agrupamiento electrónico puede ser un par de electrones de un enlace sencillo, los
dos pares de electrones de un enlace doble, los tres pares de electrones de un enlace triple, un
par de electrones no compartido, o el caso poco común de un electrón solo. La base de la teoría
del enlace valencia es el concepto de Lewis de que un enlace es resultado del apareamiento de
electrones entre átomos vecinos. Se puso el enfoque de Lewis en un contexto mecánico-
cuántico y después Linus Pauling afinó dicha teoría. Los principios de esta se resumen en una
serie de enunciados:

● El resultado del apareamiento de electrones no apareados de átomos vecinos es un


enlace covalente.
● Los espines de los electrones apareados deben ser antiparalelos (uno hacia arriba y otro
hacia abajo).
● A fin de proporcionar suficientes electrones no apareados en cada átomo para la
máxima formación de enlaces, se considera que los electrones se pueden excitar para
llenar orbitales vacíos antes de la formación del enlace.
● La forma de la molécula está determinada por la dirección en la que apuntan los
orbitales del átomo central.

El concepto de hibridación de orbitales afirma que las funciones de onda de los orbitales
atómicos de un átomo (por lo general el átomo central de una molécula) se mezclan unas con
otras durante la creación del enlace para formar nuevos orbitales atómicos, el número de
orbitales híbridos que se forman es igual a la suma del número de orbitales atómicos que
participan en la mezcla de funciones de onda.

Casi todas las sustancias con uniones covalentes se componen de unidades moleculares
independientes, hay una fuerza intermolecular que se ejerce entre todas las moléculas: las
atracciones inducidas por dipolos, también llamadas fuerzas de dispersión o fuerzas de London,
los demás tipos de fuerzas (dipolo-dipolo, ion-dipolo y puentes de hidrógeno) sólo se presentan
en circunstancias específicas.

La electronegatividad es la capacidad de un átomo para atraer a los electrones, cuando forma


un enlace químico en una molécula. También debemos considerar la distribución de densidad
electrónica alrededor de un átomo determinado frente a otros distintos, tanto en una especie
molecular como en sistemas o especies no moleculares.

La electronegatividad de un átomo determinado está afectada fundamentalmente por dos


magnitudes: su masa atómica y la distancia promedio de los electrones de valencia con respecto
al núcleo atómico. Esta propiedad se ha podido correlacionar con otras propiedades atómicas
y moleculares. Fue Linus Pauling el investigador que propuso esta magnitud por primera vez
en el año 1932, como un desarrollo más de su teoría del enlace de valencia.2 La
electronegatividad no se puede medir experimentalmente de manera directa como, por ejemplo,
la energía de ionización, pero se puede determinar de manera indirecta efectuando cálculos a
partir de otras propiedades atómicas o moleculares.

Esta atracción relativa de los pares de electrones enlazantes refleja la Zef comparativa de los
dos átomos sobre los electrones compartidos. Por tanto, los valores aumentan de izquierda a
derecha a lo largo de un periodo y disminuyen hacia abajo en los grupos de la misma manera
que lo hacen las energías de ionización, los dipolos en enlaces individuales pueden "cancelarse"
mutuamente. Un ejemplo sencillo es el dióxido de carbono, donde los dipolos de enlace actúan
en sentidos opuestos. Por tanto, la molécula no posee un dipolo neto; en otras palabras, la
molécula es no polar.

Es importante entender que las atracciones dipolo-dipolo son un efecto secundario adicional al
efecto del dipolo inducido. Este punto se ilustra mediante la comparación del cloruro de
hidrógeno con el bromuro de hidrógeno. La diferencia de electronegatividad entre el hidrógeno
y el cloro es de 1.0 en el cloruro de hidrógeno, y es de 0.8 entre los átomos del bromuro de
hidrógeno, por lo que las atracciones dipolo-dipolo entre moléculas de cloruro de hidrógeno
vecinas son más intensas que las que se dan entre moléculas vecinas de bromuro de hidrógeno.

Capítulo 4

Enlace metálico

A diferencia de los no metales, donde casi siempre se comparten electrones dentro de


unidades moleculares discretas, los átomos metálicos comparten electrones externos (de
valencia) con todos los átomos vecinos más próximos. El libre movimiento de los electrones
en toda la estructura metálica es lo que sirve para explicar la alta conductividad eléctrica y
térmica de los metales, así como su gran reflectividad. La gran maleabilidad y ductilidad de
la mayor parte de los metales se explica en función de la ausencia de enlaces direccionales,
pues los átomos metálicos pueden deslizarse sin dificultad unos sobre otros para formar
nuevos enlaces metálicos. Hay que resaltar que los metales conducen el calor y la electricidad
cuando están fundidos probando así que los enlaces metálicos se conservan en la fase líquida.
Sin embargo, en fase gaseosa los metales pierden sus propiedades metálicas.

Una de las propiedades más destacables de los metales es su alta conductividad eléctrica, los
electrones de valencia son los que conducen la corriente eléctrica, y es el movimiento de los
mismos lo que transfiere calor a través de un metal, el electrón se puede mover libremente por
toda la estructura metálica en forma de corriente eléctrica. Análogamente, la gran
conductividad térmica de los metales se puede visualizar como la conducción de energía de
traslación por los electrones "libres" en toda la estructura metálica, El concepto de empaque
cristalino supone que los átomos son esferas rígidas. En un cristal metálico los átomos están
dispuestos en una formación repetitiva que se conoce como red cristalina.

Existen varios empaquetamientos para las estructuras de los metales, está el empaque cúbico
simple. Las capas sucesivas están superpuestas a la primera formación; el empaque cúbico
centrado en el cuerpo en donde la segunda capa está colocada sobre los huecos de la primera
capa y la tercera sobre los huecos de la segunda y también en el empaque hexagonal, la segunda
capa encaja sobre huecos alternados de la primera capa, la distribución de empaque compacto
hexagonal implica colocar la tercera capa sobre la parte superior de la primera capa. El conjunto
mínimo de esferas que, cuando se repite, reproduce la totalidad de la estructura cristalina, se
llama celda unitaria. La celda se ve con más facilidad en el caso cúbico simple, para obtener
una celda unitaria del empaque cúbico centrado en el cuerpo debemos tomar un grupo más
grande, que muestre la estructura repetitiva de tres capas.

De acuerdo a lo anterior se puede así hablar también de aleaciones, una aleación es la


combinación de dos o más metales, los átomos de las aleaciones se mantienen unidos por medio
de enlaces metálicos, del mismo modo que los elementos metálicos de los que se componen.
Hay dos tipos de aleaciones: las soluciones sólidas y los compuestos de aleación. En las
primeras, los metales fundidos se asocian y constituyen una mezcla homogénea. Para que
formen una solución sólida, los átomos de los dos metales deben ser aproximadamente del
mismo tamaño, y los dos cristales metálicos deben tener la misma estructura. En ciertos casos
en los que las estructuras cristalinas de los componentes son diferentes, la mezcla de metales
fundidos da por resultado la formación de fases estequiométricas precisas

Capítulo 5

El enlace iónico

Hay que tener presente que la formación de enlaces iónicos puede ocurrir por transferencia de
electrones y la consecuente atracción electrostática entre las partículas cargadas. En el enlace
iónico uno o más electrones se transfieren de un átomo electropositivo a otro electronegativo.
La distancia entre los iones es suficientemente grande como para que las funciones de onda
electrónicas de cada ión no solapen con las del otro; resultando una distribución esférica de
carga alrededor de cada núcleo. La interacción coulómbica neta entre todos los electrones y el
núcleo del catión (Na+ ) con todos los electrones y el núcleo del anión (Cl- ) viene dada por la
ley de Coulomb usando sólo las cargas netas de los dos iones formados. Como ambos iones
tienen cargas netas de signo opuesto, la interacción neta es una atracción. Como resultado, los
dos iones tienen menor energía cuando están juntos (interaccionando) que cuando están
separados, por lo que se produce el enlace químico.

Los iones son esencialmente esferas con carga, incompresibles, indeformables que
interaccionan por fuerzas coulómbicas electrostáticas en el cristal, las principales
características físicas de los compuestos iónicos son:

● Los iones se ordenan en redes cristalinas iónicas


● Baja conductividad conductividad térmica y eléctrica en estado sólido, pero conducen
al fundirse y en solución acuosa.
● Puntos de fusión y ebullición elevados
● Duros y quebradizos
● Los compuestos iónicos a menudo son solubles en disolventes polares que presentan
constantes dieléctricas elevadas

Un enlace iónico es simplemente la atracción electrostática entre un ion positivo y un ion


negativo. Dos requisitos para su formación son la energía de ionización para dar lugar a un
catión y la afinidad electrónica para dar lugar a un anión.

De acuerdo con el concepto de electronegatividad de Pauling, a medida que aumenta la


diferencia de electronegatividad entre dos átomos unidos de forma covalente, el enlace se hace
cada vez más polar. Un enlace iónico es simplemente la atracción electrostática entre un ion
positivo (catión) y un ion negativo (anión). En virtud de la baja electronegatividad de los
metales y la alta electronegatividad de los no metales, las combinaciones de estas dos clases
por lo general encajan en la categoría del enlace iónico. El químico Kasimir Fajans definió las
reglas siguientes que resumen los factores favorables a la polarización de un enlace iónico y,
por tanto, al incremento en la covalencia:

1. Un catión es más polarizante si es pequeño y tiene una carga positiva grande.


2. Un anión se polariza con más facilidad si es grande y tiene una carga negativa grande.
3. Los cationes que no tienen una configuración de gas noble favorecen la polarización.

En las redes iónicas, se supone que los iones son esferas cargadas, incompresibles y no
polarizables, se sabe que hay cierto grado de covalencia en todos los compuestos iónicos; no
obstante, el modelo de esferas duras parece funcionar muy bien para la mayor parte de los
compuestos que clasificamos como iónicos, también los iones tienden a rodearse del mayor
número de iones de carga opuesta y de la forma más compacta posible. Este principio es
particularmente importante en el caso del catión. Por lo común, en la disposición de empaque
adoptada, el catión es apenas lo suficientemente grande como para permitir que los aniones lo
rodeen sin tocarse unos a otros. Los compuestos iónicos en los que los cationes son mucho más
pequeños que los aniones se pueden visualizar como armazones compactos de aniones, con los
cationes alojados en los huecos tetraédricos.

Los compuestos iónicos que contienen iones poliatómicos también cristalizan para dar
estructuras específicas. En estos cristales el ion poli atómico ocupa el mismo lugar que un ion
monoatómico. Por ejemplo, el carbonato de calcio forma una estructura de cloruro de sodio
distorsionada, con los iones carbonato en los sitios aniónicos y los iones calcio en los sitios
catiónicos.

Capítulo 6

Termodinámica inorgánica

Una parte crucial de la química inorgánica tiene que ver con los factores energéticos que
intervienen en la formación de los compuestos; este tema constituye una rama de la
termodinámica. Se puede decir de una manera muy general que la termodinámica es la ciencia
de la energía, y se podría añadir que también se ocupa de la entropía. La termodinámica está
basada, esencialmente en solo dos postulados, nombrados primero y segundo principios de la
termodinámica. Estos axiomas no se deducen, en todo caso los podemos considerar
generalizaciones de experiencias. De ellos, por razonamientos lógicos, matemáticos, se derivan
relaciones entre las magnitudes macroscópicas, es decir, variables que se refieren a un gran
conjunto de partículas (volumen, presión, temperatura, calores específicos, entalpía,...). Los
compuestos se producen a partir de los elementos por reacciones químicas, cuando una
reacción ocurre sin necesidad de "ayuda" externa, se dice que es una reacción espontánea, el
estudio de las causas de las reacciones químicas es una rama de la termodinámica. La entalpía
se suele definir como el contenido de calor de una sustancia. Cuando la entropía de los
productos de una reacción química es menor que la de los reactivos, la reacción libera calor
hacia el entorno; es decir, el proceso es exotérmico. Si la entalpía de los productos es mayor
que la de los reactivos, entonces se toma energía del entorno y se dice que la reacción es
endotérmica. La diferencia entre la entalpía de los productos y la entalpía de los reactivos se
conoce como cambio de entalpía, H. La entalpía de formación se define como el cambio de
contenido de calor que se produce cuando se forma un mol de un compuesto a partir de sus
elementos en sus fases estándar a 298 K Y 100 kPa. Por otro lado, La entropía suele relacionarse
con el grado de desorden de la sustancia (aunque en realidad el concepto de entropía es más
complejo). Así, por ejemplo, la fase sólida tiene una entropía menor que la fase líquida,
mientras que la fase gaseosa, en la cual hay movimiento al azar, tiene una entropía muy grande.
El cambio de entropía se indica mediante el símbolo S.
Para que ocurra una reacción espontánea debe haber un aumento global de entropía, el calor
liberado hacia el entorno (en una reacción exotérmica) aumenta la entropía del mismo, en tanto
que la absorción de calor (en una reacción endotérmica) origina una disminución de la entropía
del entorno.

La energía de enlace se define como la energía necesaria para romper un mol de un enlace
covalente específico. Se libera energía cuando se forman enlaces, y es necesario suministrar
energía cuando los enlaces se rompen. La energía de un enlace específico y, por tanto, la
fortaleza del mismo, aumenta de manera sustancial a medida que se incrementa el orden de
enlace. Los enlaces que unen átomos diferentes normalmente tienen una energía mayor que los
que ligan átomos iguales. La explicación común es que, con dos átomos de distinta
electronegatividad, el enlace tiene cierta polaridad. Esta polarización origina una atracción
electrostática adicional entre los dos átomos, que fortalece el enlace.

La energía reticular es el cambio de energía en la formación de un mol de un sólido iónico a


partir de los iones gaseosos que lo constituyen (en realidad aquí estamos considerando la
entalpía reticular, pero la diferencia es despreciable). La energía reticular es en realidad una
medida de las atracciones y repulsiones electrostáticas entre los iones de la red cristalina.

Del mismo modo es bueno destacar, que constante de Madelung explica las fuerzas de atracción
entre los iones. Sin embargo, cuando los iones se aproximan mucho entre sí sus orbitales
electrónicos ocupados comienzan a aportar un factor de repulsión que aumenta con rapidez a
medida que los dos núcleos se acercan uno al otro.

Otra medida útil es la energía de atomización, la cual se define como la energía necesaria para
producir un mol de átomos gaseosos del elemento a partir del mismo en su fase normal a
temperatura ambiente. Este término de energía puede servir para representar la ruptura del
enlace metálico en los metales o la anulación de los enlaces covalentes y las fuerzas
intermoleculares en los no metales.

Así también, el ciclo de Born–Haber es un ciclo de reacciones químicas desarrollado en un


principio por el físico Max Born y el químico alemán Fritz Haber en 1917. El ciclo de Born–
Haber comprende la formación de un compuesto iónico desde la reacción de un metal con un
no metal.

En solución acuosa los iones están rodeados de moléculas de agua polares. Una esfera de
hidratación primaria de moléculas de agua (normalmente seis) rodea a los cationes, con los
átomos de oxígeno parcialmente negativos orientados hacia el catión. Análogamente, el anión
está rodeado de moléculas de agua, con los átomos de hidrógeno parcialmente positivos
orientados hacia el anión. Más allá de la primera capa de moléculas de agua encontramos otras
capas de moléculas de agua orientadas. Al número total de moléculas de agua que rodean
efectivamente a un ion se le llama número de hidratación.

Los iones más pequeños y con mayor carga tienen un número mayor de moléculas de agua en
las esferas de hidratación que los iones más grandes y de carga menor. En consecuencia, el
tamaño efectivo de un ion hidratado en solución puede ser muy diferente del que tiene en fase
sólida. La formación de interacciones ion-dipolo en los iones hidratados es muy exotérmica.
De igual modo el valor de la entalpía de hidratación también depende de la carga y del tamaño
del ion, esto es, de la densidad de carga. Además la entropía de hidratación también es negativa,
principalmente porque las moléculas de agua que rodean a los iones se encuentran en un estado
más ordenado del que tendrían como moléculas de agua libres.

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