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FUNDACIÓN UNIVERSITARIA POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO

PROFESIONAL EN SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO


FORO RESPONSABILIDAD EN EL SISTEMA GENERAL DE RIESGOS
PRESENTADO POR JUAN CARLOS GARCIA

Franchescoli Di Stefano tiene un taller de mecánica al sur de Bogotá. En este taller trabajan Vixy,
Brilly y Chavani. En días pasados, luego de salir a celebrar el día de la felicidad, Franchescoli, Visy,
Brilly y Chayani en estado de alicoramiento se suben a la moto de Franchescoli y se dirigen a la casa
de Brilly para “seguirla”. Cuando iban llegando, comenzó a temblar tan fuerte que se abrió la tierra
cayendo y quedando inconsciente Brilly.

1. ¿En este caso se aplicaría lo referente a la responsabilidad contractual en virtud del vínculo
laboral?

Para que exista la responsabilidad se requiere de tres elementos absolutamente indispensables


y necesarios: el daño, el hecho generador del mismo y un nexo de causalidad que permita imputar
el daño a la conducta (acción u omisión) del agente generador. Sin embargo, en este hecho, no
existe un nexo de causalidad con un agente generador, entiéndase el empleador, por ser de fuerza
mayor o caso fortuito. De hecho, por consiguiente, “es un caso constitutivo de fuerza mayor el
evento que presenta las tres características siguientes: exterioridad (respecto del demandado),
imprevisibilidad (en su ocurrencia) e irresistibilidad (en sus efectos)” (Dominguez,2011). No
obstante, para este caso en particular, el nivel de responsabilidad contractual laboral se debe
especificar a través del Código Sustantivo de Trabajo, el cual sostiene que existen causales para la
suspensión de los términos contractuales, entre ellas la que se considerará en este caso.

En consecuencia, el Código sustantivo del Trabajo, ARTICULO 51, SUSPENSION, reconoce que el
vínculo laboral contractual se pude suspender:

1. Por fuerza mayor o caso fortuito que temporalmente impida su ejecución.

2. Por la muerte o la inhabilitación del empleador, cuando éste sea una persona natural y
cuando ello traiga como consecuencia necesaria y directa la suspensión temporal del
trabajo.

3. Por suspensión de actividades o clausura temporal de la empresa, establecimiento o


negocio, en todo o en parte, hasta por ciento veinte (120) días por razones técnicas o
económicas u otras independientes de la voluntad del empleador, mediante autorización
previa del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. De la solicitud que se eleve al respecto
el empleador deberá informar en forma simultánea, por escrito, a sus trabajadores.

4. Por licencia o permiso temporal concedido por el empleador al trabajador o por


suspensión disciplinaria.

5. Por ser llamado el trabajador a prestar el servicio militar. En este caso el empleador está
obligado a conservar el puesto del trabajador hasta por {treinta (30) días} después de
terminado el servicio. Dentro de este término el trabajador puede reincorporarse a sus
tareas, cuando lo considere conveniente, y el empleador está obligado a admitirlo tan
pronto como éste gestione su reincorporación.

6. Por detención preventiva del trabajador o por arresto correccional que no exceda de ocho
(8) días por cuya causa no justifique la extinción del contrato.

7. Por huelga declarada en la forma prevista en la Ley.

No obstante, lo anterior, el ARTICULO 52, REANUDACION DEL TRABAJO, sostiene que


·desaparecidas las causas de la suspensión temporal del trabajo, el {empleador} debe avisar a los
trabajadores, en los casos de que tratan los tres (3) primeros ordinales del artículo anterior, la fecha
de la reanudación del trabajo, mediante notificación personal o avisos publicados no menos de dos
veces en un periódico de la localidad, y debe admitir a sus ocupaciones anteriores a todos los
trabajadores que se presenten dentro de los tres (3) días siguientes a la notificación o aviso.

Asimismo, el ARTICULO 53, EFECTOS DE LA SUSPENSION, sostiene que “durante el período


de las suspensiones contempladas en el artículo 51 se interrumpe para el trabajador la obligación
de prestar el servicio prometido, y para el {empleador} la de pagar los salarios de esos lapsos, pero
durante la suspensión corren a cargo del {empleador}, además de las obligaciones ya surgidas con
anterioridad, las que le correspondan por muerte o por enfermedad de los trabajadores. Estos
períodos de suspensión pueden descontarse por el {empleador} al liquidar vacaciones, cesantías y
jubilaciones”.

Así las cosas, dependiendo de la gravedad del evento sísmico y de la continuidad o no de la


empresa, la responsabilidad contractual puede variar, pudiéndose afirmar que, si el evento es
menor y la continuidad está garantizada, la responsabilidad contractual seguiría para las dos partes
en virtud del contrato existente en lo que relaciona con la continuidad laboral, particularmente
cuando tras el evento lo único que ocurre es que una de las trabajadoras queda inconsciente. En
otras palabras, la responsabilidad del presunto agente derivado del vínculo laboral no abarca el
incidente fortuito, el cual suspende las responsabilidades del contrato de manera temporal, pero
no constituye al agente responsable o culpable del mismo, con lo que el presunto agente se ve
exonerado de responsabilidades contractuales derivadas del incidente acaecido con la empleada
bajo su responsabilidad laboral.

2. ¿Quién sería el agente que debe responder?

Al hablar de la responsabilidad contractual se hace referencia a la obligación de reparar los


perjuicios provenientes del incumplimiento, o del retraso en el cumplimiento, o del cumplimiento
defectuoso de una obligación pactada en un contrato. Para que se de esta clase de responsabilidad
se hace necesaria una relación anterior entre el autor del daño y quien lo sufre y que el perjuicio o
daño sea causado por esta relación. Sin embargo, se presentan dos grupos de teorías bien definidas:
por un lado, aquellas que presentan la responsabilidad contractual cuando se ha incumplido una
obligación proveniente de un contrato anteriormente celebrado; por otro lado, las teorías que
sostienen que se está en presencia de responsabilidad contractual cuando se ha incumplido una
obligación emanada no solamente de un contrato, sino cuando se incumple obligación derivada de
vínculo jurídico anterior o de la ley (Irisarri, 2000).
En consecuencia, el caso que concierne este foro no se puede encuadrar dentro de ninguna
de las categorías teóricas antes presentadas porque el hecho sobreviniente sobre una de las
trabajadoras y el presunto daño causado derivado no ocurren en cumplimiento de los objetivos del
contrato o de su alcance, ni dentro de un vínculo jurídico anterior o de la ley, en cuyo caso la
responsabilidad del agente contractual no se puede determinar por vínculo contractual o
precontractual.

De otro lado, en este caso no se puede hablar de un problema de responsabilidad


extracontractual derivado de un evento en que entre víctima y autor del daño no exista vínculo
anterior alguno, o que aun así exista tal vínculo, el daño que sufre la víctima no proviene de dicha
relación anterior sino de otra circunstancia. El autor del daño estaría obligado a indemnizar a la
víctima de un perjuicio que no proviene de un vínculo jurídico previo entre las partes si el acto
dañoso sobreviene de una obligación o cumplimiento más allá del contrato, requerido como aspecto
relacionado con las obligaciones laborales por el empleador, en cuyo caso el empleador estaría
obligado a pagarle a la víctima.

Sin embargo, al ser un evento de fuerza mayor imprevisible por efecto del contrato o a causa
del mismo, lo mismo que fuera del control o dominio de las condiciones pactadas, la victima recibiría
la atención básica prevista por las agencias del estado para tales eventos catastróficos, sin perjuicio
de los servicios médicos asistenciales o EPS a los que tiene derecho por pagar los montos
correspondientes en régimen común con el empleador. En consecuencia, dos serían los agentes que
tendrían obligación en proveer una respuesta en responsabilidad a la afectada: por un lado, el
Estado a través de sus agencias asistenciales, y por otro, el Sistema General de Seguridad Social en
Salud (SGSSS) mediante EPS autorizada.

3. ¿La fuerza mayor puede exonerar de responsabilidad al agente?

Según el ARTÍCULO 64 del Código Civil, “se llama fuerza mayor o caso fortuito el imprevisto
al que no es posible resistir, como un naufragio, un terremoto, el apresamiento de enemigos, los
actos de autoridad ejercidos por un funcionario público, etc.”. Para que se configure la fuerza mayor
o el caso fortuito que permita al empleador librarse de su obligación de pagar el salario y al
trabajador de prestar el servicio, el hecho debe cumplir con los siguientes requisitos: a) debe ser
imprevisible, b) debe colocar a las partes en absoluta imposibilidad de cumplir con dichas
obligaciones y c) debe ser temporal o pasajero, para que, una vez cese, se pueda reanudar el trabajo.
Sin embargo, en 1989, la Corte Suprema de Justicia hizo referencia al tema y permitió diferenciar la
fuerza mayor del caso fortuito así (Zorro, 2011):

CRITERIO FUERZA MAYOR CASO FORTUITO


Causa del Hechos producidos por la Concierne a hechos provenientes del
acontecimiento. naturaleza. hombre.
Conducta del Imposibilidad absoluta de Impotencia relativa para superar el
agente. superar el hecho. hecho.
Importancia del Hechos más destacados y
acontecimiento. Hechos menos importantes.
significativos.
Elemento El acontecimiento es
integrador. irresistible. El acontecimiento es imprevisible.
Es un acontecimiento Suceso interno que ocurre dentro de la
Exterioridad del externo y puramente órbita de la actividad del deudor o del
acontecimiento. objetivo. agente del daño.
Algunos no le conceden efecto
Sí le conceden efecto liberatorio de responsabilidad
Efecto liberatorio.
liberatorio. (Josserand & Exner).
Fuente: Colombia, Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia del 20 de noviembre de 1989, magistrado ponente Alberto Ospina Botero, Expediente 24251.

En consecuencia, la fuerza mayor existe como un acontecimiento ajeno a la actividad


empresarial que interviene inevitablemente, y que no ha sido contemplado como posible, por ser
“extraño al trabajo”, y que el caso fortuito “es el hecho accidental o inesperado atmosférico,
telúrico, o natural no atribuible a los sujetos laborales, que no puede evitarse e impide efectuar las
obligaciones laborales”. (Zorro, 2011). Sin embargo, para el derecho laboral no es requerido
distinguir ambos conceptos por cuanto las consecuencias son las mismas, más aún en tratándose
de la causal de suspensión del contrato de trabajo que se esperaría en este caso en particular.
Asimismo, la Corte Suprema de Justicia señala que, entre los elementos constitutivos de la fuerza
mayor como hecho eximente de responsabilidad, figura la inimputabilidad, esto es, que el “hecho
que se invoca como fuerza mayor o caso fortuito, no se derive en modo alguno de la conducta
culpable del obligado, de su estado de culpa precedente concomitante del hecho” (Zorro, 2011).

Por lo tanto, desde el punto de vista de la exoneración de responsabilidad, la prueba de las


causales de exoneración (fuerza mayor) se erige como una de las posibilidades que tiene el
demandado para que el daño sufrido por la víctima no le sea imputable y, en consecuencia, no sea
declarado responsable. La diferenciación entre causalidad e imputación, permite afirmar
claramente que más que romper el nexo de causalidad, las causales de exoneración impiden
imputar el daño a quien es demandado, puesto que tal daño pudo haber sido causado por éste
desde el punto de vista fáctico (lo cual no es cierto en este caso), pero llevado por el
comportamiento bien de la propia víctima, bien de un evento constitutivo de fuerza mayor (factor
exonerativo de cualquier imputación en este caso), o bien por el comportamiento de un tercero
ajeno.

Asimismo, las causales exonerativas se basan fundamentalmente en los criterios de


imprevisibilidad e irresistibilidad a los que la ley les ha dado una importancia realmente significativa,
a pesar que la doctrina jurisprudencial ha empezado a mostrar desacuerdo sobre la verdadera
necesidad de utilizar el criterio de imprevisibilidad como único rasero absoluto (Domínguez, 2011).
Por consiguiente, ante la imposibilidad de establecer reglas generales a este respecto, dependiendo
de cada caso específico, el agente podrá de este caso podrá ser exonerado una vez el juez se haya
pronunciando para determinar si es posible o no acudir solamente al criterio de la irresistibilidad
como piedra angular de esta figura, o si continúa fundamentando las causales exonerativas en los
dos criterios tradicionalmente exigidos (Domínguez, 2011).

BIBLIOGRAFIA

Domínguez, H. E. P. (2011). Las causales exonerativas de la responsabilidad extracontractual. ¿Por


qué y cómo impiden la declaratoria de responsabilidad?: aproximación a la jurisprudencia del
Consejo de Estado. Revista de Derecho Privado, (20), 13.

Irisarri Boada, C. (2000). El daño antijurídico y la responsabilidad extracontractual del estado


colombiano. Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Ciencias Jurídicas. Departamento de
Derecho Público. Santa Fe de Bogotá.
Zorro, J. B. (2011). Análisis de la figura de la suspensión de contrato de trabajo del trabajador
particular en Colombia y algunas menciones a la legislación extranjera. Estudios Socio-
Jurídicos, 13(2), 379-410.

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