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Y NO PEQUES MÁS.

Juan 8:11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno;
vete, y no peques más.
Una historia que aprendí cuando cursaba uno de los cursos del CEV, habla de
los grandes propietarios de plantaciones en los Estados Unidos, quienes estaban
preocupados porque el presidente Abraham Lincoln había firmado la
Proclamación de la Emancipación. “Estamos arruinados! La esclavitud ha sido
abolida. Hemos perdido la batalla por conservar nuestros esclavos” Pero su
principal portavoz (El diablo) respondió con astucia: “No necesariamente;
mientras esta gente piense que todavía son esclavos, la emancipación no tendrá
efectos prácticos”. “Ya no tenemos derecho legal sobre ellos, pero muchos de
ellos no lo saben. Eviten que sus esclavos sepan la verdad, y el control sobre
ellos no hallará oposición.”
¿Cuantos saben que Jesús nos hizo libres?
A pesar de la respuesta de muchos creo firmemente que la mayoría de los hijos
de Dios no están verdaderamente consiente de la Libertad que tenemos en
Cristo.
Una de las herramientas favoritas de satanás es la mentira, de hecho dice la
escritura que es el “padre de la mentira”, cuando en Juan 8:44 se dice que él es
“mentiroso” la palabra original es pseústes que se traduce de manera literal
como “falsificador” y es que la tarea fundamental de satanás radica en crear
falsificaciones de la verdad.
Hemos escuchado muchas veces, “es que somos pecadores” “Usted sabe que
somos humanos y como tales pecamos” leí en el post de un amigo “Aún el súper
apóstol Pablo dijo que el mal que no quiero hacer, eso hago, es decir que ni él
podía dejar de pecar” descontextualizando totalmente lo que quería el Espíritu
Santo quería enseñar, cosa que más adelante aclararemos, pero antes quiero
recordarles una historia que está narrada en Juan 8: 10 Enderezándose Jesús,
y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te
acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús
le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
¿Acaso dijo Jesús?
- “Vete e intenta llevar una vida recta, pero si no lo logras tranquila igual sé
que eres pecadora”
- “Te perdono, pero por favor harás lo posible por hacer las cosas bien de
ahora en adelante, pero sino tranquila no pasa nada”
- “Sé que es imposible, pero deja de pecar”
Hay dos opciones, o Jesús se estaba burlando de la mujer encontrada en
adulterio y de todos nosotros al darnos un mandamiento imposible de lograr. O
Él sabía que sí era posible y a través de ella nos estaba dejando a todos nosotros
un mandamiento directo… ¡No peques más..!
Que dice Dios en su Palabra.
Jesús quitó el pecado.-
- “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del MUNDO.” Juan 1:29
- “pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para
siempre por el sacrificio de sí mismo para QUITAR DE EN MEDIO EL
PECADO.” Hebreos 9:26
La Escritura NO dice que Jesús quitó los pecados de algunos, el Cordero de Dios
quitó los pecados del MUNDO.
- “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por
su camino; mas el Señor cargó en él el pecado de TODOS NOSOTROS.”
Isaías 53:6
Cuando Jesús ofreció su vida como sacrificio por el pecado, se sentó a la diestra
de Dios porque su obra había sido consumada.
- “pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por
los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios” Hebreos 10:12
Seguramente a estas alturas usted me dirá, pero si Jesús quitó el pecado porque
es que sigo pecando. EL problema no está en la obra de Jesús sino básicamente
en dos cosas: La fe y la carne.
1.- La fe.
La fe, es de vital importancia porque mientras te creas esclavo seguirás actuando
como esclavo y viviendo como esclavo, si te crees pecador seguirás pecando y
viviendo en pecado, si aceptas el sacrificio de Jesús plenamente en tu vida,
dejarás esa vida de pecado y empezarás a vivir en santidad sin la cual nadie
verá al Señor. Pero no sólo se trata de creer en Jesús sino también en su obra
- Romanos 6.- 7 Pues, cuando morimos con Cristo, fuimos liberados del
poder del pecado;
- 1 Corintios 15 Nueva Traducción Viviente (NTV) 56 Pues el pecado es
el aguijón que termina en muerte, y la ley le da al pecado su poder. 57
medio de nuestro Señor Jesucristo.
- Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
2.- La carne.
Es bien cierto que nuestra carne está habituada a cometer pecados, ¿Acaso
Dios no lo sabía?, por supuesto que sí, por esa razón nos dejó una ayuda, de
hecho Un Ayudador
- Gálatas 5: 16 Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la
vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza
pecaminosa.
- Romanos 8.1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están
en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu.
- Romanos 8.12 NTV Por lo tanto, amados hermanos, no están obligados
a hacer lo que su naturaleza pecaminosa los incita a hacer; 13 pues, si
viven obedeciéndola, morirán; pero si mediante el poder del Espíritu
hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa,[e] vivirán. 14 Pues
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
- 1 Juan. 3:9. “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado,
porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es
nacido de Dios”

¿Se ha puesto a pensar que le hubiera dicho Jesús a la mujer que perdonó si
nuevamente la hubiesen encontrado en pecado?
Jesús le dijo, no peques más... Mujer esta vez te salvé de las piedras, pero si
sigues pecando no podré salvarte de las llamas del infierno.
Si has estado viviendo una vida de pecado, hoy estás aquí por un plan divino,
hoy ha querido El Señor extender sobre ti su mando de misericordia, ¿que debes
de hacer? Buscar de su perdón y vivir en adelante alejado del pecado y en
victoria, ya que Él te ha dado el poder para hacerlo. Para finalizar quiero
recordarte dos cosas:
Hebreos 10 Nueva Traducción Viviente (NTV). 26 Queridos amigos, si seguimos
pecando a propósito después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya
no queda ningún sacrificio que cubra esos pecados. 27 Solo queda la terrible
expectativa del juicio de Dios y el fuego violento que consumirá a sus enemigos.
Apocalipsis 3:21.- «Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono,
así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.»

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