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EL CATACLISMO DE DAMOCLES

ENTREGA 3 (SEMANA 7)

ALVARADO AYALA INGRIS PAOLA

CODIGO:1921023101

UNIVERSIDAD POLITECNICO GRAN COLOBIANO

MODULO DE TECNICA DE APRENDIZAJE AUTONOMO

EL CATACLISMO DE DAMOCLES

CURUMANI-CESAR

2019
El cataclismo de Damocles ha influenciado mucho en mi forma de ver la

realidad, de un mundo que nos consume y nos aprieta, en todos los ámbitos.

Desde el punto de vista de los valores humanos, una de las ideas características

de nuestra moderna cultura, para responder a la pregunta sobre el avance o retroceso,

ha sido su concepción del proceso histórico como el itinerario a través del cual la

humanidad alcanza su mayoría de edad, al mismo tiempo que se libra, por fin, de un

estado inferior y primitivo de sujeción a la naturaleza y de ignorancia o falsa conciencia.

En el corazón mismo de lo que llamamos modernidad. Sencillamente porque lo que ha

sucedido es que, hablando en términos generales, se ha identificado lo que solo es

progreso científico, técnico y económico con el progreso de la humanidad hacia la

razón. Y nos encontramos con que, en vez de ese final de la servidumbre y de la falsa

conciencia, en lugar de la desaparición de la ignorancia, de la esclavitud y de la

miseria, lo que la modernidad nos sigue proponiendo es la esperanza utópica en que

del crecimiento tecnológico y económico indefinidos se seguirá, en algún momento

futuro más o menos próximo, la completa satisfacción de la continua búsqueda humana

de felicidad.

Esta fe en el crecimiento económico y tecnológico indefinidos, es el mito más

extendido y operativo de nuestra época, y el que goza de mejor salud. Un mito que, tal

como los actuales antropólogos culturales los definen, es una representación colectiva

no racional con un fundamento emotivo que le proporciona su coherencia e

inteligibilidad. Es decir, lo característico de este mito sería su capacidad de contener

una fuerte carga emotiva con poderes motivacionales profundos, que arraigan en la
mentalidad de los individuos determinando sus ideas, expectativas y acciones al

margen de las reglas lógicas que funcionan en el nivel de lo racional o de lo consciente.

De ahí que algunos filósofos críticos de la cultura moderna lo hayan situado en la base

de la ideología de quienes tratan de minimizar los importantes efectos negativos y

colaterales del progreso científico-técnico tales como la maquinización de la vida de los

individuos o la presión destructiva sobre el medio ambiente. Pues bien ¿La humanidad

avanza o retrocede? Que este mito se haya incrustado hoy en el inconsciente colectivo

y aflore una y otra vez de maneras diversas en el comportamiento de las personas con

consecuencias de diverso tipo tiene su causa en cómo han evolucionado en los dos

últimos siglos ciertas ideas ilustradas.

Ejemplo claro de ello es el concepto mismo de modernidad, que promovió la

Ilustración, surgió de una actitud que no miraba ya al pasado para reactualizarlo en el

presente, como quiso hacer antes el Renacimiento, sino que vivía con entusiasmo las

posibilidades de futuro que se vislumbraban a partir de los importantísimos avances de

la ciencia moderna y de su aplicación práctica en multitud de innovaciones técnicas,

políticas y económicas. Nunca se insistirá demasiado en subrayar este entusiasmo por

lo nuevo, esta proyección de una utopía alcanzable y casi próxima en el futuro, como el

talante y la condición más propias del hombre típicamente moderno, y que tanto

contrasta con el modo de ser propio del hombre anterior, el medieval, vuelto hacia el

pasado y hacia la tradición como instancias de la verdad, de la norma y de la autoridad.

Lo que cambia, por lo tanto, aquí, en la base y en el fundamento de esta

valoración ilustrada de lo moderno frente a lo antiguo, es, en última instancia, una

comprensión diferente de la historia y de la conciencia histórica, en la que el tiempo


deja de entenderse ya como una mera continuidad lineal y acumulativa, para pasar a

ser visto como un proceso revolucionario de renovación continua. O dicho en otras

palabras: el verdadero sentido de lo moderno como "lo nuevo" sólo alcanza la plenitud

de su significado en el marco de la concepción propiamente ilustrada de la historia,

como lo da a conocer Damocles entendida como imparable progreso hacia la utopía y

la perfección. Una perfección que se sitúa, no ya en el origen, no al principio de los

tiempos, en una Edad de Oro o en un pasado mítico, paradisíaco o divino, sino en

un futuro por el que es preciso luchar y que hay que conquistar.


Bibliografía

http://humanrightsystem.blogspot.com/2011/12/blog-post.html

https://www.jornada.com.mx/2003/02/12/02an2cul.php?printver=0

file:///C:/Users/INGRIS%20PAOLA/Downloads/166581732-Analisis-critico-del-texto.pdf

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