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Medellín, domingo 1 de septiembre de 2019

Clase de adolescentes
Tema: ¿Por qué se van los jóvenes de la iglesia?
Texto base: Eclesiastés 12:1 “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud,
antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo
en ellos contentamiento”
Objetivo: el objetivo de este encuentro es en primer lugar que cada uno de los
adolescentes exprese su opinión frente a un tema con el cual se convive a diario en
la iglesia, y del cual poco o nada se habla. Llevando a cabo un conversatorio donde
se resuelva esta gran interrogante de por qué se apartan tantos de nuestros
adolescentes y jóvenes.
Causas
1. Pasiones juveniles: “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la
justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al
Señor” (2 Timoteo 2:22)
“La justicia se ejerce para con uno mismo, la fe para con Dios y el amor para
con otros; la paz es el resultado de estas tres virtudes”.
Ciertamente, tenemos una carne caída con sus deseos, y dondequiera que vamos
nos encontramos con tentaciones en abundancia e inmoralidad desvergonzada. No
obstante, podemos ser esos creyentes que llevan una vida diaria de huir de las
pasiones y seguir a Cristo con otros creyentes. Como vasos creados por Dios,
podemos ser aquellos que son llenos de Cristo como nuestra justicia, fe, amor y
paz. Entonces podremos ser vasos para honra, santificados, y útil a nuestro amado
Dueño, tal y como se menciona en 2 Timoteo 2:21.
1 corintios 15:33: “No os engañéis; las malas compañías corrompen las buenas
costumbres”.
2. Abandono espiritual de los padres: “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira
a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”
(Efesios 6:4).
Es triste y lamentable ver que en la mayoría de las familias cristianas de la
actualidad hay un inmenso abandono espiritual de los padres hacia sus hijos.
Aunque puede haber una responsabilidad que atiende lo físico y lo económico, no
hay una sana crianza como cristianos, ya no se ora en familia, ya no se da ejemplo
con su manera de vivir, hablar y pensar a los hijos, y muchos de sus actos y
comportamientos en familia niegan su fe.
Como resultado se tienen adolescentes desanimados, con una fe menguada y con
pocas expectativas de entregar sus vidas al Señor Jesús.
“si los padres corren, sus hijos caminan; si los padres caminan, sus hijos se sientan;
si los padres se sientan sus hijos se duermen; y si los padres se duermen, sus hijos
se mueren”.
3. Se sienten señalados “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo
de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza (1 Timoteo
4:12” ).
En la actualidad existen hermanos y ancianos que cometen el grave error de
menospreciar algunos jóvenes de la iglesia y los asocian a problema, desorden,
irreverencia y falta de respeto. Son pocos los que realmente sienten carga por cada
uno de ellos, y que, en vez de señalarlos, los aman y les tienen compasión. Pareciese
como si de sus mentes se perdiera el recuerdo de que algún día fueron jóvenes y
además olvidan que como Pablo expresa a Timoteo, el Señor Jesús tiene grandes
propósitos con el joven que decide seguirle y serle fiel.
4. No han entendido el Evangelio “Alégrate, joven, en tu juventud, y tome
placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu
corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te
juzgará Dios” (Eclesiastés 11:9).
Existe un alto porcentaje de adolescentes y jóvenes que en su diario vivir luchan
con pensamientos que desalientan su fe, como por ejemplo “Dios no existe” “el
evangelio es mentira” entre muchos otros. Es necesario vencer el mal que nos ataca
a diario con el bien como dice el texto “No seas vencido de lo malo, sino vence con
el bien el mal” romanos 12:21.
Señor Jesús, aviva tus jóvenes y haznos entender el gozo de tu Salvación, Amén.

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