Sei sulla pagina 1di 10

No te de vergüenza pedirle ayuda a Dios por la misma tentación..

Hebreos 4:14-16

4. Satanás no te puede obligarte a hacer nada, SOLO PUEDE DARTE SUGERENCIAS.


Santiago 4:7-8

CONCLUSIÓN

Deuteronomio 30:15-20 (he puesto delante de ti la vida y la muerte, el bien y el mal…


escoge)

1 Corintios 10:13 - La tentación en


general

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que
no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1ª.Corintios.10.13

Tres declaraciones verdades de esperanza para nuestra vida:

1- Ninguna tentación que no sea humana vendrá a nosotros.


2- Dios, no dejará que seamos tentados más de lo que podamos resistir.
3- Dios mismo, nos dará la salida juntamente con la tentación.

No hay nada más hermoso que encontrar una palabra de esperanza como esta.

Cuando Pablo nos está diciendo,


1- Que toda tentación es humana, es decir no es extraterrestre, es de este mundo.

2- El Padre Celestial nunca permitirá que nos venga una tentación mayor de lo que
nosotros podamos soportar, lo que significa que, lo que El permite lo podemos resistir,

3- Además dice que juntamente con la tentación el nos dará la salida… Hebreos 4.15
dice, Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado.

Recordemos que nuestro amado Señor Jesucristo, fue cien por ciento hombre, y cien por
ciento Dios, pero su victoria estaba, en su corazón puro y limpio, su corazón era
perfectamente Santo, El nunca peco. Nosotros nunca debemos olvidar que el ceder a la
tentación es producto de la concupiscencia, es producto de el pecado que llevamos
dentro del corazón.

Hebreos 2:18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para
socorrer a los que son tentados. Padecer significa: Soportar, Sufrir..Jesús soporto y
sufrió, y fue debido a esos padecimientos, que ahora él puede entendernos y
socorrernos, para ser librados de toda tentación.

1ª Pedro.2.9 dice, sabe el Señor librar de tentación a los piadosos y reservar a los
injustos para ser castigados en el día del juicio, entonces, quienes son esos piadosos a
quienes librara el Señor de tentación? A los que claman, a los que afligen su alma para
ser guardados del pecado, a aquellos que le suplican en el nombre de Jesús que los haga
libres de toda concupiscencia que aun haya en su vida, a ellos escuchará el Padre, y
enviará ayuda de lo alto para que puedan ser protegidos y salvados de caer en la trampa
de oscuridad….

El Señor vendrá como pronto auxilio de aquellos que anhelan aborrecer el pecado,
muchas veces ante las tentaciones que han venido a mi vida he sido guiada por el
Espíritu Santo para orar así; Padre en el poderoso nombre de Jesús, enséñame a
aborrecer lo que tu aborreces y a amar lo que tu amas, quiero ser una hija, conforme a tu
corazón, una hija que se parece a quien la engendro a través del Espíritu Santo y sé que
ese eres tú.

Jesús nos enseño en la oración del Padre nuestro que debíamos de pedir ser librados de
tentación y no nos metas en tentación y líbranos del mal, rogarle al Padre que no nos
metiera en el fuego, en la prueba de la tentación, porque recordemos que la tentación es
eso, una prueba a nuestras almas, a nuestro corazón, pues es ahí donde mora el pecado
en el ser humano, ya que solo de esta manera sabremos si estamos avanzando hacia el
reino de los cielos.

En Marcos.14.38 Jesús les dijo a sus discípulos cuando el estaba a punto de ser
arrestado…Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil, no hay otra forma de poder ser librados de la tentación,
si no es a través de la oración, solo a través de entrar en la presencia del Padre, el
espíritu se fortalecerá y la carne se debilitara ante el pecado , fortalezcamos al hombre
interior, y dejemos perecer al hombre exterior.
Una leyenda cuenta, que uno de los nietos de un anciano Jefe indio, le pregunto acerca
de una lucha intensa que se libraba día a día dentro de su ser, y él quería saber quien de
estos dos seres internos ganaría la batalla…el sabio anciano quien le diera una respuesta
sencilla le dijo; que ganaría aquella fuerza interior que el alimentara más que a la otra.

Galatas.5.17 dice, Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es


contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis…¿quién
perderá? ¿Quien se fortalecerá?…aquel a quien tu decidas alimentar en tu diario vivir.

Querido amigo, querida amiga, como siempre dos opciones, cediendo ante las
tentaciones de este mundo, o Resistiendo tomados de la mano de nuestro poderoso
Señor Jesucristo, quien fue tentado en todo pero sin pecado…Tú decides

Semillas de Vida
Elsa de Moran
elsa_moran@yahoo.com

https://renuevo.com/tentacion-con-salida.html

Superando la Tentación

Ratio: 3 / 5

Por favor, vote

ENCONTRANDO UNA FORMA DE ESCAPAR


DE LA TRAMPA DEL PECADO

Una adición preocupante. Un pensamiento traicionero. Una situación comprometedora.


La tentación llega de muchas formas, como una feroz batalla en nuestras almas que
tiene una meta: mantenernos desviados del camino que lleva a una vida santa.

¿La tentación es un pecado?


La tentación no es un pecado. Si la tentación fuera pecado, entonces Jesús no habría
llevado una vida sin pecar. Pero como dice la Biblia, Jesús fue "tentado en todo de la
misma manera que nosotros, aunque sin pecado" (Hebreos 4:15).
Sin embargo, la tentación no debe ser tomada a la ligera. Esto es porque da cabida al
pecado. La tentación es muchas veces más fuerte cuando estamos débiles. De hecho,
entre más permitimos que la idea esté en nuestra mente, más peligrosa se vuelve la
tentación. Entonces, debemos aprender a reconocer la tentación y mantenernos
pendientes.

¿Por qué nos tienta tanto?


La tentación es uno de los más poderosos complots para engañar al pueblo de Dios
(Efesios 6:11, 16). Hace que nos enfoquemos en "efímeros placeres" (Hebreos 11:25)
del pecado en lugar de los premios enriquecedores de servir a Dios con un corazón puro.

La Biblia dice, "Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos
lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el
pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte" (Santiago 1:14-15).
Entonces nuestra propia lujuria le da a la tentación poder sobre nosotros.

La tentación dice que está bien pecar un poco. Pero no es verdad (lea Números 32:23 y
Proverbios 15:3). A los ojos de Dios no hay pecados pequeños ni grandes (Santiago
2:10). La paga del pecado es siempre la muerte (Romanos 6:23).

Cuando somos tentados, muchas veces nos convencemos que podemos esconder el
pecado. Pero tal como hombres y mujeres desde el comienzo han descubierto, nada se le
puede esconder a Dios. "Señor, tú me examinas, tú me conoces" dice David. "No me
llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda (Salmo 139:1, 4).

Nuestros pensamientos de tentación también tratan de socavar o tergiversar el


significado de las Escrituras. Cuando "el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el
diablo lo sometiera a tentación" (Mateo 4:1), el tentador mino la Palabra de Dios para
desviar a Jesús.

La tentación trata de callar la voz del Espíritu Santo, a quien Dios promete enviar para
guiar a toda la verdad (Juan 16:13). Al ignorar la voz del Espíritu Santo, nos engañamos
a nosotros mismos a pensar que podemos lograrlo solos.

La salida
La tentación puede ser difícil de resistir. Pero Dios no nos ha dejado como victimas
indefensas de la tentación. Él ha prometido una forma de escape (leer 1° Corintios
10:13) para todos los que confían en Él. La forma es una persona: Jesucristo. Jesús no
solo nos limpió del pecado, Él entiende nuestras tentaciones. Por eso podemos venir a
Él para auxilio (Hebreos 4:15-16).

Si usted aun no ha puesto su confianza en Jesús como Señor y Salvador de su vida, no


importa que tan "buena" sea su vida, no podrá superar la tentación y el pecado (lea
Isaías 64:6 y Romanos 3:23).

Primero, usted debe encontrar una nueva vida en Cristo (Juan 3:16-17). Simplemente
crea en su corazón que Jesús fue levantado de los muertos y confiese con su boca que
"Jesús es el Señor" y la Biblia dice que usted será salvo (Romanos 10:9-10).
Estando firme
Batallar la tentación es parte del diario caminar. Aun los más fieles seguidores de Cristo
pueden ser tentados (Hebreos 12:1). Es por eso que la oración del Señor nos instruye a
pedirle a Dios que no nos deje caer en tentación (Mateo 6:13).

Los siguientes principios pueden ayudarle a combatir y ganar contra la tentación:

1. Sea honesto con Dios. En momento de tentación, no discuta el tema. Entre más
luchamos con pensamientos tentadores, más cerca estamos de cometer pecado. Corra de
la tentación apenas lo reconozca (2° Timoteo 2:22).
2. Reconozca a su enemigo. ¡Entienda que este es un negocio serio! Usted está peleando
por su alma. Hay un enemigo, el diablo, que "ronda como león rugiente, buscando a
quién devorar" (1° Pedro 5:8). El enemigo usará cualquier tentación que pueda para
alejarle de Dios.
3. ¡Resista por medio de Jesús! Vaya al Señor y reciba misericordia y gracia en su
tiempo de necesidad (Hebreos 4:16). Póngase la armadura de Dios y utilice "la espada
del Espíritu" para pelear (Efesios 6:17; Hebreos 4:12; Santiago 4:7). Recuerde, usted no
está solo en esta lucha. Satanás trata de desmotivarnos por medio del aislamiento,
diciéndonos que nuestra tentación es única. Esto no es verdad (lea 1° Corintios 10:13).
4. De gracias. En medio de la lucha, agradézcale a Dios por la oportunidad de
experimentar la victoria por medio de Él (Romanos 5:1-5). Agradézcale por proveer una
forma de escape.

Al orar
Si usted está enfrentando tentación en este momento, o si ya ha caído en el pecado,
usted puede encontrar libertad y victoria. Ponga la mira en el Señor ahora mismo y ore.
"Querido Jesús, gracias por tu sacrificio en la cruz que pagó por mis pecados. Por favor
guárdame de esta tentación que batalla contra mi alma. En tu amor perfecto, provee una
forma de escape como promete tu Palabra. Gracias por la gracia para caminar contigo
cada día. En el nombre de Jesús, amén."

La Biblia dice
"Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero
Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan
aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de
que puedan resistir" (1° Corintios 10:13).

Estudie las Escrituras


Efesios 5:15-21 Claves para caminar correctamente
Hebreos 12:1-13 Motivación en Cristo
Santiago 1:2-3,13 Crecemos al superar la tentación

http://www.vidaduratv.com/index.php/devocionales/27-superando-la-tentacion
La tentación: ¿de dónde viene?
Todos sabemos que, siendo humanos, estamos propensos a la tentación de
pecar. Pero, ¿viene esta tentación de Dios? ¿Nos tienta Él a pecar? ¿Cómo
resistir a la tentación?

El autor del libro de Hebreos escribió, entre muchas otras cosas, acerca de “el engaño
del pecado” (Hebreos 3:13). En Hebreos 12:1, nos insta diciendo: “despojémonos de
todo peso y del pecado que nos asedia”, para que “corramos con paciencia la carrera que
tenemos por delante”. Cuando tomamos la decisión de vivir según la Palabra de Dios,
las tentaciones se convierten en algo muy frecuente. Si queremos conocer la manera de
evitar el pecado, primero debemos saber qué papel juega Dios en todo esto.

¿Qué pensaría usted de un Dios que tienta a las personas a desobedecer las leyes que Él
mismo creó, cuyo incumplimiento merece la pena de muerte? Sería bastante cruel, ¿no
lo cree? Si Dios tentara a alguien a pecar, ¿quién sería responsable del pecado? Y, si la
persona cediera ante la tentación, ¿sería justo que Dios la castigase? Sin duda estas son
preguntas interesantes, y sólo podemos responderlas con la Palabra inspirada de Dios, la
Biblia.

Dios no tienta a nadie

Antes de analizar algunas Escrituras que suelen ser malinterpretadas, leamos aquella
que contesta nuestra pregunta claramente.
Santiago, inspirado por Dios, escribió: “Cuando alguno es tentado, no diga que es
tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a
nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y
el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:13-15).

Este pasaje lo aclara todo; ¡Dios nunca nos tienta a pecar!

¿Nos tienta Dios a través de las pruebas?

Algunas personas se preguntan si las pruebas que Dios nos envía son una forma de
tentación. Pero, aunque es cierto que Dios permite que pasemos por pruebas, no lo hace
para tentarnos. El verdadero propósito de las pruebas es fortalecernos y aumentar
nuestra fe y confianza en Él. Tal como un atleta fortalece sus músculos al trabajar con
resistencia y un corredor entrena amarrando pesas a sus tobillos, Dios nos da la
oportunidad de aumentar nuestra fuerza espiritual a través de la resistencia—la
tentación.

Y, finalmente, Dios recompensará nuestra fidelidad espléndidamente; los galardones


que ha reservado para nosotros son mucho mayores que cualquier prueba o dificultad
que podamos pasar. Como dijo Pablo: “tengo por cierto que las aflicciones del tiempo
presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”
(Romanos 8:18).

Entones ¿por qué debemos pedir a Dios que no nos tiente?

Si Dios no nos tienta a pecar, ¿por qué Jesucristo nos enseña a pedirle diariamente en
oración: “no nos metas en tentación” (Mateo 6:13)? ¿Por qué Jesús nos haría pedir por
algo que Dios no haría de todas maneras? ¿Qué quiso decir Cristo con esto?

Como dijo Santiago, nuestras tentaciones siempre son producto de nuestros propios
deseos (Santiago 1:14). Pero Dios puede ayudarnos a resistir esa inclinación natural al
pecado. Según los Tyndale New Testament Commentaries [Comentarios del Nuevo
testamento de Tyndale], la instrucción de Jesucristo en Mateo 6:13 enfatiza la necesidad
de pedir la guía de Dios para no ceder tan fácilmente ante la tentación de Satanás o
nuestros propios deseos (R.T. France, p. 136). En otras palabras, la oración modelo nos
enseña que debemos pedir a Dios diariamente por su guía y fortaleza, y la capacidad de
resistir y vencer las tentaciones que podamos enfrentar.
Cuando pidamos a Dios que “no nos meta en tentación” (Mateo 6:13), podemos estar
seguros de que “fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal” (2 Tesalonicenses
3:3).

¡Dios está de nuestro lado!

En lugar de tentarnos, Dios quiere ayudarnos a resistir el pecado. Para poder resistir a
las tentaciones de Satanás, debemos seguir el consejo de Pablo: “hermanos míos,
fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios,
para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:10-11).
Además, en la Biblia encontramos muchas otras Escrituras que nos instan a resistir al
pecado. Algunas de estas son:

Romanos 13:14: “Vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la
carne”. “Vestirnos de Jesucristo” significa aprender Sus enseñanzas y vivir como Él
vivió.

1 Corintios 10:13: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero
fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará
también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.

Y 2 Timoteo 4:18, donde leemos: “el Señor me librará de toda obra mala, y me
preservará para su reino celestial”.

Como vemos, estos siervos de Dios tenían la firme convicción de que Él les daría toda
la ayuda necesaria para resistir a cualquier tentación. Nuestro Creador no nos tienta a
quebrantar sus mandamientos; por el contrario, siempre está ahí para ayudarnos y
fortalecernos cuando pedimos su ayuda humildemente.

¡Tenemos que pedirlo!

Nadie puede dar por sentado que será capaz de resistir a la tentación. Satanás es un ser
espiritual muy poderoso, a quien la Biblia incluso llama “príncipe de la potestad del
aire” (Efesios 2:2). Y, como explica Pablo en el libro de Efesios, la única forma de
resistirle es con la ayuda de Dios, pues el poder del maligno es muchísimo mayor que el
de cualquier ser humano.

Más adelante, Pablo escribe sobre quienes han caído en el “lazo del diablo, en que están
cautivos a voluntad de él” debido a su insensato intento de ser independientes (2
Timoteo 2:26). Las palabras del apóstol implican que estas personas ni siquiera son
conscientes de que son manejadas por el maestro del mal.

¿Le pide usted a Dios diariamente su defensa espiritual para poder resistir a la
tentación?

Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para


zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez
vuelto, confirma a tus hermanos. Él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no
sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no
cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.” (Lucas 22: 31-34).

Este pasaje es una declaración de la soberanía de Dios. Él está por encima de todo y de
todos. Aun Satanás tuvo que pedir permiso para tentar a Pedro. Jesús le advirtió a
Simón, “Satanás quiere sacudir tu fe y ¿adivina qué? ¡Dios le dio permiso!” (¡Casi
podemos imaginar la expresión de Pedro!

Potrebbero piacerti anche