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DEMOCRACIA PARTICIPATIVA EN COLOMBIA

DANIEL STEVEN GÓMEZ MACHETÁ

Código: 1911021736

ADRIANA MARIBEL OSUNA FONSECA

Código: 1911023915

CONSTITUCIÓN E INSTRUCCIÓN CÍVICA-GRUPO 2

Armando Camejo

POLITECNICO GRAN COLOMBIANO

COLOMBIA

2019- 1
DEMOCRACIA PARTICIPATIVA EN COLOMBIA

Introducción

La democracia colombiana, es un tema amplio y con grandes ramas de debate para la sociedad

en general, su finalidad es buscar el bien común para todos y no solo satisfacer intereses

personales de algunos sectores sociales. Defender los ideales y principios democráticos,

posibilita a todos los ciudadanos a saber que cuenta con recursos y derechos que lo

La finalidad de una sociedad que se considera “democrática” es tratar

de alcanzar el bien común, y no solo satisfacer los intereses

personales. El defender los ideales de una democracia posibilitara que

el ciudadano sea capaz de disfrutar de forma plena el desarrollo que

tenga un país. Pero seamos claros, aquí vivimos una realidad distinta:

la democracia en Colombia es una “utopía” , es una democracia frágil

que ha demostrado grandes limitaciones como forma de organización

del Estado y la relación de este ultimo y la sociedad en que vivimos.


Hablar de democracia en Colombia, para algunos sectores sociales resulta ser algo ideológico e

irreal y para otros algo tan limitado como salir cada periodo de tiempo a elegir un nuevo

gobernante o parlamentario. Antes de ser pesimista frente al modelo democrático colombiano, es

necesario conocer como funciona dicho modelo e

Actualmente un alto porcentaje de la población en Colombia es pesimista frente al sistema

democrático que se lleva a cabo en el país, y desconoce o se interesa poco en mecanismos de

participación que fueron creados con el único propósito de involucrar y alzar la voz de todas las

áreas y grupos que la conforman. A continuación, abordaremos brevemente que es y cuál es la

importancia de la democracia participativa, su contexto histórico en Colombia, su evolución

histórica, además la razón por la cual amplios sectores del país aún se muestran insatisfechos con

el desarrollo de dicho concepto.


Para la realización de este ensayo se tendrá como fundamento principal la Constitución Política

de Colombia de 1991 además algunos pensamientos de:

Igor Ahedo Gurrutxaga y Pedro Ibarra Güell, en su obra Democracia participativa y desarrollo

humano. Refiriéndose a la necesidad que los ciudadanos participen en la organización de su

entorno.

Carlos Aurelio Higgins Echeverría con la democracia participativa a partir de la constitución de

1991.

La Sentencia C-336/94 y la Sentencia C-585/95 de la corte constitucional además de palabras de

Rodrigo Borja Ceballos y Theodore Roosevelt.

¿Qué entendemos cómo participación?

En primer lugar y como punto de partida, es importante aclarar que la participación es un medio

y no un fin, participamos para alcanzar una meta, un logro, entre otras cosas. Nuestra vida está

rodeada de participación, estamos en un mundo donde somos millones de seres pensantes, con

diversidad de capacidades e ideologías para desarrollar nuestra forma de vida y además nuestro

orden social. La mayoría de los ciudadanos queremos opinar, queremos ser escuchados,

queremos participar y esto siempre en busca de mejorar nuestra calidad de vida y condición

social, la participación no solo es un deseo, sino que se vuelve una necesidad.

Hablando como colombianos de la participación democrática en nuestro país, paradójicamente se

puede venir a nuestra mente el simple hecho de salir cada cierto periodo de tiempo a votar para

elegir un nuevo gobernante, o quizás también con la intención de reflejar nuestro criterio frente a

una decisión gubernamental, como por ejemplo un proceso de paz con los grupos insurgentes o
la elección de nuevos representantes al parlamento, pero No, la participación no se basa

simplemente en esto sino que trasciende a unos niveles mucho más profundos.

Dicho esto, podemos hablar de un término amplio y con múltiples usos, que tiene éxito cuando

se ejerce desde los hogares de cada ciudadano, de manera que toda decisión que se vaya a tomar

sea consultada antes con cada miembro de la familia y tenga como finalidad el beneficio de

todos. Cuando se promueve la participación democrática desde los hogares, se fortalece la

democracia institucional y se culturiza a todos los ciudadanos a ejercer, cuidar y adoptar el

sistema democrático como la mejor forma de gobierno en una sociedad. Llevando a cabo todos

los derechos para todas las personas.

¿Como surgió nuestra democracia?

Antes de 1886 la democracia no existía plenamente en Colombia y se desarrollaba de manera

excluyente ya que la participación se direccionaba solo a las clases altas de la sociedad. A partir

de 1886 se presenta una reforma a la constitución debido a la insatisfacción que tenía el resto de

la población, incorporándose desde allí campesinos y obreros hombres al derecho al sufragio. En

el año 1957 se presenta el primer plebiscito en la historia de Colombia, un hecho que incluyó a la

mujer y que además fortaleció una democracia más amplia y con un gran interés de evolución y

perfeccionamiento. Posterior a esto, la sociedad colombiana evidencia la necesidad no solamente

de tener derecho a elecciones de representantes, sino también de ejercer control sobre estos.

Además de los cambios culturales, religiosos e ideológicos que se mostraban en la sociedad y

que aún no habían sido constitucionalizados, algo que no garantizaba la libertad y desarrollo
individual de cada colombiano. Posterior a esto, en el año 1991 sobresale por fin un hecho

histórico que tuvo como propósito, ampliar el concepto democrático que ya se tenía,

proporcionando a los ciudadanos una mayor vocería (participación) frente a los problemas que

los rodean y en la búsqueda pacífica de mejoras y oportunidades sin excluir en absoluto ningún

sector de la población. Iniciando un nuevo modelo democrático en nuestro país con un objetivo

fundamental de promover cada sector a vivir e involucrarse en democracia

¿ha progresado la democracia y la participación en Colombia?

"Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia"

(Theodore Roosevelt 1858-1919) la democracia colombiana es denominada por muchos como la

más antigua de América Latina, concepto que enorgullece a la mayoría de los colombianos y que

hacen creer en nuestro sistema democrático en el cual han surgido antecedentes históricos,

constantes cambios y modificaciones durante la administración de muchos gobiernos.

Analizando las célebres palabras de un grande de la democracia americana, podemos enfocarnos

en los cambios evolutivos y la historia de nuestra democracia, que ha crecido aún impulsada por

dolorosos y trágicos momentos de nuestra historia como por ejemplo los grupos insurgentes, la

corrupción o el narcotráfico que en la actualidad sigue siendo un dolor de cabeza incluso para

otras sociedades.

. ¿Qué forma toma la democracia en el Estado colombiano?

En Colombia, al establecerse como Estado Social de Derecho en la constituyente de 1991, la

participación se consolidó como elemento esencial para garantizar el pleno desarrollo de la

justicia, la libertad y la igualdad de todos.


En la estructura política, al ampliar e introducir actores no tradicionales que en otro tiempo no

tuvieron opinión ni voto, en la constituyente de 1991 fue el objetivo fundamental de las

reformas, con el fin de acercar el Estado a la sociedad y sobre todo a los sectores mas

abandonados y excluidos que hacen parte nuestro país. Y como lo afirma Borja (2000) “La

participación es la esencia misma de la democracia’’.

Dicho esto, denotamos como la constituyente del 91 fortaleció significativamente nuestra

democracia, ya que fue el punto de partida para garantizar a todos derechos como la libertad de

expresión, de pensamiento, y de religión, en otros términos, cada individuo sin importar su

condición tiene derecho al pleno desarrollo de su personalidad, siempre y cuando esta no atente

contra el orden institucional, además de tener creencias e ideologías libres, nos ofrece la

oportunidad de participar en la toma de decisiones sociales, sin que nuestros derechos

fundamentales e individuales se vean violentados.

¿Cómo participar?

A partir de la constituyente de 1991 los colombianos fuimos dotados con una serie de

mecanismos de participación en diferentes campos que buscan garantizar no solamente el

derecho de ser escuchados, sino también los derechos fundamentales e individuales de todos, de

manera que con el transcurrir de los años, se fue incorporando a la nueva constitución toda una

serie de legislación especializada en promover la participación en diferentes campos como: el

juvenil (ley 375 de 1997), el ámbito escolar (ley 115 de 1994), la agenda de paz (ley 434 de

1998), en la cultura (ley 397 de 1997), en la justicia (ley 294 de 1996), entre otros. De este

proceso surgieron organismos novedosos como los consejos de cultura, juventud, los personeros
estudiantiles, los manuales de convivencia, consejos de paz, las veedurías ciudadanas, los jueces

de paz y los conciliadores en equidad, los comités de vigilancia. Toda una serie de espacios,

instituciones y marcos legales dispuestos para facilitar y promover la inclusión ciudadana y la

elaboración, ejecución y control de las políticas públicas.

¿Por qué hay sectores en contra?

A pesar de que en el campo legal hubo toda una revolución que impusiera la democracia como

principio y finalidad, que además la muestra como un sistema ordenado y completo. Nuestro

sistema político y social ha tenido pocos avances en superar vicios políticos, corrupción, el

autoritarismo y la exclusión. Las pocas garantías por parte de los gobiernos en derechos tan

importantes como un buen sistema de salud para todos, educación, vivienda digna entre otros,

son los factores que influyen en la poca favorabilidad de muchos sobre el sistema democrático

actual, del mismo modo la oleada de corrupción que azota nuestro país durante décadas y que lo

único que genera es el aumento progresivo de desigualdad y falta de oportunidades; el poder en

manos de las clases más altas que a su vez aprueban leyes que más bien protegen intereses de

mínimos sectores, excluyendo los más grandes y con amplias necesidades.

En la práctica democrática poco hemos cambiado los colombianos, nuestra forma de asumir lo

público sigue impregnada por la violencia, por un notable desinterés hacia los temas políticos

nacionales y un creciente individualismo.

A su vez, el poder democrático que tenemos no es el problema, sino más bien la necesidad de

que el pueblo denote su autoridad y exija constitucionalmente su protagonismo en estas

decisiones que nos terminan afectando a todos.

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