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HOMILÍAS SANTA MISA EWTN 2019

MISIONEROS FRANCISCANOS DE LA PALABRA ETERNA

El Santo Sacrificio de la Misa desde la Capilla de EWTN, con los cantos gregorianos de los
Hermanos Franciscanos, y la visita de prelados de diversas diócesis que concelebran el
Memorial de La Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Fr. Joseph Mary


M.F.V.A.

_Salmo 116_
“Señor, soy Tu sierva,
hija de Tu esclava”.

“Mirarán al que traspasaron”.

San Juan 19,31-37:


“No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Vayan,
aprendan lo que significa ´Misericordia quiero y no sacrificio´, que no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores”.

La Preciosísima Sangre de Jesucristo.

La Fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo se celebra el 01 de


julio. Nos encomendamos a la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor, aprobada para
uso litúrgico por el Papa San Juan XXIII, a menudo conocido como “el Papa de la
Preciosísima Sangre”, aprobó esta invocación y las divinas alabanzas de la
Preciosísima Sangre.

Hoy ofrecemos una Misa Votiva por la Preciosísima Sangre. Santo Tomás de Aquino,
en el siglo XIII, gran autor de Himnos, escribió uno de ellos “Adorote Devote”: “Señor
Jesús, una sola gota de Tu Sangre tiene el poder de perdonar todo el pecado del
mundo”. “Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida de Salvación, te
pedimos, Señor, ser bañados siempre con la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo”,
recibimos el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad del Señor Jesús, después de
recibir la Sagrada Comunión.

ANIMA CHRISTI, después de la Sagrada Comunión.


“Sangre de Cristo, embriágame”.
Las lecturas de hoy para la Misa Votiva1 de la Preciosísima Sangre de Jesús, nos
hablan de la eficacia que tendrá la Sangre de Jesús. La sangre del cordero sin
mancha en el Éxodo, es lo que nos salva de la muerte, los israelitas quedan salvados
de la muerte. La lectura de los hebreos, habla de cómo se ofrecen dos animales
sacrificados, la sangre del macho cabrío y del cordero, por la expiación de los
pecados del pueblo, que habían causado esta muerte interior en el pueblo. Sin
embargo, simbolizaba algo más grande que habría de venir.
Jesús ingresa ahora al Santuario del Cielo, no con la sangre de toros y machos
cabríos, sino con Su Propia Sangre.

Cúbreme, Señor, con Tu Preciosísima Sangre.


Para librarnos de los pecados, de la tentación, de nuestras culpas.
Para lograr el perdón de los pecados del pasado, la Sangre de Jesús lava todas las
culpas de nuestros pecados. Piensen en sus propios pecados, son absueltos con la
Señal de la Cruz de la consagración, por la Preciosísima Sangre de Jesús.

Baña al mundo, Señor, con Tu Preciosísima Sangre.

Encontramos en la Sangre de Cristo ayuda en nuestra enfermedad, peligros, en la


vida. Hay muchas Escrituras que hablan de la Preciosísima Sangre de Jesús:
Apocalipsis 1,5. Invoquemos al Que nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados
con Su Sangre. Podemos tener problemas emocionales, físicos o familiares, pero la
miseria más grande del mundo es el pecado. Ni siquiera la Santísima Virgen María
puede librarnos del pecado, sólo la Preciosísima Sangre de Jesús.

Invoquemos la Preciosa Sangre de Jesús cuando nos sintamos tentados:


Apocalipsis 12, “porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos”.
La Misa es un cumplimiento de esto, escuchamos las palabras de las Escrituras, pero
también es la Sangre del Cordero, de Jesús, que está siendo ofrecida, especialmente
cuando el sacerdote eleva el cáliz: ofrecemos victoria sobre Satanás.

“Ustedes han sido acercados a la Santísima Trinidad a través de la Sangre de Cristo”


(carta a los hebreos). “¿Cómo estamos equipados para hacer la voluntad de Dios?
Por el poder de la Preciosísima Sangre de Jesús”. Es por la Sangre que estamos
capacitados para todas las obras buenas y para cumplir la Voluntad del Padre. La
Preciosísima Sangre de Jesús fue derramada por nuestra salvación y para vencer al
Maligno, para equiparnos con el fin de hacer toda clase de bienes.

Santa Teresa de Jesús:


“Procurad hacer vos con gran perfección
la virtud contraria de la falta que veis en el otro”

1Misa Votiva: Misa ofrecida por un votum o intención especial. Esta Misa no corresponde al Oficio Divino del día en que se celebra. Ejemplos
de Misas Votivas: para ordenaciones, para los que serán bautizados, para aniversarios de ordenaciones, para los enfermos, por los matrimonios,
para los reyes, para los viajeros, para los difuntos, etc. (Enciclopedia Católica).
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Fr. Joseph Mary
M.F.V.A.

_Salmo 135_
“Alaben al Señor
porque es bueno”.

San Mateo 9,14-17:


“¿Es que pueden guardar luto los amigos del novio, mientras el novio
está con ellos?”.

Jesús habla de sí mismo


como el prometido, el Novio.

En el Antiguo Testamento, Dios habla de Su desposorio, de Su amor que tiene por Su


pueblo. Jesús habla de que el novio ha llegado, que los invitados no pueden guardar
luto porque el novio está con ellos. Ella, la novia, la prometida de Cristo, es la Iglesia.
Ahora estamos casados con Cristo, quien es el novio eterno. La boda del Cordero
con Su prometida.
El prometido nos muestra el tipo de amor que tiene Él por Su pueblo, Dios no nos ama
a larga distancia, no es un Dios distante, lejano y frío que no tiene nada que ver con
la humanidad. No. Él tiene un amor personal, amor fiel, cálido y tierno del amor del
prometido, del novio eterno.
Él quiere esa unión con nosotros para toda la eternidad. Cuando pensamos en el
amor podemos pensar en este tipo de amor al santo que hoy celebramos: Santa
María Goretti, de 11 años. “La castidad es custodio del amor auténtico”, dijo de ella
San Juan Pablo II: sin pureza de corazón, es imposible amar auténticamente y sin
egoísmo. Podemos invocarla para que, por su intercesión, logremos tener un amor
puro.
Santa María Goretti entendía del amor auténtico desde temprana edad. Su padre
murió y ella trabajaba en el campo para ayudar al sostenimiento de sus hermanos.
Entonces este hombre de 20 años, Alessandro Serenelli, buscó violarla; ella se resistió,
pidiéndole a Alessandro que resistiera a este impulso. Él la acuchilló 14 veces y en
medio de la agonía, perdonó a su asesino: “Lo perdono. Quiero que él esté conmigo
en el Cielo”. La historia no termina ahí, concluye con un amor hermoso, que, a través
del martirio, da vida a quien está en la oscuridad.

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Dios es capaz de cumplir siempre Su plan, a pesar de los defectos y pecados
humanos. Alessandro recibió una pena de condena de 30 años, durante el primer
año de su encarcelamiento tuvo un sueño, el primero en su vida, donde ve a una
joven campesina caminando por un campo de flores, se da cuenta que es María
(Marietta, como la llamaban de cariño), ella se acerca y le da 14 lirios y le dice:
“Alessandro, estarás conmigo en el Cielo un día”, y los lirios se convirtieron en llamas
de fuego. Entonces, él pidió perdón y fue a la casa de la madre de María a pedir
perdón, y la madre de María lo perdonó.
Alessandro vivió el resto de su vida en el convento de los franciscanos capuchinos,
yendo a Misa diariamente y viviendo una vida santa hasta el fin de sus días. Escribió
una carta antes de morir (88 años):
“Tengo casi 80 años, estoy a punto de partir. Mirando mi pasado, puedo mirar que
en mi juventud elegí un mal camino que me llevó a la ruina. Mi comportamiento fue
influenciado por malos ejemplos y por los medios de comunicación. Yo no me vi
preocupado por el mal que llenaba mi mente, quiero decirles a los jóvenes que no
permitan eso en sus vidas, que no se dejen influir por las malas ideas de los medios
de comunicación. Aquel crimen de pasión que yo cometí aún me duele y
avergüenza. Mi víctima fue mi luz, mi protectora, mi ángel de la guarda, y con su
ayuda me porté bien durante mis años de prisión; los hermanos franciscanos me
recibieron como su hermano, no como su siervo. Ahora estoy esperando la visión de
Dios. Espero que esta carta que escribo pueda enseñar a otros la lección de evitar
el mal, y seguir siempre el camino correcto, como los niños pequeños.”
La castidad es custodio del amor auténtico. Jesús es el prometido de lo que prometió
en el Antiguo Testamento. Que Santa María Goretti nos ayude a vivir este amor puro,
propio de Dios, en nuestras propias vidas.

Fr. Mark Mary


M.F.V.A.

_Salmo 66_
“Aclama al Señor
Tierra entera”.

“La mano del Señor se manifestará a Sus siervos”.

“Lejos de mí gloriarme si no es de la cruz de Nuestro Señor Jesucristo”.


“Estén alegres porque sus nombres están escritos en el Cielo”.

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Evangelio San Lucas 10:1-12, 17-20:
“La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Pidan al dueño
de la cosecha que mande obreros a recogerla”.

El envío de los 72 delante de Él,


para proclamar el Evangelio.

No lleven mucho. Necesitamos muchos sacerdotes para proclamar el Evangelio.


“Los envío como corderos en medio de lobos”: el mundo de la carne y el Diablo está
contra ustedes, pero para ser como corderos debemos depender de Él en todo.
Somos enviados dependiendo del Señor, en un mundo hostil.

Es bueno recordar que el camino del mundo no es el mismo del Evangelio. Vemos la
urgencia: “no se detengan a saludar a nadie por el camino”. San Francisco lo
recordó siempre, “den paz a esta casa, si allí hay gente de paz que descanse sobre
ellos la paz de ustedes”. El Evangelio es para todos, pero si la gente toma la decisión
de rechazarlo, “sacuden el polvo de sus pies y sigan al siguiente pueblo”.

Estamos buscando gente que esté dispuesta a recibir al Señor.


Que no anden de casa en casa buscando lo mejor, “el Reino de Dios está cerca”.
Jesús es la realización de este Reino, Él es el Reino en Persona. Lo que Él hace en su
sufrimiento, muerte y Resurrección, es establecer este Reino entre nosotros. Nos da
poder para someter a los espíritus malignos, “pero alégrense porque sus nombres
están escritos en el Cielo”. Cuando la gente se hace parte de este Reino, “ve a
Satanás caer del cielo como un rayo”, ve a Satanás vencido por Jesús.

Cristo nos libera del pecado, de la muerte, y nos da vida nueva.


Es el Reino que está al alcance de nosotros a través de la fe.
Está establecido en Su Misterio Pascual: “Cuando yo sea elevado, atraeré a todos
hacia Mí” (Jn 8). En la Cruz y en la Resurrección.
Verán y creerán Su Divinidad, porque la muerte no tiene poder sobre Él.
El Reino es establecido cuando Él es elevado, quedamos libres del pecado,
recibimos vida nueva mediante la Resurrección y somos sus siervos, Le pertenecemos
a Él y estamos unidos a Él en Su Cuerpo Místico.

Seguimos luchando con la naturaleza humana caída en un mundo caído.


Pero el Reino está cerca. Él vendrá nuevamente, será el juicio final, separación de
ovejas de las cabras, manifestación de Su victoria sobre el mal. Habrá salvación para
los justos, para aquellos que creyeron en Él. Seremos reunidos con nuestros cuerpos,
y glorificados. Aún estamos en este valle de lágrimas. Aún tenemos que tener un
triunfo pleno sobre el mal. En la segunda venida, se verá completada la historia de
salvación en el mundo, en toda la creación.

Lo que Jesús quiere hacer por nosotros, Pablo lo habla como el ser “una creación
nueva” (Gal 6). Escribió a conversos paganos al cristianismo, con el problema de que
había algunos de una comunidad muy devota fuera de Jerusalén.

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A éstos de la comunidad, les hacía falta aceptar que las prácticas judías y aceptar
el cristianismo al mismo tiempo, no es lo que espera Jesús: “No he venido a abolir la
Ley, sino a cumplirla”. Entender el Sacrificio de Cristo, lo que Él mismo hizo por
nosotros. Pedro mismo lo vio en la visión de los alimentos que quedaron todos
purificados.

Pablo establece su autoridad en 1 Corintios: él es uno de los Apóstoles, pero es un


poco diferente. Él va a Siria y a Jerusalén dos veces, a lo largo de 14 años. Pedro a
veces come con gentiles, y ve que es gente que sigue cumpliendo la ley judía.
Pablo lo confronta sobre esto, pero se trata de la práctica: de la ley moral, como los
Diez Mandamientos. Pablo los llevó a la fe plena en Jesús, sin ser duro, explicándoles
todo de manera gradual.

En la carta, Pablo opone las obras de la carne a las obras del espíritu.
No podemos olvidarnos de los Diez Mandamientos, nos desafía que no caminemos
el camino de la carne y aceptemos la nueva vida en el espíritu.

“Nunca me glorío de nada, si no es de la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo”: su


enfoque es totalmente en la Cruz de Jesucristo, pues a través de ella hemos sido
redimidos. Lo que cuenta es “la criatura nueva”.

Ingresamos al Reino de los Cielos, nos volvemos criatura nueva, no se trata de una
transformación externa, nos convertimos en criatura nueva desde dentro, el pecado
queda borrado. Entender el pecado original, la caída en el Edén, la desobediencia
a Dios, que le dimos la espalda a Su paternidad. La humanidad entera a través de
Adán y Eva cayó, perdimos la gracia santificante y la vida interior de Dios.

Jesús es el nuevo Adán, es “la cabeza de una nueva raza humana”, podemos
decirlo así. Hemos sido creados nuevamente, ahora compartimos la naturaleza
divina, participamos en ella.

El centro de ello significa “divinizar”: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones” (Rm 5,5), podemos amar con ese mismo amor de Dios, aunque sigamos
siendo criaturas finitas, podemos vivir según el espíritu, podemos amar como Dios
ama, no amar como los publicanos (Sermón de la Montaña) “porque me haces
sentir bien”, amar a quienes les caemos mal y a quienes nos odian.

Esto sólo es posible por el poder que recibimos del Espíritu Santo, para que seamos
testigos del Señor. Este amor nos es dado a través de los Sacramentos, nos hace
templos del Espíritu Santo, Pentecostés -descenso del Espíritu Santo- y los primeros
frutos, que Jesús nos da ese amor, que recibimos una victoria por encima de la
muerte, la vida eterna nos es ofrecida, la vida nueva nos es dada para vivir una vida
nueva. El Reino de los Cielos está abierto para nosotros a través de la fe, a través de
creer, a través de la práctica de nuestra religión.

A través del perdón, ayudamos a expandir el Reino de Dios en la Tierra.


Cuando uno recibe ese Amor, empieza a caminar en el espíritu y a darle la espalda
al pecado. La simple práctica de nuestra religión nos va llevando al Reino.
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No ser espiritual, no ser religioso es la ley del mundo.
Necesitamos guía. La cultura dice “yo voy a hacer mis propias decisiones”, pero por
nuestra naturaleza caída tomamos las decisiones incorrectas.
Buscar hacer lo correcto es acceder a la vida eterna.

Pero Jesús dice que hay que tener fe y seguir Sus enseñanzas, para tener vida
eterna. Podemos ser muy sencillos y lograrlo, no tenemos que ser eruditos ni místicos
para ello. Hay que practicar nuestra fe, que nos ofrece el Reino de la vida eterna.

Fr. Paschal Mary


M.F.V.A.

_Salmo 17_
“Con mi apelación, Señor,
vengo a Tu Presencia”.

“Yo soy el buen pastor -dice el Señor-,


conozco a mis ovejas y ellas me conocen a Mí”.

Evangelio San Mateo 9:32-38:


“La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos.
Pidan al dueño de la cosecha que mande obreros a su mies”.

Como cristianos,
estamos atraídos a la época
en que el Señor iba por pueblos y aldeas
predicando. ¡Qué maravillosa fue esa época!

Es difícil creer que las palabras del más hermoso de los hombres, Jesucristo, pudiesen
ser atribuidas a alguien que no fuera Dios. Sin embargo, cuando miramos la
Crucifixión, nos damos cuenta de que todos hemos recibido gracias para ser
salvados, PERO NO TODOS HEMOS RECIBIDO EL DON DE LA FE, y no es que Dios no lo
esté dando, es que NO LO ACEPTAMOS.

El don de la fe es ofrecido en cada encuentro con Dios vivo.


Dios nos ha amado tanto que nos ha creado, Su Amor precede todo bien que
podemos hacer y es el cimento más sólido, es el bien más grande, está cimentado
en Él, que quiere que existamos en Él.

El Señor se revela a Sí mismo, no como una fuerza impersonal, sino ingresando a


nuestra historia personal, para cuidar de nosotros, bendecirnos, salvarnos del
pecado y de la muerte y llevarnos al camino cuando nos alejamos.
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Como creaturas de nuestro Creador, recibimos otro nombre “uno que lucha con
Dios”, como Jacob, que recibió el nombre de Israel en Génesis (primera lectura).

La fe es una batalla espiritual, un desafío, incluso cuando estamos viendo tantos


cuidados de Dios y su enfrentamiento con nosotros, en el mundo, al mal. Porque no
luchamos solos, jamás luchamos solos. Él lucha con nosotros.
La oración es un combate, contra nosotros mismos y contra las astucias del tentador,
que hace todo lo posible por separar al hombre de la oración, de la unión con su
Dios.

Se ora como se vive porque se vive como se ora.


El que no quiere actuar habitualmente en el Espíritu de Cristo, tampoco podrá orar
en Él.

Al final el combate no es contra Dios, Dios nos da gracia constante, sino contra todo
lo que nos impide vivir en completa seguridad en Él: nuestra frágil compasión y
paciencia, la falta de la fe, las leyes del mundo y la falta de vigilancia; el espíritu está
dispuesto, pero la carne es débil, efectivamente.

Oramos como vivimos, porque vivimos como oramos: no se trata de vivir como
quiera porque estoy rezando, cuando estamos en pecado mortal no llegamos a ver
a Dios; sólo los puros de corazón por sus acciones, no sólo por la castidad, se llega a
ver a Dios.

Aquellos que dicen que buscan a Dios en otros lugares equivocados y no viven una
vida cristiana, Dios se les revela a veces, a aquellos que no viven en estado de
gracia, para convertirlos y que se alejen del camino que los lleva lejos de Él.

Nuestra vida de oración ha de mejorar a medida que nuestra vida mejora: no son
dos cosas separadas, van de la mano. Cuando le decimos SÍ a la gracia de Dios,
nuestra vida de oración mejora. Encontrar a Dios es una gracia, pero también es una
labor: la fe en Dios es una gracia y es ofrecida por Aquel que se revela a Sí mismo.
Jesús fue el Enviado a revelar la faz amorosa de Dios a nosotros, para darnos vida
nueva, Su propia vida que infunde en nosotros.

Dios es fiel a Sus hijos y Su amor siempre nos precede.


Jesús es el camino, la verdad y la vida; nos enseña cómo orar, y aún camina con
nosotros.

San Agustín:
“La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre”

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Diácono Gerald Zukauckas
M.F.V.A.

_Salmo 45_
“Líbrame de mi enemigo, Dios mío,
protégeme de mis agresores”.

“Aunque vivimos, nos vemos continuamente entregados a la muerte a


causa de Jesús. La leve tribulación de un momento nos produce un
pesado caudal de gloria eterna”.

San Mateo 16:24-27:


“El que quiera venir conmigo que se niegue a sí mismo,
cargue su cruz y me siga”.

“El que quiera salvar su vida la perderá,


pero el que pierda su vida por Mí la encontrará”.

Si no nos esforzamos, no vamos a lograr si no empujamos, si no corremos esa última


milla, como los atletas, que moldean sus cuerpos para lograr lo que quieren:
empujan, se esfuerzan y se dedican, como cualquiera de nosotros en la vida
profesional, para lograr experiencia y alcanzar metas en la vida con dolor y
dedicación de tiempo, fatiga y cansancio.

El régimen bien planeado, que ejercita y entrena al cuerpo o la mente, nos ayuda a
dirigirnos a la meta. Nos dirigimos de manera disciplinada a través del dolor para
cumplir nuestros objetivos. Sabemos incluso subconscientemente que podemos
apagar el dolor en cualquier momento: ponernos más cómodos, dejar de trabajar
tanto, dejar de esforzarse.

Si no hay dolor, no hay ganancia: estamos llamados a la perfección, a la santidad.


Entrar a un régimen espiritual que asegurará que alcanzaremos nuestra meta: el
Cielo. Jesús es nuestro entrenador perfecto. Hemos de cargar nuestra cruz y seguirlo.
Nuestra primera reacción es que todos estamos destinados para el Cielo, pero
tenemos que sufrir: puedo manejar el dolor hasta que empiece a dolor, puede sonar
extremadamente difícil cargar nuestra cruz y seguirlo.

A pesar de que muchos empezarán el camino de la perfección y de la santidad,


algunos regresarán a los aspectos más materiales del mundo por el peso de la cruz
y la exigencia del cristianismo; placer temporal; llegando al paganismo
contemporáneo.

julio-diciembre de 2019 Página 9


Para esos que regresarán al mundo, cargar la cruz se convierte en una tarea de
tontos, incomprensible para ellos: “escándalo para unos y necedad para otros”,
como dice San Pablo. Les falta conciencia y significado del contenido redentor de
la cruz. Otros le dan la espalda a la disciplina de nuestra fe católica, para seguirlo: el
evangelio falso que ofrece la promesa de que, sin dolor se puede obtener la
ganancia. Cargar la cruz puede ser difícil y enormemente incómodo, lo cual significa
que aceptamos en nuestros corazones que nuestra salvación y el camino al Cielo no
está hecho de buenas intenciones, sino de la aceptación amorosa de las
tribulaciones de la vida y del dolor, en paz y serenidad, uniendo nuestros sufrimientos
a los de Cristo.

San Juan Pablo II; magno; sufrió intensamente, pero con paciencia, con amor, no se
dio por vencido, nunca expresó amargura por su condición de salud, nos demostró
que la inevitabilidad del sufrimiento lleva a la purificación y corredención con Cristo.
Involucra paciencia, disciplina y negación propia. Tenemos que aceptar nuestras
cruces en la vida, levantar esas cargas y seguir a Jesús, que es nuestro Salvador y
Redentor. El camino de la perfección cristiana tiene un premio: la corona de la gloria.
Es para nosotros un asunto de decisión, Dios nos ha dado libre albedrío para buscar
la gloria eterna en el Cielo o arriesgar la condena eterna en el Infierno.

Fulton Sheen:
“Al final de nuestra vida terrenal encontraremos una de dos figuras: Jesucristo
o Satanás. Y una de ellas nos dirá: ERES MÍO”.
“Muy pocas personas creen en el diablo hoy en día, lo cual le conviene mucho
al diablo; Satanás tiene muy poca dificultad con aquellos que no creen en él,
ellos están de su lado”.

San Pablo nos recuerda en la segunda carta a los corintios, que estamos afligidos,
no aplastados; perplejos, no llevados a la desesperanza; perseguidos, pero no
abandonados. No nos descorazonamos, a pesar de que nuestra naturaleza externa
se puede deteriorar, nuestra naturaleza interna está siendo renovada cada día.

Santa Verónica Giuliani: mística capuchina, con muchos dones espirituales, ejemplo
de abnegación propia por amor a Jesucristo. En 1677 ingresó a las hermanas
Capuchinas. Mística, recipiente de los estigmas de Cristo en 1697, tuvo muchas
visiones detalladas en su diario que mantuvo en 44 años (22 mil páginas escritas a
mano). Nombrada abadesa del convento, permaneció en ese rol hasta su muerte
en 1727. Llamada una de las místicas más extraordinarias de su era. El Papa Gregorio
XVI la declaró santa.

Su diario demuestra su entrega total a la voluntad de Dios:


“Mi alma estuvo conectada a la puerta divina, nada podrá separarme a la
voluntad de Dios, ni la ansiedad, ni las criaturas o demonios, ni el dolor, ni la
oscuridad, ni siquiera la muerte, porque en la muerte también deseo que todo
sea para la voluntad de Dios”.

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Benedicto XVI sobre Santa Verónica: “Santa Verónica nos invita a crecer nuestra vida
cristiana, a que nuestra unión con el Señor sea para los demás, en completa
confianza y en unión con la Iglesia, novia de Cristo. Nos invita a fijar la mirada en el
Paraíso, la meta de nuestro peregrinaje terrenal”.

Santa Verónica nos invita a alimentarnos diariamente con la Palabra de Dios, a


calentar nuestros corazones y a ofrecer dirección a nuestra vida.

Fr. John Paul Mary


M.F.V.A.

_Salmo 105_
“Recuerden las maravillas
que hizo el Señor”.

“Está cerca el Reino de Dios;


conviértanse y crean en el Evangelio”.

San Mateo 10,7-15:


“Vayan y proclamen
que ha llegado el Reino de los Cielos”.

Memorial de San Benito,


padre del monasticismo occidental.

Cualquier forma de vida religiosa después de San Benito, tiene sus raíces en su Regla.
Incluso muchos laicos leen la Regla de San Benito y adoptan su vida sencilla: de
humildad, negación propia y oración contemplativa.

El Reino del Cielo está cerca: es un mandato del Evangelio, que es inminente, está
en medio de nosotros. No es que el Reino va a venir, es que el Reino está cerca, está
entre nosotros. El Reino de Dios es la persona de Jesucristo, es el Reino personificado.
El Reino de Dios, literalmente, ha descendido del seno del Padre y ha caminado
sobre la faz de la Tierra en la persona de Su Hijo Encarnado Jesucristo.

Toda autoridad le fue dada por el Padre: resucitar a los muertos, curar enfermos,
expulsar demonios, y Jesús a su vez les da este poder a sus discípulos.

Sin costo han recibido, sin costo deben dar.

julio-diciembre de 2019 Página 11


El Padre Eterno entrega a Su Único Hijo, es la primera entrega, el primer don. Envía a
Su Hijo a ser Salvador, el Mesías de la humanidad, para traer renovación. ¿De qué?
De la enfermedad, del pecado, del sufrimiento, de la muerte. Al final la caída de
nuestros primeros padres costó caos, desorden, pecado; nosotros somos herederos
del pecado de nuestros primeros padres; si somos honestos, somos capaces de ver
el caos en vez del orden, incluso dentro de nuestros propios corazones.

Y eso es lo que Jesucristo vino a traer: una restauración, un Reino Suyo sobre la faz
de la Tierra, dentro de cada uno de nuestros corazones. Y tanto el llamado como los
poderes dados a los que responden, fueron un don libremente dado.
Dios, que viene a nosotros. Él nos libera, Él posa Su mirada sobre nosotros y nos llama
a cada uno por nuestro propio nombre.

Cuando Jesús viene al pueblo y Lázaro ya llevaba 4 días muerto, estaba en el


sepulcro, había seguridad de que estaba muerto. Cuando Jesús viene al pueblo,
Marta y María, las hermanas de Lázaro, le ruegan al Señor: “Si hubieras estado aquí,
nuestro hermano no habría muerto” (Marta). Ella reconoce que Él es el Mesías, que
tiene poder para traer restauración e incluso sanar a su hermano Lázaro.

Sebastiano del Biombo, “La resurrección de Lázaro”: esta pintura es del estilo de
Miguel Ángel, después de que él pinta la Capilla Sixtina. Recuerden el dedo de Dios
Padre dando la vida a nuestro primer padre Adán, el padre de la primera creación.
En esta pintura de Sebastiano, después que Jesús llama a Lázaro y lo resucita de
entre los muertos, Lázaro aún está sujeto a las vendas, simbolizando las vendas
también del pecado, del sufrimiento; en esta pintura, Jesucristo es el padre de la
creación nueva, el segundo y último Adán, como dice San Pablo.

Si miran la mano de Jesucristo, es la misma mano que Miguel Ángel utiliza en la


creación de Adán, es la mano de Dios Padre que se estira y da vida a Adán, la misma
mano que finalmente Dios Hijo estira y da restauración a la creación resucitando a
Lázaro, restaurando a la humanidad. Es la misma mano que al final, nos toca a cada
uno de nosotros: la humanidad sagrada de Jesucristo.

Cada vez que recibimos los Sacramentos, más que nada la Sagrada Eucaristía, todos
tenemos un encuentro directo con esta mano, con la humanidad sagrada de
Jesucristo en Sus Sacramentos. Él es el padre de la creación nueva, el padre que trae
restauración a la humanidad. Y la mano de Dios Padre tocando a Adán, es
importante, porque da vida a nuestro primer padre, quien cae al elegir pecar, pero
Jesucristo por Su obediencia y sufrimiento al punto de la muerte, nos trae sanación y
restauración a nuestro estado caído.

Este es el mandato dado a los Apóstoles de parte del Señor: la autoridad de sanar,
limpiar, expulsar el mal, resucitar, por su propia autoridad divina. Esta autoridad
nuevamente es dada gratis, sin costo alguno. En nuestras propias vidas, lo que hemos
recibido como don, como regalo libremente, hemos de darlo libremente. Esto va en
contra de la cultura de nuestra humanidad caída: incluso nuestros propios talentos
y dones, nos aferramos a ellos como si fueran nuestros.

julio-diciembre de 2019 Página 12


No hemos ganado nada en realidad, todo lo que hemos recibido nos ha sido dado
por la gracia de Dios, pero nos ha sido dado libremente para poder darlo libremente.
Esto va en contra de la forma en que entendemos los talentos que hemos recibido.
San Benito es modelo para nosotros: en su propia época reconocía lo que el pecado
puede hacer a nuestros propios corazones, el desorden que puede causar. Él se alejó
completamente del mundo, vivió una vida de ermitaño en una cueva.

No todos son llamados a vivir en una cueva como ermitaños, pero podemos tener
ese tipo de desapego: la vida de un ermitaño, de humildad, de recogimiento en
Dios, de reconocer al Creador, que Dios nos ha creado por amor y para dar, no para
aferrarnos a nosotros mismos, para darnos; no para aferrarnos a los talentos y dones
que naturalmente y sobrenaturalmente hemos recibido.

Lo que recibimos gratuitamente, debemos darlo gratuitamente. San Benito,


intercede por nosotros para que nos desapeguemos de nosotros mismos, para que
entremos al diálogo con el Señor reconociendo que Él es quien nos da todo y que a
cambio debemos darle alabanza a Él, únicamente a Él.

San Benito Abad


(*480/+547)
Patrono de Europa y de Occidente
+ Nació en Nursia, Italia
+ Realizó estudios de filosofía y letras en Roma
+ Queriendo agradar a Nuestro Señor con su comportamiento, dejó el ambiente
mundano de la ciudad y se fue a un lugar totalmente deshabitado: Subiaco, donde
vivió en un diálogo constante con Dios, madurando humana y espiritualmente
+ Un día, otros hombres se fueron a estos sitios deshabitados a rezar y a hacer penitencia,
y al darse cuenta de la santidad de San Benito, le pidieron que los guiara
espiritualmente: con todos ellos fundó 12 pequeños conventos religiosos en el valle del
río Aniene, cerca de Subiaco
+ Cada monasterio de los que fundó tenía su abad, pero San Benito los dirigía todos

Papa Benedicto XVI:


“La espiritualidad de San Benito no era una interioridad alejada de la realidad; en la
inquietud y en el caos de su época, vivía bajo la mirada de Dios y precisamente así
nunca perdió de vista los deberes de la vida cotidiana ni al hombre con sus
necesidades concretas”.

+ Este modo de vida, del que habla Benedicto XVI, fue el que consignó San Benito en
“La Santa Regla” para sus monjes, documento famoso porque en él se han basado los
Reglamentos de todas las demás comunidades religiosas en la Iglesia Católica
+ Murió en Montecasino, Italia

Orden de La Cartuja:
“El ruido no hace bien, el bien no hace ruido. Sirvamos en silencio”

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Fr. Wade Menezes
CPM

_Salmo 69_
“Humildes,
busquen al Señor
y vivirá su corazón”.

“El Señor salvará a Sión,


reconstruirá las ciudades de Judá,
la estirpe de sus siervos la heredarán,
los que aman al Señor vivirán en ella”.

San Lucas 10,25-37:


“¿Quién es mi prójimo?”.

El buen samaritano es Nuestro Señor,


el hombre golpeado es toda la raza humana;
y los que lo asaltaron son los demonios,
que lo dejaron herido y casi muerto.

El buen samaritano le da la bienvenida a todo el mundo en la Iglesia y a los


sacerdotes, pagando todos sus pecados en el Calvario. Nuestro primer padre, Adán,
el golpeado; Jesús, el buen samaritano, cuidándolo; los Sacramentos, dando al
hombre golpeado la capacidad de surgir; los agresores son los demonios.

San Agustín nos da esta analogía: “Él nos dio en los Sacramentos la virtud para
conferir la gracia santificante, que es ameritada para nosotros a través de Su Pasión
y Muerte”. El aceite es la consolación dulce de la esperanza, que obtiene para
nosotros la reconciliación, la capacidad de regresar a Dios. El vino es la vida
fermentada en el Espíritu Santo, ebrio en el Espíritu Santo.

San Agustín nos da esta hermosa analogía. El sacerdote recopila todas las
intenciones que se traen a la Misa y quien preside, abre la oración de recolección.
El rezo colectivo del comienzo de la Misa: “Por favor, muéstranos la luz, Señor, a todos
aquellos que se han desviado de Tu camino; que ellos puedan regresar”.

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Sacramentos de la Reconciliación y la Sagrada Eucaristía, los dos únicos
sacramentos que se pueden recibir repetidamente una y otra vez, y
frecuentemente. Los otros 5, uno no los puede recibir frecuentemente; 3 de ellos sólo
se reciben una vez en la vida. Esta economía sacramental nos lleva de vuelta al
camino. Analogía hermosa de los sacramentos de la Iglesia, con la parábola del
buen samaritano, comparándolo con Jesús.

Los Sacramentos vienen de la vista de cura de Dios.


Se requieren por lo menos dos para que un sacramento se pueda celebrar.

San Buenaventura: “La Sangre y el Agua del Sagrado Corazón de Jesús son el
precio de nuestra Salvación”, hablando del Viernes Santo.

San Ambrosio, obispo: “Cristo nos da al Padre por razón de Su naturaleza


divina, nosotros estamos en Cristo por razón de Su naturaleza humana, y Cristo
está en nosotros por la acción de los Sacramentos”.

Un Sacramento es una reunión literal con Nuestro Señor Jesucristo, no es metafórico,


es literalmente real. Con la Eucaristía, es una reunión literal con Nuestro Señor
Jesucristo por excelencia. Cada Sacramento ES Jesucristo: su Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad otorgada a nosotros. La Sagrada Eucaristía nos da el Autor real de la
Eucaristía.

“Que todos los que renuevan con Tus Sacramentos Te puedan servir con sus vidas y
Te complazcan”. Oración que cierra la liturgia y es muy importante para extender el
Reino de Dios en la Tierra.

Si yo abrazo la vida sacramental y amo los Sacramentos, dice todo de mi creencia


y dice que estoy lista para mi juicio particular.

Para muchos cristianos su compromiso cristiano es de un solo día a la semana.


Su fe puede tocar el corazón, pero no llega a la vida diaria.

Jesús lo dice claramente: “YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA”:


Su vida debe ser el patrón para nuestra vida, Su actitud la nuestra, Sus juicios los
nuestros y Su preocupación por los otros debe ser la nuestra.
Si la Sagrada Eucaristía no transforma tu vida y no se refleja en ti, algo está muy, pero
muy mal. La Confesión y la Comunión no son unas muletas.

Si reflejáramos todos los días a Jesús en nuestra vida, el mundo sería mucho más
pacífico. Los Sacramentos no son dulces que se entregan a buena voluntad, son
serios. Los Sacramentos nos dan el poder y la capacidad de cambiarnos a nosotros
mismos.

Toda la naturaleza humana de manera vigorosa resiste la gracia. El cambio puede


ser doloroso, y por eso es que la gente se avergüenza de los Sacramentos porque
ellos saben en su conciencia que los Sacramentos los llevan a cambiar.

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Los cambios pueden ser muy dolorosos, pero cada Sacramento es una reunión
literalmente con Nuestro Señor Jesucristo. Con los Sacramentos, recibimos la vida
divina y ese es el poder energético de donde surgen todos los actos de amor que
surgen de las personas. Quien quiera salvaguardar esta vida divina dentro de sí
mismo, debe alimentarse con los Sacramentos de amor: la Reconciliación y la
Comunión.

San Agustín: “Que La Resurrección de Cristo nos traiga grandeza a nuestro


espíritu y Sus Sacramentos sean el espejo donde nos podamos conocer de
manera completa”.

Santo Tomás de Aquino: “Conocerse primero antes de comenzar a remover de


su vida lo que no es de Dios”. Aceptar y reconocer las virtudes para trabajar
en ellas y mejorar. Conocer los dos extremos de uno mismo es conocerse a sí
mismo.

Catecismo de los Sacramentos:


+ 7 sacramentos, 3 categorías: 3 de iniciación, que son Bautismo, Eucaristía y
Confirmación.
+ 2 de servicio: la unión, es decir el matrimonio y la ordenación sagrada o
sacerdotal. Matrimonio por la propagación de la raza y el sacerdocio por la
propagación de la fe a través de los sacramentos.
+ 2 de curación: la confesión y un examen después de la Misa para ver cómo
Jesús actúa en mí en la vida diaria, si yo se lo permito.

Todos los Sacramentos muestran hermosamente la preparación para todo el ciclo


de la vida humana, desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte. Los 7
Sacramentos se conectan todos en la vida de la persona, hasta su muerte. Santo
Tomás de Aquino: “El propósito de los Sacramentos es ayudarnos en nuestro camino
final: la visión beatífica, el Cielo”.

Si Dios quiere utilizar cosas físicas para confirmar Sus Sacramentos, tiene todo el
derecho para hacerlo. Cristo nos comunica a todos los cristianos: esta comunicación
es efectiva por los Sacramentos de la Iglesia, siendo Él la cabeza de la Iglesia.

San Ambrosio, confesor de San Agustín:


“Disfruten la fragancia de la vida eterna
que respira en ustedes a través de los Sacramentos”.

Cuando usted toma la Sagrada Hostia, está diciéndole a Jesucristo -con el más firme
compromiso que usted haya hecho en toda su vida-: “Bienvenido, Señor, yo soy toda
tuya, transfórmame en Ti”.

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Santa Faustina Kowalska:
“Dios no se da a un alma parlanchina. El alma hablantina está vacía en su interior,
no hay en ella ni virtudes fundamentales ni intimidad con Dios”.

Fr. Wade Menezes


CPM

_Salmo 124_
“Nuestro auxilio
es el Nombre del Señor”.

“Los egipcios esclavizaron a los hijos de Israel con crueldad y les


amargaron su vida con el duro trabajo del barro y de los ladrillos y con
toda clase de faenas del campo; los esclavizaron con trabajos crueles”.

San Mateo 10,34 – 11,1:


“No he venido a sembrar paz, sino espada. No he venido a abolir la Ley,
sino a darle plenitud”.

Dios Todopoderoso,
Te pedimos que nos concedas
admirar siempre su admirable doctrina
e imitar siempre su humildad y caridad (del Obispo San Buenaventura).

San Buenaventura, cardenal, arzobispo y doctor de la Iglesia. Ingresó a los Frailes


Franciscanos Menores. Después de sus votos finales, San Buenaventura pronto fue
elegido como ministro general y solidificó su comunidad. Vivió la humildad, la
pobreza y devoción a Cristo como maestro erudito y cardenal arzobispo. Era
conocido por su constante búsqueda de la sabiduría y de la santidad, tanto
sabiduría espiritual como secular; no veía problema con tener las dos juntas: la fe y
la razón.

Conocido también por su gran humildad: el día que los visitantes papales llegaron a
la Casa Franciscana en Florencia a entregarle su gorro rojo de Cardenal, después
de que el Papa lo nombrara Cardenal, estaba lavando los platos y pidió que lo
dejaran terminar de lavarlos antes de atenderlos, lo cual no gustó mucho a los
visitantes del Papa: “Me encargaron de lavar los platos esta semana, voy a cumplir
esta responsabilidad”.

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Conocido especialmente como el Doctor Seráfico, pues enseñaba que la meta de
todas las artes y ciencias es la contemplación directa de Dios, así como la búsqueda
de la sabiduría secular y espiritual. La sabiduría y la humildad marcaron su vida. La
sabiduría es el don más grande del Espíritu Santo, hace al alma responsable ante
Dios en la contemplación de las cosas divinas. La sabiduría afirma las verdades y
enseñanzas mismas.

Parte de la sabiduría es el amor que inspira la reflexión contemplativa sobre los


divinos Misterios y dirige la mente humana a juzgar todas las cosas desde los
principios de Dios. “Bienaventurados aquellos que encuentran sabiduría, da mejor
renta que el oro, es más preciosa que los rubíes” [Salmo 3]. El don de la sabiduría es
nuestra facultad de valorar las cosas espirituales por encima de las cosas mundanas.
Este don del Espíritu Santo nos ayuda a ver el mundo a través de la perspectiva de
Dios, inculca el deseo de contemplar todas las cosas de Dios Todopoderoso, nos
ayuda a penetrar el porqué de los misterios Divinos y luego vivirlos. Nos ayuda a
ordenar nuestras vidas, qué es más importante que esto o aquello, para tener un
orden correcto de las cosas en la vida y cumplirlas fielmente.

La humildad: San Buenaventura eligió acabar de lavar los platos antes de recibir la
noticia de su nombramiento como Cardenal. Virtud moral que previene a la persona
de estirarse demasiado. Previene el deseo descontrolado de la grandeza personal.
La humildad religiosa reconoce la dependencia total de uno con respecto a Dios, la
humildad moral reconoce la igualdad de uno con los demás. Se opone al odio de
uno mismo, que evitaría reconocer los dones de Dios en uno mismo y utilizarlos según
la voluntad de Dios.

Santo Tomás definió la humildad como “ver el lugar de uno y ocuparlo, no ser
soberbios”. Tampoco derivar en el odio propio. El punto medio, la virtud del centro
de los dos extremos entre soberbia y odio propio, es la humildad. Proviene de la
palabra humitas = rebaja; y proviene de humus = tierra. El humus es tierra fértil, por
eso la humildad nos ayuda a ser la mejor versión de nosotros que Dios quiere que
seamos. Que la virtud de la humildad sea ese humus. San Buenaventura llegó a
conocer, vivir y practicar los sacramentos de la Iglesia desde sus dos virtudes
centrales: la caridad y la humildad.

“El Hijo del hombre no vino a ser servido


sino a servir y a dar su vida en rescate de muchos”.

San Buenaventura
(*1221/+1274)
Obispo y doctor de la Iglesia
+ Una de las grandes figuras cristianas que contribuyeron a la composición de la armonía
entre fe y cultura
+ Nació en 1221, en la Toscana (Italia)
+ Su nombre era Juan, pero cuando era pequeño, contrajo una grave enfermedad, por lo
que su madre lo llevó con San Francisco de Asís, quien tomó al niño en sus brazos, lo acercó
a su corazón y le dijo: “Buena ventura” [Buena suerte], y desde ese momento el niño quedó
curado
+ Desde muy joven se preguntaba a sí mismo qué debía hacer con su vida, y la respuesta la
encontró en el testimonio de los Frailes Menores

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+ Pidió ser acogido en el Convento Franciscano de su ciudad, Bagnoregio [la Toscana]
+ Cuando fue admitido al noviciado, tomó el nombre de Buenaventura

Buenaventura le explicó así a otro fraile por qué decidió seguir al Señor:
“Confieso ante Dios que la razón que me llevó a amar más la vida de San Francisco,
es que ésta se parece a los comienzos y al crecimiento de la Iglesia; la Iglesia comenzó
con simples pescadores, y después se enriqueció de doctores muy ilustres y sabios; la
religión de San Francisco no fue establecida por la prudencia de los hombres, sino por
Cristo”.

+ Le encantaba meditar la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo


+ Su amor a la Santísima Virgen María era intenso y por todas partes recomendaba el rezo
del Ángelus
+ Murió en 1274 en Lyon, Francia
+ Fue canonizado en 1482 y declarado Doctor de la Iglesia en 1588

Fr. Chris Alair/ M.I.C.


Padres Marianos de la Inmaculada Concepción
Santuario de La Divina Misericordia

_Salmo 105_
“El Señor se acuerda
de Su alianza eternamente”.

“SOY EL QUE SOY”.

San Mateo 11,28-30:


“Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los
aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso
y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas. Porque
mi yugo es llevadero y mi carga ligera.”

Escuchamos hablar al Señor de “un yugo”.

“Mi yugo es ligero”. En griego, crestos = queda bien. En los palestinos, los yugos eran
hechos a la medida de los bueyes, para que les quede bien, basados en las
dimensiones del buey. Hay una leyenda, que Jesús hacía yugos, éste era su trabajo.
Esa tradición refiere a que el yugo queda bien a uno. En cierta forma este yugo que
queda bien, puede aplicar a nosotros.

julio-diciembre de 2019 Página 19


Lo que nos quiere comunicar es: “la vida que les doy no es una carga que les va a
lastimar, no, esta labor está hecha para que les quede bien, para que encaje a
vuestras necesidades y particularidades”. Ese amor de Cristo, que tanto admiro, me
hace admirar nuevamente el deseo de que Jesús nos da algo para cargar con
amor, y el amor hace toda carga ligera. Cuando se entrena un buey nuevo para
arar en la antigua Palestina, le ponían un yugo al más rebelde junto a un buey mayor
y con más experiencia, que es más fuerte, lleva la carga, guía al más joven y sabe
cómo hacer las cosas.

Este es el punto, el buey viejo le enseña al joven a compartir el mismo yugo. Es lo que
debemos hacer cuando compartimos el yugo con Cristo, si el yugo de uno es duro
y muy pesado la carga es pesada, entonces no es el yugo de Él ni la carga de Él,
sino de uno mismo. Básicamente uno no deja que Jesús lo cargue junto con uno: “Mi
yugo es llevadero y mi carga ligera”. Es fácil cuando se lo entregamos a Jesús.

Cuando hay mucho que cargar, es mucho para nuestra naturaleza humana y débil,
no es fácil. El Señor, entonces, nos dice que la gracia de Dios lo hace llevadero y
ligero. Porque Nuestro Señor mismo nos ayuda a cargarlo. En “El Pequeño Camino”,
nos enseñan a permitirnos ser elevados. ¿Quiénes son más altos, Ángeles u hombres?
Los Ángeles, tienen intelecto superior y superiores en naturaleza. Pero Dios elevó al
hombre mediante la gracia.

Así que el hombre ha sido elevado en los brazos de Dios mediante la gracia.
Permítanse ser elevados. El yugo de Jesús no es llevadero porque Él quiere hacerlo
fácil, sino porque Él lo lleva por nosotros y lo carga por nosotros. La Divina Misericordia
del Señor y el suicidio: aplica muy poderosamente con este pasaje bíblico. Hay
esperanza para la salvación de aquellos que se han quitado la vida. No disminuimos
la naturaleza del pecado del suicidio, pero en su naturaleza subjetiva no podemos
decir que esas almas no pueden ser salvadas.

Cuando mi abuela se suicidó, pensé que automáticamente había sido condenada


al Infierno. Pero nuestro Catecismo, habla de “circunstancias mitigantes, como
graves perturbaciones o ansiedades psicológicas, que pueden afectar el libre
albedrío”. No hace que el suicidio sea aceptable, de ninguna forma, pero hay
esperanza en la misericordia de Dios. Catecismo #2283: “No debemos perder la
esperanza acerca de aquellos que se han quitado la vida, sino encomendarlos a la
misericordia de Dios”.

Hay esperanza también para ustedes que permanecen. El familiar del suicida puede
lidiar con esta tragedia, o cuando uno ha perdido a alguien de manera violenta. No
puedo imaginar situación más difícil que sobrevivir a tal tragedia, cuando nos piden
que carguemos este yugo. ¿Cómo es, entonces, que tal carga será llevadera? La
palabra llevadero no significa que no hay problema, significa que la carga hay que
entregarla al Señor, colocarla en Sus manos.

julio-diciembre de 2019 Página 20


Para atravesar cualquier sufrimiento:

1. Admitir que somos impotentes, que no tenemos el poder de superar las


dificultades, que no tenemos la facultad de estar solos, que necesitamos
ayuda médica y asistencia psicológica, y principalmente la ayuda espiritual.
El Señor nos la envía a través de Su Madre y de la Sagrada Eucaristía.

2. Compartir el yugo con Jesús, Él llevará esa carga. Llevadero no quiere decir
que no hay problemas y que no hay dolor. Llegue a confiar en Jesucristo
plenamente, que su vida se vuelva más manejable, permítale compartir la
carga. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero se puede si se entrega.

3. Encomiéndese usted mismo a La Divina Misericordia: “Toda la gracia a la vasija


de la confianza”, dijo Jesús a Santa Faustina, según el diario de la santa. Si
queremos gracia hay que confiar; nadie dijo que sería fácil, pero es verdad.

Jesús carga el yugo, y nosotros lo seguimos.

Fr. Chris Alair / M.I.C.


Padres Marianos de la Inmaculada Concepción
Santuario de La Divina Misericordia

_Salmo 116_
“Alzaré la copa de la salvación,
invocando el Nombre del Señor”.

“Matarán al cordero al atardecer;


cuando yo vea la sangre,
pasaré de largo ante ustedes”.

San Mateo 12,1-8:


“Si comprendieran lo que significa
misericordia quiero y no sacrificio,
no condenarían a los inocentes”.

La alabanza a Dios
tiene precedencia sobre toda norma
o ley del hombre.

julio-diciembre de 2019 Página 21


¿Cómo podemos rendir esa alabanza a Dios?
Cuidando a las personas, al prójimo, es una forma excelente de alabar a Dios.
Ninguna ley está por encima de la necesidad humana, es lo que dice Jesús
aquí.
Como Él dice, tenemos necesidad de misericordia, no de sacrificio.
La misericordia aplica al hombre, el sacrificio a la ley.
El centro es el hombre, no la ley, aunque debemos tener normas, mas no
depender de ellas e ignorar las necesidades de otros por seguirlas.

El temor es utilizado por Satanás para alejarnos de la misericordia. En nuestra cultura


hoy tenemos mucho miedo. Hay muchas cosas que son reglas y regulaciones, y no
consideramos a la persona por encima de éstas.

Cuando las reglas se vuelven más importantes que la muerte, hay problemas. No se
trata de eliminar las reglas, pero hay ciertas circunstancias en que la gente debe ser
más importante que las reglas. Los fariseos estaban más enfocados en lo que no
puede hacerse que en lo que sí puede hacerse.

99% escucho pecados de comisión, lo que no debo hacer, y el resto de omisión, lo


que debería haber hecho. Se trata de las cosas que debemos hacer, Jesús
menciona el sábado, lo que debemos hacer ese día [El Día del Señor para los judíos]
es alabar a Dios, pero primero están las necesidades humanas. Hemos perdido
reverencia por El Día del Señor, lo que no se puede. El enfoque del domingo debe
ser la alabanza. La forma #1 es obviamente la Misa, pero la participación reducida
en los últimos años en la Misa no ocurriría si supiéramos conscientemente qué sucede
en la Santa Misa realmente.

Dios hace que vengamos a Misa los domingos, para que sepamos la maravilla del
milagro que hace para nosotros. Es la medicina que necesita nuestra alma. Cuando
vemos una Misa reverente, ¡qué regalo nos ha dado Dios! Si la gente supiera qué
sucede en la Misa…

Hay 3 grandes actos de la Misericordia de Dios:


1. La Creación: todo proviene de Dios, todo ha de regresar a Dios.
2. La Segunda Persona de La Trinidad, Dios Hijo, viene para la Redención.
3. El Espíritu Santo, La Tercera Persona de La Trinidad, a través de Su poder y el
sacrificio de este altar, seremos devueltos a Dios para toda la eternidad.

Este acto tercero y final es llamado “santificación”.


¿Cuándo somos santificados?
En el bautismo, sí.
En el momento de ingresar al Cielo, sí.
Y en cada minuto de cada día en la Santa Misa.

Jesús murió en la Cruz para salvarnos, porque nos ama, para abrir las puertas del
Cielo: pero Dios pudo haber hecho todo esto desde el Cielo. Jesús murió en la Cruz,
nos dice San Pablo, “la penalidad por el pecado es la muerte”:

julio-diciembre de 2019 Página 22


+ Cuando usted y yo pecamos merecemos morir, pero tenemos un Dios que nos
ama tanto y tiene tanta misericordia que tomó nuestro lugar; yo merezco morir,
pero Dios es tan amoroso y misericordioso que separa nuestra religión de todas
las demás, nadie es capaz de bajar del Cielo y sufrir por nosotros como lo hizo
Jesús.

Cuando ustedes vienen a Misa, de hecho ustedes están en el Calvario. El Papa


Benedicto XVI nos dice, en espíritu de la Liturgia, que el Cielo se abre y la Tierra se
une con el Cielo en el momento de la Misa, sube y baja al mismo tiempo.

Para Dios no existe sino el presente, todo sucede para Dios en el presente, Dios ve
todo instantáneamente. Ahora mismo todos nosotros estamos en el Calvario, junto a
Jesús, participando de Su sacrificio. Ustedes están presentes y es tiempo de
recompensa eterna cuando Cristo paga nuestra deuda por los pecados y la vida
eterna. El sacrificio de Cristo es devuelto a Dios Padre en la Santa Misa.

La Misa es Dios ofreciendo Dios a Dios, Dios Espíritu Santo está ofreciendo a Dios Hijo
en Su Sacrificio a Dios Padre, para traernos de vuelta al hogar del que venimos y al
que debemos estar unidos eternamente. Todos hemos sido creados y toda creación
se antepone en la Santa Misa. Por el Espíritu Santo somos santificados y devueltos a
Dios Padre, ¡y ocurre aquí, en la Misa!

La Misa es la forma perfecta de oración.

“No se puede rezar en casa igual que en la Iglesia, donde hay una gran
multitud, donde las exclamaciones son elevadas a Dios como si fuera un solo
corazón, y donde se presenta la unión de mentes, el acorde de las almas, el
lazo de caridad y las oraciones de sacerdotes”: San Juan Crisóstomo.

La Misa es una boda, es la fiesta de bodas del Cordero con Su Iglesia. De hecho
están en una boda de verdad. Nuestro traje de bodas tiene que ser libre de mancha
antes de subir por la nave principal, como la novia. Por eso nos confesamos, para
venir como la prometida: pura. Y en el altar nos espera nuestro Prometido. Cuando
Prometido y prometida se unen en el altar, es la unión perfecta; hay consumación:
el Prometido entra en la prometida. Eso es lo que sucede en la Misa, ¡es hermoso!
Nuestros Ángeles de la Guarda se congregan en el altar con vasijas y ahí ponemos
nuestros sueños, alegrías, esperanzas, tristezas. No permitan que nuestro Ángel de la
Guarda se entristezca porque no ponemos nada en su vasija o porque estamos
distraídos. El Cielo entero está presente en cada Santa Misa, el acto más sagrado del
mundo. De nuestros ofrecimientos en la patena, Dios Padre saca gracias para el
mundo y santificación de las almas. Por eso, es un acto sagrado.

San Juan Pablo II:


“La oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia:
venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios”

julio-diciembre de 2019 Página 23


Fr. Barry Braum
M.S.E.

_Salmo 15_
“Señor, ¿quién puede hospedarse
en Tu tienda?”.

“Si he alcanzado Tu favor,


no pases de largo frente a Tu siervo”.

Colosenses 1:24-28
“Completo en mi carne los dolores de Cristo…
Cristo es para ustedes la esperanza de la gloria”.

San Lucas 10:38-42:


“María ha escogido la mejor parte y no se la quitarán”.

La mejor parte.

Betania, donde Jesús descansaba. Siempre volvía en las noches a Betania y se


quedaba con Marta, María y Lázaro. Sabemos que Cristo los amaba, lo leemos
cuando resucitó a Lázaro, y sabemos que ellas también lo amaban y lo seguían.
María fue la primera en ver el sepulcro vacío.

Cristo muestra ciertos errores que pueden filtrarse incluso con aquellos que lo aman,
particularmente cuando Le servimos. Marta recibe a Cristo en su casa y luego se
ocupa con servirlo, algo bueno. Cristo no la detiene de servirlo, es importante esto.
El único momento en que interrumpe es cuando ella intenta detener a su hermana,
en cierto sentido la reprocha por amor. María estaba sentada a los pies del Señor,
Marta estaba ocupada, en otra traducción dice “distraída”. Marta sirve al Señor, eso
está bien, pero no lo hace con la disposición correcta.

Quien está con Cristo, no permite que su mente se distraiga con otras cosas. Cristo
es el punto focal de su mente. Cristo nunca le pide que Lo sirva, pero ella lo hace
por cuenta propia, por amor a Dios, y Él lo recibe como un acto de amor, pero Él no
ha pedido que Le sirvan.

julio-diciembre de 2019 Página 24


Meditar la Palabra del Señor con toda la dignidad: María nos enseña toda la
reverencia que debemos tener a la Palabra de Dios, para luego hacer lo que nos es
requerido por Dios.

Tener una vida con Cristo que ocupe nuestra mente, Él siempre es el centro de
nuestro corazón, cuando dejamos de hacerlo entramos en la ansiedad. Cuando
hacemos cosas por la gloria de Dios, como lo decía San Agustín, Dios en Su esencia
es gloria, por nuestra parte Le damos gloria con una adoración con amor y
comprensión. Por eso es necesario obtener primero el entendimiento, Cristo nos llena
con Su sabiduría y cuando estamos llenos de sabiduría nuestras acciones e
intenciones están orientadas correctamente a Él.

Marta perdió esa intención, termina interrumpiendo algo muy hermoso y que María
había reconocido. Cristo llega y María se sienta a sus pies: como un valle ante la
fuente de un río y recibe toda el agua. San Agustín dice que María tuvo un gran acto
de humildad, poniéndose a los pies de Jesús para escuchar Su palabra.

En el Santísimo Sacramento, estamos a los pies de Cristo.


Todo lo que María tuvo, lo tenemos aquí con nosotros.
Acudir ante la Presencia de Dios, meditar acerca de Su Palabra.
Nadie se los quitará para toda la eternidad, la contemplación de Dios con amor es
la actividad celestial.
María eligió el Cielo sobre la tierra.
Las actividades de Marta tendrán fin, las de María no.

Adoración y meditación sobre Dios mismo, lo que hacía María.


Marta se distrae, se perturba e interrumpe al Señor cuando está hablando.
Mientas Marta preparaba un banquete terrenal, el Señor le estaba dando un
banquete celestial a María.

Todos los padres de la Iglesia dicen que Jesús lo dijo con amor: “Marta, Marta”, para
recuperar su atención porque estaba distraída. “Andas inquieta y nerviosa con
tantas cosas, y solo una es necesaria”. CRISTO MISMO.

ES LO ÚNICO NECESARIO, CRISTO MISMO.


ÉL ES EL ENTENDIMIENTO Y AMOR PLENO DE DIOS.
NADA MÁS NECESITAMOS PARA CONOCER AL PADRE.

Santa Teresa de Calcuta:


“La oración dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener
el don que Dios nos hace de Sí mismo”

julio-diciembre de 2019 Página 25


Fr. Mark Mary
M.F.V.A.

Santa María Magdalena


(+Siglo I)
Apóstol de los Apóstoles
Los estudiosos bíblicos no están de acuerdo en quién fue María Magdalena, la mujer
pecadora o la hermana de Marta.

+ El Papa Francisco suscitó la celebración del Día de María Magdalena en el Calendario de


la Iglesia, de memorial a Fiesta, recordándonos la misericordia de Dios.
+ La Tradición la identifica como la mujer pecadora que unge los pies de Jesús.
+ Es la mujer que unge al Señor con óleo, lavando sus pies con sus lágrimas.
+ Los textos bíblicos que se proclaman en su memoria hablan de la búsqueda del “amado
de mi alma” (Cant 3,1-4) o de la Muerte y Resurrección de Jesucristo como misterio de
amor que nos apremia a vivir para “Aquel que murió y resucitó” por nosotros (2Co 5,14-17).

El Evangelio que se proclama hoy es Juan 20,1-2,11-18: el relato pascual en que Magdalena
aparece como primera testigo de la Resurrección de Jesús, lo proclama “¡Maestro!” y va a
anunciar a todos que ha visto al Señor. No hay ninguna alusión a sus pecados ni a su supuesta
identificación con María de Betania, hermana de Lázaro y de Marta.

En la Liturgia de las Horas2, los nuevos Himnos compuestos después de la reforma litúrgica
hacen hincapié en los mismos aspectos: María Magdalena como testigo privilegiado de la
Resurrección, primera en anunciar a Cristo Resucitado y fiel e intrépida seguidora de su
Maestro. Algo similar se verifica en los demás elementos del Oficio Divino [Liturgia de las
Horas]3, en los que nuevamente no hay alusión alguna a los supuestos pecados de la
Magdalena ni a su condición de hermana de Marta y Lázaro.

_Cantar de los Cantares 3,1-4a_


“Encontré al amor de mi alma”.

_Salmo 63_
MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TI, MI DIOS.

2 https://www.liturgiadelashoras.info/hoy/rezar-completas.html
3 http://www.catolico.org/diccionario/oficio_divino.html
“Liturgia de las Horas” en el Catecismo #1174-1199: Los fieles que celebran la Liturgia de las Horas se unen a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, por
la oración de los Salmos, la meditación de la Palabra de Dios, de los cánticos y de las bendiciones, a fin de ser asociados a su oración
incesante y universal que da gloria al Padre e implora el don del Espíritu Santo sobre el mundo entero. -Cat. #1196
julio-diciembre de 2019 Página 26
“¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?”.
“A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!”.
[Secuencia Victimae paschali laudes]
[A la víctima pascual alaben]

San Juan 20,1-2,11-18:


“Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?”.

Santa María Magdalena,


Apóstol de los Apóstoles.

San Felipe Neri:


“Señor, no quites Tu mano de mi cabeza porque enseguida te traiciono”

Fr. Mitch Pacwa


S.J.

Santa Brígida de Suecia


(*1303/+1373)

Nació a comienzos de los años 1300. Desposada a los 13, con Ulf Gudmarsson, su esposo de
18, con el cual llevó una vida sumamente piadosa. Tuvieron 8 hijos, 6 de los cuales crecieron
hasta la adultez, perdió dos de ellos. Entre sus hijos sobrevivientes está Santa Catalina de
Suecia. Después de peregrinar a Santiago de Compostela, su marido falleció, por lo que
Brígida intensificó su vida de austeridad y oración. Tiempo después fundó una Orden religiosa
bajo la Regla de San Agustín, orden que fue aprobada por el Papa Urbano V. Murió en Roma
[Italia] en 1373 y fue canonizada por el Papa Bonifacio IX en 1391.

Santa Brígida de Suecia provenía de una familia piadosa, su padre había hecho un
peregrinaje a Jerusalén. Cuando era niña, a los 10, Nuestro Señor se le apareció en sus
sufrimientos, llagado y sangrante.

julio-diciembre de 2019 Página 27


+ Cristo el prometido se le muestra con la Corona de Espinas y todas las llagas y sus
sufrimientos. Ella le preguntó: “¿Quién te hizo esto?”, y Él le respondió: “Los que rechazaron
mi amor y rechazaron mi misericordia, ellos me hicieron esto”. Desde entonces, se propuso
hacer que todos los que la rodeaban conocieran a Jesucristo.
+ Esto se volvió clave en su vida, lo vivió en su propia espiritualidad.
+ Al enviudar, lo lloró profundamente, lo amaba y visitaba su tumba durante largo tiempo,
viviendo cerca para poder llorarlo.
+ Luego fue Franciscana Terciaria y más adelante fundó su propia orden; fue a Roma para
pedir permiso, pero el Papa estaba en Francia (cuando el papado estaba en este país) y
ella se rehusó a aceptar el permiso hasta que el Papa regresara a Roma.
+ Ella fue como Santa Catalina de Siena, rezaba para que los Papas se reformaran y
reprochando a los clérigos de esa época para que reformaran su vida.
+ Fundó una Orden que aún prevalece en muchos países, la Orden de Nuestro Salvador.
+ Es llamada Hermana y Madre de Nuestro Señor, porque ella cumplió la voluntad de Dios,
tanto casada como viuda y consagrada.
+ Fundadora de la Orden de las Brigidinas.
+ Cuando era niña, le gustaba escuchar a su madre leer las vidas de los santos.
+ A los 13 asistió en Cuaresma al sermón de un popular sacerdote misionero, que la
conmovió por la forma emotiva con que habló de la Pasión y Muerte de Jesús, lo que
despertó en ella una fuerte devoción a Jesucristo Crucificado.

Papa Benedicto XVI: “Santa Brígida de Suecia renunció a otras nupcias para intensificar la unión con
el Señor a través de la oración, la penitencia y las obras de caridad. También las viudas cristianas, por
tanto, pueden encontrar en esta santa un modelo a seguir”.

_Éxodo 15_
“Cantemos al Señor,
sublime es Su victoria”.

Éxodo 14:21-15:1
[Las aguas del mar fueron divididas por la mano de Dios] “Extiende tu
mano sobre el mar y vuelvan las aguas sobre los egipcios, sus carros y sus
jinetes”. Y el Señor derribó a los egipcios en medio del mar […]
Ni uno solo se salvó […] Israel vio la mano grande del Señor obrando […]
y el pueblo temió al Señor […]”.

San Mateo 12:46-50:


“Estos [señalando a los discípulos] son mi madre y mis hermanos. El que
cumple la voluntad de mi Padre del Cielo ese es mi madre, y mi
hermano, y mi hermana”.

“El que me ama


guardará mi Palabra
-dice el Señor-
y mi Padre lo amará,
y vendremos a él,
y moraremos en él”.

julio-diciembre de 2019 Página 28


Jesús no le faltó el respeto a su madre.
Conversación interesante.
Tenemos que entender quiénes son estos hermanos del Señor, se mencionan sus
nombres en San Mateo 15 y en San Marcos 5.
Esta siempre es la clave: ¿cómo leemos la Biblia?
¿Con un enfoque profundo, centrados en los hechos?
No debemos ser teólogos aficionados, superficiales.
No queremos seguir el ejemplo de algunos en la prensa secular.
Queremos ver todo en su contexto.

La madre de Juan y Santiago estuvo al pie de la Cruz.


Su nombre es María.
¿Qué más sabemos acerca de ella?
Leemos el Evangelio entero, no somos superficiales, eso significa ser católicos, leer las
Escrituras completas, ella es una de tres mujeres de nombre María: María la madre
de Jesús y María Magdalena son las otras dos. San Juan 19.

La tercera María es mencionada en los otros Evangelios también.


María la de Cleofás.
La madre de los hermanos de Jesús tiene un esposo de nombre Cleofás, hijos
Santiago y José, que son los hermanos de Jesús.
Eso no significa que María tuvo más hijos, no son los hijos de la Santísima Virgen, son
los hijos de su hermana.
¿Por qué los padres pondrían María a dos hijas?
La tradición entra en juego: un converso judío, de la nobleza judía, fue el primero
que construyó una iglesia y es un santo desconocido.
Construyó una iglesia en el lugar donde Jesús multiplicó los panes y los peces. Él
conocía a los nietos del Apóstol San Judas, y por ellos se enteró que Cleofás era el
hermano de San José, padre putativo de Jesús y esposo de Nuestra Señora.

Por eso estos individuos están con la Santísima Virgen María, acompañándola.
¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
Algo muy importante: lo que significa ser su madre, su hermano y sus hermanas.
Los define como cualquiera que cumple la voluntad del Padre.

¿Dónde se ve que la Santísima Virgen María no cumpla la voluntad de Dios Padre


que está en el Cielo? ¿Acaso no vemos su aceptación a la petición del Ángel Gabriel
que desciende a ella para informarle que concebirá y dará a luz un hijo por el Espíritu
Santo? ¿Qué responde ella? Si hubiera dicho NO, no hubiera pecado. Ella no recibió
un mandamiento del Señor para dar a luz al Hijo de Dios. Ella tenía libre albedrío. Y
dijo: “HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA”.
Ella acepta eso. Fíat = Hágase. En arameo también, nehua = hágase. Cuando
decimos AMÉN, decimos SÍ, un acto de fe, una afirmación, y lo decimos al final de
nuestras oraciones y cuando hacemos la señal de la Cruz. SÍ, CREO EN LA CRUZ DE
JESUCRISTO QUE ME SALVA.

julio-diciembre de 2019 Página 29


No es la Eucaristía porque yo lo crea, es la Eucaristía porque el Espíritu Santo
desciende sobre el pan y el vino, y las Palabras de Jesucristo cambian las especias,
no mi fe. Pero mi fe tiene que alinearse con lo que Jesús dice y lo que el Espíritu Santo
hace. Así que hago como la Santísima Virgen: AMÉN. Una sola palabra. Un acto de
fe. Ella se convirtió en Su Madre porque dijo que SÍ haría la voluntad del Padre. Y por
eso el Verbo se hizo carne, en su santísimo vientre.

El mismo Señor, el Espíritu Santo, descendió sobre su vientre vacío y Jesús fue
concebido. Esto es tan importante que cuando la Virgen va a ver a su pariente Santa
Isabel, quien ofrece tres bienaventuranzas: Bendita eres entre todas las mujeres,
bendito es el fruto de tu vientre, bendita aquella que creyó todo lo que el Señor le
dijo.

La Virgen María no está excluida acerca de lo que Jesús dice hoy en el Evangelio,
ella es más bien el modelo mismo al creer en lo que sería imposible por naturaleza:
que una virgen tuviese un hijo, la naturaleza no puede hacer eso, pero ella creyó
que Dios sí podía hacerlo, tuvo esa fe y cumplió la voluntad del Padre. Ella es el
modelo de ello, de cumplir la voluntad del Padre, y nos muestra el camino hacia ello.
Y luego tenemos que seguirlo. El tema no es sólo ser creyente, aceptando una
especie de filosofía: más bien es una fe en la que nos comprometemos a cumplir
siempre la voluntad de Dios, esto es clave.

Madre Angélica:
“Conocimiento + Sobrecogimiento = CONTEMPLACIÓN”.

Fr. Mark Mary


M.F.V.A.

_Salmo 78_
“El Señor les dio
pan del Cielo”.

La semilla es la Palabra de Dios


y el sembrador es Cristo;
todo el que lo encuentra
vive para siempre.

julio-diciembre de 2019 Página 30


Éxodo 16,1-5.9-15:
“[…] La comunidad de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón
en el desierto, diciendo: ´´Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor
en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos alrededor de la olla de
carne y comíamos pan hasta hartarnos. Nos han sacado a este desierto
para matarnos de hambre´´. El Señor dijo a Moisés: ´´Mira, haré llover pan
del cielo para ustedes: que el pueblo salga a recoger la ración de cada
día; lo pondré a prueba, a ver si guarda mi instrucción o no. El día sexto
prepararán lo que hayan recogido y será el doble de lo que recogen a
diario´´ […]”.

San Mateo 13,1-9:


“Cayó en tierra buena y dio fruto”.

Jesús enseñaba
mediante parábolas.

Nuestro Señor representaba imágenes, historias, vívidas ilustraciones utilizando


situaciones familiares a su audiencia, representando la vida típica del lugar. La
parábola solía cautivar la atención de los que escuchaban a Jesús y los atraía a la
historia, pero Sus palabras a menudo tenían un giro, presentando algo poco
característico para aquella época y lugar. La gente de Galilea hubiera entendido
sobre semillas, lluvia, terreno, sol y cosechas, así que Jesús utiliza esas cosas
conocidas al pueblo para explicar el Reino de Dios.

Los cuatro tipos de terrenos eran muy típicos para el pueblo palestino, todos vivían
en una aldea y luego caminaban a su parcela para cultivarla. Las sendas que
utilizaban para caminar estaban tan pisoteadas, que eran tan duras como las rocas.
La mayoría de la superficie de Palestina estaba constituida por una capa de roca
con poca profundidad, por lo que la semilla que allí caía solía morir por la falta de
raíz y era abrasada por el Sol. También tenía Palestina terreno fértil, que llevaba a los
granjeros a esperar la posibilidad de una buena cosecha. La parte irrealista de esta
parábola tiene que ver con el tamaño de la cosecha: una buena cosecha palestina
en aquella época se consideraba 10 veces más, Jesús explica que la cosecha
puede ser 100 veces más. Una cosecha tan abundante no podría ser posible
entonces.

Jesús es el sembrador, la semilla es la palabra de Dios y los tipos de terrenos somos


nosotros:
+ el camino duro es la persona que escucha la Palabra de Dios sin entenderla,
y entonces viene el Maligno -los pájaros- y se roba lo que ha sido sembrado en
su corazón;
+ el terreno pedregoso recibe con gran alegría la Palabra de Dios, pero no tiene
raíces, y cuando la persecución o las dificultades vienen, se pierde;

julio-diciembre de 2019 Página 31


+ los espinos son los que escuchan la Palabra, pero el atractivo del mundo o la
ansiedad estrangulan la Palabra en él;
+ el terreno fértil es aquel que escucha la Palabra, la entiende, la aplica en su
vida y, por lo tanto, da abundante fruto.

Para quienes aceptan la Palabra de Dios, el resultado es espectacular en sus vidas.

También explica Jesús los diferentes tipos de fruto:


+ el prejuicioso, cuya mente y alma están cerradas, no se le puede enseñar a
menos que cambie su forma de comportarse;
+ el superficial, que no piensa bien las cosas, le falta profundidad, puede
responder con una reacción emocional, pero cuando pasa, su mente se
distrae a algo mundano y diferente;
+ el que tiene muchos intereses, pero le falta la capacidad de entender y
escuchar lo que es verdaderamente importante, siempre está demasiado
ocupado y preocupado con las cosas de la vida para meditar y orar sobre la
Palabra de Dios, puede que trabaje tanto que está demasiado cansado para
pensar en otra cosa;
+ aquel cuya mente y alma están abiertos, dispuesto a escuchar y aprender,
nunca es demasiado soberbio ni está demasiado ocupado para meditar
sobre las Palabras de Nuestro Dios en Cristo, escucha para entender y acoger
la Palabra de Dios y entregarse a Su Santa Voluntad.

Dios da gracia a los que tienen hambre de Su Palabra, para que tengan la fortaleza
para vivir según ella. Así como el granjero encuentra todo tipo de terreno para
sembrar, nosotros somos distintos tipos de terreno en diferentes momentos de nuestra
vida, dependiendo del estado de nuestra alma y evolución espiritual. Las virtudes
deben ser sembradas y los vicios arrancados de raíz. La soberbia arrancada y la
humildad sembrada, la disipación detestada y la castidad amada. Como no se
pueden sembrar cosas buenas en un terreno sin quitar lo malo que hay en él, no se
pueden plantar virtudes en el alma a menos que saquemos los espinos y malas
hierbas de los vicios.

Hoy celebramos el Memorial de San Chárbel Makhluf (*1828/+1898). Presbítero y


ermitaño. Fue el primer santo oriental canonizado por la Iglesia Católica desde el
siglo XIII. Nació en el Líbano, Oriente Medio. Ingresó al Monasterio de Nuestra Señora
de Mayfouk de la Orden Maronita. En el noviciado renunció a su nombre bautismal,
José, y escogió el de Chárbel, en homenaje a un mártir de la Iglesia de Antioquía
que murió en el año 107. Algunos de sus familiares no querían que fuera religioso y
decidieron ir al Monasterio para convencerlo de dejar ese estilo de vida; sin
embargo, viendo la vocación de su hijo, su madre lo apoyó para que continuara al
servicio del Señor, lo bendijo y le pidió a Dios que lo hiciera un santo. San Chárbel se
retiró a una ermita dedicada a San Pedro y San Pablo, lugar en el que vivió una vida
eremítica ejercitándose en diversas mortificaciones y en la oración continua; allí vivía
con lo esencial, manteniendo la mirada fija en el Santísimo Sacramento.

julio-diciembre de 2019 Página 32


Uno de los 23 ritos de la Iglesia Católica oriental es el rito Maronita. Fue inspirado por
la forma de vida asceta y monástica practicada por los ermitaños de la Orden
Maronita Libanesa, cercano a donde vivía. Frecuentemente se retiraba a una gruta
dedicada a la Santísima Virgen María, para meditar y orar, a menudo todo el día. En
1859 fue ordenado sacerdote, muy dedicado en su búsqueda de la perfección
espiritual. Después de pasar 16 años como monje en el Monasterio, pidió
formalmente ser ermitaño e ingresó a la ermita en 1875, donde permaneció el resto
de su vida.

Luego de 23 años como eremita, fue a su descanso eterno la víspera de Navidad de


1898. Varios meses después de su sepultura, empezó a brillar luz de su sepulcro; al
exhumar su cuerpo, estaba incorruptible; su cuerpo respiraba sangre y agua, lo cual
se propagó por toda la región, y muchos recurrieron a su intercesión como santo.
Muchas curaciones físicas y espirituales se empezaron a suceder, llegando a ser
beatificado por el Papa Paulo VI lo que se aprobó al final del Concilio Vaticano II,
canonizado por el mismo Papa en 1979.

Se entregó en súplica y contemplación, su verdadera belleza era su deseo y


disposición de buscar la perfección espiritual en mansedumbre, humildad, paz y
alegría en esta vida. Su austeridad lo puso en la senda de la serenidad perfecta y
felicidad eterna. “Los carismas son numerosos y diversos”, como dice San Pablo.

Necesitamos personas que se ofrezcan como víctimas para la salvación del


mundo, aceptando libremente vivir en penitencia, como Moisés en el Monte,
testificando que Jesús vale la pena imitar, seguir y amar.

El Papa San Juan Pablo II dijo que la Iglesia debe respirar con dos pulmones, el rito
romano occidental y el rito oriental. Hoy este santo nos une con nuestros hermanos
cristianos maronitas, al pedirle su intercesión ante Nuestro Señor.

Fr. John Paul Mary


M.F.V.A.
San Joaquín y Santa Ana, padres de la Santísima Virgen María.
La Tradición dice que vivieron en el siglo I aC, en la ciudad de Jerusalén.
Después de clamar al Señor para que retirara su esterilidad, Santa Ana recibió la visita de un
ángel que le dijo: “Ana, el Señor ha escuchado tu oración: concebirás y darás a luz. Del fruto
de tu vientre se hablará en todo el mundo”.
En consecuencia, Santa Ana decidió dedicar a la criatura por nacer al servicio divino.

Los Evangelios no mencionan a los padres de la Virgen María.


La Tradición se basa en testimonios antiquísimos, en libros apócrifos como el Proto Evangelio
de Santiago y en las vidas de los santos.

julio-diciembre de 2019 Página 33


+ El culto a San Joaquín y Santa Ana comenzó a difundirse en la antigüedad: el
emperador bizantino Justiniano, a mediados del siglo VI, le dedicó a Santa Ana un
santuario en Constantinopla.
+ El Papa Emérito Benedicto XVI escribió en torno a la vida de los abuelos de Jesús: “Esta
memoria litúrgica nos invita a rezar por los abuelos, que en la familia son los depositarios
y a menudo los testigos de los valores fundamentales de la vida. La tarea educativa
de los abuelos siempre es muy importante, más todavía cuando los padres no pueden
asegurar una presencia adecuada junto a sus hijos cuando están creciendo”.
+ El Papa Benedicto XVI nos hace pensar en el valor que tienen los abuelos, en el papel
fundamental que tienen para construir una familia con base en el amor y en el
seguimiento de los Mandamientos de Dios.

_Salmo 19_
“Señor, Tú tienes palabras de vida eterna”.

Éxodo 20:1-17:
La ley se dio por medio de Moisés.

“El Señor nos conforta con Su Palabra


y el Espíritu Santo desciende sobre nosotros”.

San Mateo 13,18-23:


“Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la Palabra y la
entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno”.

El que escucha la Palabra y la entiende,


ese da fruto.

Hoy es el Memorial de San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Santísima Virgen
María y abuelos de la Palabra Eterna, Dios vivo encarnado, el Verbo Eterno.

Los padres de la Santísima Virgen María son importantes en la vida de la Iglesia, son
modelo para todos los abuelos. No sabemos mucho acerca de ellos a través de las
Escrituras, pero sabemos acerca de ellos a través de la Tradición Sagrada y también
de las vidas de los santos.

La Encarnación del Hijo de Dios ocurrió de forma milagrosa, por el poder del Espíritu
Santo el Señor fue concebido en el vientre de Su Madre en circunstancias que no
fueron normales, de forma extraordinaria, no involucró simiente de hombre, fue
totalmente milagroso y totalmente iniciativa de Dios. Es el sello de la intervención
milagrosa de Dios en la Obra de la Redención.

La Santísima Virgen María fue concebida dentro del abrazo marital de sus padres,
Joaquín y Ana, sin embargo en el momento de su concepción Dios intervino de
forma extraordinaria y milagrosa, fue preservada de heredar el pecado original que
fue transmitido a través de nuestros primeros padres Adán y Eva.

julio-diciembre de 2019 Página 34


Es aquí donde el dogma de la Inmaculada Concepción nos informa de su pureza,
así como de la Concepción de Nuestro Señor, concebido en un vientre virginal y
puro. De lo ordinario a lo extraordinario. CIC #490:

“La Santísima Virgen María desde el primer momento de su concepción, fue


preservada de toda mancha del pecado original, por intervención
extraordinaria de Nuestro Señor Jesucristo”.

María es redimida por Cristo Su Hijo de una manera más exaltada, un punto
muy importante cuando pensamos en la Inmaculada Concepción: significa
que fue redimida por Cristo Su Salvador de una forma más exaltada, para
prepararla para ser la Madre del Mesías.

La Inmaculada Concepción es la consagración de la misión de María.


Cuando fue concebida en el vientre de su madre, Santa Ana, Dios intervino
de forma milagrosa y la consagró para su misión, misión que continúa en su
vida y también en la vida de sus hijos, NOSOTROS: cada uno de nosotros somos
sus hijos. Nos fue entregada por el Señor en la Cruz: “Hijo, he ahí a tu madre”.
Él nos está dando a Su propia madre, uno de Sus obsequios más grandes.

Para conectar esto con la parábola del sembrador y las semillas, las parábolas tienen
el propósito de desafiarnos a una conversión interior, a que cambiemos nuestras
vidas, a que le demos la espalda al pecado. Su mensaje está hecho para perdurar,
hecho para durar de generación en generación.

¿Cuántas lecciones y enseñanzas hemos aprendido de nuestros padres? Muchas.


¿Cuántas lecciones aprendemos de nuestros abuelos? Muchas.

A veces en la vida de una familia, cuando los nietos acuden a sus abuelos es
más fácil sincerarse con ellos, no porque no nos sintamos cómodos con
sincerarnos con nuestros padres, pero en la vida de toda familia los abuelos
tienen un papel indispensable…La sabiduría que los abuelos tienen para
ofrecer es como ese terreno para la semilla en el Evangelio de hoy, tienen una
forma de enseñar muy similar a la que el Señor enseñaba, en parábolas, ellos
tienen larga experiencia y sabiduría en su vida, tienen una forma de
circunvalar los mensajes y llegar a la esencia del tema. Ellos han vivido más
tiempo y tienen más experiencia en la vida.

Otra analogía: un sacerdote de 75 años y yo, que apenas tengo de sacerdote 6


años. Más experiencia tiene mi maestro sacerdote, 50 años de vida sacerdotal. Los
abuelos tienen esa forma de comunicarse con sus nietos y en la vida de la Virgen
María es bueno meditar acerca de que a ella le fueron enseñadas las Sagradas
Escrituras por sus padres santos, y ella a su vez transmitió esto a Su Hijo. “Nuestro Señor
creció en sabiduría, y gracia, y comprensión”.

Los abuelos tienen ese papel que es indispensable en la vida de la Iglesia. Invocamos
a San Joaquín y a Santa Ana, orando especialmente por los abuelos para que sean
para sus nietos y familias, levadura y una base sólida, un terreno fértil.
julio-diciembre de 2019 Página 35
Nuestras almas necesitan terreno fértil para poder recibir la Palabra de Dios. E imitar
a la Santísima Virgen María en su humildad, docilidad y disposición a la Palabra de
Dios, tener la disposición de querer aprender, no poner muros a nuestro alrededor
pensando que lo sabemos todo. Que tengamos esa disposición que la Santísima
Virgen María tuvo, lo que le fue transmitido a ella por San Joaquín y Santa Ana, sus
padres. Ustedes son las personas que son, tal vez, por la sabiduría de sus abuelos.

Papa Emérito Benedicto XVI: “Señor Jesús, naciste de la Virgen María, hija de San
Joaquín y Santa Ana; mira con amor a los abuelos en todo el mundo, protégelos,
sostenlos cuando sean mayores y que continúen siendo para sus familias sólidos
pilares del amor del Señor, tesoros vivos de las tradiciones católicas, maestros de
sabiduría y coraje, para que puedan transmitir a las generaciones futuras los frutos
de su sabiduría humana y espiritual. Amén”.

Fr. Mark Mary


M.F.V.A.

_Salmo 138_
“Señor, cuando te invoqué
me escuchaste”.

Génesis 18,20-32:
[Las quejas contra Sodoma y Gomorra llegaron a oídos de Dios]
[Abrahán] “Que no se enoje mi Señor si sigo insistiendo”.

San Lucas, 11,1-13:


“Cuando oren digan: Padre, santificado sea Tu Nombre; venga a
nosotros Tu Reino; danos cada día nuestro pan del mañana; perdónanos
nuestros pecados como también nosotros perdonamos a todos los que
nos ofenden, y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del
Maligno. […] Pidan y recibirán, busquen y encontrarán, llamen a la
puerta y les abrirán. Porque todo el que pide recibe, el que busca
encuentra, y al que toca la puerta, le abren […] ¡Cuánto más el Padre
que está en el Cielo les dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!”.

Han recibido el espíritu de hijos adoptivos,


que nos hace llamar a Dios “Abbá”, es decir “Padre”.

julio-diciembre de 2019 Página 36


LA ORACIÓN INTERCESORA: el pecado es tan grave en Sodoma y Gomorra, que el
Señor bajará a ver qué está pasando. Los visitantes celestiales que anunciaron a
Abrahán que Sara su mujer concebiría un hijo, ahora se dirigen a destruir a Sodoma
y Gomorra. Abrahán ora por el pueblo de Sodoma y Gomorra, y particularmente por
su sobrino Lot que vive ahí.

Su oración es persistente y humilde. Dios no puede contradecir Su bondad y Su


misericordia. La oración de Abrahán utiliza frases como “me he atrevido a hablar a
mi Señor, yo que soy polvo y ceniza”. A menudo la humildad verdadera tiene cierta
audacia. Y es persistente. Nos hace avanzar y hacer bien. “Si hay cincuenta personas
inocentes, ¿aun así destruirás la ciudad?”. Luego continúa: 45, 40, 30, 20, finalmente
10. “En atención a los diez, no la destruiré”. Se puede ver la ternura y la compasión
de Dios, que Él no tomará vidas inocentes.

Los ángeles prosiguen en la ciudad y no encontraron 10 personas inocentes.


Destruyeron a Sodoma y Gomorra. Es la justicia de Dios. Aquellos que han suprimido
la verdad de Dios pierden y se olvidan de la asistencia y de la gloria de Dios Eterno,
perdemos la fe y no progresamos más en la fe, no recibimos la gracia de Dios.
Cambiamos la gloria de Dios por algo más, “vamos a ser devotos de otra cosa”.
Cambian la verdad de Dios por una mentira, y oran y sirven a la creatura en lugar
de hacerlo a Dios. Es la muestra de nuestra cultura hoy: la creatura se adora a sí
misma y no adora a Dios.

No le conocen y se entregan a sus pasiones en el mundo de hoy, así que Dios


les permite que sigan ese camino con la esperanza de que se den cuenta de
la perversidad y la falta de esperanza de tal situación, que regresen a Él y
encuentren el orden correcto.

Al adorar a Dios hay prosperidad humana. No significa que tendremos lo mejor de


este mundo, sino que habrá prosperidad en nuestro ser: nueva vida, alegría, paz,
vida plena en la que vivimos por amor y no somos atrapados por el pecado.

En el Padre Nuestro, Jesús habla de las profundidades del pecado. En esa época se
habla del pecado como una muerte: carga pesada. Cuando acudimos a Él, ese
pecado y esa muerte son perdonados. Una hermosa imagen de lo que es el pecado
y la misericordia: el uno es una carga y la otra es libertad, en uno tenemos esclavitud
y en la otra tenemos prosperidad en la vida. Cuando le damos la espalda a Dios,
como Sodoma y Gomorra, nos volvemos más como los animales: entregados a
nuestras pasiones más bajas.

El catolicismo tiene una rica tradición de oraciones vocales, que nos enseñan y
memorizamos: el Padre Nuestro está en primer lugar, hermosa oración que contiene
todo en todo sentido para nosotros, es meditación, es súplica, es contemplación, es
compromiso de fe con el Señor. Jesús nos da una bella y nueva forma de llamar a
Dios “Padre”. Porque no somos hijos de Dios por naturaleza, somos hechos por Dios,
pero en Jesucristo elevado a este nivel somos elevados al nivel de hijos adoptivos
por Su Gracia, en unión a Jesucristo.

julio-diciembre de 2019 Página 37


Jesús intercede por nosotros ante el Padre, una manera nueva y poderosa de tener
acceso a Dios. Ahora es una relación filial con Dios, de total confianza hacia Él, de
intimidad. Estamos rezándole a Dios, podemos rezarle con confianza filial entregados
a Él.

Fr. Matthew Mary


M.F.V.A.

Santa Marta
(+Siglo I)

Nació en tiempos de Nuestro Señor Jesucristo, en Betania (Palestina), pueblo ubicado a 3 km


de Jerusalén.
+ Hermana de Lázaro y de María, buenos amigos del Señor.
+ Durante su predicación en Judea, Jesús se hospedaba en casa de Marta; ella se
desvivía en atenderlo porque lo amaba y creía en Él como el Mesías y Salvador.
+ Muy conocida es la escena del Evangelio de San Lucas en la que Marta se queja con
el Señor porque su hermana, María, se dedica sólo a escuchar las palabras del
Maestro, mientras ella está atareada en muchos quehaceres a la vez. Por eso le dice
a Jesús: “¿Señor, no te importa que mi hermana me deje sola sirviendo? Dile, pues, que
me ayude” (Lc 10,40). Y Jesús le responde: “Marta, Marta…” (ver*).
+ Jesús le dice que, lo más importante es atender Su Mensaje, pues el servicio se vuelve
una carga si no se basa en La Palabra y si se hace sin tenerla en el corazón.
+ Se puede ver la fe de Marta, también, en la resurrección de su hermano Lázaro (Jn
11,21-22).
+ Murió a finales del siglo I.
+ Su fiesta fue introducida en la Iglesia en el año 1262.

_Salmo 34_
“Bendigo al Señor
en todo momento”.
San Juan:
“Quien confiese que Jesús es Dios, Dios permanece en él y él en Dios”.

San Lucas 10,41-42:


“Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas, sólo una es
necesaria, María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán”.

“Yo soy la luz del mundo,


dice el Señor,
todo el que me sigue
tendrá vida eterna”.
julio-diciembre de 2019 Página 38
El Señor no está descontento con la obra de hospitalidad de Marta, ni con María
sentada a sus pies escuchándolo. De lo contrario, le hubiera dicho a Marta que se
sentara y le escuchara, o le hubiera dicho a María que se levantara a ayudar a su
hermana en lugar de escucharlo. María honra al Señor en disposición de escuchar
Su Palabra, mientras Marta lo está atendiendo. En griego, se dice que María estaba
escuchando su logos, la Palabra de Dios. Si Marta hubiera ofrecido esa labor y
aceptado su papel como sierva del Señor sin quejarse, no hubiera experimentado
tanta ansiedad.

Una tentación muy común para el trabajador diario es que, las cosas buenas sólo
pueden ser logradas con demasiado trabajo; nos enfocamos demasiado en el
trabajo y nos olvidamos que todo al final depende de Dios y de Su gracia. Salmo 127:
a menos que el Señor edifique la casa, los que trabajan edificarán en vano. Sólo
tiene valor cuando estamos unidos a la Santísima Trinidad, al trabajar participamos
en nuestra redención y santificación.

CIC #24237:
“La labor humana procede de personas creadas a imagen de Dios y llamadas
a prorrogar la obra de Dios; el trabajo, por tanto, es un deber; el trabajo honra
los dones del Creador y los talentos recibidos; en unión con Jesús, soportando
las cargas, santifica”.

El trabajo puede ser un medio de santificación y de animación de las realidades


terrenas en el espíritu de Cristo. Cocinar, trabajar en una oficina, curar enfermos, etc.,
cuando se ofrece en unión con Su Sacrificio, nos santifica. Marta estaba realizando
una obra de caridad, la hospitalidad, pero se abruma en lugar de mostrar una
disposición humilde. Marta se preocupa en su servicio, en detrimento de prestar
atención al Señor, a la Palabra de Dios. El trabajo puede convertirse en distracción
de nuestra relación con Cristo cuando éste se trata de una meta.

Por eso, el Señor habla de la objeción de Marta indicando que, mientras Marta hace
algo bueno al servirlo, María está haciendo algo incluso mejor al escuchar su
palabra. Ambas están haciendo algo bueno, sin embargo la labor de María es
superior a la de Marta. Marta está dividida en varias tareas, lo que la lleva a pasar
por alto lo único que es necesario. Salmo 27: “Una cosa pido al Señor, que more en
la casa del Señor todos los días de mi vida”. María escuchó la parte mejor, la belleza
del Señor, Su Palabra. Y luego Jesús dice que, Su palabra no se la quitarán, una
hermosa promesa: Él da esa garantía, que no nos quitarán los frutos de escuchar Su
Palabra.

Cuando el Señor habla, la única disposición correcta del siervo es escuchar con
humildad y aceptar voluntariamente Su Palabra. ¿Cómo imitamos a las dos? Las dos
son santas. Hoy tenemos a Marta. Hay un dicho atribuido a San Ignacio de Loyola:
“Recen como si todo dependiera de Dios, laboren como si todo dependiera de
ustedes”. A Marta la imitamos con el servicio al Señor, haciendo una ofrenda diaria
al Señor al comenzar el día. Mientras llevamos a cabo nuestras labores diarias,
debemos sacar tiempo para escuchar a los pies de Jesús Su Palabra, la oración
silenciosa, contemplativa, como María.
julio-diciembre de 2019 Página 39
+ La oración vocal expresa al Señor lo que nuestro corazón siente,
agradecimiento y súplica, petición por nuestras necesidades.
+ La oración meditativa y contemplativa es un medio de escuchar y
reflexionar acerca de la Palabra de Dios, es una forma de escuchar
activamente al Señor.

CIC, #2708:
“La meditación involucra pensamiento, meditación y deseo para fortalecer la
voluntad de seguir a Cristo”. Si uno quiere profundizar la relación con Cristo y
encontrar paz en esta vida y en la otra, la meditación es necesaria. “La
oración cristiana se aplica preferentemente a meditar los misterios de Cristo,
como en la Lectio Divina o en el Rosario”, dos de las formas más comunes de
oración meditativa.

Lectio Divina y el Rosario nos involucran a escuchar y participar en la Palabra de Dios.


Lectio Divina se trata de insertarnos en un pasaje bíblico para hacer que cobre vida,
imaginarnos en la escena, respirando el aire en el mar de Galilea, ver los labios de
Jesús cuando contemplamos Su Rostro mientras nos habla. Ingresar a la escena: qué
está diciendo Jesús, cómo lo está diciendo, cuál es el tono de Su Voz, etc. El Rosario
es la meditación más profunda en la vida de Jesús y de María. Así que la oración
meditativa nos ayuda a prepararnos para la oración contemplativa.

CIC, acerca de la oración contemplativa:


+ #2711: “La entrada en la contemplación es análoga a la liturgia eucarística,
recoger nuestro corazón”.
Participar en la oración contemplativa requiere humildad, reconocer Quién es
Él y que sin Él no somos nada, y entregarnos a Él, pidiéndole que nos purifique,
nos transforme y nos convierta a Él para asemejarnos a Él.
+ #2713: “La oración contemplativa es la expresión más sencilla del misterio de
la oración; es un don, una gracia, no puede ser acogida más que en la
humildad y en la pobreza”.
+ #2716: “La oración contemplativa es escucha de la Palabra de Dios”, al igual
que María. “Lejos de ser pasiva, esta escucha es la obediencia de la fe,
acogida incondicional del siervo y adhesión amorosa del hijo, participa en el
SÍ del hijo hecho siervo y en el Fíat de su esclava”.

Con el ejemplo de Marta y María, llegamos a comprender cómo es servir al Señor,


imitamos a Marta en nuestra labor diaria e imitamos a María cuando tenemos la
oportunidad de sentarnos a los pies de Jesús y escuchar Su Palabra. Y entendemos
que, al final, nuestra meta no es el trabajo, sino la comunión estrecha con la
Santísima Trinidad.

Santo Padre Pío de Pietrelcina:


“La oración es la mejor arma que tenemos, es la llave que abre el corazón de Dios”

julio-diciembre de 2019 Página 40


Fr. Matthew Mary
M.F.V.A.

_Salmo 103_
“El Señor es compasivo
y misericordioso”.

“La semilla es la Palabra de Dios,


Cristo es el sembrador,
todos los que vienen a Él
tendrán vida eterna”.

San Mateo 13,36-43:


“El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el
mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los
partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el Diablo; la
cosecha es el final de los tiempos, y los segadores los ángeles.

“Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así será al final
de los tiempos: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles y arrancarán de
su Reino todos los escándalos y a todos los que obran iniquidad, y los
arrojarán al horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que
tenga oídos para oír, que oiga”.

Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego,


así será al final de los tiempos.

Nuestra cultura moderna ha perdido en gran medida la fe en un Dios trascendental,


más bien ha elevado la ciencia a Su lugar. Alguien que está enamorado de Dios,
contagia a los demás: reconoce la voluntad de Dios en todo y puede ver a Cristo en
cada persona que conoce. Es la personificación de lo que el Catecismo dice #157:
“La fe es certera, es más certera que todo conocimiento humano porque se funda
en Dios, Quien no puede mentir”.

Quien cree en la Palabra de Dios, simplemente y humildemente, y la vive con


fidelidad en su vida, trasciende y extiende el Reino de Dios en la Tierra. La paz que
vive se transfiere a los que sufren y éstos disminuyen su dolor, sea éste cual sea.

julio-diciembre de 2019 Página 41


Todos recibimos paz, la paz de Cristo, de los santos que viven entre nosotros,
anónimamente, y se comportan así. “Ninguna otra ciencia, al final, sino la ciencia
de Dios, es más que el tronar de un par de dedos. La ciencia de la religión tiene al
individuo en la sociedad con esperanza y asombro en este mundo y en el próximo”:
Fr. Solano (capuchino).

Nuestras obras son valiosas sólo cuando estamos en unión con la Santísima Trinidad
y en estado de gracia, no es el número de ellas lo que cuenta. Catecismo #2010:
“Puesto que la iniciativa le pertenece a Dios en el orden de la gracia, nadie puede
merecer la gracia de la conversión. En el orden de la caridad, podemos servirnos de
la gracia para nosotros y para los demás”. En otras palabras: no podemos merecer
nada para nosotros mismos ni para los demás, a menos que seamos perdonados de
cualquier pecado mortal y estemos así unidos en caridad al Señor Jesús.

Los frutos de la Redención que Él obtuvo en la Cruz se aplican en nuestras almas


cuando estamos unidos a Él en comunión sacramental. Es únicamente por nuestra
unión a Jesús que merecemos cualquier cosa. Si uno no está unido con Jesucristo y
hace muchas obras, éstas no servirán de nada, porque así como la fe sin obras no
vale nada, las obras sin fe tampoco valen ante los ojos de Dios.

Moisés, figura anticipada de Jesús

Moisés asumió con responsabilidad la tarea de ser modelo de oración para su pueblo.
Fue, a la vez, su valiente intercesor. Se comprometió valerosamente con Dios para
rescatar al pueblo del pecado y del dominio del Faraón. Estuvo siempre al frente del
pueblo para orientarlo, instruirlo y defenderlo. Pero, a la vez, delante de Dios siempre,
como aquel que escucha con atención para tomar de la fuente de la sabiduría todo lo
que necesita como líder de su pueblo con el fin de mantener el valor y guiar por los
justos senderos a los que Dios le había encomendado. Moisés tiene palabras de aliento
en medio de la desolación para quienes peregrinan buscando alcanzar las promesas
del Cielo. En Moisés vemos una figura anticipada de Jesús, el Mesías, el Buen Pastor
que da la vida por sus ovejas. La tarea del líder del pueblo de Dios es dura, difícil,
comprometedora, pero él sabe que no está solo y se sabe servidor de Dios, que, guiado
por Su absoluto poder, conduce a los hijos de Abrahán por verdes praderas.

Moisés y Jesús nos enseñan que la oración es un diálogo permanente con Dios,
nunca es una acción mecánica, nunca es un mecanismo repetitivo, que es como la
conversación entre dos amigos que van avanzando juntos de la mano. Este coloquio
exige total confianza y entrega al Señor, en todo aquello que el Espíritu de Dios
infunda en el entendimiento del orante. Jesús y Moisés nos enseñan a aprender a
escuchar a Dios, Quien constantemente nos habla a través de Su Palabra; por tanto,
la oración debe partir siempre de ATENDER ATENTA Y DILIGENTEMENTE LA
SAGRADA ESCRITURA, y de CONTEMPLAR SACRAMENTALMENTE A
NUESTRO SEÑOR EN LOS ALTARES, CUSTODIAS Y SAGRARIOS DEL MUNDO
ENTERO.
julio-diciembre de 2019 Página 42
Fr. Mitch Pacwa
S.J.

San Ignacio de Loyola


Fundador de La Compañía de Jesús
(*1491/+1556)

Nació en Loyola (España). Era militar, pero su carrera terminó en 1521 cuando una bala de
cañón le rompió la pierna mientras defendía el Castillo de Pamplona. Durante su recuperación
pidió que le llevaran novelas de caballería para leer, pero en su castillo sólo había una historia
de Cristo y un libro con las vidas de los santos. Comenzó a interesarse tanto por estas historias,
que se dijo a sí mismo: “Si estos hombres estaban hechos del mismo barro que yo, también yo
puedo hacer lo que ellos hicieron”.
+ Desde entonces se propuso nunca más servir a los gobernantes de la Tierra, sino al Rey
del Cielo.
+ Apenas terminó su convalecencia, se fue en peregrinación al Santuario de la Virgen
de Montserrat, donde tomó el serio propósito de hacer penitencia por sus pecados.
+ Dejó su espada y sus lujosos vestidos por los de un pordiosero.
+ Tiempo después decidió fundar con unos amigos la Orden religiosa llamada La
Compañía de Jesús, con el propósito de imitar a Cristo, vivir en pobreza, ser obediente
y encontrar a Dios en todas las cosas.
+ Fue elegido superior de la Orden, de la cual escribió las Constituciones.
+ Entre otras cosas, fundó una casa para catecúmenos 4 judíos y un asilo para mujeres
arrepentidas.
+ Murió en Roma (Italia). El Papa Gregorio XV lo canonizó en 1622.

_Salmo 34_
“Gusten y vean
qué bueno es el Señor.
Contemplen al Señor
y quedarán radiantes.
Proclamen conmigo
la grandeza del Señor.
Yo invoqué al Señor
y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
Dichoso el que se acoge a Él.
Todos sus santos teman al Señor
porque nada les falta
a los que Le temen.
Los que buscan al Señor
no carecen de nada”.

4 Catecúmeno: persona que se instruye en los principios de la doctrina católica para recibir el bautismo. (Diccionario).
julio-diciembre de 2019 Página 43
San Lucas 14:25-33:
“Si alguno viene tras de mí y no se pospone a sí mismo, no puede ser
discípulo mío. Quien no cargue su cruz no puede ser discípulo mío […] El
que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío”.

A través del lente de las lecturas de hoy,


honramos la vida y obra de San Ignacio de Loyola.

1Corintios 11,1:
“Sean imitadores de mí como yo lo soy de Cristo, buscando no mi propio
beneficio sino el de muchos para que sean salvados”.

San Ignacio buscó enfocarse en sí mismo durante los primeros 20 y tantos años de su
vida. Trabajó en la Corte del emperador y si no hubiera luchado bien, no hubiera
heredado nada. Quiso sobresalir en todo tipo de maneras. En diferentes momentos
demostró estar dispuesto a salir y luchar por su fe, pero no siempre era bueno en vivir
su fe. Tuvo muchos problemas con mujeres y apuestas, era bueno en el billar y en los
naipes, era muy vanidoso.

Su conversión, cuando fue herido en batalla, lo llevó a cambiar el rumbo de su vida.


Por la herida en la pierna, quedó cojo durante toda su vida. San Pedro y La Virgen
María se le aparecieron. Le bajó la fiebre y empezó su conversión. Cuando leyó la
vida de Cristo y la vida de los santos, se dio cuenta que no vivía su vida cristiana: “lo
dejó todo”, fue a Montserrat, gran abadía benedictina en el noreste de España, dejó
sus ropas y sus posesiones, se puso el hábito de limosnero similar a San Francisco, su
santo preferido junto con la Virgen María. Quería aprender a imitar a Cristo.

La clave para él, igual que para nosotros, es que nos enfoquemos en Cristo, en los
Evangelios. No se trata sólo de los Evangelios, conocer los textos, el lenguaje, el
trasfondo cultural, las costumbres, lo cual es muy importante, pero no nos trae
salvación: es una ayuda, pero el elemento más importante de pasar tiempo con los
Evangelios es conocer a Nuestro Señor Jesús mismo y aprender a escucharlo.

En una cueva, no muy lejos de Montserrat, San Ignacio aprendió a rezar con los
Evangelios. Lo hizo después de un periodo de arrepentimiento de sus pecados,
porque existe esa necesidad de retirarnos de nosotros mismos y retirar de nosotros de
gratificación propia, nuestra imagen y nuestros placeres, nuestro estatus en el
mundo, todo lo que él buscaba. Se alejó de eso y pasó mucho tiempo en el
arrepentimiento; luego pasó a meditar sobre Cristo; una de las formas en que lo
hacía era utilizando su imaginación en la forma más vívida posible.

Imaginaba cómo lucía cada escena del Evangelio, los sonidos, los olores, los colores,
los sabores, en los pasajes esto es muy importante: en la multiplicación de los panes
y los peces, en la transformación del agua al vino. Luego de prepararse con la
comprensión del Evangelio mediante la imaginación, entrar y escuchar lo que dice
Cristo: póngase en el lugar de uno de la muchedumbre que lo escuchaba,
imagínese siendo San Pedro escuchando el Evangelio de hoy.
julio-diciembre de 2019 Página 44
La cruz era la forma en que los romanos castigaban a la gente, cuando Jesús
hablaba de cargar nuestra propia cruz era cargar nuestro sufrimiento por Él y con Él
y en Él. Escuchar eso, y luego ingresar a la meditación. Y en ese contexto, dice San
Ignacio, entrar en conversación con Jesús.

-Primero imaginen oyendo hablar a la Virgen María, háblenle como una


amiga, ¿qué les diría ella acerca de su meditación?
-Luego vayan a Jesús, conversen con Él.
-Y luego, cuando Jesús va al Padre, vayan al Padre:
¿qué me dirá el Padre ahora?
-Finalmente, lo que todo cristiano debe hacer: pídanle al Espíritu Santo que
entre en ustedes para que guíe su oración.

Romanos 8: “no sabemos cómo pedir”. Necesitamos al Espíritu Santo para que dirija
nuestra oración. La oración no es una técnica, es parte de nuestra relación con Dios.
Y necesitamos a Dios para hacer posible esa relación. En todo esto, San Ignacio
entendió que él tenía que hacer una transición: había servido bien como soldado
en el ejército del emperador Carlos V, había arriesgado su vida, los enemigos
franceses dispararon la bala de cañón que lo hirió, era valiente, gallardo y vanidoso.
Era un soldado caballeroso y así quería ser, pero al final todo eso es algo vacío:
aquellos que se entregan a servir en el mundo, a reyes humanos, incluso a los reyes
buenos, no encuentran la satisfacción al tratar de alcanzar sólo dinero y poder lo
deja a uno vacío.

Vio que Jesucristo era a Quien debía seguir, su cimiento. Debo estar dispuesto a
hacer todas las separaciones posibles para entregarme a Él completamente, San
Ignacio encontró una alegría duradera en su vida haciendo esto, lo que hacía de
cualquier otro honor una tentación que lo distraería de Cristo. Enfocándose en Jesús
adquirió una paz duradera. No buscó su interés, sino el de Jesús. Para San Ignacio,
una y otra vez, en los Ejercicios Espirituales, en las Constituciones y en sus cartas,
enfatizaba que “todo debe ser para la mayor gloria de Dios”.

Lo convirtió en el lema de los Jesuitas: HACER TODO PARA LA MAYOR GLORIA DE


DIOS Y PARA LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS. Él fue ordenado a fines de 1530/1540,
muchos problemas en la Iglesia, mucha corrupción, el Papa Pablo III había vivido
una vida mala y se había arrepentido, se reformó primero a sí mismo y luego a la
Iglesia, ignoró a los cardenales por el interés en el dinero y la fama y la vida buena
en Roma y en otras grandes ciudades, puso a los cardenales reformados
espiritualmente.

San Ignacio entró primero en medio de todo esto, porque la salvación de las almas
comienza con el clero y consigo mismo, para traer al Reino de Dios por el poder del
Espíritu Santo, no por nosotros. Debemos tener la misma mentalidad: estamos aquí
para seguir y servir a Cristo Rey, sin importar a donde nos lleve, para la mayor gloria
de Dios y para la salvación de las almas de todos alrededor nuestro.

julio-diciembre de 2019 Página 45


San Ignacio de Loyola:

“En todo, amar y servir”.


“Quien evita la tentación, evita el pecado”.
“En tiempos de desolación, nunca hacer cambios”.
“Cuanto el bien es más universal, es más divino”.
“El amor se ha de poner más en las obras que en las palabras”.
“Poner todos los medios como si todo dependiese de uno, pero confiando totalmente en
Dios porque todo depende de Él”.
“La renuncia de la voluntad propia vale más que resucitar a los muertos”.
“El examen de conciencia es siempre el mejor medio para cuidar bien el alma”.
“No satisface el saber mucho, sino el sentir y gustar internamente de las cosas”.
“Cuanto más nuestra alma se despegue de las cosas, más cerca estará de nuestro
Creador”.

“Todo buen cristiano ha de inclinarse más a salvar la proposición del prójimo que a
condenarla”.
“Hay que ganar a las personas de autoridad con humildad, modestia y buenos oficios”.
“Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi
voluntad. Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno. Disponed a toda vuestra voluntad
y dadme amor y gracia, que esto me basta, sin que os pida otra cosa”.
“Demandar lo que quiero, será aquí demandar conocimiento interno del Señor, que por
mí se ha hecho hombre, para que más Le ame y Le siga”.
“El amor consiste en comunicación de las dos partes, es a saber, en dar y comunicar el
amante al amado lo que tiene, o de lo que tiene o puede, y así por el contrario, el
amado al amante”.
“Cuanto más sola y apartada se halla nuestra ánima, más apta se hace para
acercarse y llegar a su Creador y Señor; y cuanto más cerca se llega a Él, más se
dispone el ánima para recibir gracias y dones de la Suma Bondad”.
“LA ORACIÓN PREPARATORIA es pedir gracia a Dios nuestro Señor para que
todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio
y alabanza de Su Divina Majestad”.
“A las personas que van de pecado mortal en pecado mortal, el Enemigo acostumbra
comúnmente proponerles placeres aparentes, haciendo imaginar delectaciones y
placeres sensuales para conservar y aumentar sus vicios y pecados. En estas
personas, el buen espíritu usa el modo contrario: los punza y les remuerde la conciencia
por la sinceridad de la razón”.
“El que esté en consolación, prepárese para verse en la desolación que después vendrá,
tomando nuevas fuerzas para entonces”.

julio-diciembre de 2019 Página 46


San Ignacio hacía una diferencia entre servir a Dios nuestro Señor por puro amor y por el
temor que se Le tiene a Su Divina Majestad. Afirma que, no sólo el temor filial es cosa
santísima, más todavía el temor servil: ayuda mucho para salir del pecado mortal, mientras
el temor filial es bienvenido y grato a Dios nuestro Señor, por estar en uno con el amor
divino.

Recomendaba como “algo de provecho” hablar de las malas costumbres a las mismas
personas que pueden remediarlas. Y a aquel que recibía sus Ejercicios Espirituales,
recomendaba aprovechar entrar en ellos con gran ánimo y libertad con el Señor, ofreciéndole
todo su querer y su libre albedrío, para que Su Divina Majestad se sirva conforme a Su
Santísima Voluntad.

Por su parte, al director de los Ejercicios Espirituales, recomendaba tener cuidado de ser
duro o desabrido con el desolado y tentado, que en cambio debería ser blando y suave, darle
ánimo y fuerzas para adelante, descubriéndole las astucias del Enemigo de la naturaleza
humana, y haciéndole preparar y disponer para la consolación de Dios.

San Cirilio de Jerusalén:


“Así como dos pedazos de cera derretidos juntos no hacen más que uno,
de igual modo el que comulga está unido con Cristo, él vive en Cristo y Cristo en él”

Fr. Mark Mary


M.F.V.A.
San Alfonso María de Ligorio
(*1696/+1787)
Patrono de los estudiosos de teología moral
y de los confesores

A este Obispo y Doctor de la Iglesia le gustaba visitar con frecuencia a Jesús Sacramentado,
orar con devoción a la Santísima Virgen María y evitar las malas conversaciones, pues veía en
esos diálogos insanos un motivo para ofender a Dios.
+ Nació en Nápoles (Italia), estudió Derecho y obtuvo el grado de Abogado en el ámbito
civil y canónico.
+ Sin embargo, San Alfonso no se sentía feliz en esta profesión y decidió dejarlo todo para
convertirse en un gran predicador y apóstol de Cristo.
+ Para mantener la pureza de su alma, escogió un director espiritual para que lo guiara
por el camino de la santidad.
+ Ordenado sacerdote, comenzó a trabajar con los pobres de los barrios más humildes
de Nápoles y de otras ciudades, a quienes les enseñaba el Evangelio de Nuestro Señor.
+ En 1752, fundó con otros sacerdotes la Congregación del Santísimo Redentor [Padres
Redentoristas] y siguiendo el ejemplo de Jesús, recorrió ciudades y pueblos para
predicar la Buena Nueva de la Salvación.
julio-diciembre de 2019 Página 47
+ Murió en Salerno (Italia).
+ Canonizado por el Papa Gregorio XVI en 1839.

San Alfonso siempre tuvo presente imitar del modo más perfecto la vida y las virtudes de Cristo, por el
propio bien, por la salvación de las almas y por las almas más abandonadas.

“Dios castiga”, San Alfonso María de Ligorio


https://www.youtube.com/watch?v=V0MXDzomZ-E

Padre Pablo Straub, Redentorista


http://www.windowtotruth.com/
https://www.youtube.com/watch?v=eT2DtbpXrl8

Importancia de la Salvación, San Alfonso María de Ligorio


https://www.youtube.com/watch?v=TlRIDs-gC9g

Santo Via Crucis, San Alfonso María de Ligorio


https://www.youtube.com/watch?v=4azmARlRupQ&t=4s
EWTN + Describe las 14 estaciones de la Pasión de Nuestro Señor hacia Su Crucifixión

_Salmo 84_
“¡Qué deseables son Tus moradas,
Señor de los Ejércitos!”
Éxodo 40,16-21:
“La nube cubrió la Tienda del Encuentro
y la gloria del Señor la llenó”.

San Mateo 13:47-53:


“Un escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es como
un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo”.
“¿Entienden bien todo esto?”.

Juicio de la separación
de los perversos y los justos.

Al final de los tiempos, Dios separará a los buenos de los malos. La parábola para
nosotros es que seamos justos, santos, que llevemos una vida recta y moral, lo cual
es necesario para entrar al Reino de Dios.

El letrado que entiende la Palabra es como un padre de familia que va sacando del
arca lo nuevo y lo antiguo: la bondad moral, miramos los Diez Mandamientos y lo
nuevo, las Bienaventuranzas del Sermón de la Montaña. La fe en Jesús, nuestro
Salvador, tiene que ser real y estar llena de caridad para ser una fe salvífica; avivada
por la caridad; hay que hacer actos moralmente buenos; vivir según la caridad y
tener una fe salvífica para entrar al Reino de los Cielos.

julio-diciembre de 2019 Página 48


En nuestra era hemos desestimado la idea de la moral. Hoy celebramos a San Alfonso
de Ligorio, un gran teólogo moral; doctor de la Iglesia, santo patrón de los confesores
y de los teólogos morales; escribió mucho acerca de la ley moral; tiene manuales
famosos para guiar a su congregación y a la Iglesia; tenía muchas enfermedades;
fue un hombre brillante; conoció el sufrimiento y trabajó mucho por el Evangelio, fue
expulsado de la propia Orden de los Redentoristas que fundó, por lo que conoció el
sufrimiento intensa y profundamente.

No podemos ser salvados por las cosas externas, es un mensaje de la primera lectura:
podemos tener más dinero y de las cosas buenas de este mundo, una sociedad
mejor administrada en muchas formas y esto es bueno.

Pero, eso no nos salva de la esclavitud más profunda que nos ata,
no nos ofrece una salvación personal.

Algo muy profundo en nosotros está roto, podemos llegar a ver la Tierra prometida,
pero no confiar en Dios, es la imagen de nuestra concupiscencia dentro de nosotros,
nuestra tendencia a pecar. El Concilio de Trento lo afirmó: “Necesitamos la gracia
de Dios para vencer la concupiscencia de la carne y hacer lo bueno”. No
alcanzamos a tener la voluntad fuerte sin la gracia de Dios. Necesitamos ser guiados,
una renovación interior, a nuestro Buen Pastor, quien nos muestra el camino. Él se
somete a nuestra esclavitud en todo menos en el pecado, es capaz de sufrir y morir,
se somete a ello, lo que está reflejado en el censo que fue mandado a hacer por el
César: sometido a una regla externa desde que nació.

Él vino para sacarnos de nuestra condición humana y débil, esta es la participación


en la vida divina y mediante Su Misterio Pascual. El pueblo es guiado por la nube y el
arca; la nube es la imagen del Espíritu Santo; Jesús nos convierte en templos del
Espíritu de Dios, para que seamos renovados por dentro y Él nos guía desde adentro.
Necesitamos más que conocimientos, necesitamos la gracia del Espíritu Santo para
hacer lo correcto, pero la ley viene de Dios, nos guía a la bienaventuranza, al Reino
de los Cielos.

La ley es obra de la sabiduría divina, pero presupone nuestra participación, que


somos capaces de tomar decisiones, que no obramos instintivamente como lo haría
un animal, somos capaces de tener componente moral en nuestra naturaleza, optar
por hacer algo bueno y vivir una vida buena. Ello nos permite participar en la ley
natural: esta participación en la sabiduría de Dios al guiarnos y dirigirnos desde
dentro, para que vivamos una vida buena y santa. En especial por nuestra
necesidad de someternos a Dios, seguirlo y ser obedientes a Su ley, Él nos muestra
cómo vivir una buena vida, una vida moral.

Por ejemplo: vivir una vida promiscua no nos lleva a la realización, nos lleva incluso a
enfermedades y a corazones rotos. La homosexualidad es promovida ante nuestros
jóvenes en esta cultura, les puede parecer atractivo por lo que los medios y las
películas presentan, que los lleva a una vida de sufrimiento y lucha inútil. La codicia
y el materialismo, el consumismo, robar y mentir para conseguir lo que queremos:
todo ello lleva a la miseria humana.
julio-diciembre de 2019 Página 49
La ley nos ayuda a vivir en medio de este mundo caído, es el camino hacia la
plenitud, hacia la realización, hacia una vida recta, y nos dice que Dios es uno solo
y santo, que debemos tratar al prójimo como un sujeto y no como un objeto para ser
usado.

La revelación, mirada de forma global, lleva a preguntarse a la causa del gran


sufrimiento desde la caída de nuestros primeros padres; como si no nos diéramos
cuenta de nuestra capacidad para el mal y nuestra necesidad de Dios, y nos puede
abrumar y asombrar el mal del que somos capaces. Pero el tiempo de la venida de
Cristo fue apropiado en la historia humana justo por eso: darnos cuenta de cuánto
podemos fallar, pero el Señor nos da la gracia para vivir los Mandamientos. Donde
otros fallaron, nosotros podemos vivir la ley con el Sermón de la Montaña y los Diez
Mandamientos. El Antiguo Testamento nos enseña que el Espíritu Santo obra con Su
gracia para vivir los Mandamientos, así como el Nuevo Testamento nos enseña que
con el Espíritu Santo vivimos las Bienaventuranzas.

“Quiero darles una vida plena, la vida eterna, paz, alegría, una comunión
profunda conmigo y con todo el Cuerpo de Cristo”.

Esa soledad y aislamiento que nos puede llevar al pecado, se eliminará cuando
estemos unidos a Cristo.
El Señor nos lleva a obrar por amor, no por miedo. Jesús nos ofrece la libertad de la
esclavitud del pecado y la muerte, nos ofrece una transformación desde dentro
para que conozcamos esta bienaventuranza a la cual el Señor nos está llamando.

San Bernardo de Claraval:


“El motivo de amar a Dios es Dios mismo, la medida de amarle es amarle sin medida”

Fr. Mark Mary


M.F.V.A.

_Salmo 34_
“Gusten y vean
qué bueno es el Señor.
Si el afligido invoca al Señor,
Él lo escucha y lo salva
de sus angustias.

julio-diciembre de 2019 Página 50


“Los ojos del Señor
miran a los justos,
Sus oídos escuchan sus gritos,
pero el Señor se enfrenta
con los malhechores
para borrar de la Tierra su memoria.
El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos”.

Gálatas 4:3-7:
“Ya no eres esclavo sino hijo,
y si eres hijo, eres también heredero
por voluntad de Dios”.

San Lucas 1:26-33


“Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las
mujeres. No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios,
concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús”.

Dios te salve María,


llena eres de gracia,
el Señor es contigo,
bendita tú eres entre todas las mujeres.

Hoy celebramos un día de fiesta Franciscano: NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES LA


PORCIÚNCULA (Porciúncula significa “pequeña porción”): una de las 3 iglesias que
San Francisco reconstruyó, y la nombró “Reina de los Ángeles”.

Esta capilla de EWTN es también nombrada “Nuestra Señora de los Ángeles”,


construida por la Madre Angélica. La cuna de la orden franciscana es La
Porciúncula, donde San Francisco abrió el Evangelio para ver lo que el Señor le pedía
que hiciera (que reconstruyera la Iglesia), y leyó la parábola del Hijo Pródigo.

“No hemos de poseer oro ni plata, sino ser heraldos de Jesús y proclamar el
Evangelio al mundo entero”: centro del espíritu franciscano.

Nuestra Señora siempre ha sido protectora especial de la Orden, para guiarla en su


crecimiento. Los Franciscanos siempre han tenido una devoción especial a la
Santísima Virgen María. Francisco oró siempre en la humildad de la Virgen María. La
Encarnación es el eje de la espiritualidad de San Francisco de Asís y su Orden. María
no tenía un alto estatus en el mundo, pero Dios la llamó para que fuera la Madre de
Su Hijo. San Francisco diría a sus hijos que mantuvieran esta morada sagrada y prístina
por siempre.

julio-diciembre de 2019 Página 51


La cuna de la Orden Franciscana, la Porciúncula, ha impartido bendiciones
especiales. San Buenaventura: “Francisco, pastor del pequeño rebaño, guiando a
sus 12 hermanos a la capilla de la Virgen, tuvo evidente las gracias de la Madre de
Dios y creció con su ayuda”. Francisco hizo una petición de indulgencia especial al
Papa para que, cualquiera que visitara la Porciúncula en los años 1600, obtuviera la
gran indulgencia por sus pecados. Podemos mirarla como una forma de reconstruir
la Iglesia, llamando a la gente a la conversión, y también arquitectónicamente.

“Reina de los Ángeles”, lo que hoy celebramos los Franciscanos: entendemos que los
seres angelicales tienen dones naturales y habilidades más grandes que los seres
humanos, pero María, siendo un ser humano, está por encima de los ángeles. Los
teólogos nos cuentan que ello está arraigado en su maternidad divina, como gracia
de todas las gracias. Razón por la que sería llamada “Madre de Dios” e
inmaculadamente concebida. En la Anunciación, María es informada sobre la
dignidad y divinidad que llevaría en su vientre. Que Jesús sería rey y Su Reino no
tendría fin, y ella habría de ser Reina. En el Antiguo Testamento, la reina era la madre
del rey, aquella con el honor más grande: María tiene esa dignidad real.

Santo Tomás escribiría que:

+ “Ser llamada Madre de Dios tiene una dignidad infinita, porque ella está unida
en forma especial con la humanidad sagrada de Dios”.
+ “Es una dignidad mayor incluso que la dignidad que tenemos como hijos
adoptivos, porque esta maternidad establece una adopción especial de la
naturaleza con el Hijo de Dios”.

Ella recibió estas gracias extraordinarias, el Ángel le da el nombre “llena de gracia”


para que sea Templo del Señor. Y para que sea madre al criarlo. La Inmaculada
Concepción nunca cometió un solo pecado en su vida. Ella conocía la profecía del
Mesías, que habría de sufrir y ella debía seguirlo clemente al Calvario para verlo sufrir
en la Cruz. Esa esperanza y amor crean una analogía: uno puede tener un teólogo
que conoce bien la fe y uno puede tener una persona sencilla y santa que tiene una
inspiración, y esto mismo lo decimos en relación con los Ángeles, pero ella tenía la fe
plena y el amor, la luz de gloria irradia en ella sobrepasando la de los Ángeles.

Si pensamos en su misión de ser La Madre de Dios, es mayor que la misión de ser


siervo o misionero de Dios, que es misión de los Ángeles. Ser madre es mayor dignidad
que ser siervo. Llena de gracia y llena de gloria. Comparte la gracia y la gloria de
Dios. Coopera como la Nueva Eva en el Calvario, en el renacimiento de la vida
humana, Reina y Madre de toda la humanidad. Su amor es más grande que todas
las criaturas, incluso que los seres angelicales, porque ella amó a Jesús como bebé
y lo crió como bebé, lo cual la hace La Más Grande.

Su gran dignidad y vocación, nos enseñan que ella es nuestra Madre y que
fomentará esta vida de gracia en todos nosotros. Todos somos hijos de Dios, incluso
los no creyentes. Ella nos ayudará a todos a aumentar la fe, esperanza y amor a
Jesucristo, tal como ella misma lo hizo siempre en ella con el Espíritu Santo.

julio-diciembre de 2019 Página 52


San Francisco de Asís:
“Tus actos pueden ser el único Evangelio que algunas personas escuchen hoy en día”

Fr. John Paul Mary


M.F.V.A.

_Salmo 39_
“Señor, dame a conocer mi fin.
Y cuál es la medida de mis años,
para que comprenda lo caduco que soy.
Me concediste un palmo de vida,
mis días son nada ante Ti.
El hombre no dura más que un soplo,
el hombre pasa como pura sombra,
por un soplo se afana,
atesora sin saber para quién.
Escarmientas al hombre castigando su culpa,
como una polilla roes sus tesoros;
el hombre no es más que un soplo.
Escucha, Señor, mi oración,
porque yo soy huésped Tuyo,
forastero como todos mis padres.
Aplaca Tu ira, dame respiro,
antes de que pase y no exista”.

“¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad!”


“Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos”.

San Lucas 12,13-21:


“Lo que habías amontonado,
¿para quién será?”.

¿Qué significa ser rico en lo que importa a Dios?


Que seamos como Él, no en Su apariencia, pero que se refleje en nuestros hechos,
lo que hacemos, lo que decimos y como vivimos. En nosotros, el Padre ve la imagen
de Su Unigénito, así es como Dios nos mira a c/u de nosotros.
julio-diciembre de 2019 Página 53
Nos restaura en Cristo y desea mantenernos restaurados y seguir renovándonos
continuamente, lo cual es algo en lo que podemos aumentar infinitamente y
podemos seguir creciendo en el amor a Dios y en el amor al prójimo.

Podemos acumular amor nosotros mismos, lo que realmente importa. Incluso en el


Cielo la fe y la esperanza cesan, la fe es la facultad de creer lo que no se ha visto,
pues en el Cielo estaremos cara a cara con Dios Todopoderoso, Aquel que es nuestro
tesoro; y la esperanza es confianza y seguridad en Dios, no sólo la terrenal, sino la
seguridad de Su Providencia. “Toquen y se les abrirá la puerta”, así encontramos a
Dios. Dios quiere que Le pidamos.

Eso presupone una relación, Dios es Quien da todo lo bueno y quiere que Le
pidamos, no importa lo que pensamos. Más que nada Él quiere todo lo que es bueno
y santo para nosotros, y Él quiere que seamos desprendidos, no sólo de nuestra vida
terrenal, sino principalmente a través de Su Vida Divina de todos los afectos a
creaturas y a las posesiones.

De eso se trata la Palabra de hoy, de Dios sosteniéndonos en Su Vida Divina y lo que


Él quiere hacer en nuestras almas, cómo Él desea transformar a c/u de nosotros y lo
que espera de nosotros como Sus hijos amados. Dios, infinitamente perfecto y
bendito por Sí mismo, ama libremente al hombre y lo creó para hacerlo compartir
en Su propia Vida Divina. Para eso nos creó. Por esta razón, en todo lugar y momento
Dios se acerca al hombre, Dios es el iniciador, Dios es el que se acerca a nosotros.

Se ha dicho que la filosofía es una forma en que hacemos preguntas acerca de la


vida, del propósito de la vida, por qué estoy aquí, por qué hago esto que estoy
haciendo, cuál es el significado de la vida, cuál es el significado del sufrimiento, por
qué el sufrimiento, por qué existe el mal. Pero la teología en realidad, se trata de la
conversación de Dios, es la búsqueda de Dios por parte del hombre. Así que la
filosofía somos nosotros buscando a Dios, deseando a Dios y haciendo las preguntas,
pero la teología es donde Dios a través de Jesucristo se revela a nosotros.

Al final en la persona de Jesucristo, la filosofía y la teología se encuentran. Él responde


a cualquier pregunta que nosotros podamos hacer. Él es el significado y propósito
de la vida, Él es Aquel cuya imagen compartimos. En el Catecismo dice: “Él llama al
hombre a seguirlo, a conocerlo y amarlo con todas sus fuerzas”. Así es como somos
herederos de Su Vida Divina. Él nos invita a que seamos herederos de Su Vida Divina,
la vida de Cristo, Su santidad. Es la heredad en que hemos sido prometidos, el amor
de Dios por nosotros, Sus hijos adoptivos, Cristo es el obsequio de Dios a nosotros.

No porque seamos buenos nos obsequiaron a Cristo, sino porque Él es bueno, y


porque la mera naturaleza de Dios es la bondad misma. Él nos ama porque le
pertenecemos a Él, somos Sus hijos, por eso quiere proveer para nosotros todo,
protegernos y llevarnos de la mano a Su Casa. ¡Cuán maravilloso es el cuidado y el
amor de Dios por nosotros! No podemos ganar el amor de Dios y no podemos obligar
a Dios a que nos ame, ese es el aspecto de la relación del amor de Dios.

julio-diciembre de 2019 Página 54


Cierto aspecto de nuestra humanidad está roto, por eso a veces tenemos una
noción de un Dios duro, a veces afecta la forma en que amamos y nos entregamos
a Dios, esto debe ser sanado, pues Dios es todo misericordia, amor y bondad. “Señor,
sáname de mi humanidad rota para verte como Eres”.

Cuando estamos en estado de gracia,


Dios ve en c/u de nosotros la imagen de Su Unigénito.

San Martín de Porres:


“No te quejes, eso demuestra un descontento con la voluntad de Dios
en el momento presente, eso también es prueba de impaciencia”

Fr. Matthew Mary


M.F.V.A.

Dedicación de la Basílica de Santa María

La Basílica de Santa María La Mayor es el santuario mariano más antiguo de Occidente y es


la tercera de las Basílicas Mayores de Roma.
+ Según la tradición, en la noche del 05 de agosto del año 352, La Santísima Virgen María
se apareció al Papa Liberio y a un patricio romano, pidiéndoles que construyeran un
templo en el lugar que ella señalara con una nevada (la cual ocurrió en pleno verano).
+ Al día siguiente encontraron un terreno cubierto de nieve en el monte Esquilino, que
cubría el área exacta del edificio.
+ El Papa y el noble patricio decidieron dar vía libre a la construcción de este santuario
mariano, al que llamaron Santa María ad nives = Santa María de las Nieves.
+ En el año 431, tras el Concilio de Éfeso -en el que había sido proclamada la Maternidad
Divina de María Santísima- el Papa Sixto III erigió la actual Basílica.

La Basílica Papal de Santa María La Mayor tiene algunas particularidades que la destacan de
las demás Basílicas Mayores:
+ Durante el pontificado del Papa Sixto III se realizaron los mosaicos de la nave central y
los mosaicos del arco triunfal.
+ Se dice que allí se conserva la reliquia del pesebre de Belén donde nació Jesús.
+ El Papa Francisco acude a este templo antes de iniciar una gira internacional: entra a
la Basílica, deja un ramo de flores al pie de la imagen de la Virgen Salvadora del Pueblo
Romano y se detiene en un momento de oración.

Cada templo que los fieles cristianos edificamos es un símbolo del templo espiritual que la
Santísima Trinidad construye en el interior de nuestro ser con la gracia de los Sacramentos, ya
que a través del primer Sacramento recibido -el Bautismo- SOMOS TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO.

julio-diciembre de 2019 Página 55


_Salmo 81_
“Aclamen a Dios,
nuestra fuerza”.

“No sólo de pan vive el hombre,


sino de cada Palabra que sale
de la boca de Dios”.

San Mateo 14:13-21:


“Alzando la mirada al Cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los
discípulos; los discípulos se los dieron a la gente”.

El milagro de la multiplicación de los panes


es el milagro más reconocido en todos los Evangelios,
es el único milagro que se encuentra en los cuatro Evangelios.

Se considera anticipación de la Institución de la Sagrada Eucaristía, probablemente


es la más importante participación. Jesús realiza Sus maravillas a través de las más
humildes ofrendas. Podemos ofrecernos en sacrificio, por más débiles e
insignificantes que seamos. Incluso si pensamos que nuestra ofrenda es pequeña y
pobre, podemos unir nuestra ofrenda al sacrificio de Jesucristo, nuestros sufrimientos
y mortificaciones adquieren gran valor al ser unidos a los de Jesucristo.

Jesús desea que Sus discípulos tengan un profundo sentido de sus propias
limitaciones. Pone a prueba a Sus discípulos para despertar en ellos confianza plena
en la Providencia Divina. Él sabe que en contados minutos realizará un milagro y les
pide que confíen en Él cuando les pide que le lleven los panes y los peces; ahora los
discípulos presentan su humilde ofrenda y confiarán en que el Señor hará que esto
funcione como Él disponga.

La conciencia de que no somos nada es algo muy común en el Antiguo Testamento.


Moisés sintió su propia debilidad cuando Dios lo llama a liberar a su pueblo de la
esclavitud de Egipto, Moisés tenía miles de excusas y nosotros también. Moisés
reclamaba que no tenía dotes de predicador y sin embargo, Dios lo llamó a que
confiara en Él, le dio el talento de predicar y le hizo liberar a Su pueblo. La liberación
es obra de Dios, no de Moisés, pero éste se dispuso a ser utilizado por el Señor como
instrumento para Su obra.

Varias mujeres en el Antiguo Testamento fueron capaces de tener hijos en su


ancianidad, como Sara y Ana, y cada una tendría un hijo que sería muy importante
en la historia de la salvación: Isaac y Samuel. Dios escoge a los débiles para humillar
a los fuertes, elige a lo que es rechazado en el mundo para que nadie presuma en
la presencia de Dios. Esto significa que si queremos ser instrumentos poderosos para
el Señor, busquemos el último lugar; totalmente contrario al espíritu del mundo.

julio-diciembre de 2019 Página 56


En el caso de la multiplicación de los panes, el hijo de Dios está realizando un milagro
que prefigura el don de la Eucaristía. Los discípulos ofrecen lo poco que tienen para
que Jesús transforme su don en algo que es de beneficio para muchos: 5 panes para
5 mil personas. Nosotros tenemos muy poco que ofrecer, por muy poco que sea
debemos ofrecerlo siempre que estemos en estado de gracia. Santa Teresita del
Niño Jesús nos enseñó en su “Caminito Espiritual”, ofrecer lo pequeño que tenemos
y somos con un grande amor. Para nuestra salvación y para la salvación de otros.

El sacerdocio ministerial y el sacerdocio común de los fieles son diferentes. Este último
es el de la persona bautizada válidamente, de forma similar al sacerdocio ministerial
está hecho para ser ofrecido como sacrificio. El ministerial es un estado diferente al
común, en que es conferido a ciertos hombres por medio de las Sagradas Órdenes,
con un carácter ontológico en el alma misma del sacerdote una vez que es
ordenado, carácter que no es compartido entre los laicos o miembros del
sacerdocio común.

San Juan Pablo II, en su Carta Apostólica “Ordenanza sacerdotalis”:

“Para que se quite toda duda, en virtud del ministerio de confirmar a los
hermanos, yo declaro que la Iglesia no tiene autoridad en absoluto para
conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y este juicio debe ser
definitivo”.

Así cerró el caso hace 25 años. Tener la opinión contraria constituye herejía. El caso
está cerrado, punto. No significa que hay algo deficiente en las mujeres, o que sean
personas menores, o que tengan menos dignidad, pero el sacerdocio en la mujer es
un ejercicio inútil y lo pone a uno en riesgo de separarse de la Iglesia. El sacerdote es
ordenado para actuar in persona Christi, por lo tanto se requiere que sea hombre,
pues Cristo es Dios y Hombre Verdadero.

Los laicos tienen la oportunidad de ofrecer su propia vida como sacrificio, en unión
con el sacerdote ministerial. El sacrificio de los fieles será elevado al sacrificio único
de Jesucristo, es una mayor obra de Dios, incluso mayor que la multiplicación de los
panes y peces. El Señor utiliza lo poco que tenemos para ofrecer, para obtener la
salvación del mundo y de nuestras propias almas.

De esta forma todos participamos en alguna manera, ordenados o no, en el


sacerdocio único de Jesucristo y en la obra de la santificación. Aparte del sacrificio
de Cristo, nuestras ofrendas no tienen significado; pero en unión con Él y con Su
Sacrificio, contribuimos a la salvación de las almas.

Papa Benedicto XVI:


“Estamos rodeados, guiados y conducidos por los amigos de Dios. No tengo que llevar yo solo lo que,
en realidad, nunca podría soportar yo solo. La muchedumbre de los Santos de Dios me protege,
me sostiene y me conduce”

julio-diciembre de 2019 Página 57


Fr. Joseph Mary
M.F.V.A.

TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

+ Esta fiesta se viene celebrando desde la antigüedad en las Iglesias de Oriente y


Occidente.
+ Al principio no había una fecha oficial, pero el Papa Calixto III escogió el 06 de agosto,
y extendió la fiesta a toda la Iglesia porque ese día llegaron a Roma las noticias de la
victoria de los ejércitos cristianos sobre el ejército turco musulmán de Mehmet II,
conquistador de Constantinopla y enemigo del cristianismo.
+ La Transfiguración nos recuerda que, la alegría que Dios ha sembrado en la vida no es
el punto de llegada, sino la Luz que Él nos da durante nuestro paso por este mundo -y,
como lo dijo el Papa Pablo VI: “arroja una Luz deslumbrante sobre nuestra vida
cotidiana, llevándonos a dirigir la atención al destino inmortal que se esconde detrás
de aquel acontecimiento”-.

Homilía del Papa San Juan Pablo II,


Segundo Domingo de Cuaresma,
28 de febrero de 1999:

“La invitación que el Padre dirige a los discípulos, testigos privilegiados del
extraordinario acontecimiento de la Transfiguración, resuena de nuevo hoy para
nosotros y para toda la Iglesia. Como Pedro, Santiago y Juan, también nosotros
estamos invitados a subir al Monte Tabor junto con Jesús, y a quedar fascinados por el
resplandor de Su gloria […] Contemplemos a Cristo envuelto en Luz, en compañía de
los autorizados portavoces del Antiguo Testamento, Moisés y Elías; a Él le renovamos
nuestra adhesión personal: es el “Hijo amado” del Padre.
Esta apremiante exhortación […] es una invitación a dejar que la Luz de Cristo ilumine
nuestra vida y nos comunique la fuerza para anunciar y testimoniar el Evangelio a
nuestros hermanos; como bien sabemos, es un compromiso que implica a veces
muchas dificultades y sufrimientos.
La experiencia de la transfiguración de Jesús prepara a los Apóstoles para afrontar los
dramáticos acontecimientos del Calvario, presentándoles anticipadamente lo que
será la plena y definitiva revelación de la gloria del Maestro en el misterio pascual […]
“Sólo por la Pasión podemos llegar con Él al triunfo de la Resurrección”.
¿No es verdad que, precisamente por conocer a Cristo, Su persona, Su amor y Su
verdad, cuantos lo experimentan personalmente sienten un deseo irresistible de
anunciarlo a todos, de evangelizar y de guiar también a los demás al descubrimiento
de la fe?”.

____________________________________

De la Carta Apostólica
Rosarium Virginis Mariae,
de San Juan Pablo II,
al Episcopado, al clero
y a los fieles sobre
julio-diciembre de 2019 Página 58
El Santo Rosario:

[Cap. 1, “Contemplar a Cristo con María” / “Un rostro brillante como el sol”]
(9) “«Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el Sol» (Mt 17,2). La
escena evangélica de la Transfiguración de Cristo, en la que los tres apóstoles Pedro,
Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor, puede ser
considerada como ícono de la contemplación cristiana. Fijar los ojos en el Rostro de Cristo,
descubrir Su misterio en el camino ordinario y doloroso de Su humanidad, hasta percibir el
fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del
Padre, es la tarea de todos los discípulos de Cristo; por lo tanto, es también la nuestra.
Contemplando este Rostro, nos disponemos a acoger el misterio de la Vida Trinitaria, para
experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegría del Espíritu Santo. Se realiza
así también en nosotros la palabra de san Pablo: «Reflejamos como en un espejo la gloria
del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más: así es como
actúa el Señor, que es Espíritu» (2Co 3,18).

_Salmo 97_
“El Señor reina,
altísimo, sobre toda la Tierra”

Daniel 7:9-10,13-14:
“Su vestido era blanco como nieve […] Le dieron poder real y dominio;
todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno
y no pasa, su Reino no tendrá fin”.

2Pedro 1:16-19
“Habíamos sido testigos oculares de Su grandeza”.

San Lucas 9,28b-36:


“Moisés y Elías hablaban de Su Muerte,
que iba a consumar en Jerusalén”.

“Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto.


Escúchenlo”.

Jesús aparece con vestiduras de blanco en Su Resurrección.


Así mismo “sus vestidos brillaban de blancura” en Su Transfiguración.
En el Cielo todos están vestidos de blanco.
El blanco refleja la luz.

Para los demás podemos ser alegrías porque realmente vivimos con la gracia de
Dios. ¿Dónde contemplamos al Señor de manera más profunda en esta Tierra?
En nuestra Adoración del Santísimo Sacramento, somos transformados a Su
Semejanza por obra del Espíritu Santo.

julio-diciembre de 2019 Página 59


Contemplamos la gloria del Señor y somos transformados por Él.
San Lucas nos dice lo que Elías y Moisés estaban conversando con Jesús: “Moisés y
Elías, que apareciendo con gloria, hablaban de Su Muerte que iba a consumar en
Jerusalén”. Éxodo, es la palabra en griego: Su Éxodo. Dios realizará un Éxodo nuevo.
En el pasado sacó al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. Y Jesús inaugurará
ahora este nuevo Éxodo, similar al antiguo: sacará a la gente a la libertad, a un hogar
prometido.

Moisés y Elías hablan a Jesús sobre Su Éxodo que Él consumará en Jerusalén.


Este peregrinaje, esta partida empieza en un lugar y termina en otro. Primero fue en
Egipto y ahora será Jerusalén, el Reino de los Cielos.

El Evangelio termina no con la Resurrección, a pesar de que habla de la Resurrección


del Señor, sino con la Ascensión. Jesús consuma este nuevo Éxodo de Jerusalén a
través de Su Pasión, Muerte y Resurrección, y de Su Ascensión. Nos llevará de este
destino a un destino mayor, un Éxodo mayor, a nuestro hogar en el Cielo, nos guía a
la gloria, a la transfiguración.

Así, hay dos mensajes centrales en la Transfiguración de Nuestro Señor:

1. Jesús revela Su divinidad. Lo que está siendo comunicado a través del


Evangelio es que esta Luz proviene desde dentro de Jesús, Su rostro se vuelve
blanco y Sus ropas blancas resplandecientes.
2. Nos muestra nuestro destino final, hogar de gloria, en el Cielo, de luz, de
alegría, de bendición eterna en Dios.

De tal forma que, ¡anímense!, Jesús nos está guiando a nuestro hogar. Contemplen
al Señor con su rostro descubierto, hasta que los lleve a esa gloria plena en el Cielo.

Diácono Gerald Zukauckas


M.F.V.A.

_Salmo 106_
“Acuérdate de mí, Señor,
por amor a Tu pueblo”.

Números 13:
“Despreciaron una tierra envidiable”.

julio-diciembre de 2019 Página 60


San Mateo 15,21-28:
“[…] una mujer cananea […] “Sólo he sido enviado a las ovejas
descarriadas de Israel” […] “No está bien tomar el pan de los hijos y
echárselo a los perros”. Pero ella repuso: “Tienes razón, Señor, pero
también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de sus
amos”. Jesús le respondió: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla
lo que deseas”.

Un gran profeta ha surgido entre nosotros.


Dios ha visitado a Su pueblo.

Tres palabras: petición, oración, perseverancia.


Petición, plegaria para que siempre elevemos nuestro corazón a Dios.
Las peticiones siempre acuden a la Misericordia de Dios, que desciende hasta
nosotros. La perseverancia, no siempre las oraciones son inmediatamente
respondidas, perseveremos siempre ante el Señor y continuemos en súplica a Él.
En torno a todo ello, están el amor y la humildad.

Jesús se retira a la región de Tiro y Sidón, que es Líbano hoy en día. Se enfrenta a la
oposición de parte de los fariseos, a pesar de que estaba realizando increíbles
milagros. Decidió dejar el área del Lago de Galilea y dirigirse hacia el oeste, poblado
por gentiles, individuos que no alababan a Dios y sí a ídolos paganos. En este viaje
Jesús se encuentra una mujer bastante admirable, cuyo nombre no queda
registrado en el Evangelio, sólo se sabe que es cananea (gentil) y de una clase muy
repudiada por la población judía, a menudo los gentiles eran considerados como
malvados que adoraban a ídolos paganos, se referían a ellos como “perros
inmundos”.

Esta mujer se enteró de Jesús y su milagrosa capacidad para sanar. Su hija, a quien
ama mucho aparentemente, está atormentada por un demonio. Esta mujer había
recurrido a sus dioses paganos para liberarla y no lo había logrado. Estaba en una
gran crisis familiar, sabía que tenía que buscar a Jesús. Cuando Él iba de paso, ella
estaba determinada, enfocada.

Esta mujer tenía bastante valentía, una misión, por el amor de su hija tenía que acudir
a Jesús y pedirle su amor y misericordia, y que haga descender su gracia sobre su
hija y sobre ella: “¡Ten piedad de mí, Jesús, hijo de David!”. Jesús no dice nada, no la
reconoce, no le responde: algo incómodo. Silencio total. Pero ella no se ve
disuadida, ella insiste, va a donde los Apóstoles, pensando que Él los escuchará a
ellos. Y ellos le ruegan: “Atiéndela, para que se vaya”. Se vuelve un fastidio para ellos.
Jesús contesta que su misión es con las ovejas perdidas de la casa de Israel, que
debe enfocar el propósito de Su ministerio en los judíos y no en los gentiles, va a hacer
la realización de la Alianza Nueva para el pueblo elegido, la población judía.

Con el avance de la Iglesia universal, esto habría de florecer más adelante en el


mundo entero: predicando sus Apóstoles en todas las naciones.

julio-diciembre de 2019 Página 61


Su misión no incluía entonces a los cananeos, enemigos ancestrales de los israelitas.
En lugar de enojarse ella, o de darse por vencida o desesperarse, o disgustarse por
la forma en que Jesús no le responde, se arrodilla ante Él en humildad y le dice:
“¡Señor, socórreme!”. Uno pensaría que en este momento Jesús le concedería la
petición. Pero responde lo que para muchos es algo asombroso: “No está bien echar
a los perros el pan de los hijos”. Palabras duras. Utiliza Jesús un lenguaje proverbial:
los hijos son la población judía, los miembros de Dios, el pueblo elegido. Los paganos
son “los perros”.

Hay contraste entre ese sistema ético en torno a Israel en comparación con los
paganos, la descripción era muy clara, la gente fuera de la Alianza de Dios era
considerada “perros” por la población judía. Jesús está describiendo esta situación
para explicar por qué debe utilizar su tiempo y su vida buscando a las ovejas
descarriadas de la Alianza de Israel: prioridad, dar de comer a los hijos antes que a
la mascota.

La mujer no se da por vencida.


Persiste, persevera, acepta lo que Jesús dice.
No lo contradice.
No trata de argumentar su caso.
No hay resistencia de su parte.
No hace ninguna exigencia y es humilde.
Ella está dispuesta a pensar de sí misma como “un perro indigno”.
“Incluso las migajas que caen de la mesa de los amos, los perros con gusto las
comen”. Jesús se asombra, no había encontrado ese tipo de fe en Galilea y la
encuentra en una mujer cananea, una gentil, pagana.

Ella, la mujer de este pasaje, exhibe el tipo de fe que la gente de Jerusalén no


muestra. Su tenacidad, su humildad, nos recuerda a Jesús en la Cruz, cuando Él
también soporta el silencio de Dios y aparente independencia de Dios: “Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, sin desesperarse pero reclamándole. “En
tus manos encomiendo mi espíritu”. Los verdaderos creyentes no se disuaden por lo
que puede lucir el aislamiento aparente de Dios, los verdaderos creyentes se aferran,
permanecen enfocados, perseveran, humildes ante Dios, conscientes que la
bondad de Dios un día disipará todo temor y duda.

“¡MUJER, QUÉ GRANDE ES TU FE! ¡QUE SE CUMPLA LO QUE DESEAS!”.


Ella también les dio una lección a los discípulos, aparte de rogar a Jesús.
Fue prefiguración de lo que estaban llamados a hacer los discípulos: a proclamar el
Evangelio en todos los rincones de la Tierra. Ellos perseverarían entre la población
judía a pesar de su resistencia, como la mujer cananea lo hizo ante el Señor. Jesús
indica a esta humilde mujer como ejemplo de fe firme, persistencia, un estímulo para
nosotros -para no desilusionarnos, ni desesperar cuando estemos oprimidos por las
tribulaciones de la vida. El Señor no nos da nunca la espalda, es una prueba para
fortalecer nuestra fe esa aparente “indiferencia” ante nosotros. “¡Señor, socórreme!”.
Esa perseverancia y coraje, que debemos tener en la oración.

julio-diciembre de 2019 Página 62


LA PETICIÓN + LA PLEGARIA + LA PERSEVERANCIA, difundidas con amor, fe y
humildad. Todos son ingredientes que han de conmover el corazón de Dios, incluso
con una oración así de sencilla: “¡Señor, socórreme!”.

Agosto 22: MARÍA, REINA DEL CIELO


A La Reina del Cielo

Santísima Virgen María, Reina:


celebración instituida por el Papa Pío XII en el año 1954
y trasladada a los ocho días después de la Solemnidad de
La Asunción de La Santísima Virgen María en cuerpo y alma
al Cielo, para poner de relieve la íntima relación entre la
Realeza de María y su glorificación en cuerpo y alma al lado
de su Hijo Jesús.

“Dichosa Tú que has creído,


porque lo que te ha dicho el Señor
se cumplirá” (Lc 1,45).

Las bases teológicas de la fiesta de “María, Reina del Cielo” / “Santísima Virgen
María, Reina”, están en que la Santísima Virgen María es Reina porque fue asociada
a su Hijo amado de un modo único, en el camino terrenal y en la gloria del Cielo.
Así, en la Constitución del Concilio Vaticano ll sobre la Iglesia {Lumen Gentium, 59}
se consigna que “María fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del Cielo, elevada al
trono por el Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a
su Hijo”.
Papa Pío Xll en el discurso en honor a María Reina:
“María es Reina más que cualquier otra criatura,
por la elevación de su alma y por la excelencia de
los dones recibidos. Ella no cesa de dispensar todos
los tesoros de su amor y de sus cuidados a la humanidad”.
Papa Pablo Vl en su Exhortación Apostólica Marialis Cultus:
{Sobre la Realeza de María} “En la Virgen María, todo
se halla referido a Cristo y todo depende de Él: con vistas a Él,
Dios Padre la eligió desde la eternidad como Madre toda Santa
y la adornó con las gracias del Espíritu Santo que no fueron
concedidas a ningún otro”.
Santa María es Reina del Universo por:
+ Su belleza
+ Su autoridad
+ Su bondad
+ Su humildad
+ Su misericordiosa asistencia a todos sus hijos,
creyentes y no creyentes
julio-diciembre de 2019 Página 63
Dirigirse a ella con confianza y amor es dirigirse a Jesús con confianza y amor, porque
ambos son uno en el amor y en la misericordia, con la certeza de que ambos, nuestro
Hermano y nuestra Madre, interceden por nosotros ante el Padre.

A La Reina del Cielo

Santísima Virgen María, Reina:


Detenerse a pensar en una mujer como la Santísima Virgen María, es recrear nuestra
mente en la más elevada de las contemplaciones, que puede llevarnos incluso al
extremo del éxtasis espiritual, con el presupuesto de una vida de oración profunda y
una absoluta comunión con nuestro Divino Salvador.

Fr. John Paul Mary


M.F.V.A.

_Salmo 33_
“Dichoso el pueblo que Dios
se escogió como heredad”.

Sabiduría 18
“Nos llamaste a nosotros y castigaste a nuestros adversarios”.

Hebreos 11,1-2:
“La fe es la que nos garantiza los bienes que esperamos,
la que nos permite conocer las cosas que no vemos todavía”.

San Lucas 12,32-48:


“No teman, pequeño rebaño mío, porque su Padre tuvo a bien darles
parte en Su Reino”. “Donde está su tesoro, allí estará también su
corazón”. “¡Dichosos los servidores a quienes el Señor, al llegar,
encuentre esperando despiertos! Les aseguro que será Él quien los haga
sentar a la mesa y se pondrá a servirles”. “Al que mucho se le dio, mucho
se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá”.

“Permanezcan en vela y preparados,


porque a la hora menos pensada
vendrá el Hijo del hombre”.

julio-diciembre de 2019 Página 64


No se puede hacer amistad con Satanás, no existe la amistad en el Infierno.
El Infierno es un lugar donde todo el mundo le da la espalda a los demás, nadie
le da la cara a nadie, Satanás sencillamente utiliza a la gente y eso es lo que
él hace con nosotros, por eso nos pone trampas, y el Señor nos ofrece la
enseñanza del Evangelio para que permanezcamos alejados de las trampas
del Infierno.

Pensar en sí mismo un poquito más cada día es una de las trampas de Satanás.
Él quiere que nos quitemos nuestra propia vida. En el fondo comienza con pequeños
actos de egoísmo. El Evangelio se trata de pensar en los demás.

Jesús es entregado. Hemos de pensar en nosotros siempre un poco menos cada día,
no más, así es como guardamos tesoro en el Cielo. Cuando pensamos en nosotros
mismos menos. Es ahí donde está la verdadera felicidad.

Tema principal de hoy: permanecer vigilantes, escuchar la Voz de Cristo hablando


a nuestra alma. Jesús nos dice que el Padre se complace en darnos el Reino. En
todas las Escrituras Jesús dice que Dios está complacido en darnos participación en
Su Reino, y más que nada dice esto de Su Hijo Unigénito: “Este es mi Hijo amado, que
me complace”, en la Transfiguración. El Padre nos ha encomendado con mucho,
¿estamos dispuestos a recibir estos dones que quiere darnos?

Hemos de ser receptivos, dóciles (Él nos puede enseñar). ¿Somos dóciles o duros de
corazón? La carta a los hebreos dice que la fe es darse cuenta de lo que se espera
y evidencia de lo que no se ve, por ello la gente de la antigüedad recibía testimonio.
La salvación es a través de la fe y Dios desea que compartamos ese conocimiento
de Él, de eso se trata la fe, escuchar las enseñanzas de Cristo y de la Iglesia. La fe es
la participación que Dios nos da del conocimiento de Él mismo.

Él quiere que sepamos quién es Él. No sólo desciende a la Tierra como Hijo de Dios y
luego vive una vida humana, sufre, muere y sube al Cielo; Él nos comunica esto
incluso dos mil años después, este don de la fe, este don de esperanza, este don de
caridad y amor. Pensar menos acerca de uno mismo, ninguno es realmente feliz
cuando piensa siempre en sí mismo.

Cuando uno piensa en sí mismo, se aísla y no está dispuesto a lo que Dios quiere
darnos. Debemos estar dispuestos y receptivos a la gracia. La gracia se concede
según el modo y la disposición de quien la recibe.
Es un principio muy sencillo, si uno puede aprender esto, la gracia se da según el
modo de quien la recibe, todo empieza a tener sentido.

¿Cuán dispuestos estamos a recibir el Evangelio? Porque podemos escuchar su


proclamación, pero ¿cuán abiertos están nuestros oídos y preparado nuestro
corazón para recibirlo? ¿Es tierra fértil, para que la semilla del Evangelio dé frutos por
la gracia de Dios? ¿Los espinos asfixian la semilla y no la dejan crecer? ¿O el terreno
de nuestro corazón es tan duro que la semilla ni siquiera entra en él? ¿Cómo es
nuestra disposición cuando recibimos a Dios?

julio-diciembre de 2019 Página 65


Cuando leemos la Palabra de Dios, ¿cómo somos receptivos a ella? ¿Nos cambia?
¿Estamos convencidos? ¿O las leemos como si fueran las noticias de ayer del
periódico, cuando son Buenas Nuevas? El Evangelio tiene el propósito de
TRANSFORMARNOS. El Evangelio edifica, siembra esperanza y amor, construye.
¿Cómo estamos dispuestos a recibir la gracia?

Espero que cada uno de nosotros cuando recibimos la Sagrada Comunión estamos
dispuestos a recibir la gracia que Dios quiere concedernos como hijos e hijas. ¿Cuán
dispuestos estamos a recibir? ¿Cómo nos hemos preparado nuestro campo, nuestro
terreno, para recibir la gracia que Dios quiere concedernos?

Es muy importante y útil a lo largo de la vida espiritual tener presente este principio:
la gracia se da según el modo de quien la recibe. Los dones de Dios no tienen
propósito de ser abusados, como la fe: que es darse cuenta de lo que se espera.
Dios no quiere que abusemos los dones que nos da, si no queremos utilizarlos del
modo y la manera en que nos son concedidos.

Jesús da una bienaventuranza hoy, que no es un mandamiento sino más bien UNA
PROMESA: “Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo encuentre vigilante”. Hay
un dicho en la antigüedad, la gente solía ponerse hábitos y mantos bastante largo,
no se puede correr bien con ellos, este dicho habla de que “hay que fajarse las
vestimentas”, halarlas, para que cuando llegue el Maestro, uno pueda correr. Es una
imagen de que somos peregrinos sobre esta Tierra.

Siempre estamos en la misión de ser transeúntes. Nuestro propósito no es sólo estar


aquí en la Tierra, esta es una etapa “de espera”, nuestra Patria está en el Cielo. Si
vivimos de esta forma, temporal, todo, incluso las posesiones a las que nos aferramos,
estamos dando gloria a Dios. Lo que tenemos aquí no es la meta final. Nunca
encontraremos felicidad en lo temporal, sólo en lo eterno, como dice el Señor.

Por eso Él quiere que seamos vigilantes. La vida en la Tierra es como una noche larga,
que puede ser dividida en guardias. Los pastores pudieron ver y adorar al Niño Dios
en Belén, cuando nació, porque estaban vigilantes, despiertos. ¿Tenemos ese tipo
de vigilancia en nuestra vida espiritual? Estas vigilias en nuestra vida pueden ser
devotas y están divididas en tres categorías:

1. Juventud
2. Adultez
3. Ancianidad

Nunca sabemos cuándo nos encontraremos con el Señor, no sabemos cuándo


vendrá: ¿será en la primera guardia, en la segunda o en la tercera? Siempre hemos
de estar vigilantes, preparados, dispuestos, dóciles para recibirlo cuando venga. La
puerta de la casa de uno se abre desde adentro, para que cuando venga el amo
a la Boda del Cordero, debemos estar preparados para abrir de inmediato y no estar
dormidos. Porque los ladrones, los demonios, pueden llegar a cualquier hora.

julio-diciembre de 2019 Página 66


La Carta de San Pedro dice que el diablo es como un león rugiente, buscando a
quién devorar: resístanlo sólidos en su fe. Siempre hemos de ser vigilantes contra una
emboscada.

Hoy es la solemnidad de Santa Clara de Asís en Hanceville (Alabama)para nuestras


Hermanas. Cuando los sarracenos quisieron emboscar su convento, ella sostenía en
alto el Santísimo Sacramento y los sarracenos salieron huyendo en medio del pánico.
Ni siquiera puedo imaginar lo que vieron, probablemente la gloria de Dios. Santa
Clara estaba vigilante.

Siempre queremos estar receptivos y abiertos para recibir la gracia de Dios, no


cerrarnos, ni duros de corazón, ni fríos. Siempre dispuestos a recibirle para que entre
a nuestra casa.

Fr. Joseph Mary


M.F.V.A.

Santa Juana Francisca de Chantal


(*1572/+1641)
Cofundadora de la Orden de
La Visitación de Nuestra Señora

+ Nació en Dijon (Francia.


+ Contrajo matrimonio a los 21 años con el Barón de Chantal, con quien tuvo 6 hijos, de
los cuales 2 murieron.
+ Tiempo después, el Barón murió en un accidente, por lo cual Juana y sus hijos tuvieron
que vivir situaciones muy duras.
+ Durante una visita a su padre conoció a San Francisco de Sales, quien la acompañó
espiritualmente y la ayudó a ponderar su vida cristiana hacia una vivencia más
humana.
+ En medio de todo ello, Santa Juana obtuvo una profunda preferencia por la vida
contemplativa, por lo cual ingresó con dos de sus hijas al Convento, mientras sus otros
dos hijos ya adultos formalizaban sus propios hogares y su madre vivía una vida religiosa
en clausura.

En 1610, junto a San Francisco de Sales, fundó La Orden de La Visitación de Nuestra Señora.
Su primer convento se hallaba en Annecy, Francia. El carisma de esta nueva Congregación:
la vida contemplativa y de clausura, y la vida activa en medio del mundo: es decir, las
religiosas no vivían todo el tiempo en clausura para poder desarrollar su talante apostólico de
asistir y cuidar a los enfermos, a quienes visitaban en sus casas -domiciliariamente-.

Santa Juana se negó a sí misma toda su vida y al respecto escribió:

“Negarse a sí mismo es renunciar a toda la voluntad de la carne,


a todas nuestras inclinaciones, a todos nuestros deseos y contentos,
a todas nuestras satisfacciones y gustos; a todos nuestros placeres,
humores y hábitos, propensiones y repugnancias a las cosas ásperas;
en fin, renunciar en todo y por todo a ese perverso yo”.

julio-diciembre de 2019 Página 67


Murió en el Convento de Moulins, Francia.
Fue canonizada en 1767 por el Papa Clemente XIII.

_Salmo 147_
“Glorifica al Señor,
Jerusalén”.

“Circunciden sus corazones.


Amarán al emigrante,
porque emigrantes fueron”.

San Mateo 17,22-27:


“Lo matarán, pero resucitará.
Los hijos están exentos del impuesto”.

No endurezcan su cerviz.

En la más reciente edición de Registro Nacional Católico, periódico de EWTN, hay un


artículo sobre los Misioneros de la Cultura: buscan fundar la felicidad de la virtud en
otros jóvenes, son 50 misioneros que en los últimos 5 años ha dado más de 150 mil
jóvenes, trabajan a tiempo completo en Los Ángeles, San Francisco, Ohio y este
otoño comienzan en Cleveland. Quien fundó el proyecto de la cultura, 2014, Cristina
Barba, habla de cómo vio que la gente se estaba alejando de la Iglesia por un
malentendido sobre la sexualidad, el amor y la familia.

Ella sintió que el Señor le decía cómo debía predicar al respecto e inició el proyecto
de la cultura, buscando sembrar felicidad sobre la sexualidad, el amor, la castidad
y la vida matrimonial en familia. Cristina participó activamente como promotora de
la Marcha Pro Vida y fue entrevistada en el Canal EWTN.
Decía que al principio pensaba en el problema del aborto como el problema
fundamental, pero luego vio que el problema más profundo era el de la castidad y
el de la identidad: no sabemos quiénes somos ni conocemos la dignidad que
tenemos.

San Juan Pablo II es el patrono de este santo proyecto:


“Ustedes no son lo que la gente dice que son”, decía el Santo Padre.

Los jóvenes están bombardeados constantemente sobre mensajes contrarios a


cómo vivir la vida virtuosa sobre el matrimonio y la sexualidad, sin embargo tienen
historias de gloria; uno de sus misioneros, Peter Santiago, dio una charla en San
Francisco a un grupo de jóvenes; mientras hablaba lo interrumpían constantemente
y él pensaba que no le estaba yendo bien, pero recibió un correo electrónico de
una madre agradeciendo y comunicándole lo orgullosa que estaba de su hijo
después de haber asistido a su conferencia: vivir en castidad hasta el matrimonio.

julio-diciembre de 2019 Página 68


El padre de uno de los alumnos del grupo le preguntó sobre la charla y éste le
contestó: “Me cambió la vida, papá”. Dios obra de múltiples maneras, nunca
sabemos cómo y cuánto puede influir algo que decimos o promovemos en las
conciencias de los demás, aunque aparentemente creamos que nadie nos escucha
ni nos hacen caso. Cristina Barba, activista Pro Vida, dice que lo más importante es
empezar con la Misa diaria y una hora santa de Adoración al Santísimo Sacramento,
por lo menos a la semana: “Estamos en contra del tsunami de la cultura, y el Señor
es quien nos pone de pie y nos ayuda a que vayamos como sus misioneros”.

San Juan Pablo II:


“Los jóvenes siempre están buscando la hermosura en el amor,
quieren que su amor sea hermoso; los jóvenes quieren más”.

Como dice Cristina Barba, el problema no es tanto el aborto, sino que no sabemos
quiénes somos como hijos de Dios. Los publicanos de los impuestos reclamaban el
pago de los mismos a Jesús y sus discípulos. Jesús le deja claro a Pedro que los reyes
del mundo les cobran impuestos a los extraños, así que los hijos están exentos, porque
Jesús es Hijo de Dios y sus discípulos también; sin embargo Jesús mandó a Pedro a
pagar los impuestos para no dar mal ejemplo. Lo que podemos aceptar en nuestro
corazón es la dignidad de ser hijos de Dios. “Todos los que son guiados por el Espíritu
de Dios son hijos de Dios”: San Pablo. Somos hijos de Dios. Y si hijos, herederos de Dios,
y hermanos herederos con Cristo.

San Juan: “Ustedes son hijos de Dios ahora”.


Hemos llegado a conocer y a creer en el amor que Dios tiene por nosotros.
Así que, nunca olvidemos nuestra dignidad como hijos de Dios.
Dios nos ama y Él nos ha llamado a tener vida plena, a seguir Sus preceptos en la
forma práctica de la vida, el matrimonio, la sexualidad y el amor. Y a tener vida
eterna junto a Él para siempre.

Fr. Mitch Pacwa


S.J.

San Maximiliano María Kolbe


Presbítero, franciscano y mártir de Auschwitz
Apóstol de La Inmaculada Concepción
(*1894/+1941)

Nació en Zdunska-Wola (Polonia), fue llevado por los nazis al terrorífico campo de
concentración de Auschwitz donde empezó su camino de martirio.
+ Ingresó a la Orden Franciscana, donde fue ordenado sacerdote y gran difusor de la
devoción a la Inmaculada Concepción.
+ Fue declarado “mártir de la caridad”.
+ Había consagrado todos sus esfuerzos a la propagación del amor por María.

julio-diciembre de 2019 Página 69


+ Aun en el campo de concentración, en medio de un trato infrahumano y en su pésimo
estado de salud, seguía trabajando en propagar el amor por María Inmaculada con
el espíritu de un conquistador.

La noche del 03 de agosto de 1941, un prisionero escapó del campo de concentración.


Las normas de los nazis dictaban que, por cada preso que se fugara tenían que morir diez de
sus compañeros.
El comandante ordenó escoger los diez prisioneros al azar.
Uno de los escogidos, quien habría de presenciar la canonización de San Maximiliano años
después, al saber que sería encerrado en un sótano para que muriera de hambre y sed,
exclamó: “¡Dios mío! Yo tengo esposa e hijos, ¿quién cuidará de ellos?”.
El padre Kolbe lo escuchó y ya que no estaba él entre los elegidos para ser ejecutados, le dijo
al oficial: “Yo me ofrezco para reemplazarlo”.
El oficial le preguntó ¿por qué? Y San Maximiliano Kolbe le respondió: “Él tiene esposa e hijos
que lo esperan y lo necesitan, yo soy soltero y estoy solo, y nadie me necesita”.
El oficial dudó un momento, pero al final aceptó.

+ El padre Kolbe fue llevado a un sótano con sus otros 9 compañeros, donde recibiría el
martirio.
+ Durante los 10 días de encierro, sin comida y con un poco de agua en una ración
diaria, el Santo animaba a sus compañeros y rezaba con ellos.
+ Al final sólo él quedó con vida y como los guardias necesitaban el sótano para otros
presos, le pusieron una inyección con cianuro para acabar con su vida.
+ De esta manera, San Maximiliano Kolbe recibió la corona del martirio en el año 1941.
+ Fue canonizado por el Papa San Juan Pablo II en 1982.

_Salmo 116_
“Mucho le cuesta al Señor
la muerte de Sus fieles.
Alzaré la copa de la Salvación
invocando Su Nombre.
Soy Tu siervo, hijo de Tu Esclava”.

1Juan 3:13-18:
“También nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos”.

Juan 15:12-17:
“Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.

El que se aborrece a sí mismo en este mundo


se guardará para la vida eterna.

Nació en una época en que el gobierno polaco era muy pequeño y no existía como
tal. De los años 1700 en adelante fue muy común la herejía del idealismo, un ideal
que une a la nación a veces en función de gobierno o a veces en una comunidad
étnica, el pueblo, por encima de todos los demás valores, como una forma de
ejercer la razón pura, idea que proviene de la Revolución Francesa:

julio-diciembre de 2019 Página 70


-Que uno tendría razón pura separada de la fe, para gobernar a un pueblo,
un gobierno propio, y uno ponía a su nación o nacionalidad por encima de
Dios, por encima de la Iglesia y de todo.
Durante esa época se acusaba a la religión de división de las naciones y a la razón
pura como el ideal puro: “también crearemos una forma ideal de justicia, donde
tendremos justicia para nuestra nación”. El Código Napoleónico y su sistema de
leyes, y la ciencia también, lo reflejan.
Era también una época en que el nacionalismo separado de Dios y siendo puesto
por encima de Dios, rechazando Sus Mandamientos y a la Iglesia, imperaba y hacía
un mundo duro, frío. La Revolución Francesa y las guerras napoleónicas mataron más
personas que todas las guerras de la historia, irónicamente, a causa de tal
nacionalismo. Era una justicia apartada de la misericordia, el concepto de ser
misericordioso y tener gentileza no encajaba. Este es el mundo en que Maximiliano
Kolbe nació.
A los 12 años (1906) se le apareció la Virgen María y le ofreció dos coronas: una roja
y otra blanca. “¿Cuál prefieres?”. La blanca simbolizaba una vida de pureza, la roja
era la corona del martirio. Maximiliano Kolbe aceptó las dos. Ingresó a los
Franciscanos en Ucrania y estudió en Roma, justo al comienzo de la Primera Guerra
Mundial. Si hubiera estado en Polonia, en aquella época Rusia, hubiera sido carne
de cañón para el Zar de Rusia.
La vida humana no significaba nada, la ideal del nacionalismo trata la vida humana
como algo que vale menos que el bien de la nación, apartado de Dios ignora el
valor de cada persona. Dios ama y conoce a cada uno de nosotros, conoce las
profundidades de nuestras almas, nadie más puede buscar en nuestra mente y en
nuestro corazón como Dios Nuestro Señor puede hacerlo, ni el gobierno ni los zares
o el Káiser pueden hacerlo.
San Maximiliano estaba rezando en 1917, el 13 de octubre, y tomó una decisión: que
iba a fundar un movimiento para promover a la Inmaculada Concepción de la
Virgen María. Quería luchar contra las logias masónicas que protestaban contra los
papas y que perseguían a la Iglesia de manera consistente e intensa. Él sabía que,
hacía falta tener una fuerza cristiana que estaría fuertemente comprometida a amar
a Dios. Esa emoción avivaría el amor de Dios, no como una ideología, no como un
ideal, o como alguna teología de Dios, sino el amor de Quién es Dios.
Un compromiso con Dios en medio del riesgo, uno de los grandes milagros en la vida
de la Virgen María que San Maximiliano tanto admiraba. Ella no sabía cómo iba a
resultar todo, ingresó a un peregrinaje de fe, no le preguntaba a Dios, obedecía. San
Maximiliano la imitó así durante toda su vida.
San Maximiliano quería suscitar un grupo inspirado por el amor de la Santísima Virgen
María, quien amó a Dios en su totalidad. En octubre 13 de 1917, no sabía lo que
estaba pasando en Fátima (la aparición de la Santísima Virgen María). Aquella
misma fecha sintió tal inspiración. Dios lo ordenó un año más tarde, con su segundo
doctorado (en teología, el primero era en filosofía).
+ Rezaba para que el monasterio que fundó fuera un lugar para venerar a la
Santísima Virgen María.
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+ Este monasterio fue fundado con imprentas y magazines muy populares como
el Apóstol de La Inmaculada.
+ Ese nacionalismo que lo rodeaba lo tentaba, especialmente con el líder de la
época, que vivía una vida nada católica aunque era católico.
+ Esta tentación para los polacos era perder su identidad: Polonia es la primera
nación en la historia en haber logrado una consagración a la Virgen María.
La revista de San Maximiliano dedicada a la Virgen era más popular que las noticias
seculares, inoculó esa fe católica en la población con su silencio y su ejemplo
personal de vida.
+ Su monasterio fue convertido en hospital en medio de la guerra.
+ No aceptó tener derechos de un ciudadano alemán por el apellido de su
padre, eligió identificarse con su pueblo polaco.
+ Entre 2mil y 3mil personas refugiados estaban en el monasterio, al amparo de
San Maximiliano.
+ Los Nazis cerraron la prensa y su emisora radial, y se lo llevaron al campo de
concentración porque sabían que era “peligroso” para ellos.
Un estado nacionalista siempre tiene castigos adicionales para asegurarse de que
nadie desobedezca al Estado, por lo que en estas circunstancias se dio el martirio de
San Maximiliano. Se convirtió en una categoría de mártires de la Iglesia, llamados
“mártires de la caridad”. No murió porque era católico, sino por la caridad: entregó
su vida para proteger a uno inocente. San Maximiliano fue uno de los 40 millones de
mártires católicos del siglo XX.
Nuestra identidad en Cristo, nuestra relación con Él, es lo que San Pablo describe en
los Colosenses: “Nuestra ciudadanía es del Cielo”. Por esa razón podemos estar en
casa en cualquier lugar del mundo, porque tenemos una ciudadanía más grande
que la que cualquier gobierno puede conceder con un documento legal.
Como somos ciudadanos del Cielo, podemos sentirnos en casa en todo
momento y en todo lugar, y vivir en ciertos instantes en nuestra Patria en el
Cielo.
Como San Maximiliano, para poder llamarnos católicos, hacer lo mismo:
comprometernos a una relación digna de compromiso, es decir EL AMOR DE DIOS y
la Santísima Virgen María aviva como una llama ese amor en nosotros, el que dura
para toda la eternidad.

Cardenal Stanislaw Dziwisz:


“DE LA CRUZ NO SE BAJA”

julio-diciembre de 2019 Página 72


Fr. Patrick Mary
M.F.V.A.

Agosto 15: SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN


DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

“Alegrémonos todos en el Señor al celebrar este día de fiesta en honor de la Santísima


Virgen María: de su Asunción se alegran los Ángeles y alaban al Hijo de Dios” (Ap
12,1).

_Salmo 45_
“De pie a tu derecha
está la Reina, enjoyada
con oro de Ofir”.

“Una mujer vestida de Sol,


la Luna por pedestal”.

“Primero Cristo como primicia,


después todos los que son de Cristo”.

“María ha sido llevada al Cielo,


se alegra el ejército de los ángeles”.

San Lucas 1,39-56:


“[El Magníficat]
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador,
porque ha mirado la humillación de Su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,


porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
Su Nombre es Santo, y Su Misericordia llega a Sus fieles
de generación en generación.

julio-diciembre de 2019 Página 73


Él hace proezas con Su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre”.

“O Gloriosa Virginum”.

Al fin de su vida terrenal, la Virgen María fue asunta al Cielo en cuerpo y alma. En el
Oriente se le conoce como la Fiesta de la Dormición de la Virgen María.
La Asunción fue definida como dogma de la Iglesia por el Papa Pío XII y es muy
importante porque la Liturgia es el vehículo principal de transmisión de nuestra fe:
creemos lo que oramos, oramos lo que creemos, esa es la prioridad, la Iglesia sólo
ora lo que cree. El Papa habló de la Liturgia como “procedente de la fe, como el
fruto viene del árbol”.
Hay una especie de misterio en torno a la transición de la Virgen María, de la Tierra
al Cielo. La pregunta queda abierta, si murió antes de subir al Cielo.
Si efectivamente murió, hubiera sido de forma única a comparación de nosotros que
sufrimos de los efectos del pecado original, su muerte no hubiera sido muerte de
castigo (corrupción corporal).
San Francisco de Sales sostuvo que María murió, pero que “su muerte fue debida a
un transporte de amor”: murió de amor por su Hijo Jesús. “La suya hubiera sido una
muerte dulce y feliz, no debido a los efectos del pecado”: San Alfonso María de
Ligorio. Y San Juan Pablo II: “Por su muerte, María de manera más efectiva pudo
ejercer su maternidad espiritual, más acerca de aquellos que se aproximan al último
momento de su vida”.
¿Hubo algún testigo en la Asunción? ¿San Juan? No lo sabemos. Sin embargo, la
Iglesia nos da lecturas muy explícitas: el libro del Apocalipsis, escrito por San Juan. El
templo del Cielo se abrió y apareció el Arca de la Alianza.
Coronada con doce estrellas, una interpretación de la Iglesia es que María es vista
como el Arca de la Alianza, la Madre de Cristo, la Vasija de la Presencia de Cristo,
Ella reina con Cristo ahora en el Cielo.
El Arca es una persona. María puede ser vista como la mujer vestida de Sol, a
menudo aparece en el arte sacro con la corona de doce estrellas. La Iglesia siempre
ha venerado y cuidado las reliquias de los santos y mártires, nunca ha propuesto
ninguna reliquia corporal de la Virgen, tampoco hay una tumba suya en la Tierra.

julio-diciembre de 2019 Página 74


Como ya se mencionó, la Asunción es un dogma: como católicos hemos de creer,
no es opcional; los dogmas nos dan luces por el camino de la fe, como lo dice el
Catecismo de la Iglesia Católica.
Este dogma nos afecta de manera segura, guiándonos por la vida de la fe: creemos
en la resurrección del cuerpo (en el Credo lo profesamos) y sabemos que lo que
Jesús ha hecho por María, Él está dispuesto a hacerlo por nosotros. El Cielo es nuestro
hogar. La Virgen María quiere ayudarnos a llegar allí. Tiene gran deseo de ayudarnos,
como ayudó a su pariente Isabel, de acercarnos más a su Hijo.
Este dogma se proclamó en 1951 por Pío XII, con un énfasis en lo sacro del cuerpo
humano de la Virgen María, que también podemos venerar en Ella. Su santidad nos
remite a la santidad de todo cuerpo humano. Hemos sido creados a imagen y
semejanza de Dios y nuestro cuerpo y alma tienen un destino sobrenatural. Podemos
pedirle a la Virgen María que rece por nosotros, a la Poderosa Intercesora y Madre,
que es nuestra Abogada ante el Trono del Altísimo.

Santa Isabel de La Trinidad:


“No tenemos que salir de nosotros para encontrarlo,
el Reino de Dios está dentro de nosotros”

Fr. Patrick Mary


M.F.V.A.

_Salmo 136_
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Den gracias al Señor porque es bueno,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Den gracias al Dios de los dioses,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Den gracias al Señor de los señores,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Guio por el desierto a Su pueblo,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Él hirió a reyes famosos,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.

julio-diciembre de 2019 Página 75


“Dio muerte a reyes poderosos,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Les dio Su tierra en heredad,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
En heredad a Israel Su siervo,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Y nos libró de nuestros opresores,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.

“Por la dureza de corazón


permitió Moisés repudiar a las mujeres;
pero, al principio, no era así”.

San Mateo 19,3-12:


“[Divorcio]
No todos entienden esto,
sólo los que han recibido ese don.
Hay eunucos5 que salieron así del vientre de su madre.

“A otros los hicieron los hombres; y hay quienes se hacen eunucos ellos
mismos por el Reino de los Cielos. El que pueda con esto, que lo haga”.

5https://www.aciprensa.com/sacerdocio/castidad/virginidad.htm
(Catequesis sobre la Virginidad Cristiana) S.S. Juan Pablo II / El Celibato por el Reino de los Cielos (10-III-1982)
− La cuestión de la llamada a una donación exclusiva de sí a Dios en la virginidad y en el celibato, hunde profundamente sus raíces en
el terreno evangélico de la teología del cuerpo.
− (Mc 12,25) “Cuando resuciten de entre los muertos… ni los hombres tomarán mujer ni las mujeres marido”: indica que hay una
condición de vida, sin matrimonio, en la que el hombre (varón y mujer) halla a un tiempo la plenitud de la donación personal y de la
intersubjetiva comunión de las personas, gracias a la glorificación de todo su ser psicosomático en la unión perenne con Dios.
− Cuando la llamada a la continencia “por el Reino de los Cielos” encuentra eco en el alma humana, en las condiciones de la
temporalidad -esto es: en las condiciones en que las personas de ordinario “toman mujer y toman marido” (Lc 20,34)- no resulta difícil
percibir allí una sensibilidad especial del espíritu humano, que parece anticipar aquello de lo que el hombre será partícipe en la
resurrección futura.
− En el contexto de la conversación de Cristo con los fariseos sobre el matrimonio y sobre las bases de su indisolubilidad (cfr Mt 19,3-9)
sus palabras conclusivas se refieren al así llamado libelo de repudio, permitido por Moisés en algunos casos. “Por la dureza de vuestro
corazón”. Entonces, los discípulos le dijeron: “Si tal es la condición del hombre con la mujer, preferible es no casarse” (Mt 19,10). Cristo
les da la respuesta siguiente: “No todos entienden esto, sino aquellos a quienes ha sido dado. Porque hay eunucos que nacieron así
del vientre de su madre, y hay eunucos que fueron hechos por los hombres, y hay eunucos que se han hecho tales a sí mismos por
amor del Reino de los Cielos. El que pueda entender, que entienda” (Mt 19,11-12). Respecto a esta conversación referida por Mateo,
se nos puede plantear la pregunta: ¿Qué pensaban los discípulos, cuando, después de haber oído la respuesta que Jesús había
dado a los fariseos sobre el matrimonio y su indisolubilidad, hicieron la observación: “Si tal es la condición del hombre con la mujer,
es preferible no casarse”?
− En todo caso, Cristo creyó oportuna esa circunstancia para hablarles de la continencia voluntaria por el Reino de los Cielos. Al decir
esto, no toma posición directamente respecto al enunciado de los discípulos, ni permanece en la línea de su razonamiento. Por
tanto, no responde: “CONVIENE CASARSE” o “NO CONVIENE CASARSE”.
− La cuestión de la continencia por el Reino de los Cielos no se contrapone al matrimonio, ni se basa sobre un juicio negativo con
relación a su importancia.
− Para responder a la pregunta de los discípulos, o mejor, para esclarecer el problema planteado por ellos, Cristo recurre a otro
principio: los que hacen en la vida esta opción “por el Reino de los Cielos” no observan la continencia por el hecho de que “no
conviene casarse”; o sea, no por el motivo de un supuesto valor negativo del matrimonio, sino en vista del valor particular que está
vinculado con esta opción y que hay que descubrir y aceptar personalmente como vocación propia. Y por esto, Cristo dice: “El que
pueda entender, que entienda” (Mt 19,12). En cambio, inmediatamente antes dice: “No todos entienden esto, sino aquellos a
quienes ha sido dado” (Mt 19,11).
− En la doctrina de la Iglesia está vigente la convicción de que, estas palabras no expresan un mandamiento que obliga a todos, sino
un consejo que se refiere sólo a algunas personas: precisamente a las que están en condiciones “de entenderlo”. Y están en
condiciones “de entenderlo” aquellos “a quienes ha sido dado”.
julio-diciembre de 2019 Página 76
Acojan la Palabra de Dios,
no como palabra humana,
sino cual es en verdad,
como Palabra de Dios.

El valor del celibato por el Reino de Dios.


El divorcio era aceptado por la ley judía, a pesar de que en el Libro de Malaquías
Dios odia el divorcio.
Llama nuestra atención citando a Moisés, quien permitía el divorcio por la terquedad
del pueblo, pero el matrimonio es una institución divina. Dios planeó unir al hombre
y a la mujer en un vínculo de amor para toda la vida, reflejo de la comunión con
Dios.
Por esta razón “el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y
serán los dos una sola carne”: el matrimonio es indisoluble, es hasta la muerte.
La Iglesia defiende el matrimonio sagrado. La anulación del matrimonio dice que
nunca hubo matrimonio válido en primer lugar. Pero el tema principal es llegar a la
verdad del asunto: si se descubre que el matrimonio es válido, ninguno de ellos
puede volverse a casar siempre que los dos estén vivos.
La vocación del matrimonio refleja la unión de Cristo con Su Iglesia, indisoluble.
El Señor defiende la indisolubilidad del matrimonio y define el adulterio, un grave
pecado. Que quienes viven en este estado, se reconcilien con el Señor y pongan en
primer lugar la Palabra de Dios (reciban la Palabra de Dios como la Palabra de Dios,
es Dios quien nos habla).
Todo lo que Dios nos dice en Su Palabra es para guiarnos al Cielo, para nuestra
salvación. Oremos por aquellos que están en esta situación de divorcio, para que
hagan lo necesario, separarse del cónyuge con quien no están válidamente
casados o para que vivan castamente como hermanos.
El Evangelio está aquí para instarnos a que al final lleguemos al Cielo. El Señor
defiende la santidad y permanencia del matrimonio. A menudo Sus palabras son
muy directas y claras, y asombra a Su audiencia. “Es mejor no casarse”, y el Señor
explica el valor de la virginidad y del celibato para el Reino de los Cielos: amar a Dios
con un corazón sin distracción.
Todos estamos llamados a vivir estos misterios evangélicos, el Concilio Vaticano II lo
enseñó: votos de celibato, pobreza y obediencia para toda la vida. Y todos estamos
llamados a la obediencia y a la castidad en el estado que vivamos. Algunos están
llamados a tomar votos de pobreza, castidad y obediencia para toda la vida 6.

6 https://www.aciprensa.com/sacerdocio/castidad/virginidad.htm
− Se puede decir que la opción de la continencia por el Reino de los Cielos, ES UNA ORIENTACIÓN CARISMÁTICA hacia aquel estado
escatológico en que los hombres “no tomarán mujer ni la mujer marido”; sin embargo, entre ese estado del hombre en la
resurrección de los cuerpos y la opción voluntaria de la continencia por el Reino de los Cielos en la vida terrena, y en el estado
histórico del hombre caído y redimido, hay una diferencia esencial. El “no casarse” escatológico será un “estado”: es decir, el modo
propio y fundamental de la existencia de los seres humanos, hombres y mujeres, en sus cuerpos glorificados.
− La continencia por el Reino de los Cielos, COMO FRUTO DE UNA OPCIÓN CARISMÁTICA, es una excepción respecto al otro estado:
esto es, al estado del que el hombre desde “el principio” vino a ser y es partícipe, durante toda la existencia terrena.
− Se trata, no de la continencia EN el Reino de los Cielos, sino de la continencia “POR el Reino de los Cielos”. La idea de la virginidad o
del celibato, como anticipo y signo escatológico (escatología: rama de la teología que trata sobre las doctrinas de las cosas finales,
según la Enciclopedia Católica) se deriva de la asociación de las palabras pronunciadas aquí con las que Jesús dijo en otra
oportunidad, a saber, en la conversación con los saduceos, cuando proclamó la futura resurrección de los cuerpos.

julio-diciembre de 2019 Página 77


Necesitamos matrimonios santos, castos, santos, y sacerdotes santos. En especial
oremos por los jóvenes, hay mucha confusión hoy en día, oremos para que escuchen
a Dios cuando los llama para la vida consagrada en celibato. Estamos en un
peregrinaje y tenemos que recordar que nuestro hogar es el Cielo. El camino es difícil,
nos ha dicho el Señor, pero Él siempre nos dará la gracia necesaria. El mejor lugar
para recibirla es en la Santa Misa.

Tomás de Kempis:
“Tu paz dependerá de que tengas mucha paciencia”

Fr. Mark Mary


M.F.V.A.

Santa Beatriz de Silva


(*1424/+1492)
Virgen y Fundadora de las Concepcionistas Franciscanas

+ Nació en Ceuta (ciudad autónoma española).


+ Fue formada en el seno de una familia de la nobleza española que profesaba un tierno
amor a la Santísima Virgen María, particularmente al Misterio de su Inmaculada
Concepción.
+ Durante su estancia en Valladolid (España), diariamente llegaba al Real Monasterio de
Santa Clara para visitar a Jesús Sacramentado.
+ Pasaba gran parte de la noche en oración junto al Sagrario, donde floreció su amor a
Jesús y su amor a La Inmaculada Concepción.
+ Muchos jóvenes la pretendían en matrimonio, pero ella decidió consagrarse
totalmente a Dios.

Un día tuvo una visión de La Reina de los Cielos y del Universo, que después de confortarla con
cariño maternal, le dijo: “Beatriz, quiero que fundes una nueva Orden en honor de mi
Inmaculada Concepción para gloria de Dios, vistiendo hábito blanco y manto azul como llevo
yo”. Santa Beatriz, agradecida, se ofreció como su sierva y esclava, le consagró su virginidad,
y se entregó en cuerpo y alma al servicio de su celestial Señora.

+ El Papa Pablo VI, en la Bula de Canonización de Santa Beatriz, manifestó:


“Y, huyendo del bullicio, como de otro Egipto, se apresuró a encerrarse en la
soledad para recibir la ley salvífica de vida, y acompañada de dos servidoras
suyas, ocultó decididamente su florida juventud dentro de los muros de un
Monasterio”.

+ Toda su vida giró en torno a la oración y al trabajo manual.


+ Murió en Toledo a los 68 años.
+ Fue canonizada en 1976 por el Papa San Pablo VI.

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_Judith 13_
“Tú eres el orgullo de nuestra raza.
El Altísimo ha bendecido tu nombre”.

Bendito eres, Padre, Señor del Cielo y de la Tierra


has revelado a los más humildes los Misterios del Reino.

“Y desde aquella hora


el discípulo la recibió en su casa”.

San Juan 19:25-27:


“Mujer, he ahí a tu hijo.
Hijo, he ahí a tu madre”.

Misa Votiva en honor a La Santísima Virgen.

María es modelo de santidad, en Ella vemos la comunidad glorificada de la Virgen


y de nuestro destino. La Iglesia enfatiza que Ella puede interceder por nosotros en su
humanidad plena por Cristo.
Esta Misa Votiva describe el rol de intercesión de la Virgen María y el rol de
Mediadora de Todas las Gracias, Ella fomenta la vida divina en nosotros, todo esto
por la voluntad de Dios.
Génesis en la primera lectura, el Señor Dios está caminando en la brisa de la tarde
con Adán y Eva. Eso sugiere una amistad que ellos tenían con Dios Padre. Fueron
creados en santidad y belleza original. Después de la caída, el Señor los llama:
“¿Dónde están?” (¿qué mal han cometido?). Dios los está buscando, Él viene a
buscarlos, Él nos ama, Él nos busca, ¿dónde están? Para traernos de vuelta. De eso
se trata la historia de la Salvación, lo que Jesucristo ha hecho por nosotros. Esta es Su
voluntad, buscarnos. El hecho de que Él nos amó primero. Está esperándonos ahora
y que corramos hacia Él. Él nos espera, Él está ahí primero. Estamos llamados a
someternos a Él, tal y como somos, y luego la transformación de la santidad puede
ocurrir.
Dios viene a nuestro encuentro donde quiera que estemos y nosotros debemos
entregarnos totalmente a Él. Acerca de la oración, un estudioso recomienda iniciar
la conversación con Dios diciéndole dónde me encuentro, esto es lo que está
pasándome y esto es lo que estoy sintiendo. Y entonces Dios empezará a hablar. Él
busca amor, no un ideal, sino que Él quiere nuestro corazón, nuestro amor, nuestra
amistad. Busca todo ello porque nos quiere con Él.
“Estábamos desnudos, así que nos ocultamos”. Despojados de la amistad con Dios,
han perdido la gracia santificadora, han quedado desnudos y despojados de los
dones de Dios. “¿Quién les dijo que están desnudos?”. Adán y Eva señalan a alguien
más con el dedo, echando la culpa, pero Dios les cuenta las consecuencias. El
castigo.
julio-diciembre de 2019 Página 79
“Pondré enemistad entre tú y la mujer, entre tu simiente y la de ella, la simiente de
ella te aplastará la cabeza mientras tú le morderás el talón”. El primer Evangelio, el
primer mensaje de esperanza a venir, mientras Eva introduce la muerte y el pecado
en el mundo, sabemos con este pasaje que habrá de venir una Mujer que no tendrá
nada que ver con el mal. La Santísima Virgen es Esa Mujer, su linaje ha de aplastar la
cabeza de la serpiente mientras Satanás le morderá el talón, pero es una mordedura
de la que se recupera. Las serpientes que hablan no se recuperan cuando se les
aplasta la cabeza.
Jesús derrota a la serpiente, Él es la simiente de la Mujer, Victorioso en El Calvario.
Aplasta completamente la cabeza de la serpiente y es triunfante sobre ella. Cuando
está clavado en la Cruz, nos da a María para ser nuestra Madre y a nosotros, en Juan,
nos da a la Madre.
La Nueva Eva, como la llamó San Irineo por primera vez, trae la vida sobrenatural a
las almas. Las madres traen vida y fomentan la vida.
Ella estuvo presente y activa en los eventos mismos de la historia de la Salvación en
la vida de Jesús, contribuye de manera maternal a esa Redención. “La Nueva Eva
es María”: San Irineo.
María es Asunta en cuerpo y alma al Cielo, por ello puede realizar esta gran obra de
Dios e interceder por nosotros, acercarnos de vuelta a la amistad con Cristo. En Juan
15, Jesús habla de nosotros como “amigos”, que no hay amor más grande que dar
la vida de uno por sus amigos, “ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando,
ya no les llamo siervos que no saben lo que está haciendo el Padre, los llamo amigo
porque les he hablado de todo lo que hace el Padre”.
Nos está llamando de vuelta a amistad con Él, a conocerle, a tener conocimiento
íntimo de Él. Podemos conocer a Dios en Jesucristo. Esa amistad perfecta la vemos
en María. Santo Tomás de Aquino, en su Tratado sobre la Amistad, dijo que la
perfección de la amistad no es que yo quiera el bien para el otro, sino que la otra
persona me devuelve ese amor a la vez: si no se hace eso, falta algo. En la Salvación
somos amigos con Cristo y hablamos del Calvario, donde logramos nuestra
Redención. Vemos esto reciprocado en María, que nos recibe y ama perfectamente
a través de su Inmaculada Concepción. Ella es capaz de recibir esta gracia
plenamente, que Dios quiere darnos.
La victoria plena que Cristo ha obtenido para nosotros nos da esperanza de lo que
podemos lograr en María: ser amigos con Cristo también. Su maternidad comienza
en la Anunciación, recibe primero el verbo en su mente y corazón, y luego en la
carne. La semilla florece en su gloria en la Asunción. Y en el Calvario nos es
entregada como MADRE NUESTRA, en el orden de la gracia, obra de Jesús porque
Ella es preservada del pecado original. Esa gracia se aplica a ella. Es preservada de
haber sido concebida en el pecado.
El acto salvífico del Calvario y en Pentecostés, orando por la Iglesia en el aposento
alto: todo en María. Ella siempre está presente. Carta a los sacerdotes del Papa
Francisco: María estuvo al final en la Cruz y bajo la sombra de la Cruz, cuando nos
encontramos en la vida, Ella está ahí, de pie, en fe, para interceder por nosotros y
para obtener para nosotros la esperanza y la fe para fortalecernos.

julio-diciembre de 2019 Página 80


En Ella vemos a la Iglesia en su perfección: el llamado de la Iglesia es ser discípulos,
ser santos, y lo vemos en la dimensión Mariana de la Iglesia. San Juan Pablo II afirma
que la dimensión petrina precede todo nuestro discipulado, todos estamos llamados
a ser discípulos, que nuestra senda siempre debe ser una senda de santidad con
María y en María. En la historia de la Iglesia, a veces hemos tenido papas corruptos,
a veces no están donde deben estar, y María, camino de la santidad y camino del
discipulado, siempre está ahí: Ella siempre ha de ser la senda firme y segura. Ella,
María, es la garantía de obtener para nosotros las gracias que necesitamos para ser
transformados y ser santos. Confiemos en la fidelidad de María.

Fr. Paschal Mary


M.F.V.A.

San Bernardo de Claraval


(*1090/+1153)
Abad Cisterciense y Doctor de la Iglesia
Predicador enamorado de Cristo y de La Santísima Virgen María
Lámpara que brillaba y ardía en la Iglesia

+ Le decían “el Doctor boca-de-miel” porque sus palabras eran dulces como la miel
para quienes las escuchaban.
+ Nació en Francia.
+ Ingresó al “Císter”, una fundación monástica de monjes benedictinos, donde fue
admitido.
+ Hablaba tan maravillosamente de la vida religiosa, que logró convencer a sus
hermanos mayores y a un tío de ingresar con él al Monasterio Cisterciense, en el año
1112, cuando Bernardo tenía 22 años: toda su familia para Dios.
+ Verdadero reformador de la cristiandad, fundó decenas de monasterios.
+ Fue promotor de una Cruzada.
+ A través de su apostolado, logró hacer que 900 monjes hicieran profesión religiosa.
+ Se dice que las novias casaderas escondían a sus novios para que San Bernardo no les
hablara, ya que temían que el monje los convenciera de ingresar a la vida religiosa,
como realmente lo lograba con sus convincentes palabras.
+ También se dice, en sus biografías, que San Bernardo parecía tener un fuego ardiendo
constantemente en su corazón, por la forma vehemente y apasionada como hablaba
de Dios, Jesucristo, el Evangelio, La Santísima Virgen y la vida religiosa.
+ Murió en Claraval, Francia.
+ El Papa Alejandro III lo canonizó en el año 1174.

A los 25 años, el tercer Abad del Císter lo envió a fundar un nuevo Monasterio; para ello,
escogió un sitio retirado en el bosque, al cual le puso el nombre de “Claraval” = “valle muy
claro”. Durante su vida fundó más de 300 conventos cistercienses para hombres, por lo que lo
llamaban “el cazador de almas y de vocaciones”. Por su inmenso amor hacia Dios y hacia La
Santísima Virgen María, estudiaba por horas y horas cada sermón que iba a pronunciar.

De San Bernardo es este hermoso y conocido sermón


sobre la Santísima Virgen María:
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“En los peligros, en las angustias, en las incertidumbres,
piensa en María, invoca a María.
Que Ella nunca se aparte de tus labios.
Que Ella nunca se aparte de tu corazón.
Y para que obtengas la ayuda de su oración,
nunca olvides el ejemplo de su vida.
Si la sigues, no puedes desviarte.
Si la invocas, no puedes desesperar.
Si piensas en Ella, no puedes equivocarte”.

Llaga del hombro de Jesús


http://es.catholic.net/op/articulos/15530/llaga-del-hombro-de-jess.html#modal

Preguntando San Bernardo de Claraval al Divino Redentor


cuál fue el dolor que más sufrió y el más desconocido por los hombres,
Jesús Nuestro Señor le respondió:
“Yo tenía una llaga profundísima en el hombro
sobre el cual cargué mi pesada Cruz, esa llaga
era la más dolorosa de todas.
Los hombres no la conocen.
Honrad, pues, esta llaga y haré todo lo que por ella pidas.”

Oración

Oh, amado Jesús,


manso Cordero de Dios,
a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora,
Te adoro y venero la Llaga causada por el peso de Vuestra Cruz,
que abriendo Vuestras carnes, desnudó los huesos de Vuestro Hombro Sagrado,
y de la cual Vuestra Madre Dolorosa tanto se compadeció.
También yo, oh carísimo Jesús,
me compadezco de Vos
y desde el fondo de mi corazón
Te glorifico y Te doy gracias por soportar el sufrimiento ocasionado
por tan dolorosa Llaga de Vuestro Hombro Sagrado,
en la que quisiste cargar Vuestra Cruz por mi salvación.
¡Ah!, por los sufrimientos que padeciste
y que aumentaron el enorme peso de Vuestra Cruz,
Te ruego con mucha humildad,
Ten piedad de mí, pobre criatura pecadora,
perdonad mis pecados y conducidme al Cielo
por el camino de la Cruz.

7 Avemarías

Madre Santísima,
Virgen María,
imprime en mi corazón
las Llagas de Jesucristo Crucificado.
[Indulgencia de 300 días].

Oh dulcísimo Jesús,
no seas mi Juez,
sí mi Salvador.
[Indulgencia de 100 días].

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Coronilla a la Llaga más dolorosa de Jesús
[con las cuentas del Santo Rosario]
En las cuentas del Padre Nuestro:
“Padre Celestial, te ofrezco la Llaga de Tu Divino Hijo Jesucristo,
en expiación de nuestros pecados y los pecados del mundo entero”.
[en las 10 cuentas]
“En honor a la Llaga de Tu Hombro y por Sus méritos,
Jesús y María os amo, salvad las almas”.
[en las 3 últimas cuentas]
Un Padrenuestro y 3 Ave María.

“En honor -dice Jesús- al dolor de Mi Madre causado por verme sufrir tanto; y en honor a su
Corazón Inmaculado dolorido por tanto pecado, rezad también por mis pobres ovejas
descarriadas; rezad con mucha fe y confianza.”

_Salmo 85_
“El Señor anuncia
la paz a Su pueblo”.

“Jesucristo se hizo pobre a pesar de ser rico,


para que mediante Su pobreza
nosotros nos volviéramos ricos”.

Mateo 19:23-30:
“Difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos […] Lo que es
imposible para los hombres es posible para Dios […] Todo el que por mí
deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá
el ciento por uno y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán
últimos y muchos últimos, primeros”.

“Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido,


¿qué nos va a tocar?”.

Cuando se trata de Quién es Jesús, y de recibir Sus palabras y hechos, la respuesta


a menudo es mundana. No permanecer encadenados a los valores de este mundo
caído y en pecado, es algo que nos asombra: el desafío al joven rico, que sea
perfecto y venda todo y lo dé a los pobres para luego seguir a Jesús. Cuán difícil es
para nosotros no ser atraídos por las riquezas y el mundo, y dejar la vanidad y las
riquezas en la vida terrenal.
En el Antiguo Testamento esta misma lucha se muestra en la manera como el
hombre recurre siempre a la idolatría. Una y otra vez los israelitas necesitan
comprometerse a vivir los Mandamientos nuevamente. No pueden depender de sus
propias fuerzas. A causa de nuestra fragilidad, estamos en necesidad de un
Redentor. En la progresión de la historia de la Salvación, Dios suscita jueces para
salvar a Su pueblo de las manos de sus enemigos.

julio-diciembre de 2019 Página 83


En el ofertorio ofrecemos el pan y el vino, para ser transformados. En la consagración,
se convierten en la carne y la sangre de Cristo. Es Su propio holocausto, ofrecido
como expiación por los pecados del mundo para su salvación. Cristo es consumido
en el fuego de amor en la Cruz.
Nuestra esperanza está en recibir la gracia del Señor; de nuestra parte debemos
tener la valentía para merecerla y lograrla, si hemos de ser fieles.
Nuestro Señor nos pide que cimentemos nuestra vida en Él, en Su palabra, que
nos aferremos a Él como fuente de nuestra fortaleza y riqueza verdaderas; lo
cual requiere de nosotros que muramos al pecado y vivamos para Dios,
atentos a quitarnos a todas esas cosas que nos aferran al mundo.
Como estamos rodeados por una nube de testigos tan grande, hagamos a un lado
el pecado y corramos con perseverancia la carrera de la fe. Nuestro Señor, a
menudo, les pide a Sus discípulos que “hagan más”, incluso les dice que sacrifiquen
lugares y honres en nombre de Él, que no permitan nada que sea obstáculo para
seguirle a Él. Esta es una tarea continua: examinando esas cosas que distraen y nos
avergüenzan, tarea imposible si la hacemos so
los. Cuando entramos a la vida consagrada y dejamos todo, miramos en torno
nuestro y vemos que hay muchas cosas que son carga para mí: reconocemos un
nuevo obstáculo, pero hemos de confiar en Dios.
“Dios, permíteme la gracia, me encomiendo plenamente a Ti”, día a día. No basta
sólo la pobreza espiritual. La Madre Angélica contó la historia sobre una mujer que
vendió su casa y le dijo a la Madre que había regalado todo a los pobres, tenía dos
niños con ella y la Madre le contestó: “Debes cuidar lo que Dios te ha
encomendado”. Por amor, no por placer, vanidad o conveniencia. Ser generosos
no solamente con lo que es extra, sino también dar incluso proveyendo las
necesidades de los demás.
El Señor nos está diciendo que los ricos no pueden entrar al Cielo, no es que ser rico
sea pecado, incluso les dice “¡Ay de ustedes los ricos, pues ya recibieron su
consuelo!” (San Lucas). Anteriormente la Virgen María había proclamado en el
Magníficat los triunfos de Dios: “A los ricos los despide vacíos”.
Hemos de permanecer atentos a nuestro vacío, incluso a nuestra hambre. No sólo el
hambre física, sino el hambre espiritual, que se satisface en forma supersustancial en
la Sagrada Eucaristía. Llenarnos de las bondades y riquezas de Dios.
Las luchas en nuestros corazones y mentes son muy fuertes en cuanto a los deseos y
apegos; lo deseamos de forma equivocada y por la razón equivocada; nuestros
motivos están mezclados: buena razón + mala razón.
En el Cuarto Mandamiento, se nos manda que todo el que ha dejado a su padre,
hermano, hermana recibirá cien por uno; honrar a padre y madre; cuando se trata
de la fidelidad a la gracia, a seguir a Jesús, a veces nuestros padres lo hacen difícil,
por muchas historias que se saben al respecto. A veces, por la salud de nuestros
padres no podemos ingresar a la vida religiosa: ofrecerlo en el Misterio de la
Sacratísima Eucaristía, el gran sacrificio que el Señor ha pedido de ciertas personas.

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Que cuiden a sus padres, incluso sacrificando lo que creemos que es más perfecto.
Seguir a Cristo es siempre un desafío, en especial cuando nos vemos afectados por
la cultura dominante del materialismo y el individualismo, un mundo que busca
rechazar a Dios, incluso si creen en Dios rechazar cualquier forma de requisito moral
que Dios mismo nos creó para estar completamente con Él. El Señor nos pide que
muramos a nosotros mismos como Él lo hizo, ingresando a la pobreza para vivir por
los demás; así adquirimos el verdadero valor y libertad de gracia.

Fr. Mark Mary


M.F.V.A.

San Pío X
(*1835/+1914)
Papa de La Sagrada Eucaristía
Papa de la Catequesis

+ Su nombre secular era Giuseppe Melchiorre Sarto.


+ Nació en Riese, Italia.
+ Gracias al párroco de su pueblo, continuó sus estudios y ganó una beca para ingresar
al Seminario de Padua.
+ Después de su ordenación, fue párroco, obispo de Mantua y cardenal de Venecia.
+ Murió en Roma en 1914 y fue canonizado por el Papa Pío XII en 1954.

Al morir el Papa León XIII, fue convocado a Roma para elegir al nuevo Pontífice; el cardenal
Sarto no se consideraba digno de subir a la Cátedra de Pedro y parecía que nadie pensaba
en él como un candidato; no obstante, en la votación, los cardenales se inclinaron por
Monseñor Sarto, quien suplicó que no lo tomaran en cuenta. Rechazó tanto la elección, que
un grupo de cardenales tuvo que visitarlo personalmente para hacerle ver que no aceptar el
nombramiento era “no aceptar la voluntad de Dios”, por lo cual finalmente aceptó el
Pontificado como una cruz.

Escogió el nombre de Pío porque los Papas que eligieron ese nombre habían sufrido por
defender la religión de Nuestro Señor Jesucristo.

Una anécdota da cuenta de su gran generosidad:


• Siendo cardenal de Venecia, vio en la calle a un anciano al que la policía le había
quitado el burro con el que trabajaba; el anciano no podía pagar la multa que le
había sido impuesta al transitar con el animal por la ciudad; entonces, el cardenal se
ofreció a pagar él mismo la multa que le cobraban al anciano y a acompañarlo a
recoger el burro decomisado, ya que le exigían al anciano que lo respaldara una
persona de confianza.

_Salmo 21_
“Señor, el rey se alegra por Tu fuerza.
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios,
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Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en Tu Presencia”.

“Pidieron que los gobernara un rey,


cuando su Rey era El Señor”.
Mateo 20,1-16:
“¿Vas a tener tú envidia
porque yo soy bueno?
[…] Los últimos serán primeros
y los primeros, últimos”

La Palabra de Dios es viva y eficaz,


capaz de discernir los pensamientos de los hombres.

San Juan Pablo II habla de la lectura de hoy, la parábola de la viña, a los laicos, para
que salgan a transformar la cultura, a evangelizar. El movimiento de los laicos en el
catolicismo desde finales de 1800 hasta el movimiento más actual, que sale a
convertir al mundo. Y todos están llamados.
Hoy, en la cultura en que vivimos, hay una gran necesidad de que los laicos
reconozcan su poder de evangelizar. Hay muchos movimientos juveniles que han
respondido a este llamado a evangelizar. No tiene que ser una evangelización
directa, cualquier cosa que hagamos que obedezca a la Verdad es también nuestro
trabajo evangelizador.
El lema de San Pío X era “restaurar/renovar todas las cosas en Cristo”. Nació en una
familia campesina en Italia. Ordenado a los 23 años. Director espiritual de un
seminario. Luego fue nombrado Obispo (1893) cerca de Venecia. El 04 de agosto de
1903 fue elegido como Papa.
Jesucristo verdaderamente renueva, Él es la meta de todo y de todos.
Legado de Pío X:
• Muchas encíclicas.
• Reorganizó la Curia Romana.
• Renovó la Ley Canónica.
• Promovió la formación para los sacerdotes en seminarios regionales.
• Actualizó bibliotecas.
• Nombró docentes calificados.
• Realizó el Compendio del Catecismo para los Jóvenes.
• Promovió el uso de la catequesis.
• Realizo una Reforma de la Liturgia y de la música sacra.
• Rebajó la edad de la Primera Comunión a los 7 años de edad.
• Condenó el modernismo.

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San Pío X fue modelo espiritual de una unión personal estrecha con Cristo, necesaria
para salir a la viña a evangelizar. Nosotros mismos tenemos que renovarnos antes de
salir a la viña, no escondernos ni tratar de edificar nuestro propio mundo, sino que
tenemos que adentrarnos en la cultura después de renovarnos a nosotros mismos.
Cuando hablamos de nuestros dones especiales, tal vez somos como la zarza, que
no tiene nada que ofrecer. Uno no puede buscar sombra bajo la zarza (primera
lectura). Ni siquiera podemos guarecernos bajo una zarza.
El fuego de la zarza que devorará los cedros del Nilo, una manera muy buscada para
explicar que la zarza, que no tiene nada que dar, destruye, quema, daña, hiere,
porque no tiene nada bueno para ofrecer -en comparación con la vid, que ofrece
exquisitas uvas para el vino que alegra al hombre; el olivo, que ofrece sus frutos para
hacer el mejor aceite; y la higuera, que ofrece dulces higos al hombre-.
“Todo el pueblo de Dios ha de servir a Dios, Él es vuestro Rey”.
Jesús heredó el Reino de David, tal como María.
Él establecería Su Reino desde la Cruz, al cual todos pertenecemos.
Gracias a Él, tenemos renovación.
Los laicos están llamados a renovar todo en Cristo, a enfocarse sólo en Él, a sacar
fuerzas de Él, a fin de ser una fuerza para el bien en el mundo.
A veces nos olvidamos de este enfoque en la santidad personal, que exige una
conversión continua, una renovación continua.
Tenemos los Sacramentos para fortalecernos, especialmente la Confesión, para ser
parte de ese Reino que Jesús estableció.

SS Benedicto XVI Papa Emérito:


“Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios,
cada uno de nosotros es amado, cada uno de nosotros es necesario”.

Fr. Leonard Mary


M.F.V.A.

Santísima Virgen María, Reina [22 de agosto]

“María, nuestra Reina, está de pie, a la derecha de Cristo,


enjoyada con oro, vestida de perlas y brocado” (Salmo 44,10.14)

Esta celebración fue instituida como dogma por el Papa Pío XII en el año 1954.

julio-diciembre de 2019 Página 87


Fue trasladada a los 8 días después de la Solemnidad de la Asunción de María al
Cielo, para poner de relieve la íntima relación entre la Realeza de María y su
glorificación en cuerpo y alma al lado de su Hijo Jesús.

Las bases teológicas de esta festividad de la Iglesia están en que La Santísima


Virgen María es Reina porque fue asociada a su Hijo amado de un modo único, en el
camino terrenal y en la gloria del Cielo. Así, en la Constitución del Concilio Vaticano II
sobre la Iglesia [Lumen Gentium, 59] leemos:

“María fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del Cielo, elevada al trono por
el Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su
Hijo”.

Papa Pío XII en su discurso en honor a María Reina:


“María es Reina más que cualquier otra criatura, por la elevación de su alma
y por la excelencia de los dones recibidos. Ella no cesa de dispensar todos los
tesoros de su amor y de sus cuidados a la humanidad”.

Papa Pablo VI en su exhortación apostólica Marialis Cultus sobre la Realeza de


Santa María:
“En la Virgen María todo se halla referido a Cristo y todo depende de Él: con
vistas a Él, Dios Padre la eligió desde la eternidad como Madre toda Santa y
la adornó con las gracias del Espíritu Santo que no fueron concedidas a ningún
otro”.

Santa María es Reina del Universo


por su belleza, autoridad, bondad
y misericordiosa asistencia a sus hijos.

_Salmo 40_
“Aquí estoy Señor
para hacer Tu Voluntad”

Lucas 1:26-38:
“No temas, María,
porque has encontrado gracia
ante Dios […] El Espíritu Santo
vendrá sobre ti y la fuerza
del Altísimo te cubrirá
con Su sombra,
por eso el niño que nacerá
se llamará Hijo de Dios”
[…] He aquí la esclava del Señor,
hágase en mí según tu palabra”.

julio-diciembre de 2019 Página 88


“Bendito sea el Nombre del Señor
ahora y por siempre”.

“Alégrate María llena de gracia,


el Señor está contigo,
bendita tú entre las mujeres”.

Muchas de las reinas de la Tierra son adornadas con los privilegios de la realeza.
Rodeadas de guardias, seguridad, soldados y protocolo, reinan en la Tierra. La Virgen
María ES LA REINA. La gente la reconocía como reina, tal como Isabel en la Visitación
(¿cómo es que la Madre de mi Señor viene a mí?) desde el principio. Pero Ella es una
Reina que viene a nosotros.
Reconocemos el papel de María y su importancia en la Salvación. “El Señor es
contigo”. ¿Cuántas veces un ángel le ha dicho eso a un humano? Nunca,
únicamente a Ella. María está encima incluso de los ángeles, es Reina de los Ángeles,
ninguno de los ángeles fue creado para dar nacimiento al Hijo de Dios, Ella sí. María,
como Reina de los Cielos y del Universo, está por encima de toda la Corte Celestial.
En hebreos, vemos que hay una gran nube de testigos; María está por encima de
todos los testigos, de todos los santos.
Al estar llena de gracia, es muy similar a Dios, más que cualquier otro ser humano
que haya existido sobre la Tierra. El significado de la gracia es el favor sobrenatural
de Dios, según el Catecismo, la recibimos del Espíritu Santo; nos volvemos similares a
Dios cuando recibimos por Él la gracia. María está en una unión tan estrecha con su
Hijo Jesucristo, que Ella puede pensar y obrar como Él, es muy similar a Dios.
Es evidente esto en su propia vida: una mujer grande humilde, siempre accesible,
que conoce mejor que cualquiera a Jesucristo, la vemos en su obra de la Salvación.
San Juan Damasceno dijo que cuando María se convirtió en la madre del Creador,
se convirtió en la madre de todos nosotros. Ella es como Dios, perfecta. El Espíritu
Santo obra en nosotros y podemos pensar y obrar como Dios, tenemos los dones y
frutos del Espíritu Santo, María mucho más. Ella estaba en la Tierra con tales dones y
virtudes, y así mismo está en el Cielo con tales dones y virtudes. Conoció y amó a
Dios con todo su corazón.
Escuchamos de Santa Teresa y el Santo Padre Pío que hicieron mucho bien sobre la
Tierra y ahora están en el Cielo, contemplando a Dios Todopoderoso. Los santos en
el Cielo nos aman porque es lo que Dios hace y están orando por nosotros. Así que
María, por encima de todos por ser la más santa de todos los santos, realiza la obra
de Dios en el Cielo como Reina y como Madre, de Dios y de todos nosotros.
Está llena del poder de Dios. Hay muchos dones del Espíritu Santo. Cuando leemos
la vida de los santos vemos que hacían grandes obras, y vemos que María sigue
viniendo a nosotros en las diferentes apariciones aprobadas por la Iglesia:
Guadalupe, Lourdes, Fátima… Viene como Misionera, vemos que María en
Guadalupe luce como indígena, para ser completamente aceptada y ser
entendida, Ella es como el pueblo. Así que Jesús, en la Cruz, con sus últimas palabras
nos da a Su Madre a todos nosotros: “He ahí a tu madre”.

julio-diciembre de 2019 Página 89


Tenemos que tener una relación íntima con María, después de la relación íntima con
Jesús. Sabemos que ambos están con nosotros siempre, que podemos acudir a Él
siempre, que nos ama, pero María reza por nosotros y nos ayuda en nuestro
peregrinaje, en la vida interior, en la vida espiritual. Así como lo hizo con su Hijo, está
con nosotros, en espíritu por supuesto, y en verdad. Tenemos una relación con Ella
como los niños tienen relación con su madre. Y es maestra, nos enseña a acercarnos
a Dios y hacer sólo Su voluntad.
Ella es la Reina de los Cielos, Reina de la Tierra, Reina de la Creación y Reina del
Universo. Y debemos recibirla como Reina de nuestros corazones. Hoy debemos
renovar nuestra relación con la Santísima Virgen María, hablémosle, orémosle,
pidámosle. Ella siempre está dándonos su amor, su apoyo maternal y su ayuda.
Llamen a María y acéptenla en sus corazones con el mismo amor con que ella Reina
en el Cielo y Reina en la Tierra para nosotros.

Fr. Patrick Mary


M.F.V.A.

Santa Rosa de Lima


(*1568/+1617)
Patrona de América Latina
La primera santa del continente americano

+ Nació en Lima, Perú. Sus padres la bautizaron con el nombre de Isabel, pero una
criada, al ver que su rostro se ponía de color rosado, le puso el sobrenombre de Rosa.
+ El arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo 7, le puso definitivamente el nombre
de Rosa cuando le dio la confirmación.
+ Sus padres querían desposarla con un joven de alta clase social, pero Rosa les declaró
que se iba a consagrar a Dios y permanecer virgen para Nuestro Señor, por lo que su
madre la reprendió severamente; entonces, Rosa decidió construir una pequeña
ermita en el huerto familiar, donde pasaba largas horas dedicada a Dios.
+ A los 20 años ingresó en la Tercera Orden de Santo Domingo; tomó como modelo a
Santa Catalina de Siena, a la cual imitó en el matrimonio místico con Jesús, Quien le
concedió dones especiales. Se propuso mortificar su orgullo a través de severas
penitencias y ayunos; comía poco y dormía menos.
+ Con frecuencia pedía a Dios: “Señor, aumenta mis sufrimientos, pero aumenta en la
misma medida mi amor”.
+ Un día, Jesús le dijo: “Tú eres la esposa de Mi Corazón, prepárate que se acercan las
bodas”. Y así murió, en 1617, en Lima (Perú), exclamando: “Jesús, quédate conmigo”.
+ El Papa Clemente X la canonizó en 1671.

7 https://www.ewtn.com/spanish/saints/Toribio_de_Mogrovejo.htm
julio-diciembre de 2019 Página 90
_Salmo 148_
“Alaben el Nombre del Señor.
Llenos están el Cielo y la Tierra
de Tu gloria”.

Corintios 7,25-35:
“La soltera se preocupa
de los asuntos del Señor”

Mateo 13:44-46:
“El Reino de los Cielos se parece
a un comerciante en perlas finas…”

“Permanezcan en mi amor -dice el Señor-.


Todo el que permanece en mí y Yo en él,
tendrá muchos frutos”.

Santa Rosa de Lima, llamada Isabel; por su gran belleza recibió el apodo de “Rosa”.
Se entregó plenamente a Dios. Se hizo terciaria dominica y vivió una vida dedicada
a la oración, penitencia y obras de caridad por los pobres y enfermos. Conocida por
llevar a cabo muchos actos de negación propia y su vida de penitencia, lo hizo por
amor a Jesús y por la conversión de los pecadores. Todo lo ofrecía como sacrificio
para la conversión de los pecadores. Sufrió mucho físicamente y con muchas
tentaciones, con gran esterilidad en la oración, pero cuando pasaba por ello rezaba
más intensamente.
Después de un periodo de enfermedad espiritual y ataques diabólicos, con visiones
de Satanás, invocaba a su buen amigo, San Martín de Porres.
Cuando el santo le preguntó en un sueño por qué creía que Dios permitía esas
visiones de lo que pasaría a su alma si fuera condenada, la santa le contestó que lo
hacía como “purificación” de su alma: “Me sorprendería si no volviese a sufrir más
tribulaciones”, respondió Rosa. El Señor purifica más a aquellos a quienes ha
destinado la unión más perfecta con Él. La Cruz es parte de nuestra vida como lo fue
de la vida de Rosa de Lima.
“La gracia viene después de la tribulación, la Cruz es la verdadera y única escalera
al Paraíso”: Santa Rosa de Lima.
Nuestra reacción a la cruz puede ocurrir en diferentes formas todos los días. Rosa de
Lima entendió muy bien el valor del sufrimiento redentor, que todo sufrimiento puede
ser fuente de gracia para sí y beneficio espiritual para muchos otros. No quiso que su
sufrimiento se desperdiciara, por lo que lo ofreció todo a Jesús y dio gran fruto. Una
perla de gran recompensa, el tesoro y la perla: nos sirve en el peregrinaje por la vida.
Santa Rosa encontró este gran tesoro.

julio-diciembre de 2019 Página 91


Su vida, como la de todos los santos, es altamente inspiradora. Santa Rosa estaba
llena de gran deseo de llegar a Dios y alcanzar el Cielo [como todos los santos],
¿tenemos nosotros ese mismo deseo? Podemos pedirlo hoy: de unión con Dios y de
llegar al Cielo.
El tesoro y la perla de gran recompensa se encuentran en situaciones muy
particulares: el Cielo es para quienes mueren en amistad con Dios, mientras tanto
encontramos al Señor en nuestra vida diaria, en la Misa, en la Eucaristía, como Santa
Rosa, y en la Confesión y en todos los Sacramentos. En este pasaje del Evangelio de
hoy, está el costo de poseer el tesoro o la perla: requiere sacrificio. El comerciante
que encuentra la perla vende todo lo que tiene para comprarla, ¿estamos
dispuestos a hacer los sacrificios que nos pide el Señor? A veces es un sacrificio
pequeño, otras veces es grande. Especialmente cuando llega la tentación,
¿estamos dispuestos a hacer cualquier sacrificio por amor a Dios, como estuvo
siempre dispuesta Santa Rosa de Lima y todos los santos?
“Una cosa hago, olvidarme de lo que me espera en el futuro y seguir avanzando
hacia la meta para alcanzar el premio”: San Pablo a los Filipenses.

Santa Rosa de Lima:


“Si ustedes supieran lo hermosa que es un alma sin pecado,
estarían dispuestos a sufrir cualquier martirio
con tal de mantener el alma en gracia de Dios”

Fr. Leonard Mary


M.F.V.A.

_Salmo 116_
“Alaben al Señor
todas las naciones,
aclámenlo todos los pueblos.
Vayan al mundo entero
y prediquen la Buena Nueva”.

Isaías 66,18-21:
“Ya llega el momento de convocar
a todos los pueblos y naciones.
Vendrán a mi presencia,
y les daré una prueba de mi gloria”.
julio-diciembre de 2019 Página 92
De la Carta a los hebreos 12,5-7,11-13:
“Porque el Señor corrige a quienes ama
y castiga a Sus hijos preferidos.
Acepten la corrección
porque Dios los trata como a hijos”

Lucas 13,22-30:
“Esfuércense en entrar por la puerta estrecha”

“El costo de la desobediencia de Adán”


[Himno].

Jesús es la puerta.
Cómo entrar por la puerta exitosamente en el Señor.
La puerta es estrecha, Jesús es la puerta.
Nuestras oraciones, devociones, penitencias y obras de caridad son parte de entrar
por la puerta estrecha. Pero Jesús es el camino, la verdad y la vida, lo dijo en la
proclamación de Su Evangelio. Y cuando estamos con Jesús y en Jesús, estamos
ante La Verdad.

Tenemos que aceptar ciertas verdades, Jesús quiere que aceptemos las verdades
de nosotros mismos, que nos conozcamos a nosotros mismos, puede que no nos
guste escuchar las verdades acerca de nosotros mismos, pero Él es la verdad misma,
por lo que requiere que la aceptemos en su totalidad.

Podemos escondernos detrás de las buenas obras que pueden ser una fachada
para lucir bien ante los demás, podemos mentirnos a nosotros mismos, cargamos
muchas cosas. Descubrirlo todo y ver la verdad. Sí, es difícil, puede ser doloroso,
darnos miedo o terror, podemos sentir vergüenza, por ese pecado o hábito que estoy
escondiendo, mi pasado, lo que debo confesar. Si ese es nuestro caso, tenemos que
acudir a Jesús: no podemos seguir sintiendo vergüenza.

Por eso Jesús se permitió sufrir una muerte vergonzosa, para fortalecernos en nuestra
vergüenza, para pedirle ayuda. Admitan la verdad. Pidan ayuda. Porque Jesús, al
admitir la verdad, nos lleva a Su verdad. LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES. Jesús es la
verdad que nos da libertad. La verdad, básicamente, es humildad. Tenemos que
humillarnos para aceptarlo. “Los primeros serán los últimos, los últimos serán los
primeros”.

Dios nos trata como a hijos, todo padre reprende a su hijo cuando éste hace algo
que lo mete en problemas, encarábamos esa verdad. Igual es con Dios, nos castiga
porque nos ama y quiere que crezcamos. Nos ama tanto que no quiere mantenernos
tal y como somos, aunque nos ama tal y como somos. Quiere que estemos en Su
gloria, en Su dignidad. Él tiene mucho para nosotros, pero debemos empezar
aceptando la verdad.

julio-diciembre de 2019 Página 93


Hoy es hora de ponernos de pie nuevamente, empujar y mirar hacia adelante, hacer
todo con intensidad y tenacidad, siguiendo al Señor, aceptando las verdades,
luchar las batallas como dice Jesús.

Carta a los hebreos: “Es hora de ponerse de pie nuevamente, fortalezcan las rodillas
vacilantes y caminen por una senda llana, así el pie cojo en vez de retorcerse se
curará”. De eso se trata, de ser sanados, eso es ser verdaderamente libres. Es lo que
Jesús quiere, que reconozcamos la verdad, que vamos a confesarnos, eso requiere
fortaleza y humildad. Dios quiere lo mejor para nosotros SIEMPRE, puede que tome
dolor y lucha pero Dios nos da la fortaleza. Todo debemos hacerlo a través de
jesucristo, quien está con nosotros para fortalecernos.

Santa Teresa de Los Andes:


“Es preciso que la miseria, la creatura, se consuma, para que sólo quede Dios

Fr. Paschal Mary


M.F.V.A.

Santa Mónica
(*331/+387)
Patrona de las madres
que piden a Dios por la conversión
de sus hijos

+ Modelo de esposa y madre, por su vida y su influencia sobre su hijo, San Agustín, tiene
un puesto de honor en el santoral cristiano.
+ Nació hacia el año 331 en Tagaste [Argelia, África].
+ Santa Mónica deseaba dedicarse a la vida de oración, pero sus padres dispusieron
que se casara con un hombre llamado Patricio, que aunque era un hombre
trabajador, también era un hombre iracundo, mujeriego, jugador y sin ningún gusto
por lo espiritual; no obstante, este hombre logró su conversión por el testimonio y la
oración de su mujer.
+ Murió en Ostia (Italia) en el año 387, a los 56 años.

Papa Benedicto XVI:


“Santa Mónica, madre de San Agustín, es considerada modelo y patrona de las madres
cristianas. Muchas noticias sobre ella, nos proporciona su hijo en el libro autobiográfico
´Confesiones´; aquí conocemos que San Agustín fue educado cristianamente por su madre,
esos principios quedaron en él impresos incluso en los años de desviación espiritual y moral.
Santa Mónica jamás dejó de orar por él y por su conversión, obteniendo para sí el consuelo
de verle regresar a la fe y recibir el Bautismo. Dios escuchó las plegarias de esta santa madre,
a quien el obispo de Tagaste había dicho: ´Es imposible que se pierda un hijo de tantas
lágrimas´. En verdad, San Agustín no sólo se convirtió, sino que además decidió abrazar la
vida monástica y al regresar a África, fundó él mismo una comunidad de monjes, La Orden
de San Agustín [frailes agustinos]”.

julio-diciembre de 2019 Página 94


_Salmo 139_
“Señor, Tú me sondeas
y me conoces”

De la Carta a los hebreos 12,5-7,11-13:


“Los tratamos con delicadeza,
como una madre cuida de sus hijos”

Mateo 23:23-26:
“¡Fariseo ciego!,
limpia primero la copa por dentro
y así quedará limpia también por fuera”.

Memoria de Santa Mónica

Filipenses 2, San Pablo describe la disposición de la mente de Cristo.


San Mateo 23, Nuestro Señor denuncia lo que los fariseos hacen, su hipocresía.

Nos quedamos satisfechos con las acciones externas, a menudo: obligación


dominical de ir a Misa, encender una vela a un santo, etc. Más que eso, Jesús espera
nuestra transformación interior. Dios quiere corregirnos como un padre disciplina a su
hijo. Nos dice que dejemos las cargas de las cosas del mundo y regresemos a la
maravilla de un Dios que nos ha creado y nos ha dado todo lo bueno: la justicia, la
misericordia y la honestidad son más importantes que el cumplimiento de la Ley, el
yugo ligero y la carga llevadera de Cristo.

El Señor delinea los dones positivos de los frutos: las Bienaventuranzas. Cuando San
Lucas las presenta en su propia forma, los lamentos del Señor vienen
inmediatamente después: “¡Ay de aquellos que están saciados!”. En el Sermón de la
Montaña, el Señor aborda estas inquietudes del interior. Es patente la distinción entre
el necio y el juicioso, entre el siervo bueno y el siervo malo. Aquellos que disfrutan la
libertad del Evangelio están dispuestos a aceptar los valores y acciones que
provienen de Dios, no del mundo ni de sus posesiones.

Nuestro modelo ejemplo lo encontramos en Jesucristo, quien se encarnó y se humilló


y vivió en obediencia hasta la muerte, y una muerte de Cruz. Las Bienaventuranzas
son una imagen de Jesús, en especial Jesús Crucificado: Él vive esta pobreza en lugar
nuestro para poder lograr el fruto de la Resurrección. Humildad, maravilla,
misericordia, justicia, honestidad: los frutos de Cristo. Todo lo bueno proviene de las
alturas, lo que ofrecemos se lo devolvemos a Él porque no es nuestro, es Suyo. Le
ofrecemos lo que Él mismo bendice con Su gracia y Su presencia, todo lo que
proviene de los dones que Él nos ha dado.

julio-diciembre de 2019 Página 95


En esta fiesta de Santa Mónica ofrecemos nuestras oraciones y sacrificios por los niños
alejados de Cristo y los jóvenes que ya no creen en nada ni en nadie, muchos de
ellos son como los letrados y fariseos: cuando ven las prácticas religiosas, se
enfrascan en lo interior, lo que puede ser un obstáculo para ellos. Cristo nos desafía
a ingresar al centro verdadero, A ESA UNIÓN ÍNTIMA CON NUESTRO SEÑOR. La alegría
de Santa Mónica fue la conversión de su hijo San Agustín. Esperó muchos años por
esta gracia y derramó muchas lágrimas por él. Y Dios la hizo santa.

Padre Lorenzo Scúpoli:


“Cuando Jesús escucha que la oveja brama desde el precipicio donde ha caído, temerosa de los aullidos de
los lobos que ya se escuchan a lo lejos, el Buen Pastor corre a protegerla y a defenderla. Y no la humilla, ni
la golpea, ni le echa en cara su imprudencia y desobediencia, sino que cariñosamente la lleva sobre sus
hombros hasta donde está el grupo de las ovejas que han permanecido fieles.
Nuestra alma es esa pobre oveja”

Fr. Thomas Kasule


Diócesis de Masaka, Uganda

San Agustín
(*354/+430)
Obispo y Doctor de la Iglesia
Patrono de los filósofos

+ Nació en Tagaste, Argelia.


+ Su padre, Patricio, era un pagano de temperamento violento, que gracias al ejemplo
y a las oraciones de su esposa Santa Mónica, se convirtió al Señor en su lecho de
muerte.
+ Santa Mónica había instruido en la fe a su hijo Agustín desde niño, le enseñó a orar y a
confiar plenamente en Dios, sin embargo no logró que él creyera firmemente en el
Evangelio y en la Iglesia.
+ Durante su juventud, San Agustín se dejó arrastrar por las pasiones juveniles, llevando
una vida entregado a los vicios y a la concupiscencia; abandonó la fe y se hizo
maniqueo8; quería hallar la verdad, la buscaba en los placeres del mundo y en
corrientes filosóficas ajenas al cristianismo.
+ Gracias a las oraciones de su madre, en Milán empezó a asistir como catecúmeno a
las celebraciones litúrgicas de San Ambrosio 9, quien con su predicación y vida de fe,
impresionó profundamente a San Agustín.
+ A los 33 años [la misma edad en que murió Cristo] San Agustín fue bautizado en Milán
por San Ambrosio; y luego de hacer un discernimiento, respondió al llamado
sacerdotal.
+ Al encontrar la verdad plena en Jesucristo, empezó a trabajar incansablemente por la
Iglesia y por la salvación de las almas.

8 Maniqueísmo: “Religión fundada por el persa Manes en la segunda mitad del siglo III. Aparentaba ser la
verdadera síntesis de todos los sistemas religiosos conocidos hasta entonces. En realidad consistía en dualismo
zoroástrico, el folclore de Babilonia, la ética budista y algunas pequeñas y superficiales adiciones de elementos
cristianos” [Enciclopedia Católica].
https://ec.aciprensa.com/wiki/Manique%C3%ADsmo
9 https://www.ewtn.com/spanish/Saints/Ambrosio.htm

julio-diciembre de 2019 Página 96


+ Murió a los 76 años, en Hipona (Argelia) en el año 430.
+ En 1294 el Papa Bonifacio VII lo declaró DOCTOR DE LA IGLESIA.

_Salmo 139_
“Señor,
Tú me sondeas
y me conoces”

De la primera carta del Apóstol San Pablo


a los Tesalonicenses 2,9-13:
“Trabajando día y noche
para no serle gravoso a nadie”

Mateo 23, 27-32:


“¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que se parecen a los
sepulcros blanqueados!, por fuera tienen buena apariencia, pero por
dentro están llenos de huesos de muertos y podredumbre; lo mismo
ustedes: por fuera parecen justos, pero por dentro están repletos de
hipocresía y crueldad […] Son hijos de los que asesinaron a los profetas;
colman también ustedes la medida de sus padres”.

“Uno solo es su Padre, el del Cielo,


y uno solo es su consejero, Cristo”

San Juan Pablo II, 1993, Uganda: “Su luz debe brillar en la luz de vuestra gente, para
que vuestro buen trabajo pueda alabar a vuestro Padre en los Cielos”. Una invitación
para bautizar a los cristianos, recordando que nos llaman a proclamar el Evangelio
de Jesucristo. ¿Vivo una vida de virtuosidad, o de vicio? ¿Mi corazón no descansa
buscando la verdad?

La historia de San Agustín, su crianza y conversión, es muy conocida por muchos. En


ese libro “Confesiones”, “mi corazón no descansará hasta que descanse en Ti”, es
emblemática en la cristiandad. Nació de Santa Mónica, cuya fiesta se celebró ayer.
Fue criado como cristiano y bautizado como cristiano. Estudió filosofía. Renunció a
la fe cristiana. Vivió por 15 años buscando placeres excesivos y entre vicios, filosofía
y dispersión de valores. Como resultado de los rezos de su madre y de un sermón de
San Ambrosio. Se bautizó a los 40 años. Fue ordenado como Obispo, cargo en el que
permaneció 35 años hasta su muerte.

Poderoso intelecto misticismo el de San Agustín. “Hay 3 áreas en las que cada
cristiano debe ser incansable: en la búsqueda del Señor, en el amor hacia los demás
y en el examen de la conciencia”: Papa Francisco en la Fiesta de San Agustín. Todos
tenemos un corazón abierto a Dios, con docilidad y humildad llegaremos a estar en
Él como lo hizo San Agustín.

julio-diciembre de 2019 Página 97


San Agustín nos invita a caminar en la luz, para distribuir la luz y para ser la luz. En el
Evangelio de hoy, Jesús nos habla de la hipocresía, contrario a lo que Él quería de
ellos: la verdad. Se nos convoca para evitar la hipocresía; los fariseos, en vez de
enseñarnos las verdades del Cielo, impedían que los demás entraran al Reino de los
Cielos con su hipocresía. En vez de hablar la verdad, encuentran lugares para mentir
y dar esa apariencia de fe, en vez de cumplir y escuchar al Señor hacen caso omiso
del Evangelio. En vez de vivir una vida de santidad desde adentro, tienen su corazón
cerrado y obstruido por la vanidad. En vez de una vida de rectitud, llevan una vida
de contradicciones entre su interior y su exterior.

Como cristianos estamos convocados a enseñar a través de nuestras acciones. Nos


envían a los confines de la Tierra, pero cada uno de ustedes debe buscar la verdad.
Necesitamos vivir de acuerdo con la nueva ley, con caridad y movidos por el Espíritu
Santo. Buscar en nuestro corazón la rectitud para nosotros, que es Cristo.
Estamos convocados a defender la fe y distribuir la fe como mensajeros del trabajo
del Señor. Cuando nuestros pecados han sido demasiados y no los confieso, ello nos
obstruye el pensamiento y el corazón de Dios en nuestro corazón y en nuestra mente.
Recordemos a San Agustín: nunca es muy tarde para ser bueno. Nuestro Señor
siempre está listo para ayudarnos con Su amor y con Su perdón, para hacernos
volver al camino.

Hermanos y hermanas, confíen en mí, nunca es muy tarde.

Fr. Leonard Mary


M.F.V.A.

El martirio de San Juan el Bautista

San Juan Bautista es el único santo al que la Liturgia conmemora su natividad y su


muerte, lo cual sólo se hace con Nuestro Señor Jesucristo y con La Santísima Virgen
María.

Los evangelios nos cuentan varios apartes de la vida del santo precursor de Nuestro
Señor. Evangelio de San Lucas: “En el año quince del imperio de Tiberio… fue dirigida
la Palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto” (Lc 3:1-2). Esto sucedió
aproximadamente en el año 28 dC.

San Mateo: “Juan el Bautista se presenta proclamando en el desierto de Judea:


´Conviértanse, porque ha llegado el Reino de los Cielos´. Este es de quien habló el
profeta Isaías cuando dice: ´Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del
Señor, enderecen sus sendas´ (Mt 3:1-3).

San Marcos: nos habla del martirio de San Juan Bautista (Mc 6:17-29).

Juan el Bautista reprochó públicamente la conducta pecaminosa de Herodes Antipas


y de su cuñada Herodías, con quien estaba casado; por ello, Juan fue encerrado en
Maqueronte, a orillas del Mar Muerto.
julio-diciembre de 2019 Página 98
Herodías buscaba la oportunidad para matarlo, y la encontró en un banquete en
homenaje a Herodes: la hija de Herodías, Salomé, mostrando sus excelentes
cualidades en la danza, le gustó tanto a Herodes que éste le juró darle lo que ella
quisiera, hasta la mitad de su reino si ella así lo disponía. Por instigación de su madre
Herodías, Salomé le pidió la cabeza de Juan el Bautista. Herodes, que admiraba a Juan
y lo consideraba un hombre justo y santo, cumplió con tristeza su juramento, para no
desairar a los comensales. Así, calló la voz más robusta de los predicadores del
inminente mensaje evangélico.

Su cabeza habría sido trasladada a la Iglesia de San Silvestre, en el Campo Marcio


[Roma, Italia].

_Salmo 71_
“Mi boca
contará Tu auxilio”

Jeremías 1,17-19:
“Diles lo que yo te mando,
no les tengas miedo”

Marcos 6:17-29:
“Herodes respetaba a Juan sabiendo que era un hombre santo y lo
defendía […] Pídeme lo que quieras […] LA CABEZA DE JUAN EL
BAUTISTA”

“Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,


porque de ellos es el Reino de los Cielos”

En una guerra hay muchas batallas. El ejército de un bando envía al otro


bombardeos y enviados para invadir y atacar. En forma similar el diablo quiere hacer
lo mismo con nuestra alma: bombardea nuestra alma constantemente.
San Juan Bautista, consumido por amor a Dios, determinado a anunciar a Jesucristo,
fue el precursor de El Salvador. En el otro lado vemos a Herodes, que se deja seducir
por lo emocional y lo sensorial. Nosotros siempre debemos estar en guardia,
vigilantes, atentos; hay muchas distracciones allá afuera, y el diablo viene para
bombardearnos. ¿Cómo lo hace? Muy sutilmente. Trata de seducirnos, y a menudo
lo logrará a través de lo sensacional y lo emocional.
El diablo busca la oportunidad y a menudo nos encuentra cuando estamos
vulnerables, cuando nos sentimos desesperados, esos son los momentos que
debemos estar atentos y despiertos. El orgullo siempre viene antes de la caída.
La propaganda, la publicidad, el mercadeo y los productores de TV trabajan muy
duro con lo que es emocional y lo que es sensorial; a menudo hacen que sigamos
mirando, porque nos golpean con lo que es sensacional y emocional.

julio-diciembre de 2019 Página 99


Los medios de comunicación no son malos, debemos tener cuidado. Ellos tratan de
hacernos fantasear sobre cuán mejor sería nuestra vida si tuviéramos un poco más
de dinero, o cierto tipo de romance o de relaciones seríamos mucho más felices, o
tratan de inflar nuestro orgullo creando deseo de poder, tratan de influirnos con celos
o envidia, a menudo nos hacen enojar. Esto lo vemos en los noticieros e incluso en
algunos medios de comunicación católicos y cristianos, utilizan la ira. Por supuesto,
queremos escuchar la Verdad y comunicarla, y la ira debe ser una ira justa que nos
hace determinados a hablar de Dios con amor. Pero cuando la ira nos consume
hasta el punto de empezar a insultar y a odiar, el diablo nos tiene.
Tengan cuidado incluso con algunos medios de comunicación católicos, siempre
hay lobos vestidos de ovejas, incluso quien dice ser una persona buena, tengan
cuidado con el discurso cargado de odio, eso no es de Jesucristo.
Jesús era justo, sí, pero Él no odiaba la gente, estaba siempre dispuesto a perdonar
y olvidar. Jesús era movido por el amor, no por el odio. No se dejó atrapar por las
emociones ni las utilizó para predicar el Evangelio y difundir la Verdad.
Dispongámonos a ser consumidos por el amor de Dios como Juan el Bautista, a
cumplir sólo Su voluntad. Podemos ver el ejemplo de este santo: a menudo el camino
de la santidad es el camino de la cruz. El amor de Jesucristo es lo que debe
consumirnos, no las pasiones humanas.
“No deseo conocer nada sino a Jesucristo, y a Jesucristo Crucificado”: San Pablo. La
caridad pura y perfecta, la misericordia. Cuando somos consumidos en el amor de
la cruz, hay gloria, es lo que nos ayuda a elevarnos de lo que es temporal, lo sensual,
lo sensacional, lo que nos consume emocionalmente. La Cruz de Jesucristo. Cuando
miramos a los mártires de la Iglesia, fueron más que conquistadores, tenían la mirada
fija de Jesucristo, fueron capaces de conquistar la carne, tenían la mirada fija en
Jesucristo Crucificado.
“Permanezcan sobrios y atentos, pues el diablo merodea como lobo al acecho
buscando a quién devorar”: San Pedro.

San Pío de Pietrelcina: “Muertos son los que viven alejados de Dios”

San Juan de La Cruz: “Cristo es mío y todo para mí”

Santo Cura de Ars: “¡Cuán pocas son las personas que verdaderamente sirven a Dios!
Dichoso aquel que no busca sino sólo a Dios”

Santa Catalina de Siena: “Si sois lo que tenéis que ser, ¡prenderéis fuego al mundo entero!”

San Felipe Neri: “¡Cómo es posible que alguien que cree en Dios pueda amar algo fuera de Él!”

julio-diciembre de 2019 Página 100


San Pío X: “Lo que está mal, está mal aunque lo haga todo el mundo;
lo que está bien, está bien aunque no lo haga nadie”

San Francisco de Sales: “La santidad consiste en estar siempre alegres”

San Francisco de Asís: “El Cielo se regocija, Satanás huye, el Infierno tiembla cuando digo
DIOS TE SALVE MARÍA”

Santo Domingo Savio: “Si logro salvar a una sola alma, puedo estar seguro de que la mía se salvará”

Tomás de Kempis: “La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino encontrar paz en medio de ella”

Santa Teresa de Jesús: “Oración es tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas
con Quien sabemos nos ama”

Santa Teresa de Lisieux: “En vez de desalentarme, me he dicho:


DIOS NO INSPIRA DESEOS IRREALIZABLES.
Puedo, pues, a pesar de mi pequeñez, aspirar a la santidad”

Padre Pío de Pietrelcina: “Ten a Jesús en tu corazón,


y todas las cruces de este mundo te parecerán rosas”

Santa Gianna Beretta: “Ganamos el Paraíso en nuestras tareas cotidianas”

San Maximiliano Kolbe: “La vida es breve, se vive una sola vez, es necesario ser santos,
no a medias sino totalmente, para gloria de La Inmaculada y la mayor gloria de Dios”

San Rafael Arnaiz: “Quisiera ser santo, y que no lo supiera nadie”

La Virgen María a Sor Natalia Magdolna [Revelación Privada aprobada, 1984]:

“Mi Santo Hijo dejó a ustedes también una pequeña participación de la Obra de la Redención, en cuanto que
ELIGE Y LLAMA A ALGUNAS ALMAS A OFRECER EL SACRIFICIO DE SU VIDA
EN UNIÓN ÍNTIMA CON ÉL. Comparte con ellas Sus sufrimientos para gloria del Padre
y el bien de las almas, para que ni una sola de ellas se pierda.

ESTAS ALMAS SON ALMAS ENTERAMENTE ENTREGADAS Y PUEDEN HACER MUCHO


PARA LA GLORIA DE DIOS Y LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS.
Mi Santo Hijo encuentra Su gozo en ellas. En el mundo de hoy, mi Santo Hijo tiene cien veces mayor
necesidad de corderos para el sacrificio. Pero esa participación en la Obra de la Redención sólo puede
consistir en el sacrificio: hay que partir desde Getsemaní y seguir el camino que recorrió mi Santo Hijo;
sin esto, no habrá méritos ni ofrenda de vida fecunda”

julio-diciembre de 2019 Página 101

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