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El Santo Sacrificio de la Misa desde la Capilla de EWTN, con los cantos gregorianos de los
Hermanos Franciscanos, y la visita de prelados de diversas diócesis que concelebran el
Memorial de La Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
_Salmo 116_
“Señor, soy Tu sierva,
hija de Tu esclava”.
Hoy ofrecemos una Misa Votiva por la Preciosísima Sangre. Santo Tomás de Aquino,
en el siglo XIII, gran autor de Himnos, escribió uno de ellos “Adorote Devote”: “Señor
Jesús, una sola gota de Tu Sangre tiene el poder de perdonar todo el pecado del
mundo”. “Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida de Salvación, te
pedimos, Señor, ser bañados siempre con la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo”,
recibimos el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad del Señor Jesús, después de
recibir la Sagrada Comunión.
1Misa Votiva: Misa ofrecida por un votum o intención especial. Esta Misa no corresponde al Oficio Divino del día en que se celebra. Ejemplos
de Misas Votivas: para ordenaciones, para los que serán bautizados, para aniversarios de ordenaciones, para los enfermos, por los matrimonios,
para los reyes, para los viajeros, para los difuntos, etc. (Enciclopedia Católica).
julio-diciembre de 2019 Página 2
Fr. Joseph Mary
M.F.V.A.
_Salmo 135_
“Alaben al Señor
porque es bueno”.
_Salmo 66_
“Aclama al Señor
Tierra entera”.
Es bueno recordar que el camino del mundo no es el mismo del Evangelio. Vemos la
urgencia: “no se detengan a saludar a nadie por el camino”. San Francisco lo
recordó siempre, “den paz a esta casa, si allí hay gente de paz que descanse sobre
ellos la paz de ustedes”. El Evangelio es para todos, pero si la gente toma la decisión
de rechazarlo, “sacuden el polvo de sus pies y sigan al siguiente pueblo”.
Lo que Jesús quiere hacer por nosotros, Pablo lo habla como el ser “una creación
nueva” (Gal 6). Escribió a conversos paganos al cristianismo, con el problema de que
había algunos de una comunidad muy devota fuera de Jerusalén.
En la carta, Pablo opone las obras de la carne a las obras del espíritu.
No podemos olvidarnos de los Diez Mandamientos, nos desafía que no caminemos
el camino de la carne y aceptemos la nueva vida en el espíritu.
Ingresamos al Reino de los Cielos, nos volvemos criatura nueva, no se trata de una
transformación externa, nos convertimos en criatura nueva desde dentro, el pecado
queda borrado. Entender el pecado original, la caída en el Edén, la desobediencia
a Dios, que le dimos la espalda a Su paternidad. La humanidad entera a través de
Adán y Eva cayó, perdimos la gracia santificante y la vida interior de Dios.
Jesús es el nuevo Adán, es “la cabeza de una nueva raza humana”, podemos
decirlo así. Hemos sido creados nuevamente, ahora compartimos la naturaleza
divina, participamos en ella.
El centro de ello significa “divinizar”: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones” (Rm 5,5), podemos amar con ese mismo amor de Dios, aunque sigamos
siendo criaturas finitas, podemos vivir según el espíritu, podemos amar como Dios
ama, no amar como los publicanos (Sermón de la Montaña) “porque me haces
sentir bien”, amar a quienes les caemos mal y a quienes nos odian.
Esto sólo es posible por el poder que recibimos del Espíritu Santo, para que seamos
testigos del Señor. Este amor nos es dado a través de los Sacramentos, nos hace
templos del Espíritu Santo, Pentecostés -descenso del Espíritu Santo- y los primeros
frutos, que Jesús nos da ese amor, que recibimos una victoria por encima de la
muerte, la vida eterna nos es ofrecida, la vida nueva nos es dada para vivir una vida
nueva. El Reino de los Cielos está abierto para nosotros a través de la fe, a través de
creer, a través de la práctica de nuestra religión.
Pero Jesús dice que hay que tener fe y seguir Sus enseñanzas, para tener vida
eterna. Podemos ser muy sencillos y lograrlo, no tenemos que ser eruditos ni místicos
para ello. Hay que practicar nuestra fe, que nos ofrece el Reino de la vida eterna.
_Salmo 17_
“Con mi apelación, Señor,
vengo a Tu Presencia”.
Como cristianos,
estamos atraídos a la época
en que el Señor iba por pueblos y aldeas
predicando. ¡Qué maravillosa fue esa época!
Es difícil creer que las palabras del más hermoso de los hombres, Jesucristo, pudiesen
ser atribuidas a alguien que no fuera Dios. Sin embargo, cuando miramos la
Crucifixión, nos damos cuenta de que todos hemos recibido gracias para ser
salvados, PERO NO TODOS HEMOS RECIBIDO EL DON DE LA FE, y no es que Dios no lo
esté dando, es que NO LO ACEPTAMOS.
Al final el combate no es contra Dios, Dios nos da gracia constante, sino contra todo
lo que nos impide vivir en completa seguridad en Él: nuestra frágil compasión y
paciencia, la falta de la fe, las leyes del mundo y la falta de vigilancia; el espíritu está
dispuesto, pero la carne es débil, efectivamente.
Oramos como vivimos, porque vivimos como oramos: no se trata de vivir como
quiera porque estoy rezando, cuando estamos en pecado mortal no llegamos a ver
a Dios; sólo los puros de corazón por sus acciones, no sólo por la castidad, se llega a
ver a Dios.
Aquellos que dicen que buscan a Dios en otros lugares equivocados y no viven una
vida cristiana, Dios se les revela a veces, a aquellos que no viven en estado de
gracia, para convertirlos y que se alejen del camino que los lleva lejos de Él.
Nuestra vida de oración ha de mejorar a medida que nuestra vida mejora: no son
dos cosas separadas, van de la mano. Cuando le decimos SÍ a la gracia de Dios,
nuestra vida de oración mejora. Encontrar a Dios es una gracia, pero también es una
labor: la fe en Dios es una gracia y es ofrecida por Aquel que se revela a Sí mismo.
Jesús fue el Enviado a revelar la faz amorosa de Dios a nosotros, para darnos vida
nueva, Su propia vida que infunde en nosotros.
San Agustín:
“La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre”
_Salmo 45_
“Líbrame de mi enemigo, Dios mío,
protégeme de mis agresores”.
El régimen bien planeado, que ejercita y entrena al cuerpo o la mente, nos ayuda a
dirigirnos a la meta. Nos dirigimos de manera disciplinada a través del dolor para
cumplir nuestros objetivos. Sabemos incluso subconscientemente que podemos
apagar el dolor en cualquier momento: ponernos más cómodos, dejar de trabajar
tanto, dejar de esforzarse.
San Juan Pablo II; magno; sufrió intensamente, pero con paciencia, con amor, no se
dio por vencido, nunca expresó amargura por su condición de salud, nos demostró
que la inevitabilidad del sufrimiento lleva a la purificación y corredención con Cristo.
Involucra paciencia, disciplina y negación propia. Tenemos que aceptar nuestras
cruces en la vida, levantar esas cargas y seguir a Jesús, que es nuestro Salvador y
Redentor. El camino de la perfección cristiana tiene un premio: la corona de la gloria.
Es para nosotros un asunto de decisión, Dios nos ha dado libre albedrío para buscar
la gloria eterna en el Cielo o arriesgar la condena eterna en el Infierno.
Fulton Sheen:
“Al final de nuestra vida terrenal encontraremos una de dos figuras: Jesucristo
o Satanás. Y una de ellas nos dirá: ERES MÍO”.
“Muy pocas personas creen en el diablo hoy en día, lo cual le conviene mucho
al diablo; Satanás tiene muy poca dificultad con aquellos que no creen en él,
ellos están de su lado”.
San Pablo nos recuerda en la segunda carta a los corintios, que estamos afligidos,
no aplastados; perplejos, no llevados a la desesperanza; perseguidos, pero no
abandonados. No nos descorazonamos, a pesar de que nuestra naturaleza externa
se puede deteriorar, nuestra naturaleza interna está siendo renovada cada día.
Santa Verónica Giuliani: mística capuchina, con muchos dones espirituales, ejemplo
de abnegación propia por amor a Jesucristo. En 1677 ingresó a las hermanas
Capuchinas. Mística, recipiente de los estigmas de Cristo en 1697, tuvo muchas
visiones detalladas en su diario que mantuvo en 44 años (22 mil páginas escritas a
mano). Nombrada abadesa del convento, permaneció en ese rol hasta su muerte
en 1727. Llamada una de las místicas más extraordinarias de su era. El Papa Gregorio
XVI la declaró santa.
_Salmo 105_
“Recuerden las maravillas
que hizo el Señor”.
Cualquier forma de vida religiosa después de San Benito, tiene sus raíces en su Regla.
Incluso muchos laicos leen la Regla de San Benito y adoptan su vida sencilla: de
humildad, negación propia y oración contemplativa.
El Reino del Cielo está cerca: es un mandato del Evangelio, que es inminente, está
en medio de nosotros. No es que el Reino va a venir, es que el Reino está cerca, está
entre nosotros. El Reino de Dios es la persona de Jesucristo, es el Reino personificado.
El Reino de Dios, literalmente, ha descendido del seno del Padre y ha caminado
sobre la faz de la Tierra en la persona de Su Hijo Encarnado Jesucristo.
Toda autoridad le fue dada por el Padre: resucitar a los muertos, curar enfermos,
expulsar demonios, y Jesús a su vez les da este poder a sus discípulos.
Y eso es lo que Jesucristo vino a traer: una restauración, un Reino Suyo sobre la faz
de la Tierra, dentro de cada uno de nuestros corazones. Y tanto el llamado como los
poderes dados a los que responden, fueron un don libremente dado.
Dios, que viene a nosotros. Él nos libera, Él posa Su mirada sobre nosotros y nos llama
a cada uno por nuestro propio nombre.
Sebastiano del Biombo, “La resurrección de Lázaro”: esta pintura es del estilo de
Miguel Ángel, después de que él pinta la Capilla Sixtina. Recuerden el dedo de Dios
Padre dando la vida a nuestro primer padre Adán, el padre de la primera creación.
En esta pintura de Sebastiano, después que Jesús llama a Lázaro y lo resucita de
entre los muertos, Lázaro aún está sujeto a las vendas, simbolizando las vendas
también del pecado, del sufrimiento; en esta pintura, Jesucristo es el padre de la
creación nueva, el segundo y último Adán, como dice San Pablo.
Cada vez que recibimos los Sacramentos, más que nada la Sagrada Eucaristía, todos
tenemos un encuentro directo con esta mano, con la humanidad sagrada de
Jesucristo en Sus Sacramentos. Él es el padre de la creación nueva, el padre que trae
restauración a la humanidad. Y la mano de Dios Padre tocando a Adán, es
importante, porque da vida a nuestro primer padre, quien cae al elegir pecar, pero
Jesucristo por Su obediencia y sufrimiento al punto de la muerte, nos trae sanación y
restauración a nuestro estado caído.
Este es el mandato dado a los Apóstoles de parte del Señor: la autoridad de sanar,
limpiar, expulsar el mal, resucitar, por su propia autoridad divina. Esta autoridad
nuevamente es dada gratis, sin costo alguno. En nuestras propias vidas, lo que hemos
recibido como don, como regalo libremente, hemos de darlo libremente. Esto va en
contra de la cultura de nuestra humanidad caída: incluso nuestros propios talentos
y dones, nos aferramos a ellos como si fueran nuestros.
No todos son llamados a vivir en una cueva como ermitaños, pero podemos tener
ese tipo de desapego: la vida de un ermitaño, de humildad, de recogimiento en
Dios, de reconocer al Creador, que Dios nos ha creado por amor y para dar, no para
aferrarnos a nosotros mismos, para darnos; no para aferrarnos a los talentos y dones
que naturalmente y sobrenaturalmente hemos recibido.
+ Este modo de vida, del que habla Benedicto XVI, fue el que consignó San Benito en
“La Santa Regla” para sus monjes, documento famoso porque en él se han basado los
Reglamentos de todas las demás comunidades religiosas en la Iglesia Católica
+ Murió en Montecasino, Italia
Orden de La Cartuja:
“El ruido no hace bien, el bien no hace ruido. Sirvamos en silencio”
_Salmo 69_
“Humildes,
busquen al Señor
y vivirá su corazón”.
San Agustín nos da esta analogía: “Él nos dio en los Sacramentos la virtud para
conferir la gracia santificante, que es ameritada para nosotros a través de Su Pasión
y Muerte”. El aceite es la consolación dulce de la esperanza, que obtiene para
nosotros la reconciliación, la capacidad de regresar a Dios. El vino es la vida
fermentada en el Espíritu Santo, ebrio en el Espíritu Santo.
San Agustín nos da esta hermosa analogía. El sacerdote recopila todas las
intenciones que se traen a la Misa y quien preside, abre la oración de recolección.
El rezo colectivo del comienzo de la Misa: “Por favor, muéstranos la luz, Señor, a todos
aquellos que se han desviado de Tu camino; que ellos puedan regresar”.
San Buenaventura: “La Sangre y el Agua del Sagrado Corazón de Jesús son el
precio de nuestra Salvación”, hablando del Viernes Santo.
“Que todos los que renuevan con Tus Sacramentos Te puedan servir con sus vidas y
Te complazcan”. Oración que cierra la liturgia y es muy importante para extender el
Reino de Dios en la Tierra.
Si reflejáramos todos los días a Jesús en nuestra vida, el mundo sería mucho más
pacífico. Los Sacramentos no son dulces que se entregan a buena voluntad, son
serios. Los Sacramentos nos dan el poder y la capacidad de cambiarnos a nosotros
mismos.
Si Dios quiere utilizar cosas físicas para confirmar Sus Sacramentos, tiene todo el
derecho para hacerlo. Cristo nos comunica a todos los cristianos: esta comunicación
es efectiva por los Sacramentos de la Iglesia, siendo Él la cabeza de la Iglesia.
Cuando usted toma la Sagrada Hostia, está diciéndole a Jesucristo -con el más firme
compromiso que usted haya hecho en toda su vida-: “Bienvenido, Señor, yo soy toda
tuya, transfórmame en Ti”.
_Salmo 124_
“Nuestro auxilio
es el Nombre del Señor”.
Dios Todopoderoso,
Te pedimos que nos concedas
admirar siempre su admirable doctrina
e imitar siempre su humildad y caridad (del Obispo San Buenaventura).
Conocido también por su gran humildad: el día que los visitantes papales llegaron a
la Casa Franciscana en Florencia a entregarle su gorro rojo de Cardenal, después
de que el Papa lo nombrara Cardenal, estaba lavando los platos y pidió que lo
dejaran terminar de lavarlos antes de atenderlos, lo cual no gustó mucho a los
visitantes del Papa: “Me encargaron de lavar los platos esta semana, voy a cumplir
esta responsabilidad”.
La humildad: San Buenaventura eligió acabar de lavar los platos antes de recibir la
noticia de su nombramiento como Cardenal. Virtud moral que previene a la persona
de estirarse demasiado. Previene el deseo descontrolado de la grandeza personal.
La humildad religiosa reconoce la dependencia total de uno con respecto a Dios, la
humildad moral reconoce la igualdad de uno con los demás. Se opone al odio de
uno mismo, que evitaría reconocer los dones de Dios en uno mismo y utilizarlos según
la voluntad de Dios.
Santo Tomás definió la humildad como “ver el lugar de uno y ocuparlo, no ser
soberbios”. Tampoco derivar en el odio propio. El punto medio, la virtud del centro
de los dos extremos entre soberbia y odio propio, es la humildad. Proviene de la
palabra humitas = rebaja; y proviene de humus = tierra. El humus es tierra fértil, por
eso la humildad nos ayuda a ser la mejor versión de nosotros que Dios quiere que
seamos. Que la virtud de la humildad sea ese humus. San Buenaventura llegó a
conocer, vivir y practicar los sacramentos de la Iglesia desde sus dos virtudes
centrales: la caridad y la humildad.
San Buenaventura
(*1221/+1274)
Obispo y doctor de la Iglesia
+ Una de las grandes figuras cristianas que contribuyeron a la composición de la armonía
entre fe y cultura
+ Nació en 1221, en la Toscana (Italia)
+ Su nombre era Juan, pero cuando era pequeño, contrajo una grave enfermedad, por lo
que su madre lo llevó con San Francisco de Asís, quien tomó al niño en sus brazos, lo acercó
a su corazón y le dijo: “Buena ventura” [Buena suerte], y desde ese momento el niño quedó
curado
+ Desde muy joven se preguntaba a sí mismo qué debía hacer con su vida, y la respuesta la
encontró en el testimonio de los Frailes Menores
Buenaventura le explicó así a otro fraile por qué decidió seguir al Señor:
“Confieso ante Dios que la razón que me llevó a amar más la vida de San Francisco,
es que ésta se parece a los comienzos y al crecimiento de la Iglesia; la Iglesia comenzó
con simples pescadores, y después se enriqueció de doctores muy ilustres y sabios; la
religión de San Francisco no fue establecida por la prudencia de los hombres, sino por
Cristo”.
_Salmo 105_
“El Señor se acuerda
de Su alianza eternamente”.
“Mi yugo es ligero”. En griego, crestos = queda bien. En los palestinos, los yugos eran
hechos a la medida de los bueyes, para que les quede bien, basados en las
dimensiones del buey. Hay una leyenda, que Jesús hacía yugos, éste era su trabajo.
Esa tradición refiere a que el yugo queda bien a uno. En cierta forma este yugo que
queda bien, puede aplicar a nosotros.
Este es el punto, el buey viejo le enseña al joven a compartir el mismo yugo. Es lo que
debemos hacer cuando compartimos el yugo con Cristo, si el yugo de uno es duro
y muy pesado la carga es pesada, entonces no es el yugo de Él ni la carga de Él,
sino de uno mismo. Básicamente uno no deja que Jesús lo cargue junto con uno: “Mi
yugo es llevadero y mi carga ligera”. Es fácil cuando se lo entregamos a Jesús.
Cuando hay mucho que cargar, es mucho para nuestra naturaleza humana y débil,
no es fácil. El Señor, entonces, nos dice que la gracia de Dios lo hace llevadero y
ligero. Porque Nuestro Señor mismo nos ayuda a cargarlo. En “El Pequeño Camino”,
nos enseñan a permitirnos ser elevados. ¿Quiénes son más altos, Ángeles u hombres?
Los Ángeles, tienen intelecto superior y superiores en naturaleza. Pero Dios elevó al
hombre mediante la gracia.
Así que el hombre ha sido elevado en los brazos de Dios mediante la gracia.
Permítanse ser elevados. El yugo de Jesús no es llevadero porque Él quiere hacerlo
fácil, sino porque Él lo lleva por nosotros y lo carga por nosotros. La Divina Misericordia
del Señor y el suicidio: aplica muy poderosamente con este pasaje bíblico. Hay
esperanza para la salvación de aquellos que se han quitado la vida. No disminuimos
la naturaleza del pecado del suicidio, pero en su naturaleza subjetiva no podemos
decir que esas almas no pueden ser salvadas.
Hay esperanza también para ustedes que permanecen. El familiar del suicida puede
lidiar con esta tragedia, o cuando uno ha perdido a alguien de manera violenta. No
puedo imaginar situación más difícil que sobrevivir a tal tragedia, cuando nos piden
que carguemos este yugo. ¿Cómo es, entonces, que tal carga será llevadera? La
palabra llevadero no significa que no hay problema, significa que la carga hay que
entregarla al Señor, colocarla en Sus manos.
2. Compartir el yugo con Jesús, Él llevará esa carga. Llevadero no quiere decir
que no hay problemas y que no hay dolor. Llegue a confiar en Jesucristo
plenamente, que su vida se vuelva más manejable, permítale compartir la
carga. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero se puede si se entrega.
_Salmo 116_
“Alzaré la copa de la salvación,
invocando el Nombre del Señor”.
La alabanza a Dios
tiene precedencia sobre toda norma
o ley del hombre.
Cuando las reglas se vuelven más importantes que la muerte, hay problemas. No se
trata de eliminar las reglas, pero hay ciertas circunstancias en que la gente debe ser
más importante que las reglas. Los fariseos estaban más enfocados en lo que no
puede hacerse que en lo que sí puede hacerse.
Dios hace que vengamos a Misa los domingos, para que sepamos la maravilla del
milagro que hace para nosotros. Es la medicina que necesita nuestra alma. Cuando
vemos una Misa reverente, ¡qué regalo nos ha dado Dios! Si la gente supiera qué
sucede en la Misa…
Jesús murió en la Cruz para salvarnos, porque nos ama, para abrir las puertas del
Cielo: pero Dios pudo haber hecho todo esto desde el Cielo. Jesús murió en la Cruz,
nos dice San Pablo, “la penalidad por el pecado es la muerte”:
Para Dios no existe sino el presente, todo sucede para Dios en el presente, Dios ve
todo instantáneamente. Ahora mismo todos nosotros estamos en el Calvario, junto a
Jesús, participando de Su sacrificio. Ustedes están presentes y es tiempo de
recompensa eterna cuando Cristo paga nuestra deuda por los pecados y la vida
eterna. El sacrificio de Cristo es devuelto a Dios Padre en la Santa Misa.
La Misa es Dios ofreciendo Dios a Dios, Dios Espíritu Santo está ofreciendo a Dios Hijo
en Su Sacrificio a Dios Padre, para traernos de vuelta al hogar del que venimos y al
que debemos estar unidos eternamente. Todos hemos sido creados y toda creación
se antepone en la Santa Misa. Por el Espíritu Santo somos santificados y devueltos a
Dios Padre, ¡y ocurre aquí, en la Misa!
“No se puede rezar en casa igual que en la Iglesia, donde hay una gran
multitud, donde las exclamaciones son elevadas a Dios como si fuera un solo
corazón, y donde se presenta la unión de mentes, el acorde de las almas, el
lazo de caridad y las oraciones de sacerdotes”: San Juan Crisóstomo.
La Misa es una boda, es la fiesta de bodas del Cordero con Su Iglesia. De hecho
están en una boda de verdad. Nuestro traje de bodas tiene que ser libre de mancha
antes de subir por la nave principal, como la novia. Por eso nos confesamos, para
venir como la prometida: pura. Y en el altar nos espera nuestro Prometido. Cuando
Prometido y prometida se unen en el altar, es la unión perfecta; hay consumación:
el Prometido entra en la prometida. Eso es lo que sucede en la Misa, ¡es hermoso!
Nuestros Ángeles de la Guarda se congregan en el altar con vasijas y ahí ponemos
nuestros sueños, alegrías, esperanzas, tristezas. No permitan que nuestro Ángel de la
Guarda se entristezca porque no ponemos nada en su vasija o porque estamos
distraídos. El Cielo entero está presente en cada Santa Misa, el acto más sagrado del
mundo. De nuestros ofrecimientos en la patena, Dios Padre saca gracias para el
mundo y santificación de las almas. Por eso, es un acto sagrado.
_Salmo 15_
“Señor, ¿quién puede hospedarse
en Tu tienda?”.
Colosenses 1:24-28
“Completo en mi carne los dolores de Cristo…
Cristo es para ustedes la esperanza de la gloria”.
La mejor parte.
Cristo muestra ciertos errores que pueden filtrarse incluso con aquellos que lo aman,
particularmente cuando Le servimos. Marta recibe a Cristo en su casa y luego se
ocupa con servirlo, algo bueno. Cristo no la detiene de servirlo, es importante esto.
El único momento en que interrumpe es cuando ella intenta detener a su hermana,
en cierto sentido la reprocha por amor. María estaba sentada a los pies del Señor,
Marta estaba ocupada, en otra traducción dice “distraída”. Marta sirve al Señor, eso
está bien, pero no lo hace con la disposición correcta.
Quien está con Cristo, no permite que su mente se distraiga con otras cosas. Cristo
es el punto focal de su mente. Cristo nunca le pide que Lo sirva, pero ella lo hace
por cuenta propia, por amor a Dios, y Él lo recibe como un acto de amor, pero Él no
ha pedido que Le sirvan.
Tener una vida con Cristo que ocupe nuestra mente, Él siempre es el centro de
nuestro corazón, cuando dejamos de hacerlo entramos en la ansiedad. Cuando
hacemos cosas por la gloria de Dios, como lo decía San Agustín, Dios en Su esencia
es gloria, por nuestra parte Le damos gloria con una adoración con amor y
comprensión. Por eso es necesario obtener primero el entendimiento, Cristo nos llena
con Su sabiduría y cuando estamos llenos de sabiduría nuestras acciones e
intenciones están orientadas correctamente a Él.
Marta perdió esa intención, termina interrumpiendo algo muy hermoso y que María
había reconocido. Cristo llega y María se sienta a sus pies: como un valle ante la
fuente de un río y recibe toda el agua. San Agustín dice que María tuvo un gran acto
de humildad, poniéndose a los pies de Jesús para escuchar Su palabra.
Todos los padres de la Iglesia dicen que Jesús lo dijo con amor: “Marta, Marta”, para
recuperar su atención porque estaba distraída. “Andas inquieta y nerviosa con
tantas cosas, y solo una es necesaria”. CRISTO MISMO.
El Evangelio que se proclama hoy es Juan 20,1-2,11-18: el relato pascual en que Magdalena
aparece como primera testigo de la Resurrección de Jesús, lo proclama “¡Maestro!” y va a
anunciar a todos que ha visto al Señor. No hay ninguna alusión a sus pecados ni a su supuesta
identificación con María de Betania, hermana de Lázaro y de Marta.
En la Liturgia de las Horas2, los nuevos Himnos compuestos después de la reforma litúrgica
hacen hincapié en los mismos aspectos: María Magdalena como testigo privilegiado de la
Resurrección, primera en anunciar a Cristo Resucitado y fiel e intrépida seguidora de su
Maestro. Algo similar se verifica en los demás elementos del Oficio Divino [Liturgia de las
Horas]3, en los que nuevamente no hay alusión alguna a los supuestos pecados de la
Magdalena ni a su condición de hermana de Marta y Lázaro.
_Salmo 63_
MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TI, MI DIOS.
2 https://www.liturgiadelashoras.info/hoy/rezar-completas.html
3 http://www.catolico.org/diccionario/oficio_divino.html
“Liturgia de las Horas” en el Catecismo #1174-1199: Los fieles que celebran la Liturgia de las Horas se unen a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, por
la oración de los Salmos, la meditación de la Palabra de Dios, de los cánticos y de las bendiciones, a fin de ser asociados a su oración
incesante y universal que da gloria al Padre e implora el don del Espíritu Santo sobre el mundo entero. -Cat. #1196
julio-diciembre de 2019 Página 26
“¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?”.
“A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!”.
[Secuencia Victimae paschali laudes]
[A la víctima pascual alaben]
Nació a comienzos de los años 1300. Desposada a los 13, con Ulf Gudmarsson, su esposo de
18, con el cual llevó una vida sumamente piadosa. Tuvieron 8 hijos, 6 de los cuales crecieron
hasta la adultez, perdió dos de ellos. Entre sus hijos sobrevivientes está Santa Catalina de
Suecia. Después de peregrinar a Santiago de Compostela, su marido falleció, por lo que
Brígida intensificó su vida de austeridad y oración. Tiempo después fundó una Orden religiosa
bajo la Regla de San Agustín, orden que fue aprobada por el Papa Urbano V. Murió en Roma
[Italia] en 1373 y fue canonizada por el Papa Bonifacio IX en 1391.
Santa Brígida de Suecia provenía de una familia piadosa, su padre había hecho un
peregrinaje a Jerusalén. Cuando era niña, a los 10, Nuestro Señor se le apareció en sus
sufrimientos, llagado y sangrante.
Papa Benedicto XVI: “Santa Brígida de Suecia renunció a otras nupcias para intensificar la unión con
el Señor a través de la oración, la penitencia y las obras de caridad. También las viudas cristianas, por
tanto, pueden encontrar en esta santa un modelo a seguir”.
_Éxodo 15_
“Cantemos al Señor,
sublime es Su victoria”.
Éxodo 14:21-15:1
[Las aguas del mar fueron divididas por la mano de Dios] “Extiende tu
mano sobre el mar y vuelvan las aguas sobre los egipcios, sus carros y sus
jinetes”. Y el Señor derribó a los egipcios en medio del mar […]
Ni uno solo se salvó […] Israel vio la mano grande del Señor obrando […]
y el pueblo temió al Señor […]”.
Por eso estos individuos están con la Santísima Virgen María, acompañándola.
¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
Algo muy importante: lo que significa ser su madre, su hermano y sus hermanas.
Los define como cualquiera que cumple la voluntad del Padre.
El mismo Señor, el Espíritu Santo, descendió sobre su vientre vacío y Jesús fue
concebido. Esto es tan importante que cuando la Virgen va a ver a su pariente Santa
Isabel, quien ofrece tres bienaventuranzas: Bendita eres entre todas las mujeres,
bendito es el fruto de tu vientre, bendita aquella que creyó todo lo que el Señor le
dijo.
La Virgen María no está excluida acerca de lo que Jesús dice hoy en el Evangelio,
ella es más bien el modelo mismo al creer en lo que sería imposible por naturaleza:
que una virgen tuviese un hijo, la naturaleza no puede hacer eso, pero ella creyó
que Dios sí podía hacerlo, tuvo esa fe y cumplió la voluntad del Padre. Ella es el
modelo de ello, de cumplir la voluntad del Padre, y nos muestra el camino hacia ello.
Y luego tenemos que seguirlo. El tema no es sólo ser creyente, aceptando una
especie de filosofía: más bien es una fe en la que nos comprometemos a cumplir
siempre la voluntad de Dios, esto es clave.
Madre Angélica:
“Conocimiento + Sobrecogimiento = CONTEMPLACIÓN”.
_Salmo 78_
“El Señor les dio
pan del Cielo”.
Jesús enseñaba
mediante parábolas.
Los cuatro tipos de terrenos eran muy típicos para el pueblo palestino, todos vivían
en una aldea y luego caminaban a su parcela para cultivarla. Las sendas que
utilizaban para caminar estaban tan pisoteadas, que eran tan duras como las rocas.
La mayoría de la superficie de Palestina estaba constituida por una capa de roca
con poca profundidad, por lo que la semilla que allí caía solía morir por la falta de
raíz y era abrasada por el Sol. También tenía Palestina terreno fértil, que llevaba a los
granjeros a esperar la posibilidad de una buena cosecha. La parte irrealista de esta
parábola tiene que ver con el tamaño de la cosecha: una buena cosecha palestina
en aquella época se consideraba 10 veces más, Jesús explica que la cosecha
puede ser 100 veces más. Una cosecha tan abundante no podría ser posible
entonces.
Dios da gracia a los que tienen hambre de Su Palabra, para que tengan la fortaleza
para vivir según ella. Así como el granjero encuentra todo tipo de terreno para
sembrar, nosotros somos distintos tipos de terreno en diferentes momentos de nuestra
vida, dependiendo del estado de nuestra alma y evolución espiritual. Las virtudes
deben ser sembradas y los vicios arrancados de raíz. La soberbia arrancada y la
humildad sembrada, la disipación detestada y la castidad amada. Como no se
pueden sembrar cosas buenas en un terreno sin quitar lo malo que hay en él, no se
pueden plantar virtudes en el alma a menos que saquemos los espinos y malas
hierbas de los vicios.
El Papa San Juan Pablo II dijo que la Iglesia debe respirar con dos pulmones, el rito
romano occidental y el rito oriental. Hoy este santo nos une con nuestros hermanos
cristianos maronitas, al pedirle su intercesión ante Nuestro Señor.
_Salmo 19_
“Señor, Tú tienes palabras de vida eterna”.
Éxodo 20:1-17:
La ley se dio por medio de Moisés.
Hoy es el Memorial de San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Santísima Virgen
María y abuelos de la Palabra Eterna, Dios vivo encarnado, el Verbo Eterno.
Los padres de la Santísima Virgen María son importantes en la vida de la Iglesia, son
modelo para todos los abuelos. No sabemos mucho acerca de ellos a través de las
Escrituras, pero sabemos acerca de ellos a través de la Tradición Sagrada y también
de las vidas de los santos.
La Encarnación del Hijo de Dios ocurrió de forma milagrosa, por el poder del Espíritu
Santo el Señor fue concebido en el vientre de Su Madre en circunstancias que no
fueron normales, de forma extraordinaria, no involucró simiente de hombre, fue
totalmente milagroso y totalmente iniciativa de Dios. Es el sello de la intervención
milagrosa de Dios en la Obra de la Redención.
La Santísima Virgen María fue concebida dentro del abrazo marital de sus padres,
Joaquín y Ana, sin embargo en el momento de su concepción Dios intervino de
forma extraordinaria y milagrosa, fue preservada de heredar el pecado original que
fue transmitido a través de nuestros primeros padres Adán y Eva.
María es redimida por Cristo Su Hijo de una manera más exaltada, un punto
muy importante cuando pensamos en la Inmaculada Concepción: significa
que fue redimida por Cristo Su Salvador de una forma más exaltada, para
prepararla para ser la Madre del Mesías.
Para conectar esto con la parábola del sembrador y las semillas, las parábolas tienen
el propósito de desafiarnos a una conversión interior, a que cambiemos nuestras
vidas, a que le demos la espalda al pecado. Su mensaje está hecho para perdurar,
hecho para durar de generación en generación.
A veces en la vida de una familia, cuando los nietos acuden a sus abuelos es
más fácil sincerarse con ellos, no porque no nos sintamos cómodos con
sincerarnos con nuestros padres, pero en la vida de toda familia los abuelos
tienen un papel indispensable…La sabiduría que los abuelos tienen para
ofrecer es como ese terreno para la semilla en el Evangelio de hoy, tienen una
forma de enseñar muy similar a la que el Señor enseñaba, en parábolas, ellos
tienen larga experiencia y sabiduría en su vida, tienen una forma de
circunvalar los mensajes y llegar a la esencia del tema. Ellos han vivido más
tiempo y tienen más experiencia en la vida.
Los abuelos tienen ese papel que es indispensable en la vida de la Iglesia. Invocamos
a San Joaquín y a Santa Ana, orando especialmente por los abuelos para que sean
para sus nietos y familias, levadura y una base sólida, un terreno fértil.
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Nuestras almas necesitan terreno fértil para poder recibir la Palabra de Dios. E imitar
a la Santísima Virgen María en su humildad, docilidad y disposición a la Palabra de
Dios, tener la disposición de querer aprender, no poner muros a nuestro alrededor
pensando que lo sabemos todo. Que tengamos esa disposición que la Santísima
Virgen María tuvo, lo que le fue transmitido a ella por San Joaquín y Santa Ana, sus
padres. Ustedes son las personas que son, tal vez, por la sabiduría de sus abuelos.
Papa Emérito Benedicto XVI: “Señor Jesús, naciste de la Virgen María, hija de San
Joaquín y Santa Ana; mira con amor a los abuelos en todo el mundo, protégelos,
sostenlos cuando sean mayores y que continúen siendo para sus familias sólidos
pilares del amor del Señor, tesoros vivos de las tradiciones católicas, maestros de
sabiduría y coraje, para que puedan transmitir a las generaciones futuras los frutos
de su sabiduría humana y espiritual. Amén”.
_Salmo 138_
“Señor, cuando te invoqué
me escuchaste”.
Génesis 18,20-32:
[Las quejas contra Sodoma y Gomorra llegaron a oídos de Dios]
[Abrahán] “Que no se enoje mi Señor si sigo insistiendo”.
En el Padre Nuestro, Jesús habla de las profundidades del pecado. En esa época se
habla del pecado como una muerte: carga pesada. Cuando acudimos a Él, ese
pecado y esa muerte son perdonados. Una hermosa imagen de lo que es el pecado
y la misericordia: el uno es una carga y la otra es libertad, en uno tenemos esclavitud
y en la otra tenemos prosperidad en la vida. Cuando le damos la espalda a Dios,
como Sodoma y Gomorra, nos volvemos más como los animales: entregados a
nuestras pasiones más bajas.
El catolicismo tiene una rica tradición de oraciones vocales, que nos enseñan y
memorizamos: el Padre Nuestro está en primer lugar, hermosa oración que contiene
todo en todo sentido para nosotros, es meditación, es súplica, es contemplación, es
compromiso de fe con el Señor. Jesús nos da una bella y nueva forma de llamar a
Dios “Padre”. Porque no somos hijos de Dios por naturaleza, somos hechos por Dios,
pero en Jesucristo elevado a este nivel somos elevados al nivel de hijos adoptivos
por Su Gracia, en unión a Jesucristo.
Santa Marta
(+Siglo I)
_Salmo 34_
“Bendigo al Señor
en todo momento”.
San Juan:
“Quien confiese que Jesús es Dios, Dios permanece en él y él en Dios”.
Una tentación muy común para el trabajador diario es que, las cosas buenas sólo
pueden ser logradas con demasiado trabajo; nos enfocamos demasiado en el
trabajo y nos olvidamos que todo al final depende de Dios y de Su gracia. Salmo 127:
a menos que el Señor edifique la casa, los que trabajan edificarán en vano. Sólo
tiene valor cuando estamos unidos a la Santísima Trinidad, al trabajar participamos
en nuestra redención y santificación.
CIC #24237:
“La labor humana procede de personas creadas a imagen de Dios y llamadas
a prorrogar la obra de Dios; el trabajo, por tanto, es un deber; el trabajo honra
los dones del Creador y los talentos recibidos; en unión con Jesús, soportando
las cargas, santifica”.
Por eso, el Señor habla de la objeción de Marta indicando que, mientras Marta hace
algo bueno al servirlo, María está haciendo algo incluso mejor al escuchar su
palabra. Ambas están haciendo algo bueno, sin embargo la labor de María es
superior a la de Marta. Marta está dividida en varias tareas, lo que la lleva a pasar
por alto lo único que es necesario. Salmo 27: “Una cosa pido al Señor, que more en
la casa del Señor todos los días de mi vida”. María escuchó la parte mejor, la belleza
del Señor, Su Palabra. Y luego Jesús dice que, Su palabra no se la quitarán, una
hermosa promesa: Él da esa garantía, que no nos quitarán los frutos de escuchar Su
Palabra.
Cuando el Señor habla, la única disposición correcta del siervo es escuchar con
humildad y aceptar voluntariamente Su Palabra. ¿Cómo imitamos a las dos? Las dos
son santas. Hoy tenemos a Marta. Hay un dicho atribuido a San Ignacio de Loyola:
“Recen como si todo dependiera de Dios, laboren como si todo dependiera de
ustedes”. A Marta la imitamos con el servicio al Señor, haciendo una ofrenda diaria
al Señor al comenzar el día. Mientras llevamos a cabo nuestras labores diarias,
debemos sacar tiempo para escuchar a los pies de Jesús Su Palabra, la oración
silenciosa, contemplativa, como María.
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+ La oración vocal expresa al Señor lo que nuestro corazón siente,
agradecimiento y súplica, petición por nuestras necesidades.
+ La oración meditativa y contemplativa es un medio de escuchar y
reflexionar acerca de la Palabra de Dios, es una forma de escuchar
activamente al Señor.
CIC, #2708:
“La meditación involucra pensamiento, meditación y deseo para fortalecer la
voluntad de seguir a Cristo”. Si uno quiere profundizar la relación con Cristo y
encontrar paz en esta vida y en la otra, la meditación es necesaria. “La
oración cristiana se aplica preferentemente a meditar los misterios de Cristo,
como en la Lectio Divina o en el Rosario”, dos de las formas más comunes de
oración meditativa.
_Salmo 103_
“El Señor es compasivo
y misericordioso”.
“Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así será al final
de los tiempos: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles y arrancarán de
su Reino todos los escándalos y a todos los que obran iniquidad, y los
arrojarán al horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que
tenga oídos para oír, que oiga”.
Nuestras obras son valiosas sólo cuando estamos en unión con la Santísima Trinidad
y en estado de gracia, no es el número de ellas lo que cuenta. Catecismo #2010:
“Puesto que la iniciativa le pertenece a Dios en el orden de la gracia, nadie puede
merecer la gracia de la conversión. En el orden de la caridad, podemos servirnos de
la gracia para nosotros y para los demás”. En otras palabras: no podemos merecer
nada para nosotros mismos ni para los demás, a menos que seamos perdonados de
cualquier pecado mortal y estemos así unidos en caridad al Señor Jesús.
Moisés asumió con responsabilidad la tarea de ser modelo de oración para su pueblo.
Fue, a la vez, su valiente intercesor. Se comprometió valerosamente con Dios para
rescatar al pueblo del pecado y del dominio del Faraón. Estuvo siempre al frente del
pueblo para orientarlo, instruirlo y defenderlo. Pero, a la vez, delante de Dios siempre,
como aquel que escucha con atención para tomar de la fuente de la sabiduría todo lo
que necesita como líder de su pueblo con el fin de mantener el valor y guiar por los
justos senderos a los que Dios le había encomendado. Moisés tiene palabras de aliento
en medio de la desolación para quienes peregrinan buscando alcanzar las promesas
del Cielo. En Moisés vemos una figura anticipada de Jesús, el Mesías, el Buen Pastor
que da la vida por sus ovejas. La tarea del líder del pueblo de Dios es dura, difícil,
comprometedora, pero él sabe que no está solo y se sabe servidor de Dios, que, guiado
por Su absoluto poder, conduce a los hijos de Abrahán por verdes praderas.
Moisés y Jesús nos enseñan que la oración es un diálogo permanente con Dios,
nunca es una acción mecánica, nunca es un mecanismo repetitivo, que es como la
conversación entre dos amigos que van avanzando juntos de la mano. Este coloquio
exige total confianza y entrega al Señor, en todo aquello que el Espíritu de Dios
infunda en el entendimiento del orante. Jesús y Moisés nos enseñan a aprender a
escuchar a Dios, Quien constantemente nos habla a través de Su Palabra; por tanto,
la oración debe partir siempre de ATENDER ATENTA Y DILIGENTEMENTE LA
SAGRADA ESCRITURA, y de CONTEMPLAR SACRAMENTALMENTE A
NUESTRO SEÑOR EN LOS ALTARES, CUSTODIAS Y SAGRARIOS DEL MUNDO
ENTERO.
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Fr. Mitch Pacwa
S.J.
Nació en Loyola (España). Era militar, pero su carrera terminó en 1521 cuando una bala de
cañón le rompió la pierna mientras defendía el Castillo de Pamplona. Durante su recuperación
pidió que le llevaran novelas de caballería para leer, pero en su castillo sólo había una historia
de Cristo y un libro con las vidas de los santos. Comenzó a interesarse tanto por estas historias,
que se dijo a sí mismo: “Si estos hombres estaban hechos del mismo barro que yo, también yo
puedo hacer lo que ellos hicieron”.
+ Desde entonces se propuso nunca más servir a los gobernantes de la Tierra, sino al Rey
del Cielo.
+ Apenas terminó su convalecencia, se fue en peregrinación al Santuario de la Virgen
de Montserrat, donde tomó el serio propósito de hacer penitencia por sus pecados.
+ Dejó su espada y sus lujosos vestidos por los de un pordiosero.
+ Tiempo después decidió fundar con unos amigos la Orden religiosa llamada La
Compañía de Jesús, con el propósito de imitar a Cristo, vivir en pobreza, ser obediente
y encontrar a Dios en todas las cosas.
+ Fue elegido superior de la Orden, de la cual escribió las Constituciones.
+ Entre otras cosas, fundó una casa para catecúmenos 4 judíos y un asilo para mujeres
arrepentidas.
+ Murió en Roma (Italia). El Papa Gregorio XV lo canonizó en 1622.
_Salmo 34_
“Gusten y vean
qué bueno es el Señor.
Contemplen al Señor
y quedarán radiantes.
Proclamen conmigo
la grandeza del Señor.
Yo invoqué al Señor
y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
Dichoso el que se acoge a Él.
Todos sus santos teman al Señor
porque nada les falta
a los que Le temen.
Los que buscan al Señor
no carecen de nada”.
4 Catecúmeno: persona que se instruye en los principios de la doctrina católica para recibir el bautismo. (Diccionario).
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San Lucas 14:25-33:
“Si alguno viene tras de mí y no se pospone a sí mismo, no puede ser
discípulo mío. Quien no cargue su cruz no puede ser discípulo mío […] El
que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío”.
1Corintios 11,1:
“Sean imitadores de mí como yo lo soy de Cristo, buscando no mi propio
beneficio sino el de muchos para que sean salvados”.
San Ignacio buscó enfocarse en sí mismo durante los primeros 20 y tantos años de su
vida. Trabajó en la Corte del emperador y si no hubiera luchado bien, no hubiera
heredado nada. Quiso sobresalir en todo tipo de maneras. En diferentes momentos
demostró estar dispuesto a salir y luchar por su fe, pero no siempre era bueno en vivir
su fe. Tuvo muchos problemas con mujeres y apuestas, era bueno en el billar y en los
naipes, era muy vanidoso.
La clave para él, igual que para nosotros, es que nos enfoquemos en Cristo, en los
Evangelios. No se trata sólo de los Evangelios, conocer los textos, el lenguaje, el
trasfondo cultural, las costumbres, lo cual es muy importante, pero no nos trae
salvación: es una ayuda, pero el elemento más importante de pasar tiempo con los
Evangelios es conocer a Nuestro Señor Jesús mismo y aprender a escucharlo.
En una cueva, no muy lejos de Montserrat, San Ignacio aprendió a rezar con los
Evangelios. Lo hizo después de un periodo de arrepentimiento de sus pecados,
porque existe esa necesidad de retirarnos de nosotros mismos y retirar de nosotros de
gratificación propia, nuestra imagen y nuestros placeres, nuestro estatus en el
mundo, todo lo que él buscaba. Se alejó de eso y pasó mucho tiempo en el
arrepentimiento; luego pasó a meditar sobre Cristo; una de las formas en que lo
hacía era utilizando su imaginación en la forma más vívida posible.
Imaginaba cómo lucía cada escena del Evangelio, los sonidos, los olores, los colores,
los sabores, en los pasajes esto es muy importante: en la multiplicación de los panes
y los peces, en la transformación del agua al vino. Luego de prepararse con la
comprensión del Evangelio mediante la imaginación, entrar y escuchar lo que dice
Cristo: póngase en el lugar de uno de la muchedumbre que lo escuchaba,
imagínese siendo San Pedro escuchando el Evangelio de hoy.
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La cruz era la forma en que los romanos castigaban a la gente, cuando Jesús
hablaba de cargar nuestra propia cruz era cargar nuestro sufrimiento por Él y con Él
y en Él. Escuchar eso, y luego ingresar a la meditación. Y en ese contexto, dice San
Ignacio, entrar en conversación con Jesús.
Romanos 8: “no sabemos cómo pedir”. Necesitamos al Espíritu Santo para que dirija
nuestra oración. La oración no es una técnica, es parte de nuestra relación con Dios.
Y necesitamos a Dios para hacer posible esa relación. En todo esto, San Ignacio
entendió que él tenía que hacer una transición: había servido bien como soldado
en el ejército del emperador Carlos V, había arriesgado su vida, los enemigos
franceses dispararon la bala de cañón que lo hirió, era valiente, gallardo y vanidoso.
Era un soldado caballeroso y así quería ser, pero al final todo eso es algo vacío:
aquellos que se entregan a servir en el mundo, a reyes humanos, incluso a los reyes
buenos, no encuentran la satisfacción al tratar de alcanzar sólo dinero y poder lo
deja a uno vacío.
Vio que Jesucristo era a Quien debía seguir, su cimiento. Debo estar dispuesto a
hacer todas las separaciones posibles para entregarme a Él completamente, San
Ignacio encontró una alegría duradera en su vida haciendo esto, lo que hacía de
cualquier otro honor una tentación que lo distraería de Cristo. Enfocándose en Jesús
adquirió una paz duradera. No buscó su interés, sino el de Jesús. Para San Ignacio,
una y otra vez, en los Ejercicios Espirituales, en las Constituciones y en sus cartas,
enfatizaba que “todo debe ser para la mayor gloria de Dios”.
San Ignacio entró primero en medio de todo esto, porque la salvación de las almas
comienza con el clero y consigo mismo, para traer al Reino de Dios por el poder del
Espíritu Santo, no por nosotros. Debemos tener la misma mentalidad: estamos aquí
para seguir y servir a Cristo Rey, sin importar a donde nos lleve, para la mayor gloria
de Dios y para la salvación de las almas de todos alrededor nuestro.
“Todo buen cristiano ha de inclinarse más a salvar la proposición del prójimo que a
condenarla”.
“Hay que ganar a las personas de autoridad con humildad, modestia y buenos oficios”.
“Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi
voluntad. Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno. Disponed a toda vuestra voluntad
y dadme amor y gracia, que esto me basta, sin que os pida otra cosa”.
“Demandar lo que quiero, será aquí demandar conocimiento interno del Señor, que por
mí se ha hecho hombre, para que más Le ame y Le siga”.
“El amor consiste en comunicación de las dos partes, es a saber, en dar y comunicar el
amante al amado lo que tiene, o de lo que tiene o puede, y así por el contrario, el
amado al amante”.
“Cuanto más sola y apartada se halla nuestra ánima, más apta se hace para
acercarse y llegar a su Creador y Señor; y cuanto más cerca se llega a Él, más se
dispone el ánima para recibir gracias y dones de la Suma Bondad”.
“LA ORACIÓN PREPARATORIA es pedir gracia a Dios nuestro Señor para que
todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio
y alabanza de Su Divina Majestad”.
“A las personas que van de pecado mortal en pecado mortal, el Enemigo acostumbra
comúnmente proponerles placeres aparentes, haciendo imaginar delectaciones y
placeres sensuales para conservar y aumentar sus vicios y pecados. En estas
personas, el buen espíritu usa el modo contrario: los punza y les remuerde la conciencia
por la sinceridad de la razón”.
“El que esté en consolación, prepárese para verse en la desolación que después vendrá,
tomando nuevas fuerzas para entonces”.
Recomendaba como “algo de provecho” hablar de las malas costumbres a las mismas
personas que pueden remediarlas. Y a aquel que recibía sus Ejercicios Espirituales,
recomendaba aprovechar entrar en ellos con gran ánimo y libertad con el Señor, ofreciéndole
todo su querer y su libre albedrío, para que Su Divina Majestad se sirva conforme a Su
Santísima Voluntad.
Por su parte, al director de los Ejercicios Espirituales, recomendaba tener cuidado de ser
duro o desabrido con el desolado y tentado, que en cambio debería ser blando y suave, darle
ánimo y fuerzas para adelante, descubriéndole las astucias del Enemigo de la naturaleza
humana, y haciéndole preparar y disponer para la consolación de Dios.
A este Obispo y Doctor de la Iglesia le gustaba visitar con frecuencia a Jesús Sacramentado,
orar con devoción a la Santísima Virgen María y evitar las malas conversaciones, pues veía en
esos diálogos insanos un motivo para ofender a Dios.
+ Nació en Nápoles (Italia), estudió Derecho y obtuvo el grado de Abogado en el ámbito
civil y canónico.
+ Sin embargo, San Alfonso no se sentía feliz en esta profesión y decidió dejarlo todo para
convertirse en un gran predicador y apóstol de Cristo.
+ Para mantener la pureza de su alma, escogió un director espiritual para que lo guiara
por el camino de la santidad.
+ Ordenado sacerdote, comenzó a trabajar con los pobres de los barrios más humildes
de Nápoles y de otras ciudades, a quienes les enseñaba el Evangelio de Nuestro Señor.
+ En 1752, fundó con otros sacerdotes la Congregación del Santísimo Redentor [Padres
Redentoristas] y siguiendo el ejemplo de Jesús, recorrió ciudades y pueblos para
predicar la Buena Nueva de la Salvación.
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+ Murió en Salerno (Italia).
+ Canonizado por el Papa Gregorio XVI en 1839.
San Alfonso siempre tuvo presente imitar del modo más perfecto la vida y las virtudes de Cristo, por el
propio bien, por la salvación de las almas y por las almas más abandonadas.
_Salmo 84_
“¡Qué deseables son Tus moradas,
Señor de los Ejércitos!”
Éxodo 40,16-21:
“La nube cubrió la Tienda del Encuentro
y la gloria del Señor la llenó”.
Juicio de la separación
de los perversos y los justos.
Al final de los tiempos, Dios separará a los buenos de los malos. La parábola para
nosotros es que seamos justos, santos, que llevemos una vida recta y moral, lo cual
es necesario para entrar al Reino de Dios.
El letrado que entiende la Palabra es como un padre de familia que va sacando del
arca lo nuevo y lo antiguo: la bondad moral, miramos los Diez Mandamientos y lo
nuevo, las Bienaventuranzas del Sermón de la Montaña. La fe en Jesús, nuestro
Salvador, tiene que ser real y estar llena de caridad para ser una fe salvífica; avivada
por la caridad; hay que hacer actos moralmente buenos; vivir según la caridad y
tener una fe salvífica para entrar al Reino de los Cielos.
No podemos ser salvados por las cosas externas, es un mensaje de la primera lectura:
podemos tener más dinero y de las cosas buenas de este mundo, una sociedad
mejor administrada en muchas formas y esto es bueno.
Pero, eso no nos salva de la esclavitud más profunda que nos ata,
no nos ofrece una salvación personal.
Algo muy profundo en nosotros está roto, podemos llegar a ver la Tierra prometida,
pero no confiar en Dios, es la imagen de nuestra concupiscencia dentro de nosotros,
nuestra tendencia a pecar. El Concilio de Trento lo afirmó: “Necesitamos la gracia
de Dios para vencer la concupiscencia de la carne y hacer lo bueno”. No
alcanzamos a tener la voluntad fuerte sin la gracia de Dios. Necesitamos ser guiados,
una renovación interior, a nuestro Buen Pastor, quien nos muestra el camino. Él se
somete a nuestra esclavitud en todo menos en el pecado, es capaz de sufrir y morir,
se somete a ello, lo que está reflejado en el censo que fue mandado a hacer por el
César: sometido a una regla externa desde que nació.
Por ejemplo: vivir una vida promiscua no nos lleva a la realización, nos lleva incluso a
enfermedades y a corazones rotos. La homosexualidad es promovida ante nuestros
jóvenes en esta cultura, les puede parecer atractivo por lo que los medios y las
películas presentan, que los lleva a una vida de sufrimiento y lucha inútil. La codicia
y el materialismo, el consumismo, robar y mentir para conseguir lo que queremos:
todo ello lleva a la miseria humana.
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La ley nos ayuda a vivir en medio de este mundo caído, es el camino hacia la
plenitud, hacia la realización, hacia una vida recta, y nos dice que Dios es uno solo
y santo, que debemos tratar al prójimo como un sujeto y no como un objeto para ser
usado.
“Quiero darles una vida plena, la vida eterna, paz, alegría, una comunión
profunda conmigo y con todo el Cuerpo de Cristo”.
Esa soledad y aislamiento que nos puede llevar al pecado, se eliminará cuando
estemos unidos a Cristo.
El Señor nos lleva a obrar por amor, no por miedo. Jesús nos ofrece la libertad de la
esclavitud del pecado y la muerte, nos ofrece una transformación desde dentro
para que conozcamos esta bienaventuranza a la cual el Señor nos está llamando.
_Salmo 34_
“Gusten y vean
qué bueno es el Señor.
Si el afligido invoca al Señor,
Él lo escucha y lo salva
de sus angustias.
Gálatas 4:3-7:
“Ya no eres esclavo sino hijo,
y si eres hijo, eres también heredero
por voluntad de Dios”.
“No hemos de poseer oro ni plata, sino ser heraldos de Jesús y proclamar el
Evangelio al mundo entero”: centro del espíritu franciscano.
“Reina de los Ángeles”, lo que hoy celebramos los Franciscanos: entendemos que los
seres angelicales tienen dones naturales y habilidades más grandes que los seres
humanos, pero María, siendo un ser humano, está por encima de los ángeles. Los
teólogos nos cuentan que ello está arraigado en su maternidad divina, como gracia
de todas las gracias. Razón por la que sería llamada “Madre de Dios” e
inmaculadamente concebida. En la Anunciación, María es informada sobre la
dignidad y divinidad que llevaría en su vientre. Que Jesús sería rey y Su Reino no
tendría fin, y ella habría de ser Reina. En el Antiguo Testamento, la reina era la madre
del rey, aquella con el honor más grande: María tiene esa dignidad real.
+ “Ser llamada Madre de Dios tiene una dignidad infinita, porque ella está unida
en forma especial con la humanidad sagrada de Dios”.
+ “Es una dignidad mayor incluso que la dignidad que tenemos como hijos
adoptivos, porque esta maternidad establece una adopción especial de la
naturaleza con el Hijo de Dios”.
Su gran dignidad y vocación, nos enseñan que ella es nuestra Madre y que
fomentará esta vida de gracia en todos nosotros. Todos somos hijos de Dios, incluso
los no creyentes. Ella nos ayudará a todos a aumentar la fe, esperanza y amor a
Jesucristo, tal como ella misma lo hizo siempre en ella con el Espíritu Santo.
_Salmo 39_
“Señor, dame a conocer mi fin.
Y cuál es la medida de mis años,
para que comprenda lo caduco que soy.
Me concediste un palmo de vida,
mis días son nada ante Ti.
El hombre no dura más que un soplo,
el hombre pasa como pura sombra,
por un soplo se afana,
atesora sin saber para quién.
Escarmientas al hombre castigando su culpa,
como una polilla roes sus tesoros;
el hombre no es más que un soplo.
Escucha, Señor, mi oración,
porque yo soy huésped Tuyo,
forastero como todos mis padres.
Aplaca Tu ira, dame respiro,
antes de que pase y no exista”.
Eso presupone una relación, Dios es Quien da todo lo bueno y quiere que Le
pidamos, no importa lo que pensamos. Más que nada Él quiere todo lo que es bueno
y santo para nosotros, y Él quiere que seamos desprendidos, no sólo de nuestra vida
terrenal, sino principalmente a través de Su Vida Divina de todos los afectos a
creaturas y a las posesiones.
La Basílica Papal de Santa María La Mayor tiene algunas particularidades que la destacan de
las demás Basílicas Mayores:
+ Durante el pontificado del Papa Sixto III se realizaron los mosaicos de la nave central y
los mosaicos del arco triunfal.
+ Se dice que allí se conserva la reliquia del pesebre de Belén donde nació Jesús.
+ El Papa Francisco acude a este templo antes de iniciar una gira internacional: entra a
la Basílica, deja un ramo de flores al pie de la imagen de la Virgen Salvadora del Pueblo
Romano y se detiene en un momento de oración.
Cada templo que los fieles cristianos edificamos es un símbolo del templo espiritual que la
Santísima Trinidad construye en el interior de nuestro ser con la gracia de los Sacramentos, ya
que a través del primer Sacramento recibido -el Bautismo- SOMOS TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO.
Jesús desea que Sus discípulos tengan un profundo sentido de sus propias
limitaciones. Pone a prueba a Sus discípulos para despertar en ellos confianza plena
en la Providencia Divina. Él sabe que en contados minutos realizará un milagro y les
pide que confíen en Él cuando les pide que le lleven los panes y los peces; ahora los
discípulos presentan su humilde ofrenda y confiarán en que el Señor hará que esto
funcione como Él disponga.
El sacerdocio ministerial y el sacerdocio común de los fieles son diferentes. Este último
es el de la persona bautizada válidamente, de forma similar al sacerdocio ministerial
está hecho para ser ofrecido como sacrificio. El ministerial es un estado diferente al
común, en que es conferido a ciertos hombres por medio de las Sagradas Órdenes,
con un carácter ontológico en el alma misma del sacerdote una vez que es
ordenado, carácter que no es compartido entre los laicos o miembros del
sacerdocio común.
“Para que se quite toda duda, en virtud del ministerio de confirmar a los
hermanos, yo declaro que la Iglesia no tiene autoridad en absoluto para
conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y este juicio debe ser
definitivo”.
Así cerró el caso hace 25 años. Tener la opinión contraria constituye herejía. El caso
está cerrado, punto. No significa que hay algo deficiente en las mujeres, o que sean
personas menores, o que tengan menos dignidad, pero el sacerdocio en la mujer es
un ejercicio inútil y lo pone a uno en riesgo de separarse de la Iglesia. El sacerdote es
ordenado para actuar in persona Christi, por lo tanto se requiere que sea hombre,
pues Cristo es Dios y Hombre Verdadero.
Los laicos tienen la oportunidad de ofrecer su propia vida como sacrificio, en unión
con el sacerdote ministerial. El sacrificio de los fieles será elevado al sacrificio único
de Jesucristo, es una mayor obra de Dios, incluso mayor que la multiplicación de los
panes y peces. El Señor utiliza lo poco que tenemos para ofrecer, para obtener la
salvación del mundo y de nuestras propias almas.
“La invitación que el Padre dirige a los discípulos, testigos privilegiados del
extraordinario acontecimiento de la Transfiguración, resuena de nuevo hoy para
nosotros y para toda la Iglesia. Como Pedro, Santiago y Juan, también nosotros
estamos invitados a subir al Monte Tabor junto con Jesús, y a quedar fascinados por el
resplandor de Su gloria […] Contemplemos a Cristo envuelto en Luz, en compañía de
los autorizados portavoces del Antiguo Testamento, Moisés y Elías; a Él le renovamos
nuestra adhesión personal: es el “Hijo amado” del Padre.
Esta apremiante exhortación […] es una invitación a dejar que la Luz de Cristo ilumine
nuestra vida y nos comunique la fuerza para anunciar y testimoniar el Evangelio a
nuestros hermanos; como bien sabemos, es un compromiso que implica a veces
muchas dificultades y sufrimientos.
La experiencia de la transfiguración de Jesús prepara a los Apóstoles para afrontar los
dramáticos acontecimientos del Calvario, presentándoles anticipadamente lo que
será la plena y definitiva revelación de la gloria del Maestro en el misterio pascual […]
“Sólo por la Pasión podemos llegar con Él al triunfo de la Resurrección”.
¿No es verdad que, precisamente por conocer a Cristo, Su persona, Su amor y Su
verdad, cuantos lo experimentan personalmente sienten un deseo irresistible de
anunciarlo a todos, de evangelizar y de guiar también a los demás al descubrimiento
de la fe?”.
____________________________________
De la Carta Apostólica
Rosarium Virginis Mariae,
de San Juan Pablo II,
al Episcopado, al clero
y a los fieles sobre
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El Santo Rosario:
[Cap. 1, “Contemplar a Cristo con María” / “Un rostro brillante como el sol”]
(9) “«Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el Sol» (Mt 17,2). La
escena evangélica de la Transfiguración de Cristo, en la que los tres apóstoles Pedro,
Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor, puede ser
considerada como ícono de la contemplación cristiana. Fijar los ojos en el Rostro de Cristo,
descubrir Su misterio en el camino ordinario y doloroso de Su humanidad, hasta percibir el
fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del
Padre, es la tarea de todos los discípulos de Cristo; por lo tanto, es también la nuestra.
Contemplando este Rostro, nos disponemos a acoger el misterio de la Vida Trinitaria, para
experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegría del Espíritu Santo. Se realiza
así también en nosotros la palabra de san Pablo: «Reflejamos como en un espejo la gloria
del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más: así es como
actúa el Señor, que es Espíritu» (2Co 3,18).
_Salmo 97_
“El Señor reina,
altísimo, sobre toda la Tierra”
Daniel 7:9-10,13-14:
“Su vestido era blanco como nieve […] Le dieron poder real y dominio;
todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno
y no pasa, su Reino no tendrá fin”.
2Pedro 1:16-19
“Habíamos sido testigos oculares de Su grandeza”.
Para los demás podemos ser alegrías porque realmente vivimos con la gracia de
Dios. ¿Dónde contemplamos al Señor de manera más profunda en esta Tierra?
En nuestra Adoración del Santísimo Sacramento, somos transformados a Su
Semejanza por obra del Espíritu Santo.
De tal forma que, ¡anímense!, Jesús nos está guiando a nuestro hogar. Contemplen
al Señor con su rostro descubierto, hasta que los lleve a esa gloria plena en el Cielo.
_Salmo 106_
“Acuérdate de mí, Señor,
por amor a Tu pueblo”.
Números 13:
“Despreciaron una tierra envidiable”.
Jesús se retira a la región de Tiro y Sidón, que es Líbano hoy en día. Se enfrenta a la
oposición de parte de los fariseos, a pesar de que estaba realizando increíbles
milagros. Decidió dejar el área del Lago de Galilea y dirigirse hacia el oeste, poblado
por gentiles, individuos que no alababan a Dios y sí a ídolos paganos. En este viaje
Jesús se encuentra una mujer bastante admirable, cuyo nombre no queda
registrado en el Evangelio, sólo se sabe que es cananea (gentil) y de una clase muy
repudiada por la población judía, a menudo los gentiles eran considerados como
malvados que adoraban a ídolos paganos, se referían a ellos como “perros
inmundos”.
Esta mujer se enteró de Jesús y su milagrosa capacidad para sanar. Su hija, a quien
ama mucho aparentemente, está atormentada por un demonio. Esta mujer había
recurrido a sus dioses paganos para liberarla y no lo había logrado. Estaba en una
gran crisis familiar, sabía que tenía que buscar a Jesús. Cuando Él iba de paso, ella
estaba determinada, enfocada.
Esta mujer tenía bastante valentía, una misión, por el amor de su hija tenía que acudir
a Jesús y pedirle su amor y misericordia, y que haga descender su gracia sobre su
hija y sobre ella: “¡Ten piedad de mí, Jesús, hijo de David!”. Jesús no dice nada, no la
reconoce, no le responde: algo incómodo. Silencio total. Pero ella no se ve
disuadida, ella insiste, va a donde los Apóstoles, pensando que Él los escuchará a
ellos. Y ellos le ruegan: “Atiéndela, para que se vaya”. Se vuelve un fastidio para ellos.
Jesús contesta que su misión es con las ovejas perdidas de la casa de Israel, que
debe enfocar el propósito de Su ministerio en los judíos y no en los gentiles, va a hacer
la realización de la Alianza Nueva para el pueblo elegido, la población judía.
Hay contraste entre ese sistema ético en torno a Israel en comparación con los
paganos, la descripción era muy clara, la gente fuera de la Alianza de Dios era
considerada “perros” por la población judía. Jesús está describiendo esta situación
para explicar por qué debe utilizar su tiempo y su vida buscando a las ovejas
descarriadas de la Alianza de Israel: prioridad, dar de comer a los hijos antes que a
la mascota.
Las bases teológicas de la fiesta de “María, Reina del Cielo” / “Santísima Virgen
María, Reina”, están en que la Santísima Virgen María es Reina porque fue asociada
a su Hijo amado de un modo único, en el camino terrenal y en la gloria del Cielo.
Así, en la Constitución del Concilio Vaticano ll sobre la Iglesia {Lumen Gentium, 59}
se consigna que “María fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del Cielo, elevada al
trono por el Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a
su Hijo”.
Papa Pío Xll en el discurso en honor a María Reina:
“María es Reina más que cualquier otra criatura,
por la elevación de su alma y por la excelencia de
los dones recibidos. Ella no cesa de dispensar todos
los tesoros de su amor y de sus cuidados a la humanidad”.
Papa Pablo Vl en su Exhortación Apostólica Marialis Cultus:
{Sobre la Realeza de María} “En la Virgen María, todo
se halla referido a Cristo y todo depende de Él: con vistas a Él,
Dios Padre la eligió desde la eternidad como Madre toda Santa
y la adornó con las gracias del Espíritu Santo que no fueron
concedidas a ningún otro”.
Santa María es Reina del Universo por:
+ Su belleza
+ Su autoridad
+ Su bondad
+ Su humildad
+ Su misericordiosa asistencia a todos sus hijos,
creyentes y no creyentes
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Dirigirse a ella con confianza y amor es dirigirse a Jesús con confianza y amor, porque
ambos son uno en el amor y en la misericordia, con la certeza de que ambos, nuestro
Hermano y nuestra Madre, interceden por nosotros ante el Padre.
_Salmo 33_
“Dichoso el pueblo que Dios
se escogió como heredad”.
Sabiduría 18
“Nos llamaste a nosotros y castigaste a nuestros adversarios”.
Hebreos 11,1-2:
“La fe es la que nos garantiza los bienes que esperamos,
la que nos permite conocer las cosas que no vemos todavía”.
Pensar en sí mismo un poquito más cada día es una de las trampas de Satanás.
Él quiere que nos quitemos nuestra propia vida. En el fondo comienza con pequeños
actos de egoísmo. El Evangelio se trata de pensar en los demás.
Jesús es entregado. Hemos de pensar en nosotros siempre un poco menos cada día,
no más, así es como guardamos tesoro en el Cielo. Cuando pensamos en nosotros
mismos menos. Es ahí donde está la verdadera felicidad.
Hemos de ser receptivos, dóciles (Él nos puede enseñar). ¿Somos dóciles o duros de
corazón? La carta a los hebreos dice que la fe es darse cuenta de lo que se espera
y evidencia de lo que no se ve, por ello la gente de la antigüedad recibía testimonio.
La salvación es a través de la fe y Dios desea que compartamos ese conocimiento
de Él, de eso se trata la fe, escuchar las enseñanzas de Cristo y de la Iglesia. La fe es
la participación que Dios nos da del conocimiento de Él mismo.
Él quiere que sepamos quién es Él. No sólo desciende a la Tierra como Hijo de Dios y
luego vive una vida humana, sufre, muere y sube al Cielo; Él nos comunica esto
incluso dos mil años después, este don de la fe, este don de esperanza, este don de
caridad y amor. Pensar menos acerca de uno mismo, ninguno es realmente feliz
cuando piensa siempre en sí mismo.
Cuando uno piensa en sí mismo, se aísla y no está dispuesto a lo que Dios quiere
darnos. Debemos estar dispuestos y receptivos a la gracia. La gracia se concede
según el modo y la disposición de quien la recibe.
Es un principio muy sencillo, si uno puede aprender esto, la gracia se da según el
modo de quien la recibe, todo empieza a tener sentido.
Espero que cada uno de nosotros cuando recibimos la Sagrada Comunión estamos
dispuestos a recibir la gracia que Dios quiere concedernos como hijos e hijas. ¿Cuán
dispuestos estamos a recibir? ¿Cómo nos hemos preparado nuestro campo, nuestro
terreno, para recibir la gracia que Dios quiere concedernos?
Es muy importante y útil a lo largo de la vida espiritual tener presente este principio:
la gracia se da según el modo de quien la recibe. Los dones de Dios no tienen
propósito de ser abusados, como la fe: que es darse cuenta de lo que se espera.
Dios no quiere que abusemos los dones que nos da, si no queremos utilizarlos del
modo y la manera en que nos son concedidos.
Jesús da una bienaventuranza hoy, que no es un mandamiento sino más bien UNA
PROMESA: “Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo encuentre vigilante”. Hay
un dicho en la antigüedad, la gente solía ponerse hábitos y mantos bastante largo,
no se puede correr bien con ellos, este dicho habla de que “hay que fajarse las
vestimentas”, halarlas, para que cuando llegue el Maestro, uno pueda correr. Es una
imagen de que somos peregrinos sobre esta Tierra.
Por eso Él quiere que seamos vigilantes. La vida en la Tierra es como una noche larga,
que puede ser dividida en guardias. Los pastores pudieron ver y adorar al Niño Dios
en Belén, cuando nació, porque estaban vigilantes, despiertos. ¿Tenemos ese tipo
de vigilancia en nuestra vida espiritual? Estas vigilias en nuestra vida pueden ser
devotas y están divididas en tres categorías:
1. Juventud
2. Adultez
3. Ancianidad
En 1610, junto a San Francisco de Sales, fundó La Orden de La Visitación de Nuestra Señora.
Su primer convento se hallaba en Annecy, Francia. El carisma de esta nueva Congregación:
la vida contemplativa y de clausura, y la vida activa en medio del mundo: es decir, las
religiosas no vivían todo el tiempo en clausura para poder desarrollar su talante apostólico de
asistir y cuidar a los enfermos, a quienes visitaban en sus casas -domiciliariamente-.
_Salmo 147_
“Glorifica al Señor,
Jerusalén”.
No endurezcan su cerviz.
Ella sintió que el Señor le decía cómo debía predicar al respecto e inició el proyecto
de la cultura, buscando sembrar felicidad sobre la sexualidad, el amor, la castidad
y la vida matrimonial en familia. Cristina participó activamente como promotora de
la Marcha Pro Vida y fue entrevistada en el Canal EWTN.
Decía que al principio pensaba en el problema del aborto como el problema
fundamental, pero luego vio que el problema más profundo era el de la castidad y
el de la identidad: no sabemos quiénes somos ni conocemos la dignidad que
tenemos.
Como dice Cristina Barba, el problema no es tanto el aborto, sino que no sabemos
quiénes somos como hijos de Dios. Los publicanos de los impuestos reclamaban el
pago de los mismos a Jesús y sus discípulos. Jesús le deja claro a Pedro que los reyes
del mundo les cobran impuestos a los extraños, así que los hijos están exentos, porque
Jesús es Hijo de Dios y sus discípulos también; sin embargo Jesús mandó a Pedro a
pagar los impuestos para no dar mal ejemplo. Lo que podemos aceptar en nuestro
corazón es la dignidad de ser hijos de Dios. “Todos los que son guiados por el Espíritu
de Dios son hijos de Dios”: San Pablo. Somos hijos de Dios. Y si hijos, herederos de Dios,
y hermanos herederos con Cristo.
Nació en Zdunska-Wola (Polonia), fue llevado por los nazis al terrorífico campo de
concentración de Auschwitz donde empezó su camino de martirio.
+ Ingresó a la Orden Franciscana, donde fue ordenado sacerdote y gran difusor de la
devoción a la Inmaculada Concepción.
+ Fue declarado “mártir de la caridad”.
+ Había consagrado todos sus esfuerzos a la propagación del amor por María.
+ El padre Kolbe fue llevado a un sótano con sus otros 9 compañeros, donde recibiría el
martirio.
+ Durante los 10 días de encierro, sin comida y con un poco de agua en una ración
diaria, el Santo animaba a sus compañeros y rezaba con ellos.
+ Al final sólo él quedó con vida y como los guardias necesitaban el sótano para otros
presos, le pusieron una inyección con cianuro para acabar con su vida.
+ De esta manera, San Maximiliano Kolbe recibió la corona del martirio en el año 1941.
+ Fue canonizado por el Papa San Juan Pablo II en 1982.
_Salmo 116_
“Mucho le cuesta al Señor
la muerte de Sus fieles.
Alzaré la copa de la Salvación
invocando Su Nombre.
Soy Tu siervo, hijo de Tu Esclava”.
1Juan 3:13-18:
“También nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos”.
Juan 15:12-17:
“Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.
Nació en una época en que el gobierno polaco era muy pequeño y no existía como
tal. De los años 1700 en adelante fue muy común la herejía del idealismo, un ideal
que une a la nación a veces en función de gobierno o a veces en una comunidad
étnica, el pueblo, por encima de todos los demás valores, como una forma de
ejercer la razón pura, idea que proviene de la Revolución Francesa:
_Salmo 45_
“De pie a tu derecha
está la Reina, enjoyada
con oro de Ofir”.
“O Gloriosa Virginum”.
Al fin de su vida terrenal, la Virgen María fue asunta al Cielo en cuerpo y alma. En el
Oriente se le conoce como la Fiesta de la Dormición de la Virgen María.
La Asunción fue definida como dogma de la Iglesia por el Papa Pío XII y es muy
importante porque la Liturgia es el vehículo principal de transmisión de nuestra fe:
creemos lo que oramos, oramos lo que creemos, esa es la prioridad, la Iglesia sólo
ora lo que cree. El Papa habló de la Liturgia como “procedente de la fe, como el
fruto viene del árbol”.
Hay una especie de misterio en torno a la transición de la Virgen María, de la Tierra
al Cielo. La pregunta queda abierta, si murió antes de subir al Cielo.
Si efectivamente murió, hubiera sido de forma única a comparación de nosotros que
sufrimos de los efectos del pecado original, su muerte no hubiera sido muerte de
castigo (corrupción corporal).
San Francisco de Sales sostuvo que María murió, pero que “su muerte fue debida a
un transporte de amor”: murió de amor por su Hijo Jesús. “La suya hubiera sido una
muerte dulce y feliz, no debido a los efectos del pecado”: San Alfonso María de
Ligorio. Y San Juan Pablo II: “Por su muerte, María de manera más efectiva pudo
ejercer su maternidad espiritual, más acerca de aquellos que se aproximan al último
momento de su vida”.
¿Hubo algún testigo en la Asunción? ¿San Juan? No lo sabemos. Sin embargo, la
Iglesia nos da lecturas muy explícitas: el libro del Apocalipsis, escrito por San Juan. El
templo del Cielo se abrió y apareció el Arca de la Alianza.
Coronada con doce estrellas, una interpretación de la Iglesia es que María es vista
como el Arca de la Alianza, la Madre de Cristo, la Vasija de la Presencia de Cristo,
Ella reina con Cristo ahora en el Cielo.
El Arca es una persona. María puede ser vista como la mujer vestida de Sol, a
menudo aparece en el arte sacro con la corona de doce estrellas. La Iglesia siempre
ha venerado y cuidado las reliquias de los santos y mártires, nunca ha propuesto
ninguna reliquia corporal de la Virgen, tampoco hay una tumba suya en la Tierra.
_Salmo 136_
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Den gracias al Señor porque es bueno,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Den gracias al Dios de los dioses,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Den gracias al Señor de los señores,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Guio por el desierto a Su pueblo,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Él hirió a reyes famosos,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
“A otros los hicieron los hombres; y hay quienes se hacen eunucos ellos
mismos por el Reino de los Cielos. El que pueda con esto, que lo haga”.
5https://www.aciprensa.com/sacerdocio/castidad/virginidad.htm
(Catequesis sobre la Virginidad Cristiana) S.S. Juan Pablo II / El Celibato por el Reino de los Cielos (10-III-1982)
− La cuestión de la llamada a una donación exclusiva de sí a Dios en la virginidad y en el celibato, hunde profundamente sus raíces en
el terreno evangélico de la teología del cuerpo.
− (Mc 12,25) “Cuando resuciten de entre los muertos… ni los hombres tomarán mujer ni las mujeres marido”: indica que hay una
condición de vida, sin matrimonio, en la que el hombre (varón y mujer) halla a un tiempo la plenitud de la donación personal y de la
intersubjetiva comunión de las personas, gracias a la glorificación de todo su ser psicosomático en la unión perenne con Dios.
− Cuando la llamada a la continencia “por el Reino de los Cielos” encuentra eco en el alma humana, en las condiciones de la
temporalidad -esto es: en las condiciones en que las personas de ordinario “toman mujer y toman marido” (Lc 20,34)- no resulta difícil
percibir allí una sensibilidad especial del espíritu humano, que parece anticipar aquello de lo que el hombre será partícipe en la
resurrección futura.
− En el contexto de la conversación de Cristo con los fariseos sobre el matrimonio y sobre las bases de su indisolubilidad (cfr Mt 19,3-9)
sus palabras conclusivas se refieren al así llamado libelo de repudio, permitido por Moisés en algunos casos. “Por la dureza de vuestro
corazón”. Entonces, los discípulos le dijeron: “Si tal es la condición del hombre con la mujer, preferible es no casarse” (Mt 19,10). Cristo
les da la respuesta siguiente: “No todos entienden esto, sino aquellos a quienes ha sido dado. Porque hay eunucos que nacieron así
del vientre de su madre, y hay eunucos que fueron hechos por los hombres, y hay eunucos que se han hecho tales a sí mismos por
amor del Reino de los Cielos. El que pueda entender, que entienda” (Mt 19,11-12). Respecto a esta conversación referida por Mateo,
se nos puede plantear la pregunta: ¿Qué pensaban los discípulos, cuando, después de haber oído la respuesta que Jesús había
dado a los fariseos sobre el matrimonio y su indisolubilidad, hicieron la observación: “Si tal es la condición del hombre con la mujer,
es preferible no casarse”?
− En todo caso, Cristo creyó oportuna esa circunstancia para hablarles de la continencia voluntaria por el Reino de los Cielos. Al decir
esto, no toma posición directamente respecto al enunciado de los discípulos, ni permanece en la línea de su razonamiento. Por
tanto, no responde: “CONVIENE CASARSE” o “NO CONVIENE CASARSE”.
− La cuestión de la continencia por el Reino de los Cielos no se contrapone al matrimonio, ni se basa sobre un juicio negativo con
relación a su importancia.
− Para responder a la pregunta de los discípulos, o mejor, para esclarecer el problema planteado por ellos, Cristo recurre a otro
principio: los que hacen en la vida esta opción “por el Reino de los Cielos” no observan la continencia por el hecho de que “no
conviene casarse”; o sea, no por el motivo de un supuesto valor negativo del matrimonio, sino en vista del valor particular que está
vinculado con esta opción y que hay que descubrir y aceptar personalmente como vocación propia. Y por esto, Cristo dice: “El que
pueda entender, que entienda” (Mt 19,12). En cambio, inmediatamente antes dice: “No todos entienden esto, sino aquellos a
quienes ha sido dado” (Mt 19,11).
− En la doctrina de la Iglesia está vigente la convicción de que, estas palabras no expresan un mandamiento que obliga a todos, sino
un consejo que se refiere sólo a algunas personas: precisamente a las que están en condiciones “de entenderlo”. Y están en
condiciones “de entenderlo” aquellos “a quienes ha sido dado”.
julio-diciembre de 2019 Página 76
Acojan la Palabra de Dios,
no como palabra humana,
sino cual es en verdad,
como Palabra de Dios.
6 https://www.aciprensa.com/sacerdocio/castidad/virginidad.htm
− Se puede decir que la opción de la continencia por el Reino de los Cielos, ES UNA ORIENTACIÓN CARISMÁTICA hacia aquel estado
escatológico en que los hombres “no tomarán mujer ni la mujer marido”; sin embargo, entre ese estado del hombre en la
resurrección de los cuerpos y la opción voluntaria de la continencia por el Reino de los Cielos en la vida terrena, y en el estado
histórico del hombre caído y redimido, hay una diferencia esencial. El “no casarse” escatológico será un “estado”: es decir, el modo
propio y fundamental de la existencia de los seres humanos, hombres y mujeres, en sus cuerpos glorificados.
− La continencia por el Reino de los Cielos, COMO FRUTO DE UNA OPCIÓN CARISMÁTICA, es una excepción respecto al otro estado:
esto es, al estado del que el hombre desde “el principio” vino a ser y es partícipe, durante toda la existencia terrena.
− Se trata, no de la continencia EN el Reino de los Cielos, sino de la continencia “POR el Reino de los Cielos”. La idea de la virginidad o
del celibato, como anticipo y signo escatológico (escatología: rama de la teología que trata sobre las doctrinas de las cosas finales,
según la Enciclopedia Católica) se deriva de la asociación de las palabras pronunciadas aquí con las que Jesús dijo en otra
oportunidad, a saber, en la conversación con los saduceos, cuando proclamó la futura resurrección de los cuerpos.
Tomás de Kempis:
“Tu paz dependerá de que tengas mucha paciencia”
Un día tuvo una visión de La Reina de los Cielos y del Universo, que después de confortarla con
cariño maternal, le dijo: “Beatriz, quiero que fundes una nueva Orden en honor de mi
Inmaculada Concepción para gloria de Dios, vistiendo hábito blanco y manto azul como llevo
yo”. Santa Beatriz, agradecida, se ofreció como su sierva y esclava, le consagró su virginidad,
y se entregó en cuerpo y alma al servicio de su celestial Señora.
+ Le decían “el Doctor boca-de-miel” porque sus palabras eran dulces como la miel
para quienes las escuchaban.
+ Nació en Francia.
+ Ingresó al “Císter”, una fundación monástica de monjes benedictinos, donde fue
admitido.
+ Hablaba tan maravillosamente de la vida religiosa, que logró convencer a sus
hermanos mayores y a un tío de ingresar con él al Monasterio Cisterciense, en el año
1112, cuando Bernardo tenía 22 años: toda su familia para Dios.
+ Verdadero reformador de la cristiandad, fundó decenas de monasterios.
+ Fue promotor de una Cruzada.
+ A través de su apostolado, logró hacer que 900 monjes hicieran profesión religiosa.
+ Se dice que las novias casaderas escondían a sus novios para que San Bernardo no les
hablara, ya que temían que el monje los convenciera de ingresar a la vida religiosa,
como realmente lo lograba con sus convincentes palabras.
+ También se dice, en sus biografías, que San Bernardo parecía tener un fuego ardiendo
constantemente en su corazón, por la forma vehemente y apasionada como hablaba
de Dios, Jesucristo, el Evangelio, La Santísima Virgen y la vida religiosa.
+ Murió en Claraval, Francia.
+ El Papa Alejandro III lo canonizó en el año 1174.
A los 25 años, el tercer Abad del Císter lo envió a fundar un nuevo Monasterio; para ello,
escogió un sitio retirado en el bosque, al cual le puso el nombre de “Claraval” = “valle muy
claro”. Durante su vida fundó más de 300 conventos cistercienses para hombres, por lo que lo
llamaban “el cazador de almas y de vocaciones”. Por su inmenso amor hacia Dios y hacia La
Santísima Virgen María, estudiaba por horas y horas cada sermón que iba a pronunciar.
Oración
7 Avemarías
Madre Santísima,
Virgen María,
imprime en mi corazón
las Llagas de Jesucristo Crucificado.
[Indulgencia de 300 días].
Oh dulcísimo Jesús,
no seas mi Juez,
sí mi Salvador.
[Indulgencia de 100 días].
“En honor -dice Jesús- al dolor de Mi Madre causado por verme sufrir tanto; y en honor a su
Corazón Inmaculado dolorido por tanto pecado, rezad también por mis pobres ovejas
descarriadas; rezad con mucha fe y confianza.”
_Salmo 85_
“El Señor anuncia
la paz a Su pueblo”.
Mateo 19:23-30:
“Difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos […] Lo que es
imposible para los hombres es posible para Dios […] Todo el que por mí
deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá
el ciento por uno y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán
últimos y muchos últimos, primeros”.
San Pío X
(*1835/+1914)
Papa de La Sagrada Eucaristía
Papa de la Catequesis
Al morir el Papa León XIII, fue convocado a Roma para elegir al nuevo Pontífice; el cardenal
Sarto no se consideraba digno de subir a la Cátedra de Pedro y parecía que nadie pensaba
en él como un candidato; no obstante, en la votación, los cardenales se inclinaron por
Monseñor Sarto, quien suplicó que no lo tomaran en cuenta. Rechazó tanto la elección, que
un grupo de cardenales tuvo que visitarlo personalmente para hacerle ver que no aceptar el
nombramiento era “no aceptar la voluntad de Dios”, por lo cual finalmente aceptó el
Pontificado como una cruz.
Escogió el nombre de Pío porque los Papas que eligieron ese nombre habían sufrido por
defender la religión de Nuestro Señor Jesucristo.
_Salmo 21_
“Señor, el rey se alegra por Tu fuerza.
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios,
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Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en Tu Presencia”.
San Juan Pablo II habla de la lectura de hoy, la parábola de la viña, a los laicos, para
que salgan a transformar la cultura, a evangelizar. El movimiento de los laicos en el
catolicismo desde finales de 1800 hasta el movimiento más actual, que sale a
convertir al mundo. Y todos están llamados.
Hoy, en la cultura en que vivimos, hay una gran necesidad de que los laicos
reconozcan su poder de evangelizar. Hay muchos movimientos juveniles que han
respondido a este llamado a evangelizar. No tiene que ser una evangelización
directa, cualquier cosa que hagamos que obedezca a la Verdad es también nuestro
trabajo evangelizador.
El lema de San Pío X era “restaurar/renovar todas las cosas en Cristo”. Nació en una
familia campesina en Italia. Ordenado a los 23 años. Director espiritual de un
seminario. Luego fue nombrado Obispo (1893) cerca de Venecia. El 04 de agosto de
1903 fue elegido como Papa.
Jesucristo verdaderamente renueva, Él es la meta de todo y de todos.
Legado de Pío X:
• Muchas encíclicas.
• Reorganizó la Curia Romana.
• Renovó la Ley Canónica.
• Promovió la formación para los sacerdotes en seminarios regionales.
• Actualizó bibliotecas.
• Nombró docentes calificados.
• Realizó el Compendio del Catecismo para los Jóvenes.
• Promovió el uso de la catequesis.
• Realizo una Reforma de la Liturgia y de la música sacra.
• Rebajó la edad de la Primera Comunión a los 7 años de edad.
• Condenó el modernismo.
Esta celebración fue instituida como dogma por el Papa Pío XII en el año 1954.
“María fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del Cielo, elevada al trono por
el Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su
Hijo”.
_Salmo 40_
“Aquí estoy Señor
para hacer Tu Voluntad”
Lucas 1:26-38:
“No temas, María,
porque has encontrado gracia
ante Dios […] El Espíritu Santo
vendrá sobre ti y la fuerza
del Altísimo te cubrirá
con Su sombra,
por eso el niño que nacerá
se llamará Hijo de Dios”
[…] He aquí la esclava del Señor,
hágase en mí según tu palabra”.
Muchas de las reinas de la Tierra son adornadas con los privilegios de la realeza.
Rodeadas de guardias, seguridad, soldados y protocolo, reinan en la Tierra. La Virgen
María ES LA REINA. La gente la reconocía como reina, tal como Isabel en la Visitación
(¿cómo es que la Madre de mi Señor viene a mí?) desde el principio. Pero Ella es una
Reina que viene a nosotros.
Reconocemos el papel de María y su importancia en la Salvación. “El Señor es
contigo”. ¿Cuántas veces un ángel le ha dicho eso a un humano? Nunca,
únicamente a Ella. María está encima incluso de los ángeles, es Reina de los Ángeles,
ninguno de los ángeles fue creado para dar nacimiento al Hijo de Dios, Ella sí. María,
como Reina de los Cielos y del Universo, está por encima de toda la Corte Celestial.
En hebreos, vemos que hay una gran nube de testigos; María está por encima de
todos los testigos, de todos los santos.
Al estar llena de gracia, es muy similar a Dios, más que cualquier otro ser humano
que haya existido sobre la Tierra. El significado de la gracia es el favor sobrenatural
de Dios, según el Catecismo, la recibimos del Espíritu Santo; nos volvemos similares a
Dios cuando recibimos por Él la gracia. María está en una unión tan estrecha con su
Hijo Jesucristo, que Ella puede pensar y obrar como Él, es muy similar a Dios.
Es evidente esto en su propia vida: una mujer grande humilde, siempre accesible,
que conoce mejor que cualquiera a Jesucristo, la vemos en su obra de la Salvación.
San Juan Damasceno dijo que cuando María se convirtió en la madre del Creador,
se convirtió en la madre de todos nosotros. Ella es como Dios, perfecta. El Espíritu
Santo obra en nosotros y podemos pensar y obrar como Dios, tenemos los dones y
frutos del Espíritu Santo, María mucho más. Ella estaba en la Tierra con tales dones y
virtudes, y así mismo está en el Cielo con tales dones y virtudes. Conoció y amó a
Dios con todo su corazón.
Escuchamos de Santa Teresa y el Santo Padre Pío que hicieron mucho bien sobre la
Tierra y ahora están en el Cielo, contemplando a Dios Todopoderoso. Los santos en
el Cielo nos aman porque es lo que Dios hace y están orando por nosotros. Así que
María, por encima de todos por ser la más santa de todos los santos, realiza la obra
de Dios en el Cielo como Reina y como Madre, de Dios y de todos nosotros.
Está llena del poder de Dios. Hay muchos dones del Espíritu Santo. Cuando leemos
la vida de los santos vemos que hacían grandes obras, y vemos que María sigue
viniendo a nosotros en las diferentes apariciones aprobadas por la Iglesia:
Guadalupe, Lourdes, Fátima… Viene como Misionera, vemos que María en
Guadalupe luce como indígena, para ser completamente aceptada y ser
entendida, Ella es como el pueblo. Así que Jesús, en la Cruz, con sus últimas palabras
nos da a Su Madre a todos nosotros: “He ahí a tu madre”.
+ Nació en Lima, Perú. Sus padres la bautizaron con el nombre de Isabel, pero una
criada, al ver que su rostro se ponía de color rosado, le puso el sobrenombre de Rosa.
+ El arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo 7, le puso definitivamente el nombre
de Rosa cuando le dio la confirmación.
+ Sus padres querían desposarla con un joven de alta clase social, pero Rosa les declaró
que se iba a consagrar a Dios y permanecer virgen para Nuestro Señor, por lo que su
madre la reprendió severamente; entonces, Rosa decidió construir una pequeña
ermita en el huerto familiar, donde pasaba largas horas dedicada a Dios.
+ A los 20 años ingresó en la Tercera Orden de Santo Domingo; tomó como modelo a
Santa Catalina de Siena, a la cual imitó en el matrimonio místico con Jesús, Quien le
concedió dones especiales. Se propuso mortificar su orgullo a través de severas
penitencias y ayunos; comía poco y dormía menos.
+ Con frecuencia pedía a Dios: “Señor, aumenta mis sufrimientos, pero aumenta en la
misma medida mi amor”.
+ Un día, Jesús le dijo: “Tú eres la esposa de Mi Corazón, prepárate que se acercan las
bodas”. Y así murió, en 1617, en Lima (Perú), exclamando: “Jesús, quédate conmigo”.
+ El Papa Clemente X la canonizó en 1671.
7 https://www.ewtn.com/spanish/saints/Toribio_de_Mogrovejo.htm
julio-diciembre de 2019 Página 90
_Salmo 148_
“Alaben el Nombre del Señor.
Llenos están el Cielo y la Tierra
de Tu gloria”.
Corintios 7,25-35:
“La soltera se preocupa
de los asuntos del Señor”
Mateo 13:44-46:
“El Reino de los Cielos se parece
a un comerciante en perlas finas…”
Santa Rosa de Lima, llamada Isabel; por su gran belleza recibió el apodo de “Rosa”.
Se entregó plenamente a Dios. Se hizo terciaria dominica y vivió una vida dedicada
a la oración, penitencia y obras de caridad por los pobres y enfermos. Conocida por
llevar a cabo muchos actos de negación propia y su vida de penitencia, lo hizo por
amor a Jesús y por la conversión de los pecadores. Todo lo ofrecía como sacrificio
para la conversión de los pecadores. Sufrió mucho físicamente y con muchas
tentaciones, con gran esterilidad en la oración, pero cuando pasaba por ello rezaba
más intensamente.
Después de un periodo de enfermedad espiritual y ataques diabólicos, con visiones
de Satanás, invocaba a su buen amigo, San Martín de Porres.
Cuando el santo le preguntó en un sueño por qué creía que Dios permitía esas
visiones de lo que pasaría a su alma si fuera condenada, la santa le contestó que lo
hacía como “purificación” de su alma: “Me sorprendería si no volviese a sufrir más
tribulaciones”, respondió Rosa. El Señor purifica más a aquellos a quienes ha
destinado la unión más perfecta con Él. La Cruz es parte de nuestra vida como lo fue
de la vida de Rosa de Lima.
“La gracia viene después de la tribulación, la Cruz es la verdadera y única escalera
al Paraíso”: Santa Rosa de Lima.
Nuestra reacción a la cruz puede ocurrir en diferentes formas todos los días. Rosa de
Lima entendió muy bien el valor del sufrimiento redentor, que todo sufrimiento puede
ser fuente de gracia para sí y beneficio espiritual para muchos otros. No quiso que su
sufrimiento se desperdiciara, por lo que lo ofreció todo a Jesús y dio gran fruto. Una
perla de gran recompensa, el tesoro y la perla: nos sirve en el peregrinaje por la vida.
Santa Rosa encontró este gran tesoro.
_Salmo 116_
“Alaben al Señor
todas las naciones,
aclámenlo todos los pueblos.
Vayan al mundo entero
y prediquen la Buena Nueva”.
Isaías 66,18-21:
“Ya llega el momento de convocar
a todos los pueblos y naciones.
Vendrán a mi presencia,
y les daré una prueba de mi gloria”.
julio-diciembre de 2019 Página 92
De la Carta a los hebreos 12,5-7,11-13:
“Porque el Señor corrige a quienes ama
y castiga a Sus hijos preferidos.
Acepten la corrección
porque Dios los trata como a hijos”
Lucas 13,22-30:
“Esfuércense en entrar por la puerta estrecha”
Jesús es la puerta.
Cómo entrar por la puerta exitosamente en el Señor.
La puerta es estrecha, Jesús es la puerta.
Nuestras oraciones, devociones, penitencias y obras de caridad son parte de entrar
por la puerta estrecha. Pero Jesús es el camino, la verdad y la vida, lo dijo en la
proclamación de Su Evangelio. Y cuando estamos con Jesús y en Jesús, estamos
ante La Verdad.
Tenemos que aceptar ciertas verdades, Jesús quiere que aceptemos las verdades
de nosotros mismos, que nos conozcamos a nosotros mismos, puede que no nos
guste escuchar las verdades acerca de nosotros mismos, pero Él es la verdad misma,
por lo que requiere que la aceptemos en su totalidad.
Podemos escondernos detrás de las buenas obras que pueden ser una fachada
para lucir bien ante los demás, podemos mentirnos a nosotros mismos, cargamos
muchas cosas. Descubrirlo todo y ver la verdad. Sí, es difícil, puede ser doloroso,
darnos miedo o terror, podemos sentir vergüenza, por ese pecado o hábito que estoy
escondiendo, mi pasado, lo que debo confesar. Si ese es nuestro caso, tenemos que
acudir a Jesús: no podemos seguir sintiendo vergüenza.
Por eso Jesús se permitió sufrir una muerte vergonzosa, para fortalecernos en nuestra
vergüenza, para pedirle ayuda. Admitan la verdad. Pidan ayuda. Porque Jesús, al
admitir la verdad, nos lleva a Su verdad. LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES. Jesús es la
verdad que nos da libertad. La verdad, básicamente, es humildad. Tenemos que
humillarnos para aceptarlo. “Los primeros serán los últimos, los últimos serán los
primeros”.
Dios nos trata como a hijos, todo padre reprende a su hijo cuando éste hace algo
que lo mete en problemas, encarábamos esa verdad. Igual es con Dios, nos castiga
porque nos ama y quiere que crezcamos. Nos ama tanto que no quiere mantenernos
tal y como somos, aunque nos ama tal y como somos. Quiere que estemos en Su
gloria, en Su dignidad. Él tiene mucho para nosotros, pero debemos empezar
aceptando la verdad.
Carta a los hebreos: “Es hora de ponerse de pie nuevamente, fortalezcan las rodillas
vacilantes y caminen por una senda llana, así el pie cojo en vez de retorcerse se
curará”. De eso se trata, de ser sanados, eso es ser verdaderamente libres. Es lo que
Jesús quiere, que reconozcamos la verdad, que vamos a confesarnos, eso requiere
fortaleza y humildad. Dios quiere lo mejor para nosotros SIEMPRE, puede que tome
dolor y lucha pero Dios nos da la fortaleza. Todo debemos hacerlo a través de
jesucristo, quien está con nosotros para fortalecernos.
Santa Mónica
(*331/+387)
Patrona de las madres
que piden a Dios por la conversión
de sus hijos
+ Modelo de esposa y madre, por su vida y su influencia sobre su hijo, San Agustín, tiene
un puesto de honor en el santoral cristiano.
+ Nació hacia el año 331 en Tagaste [Argelia, África].
+ Santa Mónica deseaba dedicarse a la vida de oración, pero sus padres dispusieron
que se casara con un hombre llamado Patricio, que aunque era un hombre
trabajador, también era un hombre iracundo, mujeriego, jugador y sin ningún gusto
por lo espiritual; no obstante, este hombre logró su conversión por el testimonio y la
oración de su mujer.
+ Murió en Ostia (Italia) en el año 387, a los 56 años.
Mateo 23:23-26:
“¡Fariseo ciego!,
limpia primero la copa por dentro
y así quedará limpia también por fuera”.
El Señor delinea los dones positivos de los frutos: las Bienaventuranzas. Cuando San
Lucas las presenta en su propia forma, los lamentos del Señor vienen
inmediatamente después: “¡Ay de aquellos que están saciados!”. En el Sermón de la
Montaña, el Señor aborda estas inquietudes del interior. Es patente la distinción entre
el necio y el juicioso, entre el siervo bueno y el siervo malo. Aquellos que disfrutan la
libertad del Evangelio están dispuestos a aceptar los valores y acciones que
provienen de Dios, no del mundo ni de sus posesiones.
San Agustín
(*354/+430)
Obispo y Doctor de la Iglesia
Patrono de los filósofos
8 Maniqueísmo: “Religión fundada por el persa Manes en la segunda mitad del siglo III. Aparentaba ser la
verdadera síntesis de todos los sistemas religiosos conocidos hasta entonces. En realidad consistía en dualismo
zoroástrico, el folclore de Babilonia, la ética budista y algunas pequeñas y superficiales adiciones de elementos
cristianos” [Enciclopedia Católica].
https://ec.aciprensa.com/wiki/Manique%C3%ADsmo
9 https://www.ewtn.com/spanish/Saints/Ambrosio.htm
_Salmo 139_
“Señor,
Tú me sondeas
y me conoces”
San Juan Pablo II, 1993, Uganda: “Su luz debe brillar en la luz de vuestra gente, para
que vuestro buen trabajo pueda alabar a vuestro Padre en los Cielos”. Una invitación
para bautizar a los cristianos, recordando que nos llaman a proclamar el Evangelio
de Jesucristo. ¿Vivo una vida de virtuosidad, o de vicio? ¿Mi corazón no descansa
buscando la verdad?
Poderoso intelecto misticismo el de San Agustín. “Hay 3 áreas en las que cada
cristiano debe ser incansable: en la búsqueda del Señor, en el amor hacia los demás
y en el examen de la conciencia”: Papa Francisco en la Fiesta de San Agustín. Todos
tenemos un corazón abierto a Dios, con docilidad y humildad llegaremos a estar en
Él como lo hizo San Agustín.
Los evangelios nos cuentan varios apartes de la vida del santo precursor de Nuestro
Señor. Evangelio de San Lucas: “En el año quince del imperio de Tiberio… fue dirigida
la Palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto” (Lc 3:1-2). Esto sucedió
aproximadamente en el año 28 dC.
San Marcos: nos habla del martirio de San Juan Bautista (Mc 6:17-29).
_Salmo 71_
“Mi boca
contará Tu auxilio”
Jeremías 1,17-19:
“Diles lo que yo te mando,
no les tengas miedo”
Marcos 6:17-29:
“Herodes respetaba a Juan sabiendo que era un hombre santo y lo
defendía […] Pídeme lo que quieras […] LA CABEZA DE JUAN EL
BAUTISTA”
San Pío de Pietrelcina: “Muertos son los que viven alejados de Dios”
Santo Cura de Ars: “¡Cuán pocas son las personas que verdaderamente sirven a Dios!
Dichoso aquel que no busca sino sólo a Dios”
Santa Catalina de Siena: “Si sois lo que tenéis que ser, ¡prenderéis fuego al mundo entero!”
San Felipe Neri: “¡Cómo es posible que alguien que cree en Dios pueda amar algo fuera de Él!”
San Francisco de Asís: “El Cielo se regocija, Satanás huye, el Infierno tiembla cuando digo
DIOS TE SALVE MARÍA”
Santo Domingo Savio: “Si logro salvar a una sola alma, puedo estar seguro de que la mía se salvará”
Tomás de Kempis: “La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino encontrar paz en medio de ella”
Santa Teresa de Jesús: “Oración es tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas
con Quien sabemos nos ama”
San Maximiliano Kolbe: “La vida es breve, se vive una sola vez, es necesario ser santos,
no a medias sino totalmente, para gloria de La Inmaculada y la mayor gloria de Dios”
“Mi Santo Hijo dejó a ustedes también una pequeña participación de la Obra de la Redención, en cuanto que
ELIGE Y LLAMA A ALGUNAS ALMAS A OFRECER EL SACRIFICIO DE SU VIDA
EN UNIÓN ÍNTIMA CON ÉL. Comparte con ellas Sus sufrimientos para gloria del Padre
y el bien de las almas, para que ni una sola de ellas se pierda.