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EXPERIENCIA DE LA POLICÍA FEDERAL

PREVENTIVA EN MATERIA DE SECUESTROS


Rubén SILVA RUEDA*

l. ·Introducción

En materia de secuestro, la experiencia de la Policía Federal Preventiva


se enriquece con los más de 200 casos en que ha intervenido desde 1999,
año en que se implantó la instancia federal. Cada uno de los casos pre-
sentados en materia de secuestro es distinto.

Las familias que padecen por el secuestro de alguno de sus integrantes


buscan instancias a las cuales acudir. La desesperación de la familia es
~rprendente. Afortunadamente, con la preparación de este equipo de pro-
fesionales se busca una lucha más eficaz contra el delito de secuestro.

La familia de la persona secuestrada

Los que atendemos a la familia de la persona secuestrada debemos


aentirnos seguros y mostrar confianza, ello para que nos ganemos la
tonfianza de la familia y en esa medida se pueda manejar la crisis de las
~ctimas, en tanto se lleva a cabo una adecuada negociación.

Cuando alcancemos la total confianza de la familia que estamos


ktendiendo, no debemos abusar de esa circunstancia. Tampoco debe-
mos generar falsas expectativas en la familia; es decir, no podemos
ometer con exactitud el éxito del trabajo que estamos realizando,
dado que en ocasiones la persona secuestrada no regreia con vida,
pues los secuestradores la pueden privar de la vida por otros motivos,

• Responsable del Área de Negociación de la Policía Federal Preventiva.

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por ejemplo de venganza, no importando la forma en que se haya aten-


dido el caso.

3. Recomendaciones para la negociación

Vemos los siguientes aspectos: en el mayor número de los casos de


secuestro las exigencias de los captores están basadas en cantidades
económicas inalcanzables; por lo que los afectados tendrán que
convencer a los plagiarios de que la cantidad que exigen no la tienen,
pero que reunirán todo · 10 que sus esfuerzos les permita, ya que
solamente desean que su familiar regrese con vida.

Esta tarea no es fácil, ya que el delincuente cree que la familia cuen-


ta con una liquidez solvente, pero en realidad muchos de sus bienes
están comprometidos o gravados, otros provienen de créditos, etcé-
tera. En este sentido se debe tener paciencia, porque se desconoce e
tiempo que dure este proceso.

Es conveniente impulsar que los afectados continúen realizando sus


actividades cotidianas, para que obtengan un descanso mental y tomen
sus decisiones acertadamente.

4. El trato con la familia de la persona secuestrada

Una vez que tenemos contacto con la familia del secuestrado debem09
depurar a los integrantes de ésta, para establecer comunicación directa
con los más representativos del núcleo familiar.

El trato que se tenga con la familia debe ser adecuado, de tal manera
que logremos la confianza de ella, para que pueda cooperar con may
facilidad en las investigaciones.

El equipo de personas que buscamos la solución judicial del asun10


debemos evitar ser influidos por la desesperación que sufre la fami-
lia; debemos ser objetivos y racionales, aunque en todo caso también
sentir -. y ser conscientes- la situación que vive la familia.
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Debemos aprender a vivir con la familia, mostramos con calidad


oral, ser respetuosos y seguros de nuestro actuar.

Una vez que regresa la persona secuestrada, debe orientársele para


que acuda a recibir tratamiento psicológico y valora¡ el grado de daño
a su oportuna atención.

5. Satisfacciones del grupo que atiende a víctimas de secuestro

Cuando regresa la víctima secuestrada, quienes participamos en el


caso experimentamos el orgullo de lo que en verdad significa ayudar.
n ese momento se nos olvida el trabajo y nos sentimos útiles.

Es ampliamente satisfactorio, luego de haber realizado un trabajo


Clisciplinado, ver de regreso a la víctima; ver cómo la recibe su familia
¡y la forma en que se reintegra al núcleo familiar.

La familia agradece incansablemente al equipo que la atendió. Ello


recobra la confianza de la familia en las autoridades y en las institu-
ciones policiales.

6. Medidas para prevenir el secuestro

Hay que saber que prácticamente todas las personas somos susceptibles
de ser secuestradas. Por esta razón debemos generar una cultura de
seguridad, como medida de prevención para cualquier ilícito.

Podemos establecer como las más importantes y generales, las si-


guientes:

• Evitar las ostentaciones visuales.

• Evitar las ostentaciones verbales.

• Conducimos con discreción en cualquier ambiente, tiempo y


circunstancia. •

• Mantenerse alerta.

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