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1. El objeto de la dialéctica es “la cosa misma”, pero ésta no se nos manifiesta inmediatamente.
2. Para tener acceso a la cosa, entonces, hay que hacer, además de un esfuerzo, dar un rodeo.
3. Este rodeo del pensamiento consiste en hacer una distinción entre “representación” y “concepto de la
cosa”
4. Estas categorías no son más que dos formas y grados de conocimiento de la realidad; son además dos
cualidades de la praxis humana
5. La actitud que un individuo tiene hacia la realidad es la de un individuo que actúa objetiva y
prácticamente, desplegando su actividad práctica respecto de la naturaleza y otros individuos, persiguiendo
la realización de sus fines e intereses dentro de un conjunto de relaciones sociales.
6. Esto se debe a que la realidad no se nos presenta originariamente en forma de un objeto de intuición,
análisis y comprensión sino como **el campo en el que ejercemos nuestra actividad práctica-sensible.
7. Sobre la base de esta actividad se forma la intuición práctica e inmediata de la realidad, que se nos
revela como un mundo de medios, fines, instrumentos, exigencias y esfuerzos.
7.a. Somos sujetos en situación: a partir de esta intuición práctica e inmediata de la realidad formamos
todo un sistema correlativo de conceptos que captan y fija el aspecto fenoménico de la realidad. Esto es el
sentido común.
7.b. Esta actividad utilitaria inmediata y su sentido común nos ponen en condiciones de orientarnos en el
mundo, familiarizarnos con los objetos y manipularnos, pero no nos permite una adecuada comprensión ni
de los objetos ni de la realidad.
7. c. Shame on you, Descartes.
7.d. Esta actividad práctica es una praxis históricamente determinada, unilateral; es la praxis de los
individuos que está sujeta a la división social del trabajo y, por lo tanto, a una sociedad de clases donde
impera la explotación del hombre por el hombre.
7.e. En esta praxis se forma el ambiente material determina del individuo así como la atmósfera espiritual
que fija de manera espiritual una supuesta verdad de este mundo.
7.f. Se habla, pues, de la relación entre estructura y superestructura con la praxis humana.
8. El conjunto de fenómenos cotidianos, la atmósfera común de la vida, así como esta intuición práctica e
inmediata, penetra en la conciencia de los invididuos y aparecen como algo natural, ya dado (“esdeque es
lo que hay”, “esdeque la naturaleza humana”) y forman el mundo de la pseudo-concreción
8.a. Al mundo de la pseudo-concreción pertenecen:
8.a.1. El mundo de los fenómenos externos, que se desarrollan en la superficie de los procesos realmente
esenciales.
8.a.2. El mundo del traficar y el manipular, es decir, de la praxis fetichizada de los hombres que no
coincide con la praxis crítica y revolucionaria de la humanidad.
8.a.3. El mundo de las representaciones comunes, que son una proyección de los fenómenos externos en la
conciencia de los hombres, producto de la práctica fetichizada y forma ideológica de su movimiento.
8.a.4. El mundo de los objetos fijados, que dan la impresión de ser condiciones naturales, y no son
inmediatamente reconocidos como resultado de la actividad social de los hombres.
¿Por qué es necesario hacer este rodeo para alcanzar “la cosa misma”?
25. El concepto de la cosa es la comprensión de ella y comprender lo que la cosa es significa conocer su
estructura.
26. El rasgo más característico del conocimiento consiste en la descomposición del todo.
27. La dialéctica no llega al conocimiento desde el exterior o complementariamente, ni tampoco ello
constituye una de sus características, sino que el conocimiento es la propia dialéctica en una de sus
formas; el conocimiento es descomposición del todo.
28. “El concepto” y “la abstracción” tienen en la concepción dialéctica el significado de un método que
descompone el todo unitario, para poder reproducir mentalmente la estructura de la cosa, es decir, para
comprender la cosa.
29. El conocimiento se realiza como separación del fenómeno respecto de la esencia, de lo secundario
respecto de lo esencial, ya que sólo mediante tal separación se puede mostrar la coherencia interna y, con
ello, el carácter específico de la cosa.
30. En este proceso no se deja a un lado lo secundario, ni se le separa como algo irreal o menos real, sino
que se revela su carácter fenoménico, o secundario, mediante la demostración de su verdad en la esencia
de la cosa.
31. Esta descomposición del todo unitario, que es un elemento constitutivo del conocimiento filosófico —
en efecto, sin tal descomposición no hay conocimiento— demuestra una estructura análoga a la del obrar
humano, puesto que también éste se basa en la desintegración del todo.
32. Que el pensamiento se mueva de manera natural y espontánea en dirección opuesta al caracter de la
realidad que se nos presenta inmediata se basa en la tendencia de éste hacia la abstracción.
33. Esta tendencia a la abstracción no es una particularidad inherente al pensamiento sino que se deriva de
su función práctica.
34. Toda acción es “unilateral” en la medida que tiene a un fin determinado. Por lo tanto aísla algunos
aspectos de la realidad como esenciales para esa acción mientras deja a un lado otros.
34.a. Mediante esta discriminación se pone de manifiesto que detereminados aspectos son importantes
para cierto fin.
34.b. El pensamiento escine la realidad que aparece como única, interviene en ella y la valora.
35. La tendencia espontánea de la praxis y del pensamiento a aislar los fenómenos y desdoblar la realidad
en lo esencial y lo secundario va acompañada siempre de una percepción del todo igualmente espontánea.
35.a. En esta percepción espontánea del todo son aislados determinados aspectos.
35.b. Esta percepción espontánea del todo aparece para la conciencia ingenua (que se mueve dentro de la
praxis fetichizada y su sentido común) como algo menos evidente, contra-intuitivo o incluso inconsciente.
35.c. El “horizonte” —oscuramente intuido— de una “realidad indeterminada” como todo, constituye el
fondo inevitable de cada acción y cada pensamiento, aunque resulte inconsciente para la conciencia
ingenua.
36. Los fenómenos y las formas fenoménicas de las cosas se reproducen espontáneamente en el
pensamiento cotidiano como realidad (la realidad misma).
36. a. Esto no se debe a que los fenómenos y las formas fenoménicas de las cosas estén más cerca del
conocimiento sensible.
36.b. Esto se debe a que el aspecto fenoménico de la cosa es un producto espontáneo de la práctica
cotidiana.
37. La práctica utilitaria de cada día crea “el pensamiento común” o “sentido común”.
La dialéctica quiere llegar a la comprensión de la realidad, para ello debe confrontar a la ideología
Dinamismo de la dialéctica
44. La dialéctica no considera al conjunto del mundo material cosificado como algo fijo, originario o
independiente.
45: La dialéctica tampoco considea que el mundo de las representación ni el del pensamiento sean algo fijo
tampoco, ni los acepta bajo su aspecto inmediato.
46: La dialéctica somete tanto al mundo material cosificado como al de las representaciones y el
pensamiento a un examen en el que las formas cosificadas del mundo objetivo e ideal se diluyen y pierden
su fijeza.
46.a. La dialéctica, hace que pierdan (el mundo material cosificado y el de las representaciones) su
naturaleza y pretendida originariedad para mostrarse como fenómenos derivados y mediatos; sedimentos y
productos de la PRAXIS SOCIAL DE LA HUMANIDAD.
“Para que el mundo pueda ser explicado ‘críticamente’, es necesario que la explicación misma sea situada
en el terreno de la praxis revolucionaria”
47. La teoría materialista debe emprender el análisis partiendo de esta cuestión: ¿por qué los individuos
han cobrado conciencia de su tiempo precisamente en estas categorías y qué tiempo se muestra a los
individuos en dichas categorías?
47.a. Con tal planteamiento, el materialista prepara el terreno para proceder a la destrucción de la pseudo-
concreción, tanto de las ideas como de las condiciones, y sólo después de esto puede buscar una
explicación racional de la conexión interna entre el tiempo y las ideas.
48. La destrucción de la pseudo-concreción como método dialéctico critico, gracias al cual el pensamiento
disuelve las creaciones fetichizadas del mundo cosificado e ideal, para alcanzar su realidad, es sólo el
segundo aspecto, el reverso de la dialéctica como método revolucionario de transformación de la realidad.
49. Para que el mundo pueda ser explicado “críticamente”, es necesario que la explicación misma
sea situada en el terreno de la praxis revolucionaria.
50. La realidad puede ser transformada renovadamente sólo en la medida en que es creada por
nosotros mismos y en que sabemos que la realidad es producida por nosotros.
51. La diferencia entre la realidad natural y la realidad humano-social estriba en que la humanidad
puede cambiar y transformar la naturaleza, mientras que la realidad humano-social puede
cambiarla revolucionariamente, ya que ella mismo ha producido esta realidad.
52. El mundo real, que está oculto de la pseudo-concreción y que a la vez se manifiesta en ella de manera
inadecuada, no es el mundo de las condiciones reales en oposición a las condiciones irreales sino el
mundo de la praxis humana.
52.a. El mundo real es la comprensión de la realidad humano-social como unidad de la producción y
el producto, del sujeto y el objeto, de la génesis y la estructura.
52.b. El mundo real no es, por tanto, un mundo de objetos “reales” fijos, que bajo su aspecto fetichizado
llevan una existencia trascendente como una variante, entendida en sentido naturalista, de las ideas
platónicas
52.c. El mundo real es el mundo donde las cosas, los significados y las relaciones son considerados
como productos del hombre social y el hombre mismo se revela como sujeto real del mundo social.
52.d. El mundo de la realidad es un proceso en el curso del cual la humanidad y el individuo realizan
su propia verdad, esto es, llevan a cabo la humanización del hombre.
52.e. El mundo real es ese en el que la verdad no está dada ni predestinada, ni está calcada
indeleblemente en la conciencia humana; es el mundo en el que la verdad deviene.
52.e.1. Es por esto que la historia humana puede ser vista como el proceso de la historia de la verdad
52.e.1.a. La destrucción de la pseudo-concreción signigica que la verdad misma se desarrolla y realiza en
la historia.
53. La destrucción de la pseudo-concreción se realiza como:
53.a. Crítica revolucionaria de la praxis de la humanidad que coincide con el devenir humano del
hombre (proceso de humanización del hombre) cuyas estapas clave son las revoluciones sociales.
53.b. El pensamiento dialéctico que disuelve-destruye el mundo fetichizado de la apariencia para
llegar a la realidad y la “cosa misma”.
53.c. La realización de la verdad y la creación de la realidad humana en un proceso ontogénico ya que para
individuo humano el mundo de la verdad es, a la vez, su propia creación espiritual como individuo
histórico social.
53.c.1. Cada individuo debe formarse una cultura y vivir su vida personalmente sin que nadie ni nada
pueda sustituirle.
Conclusión: La destrucción de la pseudo-concreción efectuada por el pensamiento dialéctica implica
la liberación del sujeto (sustituir la “intuición fetichista” por la visión concreta de la realidad) que
coincide con la liberación del “objeto”; puesto que la realidad social de los hombres se crea como
unidad dialéctica de sujeto y objeto.
37.a. En el pensamiento o sentido común se captan tanto la cosa y su aspecto superficial como la técnica
de tratamiento de ella, como forma de su movimiento y existencia.
38. El pensamiento o sentido común es la forma ideológica del obrar humano cotidiano.
38.a. El mundo que se revela al individuo en la práctica fetichizada, en el obrar y manipular está mediado
por la ideología.
38.b. Esta representación de la cosa que se hace pasar por la cosa misma y crea la apariencia ideológica no
constituye un atributo natural de la cosa ni de la realidad.
38.c. Esta representación de la cosa es, más bien, la proyección de determinadas condiciones históricas
petrificadas en la consciencia del sujeto.