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EL CIFRADO ARMONICO
El cifrado surge alrededor de fines del siglo XVI, con el cambio entre lo que se
llamó “prima pratica” y “seconda pratica”, también llamado “stil moderno”. El
renacimiento había priorizado la textura polifónica y el entramado de las voces,
llegando a su máxima expresión en compositores como Luigi da Palestrina, Tomás Luis
de Victoria, Orlando Lasso, entre otros.
Actividad 1:
1500 1520 1540 1560 1580 1600 1610 1620 1640 1660
Cabe aclarar que el bajo continuo (Basso Continuo, Generalbass, BC) podía estar
conformado por un grupo de instrumentos: uno o varios instrumentos armónicos
(órgano, clave, laúd, guitarra barroca, vihuela, archilaúd), sumado a instrumentos de
viento o cuerda graves –no obligatorios- que daban sustento a la melodía (fagot,
violoncello, viola da gamba, violone, contrabajo). Lo que el compositor escribía era una
simple línea (para la mano izquierda de un teclado, los instrumentos melódicos, o las
cuerdas graves de un laúd, por ejemplo), y una cifra que indicaba lo que la mano
derecha o las cuerdas agudas del laúd debían realizar. Es consecuencia de este
tratamiento que todo este “relleno” armónico dependa entonces de la creatividad,
habilidad y conocimiento del continuista.
Veamos un ejemplo de ello en los primeros compases de “La Follia” de Arcangello
Corelli:
Cuando no hay indicación, el acorde está en estado fundamental y debe
completarse con las notas correspondientes a la armadura. La indicación 6 implica
sexta y tercera, aunque la tercera no esté aclarada, pues se considera sobreentendida
(se aclara salvo que la tercera esté alterada). Sí se indica la cuando la sexta está
acompañada de la cuarta. Otros signos importantes, además de las cifras, son las
alteraciones: el sostenido (aquí: X, y que muchas veces indica simplemente que el
acorde debe ser mayor), bemol, y becuadro. Si aparecen solos, indican la alteración de
la tercera; sino, debe aclararse cuál intervalo es el que se altera (por ejemplo: b6)
Actividad 2:
Buscar varias versiones de “La Follia” de Corelli. Atender a que sólo se mantiene
el bajo y la melodía escrita, mientras que la realización del cifrado, sus
ornamentaciones y la cantidad de instrumentos que cumplen el papel de bajo
continuo pueden ser completamente diferentes en cada versión.
.
1
Sánchez, pág. 4.
Durante buena parte del barroco (séptima de dominante), y quien le otorga su
para los mismos efectos armónicos cifrado especial: 7 y sus cifrados
había disparidad de notaciones entre +
los compositores. La primer particulares para cada una de las inversiones.
sistematización e intento de unificación
del cifrado fue hecha por Jean Philippe
Rameau (1683-1764), en su libro Traité
de l’harmonie, reduite à les principies
naturels (publicado en 1772).
Uno de sus mayores aportes fue
reducir el cifrado a los intervalos dentro
de una octava: 10 equivale a 3, y 12
equivale a 5, cuestión que hasta el
momento no estaba unificada por los
compositores. Rameau sostiene que
todos los acordes están compuestos por
una primera, una tercera, una quinta, y
una séptima.
Los acordes consonantes son las
tríadas; a partir de los acordes
cuatríadas los acordes son disonantes.
El acorde triada en estado fundamental
es llamado acorde perfecto; en primera
inversión, acorde de sexta; y en
segunda inversión, acorde de cuarta y
sexta. Aún estando en inversión,
Rameau insiste en que es la “base
fundamental” lo que rige la constitución
de un acorde.
Rameau es también quien habla
del acorde de dominante tonique
Actividad 3:
4
Sánchez, pág. 16
5
Esta denominación de los grados de la escala, empleada por Schönberg (ver apartado más
adelante) es la que utilizaremos en estos apuntes.
Actividad 4
ii V ↓ VI iv V I iii vi I vii° I
El empleo de letras para representar los acordes (lo que hoy llamamos
“cifrado americano” o “cifrado sajón”, es un sistema en el cual las notas o
acordes (según el contexto) reciben letras:
La segunda inversión:
Actividad 5
Actividad 6
Este sistema reúne las ventajas de los dos vistos anteriormente (bajo cifrado y
teoría de los grados). Pero resulta insuficiente, cuando no se tiene el bajo escrito, para
señalar algunos aspectos particulares: cómo cifrar cuando una alteración está en el
bajo? Y aún teniendo el bajo escrito, o todas las notas escritas, no profundiza en
determinar qué “significa” un acorde, qué función cumple en el discurrir armónico de
una pieza. Por esta razón, siguen apareciendo búsquedas alternativas para analizar la
partitura bajo un nuevo sistema sígnico y reflejar sus particularidades.
Do mi sol T Tónica
La do mi Tp Tónica paralela
Sol si re D Dominante
Mi sol si Dp Dominante paralela
Fa la do S Subdominante
Re fa la Sp Subdominante paralela
Re fa# la DD Dominante de la dominante
Sib re fa SS Subdominante de la subdominante
Mi sol# si (D) tp Interdominante de la Tónica paralela
Si re# fa# (D) dp Interdominante de la Dominante paralela
La do# mi (D) sp Interdominante de la Subdominante paralela
Como vemos, este sistema intenta establecer un análisis armónico que sea
factible de aplicar a toda tonalidad, ubicando los acordes como funciones dentro de esta
tonalidad, y además describiendo su estructura con el uso de mayúsculas y minúsculas.
Además de la denominación funcional, Riemann utiliza en sus textos un complejo
sistema propio llamado “clave armónica”, con variados signos para representar las
diversas posibilidades armónicas.
Actividad 7
Arnold Schönberg (1874 – 1951), compositor y teórico, nos legó dos importantes
textos relativos a la armonía: Harmonielehre (Tratado de Armonía, 1911) y Structural
Functions of Harmony (Funciones estructurales de armonía, publicado en 1954),
escrito durante su estadía en Estados Unidos, país al que había emigrado en 1933. En
su Tratado de Amonía, Schönberg no utiliza la simbología de Riemann: en muchos
casos no utiliza sistema de cifrado alguno, y cuando lo hace, utiliza la teoría de los
grados, con escaso uso de las cifras arábigas. 6 Afirma en este texto que una tonalidad
se expresa como tal cuando es contrastada por otra u otras, pero estos contrastes no
hacen sino confirmar la primacía de la tonalidad principal: “es mejor – y posible-
considerar todos los procesos armónicos que tienen lugar en el interior de un periodo
musical como derivados de un único centro”. 7 La idea de monotonalidad 8 y de
regiones es desarrollada en Funciones estructurales de la armonía. Sostiene allí que:
6
Una posible explicación de esta ausencia es que Schönberg se interesa más en una
enseñanza de la armonía basada en la sucesión de fundamentales, más que en la conducción
de las voces
7
Schönberg, Tratado de Armonía, pág. 323
8
Es interesante observar esta desde la propuesta del compositor y teórico Heinrich Schenker
(1868 – 1935). Schenker desarrolló un complejo sistema de análisis musical basado en la idea
de que en la música existe un centro constituido por la tónica principal, y que toda la música de
la pieza transcurre acercándose o alejándose de ese centro. El autor distingue en su método
tres niveles esenciales a los que puede reducirse una obra tonal: un nivel subyacente o
estructura fundamental, un nivel medio y uno superficial. Para una sintética introducción al
análisis schenkeriano puede consultarse: Borges, Ana Lía. Análisis comparado de propuestas
metodológicas de análisis musical. Trabajo de adscripción a la cátedra de Análisis y Morfología
Musical (Titular: María Inés García). Mendoza, 2002, inédito.
dentro de aquella tonalidad. La monotonalidad incluye la modulación (…)
Pero considera estas desviaciones como regiones de la tonalidad,
subordinadas al poder central de una tónica. Así se consigue la
comprensión de la unidad armónica dentro de una pieza” 9
Tónica
I
subdominante dominante
IV V
submediante mediante
VI III
subtónica supertónica
bVII II
9
Schönberg, Funciones estructurales de la armonía, págs. 39 y 40.
Actividad 8
Del mismo modo que Schönberg, Piston trabaja con el concepto de Dominante
con fundamental omitida para los acordes sobre el 7mo. de melodía con estructura
disminuida (ya sea con séptima menor o con séptima disminuida), pues los considera
como el estrato superior de un acorde de 9na de dominante. Sólo en este caso el VII
recibe el nombre de “sensible tonal”. Utiliza también signos como + y - para
representar de manera genérica las situaciones de ascenso y descenso.
Actividad 9:
Podríamos sintetizar que hay varios tipos de cifrado: el bajo cifrado, la teoría de
los grados, el cifrado americano y la teoría funcional, que por otra parte no están
completamente unificados entre los diversos teóricos. Debido a que, como decíamos
inicialmente, estos sistemas son una traducción, en el sentido de que pasan de un
sistema sígnico (la notación musical) a otro (números arábigos, números romanos,
letras, y otros), todos adolecen de algún modo de una pérdida implícita en toda
traducción. Algunos representan más cabalmente la estructura del acorde, otros la
función, otros, la relación con la tónica, otros, la interválica respecto del bajo, y en tanto
son sistemas parciales y de algún modo complementarios, resulta conveniente conocer
varios tipos.
Junto con la complejización de la armonía y el abandono del sistema tonal, los
tipos de cifrado fueron también tornándose más engorrosos, llegando a punto tal que en
algunos ejemplos resulta casi imposible la descripción. Finalmente, con el término de la
llamada “práctica común”, el análisis de la música del siglo XX se ajusta más bien a las
características individuales de cada compositor, diseñando nuevas herramientas.
Bibliografía: