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KEVIN DANIEL SÁNCHEZ GARCÍA

MATRÍCULA: A01684300

ILEGALIDAD O INSEGURIDAD, UN DILEMA PARA LAS TIENDAS DE CONVENIENCIA DE MONTERREY

Entre 2006 y 2009 incrementaron el índice de pandillas pasando de 1600 a 2300 grupos lo que equivale a
un 45% de aumento.

El índice de pandilleros también aumento, aunque no directamente proporcional a la tasa de crecimiento


de grupos pandilleros. Este índice refleja que en el año 2007 había 11319 pandilleros. Este paso en el año
2010 a 35000 suponiendo un incremento del 300%

Una de las posibles causas del crecimiento de este fenómeno es que Monterrey ha presentado en el 2009
un crecimiento vasto de polarización social en el que el 40% de la población se ve sumido en alguna
situación de pobreza, mientras que solo un 10% de la población concentra el 85% de la riqueza de la
ciudad. Esta situación pudo haberse presentado por diferentes razones. Una de las cuales pudiera haber
sido la ruptura de modelos familiares, consumo de drogas y disminución de los ingresos económicos en
los hogares.

Este tipo de situaciones en Monterrey conllevó una subcultura que se caracterizó por el alarde de los
bienes de lujo lo que era un atractivo a los jóvenes al querer adquirir esos lujos de una manera rápida y
desordenada y la forma en que veían esa obtención era a través de los grupos pandilleros.

El tema de las pandillas en Monterey y zonas aledañas ha afectado el negocio de las tiendas de
conveniencia a través de asaltos a mano armada a sus establecimientos generando pérdidas en el negocio
y afectando a sus empleados y líderes de tiendas.

Parte de la solución que han planteado ciertos líderes de tiendas es pagar su seguridad a pandillas a
cambio de especies: Vino, cerveza y cigarrillos.

Las soluciones por parte de la empresa para combatir los actos delictivos en sus tiendas y contra sus
empleados fueron las siguientes:

 Las ventas nocturnas (horario en el que se movilizaban más las pandillas) se hacían por ventanilla.
Sin embargo; esto no logró reducir el número de asaltos en las tiendas.
 Se hizo un análisis estadístico de los robos encontrando las siguientes conclusiones: 65% de la
mercancía robada eran tarjetas telefónicas de celular. 20% de los robos eran vinos y licores. El
restante eran cigarrillos

Con base en el análisis muestral anterior la empresa opto por tomar decisiones como:

 Dejar de vender tarjetas telefónicas de alto valor e implementar la venta de tiempo al aire por vía
electrónica.
 Disminución del efectivo en las cajas registradoras instalando una caja fuerte para depositar todo
el dinero en efectivo que superase el valor equivalente a 100 USD en las cajas registradoras.
 Promoción de pago con tarjeta débito y crédito a través de la instalación de terminales bancarios
en el 2009.
 Instalación de circuito cerrado de televisión.
 Capacitación a los líderes de las tiendas y sus respectivos equipos de trabajo promocionando el
mensaje que la integridad física de las personas con la filosofía de “Si el ladrón quiere llevarse una
botella, dale dos”
 En el año 2009 la empresa creó el departamento de desarrollo comunitario con la clara intención
de mejorar las relaciones en las comunidades donde se encontraban sus tiendas a través de
proyectos de vecinos en alerta, capacitándolos para identificar situaciones sospechosas,
involucrando a los jóvenes pandilleros en las mejoras de las áreas comunes de sus colonias. Sin
embargo, sin el apoyo de las autoridades locales ni del gobierno este programa no dio resultado.

Juan Martínez el líder de una de las tiendas de conveniencia que se encuentra en una zona de conflicto
entre pandillas.

Juan Martinez recibió una oferta de protección a cambio de un pago semanal en especie que conlleva
cierta cantidad de cigarrillos y licores (cerveza). El problema radica en si Juan Martinez debe aceptar esa
oferta de protección lo que conllevaría a estar cometiendo un acto delictivo al patrocinar la ilegalidad de
las pandillas que existen en la zona; o por el contrario; denunciar este acto de extorsión ante las
autoridades y poner en marcha los programas sociales que la empresa de las tiendas de conveniencia han
creado, con el riesgo que la solución tal vez no llegue nunca y los actos delictivos provocados por las
pandillas de la zona afecten su seguridad física y la de su familia.

Según un estudio realizado en Colombia en el año 2009 señalan que solo en Bogotá Medellín y Cali podría
haber unos 22mil jóvenes inmersos en actividades delincuenciales.

Un informe de la Personería de Medellín las comunas más afectadas por las Pandillas son la 1,2,4,8 y 13
El promedio de atención a los diferentes programas de apoyo a la juventud por parte de la alcaldía de
Medellín es de 1000 jóvenes. Sin embargo; el 20% deserta y vuelven a las actividades delictivas.

En Bogotá según los estudios se estima que existen más de 1200 pandillas que agrupan a casi 19mil
jóvenes. Solo en 2004 la cifra era de 15mil personas en las diferentes bandas.

En Cali existe un fenómeno inusual y es la alta participación de menores de edad en las pandillas. “Estudios
del Observatorio Social de la Secretaría de Gobierno de Cali, desde 2006, estiman la existencia de unas
200 pandillas integradas por dos mil jóvenes entre los 9 y los 25 años de edad vinculadas a robos y
homicidios”

Combatir las pandillas con mano dura no es la única solución ya que a pesar de políticas implementadas
por el Gobierno Colombia como por ejemplo la Ley 1098 de 2006 nacieron el “Código de Infancia y
Adolescencia” y el Sistema Penal para Adolescentes que permiten privarlos de la libertad, lo que hacen
los jóvenes al entrar a estas instituciones carcelarias es la conformación de grupos que le permiten
obtener poder en esas instituciones estableciendo zonas fronterizas con otras pandillas.

De acuerdo con estudios realizados por el Ministerio de Justicia en Colombia muestra su preocupación
sobre este tipo de instituciones ya que, al formular castigos como el Aislamiento, la incomunicación o el
aplazamiento de visitas familiares no garantizan una adecuada reinserción a la sociedad además de la falta
de proyectos que permitan la capacitación de estas personas para desempeñar tareas productivas para la
sociedad.
La solución a este problema no es tan sencilla de formular y menos en el corto plazo. Ya que es necesario
desarrollar una estrategia que pueda abarcar los siguientes pilares:

1. Dialogo con las Pandillas:


Es imperativo conocer las necesidades más prioritarias de la comunidad, en especial de los
jóvenes para entender mejor la problemática y más aún su posible solución. Para esto será
necesario incentivar charlas comunales, talleres con los jóvenes que les permitan obtener una
visión diferente respecto a la vida y lo más importante que entiendan el daño que están causando
no solo a la sociedad en la cual viven sino también a sus propias familias y ellos mismos. También
será importante involucrar las familias e intentar mediante programas psicológicos y sociales
mejorar las relaciones entre sus miembros para que juntos puedan salir adelante lo que tendría
como posible efecto la reducción de los índices de pobreza.
“La familia es el eje fundamental a la solución contra la violencia urbana”
2. Planes de Reinserción Social:
Desarrollar planes que permitan a los ex pandilleros retomar su vida en el ámbito social mediante
programas que garanticen la utilidad de sus habilidades, conocimientos para el mejoramiento de
su sociedad. Para esto el gobierno y las autoridades locales con el patrocinio de la empresa
privada deberán plantear procesos de “Desintoxicación de drogas a través de fundaciones sin
ánimo de lucro, Capacitación en diferentes áreas del conocimiento con el respaldo de entidades
públicas en materia de educación y su posterior reintegro social con apoyo del Ministerio del
Trabajo y entidades que promuevan la generación de PYMES que subsistan en el reingreso de los
ex pandilleros a la vida social.
3. Reenfoque en el Modelo de Desarrollo Local:
El apoyo de las autoridades y del gobierno nacional será prioritario en este punto de la estrategia
para combatir el fenómeno de las pandillas ya que a través de las políticas públicas deberá analizar
diferentes variables como: Presupuesto, estrategias que le permitan al Estado resolver, prevenir,
anticipar la violencia juvenil. Además, deberá formular parámetros para combatir la situación de
desprotección o vulnerabilidad de las comunidades más necesitadas.

De acuerdo con un estudio realizado en el año 2017 por el Ministerio de Justicia de Colombia existen tres
tipos de políticas que son imperativas de implementar para apoyar a los jóvenes y sus familias:

a. Políticas con Impacto directo en la población joven: Abarca políticas como de Primer Empleo,
capacitación para el trabajo o para la educación superior.
b. Políticas de impacto indirecto en la población joven, como integrantes de hogares y de familia:
Involucra los programas de educación en todos los grados de seguridad social o de justicia.
c. Políticas con impacto en sectores amplios de población y, por extensión, en jóvenes: Incluye la
inclusión de los jóvenes a programas como: Adquisición de vivienda, acceso a servicios públicos,
proyectos de mejoramiento vial y alumbrado público, seguridad y transporte.
4. Apoyo de las Autoridades y del Gobierno Local:
Las empresas privadas cuentan con un soporte económico importante para el mejoramiento de
la situación económica, laboral y social de las comunidades. Por tanto, es importante que el
Gobierno y las autoridades locales garanticen el apoyo a los diferentes planes de acción que las
empresas formulan ya que estás al estar localizadas en las diferentes ciudades y regiones de un
país son parte del problema y a la vez de la solución.
BIBLIOGRAFÍA:

 Bosch Astrid/ Vanegas Gildardo / González Jesús Darío / López José Nicolás (2017) Pandillas
Juveniles en Colombia: Aproximaciones Conceptuales, expresiones urbanas y posibilidades de
intervención. Bogotá, Colombia Ministerio de Justicia y del Derecho
 2016 Las Pandillas Mortales que Atemorizan las ciudades Bogotá Colombia Revista Semana
 Álvarez Ruben Darío (2014) Solución a Pandillas, trabajo en equipo Cartagena de Indias, Colombia,
Periódico El Heraldo

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