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El principio que rige el contenido del testamento es la "plena libertad de testar", que
implica que el testador puede nombrar a los herederos que quiera, siempre y cuando
tengan personalidad y sean "identificables". En
La adquisición de la herencia requiere la aceptación por parte del heredero. Esto sirve
tanto para la sucesión intestada como para la testamentaria. La sucesión testamentaria
corresponde cuando media testamento válido de acuerdo con las formalidades de ley.
NOTA: la ley exige que la persona que tenga en su poder un testamento TIENE el deber
de presentarlo ante al juez competente (o notario hábil), tan pronto conozca de la muerte
del testador. Si se refiere a un testamento en donde existe acuerdo de todos los
herederos, se podrá entregar al notario que ellos mismos designen para la formación o
el inicio de un proceso sucesorio extrajudicial.
Si el proceso continúa sin ninguna oposición, dentro de los tres días hábiles a la junta, el
juez reconoce como herederos y legatarios, en su caso, a las personas que están
nombradas.
Existe la posibilidad de alguien IMPUGNE la validez del testamento o la "capacidad legal"
de algún heredero o legatario (legatario es la persona que recibe un bien en particular),
en este caso la CONTROVERSIA deberá discutirse en JUICIO ORDINARIO (tomar nota:
conlleva muchísimo tiempo).
LA HERENCIA.
La acepción amplia, sin duda la más propia, quiere manifestar que el derecho presta al
conjunto de relaciones activas y pasivas que han quedado vacantes por la muerte de su
titular el tratamiento de una cierta unidad patrimonial, a fin de que se pueda hacer efectiva
sobre los bienes que la componen la responsabilidad por las deudas que también en ella
se integran.
En este sentido puede afirmarse que los bienes relictos están, en primer lugar, afectos
al pago de las obligaciones relictas y sólo en segundo lugar destinados a engrosar el
patrimonio de los herederos y legatarios.
Forman parte de la herencia todos los derechos patrimoniales, así como las deudas que
pertenecieron al causante, pero también las acciones de reparación de daños referidos
al honor, libertad e integridad física del causante, el ejercicio de algunos derechos
morales de la propiedad intelectual y ciertos derechos que aún siendo personalísimos
mantienen efectos reflejos que no se extinguen con la muerte de su titular.
La herencia se denomina yacente cuando está ya diferida, pero aún no ha sido aceptada
por el heredero.
Se denomina herencia aceptada cuando el heredero ha expresado su voluntad de
hacerla suya, y vacante, cuando ha sido renunciada por la persona que tuviese derecho
a ella.
HEREDERO
El Artículo 935 del Código Civil establece: "El testamento es un acto puramente personal
y de carácter revocable, por el cual una persona dispone del todo o de parte de sus
bienes, para después de su muerte".
El testamento es un acto formal y solemne por el cual una persona declara su última
voluntad disponiendo de todos sus bienes o de parte de ellos y ordenando cuantas
cuestiones familiares y personales deban ser atendidas tras su muerte.
ES UN ACTO JURÍDICO
Esta característica se deduce de la lectura del Artículo 935 del Código Civil, por cuanto
el testamento se otorga en contemplación al hecho de la muerte y para desplegar efectos
después de ella.
UNILATERAL
En el Código Civil la voluntad testamentaria tiene que ser estrictamente individual, siendo
realizado el testamento solamente por el testador, sin que esté permitido que dos o mas
personas testen simultáneamente, es decir en el mismo acto.
FORMAL
SOLEMNE
PERSONALÍSIMO
Lo que se prohíbe es que la voluntad de una persona distinta del testador integre la
voluntad, contribuya a determinar las reglas que deben regir la sucesión, esto es, el poder
para testar, mediante la designación de comisario o mandatario.
REVOCABLE
Esta revocabilidad esencial del testamento supone pues que el testador es libre para
revocar su testamento abierto. Libertad que es además irrenunciable e ilimitable, ni por
tercero, ni por el propio testador.
CAPACIDAD PARA TESTAR
El testamento como acto de voluntad requiere que su autor posea la aptitud natural de
inteligencia y voluntad, suficiente como para realizar un acto libre y consciente.
Por eso no todos los seres humanos poseen capacidad para testar, en la medida en que
se hallen naturalmente impedidos para realizar el acto de voluntad que el testamento es.
En este punto el Artículo 934 del Código Civil establece una regla general: ’’Toda persona
capaz civilmente puede disponer de sus bienes por medio de testamento a favor de
cualquiera que no tenga incapacidad o prohibición legal para heredar’’.
La incapacidad es el hecho por el cual una persona no es apta para otorgar testamento,
es decir, no puede testar.
En este sentido el que no esté en su capacidad volitiva y mental no puede testar, por el
hecho de no comprender lo que pueda firmar y por la razón de no estar consciente de
sus actos. Cuando la persona no se encuentra con el pleno conocimiento de causa o en
su facultad mental lúcida no puede otorgar testamento, al igual que cuando la persona
no se encuentra en su capacidad volitiva, es decir, de plena voluntad, no podrá otorgar
testamento, ya que el mismo es anulable si se prueba que el momento de testar no se
encontraba en plena capacidad para otorgar testamento.
CLASES DE TESTAMENTO
La doctrina y la historia del derecho civil presenta varios puntos de vista respecto a las
clases de testamentos, pero llegan al final, a clasificar los testamentos en: comunes y
especiales
El abierto y el cerrado
c) La presencia de dos testigos que reúnan las calidades que exige la ley.
(instrumentales).
f) Que el testamento se lea clara y distintamente por el testador o la persona que él elija;
y se averigüe al fin de cada cláusula, viendo y oyendo al testador, si lo contenido en ella
es la expresión fiel de su voluntad.
g) Que si el testador no habla el idioma español intervengan dos intérpretes elegidos por
él mismo para que traduzcan sus disposiciones en el acto de expresarlas.
i) Que, si el testador no sabe o no puede firmar, ponga su impresión digital y firme por él
un testigo más que deberá reunir las mismas calidades de los testigos instrumentales.
EL TESTAMENTO COMÚN CERRADO
Puede este testamento definirse como aquel que el testador sin revelar su última
voluntad, manifiesta en presencia del notario y de los testigos que han de autenticar el
acto, que aquella se haya contenida en el pliego cerrado y sellado que al efecto presenta.
El escrito por el testador, o por otra persona en su nombre, y que bajo cubierta cerrada
y sellada, que no puede abrirse sin romperse, es autorizado en el sobre escrito por el
notario y los testigos en forma legal.
En el testamento cerrado el testador, sin revelar su última voluntad, declara que ésta se
haya contenida en el pliego que presenta al notario que ha de autorizar el acto. Es un
testamento de contenido secreto y otorgamiento público.
Nuestro Código Civil en el Artículo 959 contempla que en el testamento cerrado se deben
observar las solemnidades pertinentes prescritas para el testamento abierto y además
las siguientes:
d) Extendida y leída el acta, la firmarán el testador, los testigos, los intérpretes si los
hubiere y la autorizará el notario con su sello y firma.
En el mismo cuerpo legal se establece que no pueden hacer testamento cerrado el ciego
y el que no sepa leer y escribir, según el Artículo 960.
Por otra parte en el Artículo 961 establece que los que no puedan hablar pero sí escribir,
podrán otorgar testamento cerrado, pero tanto el testamento como el acta de la plica
deberán ser escritor y firmados de puño y letra del testador.
Del análisis del Artículo 957 del Decreto-Ley 106, Código Civil, inferimos que el ciego
puede otorgar testamento abierto, conforme a las solemnidades que se observan para
los testamentos comunes; como formalidades adicionales se encuentran: la intervención
de tres testigos –uno más de los dos estipulados para el testamento abierto– y la doble
lectura, en voz alta, del testamento. Textualmente expresa “En el testamento del ciego
debe intervenir un testigo más de los que se requieren para el testamento abierto, será
leído en alta voz dos veces, la primera por el notario autorizante, y la segunda, por uno
de los testigo elegidos al efecto por el testador. Se hará mención especial de esta
circunstancia”.
TESTAMENTOS ESPECIALES
“Los testamentos excepcionales enfrentan dos elementos para su validez como lo son: -
Su protocolización, que los eleva a escritura pública. - La caducidad de las
manifestaciones de última voluntad si no ocurren los elementos excepcionales que les
caracterizan por lo que siempre es necesaria la declaración oficial para la autorización
definitiva de un testamento de ese tipo”.
Características esenciales.
1. No interviene notario
2. Se da en circunstancias apremiantes
3. Son Temporales
los testamentos especiales son los siguientes; Testamento del sordo y del ciego,
testamento militar, testamento marítimo, testamento en lugar incomunicado, testamento
del preso, testamento del extranjero.
Como su nombre lo indica, los testamentos especiales son aquellos en que para su
otorgamiento no se observan todas las formalidades establecidas para los testamentos
en general; y ello es en razón de que no siempre el testador, por circunstancias del
momento, está en posibilidad de otorgar sus disposiciones de última voluntad
ajustándose a las exigencias legales establecidas para los testamentos comunes o tipos,
porque sería injusto negar el ejercicio del derecho a disponer de sus bienes, por medio
del testamento, a las personas que se hallen bajo tales circunstancias.
EL TESTAMENTO MILITAR
Formalidades. Respecto a las personas que pueden otorgar esta clase de testamento, el
Artículo 965 del Código Civil establece: “Los militares en campaña, rehenes, prisioneros
y demás individuos empleado sea del ejército o que sigan a este, podrán otorgar
testamento abierto ante el oficial bajo cuyo mando se encuentren. Es aplicable esta
disposición a los individuos de un ejército que se halle en país extranjero”. Respecto de
las personas ante quienes puede otorgarse el testamento militar, el Artículo 965,
preceptúa tres posibilidades: 1) En campaña, ante el oficial que esté al mando
EL TESTAMENTO MARÍTIMO
Este puede ser abierto o cerrado y lo otorgan quienes vayan a bordo durante un viaje
marítimo, haciéndose dos distinciones:
Formalidades. Respecto de las personas que pueden otorgar esta clase de testamento,
de conformidad con el Artículo 967 del Código Civil, podrá otorgar esta modalidad de
testamento cualquier persona, capaz, que vayan a bordo en una nave durante un viaje
marítimo. Respecto de las personas ante quienes puede otorgarse, el mismo Artículo
preceptúa dos posibilidades:
El Artículo 967 estipula que puede otorgarse el Testamento Marítimo en las modalidades
de testamento abierto o cerrado, en cualquiera de las modalidades es nula toda cláusula
que tienda a favorecer a cualquier persona que ejerza autoridad a bordo del buque, salvo
que se trate de un pariente del testador, según lo expresa el Artículo 970 del Código Civil.
Se puede otorgar ante el juez local auxiliándose de dos testigos que sepan leer y escribir,
quienes se deben encontrar en el lugar motivo de epidemia.
Formalidades. El Artículo 971 del Código Civil, Decreto-Ley 106, que regula el
Testamento en Lugar Incomunicado, indica: “Los que se hallen en lugar incomunicado
por motivo de epidemia, podrán testar ante el juez local y en presencia de dos testigos
que sepan leer y escribir”. Este único Artículo nada regula respecto de la modalidad de
otorgamiento del testamento en referencia, consideramos que puede hacerse tanto en
forma abierta como cerrada. Respecto de las formalidades a realizarse posteriormente
al otorgamiento, ante el silencio de la ley, consideramos que regirán supletoriamente las
mismas reglas observadas para otros testamentos especiales; tras el fallecimiento del
testador el juez ante el cual se otorgó el testamento lo “remitirá al Juez del último domicilio
del difunto. En caso de que éste no fuere conocido y habiéndose otorgado ante Juez de
Paz, deberá remitir el testamento al Juez de Primera Instancia jurisdiccional, para que,
de oficio, cite a los herederos y demás interesados en la sucesión; luego dispondrá lo
relativo a su formalización y protocolación en la forma correspondiente, según el Artículo
477 del Código Procesal Civil y Mercantil, referido anteriormente.
Puede otorgarse en caso de necesidad ante el jefe de la prisión y pueden ser testigos
los detenidos o presos, siempre que sepan leer y escribir.
Este único Artículo nada regula respecto de la modalidad de otorgamiento del testamento
en referencia, consideramos que puede hacerse tanto en forma abierta como cerrada.
Respecto de las formalidades a realizarse posteriormente al otorgamiento, ante el
silencio de la ley, consideramos que regirán supletoriamente las mismas reglas
observadas para otros testamentos especiales; tras el fallecimiento del testador, el jefe
de la prisión en donde se encontraba detenido y ante el cual otorgó el testamento lo
“remitirá al Juez del último domicilio del difunto”.
No siéndole conocido el domicilio del difunto, deberá remitir el testamento a cualquier
Juzgado de Primera Instancia del Ramo Civil del departamento de Guatemala, para que,
de oficio, cite a los herederos y demás interesados en la sucesión; luego dispondrá lo
relativo a su formalización y protocolización en la forma correspondiente, según el
Artículo 477 del Código Procesal Civil y Mercantil, referido anteriormente.
El Artículo 972 del Decreto-Ley 106, Código Civil, señala que “Si el testador se halla
preso podrá en caso de necesidad, otorgar testamento ante el jefe de la prisión”, nuestra
normativa no estipula que se deberá entender por “caso de necesidad” por lo que
tampoco queda claro el momento en que se empiezan a contar los 90 días de vigencia
del testamento especial del preso.
Estas figuras especiales de testamento las encontramos reguladas en los Artículos del
965 al 976 del Código Civil.
NULIDAD, ANULABILIDAD, REVOCACIÓN, FALSEDAD Y CADUCIDAD DE LAS
DISPOSICIONES TESTAMENTARIAS
Se entiende que son nulos: los actos jurídicos otorgados por personas incapaces a causa
de su dependencia de una representación necesaria; los otorgados por personas
relativamente incapaces en cuanto al acto, o que dependiesen de la autorización del juez
o de un representante necesario; los otorgados por personas a quienes la ley prohíbe el
ejercicio del acto de que se tratare, y aquellos en que los agentes hubiesen procedido
con simulación o fraude presumido por la ley, o cuando estuviere prohibido el objeto
principal del acto; cuando no tuviese la forma exclusivamente ordenada por la ley; o
cuando dependiese para su validez de la forma instrumental y fuesen nulos los
respectivos instrumentos. La nulidad se entiende que es siempre de pleno derecho,
porque no necesita ser reclamada por parte interesada; […] Y puede la nulidad ser
completa, cuando afecta a la totalidad del acto; o parcial, si la disposición nula no afecta
a otras disposiciones válidas, cuando son separables.
Si bien el Artículo 978 del Código Civil, Decreto Ley 106, hace referencia al fraude, no
existe en la citada normativa la definición de dicha figura o de supuestos de la misma;
sin embargo, ante la falta de una definición legal, aportamos la consignada por Brañas
como “engaño, inexactitud consciente, abuso de confianza, que produce o prepara un
daño, generalmente material”
Caducar, según Ossorio es, “perder su efecto o vigor, por cualquier motivo, alguna
disposición legal, algún instrumento público o privado o algún acto judicial o
extrajudicial”208. “En relación al derecho sucesorio, puede decirse que la caducidad
consiste en que, al ocurrir el o los motivos previstos en la ley, el testamento o una
disposición testamentaria, pierde su eficacia, se vuelve ineficaz”
El Decreto-Ley 106, Código Civil, dispone tanto de circunstancias en las que caduca la
disposición testamentaria como casos en que no; en torno a las primeras, en su Artículo
981, prescribe que “Caduca la disposición testamentaria en que se deja algo bajo
condición, si el heredero o el legatario a que se refiere muere antes de que se verifique”.
El Artículo 992 del Código Civil, por su parte, establece que “En todos los casos en que
caduque o pierda su efecto la institución de heredero, pasará la herencia a los herederos
legales”. En lo que respecta a la “caducidad” de los testamentos especiales el Artículo
973 citado en la sección precedente y que textualmente dice: “los testamentos especiales
a que se refieren los Artículos anteriores, solo son válidos si el testador muere durante
la situación a que dichos Artículos se refieren o dentro de los noventa días posteriores a
la cesación de ella”.
Los casos en que, de conformidad con el Código Civil, no caducan las disposiciones
testamentarias, son las estipuladas en los Artículos 989 y 990: el primero establece que
“No caduca la disposición testamentaria si el testador ha nombrado heredero substituto
para el caso en que el heredero instituido muera antes que él, o no quiera, o no pueda
aceptar la herencia”. El segundo estipula que “No caduca la herencia ni el legado que se
deja desde día cierto o desde tiempo determinado, aun cuando el heredero o el legatario
mueran antes de haber llegado el día o vencido el tiempo que fijó el testador”.