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EL FASCISMO ITALIANO (1919-1945)
Con la reforma del sistema electoral, previa a la guerra, crecieron los dos principales partidos
de masas, el Socialista y el Popular y fue una tendencia hasta el ascenso del Fascismo, evidente
a partir de 1920, los hechos que contribuyeron a ello fue la intervención violenta en el ámbito
rural de los escuadristas y el espacio político que el primer ministro Giolitti concedió a
Mussolini a través de la alianza electoral en 1921.
Cada domingo los grupos de Squadristi (camisas negras) se concentraban en algún pueblo,
destruían las sedes de cooperativas y los sindicatos obreros. La porra y el aceite eran los
recursos dilectos de los fascistas, quienes también en ciertas ocasiones solían emplear las
armas de fuego, y el gobierno liberal fue cómplice ya que estos crímenes quedaban en la
impunidad, con estas acciones se fueron ampliando las bases del Fascismo, ya que se ganó el
apoyo de los propietarios rurales, especialmente del campesinado medio. Luego de las
elecciones de 1921 el Duce gano respetabilidad política y los fascistas dejaron de estar en la
periferia de la escena política.
Frente a la violencia en las calles (que el propio Fascismo fomentaba) y la creciente debilidad
del grupo gobernante, los fascistas decidieron organizar la Marcha sobre Roma para ingresar
al gobierno. Ante esta crisis política, los ministros renunciaron y el monarca Victor Manuel III,
pidió a Mussolini que formase un nuevo gobierno, el Duce se puso al frente de un gobierno de
coalición, en donde la izquierda estaba excluida. No hubo golpe de estado, ni éxitos
electorales, los fascistas llegaron al gobierno de la mano de los notables, los militares y la
monarquía. Hasta 1925 Mussolini no fue más que el primer ministro de una monarquía
semiparlamentaria, y la vida pública siguió funcionando bajo una cierta apariencia de
normalidad. La política económica no se apartó del liberalismo y favoreció el libre juego de la
iniciativa privada a través de las privatizaciones. No obstante, se dieron las primeras medidas
destinadas a fortalecer al partido Fascista, se creó un gran consejo fascista como órgano
consultivo paralelo al parlamento, también todas las unidades paramilitares como los camisas
negras, fueron integradas a una milicia de seguridad nacional.
En 1924 Mussolini continuo avanzando sobre el Estado liberal, con una nueva ley electoral; en
junio del mismo año el diputado socialista Giacomo Matteotti denuncio a Mussolini en el
parlamento, posteriormente fue secuestrado y asesinado. El fascismo ocupo el banquillo de los
acusados y tras un breve periodo de protestas en el parlamento por parte de los partidos
opositores, el Duce pidió al rey que disolviera la asamblea legislativa, con las medidas
aprobadas entre 1925 y 1928 se consumó la dictadura. El jefe de gobierno dejo de ser
responsable de su gestión ante el parlamento, todos los partidos políticos fueron disueltos y
quedo suprimida la prensa opositora, así también se creó un tribunal especial para juzgar
crímenes contra el estado y los llamados “delincuentes políticos” podían ser deportados.
Tras una primera etapa liberal, desde 1925 la política económica se orientó hacia la
intervención y el proteccionismo. En 1927 se aprobó la Carta de Trabajo, que instauro un
sistema corporativo que propugnaba la armonía entre las clases sociales, mediante una
organización de representantes de las empresas, y de los sindicatos fascistas, con el objetivo
de pautar la marcha de la economía y regular las relaciones laborales bajo la supervisión del
estado. El derecho a huelga fue suprimido y los sindicatos libres sustituidos por las
corporaciones fascistas obligatorias. Se impulsó la fascistizacion de la sociedad a través del
sistema educativo y de la creación de organizaciones fascistas dirigidas a encuadrar tanto la
juventud como a las mujeres y a los trabajadores.
En líneas generales la masa del pueblo italiano acepto el nuevo régimen, pues para muchos la
paz pública, el relativo bienestar económico y una política exterior que satisfacía el orgullo
nacionalista compensaban la perdida de libertades y las arbitrariedades fascistas.
La crisis del 29 provoco la desconfianza ante los sistemas liberales. Estos no resultaron capaces
de afrontar la crisis económica y social generada por la guerra. Si bien el sistema logro
mantenerse en algunos países (Inglaterra y Francia), otros (España y Italia) experimentaron
cambios politos que provocaron la transición hacia regímenes políticos de corte autoritario.
Pero el país en el que tuvo consecuencias más graves fue Alemania.
EL NAZISMO ALEMAN