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A partir de lo anterior podemos formular una definición de cultura y, sobre todo, de lo popular. En primer lugar, debemos destacar el carácter claramente colectivo de la cultura. No importa si se habla de cultura popular, oficial, urbana, o cualquier otro adjetivo que se desee añadir, la cultura es, siempre y necesariamente, algo colectivo.
A partir de lo anterior podemos formular una definición de cultura y, sobre todo, de lo popular. En primer lugar, debemos destacar el carácter claramente colectivo de la cultura. No importa si se habla de cultura popular, oficial, urbana, o cualquier otro adjetivo que se desee añadir, la cultura es, siempre y necesariamente, algo colectivo.
A partir de lo anterior podemos formular una definición de cultura y, sobre todo, de lo popular. En primer lugar, debemos destacar el carácter claramente colectivo de la cultura. No importa si se habla de cultura popular, oficial, urbana, o cualquier otro adjetivo que se desee añadir, la cultura es, siempre y necesariamente, algo colectivo.
Reporte sobre la visita al Museo de las Culturas Populares
El pasado 2 de octubre, con la finalidad de elaborar un trabajo para la asignatura de Estética
I, visité el Museo de las Culturas Populares en compañía de mi novia. Grande fue nuestra sorpresa al enterarnos de que la mayoría de las salas de exposición se encontraban cerradas, habiendo disponible únicamente una exhibición sobre el Punk y el Metal. He de confesar que no soy particularmente afín a estos dos géneros musicales, aún cuando durante mi adolescencia, mientras cursaba la secundaria, no sólo llegué a escuchar algunas bandas de Heavy Metal, sino que incluso toqué canciones pertenecientes a este género en el bajo eléctrico como integrante de una banda de rock. No obstante todo lo anterior, el inusual tema de la exposición aunado a las palabras persuasivas de la guía del museo terminaron por animarnos a recorrer la galería. Desde afuera de la sala se percibía un sonido estridente en el cual destacaban el timbre metálico de los platillos de la batería y unas voces guturales que unas veces parecían estar profiriendo insultos y otras estar invocando al demonio y su legión infernal. Una vez dentro, el espectador tenía la opción de iniciar el recorrido por el centro o por uno de los extremos de la sala. De manera que ante nosotros aparecía lo que se antojaba una especie de laberinto urbano, cuyos muros tapizados de boletines, revistas, fundas de discos de acetato, entre otras cosas, intentaban comunicar sus experiencias al espectador curioso, siempre animados por la música estridente que sonaba sin cesar. Toda la exhibición exhalaba un fuerte aire de descontento y malestar social. Las imágenes de los boletines y las revistas, por medio de las cuales los jóvenes adeptos de estos géneros intentaban hacerse escuchar, desafiaban constantemente la mirada del espectador. Ningún aspecto de la sociedad escapaba a su crítica mordaz y amarga. Se ponían en tela de juicio los viejos valores morales, las preferencias sexuales preestablecidas y prácticamente todas las convenciones sociales. Se revelaba ante nosotros o, mejor dicho, rebelaba, un sector de la sociedad profundamente descontento con la realidad del país; con su miseria, con la inseguridad, con la violencia y la opresión, la injusticia y la desigualdad. Estos jóvenes no se habían limitado a externar su opinión sino que, no estando conformes con ello, habían optado por expresarla en carne propia. Así, una buena parte de su propaganda e ideología había que buscarla no en las revistas y boletines, sino en sus pieles repletas de tatuajes y otras tantas marcas- perforaciones, cortes de cabello estrambóticos e indumentaria agresiva e inusual- muestra de su claro rechazo y desafío a toda convención social.
A partir de lo anterior podemos formular una definición de cultura y, sobre todo, de lo
popular. En primer lugar, debemos destacar el carácter claramente colectivo de la cultura. No importa si se habla de cultura popular, oficial, urbana, o cualquier otro adjetivo que se desee añadir, la cultura es, siempre y necesariamente, algo colectivo. Dicho de otro modo, una cultura no es algo propio y exclusivo de un individuo sino que, por el contrario, vive y sobrevive a través de una comunidad. Es la materialización de las vivencias, experiencias y anhelos que comparten un conjunto de personas y que transmiten, unas veces inconscientemente y otras de manera consciente, a las siguientes generaciones. Es una serie de hábitos, propios de ese conjunto de personas, que determinan su manera de relacionarse con el mundo y de aproximarse a futuras experiencias. La cultura es experiencia colectiva acumulada con el paso del tiempo y en constante transformación. En constante diálogo consigo misma. Toda comunidad vive una relación de constante tensión con su cultura en tanto que tiene que decidir si adaptarse a ella o apartarse de ella. Ese, claramente, fue el caso de los jóvenes adeptos del Punk y el Metal. Lo popular consiste igualmente en una serie de vivencias y experiencias, pero que han sido excluidas del canon de la cultura oficial y muchas veces ignoradas, marginadas. Son las voces silenciadas, los cuerpos censurados que, de no ser por el esfuerzo e interés de instituciones como este museo, no contarían con el espacio necesario mara manifestarse. En cuanto al uso de la expresión “experiencia artística” o “experiencia estética”, propongo definirla, siguiendo un enfoque derridiano, como el lugar de encuentro entre dos entidades, sean estas dos cuerpos, dos comunidades o incluso, por qué no, la propia individualidad escindida de un sujeto. El punto de contacto entre dos visiones del mundo muchas veces opuestas, irreconciliables, que invitan al diálogo y a la convivencia más que a la mera aceptación ciega y dogmática. Un ir y venir de experiencias que invitan a descubrirnos y pensarnos en el otro o a través del otro. Eso, en mi opinión, y tras una visita al Museo de las Culturas Populares un martes 2 de octubre (2 de octubre no se olvida), es lo que significa experiencia artística o estética.
Buenas Prácticas, Casos y Ejemplos de Organizaciones de Desarrollo Social Venezolanas en La Obtención de Recursos Por Carmen Cecilia de Mayz en Caracas, 2007