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Cómo Tomar las Riendas de Tu Vida

y Dirigirla Hacia donde Tú Quieras

Una de las partes más duras de la vida humana es la incertidumbre y la


sensación de no tener el control, ¿verdad?

Empezamos un proyecto y no sabemos si saldrá bien o no; aparecen


obstáculos en nuestro camino y no sabemos de dónde han salido; nos
ponemos enfermos y no entendemos por qué…

Nos sentimos víctimas de las circunstancias, y esto nos hace sentir miedo.

A veces lo llevamos mejor y a veces peor, pero en el fondo casi siempre


tenemos miedo.
Y este miedo surge del hecho de no saber de qué depende exactamente lo
que nos pasa.

¿De qué depende que las cosas nos vayan de una manera u otra?

¿De qué depende que nuestro cuerpo se ponga enfermo o no?

¿De qué depende cómo nos sentimos a nivel emocional?

Estas preguntas son muy importantes, y hoy las vamos a responder. Son la
clave para tomar las riendas de nuestra vida.

¿De Qué Depende lo que Pasa en Tu Vida?

La mayoría de personas solemos creer que todo lo que nos sucede, tanto a
nivel emocional como a nivel externo, depende de nuestro entorno.

Por un lado, creemos que la manera como nos sentimos depende de lo que
nos pasa: de si estamos bien de salud, de si estamos haciendo algo que nos
gusta, de si estamos con gente que nos trata bien, etc.

Y por otro, en general creemos que lo que nos pasa depende un poco de
nosotros mismos, de lo que hacemos y de las decisiones que tomamos, pero
sobre todo de las circunstancias externas: de cómo nos tratan los demás, de
las oportunidades que nos da la vida, de cómo funciona el mundo a nivel
global, etc.
Así que, en general, tenemos la sensación de que nuestra vida depende en
gran medida de nuestro entorno. Creemos que, en función de las
circunstancias externas, nos sentimos de una determinada manera y nos
pasan unas determinadas cosas.

Pero esto no es así.

Nuestra vida no depende de factores externos. Nuestra vida depende


principalmente de nuestros pensamientos.

Este es uno de los grandes conocimientos que la humanidad ha tenido


olvidado durante mucho tiempo. Ahora poco a poco lo estamos recuperando,
pero aún nos cuesta bastante aceptarlo.

Todo lo que nos pasa en nuestra vida depende principalmente de lo que


pensamos.

Y es relativamente sencillo comprobarlo.


La Relación entre Tus Pensamientos y Tus
Sentimientos

Por un lado, la relación entre lo que pensamos y lo que sentimos es muy fácil
de ver, porque es directa e inmediata.

Lo que sentimos a nivel emocional en cada instante de nuestra vida depende


directamente de lo que estamos pensando en ese mismo momento.

Lo que tú estás sintiendo ahora depende de lo que estás pensado ahora


mismo. No depende de lo que pensaste ayer, ni de lo que pensaste hace una
hora ni de lo que pensaste hace un minuto. Depende de lo que estás pensado
ahora mismo.

Y lo que sentirás dentro de una hora dependerá de lo que pienses dentro de


una hora.

Si quieres comprobarlo, puedes hacer el siguiente ejercicio muy sencillo:

1. Fíjate en lo que vas sintiendo en tu día a día.


2. Si en algún momento notas que te sientes especialmente bien o
especialmente mal, fíjate en qué estás pensado en ese mismo
momento.
Si lo haces, verás que siempre que te sientes bien estás pensando en cosas
agradables para ti. Y siempre que te sientes mal estás pensado en cosas
desagradables.

No falla nunca.

La Relación entre Tus Pensamientos y lo que Te


Pasa

Por otro lado, la relación entre lo que pensamos y lo que nos pasa también es
muy intensa, pero no es tan directa ni inmediata como en el caso de los
sentimientos.

La esencia de lo que pensamos se acaba manifestando en nuestra vida, pero


no lo hace de la misma manera exacta a como lo hemos pensado, ni tampoco
en el mismo momento. Por esto a veces parece que no están relacionados.

Una manera relativamente sencilla de ver que sí están relacionados es mirar


la esencia de lo que piensas más habitualmente en las diferentes áreas de tu
vida: el dinero, el trabajo, la salud, el amor, la humanidad en general, etc.
¿Qué tipo de pensamientos tienes habitualmente sobre cada área?

Y luego fíjate en cómo te va en cada una de estas áreas: ¿Cómo te va el


dinero? ¿Cómo te va el trabajo? ¿Cómo te va la salud? ¿Cómo te va la
relación con los demás?
Si te fijas en la esencia de lo que piensas en cada área de la vida, y luego te
fijas en cómo te va cada una de ellas, verás que encajan perfectamente.

Quizás no encajan los detalles exactos, pero sí encaja la esencia.

Nuestros pensamientos determinan de forma inmediata como nos sentimos


en cada momento, y también determinan lo que nos acaba pasando a medio
y largo plazo.

Cómo Tomar las Riendas de Tu Vida

Así pues, si queremos cambiar alguna circunstancia de nuestra vida, tenemos


que cambiar nuestros pensamientos. Si queremos cambiar la dinámica de lo
que nos pasa, tenemos que cambiar la dinámica de lo que pensamos.

También es importante hacer acciones, pero lo más importante de todo es


cambiar nuestros pensamientos. Si seguimos pensando lo mismo, nos
seguiremos sintiendo igual y nos seguirán pasando las mismas cosas.
Hagamos lo que hagamos.

Llegados hasta aquí, la última pregunta importante es: ¿y nuestros


pensamientos, de qué dependen?

La gran mayoría de nosotros no elegimos conscientemente lo que pensamos.


A lo largo de nuestro día a día, van apareciendo pensamientos en nuestra
mente, sin que nosotros lo decidamos de forma deliberada, y muchas veces
sin que ni siquiera sepamos por qué.
A menudo incluso nos damos cuenta de que tenemos pensamientos que no
nos favorecen, pero no sabemos cómo evitarlo.

¿Por qué sucede esto? ¿De dónde salen nuestros pensamientos? ¿De dónde
saca nuestra mente los pensamientos que tenemos?

Nuestros pensamientos salen de nuestras creencias.

En función de lo que creemos, pensamos unas cosas u otras.

Si creemos que la vida es muy dura, tendremos pensamientos relacionados


con la dificultad de vivir. Si creemos que el cuerpo enferma con facilidad,
tendremos pensamientos de preocupación y miedo sobre la salud. Si
creemos que la gente es egoísta, tendremos pensamientos de rechazo y
desconfianza hacia los demás.

Por supuesto, esto también es cierto con los pensamientos y las creencias
positivas. Si creemos que la gente es buena, tendremos pensamientos de
amor y comprensión. Si creemos que nuestro cuerpo es fuerte y sabio,
tendremos pensamientos de tranquilidad respecto a nuestra salud. Si
creemos que la vida está llena de oportunidades, tendremos pensamientos de
optimismo e ilusión.

Nuestras creencias determinan lo que pensamos, y lo que pensamos


determina cómo nos sentimos y lo que nos acaba pasando.

Así que nuestras creencias determinan nuestra vida.


Todo lo que nos pasa depende de nuestras creencias.

Así pues, si queremos cambiar algo de nuestra vida, tenemos que cambiar
nuestras creencias.

Cuando cambia nuestra forma de pensar, se abre un mundo completamente


nuevo delante de nosotros.

Un gran abrazo,

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