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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ASIGNATURA:
"MEDICINA LEGAL”

TEMA DE INFORME:
“TEORÍAS QUE EXPLICAN SOBRE LA PROTECCIÓN DE
LA VIDA HUMANA”

ALUMNO:
ESPINO FLORES, Keny

DOCENTE:
RAMIREZ GUTIERREZ, Isaac Raúl

CICLO:
IX – “G”
AYACUCHO – PERÚ
2019
TEORÍAS QUE EXPLICAN SOBRE LA PROTECCIÓN DE LA VIDA HUMANA

BIOLOGÍA

En el momento en que el zigoto, tras la fecundación del óvulo por el espermatozoide, inicia
su paso a embrión de dos células. Las ciencias experimentales han demostrado en los últimos
años que la existencia de un ser humano comienza tras la fecundación

Que la vida humana comienza en el momento de la concepción o fertilización, es decir, con


la unión del espermatozoide y el óvulo, está ampliamente admitido en la ciencia biológica y
médica. Esto, porque luego del contacto y la fusión de las membranas plasmáticas de ambos,
se inicia un proceso de desarrollo continuo e interdependiente de un individuo genéticamente
nuevo.
Lo trascendental de este tipo de desarrollo es que se refiere al de un sujeto genéticamente
distinto de los padres. Si bien, en el organismo de un ser humano maduro también encontramos
un desarrollo celular continuo e interdependiente, por ejemplo, en tejidos como la piel o la
sangre, pero, cada una de esas células tiene el mismo material genético que la persona que las
posee, además de una diferenciación celular específica y restringida. La variabilidad genética
se explica gracias a que el padre y la madre aportan igualmente la mitad del material genético,
por lo que la nueva persona es distinta a sus progenitores.

Distintas fuentes de información científica, concuerdan siempre en lo mismo: La vida


humana comienza en el momento de la fertilización.

1. Embriología Médica: El desarrollo de un individuo comienza con la fecundación,


fenómeno por el cual el espermatozoide del varón y el ovocito de la mujer se unen
para dar origen a un nuevo organismo, el cigoto
2. Embriología humana y biología del desarrollo.: El embarazo humano comienza con la
fusión de un huevo y un espermatozoide
3. Embriología clínica: El desarrollo humano es un proceso continuo que se inicia
cuando un oocito de una mujer es fecundado por un espermatozoo del varón.
FILOSOFÍA

La reflexión filosófica en la definición del embrión como persona humana. • este sujeto es
inevitablemente de naturaleza humana, es un ser humano, dotado de un alma espiritual •
Persona humana: embrión-persona; personeidad-personalidad (Zubiri); Uniendo la perspectiva
biológica y la reflexión filosófica se concluye que el hombre, desde la concepción, es un ser
individual de la especie homo sapiens, un individuo humano, y por tanto, una persona humana
a la que se le debe reconocer, en todo momento, la dignidad y el valor de un ser humano
personal. los aportes de la biología orientan la reflexión filosófica • la individualidad del
organismo biológico se corresponde con la posterior afirmación filosófica de la existencia de
un sujeto unitario con el organismo corporal, idéntico y el mismo a lo largo de su ciclo vital,
en medio de los cambios biológicos

DERECHO

Un niño muere cada 4 segundos. Por si fuera poco, en algunas comunidades africanas la tasa
de mortalidad infantil es tan elevada que no es sino hasta que cumplen los tres años de nacido,
que las madres recién nombran a sus hijos. Así, evitan generar un vínculo afectivo que pueda
repercutir negativamente en caso el infante no sobreviva sus primeros años de vida. Al mismo
tiempo, quiere decir que los individuos de estas comunidades adquieren derechos como la vida
y la identidad después del parto. Entonces, ¿podríamos afirmar que la vida humana puede
aparecer incluso en un momento posterior al nacimiento?

Pienso que esta situación es triste y descabellada desde una perspectiva occidental como la
peruana. Sin embargo, ello no descarta que evidencia la versatilidad y practicidad que puede
adoptar el término “vida humana”. Es por esa razón que existen diferentes teorías que abogan
por una u otra etapa intrauterina para identificar cuándo aparece un sujeto titular de derechos.
En nuestro país, el Tribunal Constitucional, según la sentencia N.º 02005-2009-PA/TC,
establece el inicio de la vida humana a partir de la fecundación. Es decir, de la unión entre un
óvulo materno y un espermatozoide paterno. No obstante, afirmar esto implica que el
ordenamiento jurídico debe respetar ciertas responsabilidades que son imposibles de asumir.

Para empezar, la teoría de la fecundación es incompatible con la conocida “píldora del día
siguiente”. Esta medicina evita que un óvulo fecundado se implante en el útero de la madre.
En otras palabras, fuerza una reacción fisiológica sobre el cuerpo de ésta para expulsar al
embrión. Entonces, sobre la base de esta definición, la “píldora del día siguiente” produce un
auto aborto y se convierte en un arma de homicidio. Por ello, según la definición del Tribunal
Constitucional, el derecho peruano no debería permitir la producción y distribución de dicho
medicamento. En la práctica, sin embargo, “la píldora del día siguiente” continúa en el mercado
y ello evidencia una falta de coherencia dentro del sistema jurídico de nuestro país.

Otro fenómeno que debe tomar en cuenta la noción que establece el Tribunal Constitucional
es la fecundación in vitro, una modalidad de concepción que permite fecundar un óvulo fuera
del útero de la madre en un laboratorio. Estos procesos exigen que se fertilicen varios óvulos
de una mujer, porque en la gran mayoría de casos el óvulo no se adhiere fácilmente al útero
materno. Es por eso que cabe la pregunta: ¿qué sucede con aquellos embriones que no son
implantados en el útero de la madre? Recordemos que cada uno de estos embriones, según el
Tribunal Constitucional, es un ser humano. No obstante, tarde o temprano los óvulos que no
son implantados tendrán que ser desechados. Nuevamente, aquí el ordenamiento jurídico
incurre en una problemática, pues deshacerse de estos óvulos fecundados es equivalente a
matar varios seres humanos.

Entonces, ¿debe nuestro ordenamiento jurídico prohibir la “píldora del día siguiente y la
fecundación in vitro? Ciertamente no, pues estas nuevas tecnologías presentan libertades y
oportunidades de la mujer que no nos corresponde limitar. Por un lado, la “píldora del día
siguiente” proporciona una nueva oportunidad a aquellas mujeres que todavía no desean tener
hijos y, por el otro, la fecundación in vitro permite que muchas de ellas puedan concebir cuando
su naturaleza biológica ya no lo permite. Está de más decir que la coyuntura actual no está de
acuerdo con la definición que ha establecido el Tribunal Constitucional sobre el inicio de la
vida humana. Tal vez ya es momento de abrir la discusión sobre si la fecundación continúa
siendo el mejor criterio para establecer “quien es persona”.

MOVIMIENTO ANTIABORTIVO

El movimiento antiabortista Por la vida, liderado por las Iglesias, plantea que la célula
humana está viva desde la misma fecundación del óvulo por el espermatozoide y que, por
ello, el aborto es un asesinato. Institucionalmente Chile tiene un Estado laico, por lo tanto el
debate sobre el aborto debe basarse en verificaciones científicas ya consolidadas. Así pues, la
evidencia científica nos demuestra que toda célula con el genoma humano completo puede
seguir viva fuera del organismo, como sucede, por ejemplo, con un órgano que será
trasplantado o con la fertilización in vitro. Y más aún, la extirpación de un órgano canceroso,
que posee miles de millones de células vivas con el genoma humano completo, sería asesinar
a millones de miles de seres humanos; el trasplante de un órgano sería injertar miles de
millones de seres humanos vivos a otro cuerpo con miles de millones de seres humanos
vivos.

El cigoto o embrión desde el primer momento es una célula viva con el genoma humano
completo, pero científicamente no es un ser humano. Lo es cuando el sistema nervioso y la
corteza cerebral están desarrollados, y es capaz -y está consciente- de percibir estímulos
sensoriales. Antes es un organismo multicelular que está vivo, pero no es aún un ser humano.
Basándome en los formidables avances científicos de los últimos cuarenta años en el análisis
del desarrollo del embrión, en especial el aporte de la neurobiología y la lectura completa del
genoma humano, a continuación resumo, muy escuetamente por razones de espacio, las
características en el desarrollo del embrión humano durante los primeros seis meses del
embarazo para comprobar lo arriba expuesto.

Semanas 1ª-7ª: Con tres a cinco células comienza a crearse la placenta y el líquido
amniótico. Éstas llegan al útero donde recibirá la sangre de la mujer. Aquí es cuando
comienza el proceso de división celular que contendrá la información genética de las partes
en que está compuesto el organismo del homo sapiens. (Mide 0,1 a 2 mm y pesa entre 0,1-0,9
gr.)

En las semanas 8ª-10ª: comienzan los primeros receptores cutáneos y se producen reflejos
espinales. No obstante, no puede haber respuesta alguna a estímulos inducidos porque no hay
corteza cerebral ni sistema nervioso. (Mide de 2,5 a 5,5 cm y pesa de 1 a 5 gr.).

En las semanas 11ª-19ª: se aprecian reacciones a estímulos sensoriales, pero no hay


percepción consciente de éstos ya que las vías nerviosas y las conexiones entre neuronas, la
médula espinal y las neuronas del interior del cerebro no existen, porque aún no hay corteza
cerebral. (Mide de 6,5 a 21 cm y pesa de 8 a 200 gr.).

En las semanas 22ª-27ª: comienza y termina el desarrollo de la corteza cerebral. Hay


respuesta sensorial a estímulos, pero no conciencia de ellos porque la corteza cerebral está
aún en formación. (Mide de 26 a 34,05 cm y pesa de 455 a 1000 gr.).
En las semanas 28ª-30ª: hay respuestas sensoriales y se registra (s.30ª) la primera actividad
eléctrica por el electroencefalograma. (Mide desde 35 a 37 cm y pesa desde 1,000 a 1,300 gr).

Sin embargo, estas mismas respuestas se han registrado en fetos anencefálicos (sin corteza
cerebral), lo que deja abierta la duda.

Como conclusión, se puede afirmar científicamente que, a) el feto humano no presenta


reacciones a estímulos sistemáticos inducidos antes de la semana 22ª-24ª del embarazo. No
obstante, estas reacciones no son conscientes ya que carece de percepción y sensibilidad para
sentir dolor y gozo, porque no ha desarrollado las estructuras, conexiones y funciones del
sistema nervioso y, lo determinante, carece de corteza cerebral completa hasta la semana 27-
30, órgano indispensable para ser considerado un ser humano; antes de eso se puede afirmar
que es un órgano multicelular con vida, pero no un ser humano, y b) la ciencia considera, por
lo tanto, que el status de ser humano se alcanza cuando el sistema nervioso y la corteza
cerebral están en condiciones de adquirir autonomía sensorial y consciencia de los estímulos,
y que esto se logra cuando el feto alcanza la autonomía fisiológica al nacer, abandonando la
dependencia del aporte nutricional y hormonal de la mujer.

A partir de lo expuesto aquí, ¿el debate sobre el aborto se puede establecer entre los que
plantean defender la vida y los que, según éstos, la asesinan? ¿Hay alguien que quiera
asesinar en algún momento del embarazo al (supuesto) embrión-ser humano? Esta acusación
brutal -una construcción social y argumental creada por las Iglesias que no tiene más de
200 años- hace impracticable un debate eficaz que solucione este gravísimo problema
sanitario, mucho más que teológico: se practican arriba de 280,000 abortos ilegales en Chile,
al año. Esta masiva y maciza ilegalidad refleja, además, una desigualdad social endémica: las
ricas abortan en clínicas privadas o en el extranjero sin exponer su salud, mientras las pobres
la arriesgan, muchas veces con sus vidas, por abortar en condiciones sanitarias paupérrimas.

El aborto legal, en todas sus formas, en los países (desarrollados) donde se practica, no es
para nadie una imposición ni menos una obligación, sino un recurso sanitario que lo usa el
que lo crea necesario. Los religiosos pueden abstenerse si piensan que el aborto atenta contra
su fe. Es sintomático que la ortodoxia religiosa se ha opuesto al divorcio, a la pastilla del día
después, a la relación de pareja de hecho y/o al matrimonio entre parejas del mismo sexo y,
por supuesto, al aborto; en rigor, a todos los derechos ciudadanos. Es lo que historia de los
países desarrollados, que ya superaron estos debates, nos puede enseñar. Lamentablemente,
Chile no es ni será la excepción.

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1. Langman (1999). Embriología Médica. Panamericana. p. 3.


2. Volver arriba↑ Carlson, Bruce M. (1999). Embriología humana y biología del
desarrollo. Elsevier España. p. 2. ISBN 9788481744712.
3. Volver arriba↑ Moore, Keith L.; Persaud, T.V.N. (2004). Embriología clínica. Ed.
Interamericana – Mc Graw-Hill. p. 1. ISBN 9788481747256.

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