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soradamente toe yds del tbs Bt com deer mis alles nepactny desu ome nage Nigaanaepin enna mane ol alsin tae ¥ como disse comprend enn se deene te ting ental aa sin pra Og se prol pite as cctenpl sin finn ou dada ftrecompeignavverdipeda i evel see anc cingfila: vuelve a darse el mundo negando el cinemndo que le habia negado primero a dl, pero copservando de a, ipal. pable yrenovada, una lu irradiads; siempre al mismo tempo dichosa y pel Jean-Louis Scheferescrbi6 que en el cine eno se trata del ‘movimiento que desencadena en primer lugar la moviidad general del mundo, sino de la inguietud afadida a este movi mento: ignoro también dénde imprimen su moviasiento eo ‘objetosy si no seréen primer lugar en mi mismo: no soy por tanto exactamente espectador, soy el saber de su muerte pre- (CUERPO-TEATRO. Ef, CUERPO COMO FSCENA ‘Cada ver que vengo al mundo, cada vez que nazco, cada dia, en consecuencla, mis paspados se levantan sobre lo que lio puede ser cuestién de Ilamar un especticalo, pues inme- Ff diatamente me encuentro atrapado en ello, mezclado, arras- {ado allo por todos los recursos de mi cuerpo quese adentra ch ese mundo, que incorpora su espacio, sus direcciones, sus resistencias, sus aperturas y que se mueve en esa percepci6n ‘ela que mi cuerpo es solamente el punto de vista a partir del ‘cual se orgenia ese percbie que también consste cabalmente ‘en actuat. El punto de vista cargce de dimension, como cual- ‘quier punto. ¥ese punto es, como sibemos, un punto clego, ‘una mancha que permite que alrededor de ela se dispongan Jas petspectivas las relacione, lo préximo lo lejano, Oxcuro punto de fuga que se maatiene en el fondo de mi, pero en el fondo en el sentido en que nos referimos al fondo de la habi- tacién, al segundo plano que yo podria representar como un punto, es dece, como un no-espacid situado justo detrds del ‘espacio que se desarrolla como mi cabeza, mi crineo, mi es- pala y como todo eso que est detréé de uno mismo, desde donde un cuerpo que percibe yqueactia se sabellevado y prox yectado, En consecuencia, no hay especticulo posible de exe pote, ‘sino s6lo el compromiso, el embarullamiento con el mando, las atracciones y las reptlsiones, las teavesas y los encala, mientos, las aprehensionesy las clesaprehensiones, las aqui- siciones y las desposesiones. Estar en el mundo es todo lo contratio de estar en un espectdculo. Bs estar dentro, no de- lante, Se trata, por lo demds, de aquello que hemos cogido et hibito, incluso més allé de! circue filos6fico, de lamar wer ‘enel mundo»,!traducido del alemén in der Welt sein, mediante cl eual Heidegger se esfuerza en significar un in, un eens que no es precisamente de inclusi6n ~de un «stjeto» en un eaundos que le preexistria-, sino de coopertenencis de tun sujetoy de un mundo y, mis precisamente, en el modo de lo que Heidegger llama ser-arrojadoo —Ceworfensein-ydonde ¢s preciso entender ala verelchorro,laproyeccion en esta cada que hace wencontrarse ate y el esboz0 ~Entwurf la proyec- cién de un gesto, de una actitud posible de existe; la exsten cia misma que no consist sino en volver a poner en juego de forma incesante sus propios esbozos. No hagoreste pequefio desvio por Heidegger sino para se- Jae basta qué punto en Ie mas enérpcainsistencia sobre la primacta del wer-parao, del ser que est como esforzado, lan zado, bocado, movilizado en si sex por el echo mismo de ser, nos encontramos muy poco afectados por los feniémenos “Tact nes sad lx moa ne git Ince ta de Gono cma cl manden, en rte re 6 dea opresetnio; cual reguee un suet» pra quien cha epreenacin {nga lag saeto que no pede sea propétie del eres sine plonamene cundero deredo ylimitdo (por emp suco deun aber, sjto dena con fepcion ode ura vin). a medi en quatre de nie rofuramnte como wa pale conden exe dls dene del onsen deleted gray rn tien del mee dl eels, prt recondaios todos sn epulos pera defintva recondulénoln ala coniion detextine pee levata acta deagullo quecomena a de mnra reverse en epoca en gue dl eset een cont Clas arpa Sua como ls pein de Rim aed, denamarrao, dtd de ln agua parapets: ularsne dain exe deinaion init somos nse ye undo, mpdevetalar que aa alge na dsrpcon del ex Nowél esque no paramos imped ino que se noscon node manera muy pec ambi muy iene a supe. fare fala, Puede decree de una manera muy snela de gut eat a exisenlaablen ule poner en eee Boor pride rye delaproecn devs tera. jad. ora pute de suse nl mand, Sinduda Hedge roo ignore demasiado ati buile ser tan como de vst Sin embutgo, ena necesded de, pac en sen no fac nes tea por lcm ts tlgoqu enemas ut hace aga Hexen qlee po ere En ann yn queer (Sse pio, cmos ie) pertengce al exstr mismo, Veremos més tarde, si podenios, 6a justifcar fa segunda proposicion. Por el momento, de, engémonos en la primers. Y recupetemas la escena de mi venida al mundo, Cada ver ‘que tiene Inga, cada dia en consecuencia, mis pérpados no se levantan solamente sobre el no-espectsculo del mundo pe bido, experimentado,actuedo. Mis parpados se levantan tans. bién, al mismo tiempo, sobre esta oscuridad que he llamado al principio punto ciego situado en el fondo o detrés de mi ris pigpados re levantan ain paga mi, para mi micada, sno para a miade posible de oto, de una multitud de otros, rada posible y, por supuesto, segura, pues incluso en la eticta soledad formo también parte de eta maltitud de otros. Farms parte de dicha multitud al menos como aquel qu Te ests permitido vr aquello sobre lo que estas dobles persia nitas acaban de levantarse: mi mirada, Pero hacierid e30, soy como un espectador que no ba padido encontrar sitio en el abe queno teatro y que no por ello deja de saber Io que se pierde: en cl interior del ecinto cerrado y ene fondo adosado al osea- dad del resto dela ciudad, el tld se Levanta sobre un sce nario, es decir en el espacio apropiado para une Ilegada en presencia. Poco importan el nimero de personajes, la inten ad dela iluminacién, ol aspecto del decorado: se trata de una egada en presencia ys trata de representacién en ese sentido, cs decir, de una intensifcacin dela presencia, Cuando ese otro no soy yo mismo, sino otro s{ mismo que tiene adosada en su espalda, por parte, la misma oscuridad de s{ mismo, que se sabe ligado a lasmisiva imposibilidad de verse y de saberse «mismo, salvo por el Goo punto de foga ae de su punto cego, ewando el otro, pues me ve eae, sabe queestéen el espcticulo. Non cl expect que se ama sel mundos con que designamos rectentemente una es pecie de panorama del pe 0 y que forma parte, en denitv, del ser en el mande de es sto sino preisamente un expecticlo ene! sentido del tes: Al ve que une presencia pone en escen y que se pre enta a Recbo, més que pce la intensfeacion de esta presencia es dees pees en eens No tenemos needa de recurtira fos sentdosferes de 35 palabras eects, spas enecen») nde pensar Fen tod6s lo reparos de papel en los dfs y rronacas, en as manera de exhibise y de volverse presan- cepcién despleyado ante ua su las fan tuoso, en a ostentacién y et la pose, Basta con experimentar, de la manera mas diseretay mas sencilla posible, que lo que lamamos un esujctos llega en presencia, es decir una vez més, ‘en arepresentacin», sega el valor intensivo y de hecho ori- inario y propio dela palabra, Y, en ese sentido, un sujeto es sun cuerpo, i Hay que precisaro més? Hl sujeto arrojade al mizndo, n= plicado en el mundo, no es todavia sin embargo una presen- cia, Puede distinguirse cabalmente dl sujeto del saber y no Por ello deja de ser como un punto inmateral, punto de vista © punto de decisién,bifarcacién, conexién de actos, de con. ‘ductas, de pensamientos, En ese sentido el ada» del Dasein hheideygeriano, el wabto del existe encierta una ambigtedad: sies apertura yespaciaidad ene sentdo de a exposicién seg la cual ek-sist, eal mismo tiempo, yesta wea psar del deseo del propio Heidegger, puntual yen algin modo queda rete- jams al otro.El propio Heidegger lo sabe, cuando recuse cual- uier otto modo de introduccién del otto que no sea el del ato originario de un Mitdasen, de un ser-ahi-con yde un ser- con-el-otro-ahi. Pero ese econ. al cual no puedo negar que haya que concederle la mayor importancia y que es incluso, bajola especie del como, aquelloque sin duda.a toda la mo: dernidad le ha costado muchisimo trabajo pensar, ese scons el riesgo todavia de que se lo siga consideraiido como de sujet colocados uno al Jado del otro, No recuso tampoco, ai mucho menos, a importancia de la proximided, dela copresencia y dea comparceencia, Del mismo modo que F tampoco recus la.importancia de esa otra dimensidn, orto gonal en certa mapera, que esl del car a cata y que nos re ited la tradicin del ety yow (Buber) y del arostr del otro» * (évina), Lo que es impaltante decir aqui es de un orden diferente, {pterior, en cierta manera, y exterior toda clase de compat chncia, ya sea la comparecencia de uno al lado del otro o cara a cara, Se trata de la condicién mediante la cual puede dats, en dicha comparecenci, a presdncia. La presencia en el mundo, por supuesto, pero qué es ef mundo sino una disposicién de presencias, dando por sentado que ea wdisposicdins hay algo topalégico~ Asiloscucrposestin expuestos no por acsidente sno esen- 7 caliente: La dis posicién esa nataralea des posicin en dsr ye diss arrasraconsigo el ex los cnerpos estén dis esos partes extra partes, sein a craceistica que la ex tensin ten para Descartes Pero incloso ahi J extrioidad ‘no c simple cena de interioridad o de presencia consgo: cs condiciin dela copresencia de os ewrpos, odes comp Fezeneia, ques implementa regl yelefecto dela ceeaciény "Se trees, ira que lteatzo ha comenzada en loses cis intersiderleso bien en el espciamiento infaitesimal delas partculas pes ah dice Artaud, ex deren prime lugs, seid, act de una culminacién que sesponde a una expectatva (servicio, culo, responsabilidad). la expectativa es en efecto yal del seid de lo adecibes de sta comparecencia dels cons que lama- estéya implicad el drama, como ero me bastar con decir que el cuerpo que habla lega entre lps demés euerpos como a manifestcion de esta expectatva Y¥,que esta ver, con el cuerpo que habla el teatro ests ya ver

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