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Arteria basilar

Trastornos circulatorios vertebrobasilares


Son afecciones en las cuales se encuentra interrumpido el riego sanguíneo a la parte posterior del
cerebro. Dos arterias vertebrales se unen para formar la arteria basilar. Estos son los principales
vasos sanguíneos que le suministran circulación a la parte posterior del cerebro.

Las zonas en la parte posterior del cerebro que reciben sangre de estas arterias son necesarias
para mantener viva a una persona. Estas zonas controlan la respiración, la frecuencia cardíaca, la
deglución, la visión, el movimiento y la postura o el equilibrio. Todas las señales del sistema
nervioso provenientes de otras partes del cerebro que se dirigen al resto del cuerpo, y las señales
que van del cuerpo de vuelta al cerebro, pasan por la parte posterior del cerebro.

Muchas afecciones diferentes pueden reducir o interrumpir el flujo sanguíneo en la parte


posterior del cerebro. Los factores de riesgo más comunes son: el tabaquismo, la hipertensión
arterial, la diabetes y los niveles de colesterol altos. Estos son similares a los factores de riesgo
para cualquier accidente cerebrovascular.

Enfermedad vertebrobasilar
El 80% de los accidentes cerebrovasculares son isquémicos. El 20% de los cuadros isquémicos
compromete al tejido irrigado por la circulación posterior (vertebrobasilar). La parálisis del
accidente cerebrovascular (ACV) vertebrobasilar puede ser muy invalidante mientras que algunas
formas tienen una tasa de mortalidad elevada. Muchos casos de enfermedad vertebrobasilar no
son diagnosticados o lo son en forma incorrecta. Algunos síntomas comunes, como los mareos o la
pérdida de conocimiento transitorio, son atribuidos en forma errónea a la isquemia de la
circulación posterior. Al principio, los médicos usaban el término "insuficiencia vertebrobasilar"
para indicar la causa hemodinámica de los casos de isquemia de la circulación posterior. En los
últimos 15 años, los trabajos clínicos y los estudios por imágenes han revolucionado los conceptos
que se tenían sobre clínica, etiología, mecanismos, tratamiento y pronóstico de la isquemia de la
circulación posterior

Isquemia vertebrobasilar y síndrome de Locked-In


Los eventos vasculares cerebrales de la arteria vertebrobasilar no son tan frecuentes como los que
ocurren en la circulación anterior; pero se presentan con igual vulnerabilidad a la ateromatosis, a
los fenómenos trombóticos, a los eventos embólicos y a las alteraciones vasoespásticas.
Clínicamente, se presentan síntomas y signos combinados o mixtos de ataxia ipsilateral, hemiplejia
contralateral con pérdida de la sensibilidad, parálisis ipsilateral horizontal de la mirada, nistagmus,
vértigos, náuseas y vómitos, disfagia, sordera, acúfenos, mioclonus palatino y oscilopsia. Cuando el
compromiso vascular compromete a la propia arteria basilar, los signos clínicos son bilaterales,
con cuadriplegía, parálisis bilaterales de la mirada conjugada horizontal, coma, o el síndrome de
deferentización ("Locked In" ó cautiverio). Estos mismos signos pueden producirse por la
alteración de las arterias vertebrales o por patología unilateral, cuando una de las arterias
vertebrales es la fuente dominante del aporte sanguíneo. La realización de una buena historia
clínica y un examen cuidadoso nos dan una impresión clínica precisa. La realización de exámenes
complementarios, como las imágenes diagnósticas (Escanografía cerebral simple, resonancia
magnética cerebral, angioresonancia), son útiles para diferenciar si el evento es isquémico o
hemorrágico, establecer el área de la isquemia y para definir las pautas diagnósticas y terapéuticas
que se deben seguir

El síndrome "Locked In" es un proceso destructivo (normalmente, obstructivo de la arteria basilar


con el consiguiente infarto de tronco) que interrumpe los tractos descendentes corticobulbares y
corticoespinales, quedando intactas sólo las fibras que controlan el parpadeo, los movimientos
oculares verticales y a la sustancia reticular ascendente. El paciente sólo es capaz de comunicarse
mediante parpadeos o movimientos oculares verticales, ya que todo lo demás está paralizado.

Síndrome de la oclusión rostral de la arteria basilar y enfermedad de


Chagas
La enfermedad de Chagas (EC), en su forma de miocardiopatía crónica chagásica, puede originar
insuficiencia cardíaca, arritmias, tromboembolismo e ictus. La enfermedad vascular oclusiva de la
porción rostral de la arteria basilar o de sus ramas emergentes puede causar isquemia y necrosis
en diferentes áreas del mesencéfalo, núcleos talámicos, cerebelo y lóbulo occipital.

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