Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Visto Así, el conflicto es una situación que genera tensión, quiebre, desequilibrio,
incomodidad o malestar, para quien o quienes se encuentran inmersos en el, sin
embargo, conviene reconocer que en toda interacción humana se presentan situaciones
conflictivas, que ello es tan natural a la convivencia en sociedad, que marcan un antes
o un después y tendrá consecuencias gratas o dolorosas, dependiendo de como se
gestione el conflicto.
El conflicto no puede ser visto siempre como un problema o algo negativo para la
convivencia, ya que tiene una vertiente positiva, dependiendo de como se interpreta o
como se utiliza para bien o desarrollo del grupo o persona que lo enfrenta.
Uriol, A.. y Rodríguez, F., (2017), plantean la ruta o curso de la evolución de los conflictos
cuando estos no son resueltos, al que se le está llamando la “Ruta conflicto - crisis”.
Entendiendo que en las relaciones interpersonales sea al interior de la familia, en los
centros laborales, instituciones, etc., se presenta una dinámica de cómo se da el curso
de la secuencia Conflicto – Agresión-Violencia – Crisis.
Conocer y entender esta ruta permitirá y facilitará mayores criterios para la regulación
de procedimientos de respuestas, de alternativas de solución y afronte ante
determinadas situaciones de conflicto, agresiones, violencias o crisis en la convivencia
de la institución educativa.
En este caso, se trata de contextualizar esta ruta en el campo de la interacción humana
que define la dinámica social de la institución educativa, en razón a la diversidad de
eventos o amenazas que suceden e inadvertidamente sucederán en la escuela.
Comprender esta ruta puede orientar hacia el consenso o entendimiento de los
miembros de la comunidad educativa, donde directivos, orientadores/tutores y docentes
estén de acuerdo en atender oportunamente las situaciones críticas o la atención de
posibles incidentes violentos, para lo cual se requiere consolidar el entendimiento de la
ruta.
- Los conflictos: Surge en la convivencia con otras personas o al interior de uno mismo
y son situación que genera tensión, quiebre, desequilibrio, incomodidad o malestar,
muchos autores coinciden en afirmar que se produce cuando hay enfrentamiento de
intereses o necesidades de una persona con otra.
Generalmente, quienes despliegan este tipo de actos presentan una tendencia hostil y
agresiva evidente y constante contra sí mismos y también muy especialmente para
quienes los rodea.
Por otra parte, la agresión no solamente se halla en quien lleva a cabo una acción, sino
que, por el contrario, la agresión a veces puede hallarse en la respuesta a una acción,
es decir, alguien responde de manera sumamente agresiva al comentario sano y sin
mala intención de otra persona.
Remarcamos que una agresión puede ser acción cuando se expresan conductas
manifiestas de hostilidad, sea verbal, gestual o física; y será por omisión, cuando se le
ignora, no se toma en cuenta a la persona, o no se atiende sus necesidades o
solicitudes. Siguiendo el curso de la ruta Conflicto – Agresión - Violencia – Crisis, de
continuar y ser reiterativas estas manifestaciones de hostilidad; desencadenará en
violencia, que es una instancia de mayor vulneración de los derechos, la dignidad
incluso la integridad de las personas.
Analizando la ruta conflicto – crisis, podemos entender lo prioritario que resulta atender
oportunamente cualquier situación de conflicto que aparece en la institución educativa
para evitar aumente la tensión en las relaciones interpersonales y se marquen más las
diferencias entre los miembros de la comunidad, entendiendo que en ningún caso los
conflictos se solucionan solos.
5.3. Causas de los conflictos
- Fallas en la comunicación
- Ambigüedad de roles
- Ineficiencia en la gestión
- El cambio
- Contradicciones organizativas
- Los errores
- La incompetencia
- Diferencias culturales
- Conflicto de intereses
En un centro educativo se pueden dar diversas áreas de conflicto que den lugar a
distintos tipos de conflicto como los siguientes:
Conflictos entre alumnos.- La interacción entre los estudiantes puede provocar
diferencias entre ellos, al punto de generarse conflictos originados por diferentes
causas, como consecuencia de malos entendidos, rivalidades, celos o perjuicios por
causas étnicas, poder, idioma, religión, etc., como maestros se propone intervenir
mejorando la comunicación en el grupo y propiciando reglas de convivencia
saludables.
Conflictos entre profesores y padres. Aquí media la relación entre adultos, por un
lado, el profesional que es el responsable en la escuela de dirigir el aprendizaje de
los estudiantes y los padres de familia que, evalúan y juzgan la actuación del docente.
Un tema que se está dando en las últimas décadas es la sobreprotección de algunos
padres de familia quienes desautorizan al docente en el tema de corrección de
conductas inadecuadas de sus hijos en la escuela.
Pérez y Gutiérrez (2016) cita a (Jares, 1992) para referir el origen de los conflictos en la
institución escolar e identifica cuatro tipos de categorías: ideológico políticas,
relacionadas con el poder, relacionadas con la estructura y las relacionadas con
cuestiones personales y de relaciones interpersonales, los mismos que se presentan a
continuación:
y de relación interpersonal
• Opciones
ideológicas • Promoción • “Celularismo” • Seguridad.
conviven en el
centro
Según Etling (2006) citado por Silvestre (2017), refiere que la técnica más efectiva de
manejar un conflicto al interior de una organización es saber escuchar y hablar el
problema en primera persona, a continuación, se detalla:
Saber escuchar, exige una actitud diferente, es ir con una posición más abierta
al diálogo, como por ejemplo dejar de hablar para escuchar al otro, prestar
atención completa a la otra persona, reflejar una actitud de que se escucha
(atención), invitar a la persona a que siga expresando su punto de vista (sin
interrumpir) y mostrar interés sincero.
La escucha activa exige un rol activo por parte de quien lo aplica y comprende
el uso de técnicas como: preguntar, guardar silencio, parafrasear, resumir,
comprobar la exactitud del mensaje (chequeo), alentar con expresiones como
“te escucho”, “sigue”, “aja”, “comprendo por lo que pasas…”, la escucha activa
es asumir una posición corporal de escucha y atención a la otra persona.
La persona que asume este estilo se cree que es el poseedor de la verdad y ésta tiene
que imponerse, quien está mal es la otra persona, no él. Todas sus energías están
centradas y orientadas a conseguir sus intereses aun a costa del otro. Aquí cabe aclarar
que si bien es cierto, todos nosotros cuando tenemos un conflicto sentimos afectados
nuestros intereses, por tanto, cuando intentamos solucionarlo buscamos que ellos no
sean tocados, sin embargo, hay que recordar que no siempre nuestros intereses son los
correctos y esto lo podemos evidenciar únicamente cuando escuchamos a la otra parte.
Las relaciones con la otra parte, para él son secundarias, por tanto pasará sobre el que
sea, y quien desee ser su amigo deberá estar de acuerdo. Bajo esta lógica las
manifestaciones de: rabia, dolor, Llanto… que manifiesta su contrincante, son
intrascendentes para él y no se dejará “convencer por ellas”.
Busca evitar la confrontación con otras personas y estar siempre en armonía con todos
aun a costa de descuidar sus intereses. Bajo este estilo las personas tienen una altísima
tolerancia hacia el oro y están dispuestos al “autosacrificio” con el fin de evitar
confrontaciones, soportan incluso una serie de injusticias que se dan en su contra.
Para ellos las relaciones con los demás es lo principal, se preocupan en ser agradables,
gustar y llevarse bien con la otra persona. Son complacientes en exceso, porque temen
ser apartados del grupo social al que pertenecen se trate de compañeros de trabajo, del
vecindario, de la iglesia o de la escuela.
➢ Este no es mi problema
➢ Yo no me responsabilizo por esta decisión
➢ Yo prefiero no discutir este problema
➢ Yo no tengo nada que ver con ese problema
Quienes utilizan este estilo parten de la creencia de que utilizando la cesión mutua
pueden satisfacer los deseos de ambas partes, con el fin de que todos salgan ganando,
es decir se centran en solucionar las manifestaciones del conflicto más no sus causas
o necesidades subyacentes que originan dichos deseos.
Las personas que utilizan este estilo buscan soluciones prácticas y rápidas a los
conflictos, consideran que la mejor forma de hacer frente a un conflicto es abordándolo
inmediatamente y no demorándose en su solución; consideran que si ambas partes
ceden algo es justo para los dos. Para ellas, partir de la diferencia es la mejor alternativa,
aunque esto signifique que ambos pierdan.
b) Ganar – ganar.- Esta estrategia tiene como objetivo que los partes participantes
del conflicto salgan ganando al momento de adoptar un acuerdo que ponga fin
al conflicto.
Esta estrategia se basa en buscar satisfacer las necesidades de las partes, adoptando
ciertos principios como el respeto mutuo, la comprensión a la otra parte, la tolerancia, la
equidad, la responsabilidad que tienen las partes en la solución del conflicto.
Una vez que se ha explorado de manera objetiva y sincera las preguntas formuladas
líneas arriba, se pueden aplicar las diversas técnicas de resolución, según cada caso.
Barcenilla (2014), refiere que las ciencias jurídicas han clasificado a la forma de resolver
los conflictos en técnicas autocompositivas y heterocompositivas, dependiendo del nivel
de participación que tienen las partes en su resolución.
Así tenemos:
AUTOCOMPOSITIVAS HETEROCOMPOSITIVAS
La venganza El juicio
La negociación El arbitraje
La mediación La conciliación
En las técnicas autocompositivas son las partes quienes toman las decisiones de como
se resuelve el conflicto, en las heterónomas son terceras personas (expertas) las que
resuelven los conflictos, ejemplo el juez en un juicio, el árbitro en el arbitraje o el
conciliador en la conciliación.
La negociación como proceso está compuesto por una serie de fases de las
cuales no somos conscientes, busca alternativas, trata de encontrar un camino
para poder satisfacer las necesidades que se tiene, llegar a un acuerdo que
permita satisfacer las necesidades insatisfechas.
Algunos maestros y profesores prefieren que los niños practiquen primero con
situaciones inventadas e hipotéticas, antes de dramatizar situaciones reales que ya han
ocurrido. Es una técnica que se puede realizar tanto con público como en privado, es
decir solo con los actores y el maestro o maestra.
- Ayudar a los alumnos a descubrir cosas nuevas sobre ellos mismos, sobre otros
alumnos o sobre el entorno que les rodea.
- Identificar al alumno con el problema que se trata de solucionar.
Un juego de roles se puede desarrollar de muchas formas pero se pueden destacar las
siguientes fases:
- Evaluar el conflicto. Una vez que se ha detectado una situación conflictiva, ya sea
por la observación de algún miembro del equipo mediador o por alguna solicitud externa,
se debe valorar si el caso puede ser tratado a través de una mediación o, por su
gravedad, tiene que ser directamente sancionado o tratarse por otra vía.
Establecer las normas por las que se va a regir la mediación Para crear un clima de
confianza mutua que permita alcanzar soluciones satisfactorias es fundamental explicar
las reglas que van a aplicarse a la mediación y dejar claras las bases.
- Compartir ideas de resolución del conflicto. Entre todos los miembros del grupo de
mediación se deben aportar propuestas de resolución del conflicto. En esta fase, es
fundamental fomentar la cooperación, intentando que las partes afectadas sean
capaces de llegar a acuerdos concretos.