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Uno de los desafíos que, el ser humano como tal, tiene planteado, es el de llegar a su conocimiento. Este reto, ha
tenido y tiene, varios problemas para su solución, y, uno de ellos es que el conocimiento, cree que lo ejerce de una manera
innata, sin saber su origen. Es decir, que se tiene de una manera gratuita, y que le permite actuar de una manera natural, y
sin, aparentemente, tener la necesaria información para comprender, como, porque y de donde, se encuentran los elementos
que lo integran, y al tener esa gratuidad, no se preocupa, de una manera imperativa en su análisis
Es más, no solamente lo posee gratuitamente, sino que además lo ejerce, al trasmitirlo, supliendo con conceptos
axiomáticos, empíricos, y por lo tanto, poco objetivos, las incógnitas que pueden presentársele en determinados momentos,
cuando de una manera espontánea nos aparece un nuevo atributo, y nos sorprendemos, cuando deberíamos de analizarlo y
actuar, de una manera tranquila, y serena.
Deberíamos siempre, repasar los conocimientos previos que hemos ido adquiriendo hasta este momento, para
objetivizar el “porqué”, “de donde provienen”, y el “para que” se produjeron. Ya que el nuevo dato que emerge, estaba
incluido en conocimientos anteriores, pero en nuestra precipitada inquietud, se eludió su observación, consideración,
análisis e integración..
Por otra parte, el ser humano, en el fondo, ha tenido la inquietud de su conocimiento, pero este ha ido siempre, en
su interpretación , supeditado a los conceptos filosóficos y metodologías del momento en que se realizó el estudio, sin
comprender que nunca se llega a la plenitud del conocimiento. Como por otra parte, la naturaleza humana, tiende al
hedonismo, lo acepta, y no trata de ampliarlo, continuando la búsqueda.
Esta actuación, es la que nos aclara, que, aún a pesar de comprender que, la orientación filosófica que nos llevó a
su conocimiento ha sido superada, se siguen utilizando. Tal es el hecho que sucede en el momento presente, con el primer
estudio objetivo del cuerpo humano, que arranca prácticamente del siglo XVI, cuando Vesalio, médico de Carlos V, aborda
el problema del estudio anatómico.
Descubre Vesalio, la Anatomía, e incurre en un error al denominarla Anatomía, que etimológicamente, en sus
raíces griegas significa, cortar y volver a cortar. Nombre que más corresponde a la técnica que se utiliza, es
decir la Disección. Analiza las partes que ha hecho, que en realidad no son de un hombre, sino del cadáver de un hombre,
carente de funcionalismo, y que como sabemos, funcionalismo es vida.
Hoy, se considera al ser humano, en el sentir de la Profesora Ferres-Torres, como:
...” un ser vivo, operante, y dialógico, que constituye una dualidad monoantrópica compuesta de cuerpo y alma,
que necesita de la vida para sustentarse, pues sino, solo nos queda un espíritu y un cadáver”...
Han pasado desde los trabajos de Vesalio, prácticamente quinientos años, y el concepto de enseñanza de la
Anatomía, por desgracia esta anclado, en una parte del mundo, donde se ha quedado anquilosado, en el concepto filosófico
platónico, que expuso Vesalio, del estudio de las partes del cadáver..., con infinidad de detalles, pero eludiendo darle el
significado que poseen, de cual fue su origen, porque se constituyeron para que sirven, que hoy sabemos están impresos
desde el inicio, en la intención finalista, o potencia prospectiva, que define la Unidad de plan, que desde Goethe, hasta
Driesch, tanta influencia ha ejercido en el pensamiento. Es decir el paso al “porqué”, y al “para que”.
Incluso con el sentido geómetra, estático de la filosofía platónica, se sigue anclado en el concepto de Descartes,
considerándolos como sistemas independientes y antagónicos, como ocurre con los conceptos de parasimpático y
ortosimpático, y estudiándolos, como partes, con toda serie de detalles, pero sin recaer en el hecho de que, como indica
Spinoza, son elementos integrantes de la unidad humana.
Y concretándonos, en parámetro psicológico del hombre, y que en el sentir de Pert y Servan-Schreiber, arranca de
los mismos elementos celulares, para integrarse en el denominado cerebro emocional, cuyo primer sustrato conocido,
corresponde en el hipotálamo, base de la unificación de la biodinámica del sistema neuroendocrino. Lugar que influye
desde las funciones viscerales, a los sistemas hormonales de conservación del individuo con la movilización del sistema
inmunitario, hasta la de la especie, a través de la atracción del “sex appel”, en donde no solo intervienen en los parámetros
anatomo-funcionales clásicos sino en el parámetro psicológico cuya integración es fundamental en la unidad humana.
Y conste que, con esto, no queremos criticar a Vesalio, pues a cada uno hay que analizarlo en su momento
histórico. Pero nos preocupa el problema actual, esta desconexión e indiferencia, en plena evolución de la filosofía
aristotélica con respecto al ser humano. Cuyo concepto de ser vivo, operante, y dialógico, nos ha llevado a penetrar en la
Filosofía Existencial Antropológica Moderna, en donde el ser humano, consigue su máxima categoría al adquirir el
concepto existencial de PERSONA.
Concepto de PERSONA que se adquiere, y se vive en los momentos en que, dos o mas individuos, de esta especie
dialogan, es decir, (lejos de la discusión y del debate), intercambian conceptos, conscientes de que ninguno de ellos posee
la verdad. Que necesita recibir los acrisolados por el interlocutor, para acercarse a ella, aun a sabiendas de que ésta, en su
totalidad, no se conseguirá nunca
Creemos pues, que es deber nuestro, (máxime, como profesionales de las Ciencias de la Salud), el meditar en
estos conceptos, y hoy día volver sobre el hecho de que el ser humano, como hemos dicho es un ser vivo, operante y
dialógico, que en sí ya constituye una dualidad monoantrópica.
Por otra parte recordemos que, como indica Pert, en nosotros, nuestra mente, está y es, en cada una de las células
de nuestro cuerpo, exteriorizándose e integrándose en la unidad humana, por potenciales bioeléctricos, que se dirigen hacia
lugares donde sus confluencias diferencian capacidades funcionales específicas que integran y definen esa unidad del
individuo.
En el caso del consciente, los potenciales de esa mente celular, confluyen en el sistema neuro-endocrino, a nivel
del sustrato morfológico del encéfalo, donde este consciente se conoce, y en donde todos los potenciales que se integraron
previamente, van cristalizando en niveles objetivos concretos, propios y particulares, que se encargan de matizar de una
manera inconsciente, el conocimiento, como ocurre con los procesos afectivos, emocionales, e incluso la expresión de la
misma prosodia.
Esta integración permanente de los potenciales, comenzó a detectarse cuando se observó, que el sistema
nerviosos consume la misma cantidad de oxígeno, tanto si está en una profunda meditación, como si está en reposo.
Posteriormente, fue Ranson quien describió, esta biodinámica-objetiva, (primero en la corteza cerebral, y después en
cualquier célula nerviosa), en los circuitos reverberantes, de sus potenciales.
Hallazgo este, que rompió con el concepto platónico, antiguo, y estático, (que por desgracia todavía se sigue en
algunas escuelas), de considerar a la substancia gris formada por núcleos independientes, con una sola misión específica,
dando rangos funcionales, de primera o segunda categoría, como las neuronas, o células nobles, (como las piramidales,
miorrabdóticas, intercalares o deuteroneuronas), y la glía, (que se le consideró como elemento secundario), ignorando
incluso el amplio significado de las neuronas cordonales de Cajal, (que trazó el esquema de lo que podríamos llamar, la
total red de autopistas, y autovías, hasta los caminos vecinales, del sistema nervioso, para el desplazamiento de los
circuitos reverberantes).
Y por ignorar estas y otras bases unitarias de su biodinámica, se confunden conceptos como sensación,
percepción, afectividad, evocación, angustia, felicidad, excitación, tristeza, amor, odio, miedo, cólera, emoción, memoria,
olvido, y conocimiento. Siendo todos ellos el resultado de las convergencias y divergencias de los potenciales
reverberantes a distintos niveles, hasta llegar al área 46 de Brodmann, donde confluyen y, al unificarse producen el
conocimiento, y lo que es más importante, el discernimiento o juicio, y en consecuencia la responsabilidad, y una vez
vivido este momento funcional, volver a entrar en la vorágine de la reverberación, para integrar la experiencia.
Debemos de tener presente que, cuando se aplica una terapéutica, (ya hemos indicado en anterior publicaciones
nuestras que, Medicina no hay mas que una, y Terapéuticas varias, sin que ninguna sea la perfecta, sino que se
complementan sus métodos entre sí), hay que tener presente, en nuestra meditación, o concentración, que coincidimos con
el español Letamendi, que considera que “no hay enfermedades, sino enfermos”.
Así mismo, a veces en estas aplicaciones, (como ocurre con el estudio bajo el punto de vista osteopático de la
columna vertebral), nos sorprenda, el que al aplicar esta metodología, obtengamos expresiones que afectan, no solo a los
síntomas que denuncia el paciente, sino a la aparición de otros, aparentemente desconocidos, que surgen e invaden el
parámetro psicológico, y que en realidad emergen, al haberlos hecho aflorar, por los potenciales consecuentes a las
maniobras terapéuticas, ya que estos, interfieren en los circuitos de reverberación, (donde se hallaban existiendo,
integrados desde que se originaron), y cuya actualización nos lleva a la contemplación de este olvidado parámetro
psicológico, cuya apreciación es tan importante en todo momento clínico, pero especialmente en el proceso terapéutico
sacro-craneal.
El dar significado e interpretación a esta metodología de tratamiento, es el problema que nos ocupa en la presente
publicación,. Hemos utilizado un sistema de expresión azoriniano, procurando que los conceptos sean lo más claros,
concretos, concisos y sencillos, intentando darles la máxima profundidad, y cohesión, procurando que los expresados en un
capítulo, se apoyen en los del precedente y que los de éste sirvan de base para el siguiente.
El lenguaje, se ha intentado que sea lo más llano posible, ya que la mayoría de los pacientes, que acuden a nuestra
consulta, no son especialistas en la materia. Los conceptos anatómicos que aquí se utilizan, son los clásicos, pero
integrados en la biodinámica existencial moderna, es decir, dándoles un sentido de, origen, significado, unidad, función y
aplicación
CAPÍTULO 1º.
OSTEOPATÍA.
Medina-Garrido, J.A., Pérez-Moltó, F.J. , Aparicio-Bellver, L, Sarti-Martinez, M.A., Smith-Ferres, V., Ferres-Torres E., Smith-Agreda, V.
Definición.
Entendemos por Osteopatía:
...” El concepto médico-filosófico, que se basa, en el diagnóstico de una lesión, y en la consecuente aplicación
terapéutica incruenta manual, bajo una visión unitaria del ser Humano”...
Still, define la Osteopatía diciendo que es:
...” Lo primero Anatomía, después Anatomía y siempre Anatomía”...
Para analizar un elemento anatómico, (como ya dijimos en nuestra publicación Fascias).- de cualquier ser vivo, y
concretamente en el caso que nos ocupa, el humano, hay que tener presente que, cada uno de estos elementos no es una
individualidad, sino una parte integrante de un individuo, es decir que podríamos considerar que corresponde a las fascias
incluidas las líquidas.
Esta Unidad va a estar regida, a lo largo del decurso vital, por la denominada totipotencia o potencia
prospectiva o potencia teleológica de los clásicos, o aliento vital de Sutherland, propia y particular no solo de la
especie, sino del individuo, tras la fecundación, (consecutiva al crossing-ower).- que nos hace a todos los individuos
aparentemente iguales, pero con una actuación sobre el desarrollo de su código genético o genoma, que le va a
imprimir a cada individuo una Biodinámica específica, cuya expresión se va a exteriorizar en cada uno de los instantes
que conforman la Vida, haciendo de nosotros unos individuos totalmente diferentes e irrepetibles.
INSTINTO GÉNICO.
Genotipo y Fenotipo.
El desarrollo de esta vida, no solo se va a realizar por la faceta, (de lo que podríamos denominar).- el Instinto
génico, sino que, para que este pueda realizarse, en un medio extraño, si no hostil).- el genoma posee la capacidad de
adaptarse a los fenómenos que influyen desde el exterior, haciendo que exista una evolución que le module, por
influencia de estos, para conseguir el perfecto desarrollo. Este factor o capacidad de adaptación, es lo que en sentido
amplio se denomina Fenotipo. Es lo que filosóficamente definió Ortega y Gasset, como:
...”Yo soy Yo, y mis circunstancias”...
Donde Yo es el Genotipo, y las Circunstancias el Fenotipo.
Esta unión biodinámica de genotipo y fenotipo, es lo que define las características de cada individuo de cada
especie. En el caso que nos ocupa, la Humana).- que podemos definirla como:
…“Un ser vivo, operante y dialógico”…,
Que sintetiza todas las facetas físicas, químicas, psicológicas e intelectivas, que podemos analizar en el
mismo.
Estas características, consideramos, que son inherentes a la Biodinámica del Ser. Este concepto, es, para
nosotros, muy superior al concepto que se utiliza como sinónimo de Biomecánica.
La biomecánica infiere, quizás un funcionamiento de las partes, que constituyen al Ser, pero le falta la
integración con y del desarrollo conjunto concatenado, que se consigue en la Biodinámica.
Platonismo y Aristotelismo.
Su estudio, como decíamos arrancó del cadáver, y por lo tanto, tenía que ceñirse a una filosofía platónica,
puramente morfológica-estática, sin abordar el funcionalismo de la filosofía aristotélica, ya que:
…”funcionalismo es Vida”…
El Platonismo, es geómetra, y analítico en la prolija descripción de las partes, pero estático, que no aporta
nada a la dinámica, e incluso ignora de la función.
El Aristotelismo, es aritmético, unitario, dinámico-funcional de la Unidad Vital. Su razón filosófica es la
Biodinámica.
Lo que verdaderamente resulta extraño, es que, transcurridos quinientos años desde el Trabajo de Vesalio, el
concepto y estudio, (a excepción de Benninhof en Alemania, con sus Sistemas músculo-elásticos; o Escolar, y
Martinez-Almagro, con sus Sistemas neuro-musculares y Osteo-neuro-musculares, respectivamente, en España y
Busquet, con sus Cadenas musculares, en Francia).- siga, el concepto platónico mas radical, (estableciendo y
profundizando mas, el foso conceptual, entre la Anatomía y el resto de las disciplinas de las Ciencias de la Salud).- sin
haber sabido incorporar a la Unidad dinámica docente, los conocimientos de la Biodinámica Embriológica, como
origen y camino integrador para el desarrollo de la Anatomía funcional, que se engrana correctamente con las
Ciencias de la Salud, ya que el fin de estas no es el estudio del cadáver, sino el del ser vivo..
PERÍODOS DE DESARROLLO.
Sistematización de los Períodos de desarrollo.
Dado el hecho de que, varios de estos procesos ocurren al diferenciarse el organismo, en la misma unidad de
tiempo, nos obliga a que, por razones didácticas, establezcamos una relativa sistemática cronológica de la evolución del
individuo, que sintetizamos en lo que podríamos denominar Períodos de Desarrollo que son:
…”Los momentos de estudio, en los que la biodinámica organogenética del nuevo ser, presenta una serie de
características morfofuncionales, que pudiéramos considerar comunes”…
En el estudio del desarrollo humano se consideran, siguiendo a Streeter:
A).- PERÍODO PRENATAL
1º).- Período de Pregermen.
2º).- Período de Germen.
3º).- Período de Embrión.
4º).- Período de Transición de embrión a feto.
6º).- Período Fetal I.
7º).- Período Fetal II.
8º).- Período Fetal III.
B).- PERIODO POSTNATAL.
1º).- Neonato.
2º).- Infantil.
3º).- Adolescente.
4º).- Juvenil.
5º).- Adulto.
6º).- Senescente.
Período de Germen.
...”Se inicia en la fecundación, o anfimixia, o comienzo de la existencia del ser, (con toda su Dignidad Humana,
sus obligaciones y derechos), y engloba a todas las modificaciones, y diferenciaciones, que sufre la célula huevo, hasta la
adopción de la estructura somática característica de los cordados.”...
Fecundación.
…”Es el momento en los dos gametos se encuentran y confluyen, el espermatozoide y el óvulo, previamente
capacitados, dando origen al nuevo ser”…
En este período, al nuevo ser se le denomina germen. Posee ya la fórmula cromosómica propia y específica de la
especie humana, puesto que es ya un Ser Humano.
Comprende las fases de:
a).- Huevo o cigoto.
b).- Mórula.
c).- Blástula.
d).- Gástrula.
e).- Neúrula.
Se realiza durante el período de los ocho primeros horizontes de Streeter. A final del desarrollo de este período,
tiene una edad de 18-19 días, y un tamaño de 500./ 1000 micras.
Período de Embrión.
...”Empieza al final del período de Neúrula. Corresponde al horizonte IX de Streeter, o período presomítico.
Posee una edad de 20 días, y una longitud de 1-1,5 mm., y se prolonga hasta el horizonte XIII de Streeter, en el que
termina el período somítico, con una edad de 28 días, y un tamaño de 4-5 mm”...
En este periodo, el nuevo ser adquiere una morfología que le comienzan a asemejar al grupo de los mamíferos.
Período Fetal I.
...”Abarca desde los 47 a los 50 días. Al final de este período, pesa 15 grs., y tiene una longitud de 30-45 mm”...
FECUNDACIÓN.
Significado de la Fecundación.
Es el comienzo vital del ser humano. Se origina en el momento de la impregnación del ovocito, (o penetración del
espermatozoide en el óvulo).- momento en donde el Nuevo Ser adquiere y posee la Dignidad Humana, con todas las
obligaciones y derechos que le corresponden como a tal Ser humano, que ya es..
La fecundación logra los siguientes objetivos:
1º).- Reconstituye la fórmula cromosómica típica de la especie.
A la que pertenece el huevo o cigoto.
2º).- Determina el nuevo sexo.
3º).- Produce la activación del citoplasma ovular.
Y la consiguiente acción sobre los genes de los cromosomas del núcleo, desreprimiéndolos.
4º).- Produce la reacción de la primitiva membrana ovular.
Ahora, (ya membrana del huevo).- esta reacción, origina un cierto blindaje de la misma, constituyendo la
membrana de fertilización, para evitar la penetración de nuevos gametos.
Localización de la fecundación.
En condiciones normales, la fecundación se realiza en la porción dilatada, o ampolla de la trompa de Falopio, en
los genitales internos de la mujer.
Fases de la Fecundación.
Se pueden distinguir las siguientes fases:
1ª).- Activación y capacitación de los gametos.
2ª).- Impregnación del óvulo.
3ª).- Penetración del espermatozoide.
4ª).- Fusión de los pronúcleos, o anfimixia.
5ª).- Formación inherente de la membrana de fertilización.
GRADIENTES.
…”Es la estratificación de los componentes bioquímicos, que integran, el protoplasma del huevo”…
Esta estratificación, o gradientes, tiene gran importancia para la sucesiva diferenciación celular a lo largo del
desarrollo.
Estos gradientes se estratifican horizontalmente, y permiten distinguir en el huevo humano:
1º).- Gradiente superior,
O polo animal, o acúmulo de las granulaciones basófilas de R.N.A., fosfolípidos y proteínas.
2º).- Gradiente medio.
Situado debajo del precedente, constituidos, por granos metacromáticos de mucopolisacáridos, glucógeno y
fosfatasas ácidas.
3º).- Gradiente inferior
O polo vegetativo, constituido por granulaciones grasas.
Esta disposición en gradientes, da polaridad al huevo, y determina la existencia de una simetría bilateral.
De estas propiedades va a depender la diferenciación de las blastómeras, durante el proceso de formación de la
mórula. Período, que corresponde al Horizonte II de Streeter, que abarca, desde el día 1 al 4, tras la anfimixia.
A partir de este momento, (cuando las divisiones mitóticas no se hagan por planos meridionales, sino
ecuatoriales).- la proporción de los gradientes en las blastómeras, será distinta, lo que influirá posteriormente, en la
diferenciación de los distintos tejidos, ya que al variar el ambiente protoplasmático, la inducción génica de los
cromosomas será distinta.
REGULACIÓN.
En consecuencia, podemos definir como regulación, a:
... “La capacidad de activación de los genes, en determinados sectores, para controlar la
especificidad de la síntesis proteica”…
Por ejemplo, hay genes de las células del mesénquima, que en unos determinados lugares, son capaces de
sintetizar grandes cantidades de una determinada proteína específica, (como por ejemplo la hemoglobina).- que les da
su color característico, pero en otros lugares, puede sintetizar una proteína similar, pero no igual, (como ocurre con la
mioglobina).- que incluso puede tener un color parecido.
Cosa similar existe con células mesenquimales que, estando en lugares muy próximos, unas, activan los genes
que permiten la síntesis de glicoproteinas especiales, llamadas condroproteinas, que las rodean, formando una matriz
amorfa característica del tejido cartilaginoso. Sin embargo, idénticas células mesenquimales, próximas a las
cartilaginosas, desreprimen otros genes, y se produce la síntesis de proteínas contráctiles, como la actina y la miosina,
diferenciando al tejido muscular.
Por lo tanto, la estructura, la función, y consecuentemente la composición bioquímica, es específica de cada
una de las estirpes, y por lo tanto diferentes de unas a otras.
Sin embargo, esta especificidad no hubiese aparecido, dos días antes, o dos días después, del momento en que se
desreprimieron los genes, y por lo tanto lo que se verían, serían células mesenquimales indiferenciadas, o células madres
o troncales, ya que ambas, pueden, en el momento oportuno, diferenciarse, tras múltiples inducciones, hacia la formación
cartilaginosa o muscular.
BLASTULACIÓN.
ESTUDIO DE LA BLÁSTULA.
Blástula. Significado del período de blastulación.
…”Blástula, es la fase del desarrollo organogenético, en que la mórula accede a la cavidad uterina, y se caracteriza
por la licuefacción de las células centrales”…
El período de blastulación, corresponde al Horizonte III de Streeter, que viene a durar prácticamente, desde el 5º
hasta el día 7º, tras la anfimixia.
La llegada de la mórula a la cavidad uterina supone un grave problema nutricional, porque, por una parte se ha
consumido la sustancia nutritiva que aportó el ovocito, y por otra, ha salido de la esfera nutricional de la trompa, donde se
nutría por imbibición, de su secreción o leche tubárica.
Este hecho determina el que las células, comiencen a diferenciarse, quedando la biodinámica sintetizada en:
1º).- Formación del blastocisto.
Por licuefacción de las células centrales, que ofrecen sus principios inmediatos, para la nutrición del resto de
las células, formando una cavidad que se denomina blastocele, o blastocisto, rellena del líquido nutricio producido por
la licuefacción celular.
2º).- Formación del embrioblasto.
En uno de los extremos del interior de la blástula, quedan un acúmulo de blastómeras, sin diferenciar, tanto
formativas, como tróficas, como germinativas, que constituyen el embrioblasto, del cual se diferenciaran las respectivas
células del nuevo ser.
En este momento, y para prever el problema nutritivo, el trofoblasto emite una serie de cordones o vellosidades
celulares, que al penetrar, en el endometrio materno, constituirán el proceso de anidación, como más adelante veremos.
Para el correcto desarrollo las distintas blastómeras deben de estar interrelacionadas entre sí, pues actúan como
verdaderos inductores en la organización del individuo.
CAPÍTULO 4º.
DIFERENCIACIÓN DEL ÁREA EMBRIONARIA. ORGANIZADORES DE SPEEMAN.
CORDOMESOBLASTO. DESARROLLO SEGMENTARIO DE LA CABEZA Y CUELLO.
Montesinos-Castro Girona., M., Perales-Marín., R., Peris-Sanchis, R., Ruiz-Torner, A. Ferres-Torres, E., Smith-Agreda.
ORGANIZADORES DE SPEEMAN.
FASE DE NEÚRULA.
Diferenciación del área embrionaria. Fase de topogénesis.
En el sentir de Hamburger, al comenzar este período, la aparición de los organizadores, va a determinar una
ordenación en las diferenciaciones de las nuevas células, lo cual constituye la fase de topogénesis, y corresponde al
Horizonte VIII de Streeter, que se desarrolla durante los días 18º y 19º, post anfimixia.
En la zona de contacto entre las dos vesículas internas, que recibe el nombre de área somática embrionaria,
(porque de ella se formarán los elementos que constituyen el cuerpo del embrión).- y comienza a aparecer el esbozo
morfológico de este.
Visto desde la porción superior, tiene una forma ovoidea, con un extremo anterior o porción cefálica, y un
extremo posterior, o caudal, próximo al pedículo de fijación. .
En este momento del desarrollo, el cuerpo embrionario, consta de dos hojas celulares o estadío bilaminar.:
1º).- El epiblasto.
Que es la hoja dorsal del embrión y que corresponde al ectodermo-amniótico.
2º).- El hipoblasto.
Que constituye el techo de la vesícula endodermo-vitelina.
Ambas hojas se hallan íntimamente unidas en dos zonas circulares:
a).- El estomodeo
De localización craneal, o membrana bucal o buco-faríngea.
b).- El proctodeo.
De localización caudal, que constituye la membrana anal o proctodeo.
Diferenciación de la Notocorda.
Este mismo nudo de Hensen, crece hacia la porción craneal, formando una especie de cuerda, colocada
medialmente, en le dorso del embrión, por lo cual se le denomina cuerda dorsal o notocorda, que constituye el
organizador general, del desarrollo prenatal.
SOMITA.
De este mesénquima indiferenciado, se forman los primeros brotes vasculares del embrión o Angiómero, y la
fibra muscular lisa que rodea, a los vasos sanguíneos, y derivados vasculares,
De estas células madres o troncales, también se forma la musculatura roja o también denominada esquelética, que
constituye el Miómero,
La porción del mesénquima, donde van a insertarse los músculos y van a constituir el fulcro de inserción, se
constituye el Esclerómero,
La sección correspondiente al Endodermo, junto con las paredes del tubo digestivo y vísceras, derivadas de ellas
constituyen el Esplacnómero.
El Ectodermo que recubre a cada una de estas formaciones constituye el Dermómero.
El Neuroectodermo, genera el sistema nervioso, y se denomina Neurómero.
Por otra parte, (y como diferenciaciones de las distintas segmentaciones del mesodermo intraembrionario).- se
irán diferenciando los distintos tejidos constitutivos de los Órganos y Sistemas que constituyen el Somita.
La concatenación de todos los Somitas constituye la Unidad del Individuo
B).- Somitas occipitales 2º, 3º y 4º, ó Cuarto arco faríngeo, ó 2º Somita cefálico clásico.
Células constitutivas de la Matriz Ependimaria de Cuerda del Cuello y de la Cresta Neural de la región media del
Mielencéfalo que emigran hacia el tercer arco.
C).- Rombómero craneal 7º, o Tercer arco faríngeo, 1º Somita cefálico clásico.
Celulas de la Matriz Ependimaria de la región media del Mielencéfalo que emigran hacia el tercer arco.
D).- Rombómero craneal 6º, o Segundo arco faríngeo, ó 2º Somita cefálico clásico.
Células de la Matriz Ependimaria del borde superior del Mielencéfalo, que emigran al segundo arco.
PERIODO METAMÉRICO.
Sinegia de formación del organismo.
Tanto los rombómeros, como los metámeros, incluyen la formación correspondiente a todos los elementos tanto
parietales, como viscerales, albergados en la correspondiente “rodaja”, o metámero. Por este motivo se dice que, estos
crecimientos del mesodermo y mesénquima forman los somitas, del griego (cuerpo).- por lo cual a este período se
le denomina “período somítico”, o “metamérico”.
CAPITULO 5º.
NEUROGÉNESIS.
Vila-Bou,V., Villaplana-Torres, L.,Victoria-Fuster, A.,Zabaleta-Fuster, M., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.
FASE DE NEÚRULA.
Desarrollo del tubo nervioso.
Al mismo tiempo que la notocorda actúa sobre el mesodermo intraembrionario o paracordal, como indica
Hamburger, (y se produce el desarrollo segmentario que dará lugar a los somitas, en las que se interesan las tres hojas
blastodérmicas).- también actúa sobre el ectodermo dorsal del embrión o neuro ectodermo, llamado así, porque dará lugar
al tubo neural o tejido nervioso, tubo nervioso, que también sufrirá el proceso de metamerización.
Acodadura cervical.
Una vez cerrado el tubo neural, su crecimiento es más rápido que el del cuerpo embrionario, lo cual le obliga a
plegarse dando una serie de vesículas.
La primera acodadura que aparece, (de convexidad dorsal).- o acodadura cervical, marca la frontera entre la
porción neural primitiva, o Cordoencéfalo, que se sistematizará en mielómeros y la secundaria, o porción encefálica, o
Arquencéfalo, de muy compleja sistematización, que constituye los rombómeros de Haine
Como consecuencia de estos plegamientos, va a aparecer una serie de dilataciones, que constituyen dos fases de
desarrollo:
ASPECTO MACROSCÓPICO DEL DORSO DEL EMBRIÓN DURANTE LA FORMACIÓN DEL TUBO NEURAL.
Variaciones del dorso del embrión en la neurogénesis.
Para Cable, el desarrollo del tubo neural, a expensas del ectodermo, da lugar a variaciones, (en el aspecto, del
dorso del embrión).- a lo largo del período de cierre del mismo. Estas variaciones se concretan en tres fases:
A).- Fase de placa neural.
Caracterizada por un engrosamiento de las células epiteliales que constituyen la matriz ependimaria, que en este
momento se denomina placa neural.
B).- Fase de surco neural.
Se caracteriza porque, el crecimiento del epitelio neural, supera al del embrión y produce un canal en el dorso del
mismo, que se denomina surco neural, también denominada cresta neural.
C).- Fase de tubo neural.
Se caracteriza porque los lados del surco neural, acaban uniéndose entre sí, alrededor del canal y convierten este
en un tubo con dos orificios o neuróporos, uno craneal y otro caudal. Es la fase de tubo neural.
NEUROECTODERMO.
Al neuroectodermo, o matriz del tubo nervioso se denomina epéndimo.
LA NEURONA.
Según Cajal, son:
...”células, por lo común voluminosas, ricas en protoplasma, de su reunión resulta la substancia gris del encéfalo
y médula, así como la trama de los ganglios simpáticos y raquídeos”...
Su forma es muy variable, desde el aspecto de grano, hasta el de pirámide. Poseen prolongaciones que según la
dirección de la corriente de sus potenciales, se clasifican en axones, o dendritas.
Los axones, también llamados cilindroejes por Deiters, son fibras que arrancan del protoplasma celular, y en su
interior suelen albergar neurotúbulos y neurofilamentos. Se dicotomizan en ángulo recto. Constituyen el sustrato de los
nervios motores. Sus terminaciones, denominadas telodendrones, están capacitadas para liberar neurotransmisores, que
permitan transmitir el potencial a la dendrita de otra célula nerviosa, o a una terminación, bien tipo placa muscular, o de
glándula de secreción.
Las dendritas, son ramificaciones del protoplasma muy numerosas en las células multipolares, por Deiters, se les
denomina prolongaciones protoplásmicas, suelen ser de aspecto granuloso. y pueden tener una longitud variable.
Constituyen el sustrato de los nervios sensibles. Se dicotomizan en ángulos agudos. Sus terminaciones se denominan
gémulas dendríticas, y están diferenciadas para recibir los diferentes tipos de los estímulos de los órganos de los sentidos,
así como de los diferentes neurotransmisores liberados, bien por el axón de una neurona, o de una glándula endocrina.
Las neuronas se interrelacionan entre sí , siguiendo siempre la ley de la polaridad biodinámica específica de
Cajal, que se enuncia como:
...”En el sistema nervioso los potenciales nerviosos circulan siempre de dendritas al cuerpo neuronal, y de este a
los axones”...
La mayoría de las fibras nerviosas que constituyen los axones, se dirigen fundamentalmente en una dirección, por
lo que se les clasifica en tautómeras, heterómeras, y hecatómeras según se conecten con:
a).- Tautómeras.
Con neuronas del mismo lado.
b).- Heterómeras.
Con neuronas del lado opuesto.
c).- Hecatómeras.
Con neuronas de ambos lados.
Dada la intención finalista del sistema nervioso, de conseguir la máxima integración, aunque predomine un tipo
de orientación de los indicados, las neuronas a través de sus ramificaciones acaban siendo prácticamente todas
hecatómeras.
Esta variaciones y modificaciones, de las sensibilidades se deben a que la fascia ósea, a pesar de su dureza, está
inmersa en la fascia líquida del organismo, que en cada función estimula la motilidad y movilidad de los distintos
elementos integrantes, que estimula los receptores sensibles, tanto químicos, como físicos, y a partir de las
deuteroneuronas inician las respuestas, obteniendo en estas una euritmia ideal.
2º).- PLACAS BASALES O SOLARES.
Las zonas del suelo del conducto ependimario, son las matrices de:
a).- La primera generación.
O neuronas efectoras.
Denominadas miorrabdóticas, o motoras, que constituyen los dientes delas astas anteriores Van siempre
conexionadas a la musculatura roja, y forman los sistemas neuromusculares de Escolar.
Constituyen la raíz anterior del nervio raquídeo.
b).- La segunda generación.
O neuronas intercalares efectoras.
Corresponden a las deuteroneuronas, (del griego secundario-).- o neuronas intercalares, o
integradoras de potenciales en el asta anterior, encargadas de formar los mas primitivos circuitos de
reverberación de Ranson, que recibiendo el potencial de las deuteroneuronas del asta posterior, lo integran con
los acúmulos de la neuronas de Ransow, y la neuronas gamma, para conseguir la euritmia, en los potenciales que
transmitan las células miorrabdóticas.
GLÍA ECTODÉRMICA.
Origen de la glía ectodérmica.
En todas estas fases, y procedentes de todas las matrices neurales, se van diferenciando los glioblastos, (del griego
cemento, yformar).- encargados de generar la glía ectodérmica para proteger a las neuronas y
conseguir su eurítmico funcionamiento
CAPITULO 6º
DESARROLLO Y ORGANIZACIÓN SOMÁTICA.
Smith-Ferres, V., Garrote-Gasch, J.M., Signes-Costa , J., Senabre-Arolas, Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.
SOMITA.
Somita. Somatocele.
Como ya hemos indicado en capítulos precedentes, la acción organizadora de la notocorda se realiza a impulsos,
en dirección cráneo caudal. Este hecho, da lugar a que tras estos impulsos, el mesodermo paracordal del organismo, se
muestre a bloques, como si aparentemente se hubiese segmentado, dentro de su unidad.
Definición de somita.
Estos segmentos constituyen lo que denominamos somita, que podemos definirlos como:
...”Unas masas de mesénquima, relativamente separadas unas de otras, y cubiertas por unas células de tipo
ectodérmico, que establece puentes de unión entre estos abultamientos”...
En el interior de cada somita, (en los primeros momentos de su diferenciación).- se encuentra una cavidad
denominada somatocele.
Estas masas segmentadas de mesodermo, comienzan a constituirse en una secuencia célalo-caudal, como hemos
indicado.
Aparecen progresivamente, en un total de alrededor de 45 acúmulos pares, topográficos y regionales, que se
adaptan a las necesidades biodinámicas del individuo.
Se clasifican en:
10. Somitas cefálicos.
8. Somitas cervicales.
12. Somitas dorsales.
5. Somitas lumbares.
5 Somitas sacos.
4-5. Somitas coxígeos.
Somitas parieto-occipitales.
Dan lugar a los componentes de la bóveda craneana del Neocráneo Protometamérico, y a los somitas del
Neocráneo Auximetamérico. En ellos se imbrican, los rombómeros que hemos indicado precedentemente, dirigidos por el
gen Hox, y Krox.
Somitas hipoglósicos.
Dan lugar:
a).- Por su porción craneal,
a la porción más caudal del Neocráneo Protometamérico
b).- Por su porción caudal,
al Neocráneo Auximetamérico. Con ellos se imbrican los rombómeros dirigidos por el gen Hox y Krox, uniéndose
a los cuatro primeros cervicales, y formando la cuerda del cuello.
METAMERÍA.
Sin embargo a todo lo largo de la vida, a cada somita le corresponde un metámero, y todos van a estar unidos y
ser interdependientes entre sí en todos los parámetros biodinámicos, de tal manera que, cuando se afecte uno de ellos, el
que está enfermo es todo el Ser Humano.
Sintetizándolo, podemos sistematizarlo como constituido por:
1).- Dermómero.
Franja correspondiente de ectodermo y mesénquima, que constituyen la piel. (Etimológicamente,
piel).
2).- Miómero.
Formaciones, derivadas del mesénquima, que generan entre otras, fundamentalmente, la musculatura del
metámero, (etimológicamente, músculo).- .
3).- Neurómero.
Formación de nervios periféricos, (tanto motores, como sensibles, vegetativos, o de la vida de relación).-
que inervan a los componentes del metámero, (etimológicamente nervioso).
4).- Angiómero.
Formaciones derivadas de elementos vasculares. y hemáticos, (arterias, venas y linfáticos, y sangre).-
que irrigan al metámero, (etimológicamente vaso).-
5).- Esclerómero.
Formación de tejidos derivados del mesénquima que se encargan de constituir los ligamentos y huesos
del metámero, (etimológicamente = duro)
6).- Esplacnómero.
Formación de tejidos derivados del mesénquima y endodermo que se encargan de formar las vísceras del
metámero, (etimológicamente víscera).-
7).- Mielómero.
Formación del neuro-ectodermo, que se encarga de formar, a todas y cada una, de las diferentes partes,
que integran el Sistema Nervioso Central de cada metámero, (etimológicamente médula-)
CAPITULO 7º.
COLUMNA VERTEBRAL.
Hernández-Gil de Tejada, T, Martinez-Almagro, A., Montañana.- Marí,.J.V.,.Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.
ESTADÍO MESENQUIMAL.
Sistematización del blastema mesenquimal osteogénico.
A partir del Horizonte VIII de Streeter se esboza la organización vertebral mesenquimatosa osteogénica, por tres
acúmulos:
a).- Acúmulo cordal.
Se sitúa alrededor de la notocorda y representa el primordiúm del cuerpo vertebral. Horizonte
XV
de Streeter
b).- Dos acúmulos anteriores.
Constituyen los primordios de los arcos víscerales. o pleurapófisis. Horizontes IX al XVI de
Streeter.
c).- Dos acúmulos posteriores.
Constituyen los primordios del arco neural. Horizontes IX al XVI de Streeter.
ESTADIO CARTILAGINOSO.
Desarrollo durante el estadío cartilaginoso. Puntos de condrificación. Membrana reuniens.
Comienza en el Horizonte XVII de Streeter, por la invasión de una serie de puntos de condrificación, que van
sustituyendo a las células mesenquimatosas
Se constituyen:
a).- Dos puntos de condrificación notocordales.
A cada lado de la notocorda, a la que van comprimiendo.
b).- Dos puntos de condrificación de las arcualias.
Se colocan en la base de los arcos neurales y víscerales, o costales.
c).- Membrana reuniens en las arcualias dorsales.
Los puntos de condrificación de los arcos neurales tardan en fusionarse, por ello, (en la parte
media dorsal entre lo que será la apófisis espinosa).- queda un espacio en estado membranoso, que se denomina
membrana reuniens, y que, ante la carencia de la vitamina PP o ácido fólico, durante el embarazo, da lugar a una
raquisquisis, por no llegara formarse las apófisis espinosas. La cratilaginización de esta membrana ocurre al
acabar el Horizonte XXIII de Streeter, detectable por Ecografía.
d).- Membrana reuniens en las arcualias ventrales.
Los puntos de condrificación de los arcos costales no se funden con los del cuerpo y , entremedio se
queda en fase membranosa, que aquí constituirá otra membrana reuniens, en la región dorsal. En las demás
regiones, sufrirá el proceso de sinóstosis característico.
ESTADIO ÓSEO.
Puntos de osificación.
El tercer estadío u óseo, es el comienzo de la osificación vertebral. Se origina en el Período fetal II , a partir del
esbozo de la D12 , y no terminará hasta que todos los puntos de osificación se suelden, lo que ocurre sobre los 21 años. Se
realiza por la aparición de puntos de osificación.
a).- El primer punto de osificación vertebral o del cuerpo.
Es el punto principal del cuerpo vertebral. Aparece en el II Período Fetal. Suele aparecer en la Vértebra
D12, o L1,y crece en sentido cráneo-caudal.
Las caras, superior e inferior de la vértebra, continúan en estado cartilaginoso, constituyendo la matriz
de crecimiento o epífisis vertebral, hasta que entre los 11 a los 15 años, aparecen a partir de esta epífisis, dos
puntos de osificación secundarios o epifisarios, que terminan soldándose a la vértebra a los 20 años.
b).- Puntos de osificación de los arcos neurales, y víscerales.
Los arcos neurales se osifican por dos puntos de osificación primarios laterales, que forman la láminas
y los pedículos.
Aparecen antes que los de los cuerpos vertebrales, en las vértebras cervicales. Se funden con el cuerpo
sobre los 5 años.
Los arcos víscerales, presentan los puntos de osificación al mismo tiempo que los neurales, y presentan
su máximo desarrollo en la región dorsal. En las regiones cervical y lumbar, sufren un proceso de metaplasia.
Los puntos de osificación secundarios o complementarios aparecen sobre los 18 años, y acaban de
modelar las apófisis transversas y las espinosas.
La sinóstosis definitiva termina a los 20 años.
SINOPSIS.
Podemos resumir, indicando que cada vértebra consta de 8 puntos en total, que podemos sistematizar en:
Cuerpo:
a).- Uno principal.
b).- Dos complementarios.
Arco neural.
a).- Dos para las láminas.
b).- Dos para la apófisis transversa.
c).- Uno para la apófisis espinosa.
Arco vísceral.
a).- Uno para la cabeza de la costilla.
b).- Uno para el cuerpo de la costilla.
c).- Uno para la tuberosidad de la costilla.
Atlas.
O primera vértebra cervical.
a).- Un punto de osificación para el arco anterior,
que aparece al 1 año de vida extrauterina.
b).- Dos puntos laterales de las masas laterales.
Que aparecen en el Horizonte XXV de Streeter y se funden con los puntaos laterales a los 3
años, y con el punto anterior a los 9 años.
Axis.
O segunda vértebra cervical.
a).- El punto para el cuerpo.
Aparece en el Período fetal II.
b).- Los puntos para la apófisis odontoides.
Son dos, uno a cada lado, y aparecen al mismo tiempo que el punto del cuerpo. Se funden a los 6
años.
c).- El vértice de la apófisis odontoides.
Tiene un punto complementario que aparece a partir de los 3 años.
d).- El punto epifisario inferior del cuerpo del axis.
Es el punteo epifisario. Aparece a los 15 años, y se suelda a los 20 años.
e).- Los puntos laterales del arco neural.
Aparecen en el Período fetal II, y se funden con el cuerpo en el Período fetal III.
Sacro.
Se constituye por una sinóstosis fisiológica de determinadas vértebras.
a).- Cuerpo del sacro.
Se constituye por la sinóstosis de los puntos de las 5 vértebras que lo forman. Aparecen en el
Período fetal III. Se funden a los 30 años.
b).- Puntos epifisario.
Son 4 los puntos epifisarios. Aparecen a los 18 años.
c).- Puntos costales o de los arcos víscerales.
Son 4 puntos y aparecen desde el Período fetal III, hasta los 2 años.
d).- Puntos del arco neural.
Son 4 puntos dobles que aparecen en el Período fetal III .
e).- Punto de la cresta media posterior.
Es un punto secundario, que representa a la apófisis espinosa. Aparece a los 15 años.
Coxis.
Es un hueso en involución por la pérdida del apéndice caudal en la especie humana, por
su postura erecta tanto en la estática y en la dinámica. Resulta de la fusión de 7 puntos.
a).- Puntos del cuerpo del coxis primarios.
Son 4 puntos centrales, de los cuerpos vertebrales. Suelen aparecer en el Período fetal III.
b).- Puntos epifisarios.
Son 3 puntos complementarios. Aparecen entre los 4 y los 12 años. Se funden entre los 25 y los
30 años.
ÍNDICE RAQUÍDEO
Índice de Delmás..
...”Es la relación que existe entre el cociente de la longitud alcanzada por el raquis, (desde la cara externa de la
primera vértebra sacra hasta el atlas).- y la altura vertical de estos mismos elementos. Y este cociente, multiplicado por
cien”...
Es un índice, que se debe de medir sobre piezas anatómicas, o sobre las oportunas radiografías laterales del
raquis. Nos puede aportar a la importancia de las curvaturas, ya que estas, presentan variaciones individuales.
El índice normal es de 95.
Los límites extremos de un raquis normal abarca de 94 a 96.
Biotipos de Delmás
Como consecuencia de este índice, Delmás los clasifica en:
a).- Biotipo funcional dinámico
Con curvas acentuadas, y un índice raquídeo < 94.
b).- Biotipo funcional estático.
Con un curvas no acentuadas, y un índice raquídeo > 96.
Sin embargo, con el fin de unificar criterios y aun teniendo en consideración estas diferencias, podemos sintetizar
sus funciones en:
1º).- Carga y protección.
Tanto de las vísceras, y paredes del organismo, como del sistema nervioso central.
2º).- Fulcro o punto de apoyo.
De la inserción de los sistemas neuromusculares de cualquier metámero
Entre ellos, integran el elemento anatómico que denominamos vértebra, y que podemos sistematizarlo en
:
a).- El cuerpo vertebral.
Que soporta la carga.
b).- El dispositivo apofisario.
compuesto por:
El arco visceral, o pleurapófisis.
Que se encarga de constituir las costillas y sirve de fulcro a la musculatura
intercostal, y derivados prevertebrales, o diferenciada, para proteger a las vísceras.
).- El arco neural.
Que se encarga de formar el canal neural constituido por: los pedículos,
láminas de las vértebras, y ligamentos amarillos, así como el proceso apofisario,
constituido por:
a).- La apófisis espinosa.
b).- Las ziga-apófisis anteriores o apófisis articulares superiores.
c).- Las ziga-apófisis posteriores o apófisis articulares inferiores.
d).- Las para-apófisis o apófisis transversas.
e).- La diapófisis o porción superior articular, de la apófisis transversa, con
la costilla, o pleurapófisis, y sirve de fulcro a las distintas amplitudes, de las diferentes
variables del movimiento cráneo-sacral.
INTEGRACIÓN MORFO-FUNCIONAL.
Sistemas neuro-musculares. Sistemas dermo-neurales, y sistemas angioméricos
Este patrón esquemático, como hemos indicado, se va adaptando entre sí, desde los comienzos del desarrollo,
unificándose con el Sistema Nervioso, (tanto en su porción motora, como sensible, y psicológica).- con relación a las
funciones, inherentes a las correspondientes protecciones.
Siempre, supeditando a la Unidad Individual, las funciones a desarrollar por cada región, (tal como sucede, por
ejemplo, en el abdomen, donde la específica idiosincrasia de sus vísceras, que necesitan transmisión de movimiento, por
parte de las paredes, dando lugar a la metaplasia de esclerotomo a miotomo de los arcos viscerales).- Cosa que no ocurre
en la rígida protección requerida por las funciones de las vísceras torácicas-
Esto hace, que los arcos viscerales, o pleurapófisis, en el ámbito abdominal, sufran, como hemos dicho, una
metaplasia, para formar músculos a expensas del mesénquima, (que debería de haberse diferenciado en hueso).- y que
constituyen los Sistemas Neuro-Musculares, de las paredes abdominales, que con sus contracciones, transmiten la
motilidad, que ayude a realizar el proceso funcional vísceral digestivo.
Los sistemas sensibles, se integran, fundamentalmente, en el dispositivo dermoneural, que como hemos visto
acaba informando, tanto de la sensibilidad del esquema corporal como de la sensibilidad vísceral, y en cada elemento de la
sensibilidad profunda, aunque esta se sienta pero no se conozca, normalmente, debido a la poca intensidad de su potencial,
y a encontrarse en el terreno del intus, así como de la afectación psicológica, que se integra tras la reverberación de todos
los potenciales en los circuitos neuronales de Ranson.
Todos estos sistemas Neuromusculares y Dermoneurales, y Psicológico, requieren para su nutrición, llevar
siempre un sistema vascular que constituyen el dispositivo o sistema Angiomérico, o ley de la arteria de Still, formado
por:
a).- Una arteria.
b).- Una o dos venas.
c).- Una red de vasos linfáticos.
Shalaby, considera que, en la formación de los islotes de Wolf y Pander, como en toda la vasculogénesis interviene
el gen Klk-1, habiéndose observado por Coffin, como del tronco arterial aórtico, y concretamente de la porción más dorsal
de la misma, (en las regiones dorsales y lumbares).- se diferencian las arterias intersegmentarias. Diferenciación que se
realiza sincrónicamente con la diferenciación de los neurómeros, somitas y esclerómeros vertebrales, que acompañan a la
emigración de los sistemas neuromusculares de ellos. Unificándose para subvenir las necesidades nutritivas en los
momentos funcionales de estos.
ESCUELA ALLOPÁTICA.
Por otra parte, estas zonas o regiones no son las mismas, según se analicen con un criterio allopático o con un
criterio osteopático. En Alopatía el raquis esta compuesto de las siguientes regiones:
a).- Cervical.
b).- Dorsal.
c).- Lumbar.
d).- Sacra.
e).- Coxígea, o coccígea.
ESCUELA OSTEOPÁTICA.
Mientras que en el concepto osteopático, se amplía a partir del concepto de William Gariher Sutherland, quien
considera la vértebra craneal, e introduce la terapia cráneo-sacra, quedando en consecuencia el raquis sistematizado en las
porciones:
a).- Craneal.
b).- Cervical.
c).- Dorsal.
d).- Lumbar.
e).- Sacro
f).- Coxígea, o coccígea.
CAPITULO 9º.
SINOPSIS DE LA CONSTITUCIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL.
Broseta-Prades, M.J., Martinez-Soriano, F., Ruiz-Torner, A.,Renovell-Martinez., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.
VÉRTEBRA TIPO.
Características de una vértebra tipo.
En el patrón metamérico constitutivo de la columna vertebral, existen unas ciertas similitudes, en la sistemática
del desarrollo de las distintas porciones del raquis.
Sin embargo, éstas son morfológicamente distintas, con relación a su biodinámica, dado que ésta, es distinta en
cada metámero, por variar la ecuación forma-función que hace que cada vértebra sea igual pero diferente, debido a la
inducción que la potencia teleológica, ejecuta sobre los diferentes genes, para conseguir estas diferencias.
No obstante, y con fines didácticos, y basados en que existen unas groseras similitudes, podemos permitirnos
realizar un recuerdo, de las características de los distintos elementos que integran una vértebra, y mediante una eocación
comparativa, extraer una descripción virtual, ideal, o vértebra tipo, indicando que entre vértebra y vértebra existe el disco
vertebral. Todo lo cual lo podemos resumir en :
Evolución filogénica.
La vértebra craneal o Cráneo, es uno de los lugares en donde mejor se observa la común interdependencia de
origen, del dispositivo parietal y vísceral.
Ya que, en la relación desde el comienzo del desarrollo organogenético de la víscera encefálica, (por la evolución
filogenética de la especie).- con su continente parietal, se observa como, la intención finalista o potencia teleológica del
desarrollo de esta masa encefálica, obliga, para su protección, a la formación parietal, del Paleocráneo, Neocráneo
Protometamérico, y Neocráneo Auximetamérico.
Biodinámica organogenética.
Estos esclerotomos, al no poder desarrollarse, totalmente, de lo segmentos, o metámeros del mesénquima
paracordal retrosomático, lo sustraen del segmento adyacente, paracordal presomático, el cual, a este nivel, era el
primitivo territorio prospectivo de la cara y porción presomática de la región cervical.
Esta agresión, produce una lesión privativa en esta porción del embrión, la cual será, reparada por el mesénquima
perivisceral, que realizará posteriormente, la restauración , de esta usurpación, dando lugar a la cara y cuello definitivos.
Naturalmente, la evolución de estas sustracciones de mesénquima parietal, alteran el proceso inherente a la
distribución del desarrollo del cuello, con respecto al patrón primitivo, que estos somitas cervicales (reabsorbidos para la
formación del cráneo).- tuvieron en otras especies.
CRESTA DE WOLFF.
Por otra parte, en este dispositivo cervical, y corroborando el principio osteopático de que ...”todos los sistemas
son interdependientes”... no debemos de olvidar que, de este mismo cuello, se va a diferenciar el miembro superior, a
partir de la línea o cresta de Wolff craneal, junto con las vísceras procedentes de los metámeros, C4, C5, C6, C7, C8, D1,
constituyendo una unidad, genético-funcional, con lo cual, en la biodinámica y en la patología cervical hay que tenerles
presente.
Este dispositivo integrador, se origina igualmente en los metámeros lumbo-sacros, de los que arranca el miembro
inferior, con la aparición de la cresta de Wolff caudal, que se extenderá en los metámeros L2, L3, L4, L5, S1, S2, S3,.
Esta imbricación, sobre todo a partir de los metámeros S1, S2, S3, afecta también a los arcos viscerales, que, en la
simbiosis adaptativa morfo-funcional, constituyen la pelvis.
Todo lo cual, como es fácil comprender, en esta integración organogenética del polo caudal del cuerpo, nos
explica la interdependencia de sus procesos patológicos.
INTEGRACIÓN PROSPECTIVA DE LOS METÁMEROS.
COLUMNA CÉFALO-CERVICAL.
Este patrón esquemático, como hemos indicado, se va adaptando desde los comienzos del desarrollo,
unificándose a las correspondientes protecciones, tanto neurales, como viscerales, siempre supeditándose con las
funciones a desarrollar por cada región.
PALEOCRÁNEO HUMANO.
En los animales vertebrados superiores, y concretamente en la especie humana, prácticamente no existe similitud
entre ellos a simple vista, si no recurriésemos a procederes de estudio de Anatomía Comparada o de Filogenia, arrancando
desde el proceso embriológico, siguiendo la regla de Escolar, y corroborando la ley de Bauer.
En un principio, la reserva de material mesenquimal encargada de constituir los arcos neurales craneales, (o
cráneo a este nivel), a partir de las láminas vertebrales, y ligamentos amarillos, no es suficiente, (fundamentalmente a
partir de los mamíferos), con el mesénquima asignado en general, es escaso, o por mejor decir insuficiente, ya que
solamente, dentro de los peces, los ciclóstomos, como la lampea, consigue la protección de su primitivo cerebro, en la
constitución de un primitivo cráneo, basado en el modelo de las láminas vertebrales, que hemos denominado Paleocráneo.
Este hecho, de la Filogenia, también ocurre, en la especie humana, ya que aparece en el comienzo del desarrollo,
concretamente, al finalizar el período de Germen, y comenzar el albor del periodo de Embrión;(ver capítulo 1º), es decir
en el horizonte VIII de Streeter del desarrollo, en un ser humano de 18/19 días desde la anfimixia o fecundación, y de una
longitud de 500 a 1000 micras
Conforme se asciende filogenéticamente, en las especies superiores, con más desarrollo cerebral, también aparece
en ellas el Paleocráneo, utilizando los somitas cefálicos más craneales. Pero este material esclerotómico, no llega a
envolver a la masa encefálica, sino que solamente corresponde, a lo que en el cráneo adulto constituye, prácticamente, la
lámina cribosa etmoidal, o segmento de paleocráneo humano, que como es fácil comprender, no constituye una
protección correcta de toda la masa encefálica.
NEOCRÁNEO PROTOMETAMÉRICO.
Para lograr este fin, la Naturaleza, utiliza, al mesénquima total de casi todos los somitas cefálicos, (incluso las
partes correspondientes a los arcos viscerales, que debieron de desarrollar la cara primitiva).- a excepción de los primeros
somitas cefálicos u oculomotores de Furbringer.
En consecuencia, el mesénquima del resto de los somitas cefálicos aludidos, pasa a utilizarse para constituir el
primordio mesenquimal del Neocráneo Protometamérico, que corresponde, en el cráneo adulto de un mamífero adulto, a
las formaciones craneales anteriores al agujero rasgado posterior.
Este proceso, comienza a diferenciarse en nuestra especie, en el Horizonte X de Streeter; es decir en el embrión
humano de 22+/).,1 día , (desde la anfimixia), de una longitud 1,5 a 2 mm., y de 1 mg., de peso.
NEOCRÁNEO AUXIMETAMÉRICO.
Para el desarrollo del resto del cráneo, o Neocráneo Auximetamérico, el organizador de Speeman, emplea
además, el mesénquima de los primitivos somitas cervicales, es decir, de los somitas occipitales e hipoglósicos, que van a
constituir la parte de cráneo caudal, (en el adulto).- al agujero rasgado posterior.
En la especie humana, viene a comenzar a diferenciarse en el Horizonte XVIII de Streeter,; es decir en un embrión
humano de 37+/-1 día (desde la anfimixia).- de 14 a 16 mm de longitud.
SINOPSIS.
Como hemos indicado en los capítulos precedentes, aun procediendo de hojas blastodérmicas distintas, la
potencia teleológica, actúa sobre los genes, y hace que estos induzcan las diferenciaciones de las mismas, para conseguir
en conjunto, la intención finalista, (aun a pesar de formar órganos y sistemas aparentemente distintos), plasmada en la
unidad , anatomo-fisio-psicológica del Ser Humano.
Esta interrelación, se va a poner de manifiesto, en la recíproca interrelación que van a tener, como ya hemos
esbozado, las diferentes vesículas del Sistema Nervioso Central.
1º).- Cerebelo.
2º).- Para alojamiento funcional del sexto sentido, o aparato vestibular.
3º).- Para el proceso reflejo del aprestamiento atencional, en los tubérculos cuadrigéminos.
4º).- Para el proceso reflejo de la facilitación-supresión en todas las vesículas nerviosas, que rige la
euritmia de los actos automáticos.
Constituyéndose una región o encrucijada en donde, los distintos rombómeros, miómeros y neurómeros
intercambian sus fibras, dando lugar a las numerosas asas nerviosas, del facial, del neumogástrico, del glosofaríngeo, del
espinal, e incluso del neumogástrico, etc.
Por otra parte, sabemos que el miembro superior, se forma de los metámeros: C4, C5, C6, C7, C8, D1, cuando, en el
horizonte XV de Streeter, (embrión humano de 31/32 días de vida, desde la anfimixia, de una longitud de 7 a 8 mm., y de
un peso aproximado de 50 mg.), del desarrollo embrionario, por inducción de la cresta de Wolff, que como hemos dicho se
esboza el primordiúm que constituirá el miembro superior.
Así mismo, en esta encrucijada, algunos de estos metámeros, constituyen elementos, que posteriormente emigran
a regiones lejanas del lugar en donde se originó su primordio, (como ocurre con el diafragma, cuyo nervio frénico procede
del metámero C4, así como los primordiúms esplacnoméricos de la tráquea, pulmones, y músculo cardiaco, y el arriba
indicado somita cefálico, mas caudal o neumogástrico, que entremezcla sus fibras con las de todos estos elementos).
CAPITULO 11º.
DESARROLLO DEL ESQUELETO DE LA EXTREMIDAD CEFÁLICA.
Smith-Ferres, E., Smith-Ferres, V., Medina-Garrido, J.A. Garrote-Gasch, J.M., Ferres-Torres, E.,Smith-Agreda, V.
CRANEOGÉNESIS.
CRÁNEO.
En el caso del desarrollo del sistema nervioso, la enorme capacidad funcional de la vesícula telencefálica, para
conseguir el conocimiento, (donde tienen que integrarse entre sí todos los potenciales generados por todas las vesículas
nerviosas), exige la formación de un amplio receptáculo que lo albergue y proteja, con un dispositivo óseo, denominado
cráneo.
El Cráneo, por las vicisitudes embriológicas que pasó para constituirse, se nos presenta en el vivo, integrando el
esqueleto de la Cabeza, con el de la Cara, formado por la Calavera, compuesta por:
a).- La Calavera.
Cuando presenta completo el esqueleto de la cara, incluyendo la mandíbula inferior.
b).- El Calvario.
Formación ósea, del esqueleto de la cara. sin mandíbula inferior.
c).- Cráneo.
Cuando solamente interesa al componente óseo que protege al encéfalo.
La enorme desproporción en el desarrollo, entre encéfalo y esqueleto neural de los metámeros craneales, da lugar
a toda una serie de modificaciones en la biodinámica de origen y diferenciación del mesénquima del cual se va a constituir.
PALEOCRÁNEO.
Desarrollo del primordio craneal.
En un principio, (como ya esbozamos en el capítulo 8º), la reserva mesenquimal encargada de constituir estos
arcos neurales, (o cráneo a este nivel), a partir de las láminas vertebrales, y ligamentos amarillos, no es suficiente,
(fundamentalmente a partir de los mamíferos, dado su enorme desarrollo del telencéfalo).- con el mesénquima asignado
para esta función por los metámeros cefálicos.
Solamente, dentro de los peces, los ciclóstomos, (como la lamprea, que ya hemos indicado), consigue la
protección de su primitivo cerebro, en la constitución de un primitivo cráneo, basado en el modelo de las láminas
vertebrales, que se denomina Paleocráneo.
PALEOCRÁNEO HUMANO.
Este hecho, también ocurre, a lo largo la filogenia. En la especie humana aparece en el comienzo del desarrollo,
concretamente, al finalizar el período de germen, y al comenzar el albor del periodo de Embrión, (es decir en el horizonte
VIII de Streeter del desarrollo, en un ser humano de 18/19 días. desde la anfimixia o fecundación), de una longitud de 500
a 1000 micras).
Conforme se asciende filogenéticamente, en especies superiores, con más desarrollo cerebral, aparece en ellas, la
incapacidad protectora del Paleocráneo.
En la especie humana, este Paleocráneo, corresponde, a lo que en el cráneo adulto forma prácticamente, la
lámina cribosa etmoidal, pero que no constituye una protección correcta de toda la masa encefálica, por lo que la
naturaleza utiliza para este fin, al mesénquima de casi todos los somitas cefálicos, (que debieron de desarrollar la cara
primitiva), a excepción de los primeros somitas cefálicos u oculomotores de Furbringer.
NEOCRÁNEO.
Neocráneo protometamérico.
En consecuencia, el mesénquima de los somitas cefálicos aludidos, pasa a utilizarse para constituir el primordio
mesenquimal del Neocráneo Protometamérico. Corresponde, en el cráneo adulto de un mamífero, a las formaciones
craneales anteriores al agujero rasgado posterior.
El primordio de este Neocráneo Protometamérico, comienza a diferenciarse en nuestra especie, en el horizonte X
de Streeter del desarrollo, (es decir, en el embrión humano de 22+/), 1 día, desde la anfimixia., y de una longitud 1,5 a 2
mm., y de 1 mg., de peso).
Neocráneo Auximetamérico.
Para el desarrollo del resto del cráneo, o Neocráneo Auximetamérico, el organizador de Speeman, emplea
además, el mesénquima de los primitivos somitas cervicales. Es decir, de los somitas occipitales y parte de los
hipoglósicos, (también denominados rombómeros).- que son utilizados para la formación de esta parte de cráneo, que va a
corresponder a la porción caudal del mismo, que comienza a diferenciarse en el horizonte XVIII de Streeter, del desarrollo;
(es decir, en un embrión humano de 37+/-1 día ,.desde la anfimixia), de 14 a 16 mm de longitud).
Este proceso, explica la reducción, que en Anatomía Comparada se observa, en la longitud del cuello, desde los
dinosaurios, hasta los mamíferos, ya que estos, solo poseen las siete vértebras cervicales, características de los mamíferos,
desde la jirafa, hasta el delfín, pasando por el hombre, habiendo sido utilizados los demás somitas, para la formación
craneal indicada.
De todos los restos de mesénquima visceral peridigestivo el que primero se diferencia es el correspondiente al
primer rombómero o arco branquiógeno, con su correspondiente esclerotomo, que da lugar al cartílago de Meckel, y
como es lógico al sistema neuromuscular del masticador.
A continuación, se diferencia el sistema neuro muscular del segundo rombómero, o del facial, cuyo esclerotomo,
da lugar al cartílago de Reichert, que acaba constituyendo las astas menores, y porción craneal del hueso hioides.
El sistema neuromuscular del facial, emigra entonces, y se queda superficie, porque comenzó a esbozarse cuando
el primer rombómero, ya había emigrado, y ocupado una topografía profunda en el esbozo de la cara primitiva, -lo que en
la edad adulta, aclara porque la musculatura masticadora está cubierta por la musculatura de la expresión facial-.
A continuación se desarrollaron el resto de los arcos branquiógenos o rombómeros..
DURAGURT DE BLECHSCHMIDT.
La primera diferenciación mesenquimal, como hemos dicho, que va a proteger a la porción craneal del tubo
nervioso va a constituir el primordio del cráneo.
En un principio este mesénquima, va a seguir dos caminos en la metaplasia hacia el esclerotomo, diferenciándose,
en relación con el crecimiento de los elementos a los que va a proteger.. Si la protección va a estar en relación con la
protección del dispositivo visceral digestivo, el mesénquima que va a dar lugar al arco visceral, o pleuraapófisis craneal,
tiende a realizar, en principio, una diferenciación esclerotómica endocondral.
Si la protección va a corresponder al dispositivo neural, el arco neural o, neurapófisis, o neuroespina, en el caso
del cráneo, por el enorme desarrollo que van a sufrir las vesículas derivadas del prosencéfalo, -diencéfalo, y cerebro-, va a
seguir una metaplasia en el sentido desmal, constituyendo la bóveda craneal.
En un principio, en la amplia membrana primitiva engrosada que constituye la primitiva bóveda craneal de estos
embriones de los Horizontes, XX, XXI, y XXII de Streeter, empiezan a aparecer, (irradiándose del centro a la periferia), una
serie de núcleos óseos, que constituyen los primitivos centros de osificación, que podemos sistematizar en:
a).- Frontal.
Que es doble.
b).- Parietal.
Que es bilateral.
c).- Interparietal.
Que es impar y medio.
d).- Escamoso temporal.
Que es bilateral.
e).- Exoccipital.
Que es bilateral.
Los centros o puntos de osificación van invadiendo, con sus espículas la capa media, determinando la formación
de los huesos de la bóveda, que a pesar de todo, no pierden su capacidad homeopoyética. Entre los puntos de osificación,
como hemos dicho, se encuentra el resto del tejido desmal, o Duragurt de Blechsckmidt, que constituye la matriz de
crecimiento, la cual da lugar a las suturas entre los huesos. Suturas que son dentadas, por la invasión de las citadas
espículas óseas.
SUTURAS, Y FONTANELAS.
Se denominan fontanelas, a:
...”zonas de las suturas, o Duragurt de Blechschmidt, que presentan una gran superficie de desarrollo de tejido
blando todavía no osificado”...
Existen varias suturas y fontanelas, que son las que dan una cierta movilidad al cráneo, y que podemos
sistematizar en:
a).- Sutura Metópica.
Es la Duragurt de Blechschmidt, situada entre los dos frontales. Esta sutura normalmente,
acaba desapareciendo, al ser invadida por el hueso, produciendo comúnmente una sinóstosis, lo que da
lugar a que se considere un único hueso frontal.
b).- Sutura Sagital.
Por detrás de los frontales, los centros óseos de los huesos parietales, determinan una Duragurt
de Blechschmidt que da lugar a la aparición de una sutura media, continuación de la sutura metópica, que
recibe el nombre de sutura sagital, suele ser anfractuosa salvo en su tercio posterior.
c).- Sutura Coronal.
Entre los primitivos huesos frontales y parietales, se forma de la Duragurt de Blechschmidt,
que queda formando una sutura transversal, que se denomina sutura coronal.
d).- Fontanela Bregmática.
En el punto donde se cruzan las suturas coronal y sagital, queda un espacio membranoso,
amplio, de forma rómbica y de lados curvilíneos, que constituye lo que se conoce como fontanela
anterior o bregmática, por corresponder al punto craneométrico bregma.
e).- Fontanela de Gerdy.
En el punto en que la sutura interparietal o sagital, deja de ser irregular y menos dentelleada,
aparece una fontanela que se denomina fontanela de Gerdy.
f).- Sutura Lambdoidea.
La Duragurt de Blechschmidt que da lugar a la sutura interparietal o sagital en su porción
posterior, tropieza con el hueso interparietal, formándose entre los parietales y este hueso, la sutura
lambdoidea por tener la forma de la letra griega ““.
g).- Fontanela Menor o Lambdoidea, o Tectum posterior.
Entre el centro de osificación del hueso interparietal y los de los pariétales, aparece una
pequeña fontanela, que permanece en estado fibroso bastante tiempo, y permite adaptar junto con las
diferentes suturas y fontanelas, el crecimiento del cráneo al del cerebro. A esta fontanela se le denomina
fontanela lambdoidea, menor o Tectum posterior.
h).- Sutura escamosa.
Es la sutura que se establece de la Duragurt de Blechschmidt, entre el punto de osificación
escamoso, (que forma la concha del temporal), y la porción inferior del punto de osificación parietal,
forma la sutura escamosa.
i).- Fontanela Ptérica.
En la porción anterior y lateral de la sutura escamosa, y en la confluencia de los puntos de
osificación del frontal, con el parietal, ala mayor del esfenoides y apófisis orbitaria del frontal, a parece
una fontanela que se denomina fontanela ptérica, del griego ala.
j).- Fontanela Astérica.
En la porción posterior y lateral de la base de la cápsula ótica, donde se formará la apófisis
mastoides, aparece otra fontanela de aspecto estrellado, (por establecerse entre los diversos centros de
osificación de los llamados huesos wormnianos, así como los del parietal, exocciìtal, mastoides, y
porción escamosa del temporal), que se denomina fontanela Astérica.
INDUCCIONES ESTESIOLÓGICAS:
CÁPSULA NASAL.
Por delante de esta placa basal cartilaginosa, que ha empezado a constituirse al nivel de la vesícula
telencefálica, y entre los esbozos oculares, aparece una trabécula impar y media que en los anfibios y reptiles se denomina
cartílago interórbito-nasal, y que en la especie humana, se denomina cartílago de la cápsula nasal.. De esta cápsula nasal,
derivan los cartílagos nasales y los cartílagos del tabique.
Estos elementos, cartilaginosos quedan en parte como tales cartílagos, constituyendo los cartílagos del ala de la
nariz y del tabique en el adulto. Otros de estos elementos cartilaginosos, sufren más tarde, un proceso de osificación,
constituyendo los huesos cornete inferior, y etmoides.
En el mesénquima, situado por detrás y por fuera del ala orbitalis, empieza a aparecer un proceso cartilaginoso,
que da origen al cartílago del ala temporalis).- o porción orbitaria del aliesfenoides, (o futura ala mayor del esfenoides),
Esta contribuye lateralmente, en la especie humana, a cerrar y proteger por su parte externa e inferior, el esbozo ocular.
CAPÍTULO 12º.
CONDROCRÁNEO DE LA BASE.
Cimas-García, C., Smith-Ferres, V., Smith-Ferres, E., Signes-Costa, J., Montañana-Marí, J.V., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.
CONDROCRÁNEO.
Procesos metaplásicos.
El proceso de metaplasia comienza al mismo tiempo, tanto en la base como en la bóveda, sin embargo en esta
última no llega a desarrollar el dispositivo propio del paleocráneo, pues como ya hemos indicado, la bóveda elude el paso
por el proceso de condrificación, por la aparición en el desmocráneo directamente, de la presencia de los elementos
representantes de una serie de puntos de osificación, que realizan la metaplasia directamente de este tejido desmal al óseo.
En la base, los elementos representantes del paleocráneo, mas los nuevos elementos procedentes del neocraneo
proto y auximetamérico, pasan por una fase transitoria de. diferenciación cartilaginosa, que más tarde será invadida por el
proceso de osificación apareciendo, los huesos de sustitución de la base. En dicho proceso, las suturas de tipo
sindesmósico, y sincondrótico, (que existe entre los distintos núcleos), sufre en unos casos una rápida reabsorción y
sustitución por sinóstosis, lo que da lugar a constitución de los llamados huesos del cráneo por la Anatomía clásica.
A).- ENDOCONDRALES.
Normalmente, el basioccipital presenta por delante, una cinta de cartílago primitivo, que desempeña el papel de
cartílago de conjunción que lo separa del esfenoides, que constituye, el primer punto de inflexión del movimiento cráneo-
sacral de Sutherland, y Upledger, hasta la edad de 18 años en que, como demostró Oloriz, sufre la osificación y queda
funcionalmente en una sinóstosis, trasladándose entonces el punto de inflexión a los distintos ejes transversos que pasan
por los diferentes agujeros de conjunción de la columna vertebral
- Exoccipitales.
Los exoccipitales se origina por un punto de osificación a cada lado del agujero occipital. Este punto de
osificación se extiende, por delante, en dirección del basioccipital y por detrás, de los supraoccipitales.
De estos puntos se desarrollan por extensión, los cóndilos occipitales.
B).- DESMALES.
- Supraoccipitales.
Aparecen por un punto de osificación a cada lado. Estos puntos se encuentran en la zona de transición entre el
desmocráneo y el condrocráneo. Rápidamente se sueldan entre sí, formando una pieza, que constituye la parte inferior de
la concha del occipital. Con respecto a la relación con el contenido craneal, corresponde a las fosas occipitales inferiores o
cerebelosas.
Por la porción caudal, se encuentran separados de los exoccipitales, por una franja de tejido cartilaginoso, que
permanece en tal estado hasta los dos años después del parto, y que constituye la Charnela obstétrica de Budín, lugar por
donde basculan la concha y el cuerpo del occipital en la dinámica del alumbramiento. Por otra parte, es uno de los
primeros puntos que se integran en el primitivo movimiento cráneo-sacral de Sutherland y Upledger.
Interparietales.
Se forman también por un punto de osificación a cada lado, ya en el espesor del tejido desmal, Estos puntos
constituyen la porción cerebral de la concha del occipital. Rápidamente confluyen uno con el otro, formando una pieza
única.
Es interesante el indicar, que también confluyen tempranamente con los supraoccipitales, realizándose esta
integración a partir de la línea media, en el lugar donde en el interior del cráneo confluyen los senos longitudinal superior,
y recto originado la Prensa de Herófilo o Tórculo, de donde arrancan los canales de los senos laterales, que
posteriormente forman los senos sigmoideos.
Estos senos son los que buscan la gran rasgadura para continuarse con la vena Capitis prima o futura vena
yugular interna del cuello.
Desde esta porción desmal central, queda entre los puntos de osificación de las porciones superior e inferior, una
fisura transversal, ocupada por la primera fascia meníngea, o duramadre, o fascia de tensión recíproca.
Esta porción de la fascia, a este nivel, forma las paredes del seno trasverso, y además el punto de anclaje de la
tienda del cerebelo, formación clave en la biodinámica del movimiento cráneo-sacral de Sutherland y Upledger.
Además, para disminuir el peso, y para ampliar las vibraciones del sonido, calentar y humedecer el aire, el
bloque nasal y el maxilar, desarrollan y aumentan sus espacios, creando una enorme cantidad de celdas y senos, todos
recubiertos por las correspondientes mucosas.
Sentadas estas bases, se pueden ir identificando los relieves, y demás accidentes óseos, como la tuberosidad del
maxilar, etc., y como al unirse los huesos entre sí, forman las distintas fosas, orificios, rasgaduras hendiduras etc.,
destacando en unos sitios la delgadez de las paredes, y por el contrario en otros, las concentraciones de los depósitos de
Ca, sobre todo en las líneas de transmisión de fuerzas.
De todo este dispositivo se van a organizar también los correspondientes sistemas neuromusculares, que como
hemos indicado más arriba, tendrán funciones que podemos analizar independientemente, pero que se integrarán entre sí
para conseguir la biodinámica funcional de la cabeza en conjunto.
Parece ser que, para muchos autores, la función mas importante es la de la masticación, pero si no los
consideramos aislados, veremos que, en la biodinámica del aparato estomatognático, se unen e integran, en la cinta
bucinato-faríngea, multitud de sistemas neuromusculares que constituyen las cadenas musculares de Bousquet, cuya
coordinación es fundamental para que los actos de la masticación, insalivación, deglución y fonación, resulten eurítmicos.
CAPITULO 13º.
TEORÍA VERTEBRAL DEL CRÁNEO.
Sarti-Martinez, M.A., Ferrando-Galiana, M.L., Sanz-Smith, M.C., Cabanes-Vila, J.,Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.
VÉRTEBRAS CRANEALES:
Primera vértebra o Vértebra posterior u Occipital.
Esta vértebra estaría constituida por los distintos elementos que hemos visto, que integran a dicho hueso occipital.
4ª-Vértebra etmoido-nasal.
O 4ª vértebra en al sentir de Oken.
Colocar aquí LA FIGURA 13-4.
Figura 13-4.
Visión esquemática de la vértebra etmoidal craneal de Gegenbaur.
1). Agujero óptico. 2). Pared orbitaria interna. 3). Seno maxilar. 4). Meato superior. 5). Celdilla etmoidal. 6). Cornete superior. 7). Cornete medio. 8).
Meato medio. 9). Cornete inferior. 10). Meato inferior. 11). Tabique nasal. 12). Vomer. 13). Apófisis horizontal palatina
En ella se considera:
a).- Centro o cuerpo.
Corresponde a la lámina vertical del etmoides, y al vomer.
b).- Orificio neural.
No existe orificio neural.
c).- Neurapófisis.
O láminas, están representadas por la láminas cribosas del etmoides.
d).- Neuraespina.
Sutura medio nasal y apófisis crista de galli.
e).- Cigapófisis.
.- Superiores
No existen.
-Inferiores.
No existen.
f).- Diapófisis.
Corresponden a las masas laterales del etmoides.
1º).- La anterior.
Constituida por tres somitas o rombómeros:
a).- Premandibular.
Formado por los Somitas preópticos de Furbringer, ó 4º Arco branquiógeno. Que corresponde a
los sistemas neuromusculares de los pares craneales
Motor ocular común,
Patético.
Motor ocular externo.
b).- Mandibular.
Formado por el 1º Arco branquiógeno, ó 5º Rombómero. Que corresponde al sistema
neuromuscular del:
Masticador.
c).- Hioideo.
Formado por el 2º Arco branquiógeno, ó 6º.Rombómero. Que corresponde al sistema
neuromuscular del:
Facial.
Estos Arcos Branquiógenos o Rombómeros, contribuyen, con la cesión de su mesénquima, a la constitución del
Paleocráneo.
CALAVERA.
Como sabemos la conjunción final del desarrollo de la cara junto con la del cráneo van a confluir en la
formación esquelética que va a proteger, por la porción craneal, a los elementos constitutivos del encéfalo, y por la porción
visceral , a los elementos que sirven de alojamiento a las vesículas de los órganos de los sentidos. Formación esquelética
que en conjunto denominamos calavera.
BOCA PRIMITIVA
Como sabemos por organogénesis, en la porción ventral del paleo-cráneo, por debajo de los esbozos de los
somitas oculomotores de Furbringer, en los embriones de 6 mm., (Horizonte XIV de Streeter, unos 28 días después de la
fecundación, comienzan a confluir, los mamelones fronto-nasales, y nasal medio, entre sí, y junto con el mamelón maxilar,
-verdaderas pleurapófis, o arcos viscerales-, para formar en la futura cara del embrión de 9 mm., (Horizonte XVI de
Streeter, unos 34 días postfecundación), el espolón nasal de Streeter, que busca conexión con los mamelones nasales, y el
filtrum de los labios superiores.
Momento en que solo existe una cavidad naso-bucal o boca primitiva.
RESUMEN.
Haciendo una sinopsis, podemos considerar que :
a).- En fosas nasales.
Vemos tres cornetes, superior, medio, e inferior. Los dos primeros soldados a las masas laterales del etmoides,
formando la porción superior de la pared turbinal.
b).- El inferior.
Queda como hueso independiente.
c).- Meatos.
Cada cornete limita con la pared externa de la fosa nasal un espacio que se denomina meato.
d).- En el meato superior
Desembocan las celdillas etmoidales.
e).- En el meato medio.
Desembocan celdillas etmoidales, seno frontal y seno maxilar.
f).- El ectodermo de las fosas nasales,
Envía evaginaciones hacia mamelón nasal externo y yema maxilar formando los senos y celdas.
g).- El seno maxilar
Se excava en espesor de yema maxilar, formándola apófisis piramidal del maxilar.
g).- La desembocadura del seno maxilar, en el meato medio.
Es muy amplia, y está delimitada por varias formaciones, una de ellas es, la apófisis unciforme del hueso
etmoides.
h).- Alrededor del seno maxilar.
La yema maxilar se esqueletiza y forma el hueso maxilar la apófisis piramidal del hueso maxilar.
i).- El hueso intermaxilar.
O premaxilar, queda incluido al hueso maxilar.
j).- La apófisis palatina del hueso maxilar
Forma, el suelo de las fosas nasales, y el techo de la boca.
k).- El mesénquima del tabique nasal.
Pasa por fase de osificación endocondral, osificándose en parte, dando lugar a la lámina perpendicular del
etmoides y al hueso vómer.
CAPITULO 15º.
DESARROLLO DEL ESPLACNOCRÁNEO O CARA, (Continuación).
Villaplana-Torres, L., Vila-Bou, V., Victoria-Fuster, A., Senabre-Arolas, C.M., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.
HUESO MAXILAR.
El hueso maxilar superior, se forma alrededor del seno maxilar, por esqueletización de la yema maxilar que lo
rodea, formando paredes del seno.
En la cara externa del hueso se forma la apófisis piramidal, que tiene forma, como su propio nombre indica de
pirámide triangular, cuyo vértice está truncado.
Los bordes inferiores de ambos maxilares forman un saliente que se conoce con el nombre de apófisis alveolar
donde se sitúan las raíces de las piezas dentarias superiores.
En la zona anterior, se ha fusionado el hueso premaxilar, pasando a formar parte del hueso maxilar, que
contribuye a constituir la porción más anterior de la apófisis alveolar.
El hueso maxilar es el hueso clave de la maxila, o porción superior del macizo facial. Hueso éste, de gran
importancia, ya que forma parte de las cavidades: orbitaria, nasal, y bucal.
Queda, por fuera de las fosas nasales, por encima de la cavidad bucal, y por debajo de la órbita.
HUESO MALAR.
El hueso malar, se articula por:
a).- Su porción anterior e interna.
Con la pirámide truncada de la apófisis piramidal de maxilar superior..
b).- Su porción superior y externa,
Se articula con la apófisis orbitaria externa del frontal.
c).- Por detrás.
Como ,ya hemos indicado con la apófisis cigomática del temporal.
d).- Por dentro.
Mediante la apófisis orbitaria, se articula, de arriba hacia abajo, con el frontal, con la cresta malar del
ala mayor del esfenoides, y con el maxilar superior.
Esta organización estructural, tiene como consecuencia que, el borde alveolar del maxilar superior, disponga de
líneas de fuerzas ascendentes que tienen distintos trayectos
1º).- Un trayecto ascendente,
Que sube por la apófisis ascendente del maxilar superior, llegando hasta el frontal, dirigiéndose hacia el
metopion, y también se dirige hacia la glabela del hueso frontal, (cuyas paredes a este nivel, enmarcan el seno
frontal).
2º).- Un trayecto pterigoideo,
En dirección de las apófisis pterigoides, que recoge la fuerza masticatoria de los dientes posteriores,
hacia el cuerpo del esfenoides, lugar donde se bifurca en dos vectores:
a).- Uno ascendente.
Por el ala mayor del esfenoides, que llega al metopion.
b).- Otro descendente.
Que pasa por la lámina basilar, y de ahí pasa al cóndilo del occipital.
Este segundo trayecto, es posible, gracias a la presencia de la lámina vertical del palatino, que une la
apófisis pterigoides con el maxilar, -que como veremos después formará el fondo o pared interna de la fosa
pterigomaxilar, donde se encuentra delimitado el agujero esfenopalatino, que comunica esta fosa con las fosas nasales-.
Figura 15-2.
Visión anterior de la calavera.
1). Frontal. 2). Nasal. 3). Maxilar superior. 4). Maxilar inferior o mandíbula. 5). Pómulo o malar. 6). Apófisis orbitaria del esfenoides. 7). Ala menor del
esfenoides. 8). Lámina papirácea del etmoides. 9). Vomer. 10). Apófisis orbitaria del maxilar superior. 11). Ala mayor del esfenoides. 12). Concha del
temporal. 13). Parietal.
CONTINUIDAD ANATÓMICA.
Podemos considerar a la fosa pterigopalatina, como el trasfondo de la fosa pterigomaxilar que es una zona de
encrucijada, donde se comunican distintas cavidades.
Por delante y por arriba, comunica con la órbita, a través de la porción interna de la hendidura esfenomaxilar.
Por dentro, se comunica con las fosas nasales a través del agujero esfenopalatino.
Por detrás, con el interior del cráneo, mediante el agujero redondo mayor y el conducto vidiano, excavado en la
base de implantación de la apófisis pterigoides.
Por fuera se va a continuar con la fosa cigomática, de forma que, la fosa pterigomaxilar, es a su vez el trasfondo
de la fosa cigomática o pterigomandibular.
CAPITULO 16º.
DESARROLLO SECUNDARIO DE LA CARA.
Smith-Ferres, V., Smith-Ferres, E., Senabre-Arolas, C.M., Cimas-García, C., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.,
Esta biodinámica organogenética, al sustraer el mesénquima para la formación del cráneo, deja una falla, o
carencia de material para el desarrollo de la cara, produciendo en el extremo oral del tubo digestivo, la presencia de una
enorme boca primitiva, como ya dijimos, que se extiende desde la primitiva órbita, hasta la fosita supra-esternal del tórax,
es decir, ocupando, lo que posteriormente será, toda la cara y la porción anterior del cuello.
METAPLASIA VISCERO-SOMÁTICA.
Diferenciaciones, que constituyen unas metaplasias, del mesénquima miotómico, que ha pasado al diferenciarse,
de ser perivisceral o musculatura lisa vegetativa, a ser musculatura estriada voluntaria..
Además, llega a ser, la de mayor capacidad de expresión intelectiva, como es la función de articulación de la
palabra., en donde, (la expulsión de una ligera cantidad de aire), con ínfimas variaciones de tono, de la musculatura de los
labios, modula diferencias entre la B, la P, y la M, o la V, la F, y la B, etc.
Aunque siempre, poseerán un cierto matiz emotivo, procedente de su primitivo origen embriológico, como ocurre
con la expresión del estado afectivo, que ha llevado a decir, que: …“la cara es el espejo del alma”…
DIFERENCIACIONES OSTEO-NEURO-MUSCULARES.
A).- Diferenciación del primer arco branquiógeno.
El primer arco branquiógeno, es el que fundamentalmente se encarga de las bases de la regeneración esquelética
de esta cara secundaria, a partir del llamado cartílago de Meckel, de donde se diferenciarán los maxilares. Tanto el
maxilar superior, como el inferior, y el sistema neuromuscular del masticador.
El centro o filtrum del labio superior, se forma por el enclave del mamelón frontal.
El sistema neuromuscular del masticador, en la cara definitiva es el más profundo, porque embriológicamente fue
el primero que se formó,
ANÁLISIS ANATOMO-COMPARADOS.
Si analizamos la evolución de los vertebrados, observamos como las formas mas primitivas, de los animales acuáticos con
vida sedentaria en el fondo del mar, progresan hacia una morfología compacta, y no se estilizan, tanto en cuanto, el animal no
adquiere hábitos de desplazamiento en el medio acuático.
En cuanto el animal se moviliza, podríamos decir que, a la forma más o menos redondeada primitiva, se va oponiendo una
forma basada en una línea alargada que le permite desplazarse dentro del medio acuático, encaminada a que disminuyan las
fricciones mecánicas.
Este potencial adaptativo de las especies, se manifiesta también en un remodelamiento de la cabeza del animal, que
adopta una disposición en cuña, similar a la proa de un barco..
De la misma manera, cuando el animal se hace terrestre, y usa cuatro extremidades, para desplazarse, exige una motilidad
y una específica disposición Craneal, y , en consecuencia, aparecen las articulaciones del cuello, y cambian de orientación los
órganos sensoriales.
Los hábitos locomotores y alimenticios, imponen nuevos diseños de la cara y cavidad oral del animal, para que pueda
fácilmente preparar e ingerir los alimentos que encuentra en su medio ambiente. Estos factores, afectan también a la morfología de
cráneo, que está sujeto en todas las especies, y en la humana también, a un proceso moldeante en razón a las exigencias vitales del
hombre a través de la historia.
La cavidad oral.
Es una verdadera cesta digestiva, protegida por unos elementos rígidos llamados arcos branquiales. No existen maxilares,
y el animal sobrevive a través de un mecanismo nutritivo en el que sus estructuras orales, actúan como filtro del sustento acuático, en
el que el vertebrado se desenvuelve.
El material del esqueleto vertebrado, es fundamentalmente esclerotomo, que proviene de tres orígenes distintos:
a).- El hueso dermoide.
Que proviene directamente de la dermis, y está situado superficialmente debajo de la piel.
b).- El hueso cartilaginoso.
Que proviene de un molde cartilaginoso, previamente existente, al que reemplaza mediante un proceso
metaplásico de osificación. Suele situarse profundamente en la columna vertebral y en las extremidades.
c).- El hueso mesenquimal.
Que proviene del mesénquima de los arcos branquiales, y forma el marco óseo de la cavidad viscero-
cefálica.
En consecuencia, la cabeza de los vertebrados, es un conjunto óseo de triple origen, del que forman parte :
a).- La extensión craneal del esqueleto axial.
b).- Los arcos viscerales.
c El hueso dérmico.
Hendiduras branquiales.
Una serie de hendiduras branquiales, .las paredes laterales de la faringe y comunican la luz del intestino con el exterior.
Estas hendiduras están sostenidas y enmarcadas por unas abrazaderas de material óseo, que se desarrollan
independientemente del esqueleto axil. Constituyen unos arcos en forma de “V”, rodeadas de una musculatura periférica, que
permite comprimir la hendidura branquial, con el fin de expulsar el agua ingerida por la apertura oral, tras filtrar las partículas
nutritivas. De esta manera los arcos branquiales desempeñan un importante papel en la respiración y en la alimentación de los
vertebrados inferiores.
MAXILARES PRIMITIVOS.
Durante un prolongado período de selección natural, unos primitivos maxilares, fueron emergiendo de lo que
originalmente eran primeros arcos óseos branquiales, y su musculatura fue reforzándose para intervenir en la partición de los
alimentos.
En cada uno de los lados, la porción superior de la “V”, del primer arco óseo, constituyó el maxilar superior, mientras que
la porción inferior constituyó la base del maxilar inferior.
DIENTES.
Conforme estos elementos maxilares fuero agrandándose, y perfeccionando su cometido, en la tosca piel que recubría los
bordes de la apertura bucal, iniciaron su formación, como ganchos duros y puntiagudos los dientes, como colaboradores de esta
función prensil de los maxilares.
En un principio, tanto los huesos maxilares, como la cobertura cerebral de estos animales, estaba formada por hueso
cartilaginoso, que, en su porción mas superficial, mostraba ya inclusiones de múltiples placas óseas dermoides.
ESQUELETO CRANEAL.
En el desarrollo filogenético de peces, anfibios, y reptiles, existía un esqueleto craneal, con ciertos rasgos peculiares en
común. En realidad estaba formado por tres partes
a).- La caja craneana, con hueso maxilar superior incluido.
b).- Un hueso sólidamente articulado, el maxilar inferior o mandíbula.
c).- Cartílago palato-cuadrado.
Al elemento o porción cartilaginosa del maxilar superior, se le denomina así, y al del maxilar inferior cartílago de
Meckel.
CAPITULO 19º.
ADAPTACIÓN BIODINÁMICA EN LA CABEZA HUMANA.
Smith-Ferres, E. Smith-Ferres, V. Senabre-Arolas, C.M., Cimas-García, C., Cabanes-Vila, J.,. Ferres-Torres, E. Smith-Agreda, V.
LA CABEZA HUMANA.
La cabeza humana, es un conjunto integrado de órganos, en los que se incluyen:
a).- El cerebro.
b).- Los ojos.
c).- Los oídos
d).- El órgano olfativo.
e).- El apartado estomatognático.
La aparición del hombre supone, en la evolución filogenética de las especies, un aumento considerable en el
volumen del cerebro. Lo que se traduce en que, en el conjunto evolutivo, la cara del mamífero, deja paso a una cabeza
humana, con un amplio cerebro, y una facies sensiblemente disminuida antero-posteriormente, con una acusada retrusión
maxilar.
La cabeza, acusa el proceso evolutivo de los órganos sensoriales que alberga, y está al mismo tiempo, sujeta a los
cambios filogenéticos, que afectan a la totalidad del organismo, no nos olvidemos que éste es siempre una Unidad.
VOLUMEN CEREBRAL.
Conforme avanzamos en la evolución, hasta llegar al Homo Sapiens Sapiens, el cerebro va aumentando de
tamaño, al tiempo que, las necesidades funcionales del hombre se van incrementando. Sin embargo, este cambio, no ha
sido brusco, sino gradual, y coordinado con las exigencias de la especie humana.
Así, la capacidad craneal del Australopitecos, (antropoide de hace 25.000 años).,está por debajo de los 500
centímetros cúbicos del gorila actual, (no nos olvidemos de que en este período de tiempo el gorila también ha
evolucionado). Sin embargo, la evolución del hombre, ha aumentado considerablemente el volumen y complejidad del
cerebro, que ha pasado a ser el órgano preponderante en la silueta del perfil humano.
LOCOMOCIÓN BÍPEDA.
En la evolución del mamífero, la vida arbórea supuso la amplia utilización de sus cuatro extremidades, no solo
para amarrarse y colgarse del árbol, sino para posibilitar la prensión de objetos o alimentos, para examinarlos
sensorialmente o llevárselos a la boca y alimentarse.
El arbóreo va convirtiéndose en animal manual, que ya no necesita del hocico como órgano fundamental táctil, y
puede hacer uso del resto de sus órganos sensoriales. Sin embargo aún necesita sus extremidades para la función
locomotriz, hasta que un paso ulterior, especialice las extremidades posteriores en la locomoción y las anteriores en la
aprehensión de objetos y armas de lucha y de defensa.
La estación bípeda del hombre, y la reorientación de 90º en su eje corpóreo, supone una recolocación del cráneo
visceral con respecto al caudal. El plegamiento del cráneo visceral y neural, suponen dos requisitos fundamentales
exigidos por la posición bípeda.
Lo que repercute en que:
1º).- Se mantiene la posición horizontal de los órganos sensoriales, en relación con el medio ambiente.
2º).- Se logra mantener una continuidad, en la verticalidad entre el cerebro y la médula espinal.
.NEUROCRÁNEO.
APARICIÓN DE UN NUEVO EQUILIBRIO CEFÁLICO.
Surge así un nuevo equilibrio de la cabeza, merced a unos reajustes morfológicos en el diseño cráneo-facial, que
podemos esquematizar en:
a).- Redondeamiento de la bóveda craneal posterior, o porción dorsal del neurocráneo.
b).- Plegamiento de la base craneal a nivel de la silla turca y aparición del ángulo clivo-esfenoidal.
c).- Reposición anterior del agujero occipital y cóndilos occipitales.
d).- Retrusión global del complejo maxilar, que queda situado en una posición mas dorsal, con respecto
a la bóveda craneal anterior.
SINOPSIS:
DESARROLLO DEL NEUROCRÁNEO DE LA BASE.
Dada la importancia que en las Ciencias de la Salud, tiene la precisión de los datos objetivos para valorar el estado
de desarrollo intrauterino de un cráneo humano, y siendo el sustrato morfológico de la base del cráneo, el que mas se
conserva, tras procesos traumáticos accidentes, etc., hemos considerado de importancia el detenernos en recordar, la
cronología del desarrollo del neurocráneo de la base.
7º).- Formación de la parte posterior de la base del cráneo, y del agujero occipital.
Antes de entrar en el desarrollo organogenético de las cápsulas nasal y óptica vamos a terminar el estudio de la
porción posterior de la base , a partir de la lámina basal.
Esta formación de la porción posterior de la base, comienza a manifestarse, a partir del horizonte XX de Streeter,
(a los 40 días de desarrollo, cuando el embrión humano mide de 21 a 23 mm), merced a la aparición de unos cartílagos
nuevos, desarrollados a expensas del mesénquima situado en la parte posterior de la gran rasgadura, existente entre el
desmocráneo primitivo, y la lámina basal; rasgadura, tabicada ahora, en su porción anterior y posterior, por el desarrollo de
la cápsula ótica en su constitución del peñasco.
En esta porción posterior, empiezan a desarrollarse unos cartílagos, que constituyen la placa nucal, o pilae
occipitales. Estos cartílagos forman lo que constituirá el exooccipital, que acaba soldándose a la parte posterior del
cartílago de la cápsula ótica, formando el agujero post-ótico-yugular, por cuya parte más dorsal pasa la vena cardinal
posterior, (que drena la sangre del prosencéfalo), y que en el adulto dará lugar a las venas yugulares, y se acompañará de
los nervios neumogástrico, glosofaríngeo y espinal.
Este orificio, bajo el punto de vista filogenético, marca el límite entre el paleocráneo y el neocráneo.
Los cartílagos de la placa nucal, alrededor del horizonte XXI de Streeter, del desarrollo (es decir, del día 42-44,
embrión de 22-24 mm de longitud), crecen también en dirección dorsal, englobando al sistema nervioso, en la zona de
transición entre el cordoencéfalo, (del que se origina la médula), y el mielencéfalo, (que origina el bulbo).- fundiéndose en
la zona dorsal.
Este proceso de fusión, delimita, junto con la placa basal cartilaginosa, el agujero occipital, o foramen mágnum,
por donde en el adulto, se establece la transición entre la médula y encéfalo del sistema nervioso central, con sus cubiertas,
y el dispositivo de las arterias vertebrales, que acaban formando el tronco basilar.
La fusión de estos cartílagos de la placa nucal, se les denomina tectum posterior. Esta fusión, tiene que respetar la
salida de las raíces que constituyen el nervio hipogloso, y en consecuencia forman un orificio en la masa cartilaginosa, a
cada lado que constituye el agujero precondíleo.
Por detrás de este agujero precondíleo, (situado en los cartílagos de la pilae occipitales), todo el condrocráneo,
constituye en la especie humana, el neocráneo auximetamérico.
Posteriormente, los procesos osificación del cráneo, van estableciendo tabicamientos en parte de esta primitiva
hendidura esfenoidal , de tal manera que, al independizar a la arteria meníngea media, dan lugar al agujero redondo
menor.
Una cosa parecida ocurre con la tercera rama del trigémino o nervio mandibular , que la osificación lo aloja en el
agujero oval, y a la segunda rama del trigémino , o maxilar que se encuentra alojada en el agujero redondo mayor. Siendo
solamente la primera rama del trigémino, o nervio oftálmico, la que pasa de todos estos elementos sensibles por la
hendidura esfenoidal.
Sin embargo parte de esta gran rasgadura, que hemos indicado, por detrás del ala temporalis, aún quedará abierta,
sobre todo en la porción en relación con la arteria carótida interna, y los nervios parasimpáticos.
Esta gran rasgadura constituye el primitivo agujero rasgado anterior, o foramen lácerum, que acaba tabicado por
unas prolongaciones cartilaginosas , procedentes del cuerpo del esfenoides. Estas formaciones constituyen los procesos
Ali-coclearis, que al fusionarse con la cápsula auditiva contribuyen a independizar el esqueleto de la porción coclear del
peñasco. Esta formación, divide en un principio, a la rasgadura de tal manera que, la porción posterior constituye el
agujero carotídeo, y la porción anterior, el agujero rasgado anterior.
EVOLUCIÓN DEL APARATO ESTOMATOGNÁTICO EN LOS MAMÍFEROS HASTA EL HUMANO.
Como ya esbozamos, la evolución del animal y su bipedestación estática o locomotriz, supone una regresión del
apartado estomatognático, propia de un mamífero evolucionado. El hombre se caracteriza por una preponderancia
cerebral, y una progresiva atrofia facial. El apartado estomatognático, se va adaptando a las condiciones del medio
ambiente humano.
Este hecho, realiza una impronta que determina el que exista una amplia gama de caracteres variables, en el
patrón maxilar, y en el diseño dentario y morfológico de las articulaciones temporo-mandibulares. Dos ejemplos opuestos
sirven para corroborar a la potencialidad adaptativa de la evolución humana:
1º).- El Australopithecus Africanus.
Este homínido, representa a la forma grácil de adaptación a una postura bípeda.
a).- El plegamiento de la base craneal, es marcado, pero no exagerado.
b).- La migración anterior del agujero occipital, o foramen mágnum, es apreciable pero no
acentuada.
c).- Los maxilares, son planos y retraídos.
d).- La dentición refleja, el posible hábito omnívoro, con dientes anteriores grandes, caninos
voluminosos y puntiagudos, molares pequeños, que parecen recordarnos la dentición del
mamífero carnívoro.
2º).- El Australopithecus Boisei.
Es un homínido que representa la forma robusta y potente, en el que el proceso de adaptación a la
locomoción bípeda, se ha acentuado y se ha hecho severo.
a).- El plegamiento craneal es muy acusado.
b).- La posición del agujero occipital, o foramen mágnum, está muy adelantada.
c).- Los maxilares, son profundos y voluminosos.
d).- Los dientes anteriores, son pequeños, y los posteriores amplios, constituyendo una
verdadera batería triturante en la profundidad oral.
e).- Sus caracteres dento-craneales, parecen corresponder a un proceso adaptativo propio de
animales herbívoros, con un diseño biodinámico encaminado a moler y triturar alimentos
vegetales.
Estos dos tipos extremos de la morfología cráneo-facial, están identificados con las diferentes condiciones que el
hombre primitivo encontró, en cada uno de sus respectivos medios ambientes.
El hábito alimentario, la posición bípeda, y el desarrollo cerebral, marcan la configuración humana. Sin
embargo la variabilidad alimenticia, va a ser el condicionamiento de la forma maxilo-facial en la evolución ulterior del
hombre, unido a la característica que los distingue del resto de los mamíferos, cual es la comunicación oral por medio de
la articulación de la palabra.
La forma en que la especie humana se alimenta, y comunica verbalmente, dictan una biodinámica al marco osteo-
muscular en que estas funciones se realizan.
CAPITULO 20º.
CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA DENTARIO HUMANO.
Smith-Ferres, V. Smith-Ferres, E. Senabre-Arolas, C.M., Cimas-García, C., Cabanes-Vila, J.,. Ferres-Torres, E. Smith-Agreda, V.
DENTICIÓN HUMANA.
Dada la importancia que el apartado estomatognático, tiene en la biodinámica de la cabeza, es importante conocerlo.
ý para ello comenzaremos indicando, que:
... “la dentición humana o sistema dentario, está formada por un conjunto de piezas, , ancladas en el interior de los
huesos maxilares”...
Cada pieza dentaria, es un bloque de tejido mineralizado, que alberga en su interior un paquete vásculo-nervioso o
pulpa dentaria, la cual mantiene y regula, la integridad biológica del diente como elemento vivo.
Cada uno de los elementos dentarios que forman la dentición , debe de ser considerado analíticamente, como, una
unidad altamente mineralizada, pero viva, dinámica, sensible, y sujeta en su funcionalismo y supervivencia, e integridad
de la Unidad del Individuo, como cualquier otra parcela orgánica.
DIENTE.
El diente humano, así denominado (por el material más abundante en su constitución).- por la dentina, que no es
sino un tejido conjuntivo, (y por lo tanto de origen mesenquimal).- con una específica calcificación.
Aquella parte de la dentina que tiene que permanecer expuesta a la cavidad oral se halla cubierta por un tejido de
procedencia ectodérmica, extraordinariamente duro, (equivalente al cuarzo, o número 7 de la escala de Moss), que se
denomina esmalte, que protege y aísla del exterior a los elementos de procedencia mesenquimal.
La porción dentaria sumergida en el hueso, está igualmente cubierta y protegida por un tejido muy parecido al
hueso, (por lo tanto también de origen mesenquimal), denominado cemento..
En consecuencia las tres capas del diente son:
a).- Esmalte.
b).- Dentina
c).- Cemento.
HUESO ALVEOLAR.
Encía o Gingíva.
La formación ósea que constituye las mandíbulas , tanto la superior como la inferior, está cubierta por una
mucosa, constituyendo la encía o gingíva, que en el interior de la cavidad bucal se denomina apófisis alveolar, por
presentar unos nichos o alvéolos, donde se implantan los dientes.
Periodonto.
Diente y hueso están unidos por medio de un conjunto de fibras colágenas que se insertan en el hueso y en el
cemento dentario, y que constituyen un verdadero ligamento periférico, que se denomina ligamento peri-dentario o
periodonto.
Desmodonto.
Así mismo existen otras fibras que se encargan de unir la raíz a la encía, y mantienen fuertemente unidos entre sí ,
al cemento, hueso alveolar, raíz dentaria y encía.
Este conglomerado formado como hemos indicado por, el diente , el ligamento peri-dentario, el alveolo dentario,
y la encía, se comporta biológicamente, como una verdadera unidad funcional y se le denomina desmodonto, que responde
orgánicamente, a los estímulos y agresiones del medio ambiente.
PULPA DENTARIA.
El interior del diente, está surcado por un conducto que alberga los vasos y nervios dentarios, es el conducto
dentario. Este paquete vásculo-nervioso penetra a través del agujero apical, y, a nivel de la corona del diente se expande
formando una cámara pulpar. Conducto y cámara son extraordinariamente sensibles a los estímulos térmicos y tactiles.
El paquete vásculo-nervioso, junto con el tejido conjuntivo de relleno, forman la pulpa dentaria.
EVOLUCIÓN FILOGENÉTICA.
HOMODONTOS Y HETERODONTOS.
En los vertebrados actuales, solamente a los pájaros les faltan los dientes. En el resto de los vertebrados existen
siempre dientes en la cavidad oral.
En los vertebrados inferiores, todas las piezas dentarias son morfológicamente iguales, y tiene una forma similar,
de espiga o de cono, son las especies homodontas.
Conforme el animal diversifica su alimentación, (y se acomoda a otros medios y condiciones ambientales), la
dentición se va diferenciando, adquiriendo los dientes distintas formas según la posición que adoptan para la consecución
de la biodinámica del conjunto, o arcada dentaria. Son las especies heterodontas.
A lo largo de la evolución filogenética, a las especies homodontas, las sustituyen otras heterodontas, en las que
cada grupo dentario tiene una misión específica que cumplir, en la aprehensión, corte y preparación del fragmento
alimenticio, estableciendo una ubicación precisa con respecto a estas funciones pues, los:
a).- Dientes anteriores, o incisivos, toman forma de cincel, para poder partir o cortar el alimento.
b).- Dientes posteriores, o molares, adquieren elevaciones, o cúspides, y fosas o depresiones que
facilitan la multiplicación de la primitiva forma de triturar el alimento.
c).- Dientes intermedios, o caninos, situadas entre el frente incisivo y el molar, son las únicas piezas que
conservan y mantienen la forma de espiga, para desgarrar la presa o atacar en la lucha por la supervivencia.
En este sentido es interesante el indicar que en el hombre, son precisamente los caninos, las piezas
filogenéticamente más primitivas, las mas resistentes al desgaste de la dentición y los que permanecen mas años insertos
en los maxilares.
BIFIODONTOS Y POLIFIODONTOS.
En su estructura y desarrollo, los dientes muestran una evolución pareja, comparable con la de los pelos, plumas
y escamas, que están presentes en otros elementos de la escala animal.
Al igual que en ellos las células madres, se inducen entre sí y recíprocamente, sobre el ectodermo y endodermo,
regidas por la organización genética, para diferenciándose, formar un órgano que, originalmente es transitorio y
destinado, en su apoptósis, a exfoliarse y ser sustituido por otro.
Polifiodontismo.
Peces, anfibios y reptiles, muestran un continuo reemplazamiento de dientes, conforme en el ejercicio de su
función se van desgastando, este tipo constante de sustitución se denomina polifiodontismo.
Bifiodontismo.
En los mamíferos, los dientes adquieren mayor permanencia y diferenciación, ya que los utilizan no solo para
agarrar la presa, sino para masticarla. La complejidad de esta función en cada especie, exige una dentición funcional y
específicamente trituradora especializada, por lo que al mismo tiempo y con la adquisición de esta particular biodinámica
masticatoria, el múltiple número de generaciones dentarias, de reemplazamiento, se reduce a dos:
a).- La serie temporal o decidua.
b).- La serie permanente o definitiva.
En consecuencia, el homodontismo es sustituido por el heterodontismo, y la dentición se reduce de polifiodonta a
bifiodonta.
ANQUILOSIS Y GÓNFOSIS.
Este progresivo perfeccionamiento de la biodinámica masticatoria conduce también a un profundo cambio en la
forma de inserción del diente en el interior de los maxilares.
Anquilosis.
En las especies inferiores, la dentición es un conglomerado de simples relieves que sobresalen en la cavidad
bucal. En peces y reptiles, el diente posee ya una raíz, que está introducida en el interior del hueso alveolar, por medio de
una membrana fibrosa que fija constituye la raíz dentaria y la citada apófisis alveolar.
A la unión se le denomina anquilosis.
Gónfosis.
En los mamíferos, la compleja función masticatoria, exige una cierta movilidad dentaria en el interior del alveolo.
Surge como consecuencia la articulación alveolo-dentaria o gónfosis, merced a unos haces de fibras de colágena,
hábilmente dispuestos para conseguir que el diente siga fuertemente adherido, pero al mismo tiempo gozando de una
cierta motilidad, acorde con la dinámica funcional de la biodinámica estomatogmática.
TIPOS DE DIENTES.
En la dentición humana distinguimos cuatro tipos de piezas dentarias.
a).- Incisivos.
Sirven para cortar o sujetar el alimento, han sido sustituidos en el mundo civilizado por el tenedor y el cuchillo.
b).- Caninos.
Potentes piezas de afiladas cúspides, que sirven para desgarrar una presa, y han quedado relegados a una misión
funcional de la dentición en el hombre civilizado.
c).- Premolares.
También se les denomina bicúspides. Poseen una función de molienda y trituración , merced a sus dos cúspides
que encajan en el interior de las fosas correspondientes de los premolares antagonistas.
d).- Molares.
Son las piezas más voluminosas de la dentición, y tienen varias cúspides en su cara triturante u oclusal.
Comenzaremos el estudio, por la dentición permanente, (que es la que tiene mayor patología, por ser la que más
tiempo perdura en el individuo), y en ella va escribiendo su historia, o biografía, a través de los procesos de su exfoliación
y patología.
CANINO INFERIOR.
a).- Edad de erupción:
Entre los 9 y 10 años
b).- Formación de la Raíz:
Se completa entre los 12 y 14 años.
Los caninos superiores e inferiores son las piezas que más se parecen de todas las piezas que hay en la boca. La
corona del canino inferior es, no obstante, algo más alargada en el diseño y menos acusada en su relieve anatómico.
Dimensiones medias :
Longitud total............................... 25,4 mm
Longitud de la corona................... 11,4 mm
Anchura máxima............................ 6,7 mm
PRIMER PREMOLAR.
Tiene, normalmente, dos Raíces, una bucal y otra lingual; por el contrario, es infrecuente encontrar un
segundo premolar con dos Raíces. En caso de piezas birradiculares, la bifurcación está a alguna distancia del cuello dentario,
por lo que, propiamente, el premolar tiene una sola raíz con dos ramas terminales. El primer bicúspide tiene, siempre dos
conductos pulpares.
El segundo bicúspide, sólo presenta dos conductos pulpares.
Sus dimensiones medias son:
Dimensiones ... Primer Segundo
... Premolar Premolar
Longitud total................………...21,7 mm 27,21 mm
Longitud de la corona.................. 5,1 mm 7,9 mm
Anchura máxima ........................6,8 mm 6,5 mm
Dimensiones medias.
Longitud total..................................................... 21,3 mm
Longitud de la corona...........................................7,7 mm
Anchura máxima buco-lingual.................... ......11,7 mm
EL SEGUNDO MOLAR.
Tiene dos Raíces, que son similares a las del primero, pero más próximas entre sí. La Raíz mesial tiene dos
conductos pulpares y la distal sólo uno
EL TERCER MOLAR.
Tiene el mismo número y tamaño de Raíces, acusando igualmente esa regresión volumétrica propia del grupo
molar.
Dimensiones medias:
Longitud total......................... .. ...........................22,8 mm
Longitud corona.................................................... .8,1 mm
Anchura bucolingual máxima................................9,8 mm
NÚMERO Y ERUPCIÓN:
La dentición temporal está formada por veinte piezas dentarias. Diez maxilares, y diez mandibulares.
En cada arcada hay cuatro incisivos (dos centrales y dos laterales).- dos caninos y cuatro molares, (dos
primeros y dos segundos molares).
El primer diente temporal que erupciona es el incisivo central inferior, que lo hace a los 6-7 meses de vida
extrauterina.
La última pieza temporal en erupcionar, es el segundo molar temporal superior, que lo hace entre los 24-30
meses.
MORFOLOGÍA:
Anatómicamente cada pieza dentaria temporal se corresponde con la homóloga permanente. Consta de una
Raíz y una Corona, y están igualmente formadas por tres capas histológicas:
a).- Esmalte.
b).- Dentina.
c).- Cemento.
Comparando el tamaño de una pieza caduca con una permanente, se observa una apreciable disminución
tridimensional en la pieza dentaria temporal. Son, por lo tanto, una versión reducida de la pieza definitiva, aunque el diente de
leche suele ser sensiblemente más ancho y corto que el permanente.
EXFOLIACIÓN:
Todas las piezas dentarias temporales se exfolian, caen y son sustituidas por piezas permanentes. La exfoliación de la
pieza temporal, se realiza merced a una lenta reabsorción de la Raíz dentaria en dirección ápico-gingival. Cuando la lisis
radicular se completa, el diente temporal, libre de sujeción intra-ósea, pierde la sujeción y se desprende espontáneamente.
Al caer el diente, solo se observa la corona porque su raíz ha sido completamente reabsorbida, este es el
motivo de que se crea que las piezas temporales carecen de raíz.
El desarrollo y erupción de las piezas dentarias temporales y permanentes vara ampliamente según la Raza y
Sexo, y, normalmente, las niñas cambian antes los dientes que los niños. Hay también una predisposición familiar en la que se
muestra una cierta tendencia a una dentición cronológicamente precoz o tardía. Es, por lo tanto, difícil dar unas normas fijas,
sobre el desarrollo dentario y el momento eruptivo.
MAXILAR:
CANINO SUPERIOR.
1º).- Se forma a los 5 meses de vida intrauterina.
2º).- Posee esmalte completamente formado a los 9 meses de vida extrauterina.
3º).- Erupciona a los 18 meses.
4º).- Posee raíz completa a los 3 años y medio.
1º MOLAR DE LECHE.
1º).- Se forma a los 5 meses de vida intrauterina.
2º).- Posee esmalte completamente formado a los 6 meses de vida extrauterina.
3º).- Erupciona a los 14 meses.
4º).- Posee raíz completa a los 2 años y medio.
2º MOLAR DE LECHE.
1º).- Se forma a los 6 meses de vida intrauterina.
2º).- Posee esmalte completamente formado al año de vida extrauterina.
3º).- Erupciona a los 24 meses.
4º).- Posee raíz completa a los 3 años.
MANDÍBULA:
Los caninos
Tanto superiores como inferiores, están situados en los ángulos del arco dental y soportan los vectores masticatorios en
los desplazamientos laterales de la mandíbula. Vistos frontalmente aparece una acentuada inclinación de la raíz hacia el
palatino, que ofrece una positiva ventaja mecánica para resistir fuerzas de componente transversal.
LLAVE DE LA OCLUSIÓN.
Se llama llave de la oclusión :
...”A la posición que adoptan las piezas dentarias cuando, lateralmente, la cúspide mesio-vestibular del primer molar
superior ocluye, a nivel del surco vestibular, del primer molar inferior”...
Esta relación de los primeros molares constituye como hemos dicho, la llave de la oclusión, puesto que son
los primeros molares las piezas más importantes, voluminosas, y las primeras en hacer erupción de toda la dentición
permanente.
CLASES DE OCLUSIÓN.
CLASIFICACIÓN DE ANGLE.
Los diferentes tipos de oclusiones existentes en la dentición humana se clasifican según la relación que
guardan los primeros molares entre sí. Es la denominada clasificación de Angle, que divide las maloclusiones, u oclusiones
incorrectas, en tres grupos o clases.
Clase I
Cuando la relación antero-posterior es normal y existe algún otro defecto en la posición espacial de uno o
varios dientes.
Clase II
Cuando el primer molar inferior ocluye por distal de su homónimo superior y la arcada dentaria inferior
queda distalmente situada.
Clase III
Cuando el primer molar inferior ocluye por mesial de su homónimo superior, y toda la arcada dentaria
inferior queda mesialmente situada.
SUPERFICIES ARTICULARES.
Las superficies articulares, no están cubiertas por el cartílago hialino, sino, por un tejido fibroso avascular,
que puede contener un cierto número de células cartilaginosas.
Los dos huesos que, merced a esta articulación se ponen en contacto (maxilar y mandibular).- poseen dientes,
que también articulan y ocluyen entre sí. La dentición y la A.T.M. tienen una decisiva influencia recíproca, en la morfogénesis
y en la dinámica estomatognática.
Al ser una articulación doble, de un hueso único y flotante, funciona como una articulación de carácter bilateral.
La superficie articular de la mandíbula, es la cara superior y anterior del cóndilo. La cabeza condílea, de
unos 20 milímetros de larga por 10 milímetros de anchura, tiene su eje mayor situado perpendicularmente al plano de la rama
vertical de la mandíbula. Si extendemos posteriormente los ejes de los dos cóndilos, las líneas se cruzaran en la parte anterior
del foramen mágnum.
El cóndilo, es muy convexo antero-posteriormente y ligeramente convexo medio-lateralmente. Está dirigido, visto de
perfil, hacia delante y arriba, por lo que el cuello condíleo aparece como doblado anteriormente. En el extremo lateral de la
cabeza condílea se inserta el disco y el ligamento temporo-mandibular. En su extremo medial, toma inserción el disco y las
fibras mediales de la cápsula articular.
LIGAMENTOS DE LA A.T.M.
Hay cuatro ligamentos asociados con la A.T.M. que tienen un importante papel en el sinergismo postural y
dinámico de la mandíbula.
1º).- El ligamento capsular.
Está unido al hueso temporal, y rodea totalmente la articulación temporo-mandibular y el cóndilo.
Su función primordial es mantener los dos huesos unidos y articulados.
2º).- El ligamento temporo-mandibular o ligamento lateral externo
Tiene una inserción en la cara temporal del arco cigomático, y termina en el borde lateral y posterior
del cuello del cóndilo. Es el ligamento suspensorio de la mandíbula en los movimientos moderados de apertura, y refuerza la
posición lateral de la cápsula.
3º).- Ligamento esfeno-mandibular.
Va desde la espina esfenoidea a la língula de la rama vertical de la mandíbula. Es también un
ligamento suspensorio, que actúa en las aperturas más pronunciadas de la mandíbula. Cuando esto ocurre, el ligamento
temporo-mandibular disminuye su tensión, y, el esfeno-mandibular, la aumenta acentuadamente.
4º).- El ligamento estilo-mandibular.
Se inserta en la apófisis estiloides del hueso temporal, y en el borde posterior de la mandíbula.
Actúa de freno, en el desplazamiento mandibular, previniendo una excesiva antero-rotación mandibular en el límite extremo de
apertura.
DISCO ARTICULAR.
El disco articular, es una placa fibrosa ovalada, de gran rigidez. Su parte central, es siempre más delgada
que su posición periférica, y esta variación parece estar en relación con el desigual relieve de la eminencia articular.
Posteriormente, el disco, se continua con una gruesa capa de tejido conectivo más vascularizado, que se une y funde, con la
pared posterior de la cápsula articular.
Es el denominado rodete retrodiscal, lo que prueba las presiones mecánicas que debe soportar este área y, a
las que está estructuralmente adaptado. Son importantes las relaciones del disco con la cápsula y con el cóndilo.
COMPARTIMIENTOS ARTICULARES.
La mandíbula es, en la especie humana, un hueso único. Las articulaciones de ambos lados están
coordinadas para contribuir en cada uno de los movimientos mandibulares. Pero es que, además, la articulación de cada lado,
es un conjunto, que comprende dos articulaciones dentro de una sola cápsula. Una articulación superior, entre la eminencia
articular y el disco, y una articulación inferior entre el cóndilo mandibular y el disco.
Forman así, dos compartimentos de una misma articulación, situados por arriba y por debajo del disco.
COMPARTIMIENTO SUPERIOR.
Movimiento de Bennet.
En la porción superior, de cada A.T.M. se realiza un desplazamiento, en el que, el disco y el cóndilo, se
desplazan hacia abajo a lo largo de la vertiente posterior de la eminencia articular, y luego hacia delante, sobre la superficie
articular plana.
Este desplazamiento traslatorio, puede ser realizado simétricamente o unilateralmente, para provocar un
movimiento de la mandíbula hacia un lado. En este último caso, el disco y el cóndilo de un lado se deslizan medialmente hacia
abajo y adelante, mientras el otro disco y cóndilo contralateral -el denominado cóndilo de reposo).- permanece en su posición
posterior girando lateralmente alrededor de un eje vertical que se desplaza levemente.
En realidad, el cóndilo de reposo, se desliza lateralmente hacia fuera al mismo tiempo que gira. Este
componente lateral del desplazamiento lateral de la mandíbula se denomina movimiento de Bennet; aunque es muy pequeño,
tiene gran importancia en la reconstrucción protésica de la dentición.
COMPARTIMIENTO INFERIOR
La porción inferior de la A.T.M. funciona como una articulación en bisagra o charnela, en que, el disco,
actúa de cavidad envolvente del cóndilo que gira. Debido a la pronunciada oblicuidad de los cóndilos, en el plano frontal,
(recordemos que los ejes condíleos convergen posteriormente), este giro condíleo debe acompañarse de un cierto ajuste entre
los cóndilos y los discos.
El movimiento de bisagra, se realiza alrededor de un eje horizontal que está virtualmente situado en la línea
de unión del centro de ambos cóndilos. Así, en el movimiento de apertura, el extremo lateral de cada cóndilo, situado por
delante el eje de charnela debe moverse ligeramente hacia abajo y hacia atrás. Simultáneamente, el extremo medial, situado
por detrás del eje de charnela, se mueve ligeramente hacia arriba y adelante.
POSICIONES MANDIBULARES.
POSICIÓN DE REPOSO.
Reposo mandibular.
Estando un individuo sentado o erecto, y su cabeza en orientación horizontal, se dice que, su mandíbula se
encuentra en posición de reposo, es decir,
…”cuando la musculatura mandibular está en máximas condiciones de descanso”…
Es la posición en que habitualmente se encuentra la mandíbula siempre que el individuo mantenga su cabeza
horizontalmente orientada. Si, tras tragar saliva observamos la posición que, reflejamente, tiende a ocupar la mandíbula,
dejando un cierta separación entre los dientes, esa es la posición de reposo mandibular.
Existe, por lo tanto, cierta distancia entre la arcada dentaria superior e inferior que no están en contacto oclusal.
Espacio remanente.
...”Se denomina espacio libre inter-oclusal y mide 2-5 milímetros a nivel de los incisivos”....
Dependencia de la posición de reposo.
No depende del número, forma o posición de los dientes, sino que viene dictada por el tono de reposo muscular y es,
normalmente, constante en el mismo individuo a lo largo de la vida. Clínicamente, tiene extraordinaria importancia el averiguar
el límite exacto, de la posición de reposo para determinar protésicamente el diseño de las piezas dentarias artificiales.
COLUMNA VERTEBRAL.
RAQUIS CERVICAL EN CONJUNTO.
Anatomo-funcionalmente, o Biodinámicamente, que es lo mismo, podemos considerar, una
continuidad del cráneo con el raquis cervical que está constituido por dos zonas.
a).- El raquis cervical superior.
Se le conoce también como raquis suboccipital. Es el integrado por:
).- Bloque articular distal del occipital.
.- La primera vértebra cervical o atlas.
Sabemos que ha cedido su cuerpo vertebral al Axis para constituir la apófisis odontoides, que es el
sustrato morfológico de la biodinámica de rotación del macizo craneal, con lo cual, el cuerpo vertebral ha
sufrido una metaplasia, (para la constitución de la articulación trocoide odonto-atloidea), quedando
transformado en el arco anterior del atlas.
Estas piezas, biodinámicamente, están unidad entre sí, por una compleja red de
articulaciones, integradas en tres ejes y sus correspondientes grados de libertad.
b).- El raquis cervical inferior.
Se extienden desde la cara inferior del Axis hasta la cara superior de la D1.
Todas las vértebras de este segmento o zona, son similares en su aspecto, con las diferencias que han
impreso en ellas los distintos niveles de carga, y la amplitud de los dos tipos de los movimientos, que las
caracterizan, la flexo-extensión, y la inclino-rotación.
Biodinámicamente, no son dos segmentos distintos sino que se completan y complementan. en los
movimientos de la cabeza.
c).- Emisión de los miembros superiores. Cresta de Wolff.
A este nivel, las inducciones génicas, potencializan los somitas, C5, C6, C7, C8, D1, creando
en ellos unos territorios prospectivos, que determinan la aparición del miembro superior, debido a la
presencia, en las primeras fases, de unas excrecencias que se les denomina crestas de Wolff.
Articulación occípito-atloidea.
Para entrar en este estudio, debemos de considerar, la morfología adoptada por las vértebras que la
constituyen, teniendo presente que, no solo se refiere a las dos primeras vértebras cervicales, sino que, en la
biodinámica, va a intervenir, en sentido craneal, la porción de la lámina basilar del occipital, (o vértebra
auximetamérica, de complejo craneal), donde se esbozan y desarrollan los cóndilos occipitales.
Son dos, aparentemente independientes, pero están generados por casquetes de una misma esfera,
cuyo centro, se aloja en la eminencia occipital interna, al nivel de la confluencia vascular, denominada prensa
de Herófilo o tórculo.
Por lo que respecta a las correspondientes cavidades glenoideas, (que corresponden a los restos del
primitivo cuerpo vertebral del atlas, del cual se desgajó, como ya dijimos, la apófisis odontoides), constituyen
lateralmente, las masas laterales del atlas.
Estas articulaciones, clásicamente se las ha considerado como condíleas, al estudiarlas
independientemente, (con un criterio analítico filosófico platónico), pero con el concepto dinámico
aristotélico, sintético, de la unidad del ser vivo, operante y dialógico, (por estar engendradas por la misma
esfera), biodinámicamente se les considera como partes de una enartrosis funcional, y como tal con los tres
grados de libertad, que van a permitir:
a).- Rotación axial.
Supeditada al eje vertical.
b).- Flexión-extensión.
Establecida alrededor del eje transversal que pasa por el centro de los cóndilos, y de las
cavidades glenoideas.
c).- Inclinación lateral.
Basculando alrededor del eje antero-posterior del cuerpo, a este nivel.
ATLAS Y AXIS.
Así mismo acompañando desde su origen, a nivel del orificio transverso, de la sexta vértebra cervical C6, o
agujero transverso,(constituido por las sinóstosis de los esbozos de las apófisis transversas con las atróficas
costillas cervicales, llamadas tubérculo anterior de las apófisis transversa), se ve penetrar a la arteria
vertebral, en el interior, y el nervio de François Frank, (que corresponde a la cadena metamérica
ortosimpática).- que acompaña a esta arteria vertebral, a todo lo largo de los agujeros transversos, a partir de
la C6.
Estos elementos, suele afectarse en los procesos cervicales, y cursan con sintomatología vascular,
que conviene diferenciar del síndrome de la raíz C2,, (nervio suboccipital de Arnold), que cursa con una
patología específica que constituye el Síndrome de Barré Lieu.
Las masas laterales, por su cara inferior, presentan las carillas articulares inferiores, que, para
enviar la carga hacia la columna de los cuerpos vertebrales, presenta una orientación hacia abajo y adentro.
Las apófisis transversas, no presentan gran desarrollo, son mono tuberosas, y van a servir de puntos
de inserción o fulcros, tanto a los músculos oblicuos superiores como a los inferiores, que van a contribuir a la
biodinámica de rotación de la cabeza.
AXIS.
La segunda vértebra como ya sabemos es el axis. Su nombre se debe al proceso de sinóstosis, que
generó la apófisis odontoides. Esta apófisis odontoides, además de encontrarse unida al cuerpo del atlas,
establece una unión con el borde inferior, del agujero occipital, o foramen mágnum, por un dispositivo
esclerotómico, que queda en la fase ligamentosa, constituyendo el haz yugal, o ligamento occípito-
odontoideo, que va a permitir, por la elasticidad del tejido fibrosos que lo constituye, los movimientos de
rotación del bloque cráneo-atlas. La unión con el cuerpo del axis, es de menor calibre y constituye, el cuello
de la odontoides.
El axis, va a presentar un arco neural, que consta de las partes clásicas pedículos y láminas, que
confluye en el dorso, formando el dispositivo de la apófisis espinosa, que debido a las a tracciones que sobre
ella van a ejercer los sistemas neuromusculares retrosomáticos de Escolar, se encuentra muy solicitada y
presenta un aspecto bituberoso.
BIODINÁMICA ARTICULAR.
Articulaciones de Luchska
El cuerpo del axis presenta ya la características inherentes a esta especial biodinámica cervical, pues
debido a la energía de rotación que tanto a él como al resto de las vértebras cervicales, le van a imprimir las
cadenas neuromusculares de Busquet, muestra en la porción ósea de la anfiartrosis de los cuerpos vertebrales,
la presencia de unas excrecencias, (y sus correspondientes facetas invertidas), que constituyen, la cresta
anterior media, y las apófisis semilunares o de Luchska para encajar en las facetas de las porciones laterales
inferiores de los cuerpos vertebrales correspondientes.
Estas articulaciones, biodinámicamente controlan los enérgicos movimientos de rotación del cuello,
impresos por los elementos musculares cervicales. En la inteligencia de que, para controlar y reducir lo
menos posible estas capacidades de giro, las articulaciones de las apófisis de Luchska son diartrosis.
Sobre este lecho ligamentoso y con el fin de unificar los distintos cuerpos vertebrales de todo el
raquis ,se extiende el ligamento vertebral común posterior.
El aumento del peso de la carga, conforme se desciende, hace que aumente el tamaño del cuerpo
vertebral cervical, hasta llegara a C7. Vértebra que es la de transición con la región dorsal, en donde, por
pasar de la lordosis cervical a la cifosis dorsal, la apófisis espinosa hace prominencia, por lo que se le
denomina Vértebra prominente.
Apófisis semilunares de Luschka.
Dada la enérgica solicitud que tiene en los procesos de giro la región cervical, para darle mayor
solidez y evitar la luxación, en los movimientos bruscos, se modifican los bordes anterior, y laterales,
superiores e inferiores.
a).- Borde de las caras superiores laterales.
Aparecen unas crestas verticales de contorno semilunar con carillas articulares. Son las
apófisis semilunares o de Luschka.
b).- Borde de las caras inferiores laterales.
Aparecen en ellas unas muescas que articulan diartrósicamente con las apófisis de Luschka
de la vértebra adyacente.
c).- Borde medios o anteriores de las caras inferiores y superiores..
Presenta en el borde anterior, una cresta que articula con la muesca de la porción del borde
de la cara superior de la vértebra adyacente.
Apófisis transversa. Agujero Transverso.
Las apófisis transversas de estas vértebras, presentan por los proceso de la organogénesis craneal las
siguientes características:
1º).- El arco costal o visceral o pleurapófisis.
Se encuentra atrófico, (porque como sabemos, su mesénquima fue utilizado para formar
cráneo).- y la misión protectora visceral cervical de la arcualia interventral, fue desempeñada posteriormente
por cartílago de Meckel del 1º arco branquiógeno o rombómeros 2º, y 3º.
Solo queda un resto de la arcualia interventral, que se suelda al cuerpo de la vértebra en el punto de
la implantación de la apófisis transversa, llamado tubérculo anterior de la apófisis transversa, y en esta.
persisten por las tracciones de las inserciones de los sistemas neuromúsculares presomáticos de Escolar o
columna muscular media anterior de Busquet.
2º).- Agujero transverso.
La sinóstosis de la arcualia con las apófisis tranversas, que hemos indicado, se realiza
posteriormente al desarrollo y lanzamiento de la arteria vertebral, y de sus acompañante neural
ortosimpático, por lo cual queda entre medió el clásico agujero transverso, limitado en su porción anterior
por la presencia de los tubérculos anterior, o raíz costal, y el posterior o raíz transversa. Esto es lo que hace
que clásicamente se haya considerado a estas apófisis tranversas cervicales como bituberosas.
Como hemos indicado, entre ambos tubérculos queda el agujero transverso, por el que pasan la
arteria y vena vertebral, junto con la cadena ortosimpática metamérica denominada nervio de François
Franck, (Smith-Agreda y Robles-Marín).
Esta constitución bituberosa solamente se da en las vértebras, C3, C4, C5, y C6, C7. Por el agujero
transverso de la C7 solo pasa la vena vertebral.
Pedículos y agujeros de conjunción.
El arco neural se implanta en la cara posterior de los cuerpos vertebrales, por los pedículos. El punto
de implantación está mas próximo al borde superior del cuerpo vertebral que al inferior.
Presenta dos escotaduras, que circunvalan al agujero de conjunción, que es lugar por donde:
a).- Emergen los nervios raquídeos.
b).- Entran y salen los elementos constitutivos del dispositivo angiológico
c).- Es el lugar donde la 1ª Fascia o fascia de tensión recíproca, o duramadre, emerge.
Al nivel de la zona denominada Cambiún, donde se diferencia en las fascias:
Endostio.
Periostio.
Téndino-Aponeurótica.
Muscular.
Apófisis articulares.
Las apófisis articulares, constituyen los bloques de las dos columnas posteriores, y realizan la
transmisión de fuerzas y de cargas, que reciben a través del arco neural, para enviarlo a la vértebra adyacente
inferior.
La inclinación de las carillas de estas apófisis articulares depende de la transmisión de fuerzas y
cargas, que aumenta de arriba abajo, y de la movilidad que decrece de arriba abajo.
Las apófisis articulares de las vértebras cervicales, presenta dirección oblicua, con las apófisis
articulares superiores dirigidas de arriba hacia abajo y hacia atrás. Y las inferiores en sentido opuesto. Son
atrodias, y unas encima de las otras, forman un mismo cilindró elástico ósteo-fibroso.
ARTROLOGÍA VERTEBRAL.
Columnas de soporte de las cargas.
De todo este dispositivo se van a diferenciar también, los correspondientes sistemas ligamentosos y
neuromusculares, que como hemos indicado más arriba, tendrán funciones integradoras, (aunque para su
estudio que podemos analizar independientemente), pero que confluyen entre, sí para conseguir la
biodinámica funcional de la cabeza en conjunto.
En realidad ambos van a ser sistemas ligamentosos, pero que podemos clasificarlos, según su
composición y función en:
a).- Ligamentos pasivos.
Formados por elementos conjuntivos o fibrosos, sin capacidad voluntaria contráctil, y que
cuando se fuerzan reaccionan avisando al organismo por la estimulación nociceptiva de sus receptores
nerviosos.
b).- Ligamentos activos.
Formados por mesénquima diferenciado en tejido muscular, y por lo tanto con capacidad
contráctil voluntaria.
Aquí las fibras musculares, realizan la unión entre las piezas óseas, no solamente
dependientes de la longitud de las fibras, como en los ligamentos pasivos, sino que esta unión, es capaz de
aproximarse o separarse mas o menos en relación con la necesidad de desplazamiento de los huesos, en
relación con las necesidades del momento funcional.
Entre unos y otros, consiguen mantener el equilibrio de la columna , tanto en la estática como en la
dinámica.
TRANSMISIÓN DE LA CARGA.
Columnas de transmisión de carga.
Como ya dijimos al principio, (y no debemos de olvidar en ningún momento).- la columna del
individuo vivo y operante, sano o enfermo, es biodinámicamente una, y para conseguir su función, adopta el
engranaje de las piezas y discos que la transforman en una columna elástica.
En razón de esta biodinámica, y para su consecución, la transmisión de fuerzas en la columna
muestra dos caminos de transmisión:
a).- Camino o columna anterior.
Que dentro de las limitaciones de sus significado, podemos denominar columna pasiva, que es uno,
corresponde al eje de transmisión, que circula a través de la serie de cuerpos y discos vertebrales, que la
integran.
Por su misión de transmisión estática, los cuerpos vertebrales, se unen entre sí por articulaciones de
gran fijeza o Anfiartrosis. Su elemento de unión es fibroso, que forma una continuidad con el disco
intervertebral y con la fascia perióstica.
b).- Camino o columna posterior.
Es doble, y ambas son activas, y por la integración funcional con los sistemas neuro-musculares
consiguen la transmisión y la motilidad.
Lo cual se traduce morfológicamente, en que van a tener mayor desplazamiento, y para conseguirlo,
estas columnas posteriores, van a tener mayor elasticidad y motilidad, lo cual requiere que sus articulaciones
sean diartrósicas. Es decir que la fascia a este nivel, tiene que diferenciarse en unas carillas articulares
pulidas, una sinovia que realice una amortiguación hidráulica, y unas cápsulas fibrosas, en intima continuidad
fascial con los elementos ligamentosos pasivos, periósticos, y dinámicos, neuromusculares.
Estas columnas posteriores se corresponden a las formadas por las continuaciones de las
articulaciones de las zigapófisis o apófisis articulares.
MORFOLOGÍA FUNCIONAL
La región dorsal está constituida por doce vértebras, que son soporte, protección y transmisión de
cargas y fuerzas. Las cargas son mayores que las de la región cervical, debido a que además del peso de la
cabeza se suma el del cuello, y de las extremidades superiores.
El efecto de protección es no solo para el sistema nervioso, sino también para las vísceras de la
región torácica. Por ello y dada la idiosincrasia funcional de ellas, la pleurapófisis o costilla, (atrófica en la
región cervical por el proceso de craneogénesis), aquí adquiere el máximo desarrollo
Es la región que por diversos motivos, menos se ha diferenciado de su morfología prenatal, pues
continúa conservando la cifosis fetal, ligeramente modificada por la biodinámica de la carga.
En la porción caudal de cada uno de los bordes, de las vértebras dorsales existe, salvo en las
vértebras de transición, aparecen las facetas articulares diartrósicas de la cabeza de las costillas
b).- El disco intervertebral.
O intercentro, que marca la presencia del disco intervertebral que juega un papel definitivo en la
estabilidad, convirtiéndola en la región más estable de toda la columna.
Los discos intervertebrales, en esta región son más finos, y esto, unido al anillo fibroso, (que
delimita periféricamente a este), junto con las uniones ligamentosas adyacentes, y sus relaciones con las
fascias endotorácicas, se observa que están diseñados, a favorecer la estabilidad.
Como consecuencia el movimiento, adquiere la mínima expresión necesaria.
c).- El arco neural, o agujero vertebral.
Forma como en los otros segmentos, las láminas y pedículos.
En donde, a excepción de su porción distal, presenta un desarrollo pequeño, circular, debido a que la
víscera neural, (la médula, en este caso), presenta el mínimo desarrollo, dado que sus astas anteriores,
solamente exhiben los dientes de las neuronas miorrabdóticas, para la inervación del retrosoma y del
presoma.
El agujero de conjunción tiene más marcada la escotadura inferior que la superior. Lugar en donde
también la fáscia de tensión recíproca o duramadre, presenta la zona del cambium, donde esta fascia se
diferencia en, las fascias endósticas, perióstica aponeuróticas, musculares, tendíneas , etc.,
Sin embargo en la porción caudal, donde la retracción medular, aloja a los mielómeros del miembro
inferior, (es decir, donde a los dientes medulares, de los somitas retrosomáticos y presomáticos, se suman los
del basípodo, estilópodo, zigópodo y autópodo del miembro inferior, junto con el arranque lógico de estos
mielómeros, de las raíces de la cola de caballo).- el conducto raquídeo se encuentra mas dilatado.
d).- Apófisis transversas, o parapófisis.
Presenta un gran desarrollo, porque va a servir de apoyo, a la tuberosidad de la costilla. Se dirigen
oblicuamente, hacia atrás y arriba. Terminan en una extremidad redondeada que presenta una faceta ovalada
para soporte de tuberosidad de la costilla.
e).- Apófisis articulares.
Las apófisis articulares dorsales, o zigapófisis, por corresponder a la porción del segmento posterior
de los pilares funcionales o motores, en relación con su biodinámica, van a ser diartrosis, artrodias, y a tener
una morfología, que dificulta, (en comparación con la región cervical), la rotación y lateralización.
Su carillas, son casi verticales y se orientan hacia atrás y ligeramente hacia afuera en las superiores.
Las inferiores, se orientan hacia delante y ligeramente hacia adentro. El eje transversal que las une está
contenido en el mismo plano, a diferencia de la curvatura que describe este eje en las apófisis articulares de
las cervicales.
Interapoyo de Kapandji.
La articulación entre las apófisis articulares superior e inferior, es una palanca de 1º grado, que
Kapandji llama de interapoyo. Las partes de esta palanca podemos esquematizarlas en:
- El fulcro o punto de apoyo.
Está situado al nivel de la articulación interapofisaria.
- La resistencia.
Al nivel de los cuerpos y los discos.
- La potencia.
Se aplica a las apófisis espinosas por los distintos músculos retrosomáticos.
a).- Cuerpo.
Presenta todavía predominio del diámetro transversal, sobre el antero-posterior.
En los ángulos laterales del borde superior aparecen las apófisis semilunares típicas de las
vértebras cervicales, que articulan con las escotaduras de la séptima.
En el cuerpo encontramos las carillas articulares para las costillas.
Una carilla superior completa, para la cabeza de la primera costilla, y una carilla inferior que apenas
articula con la cabeza de la segunda.
El tipo de articulación corresponde por todos estos motivos al grupo de las anfiartrosis, que van a
permitir giros de 35º, a un lado y al otro del eje de gravedad.
Disco intervertebral.
Presenta un aspecto de lente biconvexa. Sus caras se unen firmemente a toda la superficie de la cara
vertebral.
Su morfología se adapta a las de la región a que pertenecen.
Su función, transmitir y amortiguar las cargas que soporta la columna.
Sus dimensiones aumentan igual que le ocurre al cuerpo de la vértebra, conforme vana descendiendo.
Dentro de cada región, la relación proporcional de la altura del cuerpo vertebral está mas
desarrolladas en las vértebras que tienen mas motilidad. En esquema podemos considerar que la relación
indicada es:
Región cervical, 2/5.
Región dorsal, 1/5.
Región lumbar, 1/3.
Las dimensiones medias de los clásicos son:
Cervical: 3 mm.
Dorsal: 5 mm.
Lumbar: 9 mm.
La altura de estos discos o ligamentos interóseos, no es la misma en sus bordes anteriores y
posteriores, y está en relación con las curvaturas de la columna vertebral.
En la región cervical, en razón de la lordosis, el disco presenta mayor altura en la parte anterior.
En la región dorsal, por la cifosis, la altura de los discos, es mayor en la zona posterior.
En la región lumbar, con lordosis, el disco tiene mayor altura en la porción anterior.
DISCO INTERVERTEBRAL.
Núcleo pulposo.
Corresponde al resto embriológicamente a la notocorda primitiva, que adquiere un aspecto gelatinoso
pero duro. Se sitúa en el centro del disco, próximo al borde posterior.
Microscópicamente, posee una substancia gelatinosa transparente, con un 90 % de agua y una gran
hidrofilia. El resto es una asociación de mucopolisacáridos, (sulfato de condroitina, ácido hialurónico, y
querato-sulfatos).
Posee tractos fibrosos de naturaleza colágena, que lo tabican, con condrocitos, y fibroblastos. Carece
en absoluto de vasos y nervios.
Ánulus.
Corresponde a la parte periférica del disco intervertebral. Posee una función distinta que la central o
núcleo. Está constituido por fascículos fibrosos entre las dos caras de los cuerpos vertebrales, adoptando una
disposición en anillo.
Forma láminas concéntricas de tejido fibroso, como las capas de una cebolla, separadas, por láminas
conjuntivales más delgadas. La dirección de los tractos fibrosos, es vertical en la periferia del ánulus,
haciéndose oblicuas conforme se sitúan en bandas más profundas.
Otro hecho importante es que las direcciones de los tractos fibrosos tienen la oblicuidad encontrada,
opuesta, entre sí con los adyacentes, de tal manera que parecen encontrarse en forma de “X”, para evitar las
posibles dehiscencias, que conducen al cuadro patológico denominado hernias discales. La franja más
profunda del ánulus, describe un trayecto helicoidal, casi horizontal alrededor del núcleo.
Esta zona periférica del disco, sí posee vasos y nervios, pero todavía en menor cantidad que los
fibro-cartílagos articulares.
ARTICULACIONES COSTO-VERTEBRALES.
Sistematización metamérica del raquis con las pleurapófisis.
En cada metámero de la región dorsal del raquis, un par de pleurapófisis se va a articular, con cada
una de las vértebras por medio de dos articulaciones bastante complejas, denominadas costo-transversas.
Solamente en los metámeros D11, y D12, esta complejidad se rompe, debido a que estas dos últimas
costillas, por encontrarse en período de transición, hacia la metaplasia muscular de la región abdominal, solo
articulan con el cuerpo de cada una de las vértebras correspondientes.
Decimos complejas, porque, (a pesar de lo que dicen las anatomías clásicas, bajo un punto filosófico
platónico), son distintas bajo un punto de vista aristotélico u osteopático. Debido a que, si bien es verdad que
las articulaciones costo-vertebrales son artrodias en el cadáver, en el individuo vivo y operante son un encaje
recíproco funcional.
Bajo el punto de vista platónico, estático, es una doble tróclea.
Pero bajo el punto de vista aristotélico, funcional, osteopático, es un encaje recíproco funcional, lo
que la dota de todas las capacidades funcionales por ella exigidas.
Consta, en las nueve primeras costillas para una perfecta euritmia, de una doble articulación, ambas
de tipo diartrósico.
Por ello, la pleurapófisis, o costilla va a tener una articulación proximal, (por medio de la cabeza
costal).- con las carillas de los cuerpos vertebrales, y con el disco intervertebral.
Por otra parte la tuberosidad de la costilla, va a tener una articulación de apoyo, (también
diartrósica), por medio de la tuberosidad costal, con la apófisis transversa
a).- Articulación costo-vertebral.
Si se considera en sentido filosófico platónico, únicamente se articula sobre el sustrato óseo de los
cuerpos vertebrales, y, para ello, la cabeza de la costilla presenta en sus superficies superior e inferior dos
facetas planas, que articulan con las correspondientes facetas de la respectivas carillas articulares, lo que las
define como dos artrodias.
Pero en el sentido filosófico funcional, aristotélico y osteopático, existe una arista entre estas dos
facetas, que también articula, y lo hace como una continuación morfológica del disco intervertebral. Es
decir, que la arista interviene directamente en la anfiartrosis de los cuerpos vertebrales.
Esto hace que, al realizar los movimientos de deslizamiento artrodiales, estos se vean amplificados
por los movimientos de elevación y descenso así como de y rotación externa o interna, (según el momento
funcional), lo que la transforma en un encaje recíproco funcional, con la amplitud de la capacidad de
movimientos, que en el fondo se traducen en los procesos de inspiración y espiración.
b).- Articulación costo transversa.
Se establece entre la cara superior de la apófisis transversa, y la faceta articular de la cara inferior de
la tuberosidad de la costilla. Ambas son diartrosis artrodias, pero debido a que el eje de giro o fulcro
articular, pasa por ambas articulaciones las va a unificar funcionalmente. Este eje se extiende desde el centro
de la articulación costo-vertebral, al eje de la transverso-costal, imprimiendo biodinámicamente un sentido
funcional de rotación a través de ellas, a las dos articulaciones.
CAPÍTULO 24º.
REGIONES LUMBAR, Y SACRO-COXÍGEA. PELVIS.
Garrote-Gasch, J.M., Medina Garrido, J.A.,Valverde-Navarro, A.A., García-Moreno Díaz, F., Villaplana-Torres, L., Ferres-Torres, E.,
Smith-Agreda,V.
S A C R O–C O X I S. P E L V I S
HUESO SACRO.
Es una pieza relativamente amplia en la porción caudal del raquis , su nombre viene del griego,
hueso y extremo.
Al analizarla, se observa que está constituida por unas series de vértebras que se han unido entre si,
tanto en la porción de los cuerpos, como de los discos intervertebrales., para actuar como clave de
transmisión de cargas en el arco del estrecho superior de la pelvis. En esta unión, formada normalmente por
cinco cuerpos vertebrales con la fusión de los arcos viscerales, que van a constituir las aletas del sacro, así
como de sus arcos neurales, respetando en la osificación la emergencia de los elementos neuro-vasculares que
forman y acompañan a las raíces sacras, y que dan lugar a los agujeros sacros anteriores y posteriores.
Esta fusión, se realiza a partir de los primitivos puntos de osificación, que en principio conservaron
su personalidad, y que podemos sistematizar en:
Puntos primarios.
a).- Puntos de osificación de los cuerpos vertebrales.
Son cinco que se sitúan en la línea media, y que van a dar lugar a los cuerpos
vertebrales.
b).- Puntos de osificación primarios laterales.
Dan lugar a los puntos de osificación de los pedículos, las láminas.
c).- Puntos de osificación primarios, para las zigapófisis o aletas del sacro,
Se localizan lateralmente.
Puntos secundarios.
a).- Puntos epifisarios centrales.
Que dan lugar a las epífisis de los cuerpos vertebrales, que acaban fundiéndose en
una sinóstosis, los de una vértebra con las adyacentes.
b).- Puntos secundarios de los arcos neurales.
Son cinco que se desarrollan en la clave de los arcos neurales, y dan lugar a las
apófisis espinosas, o tubérculos sacros medios. Estos puntos acaban en una sinóstosis entre
si para formar la cresta sacra media.
Estos puntos con relativa frecuencia, o no aparecen, o no llegan a terminar sus
desarrollo, por falta de ácido fólico, o vitamina PP, con lo cual el arco neural, no se cierra y
aparece una lesión denominada raquisquisis.
Este cuadro tiene un amplio espectro sintomático porque en él, se van a producir
evaginaciones de las meninges , o meningocele, o bien de las meninges con liquido
cefalorraquídeo, o hidromeningocele, e incluso hasta protrusión de masa nerviosa. Lo que
constituye un meningo-encefalocele, que cursan con una abigarrada sintomatología neural.
c).- Puntos secundarios de las epífisis auriculares
Que son los que terminan de osificar las aletas laterales del sacro. Siendo de gran
importancia, puesto que en los bordes externos de estas aletas, se constituyen las facetas
auriculares del sacro.
Estas facetas, quiebran la continuidad con la ziga-apófisis, cual si fuese una
ruptura al nivel de las articulaciones costo-transversas de la columna dorsal. Esta
articulación que se va a formar a este nivel, es una diartro-anfiartrósis que va a dar
motilidad a la pelvis.
En las superficies de las facetas articulares, que tienen forma de escuadra, (con el
vértice rectangular, como continuidad del estrecho superior).- la porción articular del sacro
presenta una procidencia, o tubérculo de Bonaire, que encaja en una fosa correspondiente
de la faceta homóloga del coxal. A través de estos accidentes discurre el eje de giro en los
movimientos de nutación y contranutación pelvianas..
HUESO COXIS.
Corresponde en la especie humana a la cola de los animales, que ha sufrido una atrofia debido a la
actitud bípeda de nuestra especie. De los metámeros que la constituyeron embrionariamente desde los
Horizontes XII de Streeter, (embrión de 26 días post fecundación).- hasta el Horizonte XIX de Streeter,
(embrión de 40 días postfecundación), todos los esclerómeros han ido sufriendo la progresiva atrofia y
solamente se ha conservado el miotomo, (a cada lado), que en los cuadrúpedos da lugar al músculo agitador
de la cola y en la especie a la porción corta del bíceps crural.
El cuerpo del coxis disminuye y solamente se conservan restos de tres o cuatro vértebras coxígeas.
Lateralmente, en la porción proximal de este cuerpo, aparecen unas aletas laterales que articulan con las caras
laterales de la última vértebra sacra.
En estas aletas, se inserta el músculo pubo-coxígeo, que posee un extraordinario valor funcional en la
biodinámica, tanto del sistema diafragmático del elevador del ano, en los momentos de función emunctórica,
como en mantener el equilibrio funcional, entre la columna presomática de Busquet, en el equilibrio con la
retrosomática de la masa común sacro-lumbar, en el proceso de los movimientos de nutación y
contranutación.
HUESO COXAL.
Se denomina hueso coxal a la conjunción por sinóstosis de tres puntos de osificación de los
elementos correspondientes a los arcos viscerales de los somitas correspondientes a los segmentos, sacros y
coxígeos de la columna vertebral
Estos elementos por las inducciones génicas de la cresta de Wolff inferior, conducen al mesodermo
paraxial, (que en principio, se concreciona en una masa esclerotómica), a que en el proceso de osteogénesis
se diferencia en tres puntos de osificación , el iliaco, el isquion y el pubis.
Su morfología está en intima relación con las funciones que tienen que realizar. El Iliaco, realiza un
efecto de protección sobre las vísceras del tramo inferior abdominal. El isquion es el punto de apoyo en la
posición sedante. El pubis sirve de contrafuerte para el equilibrio de fuerzas tanto en la estática como en la
dinámica visceral, (ver el libro titulado, Fascias, capítulo 34).
Parte del mesénquima paraxial, como no van a ser estáticos, sino dinámicos, ya que el eclerotomo se
configura definitivamente en ligamentos pasivos, que con el cierto grado de elasticidad, permiten que los
huesos tengan un cierto desplazamiento controlado.
Por otro lado los arcos viscerales que los constituyen, y para facilitar esta específica dinámica, en su
porción proximal sufren una sinóstosis con los cuerpos vertebrales del sacro constituyendo las aletas del
sacro.
Sin embargo esta sinóstosis se hiende en bloque, a ambos lados del hueso sacro, transformándose en
una articulación sincondrótica, que permite los movimientos de antes, y pontex, así como los de nutación y
contranutación.
Los tres puntos de osificación primarios, o los tres huesos que generan, confluyen primeramente , en
el punto en donde las cargas se transmiten del basípodo al estilópodo, osea en la cavidad cotiloidea de la
articulación coxo-femoral.
Aparte de esta confluencia, articulan entre sí por las líneas de fuerza que transmiten las cargas de la
columna, como arbotantes de la bóveda pelviana, que constituyen, la rama isquiopubiana, y la rama
ilioisquiática, que confluyen en el pubis, donde se neutralizan las presiones, con las que recibe del lado
opuesto.
Además de estos contrafuertes, actúan en una unidad funcional los ligamentos sacro-ciáticos menor
, y sacro-ciático mayor, o sacro-tuberoso, cuyo papel funcional es regular los desplazamientos articulares en
relación con la elasticidad y resistencia de su constitución.
Este haz de trabéculas en un principio, es único, pero bien pronto se desdobla en cuatro fascículos:
1º).- Fascículo externo.
Que se dirige hacia la porción externa y superior de la cavidad cotiloidea, alcanzando continuidad
con las trabéculas externas de la cabeza femoral, y formar el fascículo externo de sustentación.
2º).- Fascículo interno.
Que también camina al principio, por la línea innominada del estrecho superior de la pelvis, para
dirigirse hacia la porción interna de la cavidad cotiloidea, y continuarse a nivel de la cabeza femoral, con el
fascículo arciforme de Gallois y Busquet, que constituyen los arbotantes de la grúa de Culman. Estos dos
fascículos citados precedentemente, (externo e interno), forman con las trabéculas pericotiloideas, cotilo-
isquiáticas, el espacio radiológico denominado, gorro de arlequín.
3º.- Fascículo descendente.
Que se dirige, siguiendo al principio la línea innominada, hacia el isquion, que constituyen el
fascículo trabecular sacro-isquiático.
Este fascículo se une a nivel del isquion, con las trabéculas cótilo-isquiáticas, para trasportar la carga
en los casos de apoyo sedante sobre el isquion, y que superponiéndose en la radiografía AP, con las trabéculas
de la espina ciática, forman la lágrima de Putti.
4º).- Fascículo transverso.
Que va a recorrer toda la línea innominada para alcanzar el pubis y aquí anularse con la carga que
procede del otro lado de la pelvis. Constituye la rama ilio-pubiana.
Nosotros consideramos también un quinto fascículo.
5º).- Fascículo ascendente, o isquio-pubiano.
Este fascículo arranca de la tuberosidad del isquion, y sus trabéculas forman las líneas de carga que
dan lugar a la rama isquiopubiana, para anularse con la carga procedente del isquion del otro lado en la
posición sedante.
Como hemos indicado, bajo un punto de vista arquitectónico, la bóveda del arco pelviano, presentaba
el grave problema de tener la clave invertida, y por lo tanto, capaz de hundirse al depositar una carga sobre
ella.
Para asegurar la transmisión de fuerzas, se habían establecido la distribución de estas, en las
trabéculas óseas, (en el espesor de los componentes del hueso coxal), que posteriormente, se exteriorizaban
en los arbotantes externos, formados por las ramas ilio-pubianas e isquio-pubianas.
Para reforzar su resistencia, aparecen una serie de ligamentos pasivos, que hemos indicado, e incluso
producto de una serie de metaplasias, sobre los sustratos musculares de determinados elementos.
Pero dado que estos elementos no son suficientemente enérgicos, y que la bóveda es una bóveda
dinámica, es necesario la presencia de ligamentos activos, o contráctiles, es decir de sistemas
neuromusculares.
Estos sistemas neuromusculares, van a constituir una cadena muscular longitudinal de Busquet, a
cada lado, que van a estar en relación con las dos funciones que posee la pelvis :
a).- La de la transmisión de cargas.
A partir de un raquis humano, y por lo tanto enderezado como corresponde a un bípedo.
b).- La biodinámica delos elementos viscerales.
Con función emunctórica, que necesitan de la presencia de un diafragma pelviano, que las
soporte y controle en sus variantes funcionales específicas.
Esta función unitaria de las cadenas musculares, va a actuar, con respecto a la pelvis, sobre el fulcro
que constituye el hueso sacro, imprimiéndole la movilidad y resistencia necesarias, para que la clave del arco
sacro-iliaco, funcione perfectamente en la transmisión de cargas, sin detrimento de su integridad.
SISTEMAS NEUROMUSCULARES.
BIODINÁMICA LUMBO-SACRA.
Factores de la biodinámica.
Con una concepción sintética, dentro de la unidad que caracteriza al Ser Humano, y con un excesivo
criterio analítico, podemos diferenciar los matices biodinámicos que van a presentar mayor personalidad en
la región lumbo-sacra.
Debemos de tener presente que todos entre sí, deben de coordinar multitud de momentos funcionales
relativos a los factores desencadenantes:
a).- Carga.
Desde los efectos y consecuencias de la carga en la estática.
b).- Dinámica.
Hasta los efectos de la carga en la dinámica.
c).- Dispositivo visceral.
Dispositivo visceral, va a acompañar a los anteriores, englobando al unísono, a los procesos
digestivos, emunctóricos, y genitales, lo cual nos explica claramente, la gran cantidad de sistemas
neuromusculares de Escolar, que van a funcionar a este nivel, expresados en la biodinámica de las
columnas musculares de Busquet.
CAPITULO 25º.
ARTROLOGÍA DE LA COLUMNA VERTEBRAL. DISPOSITIVO
LIGAMENTOSO DE LA COLUMNA VERTEBRAL.
Sarti-Martinez, M.A., Renovell-Martinez, A., Hernández-Gil de Tejada, T., Soriano-Lafarga, M.A., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.
La disposición festoneada, la adopta hasta la cara posterior del cuerpo del sacro, en donde, igual que
pasaba con el ligamento vertebral anterior, se va agotando poco a poco
Su extremo externo, abraza las cápsulas de las apófisis articulares. En la línea media se fusionan los
ligamentos laminares de un lado con los del otro.
Como la primera parte del organismo que se diferencia es la porción dorsal, los primeros sistemas
neuromusculares que se diferencian son los retrosomáticos de Escolar, que constituyen las cadenas
musculares posteriores de Busquet, y que se sitúan topográficamente en la porción más profunda del raquis o
elemento axil del cuerpo. con una misión eminentemente enderezadora.
Siguiendo la cronología organogenética y para poder hacer que entren en funcionamiento el
equilibrio de las columnas musculares de Busquet, el siguiente sistema neuro muscular de Escolar que se
diferencia, es el presomático del tronco o sistema prevertebral, que va a presentar fundamentalmente
desarrollo en las regiones mas móviles o lordóticas del raquís, es decir en la cervical y en la lumbar.
Posteriormente, el desarrollo organogenético diferencia las arcualias ventrales, y (en consecuencia
las pleurapófisis, para forman las paredes del tronco).- y las crestas de Wolff, (para las extremidades). En
consecuencia, los sistemas neuromusculares, (primero los sistemas pariétales presomáticos y después los
presomáticas de las extremidades), ambos buscan inserción en el elemento axíl del cuerpo o raquis,
situándose topográficamente unas sobre otras, (con arreglo a la cronología de aparición), organizando las
paredes del dispositivo somático. En consecuencia, sobre el plano retrosomático profundo y primitivo de la
espalda, se topografían las musculaturas presomáticas.
formado por:
A).- REGIÓN CERVICAL. –
1º).- El sistema neuromuscular retrosomático.
Celda profunda
A.-Musculatura retrosomática mono y bimetamérica.
a).- Recto posterior menor.
b).- Recto posterior mayor.
c).- Oblicuo inferior.
d.- Oblicuo superior.
e).- Transverso espinoso.
B.-Musculatura retrosomática plurimetamérica.
a).- Epiespinoso del dorso, (o digástrico en la nuca).-
b).- Longísimo del dorso. Que en la nuca se dislacera y forma:
- Complejo mayor, formado por:
Digástrico De La Nuca unido al
Longísimo mayor de la cabeza
- Complejo menor, formado por:
Longísimo menor de la cabeza.
- Longísimo del cuello.
- Esplenio de la nuca ,Formado por:
Esplenio de la cabeza y
Esplenio del cuello.
Celda media.
A).- Músculo serrato menor posterior superior.
3º).- Emigraciones del miembro superior.
Celda intermedia.
A).- Músculo angular del omóplato.
B).- Músculo romboides menor.
Celda superficial.
A).- Músculo trapecio.
Como ya conocemos, la primera diferenciación muscular de los somitas, vino a constituir los
sistemas neuromusculares del retrosoma, o intrínsecos de él, siguiendo la cronología de diferenciación de los
presomáticos emigrados (que clásicamente se topografían en la espalda de profundidad a superficie), los
podemos sistematizar en conjunto a estas regiones, al no poseer las diferenciaciones funcionales de la región
cervical, lo que podemos sintetizar en::
CAPITULO 26º.
SISTEMA NERVIOSO.
Dentro de la diferenciación de las fascias que constituyen la unidad del organismo humano, existe una
unión biodinámica de las partes que las integran. Elementos que actúan como sistemas de interrelación, y en el
caso de los sistemas osteo-neuro-musculares, destaca fundamentalmente la unión existente entre los músculos,
nervios, con los vasos, que llevaron a Still a pronunciar su celebre ley de la arteria. Hecho este, que tiene una gran
repercusión en los resultados terapéuticos, de la maniobra cráneo-sacral de Sutherland., y nos aclara las
respuestas psicológicas que la acompañan
Debemos de realizar el estudio de ellos, arrancando desde los momentos de la constitución embriológica
del elemento axil del cuerpo, en donde se va a exteriorizar claramente esta unión. Desde los primeros momentos
de actuación de las inducciones génicas, (que hemos ido exponiendo en los capítulos precedentes), que nos van
aclarando la diferenciación fascial, y, dado que el sistema nervioso es el sustrato, donde mas fácilmente se aprecia
la exteriorización del potencial, que rige la homeostasis de Canon, comenzaremos por él, y concretamente por la
parte embriológicamente mas simple , es decir por la médula espinal.
MEDULA ESPINAL.
Vamos a comenzar el estudio por la porción menos diferenciada y más sistematizada, que corresponde a
la médula espinal.
Constituye, el prototipo del elemento inducido por la notocorda. Todo él, es metamérico, en cada una de
las partes que lo constituyen. Sin embargo, a pesar de esta aparentemente organización simplista, las
deuteroneuronas del asta anterior, cumplen su función de generar circuitos reverberantes de Ranson, para:
1º).- La progresiva euritmia de los movimientos.
2º).- Acumular en esos circuitos reverberantes, los potenciales de las sensaciones mas íntimamente
propioceptivas, que acompañan a cada proceso funcional, pero que, por estar en la zona del intus de los
psicólogos, no llega a la esfera consciente.
Nosotros, creemos que no llega como consciente diferenciada en sí, pero siempre acaba llegando y
matizando y esculpiendo de una manera inconsciente, otros elementos sensibles, y en definitiva el conocimiento,
y con él la personalidad psicológica del individuo.
GANGLIO RAQUÍDEO.
El ganglio raquídeo, recoge las protoneuronas de los elementos dermoneurales y vegetativos, del
metámero correspondiente. Estas sensaciones captadas, bien por la neuronas oicotrópicas o de la vida de relación,
o por las idiotrópicas o de la vida vegetativa, hay que integrarlas en el sistema nervioso, con la sensación captada
por otras neuronas, merced a los circuitos de reverberación antes indicados.
ORGANIZACIÓN.
Para conseguir este efecto, de la matriz dorsal del tubo nervioso o placa alar, proliferan las denominadas
segundas neuronas, o deuteroneuronas, o neuronas intercalares, formando aquí, las astas posteriores de la
médula.
Al unísono que se desarrolla la porción dermoneural, lo hacen las demás zonas del somita. Por ello, la
placa basal o ventral, forma las astas anteriores, y el surco de Monro las astas laterales, y la placa alar o dorsal,
a donde van las fibras que, procedentes del citado ganglio raquídeo, constituyen las raíces posteriores. Ambas
raíces forman el nervio raquídeo.
En consecuencia, la médula presenta dos dientes, a todo lo largo de su trayecto, responsables de las
cadenas musculares longitudinales de Busquet, puesto que presoma y retrosoma, se encuentran en toda la
longitud del cuerpo.,
En el instante en que se constituye la yema de cada extremidad, comienzan a conglomerarse, en las astas
anteriores, células miorrabdóticas que se encargan de actuar sobre las zonas de somitas que forman las
musculaturas de las distintas partes de los miembros., justo en lo que fue la cresta de Wolff.
Figura 26-5.
Visión esquemática del dispositivo ortosimpático en un adulto.
1).- Neuronas ortosimpáticas pregangliónicas cervicales. 2).- Ganglio estrellado. 3, 4., 5).- Neuronas dorsales ortosimpáticas
pregangliónicas. 6, 7).- Nervios esplácnicos lumbares. 8).- Neuronas parasimpaticas caudales pregangliónicas del centro de Ornuf. 9).-
Plexo solar. 10).- Plexo preaortico. 11).- Plexo de Frankenheüser.
Haz de Schutz.
La explicación de los resultados de estimulaciones periependimarias, que se traduce por fenómenos de
tipo parasimpático caudal, hay que buscarla en el hecho de que, (como veremos en el momento oportuno)., el
núcleo o centro del erector, (al igual que le ocurre a todos los centros vegetativos), si bien pueden tener un cierto
automatismo, funcionan siempre, en el individuo normal, en unidad y supeditados a vesículas encefálicas
superiores. Esta conexión corresponde a un haz, que arranca desde el Diencéfalo, por fibras periependimarias,
que se integran en el haz de Schutz, para estimular los centros vegetativos, tanto los parasimpáticos, (como es el
del erector), como los centros ortosimpáticos, como demostraron Spatz, Diepen y Gaupp.
CAPITULO 27º.
REFLEXOLOGÍA MEDULAR. SÍNDROME IDIOPÁTICO.
Renovell-Martinez, A., Perales-Marín, R., Pérez-Moltó, F.J., Peris-Sanchis, R., Smith-Ferres, V.,Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.
SÍNDROME IDIOPÁTICO.
Muchos pacientes se quejan, de un dolor o una sensación desagradable, en determinados momentos , y,
sin aparentemente, causa directa que lo desencadene. Por otra parte, estos pacientes suelen tener un estado
psicológico , de ansiedad, melancólico e inclusos deprimido, por lo cual se le consideraba como imaginativo,
dado que no aparecen, signos o datos patológicos, a la exploración, y sin embargo les duele. Durante mucho
tiempo se les ha desdeñado, y se les ha considerado, que padecían un síndrome idiopático, (del griego
propio, y enfermedad).
No obstante, la causa, consideramos que se encuentra en haber desconocido los potenciales
reverberantes, generados por un antiguo conflicto, bien traumático, e incluso emocional, que no llegó a ascender
al consciente, en aquel momento, pero que quedo reverberando en el intus, que poco a poco olvidada la relación
causa efecto,.va ascendiendo, y matizando, de una manera inconsciente, el parámetro psicológico, que modifica
nuestro temperamento y carácter, y que solo si clínicamente, se sabe evocar, aflora.
Es algo similar a lo que ocurre, cuando, los pacientes de traumatismos anteriores, prácticamente
olvidados, son capaces de captar, e integrar a los circuitos reverberantes básicos del organismo, los estímulos
debidos a microvariaciones de, milibares, estados higrométricos, oscilaciones de radiaciones infrarrojas, etc.,
(antes incluso, de que sean detectadas por los aparatos específicos, estas alteración), y se deprimen,.y barruntan o
predicen, de una forma que pudiéramos considerar inconsciente, un cambio de tiempo.
y
TERMINACIONES NERVIOSAS NOCICEPTIVAS VEGETATIVAS.
Existen también, alrededor de los vasos. Cuando una arteria presenta un trastorno circulatorio, cierto
número de células no reciben sangre, mueren y producen o cuerpos histamínicos o autacoides, que excitan las
que terminaciones nerviosas nociceptivas. de alrededor de la arteria.
Estas terminaciones nerviosas nociceptivas perivasculares, buscan la medula e igualmente presentan su
soma de neurona idiotrópica en el ganglio raquídeo.
Todas estas corrientes nerviosas, ascienden más o menos lentamente, por la médula, según vayan
directas o formando los circuitos reverberantes, y acaban en las partes superiores del tubo nervioso, para que las
sensibilidades que llevan se integren, matizando a las otras funciones, cuando estas se haga consciente.
REFLEJO SIMPLE.
A nivel de la médula, hay también fibras más cortas, que se conexionan con las astas anteriores,
posteriores y laterales, para producir unos reflejos, es decir, unas respuestas motoras, muy rápidas, que parten del
mismo piso o Mielómero de la médula, (que originan descargas motoras, espontáneas, e inconscientes), adonde
llegaron las citadas corrientes sensibles. Son los reflejos simples o metaméricos.
Tienen unas topografías específicas, así, las fibras que llevan sensibilidad de tacto profundo, (originados
en los receptores de presión y de deslizamiento), van a la parte interna de los núcleos neuromusculares.
Estos estímulos de las zonas profundas de la piel originan actos motores extensores, verdaderas
sacudidas.
Sin embargo, sus potenciales, integran los circuitos reverberantes, de las astas medulares, cuando se
implican en las células intercalares, que los dirigen a estos:
a).- En sentido efector, o de respuesta motora.
b).- En sentido aferente, hacia la esfera integradora del conocimiento, y de la personalidad
RESUMEN:
Los estímulos que son recogidos por los receptores de presión, y fundamentalmente por los de Ruffini,
de los tendones, se integran, reverberan, y conexionan con la parte interna de los núcleos neuromusculares de la
médula, y originan los reflejos de sacudida, (son siempre de extensión).
También las corrientes nerviosas que nacen en los receptores del tacto superficial, realizan las mismas
integraciones, y originan los reflejos de estremecimiento.
Lo mismo ocurre con las fibras que llevan estos estímulos de contacto, (estímulos siempre de poca
intensidad), que también han de ascender para hacerse consciente, no de una manera personalizada, sino
matizando el conocimiento de otra sensibilidad., de tal manera que, prácticamente no nos damos cuenta de él,
como tal, pero si nos notamos, que algo nos falta en el conocimiento de esta sensibilidad principal.
No obstante, algunas veces al mismo nivel de la médula ,se ponen en conexión con los circuitos de la
sustancia intercalar motora de las astas anteriores, y originan unos matices en forma de movimientos finos, como
ligeros estremecimientos.
Reflejo vasoconstrictor.
Por último, cuando se excitan, (por un trastorno circulatorio).- las fibras nociceptivas que hay alrededor
de los vasos, los potenciales que se origina, asciende igualmente por la médula, periependimariamente
integrando en sentido centrípeto, los haces de Ken-Kure, Schutz, Spatz, Diepen y Gaupp. Este haz
periependimario, es plurisináptico, lo cual contribuye todavía más a retrasar el ascenso del potencial hacia
esferas superiores, por el retraso que sufre la conducción nerviosa en cada sinapsis. Sin embargo es útil para
recibir, en estas sinápsis nuevos potenciales que contribuyen integre mejor, posteriormente el conocimiento.
Algunas fibras se conexionan con los centros lateral e interno de las astas laterales, (mioleióticos,
ortosimpáticas preganglionares), enviando impulsos vasoconstrictores a través de las neuronas mioleióticas
gangliónicas ortosimpáticas, hacia las fibras musculares de los vasos para tonificarlas. Este es el substrato
elemental del reflejo vaso constrictor.
Así, se puede reestablecer la circulación. Cuando el trastorno es debido a un trombo, por ejemplo, en la
coronarias, al producirse el reflejo y hacerse las vasoconstricciones de las arterias, el trombo se atasca todavía
más, quedan nuevas células sin irrigar, hay más cuerpos histamínicos y autacoides, y se vuelve a repetir
indefinidamente el reflejo.
En estos casos, las sensaciones propias y particulares del reflejo vegetativo correspondiente a las
neuronas mioleyóticas y miorrabdóticas, se traduce en dos expresiones psicológicas:
a).- Por una sensación psicológica, indefinida de angustia y de muerte.
b).- Dolor consciente referido al brazo, y fundamentalmente al izquierdo.
Ello es debido a que, los circuitos reverberantes de las astas laterales, medulares, contactan (por
integración de ellos entre sí, o por las neuronas cordonales), con los circuitos reverberantes de las astas
posteriores de los metámeros, de los cuales, embriológicamente se originaron, tanto la víscera cardiaca como las
partes correspondientes del soma, por lo cual, en dolor decimos, que se irradia al brazo, fundamentalmente al
izquierdo, dando lugar a un dolor referido, (es el caso del infarto de miocardio, ó de la angina de pecho).
Colocar aquí LA FIGURA 27-3
Figura 27-3 .
Esquema del reflejo polineuronal monosegmentario .
1).- Piel 2).- Protoneurona 3).- Circuito intercalar medular, o deuteroneuronas. 4).- Neurona miorrabdótica 5).- Músculo
Unas veces, estos potenciales, en su camino ascendente hacia esferas superiores, llegarán a ser
sentidos, pero no conocidos como tales, de una manera independiente, sino que se integrarán
inconscientemente, en los núcleos dorsales del tálamo, para matizar el suceso a nivel del diencéfalo, y en
todos lo niveles biodinámicos inferiores a él. Lo que se traducirá por una variación en nuestra emoción y
afectividad.
Otras veces, permanecerán durante periodos largos completamente desconocidos, influyendo en su
reverberar, en las reacciones psicológicas, y otras aflorarán a la esfera consciente, causando sensaciones,
(generalmente de tipo inespecífico, doloroso, o punitivo, de angustia y ansiedad), pero siempre cargadas de
afectividad. Es el caso que se produce , cuando hemos sufrido un traumatismo, o una intervención quirúrgica,
que la tenemos olvidada, pero que de repente aboca, ante una variación de presión atmosférica, o de estado
higrométrico, etc
Otras veces el proceso desencadenante, prácticamente desapreció de nuestro mundo, se olvidó,
podríamos decir, pero sin embargo, tarde o temprano reaparece, se presenta con trastornos bien de tipo afectivo-
sensible, o de la motilidad, o de disfunción general, pero siempre con un componente afectivo, que puede acabar
rayando en las angustia, ansiedad y hasta en la depresión, constituyendo el sustrato de lo que denominamos
afecciones idiopáticas, del griego, ( estado de naturaleza desconocida, y enfermedad), es decir,
de origen espontáneo, sin causa conocida. constituyendo los denominados, nudos emocionales idiopáticos.
CAPITULO 28º.
INTEGRACIÓN REFLEXÓGENA MEDULAR.
Ruiz-Torner, A., Signes-Costa Miñana, J., Montañana.-Marí, J.V.,Smith-Ferrer, V.C. Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.
NEURONAS CORDONALES.
Dentro de los elementos neuronales que integran los circuitos reverberantes de Ranson, se encuentra
toda la morfología celular, tanto de la neuronas tipo Golgi I como las de tipo Golgi II..Las primeras que se
consideraron que establecían relaciones, entre distintos acúmulos de neuronas intercalares, o deuteroneuronas, se
establecieron en la médula, y se les denominaron cordonales, por formar sus fibras entre otros, el cordón o haz
fundamental de Cajal. Su significado funcional se responsabilizó en un principio en la integración de los reflejos.
Reflejos monometaméricos.
La sustancia intercalar medular es, la primera que integra una orden sobre los distintos núcleos de
neuronas miorrabdóticas y permite coordinar el movimiento.
El primer reflejo, teóricamente sin sustancia intercalar, sería un reflejo brusco y antifuncional. Mientras
que, el segundo es un reflejo coordinado, eurítmico, con una determinada misión funcional.
Estos reflejos últimos, simples monometaméricos, existen desde luego, en toda la médula.
Reflejos plurimetaméricos.
Sin embargo y debido a que prácticamente los músculos están constituidos por superposición de varios
metámeros y debido a la misión, o sea a la intención finalista del sistema nervioso, los reflejos monometaméricos
cada vez son menos numerosos, en comparación con los reflejos de tipo superior, debido a que el movimiento
debe de poseer la mayor coordinación funcional posible
Esto quiere decir, que la primera neurona, o neurona del ganglio raquídeo, o protoneurona, (como la
llaman los clásicos).- tiene capacidad para enviar su potencial, de tal manera que puede:
1º).- Ir al metámero correspondiente y originar el reflejo monometamérico.
2º).- Puede, al mismo tiempo, repartir su potencial sobre la sustancia intercalar, o deuteroneuronas, bien
motora o bien sensible.
3º).- Esta sustancia, envía, por sus mismas deuteroneuronas, este potencial, no solamente a las neuronas
miorrabdóticas de su metámero, sino a mielómeros superiores e inferiores, e incluso a las mioleióticas. Estas
neuronas encargadas de la conexión intermetamérica se denominan cordonales.
En consecuencia, el potencial penetra por un determinado mielómero y puede desplazarse a los
mielómeros adyacentes.
Esto, lo realizan, como ya hemos indicado, las células intercalares cordonales, que conexionan los
mielómeros entre sí. De esta forma, la respuesta motriz miorrabdótica, no corresponde, solamente, a un
mielómero, sino a varios mielómeros, integrados con el mismo potencial, y controlados por las neuronas de
Ransow
En consecuencia, no se contrae bruscamente, una parte del músculo, sino que la contracción eurítmica,
corresponde ordenadamente a todos los miómeros del músculo.
Estas células, que se encargan de coordinar entre sí potenciales de dos o más mielómeros, se conocen,
como hemos indicado, con el nombre de células cordonales, porque forman, alrededor de la sustancia gris los
primeros cordones blancos, con sus fibras mielinizadas,.
Como ya hemos indicado, la célula cordonal, puede proceder bien de la sustancia intercalar sensible, o
bien de la sustancia intercalar motora.
El hecho de que sea sensible, no predispone a que su conexión, en un mielómero superior o inferior, sea
la sustancia sensible obligatoriamente. Lo mismo ocurre con la sustancia motora.
Las células cordonales, en realidad, van a conexionarse con los mielómeros que contribuyen a la
realización de una función.
Tautómeras.
Las células cordonales que fundamentalmente realizan la conexión entre los mielómeros, al mismo lado
de la médula, se las llama tautómeras.
Heterómeras.
Las células cordonales que fundamentalmente conexionan un lado con el opuesto, es decir, un
hemimielómeros derechos, con los hemimielómeros izquierdos de los pisos adyacentes, se las denomina
heterómeras.
Hecatómeras.
En otro tipo de neuronas cordonales, sus ramas, conectan con mielómeros de ambos lados. En este caso
se denomina hecatómeras, (prácticamente, como indicamos en el capítulo 5), dada la intención finalista
integradora del sistema nervioso, todas las neuronas son, en mayor o menor grado, hecatómeras.)
Como es lógico comprender, la corriente llega con un ligero retraso, (debido al enlentecimiento que el
potencial sufre en las Sinápsis), a los núcleos neuromusculares de los mielómeros situados por encima o por
debajo del mielómero que recibió el potencial de la protoneurona correspondiente.
Este retraso, debido como hemos indicado, a la Sinápsis, se observa por electromiografía, y da lugar a
que la contracción del músculo se vaya realizando de una manera sistemática, y no de golpe, es decir, primero las
fibras que corresponden al reflejo metamérico simple, y después de las fibras mas próximas, correspondientes a
los mielómeros situados por encima o por debajo.
Esta integración de reflejos, hace que pierdan brusquedad y ganen en dispositivo funcional, gracias a su
crono-coordinación.
Aclaración funcional.
Esta clasificación, como todas las clasificaciones es demasiado tarsativa, ya que siendo la misión del
sistema nervioso integrar, todas sus neuronas, podrán tener una función más o menos orientada hacia su conexión
tautómera o heterómera pero en realidad, funcionalmente todas tienen sus dicotomizaciones cilindro-axiales, que
las convierten funcionalmente en hecatómeras.
Este haz que, como hemos dicho, se encuentra como alrededor de la médula gris, y recibe diferentes
nombres:
1º).- Haz fundamental de Cajal.
Cuando rodea a las astas anteriores, a las laterales y a la mitad externa de las posteriores, se llama haz
fundamental de Cajal.
2º).- Haz cornucomisural.
Cuando se sitúa entre las caras internas de las astas posteriores, constituye el haz cornucomisural.
Tanto en el haz fundamental, como en el haz cornucomisural, suele haber predominio de los axones
cordonales que conexionan con los mielómeros superiores. Por este motivo, algunos autores han considerado
fundamentalmente, los potenciales de estos haces irían en sentido ascendente.
3º).- Haz cordonal descendente.
Las fibras de las neuronas cordonales que se sitúan ligeramente separadas de la sustancia gris), y en
relación con los cordones posteriores de la médula, suele tener el sentido de la corriente de los potenciales
en sentido descendente. Constituye el haz cordonal descendente.
Este haz recibe distintos nombres según los niveles de la medula a los que se le considere:
a).- Haz en vírgula de Schultze.
Es la porción que ocupa la columna cervical.
b).- Cintilla dorsal.
Es la porción que ocupa la columna dorsal.
c).- Centro oval de Flesig.
Es la porción que ocupa la columna lumbar.
d).- Fascículo triangular de Combault y Philipe.
Es la porción que ocupa la columna sacra.
e).- Fascículo cornuradicular.
Porción que ocupa la zona interna del asta posterior.
Todos estos potenciales, dan lugar bajo un punto de vista de la función psicológica, a sensaciones
que son las que regulan la euritmia de ellos, pero que por encontrarse en el sustrato del Intus, se sienten pero
no se conocen.
CAPITULO 29º.
SISTEMATIZACIÓN: INTEGRACIÓN SENSIBLE. LEUCOTOPOGRAFIA
AFERENTE:
Smith-Ferres, E., Peris.-Sanchis, R., Montañana-Marí, J.V., Ferrando-Galiana, M.L., Ferres-Torres, E.,Smith-Agreda,V.
INTEGRACIÓN SENSIBLE.
Hemos visto hasta aquí, como la integración neuromuscular, constituye las respuestas eurítmicas
propias de las correctas capacidades funcionales. Vamos ahora a ocuparnos de la información sensible, que le
llega a la médula para la consecución, (tras la integración global de ambas), de esta perfección de las respuesta.
SENSIBILIDAD NOCICEPTIVA.
Centros. Cordón ascendente lateral.
La sensibilidad más antigua, es la que primero madura, debido a su carácter eminentemente defensivo, y
en consecuencia, es la sensibilidad nociceptiva. Esta sensibilidad, parte de las redes difusas de la piel. Marcha
hacia el ganglio raquídeo, en donde la protoneurona se encarga de conectarla con el tubo nervioso, por fibras del
calibre "C". Es una neurona de la vida de relación u, oicotrópica, pero también arranca de las gémulas
dendríticas, transformada en receptores, de los nociceptores vásculo-viscerales, cuyas neuronas son idiotrópicas.
Ante esta necesidad de conexión comparativa integradora, la matriz alar, produce una primera oleada
de células intercalares, (o segundas neuronas, o deuteroneuronas), con las cuales hacen sinapsis la
protoneuronas. Desde aquí, las fibras intercalares, van a:
a).- Constituir los circuitos de reverberación, que acaban formando el núcleo o centro, en casquete de
Rolando.
b).- Van a conectarse con las neuronas cordonales, para que se integren, comuniquen y comparen los
potenciales captados por otros metámeros, y constituir los reflejos.
c).- Van a ascender a centros superiores, para que el consciente, conozca de la sensación nociceptiva.
Es interesante, indicar que a este nivel la sensación dolorosa, va a poseer un sentido topográfico de
localización, debido a las conexiones de los diferentes circuitos reverberantes que se integran entre sí, las
distintas sensibilidades.
Sin embargo el estímulo nociceptivo, tiene que regular su intensidad para producir una respuesta
coordinada, y para ello, esta misma matriz alar produce un tipo específico de deuteroneuronas, las llamadas
neuronas S-G., liberadoras, como neurotransmisor de serotonina, endorfinas y encefalinas, que van a
controlar el paso del potencial que se libera en la sinapsis, (entre los telodendrones de las células
oicotrópicas y las gémulas dendríticas de las deuteroneuronas), en dos sentidos:
a).- Una primera sinápsis , con las deuteroneuronas del núcleo en casquete, que se cruzan y
ascienden hacia la consciencia
b).- Una segunda sinapsis que origina con otras deuteroneuronas, un circuito inhibitorio
controlador, que detiene el potencial, derivándolo a los circuitos de reverberación, donde lo entretiene y no le
deja alcanzar la vía ascendente de la sensibilidad nociceptiva. Este potencial que reverbera en el núcleo en
casquete, por su origen, es afectivo, aunque no llegue a ser conocido, pero se encuentra en el núcleo o centro
en casquete de Rolando, de la substancia intercalar del asta posterior.
En consecuencia, la fibra nociceptiva que penetra en el asta posterior, conforman sus fibrillas, un
circuito con dos vertientes en sus anastomosis con las deuteroneuronas del núcleo en casquete de Rolando,
estableciendo dos momentos funcionales
1º).- La central, de descarga o luminal,
2º).- Las laterales, (dos ó más), de descarga subliminal.
Si analizamos como se distribuyen estos potenciales, podemos sistematizar en:
a).- El potencial de las fibrillas la porción central del circuito, pasa rápidamente a una sinapsis
facilitadora.
b).- El potencial de las fibrillas de las porciones laterales hace sinapsis con las neuronas S.G.
c).- Las neuronas S.G. confluyen sobre la sinapsis facilitadora, inhibiéndola.
d).- Al existir las sinapsis laterales sobre neuronas SG, (el potencial se entretiene en estas
Sinápsis), por lo cual, el efecto inhibidor llega con retraso, a la sinapsis facilitadora, lo que en la biodinámica del
proceso se traduce en que:
).- En un principio el potencial de dolor, pasa y se produce primero, el reflejo de
huida y después asciende y se consigue el conocimiento del dolor.
).- Tras el retraso de la sinapsis, las neuronas S.G. inhiben la sinapsis principal, y el
potencial del dolor deja de traducirse en reflejos y en conocimiento, pero persiste en la reverberación de las
deuteroneuronas.
SENSIBILIDAD PROTOPÁTICA.
CENTRO EN CABEZA DE WALDEYER. CORDÓN ANTERIOR. HAZ ESPINOTALÁMICO ANTERIOR.
El tacto grosero es la siguiente sensibilidad que aparece en el embrión. Sus receptores llevan el potencial
hasta la protoneurona oicotrópica, de esta protoneurona, por fibras de calibre “B”, pasa a un nuevo centro de
deuteroneuronas, formación de tejido intercalar sensible, o centro en cabeza de Waldeyer, que ha comenzado a
rechazar hacia la periferia al núcleo en casquete de la sustancia gelatinosa de Rolando.
Este centro, o segunda neurona del tacto grosero o protopático, es a su vez desplazado, de tal forma que
queda constituyendo la cabeza sobre la que apoyará el casquete indicado anteriormente. En este en centro, en
cabeza de Waldeyer, las segundas neurona o deuteroneuronas, o intercalares es el lugar donde el potencial de la
sensibilidad protopática, comienza a integrarse , y forma sus correspondientes circuitos de reverberación, antes
de ascender a niveles superiores.
Estas fibras de las protoneuronas de tacto grosero son del grupo B, (que por poseer mayor calibre, son
más rápidas que las C), al penetrar en la médula, camino del núcleo en cabeza de Waldeyer, emiten colaterales
que, penetran en el núcleo en casquete de Rolando.
Como sus fibras son más rápidas que las del dolor, por lo tanto llegan antes que ellas, a las neuronas
S.G., las estimulan e inhiben el dolor.
Es el efecto analgésico que se produce al rascar una zona dolorosa, o tras el estímulo de un masaje o el
golpe que se administra en el instante en que se punciona una inyección intramuscular, que inhibe el dolor del
pinchazo.
Las fibras se ven comprometidas para cruzarse, todas al lado opuesto de la médula.
La mayor parte, no obstante, se cruza, pero no puede situarse en la porción lateral, que está ocupada por
el haz espinotalámico lateral, (de naturaleza nociceptiva); por ello, se reparte por delante de la médula.
La parte que no ha podido cruzar se reparte igualmente por delante de la médula, pero en el mismo lado.
En consecuencia, se constituye un cordón anterior, es decir forman un haz hecatómero.
Este cordón anterior lleva, hasta ahora, sensibilidad de tacto grosero. Asciende para formar reflejos
superiores y se integra antes de llegar al conocimiento, y tiene necesidad de hacer sinapsis en el tálamo o tercera
neurona. A estos fascículos del cordón anterior, se les llama haz espinotalámico anterior.
Estas sensibilidades hasta que no lleguen al telencéfalo, van a integrar una gran cantidad de reflejos,
cada vez más perfectos, pero que, como decíamos se sienten pero no se conocen, por encontrarse en el terreno
del Intus.
Este haz, lleva en cada lado, fibras del lado opuesto y fibras homolaterales, con lo cual se consigue
realizar mayor información comparativa inconsciente, a los centros superiores.
Lámina II
Está situada en el espesor del asta posterior por delante de la precedente. Forma una banda curvada
interna y anterior. Está formada por células pequeñas, muy numerosas y apretadas, atravesadas por numerosos
fascículos de fibras grandes del cordón posterior. En ella hay también pocas terminaciones sinápticas de las fibras
radiculares dorsales.
Corresponde a la sustancia gelatinosa de Rolando, de la sistematización clásica.
Lámina III
Forma una banda por dentro de la precedente. Ocupa la zona central del cuerpo y base del asta posterior.
Únicamente en el centro de su concavidad, queda el resto de la sustancia gris de la base del asta
posterior, que según Rexed forma dos laminas más, paralelas entre sí, "IV y V". Estas cinco láminas incluyen
todos los núcleos o centros situados en el asta posterior.
Esta "lámina III" está formada por neuronas grandes y no muy numerosas, de aspecto claro,
corresponden al núcleo en cabeza de Waldeyer, especialmente a la parte más dorsal del mismo. Es rica en axones
mielínicos, y en ella se encuentran la mayoría de las sinapsis axodendríticas de las fibras radiculares dorsales que
penetran en el asta posterior.
Lámina IV
Es la más ancha y suele adoptar una forma más o menos triangular, a veces, sus bordes son más o
menos difusos.
Citológicamente, presenta un aspecto heterogéneo, pues se halla formada por neuronas pequeñas y
grandes, de morfología variable. Corresponde a los dos tercios anteriores del núcleo en cabeza de Waldeyer, y en
ellas se observan, (tanto en las neuronas grandes como pequeñas), sinapsis axodendríticas y axosomáticas de las
fibras radiculares dorsales.
Lámina V
Forma una banda ancha que cruza transversalmente la sustancia gris de la base y cuello del asta
posterior. Única en la región torácica, se subdivide en el resto de la médula en una zona lateral y otra medial.
a).- La zona lateral o desflecada.
Esta atravesada por múltiples haces de fibras que le dan un aspecto reticulado (zona desflecada o
reticular de Deiters).- constituyendo el núcleo reticular de la sustancia gris medular, en el que se encuentran
neuronas grandes.
Lámina VI
Forma también una banda ancha, que cruza transversalmente la sustancia gris por delante de la "V".
Esta última, ocupa el cuello del asta posterior. La "VII" corresponde principalmente a la base.
Se halla dividida también en dos zonas:
a).- Lateral, más grande.
b).- Medial, más pequeña, sobre todo a nivel de los engrosamientos cervicales y lumbares.
La zona media
Se encuentra formada por neuronas pequeñas y medianas, más numerosas, por lo que presenta un
aspecto compacto.
La zona lateral
Se halla formada por neuronas más grandes, triangulares, y estrelladas, menos numerosas, por lo que
presenta un aspecto menos compacto.
Corresponde sobre todo a neuronas de asociación medular, de las que su proceso de reverberación
integran y originan los haces del aparato elemental de la médula. Los aferentes musculares del Grupo I, terminan
sobre todo en la zona medial, origen de haces espinocerebelosos, mientras que, en la zona lateral, terminan sobre
todo fibras de las vías descendentes.
Lámina VII
Ocupa la mayor parte de la zona intermedia de la sustancia gris. En los engrosamientos lumbar y
cervical, se extienden entre las neuronas, la lámina IX del asta anterior, incluyendo de ella numerosas neuronas
motoras gamma eferentes, internupciales de asociaciones y moderadoras, o neuronas de Renshaw.
Citológicamente, aparte de las indicadas, que existen en los engrosamientos, la lámina VII posee sobre
todo neuronas de tipo mediano, lo que le da un aspecto homogéneo. En esta lámina, se incluyen los núcleos de
Clarke, y los núcleos vegetativos intermedio-medial, e intermedio lateral, del asta lateral de la sistematización
clásica.
En las neuronas de asociación de esta lámina, terminan una gran cantidad de colaterales aferentes
dorsales y vías autónomas vegetativas y motrices suprasegmentarias descendentes. Interviene con sus
reverberaciones en gran cantidad de reflejos suprasegmentarios.
Los axones de las neuronas de la lámina VII, participan en la formación de las vías ascendentes
espinocerebelosas y otros salen por la raíz anterior, como: fibras motoras gamma y fibras motoras vasculares
viscerales, vegetativas pregangliónicas ortosimpáticas .
Lámina VIII
Sus límites con la anterior son a veces difíciles de señalar. Se halla formada, bajo un punto de vista
citológico, por una mezcla heterogénea de neuronas pequeñas, medianas y ocasionalmente grandes.
Normalmente, ocupa la base del asta anterior, en el punto de unión con el asta lateral, pero en los
engrosamientos braquial y crural, debido a la invasión del asta anterior por las neuronas de la lámina VII, queda
confinada a la zona medial del asta anterior.
Comprende el núcleo o centro gris comisural, integrado por neuronas internupciales que participan en la
integración de reflejos de tipo flexor, al interponerse entre las terminaciones de la vía motriz voluntaria piramidal,
y las neuronas miorrabdóticas.
Rexed, cree que los axones de estas neuronas centrales de la lámina VII, son, en su mayoría fibras
comisurales, que cruzan a través de la comisura blanca anterior.
En esta lámina, terminan la mayoría de los haces descendentes extrapiramidales.
Lámina IX
Comprende, bajo un punto de vista citológico, las neuronas medulares de mayor tamaño, las neuronas
miorrabdóticas que forman la vía terminal común de Sherrington, para todos los impulsos que abandonan el
sistema nervioso central.
Incluye las motoneuronas alfa tónicas y alfa fásicas, de los modelos del asta anterior de la
sistematización clásica.
Lámina X
Corresponde a la sustancia gris periependimaria.
SINOPSIS:
Resumiendo:
Las láminas I a IV.
Incluyen los núcleos en cabeza del asta posterior
La lámina I .
Corresponde al estrato marginal de Waldeyer.
La lámina II.
Corresponde al núcleo en casquete de la sustancia gelatinosa de Rolando.
Las láminas III y IV.
Corresponde al núcleo en cabeza de Waldeyer.
Funcionalmente las laminas I a IV constituyen el área receptora primaria, para la mayoría de los
estímulos exteroceptivos, y de ellas se originan, para transmitirlos a centros superiores, las proyecciones
espinotalámicas.
Las láminas V y VI.
Constituyen una estación para los impulsos propioceptivos, y desempeñan un gran
papel en la integración de los reflejos, que exige, la regulación fina de los movimientos, estando bajo el control
de las proyecciones descendentes de la corteza sensorial y motora. Se incluyen los centros reticulares y los de
origen de los fascículos espinocerebelosos.
La lámina VII.
Presenta un doble significado funcional
Por su parte interna, se hallan los núcleos vegetativos del asta lateral.
Por su parte externa, presenta abundantes conexiones ascendentes y descendentes con
el mesencéfalo y cerebelo.
En la región torácica presenta las motoneuronas gamma e internupciales, (o de intercomunicación
neuronal en los circuitos reverberantes), y las intercalares para los reflejos propioceptivos.
La lámina VIII.
Se halla controlada por estructuras bulbares extrapiramidales y propioespinales.
Interviene en la modulación de la actividad motora gracias a las motoneuronas gamma, en ella situadas.
Comprende el núcleo o centro gris comisural, y participa, sobre todo, en la integración de los reflejos de tipo
flexor.
La lámina IX.
Dividida, por la emergencia de las fibras radiculares de la raíz anterior, representa un
área motora primaria.
Sus motoneuronas agrupadas en los acúmulos descritos de la sistematización clásica,
forman la vía terminal de Sherrington.
La lámina X.
Es la sustancia gris periependimaria.
Como hemos indicado en capítulos precedentes, todos los potenciales que intervienen en la biodinámica
neural de integración selectiva de todos los circuitos, repercuten en el sustrato psicológico, y se sienten, para
poder desarrollar los procesos eurítmicamente, pero no se conocen por realizarse en estos niveles, que
corresponden al intus.
CAPITULO 30º.
SUSTANCIA INTERCALAR SENSIBLE.
Perales-Marín, R., Soriano-Lafarga, A.,Olucha-Bordonau, F., Sanz-Smith, M.C., M., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.
Hemos visto como la matriz ependimaria formó los núcleos o centros intercalares motores y sensibles.
A consecuencia de la formación de todos estos centros, esta matriz, en lo que respecta a la mal llamada
parte sensible, o asta posterior, es ya incapaz de producir más neuronas intercalares a nivel medular, que se
encarguen de integrar la sensibilidad de tipo discriminativo y la sensibilidad profunda, de las aponeurosis,
músculos y tendones.
Las protoneuronas encargadas de recoger estas sensibilidades, van a tener su soma en el ganglio
raquídeo de su metámero correspondiente. Este soma presenta un especial desarrollo, debido al enorme trayecto
que van a tener que recorrer las fibras, antes de encontrar el correspondiente centro intercalar o segunda neurona
que permita la oportuna integración por la sinapsis.
Es, concretamente, la matriz ependimaria yuxtabulbar, la que los lleva a originar los acúmulos de la
denominada clava, o centros intercalares de reverberación de estas sensibilidades..
Comienza en las porciones más elevadas la médula cervical, y porción inferior del rombo-encéfalo,
donde, se producen masivamente unos centros, que tienen como misión recoger, el potencial procedente de todo
el organismo, de tacto discriminativo, profundo, de aponeurosis tendones músculos y huesos.
Estas neuronas forman los centros de los cordones posteriores, o clava ya que estas fibras largas, de
estas protoneuronas discurren por los indicados cordones posteriores, situados entre ambas astas posteriores.
Colocar aquí LA FIGURA 30-1..
Figura 30-1
Visión esquemática de la somatotopía de las fibras blancas y núcleos centrales de la médula. Corte dado en la transición cervico-
dorsal .
1).- Haz fundamental de Cajal 2).- Fibras motoras piramidales cruzadas y extrapiramidales cervicales y dorsales 3).- Fibras motoras
piramidales cruzadas y extrapiramidales lumbares 4).- Fibras motoras piramidales cruzadas y extrapiramidales sacrocoxigeas 5).- Fibras
sensibles sacrocoxigeas 6).- Fibras sensibles lumbares 7).- Fibras sensibles dorsales 8).- Fibras sensibles cervicales 9).- Fibras motoras
piramidales mediales o directas 10).- Cordones posteriores 11).- Cordones laterales 12).- Cordones anteriores 13).- Núcleo en casquete de
Rolando 14).- Núcleo en cabeza Waldeyer 15).- Núcleo comisural de Cajal 16).- Núcleo en columna de Clarke 17).- Núcleos
pregangliónicos mioleióticos e idiotrópicos v, vegetativos ortosimpáticos 18).- Neuronas intercalares del asta anterior, (neuronas gama y
neuronas de Renshaw).- 19).- Dientes miorrabdóticos ó área motora primaria 20).- Sustancia intercalar periependimaria
RESPUESTA MOTORA.
Una parte del potencial medular después de realizar reflejos e integraciones, asciende a tramos nerviosos
más elevados. Este potencial en las zonas superiores, llega ser conocido en parte, y determina una serie de
respuestas motoras, que pueden ser voluntarias, o reflejas. Los potenciales de las respuestas llegan a la médula
para exteriorizarse en los correspondientes movimientos.
Esto da lugar a una serie de haces que proceden de zonas elevadas, y descienden hasta la médula.
Estas respuestas motoras tienen que salir por los distintos niveles que le corresponden. Estas vías
efectoras, denominadas motoras, las encontramos a todo lo largo de la medula.
VÍAS DESCENDENTES.
A grandes rasgos, podemos sistematizar estas vías descendentes medulares en dos generales, según la
función y el origen que vayan a tener.
1º).- Si proceden de la voluntad, poseen su origen en las zonas de la corteza telencefálica, y forman los
haces de la voluntad que, desde antiguo, se les denomina haces piramidales, porque una gran partes de ellos
arrancan de las células giganto-piramidales de la corteza.
2º).- Los que no proceden de la esfera de la voluntad, en realidad son partes integrantes de reflejos de
gran categoría. No proceden de las células piramidales antes indicadas. Por este motivo se les denomina haces
extrapiramidales.
En la médula, unos y otros tienen determinados lugares de distribución. Se sitúan en el espacio que
queda entre la sustancia gris y los haces sensibles que hemos estudiado.
HACES PIRAMIDALES.
HACES EXTRAPIRAMIDALES.
HAZ RESTANTE.
Estos dos haces piramidales, no llenan todo el espacio que queda entre la sustancia gris y la sustancia
blanca. Queda una zona situada en el cordón anterolateral, que es un haz que ocupan el resto de la región y se le
llama haz restante.
La constitución de este haz, es muy compleja. Su sistematización la iremos indicando cuando los
requerimientos funcionales del estudio del sistema nervioso nos lo vayan haciendo surgir.
Este haz restante, es el encargado de conglomerar estas vías eferentes extrapiramidales, así como los
aferentes, integran la biodinámica del intus.
La disposición de los haces, tanto ascendentes como descendentes, se sistematiza dentro de la médula; de
tal forma que, tanto en lo que respecta a los haces sensibles, como a los motores, las fibras más internas, es decir,
las más próximas a la sustancia gris, son siempre las que corresponden a niveles más superiores, mientras que las
de niveles más inferiores se sitúan mas alejadas de la sustancia gris.
Aunque, el origen de este haz restante no podamos aclararlo completamente, por el momento, debemos
de exponer la razón funcional de cada uno de los sustratos anatómicos que lo integran:
HACES VEGETATIVOS.
1).- Agudos.
Que es el momento en que una estimulación captada por un receptor específico, incide ene le centro
clásico de recepción de esa sensación determinada, por ejemplo, el dolor, en el centro en casquete de Rolando, o
la sensibilidad protopática, en el centro en cabeza de Waldeyer., etc., que se exterioriza bien produciendo un
reflejo simple, o una serie de reflejos secundarios, que integrándose llegan a la esfera afectiva diencefálica y a la
cognoscitiva telencefálica.
SINOPSIS.
La filtración del líquido cefalorraquídeo, como hemos indicado, se produce a través del endotelio de los
plexos coroideos, y de la glía, y es una filtración selectiva, por la barrera hematoencefálica, que llena el conducto
ependimario, que podemos sistematizar en :
1º).- Conducto ependimario medular.
2º).- Cuarto ventrículo.
3º).- Acueducto de Silvio.
4º).- Tercer ventrículo.
5º).- Ventrículos laterales o telencefálicos.
a).- Kielstreifen.
O tiras celulares en quilla de Weigert, llamadas así por su disposición longitudinal, que aparecen ya
desde los Horizontes XIII al XXI de Streeter, que para Hochsteter y Boy, poseen función fagocítica en el adulto.
b).- Las células columnares.
De misión de soporte.
c).- Los tanicitos.
O columnares neuroendocrinos, de una sola prolongación.
d).- Los astrositos ependimarios.
De varias prolongaciones, que establecen amplias comunicaciones con el neuropilo.
e).- Neuronas contactantes.
Por lo que respecta a las neuronas contactantes, Vigh, considera que intervienen en la liberación de
secreciones hormonales que hacen que se les incluya en el denominado epéndimo de secreción. Por este motivo,
unas poseen las indicadas gémulas, o quimio-receptores, encargados de captar los distintos potenciales de
productos neuroendocrinos, y otras de poseer telodendrónes axónicos, con potencial efector, secretor o liberador
de neurotransmisores.
Estas neuronas que integran el grupo de neuronas de Fujita, suelen ser:
1º).- .Bipolares.
- De prolongación apical dendrítica.
Que contacta con el licuor..
- De prolongación axonal caudal.
Que penetra en el neuropilo.
2º).- Multipolares.
Que suelen localizarse en prolongaciones apicales, que contienen organelas celulares, (como,
ribosomas o retículo ergastoplásmico rugoso, mitocondrias, aparato de Golgi, etc.).
3º).- Realizan sinápsis.
Axo-dendríticas intraventriculares.
4º).- Poseen por el polo profundo.
Una relación íntima con la red vascular, a través de la barrera hemato-encefálica.
1º).- Efectos del movimiento del cuerno de carnero, realizado por los ventrículos laterales.
2º).- Efectos de las fases de inhalación y exhalación de los ventrículos.
3º).- Efectos de atracción de la gravedad debida a la postura erecta.
Para que estos movimientos se puedan producir , ha sido necesario una disposición específica en el
desarrollo de las fascias de tensión recíproca, a nivel de su diferenciación craneal, a partir de la duragurt de
Blechschmidt, que es diferente a la diferenciación de la duramadre a nivel raquídeo.
1º).- A nivel raquídeo.
Y a partir del cambium de agujero de conjunción, se diferencia, intrarraquídeamente , en una hoja
externa , que constituye la hoja interna del periostio vertebral o endostio, independiente de la verdadera
duramadre, que se adhiere con la hoja aracnoidea parietal, para formar la paquineninge.
Entre endostio y paquimeninge , queda un espacio denominado extradural, que se encuentra ocupado
por acúmulos de fascia adiposa, que rodea a los vasos y nervios, para que no sean traumatizados en los
movimientos vertebrales., (este especio es utilizado en medicina alopática como lugar de aplicación de la
anestesia extradural).
2º).- A nivel endocraneal.
No aparece el espacio extradural, porque la duramadre y el endosito, constituyen una misma fascia tras
la metaplasia de la duragurt de Blechschmidt, cuando es invadida por el proceso de esclerotomización, que
arranca por vectores de los distintos puntos de osificación sindesmal, dejando solamente entre estos, los restos de
duragurt, (que constituyen las suturas).- que actúan como matriz de crecimiento óseo, y permiten, por su
constitución fibrosa, el desplazamiento, de los huesos en relación con su elasticidad.
Según el tipo de movimiento que vayan a realizar las suturas, estas serán dentadas o biseladas. A través
de ellas se transmitirán los movimientos, y concretamente los inherentes al desplazamiento cráneo-sacral,
consecutivo al movimiento respiratorio primario, (M.R.P.), a detectar por las manos del clínico.
ANGIO-ARQUITECTURA ENCEFÁLICA.
La angio-arquitectura encefálica, biogenéticamente , está supeditada al desarrollo de los rombómeros, y
muestra dos vías fundamentales
1º).- Por un lado, la arteria vertebral, que se encarga principalmente del cordoencéfalo.
2º).- Por otro lado, la arteria carótida interna, que se encarga fundamentalmente de irrigar los derivados
del arquencéfalo.
Tanto la una como la otra, se desarrollan muy primitivamente, concretamente, entre la segunda y tercera
semana, desde la anfimixia, (Horizontes VIII y IX de Streeter).
REGIONES RAQUÍDEAS..
En la región cervical, existen dos arterias, que proceden de las primeras arterias laterales o radiculares,
que constituyen la porción craneal de las arterias vertebrales, cuando tienden a confluir para constituir el tronco
basilar.
Estas arterias espinales anteriores, siguen el mismo patrón que las demás, es decir, forman anastómosis
entre sí.
POLÍGONO DE WILLIS.
La irrigación encefálica, arranca, de la base del encéfalo. Se desarrolla a partir del proceso infundíbulo-
óptico es decir, en los límites correspondientes a porción del hipotálamo y tubérculos mamilares por detrás, y al
quiasma óptico por delante.
El polígono de Willis, como así se le denomina, constituye un heptágono vascular. Muy variable en lo
que respecta a su aspecto definitivo, ya que se debe a su desarrollo embriológico.
ARTERIA VERTEBRAL.
Es la caudal, de retorno de la arteria carótida interna embrionaria. Se continúa con las formaciones
vasculares arteriales que originan la arteria vertebral.
A lo largo del desarrollo, esta anastómosis, se utiliza para constituir el tramo más cefálico de la arteria
vertebral.
La última arteria segmentaria occipital o última arteria hipoglósica, (es la que en el adulto constituye la
vuelta o sifón de la arteria vertebral alrededor de la porción dorsal de la masa del atlas, para penetrar por el
agujero occipital), también se les llama pretemática.
TRONCO BASILAR.
El dispositivo de ambas carótidas internas establece, a lo largo del desarrollo, una comunicación
anastomótica.
Las dos arteria de retorno o ramas caudales del arco que describe la carótida, se funden en la línea
media, y dan lugar al tronco basilar.
Este tronco basilar, se sitúa en la porción correspondiente al tercio superior del bulbo,
COMUNICANTE ANTERIOR.
En la porción craneal de las carótidas internas, en donde, por un lado, la emigración del
oftalmoencéfalo, exige su riego, y la arteria carótida da la arteria oftálmica que acompaña al oftalmoencéfalo.
El crecimiento del telencéfalo, aproxima, las ramas anteriores o craneales anteriores estableciéndose
lagunas entre ellas, que originan unas anastómosis, dando lugar a la comunicante anterior.
El desarrollo caudal del telencéfalo, o polo occipital, exige mayor aporte sanguíneo, que no sigue la vía
de la arteria carótida interna, sino que se origina de la arteria subclavia.
El desarrollo de la extremidad superior, con la cresta de Wolff, actúa de tromba y exige gran cantidad de
sangre de la subclavia, que obliga a invertir el primitivo sentido de la corriente, a nivel del tronco basilar, de tal
forma que, lo que era cabo aferente o caudal, va a pasar a ser ahora cabo eferente.
Por delante de la cisura de Rolando, la arteria irriga las circunvoluciones frontales, concretamente por las
áreas 4, 6, 44, 45 y 46, esta última área del consciente..
Las lesiones de esta arteria motivan, procesos motores de distintos tipos, así como procesos de
desviación del juicio critico, faltas de ideación, de la emisión de palabras, e incluso de reconocer los grafismos
escritos.
CAPITULO 35º.
TOPOGRAFÍA MIELO-RAQUÍDEA. CUBIERTAS MEDULARES O FASCIAS DE
TENSIÓN ACTIVA.
Aparicio-Bellver, L., Broseta-Prades, M.J., Hernández-Gil de Tejada, T., Olucha-Bordonau, F., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.
DISPOSITIVO ESQUELÉTICO.
La médula, necesita una protección mucho más fuerte. El esqueleto que forma la columna vertebral
envía hacia atrás unos arcos, los neurales, que protegen a la médula, constituyen un conducto En el adulto, la
médula está contenida en su interior .Es el conducto raquídeo. Para que tenga movilidad, alternan, una parte
ósea, que forma las láminas con otra ligamentosa, que constituyen los ligamentos amarillos.
Por delante de la médula se encuentra el cuerpo vertebral, hacia atrás se dirigen las láminas, unidas en
su parte posterior y media, (en el punto de unión hacia atrás tenemos la apófisis espinosa).
La lámina en su punto de unión al cuerpo, que es el pedículo, tiene una profunda escotadura, sobre todo
en su borde inferior, el cual limita con la vértebra inferior un agujero de conjunción, en el cual la duramadre se
transforma en el cambium, que a su vez se diferencia en todas las fascias, (ver libro de Fascias).
Por él, sale el nervio raquídeo y casi a su mismo nivel, se encuentra el ganglio raquídeo, que aunque
está en la raíz sensible, está ya distanciado de la médula.
El tejido óseo de la vértebra está constituido por trabéculas, entre cuyas mallas se encuentra la médula
roja, la cual produce elementos sanguíneos que pasan a la circulación y, por tanto, los recogen venas, que se
encuentran muy cerca del hueso, pero en el interior del conducto raquídeo; son las venas (o plexos venosos),
intraraquídeos.
Espacio epidural.
Por tanto, entre el endóstio y la duramadre queda limitado un espacio, el espacio epidural, en donde se
encuentran la venas intrarraquídeas y en el que además existe grasa, con lo cual la protección de la médula se
asegura un almohadillado grasiento.
El espacio epidural parece dividido en dos partes, anterior y posterior, por el ligamento dentado.. A
nivel del pedículo de la vértebra vemos que ambas partes se comunican.
Ligamento dentado.
La médula, con sus raíces, queda en el interior del conducto raquídeo pero aún así existe un espacio
mayor que el volumen de la médula. Es preciso que ésta se fije a sus paredes, para lo que existe un ligamento que
une lateralmente la piamadre con la duramadre.
Es un ligamento fibroso, (que ya conocemos), inserto a todo lo largo de la médula en su parte más
lateral. Desde allí se dirige hacia fuera para tomar inserciones en la duramadre a nivel de los pedículos. Este
ligamento forma una serie de dientes, entre los cuales salen las raíces de los nervios raquídeos. Recibe el nombre
de ligamento dentado.
TOPOGRAFÍA MIELO-RAQUÍDEA.
MEDULA EN CONJUNTO.
RELACIÓN TOPOGRÁFICA DE LA MEDULA Y EL CONTINENTE MEDULAR.
No existe el mismo desarrollo de la médula y del continente óseo, de la columna vertebral.
En el momento en que la médula termina de producir sus emigraciones neuronales, en ese mismo
instante, deja de seguir el crecimiento paralelo al dispositivo óseo.
Por ello, y debido a que el crecimiento del dispositivo óseo continúa, la médula queda corta y no ocupa
todo el continente óseo en toda su longitud.
Cola de caballo.
Debido a que el desfase del crecimiento se realiza posteriormente a la constitución de los metámeros,
resulta que las raíces más inferiores tienen que alargarse para cubrir el trayecto que media entre el mielómero y el
metámero; de tal forma que estos elementos radiculares se inclinan tanto más, cuanto más caudal es su
localización.
Los últimos mielómeros adoptan la postura similar a las crines del apéndice caudal equino. Constituyen
la llamada cola de caballo.
Esto le hace un lugar óptimo para la punción lumbar. Conviene realizarla entre la apófisis espinosa de
la tercera y cuarta vértebra lumbar. Nos permite extraer el líquido cefalorraquídeo para análisis.
CAPITULO 36º.
ACCIDENTES ANATÓMICOS DE LA COLUMNA VERTEBRAL IMPORTANTES
EN OSTEOPATÍA.
Medina-Garrido, J.A., Garrote-Gasch, J.M.,García-Moreno Díaz, G., ., Sanz-Smith, M.C., Ferres-Torres, E.,Smith-Agreda, V.,
BÓVEDAS DE LA COLUMNA.
…” Entendemos por bóvedas, los cambios de dirección que presenta espontáneamente las
curvaturas clásicas de la columna vertebral, al pasar de la disposición de una región a las adyacentes,”…
Como ya expusimos, la columna vertebral, comienza a modificar la cifosis fetal, a partir del
nacimiento expresada en la aparición de una serie de curvaturas, orientadas a integrar la consecución de los
parámetros funcionales postnatales.
Estas curvaturas en sentido antero - posterior, se denominan:
a).- Cifosis,
Las que presentan la concavidad en el plano anterior y funcionalmente, son las de menor movilidad.
b).- Lordosis.
Las que presentan la convexidad en el plano anterior, y funcionalmente son las de mayor movilidad.
Por las razones embrionarias que ya hemos indicado, (ver capítulo 7), esta columna está formada
elementos metaméricos esclerotómicos intercalados, de distinta dureza, lo que biodinámicamente la convierte
en una columna elástica, que, funcionalmente, permite aplicarle la ley del Pandeo
Entre estas curvaturas o bóvedas, existen unos puntos en donde se invierte el sentido de la
curvatura, son las inter-curvaturas clásicas.
ARCOS. PIVOTES
Son unas curvaturas clásicas del raquis, que se encuentran mantenidas por una cuerda funcional lo
que genera un conjunto flexible.
A los puntos osteopáticos donde giran o se realizan las maniobras funcionales de un arco se les
denomina pivotes. Que se localizan en las interzonas de determinadas vértebras, (entendiendo por interzona,
la zona, del segmento de esclerotomo que se diferencia en articulación).
Dada la carga funcional a que están sometidos,
Existen dos tipos de arcos.
a).- El anterior .
Constituido por las regiones dorsal y sacra.
b).- El posterior.
Constituido por las regiones cervical y lumbar. También se les denomina
curvaturas secundarias flexibles.
Tanto el arco anterior como el posterior, se han sistematizado en otras tres
subdivisiones, con el fin de precisar en la emisión de un diagnóstico considerando un:
- Arco superior:
Formado desde la vértebra C1 -C4. Es lordótico.
Pivote: C5.
- Arco medio superior.
Formado desde la vértebra C6, D4, D8, Es cifótico.
Pivote: D9.
- Arco medio inferior.
Pivote: L5.
PUNTOS DÉBILES
Estos puntos pivote, y debido a la gran carga biodinámica a la que están sometidos en la columna,
(tanto en la estática como en la dinámica), suelen afectarse con bastante facilidad, por lo cual se les denomina
también puntos débiles.
También se incluyen dentro de esta denominación a otros puntos, como el de la C7, debido a la
tensión a la que está sometida, dado que a este nivel cambia el sentido de las fuerzas, de la lordosis cervical a
la cifosis dorsal, lo mismo que ocurre a nivel de la L5.
Al igual que ocurre don el D4,que constituye, el ápex de los dos triángulos, y ser el cruce de los
elementos vásculo-nerviosos.
Otro punto importante corresponde a las vértebras L2, L3, y L4, consideradas como el punto de
debilidad máxima, debido a que es el punto de máxima presión, al ser la llave del arco inferior, y por la L3,
pasar el centro de gravedad de la columna. En los casos que se vea interesada la L5, se afecta también la
pelvis, dando lugar al cuadro patológico denominado pelvis en tercer grado, que cursa con síntomas
viscerales pelvianos, como incontinencia urinaria, sobre todo después del parto.
Una de las características del desequilibrio osteopático se exterioriza fundamentalmente de una
manera llamativa en las extremidades inferiores, por afección, tanto de los procesos articulares, en el sentido
de fijaciones, o bien sobre los sistemas neuromusculares del psoas iliaco o sobre los del sistema
neuromuscular del ciático mayor, (mal llamado por los anglosajones, isquio-tibiales, ya que, de los diez
músculos que integran este sistema, solamente el semitendinoso y semimembranoso, se insertan en la tibia).
Por otra parte, la pelvis, intenta compensarlo, adoptando, en el lado derecho fundamentalmente, el
dispositivo de giro A-P, del sacro, en el sentido de antes, exteriorizándose por un acortamiento patológico de
la citada extremidad derecha, en forma de acortamiento del miembro.
En este estadío, es frecuente que se afecte la L5, con lo cual el miembro se separa de la pelvis, y se
bloquea en flexión. Este hecho tiene gran importancia, porque nos permite considerar que:
“...Una lesión lumbar, es casi siempre, la exteriorización de una lesión osteopática en
compensación, de un desequilibrio de la pelvis, en todos sus integrantes”...
BIODINÁMICA SACRO-CRANEAL.
En la biodinámica osteopática del movimiento cráneo-sacral, o sacro-craneal, de Sutherland y
Upledger, Little Jhon, establece la que él denomina :
a).- Disposición.
…”Arranca del borde anterior del agujero occipital, (ligamento apical, y apófisis odontoides).-
Cruza los cuerpos de las 11 primeras vértebras dorsales, y la porción posterior de las vértebras, L4,, y L5,
cuerpo de la S1, para acabar en el plano que pasa por la punta del Coxis. Al nivel de las articulaciones de
las vértebras L2, L3, sufren una bifurcación hacia las articulaciones coxo-femorales.”...
a).- Disposición
…”Se denomina línea anterior del cuerpo, a la línea vertical, y por lo tanto perpendicular al plano
de sustentación, bajada en posición ortostática, desde la sínfisis mentoniana, hasta la sínfisis del pubis. Es
paralela a la línea de gravedad antero-posterior”….
b).- Significado en la biodinámica del raquis.
Esta línea junto con la transversa púbica:
.- Controlan las fuerzas de presión torácicas y abdominales.
.- Controlan también los procesos de equilibrio del raquis .
.- Controlan la compresión de las vísceras pelvianas.
).- Controlan el reparto de cargas y presiones sobre el raquis.
a).- Disposición.
…”Se denomina línea transversa púbica a la horizontal que cruza las dos ramas del pubis, tangente
a las espinas del pubis o tubérculos pubianos”…
Esta línea, es perpendicular a la línea anterior del cuerpo, y en proyección a la línea de gravedad
antero-posterior (A-P).
b).- Significado en la biodinámica del raquis.
Funciona en combinación dinámica, fundamentalmente con la línea anterior del cuerpo.
).- Entre ellas y las palancas neuromusculares que actúan sobre ellas, controlan las
fuerzas de presiones viscero-parietales, y toraco-abdominales.
).- Estas líneas ejercen un papel decisivo, en el control de las vísceras abdominales, y en
la distribución de las presiones corporales.
a).- Disposición.
…”Mantener coordinadas las tensiones corporales”...
TRIÁNGULOS DE RESISTENCIA.
Definición de triángulos de resistencia.
Se denomina triángulos de resistencia a:
…”Los procesos biodinámicos desencadenados, tanto en la estática como en la dinámica,
que originan una serie de tensiones, que, morfo-funcionalmente, constituyen los denominados
triángulos de resistencia”…
Estos procesos los podemos sintetizar en los siguientes tipos, debido a la dirección de los
vectores, en que se sintetizan estas fuerzas de tensión:
HISTORIA CLÍNICA.
ANAMNESIS.
A).-.Preguntas Hipocráticas.
En primer lugar, ante un paciente hay que realizar, la toma de contacto, o Anamnesis o Historia Clínica.
Al comenzar una Historia Clínica, es fundamental realizar las tres clásicas preguntas hipocráticas a cada,
paciente:
1º).- ¿Que le pasa?.
2ª).- ¿Cuánto tiempo hace?.
3ª).- ¿A que lo achaca?.
En la respuesta la primera pregunta el paciente expone la causa que él cree que origina el conflicto, y según
el matiz emocional con que lo expone, nos indica el impacto psicológico que le ha producido.
La respuesta a la segunda pregunta, nos expresa la duración del proceso de conflictolisis, desencadenado por
el propio organismo.
La respuesta a la tercera pregunta, nos expresa la sensación de fracaso, del proceder del organismo, para
haber conseguido espontáneamente la conflictolisis
En este sentido, es fundamental el conocimiento de los T.P., su ubicación, su origen, así como su relación, a
través la biodinámica organogenética, de la vecindad con otros elementos anatómicos, durante su desarrollo y
evolución embrionaria, y la incapacidad funcional que el paciente ahora nos presenta. Todos estos hechos, en un
principio, ya nos puede orientar, hacia el diagnóstico.
Es el momento de establecer, la diferencia entre, sí es un T.P., o un T.G.P., que nos permita el ahondar en la
exploración. Para ello debemos de seguir, de una manera objetiva y rigurosa, el hilo conductor de la biodinámica
organogenética que dirigió el desarrollo del ser, y estableció las dependencias, que ahora se detectan dado el
momento patológico en que se encuentra.
Esto, nos va a conducir a descubrir nuevas sintomatologías, que nos van a permitir adentrarnos en la
prognosis, en relación con las afectaciones que, a distancia, van a tener los componentes del metámero en el que se
aloja el síntoma, que nos ha detectado, en un principio, el T.P., y, posteriormente el T.G.P., que nos conduce a la
exploración, del síndrome, patológico.
Este papel en la exploración, del diferente significado entre los T.P. y los T.G.P., nos puede servir en los
procesos de diagnóstico diferencial, ya que, como veremos, los síntomas pueden mostrarse mezclados, y al
relacionarlos, para buscar la localización del origen primigíneo de un proceso doloroso, tendremos que tener
presente todas las vicisitudes que sufrieron las emigraciones organogenéticas, hasta llegar a la ubicación definitiva.
El conocimiento de esta metodología y su aplicación, nos pueden llevar a un diagnóstico, no solo del signo
primigíneo, sino de los distintos órganos y sistemas que se encuentran afectados.
Así, en el sentir de Van Assche, en un proceso de odontalgia, si el proceso afecta a uno de los molares, podemos
precisar el lugar del origen del proceso patológico en:
1º).- El diagnóstico de la ubicación del origen del proceso patológico en relación con su biodinámica
organogenética:
Ejemplo :
a).- Ante una odontálgia, si estimulando el punto T.P. dental, de la pieza dolorosa, el proceso no
varía, ni se extiende a otras zonas, podemos considerar que la razón de la patología radica en la pieza
indicada.
b).- Si por el contrario, en la fase de silencio doloroso del proceso patológico, al estimular los
distintos puntos trigeers (T.G.P. o T.G.S.).- - del músculo temporal, se desencadena o provoca el dolor en los
dientes, podemos considerar que la razón primigínea del proceso patológico, no se encuentra en las piezas
dentarias, sino en un proceso neuro).- miofascial temporal.
Cuya interrelación, arranca del momento embriológico en que comenzó a diferenciarse la fascia, de
la que derivan los integrantes del primer arco branqiógeno, con su especialización en el sistema
neuromuscular masticador de Escolar, junto con el dermoneural del trigémino y dentro de este de la 3ª rama o
mandibular.
Si en la exploración del tiggerpoint, el dolor invade los territorios de la 1ª u oftálmica o de la 2ª, o
maxilar, nos va a hacer considerar que el lugar primigíneo, puede radicar en un proceso del Ganglio de
Gasser, o dela fascia meníngea del Cavum de Meckel que lo cobija, cuyas afecciones sintomatológicamente
constituyen una Neuralgia de Trigémino
2º).- Diagnóstico en relación con las cadenas musculares de Busquet:
Sabido es que, en la Anatomía funcional de los Sistemas Neuromusculares de Escolar, en el momento
de actuación biodinámica, tienen que funcionar siempre en consenso, con los que se han venido en
denominar, (en los mal llamados, sistemas antagónicos).- o columnas musculares de Busquet
Estos conceptos, arcaicos de agonistas y antagonistas, arrancan de la época de un concepto filosófico
platónico, que comenzaba y acababa en el cadáver, en el cual, todo eran partes o piezas independientes, por
que le faltaba el concepto biodinámico de la vida, en donde todos los integrantes del organismo, funcionan
supeditados a la Unida vital del mismo..
Actualmente, es el concepto filosófico aristotélico, unitario y biodinámico, característico del ser
vivo, operante y dialógico, el que rige al organismo, considerado en su Unidad Vital.
En ella, el conocimiento de cada una de las partes integrantes, (del concepto antiguo platónico).-
sirve de substrato animado de función, y encaminado a un fin, que es lo que refuerza el sentido de la Unida
Vital, ya que, este fin, no puede alcanzarlo cada una de las partes por sí solas, sino solamente el individuo,
bajo la inducción génica que rige su Teleología).- mediante el correcto funcionar de los órganos y sistemas
que lo integran, que son los que artífices de su Unidad.
En este sentido, al localizar un T.P., es importante, tener presente:
a).- Diagnostico diferencial.
Explorar a ver si es simplemente un T.P., o un T.G.P.,
b).- Explorar tanto el dolor.
como la limitación funcional, que produce, sobre el complejo neuromuscular en el que se
aloja,.
c).- Limitación funcional.
y si esta limitación existe, explorar sí:
- Si solamente afecta al sistema neuromuscular agonista.
- Si también esta afectado el sistema neuromuscular antagonista. Lo cual nos
indica que el proceso, ha inferido en la correspondiente cadena muscular de
Busquet.
Lo cual nos debe de llevar calibrar la dimensión del proceso patológico, que puede conducir a tener
que considerar la afección, no solo del proceso muscular como detecta el T.P., sino la posible existencia del
proceso radicular metamérico, que rige tanto la inervación del sistema agonista como del antagonista.
º).- Diagnóstico del punto principal en el caso de existir más de uno.
La tercera pregunta hipocrática, “¿a qué lo achaca?”, junto con la segunda, “cuanto tiempo hace”,
nos permiten orientarnos en el momento de evolución, por dos motivos:
a).- ¿A que lo achaca?.
Nos permite imaginar como se ha realizado el proceso, si ha sido en flexión, o en
extensión, o en lateralización o en rotación, por traumatismos, excesos de ingesta bien
prandiales, o etílicos, etc., y puede darnos una orientación para posteriormente adaptar la
aplicación del tratamiento.
b).- ¿Cuánto tiempo hace?.
Nos permite calcular el tiempo que, el proceso evolutivo lleva intentando la
recuperación, que, (como ya indicaba Still).- comienza inmediatamente después de que el
agente patológico ha producido la ruptura del equilibrio de la Homeostasis de Canon.
El hecho de que el proceso patológico le lleve a nuestra consulta, solamente indica que el organismo,
no ha podido por sí solo realizar la recuperación.
En estos casos, es muy corriente que al explorar al paciente no solamente se detecten un T.P., único,
sino varios, que se han ido originando por el fracaso de las técnicas que el organismo ha intentado, por sí
solo, para recuperar la normalidad, lo cual nos indica que el paciente lleva ya bastante tiempo lesionado,
antes de haber venido a consultarnos.
En estos casos se aprecian, como hemos dicho, varios puntos, que en un principio consideramos
como T.P.
Y en estos casos, repetimos, conviene tener presente una cierta selección en la exploración y
tratamientos de ellos. Es conveniente en consecuencia:
.- Explorarlos en un principio a todos, con el fin de analizar, según los síntomas, el estado
de afectación de cada uno de ellos.
.- Analizar cuales de ellos son T.P., o T.G.S.
.- La prelación, que estos puntos T.G.S., tienen en su estudio y tratamiento.
.- Comenzar explorando y tratando las zonas, donde más puntos haya.
.- Empezar , si se puede, por tratar los puntos más dolorosos.
4º).- Técnica de actuación, tanto en la exploración como en la terapéutica de los puntos T.P. y T.G.S.
Anatomía Palpatoria.
Como es lógico y ya hemos indicado anteriormente, debe de hacerse por Anatomía palpatoria, en la
cual, no solamente es importante el grado de presión, como ahora veremos, sino que nuestra mano y nuestros
dedos deben de ser los sensores, que por un lado presionen sobre los puntos del paciente, y por otro, nos
informen tactil y objetivamente a nosotros, y que, en este informe incluyan, desde las distintas formaciones
anatómicas que estamos explorando, (apófisis, espinas tendones, ligamentos, fascias musculares, fascias
líquidas, neurales, vasculares, etc.).- - hasta el lugar donde nos encontramos, y las alteraciones que presentan
en sí y en su entorno, (temperatura, hiperestesia a la presión, dolor, alteraciones de los flujos y mareas etc.).
Una vez que estemos seguros, es cuando podemos comenzar la aplicación de las presiones y
maniobras terapéuticas.
Al comenzar a actuar se debe de accionar con las siguientes precauciones:
a).- La presión debe de ser suave, y poco a poco irla aumentando sin sobre pasarse, de tal
manera que nunca se llegue a que el paciente se queje..
En muchos casos la variación es muy amplia según el tipo de lesión, pues, si existe un
proceso traumático ligero, se admite bastante presión.
Pero, si este proceso es concomitante con un proceso flogístico, como ocurre muy
frecuentemente en los traumatismo de deambulación rápida o deportivos, el umbral de recepción
baja extraordinariamente.
Este hecho, nos sirve para sospechar que existe enmascarada una lesión mas grave bajo la
apariencia de una elemental.
b.).- Si la presión es un punto T.G.S., el grado de presión nos ira descubriendo, las
irradiaciones, y como ya indicamos, la orientación del diagnóstico.
Conforme se va actuando, se va localizando el punto primigénico de la lesión, y se van
evocando las maniobras terapéuticas que consigan el “restitutio ad integrum”, con la consiguiente
desaparición de los dolores e incapacidades, es decir de las disfunciones.
c).- Avisar al paciente , tras el tratamiento osteopático, que puede desencadenársele una
crisis emotiva, entre las primeras 24 y 72 horas, pero que este proceso es normal, al haberse
estimulado los potenciales nerviosos de los circuitos de reverberación, aconsejando la ingestión de
agua, y bolsas frías en el occipital.
CAPÍTULO 38º.
FISIO-PATOLOGÍA FASCIAL.
Aparicio-Bellver, L., M.A.,Montañana-Marí, J.V., Signes-Costa, J., Smith-Ferres, V. ,Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.
EL SER HUMANO.
Sinopsis.
Como ya sabemos en Osteopatía:
...”el Ser Humano, es una Unida Fascial , constituida por una serie de diferenciaciones de ella, en
su morfología y función, con arreglo, a su teleología”...
Esta unidad, da lugar al hecho de que, cuando el individuo enferma, enferma todo él, aunque, en un
principio solamente se detecte un síntoma determinado. Es más, cuando se rompe la homeostasis de Canon,
el organismo, antes de exteriorizar ningún síntoma, intenta, por sí solo, la recuperación “ad integrum”, y
solamente, cuando no lo consigue, es cuando esboza la sintomatología, que, como hemos visto en capítulos
anteriores, puede encontrarse, no precisamente en el lugar de la primitiva lesión, sino a distancia, hacia la
cual nos orientan los puntos ten y los puntos trigger.
Al ser humano, hay que considerarlo, como una unidad funcional, y para aclarar los puntos
obscuros, vamos a detenernos en el análisis de algunos ejemplos de la patología, para intentar dentro de la
complejidad de síntomas adyacentes, el llegar a conocer el “primuns movens”, que desencadenó el cuadro
patológico, que se nos presenta en la consulta, debido a un desequilibrio tensional fascial.
En el estudio de este ser humano, hay que tener presente, que no pueden descartarse ninguno de los
diferentes procesos que se fueron realizando, desde su constitución en la anfimixia o fecundación, como todos
los procesos genéticos, que junto con los fenotípicos, que, (como decía Ortega y Gasset. “ Yo soy Yo, y mis
circunstancias.”), imprimen a las fascias su peculiaridad dentro de una unidad funcional, propia, particular,
diferente e irrepetible, en los otros seres vivos. Este impacto, queda durante toda la vida, tanto en el plano
Anatomo-funcional, como en el psicológico, desde la esfera del Inconsciente, o Intus, hasta la frontera de
esta, con el Consciente, (en sus fronteras, del Subconsciente, y Postconsciente), esculpiendo ese fenotipo
particular que hemos indicado.
Estos procesos, como hemos dicho, comienzan en las etapas de crecimiento, determinando, huellas
psicológicas inconscientes, y unas predisposiciones orgánicas, particulares en cada individuo, que se
integran e incrementan, y modifican nuestro comportamiento y conducta, durante toda la vida, alterando el
patrón oficial clásico del comportamiento fascial.
En la mitad del Segundo Período Fetal de Streeter, es decir cuando el embrión tiene una edad de 90
días, postfecundación, y una longitud de unos 110 mm., y un peso de unos 250 gr., aparece el M. R. P. Este
movimiento, se exterioriza, cuando comienza la tensión fascial adquiere la necesaria tirantez que las
caracteriza, que como sabemos, se origina en la primera fascia, denominada fascia de acción recíproca,
porque la va a acabar transmitiendo, a partir del cambium, (a nivel de cada uno de los agujeros de conjunción
vertebrales), a cada una de las fascias en las que se diferencian.
Este hecho tiene una gran importancia en el momento de nacimiento, dada la repercusión que la
biodinámica del parto va a ejercer sobre las tensiones fasciales, (sobre todo craneales), producidas por el
paso del feto a través del canal del parto, o las posibles alteraciones de presión en las cesáreas.
Toda esta serie de agentes fenotípicos, como hemos indicado, se integran con un matiz personal en
cada individuo, dependiendo de su predisposición, tanto genotípica, como fenotípica en el momento estable, o
no, en que le afecta, produciendo siempre un estado consciente o no, de Shock psíquico; de ahí la importancia
de la Anamnesis, que nos ayuda a centrar el problema diagnóstico.
Una vez realizada la Historia Clínica, y realizada la exploración pertinente, y establecido el
diagnóstico, se debe de ir a buscar la terapia adecuada. Para llegar a este punto hay que tener presente, el
conocimiento, (basándose en los T.P. y los T.G.S.), del origen embriológico. Las distintas influencias
ambientales, (o fenotipos), y las alteraciones que se han producido en las distintas manifestaciones de las
fascias, teniendo presente que una, por no decir la mas importante, es la fascia líquida, tanto en las facetas
intra, como extracelular, que es la que regula la Homeostasis de Canon.
Esto da lugar, a que tengamos que ocuparnos, (junto con el capítulo Bioquímico), con su
exteriorización en la Biodinámica, tanto macro como microscópica, y en consecuencia de la integración de
ellos, en la Unidad del parámetro Psicológico, que afectan, al substrato del tejido fascial.
Vamos a realizar una introspección analítica, pero recalcamos, que en el ser vivo, operante y
dialógico, constituyen todas ellas, una unidad.
1º Plano bioquímico:
Que suele corresponderse con la ingesta de principios inmediatos, y líquidos en una dieta
equilibrada, ya que sino, se somete a las vísceras digestivas a un stress, que produce graves alteraciones en
ellas, bien por exceso o por defecto, con la consecuente aparición de síntomas secundarios, que desdibujan el
proceso patológico, y dificultan el diagnóstico correcto..
Estas alteraciones de las vísceras, estimulan de la neuronas sensibles idiotrópicas, pero dada la
biodinámica de los procesos viscerales, no ascienden rápidamente a las esferas cognoscitivas, por lo cual “se
sienten, pero no se conocen” los síntomas, lo más que ocurre es que alteran el plano o fascia psíquica. El
paciente “no se halla de humor”, lo cual nos imbrica a todo el componente neuroendocrino, que rige nuestra
afectividad, pero sin poder achacar la lesión a un determinado (O.D). El origen, en principio, es desconocido.
Si el proceso visceral es muy intenso, la afección no solamente se queda al nivel de las neuronas
idiotrópicas, y de sus circuitos reverberantes, de las astas laterales medulares, y tronco-encefálicas, sino que,
siguiendo las conexiones por las neuronas cordonales tautómeras, heterómeras o hecatómeras, imbrica a
elementos del mismo metámero, o de metámeros adyacentes, de tal manera que, cuando llega a interesar los
campos de las neuronas oicotrópicas o de la vida de relación, da lugar a los T.P., y los T.G.S., que
proyectados sobre el esquema corporal, originan los denominados dolores referidos, cuyo conocimiento nos
permite sospechar la víscera o vísceras y territorios fasciales que se encuentran afectos, bien de origen
primario o secundariamente.
2º).- Plano biodinámico en la estática y en la dinámica.
En el caso de una imbricación visceral abdominal, por ejemplo el hígado, dado que por sus
múltiples funciones, es muy frecuente que afecte en principio toda la biodinámica abdomino-pelviana. y el
dispositivo fascial cérvico-toraco-abdómino-pelviano.
Ya que, además de las facetas digestivas, juega un papel importante, en diversos aspectos, (que no
vamos a enumerar aquí).- como ocurre con la metabolización hemática de los restos antiguos de la
hemoglobina de los hematíes caducos, (comenzada a ser metabolizada en el bazo), para la consecución de la
bilis.
Bilis que regula la biodinámica no solo de la digestión de las grasas, sino del tránsito intestinal,
(como se observa en los procesos de tipo colecistítico y colelitiásico, que alternan fases de dispepsias
intestinales, junto con procesos de estreñimiento, que pueden cursar con la emisión de escíbalos).
Está afectado el órgano, en sí, junto con las vías biliares , y todo el dispositivo simpático, con la
aparición de una distonía neurovegetativa expresada en la sintomatología, presentar una sensación de lengua
pastosa, náuseas, vómitos biliares, fases de anorexia, sensación de plenitud gástrica, saciedad rápida. Puede
aparecer sensación dolorosa, que corresponde al dolor referido, que hemos indicado, en el hipocondrio
derecho.
La afección de la fascia cérvico-tóraco-abdómino-pelviana, cursa entre otros, con procesos
respiratorios dolorosos, con fases transitorias de apnea, y disnea, y dolores difusos, que pueden tener
localización tanto en la pared anterior o posterior torácica, como abdominal, interfiriendo en la biodinámica
de los sistemas neuromusculares presomáticos, haciendo adoptar al paciente, posturas extrañas, de
interpretación defensiva, tanto en la estática como en la dinámica, trastornos en la biodinámica esfintérea así
como edema, consecutivo a los problemas de la circulación tanto arterial, como venosa y linfática, que
conducen a, o son debidos a una congestión hepática.
3º Plano psicológico:
Cada uno de los impactos acaecidos como determinantes de procesos patológicos, originan una
impronta, de potenciales de tipo psicológico, (que queda reverberando en los circuitos de Ranson,
prácticamente durante toda la vida, desde el dispositivo de las primitivas deuteroneuronas, constitutivas de
los diferentes núcleos o centros de la substancia intercalar, tanto sensible como motora, bien de las astas
posteriores y anteriores, como del resto del tubo neural).
Estos procesos se van a ir sumando para modelar el factor psicológico del individuo, en el plano
inconsciente del Intus, (a lo largo del decurso de su vida), que pueden llegar a desencadenar procesos de
ansiedad y de angustia en la proyección de futuros problemas, que a lo mejor no se presentan, pero que
desencadenan una patología sobre lo que “pueda ocurrirle”, que acaba afectando, no solo a la esfera
psicológica, sino a la esfera objetiva de la exteriorización externa, como ocurre con la involucración en
síntomas patológicos de la biodinámica de nuestro comportamiento en la estática y en la dinámica. E incluso
dando lugar a la aparición del síndrome idiopático, (ver capítulo 27).
ANATOMÍA PALPATORIA.
Estos pequeños desplazamientos de la movilidad ósea, (mal llamada por las escuelas alopáticas,
como articulaciones sinartrósicas), son capaces de detectarse por los procedimientos de Anatomía
Palpatoria. Basta para ello aplicar la palpación de Still, que consiste en abarcar el contorno de la cabeza en
una mano, aplicando una ligera presión con el pulpejo de cada dedo, (para este autor, puede alcanzar de 50 a
100 gramos), que nos permite, igual que al tomar el pulso, analizar las características, de los fenómenos
motores que ocurren bajo el sensor de nuestra mano, detectando no solo los movimientos óseos, sino la
fluctuación del licuor.
Por:
Medina Garrido, J.A. D.O. Osteópata.
Díaz-García, Moreno, F. D.O. Osteópata.
Smith-Agreda, V. Catedrático de Anatomía Humana.
PREFACIO.
Introducción.
Esbozadas lasa bases biodinámicas del substrato anatomo-funcional del elemento axil del organismo,
cabeza y columna vertebral, vamos a comenzar la exposición de las manipulaciones correspondientes al
desarrollo de las técnicas terapéuticas en la actuación sobre el sistema Sacro-Craneal de Sutterland.
Para realizar el proceso técnico es fundamental, el tener presente los conceptos básicos, que
sucintamente hemos expuesto en la 1ª parte de este libro, sin olvidar en ningún momento el hecho
fundamental, de que, como hemos venido recalcando, el organismo vivo, es uno e indivisible, que arranca
desde el momento de su origen, en la fecundación del óvulo femenino por el espermatozoide masculino,
unión que da lugar a la célula huevo, que es la primera expresión del individuo humano, con toda su dignidad
obligaciones y derechos. Este huevo, guiado por la potencia teleológica impresa por el Creador, en su
genoma, -que rige el desarrollo de la especie hasta el final de su vida-, se irá diferenciando, ayudado por los
procesos epigenéticos, que la modularán adaptándola a los fenómenos adyacentes del entorno que le rodea, y
en cada momento de su existencia
Otro de los puntos que queremos destacar, es que desde el mismo momento de su fecundación, en
este nuevo ser, todos los momentos funcionales impactan en él, y dejan una huella inconsciente, que perdura
toda la vida, y que se encuentra en todas y cada una de las partes que integran esa unidad viviente, desde los
componentes del medio donde se desenvuelven sus células, hasta las interrelaciones de ellas con el resto de
las fascias líquidas, y sobre ella se van integrando de una manera instintiva, contribuyendo así a la
constitución de la personalidad del individuo, es decir que el organismo, podrá conocer o no, un momentos de
sus vida, pero olvidar, no olvida nunca, ni lo conocido ni lo desconocido.
Posteriormente estos potenciales se encarnarán en los circuitos reverberantes de Ranson, pero no
todos llegarán a ser conscientes, y permanecerán en esa parte del parámetro psicológico denominado Intus.
Otras veces , sobre todo en procesos patológicos, la asimilación que estos desencadenan, los hará aflorar, e
incluso abandonar el territorio del intus para pasar al del consciente, y conocerse, casi siempre acompañados
de una fuerte descarga emocional, que regulará y aliviará el proceso patológico, tras la administración de unas
técnicas que pueden llegar a conseguirlo.
Uno de los sistemas terapéuticos, que en el momento presente, aplicados con el conocimiento de los
movimientos y posturas apropiadas, con la conciencia del porque?, y del para que?, se hacen, es la actuación
del sistema Sacro-Craneal, que como ya hemos dicho, inició Sutterland y continuó Uphedger, y tantos otros
preocupados en la búsqueda de la saluda, quebrada a partir de procesos traumáticos.
Como pautas que creemos deben de tenerse presentes en la actuación , tras la histotia clínica, y
colocación del paciente en la camilla, consideramos las siguientes:
a).- Nos colocamos lo más cómodamente posible, para poder concentrarnos en la realización de las
maniobras.
b).- No inducimos al paciente. Se actúa sin inducir al paciente.
c).- No hablar. Procurar no hablar para ni distraerle ni distraernos.
d).- Escuchar si el paciente nos expone algo, o si mostrase imperativa necesidad de dialogar,
procurando llevar la conversación en un sentido que pueda ayudar a resolver su problema. Eel saber
escuchar guía a la resolución del conflicto.
e).- Serenidad y relajación, por nuestra parte.
f).- No predisponernos a relacionar procesos, en los primeros momentos de la actuación.
g).- Concentración en la capacidad discriminativa de nuestras manos, para detectar el flujo y reflujo
del L.C.R.
h).- Si no se siente, debemos continuar la maniobra aumentando la concentración, hasta que
aparezca el flujo.
i).- Si extraña lo que se capta, no debe de intentar interpretarlo precipitadamente, hay que dejar que
el sistema nos guíe.
j).- Empezar la terapéutica en un orden determinado, que se irán exponiendo en los capítulos
siguientes.
k).- Detectar los bloqueos que aparecen, que fundamentalmente corresponden a:
- Psicológica.
- Chacras.
- Geopatías
- Aura
- Meridianos
- Neurovegetativo.
- Inmunológico.
- Cicatrices o dientes.
- Mecánicos.
- Orgánicos.
- Neuroendocrinos.
l).- El orden en la sistemática de actuación en la Terapéutica S-C, lo impone el profesional, según
su experiencia. Nosotros aconsejamos el siguiente:
1º).- Valoración del S.C.: maléolos, tibias, muslos, pelvis, (E.I.A.S. o, espinas iliacas antero
superiores), costillas finales, hombros.
2º).- Valoración : Sacro-iliacos.
3º).- Valoración: médula, raíces raquídeas, sacro-lumbares, dorsales, y cervicales.
4º). Meced la médula.
5º).- Diafragmas: Pélvico, torácico, entrada al diafragma craneal y craneal.
6º).- Cuarto ventrículo: Punto parado CV4.
7º). Frontal.
8º). Apriétales.
9º).- Temporales.
10º).- A.T.M.: Compresión y descompresión
11º).- Esfenoides.
12º).- Maxilar superior.
13º).- Vómer.
14º).- Palatinos.
15º).- Pterigoideos.
16º).- Nariz.
17º).- Boca: Parte interna, Lengua.
18º).- Maxilares superior e inferior o mandíbula.
19º).- Hioides.
LA TÉCNICA.
Debe de constituir un ejercicio de fácil realización, verificable por cualquier persona profesional,
con cual vamos a ayudar a sentir y recuperarse, al enfermo, sea del orden que sea el problema, traumático,
físico, metabólico, y psicológico.
Medina-Garrido, J.A.
CAPÍTULO 40º.
VALORACIÓN DEL M.R.P. 1,2,3,4,5,6.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.
Valoración M.R.P.;2º.
Colocar las manos suavemente, sobre la parte media de las tibias, valorando e interpretando la
diferencia entre ambas piernas, de M.R.P. realizando la misma técnica descrita anteriormente en la valoración
del M.R.P. 1º.
Valoración M.R.P.; 3º
Colocar las manos, suavemente, sobre la parte media de los muslos, valorando e interpretando la
diferencia entre ambas piernas del M.R.P., realizando la misma técnica descrita anteriormente, en la
valoración del M.R.P. 1º.
Valoración M.R.P.;4º
Colocar las manos suavemente, sobre la parte media de las E.I.A.S., (espinas iliacas antero
superiores), valorando e interpretando, la diferencia entre ambas piernas del M.R.P. realizando la misma
técnica anteriormente descrita en la valoración del M.R.P. 1º.
Valoración M.R.P.; 5º
Colocar las manos suavemente en las últimas costillas, valorando e interpretando, la diferencia entre
ambas costillas, del M.R.P. realizando la misma técnica descrita anteriormente en la valoración del M.R.P. 1º.
a).- Falanges del dedo meñique, Vº metacarpiano, ganchoso, piramidal y pisiforme, sobre
zona parietal superior.
b).- Falanges del dedo anular, IVº metacarpiano, piramidal y pisiforme, sobre la zona
frontal de la parte inferior de las cejas.
c).- Falanges de los dedos corazón e índice, IIIº Y IIº, metacarpianos, huesos grande y
semilunar sobre la zona temporal anterior.
d).- Falange del dedo pulgar o 1º dedo, Iº metacarpiano, trapecio y trapezoides sobre la zona
occipital.
Una vez conseguida esta situación exploratoria, poner nuestra atención en nuestras manos, y
concentrarnos en percibir el movimiento del líquido céfalo-raquídeo, (L.C.R.). y la repleción del los
ventrículos 3º y 4 teniendo su movilidad a un ritmo de 6 a 12 ciclos por minuto, entre llenado y vaciado.
Este movimiento tiene que ser el de un fluido, por igual en cualquier parte del cuerpo, que el
terapeuta del S.C. quiera percibirlo.
La desigualdad de sincronización , manifiesta una perturbación en el sistema S.C.
COMPLEJO SACRO-ILACO.
Biodinámicamente forman una unidad funcional de extraordinaria importancia, que podemos
sintetizar en :
Iliaco:
1º).- Flexión. = Eversión, (rotación hacia fuera).
2º).- Extensión.= Inversión , ( rotación hacia adentro).
Sacro:
1º).- Flexión = Dirección hacia los pies.
2º).- Extensión = Dirección craneal.
3º).- Desplazamiento. = Dirección hacia la mano que toma contacto con el sacro. Liberación
del sacro entre los iliacos.
La técnica sirve, como valoración del movimiento del sacro entre los iliacos, así como para la
aplicación de su tratamiento.
Con la mano de arriba tomar contacto con las dos EIAS, (espinas iliacas antero superiores),
percibiendo el movimiento de las mismas, en : flex, ext, inversión, eversión.
Con la otra mano, en contacto con el sacro, bien apoyado y relajado, en la camilla, percibir el
movimiento del sacro, (ver capítulo 24). Poner la atención en nuestras manos, y esperar a sentir los
movimientos del M.R.P.
LIBERACIÓN SACRO-ILIACA.
Es la primera técnica a realizar, antes de pasar al cráneo, -sobre todo en el sexo femenino-, a partir de
los movimientos de flex. y ext. del sacro. Sincronizar con el movimiento de los iliacos, e ir llevándolo con
nuestra intención, con nuestras manos, -sin hacer fuerza-. Seguir el movimiento sacro hacia los pies. Seguir
las indicaciones que se aclaran en las figuras: 1, hacia los pies hasta su total liberación. 3, en un plano
descendente en dirección hacia la camilla.
En algunas mujeres, sobre todo con alteraciones ginecológicas, o del continente pélvico, se nota una
fluctuación descendente, a modo de burbujeo, e incluso un pulso terapéutico, ( = sensación de sentir el latido
de una arteria).
También se puede realizar aquí, en el sacro, la técnica del punto parado, (ver capítulo 46), llevando el
movimiento sacro, en dirección craneal o extensión sacra Nº 2.
MEDULA 1ª.
Con una mano, tomar contacto sobre las apófisis espinosas finales de la región lumbar, y con la
punta de los dedos, 2º, 3º, 4º, y 5º, apoyando suavemente, (con el brazo en la camilla, lo más relajado
posible).
Con la otra mano, tomar contacto con el sacro, bien apoyado sobre toda la mano, lo mas distendida
posible, (observar que hay que soportar, en esta mano, todo el peso del cuerpo).
Esto indica la gran importancia que tiene el realizar estas técnicas en una posición muy relajada,
para el terapeuta del S.C.
Valoración de la médula:
Pasar a la zona lumbo-sacra, conectar con el M.R.P., y seguir dicho movimiento ascendente, craneal,
como una onda, marea, o flujo, (visualizándolo en nuestra mente, su recorrido ascendente). Donde notemos
que el movimiento se restringe o parece que le cuesta más circular, podemos considerar que existe un
bloqueo en dicha zona.
Esta técnica sirve también como tratamiento, siguiendo dicho movimiento, -antes descrito-, durante
varios ciclos, hasta notar su liberación completa.
Al conectar con el M.R.P. y L.C.R. y con la intención puesta en nuestras manos, ir sintiendo dicho
movimiento hasta liberarlo:
a).- Mano sacro, por debajo, dirección hacia los pies.
b).- Mano, espinosas lumbares, dirección craneal.
MÉDULA 2º.
Con las manos apoyadas en la camilla, tomar contacto con los dedos 2º, 3º, y 4º, de las dos manos,
sobre las primeras espinosas cervicales. Seguir el movimiento M.R.P., comprobando donde hay más
restricción y bloqueo. Posteriormente, con nuestra atención puesta en nuestras manos, seguir dicho
movimiento, repitiendo la misma evolución descrita anteriormente, hacia el cráneo, hasta su liberación y
fluctuación.
Sinopsis:
a).- Escoliosis.
b).-Traumatismos, especialmente en alguna parte de la columna vertebral.
c).-Niños.
d).- personas mayores, y con procesos degenerativos osteo-articulares.
e).-Cualquier manipulación e intervención con agujas, - anestesias epi-durales o sub-durales, etc-.
CAPÍTULO 44.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DE LOS DIAFRAGMAS, PÉLVICO, Y TORÁCICO.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Medina-Bertomeu, J.A. Smith-Agreda, V.
Esta técnica es muy agradecida por el paciente, pues consigue entrar en un estado de relajación
profunda, también denominada punto de calma. Consiste en colocar las manos en forma de “V”, entre el 3º Y
4º ventrículo, lo cual se consigue manteniendo el occipital encima de nuestras manos, sobre la zona hipotenar
de estas, como unos dos dedos por encima de la base proximal occipital, percibiendo y sintiendo el S.R.P.. Se
notará un movimiento de apertura hacia la FLX-Nº 1, y otro movimiento de retracción hacia EXT-Nº 2. Con
la intención de nuestras manos, no permitir el movimiento de FLX, y llevarlo ha EXT. Llega un momento en
el que el movimiento se para. Parada que puede durar un tiempo distinto en cada persona. Esta técnica se
puede repetir cuantas veces se considere oportuno por el terapeuta SC, antes, durante, y después, de la
terapéutica S C.
Esta técnica de punto parado, se puede realizar en el sacro, y los maléolos, pero siempre llevando el
movimiento a EST, y no permitiendo que vaya a FLX.
También se puede realizar la técnica punto parado, con dos terapeutas a la vez.
1).- Sacro, o maléolos.
2).- CV4, base occipital.
La experiencia clínica , aconseja en niños pequeños , realizar la técnica punto parado en el sacro.
A sí mismo, en pacientes con mucho estrés, o muy nerviosos, es mejor, cuantos más puntos
parado=punto calma se le realicen. Incluso es aconsejable recomendar al paciente, que coloque dos pelotas
de fron-tenis, juntas, -en el interior de una bolsa o un calcetín fino, anudado este por un extremo-, y que el
propio paciente realice la técnica en su casa, si lo necesita varias veces.
Contraindicaciones.
Está contraindicado en :
a).- Procesos inflamatorios craneales agudos y recientes.
b).- Aneurismas.
c).- Hematomas.
d).- Hemiplejías agudas.
e).- Cardiopatías severas, ( en estos casos es recomendable, esperar un tiempo que puede oscilar en
unos meses, antes de realizar el punto parado, auque algunos autores consideran que se puede realizar la
otra terapia SC).
EL FRONTAL.
Procede de la unión fetal de dos procesos embriológicos, uno a cada lado,
En él hay que realizar técnicas de:
1º).- Levantamiento del frontal.
2º y 5º).- Movimientos de FLX.
3º y 4º). – Movimientos de EXT.
Para ello:
Tomar contacto con las dos manos sobre el frontal, incluyendo las zonas tenar e hipotenar, y de la
palma. Así, abarcamos una conexión más amplia en toda la zona. Apoyar los brazos en la camilla, estando
bien relajados procurando no tener ninguna tensión en nuestro cuerpo., si no es así, buscar una postura más
cómoda. Concentrar nuestra atención, en nuestras manos y en percibir el M.R.P. Una vez que lo percibamos,
llevarlo con nuestra intención, en un plano ascendente, hasta notar la liberación completa del frontal. Tener
paciencia, pues este movimiento es el más importante del frontal.
Relaciones :
a).- Hormonal,
b).- Vías respiratorias altas.
c).-O.R.L., (Otorrino-laringo-logía).
LOS PARIETALES.
Técnicas de exploración.
1ª).- Fase:
a).- Compresión.
Colocar las manos bien apoyadas en la camilla, tomando contacto con los apriétales, con la
punta de los dedos, las tres falanges, e incluso el metacarpo. Para percibir y conectarse con el M.R.P. y sentir
como si nuestros dedos, fundiéndose con dicho movimiento, nos dieran la sensación de que nuestras manos se
hundieran en el cráneo en un plano supero-oblicuo-descendente-interno.
Esperar varios ciclos, hasta percibir la relajación de los tejidos, y la liberación del M.R.P.
¡ Es importante no presionar con nuestras manos los pariétales.! Si presionamos, en cualquiera de
las técnicas de la terapia S C, el movimiento se bloqueará . Así pues, inducir e intención , significa que toda
nuestra atención está puesta en la técnica a realizar, ya que queremos que se libere dicho movimiento.
Una vez realizado y liberado por la fase nº1, de los pariétales, retirar las manos unos segundos, para
volver a colocarlas de nuevo.
2ª).- Fase:
a).- Descompresión.
Conectar y sentir de nuevo, el M.R.P. y llevarlo en un plano infero-oblicuo-ascendente-
interno, en dirección a nuestros codos, hasta notar la liberación completa. A veces, se pueden percibir
movimientos de elevación, de uno de los pariétales, en un plano ascendente craneal, o bien impulsos
combinados; por ejemplo, antero-parieto-fronto-esfenoidal, o bien postero-parieto-occipital.
Es muy importante para realizar una terapéutica efectiva, , el hecho de que no inducimos, no
juzgamos, escuchamos, y si el movimiento quiere ir en uno u otro sentido, lo acompañamos y liberamos...
Relaciones:
a).- Procesos circulatorios.
b).- Retención de líquidos.
c).- Hipertensión.
3ª).-Fase.
a).- Compresión.
b).- Descompresión.
c).- FLX = Expansión
d).- EXT = Retracción.
LOS TEMPORALES.
Fase 1ª.
Valoración e interpretación de los movimientos temporales
Tomar contacto con los temporales, por las falanges del los dedos índices , dejando por
detrás los dedos corazón, anular, y meñique, tomando contacto suavemente sobre el temporal. Esta técnica es
el primer paso, a través de la cual conseguiremos información del estado del M.R.P. entre los dos temporales,
y si están sincronizados entre sí, así como el control del tratamiento, y servirá de valoración y comprobación
de si hemos conseguido restablecerlos, y si son estables entre ellos.
Fase 2ª.
Tratamiento.
Dirección en las fases 1ª y 2ª.
1º).- En la fase nº 1, dirección hacia la mano.
Esta técnica , la más importante de los temporales, es con el pulgar por dentro del oído, y
los restantes dedos por detrás, del oído, ( también llamada del tirón de orejas), tomando contacto con el
temporal, muy suavemente. Llevar el movimiento en dirección a nuestras manos, en un plano infero-externo
hasta su liberación, y sincronización de los dos.
2ª).- En la fase nº 2, dirección hacia los codos.
Realizaremos la técnica igual que en la fase nº 1, con una diferencia en la dirección, que irá,
hacia nuestros codos, bien hacia uno o bien hacia el otro, pudiendo recibir fluctuaciones a modo de
oscilaciones en el movimiento. Alteraciones debidas a las adherencias existentes en el tejido del tectorium, o
tienda del cerebelo, similares a arrugas.
Fase 3ª.
Es la fase junto con la 4ª, las más inestables dentro de la terapia S C y M.R.P. , con un
movimiento combinado de FLEX = nº 1 y EXT= nº2, más nº 3, en plano vertical, combinado con el 4º,
FLEX= nº1, EXT= nº2, en un plano horizontal, movimiento en abanico apertura externa, FLEX, cierre
interno, extensión
Tratamiento:
Temporales nº 3, tomar contacto del el dedo índice por la porción anterior, y con el dedo
corazón por la parte media, -junto al oído-. El dedo anular por la parte posterior, sintiendo y percibiendo el
movimiento del temporal 3 en FLX, y EXT, de las dos, donde comprobaremos que el movimiento es mas
amplio y sale antes, debiendo de seguirlo hasta el final del ciclo. En este punto se debe ampliarlo unos ciclos
más , mientras el otro temporal lo mantenemos parado. Después dejar de realizar la terapia SC sin quitar las
manos, y comprobar si están sincronizados entre sí. Quitar las manos en mitad de un ciclo, -el I.R.C. es de 8 a
12 ciclos por segundo-.
Fase 4ª.
Con los brazos apoyados en la camilla, tomar contacto con la zona hipotenar, sobre los
temporales, en la parte posterior de la oreja, ( movimiento en abanico), realizar la misma técnica descrita en
temporal nº 3.
Relaciones:
a).- Mareos.
b).- Vértigos.
c).- Acúfenos.
d).- Alteraciones del S.N.
e).- Estrabismo, junto a palatinos, frontal y ojos.
f).- Dolor de hombro crónico, que no haya mejorado con los tratamientos osteopáticos.
A.T.M. nº 1.
Colocar los dedos índice y corazón por debajo de la curvatura del ángulo de la mandíbula, -en los
puntos craneométricos correspondientes al gonion y ala pregonion-, en dirección craneal. Sentir el M.R.P., en
las dos manos. En una mano esperar varios ciclos, hasta sentir la liberación y el movimiento en ambas manos
por igual, (al final se percibe como si el I.R.C. nos apartase las manos de la A.T.M.).
A.T.M. nº 2.
Pasar las manos ahora , hacia la parte superior aproximándose a la A.T.M . La dirección del
movimiento ahora debe de ser hacia los pies. Seguir dicho ciclo hasta el final.
Relaciones: Temporales y pterigoideos.
Alteraciones:
a).- Ruidos.
b).- Subluxaciones.
c).- Dolores.
d).- Limitación de la abertura de la boca.
e).- Traumatismos.
f).- Procesos dentales.
ESPENOIDES 1º:
Fase 1ª.
Comprimir – descomprimir.
Comprimir:
Tomar contacto con el dedo pulgar de cada mano, muy suavemente, por debajo y final
externo de las cejas. Al conectar con el M.R.P. nuestra observación debe de estar puesta en nuestros dedos
pulgares; es decir en dirección occipital, -donde estableceremos contacto con los dedos anular y meñique de
cada mano-. Al final de la compresión, apreciaremos en nuestros dedos anular y meñique, -que están
aplicados en la zona occipital-, a modo de un salto, similar a una onda o fluctuación.
Descomprimir:
Los dedos anular y meñique, siguen en contacto con el occipital, y los dedos pulgares,
conservando el mismo contacto, cambian la dirección de sus puntas, hacia arriba, ( este artilugio lo
utilizamos para distinguir cuando estamos en comprimiendo o descomprimiendo). Se realizará la misma
técnica descrita en la compresión, pero la dirección del movimiento será siempre hacia arriba con los dedos
pulgares.
Resumen:
Comprimir y descomprimir el esfenoides, es la misma técnica, lo único que cambia es la
dirección en el movimiento.
Comprimir = dirección occipital.
Descomprimir = Dirección hacia arriba y frontal.
ESFENOIDES 2º:
Se tomará contacto suavemente y estando relajados, con el esfenoides, (de la misma forma que la
descrita en la fase 1ª). Percibir el M.R.P. y seguirlo hasta su total liberación , con movimientos de rotación,
lateralización, flexión y extensión. Estos últimos serán los últimos en regular. Es importante retirar las manos
en la fase neutra de FLEX, y EXT.
ESFENOIDES 3º:
El contacto es el mismo descrito en las fases anteriores, (fase 1º esfenoides), movimiento de
translación a izquierda y derecha, superior e inferior y seguir el movimiento hasta su total liberación.
Al ser este un hueso, con una especial localización, que bien directa o indirectamente esta unido al
resto de los huesos del cráneo, cualquier alteración, o restricción de ellos afectará al esfenoides, y de la misma
manera cualquier afectación de este repercutirá sobre el resto, de ahí su importancia.
MAXILAR SUPERIOR .
Movimiento 1º.
1º).- Lateralización = Traslación izquierda-derecha.
2º).- Rotación = Izquierda-derecha.
3º).- Compresión craneal.
4º).- Descompresión.
a).- Ascendente, arriba.
b).- Oblicua rotación inferior.
Movimiento 2º:
1º).- Flex. = Abertura , o hacia fuera.
2º).- Ext. = Cierre o hacia adentro.
Movimiento 3º.
Colocar el índice y el corazón en contacto con la parte inferior de los dientes, suavemente,
con el brazo relajado y bien apoyado. Con la otra mano, tomar contacto con el esfenoides. Conectar con el
M.R.P.; Liberar todos y cada uno de sus movimientos, hasta su total libertad, completa de cada uno de ellos,
descritas anteriormente. Las últimas técnicas a desarrollar será, la nº3, de compresión craneal, seguida de la nº
4 de descompresión.
Relaciones:
1ª).- Neuralgia de trigémino. (junto a palatinos-temporales y pterigoideos).
2ª).- Sinusitis.
3ª).- Rinitis.
4ª).- Alteraciones logopédicas.
5ª).- Aparatos correctores de la boca.
VOMER.
Movimientos.1º.
VOMER
Técnica 2º.
Con el dedo índice, tomar contacto suavemente, en la parte interna y media y posterior del
maxilar superior, a la altura de las coanas, se notará un saliente, que es el vomer, que se constituye como una
prolongación hacia atrás del tabique nasal. Este hueso articula con la cresta media inferior del cuerpo de l
esfenoides por una esquindilesis, que es una anfiartosis, en la cual las superficies articulares forman un
ángulo entre si, encajándose las de un hueso en las del otro.
Se percibe aquí el M.R.P. y se procede a corregir cada uno de los movimientos descritos
anteriormente, en vomer movimientos nº 1. El último an carregir debe de ser elnº 3 en compresión, y wl nº4
en descompresión.
Relaciones:
A).- Junto al esfenoides.
a).- Olfatorias.
b).- Sinusitis.
c).- Rinitis.
B).- Junto al esfenoides.
a).- Ansiedad.
b).- Depresión.
PALATINOS:
Movimientos:
1º).- Compresión craneal hacia esfenoides.
2º).- Lateralización interna.
3º).- Lateralización externa.
4º). Descompresión hacia fuera.
Técnica.
Se toma contacto con el palatino derecho, desde la parte derecha del paciente, y con el dedo
índice derecho del terapeuta de SC, muy suavemente, -por ser esta zona altamente delicada, y un tejido
demasiado fino. Hay que procurar no comprimirlo. Una vez percibido el M.R.P. se realizan las técnicas
siguiendo este orden :
a).- Compresión.
b).- Lateralización interna.
c).- Lateralización externa.
d).- descompresión hacia fuera.
Al entrar a la cavidad bucal, para no ser agresivos con el paciente, se toma contacto con la parte
interna de los dientes, desde fuera hacia adentro. Es importante tener mucha paciencia al tratar esta zona ,
pues si el paciente se altera mueve la lengua , corriéndose el riesgo de dejar comprimido el palatino.
Con la otra mano, se toma contacto con el frontal, y el esfenoides, pudiendo percibir ala mismo
tiempo el M.R.P.
Relaciones:
a).- Vías respiratorias altas.
b).- Ojos.
c). Boca.
d).- Laringe.
e).- Estómago.
f).- Neuralgia del trigémino.
Aunque esta técnica, -quizás a algunas personas les pueda resultar un tanto extraña, o molesta y
desagradable-, es sin embargo muy agradecida por el paciente, pues al sentir la liberación de las vías aéreas,
el paciente manifiesta una sensación de bienestar, mus agradable al comprobar como entra y sale el aire mas
y mejor a sus pulmones.
Se coloca el terapeuta S C, a la derecha del paciente, -para tratar la fosa nasal derecha-. Toma
contacto con la región, introduciendo el meñique , a través de la narina derecha, en el vestíbulo y fosa nasal,
suavemente y sin presionar , tomando contacto con el M.R.P. Con la otra mano tomar contacto con el frontal
y el esfenoides.
Si la liberación debe realizarse en el lado izquierdo actuar de la misma manera , pero en este lado,
penetrando en narina, vestíbulo y fosa nasal, correspondiente.
La sensación que percibimos, es como si el dedo se fuese introduciendo dentro de la nariz, cada vez
más, con nuestra atención puesta en nuestro dedo y en la percepción del M.R.P. Seguir de esta manera hasta
su total liberación.
Relaciones:
a).- Alteraciones de vías respiratorias altas.
b).- Afecciones O.R.L.
Los pterigoideos, - que en realidad son las apófisis pterigoides del esfenoides-, están en relación
directa o indirecta, con los huesos : temporales, frontal, maxilar superior, esfenoides, palatinos y mandíbula
inferior.
Movimientos :
Los movimientos se realizan siempre supeditados a los del esfenoides con el cual forman
cuerpo unitario en el adulto.
a).- Descompresión = plano ascendente.
b).- Extensión = rotación interna.
c).- Flexión = rotación externa.
Esta técnica, se puede realizar por el terapeuta SC, por fuera, -pterigoideo 1º-, (véase la
figura adjunta), o por dentro, dependiendo de la sensibilidad del terapeuta, atendiendo a las condiciones que
le permita el paciente aunque es igual de eficaz.
Pterigoideo 1º:
El terapeuta S C, toma contacto muy suavemente, sobre las partes, superior, inferior
externas de la cara, con los pterigoideos, con los dedos pulgar e índice, percibiendo así el M.R.P., debiendo de
:
1º).- Poniendo la atención en los dedos seguir el movimiento en un plano ascendente hasta
su total liberación.
2º).- Seguir el movimiento en RI = extensión , hasta liberarlo por completo.
3º).- Con el mismo contacto descrito anteriormente, llevar el movimiento en RE = flexión,
hasta su total liberación.
Pterigoideo 2º:
El terapeuta S C, tomará contacto con la parte interna de la boca, colocando la pinza
manual inteligente, es decir el dedo índice en la cara interna del relieve del músculo pterigoideo interno, y
por el exterior, encima del relieve del músculo masétero el dedo pulgar. Suavemente y sutilmente, conectará
con su M.R.P. , Para pasar posteriormente a su corrección, usando el mismo procedimiento , que utilizó en el
pterigoideo 1º.
Alteraciones:
a).-Neuralgias de trigémino, justo a:
1º).- Palatinos.
2º).- Maxilar superior.
3º).- Temporales.
b).- Dolores dentales, junto a maxilar superior.
Alteraciones:
a).- Tic en el rabilo del ojo.
b).- Moscas volantes,
c).- Sensación de neblina en los ojos.
d).- Ptosis palpebral.
Relaciones:
a).- Occipital.
b). Esfenoides,
c).- Palatinos.
Movimientos de la ATM:
1º).- Compresión descendente, dirección base del cráneo.
2º).- Descompresión ascendente, dirección mano del terapeuta CS.
3º).- Rotación derecha e izquierda, (diducción), dirección a temporales derecho e
izquierdo.
ATM 2º.
Con el brazo bien apoyada en la camilla, y relajadamente, contactar con la base del cráneo, y con la
otra mano, con los dedos índice y corazón, contactar con la cara interna, (o lingual), de los dientes,. Percibir
el M.R.P.
En la fase 1ª, de compresión, seguir el movimiento hasta su completa liberación , y apreciar como
en la otra mano, -en la situada en la base del cráneo-, un pulso, denominado pulso terapéutico.
A continuación, se precederá, en la fase 2ª, a la descompresión, en un plano ascendente, e
igualmente seguir dicho movimiento, hasta su total liberación.
Acto seguido pasar a la fase 3ª, con rotaciones, -diducciones-, derecha e izquierda, realizando la
terapia S C, hasta conseguir la liberación completa de la ATM.
ATM 3ª.
Tomar contacto con una mano por fuera de la ATM, y con el dedo índice, de la otra mano, y por la
cara lingual de los dientes, desde la porción más profunda conectarse con el M.R.P., y dirigirlo hasta la mano
externa, hasta notar el pulso terapéutico.
Así mismo también percibiremos, -en la cara interna de la boca, a modo de bultitos, que están en
relación con las emociones-. Se irá trabajando toda la boca de dentro-fuera, hasta la parte media, para pasar
posteriormente a la otra mitad, procediendo con la misma técnica. Esta técnica nos sirve como preparación a
la relajación de los tejidos, para cuando se pase a tratar el hioides.
Al trabajar con la parte inferior de la boca, pueden aflorar emociones retenidas, por ser ésta una
zona muy conflictiva, ya que para Huppheger, la boca, junto con la lengua y el hioides, constituyen la zona
de entrada y salida de nuestras emociones, lo cual nos explica que el paciente pueda entrar en un proceso,
S.E., (sómato-emocional), durante el tratamiento SC, en esta zona.
HIOIDES.
Movimientos:
1º).- Rotación izquierda-derecha.
2º).- Lateralización izquierda-derecha.
3º).- Impactación arriba, dirección craneal.
4º).- Desimpactación, dirección hacia los pies.
DESNROSCAMIENTO DE EXTREMIDADES.
DESENROSCAMIENTO DE ÓRGANOS.
Colocamos las manos, una en la cara anterior y otra en la posterior de la región de Anatomía
Topográfica donde se aloja el órgano a desenroscar.
Concentramos nuestra atención en la región correspondiente , y analizamos mentalmente nuestras
percepciones. Actuamos con suaves presiones, hasta que se manifieste el órgano. Al principio si hemos tenido
suerte al conectar, nos puede dar la sensación de tener el órgano entre nuestras manos.
Analizamos suavemente su forma , textura, extremos superior e inferior, movimiento mío-fascial
que le acompaña, pulso terapéutico, si intentamos profundizar más, notaremos el M.R.P., que irá en una
dirección determinada, que debemos seguir hasta liberarlo en todos los movimientos que realice en el espacio.
Al final el movimiento es amplio, armonioso, , y nos da una sensación como si nuestras manos se fuesen
separando más y más. Hecho este que nos indica que ha terminado el desenroscamiento
Al igual que en el `proceso de desenroscamiento de las extremidades, el paciente puede presentar
sensaciones extrañas, evocaciones emocionales, e incluso entrar en S.E.
En el tratamiento de las suturas del cráneo, hay que realizar a priori de su tratamiento, la expansión
en O, para relajar el tejido.
Valoración 1º
La valoración de actuación sobre las suturas se realizará en procesos isquémicos, dejando pasar
después de dicha patología, por lo menos de 45 días a 3 meses, (según el grado de gravedad de la valoración
emitida por el profesional que asistió al proceso desencadenante de la isquemia.).
Consideramos dentro de los procesos isquémicos, los producidos por traumatismos craneales,
infecciones, intervenciones quirúrgicas, cicatrices, bebés extraídos en partos con fórceps, o ventosa, técnica
esta última de una aplicación muy frecuente.
Valoración 2ª.
Otra de la valoración de las suturas, se realiza a través de la técnica de la bóveda, para percibir el
M.R.P., y si hay una restricción de movilidad en todos o cualquiera los movimientos.
La metódica de actuación a aplicar debe de seguir la siguiente sistemática:
1º).- Expansión en O.
2º).- Punto parado CV4.
3º).- Tratamiento de las suturas.
4º).- Punto parado en CV4.
5º).- tratamiento sacro-craneal.
Tratamiento:
Par el tratamiento de las suturas, es necesario localizarlas, (consúltense las figuras de este
capítulo), es decir:
Colocar las manos, lo más cerca posible de las suturas, situándolas a ellas y a los brazos, lo más
cómodos posible, para que no notemos tensión en ellos, y así poder conectar el M.R.P., y con nuestra
concentración puesta en nuestras manos, ir en dirección a la separación entre una sutura y otra, hasta percibir
su liberación completa.
A realizar la técnica de la bóveda craneal, (ver capítulo 41). Como verificación de la correcta
actuación, comprobar que el M.R.P., fluye por igual, y con la misma secuencia en todo el cráneo.