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PRÓLOGO.

Uno de los desafíos que, el ser humano como tal, tiene planteado, es el de llegar a su conocimiento. Este reto, ha
tenido y tiene, varios problemas para su solución, y, uno de ellos es que el conocimiento, cree que lo ejerce de una manera
innata, sin saber su origen. Es decir, que se tiene de una manera gratuita, y que le permite actuar de una manera natural, y
sin, aparentemente, tener la necesaria información para comprender, como, porque y de donde, se encuentran los elementos
que lo integran, y al tener esa gratuidad, no se preocupa, de una manera imperativa en su análisis
Es más, no solamente lo posee gratuitamente, sino que además lo ejerce, al trasmitirlo, supliendo con conceptos
axiomáticos, empíricos, y por lo tanto, poco objetivos, las incógnitas que pueden presentársele en determinados momentos,
cuando de una manera espontánea nos aparece un nuevo atributo, y nos sorprendemos, cuando deberíamos de analizarlo y
actuar, de una manera tranquila, y serena.
Deberíamos siempre, repasar los conocimientos previos que hemos ido adquiriendo hasta este momento, para
objetivizar el “porqué”, “de donde provienen”, y el “para que” se produjeron. Ya que el nuevo dato que emerge, estaba
incluido en conocimientos anteriores, pero en nuestra precipitada inquietud, se eludió su observación, consideración,
análisis e integración..
Por otra parte, el ser humano, en el fondo, ha tenido la inquietud de su conocimiento, pero este ha ido siempre, en
su interpretación , supeditado a los conceptos filosóficos y metodologías del momento en que se realizó el estudio, sin
comprender que nunca se llega a la plenitud del conocimiento. Como por otra parte, la naturaleza humana, tiende al
hedonismo, lo acepta, y no trata de ampliarlo, continuando la búsqueda.
Esta actuación, es la que nos aclara, que, aún a pesar de comprender que, la orientación filosófica que nos llevó a
su conocimiento ha sido superada, se siguen utilizando. Tal es el hecho que sucede en el momento presente, con el primer
estudio objetivo del cuerpo humano, que arranca prácticamente del siglo XVI, cuando Vesalio, médico de Carlos V, aborda
el problema del estudio anatómico.
Descubre Vesalio, la Anatomía, e incurre en un error al denominarla Anatomía, que etimológicamente, en sus
raíces griegas significa, cortar y volver a cortar. Nombre que más corresponde a la técnica que se utiliza, es
decir la Disección. Analiza las partes que ha hecho, que en realidad no son de un hombre, sino del cadáver de un hombre,
carente de funcionalismo, y que como sabemos, funcionalismo es vida.
Hoy, se considera al ser humano, en el sentir de la Profesora Ferres-Torres, como:
...” un ser vivo, operante, y dialógico, que constituye una dualidad monoantrópica compuesta de cuerpo y alma,
que necesita de la vida para sustentarse, pues sino, solo nos queda un espíritu y un cadáver”...
Han pasado desde los trabajos de Vesalio, prácticamente quinientos años, y el concepto de enseñanza de la
Anatomía, por desgracia esta anclado, en una parte del mundo, donde se ha quedado anquilosado, en el concepto filosófico
platónico, que expuso Vesalio, del estudio de las partes del cadáver..., con infinidad de detalles, pero eludiendo darle el
significado que poseen, de cual fue su origen, porque se constituyeron para que sirven, que hoy sabemos están impresos
desde el inicio, en la intención finalista, o potencia prospectiva, que define la Unidad de plan, que desde Goethe, hasta
Driesch, tanta influencia ha ejercido en el pensamiento. Es decir el paso al “porqué”, y al “para que”.
Incluso con el sentido geómetra, estático de la filosofía platónica, se sigue anclado en el concepto de Descartes,
considerándolos como sistemas independientes y antagónicos, como ocurre con los conceptos de parasimpático y
ortosimpático, y estudiándolos, como partes, con toda serie de detalles, pero sin recaer en el hecho de que, como indica
Spinoza, son elementos integrantes de la unidad humana.
Y concretándonos, en parámetro psicológico del hombre, y que en el sentir de Pert y Servan-Schreiber, arranca de
los mismos elementos celulares, para integrarse en el denominado cerebro emocional, cuyo primer sustrato conocido,
corresponde en el hipotálamo, base de la unificación de la biodinámica del sistema neuroendocrino. Lugar que influye
desde las funciones viscerales, a los sistemas hormonales de conservación del individuo con la movilización del sistema
inmunitario, hasta la de la especie, a través de la atracción del “sex appel”, en donde no solo intervienen en los parámetros
anatomo-funcionales clásicos sino en el parámetro psicológico cuya integración es fundamental en la unidad humana.
Y conste que, con esto, no queremos criticar a Vesalio, pues a cada uno hay que analizarlo en su momento
histórico. Pero nos preocupa el problema actual, esta desconexión e indiferencia, en plena evolución de la filosofía
aristotélica con respecto al ser humano. Cuyo concepto de ser vivo, operante, y dialógico, nos ha llevado a penetrar en la
Filosofía Existencial Antropológica Moderna, en donde el ser humano, consigue su máxima categoría al adquirir el
concepto existencial de PERSONA.
Concepto de PERSONA que se adquiere, y se vive en los momentos en que, dos o mas individuos, de esta especie
dialogan, es decir, (lejos de la discusión y del debate), intercambian conceptos, conscientes de que ninguno de ellos posee
la verdad. Que necesita recibir los acrisolados por el interlocutor, para acercarse a ella, aun a sabiendas de que ésta, en su
totalidad, no se conseguirá nunca
Creemos pues, que es deber nuestro, (máxime, como profesionales de las Ciencias de la Salud), el meditar en
estos conceptos, y hoy día volver sobre el hecho de que el ser humano, como hemos dicho es un ser vivo, operante y
dialógico, que en sí ya constituye una dualidad monoantrópica.
Por otra parte recordemos que, como indica Pert, en nosotros, nuestra mente, está y es, en cada una de las células
de nuestro cuerpo, exteriorizándose e integrándose en la unidad humana, por potenciales bioeléctricos, que se dirigen hacia
lugares donde sus confluencias diferencian capacidades funcionales específicas que integran y definen esa unidad del
individuo.
En el caso del consciente, los potenciales de esa mente celular, confluyen en el sistema neuro-endocrino, a nivel
del sustrato morfológico del encéfalo, donde este consciente se conoce, y en donde todos los potenciales que se integraron
previamente, van cristalizando en niveles objetivos concretos, propios y particulares, que se encargan de matizar de una
manera inconsciente, el conocimiento, como ocurre con los procesos afectivos, emocionales, e incluso la expresión de la
misma prosodia.
Esta integración permanente de los potenciales, comenzó a detectarse cuando se observó, que el sistema
nerviosos consume la misma cantidad de oxígeno, tanto si está en una profunda meditación, como si está en reposo.
Posteriormente, fue Ranson quien describió, esta biodinámica-objetiva, (primero en la corteza cerebral, y después en
cualquier célula nerviosa), en los circuitos reverberantes, de sus potenciales.
Hallazgo este, que rompió con el concepto platónico, antiguo, y estático, (que por desgracia todavía se sigue en
algunas escuelas), de considerar a la substancia gris formada por núcleos independientes, con una sola misión específica,
dando rangos funcionales, de primera o segunda categoría, como las neuronas, o células nobles, (como las piramidales,
miorrabdóticas, intercalares o deuteroneuronas), y la glía, (que se le consideró como elemento secundario), ignorando
incluso el amplio significado de las neuronas cordonales de Cajal, (que trazó el esquema de lo que podríamos llamar, la
total red de autopistas, y autovías, hasta los caminos vecinales, del sistema nervioso, para el desplazamiento de los
circuitos reverberantes).
Y por ignorar estas y otras bases unitarias de su biodinámica, se confunden conceptos como sensación,
percepción, afectividad, evocación, angustia, felicidad, excitación, tristeza, amor, odio, miedo, cólera, emoción, memoria,
olvido, y conocimiento. Siendo todos ellos el resultado de las convergencias y divergencias de los potenciales
reverberantes a distintos niveles, hasta llegar al área 46 de Brodmann, donde confluyen y, al unificarse producen el
conocimiento, y lo que es más importante, el discernimiento o juicio, y en consecuencia la responsabilidad, y una vez
vivido este momento funcional, volver a entrar en la vorágine de la reverberación, para integrar la experiencia.
Debemos de tener presente que, cuando se aplica una terapéutica, (ya hemos indicado en anterior publicaciones
nuestras que, Medicina no hay mas que una, y Terapéuticas varias, sin que ninguna sea la perfecta, sino que se
complementan sus métodos entre sí), hay que tener presente, en nuestra meditación, o concentración, que coincidimos con
el español Letamendi, que considera que “no hay enfermedades, sino enfermos”.
Así mismo, a veces en estas aplicaciones, (como ocurre con el estudio bajo el punto de vista osteopático de la
columna vertebral), nos sorprenda, el que al aplicar esta metodología, obtengamos expresiones que afectan, no solo a los
síntomas que denuncia el paciente, sino a la aparición de otros, aparentemente desconocidos, que surgen e invaden el
parámetro psicológico, y que en realidad emergen, al haberlos hecho aflorar, por los potenciales consecuentes a las
maniobras terapéuticas, ya que estos, interfieren en los circuitos de reverberación, (donde se hallaban existiendo,
integrados desde que se originaron), y cuya actualización nos lleva a la contemplación de este olvidado parámetro
psicológico, cuya apreciación es tan importante en todo momento clínico, pero especialmente en el proceso terapéutico
sacro-craneal.
El dar significado e interpretación a esta metodología de tratamiento, es el problema que nos ocupa en la presente
publicación,. Hemos utilizado un sistema de expresión azoriniano, procurando que los conceptos sean lo más claros,
concretos, concisos y sencillos, intentando darles la máxima profundidad, y cohesión, procurando que los expresados en un
capítulo, se apoyen en los del precedente y que los de éste sirvan de base para el siguiente.
El lenguaje, se ha intentado que sea lo más llano posible, ya que la mayoría de los pacientes, que acuden a nuestra
consulta, no son especialistas en la materia. Los conceptos anatómicos que aquí se utilizan, son los clásicos, pero
integrados en la biodinámica existencial moderna, es decir, dándoles un sentido de, origen, significado, unidad, función y
aplicación

CAPÍTULO 1º.

OSTEOPATÍA.
Medina-Garrido, J.A., Pérez-Moltó, F.J. , Aparicio-Bellver, L, Sarti-Martinez, M.A., Smith-Ferres, V., Ferres-Torres E., Smith-Agreda, V.
Definición.
Entendemos por Osteopatía:
...” El concepto médico-filosófico, que se basa, en el diagnóstico de una lesión, y en la consecuente aplicación
terapéutica incruenta manual, bajo una visión unitaria del ser Humano”...
Still, define la Osteopatía diciendo que es:
...” Lo primero Anatomía, después Anatomía y siempre Anatomía”...
Para analizar un elemento anatómico, (como ya dijimos en nuestra publicación Fascias).- de cualquier ser vivo, y
concretamente en el caso que nos ocupa, el humano, hay que tener presente que, cada uno de estos elementos no es una
individualidad, sino una parte integrante de un individuo, es decir que podríamos considerar que corresponde a las fascias
incluidas las líquidas.
Esta Unidad va a estar regida, a lo largo del decurso vital, por la denominada totipotencia o potencia
prospectiva o potencia teleológica de los clásicos, o aliento vital de Sutherland, propia y particular no solo de la
especie, sino del individuo, tras la fecundación, (consecutiva al crossing-ower).- que nos hace a todos los individuos
aparentemente iguales, pero con una actuación sobre el desarrollo de su código genético o genoma, que le va a
imprimir a cada individuo una Biodinámica específica, cuya expresión se va a exteriorizar en cada uno de los instantes
que conforman la Vida, haciendo de nosotros unos individuos totalmente diferentes e irrepetibles.

INSTINTO GÉNICO.
Genotipo y Fenotipo.
El desarrollo de esta vida, no solo se va a realizar por la faceta, (de lo que podríamos denominar).- el Instinto
génico, sino que, para que este pueda realizarse, en un medio extraño, si no hostil).- el genoma posee la capacidad de
adaptarse a los fenómenos que influyen desde el exterior, haciendo que exista una evolución que le module, por
influencia de estos, para conseguir el perfecto desarrollo. Este factor o capacidad de adaptación, es lo que en sentido
amplio se denomina Fenotipo. Es lo que filosóficamente definió Ortega y Gasset, como:
...”Yo soy Yo, y mis circunstancias”...
Donde Yo es el Genotipo, y las Circunstancias el Fenotipo.
Esta unión biodinámica de genotipo y fenotipo, es lo que define las características de cada individuo de cada
especie. En el caso que nos ocupa, la Humana).- que podemos definirla como:
…“Un ser vivo, operante y dialógico”…,
Que sintetiza todas las facetas físicas, químicas, psicológicas e intelectivas, que podemos analizar en el
mismo.
Estas características, consideramos, que son inherentes a la Biodinámica del Ser. Este concepto, es, para
nosotros, muy superior al concepto que se utiliza como sinónimo de Biomecánica.
La biomecánica infiere, quizás un funcionamiento de las partes, que constituyen al Ser, pero le falta la
integración con y del desarrollo conjunto concatenado, que se consigue en la Biodinámica.

Error filosófico del concepto Biomecánico.


Este concepto de Biomecánica,(con el error que arrastra en relación con el concepto de la Unidad Vital). es
una consecuencia de la estática filosófica en que se ha mantenido hasta hoy día, la idealización de la metodología
utilizada para el estudio del cuerpo humano, (a partir y basado únicamente en el cadáver).- por Vesalio en el siglo XVI,
que cortó el organismo en partes, por los lugares de menor resistencia, que tuvo entonces, un indiscutible valor pues
comenzó a objetivizar el conocimiento del mismo.
Este hecho, fue el origen de la ruptura de la concepción filosófica de la Unidad, y, a partir de este momento,
se ha venido considerando, el cuerpo humano, como un ente hierático, compuesto por piezas relativamente
independientes.
Con esta aclaración, no queremos anatematizar a Vesalio, (ya que, ...”a cada ser humano hay que juzgarlo en
su momento histórico”...).- mas bien, se debe encomiar el arrojo que tuvo, este médico de Carlos I, en iniciar el estudio
sistemático del cadáver humano, pero…, desde entonces, han pasado cinco siglos.

EXTERIORIZACIÓN DE LA BIODINÁMICA. MOTILIDAD Y MOVILIDAD.


La biodinámica lleva inherente el movimiento , ya que el movimiento es vida.
Este movimiento tiene diferentes niveles, que Kern ha sistematizado, según el nivel micro o macroscópico de
los elementos que lo desencadenen, . Así denomina:
Motilidad.
...”Es el movimiento de la respiración interna de los tejidos que surge dentro de cada estructura particular”...
Nosotros lo consideraríamos como los desplazamientos de las partículas a nivel biomolecular, que engendran
micropotenciales, que producen el movimiento de las organelas inherentes a las bases de vida..
Movilidad.
...”Es el movimiento de una estructura mas o menos macroscópica, en relación a otra “...

Platonismo y Aristotelismo.
Su estudio, como decíamos arrancó del cadáver, y por lo tanto, tenía que ceñirse a una filosofía platónica,
puramente morfológica-estática, sin abordar el funcionalismo de la filosofía aristotélica, ya que:
…”funcionalismo es Vida”…
El Platonismo, es geómetra, y analítico en la prolija descripción de las partes, pero estático, que no aporta
nada a la dinámica, e incluso ignora de la función.
El Aristotelismo, es aritmético, unitario, dinámico-funcional de la Unidad Vital. Su razón filosófica es la
Biodinámica.
Lo que verdaderamente resulta extraño, es que, transcurridos quinientos años desde el Trabajo de Vesalio, el
concepto y estudio, (a excepción de Benninhof en Alemania, con sus Sistemas músculo-elásticos; o Escolar, y
Martinez-Almagro, con sus Sistemas neuro-musculares y Osteo-neuro-musculares, respectivamente, en España y
Busquet, con sus Cadenas musculares, en Francia).- siga, el concepto platónico mas radical, (estableciendo y
profundizando mas, el foso conceptual, entre la Anatomía y el resto de las disciplinas de las Ciencias de la Salud).- sin
haber sabido incorporar a la Unidad dinámica docente, los conocimientos de la Biodinámica Embriológica, como
origen y camino integrador para el desarrollo de la Anatomía funcional, que se engrana correctamente con las
Ciencias de la Salud, ya que el fin de estas no es el estudio del cadáver, sino el del ser vivo..

Parámetros del Ser Humano.


Casi todas las Escuelas Anatómicas, tanto las consideradas como clásicas, así como las aparentemente más
modernas y progresistas, se limitan a aportar datos, como elementos de adición, en un concepto Biomecánico, como si
fueran piezas estáticas, (en el mejor de los casos, de un motor, o de un reloj).- pero sin atreverse a integrarlas desde su
origen, en el concepto unitario Biodinámico, inherente a la Unidad vital, considerada sucintamente, en los parámetros
que la definen
a).- Longitud
b).- Superficie.
c).- Volumen.
d).- Tiempo.
f).- Función.
g).- Psicología.

ESTUDIO DEL SER HUMANO BAJO UN PUNTO DE VISTA OSTEOPÁTICO.


Metodología de estudio.
Dado que el estudio del Ser Humano es complejo, es conveniente aplicar para el estudio de la Osteopatía, la regla
de oro de Escolar, que se expresa diciendo:
...”Cuando un proceso biológico resulta difícil de estudiar, el mejor método, es abordarlo desde su origen
embriológico, en donde lo difícil, se hace fácil, y lo complejo sencillo”...

División y diferenciación celular.


A partir de la anfimixia, se produce una serie continua de divisiones, de emigraciones y de diferenciaciones
celulares, por la influencia de unas células sobre otras, regidas por la potencia teleológica o potencia prospectiva, de cuya
regulación depende la normalidad del sustrato anatomo-funcional del ser adulto.
La capacidad organizadora, plasmada en la inteligencia génica, ejerce una auto regulación por las mismas
células, transformando a la totipotencia en potencia real, que permite el desarrollo, con arreglo al código inscrito en el
genoma. De tal manera que, este ser Humano, al cabo de 40 semanas, pueda realizar todas sus funciones vitales, fuera del
claustro materno, sin su auxilio, e interdependencia.

PERÍODOS DE DESARROLLO.
Sistematización de los Períodos de desarrollo.
Dado el hecho de que, varios de estos procesos ocurren al diferenciarse el organismo, en la misma unidad de
tiempo, nos obliga a que, por razones didácticas, establezcamos una relativa sistemática cronológica de la evolución del
individuo, que sintetizamos en lo que podríamos denominar Períodos de Desarrollo que son:
…”Los momentos de estudio, en los que la biodinámica organogenética del nuevo ser, presenta una serie de
características morfofuncionales, que pudiéramos considerar comunes”…
En el estudio del desarrollo humano se consideran, siguiendo a Streeter:
A).- PERÍODO PRENATAL
1º).- Período de Pregermen.
2º).- Período de Germen.
3º).- Período de Embrión.
4º).- Período de Transición de embrión a feto.
6º).- Período Fetal I.
7º).- Período Fetal II.
8º).- Período Fetal III.
B).- PERIODO POSTNATAL.
1º).- Neonato.
2º).- Infantil.
3º).- Adolescente.
4º).- Juvenil.
5º).- Adulto.
6º).- Senescente.

A).- PERIODO PRENATAL.


Período de Pregermen.
...”Corresponde a las modificaciones que experimentan las células germinales, (óvulo y espermatozoide, meiosis,
crossing-over, etc.).- hasta que resultan aptas pare la fecundación”...
…”Es el último paso del proceso de maduración de los gametos, durante el período de pregermen, previo a la
fecundación”...

Período de Germen.
...”Se inicia en la fecundación, o anfimixia, o comienzo de la existencia del ser, (con toda su Dignidad Humana,
sus obligaciones y derechos), y engloba a todas las modificaciones, y diferenciaciones, que sufre la célula huevo, hasta la
adopción de la estructura somática característica de los cordados.”...

Fecundación.
…”Es el momento en los dos gametos se encuentran y confluyen, el espermatozoide y el óvulo, previamente
capacitados, dando origen al nuevo ser”…
En este período, al nuevo ser se le denomina germen. Posee ya la fórmula cromosómica propia y específica de la
especie humana, puesto que es ya un Ser Humano.
Comprende las fases de:
a).- Huevo o cigoto.
b).- Mórula.
c).- Blástula.
d).- Gástrula.
e).- Neúrula.
Se realiza durante el período de los ocho primeros horizontes de Streeter. A final del desarrollo de este período,
tiene una edad de 18-19 días, y un tamaño de 500./ 1000 micras.

Período de Embrión.
...”Empieza al final del período de Neúrula. Corresponde al horizonte IX de Streeter, o período presomítico.
Posee una edad de 20 días, y una longitud de 1-1,5 mm., y se prolonga hasta el horizonte XIII de Streeter, en el que
termina el período somítico, con una edad de 28 días, y un tamaño de 4-5 mm”...
En este periodo, el nuevo ser adquiere una morfología que le comienzan a asemejar al grupo de los mamíferos.

Período de paso de embrión a feto.


...”Abarca desde el horizonte XIV, al horizonte XXIII de Streeter. Al final de este período, (también llamado feto
momia).- tiene una edad de 47 días, pesa unos 2 grs., y una longitud de 28).- 30 mm. En este período comienzan a
esbozarse los rasgos diferenciales de la especie humana”...

Período Fetal I.
...”Abarca desde los 47 a los 50 días. Al final de este período, pesa 15 grs., y tiene una longitud de 30-45 mm”...

Período Fetal II.


...”Abarca desde el día 50 al día 140. es conocido por su aspecto externo como “feto momia”. Pesa al final, 400
grs., y tiene una longitud de 180 mm”...

Período Fetal III.


...”Abarca desde el día 140 al día 280, o final de la gestación. Al final de este período el feto ya es viable,
extrauterinamente. Pesa sobre unos 3.400 grs., y suele medir alrededor de 500 mm”...
CAPITULO 2º.
ORGANOGENÉTICA EN LA FASE DE GERMEN.
Martinez-Soriano, F., Smith-Ferres, E., Renovell-Martinez, A., Smith-Ferres, V., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

FECUNDACIÓN.
Significado de la Fecundación.
Es el comienzo vital del ser humano. Se origina en el momento de la impregnación del ovocito, (o penetración del
espermatozoide en el óvulo).- momento en donde el Nuevo Ser adquiere y posee la Dignidad Humana, con todas las
obligaciones y derechos que le corresponden como a tal Ser humano, que ya es..
La fecundación logra los siguientes objetivos:
1º).- Reconstituye la fórmula cromosómica típica de la especie.
A la que pertenece el huevo o cigoto.
2º).- Determina el nuevo sexo.
3º).- Produce la activación del citoplasma ovular.
Y la consiguiente acción sobre los genes de los cromosomas del núcleo, desreprimiéndolos.
4º).- Produce la reacción de la primitiva membrana ovular.
Ahora, (ya membrana del huevo).- esta reacción, origina un cierto blindaje de la misma, constituyendo la
membrana de fertilización, para evitar la penetración de nuevos gametos.

Localización de la fecundación.
En condiciones normales, la fecundación se realiza en la porción dilatada, o ampolla de la trompa de Falopio, en
los genitales internos de la mujer.

Fases de la Fecundación.
Se pueden distinguir las siguientes fases:
1ª).- Activación y capacitación de los gametos.
2ª).- Impregnación del óvulo.
3ª).- Penetración del espermatozoide.
4ª).- Fusión de los pronúcleos, o anfimixia.
5ª).- Formación inherente de la membrana de fertilización.

PERÍODO DE SEGMENTACIÓN, EN LA FASE DE GERMEN. HUEVO.


El producto obtenido tras la anfimixia, se denomina huevo. Este huevo humano se encuentra alojado en la trompa
de Falopio. Tiene un tamaño de unas 175 micras. Se encuentra rodeado por la membrana de fertilización, (que va a impedir
que pueda penetrar otro espermatozoide). Viene a tener de 3 a 50 horas post-fecundación. Corresponde al Horizonte I de
Streeter, y abarca el día de la fecundación o anfimixia.
El huevo se divide por mitosis, en células denominadas blastómeras.

GRADIENTES.
…”Es la estratificación de los componentes bioquímicos, que integran, el protoplasma del huevo”…
Esta estratificación, o gradientes, tiene gran importancia para la sucesiva diferenciación celular a lo largo del
desarrollo.
Estos gradientes se estratifican horizontalmente, y permiten distinguir en el huevo humano:
1º).- Gradiente superior,
O polo animal, o acúmulo de las granulaciones basófilas de R.N.A., fosfolípidos y proteínas.
2º).- Gradiente medio.
Situado debajo del precedente, constituidos, por granos metacromáticos de mucopolisacáridos, glucógeno y
fosfatasas ácidas.
3º).- Gradiente inferior
O polo vegetativo, constituido por granulaciones grasas.
Esta disposición en gradientes, da polaridad al huevo, y determina la existencia de una simetría bilateral.
De estas propiedades va a depender la diferenciación de las blastómeras, durante el proceso de formación de la
mórula. Período, que corresponde al Horizonte II de Streeter, que abarca, desde el día 1 al 4, tras la anfimixia.
A partir de este momento, (cuando las divisiones mitóticas no se hagan por planos meridionales, sino
ecuatoriales).- la proporción de los gradientes en las blastómeras, será distinta, lo que influirá posteriormente, en la
diferenciación de los distintos tejidos, ya que al variar el ambiente protoplasmático, la inducción génica de los
cromosomas será distinta.

ÁREAS DE DIFERENCIACIÓN CELULAR. CAPACIDAD REGULATIVA.


Areas de diferenciación.
Las diferenciaciones celulares, es decir, las síntesis de proteínas específicas, actúan de tal manera que, (aunque
todos los núcleos tienen los mismos genes).- su activación o regulación o capacidad regulativa, en distintos lugares o,
constituyen variaciones en las síntesis proteicas, que determinan a las células, y dan lugar a las áreas de
diferenciación.

REGULACIÓN.
En consecuencia, podemos definir como regulación, a:
... “La capacidad de activación de los genes, en determinados sectores, para controlar la
especificidad de la síntesis proteica”…
Por ejemplo, hay genes de las células del mesénquima, que en unos determinados lugares, son capaces de
sintetizar grandes cantidades de una determinada proteína específica, (como por ejemplo la hemoglobina).- que les da
su color característico, pero en otros lugares, puede sintetizar una proteína similar, pero no igual, (como ocurre con la
mioglobina).- que incluso puede tener un color parecido.
Cosa similar existe con células mesenquimales que, estando en lugares muy próximos, unas, activan los genes
que permiten la síntesis de glicoproteinas especiales, llamadas condroproteinas, que las rodean, formando una matriz
amorfa característica del tejido cartilaginoso. Sin embargo, idénticas células mesenquimales, próximas a las
cartilaginosas, desreprimen otros genes, y se produce la síntesis de proteínas contráctiles, como la actina y la miosina,
diferenciando al tejido muscular.
Por lo tanto, la estructura, la función, y consecuentemente la composición bioquímica, es específica de cada
una de las estirpes, y por lo tanto diferentes de unas a otras.
Sin embargo, esta especificidad no hubiese aparecido, dos días antes, o dos días después, del momento en que se
desreprimieron los genes, y por lo tanto lo que se verían, serían células mesenquimales indiferenciadas, o células madres
o troncales, ya que ambas, pueden, en el momento oportuno, diferenciarse, tras múltiples inducciones, hacia la formación
cartilaginosa o muscular.

Emisión fotónica de las blastómeras.


Es interesante indicar que:,
a) ).- Las blastómera poseen emisión fotónica.
De determinada frecuencia y longitud de onda.
b) ).- La emisión fotónica varía.
Durante el proceso de diferenciación, la emisión fotónica de las células en desarrollo varía, en intensidad y
frecuencia.
Las primitivas células o blastómeras, emiten fotones de baja potencia, dentro del espectro ultravioleta.
Conforme se van diferenciando a tejidos de mayor madurez, la emisión de las longitudes de onda, son más largas,
interesando el espectro visible y el infrarrojo.
CAPITULO 3º.
PERÍODOS DE BLASTULACIÓN. GASTRULACIÓN. DIFERENCIACIÓN
Broseta-Prades, M.J. , García-Moreno Díaz, F., Ferrando-Galiana, M.L., Smith-Ferres, V.,Ferres-Torres , E., Smith-Agreda, V.

BLASTULACIÓN.

ESTUDIO DE LA BLÁSTULA.
Blástula. Significado del período de blastulación.
…”Blástula, es la fase del desarrollo organogenético, en que la mórula accede a la cavidad uterina, y se caracteriza
por la licuefacción de las células centrales”…
El período de blastulación, corresponde al Horizonte III de Streeter, que viene a durar prácticamente, desde el 5º
hasta el día 7º, tras la anfimixia.
La llegada de la mórula a la cavidad uterina supone un grave problema nutricional, porque, por una parte se ha
consumido la sustancia nutritiva que aportó el ovocito, y por otra, ha salido de la esfera nutricional de la trompa, donde se
nutría por imbibición, de su secreción o leche tubárica.
Este hecho determina el que las células, comiencen a diferenciarse, quedando la biodinámica sintetizada en:
1º).- Formación del blastocisto.
Por licuefacción de las células centrales, que ofrecen sus principios inmediatos, para la nutrición del resto de
las células, formando una cavidad que se denomina blastocele, o blastocisto, rellena del líquido nutricio producido por
la licuefacción celular.
2º).- Formación del embrioblasto.
En uno de los extremos del interior de la blástula, quedan un acúmulo de blastómeras, sin diferenciar, tanto
formativas, como tróficas, como germinativas, que constituyen el embrioblasto, del cual se diferenciaran las respectivas
células del nuevo ser.
En este momento, y para prever el problema nutritivo, el trofoblasto emite una serie de cordones o vellosidades
celulares, que al penetrar, en el endometrio materno, constituirán el proceso de anidación, como más adelante veremos.
Para el correcto desarrollo las distintas blastómeras deben de estar interrelacionadas entre sí, pues actúan como
verdaderos inductores en la organización del individuo.

CAVIDAD AMNIÓTICA. O VESÍCULA ECTODERMO-AMNIÓTICA.


Apoptosis parcial del embrioblasto.
El proceso organogenético, continua evolucionando, y aparecen procesos de lisis, por apoptósis, (o muerte celular,
genéticamente programada).- en el embrioblasto.
En la porción situada en el dorso del embrioblasto, o porción más próxima al trofoblasto, se va produciendo una
cavidad, que se denomina cavidad amniótica De sus células hay que distinguir:
1º).- Las yuxta-trofoblásticas.
De aspecto aplanado, que van a formar la membrana amniótica.
2º).- Las yuxta-embrioblasto.
De aspecto prismático y de mayor desarrollo, que se van a diferenciar, constituyendo el Ectodermo u hoja más
superficial de la futura fascia cutánea. Según Hogen, se produce por la inducción de los genes de la familia, Wn-t3, y del
factor TGE-
Este proceso constituye el Horizonte IV de Streeter, que corresponde a los días 5º y 6º post anfimixia, del
denominado, embrión bilaminar.
APARICIÓN DE LA GÁSTRULA.
Formación del endodermo, y vesícula endodermo-vitelina definitiva.
…”Gástrula, es la fase de la organogénesis durante la cual, el embrioblasto, de la blástula, pierde la capacidad
regulativa, y forma en el interior del blastocele dos nuevas vesícula, la ectodermo-amniótica, y la endodermo-vitelina”…
Este período, se realiza durante los días 7º y 8º, post anfimixia, que corresponde al Horizonte Va de Streeter.
Continua la formación de la cavidad amniótica, que se va llenando de líquido, que en el futuro dará lugar a la
bolsa de aguas.
Por la parte del embrioblasto que mira hacia el vitelo, comienzan a diferenciarse blastómeras, que se prolongan,
penetrando en el vitelo, con el fin de absorberlo, anastomosándose entre sí, para formar una especie de malla celular que
tiende a envolver al vitelo, y que forma el primer esbozo de estómago, o Gástrula. Por lo cual a esta fase se le denomina
fase de Gástrula.
Lin, considera que la proteina BMP, procedente de la familia del gen SOX-, induce simultáneamente al desarrollo
del endodermo definitivo, y a la activación del gen proneural neurogenina. Procesos que para Moos y Hogan, regulan el
desarrollo y diferenciación embriogénica de la gástrula.
Las blastómeras que forman las paredes de esta Gástrula, son las células matrices de todos los elementos que
constituirán funcionalmente el aparato digestivo, y se denominan endodermo,-o piel de dentro).- Constituye la fase de
embrión Bidérmico.

FORMACIÓN DEL MESODERMO.


Diferenciación blastular mesodermal.
Para que tanto el ectodermo, como el endodermo, puedan adquirir una constitución de órgano, (que en el
ectodermo formará el órgano de la piel, y en el endodermo la piel interna de los órganos y vísceras).- del embrioblasto se
van a diferenciar unas blastómeras, que, por encontrarse entre medio del ectodermo y del endodermo, se denomina
Mesodermo. Para Herrman ,es el factor del gen T, el que induce la diferenciación primitiva del mesodermo
Estas células, al principio se van a situar entre, las paredes de la Gástrula y la capa interna del trofoblasto,
constituyendo una malla esponjosa, o membrana de Heuser, formadora de las lagunas trofoblásticas, (que se encarga de
transportar a través de ellas los líquidos nutricios que, el trofoblasto, ha ido absorbiendo del organismo materno a través
del proceso de anidación).-
Constituyen el primer mesodermo, que por encontrarse como una lámina por fuera de las dos capas de células,
(que forman el embrión bilaminar).- se le denomina mesodermo extraembrionario. Corresponde al Horizonte Vb de
Streeter, y ocupa los días 9º y 10º, postanfimixia.

Formación de la cavidad celómica.


Ocurre en el Horizonte V c, de Streeter, es decir durante los días 11º y 12º, post anfimixia.
En estos días, las mallas de la membrana de Heuser, se repliegan, La externa hacia la cara interna del trofoblasto,
y la interna, hacia el embrioblasto tapizando esta última, la cara externa del amnios, así como la Gástrula, quedando entre
ellas una cavidad que constituye la cavidad celómica extra embrionaria.
Es interesante destacar que, las mallas de la membrana de Heuser, dejan de replegarse al nivel de la porción más
distal de la Gástrula, y mantienen la continuidad con el mesodermo de la cara profunda del trofoblasto o córion, que
permanece en constante continuidad y constituye el primitivo cordón umbilical, (lugar, por donde, cuando se forme el
mesodermo intraembrionario, se realizará la comunicación y continuidad de este con el extra embrionario, así como de la
cavidad celómica extraembrionaria, con la intraembrionaria).-
Este cordón umbilical será el fundamental lugar de ubicación de las células denominadas gelatina de Wharton o
células madres embrionarias.

Formación de la vesícula alantoides y del pedículo de fijación.


Al mismo tiempo, de la pared postero-superior de la vesícula endo-vitelina, se origina un pequeño divertículo, del
tubo digestivo primitivo, denominado vesícula alantoides, que crece hasta ponerse en contacto con la cara interna del
Trofoblasto.
Este divertículo alanto-entérico, actúa induciendo al magma reticulado, (como hemos visto).- transformándolo en
mesodermo primitivo, y este, posteriormente en mesénquima, y poniendo en contacto las dos hojas del celoma a nivel del
cordón umbilical formando el pedículo de fijación de His.
Este proceso actúa sobre el trofoblasto dando lugar a su evolución, para hacerle diferenciarse en cito-trofoblasto,
sincitio-trofoblasto, y finalmente en placenta, que captarán los elementos nutricios, aportados por los elementos
vasculares maternos y los de desecho del nuevo ser, pero teniendo presente que NUNCA EXISTIRÁ MEZCLA, entre la
sangre de la madre con la del nuevo ser.
Estos procesos se realizan durante los Horizontes del VI al VII, de Streeter, que ocupan desde el día 13º al 17º,
post anfimixia.

CAPÍTULO 4º.
DIFERENCIACIÓN DEL ÁREA EMBRIONARIA. ORGANIZADORES DE SPEEMAN.
CORDOMESOBLASTO. DESARROLLO SEGMENTARIO DE LA CABEZA Y CUELLO.
Montesinos-Castro Girona., M., Perales-Marín., R., Peris-Sanchis, R., Ruiz-Torner, A. Ferres-Torres, E., Smith-Agreda.

FASE DE GÁSTRULA JOVEN O EMBRIÓN TRICAVITARIO.


Aparición de los organizadores.
El proceso de gastrulación, termina con la fase de germen, cuando se diferencia el mesodermo extraembrionario.
A partir de aquí se denominará embrión.
El huevo, en esta fase de Gástrula joven, se denomina también embrión tri-cavitario, porque en él se encuentran
tres cavidades:
1º.).- - Una externa.
De mayor tamaño, o cavidad coriónica, limitada por el trofoblasto, y la somato pleura del mesodermo
extraembrionario, y que constituye el córion.
2º.).- - Dos cavidades internas:
a).- La cavidad ectodermo amniótica.
b).- La cavidad endodermo vitelina.
Que constituye la Gástrula, saco vitelino definitivo, y su continuidad a través del pedículo de fijación, o futuro
cordón umbilical, con el córion y placenta.

ORGANIZADORES DE SPEEMAN.

DIFERENCIACIÓN DEL ÁREA EMBRIONARIA Y DEL CORDO-MESOBLASTO.

FASE DE NEÚRULA.
Diferenciación del área embrionaria. Fase de topogénesis.
En el sentir de Hamburger, al comenzar este período, la aparición de los organizadores, va a determinar una
ordenación en las diferenciaciones de las nuevas células, lo cual constituye la fase de topogénesis, y corresponde al
Horizonte VIII de Streeter, que se desarrolla durante los días 18º y 19º, post anfimixia.
En la zona de contacto entre las dos vesículas internas, que recibe el nombre de área somática embrionaria,
(porque de ella se formarán los elementos que constituyen el cuerpo del embrión).- y comienza a aparecer el esbozo
morfológico de este.
Visto desde la porción superior, tiene una forma ovoidea, con un extremo anterior o porción cefálica, y un
extremo posterior, o caudal, próximo al pedículo de fijación. .
En este momento del desarrollo, el cuerpo embrionario, consta de dos hojas celulares o estadío bilaminar.:
1º).- El epiblasto.
Que es la hoja dorsal del embrión y que corresponde al ectodermo-amniótico.
2º).- El hipoblasto.
Que constituye el techo de la vesícula endodermo-vitelina.
Ambas hojas se hallan íntimamente unidas en dos zonas circulares:
a).- El estomodeo
De localización craneal, o membrana bucal o buco-faríngea.
b).- El proctodeo.
De localización caudal, que constituye la membrana anal o proctodeo.

Diferenciación del cordo-mesoblasto.


Al comenzar el Horizonte IX de Streeter, es decir, sobre los días 20º y 21º, postanfimixia, en el sentir de La Bonne,
las blastómeras del disco embrionario, comienzan a inducirse las unas sobre la otras de una manera especial, de tal forma
que, parte de ellas van a adquirir una capacidad directiva o inductora, sobre el resto de los elementos celulares,
constituyendo el organizador de Speeman, o inductor primario o cordo-mesoblasto, que se sistematiza en:
1º).- El nudo de Hensen,
2º).- La línea primitiva,
3º).- La notocorda
4º).- La placa precordal..
Que son los primeros organizadores de Speeman, encargados de dirigir la diferenciación de todos los tejidos y
órganos, siguiendo la biodinámica organogenética impresa en el código genético.
Esta inducción, hace que las células del epiblasto, se ubiquen agrupadas, formando una media luna, que rodea por
delante a la lámina procordal o también llamada precordal..

Diferenciación del Nudo de Hensen.


Las primeras diferenciaciones que se producen, originan una depresión en el dorso del embrión, llamada Nudo de
Hensen, (que, en algunas especies, lo perfora constituyendo una comunicación entre la cavidad amniótica y la luz de la
gástrula, que se denomina canal neuro-entérico).-

Diferenciación de la línea primitiva.


El nudo de Hensen, en un principio se extiende hacia la porción caudal del embrión, y forma el organizador
caudal, denominado Línea Primitiva.

Diferenciación de la Notocorda.
Este mismo nudo de Hensen, crece hacia la porción craneal, formando una especie de cuerda, colocada
medialmente, en le dorso del embrión, por lo cual se le denomina cuerda dorsal o notocorda, que constituye el
organizador general, del desarrollo prenatal.

Diferenciación de la Placa Precordal.


Oralmente a la notocorda, se diferencia otra formación organizadora, que ya no posee la rígida sistematización
notocordal, y que, se encargará de dirigir el desarrollo, (supeditado a la capacidad morfo-funcional).- de la extremidad
cefálica, y constituye la placa precordal.
La inducción de esta placa precordal, actúa dirigida por la intención finalista, sobre el proceso de diferenciación
de la extremidad cefálica, actuando, (como luego veremos).- sobre la formación del cráneo, dando lugar al desarrollo y
evolución específica de los clásicos arcos branquiógenos, por la modificación de los metámeros en rombómeros.
Estos procesos son debidos, para Keynes, Wilkinson, y Jaconson, a la actuación de los genes, Hox-a-1, Hox-a-2,
Hox-a-3, Hox-a-4, Hox-b-2, Hox-b-3, Hox-b-4 y Krox-20, que regulan la trascripción de los genes en la síntesis proteica.

Diferenciación del mesodermo intraembrionario.


Entre estas blastómeras organizadoras, se encuentran blastómeras formativas, que se van a diferenciar, formando
el mesodermo intraembrionario, (que es igual, y por ello se continúa con el mesodermo extraembrionario, variando
solamente la topografía de ambos).- como indica Herrmann.

CUARTA HOJA BLASTODÉRMICA.

DIFERENCIACIÓN DEL MESÉQUIMA O CUARTA HOJA BLASTODÉRMICA.


Mientras se van originando estas diferenciaciones, en los organizadores, por inducciones recíprocas, estos, van
actuando sobre las células de las hojas blastodérmicas, en especial sobre el mesodermo intraembrionario.
De este, se van diferenciando unas células fusiformes, que rellenan todos los huecos existentes a nivel del interior
del área embrionaria, formando una nueva hoja, o cuarta hoja blastodérmica, denominada mesénquima indiferenciado,
con una gran capacidad prospectiva. Clásicamente se le denominó gelatina de Wharton, y que hoy día se identifica como
las células madres embrionarias, o células troncales, que, como hemos indicado más arriba, se alojan en el recién nacido,
en el cordón umbilical.

SOMITA.
De este mesénquima indiferenciado, se forman los primeros brotes vasculares del embrión o Angiómero, y la
fibra muscular lisa que rodea, a los vasos sanguíneos, y derivados vasculares,
De estas células madres o troncales, también se forma la musculatura roja o también denominada esquelética, que
constituye el Miómero,
La porción del mesénquima, donde van a insertarse los músculos y van a constituir el fulcro de inserción, se
constituye el Esclerómero,
La sección correspondiente al Endodermo, junto con las paredes del tubo digestivo y vísceras, derivadas de ellas
constituyen el Esplacnómero.
El Ectodermo que recubre a cada una de estas formaciones constituye el Dermómero.
El Neuroectodermo, genera el sistema nervioso, y se denomina Neurómero.
Por otra parte, (y como diferenciaciones de las distintas segmentaciones del mesodermo intraembrionario).- se
irán diferenciando los distintos tejidos constitutivos de los Órganos y Sistemas que constituyen el Somita.
La concatenación de todos los Somitas constituye la Unidad del Individuo

DESARROLLO SEGMENTARIO DE LA CABEZA Y CUELLO.


Rombómeros. Genes Hox, y Krox.
Este mesodermo, y su consecuente mesénquima, sufren, inducidos por la notocorda, en el crecimiento de los
Horizontes X, XI, XII, XIII Y XIV, de Streeter, (es decir desde el día 22º hasta el 28º, postanfimixia).- un proceso de
segmentación, que hace hernia en el ectodermo y da la impresión como si al crecer, el embrión se fuese realizando por la
aposición sistemáticamente ordenada, de rodajas, o metámeros, o, en el ámbito medular, de los neuroblastos de los
mielómeros.
Mielómeros que en la porción más craneal, al nivel del romboencéfalo, no se manifiestan tan claramente debido a
la confluencia de las inducciones notocordal, y de la placa precordal. A estos metámeros, Haine, les denomina rombómero,
que según este autor podemos definirlos como:
...”las agrupaciones de neuroblastos separadas entre sí por bandas transversales de células neuro-epiteliales”....
Estos rombómeros, como hemos indicado, se originan, en estos momentos del desarrollo, en relación con la faceta
evolutiva del tronco de encéfalo, correspondiente al romboencéfalo, de la porción más craneal,. del arquencéfalo (de ahí
su nombre).- y se considera que son zonas cuya regulación diferencial, la rigen los grupos de genes Hox y Krox.
Este grupo de genes Hox y Krox, (situados, como hemos indicado, entre los organizadores notocordal y
precordal, inducen y regulan las síntesis proteicas de estos).- lo que repercute en la diferenciación y ordenación de los
neuroblastos, que se expresan en bandas transversales, imbricadas con otros elementos neuroepiteliales, perdiendo la
rígida sistemática de agrupamiento de estos, en los mielómeros.
Estos genes, han dirigido la sistemática, (desde los puntos de vista tanto de la Anatomía Comparada como de la
Filogenia).- de la biodinámica organogenética, de las láminas alar y basal, así como de la cicatriz, y establecen la
topografía celular de los núcleos motores del rombo encéfalo, y de los centros de deúteroneuronas, que al igual que en la
médula, constituyen las neuronas intercalares, tanto en los equivalentes del asta anterior como del asta posterior.
El extraordinario desarrollo de estas deúteroneuronas, conduce a una serie de diferenciaciones, tanto
morfológicas como, funcionales., que regulan, y matizan por sus circuitos reverberantes, prácticamente la total
biodinámica del organismo, en lo que respecta a las clásicas substancias, intercalares, pars reticular, pars tegemental,
estático-postural, pars metapiramidal etc.
Circuitos que en su reverberar, actúan como memoria para la euritmia de todos los actos reflejos, desde los mas
elementales, hasta los más complejos, con el consiguiente potencial afectivo de memoria psicológica inconsciente que
integra en estos circuitos, las sensaciones que se producen en todos y cada uno de los elementos anatómicos,
macroscópicos y microscópicos, (tanto a nivel bioquímico, que en el sentir de Kern, constituye la motilidad, como a nivel
físico, que se traduce por la movilidad) que intervienen en la biodinámica.
Estos potenciales, en su reverberar, acaban siendo proyectados, a lo largo del decurso de la vida, hacia la esfera
telencefálica y allí van acabando de caracterizar, de una manera inconsciente para el sujeto, a su personalidad propia y
particular de cada individuo.
La actuación de estos genes, que se consideran como homeosecuencias, (homeobox u Hox).- son por tanto, los
responsables de la ordenación sistemática entre otras cosas, de los pares craneales, tanto de los procedentes de los
somítas oculo-motores de Furbringer, (de ahí la importancia que tienen, no solo en la biodinámica de la pars tegmental,
sino en los procesos psicológicos de los movimientos sacádicos).- como de los procedentes de los metámeros
branquioméricos.
Estos genes Hox, y Krox-20, se considera que influyen sobre las siguientes formaciones macroscópicas:

A).- Somitas occipitales 1º y 2º, o Quinto y Sexto arcos faríngeos.


Células constitutivas de la Matriz Ependimaria de la Cuerda del Cuello.

1º).- Sistemas Neuromusculares y Dermoneurales:


a).- Hipogloso ó XII Par craneal
b).- Espinal ó XI Par craneal.
c).- Frénico

2º).- Genes que inducen.


).- Hox-a-2
).- Hox-b-2.
).- Hox-a-3.
).- Hox-b-3.
).- Hox-d-3.
).- Hox-d-4.
).- Hox-b-4.
).- Hox-a-4.

B).- Somitas occipitales 2º, 3º y 4º, ó Cuarto arco faríngeo, ó 2º Somita cefálico clásico.
Células constitutivas de la Matriz Ependimaria de Cuerda del Cuello y de la Cresta Neural de la región media del
Mielencéfalo que emigran hacia el tercer arco.

1º).- Sistemas Neuromusculares y Dermo neurales:


a).- Neumogástrico, ó X Par craneal.
b).- Gloso-faríngeo, ó IX Par craneal.
c).- Espinal.
2º).- Genes que inducen:
).- Hox-a-2
).- Hox-b-2.
).- Hox-a-3.
.- Hox-b-3.
.- Hox-d-3.
).- Hox-d-4.
).- Hox-b-4
).- Hox-a-4.

C).- Rombómero craneal 7º, o Tercer arco faríngeo, 1º Somita cefálico clásico.
Celulas de la Matriz Ependimaria de la región media del Mielencéfalo que emigran hacia el tercer arco.

1º.).- - Sistemas Neuromusculares y Dermo-neurales.


a).- Neumogástrico, ó X Par craneal.
b).- Estato-acústico VIII Par craneal.
2º ).- (Genes que intervienen.
-Hox-a-2.
).- Hox-b-2.
.- Hox-a-3.
).- Hox-b-3.
).- Hox-d-3.
).- Hox-d-4.
).- Hox-b-4
.- Hox-a-4.

D).- Rombómero craneal 6º, o Segundo arco faríngeo, ó 2º Somita cefálico clásico.
Células de la Matriz Ependimaria del borde superior del Mielencéfalo, que emigran al segundo arco.

1º).- Sistemas Neuromusculares y Dermo-neurales.


a).- Facial, ó VII Par craneal.
b).- Estato-acústico, ú VIII Par craneal.

2º).- Genes que intervienen.


).- Hox-a-2
).- Hox-b-2.
).- Hox-a-3.
).- Hox-b-3.
).- Hox-d-3.
.- Hox-d-4.
).- Hoxb-4.
).- Hoxa-4.
).- Krox-20.

E).- Rombómero craneal 5º o Somitas oculo-motores de Furbringer, o 5º Somita cefálico clásico.


Células de la Matriz Ependimaria del Mesencéfalo y del extremo cefálico del Metencéfalo, que emigran
al primer arco.
1º).- Sistemas Neuromusculares y Dermo-neurales.
Sistemas oculomotores de Furbringer.
a).- Motor ocular común, ó III Par craneal.
b).- Patético ó IV par craneal
c).- (Motor ocular externo. ó VI Par craneal.

2º).- Genes que intervienen.


).- Hox-a-2.
).- Hox-b-2.
).- Hox-a-3.
).- Hox-b-3.
).- Hox-d-3.
).- Hox-d-4.
).- Hox-b-4.
).- Hox-a-4.
).- Krox-20.
).- Hox-b-1.

F).- Rombómero craneal 4º o primer arco faríngeo, ó 4º Somita cefálico clásico.


Células de la Matriz Ependimaria del metencéfalo.

1º).- Sistemas Neuro-musculares y Dermoneurales


a).- Trigémino, ó V Par craneal.
b).- Masticador, ó V Par craneal

2º).- Genes que intervienen.


).- Hox-a-2.
).- Hox-b-2.
).- Krox-20.
).- Hox-b-1.

PERIODO METAMÉRICO.
Sinegia de formación del organismo.
Tanto los rombómeros, como los metámeros, incluyen la formación correspondiente a todos los elementos tanto
parietales, como viscerales, albergados en la correspondiente “rodaja”, o metámero. Por este motivo se dice que, estos
crecimientos del mesodermo y mesénquima forman los somitas, del griego (cuerpo).- por lo cual a este período se
le denomina “período somítico”, o “metamérico”.
CAPITULO 5º.
NEUROGÉNESIS.
Vila-Bou,V., Villaplana-Torres, L.,Victoria-Fuster, A.,Zabaleta-Fuster, M., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

FASE DE NEÚRULA.
Desarrollo del tubo nervioso.
Al mismo tiempo que la notocorda actúa sobre el mesodermo intraembrionario o paracordal, como indica
Hamburger, (y se produce el desarrollo segmentario que dará lugar a los somitas, en las que se interesan las tres hojas
blastodérmicas).- también actúa sobre el ectodermo dorsal del embrión o neuro ectodermo, llamado así, porque dará lugar
al tubo neural o tejido nervioso, tubo nervioso, que también sufrirá el proceso de metamerización.

SISTEMÁTICA DE ACTUACIÓN DE LA BIODINÁMICA ORGANOGENÉTICA EN LA DIFERENCIACIÓN


NEURAL.
La primera fase de actuación, produce un engrosamiento del ectodermo dorsal, (en la fase de gástrula).-
(tengamos presente que a partir de este momento del desarrollo, la biodinámica organogenética, va a actuar
equitemporalmente en diferentes frentes evolutivos).- produciendo sobre el neuroectodermo, la placa neural, que se
extiende desde la extremidad cefálica a la caudal..
La porción cefálica de la placa neural, se denomina placa encefálica, y la porción caudal, placa medular, de
donde derivarán:
1º).- De la zona anterior o placa neural encefálica.
De localización precordal, derivará todo el encéfalo.
2º).- De la zona posterior o placa medular.
De localización mas caudal, se forma la placa medular del tubo neural, que dará lugar a la porción caudal del
tubo nervioso.

BIOGENÉTICA DEL TUBO NEURAL.


BIODINÁMICA ORGANOGENÉTICA DEL DESARROLLO DEL TUBO NEURAL.
El proceso de cierre de la placa neural, no se realiza por los extremos, (que poseen organizadores diferentes).- sino
por la porción media, que corresponde a la notocorda, prácticamente a nivel del cuarto somita.

Formación de los neuróporos.


Este cierre progresivo, medial, a partir de los bordes, laterales, hace que se vaya formando un tubo que va a
presentar dos orificios que comunican con la cavidad amniótica y que se denominan neuróporos.
Este cierre progresivo se debe a la acción de dos factores, liberados por los organizadores.
1º).- Factor mesodermizante. Médula.
Es liberado por el cordomesoblasto, sobre el ectodermo, modificándolo hacia una diferenciación en sentido
neural, medular.
2º).- Factor neuralizante. Arquencéfalo.
Es liberado por la placa precordal, que actúa sobre la porción mas oral del futuro tubo neural, determinando las
modificaciones anatomo-funcionales del arquencéfalo.

FASES DE LAS FORMACIONES DE LAS VESÍCULAS TELEN CEFÁLICAS.


Aspecto macroscópico del dorso del embrión durante la formación del tubo neural.
El desarrollo del tubo neural, a expensas del ectodermo, da lugar a variaciones, (en el aspecto, del dorso del
embrión).- a lo largo del período de cierre del mismo. Estas variaciones se concretan en tres fases:
A).- Fase de placa neural.
Caracterizada por un engrosamiento de las células epiteliales que constituyen la matriz ependimaria, que en este
momento se denomina placa neural.
B).- Fase de surco neural.
Se caracteriza porque, el crecimiento del epitelio neural, supera al del embrión y produce un canal en el dorso del
mismo, que se denomina surco neural.
C).- Fase de tubo neural.
Se caracteriza porque los lados del surco neural, acaban uniéndose entre sí, alrededor del canal y convierten este
en un tubo con dos orificios o neuróporos, uno craneal y otro caudal. Es la fase de tubo neural.

Acodadura cervical.
Una vez cerrado el tubo neural, su crecimiento es más rápido que el del cuerpo embrionario, lo cual le obliga a
plegarse dando una serie de vesículas.
La primera acodadura que aparece, (de convexidad dorsal).- o acodadura cervical, marca la frontera entre la
porción neural primitiva, o Cordoencéfalo, que se sistematizará en mielómeros y la secundaria, o porción encefálica, o
Arquencéfalo, de muy compleja sistematización, que constituye los rombómeros de Haine
Como consecuencia de estos plegamientos, va a aparecer una serie de dilataciones, que constituyen dos fases de
desarrollo:

FASE PRIMITIVA, DE TRES VESÍCULAS


En un principio por plegamiento del tubo nervioso, para adaptarse al continente, (por mayor crecimiento del
Arquencéfalo).- se constituyen:
1º.).- - Una vesícula anterior.
Es la más cefálica, o cerebro anterior, o prosencéfalo.
2º).- Una vesícula media.
Denominada cerebro medio o tronco de encéfalo, que separa por una nueva curvatura dorsal, o acodadura
cefálica, (de la vesícula prosencefálica).-
3º).- Una posterior.
Denominada cerebro posterior o médula.

FASE SECUNDARIA, O DEFINITIVA, O DE CINCO VESÍCULAS.


La rapidez del crecimiento del tubo neural, al llegar ala horizonte XVII de Streeter, en los días 35 y 36
postanfimixia, tanto el prosencéfalo, como el romboencéfalo, sufren individualizaciones en su diferenciación
organogenética dando lugar a:
1º).- El prosencéfalo:
a Telencéfalo, o cerebro.
b Diencéfalo, o tálamo, hipotálamo, subtálamo y epitálamo.
2º).- El tronco de encéfalo:
a ).- Mesencéfalo, o pedúnculos cerebrales
b).- El romboencéfalo:
 Metencéfalo, o protuberancia anular.
 Mielencéfalo, bulbo raquídeo.
 Cerebelo, a partir del labio rómbico del romboencéfalo, en su región dorsal.
La sistematización de este romboencéfalo, se constituirá por los rombómeros que hemos visto anteriormente.
 º).- Médula espinal.
La cavidad ependimaria no presenta el mismo desarrollo a lo largo del tubo nervioso, si no que sufre dilataciones
en algunos puntos que constituyen las cavidades ventriculares, y estrecheces, como el acueducto de Sylvio, y el conducto
ependimario medular.

CONSTITUCIÓN VESICULAR DEFINITIVA DEL TUBO NERVIOSO.


En consecuencia, el tubo nervioso, está constituido por las siguientes vesículas.
PROSENCÉFALO:
1º.).- - Telencéfalo. Dos vesículas, o ventrículos laterales, I, y, II Uno para cada hemisferio.
2º.).- - Diencéfalo. Una vesícula central o ventrículo medio, o III Ventrículo.
TRONCO-ENCÉFALO:
3º.).- - Mesencéfalo. El Acueducto De Silvio.
4º.).- - Romboencéfalo. La vesícula del IV Ventrículo.
a.).- - Metencéfalo. Porción craneal del IV Ventrículo.
b.).- - Mielencéfalo. Porción caudal del IV Ventrículo
c.).- - Cerebelo.
5º.).- - Médula espinal. El Conducto ependimario.

ASPECTO MACROSCÓPICO DEL DORSO DEL EMBRIÓN DURANTE LA FORMACIÓN DEL TUBO NEURAL.
Variaciones del dorso del embrión en la neurogénesis.
Para Cable, el desarrollo del tubo neural, a expensas del ectodermo, da lugar a variaciones, (en el aspecto, del
dorso del embrión).- a lo largo del período de cierre del mismo. Estas variaciones se concretan en tres fases:
A).- Fase de placa neural.
Caracterizada por un engrosamiento de las células epiteliales que constituyen la matriz ependimaria, que en este
momento se denomina placa neural.
B).- Fase de surco neural.
Se caracteriza porque, el crecimiento del epitelio neural, supera al del embrión y produce un canal en el dorso del
mismo, que se denomina surco neural, también denominada cresta neural.
C).- Fase de tubo neural.
Se caracteriza porque los lados del surco neural, acaban uniéndose entre sí, alrededor del canal y convierten este
en un tubo con dos orificios o neuróporos, uno craneal y otro caudal. Es la fase de tubo neural.

MATRIZ NEURAL O EPÉNDIMO.

NEUROECTODERMO.
Al neuroectodermo, o matriz del tubo nervioso se denomina epéndimo.

Derivados de la matriz ependimaria.


Cuando se cierra el epéndimo, para formar el tubo nervioso, diferencia dos tipos de células nerviosas:
1º.).- Las neuronas,(así denominada por Waldeyer, viene del griego nervio.
2º.).- La glía, (así denominada por Deiters, viene del griego,  Unión, pegamento.).

LA NEURONA.
Según Cajal, son:
...”células, por lo común voluminosas, ricas en protoplasma, de su reunión resulta la substancia gris del encéfalo
y médula, así como la trama de los ganglios simpáticos y raquídeos”...
Su forma es muy variable, desde el aspecto de grano, hasta el de pirámide. Poseen prolongaciones que según la
dirección de la corriente de sus potenciales, se clasifican en axones, o dendritas.
Los axones, también llamados cilindroejes por Deiters, son fibras que arrancan del protoplasma celular, y en su
interior suelen albergar neurotúbulos y neurofilamentos. Se dicotomizan en ángulo recto. Constituyen el sustrato de los
nervios motores. Sus terminaciones, denominadas telodendrones, están capacitadas para liberar neurotransmisores, que
permitan transmitir el potencial a la dendrita de otra célula nerviosa, o a una terminación, bien tipo placa muscular, o de
glándula de secreción.
Las dendritas, son ramificaciones del protoplasma muy numerosas en las células multipolares, por Deiters, se les
denomina prolongaciones protoplásmicas, suelen ser de aspecto granuloso. y pueden tener una longitud variable.
Constituyen el sustrato de los nervios sensibles. Se dicotomizan en ángulos agudos. Sus terminaciones se denominan
gémulas dendríticas, y están diferenciadas para recibir los diferentes tipos de los estímulos de los órganos de los sentidos,
así como de los diferentes neurotransmisores liberados, bien por el axón de una neurona, o de una glándula endocrina.
Las neuronas se interrelacionan entre sí , siguiendo siempre la ley de la polaridad biodinámica específica de
Cajal, que se enuncia como:
...”En el sistema nervioso los potenciales nerviosos circulan siempre de dendritas al cuerpo neuronal, y de este a
los axones”...
La mayoría de las fibras nerviosas que constituyen los axones, se dirigen fundamentalmente en una dirección, por
lo que se les clasifica en tautómeras, heterómeras, y hecatómeras según se conecten con:
a).- Tautómeras.
Con neuronas del mismo lado.
b).- Heterómeras.
Con neuronas del lado opuesto.
c).- Hecatómeras.
Con neuronas de ambos lados.
Dada la intención finalista del sistema nervioso, de conseguir la máxima integración, aunque predomine un tipo
de orientación de los indicados, las neuronas a través de sus ramificaciones acaban siendo prácticamente todas
hecatómeras.

SISTEMATIZACIÓN DE LOS TERRITORIOS DEL DESARROLLO DE LA MATRIZ EPENDIMARIA.


Según los territorios de la matriz ependimaria de donde estas células se diferencien, presentarán diferente
significación biodinámica.
Según Rakic, las células neuroepiteliales del tubo neural primitivo entran en mitosis y se diferencian formando
neuroblastos, que parte de ellos se vuelve a diferenciar en dos sentidos, primeramente en neuronas y prácticamente al
mismo tiempo en glioblastos, que a su vez darán lugar a todos los tipos de células gliales.
Los neuroblastos, formarán.
1º).- El conducto ependimario.
O canales en la cavidad neural, futura capa ventricular.
2º).- La capa del manto.
Que contiene los somas neuronales.
3º).- La capa marginal.
Que contiene las fibras nerviosas.
Los glioblastos, se diferencian en astrocitos, y oligodendrocitos. Parte de esta glía se distribuye radialmente, y
constituye la glía radial, que parece seguir la emigración de los neuroblastos en el interior del tubo neural, regida por la
potencia teleológica, para la sistematización de los centros neurales en el tubo nervioso, y de la emigración de las fibras
nerviosas, bien a los dermómeros, miómeros, o esplacnómeros.
Estas sistematizaciones, se realizan inducidas por lasa actividades de los genes de tres familias. La Notch, la Pax
y la Hox, con la anuencia de los factores de crecimiento fibroblásticos, (F.C.F.). EL gen Wnt-3a, el ácido retinoico y el
polipéptido sonic hedgehog ( S.H.H.), cuyo gen se localiza en el cromosoma humano 7q.

CICATRIZ O CRESTA GANGLIONAR.


Los territorios donde coaptan dorsalmente las matrices, forman la cicatriz o cresta ganglionar.

SIGNIFICADO DE LA DIFERENCIACIÓN DEL TUBO NEURAL.


Una vez cerrado, el tubo neural adopta a la sección un aspecto romboidal, por lo cual, y debido a que cada una de
las láminas de este rombo, tiene una diferenciación específica en su biodinámica, se les denomina:
1º).- Placas alares o tectales
a las dorsales.
2º).- Placas basales o solares,
a las inferiores, o anteriores.
3º).- Surco de His, o de Monro.
Es el surco del ángulo diedro entre, la lámina alar y la basal.
4º).- Cicatriz o cresta ganglionar.
Formada al coaptar los bordes del surco neural.

Colocar aquí LA FIGURA 5-1.


Figura 5-1.
Visión esquemática de un circuito de reverberación de neuronas intercalares o deuteroneuronas.

1º).- PLACA ALAR O TECTAL.


Son las dos láminas que forman el techo del tubo neural. Producen las neuronas del asta posterior, que son todas
intercalares, es decir deuteroneuronas, o integradoras de todos los potenciales que abocan a estas astas posteriores.
Esta neuronas lo mismo que el resto de las deuteroneuronas que veremos a lo largo del estudio del sistema
nervioso, van a formar las neuronas intercalares, que se sitúan siempre entre los tramos aferentes y eferentes, del sistema
nervioso
Hasta ahora, con una visión un tanto parcial, clásicamente estas neuronas, se han sistematizado en núcleos o
centros que se responsabilizaban, con una visión cicatera, de determinada función, como los centros del tacto nociceptivo,
o en casquete de Rolando, grosero o sensibilidad protopática, o centro en cabeza de Waldeyer, etc.
Sin embargo la íntima relación que tienen las neuronas de estos centros entre sí, y con los de otros metámeros,
(por las neuronas cordonales).- a parte de responder, más o menos rápidamente con un proceso reflejo, entretienen los
potenciales en sus circuitos, haciéndoles reverberar e integrarse durante toda la vida, constituyendo, un potencial de base,
sustrato de una primitiva memoria inconsciente, pero cuyo potencial modula todas las respuesta reflejas, y acaba
ascendiendo, bien por la vía multisináptica pèriependimaria, o por otros caminos, de interconexiones de circuitos, hasta el
diencéfalo, en donde matiza de una manera inconsciente el potencial emocional y consecuentemente el factor psicológico
del individuo.
En determinados procesos traumáticos, o intervenciones alopáticas de cirugía cardiaca extracorpórea, con gran
injuria, (como en las agresiones al esternón, con su incisión como vía de acceso).- a los tres días la víscera cardiaca
prácticamente no duele, pero el proceso doloroso esternal y óseo torácico en general, es de tal magnitud que es necesario
practicar una anestesia epidural durante una semana o diez días
Esta sensibilidad táctil y dolorosa, pasado estoe días, aunque aparentemente no se sienta, se encuentra
reverberando de una manera inconsciente, y es la que se activa produciendo una sintomatología, cuando tras una
terapéutica cráneo-sacral, aboca, al subtálamo, y en consecuencia al factor emocional del substrato psicológico del
paciente.
Colocar aquí LA FIGURA 5-2.
Figura 5-2.
Visión esquemática de la integración de los circuitos de reverberación.
1,2,3,4,5,) Láminas de Rexed. 7,8,9,) Deuteroneuronas del asta posterior.

Esta variaciones y modificaciones, de las sensibilidades se deben a que la fascia ósea, a pesar de su dureza, está
inmersa en la fascia líquida del organismo, que en cada función estimula la motilidad y movilidad de los distintos
elementos integrantes, que estimula los receptores sensibles, tanto químicos, como físicos, y a partir de las
deuteroneuronas inician las respuestas, obteniendo en estas una euritmia ideal.
2º).- PLACAS BASALES O SOLARES.
Las zonas del suelo del conducto ependimario, son las matrices de:
a).- La primera generación.
O neuronas efectoras.
Denominadas miorrabdóticas, o motoras, que constituyen los dientes delas astas anteriores Van siempre
conexionadas a la musculatura roja, y forman los sistemas neuromusculares de Escolar.
Constituyen la raíz anterior del nervio raquídeo.
b).- La segunda generación.
O neuronas intercalares efectoras.
Corresponden a las deuteroneuronas, (del griego secundario-).- o neuronas intercalares, o
integradoras de potenciales en el asta anterior, encargadas de formar los mas primitivos circuitos de
reverberación de Ranson, que recibiendo el potencial de las deuteroneuronas del asta posterior, lo integran con
los acúmulos de la neuronas de Ransow, y la neuronas gamma, para conseguir la euritmia, en los potenciales que
transmitan las células miorrabdóticas.

3º).- SURCO DE HIS O DE MONRO.


Se encuentra, como hemos indicado, en el ángulo diedro de la confluencia de las láminas alar y basal. Produce las
neuronas intercalares efectoras mioleióticas porque van a inervar a la musculatura lisa vegetativas, tanto parasimpáticas
como ortosimpáticas son pregangliónicas. Así mismo también se producen las deuteroneuronas intercalares receptoras
idiotrópicas, o sensibles vegetativas, constituyendo el asta lateral.
Estos centros, tanto los de las neuronas vegetativas, (idiotrópicas, como las mioleióticas).- van a integrar circuitos
de reverberación entre sí, y con el resto de las deuteroneuronas, tanto las aferentes como las eferente, así como con las
oicotrópicas, y con las miorrabdóticas.

4º).- CICATRIZ O CRESTA GANGLIONAR.


Como hemos indicado más arriba, las matrices ependimarias coaptan en el dorso del tubo neural formando la
cicatriz, de la cual derivan
a).- Simpaticoblastos, o cromafinoblastos
O células secretoras, de cuerpos adrenérgicos. No son verdaderas neuronas.
b).- Melanoblastos.
Que tampoco son neuronas.
c).- Neuronas motoras de la vida vegetativa
 ).- Gangliónicas mioleióticas, ortosimpáticas.
Son neuronas adrenérgicas eferentes, que se alojan en los ganglios de la cadena paravertebral o en los
plexos vegetativos, ortosimpáticos.
 ).- Gangliónicas mioleióticas parasimpáticas.
Son neuronas colinérgicas eferentes, que se alojan intramuralmente en las vísceras, y constituyen los
plexos parasimpáticos de Meissner y de Auerbach.
d).- Neuronas sensibles de la vida vegetativa o idiotrópicas.
Son las receptores de la sensibilidad vísceral. Proceden de la matriz de la cresta ganglionar y se
acumulan en cada metámero integrando el ganglio raquídeo, son las denominadas idiotrópicas ganglionares.
e).- Neuronas sensibles de la vida de relación u oicotrópicas.
Son las neuronas encargadas de recoger la sensibilidad de la vida de relación, o neuronas oicotrópicas.
Se agrupan también en acúmulos celulares, junto con las idiotrópicas constituyendo los ganglios raquídeos.
La matriz, por situarse al nivel de cada metámero, o somita, formando una especie de cresta, se le
denomina también cresta ganglionar.
Emigran prematuramente, quedando unidas, por el extremo proximal, al tubo nervioso formando la raíz
posterior o sensible, y por el extremo distal, a la raíz anterior o motora, para entre ambas constituir el nervio
raquídeo correspondiente.

Colocar aquí LA FIGURA 5-3.


Figura 5-3.
Visión esquemática del sistema nervioso.
1) Cisura de Rolando. 2). Rinencéfalo. 3). Oftalmoencéfalo. 4). Hipotálamo-hipófisis. 5). Mesencéfalo. 6). Metencéfalo. 7). Cerebelo. 8). Mielencéfalo.
9). Médula dorsal. 10). Huso cervical. 11). Huso lumbo-sacro..

BIODINÁMICA ORGANOGENÉTICA NEURAL.


El dispositivo ependimario tiene una especial biodinámica morfogenética en la fase de migración. En esta fase,
presenta el aspecto de un epitelio pseudo-estratificado, con una serie de células alargadas en sentido longitudinal, unidas
por unas barras terminales. En este período podemos distinguir tres fases:
1ª).- Fase de capa germinal.
En estas, las células neuro-epiteliales, una vez que se ha cerrado el surco neural, experimentan un activo proceso
de mitosis.
2ª).- Fase o capa del manto.
En esta fase, los neuroblastos realizan la diferenciación de las células nerviosas o neuronas y de la glía que la
acompaña, en los diferentes, núcleos, centros o cortezas del Sistema Nervioso.
3ª).- Fase de la capa marginal.
En esta fase determinadas zonas de las fibras que emiten los neuroblastos, emergen de la sustancia gris, y se
rodean de las células gliales, (procedentes de la matriz de la cresta ganglionar).- productoras de mielina, o Schwannocitos,
dando origen a la sustancia blanca.

GLÍA ECTODÉRMICA.
Origen de la glía ectodérmica.
En todas estas fases, y procedentes de todas las matrices neurales, se van diferenciando los glioblastos, (del griego
cemento, yformar).- encargados de generar la glía ectodérmica para proteger a las neuronas y
conseguir su eurítmico funcionamiento

CAPITULO 6º
DESARROLLO Y ORGANIZACIÓN SOMÁTICA.
Smith-Ferres, V., Garrote-Gasch, J.M., Signes-Costa , J., Senabre-Arolas, Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

SOMITA.
Somita. Somatocele.
Como ya hemos indicado en capítulos precedentes, la acción organizadora de la notocorda se realiza a impulsos,
en dirección cráneo caudal. Este hecho, da lugar a que tras estos impulsos, el mesodermo paracordal del organismo, se
muestre a bloques, como si aparentemente se hubiese segmentado, dentro de su unidad.

Definición de somita.
Estos segmentos constituyen lo que denominamos somita, que podemos definirlos como:
...”Unas masas de mesénquima, relativamente separadas unas de otras, y cubiertas por unas células de tipo
ectodérmico, que establece puentes de unión entre estos abultamientos”...
En el interior de cada somita, (en los primeros momentos de su diferenciación).- se encuentra una cavidad
denominada somatocele.
Estas masas segmentadas de mesodermo, comienzan a constituirse en una secuencia célalo-caudal, como hemos
indicado.
Aparecen progresivamente, en un total de alrededor de 45 acúmulos pares, topográficos y regionales, que se
adaptan a las necesidades biodinámicas del individuo.
Se clasifican en:
10. Somitas cefálicos.
8. Somitas cervicales.
12. Somitas dorsales.
5. Somitas lumbares.
5 Somitas sacos.
4-5. Somitas coxígeos.

SOMITAS CEFÁLICOS. CUERDA DEL CUELLO.


Somatización de la encrucijada cervico-cefálica.
La zona del mesodermo paracordal situada cefálicamente, por delante de la notocorda, y a un lado y otro de la
placa precordal, va a seguir un régimen evolutivo especial, formando los somitas cefálicos.
No sufren un proceso de segmentación clara en la especie humana, debido a las necesidades de la formación del
cráneo humano, como órgano de protección para el enorme desarrollo del arquencéfalo.
Se considera que esta masa somítica esta constituida por:
a).- Tres somitas preópticos de Furbringer.
b).- Siete somitas romboméricos
distribuidos en:
 .- Cuatro somitas parieto-occipitales.
 .- Tres somitas hipoglósicos.

Somitas preópticos de Furbringer.


Es la parte más craneal del mesodermo cefálico, dando lugar al Paleocráneo, y a los tres somitas oculomotores:
a).- Oculomotor común
b).- Patético.
c).- Oculomotor externo.

Somitas parieto-occipitales.
Dan lugar a los componentes de la bóveda craneana del Neocráneo Protometamérico, y a los somitas del
Neocráneo Auximetamérico. En ellos se imbrican, los rombómeros que hemos indicado precedentemente, dirigidos por el
gen Hox, y Krox.

Somitas hipoglósicos.
Dan lugar:
a).- Por su porción craneal,
a la porción más caudal del Neocráneo Protometamérico
b).- Por su porción caudal,
al Neocráneo Auximetamérico. Con ellos se imbrican los rombómeros dirigidos por el gen Hox y Krox, uniéndose
a los cuatro primeros cervicales, y formando la cuerda del cuello.

BIOGENÉTICA DE LA DIFERENCIACIÓN SOMÍTICA.


Para Takada, la notocorda y el tubo neural, colaboran como mecanismos inductores en la diferenciación de los
somitas, tanto a nivel del ectodermo, como del esclerotomo, como del miotomo, determinando la diferenciación
primeramente del dermotomo, y posteriormente de los diferentes tejidos que integran el somita.
A este respecto, se considera que la estimulación de este proceso, la desencadena el factor de trascripción de la
hélice-alada, N NF-3 activando, al gen Shh, en la notocorda y en la placa basal, junto con la inducción de los genes M-
twist y Pax-1, que junto con la influencia del gen Homeobox Msh, favorece la diferenciación de los arcos vertebrales
dorsales , puntos de los cuerpos vertebrales, y discos intervertebrales.
En el sentir de Larsen, no resulta extraño que esta inducción que hemos indicado, se desarrolle en la región dorso-
lateral del somita, exigiendo una asociación mucho más íntima entre el mesodermo para axial, el ectodermo de superficie y
el tubo neural dorsal. Lugar donde como hemos indicado, juegan un papel decisivo la familia de los genes Wnt, y el gen g
M Hox específico del dermotomo.

DESARROLLO Y EVOLUCIÓN DE LOS SOMITAS.


Diferenciación del mesodermo del somita. Mesénquima. Células troncales o células madre.
El mesodermo paracordal, inducido por la notocorda sufre una primera diferenciación que le transforman en
tejido mesénquimatoso, o 4ª hoja blastodérmica. A partir de estas células mesenquimatosas, que se les denomina células
troncales o madre, se realizan una serie de diferenciaciones, en tejidos, y de estos, con el ectodermo y endodermo, acaban
dando lugar a los órganos. Órganos que son formaciones especializadas con respecto a las funciones que tienen que
realizar. Las primeras diferenciaciones del mesénquima se considera que son:
1º).- Esclerotomo.
Son células mesenquimales, que forman la pared ventro-medial del somita. Se separan de las del resto del mismo,
(que constituye una estructura abierta).- y empiezan a producir, por proliferación de las mismas, un tipo diferenciado de
células mesenquimales, que constituyen el primordiúm del dispositivo de sosten de la porción axíl del organismo.
Son células capaces de llegar a fijar las sales de calcio, adquiriendo una cierta dureza, por lo que a su conjunto se
denomina esclerotomo, del griego,duro, y sección.
Estas células, invaden las zonas no activas de la notocorda, constituyendo el esbozo de los cuerpos vertebrales,
base del esqueleto axil del organismo.
A partir de estos cuerpos vertebrales, envía unas prolongaciones esclerotómicas, hacia el dorso, (para proteger al
tubo nervioso).- que constituyen el arco neural.
Igualmente, desde estos cuerpos vertebrales pero dirigidos ventralmente, envía unas prolongaciones
esclerotómicas para proteger a las vísceras, que constituyen el arco visceral.
Este efecto de protección, se realiza desde que comienza a diferenciarse el esclerotomo, constituyéndose los
tejidos esqueléticos, diferenciados por especialización funcional, en los diferentes grados de dureza, en:
a).- Tejido conjuntivo.
b).- Tejido fibroso.
c).- Ligamentos.
d).- Cápsulas articulares.
e).- Cartílago.
f).- Hueso.
g).- Sinovial.
Que es líquido, y actúa de amortiguador hidráulico en determinadas articulaciones.

2º).- Dermotomo, Piel.


El resto del mesénquima somítico prolifera y llega a unirse en sus extremos, y constituye una cavidad cerrada, o
somatocele.
De la parte dorsal del somita, en un principio, van a diferenciarse unas células mesenquimatosas, que se adhieren
a la capa ectodérmica, constituyendo la dermis del órgano formado por la unión del, ectodermo y mesodermo, denominado
piel.
A esta capa que envuelve al somita se le denomina dermotomo.
El dermotomo, no solamente es inducido por la notocorda, y células troncales mesenquimatosas, sino que lo es en
reciprocidad, por el ectodermo, y ambos, sobre y por la cicatriz, así como sobre la lámina alar de la matriz ependimaria,
que da lugar al desarrollo de:
a).- Los sistemas dermoneurales,
Base y sustrato del sentido del tacto.
b).- Las neuronas oicotrópicas.
Cuyo acúmulo forma con las idiotrópicas los ganglios raquídeos sensibles.
c).- Del asta posterior neural.
Base y sustrato de las deuteroneuronas, intercalares o integrantes funcionalmente, de las sensaciones.

3º).- Miotomo. Músculos.

Musculatura esquelética. Sistemas neuromusculares de Escolar.


El mesodermo de la porción ventral del somita, diferencia de las células troncales, las células mesenquimatosas
mioblásticas, con capacidad contráctil enérgica, que van a constituir,. el primordio de la musculatura roja, o esquelética.
Por este motivo a esta parte del somita se le denomina miotomo.
Como el organismo es una unidad interdependiente, el desarrollo del miotomo, induce a la lámina basal del tubo
neural, a que diferencie las células motoras, de contracción rápida por distribución ordenada de los aminoácidos actina y
miosina y color rojizo, son las llamadas neuronas miorrabdóticas, (del griego músculo,cilindro estriado).-
Inducción que se mantendrá durante toda la vida dando lugar a los Sistemas Neuro-Musculares de Escolar.
Al producirse la emigración de las células del miotomo, estas se transforman en mioblastos, y originar la
musculatura esquelética. Se disponen en dos estratos cronológica y topográficamente:
a).- Una masa posterior.
Es la primera que se diferencia, se coloca a un lado y otro de la notocorda en el arco neural. Son los sistemas
neuromusculares retrosomáticos.
b).- Una masa anterior.
Que se diferencia posteriormente a la retrosomática, también se coloca a un lado y otro de la notocorda, llegando
a interesar al arco visceral y derivados. Constituyen los sistemas neuromusculares presomáticos.
Porción neural del sistema neuromuscular.
Como ya hemos indicado, al mismo tiempo que la notocorda induce al miotomo, del somita, induce también a la
lámina basal del sistema nervioso, y estas, (miotomo y lámina basal).- se inducen entre sí, para que la neurona
miorrabdótica, en sus terminaciones telodendrónicas libere los neurotransmisores en las células mioblásticas, y de esta
forma queden integradas, anatómica y funcionalmente, constituyendo el sistema neuromuscular correspondiente.
Musculatura visceral.
La porción más ventral del miotomo, sufre, en las primeras fases de su formación, la inducción del endodermo, lo
que hace que se diferencie en su estructura, (con una sistemática distinta de la disposición de la miosina y actina, en la
musculatura roja).- no en franjas, como en la musculatura esquelética, sino continua. Este hecho va a actuar en la
capacidad contráctil, que ahora es prolongada y continua, pero normalmente no enérgica. Esto, repercute en su aspecto
macroscópico, blanquecino, dándole una apariencia homogénea, no estriada, ni roja, por lo cual se le denomina
musculatura lisa, o mioleyótica, de músculo= liso.
La interdependencia de la unidad del organismo, influye en este momento, induciéndose respectivamente con el
tubo nervioso, tanto en la porción matriz del surco de Monro, como en la cicatriz, dando lugar a la diferenciación
unísonamente de las neuronas sensibles del ganglio raquídeo o idiotrópica, (del griego propio, y
desviación).- así como las a neuronas motoras mioleióticas, (del griego músculo, y  liso).- tanto
las pre, como las gangliónicas.

METAMERÍA.

Metámero. Constitución. Concepto de metámero.


…”Las masas segmentarias morfo-funcionales, del mesodermo somítico, y visceral, con las correspondientes
franjas horizontales del ectodermo y del endodermo, diferenciadas en un nivel determinado por la inducción de la
notocorda, se denominan metámero”…
En los organismos superiores, como el hombre, por fusión de los extremos periféricos de los somitas,
morfológicamente, desaparece, a simple vista toda huella externa de su constitución metamérica, o segmentaria, pero sigue
existiendo a nivel morfo funcional.

Colocar aquí la figura 6-1.


Figura 6-1.
Visión esquemática del dispositivo morfofuncional dermo-neural.
1). Receptores de tacto profundo. 1-1). Neurona oicotrópica de tanto profundo. 2). Receptores de tono muscular. 2-2). Neurona oicotrópica de tono
muscular 3). Receptores de tacto protopático. 3-3). Neurona oicotrópica de tacto protopático. 4). Receptores de tacto superficial y doloroso. 4-4). Neurona
oicotrópica de tacto superficial y doloroso 5). Haces de los cordones posteriores. 6). Haz espino-cerebeloso ventral de Gowers. 7). Haz espino-cerebeloso
dorsal de Flesig. 8). Haz espino-talámico lateral. 9). Haz del dolor visceral o periependimario. 10). Haz espino-talámico anterior o de tacto protopático.

Sin embargo a todo lo largo de la vida, a cada somita le corresponde un metámero, y todos van a estar unidos y
ser interdependientes entre sí en todos los parámetros biodinámicos, de tal manera que, cuando se afecte uno de ellos, el
que está enfermo es todo el Ser Humano.
Sintetizándolo, podemos sistematizarlo como constituido por:

1).- Dermómero.
Franja correspondiente de ectodermo y mesénquima, que constituyen la piel. (Etimológicamente,
piel).
2).- Miómero.
Formaciones, derivadas del mesénquima, que generan entre otras, fundamentalmente, la musculatura del
metámero, (etimológicamente, músculo).- .
3).- Neurómero.
Formación de nervios periféricos, (tanto motores, como sensibles, vegetativos, o de la vida de relación).-
que inervan a los componentes del metámero, (etimológicamente nervioso).
4).- Angiómero.
Formaciones derivadas de elementos vasculares. y hemáticos, (arterias, venas y linfáticos, y sangre).-
que irrigan al metámero, (etimológicamente vaso).-
5).- Esclerómero.
Formación de tejidos derivados del mesénquima que se encargan de constituir los ligamentos y huesos
del metámero, (etimológicamente = duro)
6).- Esplacnómero.
Formación de tejidos derivados del mesénquima y endodermo que se encargan de formar las vísceras del
metámero, (etimológicamente  víscera).-
7).- Mielómero.
Formación del neuro-ectodermo, que se encarga de formar, a todas y cada una, de las diferentes partes,
que integran el Sistema Nervioso Central de cada metámero, (etimológicamente médula-)

BASES EMBRIOLÓGICAS DE LA SOMATIZACIÓN DEL DOLOR.


Unificación órgano-genética.
Esta planificación del desarrollo, (basada en la unidad de origen del metámero, y la intima conexión anatomo-
funcional de su biodinámica).- es donde se apoya el hecho de que, determinados procesos víscerales, como por ejemplo, el
dolor del angor, y del infarto de miocardio, sufran una proyección a los territorios de las extremidades superiores, dado
que, el esplacnómero, miómero, y dermómero, dan lugar tanto al desarrollo de la víscera cardiaca, y al miembro superior,.

CAPITULO 7º.
COLUMNA VERTEBRAL.
Hernández-Gil de Tejada, T, Martinez-Almagro, A., Montañana.- Marí,.J.V.,.Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

SIGNIFICADO CLÁSICO DE LA COLUMNA VERTEBRAL.


La columna vertebral o raquis, en el sentido clásico es:
…”La diferenciación del cordomesobláto organonético de Speeman, tras la pérdida de la función organizadora,
para convertirse en el elemento axil del organismo”…
En el individuo humano, juega un papel muy importante, dada la actitud bípeda, que caracteriza a la especie, por
lo cual, constituye como hemos dicho, el elemento axil del organismo, tanto en la estática, como en la dinámica, teniendo
que sufrir modificaciones en su morfología, para adaptarse a cada uno de los momentos de su biodinámica.
Con una visión osteopática unitaria, filogenética, ontogenética y biodinámica, la unidad de la columna vertebral
está compuesta por la integración, de dos grandes formaciones la cabeza, y el raquis.

BIOGENÉTICA DE LA COLUMNA VERTEBRAL.


La biogenética de la columna vertebral, en el sentir de Jessell, arranca del embrión didérmico, en donde las
células ectodérmicas, (que penetran por la línea primitiva), interaccionan con los primeros esbozos del mesodermo
paraaxial, y establecen la difusión, a partir de su superficie, de factores inductores que rigen la diferenciación y el
crecimiento del proceso fibroblástico, en conjunción con una proteína, (también de la superficie celular de estas), secretada
tras la inducción del gen Wnt-3 a según Wilkinson, en combinación con el gen Notch-1, con lo que se inicia la
segmentación del proceso paraaxial mesodérmico presomítico.
Para Kostic, en este proceso de segmentación la inducción sincrónica, se realiza con los genes de la familia Pax,
fundamentalmente con los Pax-1, Pax-3, y Pax-7, que coordinan la segmentación conjunta de la substancia gris medular,
que constituyen las astas anteriores, posteriores, así como la sistematización de las raíces nerviosas.
Este mismo autor, considera, (tras sus trabajos experimentales en el ratón), que la intervención en todas estas
inducciones indicadas del gen Hox-c-8, tiende a diferenciar la cranealización de los somita, fundamentalmente en el
tronco. Mientras que este efecto diferenciador, en la región cervical, corre a cargo del gen Hox-a-4
Por el contrario, la intervención del gen Hox-a-7, realiza en las distintas zonas , la caudalización del desarrollo
vertebral. Considera que son, en consecuencia, la acción conjunta de los genes Hox indicados, junto con la acción del
ácido retinoico, los que transmiten la potencia teleológica, para la diferenciación de cada vértebra, en relación a su carga y
función, que como sabemos es distinta en cada segmento.

ESTADÍOS ONTOGÉNICOS DE LA COLUMNA VERTEBRAL.


La columna vertebral pasa por tres estadíos:
a).- Estadío de blastema cordal mesénquimatoso.
Abarca desde la aparición de la notocorda, y cordo mesoblasto, hasta la invasión paulatina y
progresiva del esclerotomo. Se corresponde con los Horizontes VIII al XIV de Streeter.
b).- Estadío cartilaginoso.
Abarca del Horizonte XIV de Streeter, al II Período fetal.
c).- Estadío óseo.
Abarca del II Período fetal, hasta los 21 años de vida extrauterina donde termina el período de
osificación.

Colocar aquí LA FIGURA 7-1.


Figura 7-1.
Visión esquemática de un embrión del Horizonte XIII de Streeter de 4,5 mm. Y 28 días postfecundación.
1). Vesícula óptica. 2). Somita oculo-motor de Furbringer. 3) Trigémino. 4). Masticador. 5). Facial y estato-acústico. 6). Vena capitis prima.7). Vesícula
ótica. 8). 1º arco branquiógeno. 10). 2º arco branquiógeno. 10). Glosofaríngeo.11). Neumogástrico. 12). Espinal. 13). Hipogloso. 14).15). Conducto
arterioso. 16). Aorta. 17). Tubo digestivo. 18). Neurómero. 19). Vena cardinal. 20). Gononefrotomo. 21). Futura cava superior. 22). Corazón. 23). Cordón
umbilical. 24). Cloaca. 25). Futura vena cava inferior.

ESTADÍO MESENQUIMAL.
Sistematización del blastema mesenquimal osteogénico.
A partir del Horizonte VIII de Streeter se esboza la organización vertebral mesenquimatosa osteogénica, por tres
acúmulos:
a).- Acúmulo cordal.
Se sitúa alrededor de la notocorda y representa el primordiúm del cuerpo vertebral. Horizonte
XV
de Streeter
b).- Dos acúmulos anteriores.
Constituyen los primordios de los arcos víscerales. o pleurapófisis. Horizontes IX al XVI de
Streeter.
c).- Dos acúmulos posteriores.
Constituyen los primordios del arco neural. Horizontes IX al XVI de Streeter.

INTEGRACIÓN DE LOS PRIMORDIOS.


Constitución de la vértebra.
Cada vértebra, resulta de la confluencia de sus primordios. Esta confluencia, se realiza en íntimo contacto e
inducción recíproca con el miotomo, y neurótomo, o matrices de los músculos y nervios del metámero respectivamente;
por lo cual, ya desde su origen, están inducidos e integrados en una unidad, funcionando desde el principio como
ligamentos activos.
Estas inducciones para Münsterberg, se producen por la acción combinada del gen Wnt, inducida por las acciones
del gen de expresión miogénica b Hlh, en la diferenciación de la expresión del somita. Fenómeno que completan los
trabajos de Roehlink, sobre la inducción del gen Vhh 1, en la diferenciación del proceso neuronal, en la sistematización
somítica, de tal manera que, la planificación, se realiza conjuntamente en la notocorda, tejido nervioso, y dispositivo
somítico.

ESTADIO CARTILAGINOSO.
Desarrollo durante el estadío cartilaginoso. Puntos de condrificación. Membrana reuniens.
Comienza en el Horizonte XVII de Streeter, por la invasión de una serie de puntos de condrificación, que van
sustituyendo a las células mesenquimatosas
Se constituyen:
a).- Dos puntos de condrificación notocordales.
A cada lado de la notocorda, a la que van comprimiendo.
b).- Dos puntos de condrificación de las arcualias.
Se colocan en la base de los arcos neurales y víscerales, o costales.
c).- Membrana reuniens en las arcualias dorsales.
Los puntos de condrificación de los arcos neurales tardan en fusionarse, por ello, (en la parte
media dorsal entre lo que será la apófisis espinosa).- queda un espacio en estado membranoso, que se denomina
membrana reuniens, y que, ante la carencia de la vitamina PP o ácido fólico, durante el embarazo, da lugar a una
raquisquisis, por no llegara formarse las apófisis espinosas. La cratilaginización de esta membrana ocurre al
acabar el Horizonte XXIII de Streeter, detectable por Ecografía.
d).- Membrana reuniens en las arcualias ventrales.
Los puntos de condrificación de los arcos costales no se funden con los del cuerpo y , entremedio se
queda en fase membranosa, que aquí constituirá otra membrana reuniens, en la región dorsal. En las demás
regiones, sufrirá el proceso de sinóstosis característico.

Disco y núcleo pulposo.


Entre los esbozos de los cuerpos vertebrales, permanece la notocorda en fase activa, y como consecuencia, al no
envejecer por su influjo, el mesénquima, permanece en fase membranosa, que le hace comenzar a adoptar un aspecto
arrosariado. Esta zona retrasada en la diferenciación, constituye el disco intervertebral con el anillo fibroso en la
perifería, y el núcleo pulposo en su centro.

ESTADIO ÓSEO.
Puntos de osificación.
El tercer estadío u óseo, es el comienzo de la osificación vertebral. Se origina en el Período fetal II , a partir del
esbozo de la D12 , y no terminará hasta que todos los puntos de osificación se suelden, lo que ocurre sobre los 21 años. Se
realiza por la aparición de puntos de osificación.
a).- El primer punto de osificación vertebral o del cuerpo.
Es el punto principal del cuerpo vertebral. Aparece en el II Período Fetal. Suele aparecer en la Vértebra
D12, o L1,y crece en sentido cráneo-caudal.
Las caras, superior e inferior de la vértebra, continúan en estado cartilaginoso, constituyendo la matriz
de crecimiento o epífisis vertebral, hasta que entre los 11 a los 15 años, aparecen a partir de esta epífisis, dos
puntos de osificación secundarios o epifisarios, que terminan soldándose a la vértebra a los 20 años.
b).- Puntos de osificación de los arcos neurales, y víscerales.
Los arcos neurales se osifican por dos puntos de osificación primarios laterales, que forman la láminas
y los pedículos.
Aparecen antes que los de los cuerpos vertebrales, en las vértebras cervicales. Se funden con el cuerpo
sobre los 5 años.
Los arcos víscerales, presentan los puntos de osificación al mismo tiempo que los neurales, y presentan
su máximo desarrollo en la región dorsal. En las regiones cervical y lumbar, sufren un proceso de metaplasia.
Los puntos de osificación secundarios o complementarios aparecen sobre los 18 años, y acaban de
modelar las apófisis transversas y las espinosas.
La sinóstosis definitiva termina a los 20 años.

SINOPSIS.
Podemos resumir, indicando que cada vértebra consta de 8 puntos en total, que podemos sistematizar en:
Cuerpo:
a).- Uno principal.
b).- Dos complementarios.
Arco neural.
a).- Dos para las láminas.
b).- Dos para la apófisis transversa.
c).- Uno para la apófisis espinosa.
Arco vísceral.
a).- Uno para la cabeza de la costilla.
b).- Uno para el cuerpo de la costilla.
c).- Uno para la tuberosidad de la costilla.

PUNTOS DE OSIFICACIÓN DE VÉRTEBRAS ESPECIALES.

Atlas.
O primera vértebra cervical.
a).- Un punto de osificación para el arco anterior,
que aparece al 1 año de vida extrauterina.
b).- Dos puntos laterales de las masas laterales.
Que aparecen en el Horizonte XXV de Streeter y se funden con los puntaos laterales a los 3
años, y con el punto anterior a los 9 años.

Axis.
O segunda vértebra cervical.
a).- El punto para el cuerpo.
Aparece en el Período fetal II.
b).- Los puntos para la apófisis odontoides.
Son dos, uno a cada lado, y aparecen al mismo tiempo que el punto del cuerpo. Se funden a los 6
años.
c).- El vértice de la apófisis odontoides.
Tiene un punto complementario que aparece a partir de los 3 años.
d).- El punto epifisario inferior del cuerpo del axis.
Es el punteo epifisario. Aparece a los 15 años, y se suelda a los 20 años.
e).- Los puntos laterales del arco neural.
Aparecen en el Período fetal II, y se funden con el cuerpo en el Período fetal III.

Sacro.
Se constituye por una sinóstosis fisiológica de determinadas vértebras.
a).- Cuerpo del sacro.
Se constituye por la sinóstosis de los puntos de las 5 vértebras que lo forman. Aparecen en el
Período fetal III. Se funden a los 30 años.
b).- Puntos epifisario.
Son 4 los puntos epifisarios. Aparecen a los 18 años.
c).- Puntos costales o de los arcos víscerales.
Son 4 puntos y aparecen desde el Período fetal III, hasta los 2 años.
d).- Puntos del arco neural.
Son 4 puntos dobles que aparecen en el Período fetal III .
e).- Punto de la cresta media posterior.
Es un punto secundario, que representa a la apófisis espinosa. Aparece a los 15 años.

Coxis.
Es un hueso en involución por la pérdida del apéndice caudal en la especie humana, por
su postura erecta tanto en la estática y en la dinámica. Resulta de la fusión de 7 puntos.
a).- Puntos del cuerpo del coxis primarios.
Son 4 puntos centrales, de los cuerpos vertebrales. Suelen aparecer en el Período fetal III.
b).- Puntos epifisarios.
Son 3 puntos complementarios. Aparecen entre los 4 y los 12 años. Se funden entre los 25 y los
30 años.

SEGMENTACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL.


Como ya sabemos por organogénesis, y dado el proceso de crecimiento metamérico de los vertebrados, el raquis,
aparece segmentado en piezas, llamadas vértebras.
Estas, sufren en su desarrollo, distintos matices, (en la diferenciación metaplásica del mesénquima hacia el
esclerotomo)).- en relación con las diferentes capacidades funcionales de sus sectores.
Esto, ha hecho de ella, el que no sea una columna rígida, sino elástica, constituida por las diferentes piezas o
vértebras que la integran.
Decimos elástica, porque en la constitución del raquis han intervenido, diferentes metaplasias, integrantes de la
sistemática metamérica de la Unidad del Individuo. Sistemática que se caracteriza por un cambio de dureza en la
evolución del Esclerotomo
Esta diferencia de dureza de las distintas partes de las piezas de las vértebras, que la componen, es diversa, y está
en relación con el nivel de la vértebra y el material que la constituya.
Con respecto al material, es distinto el segmento, según proceda de los pleurocentros, (que dan lugar a los
cuerpos vertebrales).- o de los intercentros, (que constituyen los discos vertebrales).- Como consecuencia de esta
alternancia, se rompe la rígida unidad de la columna, para transformarla en una columna elástica, para poderse adaptar a
las cargas que reciba en los distintos niveles de ubicación..

COLUMNA VERTEBRAL EN CONJUNTO.


La columna vertebral en conjunto, es un todo esquelético elástico. Para ello tiene que poseer, como hemos
indicado, una cierta resistencia y una fragmentación metamérica en piezas de distinta dureza, que originan una serie de
curvaturas de sentido diferentes, (lordosis, cifosis).- encaminadas a:
a).- Superar el ángulo de enderezamiento del tronco.
Que no puede ser absorbido solamente con la retroversión de la pelvis, por la cintura pelviana.
b).- Aumento de resistencia a las cargas,
Característica de las columnas elásticas, sujetas a la Ley del Pandeo.

BIODINÁMICA DE LA COLUMNA VERTEBRAL.


Ley del Pandeo.
La filosofía que rige en Osteopatía, con el concepto unitario del Ser vivo, nos hace comprender que, en principio,
debamos de estudiar en conjunto este elemento, que denominamos columna vertebral o raquis,. Ello debido al hecho de
que, como hemos indicado, por razones embriológicas, se ha transformado en el vital significado funcional de pasar de ser,
una columna rígida, a una columna elástica.
Este hecho de la biodinámica anatómica vital, la ha transformado, aumentando su capacidad de resistencia, al
convertirla como hemos dicho, en una columna elástica, que en los momentos de carga, se rige por la ley del Pandeo, que
como sabemos, se expresa:
…”La resistencia a la carga de una columna elástica, corresponde al número de curvaturas que la integran al cuadrado,
mas uno, con respecto a la resistencia del material que la compone, de ser rígida”….
Cuya fórmula es:
R= C2+1
en donde:
R= a la resistencia que aguanta la columna a la carga, y
C= Numero de curvaturas.
Lo cual hace que, al tener la columna 4 curvaturas, (2 escoliosis y 2 cifosis).- la fórmula aplicada a la especie
humana, se traduce en:
R= 42+1
Es decir aguanta:
17 veces la resistencia del tejido óseo.

EVOLUCIÓN DE LAS CURVATURAS CLÁSICAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL.


Ley de Bauer.
...” La ontogénesis, repite a grandes rasgos, los caminos de la de la filogenia”...
Al igual que ocurre con la evolución filogenética, en el proceso ontogénico humano, la notocorda y el
cordomesoblasto, (primordiúm de la columna vertebral).- poseen al principio, una sola curvatura, de convexidad posterior,
al igual que en el desarrollo de los cuadrúpedos.
En el Período fetal III, comienza a enderezarse la columna vertebral. Empieza por la zona que va a soportar
mayor presión de carga, es decir, por la región lumbar.
A lo largo del primer año de vida extrauterina, el raquis es rectilíneo, pero comienza a esbozar una lordosis
compensadora en esta región lumbar, así como otra lordosis, en la región cervical. Esta última, con ligeras modificaciones,
sobre todo al nivel de la transmisión de la carga del bloque cráneo-atlo-axoideo, al resto de la columna cervical.
A partir de los tres años, al comenzar a caminar, estas lordosis se acentúan. Es, a los diez años, cuando podemos
considerar que ya está trazado el diseño de las curvaturas definitivas.

ÍNDICE RAQUÍDEO
Índice de Delmás..

...”Es la relación que existe entre el cociente de la longitud alcanzada por el raquis, (desde la cara externa de la
primera vértebra sacra hasta el atlas).- y la altura vertical de estos mismos elementos. Y este cociente, multiplicado por
cien”...
Es un índice, que se debe de medir sobre piezas anatómicas, o sobre las oportunas radiografías laterales del
raquis. Nos puede aportar a la importancia de las curvaturas, ya que estas, presentan variaciones individuales.
El índice normal es de 95.
Los límites extremos de un raquis normal abarca de 94 a 96.
Biotipos de Delmás
Como consecuencia de este índice, Delmás los clasifica en:
a).- Biotipo funcional dinámico
Con curvas acentuadas, y un índice raquídeo < 94.
b).- Biotipo funcional estático.
Con un curvas no acentuadas, y un índice raquídeo > 96.

METAMERIZACIÓN GLOBAL DEL ORGANISMO.


Somatización de la sintomatología vísceral.
Esta organización, se debe al patrón metamérico al que está sometido el desarrollo. Es decir a la planificación
genética metamérica que lo rige.
La sistematización de este desarrollo da lugar a una serie de períodos, de los cuales el período somítico, (que
corresponde, a los horizontes de Streeter X, XI, XII, y XIII, que abarca desde el día 22º hasta el 28º, postanfimixia).- es el
período fundamental, en donde se establece la base del metámero como unidad general de crecimiento.
Otro hecho importante a tener presente en el estudio del organismo humano, (como en el de cualquier otro
vertebrado).- es que la metamerización, corresponde a todo el organismo, parietal y visceral, lo cual en clínica, se expresa
en la proyección de la sintomatología visceral, (por los puntos ten y tiggers, de infinidad de procesos patológicos).- sobre
el dispositivo parietal, lo que se denomina somatización de la sintomatología visceral.

INTERDEPENDENCIA DEL DISPOSITIVO VISCERAL Y EL ESQUEMA CORPORAL.


Dolor referido.
Este hecho, se debe a la interconexión que posee el Sistema Nervioso, que hace que las células sensibles
víscerales, o idiotrópicas, -que sienten pero no son conocidos sus informes en el cerebro del consciente-; sean capaces de
somatizar el dolor, al sinaptar con las neuronas sensibles de la vida de relación u oicotrópicas, -que son las que captan la
sensibilidad extraceptiva del dermotomo, o porción sensible del esquema corporal del metámero, a donde refieren el
dolor-.-
Por estas sinápsis, se refieren, concretamente, las sensaciones tactiles, del tipo que sean, -superficiales profundas,
dolorosa, etc.-, junto con las afectivas inconscientes, que acompañan a cada una de las partes de nuestro organismo, y que
se integran entre sí, en los circuitos reverberantes procedentes, tanto de las paredes del organismo, como de los procesos
viscerales, y siempre dentro del mapa metamérico.
De esta forma se consigue la referencia somática de una afección visceral, algunas veces, muy alejada del punto
de la piel por donde se somatiza, constituyendo el dolor referido.
En este hecho anatómico, se basan todos los capítulos sobre la sintomatología, que nos orientan en el diagnóstico
de una afección visceral, a partir de un punto doloroso en una región de la piel.
CAPITULO 8º.
INTEGRACIÓN UNITARIA DEL ORGANISMO.
Valverde.- Navarro, A.A., Soriano-Lafarga, A., Aparicio-Bellver, L., Sanz-Smith, M.C., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

RELACIÓN BIODINÁMICA DE LA METAMERÍA.


Significado de la integración unitaria de los metámeros.
Este proceso que hemos indicado, sin embargo no va a ser tan simple y esquemático, sino que va a estar sometido
a las variaciones del desarrollo de la potencia prospectiva, o teleológica, que sigue una cronología en la liberación
organizativa de los distintos genes del ADN, (que vienen planificadas en el código genético).- y va a terminar de “esculpir,
y diferenciar”, el proceso morfológico, en relación con la euritmia de las biodinámicas funcionales.
En el futuro, se integrará el sustrato morfológico de los metámeros, en relación con la biodinámica de las
distintas regiones, dentro del concierto funcional de la Unidad Vital del organismo.

SIGNIFICACIÓN BIODINÁMICA DEL ESCLERÓMERO.


En lo que respecta a la diferenciación estándar del esclerotomo, va a estar en relación con los procesos
funcionales, que, a cada nivel son distintos. Por eso no hay una vértebra tipo, ya que cada metámero tiene su biodinámica
morfofuncional distinta, por lo que aparentemente las hace similares, pero totalmente diferentes en sí .

Colocar aquí LA FIGURA 8-1.


Figura 8-1.
Visión esquemática del desarrollo de un feto en el período fetal I de Streeter, ala que se le han seccionado algunas partes laterales.
1). Primordio de la bóveda occipital. 2. Dispositivo apofisario laminar vertebral. 3). Primordio de los cuerpos vertebrales. 4). Ala orbitalis esfenoidal. 5).
Apófisis cristagali. Ala temporal del esfenoides. 7). Tabique nasal. 8). Duragurt de Blechschmidt, o dural girdle, o franjas de duramadre occipital.9).
Cartílago mandibular de Meckel. 10). Clavícula 11). Pete esterno-costal de pleurapófisis seccionado. 12). Sacro. 13). Pulmón. 14). Hígado. 15). Recto.
16). Seno urogenital de la cloaca.

Sin embargo, con el fin de unificar criterios y aun teniendo en consideración estas diferencias, podemos sintetizar
sus funciones en:
1º).- Carga y protección.
Tanto de las vísceras, y paredes del organismo, como del sistema nervioso central.
2º).- Fulcro o punto de apoyo.
De la inserción de los sistemas neuromusculares de cualquier metámero
Entre ellos, integran el elemento anatómico que denominamos vértebra, y que podemos sistematizarlo en
:
a).- El cuerpo vertebral.
Que soporta la carga.
b).- El dispositivo apofisario.
compuesto por:
 El arco visceral, o pleurapófisis.
Que se encarga de constituir las costillas y sirve de fulcro a la musculatura
intercostal, y derivados prevertebrales, o diferenciada, para proteger a las vísceras.
 ).- El arco neural.
Que se encarga de formar el canal neural constituido por: los pedículos,
láminas de las vértebras, y ligamentos amarillos, así como el proceso apofisario,
constituido por:
a).- La apófisis espinosa.
b).- Las ziga-apófisis anteriores o apófisis articulares superiores.
c).- Las ziga-apófisis posteriores o apófisis articulares inferiores.
d).- Las para-apófisis o apófisis transversas.
e).- La diapófisis o porción superior articular, de la apófisis transversa, con
la costilla, o pleurapófisis, y sirve de fulcro a las distintas amplitudes, de las diferentes
variables del movimiento cráneo-sacral.

INTEGRACIÓN PROSPECTIVA DE LOS METÁMEROS.

INTEGRACIÓN MORFO-FUNCIONAL.
Sistemas neuro-musculares. Sistemas dermo-neurales, y sistemas angioméricos
Este patrón esquemático, como hemos indicado, se va adaptando entre sí, desde los comienzos del desarrollo,
unificándose con el Sistema Nervioso, (tanto en su porción motora, como sensible, y psicológica).- con relación a las
funciones, inherentes a las correspondientes protecciones.

Colocar aquí LA FIGURA 8-2.


Figura 8-2.
Visión esquemática del proceso de maduración exclerotómica a nivel cartilaginoso de un feto de 49 mm.,período fetal I de Streeter.
1). Primordium cráneo-occipital. 2). Tubo neural. 3). Láminas vertebrales. 4). Cartílago de Meckel o arco mandibular. 5). Primordium de cerebelo. 6).
Primordio de arco visceral, o costilla o pleurapófisis.7). Se han seccionado los arcos viscerales para ver a las vísceras. 8). Apófisis costiformes lumbares.
9). Esbozos del sacro. 10). Esbozos de la pelvis.11) Esbozos del duragurt occipital del cráneo sindesmal.

Siempre, supeditando a la Unidad Individual, las funciones a desarrollar por cada región, (tal como sucede, por
ejemplo, en el abdomen, donde la específica idiosincrasia de sus vísceras, que necesitan transmisión de movimiento, por
parte de las paredes, dando lugar a la metaplasia de esclerotomo a miotomo de los arcos viscerales).- Cosa que no ocurre
en la rígida protección requerida por las funciones de las vísceras torácicas-
Esto hace, que los arcos viscerales, o pleurapófisis, en el ámbito abdominal, sufran, como hemos dicho, una
metaplasia, para formar músculos a expensas del mesénquima, (que debería de haberse diferenciado en hueso).- y que
constituyen los Sistemas Neuro-Musculares, de las paredes abdominales, que con sus contracciones, transmiten la
motilidad, que ayude a realizar el proceso funcional vísceral digestivo.
Los sistemas sensibles, se integran, fundamentalmente, en el dispositivo dermoneural, que como hemos visto
acaba informando, tanto de la sensibilidad del esquema corporal como de la sensibilidad vísceral, y en cada elemento de la
sensibilidad profunda, aunque esta se sienta pero no se conozca, normalmente, debido a la poca intensidad de su potencial,
y a encontrarse en el terreno del intus, así como de la afectación psicológica, que se integra tras la reverberación de todos
los potenciales en los circuitos neuronales de Ranson.
Todos estos sistemas Neuromusculares y Dermoneurales, y Psicológico, requieren para su nutrición, llevar
siempre un sistema vascular que constituyen el dispositivo o sistema Angiomérico, o ley de la arteria de Still, formado
por:
a).- Una arteria.
b).- Una o dos venas.
c).- Una red de vasos linfáticos.
Shalaby, considera que, en la formación de los islotes de Wolf y Pander, como en toda la vasculogénesis interviene
el gen Klk-1, habiéndose observado por Coffin, como del tronco arterial aórtico, y concretamente de la porción más dorsal
de la misma, (en las regiones dorsales y lumbares).- se diferencian las arterias intersegmentarias. Diferenciación que se
realiza sincrónicamente con la diferenciación de los neurómeros, somitas y esclerómeros vertebrales, que acompañan a la
emigración de los sistemas neuromusculares de ellos. Unificándose para subvenir las necesidades nutritivas en los
momentos funcionales de estos.

UNIFICACIÓN BIODINÁMICA CRÁNEO-SACRAL.


Interrelación esclerotomo- neurótomos.
Este proceso que hemos indicado, sin embargo no va a ser tan simple y esquemático, sino que va a estar
integrado sometiéndose a las variaciones del desarrollo de la potencia prospectiva, (que viene planificada en el código
genético).- y va a terminar de “esculpir, y diferenciar”, como ya hemos indicado más arriba, el proceso morfológico, en
relación con la euritmia de las biodinámicas funcionales.
En el momento actual, y basándose en las razones, organogenéticas de la diferenciación y constitución de la
columna vertebral, (dada su dependencia con el Sistema Nervioso).- se considera que la columna vertebral incluye, junto
con el concepto clásico, el de la vértebra cefálica o Cráneo. Unificación esta que no es arbitraria, ya que nos explica el
movimiento cráneo-sacro de Sutherland, y Upledger..
Las regiones que la constituyen son las clásicas, y las expondremos siguiendo el orden cronológico de su
formación embrionaria, en relación con la diferenciación del Sistema Nervioso Central, al cual tiene que proteger.

PARÁMETROS DE LA SISTEMATIZACIÓN OSTEO-NEURAL.


Intimas relaciones en la sistematización esclero-neural.
Por ello debemos de sistematizar ampliamente este sistema nervioso, atendiendo a varios parámetros.
1º).- Parámetro que protege el desarrollo del Arquencéfalon, o Encéfalo.
Viene representado por el Cráneo
2º).- Parámetro que protege al desarrollo del cordoencefalon, o Médula Espinal.
Viene representado por la clásica Columna vertebral o raquis.
Dentro de este parámetro unificador esclero-neural, se incluye la unidad morfo-funcional del equilibrio viscero-
somático, atendiendo al dispositivo visceral neural en:
A).- Arquencéfalon o Prosencéfalo.
1º).- Cerebrales.
a Conscientes
b . Subconscientes:
 Preconscientes,
 Postconscientes.
2º).- Diencefálicos.
a).- Inconscientes: Intus
B).- Cordoencefalo.
1º).- El tronco de encéfalo:
Inconscientes: Intus.
a Mesencéfalo, o pedúnculos cerebrales.
b).- El romboencéfalo:
 Metencéfalo, o protuberancia anular.
 Mielencéfalo, bulbo raquídeo.
 Cerebelo,
 º).- Médula espinal.
Inconsciente: Intus

Colocar aquí LA FIGURA 8-3.


Figura 8-3.
Visión esquemática del conducto cráneo-raquídeo de un feto a término.
1). Seno longitudinal superior. 2). Hoz del cerebro. 3). Seno longitudinal inferior. 4). tienda del cerebelo. 5). Seno lateral. 6). Telencéfalo. 7). Cerebelo. 8).
Tronco del encéfalo. 9) Huso medular cervical. 10). Médula dorsal. 11). Huso medular lumbo-sacro. 12). Cola de caballo. 13). Raíces raquídeas
penetrando en los agujeros de conjunción hacia el cambium facial.

ANALÍTICA DE LAS REGIONES DEL RAQUIS, SEGÚN LAS ESCUELAS.


Integración viscero-esquelética.
Estas modificaciones, llevan impresas las evoluciones que tuvo que ir sufriendo la especie, hasta obtener la
adaptación morfológica correspondiente a su biodinámica actual, atendiendo a la repercusión del elemento visceral con
respecto al parietal. Modificaciones que han hecho, que, para estudiar el concepto unitario de la osteopatía, hayamos
tenido que sistematizarla con un criterio analítico, en zonas y regiones.

ESCUELA ALLOPÁTICA.
Por otra parte, estas zonas o regiones no son las mismas, según se analicen con un criterio allopático o con un
criterio osteopático. En Alopatía el raquis esta compuesto de las siguientes regiones:

a).- Cervical.
b).- Dorsal.
c).- Lumbar.
d).- Sacra.
e).- Coxígea, o coccígea.

ESCUELA OSTEOPÁTICA.
Mientras que en el concepto osteopático, se amplía a partir del concepto de William Gariher Sutherland, quien
considera la vértebra craneal, e introduce la terapia cráneo-sacra, quedando en consecuencia el raquis sistematizado en las
porciones:

a).- Craneal.
b).- Cervical.
c).- Dorsal.
d).- Lumbar.
e).- Sacro
f).- Coxígea, o coccígea.

Consideraciones de estos dos conceptos.


Consideramos que este concepto osteopático, se acerca más a la visión unitaria, ya que la, morfología y función,
de las dos primeras regiones, están imbricadas entre sí, en razón de la supeditación de la una sobre la otra, tanto desde el
punto de vista organogenético, como también en la consecución de sus respectivas biodinámicas.

CAPITULO 9º.
SINOPSIS DE LA CONSTITUCIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL.
Broseta-Prades, M.J., Martinez-Soriano, F., Ruiz-Torner, A.,Renovell-Martinez., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

VÉRTEBRA TIPO.
Características de una vértebra tipo.
En el patrón metamérico constitutivo de la columna vertebral, existen unas ciertas similitudes, en la sistemática
del desarrollo de las distintas porciones del raquis.
Sin embargo, éstas son morfológicamente distintas, con relación a su biodinámica, dado que ésta, es distinta en
cada metámero, por variar la ecuación forma-función que hace que cada vértebra sea igual pero diferente, debido a la
inducción que la potencia teleológica, ejecuta sobre los diferentes genes, para conseguir estas diferencias.
No obstante, y con fines didácticos, y basados en que existen unas groseras similitudes, podemos permitirnos
realizar un recuerdo, de las características de los distintos elementos que integran una vértebra, y mediante una eocación
comparativa, extraer una descripción virtual, ideal, o vértebra tipo, indicando que entre vértebra y vértebra existe el disco
vertebral. Todo lo cual lo podemos resumir en :

A).- EL CUERPO VERTEBRAL.


 - Intracentro.
Donde es fácil apreciar, en Radiología y en diagnóstico por la imagen, (según la distinta densidad del Ca).- la
abocadura de la primitiva arteria nutricia embrionaria, del metámero.
 - Pleurocentros.
El intracentro, se encuentra situado, entre el pleurocentro inferior del somita superior, y el pleurocentro superior
del somita inferior, Entre los tres elementos constituyen el cuerpo de la vértebra, que como vemos está formado la unión
de dos porciones de somitas adyacentes.
Este cuerpo vertebral, suele ir aumentando de tamaño, prácticamente en todos sus diámetros, debido a la
variación de la carga que gravita sobre él.

B).- EL DISCO INTERVERTEBRAL.


También llamado intercentro, marca la presencia del disco intervertebral. Corresponde a la frontera entre los dos
somitas adyacentes, y juega un papel definitivo en la estabilidad. Constituye normalmente las zonas más estables de toda
la columna.
Los discos intervertebrales, en relación con la carga y su biodinámica específica y particular, presentan el grosor
correspondiente. Siempre más finos que la masa de los cuerpos.. Esto, unido al anillo fibroso, (que lo delimita
periféricamente), junto con las uniones ligamentosas adyacentes, y sus relaciones con las fascias endotorácicas, tendinosas,
y aponeurótico-musculares, demuestran que están diseñados, para favorecer la estabilidad, tanto en la estática como en la
dinámica.
Como consecuencia el movimiento, adquiere la mínima expresión morfológica necesaria.

C).- EL ARCO NEURAL.


Formado por las arcualias basi-dorsales e interdorsales
Que se encarga de la protección del Sistema Nervioso Central. Forma los pedículos, láminas de las vértebras,
ligamentos amarillos y los procesos apofisarios, es decir:
a).- Arco neural:
 Láminas y ligamentos amarillos.
Constituyen, a partir de los 18 años, (por osificación del ángulo clivo-esfenoidal).- los
elementos encargados de la biodinámica del movimiento Cráneo-sacral de Sutherland y
Upledger. Van a ser nuevos fulcros, que se van a encontrar ubicados en los agujeros de
conjunción. y que darán que da origen al Movimiento Respiratorio Primario, o M.R.P., a partir
de la edad adulta
 ).- Pedículos..
Que se encargan de unir las, láminas de las vértebras, al cuerpo vertebral.
Limitan los agujeros de conjunción vertebral, por donde emergen los Nervios
Raquídeos, junto con el dispositivo angiológico, y el cambium fascial..
Son el lugar donde la fascia de tensión recíproca o meníngea, se diferencia y
continua, a nivel del segmento denominado cambium, con todas los distintas diversidades o
diferenciaciones, que constituyen, (valga la redundancia).- las acepciones denominadas fascias.
b).- Proceso apofisario.
 .- La apófisis espinosa.
Formada por la confluencia de las dos láminas.
 .- Las apófisis articulares superiores, ó ziga-apófisis anteriores.
 .- Las apófisis articulares inferiores ó ziga-apófisis posteriores.
 .- Las apófisis transversas o para-apófisis.
 .- Las diapófisis o porción superior articular, de la apófisis transversa, con la costilla, o
pleurapófisis

D).- EL ARCO VISCERAL O PLEURAPÓFISIS.


Formado por las arcualias basi ventrales e interventrales.

a).- Arcualias basi-ventrales.


Que sufre una metaplasia y se transforma en Musculatura intercostal, o presomática
b).- Arcualia interventral
Que constituyen las costillas o pleurapófisis.

E).- DISCO INTERVERTEBRAL ó INTERCENTRO.


Es el lugar ocupado por las últimas zonas activas de la Notocorda, consta de:
a).- Núcleo pulposo.
Corresponde a los restos de la notocorda. Biodinámicamente actúa como fulcro de basculación
de los movimientos del cuerpo vertebral.
b).- Disco intervertebral.
Para no salirse del intercentro, las formaciones más antiguas y periféricas de la
notocorda, al envejecer, sufrieron una metaplasia a tejido fibroso que entremezcla sus fibras constituye el disco
intervertebral y rodea al núcleo pulposo,
Si se sale, constituye la Hernia Discal.

DESARROLLO DE LA VÉRTEBRA CRANEAL.

Evolución filogénica.
La vértebra craneal o Cráneo, es uno de los lugares en donde mejor se observa la común interdependencia de
origen, del dispositivo parietal y vísceral.
Ya que, en la relación desde el comienzo del desarrollo organogenético de la víscera encefálica, (por la evolución
filogenética de la especie).- con su continente parietal, se observa como, la intención finalista o potencia teleológica del
desarrollo de esta masa encefálica, obliga, para su protección, a la formación parietal, del Paleocráneo, Neocráneo
Protometamérico, y Neocráneo Auximetamérico.

Biodinámica organogenética.
Estos esclerotomos, al no poder desarrollarse, totalmente, de lo segmentos, o metámeros del mesénquima
paracordal retrosomático, lo sustraen del segmento adyacente, paracordal presomático, el cual, a este nivel, era el
primitivo territorio prospectivo de la cara y porción presomática de la región cervical.
Esta agresión, produce una lesión privativa en esta porción del embrión, la cual será, reparada por el mesénquima
perivisceral, que realizará posteriormente, la restauración , de esta usurpación, dando lugar a la cara y cuello definitivos.
Naturalmente, la evolución de estas sustracciones de mesénquima parietal, alteran el proceso inherente a la
distribución del desarrollo del cuello, con respecto al patrón primitivo, que estos somitas cervicales (reabsorbidos para la
formación del cráneo).- tuvieron en otras especies.

REPERCUSIÓN DE LA BIODINÁMICA ORGANOGENÉTICA CRANEAL EN LA PATOLOGÍA.


Este hecho, aclara la complejidad de la sintomatología inherente a la patología de gran parte de las cráneo-
cervicalgias, y la relación de puntos tigers, a distancia, (o en gatillo).- que poseen, dado que, procesos anatomo-
funcionales como la respiración, presentan, por un lado el núcleo del nervio frénico en el último Neurómero cervical, (de
los cuatro primeros somitas cervicales, de la cuerda del cuello).- pero, por las emigraciones debidas a los procesos de las
craneogénesis, la inserción funcional y los futuros síntomas de sus patología, se van a referir a la zona de frontera entre
tórax y abdomen.
Una cosa similar, ocurre con los dispositivos viscerales, cervicales y los sistemas neuromusculares, procedentes
del mesénquima peridigestivo, encargados, (como hemos dicho, de reparar las sustracciones realizadas para la constitución
del cráneo).- que se integran al cuello a partir de los arcos branquiógenos, formando los denominados rombómeros, (ver
capítulo 4º).-
Este proceso organogenético, da lugar, en el sentir de Escolar, a los somitas branquioméricos, de los sistemas
neuromusculares, masticador, facial, deglutor y fonador, acompañados de sus correspondientes inervaciones, tanto
mioleióticas, como miorrabdóticas, así, como las sensibles oicotrópicas e idiotrópicas, junto con los procedentes de la
citada cuerda del cuello, en los sistemas neuromusculares, hipogloso, espinal, y frénico que ya hemos indicado.
Todos estos sistemas neuromusculares, se integrarán entre si, junto con los restos de los sistemas
neuromusculares retrosomáticos y presomáticos, para componer las cadenas musculares de Busquet, que regirán la
biodinámica del cuello, junto con el dispositivo vascular. No debemos de olvidar que, cada uno de estos sistemas, lleva
satélite un dispositivo vascular, que corresponde al cuarto principio de Still, o:
...”La regla de la arteria que es absoluta”...

CRESTA DE WOLFF.
Por otra parte, en este dispositivo cervical, y corroborando el principio osteopático de que ...”todos los sistemas
son interdependientes”... no debemos de olvidar que, de este mismo cuello, se va a diferenciar el miembro superior, a
partir de la línea o cresta de Wolff craneal, junto con las vísceras procedentes de los metámeros, C4, C5, C6, C7, C8, D1,
constituyendo una unidad, genético-funcional, con lo cual, en la biodinámica y en la patología cervical hay que tenerles
presente.
Este dispositivo integrador, se origina igualmente en los metámeros lumbo-sacros, de los que arranca el miembro
inferior, con la aparición de la cresta de Wolff caudal, que se extenderá en los metámeros L2, L3, L4, L5, S1, S2, S3,.
Esta imbricación, sobre todo a partir de los metámeros S1, S2, S3, afecta también a los arcos viscerales, que, en la
simbiosis adaptativa morfo-funcional, constituyen la pelvis.
Todo lo cual, como es fácil comprender, en esta integración organogenética del polo caudal del cuerpo, nos
explica la interdependencia de sus procesos patológicos.
INTEGRACIÓN PROSPECTIVA DE LOS METÁMEROS.
COLUMNA CÉFALO-CERVICAL.

Este patrón esquemático, como hemos indicado, se va adaptando desde los comienzos del desarrollo,
unificándose a las correspondientes protecciones, tanto neurales, como viscerales, siempre supeditándose con las
funciones a desarrollar por cada región.

REPERCUSIÓN DE LOS PROCESOS DE ENCEFALIZACIÓN, EN EL DESARROLLO DEL RAQUIS.


CRANEOGÉNESIS.
En el caso del desarrollo del sistema nervioso, la enorme capacidad funcional de la vesícula telencefálica, para
conseguir el conocimiento, (donde tienen que integrarse entre sí todos los potenciales generados por todas la vesículas
nerviosas), exige la formación de un amplio receptáculo que lo albergue y proteja, con un dispositivo óseo, denominado
cráneo.
Este proceso, sabemos que, filogenéticamente, en animales vertebrados inferiores, (como dentro de los peces en
los ciclostomos), fabrica un cráneo, con las láminas que constituyen el arco neural, de la misma manera que formó en una
vértebra alrededor del mielómero correspondiente, pues el calibre telencefálico en estas especies, es igual, y en algunos
casos inferior al de la médula, constituyendo el cráneo primitivo o paleocráneo.

PALEOCRÁNEO HUMANO.
En los animales vertebrados superiores, y concretamente en la especie humana, prácticamente no existe similitud
entre ellos a simple vista, si no recurriésemos a procederes de estudio de Anatomía Comparada o de Filogenia, arrancando
desde el proceso embriológico, siguiendo la regla de Escolar, y corroborando la ley de Bauer.
En un principio, la reserva de material mesenquimal encargada de constituir los arcos neurales craneales, (o
cráneo a este nivel), a partir de las láminas vertebrales, y ligamentos amarillos, no es suficiente, (fundamentalmente a
partir de los mamíferos), con el mesénquima asignado en general, es escaso, o por mejor decir insuficiente, ya que
solamente, dentro de los peces, los ciclóstomos, como la lampea, consigue la protección de su primitivo cerebro, en la
constitución de un primitivo cráneo, basado en el modelo de las láminas vertebrales, que hemos denominado Paleocráneo.
Este hecho, de la Filogenia, también ocurre, en la especie humana, ya que aparece en el comienzo del desarrollo,
concretamente, al finalizar el período de Germen, y comenzar el albor del periodo de Embrión;(ver capítulo 1º), es decir
en el horizonte VIII de Streeter del desarrollo, en un ser humano de 18/19 días desde la anfimixia o fecundación, y de una
longitud de 500 a 1000 micras
Conforme se asciende filogenéticamente, en las especies superiores, con más desarrollo cerebral, también aparece
en ellas el Paleocráneo, utilizando los somitas cefálicos más craneales. Pero este material esclerotómico, no llega a
envolver a la masa encefálica, sino que solamente corresponde, a lo que en el cráneo adulto constituye, prácticamente, la
lámina cribosa etmoidal, o segmento de paleocráneo humano, que como es fácil comprender, no constituye una
protección correcta de toda la masa encefálica.

NEOCRÁNEO PROTOMETAMÉRICO.
Para lograr este fin, la Naturaleza, utiliza, al mesénquima total de casi todos los somitas cefálicos, (incluso las
partes correspondientes a los arcos viscerales, que debieron de desarrollar la cara primitiva).- a excepción de los primeros
somitas cefálicos u oculomotores de Furbringer.
En consecuencia, el mesénquima del resto de los somitas cefálicos aludidos, pasa a utilizarse para constituir el
primordio mesenquimal del Neocráneo Protometamérico, que corresponde, en el cráneo adulto de un mamífero adulto, a
las formaciones craneales anteriores al agujero rasgado posterior.
Este proceso, comienza a diferenciarse en nuestra especie, en el Horizonte X de Streeter; es decir en el embrión
humano de 22+/).,1 día , (desde la anfimixia), de una longitud 1,5 a 2 mm., y de 1 mg., de peso.

NEOCRÁNEO AUXIMETAMÉRICO.
Para el desarrollo del resto del cráneo, o Neocráneo Auximetamérico, el organizador de Speeman, emplea
además, el mesénquima de los primitivos somitas cervicales, es decir, de los somitas occipitales e hipoglósicos, que van a
constituir la parte de cráneo caudal, (en el adulto).- al agujero rasgado posterior.
En la especie humana, viene a comenzar a diferenciarse en el Horizonte XVIII de Streeter,; es decir en un embrión
humano de 37+/-1 día (desde la anfimixia).- de 14 a 16 mm de longitud.

REGIÓN CERVICAL DE LOS MAMÍFEROS


Este proceso, explica la reducción, que en Anatomía Comparada se observa, en la longitud del cuello, desde los
dinosaurios, hasta los mamíferos, ya que estos, solo poseen las siete vértebras cervicales, características de todos los
mamíferos, desde la jirafa, hasta el delfín, pasando por el hombre.

BOCA PRIMITIVA, ESTOMODEO.


Esta biodinámica organogenética, al sustraer el mesénquima para la formación del cráneo, deja una falta, o
carencia de material para el desarrollo de la cara, produciendo en el extremo oral del tubo digestivo, la presencia de una
enorme boca primitiva, que se extiende desde la primitiva órbita, hasta la fosita supra-esternal del tórax, es decir,
ocupando lo que será, toda la futura cara y la porción anterior del cuello.
REPARACIÓN BRANQUIÓGENA. ARCOS BRANQUIÓGENOS.
Para obstruir este orificio bucal, y concomitantemente, (conforme el mesénquima, iba siendo sustraído para la
función cráneo-formadora), se establece desde un principio, la unión directa, del ectodermo y endodermo, dando lugar al
estomodeo, o membrana bucal, que permanece cerrada, durante todo el proceso de reparación y cierre de esta boca
primitiva, desarrollo de la cara y región anterior del cuello.
Esto se consigue, por la a aparición de las formaciones mesenquimales peri-digestivas, que, creciendo entre el
ectodermo y endodermo, dan lugar los arcos branquiógenos, regidos genéticamente por los genes Hox y Kros, que
desarrollan los rombómeros, (ver capítulo 4º).- de donde se desarrollan la cara y la porción ventral del cuello.

APOPTOSIS DEL ESTOMODEO.


Realizada esta reparación, aparece la permeabilización del estomodeo, por un proceso de Apoptosis, -o muerte
celular programada en el genoma-, Estos mismo genes fueron rigiendo y adaptando la morfología, no solo de la cara, sino
del cuello, variando el esquema primitivo clásico de desarrollo, atendiendo a la intención finalista de esta extremidad,
siempre dentro de la unidad vital del individuo.
Esta biodinámica organogenética, adaptó y ciñó la Anatomía a su potencia prospectiva, orientada
fundamentalmente, al significado que iba a jugar en la vida postnatal, que podemos resumir sucintamente, además de los
otros muchos existentes, en él en:
1º).- Procesos fisiológicos interrelacionados.
2º).- Procesos patológicos de complicada sintomatología, si se ignora el desarrollo embrionario.
3º).- Alteraciones en la expresión del parámetro psicológico, ya que los branquiómeros proceden de mesodermo
visceral peridigestivo, y por lo tanto sometido a la reacción visceral afectiva, (no nos olvidemos que este origen
embriológico, es la base del refrán de que, “la cara es el espejo del alma”).
CAPITULO 10º.
SINOPSIS DE LA COLUMNA VERTEBRAL. (Continuación).
Pérez-Moltó, F.J., Perales-Marín, R., Peris-Sanchis, R., Olucha-Bordonau, F., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

SINOPSIS.
Como hemos indicado en los capítulos precedentes, aun procediendo de hojas blastodérmicas distintas, la
potencia teleológica, actúa sobre los genes, y hace que estos induzcan las diferenciaciones de las mismas, para conseguir
en conjunto, la intención finalista, (aun a pesar de formar órganos y sistemas aparentemente distintos), plasmada en la
unidad , anatomo-fisio-psicológica del Ser Humano.
Esta interrelación, se va a poner de manifiesto, en la recíproca interrelación que van a tener, como ya hemos
esbozado, las diferentes vesículas del Sistema Nervioso Central.

VESÍCULAS DEL SISTEMA NEURAL CEREBELO-VESTÍBULO-CUADRIGEMINAL.


El desarrollo de las vesículas encargadas de controlar los reflejos de la dinámica y de la estática, van a actuar
modificando esta formación del cráneo, estableciendo nuevas diferenciaciones esqueléticas que se van a subdividir
sucintamente en los alojamientos para:

1º).- Cerebelo.
2º).- Para alojamiento funcional del sexto sentido, o aparato vestibular.
3º).- Para el proceso reflejo del aprestamiento atencional, en los tubérculos cuadrigéminos.
4º).- Para el proceso reflejo de la facilitación-supresión en todas las vesículas nerviosas, que rige la
euritmia de los actos automáticos.

REPERCUSIÓN EN LA SISTEMATIZACIÓN PRIMITIVA.


La biodinámica que requieren, en el adulto, todos estos procesos funcionales, exige una perfecta información
sensorial e integración nerviosa, y consecuentemente, una correcta irrigación, por lo cual, el patrón clásico estatutario
organogenético, se va alterar, adaptándose a las nuevas necesidades, obligando a:
a).- Una atrofia del esquema primitivo de la sistematización,
y consecuente adaptación a los nuevos metámeros branquiogénicos o rombómeros constitutivos del
cuello, lo que repercute morfo-funcionalmente en :
b).- La atrofia de los arcos víscerales o costillas cervicales,
así como, la mayor fijeza de los restos de estas, transformando las articulaciones costo-vertebrales, en
unas sinóstosis,
c).- Para no restar capacidad móvil, a la vez que fijeza, a la columna,
en los lugares en donde estas no pueden establecerse, ser reabsorbidas, y con el fin de dar estabilidad a
los cuerpos vertebrales, desarrollar las excrecencias laterales y anteriores, constitutivas de las apófisis
semilunares, o apófisis de Luchska.

MODIFICACIONES CONSECUTIVAS NEUROVASCULARES CERVICALES.


Todo ello acarrea una serie de variaciones, que se marcan en el desarrollo del cuello, y que podemos
esquematizar, como las más destacables las siguientes:
a).- Englobamiento, en el proceso esquelético,
Para la protección, a los elementos vasculares, y vegetativos, (fundamentalmente a los
Ortosimpáticos), responsables del control del flujo sanguíneo en la irrigación, de gran parte de la masa encefálica, (como
ocurre con la arteria vertebral, base fundamental de la constitución del tronco basilar, de quien depende prácticamente
toda la irrigación del dispositivo cerebelo-vestíbulo-cuadrigeminal).
b).- Protección de los elementos vitales,
Esta protección de la arteria vertebral, va a intervenir en el buen desarrollo de los procesos
tróficos, lo que obligó a, (como hemos dicho), alojarla en el agujero transverso del proceso apofisario, por fusión de los
dos tubérculos, anterior y posterior de las atróficas apófisis transversas cervicales.

MODIFICACIONES DEL SISTEMA VEGETATIVO ORTOSIMPÁTICO. NERVIO DE FRANÇOIS FRANC.


Estos mismos riesgos hacen que, el sistema vegetativo ortosimpático, (del cual depende la correcta irrigación,
tanto de la cervical parietal metamérica, como de las visceral y neurales), subsidiario de cadena ortosimpática, hacen que
ésta desgaje unos ganglios cervicales, (relativamente superficiales), el inferior, el medio y el superior, que son de
naturaleza eminentemente visceral.
El resto del dispositivo vegetativo ortosimpático, correspondiente como hemos dicho, a las metaméricas, y
neurales, forman una cadena con siete ganglios que acompañan a la arteria vertebral, alojándose en el interior del agujero
transverso, junto con las venas vertebrales de drenaje, formando el nervio de François Franc.

CONSTITUCIÓN DEL NERVIO DE FRANÇOIS FRANC.


Este nervio de François Franc está integrado:
a).- Por los axónes de las neuronas mioleióticas centrales,
(motoras para la fibra muscular lisa arterial visceral), que acompañan a las raíces de los plexos
cervical y braquial
b).- Por los axones de las neuronas mioleióticas, centrales
Para los vasos metaméricos parietales.
c).- Por los axones de las neuronas mioleióticas centrales,
Para las vísceras cardio-respiratorias.
d).- Por las dendritas de las neuronas idiotrópicas.
De todas la sensibilidades viscerales, que sinaptan, en los ganglios raquídeos, o en las cordonales
medulares, con las neuronas oicotrópicas del dolor somático, del esquema corporal.
e).- La afectación de este nervio,
Cursa con sintomatología muy variada, debido a que por su naturaleza, se afectan todos los apartados
precedentes.

ENCRUCIJADA NEUROVASCULAR ANATOMO-FISIO-PATOLÓGICA, CRÁNEO-CERVICO-BRAQUIAL.


Asa de Wieussens.
Por otra parte, los axones de las neuronas mioleióticas centrales, realizan sus sinapsis, en las neuronas
mioleióticas gangliónicas o periféricas que se encuentran alojadas en el ganglio estrellado, (ubicado en la fosita supra-
retro-pleural de Sebileau).
Forman sus fibras, las clásicas fibras del asa de Wieussens, desde donde arrancan los nervios ortosimpáticos
cardíacos y, adyacentes parasimpáticos (entre ellos el nervio depresor de Ción), con las fibras del parasimpático craneal,
o vago, (procedentes del núcleo cardio-neumo-entero-renal del neumogástrico).
Estas fibras, procedentes del último somita cefálico, que, (al haber quedado, este, sin mesénquima, por haber sido
utilizado para el desarrollo craneal), se unen a las fibras miorrabdóticas del núcleo del fonador, para constituir entre todas,
el nervio neumogástrico, de los clásicos, no debiendo de olvidar que se separan de él para formar el nervio recurrente, (de
tan compleja relación sintomatológica clínica, por sus intimas relaciones con el tronco arterial braquiocefálico, o con el
cayado aórtico, en los procesos aneurismáticos de estos), para terminar buscando a su rombómero, que acaba alojándose
en la laringe, constituyendo la musculatura fonadora.

INTERRELACIÓN ANATOMO-FISIO-PATOLÓGICA CON LA EXTREMIDAD SUPERIOR.


Todo este proceso evolutivo, repercute en el desarrollo de la columna cervical, puesto que, en la primera
diferenciación del miómero, o musculatura retrosomática, se va a desarrollar al unísono con los neurómeros que van a dar
lugar al el plexo cervical, formando en un principio, sus cuatro raíces, junto con los primordios de los cuatro primeros
miómeros presomáticos, en su porción ventral, lo que da lugar a la constitución de los cuatro primeros metámeros
cervicales , que dan lugar, aparte de la musculatura presomática, a una fusión entre sí, constituyendo el magma de la
cuerda del cuello, que, a pesar de estar constituida por los somitas C1, C2, C3, y C4, solo va a diferenciar ventralmente tres
sistemas neuromusculares :

1º).- El sistema neuromuscular del hipogloso


2º).- El sistema neuromuscular del espinal.
3º).- El sistema neuromuscular del frénico.

Constituyéndose una región o encrucijada en donde, los distintos rombómeros, miómeros y neurómeros
intercambian sus fibras, dando lugar a las numerosas asas nerviosas, del facial, del neumogástrico, del glosofaríngeo, del
espinal, e incluso del neumogástrico, etc.
Por otra parte, sabemos que el miembro superior, se forma de los metámeros: C4, C5, C6, C7, C8, D1, cuando, en el
horizonte XV de Streeter, (embrión humano de 31/32 días de vida, desde la anfimixia, de una longitud de 7 a 8 mm., y de
un peso aproximado de 50 mg.), del desarrollo embrionario, por inducción de la cresta de Wolff, que como hemos dicho se
esboza el primordiúm que constituirá el miembro superior.
Así mismo, en esta encrucijada, algunos de estos metámeros, constituyen elementos, que posteriormente emigran
a regiones lejanas del lugar en donde se originó su primordio, (como ocurre con el diafragma, cuyo nervio frénico procede
del metámero C4, así como los primordiúms esplacnoméricos de la tráquea, pulmones, y músculo cardiaco, y el arriba
indicado somita cefálico, mas caudal o neumogástrico, que entremezcla sus fibras con las de todos estos elementos).

CAPITULO 11º.
DESARROLLO DEL ESQUELETO DE LA EXTREMIDAD CEFÁLICA.
Smith-Ferres, E., Smith-Ferres, V., Medina-Garrido, J.A. Garrote-Gasch, J.M., Ferres-Torres, E.,Smith-Agreda, V.
CRANEOGÉNESIS.
CRÁNEO.
En el caso del desarrollo del sistema nervioso, la enorme capacidad funcional de la vesícula telencefálica, para
conseguir el conocimiento, (donde tienen que integrarse entre sí todos los potenciales generados por todas las vesículas
nerviosas), exige la formación de un amplio receptáculo que lo albergue y proteja, con un dispositivo óseo, denominado
cráneo.
El Cráneo, por las vicisitudes embriológicas que pasó para constituirse, se nos presenta en el vivo, integrando el
esqueleto de la Cabeza, con el de la Cara, formado por la Calavera, compuesta por:
a).- La Calavera.
Cuando presenta completo el esqueleto de la cara, incluyendo la mandíbula inferior.
b).- El Calvario.
Formación ósea, del esqueleto de la cara. sin mandíbula inferior.
c).- Cráneo.
Cuando solamente interesa al componente óseo que protege al encéfalo.
La enorme desproporción en el desarrollo, entre encéfalo y esqueleto neural de los metámeros craneales, da lugar
a toda una serie de modificaciones en la biodinámica de origen y diferenciación del mesénquima del cual se va a constituir.

PALEOCRÁNEO.
Desarrollo del primordio craneal.
En un principio, (como ya esbozamos en el capítulo 8º), la reserva mesenquimal encargada de constituir estos
arcos neurales, (o cráneo a este nivel), a partir de las láminas vertebrales, y ligamentos amarillos, no es suficiente,
(fundamentalmente a partir de los mamíferos, dado su enorme desarrollo del telencéfalo).- con el mesénquima asignado
para esta función por los metámeros cefálicos.
Solamente, dentro de los peces, los ciclóstomos, (como la lamprea, que ya hemos indicado), consigue la
protección de su primitivo cerebro, en la constitución de un primitivo cráneo, basado en el modelo de las láminas
vertebrales, que se denomina Paleocráneo.

PALEOCRÁNEO HUMANO.
Este hecho, también ocurre, a lo largo la filogenia. En la especie humana aparece en el comienzo del desarrollo,
concretamente, al finalizar el período de germen, y al comenzar el albor del periodo de Embrión, (es decir en el horizonte
VIII de Streeter del desarrollo, en un ser humano de 18/19 días. desde la anfimixia o fecundación), de una longitud de 500
a 1000 micras).
Conforme se asciende filogenéticamente, en especies superiores, con más desarrollo cerebral, aparece en ellas, la
incapacidad protectora del Paleocráneo.

Colocar aquí LA FIGURA 11-1.


Figura 11-1.
Visión esquemática en una disección de un feto del período fetal I de Streeter de 50 mm. y 50 días postfecundación.
1). Médula espinal. 2). Tronco de encéfalo. 3). Cerebelo. 4). Diencéfalo. 5). Telencéfalo. 6). Zona de transición de los primordios esqueléticos del cóndor-
cráneo y el sindesmo-cráneo. 7). Duragurt de Blechschmidt, o banda lateral del primordium de la sutura coronal. 8). Duragurt postero-lateral de
Blechschmidt del primordium de la sutura parieto occipital.

En la especie humana, este Paleocráneo, corresponde, a lo que en el cráneo adulto forma prácticamente, la
lámina cribosa etmoidal, pero que no constituye una protección correcta de toda la masa encefálica, por lo que la
naturaleza utiliza para este fin, al mesénquima de casi todos los somitas cefálicos, (que debieron de desarrollar la cara
primitiva), a excepción de los primeros somitas cefálicos u oculomotores de Furbringer.

NEOCRÁNEO.
Neocráneo protometamérico.
En consecuencia, el mesénquima de los somitas cefálicos aludidos, pasa a utilizarse para constituir el primordio
mesenquimal del Neocráneo Protometamérico. Corresponde, en el cráneo adulto de un mamífero, a las formaciones
craneales anteriores al agujero rasgado posterior.
El primordio de este Neocráneo Protometamérico, comienza a diferenciarse en nuestra especie, en el horizonte X
de Streeter del desarrollo, (es decir, en el embrión humano de 22+/), 1 día, desde la anfimixia., y de una longitud 1,5 a 2
mm., y de 1 mg., de peso).

Neocráneo Auximetamérico.
Para el desarrollo del resto del cráneo, o Neocráneo Auximetamérico, el organizador de Speeman, emplea
además, el mesénquima de los primitivos somitas cervicales. Es decir, de los somitas occipitales y parte de los
hipoglósicos, (también denominados rombómeros).- que son utilizados para la formación de esta parte de cráneo, que va a
corresponder a la porción caudal del mismo, que comienza a diferenciarse en el horizonte XVIII de Streeter, del desarrollo;
(es decir, en un embrión humano de 37+/-1 día ,.desde la anfimixia), de 14 a 16 mm de longitud).
Este proceso, explica la reducción, que en Anatomía Comparada se observa, en la longitud del cuello, desde los
dinosaurios, hasta los mamíferos, ya que estos, solo poseen las siete vértebras cervicales, características de los mamíferos,
desde la jirafa, hasta el delfín, pasando por el hombre, habiendo sido utilizados los demás somitas, para la formación
craneal indicada.
De todos los restos de mesénquima visceral peridigestivo el que primero se diferencia es el correspondiente al
primer rombómero o arco branquiógeno, con su correspondiente esclerotomo, que da lugar al cartílago de Meckel, y
como es lógico al sistema neuromuscular del masticador.
A continuación, se diferencia el sistema neuro muscular del segundo rombómero, o del facial, cuyo esclerotomo,
da lugar al cartílago de Reichert, que acaba constituyendo las astas menores, y porción craneal del hueso hioides.
El sistema neuromuscular del facial, emigra entonces, y se queda superficie, porque comenzó a esbozarse cuando
el primer rombómero, ya había emigrado, y ocupado una topografía profunda en el esbozo de la cara primitiva, -lo que en
la edad adulta, aclara porque la musculatura masticadora está cubierta por la musculatura de la expresión facial-.
A continuación se desarrollaron el resto de los arcos branquiógenos o rombómeros..

PROCESO DE ESQUELETIZACIÓN DE LA EXTREMIDAD CEFÁLICA HUMANA.

FASES DE LA ESQUELETIZACIÓN DEL CRÁNEO HUMANO.


FASE DESMOIDE.
Al igual que veíamos que existía en el proceso de esqueletización del resto de la columna vertebral, al nivel de la
extremidad cefálica, habrá dos zonas topográficas distintas:
a).- El esqueleto del arco neural
Denominado, Cráneo.
b).- El esqueleto del Esplacnocráneo, o pleurapófisis craneal.
O arco visceral o cara.
En los cuales va a existir un proceso de evolución del esclerotomo hasta la consecución de la consistencia y
elasticidad necesaria a sus funciones. Deteniéndonos ahora en el Cráneo, podemos distinguir tres fases en el proceso de
esqueletización:
1ª).- Fase de Desmocráneo.
Es la fase membranosa, constituida por la condensación del mesénquima, que rodea a las formaciones neurales,
así como a los órganos de los sentidos de esta extremidad cefálica, que va a acabar constituyendo el momento evolutivo
denominado Desmocráneo, a partir de las franjas de Duragurt de Blechschmidt.
2ª).- Fase de Cartilaginización.
Este dispositivo esquelético de sostén, es sustituido por una segunda fase, con la aparición en el meséquima de
procesos de metaplasia hacia el cartílago, (igual que en los puntos de cartilaginización de la vértebras).- que establece
mayor resistencia, y una cubierta más eficaz de protección , a los elementos neurales y derivados estesiológicos. Lo que
constituyen el Condrocráneo. Este condrocráneo propio de los paleocráneos, mas primitivos, será el único elemento de
cubierta y protección de la cabeza, en especies de vertebrados inferiores.
3ª).- Fase de Sustitución.
Sin embargo, el cráneo humano pasa por una tercera fase, propia de los animales más diferenciados en su
formación, con la sustitución de este mesénquima membranoso y cartilaginoso, por un elemento de mayor dureza, el
hueso, que da lugar a la tercera fase que estudiamos en el desarrollo del esclerotomo, que nos origina el Osteocráneo.
Este proceso de formación del osteocráneo, es típico de los Neocráneos, Proto y Auximetaméricos, en
vertebrados superiores.

DURAGURT DE BLECHSCHMIDT.
La primera diferenciación mesenquimal, como hemos dicho, que va a proteger a la porción craneal del tubo
nervioso va a constituir el primordio del cráneo.
En un principio este mesénquima, va a seguir dos caminos en la metaplasia hacia el esclerotomo, diferenciándose,
en relación con el crecimiento de los elementos a los que va a proteger.. Si la protección va a estar en relación con la
protección del dispositivo visceral digestivo, el mesénquima que va a dar lugar al arco visceral, o pleuraapófisis craneal,
tiende a realizar, en principio, una diferenciación esclerotómica endocondral.
Si la protección va a corresponder al dispositivo neural, el arco neural o, neurapófisis, o neuroespina, en el caso
del cráneo, por el enorme desarrollo que van a sufrir las vesículas derivadas del prosencéfalo, -diencéfalo, y cerebro-, va a
seguir una metaplasia en el sentido desmal, constituyendo la bóveda craneal.

Colocar aquí LA FIGURA 11-2.


Figura 11-2.
Visión esquemática de la distribución del duragurt de Blechschmidt en el desarrollo de los primordios de la osteogénesis , condrogénesis y
sindesmogénesis del cráneo en un feto del período fetal I de Streeter de 49 días postfecundación.
1). Primordium de la silla turca.2). Cartílagos reticulares de Rathke. 3). Transición de los primordios esqueléticos del condrocráneo de la base y del
sindesmocráneo de la bóveda. 4). Cápsula ótico. 5). Columna vertebral. 6). Apófisis estiloides o primordio del segundo arco branquiógeno o cartílago de
Reichert.
Cuando la esqueletización tiene que proteger e irse adaptando al desarrollo neural, van a formarse, bandas de
tejido sindesmal, y entre ellas, puntos de osificación. Estas bandas son las que Blechschmidt denominó Duragurt, que
constituyen las matrices de crecimiento de los puntos de osificación de la bóveda o futuras sindesmosis.
Por otro lado, a nivel de los orificios craneales, forma el cambium, siendo en este lugar en donde la duramadre, o
fascia de tensión recíproca se diferencia para transformarse en periostio, en la porción externa del cráneo, o, en la
superficie interna del cráneo, fascia meníngea, formar una unidad indisoluble entre endóstio y duramadre que ala sufrir la
metaplasia hacia el esclerotomo constituye el endóstio
Al desarrollarse el proceso visceral cefálico, con la invasión de las cápsulas sensoriales, en relación con las
diferenciaciones de las inducciones estesiológicas, la osificación de la cara establece una mezcla de procesos de
osificación endocondral y sindesmal, con el fin de restar peso, sin perder protección, que corresponde a las tres fases
arriba indicadas de fase de desmocráneo, fase de cartilaginización, y fase de sustitución.

INGERENCIA DE LA POTENCIA TELEOLÓGICA.


En el estudio del desarrollo filogénico, se observa como estas tres fases, (conforme vamos avanzando en la escala
filogénica), no aparecen sucesivamente una detrás de otra, sino que se imbrican, de tal manera que, aquellas zonas que han
tenido que experimentar una transformación mas moderna en el dispositivo óseo de sostén, la potencia teleológica de los
genes, abrevia el proceso de desarrollo, y suprime el paso por la fase previa de cartílago, pasando directamente, desde el
desmocráneo al osteocráneo, sin el período intermedio de condrocráneo.
Este hecho ocurre sobre todo, en el proceso de formación de la bóveda, en el que el dispositivo esquelético de esta
bóveda craneal pasa directamente de la fase membranosa a la ósea, constituyendo los huesos de cubierta o de
revestimiento, también llamado díploe..
En el cráneo humano, las partes más antiguas, (representantes del paleocráneo de los selacios, anfibios y reptiles),
pasan y conservan ese período previo de condrificación, constituyendo el condrocráneo, que posteriormente será
sustituido por el dispositivo óseo, formando el hueso de sustitución.
Cuando analicemos la formación del condrocráneo de la base del cráneo, estableceremos una serie de
homologías con el proceso filogénico de los animales inferiores.

DESARROLLO DE LA BÓVEDA CRANEAL, O DESMOCRÁNEO DEL NEUROCRÁNEO.


DESMOCRÁNEO.
Aparición y desarrollo.
El desmocráneo, aparece muy precozmente como primera formación de protección de la extremidad
cefálica del embrión. Consiste en un engrosamiento del mesénquima que rodea a las formaciones vesiculares del encéfalo
y órganos de los sentidos, así como en estos precoces momentos, también del tubo digestivo. Dura, hasta fines del primer
mes de desarrollo, en el Horizonte XV de Streeter.
Desde sus orígenes, se halla atravesado, al nivel de la base del cráneo, por toda serie de elementos neuro-
vasculares destinados a los somitas cefálicos, romboméricos y branquioméricos. Su presencia no hay que olvidarla porque
son la razón de todos los agujeros del cráneo desde la metaplasia a condrocráneo, hasta el adulto.
Como veremos más adelante, en la base del cráneo aparecerán los puntos de cartilaginización para asegurar el
sostén a la porción basal del encéfalo, y de los órganos de los sentidos.

Biodinámica organogenética de la bóveda del Neurocráneo.


Sin embargo, en los animales superiores, y en la especie humana, esta porción cartilaginosa del neurocráneo
basal, no es suficiente para proteger todo el dispositivo de la masa encefálica que adquiere una gran complejidad. Por ello,
en el mesénquima de la bóveda, (condensado para formar un elemento de protección, fibroso y membranoso al sistema
nervioso).- van a empezar a aparecer directamente en el mismo, sin pasar por la fase previa de cartílago, unos centros de
osificación que acaban constituyendo el Neurocráneo de la bóveda, quedando entre ellos los restos de mesénquima, o
Duragurt de Blechschmidt, que le van a dar una cierta movilidad a estos puntos de osificación.

Colocar aquí LA FIGURA 11-3.


Figura 11-3.
Visión esquemática de la diferenciación del condrocráneo y sindesmocráneo de un feto de 50 mm y 50 días postfecundación, del período fetal I de
Streeter.
1). Primordio de transición del condrocráneo ala sindesmocráneo. 2). Duragurt de Blechschmidt del primordium de la articulación craneal. 3). Duragurt
postero-lateral de Blechschmidt del primordio de la sutura occipito-parietal.4). Cápsula ótica. 5). Cápsula nasal. 6). Cartílago de Meckel

En un principio, en la amplia membrana primitiva engrosada que constituye la primitiva bóveda craneal de estos
embriones de los Horizontes, XX, XXI, y XXII de Streeter, empiezan a aparecer, (irradiándose del centro a la periferia), una
serie de núcleos óseos, que constituyen los primitivos centros de osificación, que podemos sistematizar en:
a).- Frontal.
Que es doble.
b).- Parietal.
Que es bilateral.
c).- Interparietal.
Que es impar y medio.
d).- Escamoso temporal.
Que es bilateral.
e).- Exoccipital.
Que es bilateral.

CONSTITUCIÓN PRIMITIVA DEL OSTEOCRÁNEO DE LA BÓVEDA.


Diploe o pared de la bóveda craneal.
Durante el período intrauterino del Horizonte XXIII de Streeter, y comienzos del I Período Fetal, en la
membrana de protección del neurocráneo de la bóveda denominada díploe, puede observarse que se halla compuesta por 3
capas:
a).- Una externa.
Que constituye la envoltura externa o periostio de los huesos que se van formando.
b).- Una media.
O intermedia. Que se halla adyacente al periostio o matriz del tejido óseo, que se establece e
irradia a partir de los centros de osificación. Esta, está destinada a actuar según las metaplasias que
sufra, en dos sentidos::
 ).- Como matriz de crecimiento, para irse poco a poco irradiando por prolongaciones
espiculares óseas procedentes de los centros de osificación, en la matriz mesenquimal
 ).- A ser invadidas por islotes de Wolf y Pander.
Entre estas espículas, el mesénquima sufre una metaplasia que lo diferencia en el
sentido de los islotes de Wolf y Pander, con su función hematopoyética.
c).- Una interna.
Formada por la fusión del endóstio, (osteogenético), con lo que posteriormente se denominará
fascia de la duramadre. En consecuencia en el cráneo no existe el espacio epidural, como en el resto del
conducto neural.

Colocar aquí LA FIGURA 11-4.


Figura 11-4.
Visión esquemática del desarrollo del sindesmocráneo de la bóveda de un feto de 49. mm, del período fetal I de Streeter de 49 días postfecundación.
1). Duraverstärkug de Blechschmidt del primordio del esbozo ali-temporal del esfenoides. 2). Arranque de la transición de los primordios del
duraverstärkung al duragurt de los primordios del sindesmocráneo. 3). Duragurt de Blechschmidt o primordio de la sutura coronal. 4). Duragurt de
Blechschmidt del primordio de la sutura metópica. 5). Primordio del duragurt de la sutura sagital 6). Confluencia de los diferentes duragurt de
Blechschmidt en el primordio de la sutura lambdoidea. 7). Confluencia de los duragurt en el primordio de la fontanela bregma. 8). Duragurt lateral, o
primordio de la sutura occipito-parietal. 9). Duragurt posterior derecha , o primordio de la sutura occípito-temporal. 10). Cápsula ótica. 11). Primordio del
cartílago de Meckel de la mandíbula.

Los centros o puntos de osificación van invadiendo, con sus espículas la capa media, determinando la formación
de los huesos de la bóveda, que a pesar de todo, no pierden su capacidad homeopoyética. Entre los puntos de osificación,
como hemos dicho, se encuentra el resto del tejido desmal, o Duragurt de Blechsckmidt, que constituye la matriz de
crecimiento, la cual da lugar a las suturas entre los huesos. Suturas que son dentadas, por la invasión de las citadas
espículas óseas.

SUTURAS, Y FONTANELAS.
Se denominan fontanelas, a:
...”zonas de las suturas, o Duragurt de Blechschmidt, que presentan una gran superficie de desarrollo de tejido
blando todavía no osificado”...
Existen varias suturas y fontanelas, que son las que dan una cierta movilidad al cráneo, y que podemos
sistematizar en:
a).- Sutura Metópica.
Es la Duragurt de Blechschmidt, situada entre los dos frontales. Esta sutura normalmente,
acaba desapareciendo, al ser invadida por el hueso, produciendo comúnmente una sinóstosis, lo que da
lugar a que se considere un único hueso frontal.
b).- Sutura Sagital.
Por detrás de los frontales, los centros óseos de los huesos parietales, determinan una Duragurt
de Blechschmidt que da lugar a la aparición de una sutura media, continuación de la sutura metópica, que
recibe el nombre de sutura sagital, suele ser anfractuosa salvo en su tercio posterior.
c).- Sutura Coronal.
Entre los primitivos huesos frontales y parietales, se forma de la Duragurt de Blechschmidt,
que queda formando una sutura transversal, que se denomina sutura coronal.
d).- Fontanela Bregmática.
En el punto donde se cruzan las suturas coronal y sagital, queda un espacio membranoso,
amplio, de forma rómbica y de lados curvilíneos, que constituye lo que se conoce como fontanela
anterior o bregmática, por corresponder al punto craneométrico bregma.
e).- Fontanela de Gerdy.
En el punto en que la sutura interparietal o sagital, deja de ser irregular y menos dentelleada,
aparece una fontanela que se denomina fontanela de Gerdy.
f).- Sutura Lambdoidea.
La Duragurt de Blechschmidt que da lugar a la sutura interparietal o sagital en su porción
posterior, tropieza con el hueso interparietal, formándose entre los parietales y este hueso, la sutura
lambdoidea por tener la forma de la letra griega ““.
g).- Fontanela Menor o Lambdoidea, o Tectum posterior.
Entre el centro de osificación del hueso interparietal y los de los pariétales, aparece una
pequeña fontanela, que permanece en estado fibroso bastante tiempo, y permite adaptar junto con las
diferentes suturas y fontanelas, el crecimiento del cráneo al del cerebro. A esta fontanela se le denomina
fontanela lambdoidea, menor o Tectum posterior.
h).- Sutura escamosa.
Es la sutura que se establece de la Duragurt de Blechschmidt, entre el punto de osificación
escamoso, (que forma la concha del temporal), y la porción inferior del punto de osificación parietal,
forma la sutura escamosa.
i).- Fontanela Ptérica.
En la porción anterior y lateral de la sutura escamosa, y en la confluencia de los puntos de
osificación del frontal, con el parietal, ala mayor del esfenoides y apófisis orbitaria del frontal, a parece
una fontanela que se denomina fontanela ptérica, del griego ala.
j).- Fontanela Astérica.
En la porción posterior y lateral de la base de la cápsula ótica, donde se formará la apófisis
mastoides, aparece otra fontanela de aspecto estrellado, (por establecerse entre los diversos centros de
osificación de los llamados huesos wormnianos, así como los del parietal, exocciìtal, mastoides, y
porción escamosa del temporal), que se denomina fontanela Astérica.

Colocar aquí LA FIGURA 11-5.


Figura 11-5.
Visión esquemática del desarrollo del cráneo membranoso de un feto de 49 mm., del período fetal I de Streeter.
1). Sistema nervioso.. 2). Columna vertebral. 3). Duragurt o banda frontal dural o primordio de la sutura metópica. 4). Duragurt del primordio de la sutura
coronal. 5). Duragurt occipito lateral o primordio de la sutura occípito-parietal. 6). Duragurt posterior derecha, o primordio de la sutura occípito-
temporal.7). Duragurt occipital o primordio de la sutura lambdoidea.. 8). Cápsula ótica. 9). Duraverstärkung , o primordio del esbozo del ala temporal del
esfenoides. 10). Primordio del condrocráneo de la cápsula nasal. 11). Primordium del cartílago de Meckel de la mandíbula. 12). Transición de los
primordios esqueléticos del condrocráneo de la base y del sindesmocráneo de la bóveda. 13). Apófisis estiloides.

ARTICULACIONES SINDESMÓSICAS Y SINSARCÓSICAS.


Las persistencias de estas suturas, tiene gran importancia, porque van a permitir, como ya hemos dicho, el
crecimiento y ligeros movimientos de la bóveda craneal, (tanto en la fase sindesmósica como en la sincondrósica),
adaptándose al encéfalo. Permanecen así, aproximadamente hasta los 40-50 años, normalmente, momento en que el
proceso de sinóstosis, cierra y anula la delgada capa fibrosa de la sutura sindesmósica, desapareciendo radicalmente el
movimiento entre los huesos, que quedan en una verdadera sinsarcosis.

INDUCCIONES ESTESIOLÓGICAS:

DERIVADOS DE LAS CÁPSULAS SENSORIALES EN LA ESPECIE HUMANA.


Derivados del cartílago interórbito nasal de los anfibios y reptiles.
Por delante de la placa basal cartilaginosa, entre la vesícula telencefálica y las formaciones diencefálicas
correspondientes a los globos oculares, aparece una trabécula impar y media, que ene los reptiles recibe el nombre de
cartílago interorbito-nasal.
De este cartílago quedarán una serie de formaciones en estado cartilaginoso que constituyen en el adulto, las
cápsulas sensoriales nasales, que corresponden al los cartílagos nasales y del tabique.

Cartílagos de las cápsulas sensoriales.


Hacia finales del 2º mes postanfimixia, y simultáneamente con los primitivos esbozos de las cápsulas
nasales, aparecen los esbozos cartilaginosos de las cápsulas sensoriales. Inducidos por el desarrollo de los órganos de los
sentidos, dan lugar, al englobar a estos, a los cartílagos de la cápsula óptica, cartílago orbito-temporal, y cartílagos de la
cápsula olfatoria.

CÁPSULA NASAL.
Por delante de esta placa basal cartilaginosa, que ha empezado a constituirse al nivel de la vesícula
telencefálica, y entre los esbozos oculares, aparece una trabécula impar y media que en los anfibios y reptiles se denomina
cartílago interórbito-nasal, y que en la especie humana, se denomina cartílago de la cápsula nasal.. De esta cápsula nasal,
derivan los cartílagos nasales y los cartílagos del tabique.
Estos elementos, cartilaginosos quedan en parte como tales cartílagos, constituyendo los cartílagos del ala de la
nariz y del tabique en el adulto. Otros de estos elementos cartilaginosos, sufren más tarde, un proceso de osificación,
constituyendo los huesos cornete inferior, y etmoides.

Huesos del macizo facial derivados de la cápsula nasal del neurocráneo.


En el mesénquima que rodea a la cápsula nasal, aparecen una serie de elementos esqueléticos, que pasan
directamente de la fase membranosa a la ósea, quedando incorporados al dispositivo del esqueleto visceral del
esplacnocráneo. Son los huesos: Vomer, Lacrimal y Nasales.
Los huesos Maxilares superiores, y los Palatinos, que aparecen también a este nivel, en la parte inferior del
mamelón frontal, constituyen los procesos nasales y globulares ópticos, pertenecen más al esplacnocráneo, que los
elementos anteriormente indicados, que podemos considerarlos de la cápsula nasal del neurocráneo.

DESARROLLO DE LAS ÓRBITAS.


Por fuera de la cápsula nasal, el esbozo ocular va a inducir al mesénquima del Desmocráneo que lo rodea para
formar una serie de dispositivos cartilaginosos, cuyo conjunto constituye la cápsula cartilaginosa óptica que termina
formando la cavidad orbitaria, en la que interviene también la parte adyacente de la cápsula nasal cartilaginosa, que
delimita por dentro la lámina papirácea, que queda como protección interna de la órbita y separación de las fosas nasales.
Para proteger el resto del esbozo ocular aparecen dos nuevas formaciones cartilaginosas que constituyen las, ala orbitalis y
ala temporalis, del hueso esfenoides.

Desarrollo de las alas orbitalis, y temporalis.


El cartílago del ala orbitalis, que cubre por detrás y por arriba al esbozo ocular, empieza a crecer en dirección
medial, en el mesénquima de la zona, y acaba fusionándose con la placa cartilaginosa, al nivel de la zona trabecular
media, merced a dos raíces que son las que enmarcan el paso del nervio óptico que es el pedículo del oftalmoencéfalo, lo
cual origina el agujero óptico.
La raíz externa, está situada por encima y por fuera, y se denomina raíz preóptica del ala orbitalis.
La raíz interna, está situada a nivel ligeramente por debajo y por dentro, forma la raíz metópica, o interna del
agujero óptico.
En este momento, el esbozo ocular se encuentra protegido por la parte más externa de la cápsula nasal, (situada a
un nivel ligeramente inferior y que, como hemos dicho antes, origina la lámina papirácea), y por detrás y encima, por el
cartílago del ala orbitalis que forma el ala menor del esfenoides o apófisis de Ingrassias.

Colocar aquí LA FIGURA 11-6.


Figura 11-6.
Visión esquemática del desarrollo de la duragurt de la planificación del cráneo, en un embrión de 20 mm., de 39 días postfecundación, Horizonte XIX de
Streeter.
1). Esbozo del primordium de los cartílagos reticulares de Rathke. 2). Duragurt del primordio de la sutura coronal. 3º). Duragurt postero-parietal del
primordium de la sutura occípito-parietal. 4). Primordium de la sutura lambdoidea. 5). Duragurt posterior derecho, o primordium de la sutura occípito-
temporal.7). Primordium de la fontanelas bregmática. 8). Sutura sagital.

En el mesénquima, situado por detrás y por fuera del ala orbitalis, empieza a aparecer un proceso cartilaginoso,
que da origen al cartílago del ala temporalis).- o porción orbitaria del aliesfenoides, (o futura ala mayor del esfenoides),
Esta contribuye lateralmente, en la especie humana, a cerrar y proteger por su parte externa e inferior, el esbozo ocular.

INDUCCIONES ESTESIOLÓGICAS DE LA VESÍCULA ÓTICA.


En este Desmocráneo, a ambos lados de la placa basal cartilaginosa, existen la formaciones derivadas del
ectodermo, que constituyen los primordios de las vesículas auditiva y estática, que integran la vesícula ótica, la cual actúa
como verdadero organizador, induciendo, ya en la fase mesenquimal, para que se diferencien cartilaginosamente,
constituyendo dos cartílagos, que protejan a las dos vesículas del dispositivo estato-acústico.
a).- El cartílago anterior o coclear.
Que va a envolver a las formaciones del caracol membranoso al que se le denomina cartílago
de la pars coclearis.
b).- El cartílago posterior o laberíntico.
Que va a envolver a los derivados de la vesícula ótica que originan el sentido del equilibrio, o
laberinto, que se denomina cartílago de la pars vestibularis.

COMISURA SUPRAFACIALIS. AGUJERO AUDITIVO INTERNO.


Entre ambos cartílagos, (en este momento del desarrollo, y debido al complejo proceso cranealización), pasa el
dispositivo nervioso que regirá el Sistema Neuro-muscular del 2º branquiómero, o arco hioideo, o nervio facial.
Este nervio facial se coloca como decimos, entre ambos cartílagos, que dejan en un principio una depresión. Esta
depresión se cierra por una lámina cartilaginosa, que establece la unión entre la pars coclearis y la pars vestibularis, y que
se le denomina comisura suprafacialis.
Posteriormente, progresa la condrificación, alrededor del nervio facial y del nervio de la cápsula sensorial o
estato-acústica, constituyendo el agujero auditivo interno.

Colocar aquí LA FIGURA 11-6.


Figura 11-6.
Visión esquemática del desarrollo de la duragurt de la planificación del cráneo, en un embrión de 20 mm., de 39 días postfecundación, Horizonte XIX de
Streeter.
1). Esbozo del primordium de los cartílagos reticulares de Rathke. 2). Duragurt del primordio de la sutura coronal. 3º). Duragurt postero-parietal del
primordium de la sutura occípito-parietal. 4). Primordium de la sutura lambdoidea. 5). Duragurt posterior derecho, o primordium de la sutura occípito-
temporal.7). Primordium de la fontanelas bregmática. 8). Sutura sagital.

CARTÍLAGO PALATO-CUADRADO, Y HUESECILLOS DEL OÍDO.


Los cartílagos de la cápsula ótica, entran en contacto con la porción mas dorsal de los cartílagos de los arcos 1º y
2º branquiógenos, o de Meckel y de Reichert, respectivamente, (que aunque pertenecen embriológicamente, al
esplacnocráneo o cráneo branquiogénico, quedan incluidos en el dispositivo del neurocráneo, constituyendo el cartílago
palato-cuadrado).
De la parte correspondiente al cartílago de Meckel, se diferencian el hueso yunque y la cabeza y apófisis mayor
del martillo.
Del cartílago de Reichert, (incluido en la cápsula ótica), la parte dorsal, sufre un proceso de osificación, dando
lugar al hueso estribo o estapedio de Collado.

Colocar aquí LA FIGURA 11-7.


Figura 11-7.
Visión esquemática de un feto del período fetal II de Streeter.
1). Sutura metópica. 2). Sutura sagital. 3). Sutura fronto-parietal. 4). Fontanela bregma. 5). Fontanela lambdoidea. 6). Exooccipital. 7). Cápsula ótica. 8).
Cápsula óptica. 9). Cápsula nasal.

AGUJEROS RASGADOS ANTERIOR Y POSTERIOR. ACUEDUCTO DE FALOPIO.


Antes de establecerse la unión entre la lámina basilar del occipital, y esfenoides, (o lámina clivo-esfenoidal), y la
primitiva vesícula ótica, queda entre ambas formaciones una gran rasgadura por donde en un principio, abandonan o
penetran en el cráneo, varios elementos neuro vasculares. Posteriormente al adquirir pleno desarrollo las vesículas
estática y acústica, la condrificación actúa sobre la rasgadura que se estrecha, y llega a quedar reducida a dos espacios
denominados agujeros rasgados anterior y posterior.
Este primer tabicamiento, formado al nivel de la cápsula ótica, por el cartílago suprafacialis, ha ido englobando al
nervio Facial y al nervio Estato-acústico, formando la primera porción de lo que luego será el Acueducto de Falopio,
terminando por constituir, su orificio interno, el citado agujero auditivo interno.

CAPÍTULO 12º.
CONDROCRÁNEO DE LA BASE.
Cimas-García, C., Smith-Ferres, V., Smith-Ferres, E., Signes-Costa, J., Montañana-Marí, J.V., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

CONDROCRÁNEO.
Procesos metaplásicos.
El proceso de metaplasia comienza al mismo tiempo, tanto en la base como en la bóveda, sin embargo en esta
última no llega a desarrollar el dispositivo propio del paleocráneo, pues como ya hemos indicado, la bóveda elude el paso
por el proceso de condrificación, por la aparición en el desmocráneo directamente, de la presencia de los elementos
representantes de una serie de puntos de osificación, que realizan la metaplasia directamente de este tejido desmal al óseo.
En la base, los elementos representantes del paleocráneo, mas los nuevos elementos procedentes del neocraneo
proto y auximetamérico, pasan por una fase transitoria de. diferenciación cartilaginosa, que más tarde será invadida por el
proceso de osificación apareciendo, los huesos de sustitución de la base. En dicho proceso, las suturas de tipo
sindesmósico, y sincondrótico, (que existe entre los distintos núcleos), sufre en unos casos una rápida reabsorción y
sustitución por sinóstosis, lo que da lugar a constitución de los llamados huesos del cráneo por la Anatomía clásica.

Delimitación de los neocráneos proto y auximetaméricos.


En el proceso de fusión, por detrás del foramen yugular o postótico-yugular, estos cartílagos occipitales,
tiene que respetar la salida de las raíces que constituyen el nervio hipogloso mayor, dejando al principio dos orificios para
las raíces que lo constituyen, que muy precozmente, se funden en un solo agujero a cada lado o agujero precondíleo.
Toda la parte del condrocráneo comprendida entre, el orificio postótico yugular, y el orificio del
hipogloso, forma, en la especie humana, el Neocráneo Protometamérico.
Por detrás del orificio condíleo anterior o precondíleo, (situado como hemos dicho en los cartílagos de la
pila occipital), todo el condrocráneo, constituye en la especie humana el Neocráneo Auximetamérico.
Cuando estudiemos el osteo-cráneo, veremos, como de estos pilae occipitalae, se originaran las distintas
porciones que acaban fundiéndose para constituir partes del hueso occipital de la anatomía clásica, especialmente de lo
que se conoce con el nombre de porciones laterales del occipital, o exooccipital, y la base de la concha, o supra-occipital,
que deriva del Tectum posterior, o Fontanela Lambdoidea.

DESARROLLO DEL NEUROCRÁNEO DE LA BASE.

INDUCCIÓN DE LOS ORGANIZADORES, EN LA BASE DEL CRÁNEO.


Integración de elementos neuro-estesiológicos.
A finales del primer mes tras anfimixia, Horizonte XV de Streeter, los organizadores notocordal y precordal,
empiezan a inducir al mesénquima que les rodea, induciendo su metaplasia, y en consecuencia, aparecen una serie de
centros de cartilaginización que acaban formando, la placa basal cartilaginosa, la cápsula ótica, la cápsula óptica, y la
cápsula nasal., formadas por una serie de láminas cartilaginosas.

Colocar aquí LA FIGURA 12-1.


Figura 12-1.
Visión esquemática de la sistematización del elemento axil del embrión de 3 mm., Horizonte XI de Streeter.
1). Primordio del cartílago nasal. 2). Primordio de la fosa nasal. 3). Vesícula óptica. 4). Nervio óptico. 5). Fosa pituitaria. 6). Cartílagos reticulados de
Rathke. 7). Cápsula auditiva. 8). Vesícula ótica. 9). Esclerotomo de la cuerda del cuello. 10). Esclerotomos cervicales. 11). Notocorda cefálica. 12 y
14).Mesénquima indiferenciado. 13). Organizador precordal.

CARTÍLAGOS PARACORDALES, O TRABECULARES, O BARRAS DE RATHKE.


A nivel del centro de la base, a un lado y otro del organizador cordal, aparecen una serie de cartílagos en
los que desaparece muy pronto el aspecto segmentario, y en algunos no llega a manifestarse y se constituye una masa, que
se denomina cartílagos paracordales, o cartílagos trabeculares, o barras craneales de Rathke.
Aparecen los dos primeros, por detrás de la evaginación de la bolsa de Rathke, (que dará lugar a la
hipófisis), y los últimos, a los lados de la misma, dejando en su centro una depresión o fosa hipofisaria. Los cartílagos
paracordales, acaban fundiéndose por detrás de la Bolsa de Rathke, empezando a esbozarse a partir de sus fusión la placa
basal cartilaginosa.

Colocar aquí LA FIGURA 12-2.


Figura 12-2.
Visión esquemática de la sistematización del elemento axil de un embrión de 8 mm. Horizonte XV de Streeter.
1). Primordio del cartílago nasal. 2). Primordio de fosas nasales. 3). Vesícula óptica. 4). Nervio óptico. 5). Fosa pituitaria. 6). Notocorda 7). Vesícula ótica.
8). Esclerotomo de las raíces del hipogloso. 9). Esclerotomos cervicales. 10). Cartílago de Rathke. 11). Organizador precordal. 12). Mesénquima
indiferenciado.

CHARNELA OBSTÉTRICA DE BUDÍN.


Confluencia de tipos de osificación en la porción caudal del Cráneo.
En el desarrollo de la porción posterior del cráneo, se van a encontrar los distintos tipos de osificación, debido a
que es uno de los puntos donde confluyen la bóveda y la base.
Por un lado, vamos a encontrarnos con las formaciones que constituirán la concha del occipital, que va a estar
constituida por esqueleto desmal, mientras que la base va a ser esqueleto condral.
Esta formación cartilaginosa, va a rodear al agujero occipital o foramen mágnum, formando el techo sinótico o
techo posterior, yendo en busca de la porción membranosa. En consecuencia tendremos que considerara en el occipital
estas dos zonas.
PUNTOS DE OSIFICACIÓN.
Estas zonas comienzan a esbozar sus puntos de osificación al final de la 7ª semana o principios de la 8ª,
postanfimixia, (Período Fetal I, o comienzo del Período Fetal II, de Streeter).- que podemos sistematizar en:
a).- Endocondrales.
Basioccipital.
Exooccipital.
b).- Desmales.
Supraoccipital.
Interparietal.
Hueso epactal.

A).- ENDOCONDRALES.

 ).- Basioccipital.


Este hueso arranca de un punto único, por delante del agujero occipital, en la porción donde la placa basilar le
limita por delante. En algunos casos es doble y da lugar al hueso basiótico, que se interpreta por Albrecht, como un cuerpo
vertebral situado entre la lámina basilar, por detrás, y el cuerpo esfenoidal por delante. Normalmente se corresponde antes
de los 18 años, con la sutura basio-esfenoidea, lugar de inflexión del ángulo clivo-esfenoidal.

Colocar aquí LA FIGURA 12-3.


Figura 12-3.
Visión esquemática de la cranealización de un embrión de 37 mm., Horizonte XVIII de Streeter, (visión extracraneal).
1). Primordio del tabique nasal. 2). Paredes laterales de las fosas nasales. 3). Primordio de vomer. 4). Orbito esfenoides. 5). Basiesfenoides. 6).
Aliesfenoides. 7). Agujero óptico. 8). Primordio del hueso temporal. 9). Exoccipital. 10). Cóndilo occipital. 11). Peñasco. 12). Agujero occipital. 13).
Basioccipital medial. 14). Supraoccipital. 15). Fosa orbitaria. 16). Basiesfenoides medial.

Normalmente, el basioccipital presenta por delante, una cinta de cartílago primitivo, que desempeña el papel de
cartílago de conjunción que lo separa del esfenoides, que constituye, el primer punto de inflexión del movimiento cráneo-
sacral de Sutherland, y Upledger, hasta la edad de 18 años en que, como demostró Oloriz, sufre la osificación y queda
funcionalmente en una sinóstosis, trasladándose entonces el punto de inflexión a los distintos ejes transversos que pasan
por los diferentes agujeros de conjunción de la columna vertebral

 - Exoccipitales.
Los exoccipitales se origina por un punto de osificación a cada lado del agujero occipital. Este punto de
osificación se extiende, por delante, en dirección del basioccipital y por detrás, de los supraoccipitales.
De estos puntos se desarrollan por extensión, los cóndilos occipitales.

B).- DESMALES.

 - Supraoccipitales.
Aparecen por un punto de osificación a cada lado. Estos puntos se encuentran en la zona de transición entre el
desmocráneo y el condrocráneo. Rápidamente se sueldan entre sí, formando una pieza, que constituye la parte inferior de
la concha del occipital. Con respecto a la relación con el contenido craneal, corresponde a las fosas occipitales inferiores o
cerebelosas.
Por la porción caudal, se encuentran separados de los exoccipitales, por una franja de tejido cartilaginoso, que
permanece en tal estado hasta los dos años después del parto, y que constituye la Charnela obstétrica de Budín, lugar por
donde basculan la concha y el cuerpo del occipital en la dinámica del alumbramiento. Por otra parte, es uno de los
primeros puntos que se integran en el primitivo movimiento cráneo-sacral de Sutherland y Upledger.

 Interparietales.
Se forman también por un punto de osificación a cada lado, ya en el espesor del tejido desmal, Estos puntos
constituyen la porción cerebral de la concha del occipital. Rápidamente confluyen uno con el otro, formando una pieza
única.
Es interesante el indicar, que también confluyen tempranamente con los supraoccipitales, realizándose esta
integración a partir de la línea media, en el lugar donde en el interior del cráneo confluyen los senos longitudinal superior,
y recto originado la Prensa de Herófilo o Tórculo, de donde arrancan los canales de los senos laterales, que
posteriormente forman los senos sigmoideos.
Estos senos son los que buscan la gran rasgadura para continuarse con la vena Capitis prima o futura vena
yugular interna del cuello.
Desde esta porción desmal central, queda entre los puntos de osificación de las porciones superior e inferior, una
fisura transversal, ocupada por la primera fascia meníngea, o duramadre, o fascia de tensión recíproca.
Esta porción de la fascia, a este nivel, forma las paredes del seno trasverso, y además el punto de anclaje de la
tienda del cerebelo, formación clave en la biodinámica del movimiento cráneo-sacral de Sutherland y Upledger.

 Hueso epactal.


En la porción del tejido desmal, y caudal a la sutura sagital, en el territorio de la fontanela lambdoidea, aparece un
punto de osificación que termina de completar la concha del occipital, Es el punto y hueso epactal humano, equivalente al
hueso interparietal de los animales.
Este hueso suele acabar por una sinóstosis, integrando la concha del occipital, Sin embargo en algunas razas
sudamericanas, se conserva constituyendo lo que se denomina Hueso de los Incas.

Colocar aquí LA FIGURA 12-4.


Figura 12-4.
Visión esquemática de la cranealización de un feto de 40 mm. , Periodo fetal I de Streeter, (visión extracraneal).
1). Tabique nasal. 2). Fosa nasal 3). Esbozo del cuerpo esfenoidal. 4). Esbozo basio-occipital 5). Basi-esfenoides lateral. 6). Aliesfenoides. 7). Apófisis
palatina del maxilar superior. 8). Esbozo del malar y arco zigomático. 9). Exooccipital. 10). Hueso timpanal. 11). Gran rasgadura. 12). Agujero carotídeo.
13). Agujero occipital. 14). Cavidad endocraneal. 15) Porción exocraneal de la concha del parietal.

 - Huesos Wormianos.


En la porción caudal de la bóveda craneal, situados entre las suturas desmoideas de los huesos, aparecen
frecuentemente puntos de osificación independientes, que constituyen los denominados huesos Wormianos,
Estos huesos se les ha clasificado como verdaderos, y falsos.
Los verdaderos son aquellos que pueden proceder de uno a más puntos de osificación, pero no constituyen parte
de los otros huesos clásicos de la bóveda craneal.
Los falsos son huesos que se nota claramente que proceden de la unidad de uno de los huesos clásicos indicados.
Son inconstantes y además muy variables en número y tamaño.

LAMINA BASI-ESFENOIDEA, Y ANGULO CLIVO-ESFENOIDAL.


Esbozos del cuerpo del esfenoides y de la lámina basilar occipital. Angulo clivo-esfenoidal
Mientras se van desarrollando estos cartílagos sensoriales, la placa basal cartilaginosa, (formada por la fusión de
los cartílagos paracordales y trabeculares de Rathke).- sigue creciendo, fundiéndose entre sí para, posteriormente en el
proceso de osificación, transformarse en el cuerpo del esfenoides, y en la lámina o apófisis basilar del occipital.
Esta lámina denominada también basi-esfenoidea, es prácticamente horizontal en los cuadrúpedos, y conforme
las especies intentan adoptar la posición bípeda, la lámina, se va arqueando en la confluencia del occipital con el
esfenoides, formando el ángulo clivo-esfenoidal, que adquiere su menor valor en la especie humana, donde se alcanza la
perfecta postura erecta, y el mayor grado de encefalización del Sistema Nervioso.
El lugar del vértice del ángulo clivo esfenoidal, aloja a la matriz o sutura de crecimiento de la lámina basio
esfenoidea, que como ya dijimos, demostró Oloriz, que se osifica a los 18 años.

FORMACIÓN DE LA PARTE POSTERIOR DE LA BASE DEL CRÁNEO.


DIFERENCIACIÓN DE LA PLACA BASAL CARTILAGINOSA.
Cartílagos exooccipitales y de la placa nucal.
A partir del Horizonte XX de Streeter, a los 40 días postanfimixia, comienzan a aparecer unos nuevos cartílagos,
desarrollados en la parte posterior de la gran rasgadura, que como hemos indicado, en este momento se encuentra
dividida, en una porción anterior, (o futuro agujero rasgado anterior), y otra posterior, (o futuro agujero rasgado
posterior), por la cápsula ótica que evoluciona para constituir el peñasco.
En esta porción posterior, empiezan desarrollarse los cartílagos de la placa nucal, o pilae exooccipitales. Estos
cartílagos al crecer, forman lo que denominamos exoccipital, (que dan lugar a la concha occipital, o supraoccipital),
soldándose, por un lado, a la parte posterior del cartílago de la cápsula ótica, dejando paso a todos los elementos que
acompañan a la vena cardinal superior, o yugular profunda, por la porción posterior de la primitiva gran rasgadura.
Es el agujero postótico yugular, o foramen yugularis, o agujero rasgado posterior. Junto con la vena yugular
profunda pasan por él, los nervios neumogástrico, glosofaríngeo y espinal. Este orificio, bajo un punto de vista
filogenético, marca el límite entre el Paleocráneo y el Neocráneo.

FORMACIÓN DEL AGUJERO OCCIPITAL, O FORAMEN MÁGNUM.


Transición de la protección nerviosa entre el romboencéfalo y la médula.
Los cartílagos de la placa nucal, crecen también en dirección dorsal, englobando al Sistema Nervioso, en
la zona de transición entre el cordoencéfalo, (que da lugar a la médula), y el mielencéfalo, que da lugar al tronco de
encéfalo. La fusión de estos elementos esqueléticos se realiza en el Horizonte XXI de Streeter, a los 44 días postanfimixia.
En este proceso de fusión de todos estos elementos cartilaginosos, el agujero occipital o foramen
occipitalae mágnum, (por donde, en el adulto, pasa el sistema nervioso, con el dispositivo vascular la primera fáscia, o
fascia meníngea o de tensión recíproca, y el Liquido Cefalo Raquídeo), (L.C.R), constituye un lugar de referencia para el
movimiento cráneo-sacro de Surherland y Upledger.
La fusión de estos cartílagos occipitales, forma lo que se llama el Tectum posterior.
Colocar aquí LA FIGURA 12-5.
Figura 12-5.
Visión esquemática endocraneal, de la cranealización de un feto de 12 semanas, período fetal II de Streeter.
1). Nasal. 2). Apófisis cristagali. 3). Apófisis orbitaria del frontal. 4) Concha del frontal. 5). Ala menor del esfenoides. 6). Agujero óptico. 7). Ala mayor
del esfenoides. 8). Silla turca del cuerpo del esfenoides. 9). Agujero rasgado anterior. 10). Foramen mágnum o agujero occipital. 11). Occipital. 12).
Agujero rasgado posterior. 13). Agujero auditivo interno. 14). Concha temporal. 15). Peñasco.

BIODINÁMICA ORGANOGENÉTICA DE LA GRAN RASGADURA.


INTERRELACIÓN PRIMITIVA ENTRE LAMINA BASILAR, VESÍCULA ÓTICA Y ALIESFENOIDES.
Origen de los agujeros rasgados anterior y posterior.
En el proceso de formación del cráneo, la cavidad orbitaria se completa por elementos del esplacnocráneo, de
formación membranosa, o de cubierta, que constituyen los que en el adulto serán los huesos, frontal, lacrimal, zigomático
o malar, y maxilar.
En este momento, una vez que han aparecido todos los cartílagos, por el paso previo, de elementos
neurovasculares, queda, (como ya hemos indicado anteriormente), una gran rasgadura, (cuyo extremo anterior da, lugar
en el adulto, al agujero carotídeo, y el posterior al agujero yugular o rasgado posterior).
En esta gran rasgadura, entre el extremo anterior de la pars ótica, y los cartílagos trabeculares, el cartílago del
ala temporalis, y el esbozo cartilaginoso del peñasco, discurren, (como hemos indicado).- los elementos siguiente,
a).- La arteria carótida primitiva.
b).- Los parasimpáticos:
 Lacrimo-muco-nasal.
 Parotídeo.
Que forman los nervios, vidiano y de Jacobson..
c).- Las ramas del dermoneural de la cara o Trigémino
d).- Somitas oculomotores de Furbringer.
 .- Motor ocular común.
 Patético.
 Motor ocular externo.
e).- El dispositivo venoso de retorno del ojo.
Los nervios oculomotores, junto con la rama oftálmica del trigémino, y el dispositivo venoso de retorno de la
vesícula óptica, quedan en la zona de confluencia entre el ala orbitalis y la temporalis, que no pueden llegar nunca a
ponerse en contacto, por la presencia e interposición de estos elementos. Esto constituye una gran hendidura entre ambas
formaciones esqueléticas que se denomina hendidura esfenoidal.

Relaciones organogenéticas del ala temporalis, con elementos neurovasculares.


Por detrás, el dispositivo vascular parietal craneal, representado fundamentalmente por la arteria meníngea
media, y el neural, por el trigémino concretamente en sus ramas 2ª o nervio maxilar y 3ª, o nervio mandibular, (unida esta
última a los elementos motores del sistema neuromuscular del primer arco branquiógeno o masticador).- quedan
englobados en el proceso de cartilaginización del ala temporalis
Este englobamiento da lugar a la aparición de una serie orificios que constituyen:
a).- El agujero redondo mayor.
Para el nervio maxilar.
b).- El agujero oval.
Para los nervios mandibular, masticador y la arteria meníngea menor.
c).- El agujero redondo menor.
Para la arteria meníngea media.

Constitución del agujero carotídeo. Processus alaris.


Por detrás del ala temporalis, aun queda una gran rasgadura por donde pasan la arteria carótida interna y los
nervios parasimpáticos. Este orificio es el agujero rasgado anterior, (o foramen lácerum de los clásicos), lo va a tabicar un
dispositivo cartilaginoso que constituye una prolongación, y se origina a ambos lados del cuerpo del esfenoides, que recibe
el nombre de processus alaris.

FASES DE LA COMPLEJA OSIFICACIÓN CRANEAL.


Con el fin de obtener la máxima integración de la biodinámica, en relación con las funciones a realizar, el
esclerotomo evoluciona, tendiendo a obtener el menor peso, con la mayor resistencia. En consecuencia, el dispositivo
óseo, experimenta una cierta metaplasia en su dispositivo arquitectónico, realizando, (algunos huesos), varias estados,
durante la organogénesis de la osificación, atravesando las siguientes fases:
a).- Hueso membranoso.
b).- Hueso endocondral.
c).- Hueso de reabsorción.
d).- Hueso de sustitución.
Conservando siempre las líneas de fuerza, para la transmisión de las cargas, para poder conseguir el
mantenimiento y control de estas en la biodinámica de los movimientos de los sistemas neuromusculares que se insertan en
la cabeza.

Colocar aquí LA FIGURA 12-6.


Figura 12-6.
Visión esquemática de la osificación del occipital, en un feto a término.
1). Punto basilar. 2). Punto condíleo. 3). Punto doble inferior de la escama. 4). Punto doble superior de la escama. 5). Fisura transversa. 6). Charnela
obstétrica de Budín. 7). Hueso epactal de los incas.

Además, para disminuir el peso, y para ampliar las vibraciones del sonido, calentar y humedecer el aire, el
bloque nasal y el maxilar, desarrollan y aumentan sus espacios, creando una enorme cantidad de celdas y senos, todos
recubiertos por las correspondientes mucosas.
Sentadas estas bases, se pueden ir identificando los relieves, y demás accidentes óseos, como la tuberosidad del
maxilar, etc., y como al unirse los huesos entre sí, forman las distintas fosas, orificios, rasgaduras hendiduras etc.,
destacando en unos sitios la delgadez de las paredes, y por el contrario en otros, las concentraciones de los depósitos de
Ca, sobre todo en las líneas de transmisión de fuerzas.
De todo este dispositivo se van a organizar también los correspondientes sistemas neuromusculares, que como
hemos indicado más arriba, tendrán funciones que podemos analizar independientemente, pero que se integrarán entre sí
para conseguir la biodinámica funcional de la cabeza en conjunto.
Parece ser que, para muchos autores, la función mas importante es la de la masticación, pero si no los
consideramos aislados, veremos que, en la biodinámica del aparato estomatognático, se unen e integran, en la cinta
bucinato-faríngea, multitud de sistemas neuromusculares que constituyen las cadenas musculares de Bousquet, cuya
coordinación es fundamental para que los actos de la masticación, insalivación, deglución y fonación, resulten eurítmicos.
CAPITULO 13º.
TEORÍA VERTEBRAL DEL CRÁNEO.
Sarti-Martinez, M.A., Ferrando-Galiana, M.L., Sanz-Smith, M.C., Cabanes-Vila, J.,Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

SISTEMÁTICA DE LA CONSTITUCIÓN DEL CRÁNEO.


Una vez esbozado el desarrollo de las dos partes constituyentes del Neurocráneo, humano, el condrocráneo de la
base y el desmocráneo de la bóveda, y antes de abordar el estudio del desarrollo del dispositivo esquelético de la cara o
esplacnocráneo, vamos a considerar una serie de conocimientos teóricos de la Anatomía Comparada.
Corresponden estos, a las analogías entre sus elementos constituyentes, que establecen un parangón comparativo,
entre el dispositivo esquelético de la vértebra, que como hemos dicho servía de armazón, de sostén, y de protección del
organismo, y el de las diversas piezas óseas del Neurocráneo.

TEORÍA VERTEBRAL DEL CRÁNEO.


Conceptos de Goethe y Oken.
Esta teoría, considera:
...”El esqueleto craneal, que cubre y protege al encéfalo, no es nada más que la continuación de la columna
vertebral que cubre y protege a la médula”...
Y por lo tanto, sus componentes son semejantes a las vértebras.
Esta teoría fue formulada por Goethe en 1790, y enunciada posteriormente, en forma de teoría por Oken.
Según este último autor:
...“Si establecemos la analogía, en cuanto a su función, de los diversos elementos que protegen la médula y el
encéfalo, podemos distinguir, a nivel del dispositivo esquelético del cráneo, tres elementos óseos constituidos por la fusión
de los distintos centros de osificación, que forman los elementos homólogos a las vértebras en la constitución del
neurocráneo”...

VÉRTEBRAS CRANEALES:
Primera vértebra o Vértebra posterior u Occipital.
Esta vértebra estaría constituida por los distintos elementos que hemos visto, que integran a dicho hueso occipital.

Colocar aquí LA FIGURA 13-1.


Figura 13-1.
Visión esquemática de la vértebra craneal occipital.
1). Agujero occipital. 2). Lámina basilar. 3). Eminencia occipital interne donde se alojará la prensa de Herófilo o Tórculo. 4). Fosa cerebelosa occipital.
5). Fosa cerebral occipital. 6). Canal del seno transverso. 7). Canal del seno sigmoideo.

Segunda vértebra, o vértebra media, o esfeno-parietal.


Esta vértebra está formada por el basiesfenoides, o esfenoides posterior, y el parietal, (pues Oken, no considera en
su constitución al temporal).
Tercera vértebra, o vértebra anterior esfeno frontal.
Formada por el esfenoides anterior o preesfenoides, y el frontal
Posteriormente Oken añadió otra, a estas tres elementos vertebrales dando lugar a:
Cuarta vértebra craneal o vértebra etmoido-nasal.
Esta vértebra etmoidofacial, también fue admitida por Blainville y Owen.

ANALOGÍAS CON LA VÉRTEBRA TIPO.


Para establecer esta analogía se basaba en el concepto filosófico-anatómico que establece la existencia de la
llamada Vértebra tipo, formada por una serie de elementos constituyentes, que la función hace variar a lo largo del
organismo pero que en esquema podemos considerara así:
a).- Una parte central o cuerpo de la vértebra.
b).- Una parte que nace de este cuerpo y se dirige hacia atrás.
Que constituye el arco neural o neurapófisis, que termina en su parte central y posterior por el saliente de
la neuraespina.
c).- Las zigapófisis.
Muchas veces a ambos lados de esta neurapófisis, aparecen unos salientes secundarios, orientados hacia
arriba y hacia abajo, que constituyen las zigapófisis o apófisis articulares.
d).- Las paraapófisis.
Equivalentes a las apófisis transversas.
e).- Las diapófisis
Equivalentes a las carillas articulares de las apófisis transversas, encargadas de servir de apoyo a los,
arcos viscerales o costillas.
f).- Las pleurapófisis.
Equivalentes al arco visceral o costilla.
g).- La hemoespina.
O confluencia ventral de las pleurapófis.
La pleuraespina termina por su parte media y anterior o ventral en un proceso saliente que corresponde a
la hemoespina o esternón.
Cada arco neural, circunscribe en su interior un orificio que recibe el nombre de orificio neural, y cada
arco hemal circunscribe un orificio denominado orificio hemal o visceral.

CRITICA DE LA TEORÍA VERTEBRAL DEL CRÁNEO.


Si bien los conocimientos modernos procedentes de la Anatomía Comparada, y de la Embriología, no permiten
sostener en toda la plenitud de su acepción, tal como fue enunciada la teoría vertebral del cráneo por Oken, sí que los
datos, tanto de la Anatomía Comparada como de la Embriología, permiten admitir la existencia en la porción posterior, que
constituye el Neocráneo Auximetamérico, (formado por la fusión de aquellos rombómeros).- la constitución de una
vértebra occipital.
Pero en todo el resto del cráneo, (tanto paleocráneo, y neocráneo protometamérico).- formado de una manera
segmentaria, pero con la desaparición muy precoz de los límites de los rombómeros, (tan precoz que resulta muy difícil el
reconocerlos en los embriones humanos), y que, la Anatomía Comparada demuestra que aparece como un todo, y como un
bloque único en los animales inferiores, (peces, anfibios, y reptiles).- hoy no se puede admitir rotundamente las vértebras
de Oken.
Cuesta bastante trabajo el poder establecer la comparación de cada uno de los segmentos de los huesos del
esqueleto del neurocráneo, con las diferentes piezas de la teórica vértebra tipo.

CORRESPONDENCIAS DE LAS VÉRTEBRAS CRANEALES DE OKEN.


Vamos sin embargo, a indicar sucintamente, las correspondencias de Oken, con respecto a la vértebra tipo.

1ª).- Vértebra occipital.


Es la que se considera como la 1ª vértebra craneal.
Es la que hoy día se admite, (de acuerdo con las investigaciones de Gegenbaur, que fue el que edificó la teoría
segmentaria del cráneo).- presentando como una prueba de esta segmentación la aparición de los arcos viscerales.
Esta teoría llega a distinguir dos partes en el cráneo:
a).- El cráneo evertebral.
Que corresponde a la porción desarrollada en la parte mas anterior de la cuerda dorsal o notocorda..
b).- El cráneo vertebral.
Que corresponde a la porción situada por delante de la cuerda dorsal, que corresponde al organizador de
la placa procordal.
En esta primera vértebra occipital, consideraba Oken como:
 .- Centro o cuerpo.
A la porción correspondiente a la apófisis basilar.
 ).- Orificio neural.
Al agujero delimitado por los cartílagos de la pilae occipitales, o foramen occipital o mágnum.
 .- Las neurapófisis.
Estan representadas por los exoccipitales e infraoccipitales, junto con el hueso interparietal, que
constituyen la concha o escama occipital del adulto.
 .- La neuraespina.
Corresponde a la cresta y protuberancia occipital externa o punto craneométrico Inion.
 .- Las zigapófisis
 .- Apófisis articulares inferiores.
Corresponden a los cóndilos del occipital.
 ).- Apófisis articulares superiores
Corresponden a los cuatro bordes del dispositivo articular de la bóveda del occipital.
 .- Las diapófisis.
Corresponden a las apófisis transversas o apófisis yugulares, (o reborde interno del agujero rasgado
posterior).

2ª.-Vértebra esfeno- parietal.


En la teoría de Oken, representa a la 2ª vértebra craneal.

Colocar aquí LA FIGURA 13-2.


Figura 13-2.
Visión esquemática de la vértebra craneal esfeno-temporal.
1). Silla turca. 2). Cuerpo del esfenoides. 3). Peñasco temporal. 4). Apófisis pterigoides. 5). Apófisis mastoides. 6). Escama del temporal. 7). Parietal. 8).
Sutura sagital.

En esta vértebra se considera:


a).- Cuerpo o centro.
Por la porción del basiesfenoides o esfenoides posterior.
b).- Orificio neural.
Corresponde al intervalo que circunscriben los tres elementos constitutivos del esfenoides junto con las
neurapófisis.
c).- Las neurapófisis.
Corresponden a, las alas mayores del esfenoides, las alas mayores temporales, o concha del temporal, y
los parietales, unidas por las correspondientes suturas.
d).- Neuraespina.
No existe en esta segunda vértebra una neuraespina bien definida, asignando Oken, este papel a la sutura
interparietal o sagital.
e).- Las zigapófisis.
Corresponden:
 .- A las apófisis articulares inferiores,
Estando representadas por los bordes posteriores de los distintos segmentos óseos de la vértebra
esfeno-parietal.
 .- A las apófisis articulares superiores.
Estando representadas por los bordes anteriores de los distintos segmentos óseos de la citada
vértebra esfeno-parietal.
f).- La diapófisis.
Corresponde a la apófisis mastoides.

3ª.).- - Vértebra esfeno-frontal.


Considerada como la 3ª vértebra craneal.

Colocar aquí LA FIGURA 13-3.


Figura 13-3.
Visión esquemática de la vértebra frontal craneal.
1). Orificio de la lámina cribosa del etmoides. 2). Agujero ciego. 3). Agujeros ópticos. 4). Ala menor del esfenoides. 5). Cara endocraneal del frontal. 6).
Apófisis orbitaria del frontal. 7). Canal quiasmático. 8). Cuerpo del esfenoides.

En esta vértebra se considera:


a).- Cuerpo o centro.
A la porción de preesfenoides o esfenoides anterior.
b).- Orificio neural.
Corresponde a la escotadura etmoidal.
c).- Neurapófisis.
Corresponde al ala orbitalis, o ala menor del esfenoides, junto con los frontales.
d).- Neuraespina.
No existe, estando representada por la sutura metópica.
e).- Zigapófisis.
Corresponden.
 .- Las inferiores, o apófisis articulares inferiores.
Al borde posterior de los distintos elementos óseos que la integran.
 .- Las superiores, o apófisis articulares superiores.
Al contorno de la escotadura etmoidal.
f).- Las diapófisis.
O apófisis transversas corresponden a las apófisis orbitarias externas del frontal.

4ª-Vértebra etmoido-nasal.
O 4ª vértebra en al sentir de Oken.
Colocar aquí LA FIGURA 13-4.
Figura 13-4.
Visión esquemática de la vértebra etmoidal craneal de Gegenbaur.
1). Agujero óptico. 2). Pared orbitaria interna. 3). Seno maxilar. 4). Meato superior. 5). Celdilla etmoidal. 6). Cornete superior. 7). Cornete medio. 8).
Meato medio. 9). Cornete inferior. 10). Meato inferior. 11). Tabique nasal. 12). Vomer. 13). Apófisis horizontal palatina

En ella se considera:
a).- Centro o cuerpo.
Corresponde a la lámina vertical del etmoides, y al vomer.
b).- Orificio neural.
No existe orificio neural.
c).- Neurapófisis.
O láminas, están representadas por la láminas cribosas del etmoides.
d).- Neuraespina.
Sutura medio nasal y apófisis crista de galli.
e).- Cigapófisis.
 .- Superiores
No existen.
 -Inferiores.
No existen.
f).- Diapófisis.
Corresponden a las masas laterales del etmoides.

ARCOS HEMALES O PLEURAPÓFIS DE LAS VÉRTEBRAS CRANEALES.

Pleurapófisis de la 1ª Vértebra craneal.


En la vértebra occipital, podemos considerar como arco hemal, al dispositivo organizador del arco branquiógeno
3º, ó 7º Rombómero.
Este segmento induce la formación del cuerpo y astas mayores del hueso hioides, que embriológicamente, está en
relación con la región posterior del cráneo.

Pleurapófisis de la 2ª Vértebra craneal.


El arco hemal de la segunda vértebra o esfeno-parietal, está representado por la cadena hioidea inducida por el
organizador del 2º arco branquiógeno, o 6º rombómero.
Esta cadena hioidea, constituye el cartílago de Reichert, y está formada por las porciones Tímpano-hial, y basi-
hial, que originan diversos elementos en el adulto, como el estribo, el ligamento estilo-hioideo, la apófisis estiloides, y el
resto del cuerpo del hioides.

Pleurapófisis de la 3ª Vértebra craneal.


La tercera vértebra, o vértebra esfeno-frontal, presenta como arco hemal, a la porción organizadora del 1º arco
branquiógeno o 5º rombómero, que es el cartílago de Meckel.
De este rombómero, se diferencian el cartílago palato-cuadrado de las aves, la porción adyacente que forma los
huesos, yunque y martillo, el ligamento esfeno-mandibular, y la mandíbula inferior.

Pleurapófisis de la 4ª Vértebra craneal.


La cuarta vértebra craneal o etmoidal, presenta como arco hemal, todo el dispositivo de la masa ósea del
esplacnocráneo, desarrollado por inducción del organizador del 4º rombómero
De este rombómero, se desarrollan los procesos maxilares y palatinos.

CONSIDERACIONES ACTUALES DE LA TEORÍA VERTEBRAL DEL CRÁNEO.


Critica de Huxley.
Los trabajos de Huxley, en Anatomía Comparada, fueron los que, de una manera mas acusada, presentaron
objeciones a la Teoría Vertebral del Cráneo de Goethe y Oken. Este autor se apoyaba fundamentalmente, en el hecho de
que el esqueleto de la cabeza se halla formado por huesos que para él, no presentan la misma planificación del desarrollo
de la osificación, que las vértebras del raquis.
Esta objeción, que cuando la formuló Huxley parecía tener una gran base, sin embargo hoy día tiene una
explicación aclaratoria y es que Huxley, no consideró el binomio Forma /Función, olvidando que la distinta organización
de la estructura básica del hueso, está en relación con la transmisión de cargas, en los determinados momentos de la
biodinámica, orientada a no aumentar la carga, del dispositivo sobre el raquis.
Esto explica el hecho de que aparezcan huesos de osificación desmal, huesos de osificación condral, huesos de
sustitución y huesos de reabsorción. E incluso que estos procesos, se den dentro del mismo hueso, como ocurre con el
frontal, y con la mandíbula.
En estos huesos, del cráneo su constitución depende del significado de su biodinámica funcional, como ocurre
por ejemplo dento del hueso frontal en donde la arquitectura de, la bóveda frontal, (dependiente del desarrollo del polo
frontal del telencéfalo), es desmoide; y sin embargo, la apófisis orbitaria del frontal, transmisora, de las cargas, (a través
de las barras y potros del cráneo, de Ratke, y de los arbotantes de Felizet, hacia las zigapofisis o cóndilos de la vértebra
occipital, y de aquí a la columna vertebral), adopte un plan de osificación condral.

TEORÍA SEGEMENTARIA DEL CRÁNEO DE GEGENBAUR.


Gegenbaur, estudiando, bajo un punto de vista embriológico el proceso de formación del cráneo, edificó al mismo
tiempo la Teoría Segmentaria, encontrando como prueba de esa segmentación, la formación de aquellos arcos viscerales
branquiógenicos, hoy día romboméricos, en esta zona de la extremidad cefálica del embrión.
De las investigaciones de Gegenbaur, Balfour, Froriep y Brachet, se pueden distinguir en la extremidad cefálica
bajo un punto de vista segmentario, tres regiones:

1º).- La anterior.
Constituida por tres somitas o rombómeros:
a).- Premandibular.
Formado por los Somitas preópticos de Furbringer, ó 4º Arco branquiógeno. Que corresponde a
los sistemas neuromusculares de los pares craneales
Motor ocular común,
Patético.
Motor ocular externo.
b).- Mandibular.
Formado por el 1º Arco branquiógeno, ó 5º Rombómero. Que corresponde al sistema
neuromuscular del:
Masticador.
c).- Hioideo.
Formado por el 2º Arco branquiógeno, ó 6º.Rombómero. Que corresponde al sistema
neuromuscular del:
Facial.
Estos Arcos Branquiógenos o Rombómeros, contribuyen, con la cesión de su mesénquima, a la constitución del
Paleocráneo.

2º).- La región media.


Situada por delante de la placoda auditiva, no presenta nada más que,(transitoriamente).- un proceso de
segmentación. Constituye la porción del Neocráneo Protometamérico.
En los animales más inferiores, presenta tres somitas transitorios que se corresponderían con los pares craneales,
V, y VIII, -en sus dos vertientes de, auditivo la “VIII a”, y vestibular la “VIII b”-, que corresponde, a parte del 6º
Rombómero. Parte esta, que, en ésta región media, no origina ningún músculo, y queda transformada por completo,
solamente en tejido mesenquimal.
La porción correspondiente del Rombómero 7º, ó 3º Arco Branquiógeno, representa al último de los somitas
transitorios; es decir, el extremo posterior de la cresta ganglionar del nervio Neumogástrico ó Vago o Fonador, que se
corresponde con la región en donde porción Evertebral del cráneo de Gegenbaur, se continúa con la Vertebral.
Estos seis somitas que acabamos de describir corresponden a lo que Furbringer denomina Neocráneo
Protometamérico.

3º).- La región posterior.


Corresponde a la fusión del mesénquima que constituye los somitas occipitales, que, se comparten con el cuello,
formando la Cuerda del Cuello.
Dan lugar, por la porción craneal al Neocráneo Auximetamérico, y por la poción cervical, a los somitas de los
sistemas neuromusculares del
a).- Hipogloso.
b).- Espinal.
c).- Frénico.
CAPÍTULO 14º.
DESARROLLO DEL ESPLACNOCRÁNEO, O CARA.
Broseta-Prades, M.J., Hernández-Gil de Tejada, T., Zabaleta-Merí, M., Valverde-Navarro, A..A., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

CALAVERA.
Como sabemos la conjunción final del desarrollo de la cara junto con la del cráneo van a confluir en la
formación esquelética que va a proteger, por la porción craneal, a los elementos constitutivos del encéfalo, y por la porción
visceral , a los elementos que sirven de alojamiento a las vesículas de los órganos de los sentidos. Formación esquelética
que en conjunto denominamos calavera.

BOCA PRIMITIVA
Como sabemos por organogénesis, en la porción ventral del paleo-cráneo, por debajo de los esbozos de los
somitas oculomotores de Furbringer, en los embriones de 6 mm., (Horizonte XIV de Streeter, unos 28 días después de la
fecundación, comienzan a confluir, los mamelones fronto-nasales, y nasal medio, entre sí, y junto con el mamelón maxilar,
-verdaderas pleurapófis, o arcos viscerales-, para formar en la futura cara del embrión de 9 mm., (Horizonte XVI de
Streeter, unos 34 días postfecundación), el espolón nasal de Streeter, que busca conexión con los mamelones nasales, y el
filtrum de los labios superiores.
Momento en que solo existe una cavidad naso-bucal o boca primitiva.

ORGANOGÉNESIS DE LAS FOSAS NASALES.


PRIMORDIUM DE LOS CORNETES NASALES.
En un principio, el proceso se va formando en la porción oral y superior del estomodeo, integrándose por tejido
ectodérmico y formaciones mesenquimales, constituidas por islotes de Wolf y Pander, que, haciendo hernia en el interior de
las futuras cavidades nasales constituyen los primordios de los cornetes nasales.
Son excrecencias vasculares, ya que una de sus funciones, estará en relación con el proceso respiratorio, (los
capilares de los cornetes se encargarán, de que el aire, se enlentezca desde su entrada al atravesar las narinas u orificios
nasales externos, se caliente, y humedezca, así como que posea las necesarias secreciones de moco y de fluidos
antisépticos, para su defensa).-
Estas excrecencias vasculares cuando se osifican, forman los cornetes, y le dan esa compleja constitución a la
pared externa de las fosas nasales que hace que se le denomine pared turbinal.

1º).- ESPOLÓN DE STREETER.


En este primer período, las cavidades bucal y nasal, se encuentran prácticamente unidas, (solo separadas en su
porción oral por una formación triangular del llamado espolón de Streeter, que constituye el primer esbozo del futuro
paladar, que las separe, y que posteriormente dará lugar al hueso intermaxilar)
Esta cavidad común esta ocupada por el miotomo de la cuerda del cuello del sistema neuromuscular de hipogloso
que está dando lugar al esbozo de la lengua. Lengua que busca desesperadamente el esclerotomo del segundo arco
branqiógeno o hioides, para anclarse.

2º).- DESCENSO LINGUAL.


Durante el período que transcurre hasta el embrión de 16 mm., (Horizontes XVII, y XVIII de Streeter ), al
desarrollarse los demás arcos branquiógenos, el cuello ha ido creciendo, y la lengua ha comenzado a descender dentro de
la cavidad bucal primitiva,
Esto permite que, desde la porción oral a la caudal, (o comienzo de la naso-faringe), de la línea media, avance
descendiendo una lámina vertical, o tabique, que divide a la porción caudal en los dos futuros orificios, que se denominan,
coanas. En consecuencia se establece el patrón para que las fosas nasales sean dobles, e independientes entre sí, hasta la
nasofaringe.
En este intervalo de desarrollo, las paredes laterales de las fosas nasales colindantes con los somitas
oculomotores, se desarrollan de dos formas:
a).- De una manera lisa.
En la superficie que limita la cavidad orbitaria, dando lugar a varios puntos de osificación, que en el
adulto forman dos hueso fundamentalmente, el ungís, y la lámina papirácea de etmoides, (ya que los nasales
corresponden a la matriz del mamelón fronto-nasal).
b).- De una manera anfractuosa.
En la superficie que limita la pared externa de la fosa nasal, o pared turbinal, los islotes de Wolff y
Pander, continúan presentando su gran desarrollo, constituyendo los esbozos vasculares, (cada vez mas
diferenciados), de los cornetes superior y medio.

3º).- ESBOZO DEL CORNETE INFERIOR Y DE LAS CRESTAS PALATINAS.


En el embrión de 24 mm.,-Horizonte XXI de Streeter, de 43 días (post-fecundación).- la pared externa de las fosas
nasales presenta, además de los esbozos de los cornetes superior y medio, (que ya van en buena evolución), la presencia de
dos procidencias por desarrollo de acúmulos de islotes de Wolff y Pander:
a).- La superior
Que constituye el esbozo del primordio del futuro cornete inferior, que viene a colocarse limitando el
orificio de comunicación que existe entre el seno maxilar, y la fosa nasal.
b).- La inferior.
Por debajo de esta, se presenta otra, correspondiente a las Crestas palatinas, que quedan situadas entre
las paredes nasales y la protrusión de la lengua que todavía no ha descendido del todo.

4º).- CONFIGURACIÓN DEFINITIVA.


Este desarrollo, continúa hasta el embrión de 30 mm., (Horizonte XXIII de Streeter y 48 días postfecundación), en
el cual, esta pared externa de las fosas, ya comienza a esbozar el patrón de su configuración definitiva con:
a).- Tres cornetes,
Superior.
Medio.
Inferior.
Que delimitan unos espacios, denominados meatos:
b).- Cuatro meatos:
 De Morgani,
Entre la base del cráneo y el cornete superior, que se comunica con el seno esfenoidal.
 Meato superior,
Entre el cornete superior y el medio, que se comunica con las celdas etmoidales y senos frontales.
 Meato medio.
Entre el cornete medio y el inferior, que se comunica con, celdillas etmoidales, senos frontales y el seno
maxilar Excavado en el espesor de la yema maxilar, una ampliación del meato medio que dará lugar a la
apófisis piramidal del maxilar. Es interesante indicar que la comunicación de esta cavidad con la nasal, se vera
reducida por la presencia de la apófisis unciforme y por la inserción del cornete inferior.
 Meato inferior,
Entre el cornete inferior y las crestas palatinas, o paladar óseo, se comunica con la órbita a través del
conducto lacrimo-nasal.

5º).- SEPARACIÓN DEFINITIVA DE LAS CAVIDADES, BUCAL Y NASAL.


En el feto de 41 mm. (Primer período fetal de Steeter, de 50 días post-fecundación), aparecen ya, las crestas
palatinas horizontales, intentando fusionarse entre sí, con el hueso intermaxilar, y con el tabique nasal, estableciendo la
definitiva separación entre la cavidad bucal y la nasal.

LÍMITES DE LAS FOSAS NASALES.

a).- Techo o pared superior


Es la lámina cribosa del etmoides, (antiguo Paleocráneo), completado por detrás, por el cuerpo del esfenoides,
con su seno esfenoidal, que drena a las fosas nasales. Por delante, la forman dos huesos, planos y pequeños, que son los
huesos nasales, articulados entre sí, con el hueso frontal, dando lugar al punto nasión.

b).- Pared externa, o turbinal.


Es la más compleja.
Formada por el hueso maxilar. Cuya cara interna, es la externa de las fosas nasales. La apófisis ascendente del
hueso maxilar, lo prolonga hacia delante y arriba, articulándose con el frontal, siendo uno de los apoyos del macizo facial
en el cráneo.
 - La zona anterior de la apófisis ascendente,
Se articula con los huesos nasales.
La zona posterior, hacia abajo, forma un saliente longitudinal que contribuye a formar el canal lacrimal. Canal
que junto con el hueso unguís o lagrimal, forma el conducto lagrimo-nasal,.que se abre en el meato inferior
 .- Las masas laterales del etmoides,
Se sitúan, entre el hueso unguis y el cuerpo del esfenoides, y por encima del hueso maxilar. Pertenecen a
estas masas laterales del etmoides, los cornetes superior y medio que delimitan los meatos superior y medio.
El cornete inferior se independiza en el adulto, y con su apófisis maxilar, obtura, por abajo la entrada
del seno maxilar.
Se articula, en su parte superior, con la pared externa de la fosa nasal, de la que forma parte, quedando
libre en la fosa nasal, recordando a un voladizo, que cubre al meato inferior.
 - Apófisis pterigoides.
Existe otro apoyo más potente del hueso maxilar que es las apófisis pterigoides. Esta se lanza desde el
cuerpo del esfenoides, dirigiéndose hacia abajo. Hay una derecha y otra izquierda.
Cada apófisis pterigoides consta de dos alas, una externa y otra interna, unidas por su borde anterior,
formando una ángulo diedro abierto hacia atrás.
La cara interna del ala interna, de la apófisis pterigoides, forma la zona posterior y externa de las fosas
nasales.
 - Hueso palatino.
La unión entre el ala interna de la apófisis pterigoides y la cara interna del maxilar superior, se completa
gracias a la lámina vertical del hueso palatino
Dicha lámina, presenta en su porción superior una escotadura abierta hacia arriba, o agujero esfeno-
palatino, delimitada por las dos apófisis superiores del hueso palatino, (la orbitaria y la esfenoidal).
La apófisis esfenoidal, o posterior, articula con el cuerpo del esfenoides,
La apófisis orbitaria o anterior, del palatino, ocupa la porción posterior de la arista infero-interna de la
órbita, inmediatamente por delante del cuerpo del esfenoides y el maxilar.
Esta muesca, o espacio entre las dos apófisis superiores indicadas, es como hemos dicho, el agujero
esfeno palatino, que comunica la fosa nasal con la fosa pterigopalatina.
La lámina vertical del palatino, presenta en la parte inferior, también dos apófisis:
Una interna o apófisis horizontal del palatino, que se dirige hacia la línea media de las fosas nasales, se
articula con la homónima del lado opuesto, así como, en la porción superior de la confluencia de esta articulación,
con la porción posterior de la cara inferior del hueso vomer.
Por delante, la apófisis horizontal del palatino, se articula con la superficie articular del borde posterior
de la apófisis palatina del maxilar.
La externa o apófisis piramidal del palatino, se dirige hacia fuera, y viene a articularse con las
extremidades inferiores de las dos alas de las apófisis pterigoides.
La lámina vertical del palatino, forma, en su confluencia, (con las apófisis pterigoides, por detrás, y la
tuberosidad del maxilar superior, por delante), el conducto palatino posterior, ocupado por el paquete vásculo-
nervioso, palatino posterior, comunicando por lo tanto, la fosa pterigo-palatina, con la porción posterior del
paladar óseo, donde se abre en los agujeros palatinos posteriores.

RESUMEN.
Haciendo una sinopsis, podemos considerar que :
a).- En fosas nasales.
Vemos tres cornetes, superior, medio, e inferior. Los dos primeros soldados a las masas laterales del etmoides,
formando la porción superior de la pared turbinal.
b).- El inferior.
Queda como hueso independiente.

Colocar aquí LA FIGURA 14-3.


Figura 14-3.
Visión esquemática de la calavera de un feto a término.
1). Frontal. 2). Parietal. 3). Concha del occipital. 4). Charnela obstétrica de Budín. 5). Concha del temporal. 6). Conducto
auditivo externo. 7). Fontanela asterion. 8). Fontanela lambda. 9). Fontanela pterion. 10). Sutura fronto-parietal. 11). Sutura
sagital. 12). Sutura parieto-occipital. 13). Mandíbula. 15). Pómulo o malar. 16). Ala mayor del esfenoides. 17). Lámina
papirácea. 18). Cóndilo de la mandíbula. 19). Hueso timpanal. 20). Lamina basilar del occipital

c).- Meatos.
Cada cornete limita con la pared externa de la fosa nasal un espacio que se denomina meato.
d).- En el meato superior
Desembocan las celdillas etmoidales.
e).- En el meato medio.
Desembocan celdillas etmoidales, seno frontal y seno maxilar.
f).- El ectodermo de las fosas nasales,
Envía evaginaciones hacia mamelón nasal externo y yema maxilar formando los senos y celdas.
g).- El seno maxilar
Se excava en espesor de yema maxilar, formándola apófisis piramidal del maxilar.
g).- La desembocadura del seno maxilar, en el meato medio.
Es muy amplia, y está delimitada por varias formaciones, una de ellas es, la apófisis unciforme del hueso
etmoides.
h).- Alrededor del seno maxilar.
La yema maxilar se esqueletiza y forma el hueso maxilar la apófisis piramidal del hueso maxilar.
i).- El hueso intermaxilar.
O premaxilar, queda incluido al hueso maxilar.
j).- La apófisis palatina del hueso maxilar
Forma, el suelo de las fosas nasales, y el techo de la boca.
k).- El mesénquima del tabique nasal.
Pasa por fase de osificación endocondral, osificándose en parte, dando lugar a la lámina perpendicular del
etmoides y al hueso vómer.
CAPITULO 15º.
DESARROLLO DEL ESPLACNOCRÁNEO O CARA, (Continuación).
Villaplana-Torres, L., Vila-Bou, V., Victoria-Fuster, A., Senabre-Arolas, C.M., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

HUESO MAXILAR.
El hueso maxilar superior, se forma alrededor del seno maxilar, por esqueletización de la yema maxilar que lo
rodea, formando paredes del seno.
En la cara externa del hueso se forma la apófisis piramidal, que tiene forma, como su propio nombre indica de
pirámide triangular, cuyo vértice está truncado.
Los bordes inferiores de ambos maxilares forman un saliente que se conoce con el nombre de apófisis alveolar
donde se sitúan las raíces de las piezas dentarias superiores.
En la zona anterior, se ha fusionado el hueso premaxilar, pasando a formar parte del hueso maxilar, que
contribuye a constituir la porción más anterior de la apófisis alveolar.
El hueso maxilar es el hueso clave de la maxila, o porción superior del macizo facial. Hueso éste, de gran
importancia, ya que forma parte de las cavidades: orbitaria, nasal, y bucal.
Queda, por fuera de las fosas nasales, por encima de la cavidad bucal, y por debajo de la órbita.

Colocar aquí LA FIGURA 15-1.


Figura 15-1.
Visión esquemática del panorama lateral de la calavera.
1). Frontal. 2). Parietal. 3). Occipital. 4). Temporal. 5) Ala mayor del esfenoides. 6). Pómulo o malar. 7). Cuerpo del esfenoides. 8). Lámina papirácea del
etmoides. 9). Maxilar superior. 10). Nasal. 11). Maxilar inferior o mandíbulas.

ARTICULACIONES SINARTRÓSICAS DEL HUESO MAXILAR.


Articulaciones sinartrósicas con:
a).- El del otro lado.
b).- El resto de la cara.
En la cara interna del maxilar superior, transversalmente, emerge la apófisis palatina, que separa la cavidad oral,
de las fosas nasales.
Las apófisis palatinas de ambos maxilares, articulan por su cara interna y borde posterior, con los bordes
anteriores de las láminas horizontales de los huesos palatinos.
Estas articulaciones óseas, contribuyen a que se constituya un ensamblaje adecuado de la maxila superior.
La lámina vertical del palatino, realiza una unión, entre el hueso maxilar y la apófisis pterigoides. Unión que
tiene lugar entre la parte posterior de la cara interna del maxilar superior, con la cara interna del ala interna de la apófisis
pterigoides.
La articulación de la porción nasal de la cara interna del hueso maxilar superior, (situada inmediatamente por
encima del seno), se realiza con la cara inferior de las masas laterales del etmoides.
La articulación de la apófisis ascendente se realiza:
a).- Por delante,
Con los huesos nasales, (reforzados gracias a su articulación con la espina del hueso frontal), y
con el borde antero-superior de la lámina perpendicular del etmoides).
b).- Por detrás,
Con el Unguis.
c).- Por arriba
Con el frontal (parte lateral de la escotadura nasal)-
d).- Por su cara externa,
Está recorrido por un cresta lineal de dirección vertical, es la llamada cresta lagrimal superior.
e).- Articulación de la apófisis piramidal.
La articulación de la apófisis piramidal con el hueso malar, establece el puente de apoyo y
continuidad con el cráneo, a través del arco zigomático, que es uno de los arbotantes de las líneas de fuerza de Rathke y
Felizet, de la biodinámica de la calavera.
Este apoyo es de los más sólidos entre el esqueleto facial y el cráneo.

HUESO MALAR.
El hueso malar, se articula por:
a).- Su porción anterior e interna.
Con la pirámide truncada de la apófisis piramidal de maxilar superior..
b).- Su porción superior y externa,
Se articula con la apófisis orbitaria externa del frontal.
c).- Por detrás.
Como ,ya hemos indicado con la apófisis cigomática del temporal.
d).- Por dentro.
Mediante la apófisis orbitaria, se articula, de arriba hacia abajo, con el frontal, con la cresta malar del
ala mayor del esfenoides, y con el maxilar superior.
Esta organización estructural, tiene como consecuencia que, el borde alveolar del maxilar superior, disponga de
líneas de fuerzas ascendentes que tienen distintos trayectos
1º).- Un trayecto ascendente,
Que sube por la apófisis ascendente del maxilar superior, llegando hasta el frontal, dirigiéndose hacia el
metopion, y también se dirige hacia la glabela del hueso frontal, (cuyas paredes a este nivel, enmarcan el seno
frontal).
2º).- Un trayecto pterigoideo,
En dirección de las apófisis pterigoides, que recoge la fuerza masticatoria de los dientes posteriores,
hacia el cuerpo del esfenoides, lugar donde se bifurca en dos vectores:
a).- Uno ascendente.
Por el ala mayor del esfenoides, que llega al metopion.
b).- Otro descendente.
Que pasa por la lámina basilar, y de ahí pasa al cóndilo del occipital.
Este segundo trayecto, es posible, gracias a la presencia de la lámina vertical del palatino, que une la
apófisis pterigoides con el maxilar, -que como veremos después formará el fondo o pared interna de la fosa
pterigomaxilar, donde se encuentra delimitado el agujero esfenopalatino, que comunica esta fosa con las fosas nasales-.

Figura 15-2.
Visión anterior de la calavera.
1). Frontal. 2). Nasal. 3). Maxilar superior. 4). Maxilar inferior o mandíbula. 5). Pómulo o malar. 6). Apófisis orbitaria del esfenoides. 7). Ala menor del
esfenoides. 8). Lámina papirácea del etmoides. 9). Vomer. 10). Apófisis orbitaria del maxilar superior. 11). Ala mayor del esfenoides. 12). Concha del
temporal. 13). Parietal.

3º).- El tercer trayecto,


Tiene lugar a través de la apófisis piramidal del maxilar superior. Sus aristas, son lo suficientemente
potentes para transmitir las líneas de fuerzas que se continúan por el hueso malar. Hueso éste, que como ya se ha
dicho, se articula a nivel del vértice truncado de la apófisis piramidal, de forma que, el vector de fuerza a este
nivel se divide en dos direcciones:
a).- Una irá hacia la apófisis orbitaria externa de hueso frontal.
b).- La otra en dirección al arco cigomático.
Podemos pues concluir que: la transmisión de fuerzas del maxilar superior hacia el cráneo, desde la
apófisis alveolar, se lleva a cabo gracias a los siguientes apoyos:
Apófisis ascendente del frontal.
Apófisis orbitaria externa de la apófisis piramidal del maxilar.
Apófisis pterigoides.
Arco cigomático.

FOSAS PTERIGOMAXILAR Y PTERIGOPALATINA.

CONTINUIDAD ANATÓMICA.
Podemos considerar a la fosa pterigopalatina, como el trasfondo de la fosa pterigomaxilar que es una zona de
encrucijada, donde se comunican distintas cavidades.
Por delante y por arriba, comunica con la órbita, a través de la porción interna de la hendidura esfenomaxilar.
Por dentro, se comunica con las fosas nasales a través del agujero esfenopalatino.
Por detrás, con el interior del cráneo, mediante el agujero redondo mayor y el conducto vidiano, excavado en la
base de implantación de la apófisis pterigoides.
Por fuera se va a continuar con la fosa cigomática, de forma que, la fosa pterigomaxilar, es a su vez el trasfondo
de la fosa cigomática o pterigomandibular.

Colocar aquí LA FIGURA 15-3.


Figura 15-3
Visión esquemática de una calavera a la que se ha extirpado el plano óseo lateral externo.
1). Lámina papirácea del etmoides. 2). Unguis. 3). Maxilar superior. 4). Nasal. 5). Tuberosidad del maxilar. 6). Sección de la mandíbula. 7). Seno maxilar
con la apófisis unciforme. 8). Apófisis pterigoides. 9) Sección de la raíz del zigoma. 10). Cavidad glenoidea del temporal. 11). Hueso timpanal.. 12).
Apófisis mastoides.13). Conducto auditivo externo. 14). Concha del occipital.
FOSA PTERIGOMANDIBULAR.
Podemos distinguir varias paredes en esta fosa:
1º).- La pared anterior, corresponde a la parte más interna de la tuberosidad del maxilar, (que es la parte más
posterior del hueso maxilar, y que como sabemos, a su vez esta tuberosidad, es la pared posterior del seno maxilar).-
2º).- La pared posterior, corresponde a la cara anterior de la apófisis pterigoides. Esta apófisis, se va
aproximando a la tuberosidad del maxilar, a medida que va descendiendo, dando lugar al vértice de la fosa pterigomaxilar
dándole la forma característica de lágrima invertida. Es en esta zona inferior de la fosa, donde la apófisis piramidal del
hueso palatino, ocupa el espacio que queda entre la dos alas de la apófisis pterigoides y cierra la pterigopalatina.
La pared anterior , corresponde a la raíz del ala mayor del esfenoides.
La pared interna de la fosa pterigopalatina, se corresponde con la lámina vertical del hueso palatino, es el
segmento “ inter-maxilo-pterigoideo”. En la parte superior de esta cara interna, nos encontramos con el agujero
esfenopalatino, cuyo contenido vásculo-nervioso veremos más adelante.
La porción más anterior de la lámina vertical del palatino, hemos dicho que articula con la parte interna del
maxilar superior, y presenta un canal que va dirigido hacia arriba y atrás, y que se va a articular con otro canal que se
encuentra en la cara interna del maxilar, de tal manera, que se va a constituir un conducto que va a ser el conducto
palatino posterior, de esta forma, nos encontramos con que la cavidad oral, se comunica con la fosa pterigomaxilar.
Este conducto, tiene un orificio inferior, que se abre en el techo de la boca. El contenido de este orificio y del
conducto lo veremos en la inervación.
En la fosa pterigomaxilar vemos desembocar también a los conductos palatinos posteriores.
Aborda también a esta fosa el canal infraorbitario, labrado en la porción inferior de la órbita y en el techo del
seno maxilar
En esta fosa pterigomaxilar veremos que van a desembocar los nervios que constituyen la segunda rama del
trigémino que, a través del agujero redondo mayor accede al interior del cráneo.

Colocar aquí LA FIGURA 15-4.


Figura 15-4.
Visión esquemática de la calavera de un recién nacido, con sus puntos craneométricos.
1). Frontal. 2). Parietal. 3). Occipital. 4). Charnela obstétrica de Budín.5). Escama del temporal. 6). Agujero auditivo externo. 7). Fontanela asterion. 8).
Fontanela posterior o lambdoidea. 9). Fontanela ptérica. 10). Sutura fronto-parietal o coronal. 11). Fontanela bregma, -ver 23-. 12). Sutura parieto-
occipital. 13). Mandíbula. 14). Maxilar superior. 15). Malar y arco zigomático. 16). Ala mayor del esfenoides. 17). Lámina papirácea del etmoides. 18).
Punto craneométrico basión. 19). Punto craneométrico yugular. 20). Punto craneométrico opistion. 21). Punto craneométrico inion. 22). Punto
craneométrico obelion. 23). Punto craneométrico bregma. 24). Punto craneométrico estefanion. 25). Punto craneométrico metopion. 26). Punto
craneométrico ofrion. 27). Punto craneométrico glabela. 28). Punto craneométrico nasión. 29). Punto craneométrico dacrion. Punto 30) Punto
craneométrico malar. 31). Punto craneométrico espinal. 32). Punto craneométrico alveolar. 33). Punto craneométrico mentoniano. 34). Punto
craneométrico pregonion. 35). Punto craneométrico gonion. 36). Punto craneométrico pterion. 37). Punto craneométrico asterion.

CAPITULO 16º.
DESARROLLO SECUNDARIO DE LA CARA.
Smith-Ferres, V., Smith-Ferres, E., Senabre-Arolas, C.M., Cimas-García, C., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.,

CIERRE DE LA BOCA PRIMITIVA.


Biodinámica organogenética del cierre de la boca primitiva.

Esta biodinámica organogenética, al sustraer el mesénquima para la formación del cráneo, deja una falla, o
carencia de material para el desarrollo de la cara, produciendo en el extremo oral del tubo digestivo, la presencia de una
enorme boca primitiva, como ya dijimos, que se extiende desde la primitiva órbita, hasta la fosita supra-esternal del tórax,
es decir, ocupando, lo que posteriormente será, toda la cara y la porción anterior del cuello.

RELACIÓN UNITARIA GENÉTICO-FUNCIONAL DE LA CARA Y EL CUELLO.


Es decir, que la cara y el cuello, no fueron nada más que una enorme boca primitiva, que se extendía desde los
ojos, (o somitas oculomotores de Furbringer, que son los únicos cuyo mesénquima, no van ser utilizado, de una manera
agresiva, para formar cráneo), hasta la horquilla esternal
Posteriormente, se va a realizar el proceso de desarrollo secundario de la cara, en el cual va a jugar un papel
fundamental el desarrollo del aparato estomatognático.
En este aparato, se van a integrar una gran cantidad de funciones, -desde la alimentación con la masticación,
succión hasta la articulación de la palabra-, que adapta su morfología, dando el aspecto característico de la facies
humana. Supeditada ésta, en un principio al desarrollo del cráneo, y, en definitiva la de la extremidad cefálica a la Unidad
del Ser Humano.

DIFERENCIACIÓN DE LOS ARCOS BRANQUIÓGENOS.


ROMBÓMEROS DE HAINES.
Como ya expusimos, (ver capítulo 4º), para reparar esta , de las primitivos pleurapófisis craneales, y poder
formar la cara definitiva, la Naturaleza utiliza el mesénquima peri-digestivo, que se diferencia por el organizador
precordal, -que origina en su integración con la porción mas craneal del notocordal-, los rombómeros de Haines, y, que,
-aunque algunos de ellos fueron ya utilizados para el Cráneo-, el resto va a constituir, las pleurapófisis secundarias o
somitas branquioméricos, o arcos faríngeos, o arcos branquiógenos, clásicos.
De estos elementos, se diferencian los dispositivos morfológicos, para constituir la cara y cuello secundarios,
como ya hemos indicado, que se diferencian y sistematizan en razón de las funciones, que tienen que realizar
teleológicamente.

METAPLASIA VISCERO-SOMÁTICA.
Diferenciaciones, que constituyen unas metaplasias, del mesénquima miotómico, que ha pasado al diferenciarse,
de ser perivisceral o musculatura lisa vegetativa, a ser musculatura estriada voluntaria..
Además, llega a ser, la de mayor capacidad de expresión intelectiva, como es la función de articulación de la
palabra., en donde, (la expulsión de una ligera cantidad de aire), con ínfimas variaciones de tono, de la musculatura de los
labios, modula diferencias entre la B, la P, y la M, o la V, la F, y la B, etc.
Aunque siempre, poseerán un cierto matiz emotivo, procedente de su primitivo origen embriológico, como ocurre
con la expresión del estado afectivo, que ha llevado a decir, que: …“la cara es el espejo del alma”…

DIFERENCIACIONES OSTEO-NEURO-MUSCULARES.
A).- Diferenciación del primer arco branquiógeno.
El primer arco branquiógeno, es el que fundamentalmente se encarga de las bases de la regeneración esquelética
de esta cara secundaria, a partir del llamado cartílago de Meckel, de donde se diferenciarán los maxilares. Tanto el
maxilar superior, como el inferior, y el sistema neuromuscular del masticador.
El centro o filtrum del labio superior, se forma por el enclave del mamelón frontal.
El sistema neuromuscular del masticador, en la cara definitiva es el más profundo, porque embriológicamente fue
el primero que se formó,

B).- Diferenciación del segundo arco branquiógeno.


Luego se diferenció, el sistema neuro muscular del facial, que emigra para cubrir superficialmente al sistema
neuromuscular del primer arco.
A este sistema neuromuscular se le denomina facial por que se queda en la superficie de la cara definitiva.
Comenzó a esbozarse cuando el primer arco ya se había desarrollado alrededor de su esclerotomo o del cartílago
de Meckel, (lo que en la edad adulta aclara, porqué la musculatura masticadora está cubierta por la musculatura de la
expresión facial).
El segundo arco branquiógeno, tiene un esclerotomo que constituye el cartílago de Reichert que solo servirá de
fulcro a la inserción del vientre anterior del digástrico, como músculo del sistema facial, en la porción correspondiente al
hueso hioides, y al músculo milohioideo, (del sistema neuromuscular del masticador), que aunque son de sistemas
diferentes, se imbrican, por la función de hacer descender la mandíbula.
El resto del hioides, va a ser utilizado por el sistema neuromuscular de la lengua, procedente del lugar de fusión,
(por la biodinámica organogenética craneal).- del último rombómero, con los primeros somitas cervicales. Estos somitas,
se diferencian mal y constituyen la cuerda del cuello, que engloba a los sistemas neuromusculares del hipogloso, espinal y
frénico.
De ellos, el sistema neuromuscular del hipogloso o de la lengua, como indicamos, al haber quedado sin
dispositivo esquelético, busca anclarse en el esclerotomo del segundo arco o sea en el hioides. La lengua muy
tempranamente, invade y rellena toda la boca primitiva, que correspondía a las cavidades bucal y nasal primitivas.
Al desarrollarse los demás arcos branquiógenos, -y crecer el cuello-.- la lengua desciende, y por lo tanto deja de
ocupar la cavidad nasal y pasa a la bucal, Estando separada de ella por las apófisis palatinas del esclerotomo del cartílago
de Meckel, que van a terminar formando el paladar óseo, y en consecuencia a establecer la separación definitiva entre
boca y fosas nasales.

C).- Diferenciación y desarrollo de los arcos branquiógenos 3º y 4º.


Para terminar de cerrar la boca primitiva, nos falta la porción inferior, que constituirá el cuello.
En este lugar se entremezclan, como consecuencia de la craneogénesis, tanto los restos de los somitas cefálicos,
como los somitas cervicales, colocándose delante de ellos, para formar la faringe y laringe, por delante de la musculatura
metamérica del presoma del cuello, -formada por los prevertebrales, y los escalenos-.

D).- Sistemas neuromusculares de los rombómeros de los arcos branquiógenos 3º y 4º.


La faringe, la inerva el rombómero correspondiente al nervio Glosofaríngeo, en el que se integra el sistema
neuromuscular del Deglutor. Penetra este en le cuello, tras haber atravesado la fosita petrosa del agujero rasgado
posterior, y se distribuye por la musculatura de la faringe Establece la unidad funcional con la lengua, para los procesos
biodinámicos de deglución, en la transición del bolo alimenticio en el istmo de las fauces, de la cavidad bucal a la faringe.
Este nervio glosofaríngeo, integra en él, al sensible del nausígeno, junto con los vegetativos de la glándula parótida, a
través del nervio de Jacobson y del ganglio ótico.
La laringe, la inerva el rombómero del Neumogástrico, en la parte correspondiente al sistema neuromuscular del
Fonador, que integra la laringe. También le acompaña el nervio Vago, en la faceta del nervio recurrente, que se imbrica,
(bien a nivel del cayado aórtico, o bien a nivel del tronco arterial braquiocefálico), con las fibras ortosimpáticas del ganglio
estrellado y asa de Wieussens, para constituir entre ambos, las fibras del sistema del nervio depresor cardíaco de Ción. Por
otra parte, desde aquí se continuará el nervio vago abdominal, para la inervación parasimpática del dispositivo vísceral
abdominal.
Estos dos arcos 3º y 4º, se imbrican entre sí, utilizando el esclerotomo común de ambos, que va a dar lugar al
componente fibro-cartilaginoso, del esqueleto de la laringe.

E).- Musculatura metamérica parietal del cuello.


Aparte de estos sistemas neuromusculares romboméricos, en el cuello se encuentran los sistemas neuromusculares
metaméricos parietales, que adaptan su morfología, tanto a su biodinámica propia, como a los fenómenos, consecutivos a
la craneogénesis.
Estas musculaturas, se pueden acoplar en tres grupos:
a).- La musculatura equivalente a los intercostales.
De los que derivan los tres músculos escalenos, de inervación metamérica
 Escaleno Anterior.
 Escaleno Medio.
  Escaleno posterior.
b ).- La musculatura equivalente a la pared anterior .
De ella deriva la musculatura del sistema neuromuscular del Asa del Hipogloso:
 Músculo tiro-hioideo
 Músculo esterno-tiroideo.
 Músculo esterno-hioideo.
 Músculo omo-hioideo o digástrico del cuello
c).- Musculatura de la cuerda del cuello.
De ella deriva el sistema neuromuscular del Asa del Espinal.
 Músculo Esterno-Cleido-Mastoideo, (en la cara anterolateral).
 Trapecio, (en la cara dorsal).

SIGNIFICADO DE LOS ARCOS BRANQUIÓGENOS. ESTOMODEO.


Para obstruir este orificio bucal, y, concomitantemente, (conforme el mesénquima iba siendo sustraído para la
función cráneo-formadora), se establece desde un principio, la unión directa, del ectodermo y endodermo, dando lugar al
estomodeo, o membrana bucal, que permanece cerrada durante todo el proceso de reparación y cierre de esta boca
primitiva, y desarrollo consecutivo de la cara y región anterior del cuello, por la aparición de las formaciones
mesenquimales reparadoras.
Estas nuevas formaciones mesenquimales, son peri-digestivas y, crecen entre el ectodermo y endodermo, dando
lugar a los arcos branquiógenos, de donde, repetimos, se desarrolla la cara definitiva, y la porción ventral del cuello.
Realizada esta reparación, aparece la permeabilización del estomodeo, por un proceso de apoptósis, o muerte
celular programada, desde el genoma. Estos mismo genes, fueron adaptando la morfología, no solo de la cara, sino del
cuello, variando el esquema primitivo clásico de desarrollo, atendiendo a la intención finalista de esta extremidad de esta
especie, siempre dentro de la Unidad Vital del individuo.

ADAPTACIÓN DE LA BIODINÁMICA ORGANOGENÉTICA A LA POTENCIA PROSPECTIVA.


Esta biodinámica organogenética, adaptó y ciñó la Anatomía, a su potencia prospectiva, fundamentalmente
orientada al significado que iba a jugar en la vida postnatal, que podemos resumir sucintamente, además de los otros
muchos existentes, en:
1º).- Alojamiento funcional del sexto sentido.
Aparato vestibular.
2º).- Localización del reflejo del aprestamiento atencional.
Tubérculos cuadrigéminos, y cerebelo.
La biodinámica organogenética que requieren todos estos procesos funcionales, exige una perfecta información
sensorial y nerviosa, y en consecuencia, una correcta irrigación.
Por ello, el patrón clásico estatutario, se va a alterar, obligando a una atrofia del esquema de la sistematización de
los nuevos metámeros branquiógenicos, constitutivos del cuello. Esta alteración, se expresa en la atrofia de los arcos
viscerales, o costillas cervicales, así como la mayor fijeza de los restos de estas, con las apófisis transversas o para-
apófisis,
Esto transforma las articulaciones costo-vertebrales, en unas sinóstosis, y, en los lugares en donde estas no
pueden establecerse, (para no restar capacidad móvil a la columna), aparecen las excrecencias laterales y anteriores de las
apófisis semilunares, o apófisis de Luchska.
CAPITULO 17º.
APARATO ESTOMATOGNÁTICO.
Smith-Ferres, E. Smith-Ferres, V. Senabre-Arolas, C.M., Cimas-García, C., Cabanes-Vila, J., Ferres-Torres, E. Smith-Agreda, V.

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL APARTADO ESTOMATOGNÁTICO.


Para comprender la actual morfología del apartado estomatognático, es preciso recordar la evolución filogenética,
partiendo de las especies inferiores, e ir ascendiendo en la escala zoológica.
La morfología de los animales inferiores, refleja su adaptación al medio ambiente y a su forma de vida, o función
vital. Desde el principio, la morfología cráneo-facial ha estado unida a cada una de las entidades que componen el cráneo-
facies, y solo analizando la evolución conjunta de estas entidades, es posible valorar e interpretar la forma actual del
denominado apartado estomatognático.
Cuatro consideraciones anatomo-funcionales preliminares, sobre la evolución del griego  o boca primitiva,
nos ayudarán a enmarcar mejor el contenido de este capítulo:,
1º).- El estoma como receptáculo sensorial de la cara.
Que sirve para que el animal, detecte y distinga posibles fuentes nutritivas, indispensables para la
supervivencia.
2º).- Dirección de estos órganos hacia el alimento.
Consiguiendo poner al animal en contacto directo con su objetivo, que es el alimento.
3º).- Captura del alimento.
A través de los elementos propios, el animal captura, prepara e injiere, el alimento a través de la cavidad
oral, (ya sea directamente o tras de un proceso masticatorio previo, que prepara, y desmenuza el
alimento), para que fácilmente sea transformable en energía nutritiva.
4º).- Función identificadora.
La cara, (y en ella el apartado estomatognático), integra la función identificadora y de reclamo, para la
pareja, unificando las funciones instintiva de conservación del individuo, con la de conservación de la
especie.

ERRORES EN LA INTERPRETACIÓN DE LOS ESTUDIOS ANATÓMICOS.


Con frecuencia, se observa que, detenidos y profundos estudios anatómicos craneales, se interpretan y realizan
partiendo del punto de vista filosófico platónico descriptivo, es decir, considerando que la cabeza, es una parte aislada del
individuo, sin integrarla en la visión filosófica aristotélica, morfo-funcional, de que, esta cabeza, es una parte integrante de
la unidad del ser vivo al que pertenece.
Este criterio, ha favorecido la aparición de múltiples y contrapuestas hipótesis explicativas sobre la filogenia de la cabeza
humana.
Para nosotros, la cabeza humana, no es sino,
...”una parte integral de ese conjunto unitario e inseparable de la totalidad del ser humano, que es uno, vivo, operante y
dialógico”...,
y no podemos olvidar, que su morfología, refleja cualquier modificación adaptativa, que afecte a las condiciones tanto de
vida animal, como Racional.

ANÁLISIS ANATOMO-COMPARADOS.

Si analizamos la evolución de los vertebrados, observamos como las formas mas primitivas, de los animales acuáticos con
vida sedentaria en el fondo del mar, progresan hacia una morfología compacta, y no se estilizan, tanto en cuanto, el animal no
adquiere hábitos de desplazamiento en el medio acuático.
En cuanto el animal se moviliza, podríamos decir que, a la forma más o menos redondeada primitiva, se va oponiendo una
forma basada en una línea alargada que le permite desplazarse dentro del medio acuático, encaminada a que disminuyan las
fricciones mecánicas.
Este potencial adaptativo de las especies, se manifiesta también en un remodelamiento de la cabeza del animal, que
adopta una disposición en cuña, similar a la proa de un barco..
De la misma manera, cuando el animal se hace terrestre, y usa cuatro extremidades, para desplazarse, exige una motilidad
y una específica disposición Craneal, y , en consecuencia, aparecen las articulaciones del cuello, y cambian de orientación los
órganos sensoriales.
Los hábitos locomotores y alimenticios, imponen nuevos diseños de la cara y cavidad oral del animal, para que pueda
fácilmente preparar e ingerir los alimentos que encuentra en su medio ambiente. Estos factores, afectan también a la morfología de
cráneo, que está sujeto en todas las especies, y en la humana también, a un proceso moldeante en razón a las exigencias vitales del
hombre a través de la historia.

NIVELES O ESTRATOS FILOGENÉTICOS DEL APARTADO ESTOMATOGNÁTICO HUMANO.


Por todos estos hechos, y como anteriormente indicábamos, es oportuno analizar el origen filogenético del apartado
estomatognático humano, a través de cuatro niveles o estadios que resumimos en las siguientes maneras de actuar:
1º).- Sinterizaremos, la evolución de la cavidad bucal en los vertebrados inferiores.
2º).- Contemplaremos, como este órgano, se adapta al proceso de Transición de los reptiles a los mamíferos.
3º).- Describiremos, dentro de los mamíferos, las diferentes exigencias masticatorias que imponen diversos
principios biodinámicos, en el diseño estomatognático.
4º).- Consideraremos, a la luz de los conocimientos filogenéticos, como podemos interpretar el apartado
estomatognático del hombre primitivo.

DESARROLLO DE LA CAVIDAD ORAL, O BUCAL, EN LOS VERTEBRADOS.


La existencia de una columna vertebral, larga y flexible, construida por un proceso osteogénico sobre el sustrato
decadente de la notocorda, constituye la característica esencial de los vertebrados.
EN LAS FORMAS PRIMITIVAS:
El extremo anterior, dispone de una prolongación craneal, que alberga a los órganos cefálicos, mientras que el
extremo caudal, se extiende en forma de elemento propulsor constituyendo la cola. El aparato digestivo se sitúa en la
posición ventral, con relación a la columna vertebral, y termina en la apertura anal por el extremo opuesto.

La cavidad oral.
Es una verdadera cesta digestiva, protegida por unos elementos rígidos llamados arcos branquiales. No existen maxilares,
y el animal sobrevive a través de un mecanismo nutritivo en el que sus estructuras orales, actúan como filtro del sustento acuático, en
el que el vertebrado se desenvuelve.
El material del esqueleto vertebrado, es fundamentalmente esclerotomo, que proviene de tres orígenes distintos:
a).- El hueso dermoide.
Que proviene directamente de la dermis, y está situado superficialmente debajo de la piel.
b).- El hueso cartilaginoso.
Que proviene de un molde cartilaginoso, previamente existente, al que reemplaza mediante un proceso
metaplásico de osificación. Suele situarse profundamente en la columna vertebral y en las extremidades.
c).- El hueso mesenquimal.
Que proviene del mesénquima de los arcos branquiales, y forma el marco óseo de la cavidad viscero-
cefálica.
En consecuencia, la cabeza de los vertebrados, es un conjunto óseo de triple origen, del que forman parte :
a).- La extensión craneal del esqueleto axial.
b).- Los arcos viscerales.
c El hueso dérmico.

FORMA ELEMENTAL DEL CRÁNEO DE LOS VERTEBRADOS.


La forma más elemental del cráneo de los animales vertebrados, es esencialmente, una envoltura de protección y soporte
de la extremidad cefálica del sistema nervioso, (integrado fundamentalmente por el prosencéfalo y los órganos de los sentidos).
El intestino, empieza en la apertura oral, situada debajo del cerebro, y cuya cavidad sirve como vestíbulo de la faringe.

Hendiduras branquiales.
Una serie de hendiduras branquiales, .las paredes laterales de la faringe y comunican la luz del intestino con el exterior.
Estas hendiduras están sostenidas y enmarcadas por unas abrazaderas de material óseo, que se desarrollan
independientemente del esqueleto axil. Constituyen unos arcos en forma de “V”, rodeadas de una musculatura periférica, que
permite comprimir la hendidura branquial, con el fin de expulsar el agua ingerida por la apertura oral, tras filtrar las partículas
nutritivas. De esta manera los arcos branquiales desempeñan un importante papel en la respiración y en la alimentación de los
vertebrados inferiores.

APARICIÓN DE LAS MANDÍBULAS. CARTÍLAGO PALATO-CUADRADO. CARTÍLAGO DE MECKEL.


A lo largo de la evolución, los arcos branquiales más craneales, bordean la apertura oral y van, paulatina y
progresivamente, a ocuparse de un nuevo quehacer funcional, en la evolución de las especies: la presión de fragmentos
alimenticios.

MAXILARES PRIMITIVOS.
Durante un prolongado período de selección natural, unos primitivos maxilares, fueron emergiendo de lo que
originalmente eran primeros arcos óseos branquiales, y su musculatura fue reforzándose para intervenir en la partición de los
alimentos.
En cada uno de los lados, la porción superior de la “V”, del primer arco óseo, constituyó el maxilar superior, mientras que
la porción inferior constituyó la base del maxilar inferior.

DIENTES.
Conforme estos elementos maxilares fuero agrandándose, y perfeccionando su cometido, en la tosca piel que recubría los
bordes de la apertura bucal, iniciaron su formación, como ganchos duros y puntiagudos los dientes, como colaboradores de esta
función prensil de los maxilares.
En un principio, tanto los huesos maxilares, como la cobertura cerebral de estos animales, estaba formada por hueso
cartilaginoso, que, en su porción mas superficial, mostraba ya inclusiones de múltiples placas óseas dermoides.
ESQUELETO CRANEAL.
En el desarrollo filogenético de peces, anfibios, y reptiles, existía un esqueleto craneal, con ciertos rasgos peculiares en
común. En realidad estaba formado por tres partes
a).- La caja craneana, con hueso maxilar superior incluido.
b).- Un hueso sólidamente articulado, el maxilar inferior o mandíbula.
c).- Cartílago palato-cuadrado.
Al elemento o porción cartilaginosa del maxilar superior, se le denomina así, y al del maxilar inferior cartílago de
Meckel.

VISIÓN ESQUEMÁTICA DE LA CABEZA DE UN REPTIL.


Reptiles primitivos.
La cabeza de los reptiles primitivos, puede considerarse, de una manera esquemática, formada por:
1º).- Un techo óseo dermoide.
Que cubre la zona superior de la cabeza y se extiende lateral e inferiormente, tapizando el maxilar
superior, en cuyo borde periférico se alberga una fila de dientes.
2º).- La mandíbula.
De similar manera la mandíbula, está cubierta por hueso dermoide, con dientes sobresaliendo de su
borde superior.
3º).- Los dientes.
Son pequeños conos, que se interdigitan entre sí, (los superiores con los inferiores).- cuando los
maxilares cierran la apertura bucal.
Los huesos dermoides, que propiamente albergan el conjunto dentario, son los huesos maxilares y premaxilares en la
parte superior, y los huesos dentarios en la inferior.
Estos huesos persisten a través de la evolución filogenética, hasta llegar a los mamíferos y al hombre.
En un principio, la articulación cráneo-maxilar esta constituida por huesos de origen cartilaginoso.
4º).- Esbozo muscular.
Cartílago cuadrado o hueso cuadrado, y hueso articular, forman entre sí la articulación cráneo-maxilar de los reptiles.
Esta articulación, goza de movilidad, merced a una masa muscular que se inserta en la fosa temporal, por debajo del techo del
cráneo, y en la parte posterior del maxilar inferior.
CAPITULO 18º.
EVOLUCIÓN FILOGENÉTICA ORAL DE LOS REPTILES A LOS MAMÍFEROS.
Smith-Ferres, V. Smith-Ferres, E. Senabre-Arolas, C.M.,Cimas-García, C., Cabanes-Vila ,J.,. Ferres-Torres, E. Smith-Agreda, V.

PRIMERAS EVOLUCIONES, EN LA APERTURA ORAL.


A lo largo de la evolución filogenética de los reptiles, se puede observar una progresiva secuencia de
modificaciones cráneo-faciales, hasta llegar al diseño final de la cabeza de los mamíferos.
La escotadura ótica, queda situada en una posición mas inferior y posterior, con respecto al techo craneal, y, el
perfil craneal, adopta una configuración mas continua y compacta.
Reptiles avanzados.
Aparece bilateralmente, una nueva apertura entre la órbita y la pared posterior craneal, dando origen, en el futuro,
a la fosa temporal y arco cigomático de los mamíferos, con aumento volumétrico de la masa muscular separadora.
Sin embargo, el conjunto oral de estos reptiles, aún mantiene ciertas diferencias con los mamíferos:
1º).- En la parte frontal.
Las fosas nasales en los reptiles, se abren directamente en la cavidad bucal, por no existir un paladar
que separe el espacio nasal del oral.
2º).- El maxilar inferior.
En los reptiles, es una palanca osificada, con el hueso albergando el conjunto dentario.
3º).- Todos los dientes son parecidos.
Poseen una configuración similar a unos ganchos cónicos, que se entremezclan entre sí al cerrar la
apertura bucal.

ESENCIA O RAZÓN DE LOS CAMBIOS EVOLUTIVOS.


La esencia de los cambios generales adaptativos, (que gradualmente, llevan al sistema masticatorio de los
mamíferos), parece resultar de un proceso selectivo con el que mejorar la utilización de la energía alimenticia, puesto que
la fuente más rica, y concentrada en calorías es la carne.
Por ello, todo el dispositivo morfológico que el animal posee, sufre un proceso evolutivo que le dispone para
conseguir las funciones de :
a).- Atrapar.
b).- Preparar.
c).- Desmenuzar.
estas proteínas, para cumplir con esta nueva función vital. Los cambios estructurales, tienden a dotar a los grandes
animales terrestres, de un potente órgano de captación y trituración alimenticia.

READAPTACIÓN BIODINÁMICA FILOGENÉTICA.


Esta demanda funcional, exige una rigurosa readaptación de la biodinámica craneal, para resistir las intensas
fuerzas generadas en el agarre, arrastre, y despedazamiento de la presa alimenticia.
a).- La fosa temporal.
Se desplaza hacia abajo y atrás, lo que empuja a la articulación mandibular inferiormente, e induce la
formación de una apófisis coronoides por delante de la articulación de la mandíbula, a la que queda unida por la
masa muscular encargada de cerrar y elevar el maxilar inferior.
b).- los dientes anteriores.
Se alargan y ensanchan, potenciando la acción de aprehensión del primitivo apartado estomatognático.
Las ventajas biodinámicas de este diseño, son claras y definidas.
 .-  En primer lugar:
El vector resultante de la fuerza ejercida por los músculos elevadores de la mandíbula,
queda situado en un plano más horizontal, (al descender la fosa temporal, y posteriormente,
elevarse la apófisis coronoides en el extremo anterior).
 ).- En segundo lugar:
La dirección de la musculatura de cierre de la mandíbula, es idéntica pero de sentido
opuesto a la ejercida por una presa, firmemente sujeta por los dientes anteriores, de los que trata
de escapar.
 ).-  En tercer lugar:
La aparición de la inserción coronoidea de la musculatura elevadora, propicia una
mayor longitud del brazo de palanca muscular, y en consecuencia, aumenta la potencia
necesaria para vencer la resistencia ofrecida por la fuente proteica del alimento, impuesta por el
nuevo medio ambiente en que se desenvolvían los reptiles.

EVOLUCIONES EN EL ESQUELETO CRÁNEO-FACIAL.


El siguiente rasgo en el proceso evolutivo de los reptiles hacia los mamíferos, afecta a la arquitectura del
esqueleto cráneo-facial.
a).- En la cavidad bucal.
Aparece un paladar secundario que separa la cápsula aérea o nasal, de la digestiva, o boca.
b).- Los propios dientes.
Hasta entonces cónicos, inician su especialización, al formarse unos engrosamientos y depresiones, o
cúspides y fosas, en la superficie masticatoria u oclusal, especialmente en las piezas situadas caudalmente a los
caninos.
Estas modificaciones del receptáculo bucal, explican la importancia de la preparación de los alimentos
antes de la deglución.
A partir de este momento evolutivo, el desarrollo del apartado estomatognático de las especies, hasta
llegar al de los mamíferos, está presidido y dictado por la imperiosa necesidad de preparar, desmenuzar y triturar
mejor, el fragmentado de alimento.
c).- Readaptación de la musculatura masticadora.
Un paso mas hacia la morfología de los mamíferos, lo encontramos en los reptiles cinodontos, (del griego
perro) con dientes de perro, en los que se produce una readaptación de la musculatura masticadora,
(merced a un desplazamiento de los arcos zigomáticos, que crea un espacio entre la superficie externa del maxilar
superior, y la cara interna del arco cigomático).
En este momento, parte de la masa muscular emigra hacia esta cavidad, formándose el esbozo del
músculo masétero, que estimula el desarrollo del hueso mandibular.
d).- Esbozo de la articulación temporo-mandibular, (A.T.M.).-
La exigencia masticatoria, impone un desarrollo mayor de la zona ósea propiamente dentaria, y una
gradual desaparición de los múltiples elementos óseos que formaban el esqueleto bucal del reptil. De esta forma,
incrementa su tamaño el hueso dentario, hasta entrar en contacto con la base Craneal, dando lugar a lo que, en los
mamíferos constituye, la articulación temporo-mandibular, (A.T.M).
e).- Aparición de elementos del órgano de la audición.
Como consecuencia de ello, la articulación cuadrado-articular en el reptil, pasa a convertirse en
elementos del órgano de la audición, (a través de los huesecillos del oído), lo que nos aclara, la dependencia y
similitud en la sintomatología de la patología articular, y la dento-mandibular temporal, en la clínica humana.

ADAPTACIONES BIODINÁMICAS EN LOS MAMÍFEROS.


El diseño cráneo-facial de los mamíferos primitivos, se puede esquematizar como,...una encrucijada de tres
componentes o regiones morfofuncionales, una posterior, una anterior y una inferior..., que podemos sistematizar en :
1º).- Componente neuro-craneal posterior.
Este componente neuro-craneal posterior, presenta una forma cónica, con:
a).- La base del cono.
Corresponde al plano nucal, que rodea al agujero occipital, o foramen mágnum.
b).- El cono.
Se presenta como una pieza de suspensión, apoyada en su parte posterior sobre la columna
vertebral.
c).- El vértice truncado.
Está representado por el hocico del animal.
d).- La curvatura superior.
La forma los huesos frontales y parietales, que se extienden lateralmente por los parietales y
temporales.
e).- La base completa del diseño cónico.
Por el occipital, esfenoides y temporal.
2º).- Componente facial anterior.
Muestra una morfología piramidal, con :
a).- La base.
Que apoya en el cono neurocraneal.
b).- El vértice.
Que termina en los dientes anteriores.
c).- El plano superior.
Lo forman los huesos nasales.
d).- Los lados.
Los huesos premaxilar y maxilar superior.
e).- El suelo.
Corresponde al techo de la cavidad bucal donde convergen, maxilar, premaxilar y huesos
palatinos.
3º).- Componente mandibular.
Esta constituido por una palanca ósea, en la que:
a).- El fulcro.
Situado en la parte posterior. Es el cóndilo, de forma cilíndrica, bilateral, que gira en el interior
de un surco situado en la porción escamosa del neurocráneo.
b).- Los dientes.
Se hallan situados en una curvatura, con unos caninos robustos y afilados, situados en el punto
de unión de la porción anterior, con la porción posterior de la arcada dentaria.
c).- Las piezas caudales posteriores.
Se caracterizan por poseer relieves marcados, con cúspides puntiagudas, y hondas depresiones
en la superficie oclusal, que entran en contacto con los antagonistas.
Estos accidentes amplían la biodinámica de la masticación, ya que amplían la primitiva
capacidad de corte, (que presentan las piezas dentarias, permitiendo efectos de trituración y
aplastamiento sobre los alimentos), en el momento de la oclusión de los maxilares, lo que potencia el
esfuerzo de los músculos elevadores de la mandíbula.

PATRONES MORFOFUNCIONALES DEL APARTADO ESTOMATOGNÁTICO.


De este primitivo modelo del conjunto estomatognático del mamífero, han derivado dos patrones
morfofuncionales, en relación directa con dos hábitos alimenticios distintos, que imponen unas biodinámicas masticatorias
diferentes:
a).- La adaptación carnívora.
b).- La adaptación herbívora.
La impronta morfológica de estas funciones, es tan acusada, que permite identificar rasgos peculiares en cada
uno de los dos extremos.
El cambio de la cráneo-facies, va a estar presidido por unos principios biodinámicos regulares, que conviene
recordar antes de describir las características de estos dos arquetipos masticatorios.

PRINCIPIOS BIODINÁMICOS DE LOS ARQUETIPOS MASTICATORIOS.


En el comportamiento de la palanca influyen:
a).- El punto de apoyo o fulcro.
b).- La intensidad y brazo de potencia.
c).- La intensidad y brazo de resistencia.
Si consideramos resistencia, a la que opone la presa alimenticia a ser agarrada y despedazada, y
aceptamos como potencia la que tiene que ejercer el dispositivo muscular masticador, podemos aplicar a este proceso
filogenético del condicionante alimenticio, unas leyes físicas generales.
La eficiencia de la fuerza puede aumentarse de tres maneras:
 .- Aumentando la potencia muscular.
 .- Alargando el brazo de potencia.
 .- Disminuyendo el brazo de resistencia.
La rapidez, puede incrementarse, invirtiendo la relación apuntada entre brazo de potencia y brazo de resistencia.
Así, fuerza y velocidad están inversamente relacionadas, y podemos cambiar y combinar estas variables, dentro del
apartado estomatognático, de la siguiente manera:
d).- Si aumenta el numero de fibras musculares en el acto masticatorio.
e).- Por desplazamiento del fulcro de la potencia muscular, con respecto a la inserción muscular.
f).- Por desplazamiento de la dentición con respecto al fulcro de la articulación, o viceversa.
En las formas más primitivas de los mamíferos, ya estaban establecidos los requisitos básicos para cumplir con
estos principios. El proceso adaptativo de la especie, ha hecho que destacaran mas unos rasgos, con respecto a otros.

CARACTERÍSTICAS DE LOS CARNÍVOROS.


Así en el animal carnívoro, se necesita, velocidad y captura violenta de la pieza, seguido de un desplazamiento
súbito, para producir el despedazamiento, y romper el material óseo presente.
Esta adaptación exige un gran desarrollo del complejo temporal, o lo que es lo mismo del complejo apertura y
cierre, con respecto al complejo masétero-pterigoideo, o desplazamiento lateral de la mandíbula. Así como de la
posibilidad de la apertura oral, que facilite el acceso de la presa a la cavidad bucal.
Si cristalizamos estas características en el perro, animal de todos conocidos, podemos fácilmente descubrir que el
marco cráneo-maxilar destaca los siguientes rasgos morfológicos:
a).- Un prolongado hocico.
Que alberga molares de raíz corta, y unos dientes anteriores en los que destacan los caninos, de larga y
potente raíz.
b).- La mandíbula es una palanca ósea larga y delgada.
Que provee un brazo de resistencia largo, para incrementar la velocidad en el agarre súbito de la presa.
c).- Una articulación cráneo-mandibular, firmemente establecida.
Que permite un fulcro seguro en el pinzamiento violento de los maxilares.
d).- La fosa temporal.
Está lo suficientemente extendida para albergar a este grupo muscular.
e).- Unos caninos afilados.
Situados en la parte delantera de la dentición, donde la velocidad en el acto del cierre es elevada,
significando valiosos instrumentos de aprehensión.
f).- Las piezas posteriores o molares.
Tiene una superficie oclusal, formada por múltiples facetas cortantes y están emplazadas en las
proximidades de las inserciones musculares, para incrementar el esfuerzo muscular de acortar el brazo de
resistencia.

CARACTERÍSTICAS DE LOS HERBÍVOROS.


La características de los herbívoros podemos sintetizarlas en:
a).- Fácil acceso al alimento.
Sin embargo este alimento exige, un gran esfuerzo para ser triturado y molido por la dentición.
b).- Adaptación evolutiva del complejo masétero-pterigoideo.
Sobre la musculatura temporal, para conseguir el efecto moltura torio, lo que repercute en la morfología
de la cabeza, como muestra el caballo.
c).- La mandíbula .
Posee una rama vertical alta, y ensanchada a nivel del ángulo mandibular. Este diseño, provee al
conjunto masticatorio de un brazo de resistencia largo, al alejar la dentición del fulcro o base articular. Al mismo
tiempo, la altura de las ramas, permite la base de inserción de unos molares altos, y una amplia base de inserción
en el complejo masétero-pterigoideo.
d).- La articulación temporo-mandibular.
Está gracílmente ajustada, para permitir un libre juego masticatorio, con extensa motilidad horizontal
e).- La inserción del músculo temporal.
Está notablemente disminuida, tanto a nivel de la apófisis coronoides, como en la fosa temporal.
f).- La inserción del músculo masétero.
Es amplia y elongada, y se extiende hacia delante, mas allá del arco zigomático. También la inserción
mandibular se adelanta, (con respecto a las del mamífero carnívoro), para alargar el brazo de potencia al alejarlo
del fulcro articular.
g).- La arcada dentaria inferior.
Se desplaza inferiormente, en relación al fulcro articular, para incrementar la longitud del brazo de
potencia.
h).- El aparato dentario.
Ha sido totalmente remozado en el herbívoro. Los incisivos, son pequeños, y los caninos de escaso
tamaño o ausentes.
i).- Los molares.
Muestran, en su topografía, signos propios de acción de cizallamiento y molido del alimento vegetal. Su
superficie oclusal es amplia y rugosa, con múltiples facetas, que facilitan la acción de molino por parte de la
dentición.

CAPITULO 19º.
ADAPTACIÓN BIODINÁMICA EN LA CABEZA HUMANA.
Smith-Ferres, E. Smith-Ferres, V. Senabre-Arolas, C.M., Cimas-García, C., Cabanes-Vila, J.,. Ferres-Torres, E. Smith-Agreda, V.

LA CABEZA HUMANA.
La cabeza humana, es un conjunto integrado de órganos, en los que se incluyen:
a).- El cerebro.
b).- Los ojos.
c).- Los oídos
d).- El órgano olfativo.
e).- El apartado estomatognático.
La aparición del hombre supone, en la evolución filogenética de las especies, un aumento considerable en el
volumen del cerebro. Lo que se traduce en que, en el conjunto evolutivo, la cara del mamífero, deja paso a una cabeza
humana, con un amplio cerebro, y una facies sensiblemente disminuida antero-posteriormente, con una acusada retrusión
maxilar.
La cabeza, acusa el proceso evolutivo de los órganos sensoriales que alberga, y está al mismo tiempo, sujeta a los
cambios filogenéticos, que afectan a la totalidad del organismo, no nos olvidemos que éste es siempre una Unidad.

REAJUSTES ADAPTATIVOS HUMANOS.


Su estructuración, refleja continuamente los reajustes adaptativos, tanto a los cambios corpóreos generales, como
a los específicos y locales de esta parcela orgánica.
La evolución humana se caracteriza por tres aspectos fundamentales:
1º).- Un cerebro agrandado.
2º).- La posición bípeda y erecta.
3º).- La modificación del apartado estomatognático.
Cada una de estas variables, tiene una influencia recíproca, y su efecto final sobre la morfogénesis cráneo-facial,
es el resultado de las adaptaciones biodinámicas a las nuevas condiciones de vida humana.

Colocara aquí LA FIGURA 19-1.


Figura 19-1.
Visión esquemática de la calavera de un neonato.
1).- Condrocráneo. 2).- Sindesmocráneo de la bóveda.3).- Condrocráneo mandibular del cartílago de Meckel. 4).- Fontanela bregma. 5).- Fontanela
lambda. 6).- Fontanela asterion. 7).- Fontanela pterion.

VOLUMEN CEREBRAL.
Conforme avanzamos en la evolución, hasta llegar al Homo Sapiens Sapiens, el cerebro va aumentando de
tamaño, al tiempo que, las necesidades funcionales del hombre se van incrementando. Sin embargo, este cambio, no ha
sido brusco, sino gradual, y coordinado con las exigencias de la especie humana.
Así, la capacidad craneal del Australopitecos, (antropoide de hace 25.000 años).,está por debajo de los 500
centímetros cúbicos del gorila actual, (no nos olvidemos de que en este período de tiempo el gorila también ha
evolucionado). Sin embargo, la evolución del hombre, ha aumentado considerablemente el volumen y complejidad del
cerebro, que ha pasado a ser el órgano preponderante en la silueta del perfil humano.

LOCOMOCIÓN BÍPEDA.
En la evolución del mamífero, la vida arbórea supuso la amplia utilización de sus cuatro extremidades, no solo
para amarrarse y colgarse del árbol, sino para posibilitar la prensión de objetos o alimentos, para examinarlos
sensorialmente o llevárselos a la boca y alimentarse.
El arbóreo va convirtiéndose en animal manual, que ya no necesita del hocico como órgano fundamental táctil, y
puede hacer uso del resto de sus órganos sensoriales. Sin embargo aún necesita sus extremidades para la función
locomotriz, hasta que un paso ulterior, especialice las extremidades posteriores en la locomoción y las anteriores en la
aprehensión de objetos y armas de lucha y de defensa.
La estación bípeda del hombre, y la reorientación de 90º en su eje corpóreo, supone una recolocación del cráneo
visceral con respecto al caudal. El plegamiento del cráneo visceral y neural, suponen dos requisitos fundamentales
exigidos por la posición bípeda.
Lo que repercute en que:
1º).- Se mantiene la posición horizontal de los órganos sensoriales, en relación con el medio ambiente.
2º).- Se logra mantener una continuidad, en la verticalidad entre el cerebro y la médula espinal.

Colocar aquí LA FIGURA 19-2.


Figura 19-2.
Visión esquemática externa superior, de la bóveda craneal de un neonato.
1).- Frontal. 2).- Parietal. 3).- Occipital. 4).- Sutura metópica. 5).- Sutura sagital. 6).- Fontanela bregma. 7).- Fontanela lambda. 8).- Sutura fronto-parietal.
9).- Sutura occípito-parietal.

.NEUROCRÁNEO.
APARICIÓN DE UN NUEVO EQUILIBRIO CEFÁLICO.
Surge así un nuevo equilibrio de la cabeza, merced a unos reajustes morfológicos en el diseño cráneo-facial, que
podemos esquematizar en:
a).- Redondeamiento de la bóveda craneal posterior, o porción dorsal del neurocráneo.
b).- Plegamiento de la base craneal a nivel de la silla turca y aparición del ángulo clivo-esfenoidal.
c).- Reposición anterior del agujero occipital y cóndilos occipitales.
d).- Retrusión global del complejo maxilar, que queda situado en una posición mas dorsal, con respecto
a la bóveda craneal anterior.

EVOLUCIÓN FILOGENÉTICA DEL NEUROCRÁNEO.


El neurocráneo, experimenta su evolución filogenética, supeditado a la diferenciación del sistema nervioso, que
ha ido cubriendo una serie de etapas primitivas. Etapas, que se encuentran presentes, si bien de forma abreviada, en la
constitución del neurocráneo humano.
Paleocráneo.
En los ciclóstomos, que poseen masa encefálica pequeña, solo está representado en el neurocráneo humano, por el
conjunto de formaciones desarrolladas a expensas del organizador precordal, y mesénquima paracordal, que constituyen
lo que bajo el punto de vista de la Anatomía Comparada y de la Filogenia, se conoce con el nombre de Paleocráneo.
Neocráneo Protometamérico.
Si seguimos ascendiendo en la escala zoológica, a nivel de los selacios y anfibios, su mayor complejidad
encefálica, obliga a un aporte de mayor cantidad de material cráneo-formador, no siendo suficiente el proporcionado por
el mesénquima pre y paracordal, y por ello incorpora mesénquima de aquellos somitas más cefálicos, que constituyen los
somitas occipitales.
Al cráneo así formado, por la fusión de los elementos que habían constituido el paleocráneo mas primitivo, y el
mesénquima somítico occipital que se añade en estos seres, constituye el Neocráneo Protometamérico.
Neocráneo Auximetamérico.
En la escala zoológica, al llegar al nivel de los reptiles y de las aves, el desarrollo de una mayor complejidad del
sistema nervioso, con una extraordinaria diferenciación de la vesícula prosencefálica, y dentro de esta, el máximo de las
vesículas telencefálicas, fundamentalmente en el hombre, hace que el neurocráneo, tenga que anexionarse, además del
mesénquima que originó los cráneos precedentes, mayor cantidad de mesénquima cráneo-formador, a expensas de los tres
primeros somitas cervicales o hipoglósicos, que junto con los precedentes constituyen el Neocráneo Auximetamérico.

Colocar aquí LA FIGURA 19-3.


Figura 19-3.
Visión esquemática superior de la bóveda craneal.
1).- Nariz. 2).- Frontal.3).- Parietal. 4).- Occipital. 5).- Sutura longitudinal. 6).- Sutura parieto).- occipital. 79.).- - Bregma. 8).- Lambda. 9).- Sutura
fronto-parietal.

SINOPSIS:
DESARROLLO DEL NEUROCRÁNEO DE LA BASE.
Dada la importancia que en las Ciencias de la Salud, tiene la precisión de los datos objetivos para valorar el estado
de desarrollo intrauterino de un cráneo humano, y siendo el sustrato morfológico de la base del cráneo, el que mas se
conserva, tras procesos traumáticos accidentes, etc., hemos considerado de importancia el detenernos en recordar, la
cronología del desarrollo del neurocráneo de la base.

1º).- Diferenciación del primordiun de la base del cráneo. Horizonte XV de Streeter.


Afínales del primer mes de desarrollo, (horizonte XV de Streeter), el organizador cordal y el precordal, empieza a
inducir al mesénquima que le rodea, en donde aparecen una serie de centros de cartilaginización, que acaban formando la
placa basal cartilaginosa, la cápsula ótica, la cápsula óptica, y la cápsula nasal.
A nivel del centro de la base , y a un lado y otro del organizador cordal, aparecen una serie de cartílagos, en los
que desaparece muy pronto el aspecto segmentario, e incluso en algunos no llega a manifestarse. Son la formaciones que
constituyen los cartílagos paracordales y trabeculares o barras craneales de Rathke.
Aparecen los dos primeros, por detrás de la evaginación de la bolsa de Rathke, y los últimos a los lados de la
misma, dejando en su centro la depresión o fosa hipofisaria.
Los cartílagos paracordales, acaban fundiéndose por detrás de la bolsa de Rathke, empezando a esbozarse a
partir de su fusión en la placa basal cartilaginosa.

2º).- Diferenciación del cartílago inter-orbito-nasal y de las cápsulas sensoriales.


Por delante de la placa basal cartilaginosa, a nivel de la vesícula prosencefálica, y fundamentalmente de las
vesículas telencefálicas, y entre las dos prolongaciones diencefálicas del oftalmoencéfalo, se desarrolla una trabécula
impar y media que en los anfibios y reptiles, se denomina cartílago interórbito nasal, que en la especie humanase sustituye
por el cartílago de la cápsula nasal. De este cartílago derivan una serie de dispositivos de la cápsula sensorial, como los
cartílagos del tabique, y demás cartílagos nasales.
Simultáneamente, con estas formaciones, en los finales del 2º mes de desarrollo, u horizonte XIX de Streeter, se
diferencian otros cartílagos que, inducidos por los esbozos de los órganos de los sentidos forman las otras cápsulas
sensoriales, a estas cápsulas sensoriales, corresponden a la cápsula ótica, cartílago orbito-temporal, y los ya indicados de
la cápsula olfatoria.

3º).- Diferenciación del ángulo clivo-esfenoidal.


En este mismo período embrionario, conforme se van formando las cápsulas sensoriales, se va a realizar la
aparición de la placa basal cartilaginosa, constituida por la fusión de los cartílagos paracordales de Rathke, que sigue
creciendo, y, cuando los elementos diferenciales del cráneo humano actúan, (desarrollo cerebral, y retrusión del proceso
maxilar), la placa basal pierde su disposición longitudinal para comenzar a angularse, pasando de los 180º de los
animales, a los 115º ó 135º, (según las razas), o tercer elemento diferencial, del individuo humano, constituyendo el
ángulo clivo-esfenoidal, formado por, el cuerpo del esfenoides, y la lámina basilar del occipital.

4º).- Diferenciación de la vesícula ótica.


En este desmocráneo embrionario, a ambos lados de la placa basal embrionaria, (y ya desde el horizonte IX de
Streeter, y derivadas del ectodermo del primer surco branquiógeno).- se sitúan las placodas auditivas, que dan lugar a
vesículas acústicas u óticas, que a lo largo del desarrollo se van a diferenciar en el sustrato anatómico del sentido de la
audición y del equilibrio.
Al introducirse estas dos vesículas, (que siguen unidas entre sí), en el mesénquima de la región, el condrocráneo
diferencia dos cartílagos.
a).- Uno anterior.
El anterior, envuelve a la porción ventral de la vesícula y origina alrededor de ella el caracol
membranoso, o pars coclearis.
b).- Una posterior.
La posterior, envuelve a la porción dorsal de la vesícula y origina alrededor de ella, los cartílagos
laberínticos, para la pars vestibulares ó canalicularis.
Entre ambos cartílagos, en este momento organogenético, pasa el dispositivo nervioso del sistema neuromuscular
del segundo arco branquiógeno , o arco Hiodeo, que por distribuirse su porción muscular por la cara, se denomina nervio
facial.
Este nervio. a lo largo del desarrollo se verá envuelto, (entre las dos vesículas), por una formación cartilaginosa,
que las unirá, y que constituye la comisura suprafacialis.
Posteriormente progresará la condrificación alrededor del nervio facial y de la cápsula estato-acústica, lo que le
independizará a este, (a nivel de aquella rasgadura que quedaba lateralmente, alrededor de la lamina basal del occipital), y
hará que los nervios del tercero, y cuarto arco branquiógenos, o glosofaríngeo y neumogástrico, respectivamente, salgan
independientes del facial. Estos saldrá por el agujero rasgado posterior, y el facial por el agujero estilo-mastoideo.

5º).- Diferenciación e integración de la cadena de huesecillos el la primitiva vesícula ótica.


Casi simultáneamente, los cartílagos de la cápsula ótica, entran en contacto, lateralmente y con la parte inferior,
de los cartílagos del 1º y 2º arcos branquiógenos, (o cartílagos de Meckel y de Reichert), que aunque perteneciendo al
esplacnocráneo o cráneo branquiomérico, quedan incluidos a este nivel en el neurocráneo, formando el cartílago palato-
cuadrado, y porción dorsal del cartílago de Meckel del primer arco.
De esta inclusión se originan el hueso yunque y la cabeza y apófisis mayor del martillo, quedando la articulación
entre ambos, como la representación, en la especie humana, de la primitiva articulación temporo-mandibular del
condrocráneo de los animales inferiores, especialmente en los selacios.
Igualmente el cartílago de Reichert, se ve incluido en la cápsula ótica cartilaginosa, del condrocráneo humano, y
sufre posteriormente un proceso de osificación , de tal manera que su porción dorsal, (o colmuela o cartílago tímpano-hial),
se transforma en el hueso estribo de Collado.

6º).- Integración de los somitas cefálicos en la formación de la vesícula ótica.


En este momento, entre la placa basal cartilaginosa, y la cápsula ótica, quedan restos del
desmocráneo mesenquimatoso, por donde se desplazan formaciones correspondientes a los somitas cefálicos, que
estudiamos en Embriología, contribuyendo a cerrar la primitiva rasgadura por un proceso de condrificación.
Este primer tabicamiento, aparece a nivel de la cápsula ótica, a consta del cartílago de la comisura suprafacialis,
que poco a poco ha ido englobando al facial y al estatoacústico, formando la primera porción de lo que será el acueducto
de Falopio, terminando finalmente por constituir el agujero auditivo interno.

7º).- Formación de la parte posterior de la base del cráneo, y del agujero occipital.
Antes de entrar en el desarrollo organogenético de las cápsulas nasal y óptica vamos a terminar el estudio de la
porción posterior de la base , a partir de la lámina basal.
Esta formación de la porción posterior de la base, comienza a manifestarse, a partir del horizonte XX de Streeter,
(a los 40 días de desarrollo, cuando el embrión humano mide de 21 a 23 mm), merced a la aparición de unos cartílagos
nuevos, desarrollados a expensas del mesénquima situado en la parte posterior de la gran rasgadura, existente entre el
desmocráneo primitivo, y la lámina basal; rasgadura, tabicada ahora, en su porción anterior y posterior, por el desarrollo de
la cápsula ótica en su constitución del peñasco.
En esta porción posterior, empiezan a desarrollarse unos cartílagos, que constituyen la placa nucal, o pilae
occipitales. Estos cartílagos forman lo que constituirá el exooccipital, que acaba soldándose a la parte posterior del
cartílago de la cápsula ótica, formando el agujero post-ótico-yugular, por cuya parte más dorsal pasa la vena cardinal
posterior, (que drena la sangre del prosencéfalo), y que en el adulto dará lugar a las venas yugulares, y se acompañará de
los nervios neumogástrico, glosofaríngeo y espinal.
Este orificio, bajo el punto de vista filogenético, marca el límite entre el paleocráneo y el neocráneo.
Los cartílagos de la placa nucal, alrededor del horizonte XXI de Streeter, del desarrollo (es decir, del día 42-44,
embrión de 22-24 mm de longitud), crecen también en dirección dorsal, englobando al sistema nervioso, en la zona de
transición entre el cordoencéfalo, (del que se origina la médula), y el mielencéfalo, (que origina el bulbo).- fundiéndose en
la zona dorsal.
Este proceso de fusión, delimita, junto con la placa basal cartilaginosa, el agujero occipital, o foramen mágnum,
por donde en el adulto, se establece la transición entre la médula y encéfalo del sistema nervioso central, con sus cubiertas,
y el dispositivo de las arterias vertebrales, que acaban formando el tronco basilar.
La fusión de estos cartílagos de la placa nucal, se les denomina tectum posterior. Esta fusión, tiene que respetar la
salida de las raíces que constituyen el nervio hipogloso, y en consecuencia forman un orificio en la masa cartilaginosa, a
cada lado que constituye el agujero precondíleo.
Por detrás de este agujero precondíleo, (situado en los cartílagos de la pilae occipitales), todo el condrocráneo,
constituye en la especie humana, el neocráneo auximetamérico.

8º).- Diferenciación de las cápsulas nasales.


Los cartílagos de las cápsulas olfatorias nasales, en los anfibios y reptiles habían formado el cartílago inter-
orbito-nasal. En la especie humana, están representados por una serie de elementos cartilaginosos, que en conjunto, van a
formar la cápsula nasal. De ellos, como tales cartílagos, van a persistir algunos restos, en la porción mas anterior e inferior
de la misma, constituyendo los cartílagos de las alas de la nariz y parte del tabique del adulto.
Otros de estos elementos nasales cartilaginosos, sufren la metaplasia de un proceso de osificación, constituyendo
los huesos correspondientes al cornete inferior y el hueso etmoides de la base del cráneo del adulto.
En el mesénquima que rodea a la cápsula nasal, aparecen una serie de elementos que pasan directamente de la
fase membranosa a la ósea, que se incorporan al viscero-cráneo, y constituyen los huesos vómer, lacrimal y nasales.
Los maxilares superiores y los huesos palatinos, (que se desarrollan también a nivel de la parte inferior del
mamelón frontal del que se diferencia la cápsula nasal, y parte de las ópticas), consideramos que pertenecen más, al
esplacno-cráneo que los elementos anteriormente indicados, ya que a estos, podremos considerarlos como derivados de la
cápsula nasal del neurocráneo.

9º).- Diferenciación de las cápsulas sensoriales ópticas.


El cartílago orbitalis, que cubre por detrás al esbozo ocular, empieza a crecer en sentido medial, en el
mesénquima de la zona, y acaba fusionándose con la placa basal cartilaginosa, a nivel de la zona trabecular media, gracias
a dos raíces, ya que entre ellas, delimitan el paso del oftalmo-encéfalo o nervio óptico, en el llamado agujero óptico.
Raíces que reciben denominaciones propias:
a).- Raíz preóptica del ala orbitalis.
Es la raíz situada por encima y por fuera, del nervio óptico
b).- Raíz metópica.
Es la raíz situada por debajo por dentro del nervio óptico.
En este momento del desarrollo, el esbozo del globo ocular, se encuentra protegido por la parte más externa de la
cápsula nasal, situada ligeramente inferior, que origina la lámina papirácea. Por detrás y encima, por el cartílago del ala
orbitalis, que formará el ala menor del esfenoides o apófisis de Ingrassias.
En el mesénquima situado por detrás y por fuera del ala orbitalis, aparece un proceso de cartilaginización, que
origina el cartílago del ala temporal del esfenoides. Esta formación, contribuye a formar la pared lateral y externa de la
órbita.
Las formaciones correspondientes al techo, pared inferior y reborde orbitario, se constituyen a expensas del
mesénquima de huesos membranosos o de cubierta, que forman la apófisis orbitaria del frontal, la apófisis orbitaria del
palatino, el lacrimal, el zigomático y el maxilar superior, es decir van a estar completando la con elementos del
esplacnocráneo.
Al mismo tiempo que se van realizando estas formaciones que hemos indicado, en la porción anterior y lateral
externa, entre los cartílagos trabeculares, el cartílago del ala temporalis del esfenoides, y los esbozos cartilaginosos del
peñasco, queda una gran rasgadura por donde en el embrión, pasa la arteria carótida interna , y parasimpáticos de los
nervios vidiano y de Jacobson.
También en esta rasgadura en principio, se encuentran las fibras de los elementos dermoneurales de la cara, que
como sabemos se integran en las tres ramas del trigémino.
Por otra parte, también en los primeros momentos pasan, los tres nervios de los tres sistemas neuromusculares
oculomotores o somitas oculo-motores de Furbringer, Estos tres sistemas neuromusculares cristalizan en:
a).- El sistema neuromuscular del motor ocular externo.
b).- El sistema neuromuscular del patético.
c).- El sistema neuromuscular del motor ocular externo.
Junto con los elementos venosos de retorno del globo ocular.
Todos estos elementos que hemos indicado, quedan, en consecuencia, alojados en la confluencia del ala orbitalis
y el ala temporalis del esfenoides, que no llegan a poder contactar entre sí, dando lugar a la hendidura esfenoidal.

Colocar aquí LA FIGURA 19-4.


Figura 19-4.
Visión panorámica esquemática de la cara externa de la base del cráneo.
1).- Agujero occipital. 2).- Agujero rasgado posterior. 3).- Agujero carotídeo. 4).- Agujero rasgado anterior. 5).- Agujero redondo mayor. 6).- Agujeros
oval y redondo menor. 7).- Hendidura esfenoidal. 8).- Agujero óptico. 9).- Cuerpo del esfenoides. 10).- Lámina basilar. 11).- Cóndilos occipitales. 12).-
Apófisis mastoides. 13).- Peñasco. 14).- Temporal. 15).- Esfenoides. 16).- Apófisis pterigoides. 17).- Ala menor del esfenoides. 18).- Frontal. 19).-
Cornetes del etmoides. 20).- Vomer. 21).- Tabique nasal. 22).- Sutura metópica. 23).- Apófisis zigomática. 24).- Apófisis estiloides. 25).- Agujero auditivo
externo.

Posteriormente, los procesos osificación del cráneo, van estableciendo tabicamientos en parte de esta primitiva
hendidura esfenoidal , de tal manera que, al independizar a la arteria meníngea media, dan lugar al agujero redondo
menor.
Una cosa parecida ocurre con la tercera rama del trigémino o nervio mandibular , que la osificación lo aloja en el
agujero oval, y a la segunda rama del trigémino , o maxilar que se encuentra alojada en el agujero redondo mayor. Siendo
solamente la primera rama del trigémino, o nervio oftálmico, la que pasa de todos estos elementos sensibles por la
hendidura esfenoidal.
Sin embargo parte de esta gran rasgadura, que hemos indicado, por detrás del ala temporalis, aún quedará abierta,
sobre todo en la porción en relación con la arteria carótida interna, y los nervios parasimpáticos.
Esta gran rasgadura constituye el primitivo agujero rasgado anterior, o foramen lácerum, que acaba tabicado por
unas prolongaciones cartilaginosas , procedentes del cuerpo del esfenoides. Estas formaciones constituyen los procesos
Ali-coclearis, que al fusionarse con la cápsula auditiva contribuyen a independizar el esqueleto de la porción coclear del
peñasco. Esta formación, divide en un principio, a la rasgadura de tal manera que, la porción posterior constituye el
agujero carotídeo, y la porción anterior, el agujero rasgado anterior.
EVOLUCIÓN DEL APARATO ESTOMATOGNÁTICO EN LOS MAMÍFEROS HASTA EL HUMANO.
Como ya esbozamos, la evolución del animal y su bipedestación estática o locomotriz, supone una regresión del
apartado estomatognático, propia de un mamífero evolucionado. El hombre se caracteriza por una preponderancia
cerebral, y una progresiva atrofia facial. El apartado estomatognático, se va adaptando a las condiciones del medio
ambiente humano.
Este hecho, realiza una impronta que determina el que exista una amplia gama de caracteres variables, en el
patrón maxilar, y en el diseño dentario y morfológico de las articulaciones temporo-mandibulares. Dos ejemplos opuestos
sirven para corroborar a la potencialidad adaptativa de la evolución humana:
1º).- El Australopithecus Africanus.
Este homínido, representa a la forma grácil de adaptación a una postura bípeda.
a).- El plegamiento de la base craneal, es marcado, pero no exagerado.
b).- La migración anterior del agujero occipital, o foramen mágnum, es apreciable pero no
acentuada.
c).- Los maxilares, son planos y retraídos.
d).- La dentición refleja, el posible hábito omnívoro, con dientes anteriores grandes, caninos
voluminosos y puntiagudos, molares pequeños, que parecen recordarnos la dentición del
mamífero carnívoro.
2º).- El Australopithecus Boisei.
Es un homínido que representa la forma robusta y potente, en el que el proceso de adaptación a la
locomoción bípeda, se ha acentuado y se ha hecho severo.
a).- El plegamiento craneal es muy acusado.
b).- La posición del agujero occipital, o foramen mágnum, está muy adelantada.
c).- Los maxilares, son profundos y voluminosos.
d).- Los dientes anteriores, son pequeños, y los posteriores amplios, constituyendo una
verdadera batería triturante en la profundidad oral.
e).- Sus caracteres dento-craneales, parecen corresponder a un proceso adaptativo propio de
animales herbívoros, con un diseño biodinámico encaminado a moler y triturar alimentos
vegetales.
Estos dos tipos extremos de la morfología cráneo-facial, están identificados con las diferentes condiciones que el
hombre primitivo encontró, en cada uno de sus respectivos medios ambientes.

Colocar aquí LA FIGURA 19-5.


Figura 19-5.
Visión esquemática de la cara inferior de la calavera.
1).- Agujero occipital. 2).- Cóndilo occipital. 3).- Agujero rasgado posterior. 4).- Agujero carotídeo 5).- Lámina basilar del occipital. 6).- Apófisis
estiloides, delante del agujero estilomastoideo. 7).- Ranura digástrica. 8).- Inion. 9).- Vomer. 10).- Coanas. 11)-. Ala interna de la apófisis pterigoides.
12).- Ala externa de la apófisis pterigoides. 13).- Apófisis horizontal del palatino. 14).- Apófisis palatina del maxilar. 15).- Peñasco. 16).- Agujero rasgado
anterior. 17).- Agujeros oval y redondo menor. 18).- Cóndilo del temporal. 19).- Apófisis mastoides. 20).- Cóndilo de la mandíbula. 21).- Apófisis
coronoides. 22).- Agujero mandibular. 23).- Arco zigomático. 24).- Línea milohioidea. 25).- Apófisis geni.

El hábito alimentario, la posición bípeda, y el desarrollo cerebral, marcan la configuración humana. Sin
embargo la variabilidad alimenticia, va a ser el condicionamiento de la forma maxilo-facial en la evolución ulterior del
hombre, unido a la característica que los distingue del resto de los mamíferos, cual es la comunicación oral por medio de
la articulación de la palabra.
La forma en que la especie humana se alimenta, y comunica verbalmente, dictan una biodinámica al marco osteo-
muscular en que estas funciones se realizan.

CAPITULO 20º.
CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA DENTARIO HUMANO.
Smith-Ferres, V. Smith-Ferres, E. Senabre-Arolas, C.M., Cimas-García, C., Cabanes-Vila, J.,. Ferres-Torres, E. Smith-Agreda, V.

DENTICIÓN HUMANA.
Dada la importancia que el apartado estomatognático, tiene en la biodinámica de la cabeza, es importante conocerlo.
ý para ello comenzaremos indicando, que:
... “la dentición humana o sistema dentario, está formada por un conjunto de piezas, , ancladas en el interior de los
huesos maxilares”...
Cada pieza dentaria, es un bloque de tejido mineralizado, que alberga en su interior un paquete vásculo-nervioso o
pulpa dentaria, la cual mantiene y regula, la integridad biológica del diente como elemento vivo.
Cada uno de los elementos dentarios que forman la dentición , debe de ser considerado analíticamente, como, una
unidad altamente mineralizada, pero viva, dinámica, sensible, y sujeta en su funcionalismo y supervivencia, e integridad
de la Unidad del Individuo, como cualquier otra parcela orgánica.

DIENTE.
El diente humano, así denominado (por el material más abundante en su constitución).- por la dentina, que no es
sino un tejido conjuntivo, (y por lo tanto de origen mesenquimal).- con una específica calcificación.
Aquella parte de la dentina que tiene que permanecer expuesta a la cavidad oral se halla cubierta por un tejido de
procedencia ectodérmica, extraordinariamente duro, (equivalente al cuarzo, o número 7 de la escala de Moss), que se
denomina esmalte, que protege y aísla del exterior a los elementos de procedencia mesenquimal.
La porción dentaria sumergida en el hueso, está igualmente cubierta y protegida por un tejido muy parecido al
hueso, (por lo tanto también de origen mesenquimal), denominado cemento..
En consecuencia las tres capas del diente son:
a).- Esmalte.
b).- Dentina
c).- Cemento.

HUESO ALVEOLAR.
Encía o Gingíva.
La formación ósea que constituye las mandíbulas , tanto la superior como la inferior, está cubierta por una
mucosa, constituyendo la encía o gingíva, que en el interior de la cavidad bucal se denomina apófisis alveolar, por
presentar unos nichos o alvéolos, donde se implantan los dientes.
Periodonto.
Diente y hueso están unidos por medio de un conjunto de fibras colágenas que se insertan en el hueso y en el
cemento dentario, y que constituyen un verdadero ligamento periférico, que se denomina ligamento peri-dentario o
periodonto.
Desmodonto.
Así mismo existen otras fibras que se encargan de unir la raíz a la encía, y mantienen fuertemente unidos entre sí ,
al cemento, hueso alveolar, raíz dentaria y encía.
Este conglomerado formado como hemos indicado por, el diente , el ligamento peri-dentario, el alveolo dentario,
y la encía, se comporta biológicamente, como una verdadera unidad funcional y se le denomina desmodonto, que responde
orgánicamente, a los estímulos y agresiones del medio ambiente.

CORONA RAÍZ Y CUELLO.


La porción visible de cada pieza dentaria normal, se denomina corona, y a la porción que se halla incrustada en el
interior de la apófisis alveolar del hueso alveolar se le denomina raíz.
Entre la corona y la raíz, el diente muestra una estrechez que constituye el cuello, lugar donde cemento y esmalte
forman la unión cemento-adamantina. En personas jóvenes, no todo el esmalte queda en el exterior, sino que la unión
cemento-adamantina y parte de la corona están recubiertas por la encía.
Conforme se avanza en la edad, más corona va quedando expuesta al exterior, hasta que en la madurez y en la
ancianidad, parte de la raíz queda al descubierto, por trasladarse el límite gingival hacia el extremo opuesto de la raíz.
Corona y raíz clínica.
Estos hechos nos obligan a considerar como corona clínica, a la parte del diente directamente visible en la
cavidad oral, y raíz clínica a la sumergida en el alveolo.
En la edad juvenil la corona clínica o funcional es más pequeña que la corona anatómica, y en la senilidad la
razón se invierte.

PULPA DENTARIA.
El interior del diente, está surcado por un conducto que alberga los vasos y nervios dentarios, es el conducto
dentario. Este paquete vásculo-nervioso penetra a través del agujero apical, y, a nivel de la corona del diente se expande
formando una cámara pulpar. Conducto y cámara son extraordinariamente sensibles a los estímulos térmicos y tactiles.
El paquete vásculo-nervioso, junto con el tejido conjuntivo de relleno, forman la pulpa dentaria.

EVOLUCIÓN FILOGENÉTICA.
HOMODONTOS Y HETERODONTOS.
En los vertebrados actuales, solamente a los pájaros les faltan los dientes. En el resto de los vertebrados existen
siempre dientes en la cavidad oral.
En los vertebrados inferiores, todas las piezas dentarias son morfológicamente iguales, y tiene una forma similar,
de espiga o de cono, son las especies homodontas.
Conforme el animal diversifica su alimentación, (y se acomoda a otros medios y condiciones ambientales), la
dentición se va diferenciando, adquiriendo los dientes distintas formas según la posición que adoptan para la consecución
de la biodinámica del conjunto, o arcada dentaria. Son las especies heterodontas.
A lo largo de la evolución filogenética, a las especies homodontas, las sustituyen otras heterodontas, en las que
cada grupo dentario tiene una misión específica que cumplir, en la aprehensión, corte y preparación del fragmento
alimenticio, estableciendo una ubicación precisa con respecto a estas funciones pues, los:
a).- Dientes anteriores, o incisivos, toman forma de cincel, para poder partir o cortar el alimento.
b).- Dientes posteriores, o molares, adquieren elevaciones, o cúspides, y fosas o depresiones que
facilitan la multiplicación de la primitiva forma de triturar el alimento.
c).- Dientes intermedios, o caninos, situadas entre el frente incisivo y el molar, son las únicas piezas que
conservan y mantienen la forma de espiga, para desgarrar la presa o atacar en la lucha por la supervivencia.
En este sentido es interesante el indicar que en el hombre, son precisamente los caninos, las piezas
filogenéticamente más primitivas, las mas resistentes al desgaste de la dentición y los que permanecen mas años insertos
en los maxilares.

BIFIODONTOS Y POLIFIODONTOS.
En su estructura y desarrollo, los dientes muestran una evolución pareja, comparable con la de los pelos, plumas
y escamas, que están presentes en otros elementos de la escala animal.
Al igual que en ellos las células madres, se inducen entre sí y recíprocamente, sobre el ectodermo y endodermo,
regidas por la organización genética, para diferenciándose, formar un órgano que, originalmente es transitorio y
destinado, en su apoptósis, a exfoliarse y ser sustituido por otro.
Polifiodontismo.
Peces, anfibios y reptiles, muestran un continuo reemplazamiento de dientes, conforme en el ejercicio de su
función se van desgastando, este tipo constante de sustitución se denomina polifiodontismo.
Bifiodontismo.
En los mamíferos, los dientes adquieren mayor permanencia y diferenciación, ya que los utilizan no solo para
agarrar la presa, sino para masticarla. La complejidad de esta función en cada especie, exige una dentición funcional y
específicamente trituradora especializada, por lo que al mismo tiempo y con la adquisición de esta particular biodinámica
masticatoria, el múltiple número de generaciones dentarias, de reemplazamiento, se reduce a dos:
a).- La serie temporal o decidua.
b).- La serie permanente o definitiva.
En consecuencia, el homodontismo es sustituido por el heterodontismo, y la dentición se reduce de polifiodonta a
bifiodonta.

ANQUILOSIS Y GÓNFOSIS.
Este progresivo perfeccionamiento de la biodinámica masticatoria conduce también a un profundo cambio en la
forma de inserción del diente en el interior de los maxilares.
Anquilosis.
En las especies inferiores, la dentición es un conglomerado de simples relieves que sobresalen en la cavidad
bucal. En peces y reptiles, el diente posee ya una raíz, que está introducida en el interior del hueso alveolar, por medio de
una membrana fibrosa que fija constituye la raíz dentaria y la citada apófisis alveolar.
A la unión se le denomina anquilosis.
Gónfosis.
En los mamíferos, la compleja función masticatoria, exige una cierta movilidad dentaria en el interior del alveolo.
Surge como consecuencia la articulación alveolo-dentaria o gónfosis, merced a unos haces de fibras de colágena,
hábilmente dispuestos para conseguir que el diente siga fuertemente adherido, pero al mismo tiempo gozando de una
cierta motilidad, acorde con la dinámica funcional de la biodinámica estomatogmática.

TIPOS DE DIENTES.
En la dentición humana distinguimos cuatro tipos de piezas dentarias.
a).- Incisivos.
Sirven para cortar o sujetar el alimento, han sido sustituidos en el mundo civilizado por el tenedor y el cuchillo.
b).- Caninos.
Potentes piezas de afiladas cúspides, que sirven para desgarrar una presa, y han quedado relegados a una misión
funcional de la dentición en el hombre civilizado.
c).- Premolares.
También se les denomina bicúspides. Poseen una función de molienda y trituración , merced a sus dos cúspides
que encajan en el interior de las fosas correspondientes de los premolares antagonistas.
d).- Molares.
Son las piezas más voluminosas de la dentición, y tienen varias cúspides en su cara triturante u oclusal.
Comenzaremos el estudio, por la dentición permanente, (que es la que tiene mayor patología, por ser la que más
tiempo perdura en el individuo), y en ella va escribiendo su historia, o biografía, a través de los procesos de su exfoliación
y patología.

CARACTERÍSTICA DE LA DENTICIÓN HUMANA.


Como ya hemos expuesto, la dentición humana es bifiodonta, y por lo tanto debemos de establecer las
características de cada una de ellas;
a).- La dentición permanente.
b).- La dentición temporal.

CARACTERÍSTICAS DE LA DENTICIÓN PERMANENTE HUMANA.


Escuetamente, expondremos los caracteres morfológicos mas importantes, para la identificación las diferentes piezas
dentarias.

INCISIVO CENTRAL SUPERIOR


a).- Edad de erupción:
Entre los 6 y 8 años
b).- Formación de la raíz:
Se completa a los 10 años.
c).- La corona:
Tiene forma de cuña, terminando en un borde (borde incisal), y con cuatro caras o superficies (labial,
lingual, mesial y distal).
 .- La cara labial.
Tiende a la forma cuadrada y posee cuatro bordes (mesial, distal, incisal y gingival). El ángulo mesio-incisal
es agudo, mientras que el disto-incisal, tiene una forma redondeada. La cara labial, es convexa en sentido mesio-distal y en
sentido gíngivo-incisal. El borde incisal del incisivo, recién erupcionado, tiene dos surcos o depresiones que separan los tres
lobulillos de desarrollo del diente.
 .- La cara lingual.
Es cóncava en el tercio incisal y medio, y convexa en el tercio gingival. En el centro de la cara existe una
elevación o cíngulo, que limita gingivalmente una depresión llamada fosa lingual.
Las caras mesial y distal tienen forma de V, con el vértice señalando hacia el borde incisal; son ligeramente
convexas en su diseño.
La raíz, es cónica, y dos o tres milímetros más larga que la corona. Es aplanada labio-lingualmente.
Contiene un conducto pulpar.
Dimensiones medias :
Longitud total....................………. 24,0 mm.
Longitud corona............................. 11,6 mm.
Anchura máxima............................ 8,4 mm.

INCISIVO LATERAL SUPERIOR


a).- Edad de erupción:
Entre 8 y 9 años.
b).- Formación de la raíz:
Se completa a los 11 años.
Tiene una morfología parecida al incisivo central, aunque de menor dimensión. Su forma vara mucho en los diversos
individuos siendo el diente de menor constancia morfológica entre ambas arcadas. Junto al tercer molar, es la pieza que con
más frecuencia falta congénitamente, uni o bilateralmente; la agenesia de incisivos laterales tiene, además, una gran tendencia
hereditaria.
Dimensiones medias:
Longitud total........................................ 22,5 mm
Longitud de la corona...............................9,0 ).- 10,2 mm
Anchura máxima...................................... 6,5 mm.

INCISIVOS CENTRAL Y LATERAL INFERIOR.


a).- Edad de erupción:
Entre los 6 y 7 años.
b).- Formación de la raíz:
Se completa a los 9 años
Son las piezas dentarias más pequeñas y los centrales son, mesio-distalmente, más pequeños que los laterales. Se
parecen morfológicamente a los incisivos laterales superiores, aunque son alargados y rectilíneos.
El borde incisal es perpendicular al eje mayor del diente, y los ángulos mesio y disto-incisal son agudos y
bien marcados. las cara mesial y distal convergen gingivalmente dejando el perímetro coronal máximo a nivel del borde incisal.
Las caras labial y lingual, son más planas que las homólogas de los incisivos superiores.
Son piezas mono-radiculares y con un solo conducto Radicular
Sus dimensiones medias son:
Dimensiones Incisivo Incisivo
Central Lateral
Longitud total........................... 21,4 mm 23,2 mm.
Longitud de la corona................ 9,4 mm.. 9,9 mm.
Anchura máxima........................ 5,4 mm. 5,9 mm.
CANINO SUPERIOR.
a).- Edad de erupción:
Entre 11 y 13 años
b).- Formación de la raíz:
Se completa entre los 13 y 15 años.
Son las piezas más largas de la dentición, y las más estables y duraderas en la boca de los viejos. La corona es igual
de larga que la corona de los incisivos centrales, pero su raíz está profundamente anclada en el maxilar.
Su voluminosidad presta un apreciable valor estético, merced a la eminencia canina que redondea al diseño
de la boca; la falta de los caninos condiciona un hundimiento de los surcos naso-labiales que envejece precozmente el rostro.
La corona presenta cuatro caras: labial, lingual, mesial y distal.
Vista lateralmente, la corona mantiene la forma de cuña propia de los incisivos; destaca, sin embargo, su
terminación aguda en una cúspide de amplia base y afilado vértice.
La cara labial, es convexa en todos sentidos y tiene un amplio relieve longitudinal, el reborde labial, divide
la superficie en dos mitades simétricas.
La cara lingual, es parecida a la labial, a excepción de la porción gingival, que es oblonga y sobresaliente:
forma el cíngulo canino precursor de la cúspide lingual de los premolares y molares.
La única Raíz, es entre 1-3 milímetros más larga que la del incisivo central y tiene un solo conducto
Radicular.
Dimensiones medias :
Longitud total............................ 27,0 mm
Longitud de la corona..................... 10,9 mm
Anchura máxima............................ 7,6 mm

CANINO INFERIOR.
a).- Edad de erupción:
Entre los 9 y 10 años
b).- Formación de la Raíz:
Se completa entre los 12 y 14 años.
Los caninos superiores e inferiores son las piezas que más se parecen de todas las piezas que hay en la boca. La
corona del canino inferior es, no obstante, algo más alargada en el diseño y menos acusada en su relieve anatómico.
Dimensiones medias :
Longitud total............................... 25,4 mm
Longitud de la corona................... 11,4 mm
Anchura máxima............................ 6,7 mm

PREMOLARES SUPERIORES,(PRIMERO Y SEGUNDO).


a).- Edad de erupción:
Entre 10 y 11 años.
b).- Formación de la raíz::
Se completa hacia los 13 años.
Localizadas entre los caninos y los primeros molares, su función es análoga a la función Trituradora de los molares;
se les denomina también bicúspides por su doble cúspide.
La corona tiene forma de paralelepípedo, más ancho buco-lingualmente que mesio-distalmente. Tiene una
cúspide vestibular y una cúspide lingual.
La cúspide vestibular es, la más larga y ancha de las dos, y está separada por un profundo surco medio-distal
de la cúspide lingual. Este surco, termina en dos fosas a ambos lados de los relieves cúspides: son las fosas triangulares.

PRIMER PREMOLAR.
Tiene, normalmente, dos Raíces, una bucal y otra lingual; por el contrario, es infrecuente encontrar un
segundo premolar con dos Raíces. En caso de piezas birradiculares, la bifurcación está a alguna distancia del cuello dentario,
por lo que, propiamente, el premolar tiene una sola raíz con dos ramas terminales. El primer bicúspide tiene, siempre dos
conductos pulpares.
El segundo bicúspide, sólo presenta dos conductos pulpares.
Sus dimensiones medias son:
Dimensiones ... Primer Segundo
... Premolar Premolar
Longitud total................………...21,7 mm 27,21 mm
Longitud de la corona.................. 5,1 mm 7,9 mm
Anchura máxima ........................6,8 mm 6,5 mm

PREMOLARES INFERIORES,(PRIMERO Y SEGUNDO).


a).- Edad de erupción:
Entre 10 y 11 años.
b).- Formación de la Raíz:
Se completa hacia los 13 años.
Se diferencian de los superiores, en que su superficie oclusal es más circular. La corona, es más pequeña y
redondeada que la de sus homólogas maxilares.
La cara bucal, presenta una gran convexidad y termina en:
La cúspide bucal, que está más desarrollada que la cúspide lingual. Esta última cúspide, está más
desarrollada en los segundos que en los primeros bicúspides y está atravesada por un surco que la convierten en una
doble cúspide. Los segundos premolares son, así, piezas tricúspides.
La cara oclusal tiene dos fosas, una mesial y otra distal, separadas por el reborde oclusal de ambas cúspides,
que se unen en la parte media de la superficie triturante.
Son piezas mono-radiculares, aunque, ocasionalmente, el primer bicúspide tiene un solo canal Radicular.
Sus dimensiones son:
Dimensiones ........ .. Primer........... ...Segundo
..Premolar........... ...Premolar
Longitud total...................…................ 18,5-27,0 mm ....23,2 mm
Longitud corona.................... ................ 7,5-11,0 mm .... 8,5 mm
Anchura máxima..................... ............... 6,0).- 8,0 mm 7,3 mm

PRIMER MOLAR SUPERIOR.


a).- Edad de erupción:
A los 6 años.
b).- Formación de la Raíz:
Se completa hacia los 10 años.
Son las piezas más fuertes y voluminosas de la arcada dentaria superior y las primeras piezas permanentes
que erupcionan. Se sitúan, por distal de los segundos molares temporales, y no sustituyen a ninguna pieza decidua.
La superficie oclusal, presenta cuatro cúspides, bien desarrolladas, cuatro surcos, que separan las cúspides y
dos amplias fosas, a veces existe una quinta cúspide (tubérculo de Carabelli), a nivel de la cara lingual.
Las cuatro cúspides están situadas en los cuatro ángulos.
Hay una cúspide mesio-vestibular, una mesio-lingual, y una cúspide disto-lingual.
Son piezas triturantes. Hay una Raíz lingual, muy larga y amplia, y dos raíces bucales más pequeñas.
Tienen tres conductos pulpares.

Dimensiones medias.
Longitud total..................................................... 21,3 mm
Longitud de la corona...........................................7,7 mm
Anchura máxima buco-lingual.................... ......11,7 mm

SEGUNDO Y TERCER MOLAR SUPERIOR.


a).- Edad de erupción.
El segundo molar erupciona a los 12 años, en distal del primer molar.
El tercer molar erupciona entre los 16 y los 22 años, y se le conoce con el sobrenombre de muela del juicio.
b).- Formación de la raíz:
El segundo molar completa su formación a los 16 años; el tercer molar entre los 18 y los 25 años.
La forma del segundo molar recuerda la del primero, aunque se diferencia en dos características: la corona
del segundo, es mucho más pequeña y ovalada que la del primero; también, las cúspides linguales, están menos desarrolladas
en los segundos molares y contrastan con la prominencia de las cúspides vestibulares.
Esta tendencia a la disminución de tamaño, está aún mas acusada en los terceros molares que presentan
además, una amplia gama de variabilidad dimensional y morfológica. La corona aparece más redondeada que la de los
segundos y, frecuentemente carece de cúspide disto-lingual.
El segundo molar posee tres Raíces de menor tamaño que la del primer molar.. Las Raíces del tercer molar
varan entre una y cuatro.
Las dimensiones medias del segundo molar son:
Dimensiones medias:
Longitud total....................................................... 21,1 mm
Longitud de la corona.............................................7,7 mm
Anchura máxima buco-lingual..............................11,5 mm

PRIMER MOLAR INFERIOR.


a).- Edad de erupción:
A los 6 años.
b).- Formación de la raíz:
Complementa su formación a los 10 años.
La corona es más ancha en sentido mesio-distal, que en el bucolingual. La superficie oclusal, está dividida en cinco
partes, cada una de las cuales está ocupada por una cúspide. Hay, por tanto, cinco cúspides, dos linguales y tres vestibulares. Se
denominan según su localización mesio, centro y disto-vestibular y mesio y disto-lingual. Las cúspides están separadas entre sí
por cinco surcos, que convergen hacia una fosa central.
Tiene dos Raíces, situadas, una en mesial, y otra en distal. Ambas son planas y es más ancha y larga la mesial
que la distal; la Raíz mesial, tiene dos conductos pulpares y la distal sólo uno.
Dimensiones medias:
Longitud total......................................................22,8 mm
Longitud corona....................................................8,3 mm
Anchura bucolingual máxima............................10,4 mm

SEGUNDO Y TERCER MOLAR INFERIOR.


Edad de erupción y formación de la raíz.
Coinciden con sus homónimos superiores.
El tercer molar, se impacta con cierta frecuencia causando patología local y general: es la erupción de la
muela del juicio.
Su morfología es más circular que el primero y sólo cuenta con cuatro cúspides. Desaparece la cúspide disto-
vestibular, que estaba presente en el primer molar. El tercer molar, tiene una morfología que vara mucho de un individuo a otro,
pero suele ser una versión disminuida del segundo molar.

EL SEGUNDO MOLAR.
Tiene dos Raíces, que son similares a las del primero, pero más próximas entre sí. La Raíz mesial tiene dos
conductos pulpares y la distal sólo uno

EL TERCER MOLAR.
Tiene el mismo número y tamaño de Raíces, acusando igualmente esa regresión volumétrica propia del grupo
molar.
Dimensiones medias:
Longitud total......................... .. ...........................22,8 mm
Longitud corona.................................................... .8,1 mm
Anchura bucolingual máxima................................9,8 mm

CARACTERÍSTICAS DE LA DENTICIÓN TEMPORAL.

NÚMERO Y ERUPCIÓN:
La dentición temporal está formada por veinte piezas dentarias. Diez maxilares, y diez mandibulares.
En cada arcada hay cuatro incisivos (dos centrales y dos laterales).- dos caninos y cuatro molares, (dos
primeros y dos segundos molares).
El primer diente temporal que erupciona es el incisivo central inferior, que lo hace a los 6-7 meses de vida
extrauterina.
La última pieza temporal en erupcionar, es el segundo molar temporal superior, que lo hace entre los 24-30
meses.

MORFOLOGÍA:
Anatómicamente cada pieza dentaria temporal se corresponde con la homóloga permanente. Consta de una
Raíz y una Corona, y están igualmente formadas por tres capas histológicas:
a).- Esmalte.
b).- Dentina.
c).- Cemento.
Comparando el tamaño de una pieza caduca con una permanente, se observa una apreciable disminución
tridimensional en la pieza dentaria temporal. Son, por lo tanto, una versión reducida de la pieza definitiva, aunque el diente de
leche suele ser sensiblemente más ancho y corto que el permanente.

EXFOLIACIÓN:
Todas las piezas dentarias temporales se exfolian, caen y son sustituidas por piezas permanentes. La exfoliación de la
pieza temporal, se realiza merced a una lenta reabsorción de la Raíz dentaria en dirección ápico-gingival. Cuando la lisis
radicular se completa, el diente temporal, libre de sujeción intra-ósea, pierde la sujeción y se desprende espontáneamente.
Al caer el diente, solo se observa la corona porque su raíz ha sido completamente reabsorbida, este es el
motivo de que se crea que las piezas temporales carecen de raíz.

CRONOLOGÍA DE LA DENTICIÓN TEMPORAL.

El desarrollo y erupción de las piezas dentarias temporales y permanentes vara ampliamente según la Raza y
Sexo, y, normalmente, las niñas cambian antes los dientes que los niños. Hay también una predisposición familiar en la que se
muestra una cierta tendencia a una dentición cronológicamente precoz o tardía. Es, por lo tanto, difícil dar unas normas fijas,
sobre el desarrollo dentario y el momento eruptivo.

MAXILAR:

INCISIVO CENTRAL SUPERIOR.


1º).- Estadísticamente se forma sobre el 4º mes de la vida intrauterina.
2º).- Posee el esmalte completamente formado al mes y medio de vida extrauterina.
3º).- Erupciona a los 7 meses y medio.
4º).- Posee raíz completa al año y medio de vida extra uterina.

INCISIVO LATERAL SUPERIOR.


1º).- Se forma sobre el 4º mes de vida intrauterina.
2º).- Posee el esmalte completamente formado a los 2 meses y medio de vida extrauterina.
3º).- Erupciona a los 9 meses.
4º).- Posee la raíz completa al año y medio.

CANINO SUPERIOR.
1º).- Se forma a los 5 meses de vida intrauterina.
2º).- Posee esmalte completamente formado a los 9 meses de vida extrauterina.
3º).- Erupciona a los 18 meses.
4º).- Posee raíz completa a los 3 años y medio.

1º MOLAR DE LECHE.
1º).- Se forma a los 5 meses de vida intrauterina.
2º).- Posee esmalte completamente formado a los 6 meses de vida extrauterina.
3º).- Erupciona a los 14 meses.
4º).- Posee raíz completa a los 2 años y medio.

2º MOLAR DE LECHE.
1º).- Se forma a los 6 meses de vida intrauterina.
2º).- Posee esmalte completamente formado al año de vida extrauterina.
3º).- Erupciona a los 24 meses.
4º).- Posee raíz completa a los 3 años.

MANDÍBULA:

DISEÑO BIODINÁMICO DE LA DENTICIÓN. DISEÑO DE LA UNIDAD DENTAL


La morfología de las piezas dentarias, está preparada para resistir los diferentes vectores de las fuerzas masticatorias.

Los incisivos superiores.


Ocluyen por labial de sus homólogos inferiores. El impacto masticatorio, tiende a desplazarlos hacia labial en el
momento de cierre de la mandíbula. Por eso, la inclinación del eje mayor del diente, no es perpendicular a la base ósea de
soporte, sino ligeramente hacia labial.
Un corte transversal de su raíz, muestra una sección triangular, con su vértice en el lado palatino y la base en el lado
labial de la apófisis alveolar, con lo que ofrece mayor resistencia a las fuerzas que tienden a desplazar labialmente la pieza
dentaria.

Los caninos
Tanto superiores como inferiores, están situados en los ángulos del arco dental y soportan los vectores masticatorios en
los desplazamientos laterales de la mandíbula. Vistos frontalmente aparece una acentuada inclinación de la raíz hacia el
palatino, que ofrece una positiva ventaja mecánica para resistir fuerzas de componente transversal.

FORMA DE LA ARCADA DENTARIA.


La arcada dentaria humana. Líneas de Spee y de Wilson
Presenta una pronunciada concentración, de todas sus piezas en un diseño circular. En el hombre, el
pluralismo masticatorio, exige una disposición que permite, (tanto la función triturante antero-posterior, como la lateral o
transversal), a la arcada adoptar un diseño circular. En este arco dentario, incisivos, caninos y molares, están en íntimo contacto
formado una curva anterior, que alcanza hasta los caninos y un sector longilíneo posterior, que incluye premolares y molares.
Vistas de costado, y de frente, la superficie oclusal forman las líneas de Spee y de Wilson, respectivamente.

LA OCLUSIÓN DENTARIA NORMAL.


Estos dos arcos dentarios, compuestos en el adulto, cada uno por dieciséis piezas dentarias, entran en contacto íntimo,
en el momento que la mandíbula se cierra al máximo, u oclusión..
...”Se denomina oclusión dentaria la relación que guardan las piezas dentarias superiores respecto a las inferiores, en
el punto final del trayecto de cierre mandibular”...
Cuando cerramos la boca, y apretamos ambos maxilares entre sí, los dientes están en íntimo contacto. La
relación recíproca de las arcadas dentarias, recibe el nombre de oclusión, un vocablo de origen latino (ocludere = cerrar).
En este acto de cierre, cada cúspide dentaria, debe entrar en contacto con una determinada fosa de la pieza
dentaria antagonista, para que podamos hablar de una oclusión normal. La oclusión dentaria normal, viene definida por una
larga serie de características de las que vamos a describir las más importantes:

LLAVE DE LA OCLUSIÓN.
Se llama llave de la oclusión :
...”A la posición que adoptan las piezas dentarias cuando, lateralmente, la cúspide mesio-vestibular del primer molar
superior ocluye, a nivel del surco vestibular, del primer molar inferior”...
Esta relación de los primeros molares constituye como hemos dicho, la llave de la oclusión, puesto que son
los primeros molares las piezas más importantes, voluminosas, y las primeras en hacer erupción de toda la dentición
permanente.

CLASES DE OCLUSIÓN.

CLASIFICACIÓN DE ANGLE.
Los diferentes tipos de oclusiones existentes en la dentición humana se clasifican según la relación que
guardan los primeros molares entre sí. Es la denominada clasificación de Angle, que divide las maloclusiones, u oclusiones
incorrectas, en tres grupos o clases.

Clase I
Cuando la relación antero-posterior es normal y existe algún otro defecto en la posición espacial de uno o
varios dientes.

Clase II
Cuando el primer molar inferior ocluye por distal de su homónimo superior y la arcada dentaria inferior
queda distalmente situada.

Clase III
Cuando el primer molar inferior ocluye por mesial de su homónimo superior, y toda la arcada dentaria
inferior queda mesialmente situada.

RESALTE INTER-INCISIVOS. SOBRE MORDIDA.


En proyección lateral, los incisivos superiores ocluyen anteriormente con respecto a los incisivos inferiores,
formando el denominado resalte ínter incisivo. En los casos que los incisivos superiores ocluyen por lingual, a los incisivos
inferiores, hablamos de una resalte invertido a nivel incisal.
También, en proyección lateral se observa que, en condiciones normales, los incisivos superiores, cubren
verticalmente un tercio de la corona de los incisivos inferiores. Es la denominada sobre-mordida, que puede estar aumentada o
disminuida en condiciones patológicas.
En vista frontal, la línea media de la arcada dentaria superior, coincide con la línea media de la arcada dentaria
inferior. A nivel de los segmentos bucales las cúspides vestibulares de premolares y molares superiores sobresalen bucalmente,
con respecto a los inferiores, de tal manera que las cúspides linguales de las piezas dentarias maxilares, ocluyen en las fosas
centrales de las piezas dentarias mandibulares.

ANÁLISIS BIODINÁMICO DE LAS FUERZAS MASTICATORIAS.

FUERZAS DE COMPONENTE MESIAL Y DISTAL.


Las fuerzas que actúan sobre la dentición humana, en sentido sagital, son de dos tipos:
1º).- De componente distal:
Tienden a desplazar las arcadas dentarias hacia atrás.
2º).- De componente mesial:
Someten a la dentición a una constante presión hacia delante.
El equilibrio de este conjunto de fuerzas, condiciona que, la dentición está mantenida en un perfecto estado
dinámico posicional, a lo largo de la vida del hombre.

FUERZAS DE COMPONENTE DISTAL.


Son las más potentes por la importancia de la musculatura que las ejerce.
1º).- Conjunto orbículo-buccinador.
Que está dispuesto abrazando la dentición antero-lateralmente.
2º).- Músculos elevadores de la mandíbula o musculatura propiamente masticatoria.
Que tienen su inserción mandibular situada más anteriormente que la inserción Craneal.
3º).- Músculos supra e infra-hioideos.
Que también se hallan dispuestos con una trayectoria final postero-inferior.

FUERZAS DE COMPONENTE MESIAL.


Al Tratar de encontrar algunas fuerzas que equilibren y compensen este vector posterior de la musculatura analizada,
aparecerán como mecánicamente insuficientes los haces musculares que tienen un trayecto ligeramente anterior.
Las fibras anteriores del músculo temporal y las superficiales del masétero son las únicas que ejercen fuerzas
mesiales sobre el conjunto estomatognático.
Reforzando este conjunto biomecánico, existe un vector final de las fuerzas oclusales, que tiene un claro
componente hacia delante. La inclinación axial-mesial de todas las piezas dentarias, sobre sus bases óseas de soporte,
condiciona que, en el contacto oclusal aparezca una fuerza intensa en su cuantía y mesial en su sentido direccional, que tiende
a llevar la dentición hacia delante.
La existencia de esta fuerza, explica cómo puede equilibrarse esa potente acción muscular distal. Así
entendemos la enorme tendencia migratoria mesial, de las piezas dentarias. Es un hecho frecuente observar que, si se extrae,
por ejemplo, un primer molar inferior, en el Transcurso de unos meses, el hueco se acorta, merced a la emigración hacia
delante del segundo y tercer molar, empujados por ese vector final de las fuerzas oclusales.
CAPITULO 21º.
ARTICULACIÓN TEMPORO-MANDIBULAR.
Smith-Ferres, E. Smith-Ferres, V. Senabre-Arolas, C.M., Cimas-García, C., Cabanes-Vila,,J. Ferres-Torres, E. Smith-Agreda, V.

ARTICULACIÓN TEMPORO-MANDIBULAR, (A. T. M.)


La articulación témporo-mandibular (A.T.M.).- entre el hueso mandibular y el cráneo, es una articulación
compleja, debido a la presencia de un disco, que divide el espacio articular en un compartimiento superior, y un
compartimiento inferior. Tiene, además, características morfológicas que le distinguen de articulaciones existentes en otras
partes del cuerpo:

SUPERFICIES ARTICULARES.
Las superficies articulares, no están cubiertas por el cartílago hialino, sino, por un tejido fibroso avascular,
que puede contener un cierto número de células cartilaginosas.
Los dos huesos que, merced a esta articulación se ponen en contacto (maxilar y mandibular).- poseen dientes,
que también articulan y ocluyen entre sí. La dentición y la A.T.M. tienen una decisiva influencia recíproca, en la morfogénesis
y en la dinámica estomatognática.
Al ser una articulación doble, de un hueso único y flotante, funciona como una articulación de carácter bilateral.
La superficie articular de la mandíbula, es la cara superior y anterior del cóndilo. La cabeza condílea, de
unos 20 milímetros de larga por 10 milímetros de anchura, tiene su eje mayor situado perpendicularmente al plano de la rama
vertical de la mandíbula. Si extendemos posteriormente los ejes de los dos cóndilos, las líneas se cruzaran en la parte anterior
del foramen mágnum.
El cóndilo, es muy convexo antero-posteriormente y ligeramente convexo medio-lateralmente. Está dirigido, visto de
perfil, hacia delante y arriba, por lo que el cuello condíleo aparece como doblado anteriormente. En el extremo lateral de la
cabeza condílea se inserta el disco y el ligamento temporo-mandibular. En su extremo medial, toma inserción el disco y las
fibras mediales de la cápsula articular.

LA SUPERFICIE ARTICULAR CRANEAL.


Está situada en la porción escamosa del temporal, justo delante del hueso timpánico, y está constituido por
una fosa glenoidea y una eminencia articular.
a).- La fosa glenoidea.
Está situada delante de la apertura timpánica, quedando entre ambas estructuras, la apófisis postglenoidea de
forma cónica.
b).- La eminencia articular.
Es convexa antero-posteriormente y ligeramente cóncava medio-lateralmente. Su vertiente anterior es
bastante ligera comparada con la posterior, que es muy pronunciada, (para evitar que la cabeza condílea se pueda dislocar en
los movimientos de apertura de la mandíbula)
Su cara medial limita por un reborde óseo, que apoya en la espina del esfenoides, (estructura que protege y
evita que el cóndilo se disloque medialmente).

LIGAMENTOS DE LA A.T.M.
Hay cuatro ligamentos asociados con la A.T.M. que tienen un importante papel en el sinergismo postural y
dinámico de la mandíbula.
1º).- El ligamento capsular.
Está unido al hueso temporal, y rodea totalmente la articulación temporo-mandibular y el cóndilo.
Su función primordial es mantener los dos huesos unidos y articulados.
2º).- El ligamento temporo-mandibular o ligamento lateral externo
Tiene una inserción en la cara temporal del arco cigomático, y termina en el borde lateral y posterior
del cuello del cóndilo. Es el ligamento suspensorio de la mandíbula en los movimientos moderados de apertura, y refuerza la
posición lateral de la cápsula.
3º).- Ligamento esfeno-mandibular.
Va desde la espina esfenoidea a la língula de la rama vertical de la mandíbula. Es también un
ligamento suspensorio, que actúa en las aperturas más pronunciadas de la mandíbula. Cuando esto ocurre, el ligamento
temporo-mandibular disminuye su tensión, y, el esfeno-mandibular, la aumenta acentuadamente.
4º).- El ligamento estilo-mandibular.
Se inserta en la apófisis estiloides del hueso temporal, y en el borde posterior de la mandíbula.
Actúa de freno, en el desplazamiento mandibular, previniendo una excesiva antero-rotación mandibular en el límite extremo de
apertura.

DISCO ARTICULAR.
El disco articular, es una placa fibrosa ovalada, de gran rigidez. Su parte central, es siempre más delgada
que su posición periférica, y esta variación parece estar en relación con el desigual relieve de la eminencia articular.
Posteriormente, el disco, se continua con una gruesa capa de tejido conectivo más vascularizado, que se une y funde, con la
pared posterior de la cápsula articular.
Es el denominado rodete retrodiscal, lo que prueba las presiones mecánicas que debe soportar este área y, a
las que está estructuralmente adaptado. Son importantes las relaciones del disco con la cápsula y con el cóndilo.

a).- Relaciones anteriores.


Disco y cápsula, están perfectamente fusionados y sólo pueden ser separados artificialmente. Esta unión
permite la inserción de algunas de las fibras del músculo pterigoideo externo en el disco articular.
b).- Relaciones posteriores.
Disco y cápsula están unidos por un rodete de tejido conectivo laxo, ricamente inervado y vascularizado. Esta
unión permite al disco una necesaria libertad al desplazarse hacia delante.
c).- Relaciones laterales y mesiales.
Disco y cápsula articular están independientemente, unidos a los extremos lateral y medial del cóndilo. Esta
firme inserción del disco en la cabeza condílea, asegura una simultaneidad de desplazamientos del disco y la mandíbula, por lo
que el disco sigue pasivamente los movimientos mandibulares.

COMPARTIMIENTOS ARTICULARES.

La mandíbula es, en la especie humana, un hueso único. Las articulaciones de ambos lados están
coordinadas para contribuir en cada uno de los movimientos mandibulares. Pero es que, además, la articulación de cada lado,
es un conjunto, que comprende dos articulaciones dentro de una sola cápsula. Una articulación superior, entre la eminencia
articular y el disco, y una articulación inferior entre el cóndilo mandibular y el disco.
Forman así, dos compartimentos de una misma articulación, situados por arriba y por debajo del disco.

COMPARTIMIENTO SUPERIOR.

Movimiento de Bennet.
En la porción superior, de cada A.T.M. se realiza un desplazamiento, en el que, el disco y el cóndilo, se
desplazan hacia abajo a lo largo de la vertiente posterior de la eminencia articular, y luego hacia delante, sobre la superficie
articular plana.
Este desplazamiento traslatorio, puede ser realizado simétricamente o unilateralmente, para provocar un
movimiento de la mandíbula hacia un lado. En este último caso, el disco y el cóndilo de un lado se deslizan medialmente hacia
abajo y adelante, mientras el otro disco y cóndilo contralateral -el denominado cóndilo de reposo).- permanece en su posición
posterior girando lateralmente alrededor de un eje vertical que se desplaza levemente.
En realidad, el cóndilo de reposo, se desliza lateralmente hacia fuera al mismo tiempo que gira. Este
componente lateral del desplazamiento lateral de la mandíbula se denomina movimiento de Bennet; aunque es muy pequeño,
tiene gran importancia en la reconstrucción protésica de la dentición.

COMPARTIMIENTO INFERIOR

La porción inferior de la A.T.M. funciona como una articulación en bisagra o charnela, en que, el disco,
actúa de cavidad envolvente del cóndilo que gira. Debido a la pronunciada oblicuidad de los cóndilos, en el plano frontal,
(recordemos que los ejes condíleos convergen posteriormente), este giro condíleo debe acompañarse de un cierto ajuste entre
los cóndilos y los discos.
El movimiento de bisagra, se realiza alrededor de un eje horizontal que está virtualmente situado en la línea
de unión del centro de ambos cóndilos. Así, en el movimiento de apertura, el extremo lateral de cada cóndilo, situado por
delante el eje de charnela debe moverse ligeramente hacia abajo y hacia atrás. Simultáneamente, el extremo medial, situado
por detrás del eje de charnela, se mueve ligeramente hacia arriba y adelante.

POSICIONES MANDIBULARES.

POSICIÓN DE REPOSO.

Reposo mandibular.
Estando un individuo sentado o erecto, y su cabeza en orientación horizontal, se dice que, su mandíbula se
encuentra en posición de reposo, es decir,
…”cuando la musculatura mandibular está en máximas condiciones de descanso”…
Es la posición en que habitualmente se encuentra la mandíbula siempre que el individuo mantenga su cabeza
horizontalmente orientada. Si, tras tragar saliva observamos la posición que, reflejamente, tiende a ocupar la mandíbula,
dejando un cierta separación entre los dientes, esa es la posición de reposo mandibular.
Existe, por lo tanto, cierta distancia entre la arcada dentaria superior e inferior que no están en contacto oclusal.

Espacio remanente.
...”Se denomina espacio libre inter-oclusal y mide 2-5 milímetros a nivel de los incisivos”....
Dependencia de la posición de reposo.
No depende del número, forma o posición de los dientes, sino que viene dictada por el tono de reposo muscular y es,
normalmente, constante en el mismo individuo a lo largo de la vida. Clínicamente, tiene extraordinaria importancia el averiguar
el límite exacto, de la posición de reposo para determinar protésicamente el diseño de las piezas dentarias artificiales.

POSICIONES DE RELACIÓN CÉNTRICA.


Se dice que la mandíbula está en relación céntrica con respecto a la temporal,
…”cuando el cóndilo está situado lo más posterior y superior posible, y gira sobre sí mismo, (en eje de bisagra,
charnela, en el movimiento de apertura y cierre sin que exista traslación condílea”…
Es aquella posición que la mandíbula ocupa, desde la que es posible abrir la boca, sin que exista un desplazamiento a
nivel del compartimiento superior de la A.T.M.
En algunos individuos normales, la posición de oclusión céntrica y de relación céntrica coinciden.
Cuando existe máxima interdigitación de todas las piezas dentarias antagonistas, está el cóndilo mandibular en su
situación más posterior, con arreglo a la fosa glenoidea, desde la que es posible iniciar un movimiento de apertura, sin que se
deslice hacia delante.
En gran mayoría de individuos normales, la posición de oclusión céntrica, no coincide, con la de relación céntrica.
Cuando el individuo está con sus arcadas dentarias en máximo contacto, los cóndilos están ligeramente adelantados con
respecto a la posición de relación céntrica. Naturalmente, hay una escasa diferencia, (alrededor de un milímetro), entre la
posición de los cóndilos, cuando la mandíbula está en oclusión y en relación céntrica.
CAPÍTULO 22º.
TRANSICIÓN CRÁNEO-CERVICAL.
Martinez-Soriano, F., Ruiz-Torner, A., Pérez-Moltó, F.J.,Peris-Sanchis, R., Ferres-Torres, Smith-Agreda, .

COLUMNA VERTEBRAL.
RAQUIS CERVICAL EN CONJUNTO.
Anatomo-funcionalmente, o Biodinámicamente, que es lo mismo, podemos considerar, una
continuidad del cráneo con el raquis cervical que está constituido por dos zonas.
a).- El raquis cervical superior.
Se le conoce también como raquis suboccipital. Es el integrado por:
 ).- Bloque articular distal del occipital.
 .- La primera vértebra cervical o atlas.
Sabemos que ha cedido su cuerpo vertebral al Axis para constituir la apófisis odontoides, que es el
sustrato morfológico de la biodinámica de rotación del macizo craneal, con lo cual, el cuerpo vertebral ha
sufrido una metaplasia, (para la constitución de la articulación trocoide odonto-atloidea), quedando
transformado en el arco anterior del atlas.
Estas piezas, biodinámicamente, están unidad entre sí, por una compleja red de
articulaciones, integradas en tres ejes y sus correspondientes grados de libertad.
b).- El raquis cervical inferior.
Se extienden desde la cara inferior del Axis hasta la cara superior de la D1.
Todas las vértebras de este segmento o zona, son similares en su aspecto, con las diferencias que han
impreso en ellas los distintos niveles de carga, y la amplitud de los dos tipos de los movimientos, que las
caracterizan, la flexo-extensión, y la inclino-rotación.
Biodinámicamente, no son dos segmentos distintos sino que se completan y complementan. en los
movimientos de la cabeza.
c).- Emisión de los miembros superiores. Cresta de Wolff.
A este nivel, las inducciones génicas, potencializan los somitas, C5, C6, C7, C8, D1, creando
en ellos unos territorios prospectivos, que determinan la aparición del miembro superior, debido a la
presencia, en las primeras fases, de unas excrecencias que se les denomina crestas de Wolff.

BIODINÁMICA DE LA ARTICULACIÓN OCCIPITO-ATLO-AXOIDEA.

Articulación occípito-atloidea.
Para entrar en este estudio, debemos de considerar, la morfología adoptada por las vértebras que la
constituyen, teniendo presente que, no solo se refiere a las dos primeras vértebras cervicales, sino que, en la
biodinámica, va a intervenir, en sentido craneal, la porción de la lámina basilar del occipital, (o vértebra
auximetamérica, de complejo craneal), donde se esbozan y desarrollan los cóndilos occipitales.
Son dos, aparentemente independientes, pero están generados por casquetes de una misma esfera,
cuyo centro, se aloja en la eminencia occipital interna, al nivel de la confluencia vascular, denominada prensa
de Herófilo o tórculo.
Por lo que respecta a las correspondientes cavidades glenoideas, (que corresponden a los restos del
primitivo cuerpo vertebral del atlas, del cual se desgajó, como ya dijimos, la apófisis odontoides), constituyen
lateralmente, las masas laterales del atlas.
Estas articulaciones, clásicamente se las ha considerado como condíleas, al estudiarlas
independientemente, (con un criterio analítico filosófico platónico), pero con el concepto dinámico
aristotélico, sintético, de la unidad del ser vivo, operante y dialógico, (por estar engendradas por la misma
esfera), biodinámicamente se les considera como partes de una enartrosis funcional, y como tal con los tres
grados de libertad, que van a permitir:
a).- Rotación axial.
Supeditada al eje vertical.
b).- Flexión-extensión.
Establecida alrededor del eje transversal que pasa por el centro de los cóndilos, y de las
cavidades glenoideas.
c).- Inclinación lateral.
Basculando alrededor del eje antero-posterior del cuerpo, a este nivel.

ATLAS Y AXIS.

Resto del hueso atlas.


El resto del atlas, se configura con la formación de hemiarcos, (uno anterior y otro posterior), que
en sus superficies externas, presentan unos pequeños tubérculos, producidos por las tracciones de la
musculaturas presomática y retrosomática respectivamente.
Por lo que respecta al arco posterior, presenta, en su cara superior, un aplanamiento, debido al paso
del dispositivo neuro-vascular de la 1ª raíz cervical acompañada de las arteria y vena vertebrales que irrigan
además de los elementos constituyentes del triángulo de los oblicuos de la nuca, (al confluir con la del otro
lado y formar el tronco basilar), al tronco del encéfalo y cerebelo.

Colocar aquí LA FIGURA 22-1.


Figura 22-1
A.- Visión esquemática hemi-anterior de la vértebra atlas.
1). Arco anterior. 2). Tubérculo anterior.3). Masas laterales.4). Apófisis transversa.
B.- Visión esquemática hemi-superior de la vértebra atlas.
1). Arco anterior. 2). Tubérculo anterior. 3). Masas laterales. 4). Apófisis transversa. 5). Cavidad glenoidea. 6). Agujero transverso. 7).
Arco posterior. 8). Tubérculo posterior. 9). Faceta articular para la odontoides.
C.- Visión esquemática superior de los puntos de osificación de la vértebra atlas.
1). Puntos de osificación primarios. 2). Puntos de osificación secundarios del arco anterior. 3). Puntos de osificación secundarios para la
faceta de articulación con la apófisis odontoides.
D.- Visión esquemática lateral del atlas.
1). Tubérculo del arco anterior. 2). Tubérculo del arco posterior. 3). Masa lateral. 4). Cavidad glenoidea. 5). Apófisis articulares inferiores.
6). Apófisis transversa. 7). Agujero transverso.

Así mismo acompañando desde su origen, a nivel del orificio transverso, de la sexta vértebra cervical C6, o
agujero transverso,(constituido por las sinóstosis de los esbozos de las apófisis transversas con las atróficas
costillas cervicales, llamadas tubérculo anterior de las apófisis transversa), se ve penetrar a la arteria
vertebral, en el interior, y el nervio de François Frank, (que corresponde a la cadena metamérica
ortosimpática).- que acompaña a esta arteria vertebral, a todo lo largo de los agujeros transversos, a partir de
la C6.
Estos elementos, suele afectarse en los procesos cervicales, y cursan con sintomatología vascular,
que conviene diferenciar del síndrome de la raíz C2,, (nervio suboccipital de Arnold), que cursa con una
patología específica que constituye el Síndrome de Barré Lieu.
Las masas laterales, por su cara inferior, presentan las carillas articulares inferiores, que, para
enviar la carga hacia la columna de los cuerpos vertebrales, presenta una orientación hacia abajo y adentro.
Las apófisis transversas, no presentan gran desarrollo, son mono tuberosas, y van a servir de puntos
de inserción o fulcros, tanto a los músculos oblicuos superiores como a los inferiores, que van a contribuir a la
biodinámica de rotación de la cabeza.

AXIS.
La segunda vértebra como ya sabemos es el axis. Su nombre se debe al proceso de sinóstosis, que
generó la apófisis odontoides. Esta apófisis odontoides, además de encontrarse unida al cuerpo del atlas,
establece una unión con el borde inferior, del agujero occipital, o foramen mágnum, por un dispositivo
esclerotómico, que queda en la fase ligamentosa, constituyendo el haz yugal, o ligamento occípito-
odontoideo, que va a permitir, por la elasticidad del tejido fibrosos que lo constituye, los movimientos de
rotación del bloque cráneo-atlas. La unión con el cuerpo del axis, es de menor calibre y constituye, el cuello
de la odontoides.

Colocar aquí LA FIGURA 22-2


Figura 22-2.
A.- Visión esquemática hemi-anterior del axis.
1). Apófisis odontoides. 2). Faceta articular para el arco anterior del atlas. 3). Apófisis articular superior. 4). Apófisis transversa. 5).
Cuerpo vertebral. 6). Lámina. 7). Apófisis articular inferior.
B.- visión esquemática lateral del axis.
1). Apófisis odontoides. 2). Faceta articular para el arco anterior del atlas. 3). Apófisis articular superior. 4). Apófisis transversa. 5).
Cuerpo vertebral. 6). Lámina. 7). Apófisis articular inferior. 8). Apófisis espinosa.
C.- Visión esquemática anterior de los puntos de osificación del axis.
1). Puntos de osificación primarios. 2). Puntos de osificación secundarios

El axis, va a presentar un arco neural, que consta de las partes clásicas pedículos y láminas, que
confluye en el dorso, formando el dispositivo de la apófisis espinosa, que debido a las a tracciones que sobre
ella van a ejercer los sistemas neuromusculares retrosomáticos de Escolar, se encuentra muy solicitada y
presenta un aspecto bituberoso.

BIODINÁMICA ARTICULAR.
Articulaciones de Luchska
El cuerpo del axis presenta ya la características inherentes a esta especial biodinámica cervical, pues
debido a la energía de rotación que tanto a él como al resto de las vértebras cervicales, le van a imprimir las
cadenas neuromusculares de Busquet, muestra en la porción ósea de la anfiartrosis de los cuerpos vertebrales,
la presencia de unas excrecencias, (y sus correspondientes facetas invertidas), que constituyen, la cresta
anterior media, y las apófisis semilunares o de Luchska para encajar en las facetas de las porciones laterales
inferiores de los cuerpos vertebrales correspondientes.
Estas articulaciones, biodinámicamente controlan los enérgicos movimientos de rotación del cuello,
impresos por los elementos musculares cervicales. En la inteligencia de que, para controlar y reducir lo
menos posible estas capacidades de giro, las articulaciones de las apófisis de Luchska son diartrosis.

Articulaciones de la apófisis odontoides


Desde la caras antero-laterales de la apófisis odontoides, emergen dos manojos ligamentosos, que
vienen a terminar insertándose en las porciones laterales del borde anterior del agujero occipital. Se
denominan ligamentos alares, y tienen como misión controlar los movimientos de rotación, de la trocoide
atlo-odontoidea.

Colocar aquí LA FIGURA 22-3.


Figura 22-3.
Visión esquemática posterior del plano más profundo de la articulación occípito-atlo-axoidea.
1). Lámina basilar del occipital. 2). Apófisis odontoides, mostrando en la porción superior el ligamento apical, lateralmente los alares, y
en su base la faceta para articular con el ligamento cruciforme.

La articulación de la apófisis odontoides presenta dos facetas articulares. La faceta anterior de la


odontoides articula con la faceta de la cara posterior del arco anterior del atlas, y representar la faceta ósea
del anillo osteo-fibroso de la citada trocoide.
En la cara posterior de la apófisis odontoides, se encuentra la otra faceta articular, pero esta, (con su
sinovia y cápsula), va a articular con el ligamento transverso, que se extiende de una masa lateral del atlas a
la otra constituyendo la porción fibrosa del anillo osteo-fibroso que caracteriza a las trocoides.
Este dispositivo ligamentoso se ve fuertemente protegido por una serie de fibras ligamentosas que,
desde la cara dorsal de la lámina basilar del occipital se lanzan, (entrecruzándose con las fibras del ligamento
transverso). Son el ligamento occípito-axoideo, que con el precedente, en su entrecruzamiento, forma el
ligamento cruciforme.

Colocar aquí LA FIGURA 22-4.


Figura 22-4.
Visión esquemática del ligamento cruciforme.
1). Lámina basilar del occipital. 2). Ligamento occipito-axoideo. 3). Ligamento transverso

Sobre este lecho ligamentoso y con el fin de unificar los distintos cuerpos vertebrales de todo el
raquis ,se extiende el ligamento vertebral común posterior.

Colocar aquí LA FIGURA 22-5.


Figura 22-5.
Visión esquemática del ligamento vertebral común posterior, a nivel de la articulación occipito-atlo-axoidea.
1). Lámina basilar del occipital. 2). Ligamento vertebral común posterior.
Biodinámica de las apófisis articulares atloido-axoideas.
Como ya hemos indicado anteriormente, las carillas de las apófisis articulares inferiores del atlas
estaban dirigidas hacia abajo y hacia adentro, pero además, las carillas articulares inferiores de las masas
laterales del atlas, son convexas de delante atrás, mientras que las carillas superiores de las apófisis
articulares del axis, también son convexas de delante atrás, de tal manera que las superficies, no son
congruentes entre sí, lo que les permite reforzar los movimientos que presenta la cabeza, desde la enartrosis
occípito-atloidea.

SINOPSIS DE LA REGIÓN CERVICAL.


Biodinámica general de la región cervical.
La región cervical juega un papel fundamental para la biodinámica general del individuo , dado que
sobre ella gravita la cabeza, en donde los rombómeros, (como hemos indicado anteriormente), van a regir
desde el equilibrio en la estática y dinámica, hasta nuestras reacciones psicológicas e intelectuales que
definen nuestra Personalidad.
El denominador común podemos resumirlo en
a).- Soporte de cargas.
b).- Transmisión de esta carga y fuerzas de actuación
c).- Protección de los órganos aparatos y sistemas.
d).- Movilidad.
Esta región, como hemos indicado, radica directamente la función, de soporte y movilidad de la
cabeza. La especialización, es máxima en las dos primeras vértebras Atlas y Axis.

CARACTERÍSTICAS DE LAS VÉRTEBRAS CERVICALES.


Diámetros. Tamaño.
La acción de la biodinámica actúa sobre los cuerpos vertebrales y les hace presentar un diámetro
transverso de mayor longitud que el antero-posterior, (esta es una característica de las regiones con gran
motilidad, como ocurre en las zonas lordóticas).

Colocar aquí LA FIGURA 22-6.


Figura 22-6.
Visión esquemática lateral de una vértebra cervical.
1). Cuerpo vertebral. 2). Lámina. 3). Apófisis transversa. 4). Apófisis articulares. 5). Confluencia de las láminas. 6). Apófisis espinosa.
7 ). Carillas y superficies articulares respectivas para las apófisis de Luschka.

El aumento del peso de la carga, conforme se desciende, hace que aumente el tamaño del cuerpo
vertebral cervical, hasta llegara a C7. Vértebra que es la de transición con la región dorsal, en donde, por
pasar de la lordosis cervical a la cifosis dorsal, la apófisis espinosa hace prominencia, por lo que se le
denomina Vértebra prominente.
Apófisis semilunares de Luschka.
Dada la enérgica solicitud que tiene en los procesos de giro la región cervical, para darle mayor
solidez y evitar la luxación, en los movimientos bruscos, se modifican los bordes anterior, y laterales,
superiores e inferiores.
a).- Borde de las caras superiores laterales.
Aparecen unas crestas verticales de contorno semilunar con carillas articulares. Son las
apófisis semilunares o de Luschka.
b).- Borde de las caras inferiores laterales.
Aparecen en ellas unas muescas que articulan diartrósicamente con las apófisis de Luschka
de la vértebra adyacente.
c).- Borde medios o anteriores de las caras inferiores y superiores..
Presenta en el borde anterior, una cresta que articula con la muesca de la porción del borde
de la cara superior de la vértebra adyacente.
Apófisis transversa. Agujero Transverso.
Las apófisis transversas de estas vértebras, presentan por los proceso de la organogénesis craneal las
siguientes características:
1º).- El arco costal o visceral o pleurapófisis.
Se encuentra atrófico, (porque como sabemos, su mesénquima fue utilizado para formar
cráneo).- y la misión protectora visceral cervical de la arcualia interventral, fue desempeñada posteriormente
por cartílago de Meckel del 1º arco branquiógeno o rombómeros 2º, y 3º.
Solo queda un resto de la arcualia interventral, que se suelda al cuerpo de la vértebra en el punto de
la implantación de la apófisis transversa, llamado tubérculo anterior de la apófisis transversa, y en esta.
persisten por las tracciones de las inserciones de los sistemas neuromúsculares presomáticos de Escolar o
columna muscular media anterior de Busquet.
2º).- Agujero transverso.
La sinóstosis de la arcualia con las apófisis tranversas, que hemos indicado, se realiza
posteriormente al desarrollo y lanzamiento de la arteria vertebral, y de sus acompañante neural
ortosimpático, por lo cual queda entre medió el clásico agujero transverso, limitado en su porción anterior
por la presencia de los tubérculos anterior, o raíz costal, y el posterior o raíz transversa. Esto es lo que hace
que clásicamente se haya considerado a estas apófisis tranversas cervicales como bituberosas.
Como hemos indicado, entre ambos tubérculos queda el agujero transverso, por el que pasan la
arteria y vena vertebral, junto con la cadena ortosimpática metamérica denominada nervio de François
Franck, (Smith-Agreda y Robles-Marín).

Colocar aquí LA FIGURA 22-7.


Figura 22-7.
Visión superior esquemática de una vértebra cervical.
1). Apófisis espinosa. 2). Lámina. 3). Agujero raquídeo o vertebral. 4). Carillas articulares superiores. 5). Agujero transverso. 6).
Tubérculo posterior o verdadera apófisis transversa. 7). Cuerpo vertebral. 8). Tubérculo anterior de la apófisis transversa o resto de la
costilla cervical tras su parcial apoptósis.

Esta constitución bituberosa solamente se da en las vértebras, C3, C4, C5, y C6, C7. Por el agujero
transverso de la C7 solo pasa la vena vertebral.
Pedículos y agujeros de conjunción.
El arco neural se implanta en la cara posterior de los cuerpos vertebrales, por los pedículos. El punto
de implantación está mas próximo al borde superior del cuerpo vertebral que al inferior.
Presenta dos escotaduras, que circunvalan al agujero de conjunción, que es lugar por donde:
a).- Emergen los nervios raquídeos.
b).- Entran y salen los elementos constitutivos del dispositivo angiológico
c).- Es el lugar donde la 1ª Fascia o fascia de tensión recíproca, o duramadre, emerge.
Al nivel de la zona denominada Cambiún, donde se diferencia en las fascias:
Endostio.
Periostio.
Téndino-Aponeurótica.
Muscular.
Apófisis articulares.
Las apófisis articulares, constituyen los bloques de las dos columnas posteriores, y realizan la
transmisión de fuerzas y de cargas, que reciben a través del arco neural, para enviarlo a la vértebra adyacente
inferior.
La inclinación de las carillas de estas apófisis articulares depende de la transmisión de fuerzas y
cargas, que aumenta de arriba abajo, y de la movilidad que decrece de arriba abajo.
Las apófisis articulares de las vértebras cervicales, presenta dirección oblicua, con las apófisis
articulares superiores dirigidas de arriba hacia abajo y hacia atrás. Y las inferiores en sentido opuesto. Son
atrodias, y unas encima de las otras, forman un mismo cilindró elástico ósteo-fibroso.

ARTROLOGÍA VERTEBRAL.
Columnas de soporte de las cargas.
De todo este dispositivo se van a diferenciar también, los correspondientes sistemas ligamentosos y
neuromusculares, que como hemos indicado más arriba, tendrán funciones integradoras, (aunque para su
estudio que podemos analizar independientemente), pero que confluyen entre, sí para conseguir la
biodinámica funcional de la cabeza en conjunto.

Colocar aquí LA FIGURA 22-8.


Figura 22-8.
Visión lateral esquemática del dispositivo ligamentoso del cuello.
1). Eminencia occipital externa. 2). Ligamento cervical común posterior. 3). Ligamentos interlaminares o amarillos. 4). Tubérculo
posterior del atlas. 5). Apófisis espinosa del axis. 6). Apófisis espinosa de la IVª vértebra cervical. 7). Apófisis espinosa de la VIIª
vértebra cervical. 8). Apófisis espinosa de la Iª vértebra dorsal.

En realidad ambos van a ser sistemas ligamentosos, pero que podemos clasificarlos, según su
composición y función en:
a).- Ligamentos pasivos.
Formados por elementos conjuntivos o fibrosos, sin capacidad voluntaria contráctil, y que
cuando se fuerzan reaccionan avisando al organismo por la estimulación nociceptiva de sus receptores
nerviosos.
b).- Ligamentos activos.
Formados por mesénquima diferenciado en tejido muscular, y por lo tanto con capacidad
contráctil voluntaria.
Aquí las fibras musculares, realizan la unión entre las piezas óseas, no solamente
dependientes de la longitud de las fibras, como en los ligamentos pasivos, sino que esta unión, es capaz de
aproximarse o separarse mas o menos en relación con la necesidad de desplazamiento de los huesos, en
relación con las necesidades del momento funcional.
Entre unos y otros, consiguen mantener el equilibrio de la columna , tanto en la estática como en la
dinámica.

TRANSMISIÓN DE LA CARGA.
Columnas de transmisión de carga.
Como ya dijimos al principio, (y no debemos de olvidar en ningún momento).- la columna del
individuo vivo y operante, sano o enfermo, es biodinámicamente una, y para conseguir su función, adopta el
engranaje de las piezas y discos que la transforman en una columna elástica.
En razón de esta biodinámica, y para su consecución, la transmisión de fuerzas en la columna
muestra dos caminos de transmisión:
a).- Camino o columna anterior.
Que dentro de las limitaciones de sus significado, podemos denominar columna pasiva, que es uno,
corresponde al eje de transmisión, que circula a través de la serie de cuerpos y discos vertebrales, que la
integran.
Por su misión de transmisión estática, los cuerpos vertebrales, se unen entre sí por articulaciones de
gran fijeza o Anfiartrosis. Su elemento de unión es fibroso, que forma una continuidad con el disco
intervertebral y con la fascia perióstica.
b).- Camino o columna posterior.
Es doble, y ambas son activas, y por la integración funcional con los sistemas neuro-musculares
consiguen la transmisión y la motilidad.
Lo cual se traduce morfológicamente, en que van a tener mayor desplazamiento, y para conseguirlo,
estas columnas posteriores, van a tener mayor elasticidad y motilidad, lo cual requiere que sus articulaciones
sean diartrósicas. Es decir que la fascia a este nivel, tiene que diferenciarse en unas carillas articulares
pulidas, una sinovia que realice una amortiguación hidráulica, y unas cápsulas fibrosas, en intima continuidad
fascial con los elementos ligamentosos pasivos, periósticos, y dinámicos, neuromusculares.
Estas columnas posteriores se corresponden a las formadas por las continuaciones de las
articulaciones de las zigapófisis o apófisis articulares.

DESARROLLO DE LAS CRESTAS DE WOLFF SUPERIORES.


De la misma manera que el raquis cervical superior, sirve de soporte y transmisión de cargas
procedentes de la extremidad cefálica, el raquis cervical inferior, va a servir de, además de continuador de
esta transmisión, de receptor e incorporador de las cargas procedentes de las extremidades superiores, en
cuya génesis y corroborando la Unidad del Organismo, se encuentran involucrados los metámeros de la C5, a
la D1.
En el sentir de Larsen, los esbozos de las extremidades superiores aparecen, en el día 24
postanfimixia, (Horizonte XI de Streeter), como unas procidencias en las caras laterales del cuerpo, a nivel,
en un principio, de la C5, a C3, que en el día 30, postanfimixia, (Horizonte XIV de Streeter), forman unas
excrecencias evidentes, originadas por un engrosamiento del mesodermo constitutivo de estos metámeros,
que al empujar al ectodermo adyacente, constituye la cresta de Wolff o primordio de los esbozos del miembro
superior.

BIOGENÉTICA DE LA SOMATOGÉNESIS DE LAS EXTREMIDADES SUPERIORES.


Larsen, Sherman, Potter, y Scott, consideran que el proceso general de la somatogénesis del
mesodermo paraaxial retrosomático, depende de la acción de los factores de crecimiento fibroblásticos,
inherentes al gen Wnt-3a, que se asocia con la proteína secretada en la superficie celular, y en la matriz
extracelular.
Este proceso de segmentación, necesita de la coordinación del gen Notch-1. Este gen liberado
primitivamente en lo que constituye el mesodermo paraaxial, interviene en la cohesión intercelular, y
mantiene la integridad celular que constituye el somita.
En estos momentos de desarrollo este gen Notch-1, matiza su inducción, por la acción de los genes
de la familia Pax, y concretamente de los Pax-3, Pax-7, y Pax-1. Genes que se expresan tanto en el tubo
neural, como en el esclerotomo y en el miotomo.
En este proceso, se imbrica también, por lo que hasta el momento presente conocemos, la acción de
la familia de los genes Hox, que, como vimos,(ver capítulos, 4, 11, 12,).- no solamente influyen el los
procesos de cranealización de la porción cefálica, sino que, como indica Conlon, a lo largo de la
metamerización, junto con el ácido retinoico, (AR).- por estos genes elaborado, induce a los precedentes, a
realizar la diferenciación, que caracteriza a la vértebra de cada región, jugando un papel , en la diferenciación
del atlas y axis, las mutaciones del gen Hox-a-7
Por otro lado, en lo que respecta a la diferenciación de la cresta de Wolff de la región cervical, es
decir, de C5, a D1, moldean ésta, el grupo de genes de la familia Hox-d, que Kumlauf , considera como genes
directores del complejo branquial anterior, también denominado complejo homeótico o HOMC, junto con los
Hax-a.
Fundamentalmente, la extremidad superior se diferencia por la inducción de los genes
correspondientes a los grupos Hox-d-9, Hox-d-10, Hox-d-11, Hox-d-12, y Hox-d- 13, de tal manera que, para
Davis, existe una neta acción diferenciadora, que se sistematiza en la interacción de los genes, que realizan
las inducciones de las metaplasias celulares, merced a la acción específica de los CEA y al factor de
crecimiento fibroblástico, FGF, que determinan, el que la cresta de Wolff, sea una zona de progresión de la
extremidad, (zona que se denomina cresta ectodérmica apical o CEA).
Es una zona, (en principio, estrecha, de unas 300 m de mesénquimaen la cual, las células van a
adquirir de los genes la información posicional, que posee una actividad determinante del miembro que se le
denomina ZAP, o zona de actividad polarizante, que influye sobre las células germinales primordiales CGP,
merced a la proteína sonic Hedhog , (SHH), que podemos cristalizar en la sistematización de todas estas
inducciones, de tal manera que la actuación de ellas sobre los genes:
Hox-d-9, da lugar a la escápula y hombro.
Hox-d-9, y Hox-d-10, al húmero y brazo
Hox-d-9, Hox-d-10, y Hox-d-11, al cúbito radio y antebrazo.
Hox-d-9, Hox-d-10, Hox-d-11 y Hox-d-12, al tarso y muñeca.
Hox-d-9, Hox-d-10, Hox-d- 11, Hox-d-12, y Hox-d-13, al metatarso, dedos, y mano.
Acción que, no solo se realiza sobre el esclerotomo, sino también sobre el miotomo, determinando, la
información posicional, y funcional de los sistemas neuromusculares, determinando la formación d los
neurómeros organizadores del plexo braquial , y sobre los angiómeros y dermómeros.
Debemos de indicar que todos estos genes cuya conjunción va a diferenciar la cresta de Wolff,
también van a concurrir en la región lumbo-sacra, (ver capítulo 24).- debiendo de indicar que, para Larsen,
Sherman, Potter, y Scott, es la intervención de los genes de secuencia T, las que van a dirigir la formación del
miembro, , hacia un miembro superior o inferior,
Según estos autores, la expresión restringida del gen Tbx-5 expresa, la diferenciación de la
extremidad superior.
CAPÍTULO 23º.
REGIÓN DORSAL.
Aparicio-Bellver, L., Broseta-Prades, M.J., Garrote-Gasch, J.M., Medina Garrido, J.A., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

MORFOLOGÍA FUNCIONAL
La región dorsal está constituida por doce vértebras, que son soporte, protección y transmisión de
cargas y fuerzas. Las cargas son mayores que las de la región cervical, debido a que además del peso de la
cabeza se suma el del cuello, y de las extremidades superiores.
El efecto de protección es no solo para el sistema nervioso, sino también para las vísceras de la
región torácica. Por ello y dada la idiosincrasia funcional de ellas, la pleurapófisis o costilla, (atrófica en la
región cervical por el proceso de craneogénesis), aquí adquiere el máximo desarrollo
Es la región que por diversos motivos, menos se ha diferenciado de su morfología prenatal, pues
continúa conservando la cifosis fetal, ligeramente modificada por la biodinámica de la carga.

Colocar aquí La FIGURA 23-1.


Figura 23-1.
Visión esquemática superior de una vértebra dorsal.
1). Apófisis espinosa. 2). Lámina. 3). Apófisis transversa. 4). Carilla articular para la tuberosidad de la costilla. 5). Carilla articular
superior. 6). Agujero vertebral. 7). Pedículo. 8). Hemi-carilla articular para la cabeza de la costilla.9). Cuerpo vertebral.

Es así mismo, donde se conserva mas acusado el patrón embrionario, observándose:


a).- El cuerpo vertebral.
Donde es fácil apreciar, en Radiología y en diagnóstico por la imagen, (según la distinta densidad del
Ca), la abocadura de la primitiva arteria, en el intracentro, entre el pleurocentro inferior del somita superior, y
el pleurocentro superior del somita inferior, que constituyen el cuerpo vertebral.
Este cuerpo vertebral, suele ir aumentando de tamaño, prácticamente en todos sus diámetros, debido
a la variación de la carga que gravita sobre él. No existiendo un predominio neto del eje antero-posterior,
sobre el eje transversal.
Los bordes de la vértebra dorsal, marcan un canal neto entre el borde superior y el inferior, que
circunda a la vértebra en sus contorno antero lateral.

Colocar aquí La FIGURA 23-2.


Figura 23-2.
Visión esquemática lateral de una vértebra dorsal.
1). Cuerpo vertebral. 2). Base de la apófisis transversa. 3). Hemi-carillas articulares para las cabezas de las costillas. 4). Apófisis
articulares. 5). Pedículo. 6). Arranque de la apófisis transversa. 7). Apófisis transversa. 8). Carilla articular para la tuberosidad de la
costilla. 9). Lámina. 19). Puntos de osificación secundarios para las apófisis transversas y espinal.

En la porción caudal de cada uno de los bordes, de las vértebras dorsales existe, salvo en las
vértebras de transición, aparecen las facetas articulares diartrósicas de la cabeza de las costillas
b).- El disco intervertebral.
O intercentro, que marca la presencia del disco intervertebral que juega un papel definitivo en la
estabilidad, convirtiéndola en la región más estable de toda la columna.
Los discos intervertebrales, en esta región son más finos, y esto, unido al anillo fibroso, (que
delimita periféricamente a este), junto con las uniones ligamentosas adyacentes, y sus relaciones con las
fascias endotorácicas, se observa que están diseñados, a favorecer la estabilidad.
Como consecuencia el movimiento, adquiere la mínima expresión necesaria.
c).- El arco neural, o agujero vertebral.
Forma como en los otros segmentos, las láminas y pedículos.
En donde, a excepción de su porción distal, presenta un desarrollo pequeño, circular, debido a que la
víscera neural, (la médula, en este caso), presenta el mínimo desarrollo, dado que sus astas anteriores,
solamente exhiben los dientes de las neuronas miorrabdóticas, para la inervación del retrosoma y del
presoma.
El agujero de conjunción tiene más marcada la escotadura inferior que la superior. Lugar en donde
también la fáscia de tensión recíproca o duramadre, presenta la zona del cambium, donde esta fascia se
diferencia en, las fascias endósticas, perióstica aponeuróticas, musculares, tendíneas , etc.,
Sin embargo en la porción caudal, donde la retracción medular, aloja a los mielómeros del miembro
inferior, (es decir, donde a los dientes medulares, de los somitas retrosomáticos y presomáticos, se suman los
del basípodo, estilópodo, zigópodo y autópodo del miembro inferior, junto con el arranque lógico de estos
mielómeros, de las raíces de la cola de caballo).- el conducto raquídeo se encuentra mas dilatado.
d).- Apófisis transversas, o parapófisis.
Presenta un gran desarrollo, porque va a servir de apoyo, a la tuberosidad de la costilla. Se dirigen
oblicuamente, hacia atrás y arriba. Terminan en una extremidad redondeada que presenta una faceta ovalada
para soporte de tuberosidad de la costilla.
e).- Apófisis articulares.
Las apófisis articulares dorsales, o zigapófisis, por corresponder a la porción del segmento posterior
de los pilares funcionales o motores, en relación con su biodinámica, van a ser diartrosis, artrodias, y a tener
una morfología, que dificulta, (en comparación con la región cervical), la rotación y lateralización.
Su carillas, son casi verticales y se orientan hacia atrás y ligeramente hacia afuera en las superiores.
Las inferiores, se orientan hacia delante y ligeramente hacia adentro. El eje transversal que las une está
contenido en el mismo plano, a diferencia de la curvatura que describe este eje en las apófisis articulares de
las cervicales.

f).- Apófisis espinosas. Palanca de interapoyo de Kapandji.


Son las prolongaciones de las laminas, por la tracción sobre ellas, en los procesos de
enderezamiento, de los ligamentos activos o , de los sistemas neuromusculares retrosomáticos de Escolar o
columna muscular posterior de Busquet.
En los procesos de la estática, también actúa de una manera pasiva los ligamentos fibrosos o pasivos
que contribuyen a que , dada la poca motilidad de esta región, las apófisis espinosas crezcan mucho, sean
monotuberosas.
El desarrollo del dispositivo embrionario, regido por la potencia prospectiva, hace que los que en un
principio fueron musculaturas monometaméricas, se integren entre sí, con una apariencia multimetamérica,
sin perder en el fondo su personalidad en relación con el exquisito dispositivo neural que las inerva.
Este hecho hace, que el dispositivo osteo-neuro-muscular, en el sentir de Martinez-
Almagro, haga imbricarse en sentido vertical, unas sobre otras como las tejas de un tejado, para contribuir al
enderezamiento y escasa movilidad de la región dorsal.

Colocar aquí La FIGURA 23-3.


Figura 23-3
Visión superior esquemática de una vértebra lumbar.
1). Apófisis espinosa. 2). Lámina. 3). Apófisis articular superior. 4). Tubérculo accesorio. 5). Tubérculo mamilar. 6). Sinóstosis de la
apófisis transversa, con la costilla apoptósica.7). Agujero vertebral. 8). Pedículo 9). Cuerpo vertebral.

Interapoyo de Kapandji.
La articulación entre las apófisis articulares superior e inferior, es una palanca de 1º grado, que
Kapandji llama de interapoyo. Las partes de esta palanca podemos esquematizarlas en:
 - El fulcro o punto de apoyo.
Está situado al nivel de la articulación interapofisaria.
 - La resistencia.
Al nivel de los cuerpos y los discos.
 - La potencia.
Se aplica a las apófisis espinosas por los distintos músculos retrosomáticos.

VÉRTEBRAS DE TRANSICIÓN DORSALES.


Como es natural, y dado que la Naturaleza nunca funciona a saltos, las vértebras son distintas cada
una de las demás, por las razones biodinámicas, que confluyen en cada una de ellas, por ello vamos analizar
aquellas en donde esta modificación están mas marcadas:
Pimera vértebra dorsal.
Se articula con la séptima cervical, o vértebra prominente. Se sitúa en la parte mas superior de la
cifosis de la columna vertebral torácica. Participa, en parte, de las características de la región cervical.

a).- Cuerpo.
Presenta todavía predominio del diámetro transversal, sobre el antero-posterior.
En los ángulos laterales del borde superior aparecen las apófisis semilunares típicas de las
vértebras cervicales, que articulan con las escotaduras de la séptima.
En el cuerpo encontramos las carillas articulares para las costillas.
Una carilla superior completa, para la cabeza de la primera costilla, y una carilla inferior que apenas
articula con la cabeza de la segunda.

Vértebras diez, once y doce dorsales.


Las otras vértebras de transición son la décima, undécima, y duodécima.
Cada una de estas tres vértebras presenta las carillas articulares para la cabeza de la costilla, pero
solo en los ángulos posteriores y superiores del cuerpo de la vértebra, que le corresponde.

Décima y undécima vértebras dorsales.


Las apófisis transversas, tienen menos desarrollo, recuerdan a las apófisis transversas lumbares.
Presentan los tubérculos mamilar y accesorio de las vértebras lumbares. Carecen de las carillas articulares
para la tuberosidad costal.

Duodécima vértebra dorsal.


Las apófisis articulares superiores se hacen semicilíndricas, y se orientan, hacia delante y
ligeramente hacia fuera.
La apófisis espinosa, es gruesa, corta, y horizontal como en las lumbares.

ARTROLOGÍA DE LOS CUERPOS VERTEBRALES DORSALES,


En el dispositivo artrológico de la columna dorsal, hay que tener presentes los mismos elementos
que en el resto de los segmentos del raquis, pero con las características propias y particulares de la
biodinámica de cada región.

Articulación de los cuerpos vertebrales.


La articulación entre los cuerpos vertebrales, implica, como en todas las regiones, al núcleo pulposo,
con la particularidad, de que en la región dorsal, va a tener mayor juego funcional en la faceta de soporte de
cargas, debido a que las cargas aumentan en sentido cráneo-caudal. No obstante no debemos de olvidar que
ésta región, es la de menos movilidad, lo cual repercute en el hecho de que no presenta muchas variaciones,
con respecto a la cifosis fetal.

Colocar aquí La FIGURA 23-4.


Figura 23-4.
Visión lateral esquemática de una vértebra lumbar.
1). Cuerpo vertebral. 2). Pedículo. 3). Apófisis costiforme. 4). Lámina. 5). Apófisis articulares. 6). Apófisis espinosa.7). Puntos de
osificación secundarios.

El tipo de articulación corresponde por todos estos motivos al grupo de las anfiartrosis, que van a
permitir giros de 35º, a un lado y al otro del eje de gravedad.

Disco intervertebral.
Presenta un aspecto de lente biconvexa. Sus caras se unen firmemente a toda la superficie de la cara
vertebral.
Su morfología se adapta a las de la región a que pertenecen.
Su función, transmitir y amortiguar las cargas que soporta la columna.
Sus dimensiones aumentan igual que le ocurre al cuerpo de la vértebra, conforme vana descendiendo.
Dentro de cada región, la relación proporcional de la altura del cuerpo vertebral está mas
desarrolladas en las vértebras que tienen mas motilidad. En esquema podemos considerar que la relación
indicada es:
Región cervical, 2/5.
Región dorsal, 1/5.
Región lumbar, 1/3.
Las dimensiones medias de los clásicos son:
Cervical: 3 mm.
Dorsal: 5 mm.
Lumbar: 9 mm.
La altura de estos discos o ligamentos interóseos, no es la misma en sus bordes anteriores y
posteriores, y está en relación con las curvaturas de la columna vertebral.
En la región cervical, en razón de la lordosis, el disco presenta mayor altura en la parte anterior.
En la región dorsal, por la cifosis, la altura de los discos, es mayor en la zona posterior.
En la región lumbar, con lordosis, el disco tiene mayor altura en la porción anterior.

Significado morfo-funcional, de la anfiartrosis del cuerpo vertebral.


La razón morfológica y funcional de la anfiartrosis del cuerpo vertebral, se puede objetivar en un
segmento aislado cualquiera de la columna vertebral, (tanto de una pieza anatómica, como ene una radiografía
, en cualquiera de sus técnicas T. A. C., R. N. M.,, P.E.T., etc., del Diagnóstico por la Imagen), constituido por
un disco y las caras óseas de las vértebras adyacentes que participan en ella.
El corte vertical y sagital, o el transverso-frontal, nos permiten observar, que cada vértebra se halla
constituida por:
1º).- Una cáscara de tejido compacto.
2º).- Un centro esponjoso.
Que orienta las trabéculas, óseas, en el sentido de actuación de las líneas de fuerza que se aplican a
la vértebra.

Colocar aquí La FIGURA 23-5.


Figura 23-5.
Visión lateral esquemática de la disposición de las líneas de fuerza vertebrales.
1). Confluencia en el cuerpo de las líneas de fuerza verticales, horizontales y oblicuas. 2). Pedículo. 3). Líneas oblicuas procedentes de
las apófisis articulares superiores. 4). Apófisis articular inferior. 5). Líneas de fuerza oblicuas desde la apófisis articular superior a la
lámina . 6) Entrecruce de líneas de fuerza procedentes 8) Líneas de fuerza inferiores procedentes del cuerpo vertebral. del cuerpo
vertebral y de la apófisis superior. 7). Líneas de fuerza superiores en el pedículo.

Líneas de Fuerza Frontales.


Esta líneas de fuerza aparecen en los cortes frontales de la siguiente manera:
1º).- Líneas verticales.
Unen las corticales superior e inferior.
2º).- Líneas horizontales.
Unen las corticales laterales.
3º).- Líneas oblicuas.
Arranca de las corticales y se extienden a la cortical inferior del cuerpo vertebral.

Colocar aquí La FIGURA 23-6.


Figura 23-6.
Visión esquemática posterior, de las líneas de fuerza vertebrales.
1). Líneas de fuerza convergentes en la apófisis espinosa. 2). Líneas de fuerza en abanico de las apófisis transversas. 3). Confluencia de
líneas de fuerza en la porción ósea retro agujero vertebral. 4). Apófisis articulares superiores. 5). Apófisis articulares inferiores. 6).
Confluencia horizontal de líneas de fuerza.

Líneas de fuerza antero-posteriores.


La estructura de la vértebra en un corte antero-posterior, muestra también líneas de fuerza, en varias
direcciones:
1º).- Líneas verticales.
Se extienden de la cortical superior a la inferior.
2º).- Fibras oblicuas o en abanico:
a).- Fibras en abanico superiores.
Se originan en la cortical superior de la vértebra y a través de los pedículos, se
dirigen a las apófisis articulares superiores, y espinosa.
b).- Fibras en abanico inferiores.
Se originan en la cortical inferior de la vértebra. Y a través de los pedículos,
terminan en las apófisis articulares inferiores y en la espinosa

Líneas de fuerza cuneiformes.


Existe una zona cuneiforme, que corresponde a la parte anterior de la vértebra, de menor densidad
trabecular y de menor resistencia. Por aquí cede el cuerpo cuando las fuerzas de carga son superiores a la
resistencia.

Colocar aquí La FIGURA 23-7.


Figura 23-7.
Visión superior esquemática de la distribución de las líneas de fuerza vertebrales.
1). Confluencia de líneas de fuerza en el cuerpo vertebral. 2). Confluencia de líneas de fuerza en los pedículos. 3). Líneas cuneiformes en
las apófisis transversas. 4). Haces transversos. 5). Refuerzo de los haces transversos en la cortical posterior del agujero vertebral. 6).
Refuerzo de los haces de fuerza en la cortical del cuerpo vertebral.

DISCO INTERVERTEBRAL.

El disco intervertebral se estructura para el amortiguamiento elástico de la transmisión de carga.


Posee dos zonas:
1º).- Zona central o núcleo pulposo.
2º).- Ánulus.

Núcleo pulposo.
Corresponde al resto embriológicamente a la notocorda primitiva, que adquiere un aspecto gelatinoso
pero duro. Se sitúa en el centro del disco, próximo al borde posterior.
Microscópicamente, posee una substancia gelatinosa transparente, con un 90 % de agua y una gran
hidrofilia. El resto es una asociación de mucopolisacáridos, (sulfato de condroitina, ácido hialurónico, y
querato-sulfatos).
Posee tractos fibrosos de naturaleza colágena, que lo tabican, con condrocitos, y fibroblastos. Carece
en absoluto de vasos y nervios.

Ánulus.
Corresponde a la parte periférica del disco intervertebral. Posee una función distinta que la central o
núcleo. Está constituido por fascículos fibrosos entre las dos caras de los cuerpos vertebrales, adoptando una
disposición en anillo.
Forma láminas concéntricas de tejido fibroso, como las capas de una cebolla, separadas, por láminas
conjuntivales más delgadas. La dirección de los tractos fibrosos, es vertical en la periferia del ánulus,
haciéndose oblicuas conforme se sitúan en bandas más profundas.
Otro hecho importante es que las direcciones de los tractos fibrosos tienen la oblicuidad encontrada,
opuesta, entre sí con los adyacentes, de tal manera que parecen encontrarse en forma de “X”, para evitar las
posibles dehiscencias, que conducen al cuadro patológico denominado hernias discales. La franja más
profunda del ánulus, describe un trayecto helicoidal, casi horizontal alrededor del núcleo.
Esta zona periférica del disco, sí posee vasos y nervios, pero todavía en menor cantidad que los
fibro-cartílagos articulares.

Constitución del Disco intervertebral..


La topografía íntima del disco está constituida por:
1º).- El compartimiento periférico.
Formado por el elemento fibroso, inextensible, limitado por arriba y por abajo por las caras de los
cuerpos vertebrales correspondientes.
2º).- El compartimiento central.
Formado por el alojamiento del núcleo pulposo, que se encuentra en tensión. Esta tensión se pone de
manifiesto al seccionar el disco haciendo hernia , inmediatamente, el núcleo pulposo en la superficie del corte.
Biodinámica del Disco intervertebral. Pilares o segmentos funcionales del Disco.
La Biodinámica del disco intervertebral se considera de varias formas:
1º).- Para Brueger:
Se diferencian:
a).- Un pilar anterior estático.
Con función anterior de soporte, formado por los cuerpos y su disco.
b).- Un pilar posterior dinámico.
Formado por los elementos del arco neural, unidos por la articulación de las apófisis
articulares.
2º).- Para Schmorl.
Designa:
a).- Un segmento pasivo.
Correspondiente al pilar anterior del cuerpo vertebral.
b).- Un segmento motor.
Que corresponde a la columna del disco, articulación interapofisaria ligamentos amarillos e
interespinosos.
La motilidad vertebral, tanto en una consideración como en la otra, se debe a los desplazamientos a
nivel del segmento motor.

Procesos articulares del arco neural-


El arco neural, en estas vértebras dorsales, como en cualquier otra región, es el transmisor de
fuerzas, y fulcro de la palanca de interapoyo. Presenta una articulación diartrósica de tipo artrodial, en
general.
Biodinámicamente estas articulaciones intervienen también como amortiguadores activos e
indirectos en la transmisión de las fuerzas y cargas de las columna. Presentan una morfología que varía a lo
largo de la columna adaptándose a los requerimientos funcionales de cada una de ellas
El resto del arco neural, en donde se insertan los elementos musculares, (que actúan como potencia
de sus palancas musculares), de este segmento posterior, lo realizan por una serie de fibras laxas, que por
permitir los desplazamientos de tejido graso, por entre sus fibras se denominan ligamentos amarillos. Ya
hemos indicado el significado que estos ligamentos, juegan en la biodinámica del M.R.P. de Sutherland, a
partir de los 18 años, cuando la matriz de la articulación esfeno-basilar se ha osificado.

PROCESOS ARTICULARES DE LAS PLEURAPÓFISIS.


Constitución del canal visceral o Presoma.
Como ya hemos indicado, en razón de la unidad del organismos, sobre el elemento axial o columna
vertebral se anclan entre otros, todos los sistemas de protección de los elementos componentes del mismo,
(entre ellos los del sistema visceral), que dan lugar a la pleurapófisis, o costillas.
Como ya sabemos, el desarrollo de estas pleurapófisis, está en relación con las exigencias
funcionales de las vísceras engendradas de sus metámeros. Por ello, el segmento dorsal del raquis o torácico
del organismo, y dada la característica funcional de las vísceras torácicas, y celíacas, va a ser el lugar de
máximo desarrollo, de estas pleurapófisis.

ARTICULACIONES COSTO-VERTEBRALES.
Sistematización metamérica del raquis con las pleurapófisis.
En cada metámero de la región dorsal del raquis, un par de pleurapófisis se va a articular, con cada
una de las vértebras por medio de dos articulaciones bastante complejas, denominadas costo-transversas.
Solamente en los metámeros D11, y D12, esta complejidad se rompe, debido a que estas dos últimas
costillas, por encontrarse en período de transición, hacia la metaplasia muscular de la región abdominal, solo
articulan con el cuerpo de cada una de las vértebras correspondientes.
Decimos complejas, porque, (a pesar de lo que dicen las anatomías clásicas, bajo un punto filosófico
platónico), son distintas bajo un punto de vista aristotélico u osteopático. Debido a que, si bien es verdad que
las articulaciones costo-vertebrales son artrodias en el cadáver, en el individuo vivo y operante son un encaje
recíproco funcional.
Bajo el punto de vista platónico, estático, es una doble tróclea.
Pero bajo el punto de vista aristotélico, funcional, osteopático, es un encaje recíproco funcional, lo
que la dota de todas las capacidades funcionales por ella exigidas.
Consta, en las nueve primeras costillas para una perfecta euritmia, de una doble articulación, ambas
de tipo diartrósico.
Por ello, la pleurapófisis, o costilla va a tener una articulación proximal, (por medio de la cabeza
costal).- con las carillas de los cuerpos vertebrales, y con el disco intervertebral.
Por otra parte la tuberosidad de la costilla, va a tener una articulación de apoyo, (también
diartrósica), por medio de la tuberosidad costal, con la apófisis transversa
a).- Articulación costo-vertebral.
Si se considera en sentido filosófico platónico, únicamente se articula sobre el sustrato óseo de los
cuerpos vertebrales, y, para ello, la cabeza de la costilla presenta en sus superficies superior e inferior dos
facetas planas, que articulan con las correspondientes facetas de la respectivas carillas articulares, lo que las
define como dos artrodias.
Pero en el sentido filosófico funcional, aristotélico y osteopático, existe una arista entre estas dos
facetas, que también articula, y lo hace como una continuación morfológica del disco intervertebral. Es
decir, que la arista interviene directamente en la anfiartrosis de los cuerpos vertebrales.
Esto hace que, al realizar los movimientos de deslizamiento artrodiales, estos se vean amplificados
por los movimientos de elevación y descenso así como de y rotación externa o interna, (según el momento
funcional), lo que la transforma en un encaje recíproco funcional, con la amplitud de la capacidad de
movimientos, que en el fondo se traducen en los procesos de inspiración y espiración.
b).- Articulación costo transversa.
Se establece entre la cara superior de la apófisis transversa, y la faceta articular de la cara inferior de
la tuberosidad de la costilla. Ambas son diartrosis artrodias, pero debido a que el eje de giro o fulcro
articular, pasa por ambas articulaciones las va a unificar funcionalmente. Este eje se extiende desde el centro
de la articulación costo-vertebral, al eje de la transverso-costal, imprimiendo biodinámicamente un sentido
funcional de rotación a través de ellas, a las dos articulaciones.

Biodinámica general de la articulación costo-vertebral.


En la especie humana, la ordenación de la Potencia teleológica de sus genes, hacia la postura erecta,
ha hecho que las costillas tiendan a descender más o menos según el metámeros al que corresponden. Por ello
las podemos clasificar en costillas superiores y costillas inferiores. A este hecho topográfico, se va a
condicionar la movilidad, orientación y amplitud del movimiento de las costillas, y en consecuencia del
Tórax.
Al desplazarse sobre la articulación, (por las musculaturas presomáticas intercostales y de los
monometaméricos músculos costo-transversos).- actúan sobre las:
a).- Costillas superiores.
Actúan sobre el citado eje, que a estos niveles se encuentra situado en un plano casi frontal, con lo
cual el movimiento de elevación de estas costillas, determina al mismo tiempo, un aumento del diámetro
antero-posterior del Tórax.
b).- Costillas inferiores.
Actúan sobre el citado eje, que a estos niveles, se encuentra en un plano casi sagital, con lo cual, el
movimiento de elevación de estas costillas determina al mismo tiempo un aumento del diámetro transverso
del Tórax
Como consecuencia, la biodinámica de elevación de las costillas, determina, en la globalidad del
tórax, el proceso de inspiración, con un aumento de los ejes antero-posterior y laterales, predominando el
aumento antero-posterior en la porción superior del tórax, y el aumento del eje transversal en la porción
inferior.
En la porción intermedia del tórax, donde este eje oblicuo de referencia, forma con el eje vertical de
la columna, un ángulo de unos de unos 45º originándose un aumento proporcional del tórax a este nivel.
Esta biodinámica, nos aclara el hecho de que el fenómeno respiratorio de inspiración, es activo,
mientras que el espiratorio, es pasivo, por dejar de actuar los sistemas neuromusculares que hemos indicado.

DISPOSITIVO LIGAMENTOSO PASIVO O CLÁSICO DE LAS ARTICULACIONES COSTO-


VERTEBRALES.
Además de los ligamentos activos que hemos indicado mas arriba, con los sistemas neuro-
musculares, en las dos articulaciones que componen este complejo funcional, es decir la costo-vertebral, con
los cuerpos, y la consto-transversa, con las apófisis transversas, tienen sus ligamentos pasivos, propios y
particulares dispuestos en la siguiente relación:
a).- Articulación costo-vertebral.
Presenta un dispositivo ligamentoso en abanico, que podemos sistematizar en tres manojos que se
extiende desde la cabeza costal:
 - Un fascículo superior.
Hasta el cuerpo de la vértebra superior.
 - Un fascículo medio.
Hasta la cara lateral del disco intervertebral
 .- Un fascículo inferior.
Hasta el cuerpo vertebral de la vértebra inferior.
b).- Articulación costo-transversa.
Presenta el siguiente dispositivo:
 - Un ligamento costo-transverso interóseo.
Es muy corto y resistente. Se extiende desde la apófisis transversa a la cara posterior de la
costilla.
 - Un ligamento costo-transverso posterior.
Que viene a ser un bloque casi cúbico de 1 a 1,5 cm , de espesor, que se extiende desde el
vértice de la apófisis transversa a la porción posterior, externa y superior de la tuberosidad
costal.
 - Ligamento costo-transverso superior.
Es denso y resistente. De forma de prisma rectangular, de unos 8 a 10 cm de lado, que se
extiende descendiendo, desde el borde inferior de la apófisis transversa al borde superior de
la costilla adyacente.

CAPÍTULO 24º.
REGIONES LUMBAR, Y SACRO-COXÍGEA. PELVIS.
Garrote-Gasch, J.M., Medina Garrido, J.A.,Valverde-Navarro, A.A., García-Moreno Díaz, F., Villaplana-Torres, L., Ferres-Torres, E.,
Smith-Agreda,V.

CONSTITUCIÓN DE LA REGIÓN LUMBAR.


Sistemática de la región lumbar.
Corresponde a lo que clásicamente se denomina la cintura. Está compuesta por cinco
vértebras, que definen clásicamente a la lordosis lumbar.
De todas estas vértebras, la L3, constituye el punto de compresión máxima, de la interacción
de los bloques torácicos-pélvicos, asociados a la tensión visceral.
Se constituyen, como en las regiones anteriores:
a).- El cuerpo vertebral.
De máximo desarrollo en toda la columna dado que la carga va siendo máxima en este trozo
del elemento axil. Un hecho interesante es el indicar que a nivel de la vértebra L3, las dos caras del cuerpo
vertebral se encuentran paralelas entre sí y además que este hecho, hace que para Little Jhon, la vértebra L3,
sea considerada como:
… “el centro del movimiento visceral en la región pelviana y responsable de la motricidad visceral
de la región”…
Al mismo tiempo, este mismo autor, considera que este tramo o región lumbar, tiene la
misión de mantener la tensión transmitida desde el cráneo, cuello y tórax para que, a partir del tronco
abdómino-pelviano, se coordinen estas presiones, con las emergidas de las cavidades internas del cuerpo,
gracias al equilibrio entre los ligamentos pasivos y activos dorso-lumbares, que se oponen a los movimientos
de las musculaturas de las extremidades inferiores, con relación a las musculaturas abdominales y pelvianas.
b).- El arco neural.
 - Agujero vertebral.
Formado por las láminas y los pedículos. Es de forma triangular, como en
las regiones con lordosis, si bien en esta el triángulo es equilátero.
 - Pedículos.
Notables por su grosor. Presentan una dirección antero-posterior. Las
escotaduras correspondientes a los agujeros de conjunción son, al igual que en la
región dorsal, de muy desigual profundidad, siendo mas marcadas las inferiores
que las superiores.
 .-.Láminas.
Son cuadriláteras, lo mismo que en las vértebras dorsales, pero con un
diámetro vertical mayor que el transversal. En la porción externa, están
perfectamente delimitadas por una cresta vertical obtusa, que une en cada lado, la
apófisis articular superior a la inferior.
 -.Apófisis espinosas.
Debido a la biodinámica de la región, las apófisis espinosas son
horizontales. Presentan un desarrollo fuerte, (debido a las tracciones musculares
de la masa común sacro-lumbar), de aspecto cuadrilátero, con dos caras laterales
muy anchas, y un borde posterior mucho más ancho por abajo que por arriba.
c).- El arco visceral. o pleurapófisis.
Formado por el arco costal atrófico, o apófisis costiformes, (en donde las
diapófisis han sufrido un proceso de sinóstosis), por razón de la biodinámica
funcional de las vísceras abdominales, que produce una “metaplasia a la inversa”;
es decir; que el mesénquima osteogénico, sufre una metaplasia para transformarse
en mesénquima miogénico y diferenciarse en la musculatura abdominal.
El abdomen, corresponde a la morfología somática externa que se
denomina clásicamente la cintura.
Está compuesta por cinco vértebras, que definen clásicamente a la
lordosis lumbar.
d).- El dispositivo apofisario.
Formado por:
 .- Apófisis transversa
Transformada en costiforme, por las metaplasia sinóstica de la diapófisis
Presentan, en el punto de sinóstosis dos tubérculos. El tubérculo accesorio de
Gegenbaur, que equivale al resto de la apófisis transversa y el tubérculo mamilar,
resto de la cabeza de la costilla.
 - Apófisis articulares superiores e inferiores.
O ziga-apófisis superiores. Se colocan al igual que las inferiores, detrás
de las apófisis transversas, Presentando la cavidad hueca de unas pseudo-
trocoides, y encontrándose mas separadas las superiores, en cada vértebra, que las
apófisis articulares inferiores.
Decimos que son unas pseudo-trocoides, por su morfología, ya que
funcionalmente, al no ser concéntricas en el diseño de sus curvas, las del lado
derecho se oponen al giro de las del lado izquierdo, y viceversa, aumentando en
consecuencia la fijeza de esta región.

Disposición del dispositivo ligamentoso.


El dispositivo ligamentoso en lo que se refiere a los ligamentos clásicos o pasivos se rige en general
al patrón clásico

EFECTOS DE LA BIODINÁMICA RAQUÍDEA SOBRE LA ORIENTACIÓN DE LAS DIARTROSIS DE


LAS APÓFISIS ARTICULARES EN LA REGIÓN LUMBAR.
Efectos biodinámicos.
Apófisis costiformes.
En la región lumbar, las apófisis articulares se hallan fundidas, en su situación topográfica, con los
restos de las apófisis transversas, formando las apófisis costiformes.
Como sabemos, estas apófisis costiformes, son propias de las vértebras lumbares, en donde la
biodinámica funcional de las vísceras abdominales, ha repercutido en la morfología parietal del abdomen,
produciendo una metaplasia, del mesénquima parietal, que lleva a que, el esclerotomo costal, se transforme
en miotomo, (que no pierde su intima organización metamérica), formando la llamada musculatura ancha del
abdomen.
Para que estas masas musculares puedan insertarse en el eje del raquis, la articulación vertebro-
costal o dia-apófisis de los clásicos, ha sufrido un proceso de osteosíntesis, como hemos indicado, dando
origen a las apófisis costiformes.
El cambio de la biodinámica, (consecutivo a la metaplasia de la pared abdominal, que ha sustituido
el mesénquima esclerotómico por el miotómico), ha dado lugar, a la presencia de restos de las apófisis
articulares, y cabezas de las costillas.
Por ello, en estas apófisis transversas lumbares, los ligamentos clásicos o pasivos, se extienden
desde una apófisis transversa a la otra, siendo más gruesos que en las otras regiones, estando imbricados en
su biodinámica con los ligamentos activos o musculares, que abarcan, desde la musculatura presomática,
parietal abdominal, hasta la musculatura del psoas-iliaco y cuadrado de los lomos, siempre en constante
equilibrio funcional con las columnas retrosomáticas de Busquet.

DESARROLLO Y BIOGENÉTICA DE LA SOMATOGÉNESIS DE LAS EXTREMIDADES


INFERIORES. CRESTA DE WOLF INFERIOR.
Al igual que vimos en el desarrollo del raquis cervical, que ene el día 24 postanfimixia, comenzaba a
esbozarse el primordium del miembro superior, con la aparición de la cresta de Wolff, (ver capítulo 22).- Así
mismo en el día 28, postanfimixia, correspondiente al Horizonte XIII de Streeter, aparece el esbozo del
miembro inferior, con la correspondiente cresta de Wolf caudal. esta , va a interesar a los metámeros L2,
L3,.L4, L5, S1, S2, y S3.
Al igual que en la biogénesis del miembro superior la potencia teleológica, hace concurrir a los
factores de crecimiento fibroblásticos inherentes al gen Wnt-3-a, que se integra con una proteína secretada en
la superficie celular, y en la matriz extracelular,
Para que la segmentación resulte correcta, ejerce su acción coordinadora el gen Notch-1, liberado, en
un principio, mesodermo paraxial, interviniendo en la cohesión intercelular, contribuyendo a la integridad
celular del somita.
En este momento del desarrollo el gen Nocht-1, matiza su inducción por la acción de los genes Pax,
y concretamente a estos niveles son los Pax-3, Pax-7, y Pax-1, los que se expresan tanto en el tubo neural
como en el esclerotomo, miotomo, y dermotomo, es decir en todo el somita.
En este proceso, de diferenciaciones imbrican también los genes de la familia Hox, que
juntamente con la actuación de los genes Wnt-7a, regulan, (como en el miembro superior).- la determinación
dorso-ventral del desarrollo. Actúan sobre el factor de crecimiento fibroblástico, o FGF, que determina el
que la cresta de Wolf, (que como sabemos es una zona de unas 300 m de mesénquima sea especialmente
inducida por los genes e imprima la información posicional, denominada ZAP o zona de actividad
polarizante, sobre el CGP, o células germinales primordiales, merced a la proteína sonic Hedehog, o SHH,
que conjuntamente cristaliza en el mismo sentido que en la extremidad superior, pero matizados por las
inducciones del gen Tbx, que determina las actuaciones de toda esta serie de genes Hox- sobre el territorio
caudal del embrión, diferencia al miembro inferior.
Si el proceso se realiza sobre el término de inducción del gen Hox-d-9, del basípodo de lugar al
coxal y a la sinóstosis sacro-coxis, es decir a la cadera.
Si se realiza sobre el tramo del territorio de los genes Hox-d-9, y Hox-d- 10, o estilópodo dan lugar
al fémur, y muslo.
Si estas inducciones se realizan sobre el tramo de los genes Hox-d-9, Hox-d-10, y Hox-d-11, va a
dar lugar a la diferenciación del zigópodo, de la tibia, peroné y en consecuencia a la pierna.
Si la inducción se realiza sobre la jurisdicción de los genes Hox-d-9, Hox-d-10, Hox-d- 11, y Hox-d-
12, se diferencia el tarso, tobillo.
Si la inducción se realiza sobre la demarcación de los genes Hox-d-9, Hox-d-10, Hox-d-11, Hox-d-
12, y Hox-d- 13, se diferencia el autópodo, metatarso y los dedos, en consecuencia el pie.
Y como es lógico, a todos los componentes que diferencian a cada uno de los metámeros.

S A C R O–C O X I S. P E L V I S

HUESOS SACRO Y COXIS.


En la porción caudal del raquis las, cargas pasan a ser transmitidas a las extremidades inferiores, por
lo cuál la columna vertebral y los componentes correspondientes a las pleuro-apófisis adoptan una disposición
una morfología especial que se adapta a estos momentos funcionales. Lo que constituye los huesos sacro ,
coxis, y la pelvis.

HUESO SACRO.
Es una pieza relativamente amplia en la porción caudal del raquis , su nombre viene del griego, 
hueso y extremo.
Al analizarla, se observa que está constituida por unas series de vértebras que se han unido entre si,
tanto en la porción de los cuerpos, como de los discos intervertebrales., para actuar como clave de
transmisión de cargas en el arco del estrecho superior de la pelvis. En esta unión, formada normalmente por
cinco cuerpos vertebrales con la fusión de los arcos viscerales, que van a constituir las aletas del sacro, así
como de sus arcos neurales, respetando en la osificación la emergencia de los elementos neuro-vasculares que
forman y acompañan a las raíces sacras, y que dan lugar a los agujeros sacros anteriores y posteriores.
Esta fusión, se realiza a partir de los primitivos puntos de osificación, que en principio conservaron
su personalidad, y que podemos sistematizar en:
Puntos primarios.
a).- Puntos de osificación de los cuerpos vertebrales.
Son cinco que se sitúan en la línea media, y que van a dar lugar a los cuerpos
vertebrales.
b).- Puntos de osificación primarios laterales.
Dan lugar a los puntos de osificación de los pedículos, las láminas.
c).- Puntos de osificación primarios, para las zigapófisis o aletas del sacro,
Se localizan lateralmente.
Puntos secundarios.
a).- Puntos epifisarios centrales.
Que dan lugar a las epífisis de los cuerpos vertebrales, que acaban fundiéndose en
una sinóstosis, los de una vértebra con las adyacentes.
b).- Puntos secundarios de los arcos neurales.
Son cinco que se desarrollan en la clave de los arcos neurales, y dan lugar a las
apófisis espinosas, o tubérculos sacros medios. Estos puntos acaban en una sinóstosis entre
si para formar la cresta sacra media.
Estos puntos con relativa frecuencia, o no aparecen, o no llegan a terminar sus
desarrollo, por falta de ácido fólico, o vitamina PP, con lo cual el arco neural, no se cierra y
aparece una lesión denominada raquisquisis.
Este cuadro tiene un amplio espectro sintomático porque en él, se van a producir
evaginaciones de las meninges , o meningocele, o bien de las meninges con liquido
cefalorraquídeo, o hidromeningocele, e incluso hasta protrusión de masa nerviosa. Lo que
constituye un meningo-encefalocele, que cursan con una abigarrada sintomatología neural.
c).- Puntos secundarios de las epífisis auriculares
Que son los que terminan de osificar las aletas laterales del sacro. Siendo de gran
importancia, puesto que en los bordes externos de estas aletas, se constituyen las facetas
auriculares del sacro.
Estas facetas, quiebran la continuidad con la ziga-apófisis, cual si fuese una
ruptura al nivel de las articulaciones costo-transversas de la columna dorsal. Esta
articulación que se va a formar a este nivel, es una diartro-anfiartrósis que va a dar
motilidad a la pelvis.
En las superficies de las facetas articulares, que tienen forma de escuadra, (con el
vértice rectangular, como continuidad del estrecho superior).- la porción articular del sacro
presenta una procidencia, o tubérculo de Bonaire, que encaja en una fosa correspondiente
de la faceta homóloga del coxal. A través de estos accidentes discurre el eje de giro en los
movimientos de nutación y contranutación pelvianas..

Colocar aquí LA FIGURA 24-1.


Figura 24-1.
Visión esquemática de la osificación del sacro.
1). Puntos primarios de los cuerpos vertebrales. 2). Puntos paracostales. 3). Puntos secundarios. 4). Punto secundario para las apófisis
espinosa.

Sinóstosis de los elementos apofisarios dependientes el arco neural.


En la cara posterior del sacro aparecen una serie de tubérculos que se sitúan formando una serie de
columnas verticales, que dejan entre si unos canales, que se corresponden con las sinóstosis de los distintos
accidentes del arco neural.
Estos elementos son:
a).- La cresta sacra media.
O tubérculos sacros medios. Formada por las sinóstosis de las apófisis espinosas.
b).- Cresta sacra intermedia.
O tubérculos sacros postero-internos. Formados por las sinóstosis de las apófisis
articulares
c).- Cresta sacra lateral.
O tubérculos sacros postero-externos. Formada por las sinóstosis de las apófisis
transversas.

HUESO COXIS.
Corresponde en la especie humana a la cola de los animales, que ha sufrido una atrofia debido a la
actitud bípeda de nuestra especie. De los metámeros que la constituyeron embrionariamente desde los
Horizontes XII de Streeter, (embrión de 26 días post fecundación).- hasta el Horizonte XIX de Streeter,
(embrión de 40 días postfecundación), todos los esclerómeros han ido sufriendo la progresiva atrofia y
solamente se ha conservado el miotomo, (a cada lado), que en los cuadrúpedos da lugar al músculo agitador
de la cola y en la especie a la porción corta del bíceps crural.
El cuerpo del coxis disminuye y solamente se conservan restos de tres o cuatro vértebras coxígeas.
Lateralmente, en la porción proximal de este cuerpo, aparecen unas aletas laterales que articulan con las caras
laterales de la última vértebra sacra.

Colocar aquí LA FIGURA 24-2.


Figura 24-2.
Visión esquemática del coxis.
1). Punto primario de osificación de los cuerpos vertebrales.2). Puntos secundarios de osificación.

En estas aletas, se inserta el músculo pubo-coxígeo, que posee un extraordinario valor funcional en la
biodinámica, tanto del sistema diafragmático del elevador del ano, en los momentos de función emunctórica,
como en mantener el equilibrio funcional, entre la columna presomática de Busquet, en el equilibrio con la
retrosomática de la masa común sacro-lumbar, en el proceso de los movimientos de nutación y
contranutación.

HUESO COXAL.
Se denomina hueso coxal a la conjunción por sinóstosis de tres puntos de osificación de los
elementos correspondientes a los arcos viscerales de los somitas correspondientes a los segmentos, sacros y
coxígeos de la columna vertebral
Estos elementos por las inducciones génicas de la cresta de Wolff inferior, conducen al mesodermo
paraxial, (que en principio, se concreciona en una masa esclerotómica), a que en el proceso de osteogénesis
se diferencia en tres puntos de osificación , el iliaco, el isquion y el pubis.
Su morfología está en intima relación con las funciones que tienen que realizar. El Iliaco, realiza un
efecto de protección sobre las vísceras del tramo inferior abdominal. El isquion es el punto de apoyo en la
posición sedante. El pubis sirve de contrafuerte para el equilibrio de fuerzas tanto en la estática como en la
dinámica visceral, (ver el libro titulado, Fascias, capítulo 34).
Parte del mesénquima paraxial, como no van a ser estáticos, sino dinámicos, ya que el eclerotomo se
configura definitivamente en ligamentos pasivos, que con el cierto grado de elasticidad, permiten que los
huesos tengan un cierto desplazamiento controlado.
Por otro lado los arcos viscerales que los constituyen, y para facilitar esta específica dinámica, en su
porción proximal sufren una sinóstosis con los cuerpos vertebrales del sacro constituyendo las aletas del
sacro.
Sin embargo esta sinóstosis se hiende en bloque, a ambos lados del hueso sacro, transformándose en
una articulación sincondrótica, que permite los movimientos de antes, y pontex, así como los de nutación y
contranutación.
Los tres puntos de osificación primarios, o los tres huesos que generan, confluyen primeramente , en
el punto en donde las cargas se transmiten del basípodo al estilópodo, osea en la cavidad cotiloidea de la
articulación coxo-femoral.

Colocar aquí LA FIGURA 24-3.


Figura 24-3.
A)- .Visión esquemática de los puntos de osificación del coxal.
1). Punto de osificación primario del iliaco. 2). Punto de osificación primario del pubis. 3). Punto de osificación primario del isquion. 4).
Punto de osificación secundario de la espina iliaca antero-inferior. 5). Punto de osificación secundario de la cresta del iliaco. 6). Punto de
osificación secundario de la tuberosidad isquiática. 7). Punto de osificación secundario de la espina ciática. 8). Punto de osificación
secundario xe los cartílagos cotiloideos.
B).- Visión esquemática del primordium del coxal.
1). Punto de osificación del hueso iliaco. 2). Porción del punto de osificación del iliaco correspondiente a la cavidad cotiloidea.. 3). Punto
de osificación del isquion. 4). Porción del punto de osificación isquiático de la cavidad cotiloidea. 5). Punto de osificación primario del
pubis. 6) Porción del punto de osificación pubiano de la cavidad cotiloidea.

Aparte de esta confluencia, articulan entre sí por las líneas de fuerza que transmiten las cargas de la
columna, como arbotantes de la bóveda pelviana, que constituyen, la rama isquiopubiana, y la rama
ilioisquiática, que confluyen en el pubis, donde se neutralizan las presiones, con las que recibe del lado
opuesto.
Además de estos contrafuertes, actúan en una unidad funcional los ligamentos sacro-ciáticos menor
, y sacro-ciático mayor, o sacro-tuberoso, cuyo papel funcional es regular los desplazamientos articulares en
relación con la elasticidad y resistencia de su constitución.

SIGNIFICADO ANATOMO-FUNCIONAL DE LA PELVIS.


La porción caudal del tronco, corresponde a la formación de un complejo viscero-parietal, que se
constituye por el continente o pelvis, cuya formación esquelética denominamos cadera, y un complejo
visceral, que posee un denominador funcional común de todas ellas, que es el de ser emuntorios.
Bajo un punto de vista unitario osteopático, existe una unidad anatomo-funcional en su
constitución, reflejada por la recíproca influencia de un estamento en el otro. Pero, además de estas
funciones, que acabamos de indicar, debemos resaltar el hecho de que la pelvis, va a ser el elemento
responsable de la transmisión de la carga, desde el tronco a las extremidades inferiores, tanto en la estática,
como en la dinámica.
En la organización de la pelvis, el organismo, ha utilizado el patrón clásico metamérico, con las
correspondientes metaplasias necesarias, para la consecución del sustrato encargado de realizar las diferentes
funciones de una manera eurítmica.

Colocar aquí LA FIGURA 24-4.


Figura 24-4.
Visión esquemática del dispositivo óseo de la bóveda pelviana.
A-A).- Longitud de la arista superior de la cara anterior del sacro.
B-B).- Longitud de la arista superior de la cara posterior del sacro.
1). Sínfisis púbica. 2). Sacro. 1-2). Diámetro promonto-pubiano. 4). Eminencia ilio-pectínea y diámetro oblicuo izquierdo. 6). Eminencia
ilio-pectínea y diámetro oblicuo derecho. 7-8). Diámetro transverso mínimo. 9-10). Diámetro transverso máximo.

CONSTITUCIÓN BIODINÁMICA DE LA PELVIS.


La constitución de la pelvis va unida a su biodinámica, y por lo tanto esquemáticamente debemos de
considerar en ella, las tres funciones a las que tiene que adaptar su desarrollo funcional. Y estas son:
a).- La de transmisión de cargas, en la estática y en la dinámica.
b).- La visceral
que podemos agrupar en:
 - La de contención de las vísceras abdómino-genitales.
 .- La de la biodinámica genital.
 ).- La emunctórica.

A).- BIODINÁMICA DE TRANSMISIÓN DE CARGAS EN LA ESTÁTICA Y EN LA DINÁMICA.


Si analizamos la pelvis, observamos que está constituida por la articulación de la columna lumbar
con la columna sacro-coxígea. Esta articulación no es una sinartrosis, que le daría mas consistencia en la
transmisión, pero menos motilidad, sino que el esclerotomo, en esta articulación lumbo-sacra o promontorio,
se comporta de distintas formas, según los niveles y las capacidades funcionales, y así se forman:

1º).- Acción sobre las arcualias interventrales.


Así nos encontramos con el hecho de que la columna lumbar, en la porción correspondiente a las
vértebras L3, L4, L5, los arcos viscerales de ellas, por un lado, los ha sometido a la metaplasia indicada, para
integrar la parte metamérica de la musculatura del abdomen, que le corresponde a estos niveles. Pero además,
parte de la arcualia interventral, ha formado las apófisis costiformes, manteniendo la metamerización visible
en los ligamentos lumbo-iliacos.
2º).- Conservación de la ley del pandeo.
Por otra parte, ha utilizado el patrón de columna elástica, que permita aplicar la ley del pandeo, con
los cuerpos y discos intervertebrales, realizando al nivel de la articulación entre L5 y S1, un cambio en el
sentido de las curvaturas de Hall, de tal manera que, a nivel del promontorio se pasa de la lordosis lumbar, a
la cifosis sacro coxígea.
3º).- Diartro-anfiartosis sacro-iliaca.
El sacro establece la sinóstosis entre sus piezas, por osificación de los discos intervertebrales, así
como sobre sus arcualias, tanto basi-ventarles, como interventrales, constituyendo:
a).- Las aletas del sacro
b).- El hueso coxal.
Fusión de los tres primordios esclerotómicos, que dan lugar al, iliaco, al isquion y al pubis.
Pero estableciendo entre ellos, una detención en la osificación, de tal manera que van a quedar,
fundidos al igual que las aletas sacrales, pero, entre ambos, va a existir, una masa sincondral, que sigue con
una osificación supeditada a la función de carga hacia los puntos de apoyo, tanto en la estática sedante, o
isquion, como en la estática y dinámica de la posición erecta, o miembro inferior.
Esta articulación tiene que tener movilidad, amplia, y gran resistencia, constituyendo en ambos sexos
una diartro-anfiartosis, que poseerá en el sexo femenino, mayor capacidad móvil y menor fijeza, en razón de
que, a las funciones que posee la pelvis del varón, tiene que sumar la biodinámica del parto.
4º).- Características y dependencias morfológicas del estrecho superior de la pelvis.
La transmisión de la carga, se va a realizar como se hacen todas la transmisiones arquitectónicas,
cuando se quiere trasladar una carga a dos puntos de apoyo o columnas, por medio de un arco. Este arco tiene
una pieza central o clave del arco, que en la pelvis humana es el hueso sacro.
Este sacro descarga el peso transmitido desde el tronco, por el resto del arco, (que en esta caso, es el
estrecho superior, o línea innominada), bien a la cavidad cotiloidea y cabeza femoral, para el apoyo en
posición erecta, o bien al isquion, en posición sedante.
Es interesante el destacar aquí:
a).- Que tanto el centro de la cavidad cotiloidea,
b).- Como el centro del apoyo del isquion.
Se encuentran inmersos en la línea de gravedad del miembro inferior.
Lo cual nos explica las líneas de fuerza que forman la grúa de Culman, (que se pueden observar, al
estudiar las trabéculas óseas, tanto en una radiografía simple, A P, como en una latero placa).
Estas trabéculas, arrancan del perímetro de la faceta en escuadra de la articulación sacro-iliaca,
alrededor del eje de giro, marcado por el tubérculo de Bonaire. Es interesante recordar que, el centro del
disco sacro-iliaco, se halla prácticamente licuado, (más en el sexo femenino que en el masculino).- para darle
movilidad a la pelvis, en los momentos funcionales, transformando a la articulación en una diartro-
anfiartrosis como ya hemos indicado.

Colocar aquí LA FIGURA 24-5.


Figura 24-5.
Visión esquemática de la distribución de las líneas de fuerzas en la transmisión de carga como consecuencia del principio de acción
reacción en el apoyo.
1). Fascículo arciforme de Gallois Busquette. 2). Fascículo cefálico de sustentación. 3). Fascículo trocantéreo. 4). Fascículo vertical. 5).
Trabéculas sacro-cotiloideas o ciáticas. 6). Trabéculas de la línea innominada. 7). Trabéculas sacro-isquiáticas. 8). Trabéculas cótilo-
isquiáticas. 9). Trabéculas innominado-pubianas. 10). Carga del raquis. 11). Reacción de la masa sacro-lumbar para encajar el sacro. 12).
Fuerza de carga en la estática bípeda. 13). Reacción de la posición bípeda. 14). Reacción de la posición sedante. 16). Tubérculo de
Bonaire.

Este haz de trabéculas en un principio, es único, pero bien pronto se desdobla en cuatro fascículos:
1º).- Fascículo externo.
Que se dirige hacia la porción externa y superior de la cavidad cotiloidea, alcanzando continuidad
con las trabéculas externas de la cabeza femoral, y formar el fascículo externo de sustentación.
2º).- Fascículo interno.
Que también camina al principio, por la línea innominada del estrecho superior de la pelvis, para
dirigirse hacia la porción interna de la cavidad cotiloidea, y continuarse a nivel de la cabeza femoral, con el
fascículo arciforme de Gallois y Busquet, que constituyen los arbotantes de la grúa de Culman. Estos dos
fascículos citados precedentemente, (externo e interno), forman con las trabéculas pericotiloideas, cotilo-
isquiáticas, el espacio radiológico denominado, gorro de arlequín.
3º.- Fascículo descendente.
Que se dirige, siguiendo al principio la línea innominada, hacia el isquion, que constituyen el
fascículo trabecular sacro-isquiático.
Este fascículo se une a nivel del isquion, con las trabéculas cótilo-isquiáticas, para trasportar la carga
en los casos de apoyo sedante sobre el isquion, y que superponiéndose en la radiografía AP, con las trabéculas
de la espina ciática, forman la lágrima de Putti.
4º).- Fascículo transverso.
Que va a recorrer toda la línea innominada para alcanzar el pubis y aquí anularse con la carga que
procede del otro lado de la pelvis. Constituye la rama ilio-pubiana.
Nosotros consideramos también un quinto fascículo.
5º).- Fascículo ascendente, o isquio-pubiano.
Este fascículo arranca de la tuberosidad del isquion, y sus trabéculas forman las líneas de carga que
dan lugar a la rama isquiopubiana, para anularse con la carga procedente del isquion del otro lado en la
posición sedante.

SIGNIFICADO EN LA BIODINÁMICA ARQUITECTÓNICA DEL PUBIS Y RAMAS ISQUIO E ILIO-


PUBIANAS.
Como hemos indicado, la transmisión de cargas hacia los puntos de apoyo, se ha realizado,
siguiendo las pautas clásicas de la arquitectura de construcciones con bóvedas.
Esta consideración, tiene una gran importancia, dado que el fracaso de la construcción de las
primitivas catedrales, era el hundimiento de la bóveda, hasta que se cayó en la ley de física, de que cuando,
...” a una fuerza se le cambia de sentido, se decompone en dos. Una que sigue el apoyo de la
columna, y otra, que tiende a descargar lateralmente”...
Echo este, que dio lugar a la presencia, en las construcciones, de los refuerzos de los contrafuertes y
arbotantes, para absorber la descarga de esta fuerza de división.
En la pelvis en general, pero fundamentalmente en la especie humana por su postura erecta, (máxime
siendo una bóveda dinámica), es necesaria la presencia de estos arbotantes, que no se van a situar
lateralmente, puesto que dificultarían la biodinámica, sino que, se han dirigido hacia el centro, arrancando
desde el eje de gravedad del apoyo, tanto el sedante del isquion, como el erecto del miembro inferior,
cristalizando en las ramas isquio-pubianas, e ilio-isquiáticas.
Estas ramas, convergen en el pubis, y anulan, (la de un lado con la del otro), las fuerzas laterales,
siendo, (como hemos dicho, en razón de la movilidad de las articulaciones sacro-iliacas), que el pubis posea
motilidad, coordinada con estas; es decir, biodinámicamente debe de ser una diartro-anfiartosis.

ANÁLISIS DE LA BÓVEDA SACRO-ILIACA.


Por otro lado, si analizamos los componentes del arco de la bóveda sacro-iliaca, observamos que,
(en contradicción con el dispositivo clásico de la arquitectura estática), la clave, o sea el sacro, está colocada
al revés, es decir, la faceta posterior, (equivalente a la superficie dorsal, de un arco).- aquí es mas corta que la
carilla inferior que mira a la luz del arco.
Esto hace que la bóveda sea inestable, y que necesite de medios elásticos para sujetarla en todo
momento de su actuación.
Estos medios van a corresponder a elementos ligamentosos, y musculares, es decir lo que
denominamos, ligamentos pasivos, y ligamentos activos.

LIGAMENTOS PASIVOS DE LA BÓVEDA SACRO-ILIACA


Si estudiamos el dispositivo ligamentoso de las articulaciones sacro-iliacas, nos llama la atención el
desarrollo diferente, de los planos anterior y posterior:
a).- Ligamento sacro-iliaco anterior.
Es un ligamento muy ancho, pero muy delgado, formado por un conjunto de haces radiados,
desde la faceta superior de las alas del sacro hasta la porción superior e interna de la cara anterior
del iliaco, al nivel de la articulación sacro-iliaca, no sobrepasando el relieve correspondiente a la
línea innominada del estrecho superior.
b.- Ligamento sacro-iliaco posterior.
El ligamento sacro-iliaco posterior presenta un desarrollo muy superior. Tanto es así, que ya
desde tiempos clásicos, se describen cuatro planos, que topográficamente de profundidad a superficie
podemos sistematizar en :
 )- Ligamento profundo.
Denominado clásicamente como plano interóseo.
 ).- Ligamento sacro-espinoso de Bichat.
Se inserta por encima del precedente. Constituye un cordón fibroso, que, en su
porción interna, se inserta en los tubérculos conjugados internos del sacro, y desde aquí, su
porción externa, se continúa con la aponeurosis que envuelve a los músculos
retrosomáticos, (que a este nivel forman la masa común sacro-lumbar), y que como
veremos, va a jugar un papel importante en el mantenimiento de la bóveda.
 ).- Ligamento de Zaglás.
Se inserta prácticamente de la misma forma que el precedente, pero en un plano
más superficial, estableciéndose entre ellos una fina capa adiposa para permitir su
deslizamiento.
 ).- Ligamento vago o axíleo de Farabeuf.
Es el mas superficial de todos, y al mismo tiempo, el más laxo. Se inserta por
encima de los precedentes, en los tubérculos conjugados externos del sacro, y se funde
medialmente con los precedentes, contribuyendo a formar la fascia o aponeurosis, de la
masa común sacro-lumbar.

LIGAMENTOS PASIVOS METAPLÁSICOS DE LA BÓVEDA SACRO-ILIACA.


Ligamento sacro-tuberoso, y sacro-ciático.
A parte de los ligamentos que acabamos de indicar más arriba, (y que resultan insuficientes para el
mantenimiento del equilibrio de la pelvis humana, en la compleja biodinámica de la postura erecta).-
aparecen otros ligamentos de gran potencia, que van a constituir verdaderos arbotantes. Corresponden a los
ligamentos sacro-tuberoso y sacro-ciático, (también denominados ligamentos sacro-ciáticos mayor y menor).
Estos ligamentos anclan, el eje del raquis sacro-coxígeo, a las porciones iliaca e isquiática del hueso
coxal, asegurando la correcta transmisión de las cargas por las trabéculas óseas, que acabamos de describir,
Son el resultado de un proceso metaplásico, del tejido madre mesenquimal, similar al ocurrido al nivel de las
arcualias basi-ventrales, e Inter.-ventrales, en el abdomen.

Colocar aquí LA FIGURA 24-6.


Figura 24-6.
Visión esquemática antero-superior de la bóveda sacra.
1). Coxal. 2). Sacro. 3). Ligamento sacro-iliaco anterior. 4). Ligamentos sacro-ciático y sacro-tuberoso. 5). Ligamento pubiano anterior.
6). Isquion. 7). Membrana obturatriz. 8). Ligamento ilio-femoral. 9). Ligamento pubo-femoral. 10). Ligamento isquio-femoral. 11) Línea
oblicua de la pelvis.
La indicada metaplasia, se ha realizado en los mamíferos, sobre el sustrato mesenquimal, o tejido
madre del músculo bíceps crural. Este músculo, en los vertebrados inferiores, (anfibios, urodelos y anuros, e
incluso en especies mas superiores, como en los saurios, heminosaurios, e incluso en las aves, tal cual se
aprecia en el cocodrilo, en el avestruz, gallina etc.), toma sobre el isquion una inserción secundaria o
consecutiva, ascendiendo hasta la cara posterior e interna del iliaco.
Esta porción es la que sufre la metaplasia y se transforma en el ligamento sacro-tuberoso.
Por otra parte, en este músculo bíceps, en las especies indicadas, al no sufrir la metaplasia fibrosa,
sus fibras quedan constituyendo por un lado el fascículo aproximador del agitador de la cola, que, en la
especie humana, al carecer de cola, se emplea como refuerzo de la articulación del lado externo de la rodilla,
originando la porción corta del bíceps.
La parte de este músculo agitador de la cola, que forma el fascículo separador de la cola, sufre la
correspondiente metaplasia, y se transforma en el ligamento sacro-ciático, junto con el fascículo sacro-
coxígeo del elevador del ano, que tanta importancia va a tener en la biodinámica de la cadena muscular
pelviana.
Estos hechos, explican los magníficos resultados que, en Osteopática se obtienen actuando sobre la
cadera en general, pero que en realidad, las maniobras se realizan sobre este complejo evolutivo del bíceps
crural primitivo, y sus derivados.

LIGAMENTOS ACTIVOS DE LA BÓVEDA SACRO-ILIACA.


Como hemos venido indicando la bóveda sacro-iliaca, es una bóveda elástica, que, para su sujeción,
a si como para la realización de la biodinámica de sus funciones, ha necesitado una serie de ligamentos
pasivos, y para su motilidad, va a necesitar una serie de ligamentos activos, o sistemas neuromusculares, que
constituyan cadenas musculares imbricadas entre sí.
Ahora bien, como hemos indicado, la pelvis, no solamente es una porción parietal de tronco, sino
que esta constitución, va a estar íntimamente unida con el dispositivo visceral, procedente en su esquema
organogenético del mismo patrón metamérico.
Por otra parte, el dispositivo visceral, va a estar integrado por unos sistemas con el denominador
común funcional de ser emuntorios, pero con las características específicas, propias y particulares de tener
que atender a las necesidades
a).- Digestivas.
b).- Urinarias.
c).- Genitales de los dos sexos distintos.
Estos hechos, hacen que, tanto en la unidad anatomo–funcional, patológica, o terapéutica, se
imbriquen todos los sustratos dinámicos de ellos. Biodinámica, que hace aparecer en el interior de la pelvis,
unos sistemas músculo-elásticos de Benninhoff, que van desde el sistema ligamentario de Mackenrodt, con
predominio del tejido fibroso, hasta los sistemas neuromusculares del elevador del ano, del asa coxígea, hasta
el esfintéreo del pudendo.
Por otra parte, como se hallan integrados en la porción caudal del tronco, se van a ver imbricados,
anatómica y funcionalmente, con los sistemas neuromusculares retrosomáticos, de enderezamiento ya
descritos, y que tanta influencia van a tener sobre la biodinámica y estabilidad de la bóveda pelviana,
constituyendo, con los que acabamos de indicar, las cadenas musculares a que nos hemos referido.

PROPEDÉUTICA DE LA BIODINÁMICA DE LOS SISTEMAS NEUROMUSCULARES DE LAS


CADENAS DE LA PELVIS.
SINOPSIS.

Como hemos indicado, bajo un punto de vista arquitectónico, la bóveda del arco pelviano, presentaba
el grave problema de tener la clave invertida, y por lo tanto, capaz de hundirse al depositar una carga sobre
ella.
Para asegurar la transmisión de fuerzas, se habían establecido la distribución de estas, en las
trabéculas óseas, (en el espesor de los componentes del hueso coxal), que posteriormente, se exteriorizaban
en los arbotantes externos, formados por las ramas ilio-pubianas e isquio-pubianas.
Para reforzar su resistencia, aparecen una serie de ligamentos pasivos, que hemos indicado, e incluso
producto de una serie de metaplasias, sobre los sustratos musculares de determinados elementos.
Pero dado que estos elementos no son suficientemente enérgicos, y que la bóveda es una bóveda
dinámica, es necesario la presencia de ligamentos activos, o contráctiles, es decir de sistemas
neuromusculares.
Estos sistemas neuromusculares, van a constituir una cadena muscular longitudinal de Busquet, a
cada lado, que van a estar en relación con las dos funciones que posee la pelvis :
a).- La de la transmisión de cargas.
A partir de un raquis humano, y por lo tanto enderezado como corresponde a un bípedo.
b).- La biodinámica delos elementos viscerales.
Con función emunctórica, que necesitan de la presencia de un diafragma pelviano, que las
soporte y controle en sus variantes funcionales específicas.
Esta función unitaria de las cadenas musculares, va a actuar, con respecto a la pelvis, sobre el fulcro
que constituye el hueso sacro, imprimiéndole la movilidad y resistencia necesarias, para que la clave del arco
sacro-iliaco, funcione perfectamente en la transmisión de cargas, sin detrimento de su integridad.

DISPOSITIVO CORRESPONDIENTE A LA CADENA RETROSOMÁTICA.


Como ya sabemos, el proceso de enderezamiento de la columna vertebral, se debe a la acción de las
masas neuromusculares retrosomáticas, monometaméricas, que primeramente se diferencian en el embrión,
y se alojan en los canales vertebrales, tomando inserción en los procesos esqueléticos de los arcos neurales,
es decir sobre las arcualias inter-dorsales y basi-dorsales.
Estas masas, unifican sus vientres, para dar lugar a los músculos transverso-espinosos, epiespinosos,
longísimos del dorso, e ilio-costo-cervical, que al llegar a la región lumbo-sacra se funden, constituyendo la
masa común sacro lumbar.
Hasta el momento presente, se ha considerado a esta masa como enderezadora de las vértebras del
raquis. Sin embargo, al llegar a la charnela o pivote, o fulcro, de la L3, la masa común sacro lumbar puede
actuar :
a).- O arrastrando de la porción craneal del raquis.
Con lo que adopta el papel funcional general, de extensora o enderezadora del raquis.
b).- O, arrastrando de la porción caudal, del resto del raquis.
Sobre todo del sacro produciendo, al hacerle girar sobre el eje del tubérculo de Bonaire, que
desarrolle un movimiento de nutación.
Pero lo más importante, es que al hacerle adoptar una posición nutal, enclava al sacro entre los dos
coxales, a los que separa, y carga la fuerza sobre los arcos sacro-iliacos, para que se neutralicen entre sí las
cargas de los arbotantes, a nivel del pubis, con lo cual el arco se consolida.
Este movimiento de nutación, en la biodinámica general de la pelvis, se produce en el momento en
que el tronco se endereza, y carga, bien sobre las extremidades inferiores, en la actitud bípeda, o sobre los
isquion en la actitud sedante.

Dispositivo correspondiente al diafragma pélvico.


Los otros sistemas neuromusculares integrantes de la cadena muscular que nos ocupa, corresponde a
los sistemas neuromusculares del asa coxígea, procedente de las raíces L5, S1, cuyo representante de mayor
desarrollo es el músculo elevador del ano, con los fascículos que lo integran, y el sistema neuromuscular del
pudendo, correspondientes a las raíces S3, S4, con sus especializaciones esfintéreas, tanto de la esfera
digestiva, como urinaria, y de la genital, rigiendo en esta, desde los procesos de erección, hasta los de
eyaculación y del orgasmo.

Modus operandi de las cadenas musculares.


Para comprender el funcionamiento de estas cadenas musculares, no debemos de olvidar que:
1º).- Los sistemas neuromusculares que hemos indicado, son dobles, uno derecho y otro izquierdo.
2º).- Que por lo que respecta al periné, tanto el del asa coxígea, como el del pudendo, confluyen en
la línea media, y que en el centro de la separación entre el triángulo anal o posterior, y el perineal o
anterior, se encuentra un punto de confluencia de todas las líneas de fuerza de estos dos sistemas, que
constituye, el nudo tendíneo del periné.
3º).- Una vez realizado el proceso de nutación del sacro por las masas comunes sacro-lumbares,
viene el proceso de contranutación por la contracción de los vientres musculares correspondientes a los
fascículos, elevador del ano, (pubo-coxígeo, ilio-coxígeo, e isquio-coxígeo).
Así mismo, hay que considerar los fascículos del sistema neuromuscular del pudendo, (recto-
coxígeo, y esfínter anal), que arrancan desde el núcleo tendíneo del periné.

BIODINÁMICA DE LA REGIÓN LUMBO-SACRA.

SISTEMAS NEUROMUSCULARES.

BIODINÁMICA LUMBO-SACRA.
Factores de la biodinámica.
Con una concepción sintética, dentro de la unidad que caracteriza al Ser Humano, y con un excesivo
criterio analítico, podemos diferenciar los matices biodinámicos que van a presentar mayor personalidad en
la región lumbo-sacra.
Debemos de tener presente que todos entre sí, deben de coordinar multitud de momentos funcionales
relativos a los factores desencadenantes:
a).- Carga.
Desde los efectos y consecuencias de la carga en la estática.
b).- Dinámica.
Hasta los efectos de la carga en la dinámica.
c).- Dispositivo visceral.
Dispositivo visceral, va a acompañar a los anteriores, englobando al unísono, a los procesos
digestivos, emunctóricos, y genitales, lo cual nos explica claramente, la gran cantidad de sistemas
neuromusculares de Escolar, que van a funcionar a este nivel, expresados en la biodinámica de las
columnas musculares de Busquet.

PRINCIPALES SISTEMAS NEURO MUSCULARES, EN LA BIODINÁMICA AL NIVEL DE LA


REGIÓN LUMBO-SACRA.

SISTEMAS DE ENDEREZAMIENTO EN LA ESTÁTICA Y EN LA DINÁMICA:

1º).- Sistemas retrosomáticos.


Representados por la masa común sacro lumbar.
2º).- Sistemas presomáticos, o sistemas abdominales.
Representados por:
a).- Sistemas neuromusculares de las paredes abdominales
.- Transverso y
- Oblicuos.
Que integran las particulares biodinámicas viscerales, con las fascias de las
paredes antero-laterales abdominales.
b).- Sistemas neuromusculares de las paredes posteriores abdominales.
- Cuadrado lumbar.
- Psoas iliaco
3º).- Sistemas del miembro inferior, procedentes de los mielómeros, L 1, L2, L3, L4, L5, S1, S2, S3, S4,
CX1, CX2.
Representados por los sistemas neuromusculares:
a).- Ciático mayor,
b).- Obturador
c).- Crural.
Que integrarán a los precedentes, con las funciones de la estática y la dinámica.
4º).- Sistemas emunctóricos pelvianos.
Representados por los sistemas neuromusculares:
a).- Del asa coxígea,
b).- Del pudendo interno.
Que se integrarán con los precedentes, en la biodinámica hasta los movimientos de
nutación y contranutación, de las posiciones estáticas o dinámicas, erectas hasta las sedantes.
Debiendo de tener presente que este efecto, se consigue como ya hemos indicado por la integración
de los sistemas neuromusculares de Escolar, funcionando eurítmicamente como columnas musculares de
Busquet.
MOVIMIENTOS SACROS.
Nutación.
…”Es el momento funcional en que el sacro, experimenta una rotación de su base, hacia delante y
hacia abajo, sobre el eje transverso de Bonaire, por la acción de los sistemas neuromusculares de la
masa común sacro-lumbar”...
Contranutación.
…Es el momento funcional, en que el sacro, experimenta una rotación de su base hacia atrás y
arriba, sobre el eje transverso de Bonaire, por la inhibición del sistema neuromuscular de la masa
común sacro lumbar y acción activa de los fascículos recto-coxigeo, u pubo-coxígeo del sistema
neuromuscular del elevador del ano”…
Giros y basculaciones oblicuas.
Los giros o basculaciones oblicuas, sobre estos ejes, producen los movimientos posturales denominados:
Antex.
...”Es el momento funcional en que el sacro, experimenta una rotación anterior, sobre el eje oblicuo
derecho. En este caso la cara anterior del sacro mira, hacia la derecha”...
Postex.
...”Es el momento funcional en que el sacro experimenta una rotación posterior, sobre el eje oblicuo
derecho. En este caso, la cara anterior del sacro mira hacia la izquierda”...
En el lado izquierdo, existe el mismo fenómeno, pero las rotaciones sacrales son a la inversa.
...”la Osteopatía es: lo primero Anatomía, después Anatomía, y siempre Anatomía”...

CAPITULO 25º.
ARTROLOGÍA DE LA COLUMNA VERTEBRAL. DISPOSITIVO
LIGAMENTOSO DE LA COLUMNA VERTEBRAL.
Sarti-Martinez, M.A., Renovell-Martinez, A., Hernández-Gil de Tejada, T., Soriano-Lafarga, M.A., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

LIGAMENTO ACTIVOS Y LIGAMENTOS PASIVOS.


Concepto biodinámico de ligamentos.
Como ya hemos indicado en Artrología, consideramos como ligamentos:
... a los elementos de constitución fibrilar, derivados del mesénquima, y que por su biodinámica
contráctil voluntaria o no”...
que clasificamos en :
a).- Ligamentos pasivos.
Los ligamentos pasivos, como hemos indicado, proceden de unas diferenciaciones del mesénquima
en el sentido de estar constituidos por tejido conjuntivo, con fibras elásticas, y reticulares que les dan una
ligera movilidad involuntaria, y cuya inervación es eminentemente sensible.

b).- Ligamentos activos.


Los ligamentos activos se caracterizan porque derivan también del mesénquima, poseen igualmente
inervación sensible, pero la diferenciación se ha realizado en el sentido de poseer gran cantidad de elementos
de actina y miosina, que pueden ser contraídos voluntariamente a través de los neurotransmisores de las
órdenes nerviosas, con variaciones de tono muscular, que pueden controlar, voluntaria o involuntariamente,
la dinámica o la estática.

BIOGENÉTICA DE LOS LIGAMENTOS VERTEBRALES.


Funcionalmente, la sujeción de las vértebras se realiza por unos elementos denominados ligamentos.
La diferenciación morfológica de estos elementos, está impresa en la potencia teleológica que actúa
en relación a la función que tiene que realizar, haciendo que su estructura, (derivada de los somitas).- se
diferencie bien a tejido fibroso, o bien a tejido muscular.
Sin embargo, tanto en una como en otra diferenciación, se imbricarán siempre receptores nerviosos,
que informarán para que los actos sean eurítmicos.
Genes que actúan en la formación de los ligamentos activos o musculares.
La señal inductora, según los experimentos de Fan, en el ratón , arranca de la familia de genes Wnt,
que se expresan en los Wnt-1, Wnt-3, fundamentalmente. En un principio actúan induciendo el dermo-
miotomo del somita, que junto con la proteína Sonic hedgehod o Shh, inducen como marcadores específicos
para la diferenciación idónea de la miogenia en el interior de los miotomos, que actúan como ligamentos
activos, intencionados en la biodinámica.

Genes que actúan en la constitución de los ligamentos pasivos


Por otra parte, aunque todavía no se han identificado inductores propios del marcador específico del
dermotomo en relación al gen H-Hox, para Kostic, se forman otros marcadores específicos de este,
procedentes de genes como el Wnt-11, que mediante la intervención durante largo tiempo del factor Shh o
proteína sonic hedgehod, procedente de la notocorda y del tubo neural, realiza los comienzos de la
diferenciación del esclerotomo, que en sus primeras fases produce tejido conjuntivo y fibroso, que en
determinadas zonas, cristaliza en los clásicos ligamentos, o ligamentos pasivos.

SISTEMATIZACIÓN GENERAL DE LOS LIGAMENTOS EN LA COLUMNA VERTEBRAL.


LIGAMENTOS PASIVOS.
Dejando a un lado los ligamentos propios y particulares de las articulaciones de determinadas piezas
óseas, que hemos estudiado en capítulos precedentes, vamos a sintetizar la distribución general de los
ligamentos que conectan la columna vertebral en general, indicando las ligeras variaciones que matizan los
lugares en relación con determinadas especializaciones de sus biodinámicas.

LIGAMENTOS VERTEBRALES COMUNES ANTERIORES Y POSTERIORES..


Partiendo de los elementos que sujetan las vértebras podemos considerar:
Se van a encargar de unificar el bloque anfiartrósico de los cuerpos y discos vertebrales. Son
ligamentos que, a pesar de formarse por manojos fibrosos monometaméricos, se extienden por delante y por
detrás de los cuerpos vertebrales en toda la longitud de la columna vertebral. Se les clasifica por su
disposición en Ligamento vertebral común anterior, y Ligamento vertebral común posterior.

Colocar aquí LA FIGURA 25-1.


Figura 25-1.
Visión esquemática de las articulaciones vertebrales.
1). Apófisis articular superior. 2). Hemi-carilla articular para la cabeza de la costilla. 3). Carilla articular para la tuberosidad de la costilla.
4).- Ligamentos costo-vertebrales. 5). Cavidad sinovial de la articulación de la cabeza con las costillas.6). Ligamento vertebral común
anterior.

a).- Ligamento vertebral común anterior.


 .- En origen.
Es una cinta fibrosa, que vista en conjunto, se inserta por la porción cefálica en la cara inferior y
externa del cuerpo del occipital o apófisis basilar del mismo, es decir por delante del agujero occipital, o
foramen mágnum.
 .- En la región cervical.
Es una cinta fibrosa y delgada que cubre a los manojos delos ligamentos occípito-atloideos, y
occipito-axoideos anteriores. Desciende y toma inserción en la cara anterior de los cuerpos y de los discos
vertebrales, cervicales, presentando su máxima dimensión, al nivel de la D1.
Este descenso lo realiza por una serie de fascículos que se distribuyen en dos planos. Los profundos
que se unen a los bordes y discos de dos vértebras adyacentes, y los superficiales de mayor longitud, que
amplían el refuerzo de las anfiartrosis de cuatro o cinco elementos vertebrales.
 .- En la región dorsal.
Se hallan reforzados por dos cintas laterales, constituidas por fibras cortas que unen los bordes de
los cuerpos al disco.
 .- En la región lumbar.
El ligamento vertebral común anterior, se constituye como en la región cervical, (es también un
segmentos de lordosis).- Es una lámina que solo cubre la región anterior de los cuerpos vertebrales y discos
intervertebrales lumbares.
 .- En la región sacra.
Se extiende por la cara anterior del hueso. Al carecer de función, por la sinóstosis de los cuerpos y
discos, se va reduciendo poco a poco. No suele rebasar en longitud el cuerpo de la segunda o tercera vértebra.

b).- Ligamento vertebral común posterior.


En esquema es una cinta similar, formado por fibras cortas y largas, con una disposición morfológica
especial. Arranca de la cara posterior o dorsal de la lámina basilar del occipital.
Cubre los ligamentos dorsales de la articulación occípito-atloideo-axoidea, se inserta en la cara
posterior de los discos vertebrales, que miran al conducto raquídeo.
Los elementos vasculares que integran el espacio epidural, confluyen en el centro de las caras
posteriores de las vértebras, por una serie de agujeros vasculares, y obligan al ligamento vertebral común
posterior, a adoptar un aspecto festoneado o en reloj de arena. El máximo desarrollo de anchura lo logra al
nivel de la cara posterior de los discos vertebrales. En la parte media del cuerpo de la vértebra el ligamento se
estrecha.

Colocar aquí LA FIGURA 25-2.


Figura 25-2.
Visión esquemática del ligamento vertebral común posterior.
1). Ligamento vertebral común posterior. 2). Sección de los pedículos. 3). Orificios de drenaje de la venas de los espacios epidurales.

La disposición festoneada, la adopta hasta la cara posterior del cuerpo del sacro, en donde, igual que
pasaba con el ligamento vertebral anterior, se va agotando poco a poco

ARTICULACIONES DIARTRÓSICAS VERTEBRALES.


Articulaciones de los elementos derivados del arco neural.
El arco neural es como ya sabemos, un elemento transmisor, y al mismo tiempo fulcro de la palanca
de interapoyo, presentando una articulación diartrósica de tipo artrodial. Todas las articulaciones ocasionadas
de él, intervienen como amortiguadores activos, e indirectos en la transmisión de las fuerzas y cargas de la
columna. Presentan una morfología que varía a lo largo de la columna en relación con el momento
biodinámico de la misma.
El resto del arco neural, en donde se fijan o insertan los elementos musculares que o actúan sobre el
segmento posterior, o están unidos por elementos fibrosos, en una especie de articulación a distancia, que
limita los desplazamientos.

a).- Articulación de las apófisis articulares.


Estas articulaciones en general, global y clásicamente se las ha considerado como diartrosis
artrodias. Bien es verdad que en una observación ligera, se aprecia como las caras son mas o menos planas en
la apófisis articular superior, y como les corresponde están recubiertas de cartílago hialino.
Se ponen en contacto con una carilla semejante que encontramos en la apófisis articular inferior, de
la vértebra superior.
La inclinación de las carillas articulares, es distinta en cada una de las regiones de la columna
vertebral, considerándose:
 ).- Oblicuas en la región cervical.
 ).- Verticales en la región dorsal.
 .- Pseudo-hemitrociodes en la región lumbar.
Como diartrosis que son, todas ellas presentan una cápsula fibrosa, conteniendo la sinovial. Esta
cápsula se inserta en el contorno de las superficies articulares. Es más gruesa por detrás que por delante.
Presenta refuerzos ligamentosos.
En el interior de la cápsula esta se encuentra recubierta por la membrana sinovial, que segrega la
citada sinovia.

b).- Ligamentos inter-laminares o amarillos.


Los elementos del arco neural, se hallan unidos por formaciones fibrosas de la arcualia interdorsal,
que delimitan el desplazamiento.
Presentan gran desarrollo al nivel de las láminas vertebrales. Están constituidas por fibras elásticas y
conjuntivas. Entre ellas se infiltra la grasa semifluida, de color amarillento, por ello a estos ligamentos se les
denomina también ligamentos amarillos. Se insertan en la cara inferior de la lámina superior, y en el borde
superior de la lámina inferior.

Colocar aquí LA FIGURA 25-3.


Figura 25-3.
Visión del interior del segmento dorsal del conducto raquídeo.
1). Apófisis espinosa. 2). Sección de los pedículos. 3). Láminas. 4). Apófisis articulares. 5). Apófisis transversas. 6). Ligamentos
amarillos.

Su extremo externo, abraza las cápsulas de las apófisis articulares. En la línea media se fusionan los
ligamentos laminares de un lado con los del otro.

c).- Ligamentos interespinosos. Supraespinosos o epiespinosos.


Los tractos fibrosos que conectan las apófisis espinosas, desde sus bordes inferiores al borde
superior de la apófisis espinosa de la vértebra inferior, constituyen los ligamentos interespinosos. Limitan los
movimientos de flexión de la columna.
Estos ligamentos interespinosos, se ven reforzados, en el vértice de la apófisis espinosa, por un
cordón fibrosos cilíndrico que salta del vértice de una apófisis al vértice de las siguientes. Constituyen los
ligamentos epiespinosos o supraespinoso.

d).- Ligamento cervical común posterior


El ligamento epiespinoso, tiene escaso desarrollo en la región lumbar, se desarrolla algo más en la
región dorsal, pero donde máximo desarrollo tiene es en la región cervical.
En esta región, adquiere proporciones considerables, y no se limita a saltar de un vértice de una
apófisis espinosa a otra, sino que, desde la C7, (o vértebra prominente), envía una serie de manojos fibrosos a
todas las apófisis espinosas de las vértebras cervicales, tubérculo posterior del atlas, y porción media de la
cara posterior de la concha del occipital, hasta la protuberancia occipital externa o punto craneomtrico Inion
Visto lateralmente adopta una disposición triangular, rectificando en su borde posterior la
curvatura de la lordosis cervical.

e).- Ligamentos intertransversos.


Las apófisis transversas se unen por tractos fibrosos, que constituyen los ligamentos
intertransversos.
Están desarrollados en la región cervical, formando manojos cilíndricos. En la región dorsal, se
extienden desde el vértice de una apófisis transversa al vértice de las adyacentes.
El máximo desarrollo lo alcanzan en la región lumbar. A este nivel, arrancan desde la base de la
apófisis transversa de la vértebra, y se dirigen hacia los tubérculos accesorios, y mamilar, así como a la base
de la apófisis transversa de la vértebra superior adyacente.

LIGAMENTOS ACTIVOS DE LA COLUMNA VERTEBRAL.


SISTEMAS NEUROMUSCULARES.
Como ya indicamos al comienzo del capítulo, los sistemas neuromusculares de Escolar,
biodinámicamente se consideran como ligamentos activos, por la capacidad de contracción voluntaria que
poseen.
Estos sistemas, siguen en su aparición, una cronología órgano-genética de diferenciación, y con
arreglo a ella se van topografiando en las paredes del organismo.

Colocar aquí LA FIGURA 25-4.


Figura 25-4.
Visión esquemática del plano más profundo de la musculatura retrosomática.
1). Oblicuo superior de la nuca. 2). Oblicuo inferior de la nuca. 3). Masa de los rectos posteriores de la nuca. 4). Masa de los escalenos,-
estos son presomáticos-. 5). Músculos costo-transversos,- estos son presomáticos-. 6). Músculos transverso-espinosos.

Como la primera parte del organismo que se diferencia es la porción dorsal, los primeros sistemas
neuromusculares que se diferencian son los retrosomáticos de Escolar, que constituyen las cadenas
musculares posteriores de Busquet, y que se sitúan topográficamente en la porción más profunda del raquis o
elemento axil del cuerpo. con una misión eminentemente enderezadora.
Siguiendo la cronología organogenética y para poder hacer que entren en funcionamiento el
equilibrio de las columnas musculares de Busquet, el siguiente sistema neuro muscular de Escolar que se
diferencia, es el presomático del tronco o sistema prevertebral, que va a presentar fundamentalmente
desarrollo en las regiones mas móviles o lordóticas del raquís, es decir en la cervical y en la lumbar.
Posteriormente, el desarrollo organogenético diferencia las arcualias ventrales, y (en consecuencia
las pleurapófisis, para forman las paredes del tronco).- y las crestas de Wolff, (para las extremidades). En
consecuencia, los sistemas neuromusculares, (primero los sistemas pariétales presomáticos y después los
presomáticas de las extremidades), ambos buscan inserción en el elemento axíl del cuerpo o raquis,
situándose topográficamente unas sobre otras, (con arreglo a la cronología de aparición), organizando las
paredes del dispositivo somático. En consecuencia, sobre el plano retrosomático profundo y primitivo de la
espalda, se topografían las musculaturas presomáticas.

SISTEMATIZACIÓN DE LAS MUSCULATURA DE LA COLUMNA VERTEBRAL.


PLANO POSTERIOR.
Con arreglo a lo que hemos expuesto, si arrancamos de profundidad a superficie, y ocupando los
canales vertebrales de la espalda formados entra la línea media, y el ángulo de las costillas vamos a tener:

Colocar aquí LA FIGURA 25-5.


Figura 25-5.
Visión esquemática de la musculatura de la nuca.
1). Oblicuo inferior. 2). Oblicuo superior. 3). Recto posterior mayor. 4). Recto posterior menor. 5). Complejo mayor o digástrico de la
nuca junto con el longísimo mayor de la cabeza. 6). Complejo o longísimo menor de la cabeza. 7). Músculo longísimo del cuello. 8).
Músculo esplenio de la cabeza. 9). Músculo esplenio del cuello. 10). Transverso espinoso. 11). Costo-transverso.

formado por:
A).- REGIÓN CERVICAL. –
1º).- El sistema neuromuscular retrosomático.
Celda profunda
A.-Musculatura retrosomática mono y bimetamérica.
a).- Recto posterior menor.
b).- Recto posterior mayor.
c).- Oblicuo inferior.
d.- Oblicuo superior.
e).- Transverso espinoso.
B.-Musculatura retrosomática plurimetamérica.
a).- Epiespinoso del dorso, (o digástrico en la nuca).-
b).- Longísimo del dorso. Que en la nuca se dislacera y forma:
- Complejo mayor, formado por:
 Digástrico De La Nuca unido al
 Longísimo mayor de la cabeza
- Complejo menor, formado por:
Longísimo menor de la cabeza.
- Longísimo del cuello.
- Esplenio de la nuca ,Formado por:
Esplenio de la cabeza y
Esplenio del cuello.

Colocar aquí LA FIGURA 25-6.


Figura 25-6.
Visión esquemática de los músculos mas superficiales de la celda profunda retrosomática.
1). Digástrico de la nuca. 2). Longísimo mayor de la cabeza. 3). Longísimo menor de la cabeza, 4). Longísimo del cuello. 5). Epi-
espinoso del tronco. 6). Longísimo del tronco. 7). Ilio-costo-cervical.

2º.).- Emigraciones presomáticas del presoma parietal.

Colocar aquí LA FIGURA 25-7.


Figura 25-7.
Visión esquemática de la celda media, y por lo tanto ya presomática representando los músculos del plano profundo de la celda media,
apoyados sobre los de la celda profunda
1). Complejo mayor de la cabeza. 2). Complejo menor. 3 Esplenio. 4). Longísimo del dorso. 5). Trasverso-espinoso del dorso. 6). Ilio-
costo-cervical. 7). Serrato menor posterior superior. 8). Serrato menor posterior inferior. 9)Mas común sacro-lumbar.

Celda media.
A).- Músculo serrato menor posterior superior.
3º).- Emigraciones del miembro superior.
Celda intermedia.
A).- Músculo angular del omóplato.
B).- Músculo romboides menor.

Colocar aquí LA FIGURA 25-8.


Figura 25-8.
Visión esquemática de la celda intermedia o media superficial.
1). Esplenio. 2). Angular o elevador de la escápula. 3). Romboides menor. 4). Romboides mayor. 5). Supra-espinoso. 6). Infra-espinoso.
7). Redondo menor. 8). Redondo mayor. 9). Serrato mayor o lateral. 10). Serrato menor posterior inferior. 11). Masa común sacro-lumbar.

4º).- Emigración de la cuerda del cuello.

Colocar aquí LA FIGURA 25-9.


Figura 25-9.
Visión esquemática del plano superficial de la espalda.
1). Esterno-cleido-mastoideo. 2). Musculatura de la nuca. 3). Trapecio. 4). Altísimo o gran dorsal. 5). Oblicuo mayor del abdomen. 6).
Oblicuo menor del abdomen en el triángulo herniario de Petit.

Celda superficial.
A).- Músculo trapecio.

B).- REGIONES DORSAL, LUMBAR Y SACRA.


SINOPSIS DE LAS CELDAS NEUROMUSCULARES DEL PLANO POSTERIOR O CADENA
POSTERIOR DE BUSQUET.

Como ya conocemos, la primera diferenciación muscular de los somitas, vino a constituir los
sistemas neuromusculares del retrosoma, o intrínsecos de él, siguiendo la cronología de diferenciación de los
presomáticos emigrados (que clásicamente se topografían en la espalda de profundidad a superficie), los
podemos sistematizar en conjunto a estas regiones, al no poseer las diferenciaciones funcionales de la región
cervical, lo que podemos sintetizar en::

Colocar aquí LA FIGURA 25-10.


Figura 25-10.
Visión esquemática de la disposición topográfica de las celdas aponeuróticas en una sección horizontal a nivel del cuello.
1). Cuerpo. 2). Agujero transverso. 3). Agujero vertebral. 4). Celda del transverso espinoso. 5). Celda del epi-espinoso. 6). Celda del
longísimo mayor de la cabeza. 7). Celda del longísimo menor de la cabeza. 8). Celda del longísimo del cuello. 9). Celda de los esplenios.
10.). Celda del serrato menor posterior superior. 11). Celda del angular o elevador de la escápula. 12). Celda de los romboides. 13). Celda
del trapecio.

1º).- Celda profunda o retrosomática.


a).- Musculatura monometamérica:
.-Músculos interespinosos.
).- Músculos intertransversos.
b).- Músculos polimetaméricos profundos:
).- Transverso-espinoso, (en el plano más profundo).-
).- Rectos posteriores de la nuca, (mayor y menor).-
).- Oblicuo inferior de la nuca.
).- Oblicuo superior de la nuca.
c).- Músculos polimetaméricos superficiales
).- Epiespinoso de la nuca.
2º).- Celda media emigrada del presoma.
Al ser el raquis el elemento axil del cuerpo, su biodinámica no solo se va a realizar por la
musculatura intrínseca del retrosoma, sino también la extrínseca del presoma y derivados, situada más
superficial a la precedente, pero conservando en su topografía, la cronología de sus diferenciación.
a).- Músculos propios del presoma.
).- Serratos menor posterior, superior e inferior.

Colocar aquí LA FIGURA 25-11.


Figura 25-11.
Visión esquemática de la disposición topográfica de las celdas aponeuróticas en una sección horizontal a nivel de la región dorsal.
1) Cuerpo vertebral. 2). Costilla. 3). Agujero vertebral. 4). Transverso-espinoso. 5). Epi-espinoso. Longísimo del dorso. 7). Ilio-costo-
cervical. 8). Serrato menor posterior superior. 9). Romboides. 10). Serrato mayor o lateral. 11). Subescapular. 12). Altísimo. 13).
Infraespinoso. 14). Redondo menor. 15). Redondo mayor. 16). Trapecio.

3º).- Celda intermedia.


b).- Músculos presomáticos, procedentes de la cresta de Wolff.
- Angular del omóplato.
- Romboides menor
- Romboides mayor.
- Redondo menor.
- Supraespinoso.
 Infraespinoso.
.- Redondo mayor.
.- Latísimo.
- Serrato lateral.
- Subescapular.
 Deltoides.

Colocar aquí LA FIGURA 25-12.


Figura 25-12.
Visión esquemática de la disposición topográfica de las celdas aponeuróticas en una sección horizontal a nivel de la región lumbar.
1). Cuerpo vertebral. 2). Agujero vertebral. 3). Epiespinoso. 4). Masa común sacro-lumbar. 5). Altísimo. 6). Oblicuo interno del abdomen.
7). Oblicuo externo del abdomen.

4º).- Celda superficial.


c).- Músculos presomáticos de la cuerda del cuello.
Trapecio.

CAPITULO 26º.

ORGANIZACIÓN MEDULAR: SISTEMATIZACIÓN.


Aparicio-Bellver, L., Smith-Ferres, V., Perales- Marín, R., Olucha-Bordonau, F., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

SISTEMA NERVIOSO.
Dentro de la diferenciación de las fascias que constituyen la unidad del organismo humano, existe una
unión biodinámica de las partes que las integran. Elementos que actúan como sistemas de interrelación, y en el
caso de los sistemas osteo-neuro-musculares, destaca fundamentalmente la unión existente entre los músculos,
nervios, con los vasos, que llevaron a Still a pronunciar su celebre ley de la arteria. Hecho este, que tiene una gran
repercusión en los resultados terapéuticos, de la maniobra cráneo-sacral de Sutherland., y nos aclara las
respuestas psicológicas que la acompañan
Debemos de realizar el estudio de ellos, arrancando desde los momentos de la constitución embriológica
del elemento axil del cuerpo, en donde se va a exteriorizar claramente esta unión. Desde los primeros momentos
de actuación de las inducciones génicas, (que hemos ido exponiendo en los capítulos precedentes), que nos van
aclarando la diferenciación fascial, y, dado que el sistema nervioso es el sustrato, donde mas fácilmente se aprecia
la exteriorización del potencial, que rige la homeostasis de Canon, comenzaremos por él, y concretamente por la
parte embriológicamente mas simple , es decir por la médula espinal.

MEDULA ESPINAL.

Vamos a comenzar el estudio por la porción menos diferenciada y más sistematizada, que corresponde a
la médula espinal.

Constituye, el prototipo del elemento inducido por la notocorda. Todo él, es metamérico, en cada una de
las partes que lo constituyen. Sin embargo, a pesar de esta aparentemente organización simplista, las
deuteroneuronas del asta anterior, cumplen su función de generar circuitos reverberantes de Ranson, para:
1º).- La progresiva euritmia de los movimientos.
2º).- Acumular en esos circuitos reverberantes, los potenciales de las sensaciones mas íntimamente
propioceptivas, que acompañan a cada proceso funcional, pero que, por estar en la zona del intus de los
psicólogos, no llega a la esfera consciente.
Nosotros, creemos que no llega como consciente diferenciada en sí, pero siempre acaba llegando y
matizando y esculpiendo de una manera inconsciente, otros elementos sensibles, y en definitiva el conocimiento,
y con él la personalidad psicológica del individuo.

GANGLIO RAQUÍDEO.
El ganglio raquídeo, recoge las protoneuronas de los elementos dermoneurales y vegetativos, del
metámero correspondiente. Estas sensaciones captadas, bien por la neuronas oicotrópicas o de la vida de relación,
o por las idiotrópicas o de la vida vegetativa, hay que integrarlas en el sistema nervioso, con la sensación captada
por otras neuronas, merced a los circuitos de reverberación antes indicados.

ORGANIZACIÓN.
Para conseguir este efecto, de la matriz dorsal del tubo nervioso o placa alar, proliferan las denominadas
segundas neuronas, o deuteroneuronas, o neuronas intercalares, formando aquí, las astas posteriores de la
médula.
Al unísono que se desarrolla la porción dermoneural, lo hacen las demás zonas del somita. Por ello, la
placa basal o ventral, forma las astas anteriores, y el surco de Monro las astas laterales, y la placa alar o dorsal,
a donde van las fibras que, procedentes del citado ganglio raquídeo, constituyen las raíces posteriores. Ambas
raíces forman el nervio raquídeo.

SUSTANCIA EFECTORA O MOTORA.


Del asta anterior se forman dos tipos de células:
1º).- Las miorrabdóticas, van a terminar en las fibras musculares rojas a las que inervan.
Para que exista un sincronismo funcional, se necesitan otras células que coordinen los diferentes
potenciales, sobre las miorrabdóticas.
2º).- Esta segunda oleada intercalar coordinadora, corresponde a las deuteroneuronas del asta anterior,
y va a formarnos entre otras, las clásicas células intercalares motoras, y las neuronas gamma y neuronas
moderadoras de Ransow. Al confluir los citados potenciales tanto de las deuteroneuronas del asta posterior, como
de las laterales y de las astas anteriores, van a formar uno de los primeros sustratos integradores del sistema
nervioso, con el entretenimiento de potencial, dando lugar a los circuitos de reverberación de Ranson de las
neuronas intercalares.

DIENTES CELULARES DEL ASTA ANTERIOR.


Las neuronas miorrabdóticas se desarrollan con la cronología embrionaria:
1º).- Diente Retrosomático.
Dado que en el embrión, lo que primero aparece es el dorso, son las neuronas correspondientes a la
musculatura retrosomática. La que primero se diferencia.
Este conglomerado de células, forma en la médula, un saliente o diente interno. Es, el acúmulo de las
neuronas miorrabdóticas encargadas de inervar a los músculos retrosomáticos.

2º).- Diente presomático.


En el sucesivo desarrollo, aparece la zona correspondiente al presoma y, en consecuencia, el segundo
conglomerado de neuronas miorrabdóticas que se forma, inerva a estas musculaturas. Es el segundo diente, o
diente presomático. del asta anterior, que está situado por fuera del diente Retrosomático,

Colocar aquí LA FIGURA 26-1.


Figura 26-1
Esquema de la metamería somática y relación con los mielómeros .
A).- Esquema de la metamerización corporal C). Metámeros cervicales. D). Metámeros dorsales. L). Metámeros lumbares. S).
Metámeros sacros. CX). Metámeros coxígeos.
B).- Esquema de la distribución de los grupos neuronales miorrabdóticos formando los engrosamientos musculares..
C). Sistematización de los dientes de neuronas miorrabdóticas en cada mielómero.1).- Columna retrosomática 2).- Columna presomática
3).- Columna del basípodo 4).- Columna del estilópodo 5).- Columna del zigópodo 6).- Columna del multípodo

En consecuencia, la médula presenta dos dientes, a todo lo largo de su trayecto, responsables de las
cadenas musculares longitudinales de Busquet, puesto que presoma y retrosoma, se encuentran en toda la
longitud del cuerpo.,
En el instante en que se constituye la yema de cada extremidad, comienzan a conglomerarse, en las astas
anteriores, células miorrabdóticas que se encargan de actuar sobre las zonas de somitas que forman las
musculaturas de las distintas partes de los miembros., justo en lo que fue la cresta de Wolff.

3º).- Diente del basípodo.


Debido a que el esbozo del basípodo se constituye el más precoz de todos, las células miorrabdóticas del
basípodo forman el tercer diente.

4º).- Diente del estilópodo.


Cuando maduran los esbozos del basípodo-estilópodo, se sitúa un nuevo diente más externo. Es el
cuarto diente miorrabdótico ó estilopódico.

5º).- Diente del zigópodo.


Inmediatamente se forma el conglomerado para el quinto diente que es .el zigópodo

6º).- Diente del autópodo.


El último, el más externo, el más moderno y, en consecuencia, el más perfecto, que se diferencia, es el
sexto diente. o diente del multípodo o autópodo.

DIENTES MEDULARES EN LAS RAÍCES DE LOS MIEMBROS. ENGROSAMIENTOS MEDULARES.


Son, por tanto, seis los dientes que va a presentar la médula, en los niveles que corresponden a los
mielómeros, del desarrollo de las extremidades, es decir:
A).- Los somitas cervicales, quinto, sexto, séptimo, octavo, y primero dorsal, para el miembro superior.
B).- Los somitas lumbares segundo, tercero, cuarto y quinto, y los sacros primero, segundo y tercero,
para el miembro inferior.
C).- Los mielómeros dorsales tienen solo los dientes del retrosoma y presoma
. D).- Los somitas lumbo-sacros, volverán a tener seis dientes, puesto que son los constituyentes del
miembro inferior.
O sea, que el espesor de la médula, por lo tanto no es el mismo según el nivel en que se le considere.
Desde los orígenes de las extremidades, la sustancia gris, experimenta engrosamientos, por las
inducciones de las crestas de Wolff, en los puntos de las raíces de las extremidades, por el motivo apuntado de la
presencia de los seis grupos miorrabdóticos indicados.
SUBSTANCIA VEGETATIVA ORTOSIMPÁTICA.
La substancia vegetativa ortosimpática, en la médula, también forma los clásicos núcleos o centros
de reverberación, que se acumulan lateralmente a la matriz del surco de Monro, constituyendo las astas
laterales. Estos centros se encuentran integrados por varios tipos de células, que podemos sistematizar en:

Colocar aquí LA FIGURA 26-2.


Figura 26-2.
Visión esquemática de la disposición ortosimpática medular
1).- Neurona mioleyótica pregangliónica para los vasos metaméricos o segmentarios 2).- Neurona mioleyótica pregangliónica para los
grandes vasos 3).- Neurona mioleyótica pregangliónica para los vasos viscerales 4).- Protoneurona 5).- Receptores de la piel 6).- Arteria
segementaria o metamérica 7).- Plexo subpapilar 8).- Ganglio ortosimpático con neuronas gangliónicas para vasos segmentarios 9).-
Ramicomunicante blanco 10).- Ramicomunicante gris 11).- Plexo solar 12).- Vasos viscerales 13).- Músculo 14).- Aorta

A).- NEURONAS IDIOTRÓPICAS


Son las neuronas intercalares sensibles, encargadas de integrar los distintos potenciales vegetativos
sensibles, procedentes de los tres tipos de vasos:
a).- .Metaméricos.
b).- Parietales de los vasos viscerales.
c).- Parietales de los grandes vasos.
Estas neuronas integrarán los potenciales recogidos por las terminaciones de las neuronas sensibles o
idiotrópicas, (ubicadas en el ganglio raquídeo), de los vasos de los lugares que acabamos de indicar. Estas
deuteroneuronas, desde que los vasos se diferencian, (en pleno período organogenético), integran sus
potenciales en el proceso de reverberación, para matizar que la respuesta refleja sea eurítmica.
Prácticamente, se desarrollan en la esfera del intus, lo cual quiere decir que, se sienten pero no se conocen,
aunque siempre actúan matizando la dimensión psicológica.

B).- NEURONAS MIOLEIÓTICAS PREGANGLIÓNICAS.


Son las neuronas procedentes de la matriz del surco de Monro, (ya que las gangliónicas, como
sabemos, proceden de las primeras emigraciones de la cicatriz, y se alojan formando los ganglios de la cadena
ortosimpática, o los plexos de los vasos viscerales)
Las neuronas mioleióticas pregangliónicas, se van a encargar, como ya sabemos, de inervar la
musculatura de los vasos, y por ser esta una musculatura blanca se le denomina mioleióticas, así como, por
ser el equivalente a las neuronas intercalares del asta anterior, se les denomina pre-gangliónicas, ya que las
que verdaderamente actúan sobre la musculatura vascular, (equivalentes a la musculatura roja del asta
anterior), se les va a denominar gangliónicas, (procedentes de la cresta ganglionar), y se van a situar en los
plexos ortosimpáticos.
Esta disposición morfológica que existía en el asta anterior, no es privativa de ella, sino que, como
acabamos de ver, el asta lateral, presenta acúmulos, en relación con las neuronas intercalares vegetativas
ortosimpáticas, supeditadas a los distintos significados de los vasos.
A este respecto, podemos clasificar los vasos en tres significados funcionales, en relación a sus neuronas
pregangliónicas:
1º).- Vasos de significado parietal.
2º).- Vasos de significado vísceral.
3º).- Vasos colectores que se encargan de controlar la presión.
Que se sistematizan en tres grupos:

a).- Grupo externo del asta lateral.


Los vasos, segmentarios o metaméricos, están regidos metaméricamente por neuronas que se alojan en
la cadena ortosimpática o gangliónicas, conectados con deuteroneuronas intercalares mioleióticas ó
pregangliónicas, que se acumulan, constituyendo una columna en la parte más externa del asta lateral medular,
para los vasos metaméricos.

b).- Grupo medio del asta lateral.


Tras este primer grupo de intercalares mioleióticas, vamos a encontrarnos un grupo medio, en el asta
lateral. Este grupo envía su axón, aparentemente, al ganglio ortosimpático de la cadena paravertebral.
Sin embargo, dada su naturaleza de actuación sobre los grandes vasos, las fibras emigran hasta la
primera neurona que invadió el tejido cromafín del mesonefros. Es decir, los que formarán después el plexo solar.
Así desde la neurona gangliónica, envía sus fibras a los grandes troncos arteriales aórticos y mesentéricos.
Una salvedad de este caso, lo constituyen las ramas ortosimpáticas encargadas de inervar al cayado
aórtico y arterias subclavias, etc. Estas, van a hacer Sinápsis en el primer ganglio torácico que forma el ganglio
estrellado.

Colocar aquí LA FIGURA 26-3.


Figura 26-3.
Visión esquemática del dispositivo vegetativo o simpático de un embrión del Horizonte XVI de Streerter.
1).- Centro parasimpático pregangliónico oral cardio-neumo entero-renal. 2º).- Centro parasimpático pregangliónico caudal o de Ornuf.
3).- Centros medulares pregangliónicos ortosimpáticos, del asta lateral. 4).- Cadena gangliónica ortosimpática metamérica.

c).- Grupo interno del asta lateral.


El último grupo, o interno de deuteroneuronas intercalares mioleióticas, es, el que se encarga de
tonificar a las arterias viscerales.
Sus neuronas salen acompañando a las que van al ganglio ortosimpático; pero, no van a hacer sinápsis
en él, sino que, la neurona gangliónica está situada en el espesor del plexo solar y similares..
En consecuencia, las columnas correspondientes a las intercalares o deuteroneuronas medias o
hipertensoras, lo mismo que las intercalares viscerales, no están continuas a todo lo largo del asta lateral, sino
que están quebradas en trozos, según el territorio angio-visceral que tengan que estimular.
Existe por lo que respecta al grupo o columna visceral, unos pequeños tramos:
a).- En la porción más superior el tramo midriático, para las arterias del iris;
b).- Debajo de él, un tramo lacrimo-muco-nasal, para las arterias de estas vísceras;
c).- A continuación, el conglomerado de las vísceras torácicas, corazón, pulmones, etc.
d).- Después, a nivel abdominal, a las vísceras abdominales
e).- Por último, a las pelvianas
La columna media, o de los grandes vasos, ocupa solamente la longitud de la aorta

SUSTANCIA VEGETATIVA PARASIMPÁTICA.


Aparte del dispositivo vegetativo ortosimpático en la diferenciación organogenética, quedó una porción
el sistema vegetativo colinérgico, o parasimpático,,se sistematiza por la biodinámica organogenética en dos
niveles:
1º).- El parasimpático craneal .
Que se constituye por un conglomerado de centros intercalares de deuteroneuronas, que se van
distanciando a lo largo del desarrollo, en una colección de núcleos o centros de reverberación. Clásicamente se
sistematizan en:
a).- Centro ciliar.
b).- Centro lacrimo-muco-nasal.
c).- Centro salival superior.
d).- Centro salival inferior.
e).- Centro cardio-neumo-entero-renal.

Colocar aquí LA FIGURA 26-4.


Figura 26-4.
Visión esquemática de un feto del período fetal I de Streeter.
1).- Centro parasimpático pregangliónico oral, cardio-neumo-entero-renal. 2).- Centro parasimpático pregangliónico caudal de Ornuf. 3).-
Centros ortosimpáticos pregangliónicos. 4).- Ganglio estrellado de neuronas gangliónicas, y continuación de la cadena lateral
ortosimpática de neuronas gangliónicas. 5).- Plexo solar de neuronas gangliónicas ortosimpáticas. 6).- Plexo preaórtico de neuronas
ortosimpáticas gangliónicas. 7).- Plexo de Frankenheüser de neuronas ganglionares ortosimpáticas.

En todos estos centros se encuentran las deuteroneuronas idiotrópicas y mioleióticas pregangliónicas,


de todos estos elementos viscerales, ya que las neuronas gangliónicas, se encuentran formando los clásicos
ganglios parasimpáticos, independientes en unas vísceras, o intramurales en otras como los clásicos plexos
intestinales de Meissner y Auerbach.
b).- El parasimpático caudal
Una parte de estas neuronas intercalares o deuteroneuronas, se desplazada a la cola de la médula,
fundamentalmente en los mielómeros de S 1 a S 4, constituyendo lo que se conoce con el nombre de núcleo del
erector o núcleo de Ornuf, que envía sus fibras fundamentalmente, por las raíces anteriores S-3 y S-4 y que
nosotros hemos conocido con el nombre de parasimpático caudal o nervio erector; aunque su función es
contraria a la erección genital, y esta denominación se refiere a que aumenta el tono por su estimulación, de las
paredes de la vejiga y del recto.
Es interesante indicar aquí, que las neuronas mioleióticas gangliónicas parasimpáticas, emigraron
precozmente de la cresta ganglionar, para alojarse íntimamente en las paredes de las vísceras, muy próximas a la
musculaturas de estas, a las que tienen que inervar. Constituyen los clásicos plexos de Meissner y de Auerbach,
como acabamos de indicar.

Haz de Ken-Kure. Haz periependimario parasimpático medular.


Hace unos años la escuela japonesa de Ken-Kure, creyó encontrar unos restos parasimpáticos, que no
emigraron o que se retrasaron en el proceso emigratorio y que aparentemente, fueron englobados en los acúmulos
ortosimpáticos metaméricos y vinieron a constituir, lo que Fulton, en un error de interpretación, denominó como
parasimpático metamérico.
Para estos autores, las fibras de estas células saldrían metaméricamente siguiendo la raíz posterior y
serían las responsables de, una vez verificada la correspondiente sinápsis a nivel de los ganglios ortosimpáticos,
(lo cual presupone células parasimpáticas también en los ganglios ortosimpáticos).- para actuar produciendo la
vasodilatación e inhibición de la secreción sudoral y produciendo la erección de los pelos.
Estos hechos, (aunque parecían haber tenido una cierta confirmación tras los trabajos de Laurelle), no
son admitidos en el momento presente, ya que se considera que estas fibras de la raíz posterior no son axones,
sino dendritas idiotrópicas de centros Propioceptores, fundamentalmente nociceptivas y presoceptivas, que
arrancan perivascularmente y constituyen el haz periependimario del dolor visceral, así como las conexiones
axónicas centro-caudales del parasimpático, y corren periependimariamente.

Colocar aquí LA FIGURA 26-5.

Figura 26-5.
Visión esquemática del dispositivo ortosimpático en un adulto.
1).- Neuronas ortosimpáticas pregangliónicas cervicales. 2).- Ganglio estrellado. 3, 4., 5).- Neuronas dorsales ortosimpáticas
pregangliónicas. 6, 7).- Nervios esplácnicos lumbares. 8).- Neuronas parasimpaticas caudales pregangliónicas del centro de Ornuf. 9).-
Plexo solar. 10).- Plexo preaortico. 11).- Plexo de Frankenheüser.

Haz de Schutz.
La explicación de los resultados de estimulaciones periependimarias, que se traduce por fenómenos de
tipo parasimpático caudal, hay que buscarla en el hecho de que, (como veremos en el momento oportuno)., el
núcleo o centro del erector, (al igual que le ocurre a todos los centros vegetativos), si bien pueden tener un cierto
automatismo, funcionan siempre, en el individuo normal, en unidad y supeditados a vesículas encefálicas
superiores. Esta conexión corresponde a un haz, que arranca desde el Diencéfalo, por fibras periependimarias,
que se integran en el haz de Schutz, para estimular los centros vegetativos, tanto los parasimpáticos, (como es el
del erector), como los centros ortosimpáticos, como demostraron Spatz, Diepen y Gaupp.
CAPITULO 27º.
REFLEXOLOGÍA MEDULAR. SÍNDROME IDIOPÁTICO.
Renovell-Martinez, A., Perales-Marín, R., Pérez-Moltó, F.J., Peris-Sanchis, R., Smith-Ferres, V.,Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

SUSTANCIA INTERCALAR AFERENTE O SENSIBLE MEDULAR.


Mundo estraceptivo e intraceptivo o Intus.
Para que las corrientes nerviosas salgan de la médula, es preciso que otras penetren en el tubo nervioso,
(y de esta manera se pueda establecer la relación entre el mundo intaceptivo, o ínteroceptivo, y el extraceptivo),
es necesario una fuente de potenciales de energía nerviosa, producida por los estímulos captados por los
sentidos, y desde allí convertidas en corrientes nerviosas, llegar al tubo neural.
A la médula llegan no solo, las corrientes originadas por los estímulos exteriores, captados por los
receptores que existen en la piel, y sobre todos los órganos de los sentidos, tanto del tronco y extremidades, así
como la cabeza, (que constituyen el mundo extraceptivo), sino también los captados por las neuronas
idiotrópicas, procedentes de todo el mundo interno, vascular, visceral y hormonal, conocido como interoceptivo
o Intus.
De la integración de ambos, a niveles superiores, se constituirá el conocimiento.
En la piel, se escalonan estos receptores. En la epidermis hay redes muy difusas, que se excitan con los
cuerpos histamínicos, o autacoides, originados en toda lesión celular. Esta, es la parte inicial de la sensibilidad
nociceptiva.
Desde estas redes, las fibras nerviosas, que tienen su soma neuronal en los ganglios raquídeos,
(derivados de la cicatriz), los hacen llegar a la parte llamada sensible de la médula, o astas posteriores, que son
neuronas intercalares.
El mismo camino siguen los estímulos captados por los receptores lanceolados que se estimulan por el
tacto superficial.
Al igual ocurre con los receptores de presión Meissner, (en la papila dérmica), y Krause, (algo mas
profundamente situado), y en la hipodermis, los de Paccini.
Estos tres receptores, nos permiten discriminar, mediante el tacto, la forma del objeto que tocamos, si
tiene aristas, etc:, es una sensibilidad discriminativa, o epicrítica.
Lo mismo sucede con los receptores de los huesos, músculos, aponeurosis y tendones, para darnos el
tacto profundo y de tono, o sensibilidades protopáticas..
De todos los receptores mencionados, salen fibras nerviosas independientes, que llegan a las neuronas
oicotrópicas del ganglio, y de ahí a la médula.
Así mismo en todos los elementos, cada función, origina variaciones de tipo sensible, (al igual que
ocurría con las consideradas clásicamente, como sensibilidad profunda, que según la atención que sobre ella
depositábamos, denominábamos, consciente o inconsciente, o las variaciones de tono muscular inherentes a las
contracciones musculares).
Esta variaciones que desencadena esta íntima sensibilidad, son tan propioceptivas, que normalmente no
nos percatamos de ellas, pero, existen, y quedan reverberando en los circuitos de la deuteroneuronas, sean de la
índole que sean. Son como un matiz intimo afectivo, afectivo del intus, íntimamente integrado con el resto de
potenciales sensibles que se originaron al desarrollar el acto, de tal manera que, cuando lo evoquemos en el
consciente, (por una maniobra como la cráneo-sacral de Sutherland o Upledger), se exteriorizará, acompañando y
matizando siempre, a su evocación, de una sensación con una descarga afectiva, de tipo de llanto, etc.
Este potencial, siempre acaba ascendiendo hasta la esfera del consciente, aunque no llegue a conseguir
la personalidad de un extraceptivo, pero siempre, (de una manera inconsciente), matizará a aquel. Es algo similar
a lo que ocurre con la palabra hablada, que todos la expresamos igual, pero que cada uno de nosotros la matiza
con el potencial que personaliza a nuestro acento o prosodia, la cual aplicamos de una manera inconsciente.

SÍNDROME IDIOPÁTICO.
Muchos pacientes se quejan, de un dolor o una sensación desagradable, en determinados momentos , y,
sin aparentemente, causa directa que lo desencadene. Por otra parte, estos pacientes suelen tener un estado
psicológico , de ansiedad, melancólico e inclusos deprimido, por lo cual se le consideraba como imaginativo,
dado que no aparecen, signos o datos patológicos, a la exploración, y sin embargo les duele. Durante mucho
tiempo se les ha desdeñado, y se les ha considerado, que padecían un síndrome idiopático, (del griego
propio, y enfermedad).
No obstante, la causa, consideramos que se encuentra en haber desconocido los potenciales
reverberantes, generados por un antiguo conflicto, bien traumático, e incluso emocional, que no llegó a ascender
al consciente, en aquel momento, pero que quedo reverberando en el intus, que poco a poco olvidada la relación
causa efecto,.va ascendiendo, y matizando, de una manera inconsciente, el parámetro psicológico, que modifica
nuestro temperamento y carácter, y que solo si clínicamente, se sabe evocar, aflora.
Es algo similar a lo que ocurre, cuando, los pacientes de traumatismos anteriores, prácticamente
olvidados, son capaces de captar, e integrar a los circuitos reverberantes básicos del organismo, los estímulos
debidos a microvariaciones de, milibares, estados higrométricos, oscilaciones de radiaciones infrarrojas, etc.,
(antes incluso, de que sean detectadas por los aparatos específicos, estas alteración), y se deprimen,.y barruntan o
predicen, de una forma que pudiéramos considerar inconsciente, un cambio de tiempo.

y
TERMINACIONES NERVIOSAS NOCICEPTIVAS VEGETATIVAS.
Existen también, alrededor de los vasos. Cuando una arteria presenta un trastorno circulatorio, cierto
número de células no reciben sangre, mueren y producen o cuerpos histamínicos o autacoides, que excitan las
que terminaciones nerviosas nociceptivas. de alrededor de la arteria.
Estas terminaciones nerviosas nociceptivas perivasculares, buscan la medula e igualmente presentan su
soma de neurona idiotrópica en el ganglio raquídeo.
Todas estas corrientes nerviosas, ascienden más o menos lentamente, por la médula, según vayan
directas o formando los circuitos reverberantes, y acaban en las partes superiores del tubo nervioso, para que las
sensibilidades que llevan se integren, matizando a las otras funciones, cuando estas se haga consciente.

REFLEJO SIMPLE.
A nivel de la médula, hay también fibras más cortas, que se conexionan con las astas anteriores,
posteriores y laterales, para producir unos reflejos, es decir, unas respuestas motoras, muy rápidas, que parten del
mismo piso o Mielómero de la médula, (que originan descargas motoras, espontáneas, e inconscientes), adonde
llegaron las citadas corrientes sensibles. Son los reflejos simples o metaméricos.

Colocar aquí LA FIGURA 27-1


Figura 27-1 .
Esquema del teórico reflejo bineuronal
1).- Piel 2).- Protoneurona oicotrópica. 3).- Neurona miorrabdótica 4).- Músculo.

Tienen unas topografías específicas, así, las fibras que llevan sensibilidad de tacto profundo, (originados
en los receptores de presión y de deslizamiento), van a la parte interna de los núcleos neuromusculares.
Estos estímulos de las zonas profundas de la piel originan actos motores extensores, verdaderas
sacudidas.
Sin embargo, sus potenciales, integran los circuitos reverberantes, de las astas medulares, cuando se
implican en las células intercalares, que los dirigen a estos:
a).- En sentido efector, o de respuesta motora.
b).- En sentido aferente, hacia la esfera integradora del conocimiento, y de la personalidad

REFLEJO SIMPLE. SIGNO DE BABINSKI, SIGNO DE WESTPHAL


El ejemplo clásico, es el reflejo rotuliano; cuando golpeamos el tendón del cuadriceps observamos que,
inmediatamente, se produce la contracción de este músculo, cuya acción es extender la pierna sobre el muslo. Es
una acción inmediata, e inconsciente, solo después lo conocemos.
En el recién nacido, esta acción está exaltada, porque aún no han madurado las partes superiores del tubo
nervioso y, todo el estímulo originado por el golpe en el tendón, marcha hacia las astas anteriores y no hacia
arriba.
Otros reflejos de sacudida, se originan al pellizcar el tendón de Aquiles, o al estimular profundamente la
piel de la planta del pie.
Este último, es el reflejo plantar, el cual en el recién nacido, origina siempre extensión de los dedos del
pie, o signo de Babinski.
En el adulto, los estímulos ascienden, en su mayor parte, hacia los centros nerviosos superiores para
hacerse conscientes y para originar reflejos más complicados.
El primer reflejo que se pierde en el adulto, es el plantar, (por la intervención, en los circuitos de
reverberación, de potenciales, fundamentalmente eferentes, procedentes de centros superiores, bien de los niveles
telencefálicos , y tronco-encefálicos), que se integran con estos circuitos y condicionan la respuesta, hasta el
extremo de que el estímulo de la piel de la planta del pie, produce una respuesta en un sentido todo lo contrario
que en el recién nacido, pues en el adulto se flexionan los dedos o signo de Westphal.
Después, se pierde algo de reflejo del tendón de Aquiles, y solo se conserva el del tendón rotuliano, pero
, la intervención de los estratos superiores es de tal categoría, que incluso para explorar bien este reflejo, hay que
distraer la atención del sujeto.
Si en la médula del adulto hay una lesión que impida que los estímulos asciendan, todos estos reflejos
de sacudida, están exaltados y el reflejo plantar aparece como en el recién nacido.

Colocar aquí LA FIGURA 27-2


Figura 27-2 .
Esquema del reflejo simple trineuronal .
1).- Piel 2).- Protoneurona 3).- Neurona intercalar, o deuteroneurona. 4).- Neurona miorrabdótica

RESUMEN:
Los estímulos que son recogidos por los receptores de presión, y fundamentalmente por los de Ruffini,
de los tendones, se integran, reverberan, y conexionan con la parte interna de los núcleos neuromusculares de la
médula, y originan los reflejos de sacudida, (son siempre de extensión).
También las corrientes nerviosas que nacen en los receptores del tacto superficial, realizan las mismas
integraciones, y originan los reflejos de estremecimiento.
Lo mismo ocurre con las fibras que llevan estos estímulos de contacto, (estímulos siempre de poca
intensidad), que también han de ascender para hacerse consciente, no de una manera personalizada, sino
matizando el conocimiento de otra sensibilidad., de tal manera que, prácticamente no nos damos cuenta de él,
como tal, pero si nos notamos, que algo nos falta en el conocimiento de esta sensibilidad principal.
No obstante, algunas veces al mismo nivel de la médula ,se ponen en conexión con los circuitos de la
sustancia intercalar motora de las astas anteriores, y originan unos matices en forma de movimientos finos, como
ligeros estremecimientos.

Reflejo vasoconstrictor.
Por último, cuando se excitan, (por un trastorno circulatorio).- las fibras nociceptivas que hay alrededor
de los vasos, los potenciales que se origina, asciende igualmente por la médula, periependimariamente
integrando en sentido centrípeto, los haces de Ken-Kure, Schutz, Spatz, Diepen y Gaupp. Este haz
periependimario, es plurisináptico, lo cual contribuye todavía más a retrasar el ascenso del potencial hacia
esferas superiores, por el retraso que sufre la conducción nerviosa en cada sinapsis. Sin embargo es útil para
recibir, en estas sinápsis nuevos potenciales que contribuyen integre mejor, posteriormente el conocimiento.
Algunas fibras se conexionan con los centros lateral e interno de las astas laterales, (mioleióticos,
ortosimpáticas preganglionares), enviando impulsos vasoconstrictores a través de las neuronas mioleióticas
gangliónicas ortosimpáticas, hacia las fibras musculares de los vasos para tonificarlas. Este es el substrato
elemental del reflejo vaso constrictor.
Así, se puede reestablecer la circulación. Cuando el trastorno es debido a un trombo, por ejemplo, en la
coronarias, al producirse el reflejo y hacerse las vasoconstricciones de las arterias, el trombo se atasca todavía
más, quedan nuevas células sin irrigar, hay más cuerpos histamínicos y autacoides, y se vuelve a repetir
indefinidamente el reflejo.
En estos casos, las sensaciones propias y particulares del reflejo vegetativo correspondiente a las
neuronas mioleyóticas y miorrabdóticas, se traduce en dos expresiones psicológicas:
a).- Por una sensación psicológica, indefinida de angustia y de muerte.
b).- Dolor consciente referido al brazo, y fundamentalmente al izquierdo.
Ello es debido a que, los circuitos reverberantes de las astas laterales, medulares, contactan (por
integración de ellos entre sí, o por las neuronas cordonales), con los circuitos reverberantes de las astas
posteriores de los metámeros, de los cuales, embriológicamente se originaron, tanto la víscera cardiaca como las
partes correspondientes del soma, por lo cual, en dolor decimos, que se irradia al brazo, fundamentalmente al
izquierdo, dando lugar a un dolor referido, (es el caso del infarto de miocardio, ó de la angina de pecho).
Colocar aquí LA FIGURA 27-3
Figura 27-3 .
Esquema del reflejo polineuronal monosegmentario .
1).- Piel 2).- Protoneurona 3).- Circuito intercalar medular, o deuteroneuronas. 4).- Neurona miorrabdótica 5).- Músculo

Reflejos de tono muscular.


Quédanos por considerar las sensibilidades correspondientes al tono muscular. Estas sensibilidades
arrancan de los husos musculares, llegan a la médula y tienen su soma neuronal oicotrópico en el ganglio
raquídeo.
Aparte de ascender a centros superiores, también van a terminar en los grupos miorrabdóticos de las
astas anteriores y podremos observar cómo, este músculo, nos muestra una variación en su tono que se traduce
por un movimiento imperceptible, pero que al explorarlo nos indica que se ha movido, es decir que no está tan
blando, como si se hubiera lesionado, constituye el reflejo miotático.
Esta sensación prácticamente es inconsciente, si no se analiza psicológicamente, pero hay que ponerla
en marcha antes de realizar el movimiento, voluntario o reflejo, para que este sea eurítmico. Es la fase de
precalentamiento de los atletas y deportistas.
Como es lógico, este movimiento esta en relación con la misión encargada al músculo; es decir, que las
fibras del reflejo van tanto a la porción externa como a la interna de los grupos neuromusculares miorrabdóticas.
La sensibilidad, normalmente, como acabamos de indicar, pasa desapercibida, a nivel consciente, en el
caso de ser de una intensidad normal, a pesar de la importancia que tiene para la consecución armónica de la
contracción muscular.

LOS CIRCUITOS DE REVERBERACIÓN DE RANSON Y SU SIGNIFICADO EN LA PSICOLOGÍA DE


LA BIODINÁMICA NEURAL.
TRASTORNOS IDIOPÁTICOS. NUDOS EMOCIONALES.
Como ya hemos empezado a conocer y veremos más adelante, el Sistema Nerviosos central, aunque
tenemos que sistematizarlo en partes para su estudio, es una Unidad dinámica, que constantemente, sus centros,
están intercambiando su potencial, o sea, está comunicándose entre sí; es decir, que está reverberando, para
conseguir una integración lo más perfecta posible, de la cual dependerá el grado de conocimiento que se consiga.
Esta integración la describió Ranson, para explicar la biodinámica de la corteza cerebral, pero existe a
todos los niveles del Sistema Nervioso, y la vamos detectando cuando analizamos las respuestas, bien de tipo
reflejo, simples, o complicados, en mayor o menor gradado.
Por otra parte, hay que tener presente que, la información aferente, o sensible, de cualquier función de
todo elemento, (que se desencadena, siempre, bien del mundo extraceptivo, como del intraceptivo o intus), no
toda va llegar a ser totalmente conocida, pero todas va a matizar este conocimiento.

Colocar aquí LA FIGURA 27-4


Figura 27-4 .
Esquema del reflejo músculo tendíneo
1).- Célula miorrabdótica o moto-neurona alfa 2).- Moto-neurona gama 3).- Neurona controladora de Ranshaw 4).Sinapsis inhibidora 5).-
Neuronas intercalares 6).- Protoneuronas del ganglio raquídeo,.1- alfa, y 1-beta. 7).- Placa motriz 8).- Inervación motora del huso 9).-
Terminación sensible del huso 1-alfa 10).- Terminación sensible neuro-tendinosa ó 1-beta .

Unas veces, estos potenciales, en su camino ascendente hacia esferas superiores, llegarán a ser
sentidos, pero no conocidos como tales, de una manera independiente, sino que se integrarán
inconscientemente, en los núcleos dorsales del tálamo, para matizar el suceso a nivel del diencéfalo, y en
todos lo niveles biodinámicos inferiores a él. Lo que se traducirá por una variación en nuestra emoción y
afectividad.
Otras veces, permanecerán durante periodos largos completamente desconocidos, influyendo en su
reverberar, en las reacciones psicológicas, y otras aflorarán a la esfera consciente, causando sensaciones,
(generalmente de tipo inespecífico, doloroso, o punitivo, de angustia y ansiedad), pero siempre cargadas de
afectividad. Es el caso que se produce , cuando hemos sufrido un traumatismo, o una intervención quirúrgica,
que la tenemos olvidada, pero que de repente aboca, ante una variación de presión atmosférica, o de estado
higrométrico, etc
Otras veces el proceso desencadenante, prácticamente desapreció de nuestro mundo, se olvidó,
podríamos decir, pero sin embargo, tarde o temprano reaparece, se presenta con trastornos bien de tipo afectivo-
sensible, o de la motilidad, o de disfunción general, pero siempre con un componente afectivo, que puede acabar
rayando en las angustia, ansiedad y hasta en la depresión, constituyendo el sustrato de lo que denominamos
afecciones idiopáticas, del griego, ( estado de naturaleza desconocida, y enfermedad), es decir,
de origen espontáneo, sin causa conocida. constituyendo los denominados, nudos emocionales idiopáticos.

CAPITULO 28º.
INTEGRACIÓN REFLEXÓGENA MEDULAR.
Ruiz-Torner, A., Signes-Costa Miñana, J., Montañana.-Marí, J.V.,Smith-Ferrer, V.C. Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

DIFERENCIACIÓN DE LOS REFLEJOS METAMÉRICOS.


Dado que prácticamente la biodinámica del Sistema Nervioso podríamos considerarla como:
...” la integración de multitud de reflejos cada vez de mayor complejidad encaminados a conseguir el
conocimiento”...
creemos que debemos de hacer algunas consideraciones con respecto a ellos.
En los reflejos metaméricos, existe una cierta diferenciación, respecto a la integración.
1º).- Un reflejo iniciado en una neurona sensible, de un receptor tendinoso directamente.
Se considera todavía, teóricamente, que puede terminar en los dientes del asta anterior, constituyendo un
reflejo bineuronal. Aunque nosotros creemos que casi siempre, por no decir siempre, aunque en pequeña
cantidad, también existen intercalares que modulan algo la respuesta.
2º).- El reflejo originado en una neurona de tacto grosero.
No termina directamente en el diente medular, sino que necesita, para realizar su efecto de
abrazamiento, la conexión e integración con neuronas intercalares, o deuteroneuronas, de los circuitos de
reverberación, tanto motoras como sensibles.

NEURONAS CORDONALES.
Dentro de los elementos neuronales que integran los circuitos reverberantes de Ranson, se encuentra
toda la morfología celular, tanto de la neuronas tipo Golgi I como las de tipo Golgi II..Las primeras que se
consideraron que establecían relaciones, entre distintos acúmulos de neuronas intercalares, o deuteroneuronas, se
establecieron en la médula, y se les denominaron cordonales, por formar sus fibras entre otros, el cordón o haz
fundamental de Cajal. Su significado funcional se responsabilizó en un principio en la integración de los reflejos.

Reflejos monometaméricos.
La sustancia intercalar medular es, la primera que integra una orden sobre los distintos núcleos de
neuronas miorrabdóticas y permite coordinar el movimiento.
El primer reflejo, teóricamente sin sustancia intercalar, sería un reflejo brusco y antifuncional. Mientras
que, el segundo es un reflejo coordinado, eurítmico, con una determinada misión funcional.
Estos reflejos últimos, simples monometaméricos, existen desde luego, en toda la médula.

Reflejos plurimetaméricos.
Sin embargo y debido a que prácticamente los músculos están constituidos por superposición de varios
metámeros y debido a la misión, o sea a la intención finalista del sistema nervioso, los reflejos monometaméricos
cada vez son menos numerosos, en comparación con los reflejos de tipo superior, debido a que el movimiento
debe de poseer la mayor coordinación funcional posible
Esto quiere decir, que la primera neurona, o neurona del ganglio raquídeo, o protoneurona, (como la
llaman los clásicos).- tiene capacidad para enviar su potencial, de tal manera que puede:
1º).- Ir al metámero correspondiente y originar el reflejo monometamérico.
2º).- Puede, al mismo tiempo, repartir su potencial sobre la sustancia intercalar, o deuteroneuronas, bien
motora o bien sensible.
3º).- Esta sustancia, envía, por sus mismas deuteroneuronas, este potencial, no solamente a las neuronas
miorrabdóticas de su metámero, sino a mielómeros superiores e inferiores, e incluso a las mioleióticas. Estas
neuronas encargadas de la conexión intermetamérica se denominan cordonales.
En consecuencia, el potencial penetra por un determinado mielómero y puede desplazarse a los
mielómeros adyacentes.
Esto, lo realizan, como ya hemos indicado, las células intercalares cordonales, que conexionan los
mielómeros entre sí. De esta forma, la respuesta motriz miorrabdótica, no corresponde, solamente, a un
mielómero, sino a varios mielómeros, integrados con el mismo potencial, y controlados por las neuronas de
Ransow
En consecuencia, no se contrae bruscamente, una parte del músculo, sino que la contracción eurítmica,
corresponde ordenadamente a todos los miómeros del músculo.
Estas células, que se encargan de coordinar entre sí potenciales de dos o más mielómeros, se conocen,
como hemos indicado, con el nombre de células cordonales, porque forman, alrededor de la sustancia gris los
primeros cordones blancos, con sus fibras mielinizadas,.
Como ya hemos indicado, la célula cordonal, puede proceder bien de la sustancia intercalar sensible, o
bien de la sustancia intercalar motora.
El hecho de que sea sensible, no predispone a que su conexión, en un mielómero superior o inferior, sea
la sustancia sensible obligatoriamente. Lo mismo ocurre con la sustancia motora.
Las células cordonales, en realidad, van a conexionarse con los mielómeros que contribuyen a la
realización de una función.

TIPOS DE CÉLULAS CORDONALES. TAUTÓMERAS. HETERÓMERAS Y HECATÓMERAS.


Por ello, encontraremos células cordonales que suben o bajan, a uno o dos pisos e incluso hasta cuatro o
cinco pisos, del mismo lado, del contrario, o de ambos lados. Todo ello, repetimos, en relación con el número de
metámeros que integran el músculo que va a contraerse.

Tautómeras.
Las células cordonales que fundamentalmente realizan la conexión entre los mielómeros, al mismo lado
de la médula, se las llama tautómeras.

Colocar aquí LA FIGURA 28-1.


Figura. 28-1 .
Visión esquemática del dispositivo cordonal con los tractos integrantes del haz fundamental de Cajal .
1).- Neurona tautómera 2).- Neurona heterómera. 3).Neurona hecatómera.

Heterómeras.
Las células cordonales que fundamentalmente conexionan un lado con el opuesto, es decir, un
hemimielómeros derechos, con los hemimielómeros izquierdos de los pisos adyacentes, se las denomina
heterómeras.

Hecatómeras.
En otro tipo de neuronas cordonales, sus ramas, conectan con mielómeros de ambos lados. En este caso
se denomina hecatómeras, (prácticamente, como indicamos en el capítulo 5), dada la intención finalista
integradora del sistema nervioso, todas las neuronas son, en mayor o menor grado, hecatómeras.)
Como es lógico comprender, la corriente llega con un ligero retraso, (debido al enlentecimiento que el
potencial sufre en las Sinápsis), a los núcleos neuromusculares de los mielómeros situados por encima o por
debajo del mielómero que recibió el potencial de la protoneurona correspondiente.
Este retraso, debido como hemos indicado, a la Sinápsis, se observa por electromiografía, y da lugar a
que la contracción del músculo se vaya realizando de una manera sistemática, y no de golpe, es decir, primero las
fibras que corresponden al reflejo metamérico simple, y después de las fibras mas próximas, correspondientes a
los mielómeros situados por encima o por debajo.
Esta integración de reflejos, hace que pierdan brusquedad y ganen en dispositivo funcional, gracias a su
crono-coordinación.

Aclaración funcional.
Esta clasificación, como todas las clasificaciones es demasiado tarsativa, ya que siendo la misión del
sistema nervioso integrar, todas sus neuronas, podrán tener una función más o menos orientada hacia su conexión
tautómera o heterómera pero en realidad, funcionalmente todas tienen sus dicotomizaciones cilindro-axiales, que
las convierten funcionalmente en hecatómeras.

HACES DE LAS NEURONAS CORDONALES.

Haz fundamental de Cajal.


Todas estas conexiones, en el momento que salen de la sustancia gris, para abordar a los pisos
adyacentes, presentan un ligero proceso de mielinización.
Aunque esta mielinización no siempre es completa, da lugar a la presencia de una vaina de mielina,
que hace cambiar el color en torno de la sustancia gris. Origina la apariencia de un fascículo mas o menos,
blanco alrededor de esta. Este fascículo, es la reunión de una serie de imbricaciones de las fibras
correspondientes a los dispositivos cordonales
El dispositivo cordonal, actúa como elemento de coordinación integradora, con el fin de conseguir un
reparto, y al mismo tiempo una integración de potencial.
Esta interrelación entre los distintos mielómeros, tanto en los hemimielómeros de un lado, como en los
hemimielómeros del otro, y de todos entre sí, merced a las hecatómeras, permite la conexión entre sí, y de los
diferentes mielómeros.
`Pero alrededor de la sustancia gris va a quedar constituido un haz de fibras cortas, cuya mayor longitud,
como ya hemos dicho, es de cuatro o cinco mielómeros, es el haz fundamental de Cajal.

Colocar aquí LA FIGURA 28-2.


Figura 28-2
Esquema de los diferentes tipos de neuronas cordonales y de los haces que originan
1).- Neurona tautómera 2).- Neurona heterómera 3).- Neurona hecatómera 4).- Haz triangular de Combault y Philipe 5).- Fascículo oval
de Flesig 6).- Fascículo en vírgula de Schultze 7).- Zona cornucomisural de Marí 8).- Zona cornuradicular 9).- Haz fundamentadle Cajal.

Este haz que, como hemos dicho, se encuentra como alrededor de la médula gris, y recibe diferentes
nombres:
1º).- Haz fundamental de Cajal.
Cuando rodea a las astas anteriores, a las laterales y a la mitad externa de las posteriores, se llama haz
fundamental de Cajal.
2º).- Haz cornucomisural.
Cuando se sitúa entre las caras internas de las astas posteriores, constituye el haz cornucomisural.
Tanto en el haz fundamental, como en el haz cornucomisural, suele haber predominio de los axones
cordonales que conexionan con los mielómeros superiores. Por este motivo, algunos autores han considerado
fundamentalmente, los potenciales de estos haces irían en sentido ascendente.
3º).- Haz cordonal descendente.
Las fibras de las neuronas cordonales que se sitúan ligeramente separadas de la sustancia gris), y en
relación con los cordones posteriores de la médula, suele tener el sentido de la corriente de los potenciales
en sentido descendente. Constituye el haz cordonal descendente.
Este haz recibe distintos nombres según los niveles de la medula a los que se le considere:
a).- Haz en vírgula de Schultze.
Es la porción que ocupa la columna cervical.
b).- Cintilla dorsal.
Es la porción que ocupa la columna dorsal.
c).- Centro oval de Flesig.
Es la porción que ocupa la columna lumbar.
d).- Fascículo triangular de Combault y Philipe.
Es la porción que ocupa la columna sacra.
e).- Fascículo cornuradicular.
Porción que ocupa la zona interna del asta posterior.
Todos estos potenciales, dan lugar bajo un punto de vista de la función psicológica, a sensaciones
que son las que regulan la euritmia de ellos, pero que por encontrarse en el sustrato del Intus, se sienten pero
no se conocen.
CAPITULO 29º.
SISTEMATIZACIÓN: INTEGRACIÓN SENSIBLE. LEUCOTOPOGRAFIA
AFERENTE:
Smith-Ferres, E., Peris.-Sanchis, R., Montañana-Marí, J.V., Ferrando-Galiana, M.L., Ferres-Torres, E.,Smith-Agreda,V.

INTEGRACIÓN SENSIBLE.

Hemos visto hasta aquí, como la integración neuromuscular, constituye las respuestas eurítmicas
propias de las correctas capacidades funcionales. Vamos ahora a ocuparnos de la información sensible, que le
llega a la médula para la consecución, (tras la integración global de ambas), de esta perfección de las respuesta.

INTEGRACIÓN DE LAS DIFERENTES SENSIBILIDADES.


Aparte de la serie de reflejos más o menos multimetaméricos, la intención finalista del sistema nervioso
es la de aportar el conocimiento.
Para conseguirlo es necesario que la mayor parte de los potenciales que penetran del exterior, asciendan
hasta las diferentes regiones cefálicas.
La integración de estos elementos, es la que nos va a conceder mayor capacidad cognoscitiva.
Las sensaciones captadas por las prolongaciones, tendrán que sufrir diversas integraciones antes de
llegar al territorio telencefálico del conocimiento.
Estas integraciones se van a realizar merced a nuevos elementos nerviosos que van a derivar, como ya
sabemos, de la matriz correspondiente a las placas alares del tubo nervioso.
La emigración de estos elementos se realiza en diferentes épocas embrionarias, cronológicamente, y en
relación con la maduración de las distintas sensaciones.

SENSIBILIDAD NOCICEPTIVA.
Centros. Cordón ascendente lateral.
La sensibilidad más antigua, es la que primero madura, debido a su carácter eminentemente defensivo, y
en consecuencia, es la sensibilidad nociceptiva. Esta sensibilidad, parte de las redes difusas de la piel. Marcha
hacia el ganglio raquídeo, en donde la protoneurona se encarga de conectarla con el tubo nervioso, por fibras del
calibre "C". Es una neurona de la vida de relación u, oicotrópica, pero también arranca de las gémulas
dendríticas, transformada en receptores, de los nociceptores vásculo-viscerales, cuyas neuronas son idiotrópicas.
Ante esta necesidad de conexión comparativa integradora, la matriz alar, produce una primera oleada
de células intercalares, (o segundas neuronas, o deuteroneuronas), con las cuales hacen sinapsis la
protoneuronas. Desde aquí, las fibras intercalares, van a:
a).- Constituir los circuitos de reverberación, que acaban formando el núcleo o centro, en casquete de
Rolando.
b).- Van a conectarse con las neuronas cordonales, para que se integren, comuniquen y comparen los
potenciales captados por otros metámeros, y constituir los reflejos.
c).- Van a ascender a centros superiores, para que el consciente, conozca de la sensación nociceptiva.
Es interesante, indicar que a este nivel la sensación dolorosa, va a poseer un sentido topográfico de
localización, debido a las conexiones de los diferentes circuitos reverberantes que se integran entre sí, las
distintas sensibilidades.

CONTROL DE LA PUERTA DE ENTRADA DE MELZACK Y WALCK.


La sustancia intercalar de estas deuteroneuronas, se encuentra próxima a la línea media y por ello las
fibras que van a ascender, unas se cruzan al otro lado, y se sitúan lateralmente, cubiertas de mielina y constituyen
un cordón ascendente lateral. Otras, o dicomizaciones de las primeras, establecen circuitos con las cordonales.

Colocar aquí LA FIGURA 29-1.


Figura 29-1.
Visión esquemática de la biodinámica del control de la puesta de entrad.
1).- Protoneurona oicotrópica nocipeptiva. 2).- Deuteroneurona o intercalar del núcleos en casquete de Rolando. 3).- Neuronas S G, integrando
circuitos reverberantes inhibitorios del dolor.4).- Fibras de la deuteroneurona del núcleo en casquete con misión cordonal, funcionalmente de
tipo hecatómero, de pocos metámeros. 5).- Fibras de la deutero neurona del núcleo en casquete de Rolando, constitutiva del haz espino-talámico
lateral de la médula. 6).- Sinápsis inhibitorias del dolor. 7).- Proto-neurona oicotrópica protopática o del tacto grosero.8).- Neurona del núcleo en
cabeza de Waldeyer.

Sin embargo el estímulo nociceptivo, tiene que regular su intensidad para producir una respuesta
coordinada, y para ello, esta misma matriz alar produce un tipo específico de deuteroneuronas, las llamadas
neuronas S-G., liberadoras, como neurotransmisor de serotonina, endorfinas y encefalinas, que van a
controlar el paso del potencial que se libera en la sinapsis, (entre los telodendrones de las células
oicotrópicas y las gémulas dendríticas de las deuteroneuronas), en dos sentidos:
a).- Una primera sinápsis , con las deuteroneuronas del núcleo en casquete, que se cruzan y
ascienden hacia la consciencia
b).- Una segunda sinapsis que origina con otras deuteroneuronas, un circuito inhibitorio
controlador, que detiene el potencial, derivándolo a los circuitos de reverberación, donde lo entretiene y no le
deja alcanzar la vía ascendente de la sensibilidad nociceptiva. Este potencial que reverbera en el núcleo en
casquete, por su origen, es afectivo, aunque no llegue a ser conocido, pero se encuentra en el núcleo o centro
en casquete de Rolando, de la substancia intercalar del asta posterior.
En consecuencia, la fibra nociceptiva que penetra en el asta posterior, conforman sus fibrillas, un
circuito con dos vertientes en sus anastomosis con las deuteroneuronas del núcleo en casquete de Rolando,
estableciendo dos momentos funcionales
1º).- La central, de descarga o luminal,
2º).- Las laterales, (dos ó más), de descarga subliminal.
Si analizamos como se distribuyen estos potenciales, podemos sistematizar en:
a).- El potencial de las fibrillas la porción central del circuito, pasa rápidamente a una sinapsis
facilitadora.
b).- El potencial de las fibrillas de las porciones laterales hace sinapsis con las neuronas S.G.
c).- Las neuronas S.G. confluyen sobre la sinapsis facilitadora, inhibiéndola.
d).- Al existir las sinapsis laterales sobre neuronas SG, (el potencial se entretiene en estas
Sinápsis), por lo cual, el efecto inhibidor llega con retraso, a la sinapsis facilitadora, lo que en la biodinámica del
proceso se traduce en que:
 ).- En un principio el potencial de dolor, pasa y se produce primero, el reflejo de
huida y después asciende y se consigue el conocimiento del dolor.
 ).- Tras el retraso de la sinapsis, las neuronas S.G. inhiben la sinapsis principal, y el
potencial del dolor deja de traducirse en reflejos y en conocimiento, pero persiste en la reverberación de las
deuteroneuronas.

CENTRO EN CASQUETE, O SUSTANCIA GELATINOSA DE ROLANDO. HAZ ESPINOTALÁMICO


LATERAL.
El centro de la puerta de entrada que acabamos de estudiar de la sustancia intercalar, se coloca como
un casquete de las astas posteriores, por ello se le llama centro en casquete o sustancia gelatinosa de Rolando ó
segunda neurona.
Las fibras que de él salen, ascienden a centros superiores a constituir parte integrante de reflejos
elevados.
Las fibras, necesitan hacer sinapsis en la porción sensible del diencéfalo, ó tercera neurona, o sea,
tálamo, antes de saltar a la corteza cerebral.
A este haz lateral se le conoce con el nombre de haz espinotalámico lateral.
La sensibilidad nociceptiva visceral, se capta por las protoneuronas idiopáticas del ganglio raquídeo.
hacen sinapsis en el casquete de Rolando, y ascienden periependimariamente en un haz multisináptico, con
múltiples neuronas S.G., hasta llegar al tálamo donde se siente pero no se conoce, pero su potencial, influye en el
sustrato psicológico, variando desde nuestro estado afectivo, hasta procesos de ansiedad, angustia y depresión. Es
importante ante una persona de edad provecta, (con estos síntomas que acabamos de indicar), realizar una
exploración por si pudiera presentar un proceso patológico visceral de tipo canceroso.

SENSIBILIDAD PROTOPÁTICA.
CENTRO EN CABEZA DE WALDEYER. CORDÓN ANTERIOR. HAZ ESPINOTALÁMICO ANTERIOR.
El tacto grosero es la siguiente sensibilidad que aparece en el embrión. Sus receptores llevan el potencial
hasta la protoneurona oicotrópica, de esta protoneurona, por fibras de calibre “B”, pasa a un nuevo centro de
deuteroneuronas, formación de tejido intercalar sensible, o centro en cabeza de Waldeyer, que ha comenzado a
rechazar hacia la periferia al núcleo en casquete de la sustancia gelatinosa de Rolando.
Este centro, o segunda neurona del tacto grosero o protopático, es a su vez desplazado, de tal forma que
queda constituyendo la cabeza sobre la que apoyará el casquete indicado anteriormente. En este en centro, en
cabeza de Waldeyer, las segundas neurona o deuteroneuronas, o intercalares es el lugar donde el potencial de la
sensibilidad protopática, comienza a integrarse , y forma sus correspondientes circuitos de reverberación, antes
de ascender a niveles superiores.
Estas fibras de las protoneuronas de tacto grosero son del grupo B, (que por poseer mayor calibre, son
más rápidas que las C), al penetrar en la médula, camino del núcleo en cabeza de Waldeyer, emiten colaterales
que, penetran en el núcleo en casquete de Rolando.
Como sus fibras son más rápidas que las del dolor, por lo tanto llegan antes que ellas, a las neuronas
S.G., las estimulan e inhiben el dolor.
Es el efecto analgésico que se produce al rascar una zona dolorosa, o tras el estímulo de un masaje o el
golpe que se administra en el instante en que se punciona una inyección intramuscular, que inhibe el dolor del
pinchazo.
Las fibras se ven comprometidas para cruzarse, todas al lado opuesto de la médula.
La mayor parte, no obstante, se cruza, pero no puede situarse en la porción lateral, que está ocupada por
el haz espinotalámico lateral, (de naturaleza nociceptiva); por ello, se reparte por delante de la médula.
La parte que no ha podido cruzar se reparte igualmente por delante de la médula, pero en el mismo lado.
En consecuencia, se constituye un cordón anterior, es decir forman un haz hecatómero.
Este cordón anterior lleva, hasta ahora, sensibilidad de tacto grosero. Asciende para formar reflejos
superiores y se integra antes de llegar al conocimiento, y tiene necesidad de hacer sinapsis en el tálamo o tercera
neurona. A estos fascículos del cordón anterior, se les llama haz espinotalámico anterior.
Estas sensibilidades hasta que no lleguen al telencéfalo, van a integrar una gran cantidad de reflejos,
cada vez más perfectos, pero que, como decíamos se sienten pero no se conocen, por encontrarse en el terreno
del Intus.
Este haz, lleva en cada lado, fibras del lado opuesto y fibras homolaterales, con lo cual se consigue
realizar mayor información comparativa inconsciente, a los centros superiores.

SENSIBILIDAD DE TONO DE MUSCULATURA DE CONTRACCIÓN SOSTENIDA..


Tono de musculatura de contracción sostenida. Centro comisural de Cajal. Haz espino-cerebeloso ventral o de
Gowers.
La siguiente sensibilidad que va a madurar genéticamente va a ser la sensibilidad correspondiente a los
husos musculares, o de Tono.
Dentro de los músculos, consideramos en relación a su contracción dos tipos:
Los primeros que aparecen, son los músculos correspondientes al retrosoma y al presoma ó de
contracción sostenida.
La protoneurona encargada de recoger la sensibilidad del tono muscular de estos fascículos, exige de la
matriz ependimaria la formación de una sustancia intercalar, para realizar sus circuitos de reverberación que
constituye la base del asta posterior que, por estar próximo a la comisura, se le conoce con el nombre de centro
comisural o de Cajal.
Cuando este centro aparece, el epéndimo, proporcionalmente, tiene menor tamaño. Dada la proximidad a
la línea media, que presenta el centro comisural, las fibras se dirigen indistintamente hacia la derecha o hacia la
izquierda.
Forman dos haces, cordonales hecatómeros, uno a cada lado, por detrás del espinotalámico lateral. La
sensibilidad de estos haces de tono muscular, (o de la musculatura de contracción sostenida, es decir de los
sistemas neuromusculares retro y presomáticos de Escolar o cadenas longitudinales de Busquet), antes de llegar a
la corteza, integran reflejos muy elevados.
Dado que estos reflejos están en relación con el equilibrio, con el órgano nervioso de él o cerebelo, es
por lo que estos haces, antes de dirigirse al prosencéfalo, van a terminar previamente a este cerebelo. Constituyen
el haz espinocerebeloso ventral o de Gowers.

SENSIBILIDAD DE TONO MUSCULAR DE LAS EXTREMIDADES, O DE CONTRACCIÓN FUGAZ.


Columna de Clarke. Haz espinocerebeloso dorsal de Fleschig.
En un nuevo momento evolutivo, el embrión esboza las cresta de Wolff, y en consecuencia las
extremidades. La característica de los sistemas neuromusculares de estas, es el ser de contracción fugaz y como
es natural, la musculatura va a necesitar también del receptor de tono correspondiente.
La protoneurona, envía el potencial y exige de la matriz que constituya una nueva formación, intercalar
para integrar estos potenciales, con los demás, por medio de los circuitos de reverberación. Este nuevo centro
intercalar constituye la columna de Clarke. No cabe ya en el asta, y por lo tanto es empujado hacia atrás. Forma
un pequeño saliente en el perfil posterior del asta.
Debido a este desplazamiento, sus fibras no pueden cruzarse en la médula. Ascienden
homolateralmente hacia el cerebelo, son por lo tanto tautómeras. Constituyen otro haz espinocerebeloso por
detrás del precedente. Es el haz espinocerebeloso dorsal o de Fleschig que proviene de la columna de Clarke.
Como no hay extremidades a todo lo largo del cuerpo, la columna de Clarke no se encuentra a todo lo
largo de la médula, sino que ocupa un trozo la región del tronco, con mayor desarrollo que a nivel de los
metámeros de las extremidades.
Funcionalmente, como hemos indicado, el tono muscular de los músculos de contracción sostenida, van
a parar al centro de Cajal, y los de contracción fugaz o de extremidades, a la columna de Clarke.

EQUIVALENCIAS DE LOS CENTROS DEL ASTA POSTERIOR.


Podemos considerar que estos centros intercalares , o, mal llamados núcleos sensibles, no son en
realidad más que centros de reverberación de neuronas cordonales o deuteroneuronas de amplio recorrido, que
conectan entre sí, mielómeros con centros superiores, (ver capítulo 5º).
El núcleo en casquete de Rolando, puede considerarse fundamentalmente, como un núcleo de neuronas
heterómeras.
El núcleo en cabeza de Waldeyer, es un núcleo o centro de neuronas hecatómeras.
El núcleo comisural de Cajal, es un centro de neuronas hecatómeras.
El núcleo la columna de Clarke, es un centro fundamentalmente de neuronas tautómeras.

SENSIBILIDAD DE TACTO PROFUNDO Y DISCRIMINATIVO, O EPICRÍTICO.


Centros de Goll, Burdach y Monakow.
El tacto profundo y discriminativo, cuando madura, encuentra casi agotada la matriz del tubo neural a
niveles medulares. Por ello obliga a desarrollar de la matriz de la cicatriz una gran protoneurona, que se
encuentra en los ganglios raquídeos del metámero correspondiente, para que ascienda su axón, formando los
cordones posteriores. El centro de reverberación correspondiente a la segunda neurona, o deuteroneurona,
arranca de la matriz yuxtamielencefálica, que se topografía según el lugar de donde recojan la sensibilidad, en tres
centros:
a).- El de la mitad inferior del cuerpo, ó de Goll o gracilis.
b).- El de la mitad superior del cuerpo o de Burdach o cuneatus.
c).- El de cuello y cabeza o de von Monakow o accesorio.
El verdadero centro intercalar de esta sensibilidad se encuentra entre las primeras cervicales y el
romboencefalo.

LAMINACIÓN DE LA SUSTANCIA GRIS MEDULAR: ORGANIZACIÓN CITOARQUITECTÓNICA DE


REXED.
Las agrupaciones neuronales de la sustancia gris medular, que corresponden a los núcleos de las astas
anterior lateral y posterior, y laterales, que hemos descrito, tienden a ser sustituidos el concepto, más moderno,
de estrato o láminas, que recuerdan la organización en estratos de la corteza cerebral. Se deben a los trabajos de
Rexed sobre la médula de gato, por medios citológicos, arquitectónicos y sinaptológicos.
Las neuronas, están regularmente distribuidas a lo largo de la médula, con algunas variaciones
segmentarias. Forman estratos, que se denominan láminas, y cuyo significado funcional es común.
El número de láminas es de nueve, considerando como 10ª, lámina, la sustancia gris que rodea al canal
central ependimario.
Estudios posteriores han comprobado la validez de esta sistematización para la médula de la mayoría de
los mamíferos, incluida la especie humana.

LÁMINAS DE REXED DE LA CABEZA DEL ASTA POSTERIOR.


Lámina I
Está constituida por una delgada capa de sustancia gris que ocupa la parte más periférica del vértice de
ambos bordes, interno y externo del asta posterior. Se halla formada por células pequeñas, medianas y grandes, y
presenta un aspecto esponjoso.

Colocar aquí LA FIGURA 29-2.


Figura 29-2
Leyenda de las láminas de Rexed Esta leyenda es válida, para todos los cortes independiente de los niveles medulares
C-5).- Sección medular a nivel del quinto mielómero cervical.
1).- Lámina I Se sitúa inmediatamente por dentro de la zona marginal de Lisauer Corresponde a la cofia del núcleo en casquete
clásico de Rolando. Recoge sensibilidad nociceptiva.
2).- Lámina II Corresponde a la zona gelatinosa del casquete de Rolando Sensibilidad nociceptiva .
3).- Lámina III Corresponde a la porción más profunda del núcleo en casquete, (nociceptivo)., y a la porción más superficial del
núcleo en cabeza de Waldeyer (tacto protopático ó grosero).-
4).- Lámina IV Corresponde a la porción más profunda del núcleo en cabeza de Waldeyer, (protopática)., y a los centros de Cajal y
Clarke, (tono muscular de contracción sostenida y fugaz ).-
5).- Lámina V Corresponde a los centros de Cajal y Clarke, y vegetativas mioleióticas pregangliónicas ortosimpáticas
6).- Lámina VI Corresponde a los centros de Cajal y Clarke así como a neuronas mioleióticas pregangliónicas ortosimpáticas
7).- Lámina VII. Corresponde a centros de Clarke y a neuronas vegetativas mioleióticas pregangliónicas orto simpáticas de los
vasos viscerales, así como a neuronas gama intercalares .
8).- Lámina VIII Corresponde a neuronas gama y neuronas de Renshaw.
9).- Lámina IX Corresponde a los núcleos de neuronas miorrabdóticas de los dientes neuromusculares
10).- Lámina X Corresponde a la sustancia gris periependimaria

En esta lámina, se halla incluido el núcleo posteromarginal de la sistematización clásica.


Está atravesada por numerosos haces de fibras grandes y pequeñas, y en ellas existen pocas
terminaciones sinápticas de la raíz posterior. Incluye, pues, esta lámina el estrato zonal de Waldeyer.

Lámina II
Está situada en el espesor del asta posterior por delante de la precedente. Forma una banda curvada
interna y anterior. Está formada por células pequeñas, muy numerosas y apretadas, atravesadas por numerosos
fascículos de fibras grandes del cordón posterior. En ella hay también pocas terminaciones sinápticas de las fibras
radiculares dorsales.
Corresponde a la sustancia gelatinosa de Rolando, de la sistematización clásica.

Lámina III
Forma una banda por dentro de la precedente. Ocupa la zona central del cuerpo y base del asta posterior.
Únicamente en el centro de su concavidad, queda el resto de la sustancia gris de la base del asta
posterior, que según Rexed forma dos laminas más, paralelas entre sí, "IV y V". Estas cinco láminas incluyen
todos los núcleos o centros situados en el asta posterior.
Esta "lámina III" está formada por neuronas grandes y no muy numerosas, de aspecto claro,
corresponden al núcleo en cabeza de Waldeyer, especialmente a la parte más dorsal del mismo. Es rica en axones
mielínicos, y en ella se encuentran la mayoría de las sinapsis axodendríticas de las fibras radiculares dorsales que
penetran en el asta posterior.

LÁMINAS DE REXED DE LA BASE DEL ASTA POSTERIOR.

Lámina IV
Es la más ancha y suele adoptar una forma más o menos triangular, a veces, sus bordes son más o
menos difusos.
Citológicamente, presenta un aspecto heterogéneo, pues se halla formada por neuronas pequeñas y
grandes, de morfología variable. Corresponde a los dos tercios anteriores del núcleo en cabeza de Waldeyer, y en
ellas se observan, (tanto en las neuronas grandes como pequeñas), sinapsis axodendríticas y axosomáticas de las
fibras radiculares dorsales.

Lámina V
Forma una banda ancha que cruza transversalmente la sustancia gris de la base y cuello del asta
posterior. Única en la región torácica, se subdivide en el resto de la médula en una zona lateral y otra medial.
a).- La zona lateral o desflecada.
Esta atravesada por múltiples haces de fibras que le dan un aspecto reticulado (zona desflecada o
reticular de Deiters).- constituyendo el núcleo reticular de la sustancia gris medular, en el que se encuentran
neuronas grandes.

b).- La zona medial


Las neuronas son de menor tamaño, llegan hasta el límite con el cordón posterior. Está atravesada por las
fibras corticoespinales, en su camino hacia el asta anterior.
En esta lámina, se observan sinapsis de las raíces dorsales, así como de las vías descendentes
suprasegementarias.

Lámina VI
Forma también una banda ancha, que cruza transversalmente la sustancia gris por delante de la "V".
Esta última, ocupa el cuello del asta posterior. La "VII" corresponde principalmente a la base.
Se halla dividida también en dos zonas:
a).- Lateral, más grande.
b).- Medial, más pequeña, sobre todo a nivel de los engrosamientos cervicales y lumbares.
 La zona media
Se encuentra formada por neuronas pequeñas y medianas, más numerosas, por lo que presenta un
aspecto compacto.
 La zona lateral
Se halla formada por neuronas más grandes, triangulares, y estrelladas, menos numerosas, por lo que
presenta un aspecto menos compacto.
Corresponde sobre todo a neuronas de asociación medular, de las que su proceso de reverberación
integran y originan los haces del aparato elemental de la médula. Los aferentes musculares del Grupo I, terminan
sobre todo en la zona medial, origen de haces espinocerebelosos, mientras que, en la zona lateral, terminan sobre
todo fibras de las vías descendentes.

Colocar aquí LA FIGURA 29-3.


Figura 29-3 .
D-7).- Corresponde a la sección medular a nivel del mielómero séptimo dorsal. La numeración corresponde a las de las láminas de
Rexed.

LÁMINA DE REXED DEL ASTA LATERAL.

Lámina VII
Ocupa la mayor parte de la zona intermedia de la sustancia gris. En los engrosamientos lumbar y
cervical, se extienden entre las neuronas, la lámina IX del asta anterior, incluyendo de ella numerosas neuronas
motoras gamma eferentes, internupciales de asociaciones y moderadoras, o neuronas de Renshaw.
Citológicamente, aparte de las indicadas, que existen en los engrosamientos, la lámina VII posee sobre
todo neuronas de tipo mediano, lo que le da un aspecto homogéneo. En esta lámina, se incluyen los núcleos de
Clarke, y los núcleos vegetativos intermedio-medial, e intermedio lateral, del asta lateral de la sistematización
clásica.
En las neuronas de asociación de esta lámina, terminan una gran cantidad de colaterales aferentes
dorsales y vías autónomas vegetativas y motrices suprasegmentarias descendentes. Interviene con sus
reverberaciones en gran cantidad de reflejos suprasegmentarios.
Los axones de las neuronas de la lámina VII, participan en la formación de las vías ascendentes
espinocerebelosas y otros salen por la raíz anterior, como: fibras motoras gamma y fibras motoras vasculares
viscerales, vegetativas pregangliónicas ortosimpáticas .

Colocar aquí LA FIGURA 29-4.


Figura 29-4 .
L-3).- Corresponde a la sección medular a nivel del mielómero tercero lumbar. El significado de las láminas es el mismo de la región
cervical
LÁMINAS DE REXED DEL ASTA ANTERIOR.

Lámina VIII
Sus límites con la anterior son a veces difíciles de señalar. Se halla formada, bajo un punto de vista
citológico, por una mezcla heterogénea de neuronas pequeñas, medianas y ocasionalmente grandes.
Normalmente, ocupa la base del asta anterior, en el punto de unión con el asta lateral, pero en los
engrosamientos braquial y crural, debido a la invasión del asta anterior por las neuronas de la lámina VII, queda
confinada a la zona medial del asta anterior.
Comprende el núcleo o centro gris comisural, integrado por neuronas internupciales que participan en la
integración de reflejos de tipo flexor, al interponerse entre las terminaciones de la vía motriz voluntaria piramidal,
y las neuronas miorrabdóticas.
Rexed, cree que los axones de estas neuronas centrales de la lámina VII, son, en su mayoría fibras
comisurales, que cruzan a través de la comisura blanca anterior.
En esta lámina, terminan la mayoría de los haces descendentes extrapiramidales.

Lámina IX
Comprende, bajo un punto de vista citológico, las neuronas medulares de mayor tamaño, las neuronas
miorrabdóticas que forman la vía terminal común de Sherrington, para todos los impulsos que abandonan el
sistema nervioso central.
Incluye las motoneuronas alfa tónicas y alfa fásicas, de los modelos del asta anterior de la
sistematización clásica.

Lámina X
Corresponde a la sustancia gris periependimaria.

Colocar aquí LA FIGURA 29-5.


Figura 29-5
L-5).- Corresponde a la sección medular a nivel del mielómero quinto lumbar (El significado de las láminas es el mismo de la región
cervical

SINOPSIS:
Resumiendo:
Las láminas I a IV.
Incluyen los núcleos en cabeza del asta posterior
La lámina I .
Corresponde al estrato marginal de Waldeyer.
La lámina II.
Corresponde al núcleo en casquete de la sustancia gelatinosa de Rolando.
Las láminas III y IV.
Corresponde al núcleo en cabeza de Waldeyer.
Funcionalmente las laminas I a IV constituyen el área receptora primaria, para la mayoría de los
estímulos exteroceptivos, y de ellas se originan, para transmitirlos a centros superiores, las proyecciones
espinotalámicas.
Las láminas V y VI.
Constituyen una estación para los impulsos propioceptivos, y desempeñan un gran
papel en la integración de los reflejos, que exige, la regulación fina de los movimientos, estando bajo el control
de las proyecciones descendentes de la corteza sensorial y motora. Se incluyen los centros reticulares y los de
origen de los fascículos espinocerebelosos.
La lámina VII.
Presenta un doble significado funcional
Por su parte interna, se hallan los núcleos vegetativos del asta lateral.
Por su parte externa, presenta abundantes conexiones ascendentes y descendentes con
el mesencéfalo y cerebelo.
En la región torácica presenta las motoneuronas gamma e internupciales, (o de intercomunicación
neuronal en los circuitos reverberantes), y las intercalares para los reflejos propioceptivos.
La lámina VIII.
Se halla controlada por estructuras bulbares extrapiramidales y propioespinales.
Interviene en la modulación de la actividad motora gracias a las motoneuronas gamma, en ella situadas.
Comprende el núcleo o centro gris comisural, y participa, sobre todo, en la integración de los reflejos de tipo
flexor.
La lámina IX.
Dividida, por la emergencia de las fibras radiculares de la raíz anterior, representa un
área motora primaria.
Sus motoneuronas agrupadas en los acúmulos descritos de la sistematización clásica,
forman la vía terminal de Sherrington.
La lámina X.
Es la sustancia gris periependimaria.

Colocar aquí LA FIGURA 29-6.


Figura 29-6 .
S-3).- Corresponde a las sección medular a nivel del mielómero tercero sacro (El significado de las láminas es el mismo de la región
cervical .

Como hemos indicado en capítulos precedentes, todos los potenciales que intervienen en la biodinámica
neural de integración selectiva de todos los circuitos, repercuten en el sustrato psicológico, y se sienten, para
poder desarrollar los procesos eurítmicamente, pero no se conocen por realizarse en estos niveles, que
corresponden al intus.

CAPITULO 30º.
SUSTANCIA INTERCALAR SENSIBLE.
Perales-Marín, R., Soriano-Lafarga, A.,Olucha-Bordonau, F., Sanz-Smith, M.C., M., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

NÚCLEOS O CENTROS INTERCALARES DEL TACTO PROFUNDO Y DISCRIMINATIVO.

Hemos visto como la matriz ependimaria formó los núcleos o centros intercalares motores y sensibles.
A consecuencia de la formación de todos estos centros, esta matriz, en lo que respecta a la mal llamada
parte sensible, o asta posterior, es ya incapaz de producir más neuronas intercalares a nivel medular, que se
encarguen de integrar la sensibilidad de tipo discriminativo y la sensibilidad profunda, de las aponeurosis,
músculos y tendones.
Las protoneuronas encargadas de recoger estas sensibilidades, van a tener su soma en el ganglio
raquídeo de su metámero correspondiente. Este soma presenta un especial desarrollo, debido al enorme trayecto
que van a tener que recorrer las fibras, antes de encontrar el correspondiente centro intercalar o segunda neurona
que permita la oportuna integración por la sinapsis.
Es, concretamente, la matriz ependimaria yuxtabulbar, la que los lleva a originar los acúmulos de la
denominada clava, o centros intercalares de reverberación de estas sensibilidades..
Comienza en las porciones más elevadas la médula cervical, y porción inferior del rombo-encéfalo,
donde, se producen masivamente unos centros, que tienen como misión recoger, el potencial procedente de todo
el organismo, de tacto discriminativo, profundo, de aponeurosis tendones músculos y huesos.
Estas neuronas forman los centros de los cordones posteriores, o clava ya que estas fibras largas, de
estas protoneuronas discurren por los indicados cordones posteriores, situados entre ambas astas posteriores.
Colocar aquí LA FIGURA 30-1..
Figura 30-1
Visión esquemática de la somatotopía de las fibras blancas y núcleos centrales de la médula. Corte dado en la transición cervico-
dorsal .
1).- Haz fundamental de Cajal 2).- Fibras motoras piramidales cruzadas y extrapiramidales cervicales y dorsales 3).- Fibras motoras
piramidales cruzadas y extrapiramidales lumbares 4).- Fibras motoras piramidales cruzadas y extrapiramidales sacrocoxigeas 5).- Fibras
sensibles sacrocoxigeas 6).- Fibras sensibles lumbares 7).- Fibras sensibles dorsales 8).- Fibras sensibles cervicales 9).- Fibras motoras
piramidales mediales o directas 10).- Cordones posteriores 11).- Cordones laterales 12).- Cordones anteriores 13).- Núcleo en casquete de
Rolando 14).- Núcleo en cabeza Waldeyer 15).- Núcleo comisural de Cajal 16).- Núcleo en columna de Clarke 17).- Núcleos
pregangliónicos mioleióticos e idiotrópicos v, vegetativos ortosimpáticos 18).- Neuronas intercalares del asta anterior, (neuronas gama y
neuronas de Renshaw).- 19).- Dientes miorrabdóticos ó área motora primaria 20).- Sustancia intercalar periependimaria

SISTEMATIZACIÓN DE LOS CORDONES POSTERIORES. CENTRO DE GOLL. CENTRO DE


BURDACH.
Estos cordones, durante toda la médula somática, hasta el cuello, se constituyen de tal manera que, la
región correspondiente a las partes más bajas, es la que se sitúa fundamentalmente hacia la línea media.
Las siguientes fibras de las protoneuronas de las zonas corporales más superiores empujan estas fibras
hacia la línea media.
Podemos, pues, sistematizar el cordón posterior en tres haces:
1º).- El medial.
Engloba a los axones de las protoneuronas que recogen la sensibilidad del miembro inferior y
mitad distal del tronco. Forma el haz de Goll, o gracilis.
2º).- El intermedio.
Se constituye a niveles más altos. Lleva la sensibilidad correspondiente a la protoneurona de la
mitad superior del tronco y miembro superior, o haz de Burdach, o cuneatus.
3º).- El lateral.
En los niveles más altos, como es lógico, las sensibilidades de las protoneuronas del cuello se
sitúan en la parte más externa de este nuevo haz, es el haz accesorio o de Monakow.

CENTROS DE GOLL, O GRACILIS, CENTRO DE BURDACH, O CUNEATUS Y CENTRO DE VON


MONAKOW O ACCESORIO. ZONA MARGINAL DE LISAUER.
En la parte superior, estos haces hacen sinapsis, como las neuronas intercalares que ya hemos indicado.
1º).- El haz de Goll.
Hace sinapsis con el centro más interior. Constituye el centro de Goll o centro Gracilis.
2º).- El fascículo de Burdach.
Hace sinapsis con un centro sensible intermedio que es intercalar sensible que se denomina centro de
Burdach o centro cuneatus.
3º).- El fascículo de von Monakow.
Las fibras más externas del haz de Burdach, o sea, las que llevan la sensibilidad profunda o
discriminativa del cuello, hacen sinapsis con un centro más externo, también de sustancia intercalar sensible, que
se denomina centro de Monakow o centro accesorio.
Estos tres centros, se encuentran en los limites entre el romboencéfalo y médula, y constituyen la clava o
maza.
El perfil posterior e interno de las astas posteriores está acribillado por la penetración de los diversos
axones de las distintas protoneuronas, en su camino hacia los centros intercalares. Constituyen la zona marginal
de Lisauer.

Colocar aquí LA FIGURA 30-2..


Figura 30-2.
Visión esquemática de la sistematización medular a nivel medio dorsal.
1).- Ganglio raquídeo. 2).- Neuronas intercalares sensibles del asta posterior. 3).- Neuronas intercalares vegetativas del asta lateral 4).-
Asta anterior. Sinapsis de las neuronas intercalares en la neuronas miorrabdóticas. 5). Neuronas miorrabdóticas. 6).- Haz fundamental de
Cajal. 7).- .Haz restante. 8).- Haz pirámido espinal lateral. 9).- Haz rubro-espinal. 10).- Haz telencefálico ventral. 11).- Haz vestíbulo-
espinal medial. 12).- Haz pirámido-espinal medial. 13).- Haz tecto-espinal. 14).- Haz espino-talámico anterior. 15).- Haz vestíbulo-
espinal. 16).- Haz espino-talámico lateral. 17).- Haz espino-cerebeloso ventral. 18).- Haz espino-cerebeloso dorsal. 19).- Haz de Goll.
20). Haz de Burdach. 21).- Núcleo en casquete de Rolando. 22).- Núcleo en cabeza de Waldeyer. 23).- Núcleo de Clarke. 24).- Núcleo de
Cajal. 25).- Núcleos del asta lateral. 26). Porción de deuteroneuronas del asta anterior. 27).- Porción de neuronas miorrabdóticas del asta
anterior.28).- Porción dorsal del haz fundamental de Cajal. 29).- Substancia periependimaria.
SENSIBILIDAD DE LOS VASOS. CENTRO DESFLECADO DE DEITERS. CENTRO
VISCEROCEPTIVO.
Queda por considerar una sensibilidad nociceptiva, relativa a los vasos viscerales.
Estos elementos nociceptivos tienen su correspondiente protoneurona idiotrópica sensible en el ganglio.
La sustancia intercalar sensible se va a encontrar, para este tipo de fibras, a todo lo largo de la médula y
producen un centro desflecado que, en su mayor parte, procede de la porción de lámina alar próxima al surco de
Monro; e incluso de este mismo, después de haber dado las oportunas neuronas intercalares mioleióticas
pregangliónicas del asta lateral, para los reflejos vasculares vegetativos.
Una vez realizada la sinapsis, las fibras de este centro visceroceptivo, forman reflejos vegetativos y
además ascienden a centros superiores, bien periependimarios, o bien formando un rastro irregular que ocupa
toda la porción central de la médula llegando hasta el haz nociceptivo espinotalámico lateral.
El dispositivo nociceptivo de la piel y del vaso segmentario, coinciden en una misma neurona y, en
consecuencia, una excitación de la piel o una excitación vascular corren por la dendrita, que es común para los
dos, hacia la protoneurona.

REFLEJO AXÓNICO. ZONAS DE HEAD.


Si la excitación es muy grande, puede, una parte, seguir un camino automático por las dicotomizaciones.
El potencial sale, por ejemplo, del vaso constreñido, y va hacia la neurona, otra parte de él, siguiendo un
sentido contrario, marcha hasta las redes del cuerpo mucoso de Malpighio, produciendo una sensación dolorosa
en la piel. Esto es lo que constituye el reflejo axónico.
Esta explicación clásica, es completamente teórica y antifisiológica ya que no cumple la ley de la
polarización específica de Cajal.
La correcta explicación objetiva, del mal llamado reflejo axónico, se basa en el hecho anatómico de que,
una neurona nociceptiva perivascular visceral, además de formar el reflejo con las vegetativas correspondientes,
emite también colaterales para integrarse con neuronas del casquete de Rolando para integrar la vía nociceptiva
visceral espinotalámica.
Cuando el potencial nociceptivo es de gran potencia, no solo se descarga por estos dos caminos, sino
que, por las dicotomizaciones axónicas, establece conexiones con las neuronas de integración nociceptiva del
metámero correspondiente del esquema corporal, activándolas y refiriéndose, entonces, el dolor, no solo a la
víscera, sino invadiendo las zonas del metámero de la región correspondiente del esquema corporal constituyendo
el dolor referido, corporal; son, las llamadas zonas de Head.

Colocar aquí LA FIGURA 30-3.


Figura 30-3.
Visión esquemática de un corte medular a nivel medio cervical.
1).- Haz fundamental de Cajal. 2).- Haz restante. 3).- Haz pirámido-espinal cruzado. 4).- Haz rubro-espinal. 5).- Haz telencefálico ventral.
6).- Haz vestíbulo-espinal. 7).- Haz piramidal medial. 8).- Haz Tecto-espinal. 9).- Haz espino-talámico anterior. 10).- Haz vestíbulo
espinal. 11).- Haz espino-talámico lateral. 12).- Haz espino cerebeloso ventral. 13) .- Haz espino-cerebeloso dorsal. 14).- Haz de Goll.
15).- Haz de Burdach. 16).- Haz de von Monakow. 17).- Capa zonal. 18).- Zona marginal de Lissauer. 19.- Porción dorsal del haz
fundamental de Cajal.

DOLORES LANCINANTES. MIEMBRO FANTASMA.


Otro detalle interesante, es el mecanismo de producción de los llamados dolores lancinantes de la sífilis,
en el caso de la variedad tabética de esta enfermedad, no olvidemos que la sífilis es una enfermedad de vasos, que
cursa, entre otros, con síntomas nerviosos.
Si los vasos que irrigan a la protoneurona de sensibilidad profunda, (ya que, dado su tamaño, necesita
vasos propios de irrigación), degeneran, la neurona no se nutre y muere, y el enfermo pierde la sensación de tacto
profundo.
Sin embargo, en una extremidad, por ejemplo, en la pierna, (de la cual el enfermo ha perdido la
sensación de existencia actual), siente unos dolores extraordinariamente fuertes debido a que, en realidad, se está
captando el dolor en las redes que rodean a los vasos porque, durante toda la vida, estuvieron integrados, en el
telencéfalo los dos potenciales por su íntima conexión topográfica del esquema corporal. Al fallar la
protoneurona de tacto profundo, el dolor nociceptivo vascular de sus vasos se refiere, al cliché topográfico de
cuando estaban juntos.
Este es el mismo caso que explica los dolores del llamado miembro fantasma o sea que, un miembro
amputado, parece doler y sentirse aunque ya no exista.
CAPITULO 31º.
SISTEMATIZACIÓN MOTORA, PLANIFICACIÓN GLOBAL DE LA MEDULA.
Peris-Sanchis, R., Ferrando-Galiana, M.L.,Signes-Costa, J., ., Sarti-Martinez, M.A., Smith-Ferres, V.C., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

RESPUESTA MOTORA.
Una parte del potencial medular después de realizar reflejos e integraciones, asciende a tramos nerviosos
más elevados. Este potencial en las zonas superiores, llega ser conocido en parte, y determina una serie de
respuestas motoras, que pueden ser voluntarias, o reflejas. Los potenciales de las respuestas llegan a la médula
para exteriorizarse en los correspondientes movimientos.
Esto da lugar a una serie de haces que proceden de zonas elevadas, y descienden hasta la médula.
Estas respuestas motoras tienen que salir por los distintos niveles que le corresponden. Estas vías
efectoras, denominadas motoras, las encontramos a todo lo largo de la medula.

VÍAS DESCENDENTES.
A grandes rasgos, podemos sistematizar estas vías descendentes medulares en dos generales, según la
función y el origen que vayan a tener.
1º).- Si proceden de la voluntad, poseen su origen en las zonas de la corteza telencefálica, y forman los
haces de la voluntad que, desde antiguo, se les denomina haces piramidales, porque una gran partes de ellos
arrancan de las células giganto-piramidales de la corteza.
2º).- Los que no proceden de la esfera de la voluntad, en realidad son partes integrantes de reflejos de
gran categoría. No proceden de las células piramidales antes indicadas. Por este motivo se les denomina haces
extrapiramidales.
En la médula, unos y otros tienen determinados lugares de distribución. Se sitúan en el espacio que
queda entre la sustancia gris y los haces sensibles que hemos estudiado.

HACES PIRAMIDALES.

HAZ PIRAMIDAL MEDIAL O DIRECTO DE LOS CLÁSICOS.


La disposición de los haces voluntarios, o haces piramidales, adoptan una situación particular según se
trate de fibras encargadas de conexionarse con centro o núcleos, de musculaturas de contracción sostenida o de
musculaturas de contracción fugaz.
Las musculaturas de contracción sostenida se sitúan en los dos dientes más Internos de la médula; es
decir, en los del retrosoma y presoma.
Para que no tengan que correr un gran trecho, las fibras, descienden por la porción media del cordón
anterior medular, constituyen el haz piramidal medial.
El haz piramidal medial, aparte de su situación, tiene un significado funcional, puesto que este haz se
conexiona tanto a un lado como a otro.

HAZ PIRAMIDAL LATERAL O CRUZADO DE LOS CLÁSICOS.


El haz piramidal encargado de terminar en la musculatura de contracción fugaz se sitúa lateralmente,
con el fin de poder entrar más fácilmente a estos centros y núcleos. Se le conoce con el nombre de haz pirámido-
espinal lateral. Hay un detalle interesante: y es el hecho de que, cuanto más perfecto es un movimiento, las fibras
de la voluntad proceden del hemisferio del lado opuesto.
Este haz se encarga de los movimientos voluntarios más perfectos del organismo. Se cruza el haz en
bloque ,a un determinado nivel.
Este haz baja a nivel del romboencéfalo, en la porción anterior, acompañando al haz piramidal anterior.
A nivel de la frontera entre médula y mielencéfalo, las fibras que constituyen del haz pirámido-espinal
lateral, se dirigen hacia la porción lateral, pero además, en su mayor parte, se van a cruzar, pasando al lado
opuesto.
De ahí que, clásicamente, a este haz, se le denomine haz piramidal cruzado, mientras que al haz
piramidal anterior se le denomina haz piramidal directo, puesto que sus fibras no se cruzan al nivel que lo han
hecho las del haz lateral, sino que lo hacen a nivel del mielómero donde van a actuar.
El haz piramidal lateral está constituido por gran parte de fibras cruzadas, pero no todas las que lo
constituyen en la médula van a ser fibras cruzadas.
La explicación, está en el hecho, que hemos indicado anteriormente, de que, la naturaleza tiende a que
los potenciales de los movimientos más precisos, arranquen de áreas de la voluntad del hemisferio del lado
opuesto.
Los movimientos del basípodo de una extremidad, que no son movimientos muy inteligentes, están
constituidos, en parte muy pequeña, por fibras cruzadas y en mayor parte por fibras del mismo lado.
Esta proporción se invierte conforme avanzamos a lo largo de la extremidad; es decir, que el número de
fibras cruzadas del estilópodo es mayor que el del basípodo.
Esta proporción se aumenta todavía más en el momento que lleguemos al zigópodo. Siendo las fibras del
autópodo, donde ya prácticamente son, especialmente cruzadas, es decir, del otro lado. Recordemos la inducción
génica de cada uno de los segmentos de los miembros, que rigen la diferenciación de las crestas de Wolff
embrionarias. (ver capítulos 22, y 24).

Colocar aquí LA FIGURA 31-1.


Figura 31-1 .
Esquema de una visión estereoscópica del dispositivo medular
1).- Núcleo en casquete de Rolando 2).- Núcleo en cabeza de Waldeyer 3).Núcleo en columna de Clarke 4).- Núcleo comisural de Cajal
5).- Núcleo mioleiótico pregangliónico vegetativo .6).- Sustancia intercalar del asta anterior 7).- Dientas miorrabdóticos 8).- Haz de von
Monakow 9).- Haz de Burdach 10).- Haz de Goll 11).- Haz cornucomisural de Cajal 12).- Haz fundamental de Cajal 13).- Haz espino
cerebeloso dorsal de Fleschig 14).- Haz espino cerebeloso ventral de Gowers 15).- Haz espino talámico lateral 16).- Haz vestíbulo espinal
anterior 17).- Haz pirámido espinal lateral o cruzado 18).- Haz rubro espinal 19).- Haz telencefálico ventral 20).- Haz retículo espinal
21).- Haz vestíbulo espinal medial 22).- Haz pirámido espinal medial o directo 23).- Haz tecto espinal.

HACES EXTRAPIRAMIDALES.

HAZ RESTANTE.
Estos dos haces piramidales, no llenan todo el espacio que queda entre la sustancia gris y la sustancia
blanca. Queda una zona situada en el cordón anterolateral, que es un haz que ocupan el resto de la región y se le
llama haz restante.
La constitución de este haz, es muy compleja. Su sistematización la iremos indicando cuando los
requerimientos funcionales del estudio del sistema nervioso nos lo vayan haciendo surgir.
Este haz restante, es el encargado de conglomerar estas vías eferentes extrapiramidales, así como los
aferentes, integran la biodinámica del intus.
La disposición de los haces, tanto ascendentes como descendentes, se sistematiza dentro de la médula; de
tal forma que, tanto en lo que respecta a los haces sensibles, como a los motores, las fibras más internas, es decir,
las más próximas a la sustancia gris, son siempre las que corresponden a niveles más superiores, mientras que las
de niveles más inferiores se sitúan mas alejadas de la sustancia gris.
Aunque, el origen de este haz restante no podamos aclararlo completamente, por el momento, debemos
de exponer la razón funcional de cada uno de los sustratos anatómicos que lo integran:

1º) HAZ RETÍCULO ESPINAL.


Por un lado, consideramos los haces que se encargan de mantener los reflejos de las neuronas en un
estado de aprestamiento permanente, que constituye el haz retículo-espinal. Forma, la parte más profunda del
haz restante. Este haz retículo-espinal discurre mezclado con el haz fundamental y cornu-comisural de las
neuronas cordonales. Arrancan de todos los centros superiores de la sustancia reticular, tanto de la de Magoun o
tronco-encefálica, como de la de Brodal o diencefálica.

2º) HAZ TECTO-ESPINAL.


Periféricamente a él, el haz restante recibe el trayecto de las fibras que arrancan del mesencéfalo y, se
encargan, de producir una serie de movimientos reflejos, encaminados a un aprestamiento atencional. Por
arrancar del mesencéfalo constituirán el haz tecto-espinal.

3º) HAZ ESTÁTICO-POSTURAL.


Por último, periféricamente, se sitúa los haces que rigen la postura adoptada en la estática o en la
dinámica, constituyen el haz estático postural que arranca de esferas estático-cerebelosas.

4º) HAZ POSTURAL DEL INSTINTO O TELENCEFÁLICO VENTRAL.


Últimamente, se ha conseguido sistematizar y objetivizar el trayecto recorrido por el haz postural del
instinto.
Este haz se sitúa próximo al piramidal en los tramos más elevados. Se desliza con él, en parte a nivel de
la decusación piramidal y acompaña a los haces piramidales cruzados Este haz tiene su origen en la encrucijada
estrío-diagonal de Broca, que ya veremos.

HACES VEGETATIVOS.

HACES MOTORES VEGETATIVOS PERIEPENDIMARIOS.


Finalmente, debemos de indicar que, de centros superiores, fundamentalmente diencefálicos, arrancan
respuestas que actúan sobre las zonas vegetativas orto y parasimpáticas. Esta fibras suelen no mielinizarse y
descienden periependimariamente. Constituyen los haces extrapiramidales vegetativos, que ya conocemos de
Schutz, y Ken Kuré.

HACES DE LA AUTOMATIZACIÓN DE LOS ACTOS MOTORES. HACES EXTRAPIRAMIDALES.


Estos haces, se sistematizan de la misma manera que los haces sensibles y motores, de tal forma que, las
fibras más mediales son las correspondientes a los mielómeros más altos, mientras que las más periféricas son las
correspondientes a los mielómeros más bajos. Entre estos, pero siguiendo un una topografía periependimaria
vamos a encontrar los haces vegetativos:
a).- Ortosimpático de Schutz.
b).- Parasimpático de Ken-Kuré.
La integración del sistema nervioso, organiza unos procesos de aprendizaje en los cuales, el telencéfalo
consciente, actúa al principio por medio de las vías piramidales.
Poco a poco, la repetición de estos actos que, en su comienzo son voluntarios, van produciendo
integraciones de los potenciales, incluidas variaciones de tono muscular y de tacto profundo en la biodinámica
funcional, hasta conseguir los movimientos eurítmicos que llegan hasta el cerebelo, donde quedan impresos en
sus circuitos corticales y desencadenan desde allí una respuesta refleja, que desciende por el haz restante estático
postural, consiguiendo la automatización de todos los actos, por haces que ya no arrancan en sus trayectos de la
corteza piramidal, y son haces extrapiramidales .
En consecuencia, una vez aprendido un acto, para realizarlo basta con la orden voluntaria que pone en
marcha el circuito extrapiramidal y de esta manera, el telencéfalo puede continuar desentendiéndose de estos
actos ya sabidos y ocupándose de problemas inherentes a ampliar el conocimiento.

(Distribuir las figuras y leyendas entre el texto correspondientes al capítulo 31.)


CAPITULO 32º.
PROPEDÉUTICA DEL MOVIMIENTOS SACRO-CRANEAL Y RESPIRATORIO
PRIMARIO.
Ferrando-Galiana, M.L., Signes-Costa Miñana, J., Smith-Ferres, E., Valverde-Navarro, A.A., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

PROPEDÉUTICA DEL MOVIMIENTOS RESPIRATORIO PRIMARIO. MOTILIDAD Y MOVILIDAD.


Es fundamental el tener presente todos estos conocimientos anatómicos funcionales de la Unidad del
Individuo, y dentro de ella del sistema nervioso, sin olvidarnos de que, desde su constitución embriológica,
marcha y se desarrolla por la Potencia Prospectiva, impresa en los genes del individuo, que es aparentemente
común para la especie, pero completamente específica para cada individuo después de las selectivas meiosis tras
el crossing-over.
Este individuo desarrollado, constituye una Unidad, a pesar de las partes que, de una manera artificial,
hacemos para su estudio, pero que todo es una unidad única, sobre la cual influye cada modificación que le
altere, en cualquiera de sus parámetros, no solo en los macroscópicos de su movilidad, sino en los más íntimos a
nivel de la biología molecular, como es la motilidad de los elementos, (que determinan las relaciones de las de la
integración de los principios inmediatos entre sí).- que mantienen dentro de la fascia líquida, donde se realiza esta
biodinámica molecular.
Es interesante indicar que, en el movimiento cráneo-sacral, está también la fascia del medio líquido, en
sus variantes fasciales, no solo el intra e intercelular, sino la extracelular, en la amplia expansión del licuor o
L.C.R., en donde se realiza la activación del metabolismo del Sistema Nervioso.
El movimiento cráneo-sacral, produce oscilaciones o fluctuaciones del licuor, así como tracciones
consecutivas de la fascia de tensión recíproca, de las raíces raquídeas, y de las procesos neuro-angiológicos en
general, y cordoencefálicos en particular.
Fluctuaciones que se traducen por aportes de potencial, a los centros de reverberación de toda la
substancia gris. Potenciales nunca se agotan, en los circuitos de Ranson, que al saturarse, les hacen ascender
hacia esferas superiores, que se matizan entre sí, y que van perfilando la personalidad del individuo.
En esta incorporación de potenciales, hay que distinguir varios momentos funcionales, que podemos
considerar como:

1).- Agudos.
Que es el momento en que una estimulación captada por un receptor específico, incide ene le centro
clásico de recepción de esa sensación determinada, por ejemplo, el dolor, en el centro en casquete de Rolando, o
la sensibilidad protopática, en el centro en cabeza de Waldeyer., etc., que se exterioriza bien produciendo un
reflejo simple, o una serie de reflejos secundarios, que integrándose llegan a la esfera afectiva diencefálica y a la
cognoscitiva telencefálica.

2º).- Crónicos o reverberantes.


Estos potenciales, además de comunicar su potencial a centros superiores, quedan reverberando, en las
multisinápsis de los circuitos de los clásicos centros que se les viene asignando estáticamente, la topografía
determinada como hemos indicado en el apartado precedente. Pero debemos de acabar de convencernos de que el
sistema nervioso no es estático, sino dinámico, comunicándose, interviniendo, e integrándose, sus potenciales a
través de la faceta cordonal que todas sus neuronas poseen, de tal manera que al integrarse con los circuitos
básicos de cada cual, los matizan, y al ascender e irse integrando, va dando una forma propia, particular e
inconsciente a la base de la personalidad psicológica, que constituye los cimientos de nuestra emoción,
temperamento , y carácter.
El consciente, al presentarnos esta hipótesis de comportamiento de la biodinámica neural, nos hace
considerar:

a).- Que nunca se recibe el estímulo de una sola sensación


Ya que en realidad,.son varios los potenciales que han realizado las aferencias a esa zona concreta del
sistema nervioso, al mismo tiempo. De los cuales solo se conoce al que penetra con mayor intensidad, y siempre
con la intensidad necesaria, para poder alcanzar la esfera consciente. Los no conocidos, existen, y quedan
reverberando, e integrándose entre sí, y con el que ha sido conocido, matizándolo, cuando no modificándolo,
como ocurre con el proceso educativo, que matiza y modera nuestras reacciones temperamentales.

b).- Que existen respuestas que modifican la motilidad.


Existen respuestas, ante un foco de potenciales aferentes, que de una manera refleja, pueden actuar
modificando la situación topográfica de los elementos y organelas biomoleculares, es decir, de la biodinámica de
su motilidad, que lleve a repercutir en la movilidad de las células y tejidos que integran los órganos y sistemas, lo
que acaba produciendo la aparición de los síntomas a nivel macroscópico.

SIGNIFICADO DEL MOVIMIENTO CRÁNEO-SACRAL EN LA BIODINÁMICA DEL ORGANISMO.


Al realizar el movimiento cráneo sacral, es conveniente tener presente su anatomía, así como su
biodinámica, tal como exponemos en nuestro libro “Fascias”, debiendo de considerar que tanto las fascias de
tensión recíproca, (que constituyen las meninges).- como las metaplasias de ellas, (que constituyen tanto los
huesos de la bóveda craneal, como el dispositivo angiológico que funciona al unísono). Este hecho de unidad
funcional , es el que hace confluir a la biodinámica de todas estas fascias, en las distintas variantes de la fascia
líquida.
Debemos de no olvidar que todas las facetas funcionales de estas fascias, (intracelulares, como
extracelulares), desde la aferencia de los vasos, hasta el interior de las células, y viceversa, se realiza a través de
las distintas variantes de la fascia líquida.
Vemos que tanto en la biodinámica física, como en la bioquímica, se producen en ambas potenciales
bioeléctricos, que estimulan, desde niveles mínimos, el dispositivo táctil o aferente. La naturaleza los mezcla, se
sienten, pero normalmente, no se llegan a conocer, pero producen una estimulación del parámetro psicológico,
que pudiéramos denominar agradable, característico del equilibrio de la homeostasis de Canon.
Esta íntima integración de todos los potenciales, conscientes o no, es la que se pone en marcha de en los
diferentes matices de una sintomatología, en donde el sistema afecto, aparentemente es uno, pero si se explora
detenidamente, se pueden ir descubriendo diferentes síntomas que desde un principio estan encadenados por
procesos génicos, embriológicos organogenéticos, y finalmente psicológicos, pues no es extraño que la evolución
de un proceso patológico termine con una explosión afectiva de llanto y de la evocación del momento de la
injuria.
Debemos de tener presente que desde el momento de la anfimixia, u origen de un nuevo ser humano, es
decir desde la fecundación, comienzan a generarse potenciales, inherentes a su motilidad y movilidad, ya que
movimiento es vida.
Como ya hemos indicado, motilidad en el sentir de Kern, como ya expusimos, motilidad es :
...”La respiración interna de las estructuras entere sí a nivel molecular”...
siguiendo las órdenes de la Potencia Teleológica impresa por el Creador en la naturaleza de sus genes, (llamada
por Sutherland, Aliento de la vida).- que es la que influye para liberar de la histonas a los genes, y que estos al
quedar desreprimidos, comiencen su labor de síntesis de proteínas, específicas, en el lugar y momento oportuno.
Todas estas reacciones bioquímicas, producen diferencias de potencial, que generan movilizaciones en
principio, de la fascia líquida intracelular, que acaban comunicándose a los líquidos o fascia extracelular, a través
de los potenciales de membrana, que hacen que esta fascia comience a generar una leve diferencia de potencial,
que se va a transmitir, primero de unas células a otras, para después tras estimular los receptores de las neuronas,
hacerlo por el sistema nervioso.

SIGNIFICADO DE LA POTENCIA TELEOLÓGICA O ALIENTO DE LA VIDA.


Es interesante detenernos en la consideración del concepto de Potencia Teleológica, o Aliento de la
vida, que entre muchas de las formas en que se manifiestan, en Osteopatía se puede significar con el proceso del
Movimiento Respiratorio Primario, (M. R. P.).
Respetando la amplitud de significados que se le atribuyen a esta proceso, debemos de intentar apoyar
los que se sustenta, (mas que en conceptos empíricos, como hasta ahora se ha venido haciendo, como el Neuma de
Galeno, etc. ), en motivos lo más objetivos posibles, en los cuales se apoyan en el momento presente la cinética
del cosmos.
Para ello, consideramos que el centro de esta evolución, (en el momento presente), arranca de concepto
de la Energía, o primera objetivización del Creador.
Esta energía como tal, no es estática, sino dinámica y mutable, como lo demuestra la ecuación de
Einstein, que se expresa en:
E = M. C2
En donde
E = Energía.
M = Materia.
C2 = Velocidad de la luz al cuadrado, (que es una constante).
Lo cual nos indica que, de los dos miembros de esta igualdad, E y M, se encuentran fuertemente
relacionados entre sí, y que la variación de uno de ellos, supone la modificación del otro, ya que C, o velocidad
de la luz permanece constante.
Dejando aparte todo el proceso evolutivo, que acabó generando lo que pudiéramos denominar universo,
llegamos hasta el momento en que esta ecuación, combinando elementos químicos entre sí, acaba sintetizando la
molécula base del substrato de la vida, en la consecución del aminoácido. (Se ha denominado a la química
biológica química del carbono, pero en lo que respecta a la esencia de la vida quizás debería de llamarse química
del nitrógeno).
La energía desde el origen de su creación, le imprime una biodinámica que constituye la Potencia
teleológica, es decir la serie de modificaciones evolutivas dirigidas a un fin, bien en el campo inanimado, como en
el campo biológico.
En lo que respecta al campo biológico, esta energía, imbuida de la intención finalista, (que le imprime la
citad potencia prospectiva o teleológica, o aliento vital, como ya indicamos), es extraordinariamente polifacética,
ya que es similar, pero, diferente , para cada una de las especies, y dentro de cada especie actúa sobre los genes,
para que, (realizada la reducción cromática de la meiosis, se realice un crossing over), de tal manera que tras la
fecundación, todos los seres , sean iguales pero radicalmente diferentes e irrepetibles.
Como indicábamos mas arriba, y apoyándonos en el sentir de Kern, desde el momento de la
concepción, comienza la motilidad, propia de su biología molecular, que genera diferencias de potencial, que
acaba cristalizando en la movilidad, que la citada motilidad de las organelas nucleares y citoplasmáticas, genera
en la movilidad que la biodinámica que células y tejidos de las diferentes fascias, se traduce en los movimientos
macroscópicos inherentes a la vida.

SIGNIFICADO DEL FLUIDO CEREBRO-ESPINAL.


Como ya hemos expresado, la totipotencia o aliento vital de Sutherland, realiza la desrepresión de los
diferentes genes, con arreglo al programa propio y particular de cada especie e individuo, y comienza la síntesis
proteica, y la diferenciación celular que da lugar al desarrollo embrionario.
Es, en la especie humana a los 18 días postfecundación, (correspondiente al comienzo del Horizonte VIII
de Streeter), cuando el embrión, (que hasta el momento se ha estado nutriendo por imbibición ), cuando comienza
agrupar células primitivas mesenquimatosas, que constituyen los islotes de Wolff y Pander, que se transforman en
los primitivos vestigios vasculares, que acabarán formando el primer esbozo del aparato circulatorio
La confluencia de estos diferentes islotes de Wolff y Pander, dan lugar a la aparición de los vasos,
originando un sistema canalicular, que invade todas las zonas, tanto las embrionarias como las extraembrionarias.
Hacia finales del día 19, postanfimixia, en una fase muy precoz del desarrollo embrionario,
verdaderamente presomítico, (final del Horizonte VIII de Streeter), aparece en el dorso del embrión, el esbozo del
Nudo de Hensen, y la línea primitiva, (primordio de la diferenciación del sistema nervioso).
En estos períodos, en que no se han diferenciado aún el primitivo tubo cardíaco, ni ha empezado a
experimentar los fenómenos de contracción, (que proporcionarán un sentido a la corriente sanguínea en su
interior).- la sangre circula dentro de ellos por simple fenómeno de difusión.
Es inmediatamente después, en el embrión de 20 días postfecundación, (Horizonte IX de Streeter),
cuando se va a experimentar una serie de cambios morfogenéticos, en la zona más ventral del mesodermo
vascular, que lo diferenciarán originando el mesodermo cardiogénico, que da lugar al corazón.
Concomitante con este fenómeno, comienza a producirse la diferenciación de los somitas, sin llegar a
formarse el cierre de los neuróporos del tubo neural, por lo cual es el líquido amniótico, en estos momentos, el
que ocupa el surco neural.

APARICIÓN DEL LIQUIDO CEREBRO-ESPINAL. PLEXOS COROIDEOS.


Posteriormente, cuando el embrión alcanza el Horizonte XIII de Streeter, es decir a los 28 días
postanfimixia, (y terminado el período somítico, con la formación de los somitas sacros y coxígeos), es en este
momento, en el que se cierran los neuróporos , y el líquido amniótico que ocupaba el canal neural, (ahora
transformado en conducto neural o ependimario), va a ser sustituido por el llamado fluido cerebro espinal de
Sutherland, o clásicamente líquido céfalo-raquídeo.
La formación de este liquor, se produce, como todo proceso circulatorio, a partir de los capilares arterio-
venosos, denominados plexos coroideos, que poseen una biodinámica especial.

CARACTERÍSTICA DE LA FILTRACIÓN DEL LICUOR EN LOS PLEXOS COROIDEOS.


BARRERA HEMATO-ENCEFÁLICA. FLUCTUACIONES O MAREAS.
Los procesos biodinámicos del sistema nervioso, presentan una característica especial, y es, que no
pueden realizarse directamente, sino que necesitan sufrir un control o filtración selectiva, a través de las células
endoteliales vasculares y de la glía , que verifican la selección de materiales, y en consecuencia realiza y controla
la velocidad de filtración, constituyendo la denominada barrera hemato-encefálica.
Este enlentecimiento, en el filtraje del licuor, es el culpable de que el ritmo de circulación del licuor sea
inferior al ritmo cardíaco, y de que la filtración fluctúe dando lugar a la energía de fluctuación.
Por otra parte, el que existan distintos tipos de fluctuaciones, está en relación, con el momento funcional
de la Unidad del individuo, ya que el ritmo cardíaco, varía si estamos en reposo, en calma , o realizando un
movimiento o un trabajo, (como un proceso de digestión, respiración etc.).
Estos momentos funcionales cardio-respiratorios, influyen sobre el ritmo del filtraje, a nivel de la
barrera hematoencefálica, y dan lugar a las llamadas mareas por Sutherland, que con una concentrada anatomía
palpatoria , nos permite distinguir los distintos tipos de movimientos rítmicos involuntarios, que denomina
mareas, y se expresan como una inhalación, o rotación externa, y una exhalación , o rotación interna.
La denominada marea larga, es el despliegue inicial y el más sutil, y se suele realizar en ritmos cíclicos
de cada 100 segundos.
La denominada marea media, es el segundo despliegue, y se expresa en ciclos de inhalación y
exhalación de unos 2´5, ciclos por minuto.

CAUCES DEL LIQUOR.


Este líquido céfalo-raquídeo, como hemos indicado, se produce por la filtración selectiva , a través de la
barrera hemato-encefálica, a partir de los plexos coroideos, osea dentro del tubo neural.
Estos plexos coroideos, se agrupan en varios lugares de este conducto ependimario, (ver para su estudio
detallado, nuestro libro, Manual de Neurología y Neuropsicología básica y aplicativa.), y fundamentalmente en
las zonas de dilatación del mismo, denominados ventrículos, que podemos sistematizar en:

1º).- El cuarto ventrículo.


Es la vesícula ventricular mas caudal y se le denomina IV ventrículo. Se aloja cranealmente al conducto
ependimario medular, en la cara dorsal de la vesícula rombo-encefálica, (que interesa el mielencéfalo y el
metencéfalo). Su plexo coroideo, constituye el área postrema con la capacidad de filtración selectiva de todos
ellos y con capacidad neuroendocrina. Se apelotona lateralmente constituyendo la denominada cisterna del
cuerno de la abundancia.

2º).- El tercer ventrículo.


Es, el formado en la vesícula diencefálica, es más craneal a la anterior. Los plexos coroideos, penetran
por el techo del diencéfalo y recorren toda esta dilatación del conducto ependimario, denominada III ventrículo,
hasta los agujeros de Monro. Los plexos coroideos presentan un extraordinario desarrollo y, en simbiosis con su
epéndimo, constituyen los órganos circunventriculares de, (junto con las características funcionales generales),
marcada actividad neuroendocrina
En este III ventrículo, en su centro se encuentra la comisura gris, que para Kern, jugaría un
papel importante en la circulación del licuor con efectos de rotación alrededor de ella.

3º).- Los ventrículos primero y segundo.


Estos ventrículos se encuentran formando la luz de las vesículas telencefálicas, y acceden a ellas a través
de los agujeros de Monro, que se encuentran a ambos lados de la porción anterior del III ventrículo.
Los plexos coroideos, arrancan como continuación de los órganos circunventriculares, y como es lógico
penetran a través de los agujeros de Monro, y se distribuyen por cada uno de los ventrículos, limitando con su luz
y ocupando las tres prolongaciones o cuernos de cada ventrículo, la frontal, la occipital, y la temporal, que
contacta con allocortex ammónico y la porción mas antigua del cerebro límbico o hipocampo.

SINOPSIS.
La filtración del líquido cefalorraquídeo, como hemos indicado, se produce a través del endotelio de los
plexos coroideos, y de la glía, y es una filtración selectiva, por la barrera hematoencefálica, que llena el conducto
ependimario, que podemos sistematizar en :
1º).- Conducto ependimario medular.
2º).- Cuarto ventrículo.
3º).- Acueducto de Silvio.
4º).- Tercer ventrículo.
5º).- Ventrículos laterales o telencefálicos.

ORGANIZACIÓN ANATÓMICA DE LA PARED EPENDIMARIA. NEUROPILO.


La pared ependimaria, (que en un principio fue la matriz del sistema nervioso), fue modificando su
morfología , en razón de sus diferencias funcionales, ya que como define la Profa. Ferres-Torres, ,
...” forma y función no son nada más que dos ángulos de visión de una misma realidad anatómica“...,
La Naturaleza ha ido distribuyendo los elementos anatómicos con el fin de utilizar todo tipo de
potencial, bien de origen químico o físico, que se produzca, y así, aparecen modificaciones en los ependimocitos,
hacia constituirse en tanicitos, cuando hay que especializarlos en funciones neuroendocrinas.
O se produce la invasión de estos ependimocitos por las neuronas de Fujita, que introducen sus gémulas
dendríticas en el interior del líquido céfalo-raquídeo, constituyéndose, en neuronas contactantes, (para recibir
información neuroendocrina).- e incluso realizan sinápsis en el interior de ese liquor, con terminaciones
telodendrónicas que emergen de las paredes neurales, (ver capítulo 15 de nuestro libro de Fascias), donde se
constituyen e integran en el neuropilo, que podemos definir, como:
...”El espacio nervioso, que engloba la fascia nerviosa y la fascia líquida intercelular, situada
internamente a la piamadre , infiltrándose en el conglomerado de neuronas, células gliales, y fibras nerviosas”...
Como ya indicábamos, (en la citada publicación de Fascias), el motivo por el cual existe esta
disposición morfológica se debe a:

1º).- Evitar injurias físicas.


La Potencia teleológica debe de evitar la indefensión ante cualquier injuria, tanto física, como química,
que, desde el torrente circulatorio, pueda alterar el equilibrio necesario, para su óptimo metabolismo.

2º).- La secreción de productos específicos.


El tubo nervioso, posee una secreción específica, para cada tramo del continente del licuor, que muestra
variaciones en cantidad y calidad de sus componentes, en relación con la función que tiene que realizar.
Variaciones que, aparentemente no son importantes, pero que marcan diferencias desde 100 mg, de
proteínas, a nivel de los ventrículos laterales, hasta 340 en la región lumbar, o, las variaciones de la glucosa, de
630 mg. / l. a los 550 mg. / l, en las mismas regiones.
Por otra parte, las modificaciones que hemos indicado, han permitido diferenciarlas y sistematizarlas
según Didendorf, en:

a).- Kielstreifen.
O tiras celulares en quilla de Weigert, llamadas así por su disposición longitudinal, que aparecen ya
desde los Horizontes XIII al XXI de Streeter, que para Hochsteter y Boy, poseen función fagocítica en el adulto.
b).- Las células columnares.
De misión de soporte.
c).- Los tanicitos.
O columnares neuroendocrinos, de una sola prolongación.
d).- Los astrositos ependimarios.
De varias prolongaciones, que establecen amplias comunicaciones con el neuropilo.
e).- Neuronas contactantes.
Por lo que respecta a las neuronas contactantes, Vigh, considera que intervienen en la liberación de
secreciones hormonales que hacen que se les incluya en el denominado epéndimo de secreción. Por este motivo,
unas poseen las indicadas gémulas, o quimio-receptores, encargados de captar los distintos potenciales de
productos neuroendocrinos, y otras de poseer telodendrónes axónicos, con potencial efector, secretor o liberador
de neurotransmisores.
Estas neuronas que integran el grupo de neuronas de Fujita, suelen ser:
1º).- .Bipolares.
 - De prolongación apical dendrítica.
Que contacta con el licuor..
 -  De prolongación axonal caudal.
Que penetra en el neuropilo.
2º).- Multipolares.
Que suelen localizarse en prolongaciones apicales, que contienen organelas celulares, (como,
ribosomas o retículo ergastoplásmico rugoso, mitocondrias, aparato de Golgi, etc.).
3º).- Realizan sinápsis.
Axo-dendríticas intraventriculares.
4º).- Poseen por el polo profundo.
Una relación íntima con la red vascular, a través de la barrera hemato-encefálica.

DISTRIBUCIÓN DE LOS PLEXOS COROIDEOS.


En el III ventrículo, los plexos coroideos tienen una distribución polifacética, concrecionada en
acúmulos, que constituyen los organos vasculosos que podemos sintetizar en:
1º).- Órgano hipotálamo-hipofisario.
Que se encuentra integrado por los tres sistemas porta:
a).- Sistema de Popa.
Que se sitúa en la superficie del tallo hipofisario.
b).- Sistema de Spatz y Nowakowski.
O de asas cortas, que se sitúa en la superficie de contacto adeno-neuro-hipofisaria
c).- Sistema de Smith-Agreda.
O de asas largas, que se sitúa en la porción neural del tallo hipofisario.
2º).- Órgano vasculoso de la lámina terminal.
Formado por las redes de Hoffer, que se colocan entre el quiasma óptico y la comisura blanca anterior.
3º).- Órgano subfornical.
Formado por las redes de Mergner, situadas en los contornos del agujero de Monro, en el origen de los
ventrículos laterales.
4º).- Órgano subcomisural.
Situado en el territorio del epitálamo, debajo de la comisura blanca posterior.
5º).- Órgano para-ventricular talámico.
Situado rodeando la comisura gris.

DRENAJE DEL LIQUOR.


Una parte del liquor , se va a reabsorber por los capilares venosos de los plexos coroideos, pero la
mayor parte del lo va a realizar a través de las fascias meníngeas, con sus hoces y formaciones integrantes de su
senos cerebrales
En principio, debemos de recordar, que el licuor intraependimario que hemos descrito, es el que va a
llenar después, el espacio perineural macroscópico denominado subaracnoideo, que como sabemos se extiende
entre la piamadre, y la aracnoides visceral, que le da el aspecto de tela de araña.
Así mismo, es importante el indicar que, a ambos lados de la médula, se extiende una lámina que une la
piamadre medular con la cara interna de la aracnoides visceral, a nivel de los pedículos vertebrales. Esta lámina
solamente presenta fallas o discontinuidades, a nivel de los agujeros de conjunción, por donde salen los nervios
raquídeos, tras la confluencia de las raíces nerviosas.
Por estas discontinuidades, se le denomina ligamento dentado, pero es importante el indicar que, en los
movimientos que repercutan sobre él, sean de la índole que sean, repercuten igualmente sobre el componente
neurovascular y medular.

Drenaje del liquor al espacio subaracnoideo.


Como hemos indicado, el licuor, se origina en los diferentes plexos coroideos, y pasa al espacio
subaracnoideo, a nivel del techo del IV ventrículo, a través de los agujeros de Kurz y Elze, en la formación
superior ,donde la lámina tectoria constituye la válvula de Wieusens, y, en la mitad inferior de la lámina tectoria
por el agujero de Magendie.
Es interesante indicar aquí, que en un principio se habló del agujero de Luchska, que se encontraría a
nivel de la cisterna del cuerno de la abundancia, pero que, como el mismo Luchska tuvo la honradez de
reconocer, el agujero fue consecuencia de un error de técnica en la disección de la cisterna.,
DRENAJE DEFINITIVO DEL LICUOR.
Como fácilmente se puede deducir, el drenaje del licuor a través de los plexos coroideos es muy exiguo,
siendo la mayor cantidad reabsorbida a través de las granulaciones de Pachionni, y de lagos sanguíneos de
Trolard, bien a los senos venosos, o al díploe óseo, (ver libro de Fascias, capítulo 16), merced a varios tipos de
mecanismos, que procedemos a sintetizar:

1º).- Efectos del movimiento del cuerno de carnero, realizado por los ventrículos laterales.
2º).- Efectos de las fases de inhalación y exhalación de los ventrículos.
3º).- Efectos de atracción de la gravedad debida a la postura erecta.

Para que estos movimientos se puedan producir , ha sido necesario una disposición específica en el
desarrollo de las fascias de tensión recíproca, a nivel de su diferenciación craneal, a partir de la duragurt de
Blechschmidt, que es diferente a la diferenciación de la duramadre a nivel raquídeo.
1º).- A nivel raquídeo.
Y a partir del cambium de agujero de conjunción, se diferencia, intrarraquídeamente , en una hoja
externa , que constituye la hoja interna del periostio vertebral o endostio, independiente de la verdadera
duramadre, que se adhiere con la hoja aracnoidea parietal, para formar la paquineninge.
Entre endostio y paquimeninge , queda un espacio denominado extradural, que se encuentra ocupado
por acúmulos de fascia adiposa, que rodea a los vasos y nervios, para que no sean traumatizados en los
movimientos vertebrales., (este especio es utilizado en medicina alopática como lugar de aplicación de la
anestesia extradural).
2º).- A nivel endocraneal.
No aparece el espacio extradural, porque la duramadre y el endosito, constituyen una misma fascia tras
la metaplasia de la duragurt de Blechschmidt, cuando es invadida por el proceso de esclerotomización, que
arranca por vectores de los distintos puntos de osificación sindesmal, dejando solamente entre estos, los restos de
duragurt, (que constituyen las suturas).- que actúan como matriz de crecimiento óseo, y permiten, por su
constitución fibrosa, el desplazamiento, de los huesos en relación con su elasticidad.
Según el tipo de movimiento que vayan a realizar las suturas, estas serán dentadas o biseladas. A través
de ellas se transmitirán los movimientos, y concretamente los inherentes al desplazamiento cráneo-sacral,
consecutivo al movimiento respiratorio primario, (M.R.P.), a detectar por las manos del clínico.

TABIQUES DE DURAMADRE O MEMBRANAS DE TENSIÓN RECÍPROCA CRANEAL.


Como el proceso trata de, que unificadamente se acusen las presiones, tanto sobre el conducto
ependimario, como sobre las cisternas periféricas, entre la duramadre craneal, la masa encefálica y el dispositivo
esquelético, se distribuyen una serie de tabiques fibrosos durales o de tensión recíproca.
Arrancan del centro de la base del cráneo, o silla turca, por unas inserciones potentes que determinan los
accidentes óseos de las apófisis clinoides de cuerpo esfenoidal, y en el borde superior del peñasco, siguiendo el
seno transverso, hasta confluir con la del lado opuesto, constituyendo la tienda del cerebelo, que deja en su
porción anterior un espacio donde se aloja el mesencéfalo.
De la porción dorsal y media de esta tienda del cerebelo, crece un dispositivo fibroso buscando insertarse
el la porción media del endocráneo, abriéndose en dos en las proximidades de la sutura sagital, para dar lugar al
seno longitudinal superior. Esta lámina, que sigue por delante hasta la apófisis cristagali del paleocráneo, se va a
denominar hoz del cerebro, Por su borde inferior se adapta al cuerpo calloso, del telencéfalo, (véase libro de
Fascias, capítulo 15)
Todas estos tabiques de duramadre, constituyen una unidad morfofuncional, pero se les denomina según
su topografía en :
1º).- Hoz del cerebro.
2º).- Hoz del cerebelo.
3º).- Tienda del cerebelo.
Todas ellas, buscan una amplia inserción en el dispositivo esquelético craneal, y todas lo hacen
ampliamente por un desdoblamiento de las hojas que constituyen la luz de los senos venosos, para el drenaje del
liquor. Todo s estos senos son de sección triangular y de paredes inextensibles, para no coaptar ante la acción de
la gravedad, y poder rellenar el vacío, con el liquor absorbido de las cisternas. Las podemos sistematizar en:
a).- La hoz del cerebro.
Que se lanza desde el paleocráneo, y las duraburg metópico-sagital, hasta la eminencia occipital
interna, ocupando el espacio entre los dos hemisferios cerebrales.
Entre sus líneas de inserción en el interior de la bóveda craneal, se aloja el seno longitudinal superior.
En la curvatura menor de esta hoz del cerebro, se aloja el seno longitudinal inferior, que en su porción
mas caudal, recibe la sangre de los plexos coroideos que se concrecionan en la vena de Galeno.
b).- La tienda del cerebelo.
Que se lanza desde las apófisis clinoides anteriores y posteriores de la silla turca, (entre las cuales
forman el cavum de Meckel, en donde se aloja el ganglio de Gasser o del trigémino). Desde aquí, y buscando
inserción en la borde superior de cada lado, tiende a confluir en la línea media, y caudalmente, en la eminencia
occipital interna.
En el borde superior del dorso de la tienda del cerebelo, se inserta la hoz del cerebro. Esta inserción se
halla también dilacerada, para formar el seno recto, que lleva la sangre, de la vena de Galeno, y del seno
longitudinal inferior a la prensa de Herófilo o Tórculo, donde confluye con la del seno longitudinal superior.
Desde el borde posterior del peñasco a la prensa de Herófilo, se inserta , la porción caudal de la tienda
del cerebelo, en el occipital, formando el seno transverso que sirve de drenaje a la sangre acumulada en el
Tórculo.
Es interesante el indicar, que la inserción en el borde superior del peñasco, se halla también desdoblada
en su inserción, formando el seno petrosos superior, que es el estrecho camino de drenaje venoso de la mitad
superior cráneo-facial, de la que fue, en época primitiva embrionaria, vena capitis prima, que posteriormente
forma el seno cavernoso, al cual viene a confluir la sangre de la hipófisis, y de los órganos circunventriculares,
con toda la carga neuroendocrina que acarrean.
De este seno cavernoso, la sangre se va a drenar por los senos petrosos, de los cuales, el superior, corre,
como ya hemos dicho por el borde superior del peñasco, en el lugar donde se inserta la porción anterior de la
tienda del cerebelo.
A nivel de la confluencia del seno transverso con el petroso superior, el torrente de sangre constituye el
seno sigmoideo, que a nivel del agujero rasgado posterior, forma la vena yugular interna, al recibir la sangre del
seno petroso inferior.
c).- La hoz del cerebelo.
De la prensa de Herófilo, arranca una lámina de paquimeninge, que se sitúa entre los hemisferios
cerebelosos, proyectando su curvatura corta sobre la corteza del vermis cerebelar, se le denomina hoz del
cerebelo.

BIODINÁMICA DE LA PAQUIMENINGE EN EL MOVIMIENTO RESPIRATORIO PRIMARIO.


Como ya hemos indicado, y debido a su desarrollo, van a funcionar de manera distinta la duramadre
craneal de la vertebral.
La frontera se marca en el contorno del agujero occipital, o foramen mágnum, donde la fascia de tensión
recíproca se divide en sentido caudal en, endostio y duramadre, dejando entre medio el espacio epidural, como
ya vimos.
Según el proceso cardio-respiratorio, y por motivos que hemos indicado, el control de la barrera hemato-
encefálica, va produciendo sobre el licuor, por el principio de Pascal, la aparición de los movimientos
denominados mareas de Sutherland, que por este mismo principio de Pascal, se traducen en los movimientos
denominados fluctuaciones, los cuales se exteriorizan en las dos fases motoras del movimiento respiratorio
primario, (M.R.P.), de Sutherland, de inhalación y exhalación que se integran en cada una de ellas en:
1º).- Inhalación.
Que comprende:
a).- La inhalación, sobre el sistema nervioso central y fluidos.
b).- Flexión de estructuras de la línea media.
c).- Rotación externa, de las estructuras pares.
2º).- Exhalación.
Que comprende:
a).- La exhalación, sobre el sistema nervioso central y fluidos.
b).- Extensión, de estructuras de la línea media.
c).- Rotación interna, de las estructuras pares.
Que a nivel del cráneo, estas fluctuación, inherente al fluido cerebro-espinal, se puede captar, por el
especialista, merced a las técnicas de anatomía palpatoria, (ver libro de Fascias, capítulos 19 y 29).
REPERCUSIÓN DEL MOVIMIENTO CRÁNEO-SACRAL, SOBRE LA UNIDAD DEL ORGANISMO.
Como hemos indicado, en esta publicación, y expresamos anteriormente, (ver libro de Fascias, capítulos
19 y 20), las fascias de tensión recíproca transmiten las fluctuaciones:
1º).- Por intermedio del ligamento dentado.
a).- A las partes laterales de la médula espinal.
b).- A los elementos vasculares del espacio extradural.
2º).- Por la fluctuación inherente a los movimientos cráneo-sacrales.
a).- A las raíces y nervio raquídeos, en el trayecto que recorren desde la médula, a confundirse
en el cambium del agujero raquídeo.

b).- Al dispositivo arterio-venoso.


Facilita la circulación con su repercusión en la biodinámica neuro-endocrina, tanto medular,
como encefálica del sistema nervioso, lo que supone una mejora de la nutrición e inervación del organismo y
tendencia a conseguir la homeostasis de Canon. Lo que repercute en la activación de los circuitos de
reverberación, y conseguir así mayor dinamicidad en los procesos neurales, tanto somáticos, como viscerales y
psicológicos.
c).- Al dispositivo fascial en general.
Sabido es que las fascias de tensión recíproca, al emerger del conducto neural, (tanto craneal
como vertebral).- presentan una zona totipotente de diferenciación denominada cambium, (ver libro de Fascias,
capítulos 20 y 21), en donde esta formación experimenta toda una serie de diferenciaciones, que dentro de su
unidad, dan lugar a las variantes que integran las distintas fascia, cervico-toraco-abdomino-pélvica, con sus
variantesosteo-neuro-aponeurótico-musculares-conjuntivas-dérmicas, actuando, (sobre lo que Mitchel denominó
6º principio del M.R.P.), y derivados, con la correspondiente mejora nutritiva en su metabolismo, y en
consecuencia en su función. Lo que se traduce, en el equilibrio del parámetro psicológico.
CAPITULO 33º.
NEUROANGIOLOGÍA CORDOENCEFÁLICA.
Martinez-Soriano, F., Signes-Costa Miñana, J., Montañana-Marí, J.V., Ruiz-Torner, A., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

SIGNIFICADO DE LA ANGIOLOGÍA EN LA BIODINÁMICA NEURAL DEL MOVIMIENTO SACRO


CRANEAL.
El dispositivo circulatorio de la porción cordoencefálica embrionaria y sus derivados postnatales, como
de otras porciones del Sistema Nervioso, son de gran importancia, no solo en el campo anatomo-fisiológico, sino
en el campo patológico, y en el campo terapéutico, de los sustratos o zonas neurológicas cordo-encefálicas.
No olvidemos que dada la diferenciación de la neurona, y para poder desarrollar la función que la
naturaleza le ha asignado, ella, ha perdido la capacidad reproductora y nutritiva, que le tiene que ser ofrecida por
los oligodendrocitos, que son unas células gliales ectodérmicas, originadas en la matriz ependimaria.
Por ello, una de las zonas del organismo donde mas importancia tiene la Ley de la arteria, de Still, es en
el sistema nervioso, y no olvidemos de que la fascia nerviosa, junto con las fascias de tensión recíproca, poseen
en todos los niveles metaméricos un dispositivo circulatorio, procedente del angiómero.
Por otra parte, no debemos de olvidar que las paredes de los vasos, estan provistas de receptores de
gémulas dendríticas de las neuronas idiotrópicas, que al ser estimuladas, producen reflejos sobre las neuronas
mioleyóticas, lo que se traduce, (por la liberación de neurotransmisores en los telodendrones de ellas). en
contracciones de la musculatura perivascular.
Esto, produce dilataciones y contracciones de la musculatura vascular, es decir, aumentos o
disminuciones del flujo sanguíneo. y consecuentemente del riego, como se aprecia en la exploración `por el PET,
(o tomografía por protones), y consecuentemente de la biodinámica de los circuitos de reverberación de Ranson,
que al encontrarse activados, envían sus potenciales, hacia esferas superiores del sistema nervioso, pudiendo
llegar desde el Intus, a la esfera del Consciente.
Este proceso podría aclararnos, gran parte de los resultados que se obtienen por las maniobras de la
Terapia Cráneo-sacral, o Sacro-craneal, y la liberación Somato-Emocional, de Shutherland y Upledger, ya que
las estimulaciones, que en los movimientos se producen, originan desplazamientos de la médula, a lo largo de la
cavidad raquídea, y la correspondiente integración , de nuevos potenciales, procedentes de las estimulaciones,
táctiles, hemáticas, etc, de las maniobres terapéuticas.
Algo similar le ocurre a la masa encefálica que se desplaza en la cavidad craneal, tanto en el
plegamiento y desenrrollamiento de los ventrículos telencefálicos, como en la tracción de las raíces nerviosas y
de las fascias de tensión recíproca, o meninges, que se comunica a través del cambium, (a nivel de los agujeros
de conjunción), al resto de las fascias, que desde aquí se diferencian.
Este proceso biodinámico, motiva una variación intermitente del ritmo vascular, que podemos
comparar con una pulsación, con el significado funcional que supone el abrir al riego los prados de Schneider, de
las arteriolas y capilares del la médula, (verdaderos territorios a barbecho, tras las atrofias de ciertas arteria
metaméricas neurales), y la consiguiente dinamicidad, que imprime a la biodinámica de los circuitos de
reverberación
Por ello, y siguiendo la ley de Escolar, (ver nuestro Manual de Neurología, etc).-,vamos a detener
nuestro estudio en el desarrollo del dispositivo vascular neural.

DESARROLLO DEL DISPOSITIVOS VASCULAR.


Una de las zonas más complicadas, en lo que respecta a la vascularización, es la correspondiente a la
zona cervical y porción caudal de la extremidad cefálica. Prácticamente parece como si el patrón correspondiente
al dispositivo corporal se hubiese alterado.

Colocar aquí LA FIGURA 33-1.


Figura 33-1
Esquema de los esbozos cervico-cefálicos durante el desarrollo embrionario
1).- Primer arco aórtico 2).- Segundo arco aórtico 3).- Tercer arco aórtico 4).- Cuarto arco aórtico 5).- Quinto arco aórtica 6).- Sexto arco
aórtico 7).- Bulbo arterial 8).- Anastomosis pre-transversa, o arteria vertebral 9).- Anastomosis pos-transversa, o arteria cervical profunda
posterior 10).- Anastomosis pre-costal, o arteria cervical ascendente 11).- Arteria carótida primitiva 12).- Aorta descendente
Esta alteración, posee dos causas íntimamente unidas, que están en relación con el proceso organizador
de estas dos porciones que son:
1º).- Por un lado con la placa procordal.
2º).- Por otro lado con el organizador notocordal.

RELACIÓN BIOGENÉTICA NEUROVASCULAR CERVICO-CEFÁLICA.


Como ya dijimos, hacia el día 19, postanfimixia, (Horizonte VIII, de Streeter),comienzan a diferenciarse
células mesenquimales, formando los islotes de Wolf y Pander, verdaderos primordios del sistema circulatorio,
que posteriormente, por la inducción génica, sufrirán unas modificaciones que acaban matizándolos en elementos
fijos, o vasos y móviles o sangre.
En la porción cefálica del mesodermo esplacno-pleural, que adopta la forma de herradura, comienza a
desarrollarse la región cardiogénica, que se continúa a ambos lados de la placa neural del disco embrionario por
dos cordones que constituyen el esbozo de la vasculogénesis.
Sobre estas formaciones , experimentalmente , en el ratón, Lenssink, demostró, que los genes de la
familia Prx-1y Prx-2, actúan sincrónicamente junto con los genes Nkx-2,3, Nkx-2,5, según Evans, sobre el
mesodermo cardiogénico y sobre el cerebro anterior, (en etapas precoces, como len la gastrulación).-
produciéndola formación de septos troncocónicos, que a través la neoformación de los arcos tercero, cuarto y
sexto, arcos aórticos, producen la fusión simultánea de las primitivas cavidades aórticas y la separación de las
cavidades ventriculares.
Un proceso similar de interrelación, se va produciendo, como indican Lints, y Mendelson, a lo largo del
desarrollo de los diferentes neurómeros de cada somita.
Datos todos estos, que nos explican, dadas estas íntimas relaciones neuro-vasculares, el efecto que sobre
la biodinámica neural, van a ejercer cualquier modificación que afecte al dispositivo vascular.

LEYES DE LA BIOGÉNESIS O RECAPITULACIÓN.


La complejidad que aparece microscópicamente se puede aclarar, recurriendo su estudio embriológico o,
por mejor decir, organogenético, tanto onto como filogenético, teniendo presente en todo momento, a la hora de
interpretar realidades morfológicas la ley de la recapitulación biodinámica o; no en el sentido que la enuncio
Haeckel en 1874, (es decir, la ontogenia repite la filogenia).- sino en el sentido actual que le dio Beer en 1954,
que la enuncia diciendo:
...”La ontogénesis repite los pasos fundamentales de las formas filogenéticas ancestrales,
especialmente cuando estos pasos son de importancia estructural y funcional para el individuo”...

ANGIO-ARQUITECTURA ENCEFÁLICA.
La angio-arquitectura encefálica, biogenéticamente , está supeditada al desarrollo de los rombómeros, y
muestra dos vías fundamentales
1º).- Por un lado, la arteria vertebral, que se encarga principalmente del cordoencéfalo.
2º).- Por otro lado, la arteria carótida interna, que se encarga fundamentalmente de irrigar los derivados
del arquencéfalo.
Tanto la una como la otra, se desarrollan muy primitivamente, concretamente, entre la segunda y tercera
semana, desde la anfimixia, (Horizontes VIII y IX de Streeter).

ARCOS BRANQUIÓGENOS VASCULARES O AÓRTICOS.


Estos arcos branquiógenos, como hemos dicho, (ver capítulo 4º), tienen gran desarrollo vascular, en los
denominados arcos aórticos, sobre todo en los animales gnatosmáticos, es decir, vertebrados con mandíbula,
que, si bien en algunas especies animales tienen persistencia, (si no todos, gran parte de ellos), en la especie
humana se van a ir atrofiando e incluso no van a tener realidad de equicronología, ya que, cuando los tres
primeros se atrofian, prácticamente el sexto no se ha esbozado; sin embargo, restos de los mismos se conservan,
para dar lugar a esa especialísima circulación Cérvico-Cefálica.

Colocar aquí LA FIGURA 33-2.


Figura 33-2
Visión esquemática del desarrollo arterial, en las proximidades del parto .
1).- Cayado aórtico 2).Tronco braquiocefálico derecho 3).- Aorta descendente 4).- Ductus aórtico 5).- Arteria pulmonar 6).- Arteria
carótida primitiva 7).- Arteria subclavia 8).- Arteria vertebral 9).- Arteria cervical ascendente 10).- Arteria cervical profunda posterior
11).- tronco arterial de las intercostales superiores
Los arcos aórticos, se forman en un principio como continuación de los tubos cardiacos, que se fusionan
emitiendo en un principio, l primer cayado o arco mandibular que por la región posterior se continuará formando
las aortas dorsales precostales.

DISPOSITIVO CAROTÍDEO PRIMITIVO.


En este momento, aunque la porción cefálica del embrión está en pleno esbozo, se constituyen, de este
arco, dos ramitas, que se dirigen a irrigar la porción cefálica. Para constituir el primer esbozo del dispositivo
carotídeo, aunque, por las razones expuestas en organogénesis, se diferencia e individualiza este sistema
carotídeo, cuando se desarrolla el tercer arco, (por lo que a este se le denomina arco carotídeo por excelencia).

ARTERIAS HIPOGLÓSICAS Y SEGMENTARIAS.


Conforme se desarrollan los arcos aórticos, se forman las correspondientes arterias inter-segmentarias. A
las más superiores se les llama arterias hipoglósicas.
Las arterias hipoglósicas y las arterias inter-segmentarias primitivas, esbozan la planificación definitiva
del adulto dando, las arterias segmentarias, de las cuales se diferenciaran las intercostales o presomáticas y las
retrosomáticas.
Por lo que respecta al cuello, la evolución organogenética es compleja, debido a la diferenciación que va
a tener, pero en esquema, la planificación va a ser la misma.

COLUMNAS ANASTOMÓTICAS CERVICALES.


Dejando el dispositivo carotídeo, vemos como, de la aorta dorsal, se constituyen las correspondientes
arterias inter-segmentarias cervicales.
Cada una de estas arterias, que en total son siete, esbozan una serie de anastomóticas, que, (por el
obstáculo que supone el desarrollo de los procesos transversos y costales).- dan lugar a tres columnas
anastomóticas, que recorren la porción cervical en sentido cráneo-caudal.
Estas columnas anastomóticas, poseen distinta denominación, en razón de su relación con los citados
procesos esqueléticos. Así encontramos:
1º).- Anastomosis pre-costal.
La anastomosis situada por delante del esbozo de los procesos costales, (que en el cuello
corresponderán a los llamados tubérculos anteriores de las apófisis transversas de las vértebras cervicales), se
denomina anastomosis pre-costal, que, tras el proceso evolutivo, da lugar al tronco tirocervicoescapular.
2º).- Anastómosis post-costal.
La anastomosis se realiza inmediatamente por detrás del proceso costal, entre éste y la apófisis
transversa. Esta anastomosis, es la anastomosis post-costal, y tras la evolución, da lugar a la arteria vertebral.
Esta arteria vertebral da, metaméricamente, las arterias espinales correspondientes para el mielencéfalo.
De las arterias espinales, la primera adquiere un gran desarrollo, de tal manera que constituirá en el
adulto la porción de arteria vertebral que rodea a las masas laterales del atlas, que intracranealmente, al
anastomosarse, forma la arteria basilar, que se encarga de regar el cordoencéfalo.
3º) Anastomosis retro-transversa.
El resto de las anastomosis, se sitúan retro-transversalmente y, tras la evolución correspondiente, da
lugar a la arteria cervical profunda posterior, que se encarga de irrigar los planos de la musculatura de la nuca.

Colocar aquí LA FIGURA 33-3.


Figura 33-3 .
Esquema del dispositivo arterial de los segmentos del cuello y tronco
1).- Anastomosis retro-transversa 2).- Anastomosis retro-costal 3).- Anastomosis pre-costal 4).Aorta 5).- Arteria segmentaria 6).- Arteria
radicular .7).- Arteria retrosomática 8).- Arteria presomática 9).- Arteria axial del miembro 10).- Arteria intestinal 11).- Arteria renal 12).-
Anastomosis pre-intestinales 13).- Riñón 14).- Anastomosis retro-intestinales

IRRIGACIÓN DELA MÉDULA ESPINAL.


ARTERIAS ESPINALES O RADICULARES.
La planificación de la irrigación de la médula, es de tipo metamérico. En el individuo postnatal, se
producen unas series de anastomosis, o una serie de desarrollos de algunas ramas, (por atrofias mayores o
menores de otras), que dan lugar a que no siempre las metaméricas adquieran total desarrollo.
Estas arterias metaméricas, se les denomina arterias espinales, por ir a la médula espinal o también
radiculares, por que acompañan a cada uno de los nervios raquídeos de cada lado.
Normalmente, algunas no se desarrollan, pero por lo menos alcanzan la médula, para formar la red
extra-medular.

ARTERIAS ESPINALES, ANTERIORES, POSTERIORES Y LATERALES.


Esta red extra-medular, está formada, como ya hemos indicado en otros capítulos, por una serie de
anastomosis, entre ramas procedentes de las radiculares del mismo metámero entre sí, con los metámeros
adyacentes, y que podemos sintetizar en las arterias espinales anteriores, espinales posteriores y laterales.
Las arterias espinales anteriores, tienen diferente desarrollo, según se trate de la región cervical o del
resto de las regiones raquídeas.

REGIONES RAQUÍDEAS..
En la región cervical, existen dos arterias, que proceden de las primeras arterias laterales o radiculares,
que constituyen la porción craneal de las arterias vertebrales, cuando tienden a confluir para constituir el tronco
basilar.
Estas arterias espinales anteriores, siguen el mismo patrón que las demás, es decir, forman anastómosis
entre sí.

TRONCO ESPINAL ANTERIOR.


En el resto de las regiones raquídeas, las arterias forman un tronco espinal anterior, constituido por la
confluencia en anastomosis por inosculación, de los elementos arteriales metaméricos. Esta arteria, ocupa
preferentemente el surco medio anterior de la médula.

TRONCO ESPINAL POSTERIOR.


Una cosa similar ocurre con las arterias espinales posteriores, que también manifiestan la especialísima
organización cervical.
Al igual que ocurría en la porción anterior, nos vamos a encontrar con dos arterias espinales posteriores
que arrancan de las arterias vertebrales.
Con el fin de cubrir todo el territorio posterior, cada una de las arterias se divide en dos ramas tienden a
ascender y descender, marginan a las raíces posteriores, y envían prolongaciones que se introducen entre los
fascículos de Goll y Burdach.
La misión de estos elementos es, la de asegurar el riego. Confluyen anastomóticamente en el surco
medio posterior. Así como, tanto las anteriores como las posteriores suelen establecer anastómosis recíprocas.
Debajo de la región cervical, el patrón de distribución sigue idéntica disposición, si bien, el flujo, lo
suministran las arterias radiculares.

Colocar aquí LA FIGURA 33-4.


Figura 33-4
Visión esquemática de la irrigación del tronco de encéfalo y cerebelo
1).- Arteria vertebral 2).- Arteria cerebelosa inferior 3).- Arteria basilar 4).- Arterias circunferenciales cortas 5).- Arteria cerebelosa media
6).- Arteria cerebelosa superior 7).- Arteria cerebral posterior 8).- Nervio motor ocular común 9).- Nervio patético 10).- Nervio trigémino
11).- Nervio motor ocular común 12).- Nervio facial 13).- Nervio glosofaríngeo 14).- Nervio hipogloso 15).- Nervio neumogástrico 16).-
Nervio espinal 17).- Arteria radicular

ARTERIAS RADICULARES LATERALES.


Unos de los elementos que mayor responsabilidad tienen, son las arterias radiculares laterales.
Nacen de las segmentarias de la aorta y, en los lugares donde no exista aorta, de los troncos vecinos, tal
es la vertebral en el cuello, y las sacras en la pelvis.
Su patrón de distribución es metamérico. El desarrollo de ellas es un tanto irregular. Suelen faltar la
octava y la novena dorsales. Zona llamada prados de Schneider.

ZONAS DE IRRIGACIÓN ESPECIAL MEDULAR.


Por regla general, la más desarrollada suele ser la décima dorsal, y en el cuello le séptima segmentaria
cervical.
Este hecho no parece ser furtivo:
1º).- Por los prados de Schneider, próximos, a los que hay que vicariar.
2º).- Al nivel de la décima dorsal, comienza a desarrollarse el engrosamiento lumbo-sacro, que da lugar
a los mielómeros encargados de la extremidad inferior.
3º).- Las arterias espinales anteriores y posteriores de las segmentarias de la región cervical, se encargan
del engrosamiento cervico-torácico que da los mielómeros del miembro superior.

TERRITORIOS DE IRRIGACIÓN INTRA MEDULAR.


Todos estos troncos forman una red perimedular, con profundas anastomosis, tanto transversales como
longitudinales, desde las cuales parten ramas para la irrigación intramedular.
La sistemática de la irrigación intramedular, es un tanto aleatoria, pero por la existencia de estas
anastomosis, se pueden considerar ciertos territorios.

Colocar aquí LA FIGURA 33-5.


Figura 33-5 .
Visión esquemática de la vascularización medular
1).- Anastomosis anterior o arteria espinal anterior 2).- Anastomosis transversa 3).- Punto de la anastomosis 4).- Arterias espinales
posteriores 5).- Anastomosis posterior o espinal posterior 6).- Arteria de la raíz anterior 7).- Arteria de la raíz posterior 8).- Arteria
radicular

A ).- Ramas de surco medular anterior.


Las ramas nacidas del surco anterior, o espinales anteriores, que prácticamente van a interesar:
1º).- Los territorios de las astas anteriores
2º).- La porción más medial del haz anterior.

B ).- Ramas laterales.


Ramos periféricos laterales, que prácticamente se encargan:
1º).- De todo el cordón anterolateral
2º).- Entre estas arterias y las ramas procedentes de la arterias espinales anteriores se produce la
irrigación de las raíces anteriores.

C ).- Ramas espinales posteriores.


Las arterias espinales posteriores marginan a ambos flancos a las raíces posteriores, y se encargan de
irrigar:
1º).- Las astas posteriores. Penetran por las raíces posteriores.
2º).- Irrigan los territorios blancos limítrofes.
3º).- La porción medial de estas formaciones vasculares, se encargan de subvenir, las necesidades del
haz de Goll.

DISPOSITIVO ANGIOLÓGICO DEL BULBO O MIELENCÉFALO.


En el dispositivo angiológico del bulbo se distinguen dos grupos:
1º).- Un grupo de situación yuxtamedular
2º).- Una porción superior que se extiende hasta el surco bulbo-protuberancial.

Porción yuxtamedular bulbar.


La dependencia arterial está en relación:
1º).- En parte, con las arterias medulares, concretamente de las espinales anteriores, que en profundidad
llegan hasta el núcleo del hipogloso.
2º).- Lateralmente, la irrigación de esta porción, corre a cargo de unas ramas procedentes de las
cerebelosas inferiores, que arrancan de las arterias vertebrales.
Sus ramas, ocupan la porción postero-lateral del bulbo.

Porción media y superior del bulbo.


La porción media-superior del bulbo, tiene un dispositivo similar aunque con diferentes variantes:
1º).- Grupo de arterias paramediales.
Está constituido por un grupo de arterias denominadas paramediales, que, arrancan del tronco basilar en
su porción caudal. Originan cinco o seis troncos que, penetran por las proximidades del agujero ciego, hienden
medialmente al bulbo, hasta llegar al IV ventrículo. No superan lateralmente a las olivas bulbares.
2º).- Grupo de arterias circunferenciales cortas.
Para irrigar la porción lateral del bulbo, se forman las arterias circunferenciales cortas, que a este nivel
están representadas por:
a).- Las arterias principales de la fosita lateral del bulbo.

Colocar aquí LA FIGURA 33-6.


Figura 33-6 .
Visión esquemática de la vascularización del mielencéfalo a nivel de la decusación piriforme
1).- Arteria espinal anterior 2).- Núcleo del hipogloso 3).- Núcleo del espinal 4).- Núcleo de Goll 5).- Núcleo de Burdach 6).- Núcleo de
Von Monakow 7).- Núcleo del trigémino 8).- Oliva bulbar 9).- Arteria cerebelosa inferior 10).- Decusación piriforme o sensible

b).- La accesoria de la fosita lateral del bulbo.


3).- Grupo de arterias circunferenciales largas.
La porción posterior del bulbo está irrigada por arterias circunferenciales largas, que, en realidad, son
rama de las arterias cerebelosas inferiores.

IRRIGACIÓN DEL METENCÉFALO O PROTUBERANCIA.


La protuberancia con su extraordinaria amplitud, tiene una planificación arterial similar a la descrita
para el bulbo.

A).- Porción medial de la protuberancia. Arterias paramediales.


1º).- En la porción medial existen las arterias paramediales, que nacen de la porción dorsal del tronco
basilar. Su trayecto, está en relación con la primitiva disposición embrionaria que adoptó el romboencefalo.
Cuando posteriormente se endereza el romboencefalo, quedan, las ramas superiores, en dirección
ascendente. En profundidad llegan hasta la porción del IV ventrículo. Ocupan la porción media hasta la calota.

B).- Porciones laterales de la protuberancia. Arterias circunferenciales cortas y largas.


La calota, esta irrigada por las arterias circunferenciales cortas. Estas arterias arrancan del tronco
basilar y penetran en la sustancia nerviosa inmediatamente por fuera del reborde piramidal. Irrigan toda la calota
protuberancial. Llegan sus estribaciones, en profundidad ,hasta los centros trigeminales.
Las arterias circunferenciales largas son las ramas de las arterias cerebelosas media y superior.
Contribuyen a irrigar la porción más externa de la calota protuberancial, fundamentalmente el pedúnculo
cerebeloso medio.

Colocar aquí LA FIGURA 33-7.


Figura 33-7
Visión esquemática de la vascularización del mielencéfalo superior .
1).- Arterias paramedianas 2).- Sustancia reticular 3).- Núcleo del hipogloso 4).- Núcleo del estato-acústico 5).- Núcleo deglutor 6).-
Núcleo del trigémino 7).- Oliva bulbar 8).- Arteria circunferencial corta 9).- Arteria circunferencial larga

IRRIGACIÓN DEL CEREBELO.


La irrigación cerebelosa, consta a cada lado de tres troncos cerebelosos que dependen del sistema
vertebral, en los tres tramos de este sistema.

A).- Arteria cerebelosa inferior.


La primera arteria o cerebelosa inferior, nace directamente de cada una de las vertebrales, antes de que
se unan, para formar la arteria o tronco basilar. Se encargan de irrigar, la cara inferior cerebelosa, es decir, la
porción correspondiente a los centros y corteza neocerebelar.
Su deficiencia, cursa, aparte de con la sintomatología bulbar lógica, con procesos atáxicos cerebelosos,
fundamentalmente en la dinámica y en los procesos automáticos de manipulación. Esta arteria establece un
círculo anastomótico, con las demás al nivel de la pirámide de Malacarne, que, como sabemos, corresponde al
vermis neocerebelar.

B).- Arteria cerebelosa media.


La arteria cerebelosa media nace a distintos niveles, casi siempre directamente del tronco basilar, (o
sea del sistema vertebral una vez que se ha fundido en un solo tronco). En su origen recuerda a una más de las
circunferenciales cortas, que hemos descrito a nivel de la protuberancia, e, incluso, durante su trayecto hacia el
cerebelo, abandona ramas que, penetran en la protuberancia.
Irrigan lo que podemos considerar como calota protuberancial, coadyuvando a las arterias
circunferenciales cortas que provienen directamente del tronco basilar.
Llegada al cerebelo, la arteria cerebelosa media, se dirige hacia la porción cerebelosa inferior y dorsal.
Su territorio se ciñe ampliamente al Neocerebelo, y confluye en la pirámide de Malacarne con el resto de las
cerebelosas.

C).- Arteria cerebelosa superior.


La arteria cerebelosa superior, se origina del sistema vertebral en su ultima porción; es decir, en la
porción más craneal del tronco basilar.
Esta porción del tronco basilar, (además de las cerebelosas superiores de las cerebrales posteriores),
establece conexiones directas con el sistema arterial de la carótida interna, merced a las arterias comunicantes
posteriores, que, por desgracia, son pauci-vicariantes para el caso de lesiones de las vertebrales o ateromas del
tronco basilar. Decimos pauci-vicariantes por el nefasto hecho de que el polígono de Willis, no es totalmente
vicariante en la especie humana.
La arteria cerebelosa superior se encarga de irrigar la porción correspondiente al paleocerebelo, tanto
en lo que respecta al vermis con su língula, cúlmen y declive, como a las vertientes.
Las arterias cerebelosas superiores, normalmente se anastomosan por inosculación, una vez que han
circuncidado el mesencéfalo. De la cara posterior de esta anastomosis arrancan ramas arteriales, de las cuales
una, (que puede ser doble), se coloca más o menos centralmente, para irrigar la corteza vermiana.
Dos ramas a cada lado, se encargan de la irrigación de las vertientes.
Al final, como las anteriores, confluyen en las proximidades de la pirámide.
Todas estas arterias, forman plexos píales, de los cuales arranca una tupida red que penetra en la cortical
cerebelosa, fundamentalmente en la capa molecular, formando círculos anastomóticos.
Las arterias tronculares generales no se suelen alojar, en los surcos corticales como ocurre con las
arterias cerebrales.
D).- Arterias de los núcleos centrales.
Tanto desde la porción anterior, como desde la confluencia anastomótica de la pirámide de Malacarne,
arrancan los vasos del núcleo dentado, o también llamados vasos de los núcleos centrales, que terminan en estos
elementos.

Colocar aquí LA FIGURA 33-8.


Figura 33-8
Visión esquemática de la distribución vascular en el metencéfalo y cerebelo
1).- Tronco basilar 2).- Arterias para mediales 3).- Sustancia reticular 4).- Núcleo del nervio motor ocular externo 5).- Núcleo del facial
6).- Núcleo del estato-acústico 7).- Núcleo del trigémino 8).- Nódulo arqui-cerebelosa 9).- Núcleo globoso del paleo cerebelo 10).-
Núcleo dento emboliforme del neo-cerebelo 11).- Corteza cerebelosa 12).- Arteria circunferencial corta 13).- Arteria circunferencial larga

E).- Irrigación del arquicerebelo.


La irrigación del arquicerebelo, procede generalmente de la cerebelosa media, a través de las arterias de
los plexos coroideos. Estas arterias, forman manojos que invaginan a la tela coroidea, dando lugar al , mal
llamado, agujero de Luschka. Hacen hernia en el IV ventrículo, descendiendo por la línea media a cada lado,
hasta llegar a las proximidades del agujero verdadero o de Magendie.
De estas arterias arrancan vasitos para los flóculos, válvulas de Tarin y nódulos.

IRRIGACIÓN DEL MESENCÉFALO


.
La circulación correspondiente el mesencéfalo o pedúnculos cerebrales procede de tres orígenes
distintos:
a).- De la cerebelosa superior
b).- De la cerebral posterior
c).- De la cerebral media o Silviana
En realidad podríamos resumirlo en:
1º).- Territorio de las vertebrales (cerebelosa superior y cerebral posterior).-
2º).- Territorio de la carótida interna, (silviana). De todas formas, la parte más importante, corre a cargo
del sistema vertebral.

A).- Arterias del sistema vertebral.


Las arterias del sistema vertebral son:
1º).- Las cerebelosas superiores
2º).- La cerebral posterior .
Estas arterias arrancan ambas del tronco basilar. Existe, entre ambas, el nervio motor ocular común,
que es la referencia topográfica para diferenciarlas.

B).- Pedículo arterial retro mamilar.


Los territorios están marcado por las agrupaciones de elementos. El territorio o columna media, depende
fundamentalmente, de la cerebral posterior, que es la rama terminal del tronco basilar.
El pedículo arterial retromamilar, que ocupa todo el espacio interpeduncular, penetra, para inerva a la
columna gris, del núcleo y centros mediales, incluyendo parte de la sustancia negra. Estas arterias equivalen a las
paramedianas que hemos estudiado en la protuberancia, y dan lugar al espacio perforado posterior.

C).- Arterias periféricas.


La porción arterial periférica, clásicamente se ha dividido en tres partes:
a).- El pie peduncular
b).- La calota peduncular
c).- El techo o tubérculos cuadrigéminos

Colocar aquí LA FIGURA 33-9.


Figura 33-9 .
Visión esquemática de la distribución del mesencéfalo
1).- Tronco basilar 2).- Arteria cerebelosa superior 3).- Arteria cerebelosa posterior 4).- Arteria coroidea 5).- Arteria cuadrigeminal 6).-
Sustancia negra 7).- Núcleo interpeduncular 8).- Núcleo ciliar de Perlia del motor ocular común .9).- Núcleo de Darskewitsch 10).-
Tubérculo cuadrigémino 11).- Núcleo rojo

1º).- El pie peduncular.


Se irriga por las arterias del pie, que son independientes para él. Arrancan tanto de la cerebelosa superior
como de la cerebral posterior. Equivalen, a las arteria circunferenciales cortas.

2º).- La calota y los tubérculos cuadrigéminos.


Están irrigados por las arterias cuadrigeminales. Suelen salir de la cerebral posterior, que puede ser
única o dividirse en dos cuadrigeminales. En estos casos, suelen ser mayores las que se encargan del tubérculo
cuadrigémino superior o anterior.
En el caso de haber dos, la superior corresponde al surco inter-cuadrigeminal, (o sea, entre los dos
tubérculos de cada lado).
La inferior, por debajo del inferior
Estas arterias al dirigirse hacia sus territorios, bordean el pie peduncular y abandonan ramas para él.
Estas arterias pueden considerarse como las circunferenciales largas, si bien las arterias coroideas se separan para
dirigirse a constituir los plexos coroideos posteriores.

D).- Arterias del sistema carotídeo.


Además de estas coroideas de la cerebral posterior o posteriores, se encuentra las arterias coroideas
anteriores, que proceden del sistema de la carótida interna. En su trayecto hacia los plexos coroideos cerebrales
abandonan algunas ramas para la calota y el pie peduncular.
CAPITULO 34º.
ANGIOLOGÍA CEREBRAL:
Smith-Ferres, V., Medina-Garrido, J.A., Peris-Sanchis, R., Cimas-García, C., Smith-Ferres, V., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

DISPOSITIVO ARTERIAL ENCEFÁLICO.

POLÍGONO DE WILLIS.
La irrigación encefálica, arranca, de la base del encéfalo. Se desarrolla a partir del proceso infundíbulo-
óptico es decir, en los límites correspondientes a porción del hipotálamo y tubérculos mamilares por detrás, y al
quiasma óptico por delante.
El polígono de Willis, como así se le denomina, constituye un heptágono vascular. Muy variable en lo
que respecta a su aspecto definitivo, ya que se debe a su desarrollo embriológico.

Dispositivo angiológico primitivo .


El dispositivo arranca de la arteria carótida primitiva, y se desarrolla en los momentos en que se
diferencia el primer arco branquiógenos.
Este primer arco, da lugar al crecimiento que acompaña al desarrollo de la vesícula encefálica, que
origina la arteria carótida interna, de la cual arranca una pequeña ramita, que se encarga de irrigar a la porción
correspondiente al desarrollo facial secundario, o arteria carótida externa,

ARTERIA CARÓTIDA INTERNA.


La arteria carótida interna, se dirige en sentido craneal dividiéndose en varias ramas:
1º).- Craneales.
Que siguen hacia la porción telencefálica.
2º).- Silvinas.
Que se alojan el lugar de plegadura de la vesícula telencefálica, al dirigirse hacia atrás, originando el
valle de Sylvio,
3º).- Occipitales.
Que se dirige hacia atrás, para irrigar ese cuerpo de matriz ependimaria que se dobla en la región
occipital
4º).- Anastomóticos
Parte de estos vasos, se orientan a buscar un puente anastomótico, con la porción correspondiente del
circuito general circulatorio.
Esta arteria carótida interna, es la que más se desarrolla en estos estadíos primitivos, y establece un
arco, desde la aorta, o bulbo arterioso primitivo, para volver a la aorta dorsal.

Colocar aquí LA FIGURA 34-1.


Figura 34-1
Visión esquemática del polígono arterial de Willis
1). Arteria vertebral. 2). Tronco basilar. 3). Arteria cerebral posterior. 4). Arteria comunicante posterior. 5). Arteria carótida interna. 6).
Arteria cerebral media o silviana. 7). Arteria cerebral anterior. 8). Arteria comunicante anterior

ARTERIA VERTEBRAL.
Es la caudal, de retorno de la arteria carótida interna embrionaria. Se continúa con las formaciones
vasculares arteriales que originan la arteria vertebral.
A lo largo del desarrollo, esta anastómosis, se utiliza para constituir el tramo más cefálico de la arteria
vertebral.
La última arteria segmentaria occipital o última arteria hipoglósica, (es la que en el adulto constituye la
vuelta o sifón de la arteria vertebral alrededor de la porción dorsal de la masa del atlas, para penetrar por el
agujero occipital), también se les llama pretemática.
TRONCO BASILAR.
El dispositivo de ambas carótidas internas establece, a lo largo del desarrollo, una comunicación
anastomótica.
Las dos arteria de retorno o ramas caudales del arco que describe la carótida, se funden en la línea
media, y dan lugar al tronco basilar.
Este tronco basilar, se sitúa en la porción correspondiente al tercio superior del bulbo,

COMUNICANTE ANTERIOR.
En la porción craneal de las carótidas internas, en donde, por un lado, la emigración del
oftalmoencéfalo, exige su riego, y la arteria carótida da la arteria oftálmica que acompaña al oftalmoencéfalo.
El crecimiento del telencéfalo, aproxima, las ramas anteriores o craneales anteriores estableciéndose
lagunas entre ellas, que originan unas anastómosis, dando lugar a la comunicante anterior.
El desarrollo caudal del telencéfalo, o polo occipital, exige mayor aporte sanguíneo, que no sigue la vía
de la arteria carótida interna, sino que se origina de la arteria subclavia.
El desarrollo de la extremidad superior, con la cresta de Wolff, actúa de tromba y exige gran cantidad de
sangre de la subclavia, que obliga a invertir el primitivo sentido de la corriente, a nivel del tronco basilar, de tal
forma que, lo que era cabo aferente o caudal, va a pasar a ser ahora cabo eferente.

CEREBRALES POSTERIORES. COMUNICANTES POSTERIORES.


El choque del chorro de la carótida y el chorro de la basilar, al encontrarse, dan lugar a que, crecimiento,
se desarrollen, de distinta forma, las porciones del arco primitivo de retorno carotídeo, de tal manera que, , la
porción yuxtabasilar, da lugar a dos arterias dicotomizadas, en "T", de grueso calibre, que forman las cerebrales
posteriores.
El tramo yuxtacarotídeo, da lugar a las comunicaciones posteriores.

CONSTITUCIÓN DEL POLÍGONO DE WILLIS.


Queda constituido este polígono por:
a).- Dos cerebrales posteriores, (ramas funcionales de la basilar).
b).- Dos cerebrales anteriores y medias, (ramas funcionales de la carótida interna).
c).- Dos comunicantes posteriores,
d).- Una comunicante anterior,

ARTERIA CEREBRAL ANTERIOR.


Arterias estriadas anteriores.
La arteria cerebral anterior, es rama de la carótida interna. Cruza por encima del quiasma óptico,
cumpliendo la misión de dar las arterias estriadas anteriores o perforantes anteriores, que se encargan de irrigar
los núcleos macrocelulares hipotalámicos, la cinta diagonal de Broca y la porción anterior del cuerpo estriado.
La arteria, se sitúa en el espacio interhemisférico. En la rodilla del cuerpo calloso, se introduce para en
el surco calloso marginal, dando ramas para el desarrollo de este polo frontal. Da:
1º).- Una rama en la porción anterior.
2º).- Como colateral, suele dar un ramo para la porción orbitaria o áreas, 12, 13 y 14, de Brodmann del
polo frontal.
3º).- La arteria anterior, se encarga de irrigar las áreas 8, 9, 10 y 11.
4º).- El ramo frontal medio, interesa a las circunvoluciones frontales ascendentes y parietales
ascendentes, o sea el lóbulo central.
5º).- Finalmente, da un ramo para el cuerpo calloso, terminando en el área 7 del isocortex.
Las ramas profundas pasan por el espacio perforado y llegan a nutrir la cabeza del núcleo caudado.

ARTERIA CEREBRAL MEDIA.


La arteria cerebral media es una continuación de la arteria carótida interna, por su situación en el valle
de Sylvio, se le denomina arteria silviana.
Se dirige lateralmente. Corre por todo el valle de Sylvio metida en la ínsula. Termina dando unos ramos
superficiales para la circunvolución del pliegue curvo, o, áreas 39 y 40. interesa también las áreas 18 y 19, así
como a todas las áreas correspondientes al lóbulo temporal en su cara externa y en su polo, es decir, desde la 21 y
22, la 38, la 41 y 42, y la porción de la 43.
Colocar aquí LA FIGURA 34-2.
Figura 34-2
Visión esquemática de la distribución de la arteria cerebral media o silviana
1). Arteria cerebral media. 2). Arteria orbito-frontal o fronto-basal 3). Arteria del surco prefrontal. 4). Arteria rolándica o del surco
central. 5). Arteria parietal anterior o del surco retrorrolándica. 6). Arteria parietal posterior. 7). Arteria del surco angular. 8). Arterias
temporales posteriores. 9). Arterias temporales anteriores

Por delante de la cisura de Rolando, la arteria irriga las circunvoluciones frontales, concretamente por las
áreas 4, 6, 44, 45 y 46, esta última área del consciente..
Las lesiones de esta arteria motivan, procesos motores de distintos tipos, así como procesos de
desviación del juicio critico, faltas de ideación, de la emisión de palabras, e incluso de reconocer los grafismos
escritos.

A).- COLATERALES DE LA ARTERIA CEREBRAL MEDIA.


Esta arteria, da varias colaterales:
1º).- Ramas del perforado anterior.
Contribuyen a suplir a las arterias estriadas anteriores de la cerebral anterior. Se distribuyen por la
cinta diagonal de Broca, el núcleo supraóptico hipofisario y dan ramas para la base de las áreas 14, 13 y 12
2º).- Ramas corticales.
Se distribuyen por la ínsula, y los labios de la Cisura de Sylvio y por la corteza, fundamentalmente las
arterias temporales anteriores que llegan al polo temporal, y al área 38.
3º).- Ramas ascendente.
a).- Ramo prefrontal, que se encargan de irrigar los territorios del área de Broca.
b).- La del surco de Rolando para el lóbulo central.
3º).- La del pliegue curvo, si bien éste, va a estar irrigado también por la rama terminal que es
la arteria temporal posterior.
4º).- Las parietal ascendente y parietal posterior.

B).- ARTERIAS PERFORANTES.


De las arterias perforantes o profundas, sale la arteria de la cisura semilunar, (expuesta cuando
considerábamos la organogénesis cerebral), que irriga las porciones grises de esta zona, dando:
1º).- Ramas para el putamen.
2º).- Para el globus pálidus.
3º).- Para el núcleo caudado, a excepción de la cabeza, (que, como sabemos, irriga por la cerebral
anterior).
4º).- La parte anterior de la cápsula interna
5º).- La rodilla de la cápsula interna
Las lesiones de esta arteria, cursan con sintomatología relativa al haz córtico-encefálico, que es el que se
encarga de venir a excitar los núcleos neuromusculares, del tronco de encéfalo.
6º).- Las ramas de la cápsula externa, y la cápsula extrema, y, en menor desarrollo para la sustancia
blanca.

ARTERIA CEREBRAL POSTERIOR.


La arteria cerebral posterior, debe su desarrollo a la inversión de la dirección de la corriente a nivel del
tronco basilar, consecutiva al desarrollo del polo occipital.

Colocar aquí LA FIGURA 34-3.


Figura 34-3 .
Visión esquemática de las arterias cerebral anterior y cerebral posterior
1). Arteria carótida interna. 2). Arteria cerebral anterior. 3). Arteria comunicante anterior. 4). Arteria orbito-frontal. 5). Arteria del polo
frontal. 6). Arteria calloso-marginal. 7). Arteria peri-callosa. 8). Arteria comunicante posterior. 9). Arteria cerebral posterior. 10). Arteria
temporal anterior. 11). Arteria cerebral posterior. 12). Arteria temporal posterior 13). Rama dorsal arterial del cuerpo calloso. 14). Arteria
calcarina. 15). Arteria parieto-occipital

A).- RAMAS CENTRALES


Esta arteria se sitúa al principio peripeduncular.
Da una serie de ramos:
1º).- Mediales,
Que se colocan por la porción más craneal del espacio perforado anterior. Constituyen los
ramos retro-mamilares.
2º).- Ramos para el pie peduncular.
E incluso para la sustancia negra, y núcleo rojo.
En la porción lateral de los pedículos, se separa, se introduce por la hendidura cerebral de Bichat y
constituye una auténtica arteria cerebral, que irriga la cara inferior del hemisferio, dando ramas que irrigan todas
las áreas basales de esta zona.

Colocar aquí LA FIGURA 34-4.


Figura 34-4
Visión esquemática de las arterias lenticulares, o arterias de la hemorragia cerebral de Charcot
. 1). Arteria carótida interna. 2). Arteria comunicante anterior. 3). Arteria cerebral anterior. 4). Arteria cerebral media o silviana. 5).
Arterias lenticulares. 6). Cápsula interna .

B).- ARTERIAS CUADRIGEMINALES. ARTERIAS COROIDEAS.


Da las arterias cuadrigeminales y las arterias coroideas posteriores, en número de dos que generan los
órganos vasculosos del III ventrículo. Los troncos de origen podemos que podemos clasificarlos como:
1º).- La posterior
2º).- La media
Buscan la porción correspondiente a la epífisis para dar una serie de plexos coroideos
diencefálicos..
3º).- Una coroidea posterior.
4º).- Una coroidea lateral,
Que sigue el borde del tálamo óptico, y conexiona con la silviana.

C).- ARTERIA TÁLAMO-GENICULAR.


Se dirige al tálamo y fundamentalmente cuerpos geniculados. Especialmente al cuerpo geniculado
interno, y pulvinar. Es la arteria tálamo-genicular.

D).- RAMAS DEL RODETE DEL CUERPO CALLOSO.


Son ramas correspondientes a la sustancia blanca del rodete del cuerpo calloso. Irrigan, la parte inferior
de este rodete.

Colocar aquí LA FIGURA 34-5.


Figura 34-5
Visión esquemática de la sistemática de distribución de la irrigación arterial en un corte cerebral vertico-frontal
C A). Territorio de la cerebral anterior. CM). Territorio superficial de la silviana o cerebral media. K). Territorio de la coroidea anterior. C
P). Territorio de la cerebral posterior

E).- RAMAS TEMPORO-OCCIPITALES Y DEL CÚNEUS.


El resto de las ramas de la arterias cerebral posterior, van a ser ramas de las circunvoluciones.
1º).- Una rama temporo-occipital.
Se encarga de irrigar la porción correspondiente a las áreas 20, 21 y 22, así como la cara inferior de las
áreas 19, 18 y 17.
Los clásicos dividen esta arteria en:
a). Ramos temporo-occipitales anteriores.
b). Ramas temporo-occipitales posteriores, en las cuales hay ramas terminales.
2º).- Arteria del cúneus.
o también arteria calcarina.
Es la arteria que penetra en la cisura calcarina. Se encarga de irrigar el área 17. Su lesión cursa con
ceguera central.

F).- ARTERIA COROIDEA ANTERIOR.


La arteria coroidea anterior, es una rama de la arteria silviana, que se busca la hendidura cerebral de
Bichat.

Colocar aquí LA FIGURA 34-6.


Figura 34-6
Visión esquemática, de la distribución arterial de la irrigación arterial en un clásico corte horizontal de Flesig
C A). Territorio de la cerebral anterior. CM). Territorio silviano superficial, de la arteria cerebral media. SP). Territorio silviano profundo,
de la arteria cerebral media. KA). Territorio de la comunicante anterior. K). Territorio de la coroidea anterior. CP). Territorio de la
cerebral posterior

Esta arteria establece contacto con las áreas allocorticales.


El gran desarrollo de estas ramas, da el aspecto clásico abollonado, que muestra la fascia dentada.
Da ramas, para el hipocampo, tanto para el amigdalino como la fascia dentada y el Amón, para el
espacio perforado posterior, (de tan comprometido funcionalismo psicológico), y da ramas también al pedúnculo,
que da, lo mismo que la descrita anteriormente, ramas de tipo cuadrigeminal.

CAPITULO 35º.
TOPOGRAFÍA MIELO-RAQUÍDEA. CUBIERTAS MEDULARES O FASCIAS DE
TENSIÓN ACTIVA.
Aparicio-Bellver, L., Broseta-Prades, M.J., Hernández-Gil de Tejada, T., Olucha-Bordonau, F., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda,V.

SISTEMATIZACIÓN MACROSCÓPICA MEDULAR.


Del primitivo tubo nervioso, convertido en el adulto en epéndimo, se originan las distintas astas, que
constituyen la sustancia gris.
Los haces sensibles y motores forman la sustancia blanca .
La cicatriz, en el adulto, forma un tabique posterior y separa los haces posteriores de cada lado.
De las astas anteriores salen fibras que llevan impulsos motores y constituyen las raíces motoras. A las
astas posteriores llegan fibras con corrientes sensibles. Estas fibras constituyen las raíces sensibles, en las cuales
existe el ganglio raquídeo o sensible.
Las raíces motoras y sensibles se unen para formar los nervios raquídeos, que son por lo tanto mixto .
Existen tantos nervios raquídeos, (en realidad, tantos pares, pues hay uno a cada lado), como metámeros. (Habrá,
pues, 8 nervios cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares, 5 sacros y 1 coxíeo).
La médula, considerada en su conjunto, se nos presenta como un cordón macizo longitudinal, en el cual
podemos considerar la salida de estas raíces, con la formación de los correspondientes nervios raquídeos. Existe
en su parte anterior una profunda fisura, que recorre de arriba a abajo toda la línea media es el surco (o fisura),
media anterior.
La parte media posterior de la médula está recorrida por un surco menos profundo que el anterior,
porque el tabique le impide profundizar: es el surco medio posterior.

SURCO COLATERAL ANTERIOR. CORDONES MEDULARES.


Si arrancamos las raíces motoras, podríamos observar que, recorriendo estos puntos de salida, existe otro
surco pequeño, que es el surco colateral anterior Igual ocurre con las raíces posteriores, que penetran y
profundizan algo la superficie de la médula, formando el surco colateral posterior.
La sustancia blanca queda dividida por los surcos mencionados, en cordones. En cada mitad de la
médula existen tres cordones:
1º).- Anterior
Comprendido entre el surco medio anterior y la salida de las raíces motoras.
2º).- Lateral
Entre la salida de las raíces motoras y la entrada de las raíces sensibles.
3º).- Posterior
Entre raíces sensibles y el tabique de la cicatriz.

CÉLULAS NERVIOSAS Y GLIALES. SIGNIFICADOS.


Las células nerviosas se especializan tanto en su función de conducir potenciales nerviosos, como en la
reverberación de estos potenciales, que aparentemente, se han olvidado de trabajar en su propio provecho, de
nutrirse.
Para resolver este problema en el sistema nervioso, se forman células que se encargan de misiones
tróficas; constituyen la glía. Parte de esta glía, se condensa para formar una membrana que se adhiere a la
superficie de la médula y forma la más interna de las membranas envolventes y protectoras; es la piamadre, otra
parte se adhiere directamente a la neurona y le aporta los nutrientes y el oxígeno, son los oligodendrocitos.

SISTEMA DE PROTECCIÓN MEDULAR.

DISPOSITIVO ESQUELÉTICO.
La médula, necesita una protección mucho más fuerte. El esqueleto que forma la columna vertebral
envía hacia atrás unos arcos, los neurales, que protegen a la médula, constituyen un conducto En el adulto, la
médula está contenida en su interior .Es el conducto raquídeo. Para que tenga movilidad, alternan, una parte
ósea, que forma las láminas con otra ligamentosa, que constituyen los ligamentos amarillos.
Por delante de la médula se encuentra el cuerpo vertebral, hacia atrás se dirigen las láminas, unidas en
su parte posterior y media, (en el punto de unión hacia atrás tenemos la apófisis espinosa).
La lámina en su punto de unión al cuerpo, que es el pedículo, tiene una profunda escotadura, sobre todo
en su borde inferior, el cual limita con la vértebra inferior un agujero de conjunción, en el cual la duramadre se
transforma en el cambium, que a su vez se diferencia en todas las fascias, (ver libro de Fascias).
Por él, sale el nervio raquídeo y casi a su mismo nivel, se encuentra el ganglio raquídeo, que aunque
está en la raíz sensible, está ya distanciado de la médula.
El tejido óseo de la vértebra está constituido por trabéculas, entre cuyas mallas se encuentra la médula
roja, la cual produce elementos sanguíneos que pasan a la circulación y, por tanto, los recogen venas, que se
encuentran muy cerca del hueso, pero en el interior del conducto raquídeo; son las venas (o plexos venosos),
intraraquídeos.

Colocar aquí LA FIGURA 35-1.


Figura 35-1 .
Visión esquemática de una sección de la región raquídea, a nivel de la primera vértebra lumbar
1).- Sección medular 2).- Espacio subaracnoideo 3).- Piamadre 4).- Aracnoides visceral 5).- Aracnoides parietal 6).- Duramadre 7).-
Espacio epidural 8).- Ligamento dentado 9).- Ligamento amarillo 10).- Ganglio raquídeo

MENINGES, O FASCIAS DE TENSIÓN RECÍPROCA.


El periostio, tanto del cuerpo vertebral como de las láminas a nivel del agujero de conjunción se
desdobla a partir del cambium en:
a).- Una lámina continua adherida al hueso y reviste las paredes del conducto raquídeo, forma el
endóstio.
b).- La otra lámina de desdoblamiento queda más céntricamente situada. Esta lámina interna, fibrosa,
constituye otra de las membranas meníngeas de la médula. Es la duramadre.

Espacio epidural.
Por tanto, entre el endóstio y la duramadre queda limitado un espacio, el espacio epidural, en donde se
encuentran la venas intrarraquídeas y en el que además existe grasa, con lo cual la protección de la médula se
asegura un almohadillado grasiento.
El espacio epidural parece dividido en dos partes, anterior y posterior, por el ligamento dentado.. A
nivel del pedículo de la vértebra vemos que ambas partes se comunican.

Ligamento dentado.
La médula, con sus raíces, queda en el interior del conducto raquídeo pero aún así existe un espacio
mayor que el volumen de la médula. Es preciso que ésta se fije a sus paredes, para lo que existe un ligamento que
une lateralmente la piamadre con la duramadre.
Es un ligamento fibroso, (que ya conocemos), inserto a todo lo largo de la médula en su parte más
lateral. Desde allí se dirige hacia fuera para tomar inserciones en la duramadre a nivel de los pedículos. Este
ligamento forma una serie de dientes, entre los cuales salen las raíces de los nervios raquídeos. Recibe el nombre
de ligamento dentado.

Líquido cefalorraquídeo . (L.C.R.). Piamadre. Aracnoides.


La médula necesita más protección, Si estuviese en el interior de una cámara hidráulica, cualquier
impacto que llegase de un determinado punto de la misma se difunde por el líquido y no lesiona directamente a la
médula. Este tubo nervioso no tiene linfáticos, y sus excretas pasan a un líquido que empapa a todo el sistema
nervioso central, (S.N.C), Es el líquido cefalorraquídeo. (L.C.R.), que se forma en los plexos coroideos.
Este líquido está inmediatamente por fuera de la piamadre.
El mesénquima primitivo, se rechaza por el líquido hacia la periferia y se concreta en otra membrana,
que en realidad tiene dos hojas, o aracnoides.
Una interna, en directo contacto con el líquido cefalorraquídeo, o aracnoides visceral .
Otra externa, o aracnoides parietal que tapiza la cara interna de la duramadre.

Leptomeninge, Paquimeninge y Espacio interaracnoideo, y subaracnoideo.


Su hoja interna o visceral queda unida a la piamadre por una serie de trabéculas fibrosas, que le dan un
aspecto de tela de araña. Esta membrana se denomina aracnoides, en la cual, como ya hemos dicho, existe una
membrana externa o parietal (la que tapiza a la dura y se funde con ella), y forma la Paquimeninge.
La hoja interna o visceral, es la Leptomeninge, o meninge blanda, junto con la piamadre.
Entre ambas aracnoides se cierra un espacio virtual, que es el espacio interaracnoideo, que permite
ciertos deslizamientos (la aracnoides es, pues, una serosa del tipo funcional de la pleura y del pericardio),
El espacio comprendido entre la hoja visceral y la piamadre (ambas con meninges blandas o
leptomeninges), en donde se encuentran las trabéculas, es el espacio subaracnoideo, el cual está ocupado por el
líquido cefalorraquídeo (L.C.R.).

Colocar aquí LA FIGURA 35-2.


Figura 35-2
Visión esquemática de la vascularización neurovertebral
1).- Aorta 2).- Arteria segmentaria 3).Arteria segmentaria vertebral 4).- Vena ázigos y hemiázigos 5).- Arteria medular 6).- Senos venosos
intrarraquídeos anteriores 7).- Senos venosos intrarraquídeos posteriores 8).- Arterias nutricias vertebrales 9).- Arterias espinales 10).-
Canal venoso intravertebral en "Y", de Robles y Smith-Agreda

TOPOGRAFÍA MIELO-RAQUÍDEA.

MEDULA EN CONJUNTO.
RELACIÓN TOPOGRÁFICA DE LA MEDULA Y EL CONTINENTE MEDULAR.
No existe el mismo desarrollo de la médula y del continente óseo, de la columna vertebral.
En el momento en que la médula termina de producir sus emigraciones neuronales, en ese mismo
instante, deja de seguir el crecimiento paralelo al dispositivo óseo.
Por ello, y debido a que el crecimiento del dispositivo óseo continúa, la médula queda corta y no ocupa
todo el continente óseo en toda su longitud.

Colocar aquí LA FIGURA 35-3.


Figura 35-3
Visión esquemática de la topografía mielorraquídea
1). Huso medular cervical 2). Huso medular lumbo-sacro 3). Cola de caballo 4). Nivel de la vértebra cervical séptima 5). Nivel de la
vértebra dorsal décima 6). Nivel de la vértebra lumbar segunda .

Desfasamiento médulo-vertebral. Filum terminale.


Este desfasamiento de crecimiento no se aprecia en la región cervical, en donde a las siete vértebras les
van a corresponder los ocho mielómeros cervicales, ya que el mielómero C1 emerge entre el cráneo y el atlas.
El desfase comienza a apreciarse en lo que respecta a la médula dorsal, lugar en el que los doce
mielómeros dorsales no ocupan nada más que el espacio de las diez primeras vértebras.
Los cinco mielómeros lumbares, los cinco sacros y el uno o dos coccígeos, no llegan a sobrepasar el
nivel de la segunda vértebra lumbar.
La médula espinal, (en lo que respecta a organizaciones nerviosas que hemos estudiado), acaba a nivel
de la segunda vértebra lumbar.
Sin embargo, queda unida al coxis con una prolongación glial y filiforme que constituye el llamado
Filum terminale.

Colocar aquí LA FIGURA 35-4.


Figura 35-4 .
Visión esquemática del ápice caudal del raquis
1). Ápice caudal medular 2). Cola de caballo 3). Filum terminale 4). Saco subdural 5). Limite inferior de la topografía mielorraquídea a
nivel de la vértebra segunda lumbar .

Cola de caballo.
Debido a que el desfase del crecimiento se realiza posteriormente a la constitución de los metámeros,
resulta que las raíces más inferiores tienen que alargarse para cubrir el trayecto que media entre el mielómero y el
metámero; de tal forma que estos elementos radiculares se inclinan tanto más, cuanto más caudal es su
localización.
Los últimos mielómeros adoptan la postura similar a las crines del apéndice caudal equino. Constituyen
la llamada cola de caballo.

Colocar aquí LA FIGURA 35-5.


Figura 35-5
Esquema de la proyección de la topografía mielorraquídea caudal .
1). 2). 3). 4). 5). Agujeros de conjunción lumbares 6). Cono medular caudal 7). Filum terminale 8). Limites del saco neural .

Desplazamiento del saco subdural. Punción lumbar.


En este desfasamiento de crecimiento entre el mesénquima y el tubo nervioso, el saco subdural, (y
concretamente dentro de él, el subaracnoideo), no se ciñe al tubo nervioso, sino al esqueleto óseo, por todo lo cual
queda una bolsa de líquido cefalorraquídeo desde la segunda lumbar hasta la segunda vértebra sacra, ocupada
no por la médula, sino por las raíces de la cola de caballo.

Colocar aquí LA FIGURA 35-6.


Figura 35-6
Visión esquemática de la situación topográfica mielo raquídea
1). Cono medular 2). Saco subdural 3). Cola de caballo 4). Filum terminale 5). Cuerpo vertebral

Esto le hace un lugar óptimo para la punción lumbar. Conviene realizarla entre la apófisis espinosa de
la tercera y cuarta vértebra lumbar. Nos permite extraer el líquido cefalorraquídeo para análisis.
CAPITULO 36º.
ACCIDENTES ANATÓMICOS DE LA COLUMNA VERTEBRAL IMPORTANTES
EN OSTEOPATÍA.
Medina-Garrido, J.A., Garrote-Gasch, J.M.,García-Moreno Díaz, G., ., Sanz-Smith, M.C., Ferres-Torres, E.,Smith-Agreda, V.,

BÓVEDAS DE LA COLUMNA.
…” Entendemos por bóvedas, los cambios de dirección que presenta espontáneamente las
curvaturas clásicas de la columna vertebral, al pasar de la disposición de una región a las adyacentes,”…
Como ya expusimos, la columna vertebral, comienza a modificar la cifosis fetal, a partir del
nacimiento expresada en la aparición de una serie de curvaturas, orientadas a integrar la consecución de los
parámetros funcionales postnatales.
Estas curvaturas en sentido antero - posterior, se denominan:
a).- Cifosis,
Las que presentan la concavidad en el plano anterior y funcionalmente, son las de menor movilidad.
b).- Lordosis.
Las que presentan la convexidad en el plano anterior, y funcionalmente son las de mayor movilidad.
Por las razones embrionarias que ya hemos indicado, (ver capítulo 7), esta columna está formada
elementos metaméricos esclerotómicos intercalados, de distinta dureza, lo que biodinámicamente la convierte
en una columna elástica, que, funcionalmente, permite aplicarle la ley del Pandeo
Entre estas curvaturas o bóvedas, existen unos puntos en donde se invierte el sentido de la
curvatura, son las inter-curvaturas clásicas.

PARTES Y PUNTOS ESPECIALES DE LA COLUMNA.


Todas estas curvaturas o bóvedas, para conseguir esa biodinámica característica, no responden de la
misma forma ante las cargas de la columna, lo cual da lugar a que se consideren partes y puntos de las
vértebras de distintas capacidades funcionales, admitiéndose, regiones o zonas de resistencia, zonas de
tensión, triángulos de resistencia, arcas, arcos y pivotes, según Hall:
a).- Región o zona de resistencia de la columna vertebral
Se extiende, desde la vértebra D5, a la vértebra L2
b).- Región o zonas de tensión.
Las sitúa este autor en las vértebras D7 y L1.
c).- Triángulos de resistencia.
Se consideran tres triángulos:
 - Triángulo superior.
Su base, es una estructura articular en relación con el borde del agujero occipital,
sobre el que se coloca la extremidad cefálica.
El ápex de su vértice, se sitúa a nivel de la D4, y de la 3ª costilla.
Funcionalmente la D4, es el punto terminal de las presiones vertebrales y de los
movimientos de la cabeza. Así mismo es el punto pivote más importante del control
cérvico-cefálico , y de la coordinación respiratoria.
 - Triángulo inferior mayor.
Su ápex, coincide con el vértice del triángulo superior, es decir con la D4 y la 3ª
costilla. Zona derecha, paravertebral, desde D1, a D 6, punto D1, periné corresponde a hígado
, V. B.
Su base se corresponde con la recta que une a las espinas del pubis, prolongada
hasta las cavidades cotiloideas.
Sus lados son móviles y elásticos.
Funcionalmente se encarga de regular la tensión abdómino-pelviana.
 - Triangulo inferior menor.
Su base se sitúa en el pubis, expresado por una recta horizontal que interesa a las
dos espinas del pubis.
Los lados del triángulo, son móviles y elásticos, y el ápex de su vértice se localiza
a nivel de la vértebra L3., que actúa como rótula funcional de la región, vértebra de la
viscero motricidad, punto pivote 0
ARCAS.
Se denomina arca a:
...”Al arco constituido por dos puntos de apoyo, distantes, pero asociados, al punto clave o
llave, que sujeta y estabiliza al conjunto”...
Normalmente se distinguen dos tipos de arcas:
a).- Las fundamentales.
Formadas por las vértebras:
 De C7 - D8.
 De D10 - Coxis.
b).- Las dobles arcas.
Son tres en total, formadas por:
 De C5 - D4.
 De D5 - L2.
 De L3 - Coxis.

ARCOS. PIVOTES
Son unas curvaturas clásicas del raquis, que se encuentran mantenidas por una cuerda funcional lo
que genera un conjunto flexible.
A los puntos osteopáticos donde giran o se realizan las maniobras funcionales de un arco se les
denomina pivotes. Que se localizan en las interzonas de determinadas vértebras, (entendiendo por interzona,
la zona, del segmento de esclerotomo que se diferencia en articulación).
Dada la carga funcional a que están sometidos,
Existen dos tipos de arcos.
a).- El anterior .
Constituido por las regiones dorsal y sacra.
b).- El posterior.
Constituido por las regiones cervical y lumbar. También se les denomina
curvaturas secundarias flexibles.
Tanto el arco anterior como el posterior, se han sistematizado en otras tres
subdivisiones, con el fin de precisar en la emisión de un diagnóstico considerando un:
 - Arco superior:
Formado desde la vértebra C1 -C4. Es lordótico.
Pivote: C5.
 -  Arco medio superior.
Formado desde la vértebra C6, D4, D8, Es cifótico.
Pivote: D9.
 - Arco medio inferior.
Pivote: L5.

PUNTOS DÉBILES
Estos puntos pivote, y debido a la gran carga biodinámica a la que están sometidos en la columna,
(tanto en la estática como en la dinámica), suelen afectarse con bastante facilidad, por lo cual se les denomina
también puntos débiles.
También se incluyen dentro de esta denominación a otros puntos, como el de la C7, debido a la
tensión a la que está sometida, dado que a este nivel cambia el sentido de las fuerzas, de la lordosis cervical a
la cifosis dorsal, lo mismo que ocurre a nivel de la L5.
Al igual que ocurre don el D4,que constituye, el ápex de los dos triángulos, y ser el cruce de los
elementos vásculo-nerviosos.
Otro punto importante corresponde a las vértebras L2, L3, y L4, consideradas como el punto de
debilidad máxima, debido a que es el punto de máxima presión, al ser la llave del arco inferior, y por la L3,
pasar el centro de gravedad de la columna. En los casos que se vea interesada la L5, se afecta también la
pelvis, dando lugar al cuadro patológico denominado pelvis en tercer grado, que cursa con síntomas
viscerales pelvianos, como incontinencia urinaria, sobre todo después del parto.
Una de las características del desequilibrio osteopático se exterioriza fundamentalmente de una
manera llamativa en las extremidades inferiores, por afección, tanto de los procesos articulares, en el sentido
de fijaciones, o bien sobre los sistemas neuromusculares del psoas iliaco o sobre los del sistema
neuromuscular del ciático mayor, (mal llamado por los anglosajones, isquio-tibiales, ya que, de los diez
músculos que integran este sistema, solamente el semitendinoso y semimembranoso, se insertan en la tibia).
Por otra parte, la pelvis, intenta compensarlo, adoptando, en el lado derecho fundamentalmente, el
dispositivo de giro A-P, del sacro, en el sentido de antes, exteriorizándose por un acortamiento patológico de
la citada extremidad derecha, en forma de acortamiento del miembro.
En este estadío, es frecuente que se afecte la L5, con lo cual el miembro se separa de la pelvis, y se
bloquea en flexión. Este hecho tiene gran importancia, porque nos permite considerar que:
“...Una lesión lumbar, es casi siempre, la exteriorización de una lesión osteopática en
compensación, de un desequilibrio de la pelvis, en todos sus integrantes”...

BIODINÁMICA SACRO-CRANEAL.
En la biodinámica osteopática del movimiento cráneo-sacral, o sacro-craneal, de Sutherland y
Upledger, Little Jhon, establece la que él denomina :

REGLA GENERAL DE LITTLE JOHN.


Que dice:
…”La L3, es el centro del movimiento visceral en la región pelviana, y responsable indirecta de la
motilidad visceral de la región. La D4, es el centro vasomotor, tanto superficial como profundo”…

LÍNEAS DE FUERZA DE HALL.


Hall considera varios tipos de líneas, que en principio podemos esquematizar en :
1º).- La línea de los cuerpos vertebrales.
2º).- La línea de las apófisis articulares, derecha e izquierda.
Los elementos que interfieren en el desarrollo d se estas líneas, se inducen recíprocamente, en la
morfología y función adoptadas.
Como es lógico, para que tenga movilidad la columna vertebral, y pueda desplazarse las líneas de la
columna vertebral, es necesario que esta no sea rígida, lo cual se consigue por proceso osteogenético, de los
pleurocentros, que confluyen con el intracentro, y así originan los cuerpos vertebrales.
En el intercentro el proceso osteogenético queda detenido en la fase de condrogénesis, o formación
de cartílago, por lo cual al tener menor índice de dureza que el hueso, tiene mayor flexibilidad y elasticidad.
Dado que como en todo cuerpo tiene que existir un eje de gravedad, que ya veremos, el
desplazamiento entre los segmentos de la vértebra, es menor entre los cuerpos, que entre los arcos neurales.
Por ello y para que exista euritmia en la movilidad de las vértebras, el proceso osteogénico determina la
diferenciación en anfiartrosis, entre los cuerpos vertebrales y diartrosis, artrodias, entre los arcos neurales.
Por las razones de variabilidad de cargas y movimiento, el desarrollo de los elementos no es
uniforme, sino que varía, en relación con ellos, pudiendo considerar que conforme se desciende en la columna
vertebral hay mayor desarrollo de:
a).- Los cuerpos vertebrales.
b).- Los discos intervertebrales.
Lo que repercute en la modificación de la clasificación articular que hemos indicado.

CENTRO DE GRAVEDAD DEL MOVIMIENTO VISCERAL. FULCRO COMÚN.


Además de las funciones de carga y movimiento, somáticos propios del raquis, hay que tener
presente que esta columna vertebral, soporta también el movimiento del bloque visceral, contenido por las
pleurapófisis que también tienen su fulcro anclado en la citada columna vertebral.
Para Littel Jhon, todos estos factores, aunque para su estudio los descompongamos en varios, tiene
un centro de gravedad o fulcro común que los unifica a todos ellos y que discurre por el cuerpo vertebral de la
vértebra L3 , el cual confluyen todas las líneas de fuerza.

Hall considera como líneas de fuerza generales,:


a).- Línea de gravedad central del cuerpo humano.
b).- Línea de gravedad antero-posterior del cuerpo humano.
c).- Línea de gravedad postero-anterior del cuerpo humano.
d).- Línea anterior del cuerpo
e).- Línea transversa púbica.
f).- Línea horizontal de los ojos.

CENTRO DE GRAVEDAD DEL CUERPO HUMANO.


Basándose en la regla general de Littel Jhon, que considera a la vértebra L3, podemos definirlo
como:
…”La vértebra L3 es el, centro del movimiento visceral de la región pelviana y al mismo tiempo del
mantenimiento del equilibrio en la estática y en la dinámica”…
Se la define, por lo tanto, a esta vértebra L3, como, el centro de gravedad de la columna, y en
consecuencia del organismo.

A).- LÍNEA DE GRAVEDAD CENTRAL DEL CUERPO HUMANO.


…”Arranca de la apófisis odontoides, pasa por el promontorio lumbo-sacro, proyectándose
lateralmente, (por desdoblamiento de ella), sobre las articulaciones, coxo-femoral, para desde aquí
descender,(siguiendo las líneas fuerza del miembro), a la rodilla, para acabar en la articulación astrágalo-
escafoidea, y concretamente sobre el ligamento triangular o calcáneo-escafoideo, centro de gravedad de
cada bóveda plantar, marcada por los tres apoyos clásicos”...

B).- LÍNEA DE GRAVEDAD ANTERO-POSTERIOR (A-P).

a).- Disposición.
…”Arranca del borde anterior del agujero occipital, (ligamento apical, y apófisis odontoides).-
Cruza los cuerpos de las 11 primeras vértebras dorsales, y la porción posterior de las vértebras, L4,, y L5,
cuerpo de la S1, para acabar en el plano que pasa por la punta del Coxis. Al nivel de las articulaciones de
las vértebras L2, L3, sufren una bifurcación hacia las articulaciones coxo-femorales.”...

b).- Significado de la línea de la gravedad anterior en la biodinámica del raquis.


 .- Como hemos indicado, el raquis, es funcionalmente, una columna elástica, articulada
entre sí, integrando en sus diversas funciones, desde las de la disposición de los elementos
constitutivos de las extremidades, a partir de las crestas de Wolff, (verdaderas matrices prospectivas
de la extremidades, tanto superiores, como inferiores), a sí como los esplacno-metámeros,
generadores, como sabemos, no solo de la porción parietal, sino también de la visceral del cuerpo.
Teniendo en cuenta la biodinámica de las vísceras, es lógico que sean estas líneas, (hasta la
D11, y D12,), el soporte antero-superior del cuerpo, y el punto de garantía de resistencia mecánica,
contra la pérdida de los arcos de la columna vertebral, motivo por el cual juegan un papel decisivo
en el diagnóstico de los de los procesos que afecten a las curvas del raquis.
 .-  Así mismo, esta línea A-P, considerada en toda su expresión, (atlas-coxis), es la base,
(utilizando como fulcros las vértebras D11, y, D12,), de los movimientos del torso, lateralidad, y
rotación del tronco.
 -  Igualmente se encuentra afectada en todos los defectos posturales, que discriminen
entre uno de los lados del organismo, y fundamentalmente en los trastornos circulatorios.

C).- LÍNEAS DE GRAVEDAD POSTERO-ANTERIORES (P-A).


a).- Disposición.
…”Arrancan del borde posterior del agujero occipital. Cruzan a nivel del borde anterior de las
articulaciones de las vértebras L2, L3, para venir, lateralizándose, a cada lado, y acabar en las articulaciones
coxo-femorales”…

b).- Significado en la biodinámica del raquis.


 .-  Es una línea complementaria de la línea (A-P).
 .-  Mantiene la integridad de tensión del cuello, y une con una línea de presión, la
biodinámica de la porción posterior del agujero occipital, con la D2, y la 2ª costilla..
 .-  Refuerza la línea de soporte o tensión abomino).- pelviana.
 -  Dirige la tensión desde el centro de gravedad raquídeo, (articulación entre las
vértebras L2, y L3,).- a las cabezas femorales.

D).- LÍNEA ANTERIOR DEL CUERPO (A-C).

a).- Disposición
…”Se denomina línea anterior del cuerpo, a la línea vertical, y por lo tanto perpendicular al plano
de sustentación, bajada en posición ortostática, desde la sínfisis mentoniana, hasta la sínfisis del pubis. Es
paralela a la línea de gravedad antero-posterior”….
b).- Significado en la biodinámica del raquis.
Esta línea junto con la transversa púbica:
 .-  Controlan las fuerzas de presión torácicas y abdominales.
 .-  Controlan también los procesos de equilibrio del raquis .
 .-  Controlan la compresión de las vísceras pelvianas.
 ).- Controlan el reparto de cargas y presiones sobre el raquis.

E).- LÍNEA TRANSVERSA PÚBICA. (T-P).

a).- Disposición.
…”Se denomina línea transversa púbica a la horizontal que cruza las dos ramas del pubis, tangente
a las espinas del pubis o tubérculos pubianos”…
Esta línea, es perpendicular a la línea anterior del cuerpo, y en proyección a la línea de gravedad
antero-posterior (A-P).
b).- Significado en la biodinámica del raquis.
Funciona en combinación dinámica, fundamentalmente con la línea anterior del cuerpo.
 ).- Entre ellas y las palancas neuromusculares que actúan sobre ellas, controlan las
fuerzas de presiones viscero-parietales, y toraco-abdominales.
 ).-  Estas líneas ejercen un papel decisivo, en el control de las vísceras abdominales, y en
la distribución de las presiones corporales.

FUNCIÓN UNIFICADORA DE LAS LÍNEAS DE FUERZA.


En la biodinámica del raquis, es importante la función unificadora de las líneas de fuerza en su:

a).- Disposición.
…”Mantener coordinadas las tensiones corporales”...

b).- Significado en la biodinámica del raquis.


 .-  Equilibrar las tensiones entre, cuello), miembro superior, tronco, y pelvis).-
miembros inferiores, coordinándolas
 .-  Coordinarlos, con las de las cavidades internas del organismo, y sus componentes
viscerales, merced a los sistemas ligamentosos y neuromusculares, dorso), lumbares, tanto retro
como presomáticos.
 ).- Establecer para este equilibrio, los correspondientes efectos, agónico-antagonistas, de
los movimientos de los sistemas neuromusculares, en general, y en la actitud bípeda, los pélvico-
crurales, con los viscerales, abdominales y torácicos.

TRIÁNGULOS DE RESISTENCIA.
Definición de triángulos de resistencia.
Se denomina triángulos de resistencia a:
…”Los procesos biodinámicos desencadenados, tanto en la estática como en la dinámica,
que originan una serie de tensiones, que, morfo-funcionalmente, constituyen los denominados
triángulos de resistencia”…
Estos procesos los podemos sintetizar en los siguientes tipos, debido a la dirección de los
vectores, en que se sintetizan estas fuerzas de tensión:

A).- Triángulo Superior.


 .- La Base.
Se corresponde con la línea que une las dos articulaciones occípito-atloideas, a nivel del
agujero occipital.
 .-  El ápex o vértice.
Corresponde a la apófisis espinosa de la vértebra D4.
 .- Significado funcional.
La cabeza, gravita sobre la base, con el significado funcional de la articular occípito-atlo-
axoidea, en la biodinámica cervico-cefálica.
Las tensiones gravitatorias, bien como presiones vertebrales, deslizamientos, así como las
torsiones, consecutivas a los movimientos de esta región cervico-cefálica, pivotan sobre la D4, y la
costilla 3ª.
Es además el punto de control y coordinación respiratoria.

B. Triángulo Inferior Mayor.


 .- La base.
Es el pubis y ramas ilio).- pubianas en la actitud bípeda, y en las isquio).- pubianas en la
actitud sedante, pero puede extenderse hasta las articulaciones coxo-femorales.
 .- El ápex o vértice.
Es la vértebra D4, y la costilla 3ª
 ).- Significado funcional.
Regular la tensión abdómino-pelviana, a partir de la inducción por el aplanamiento de 8
cm, del diafragma torácico, sobre la presión e irrigación visceral.

C).- Triángulo Inferior Menor.


 .- La base.
Es el pubis y ramas, ilio-pubianas, o isquio-pubianas, según la postura previa funcional,
pero puede extenderse hasta las articulaciones coxo-femorales.
 .- El ápex.
Corresponde a la vértebra de la gravedad o L3.
 .- Significado funcional.
Equilibrio de carga, entre columna lumbo-pelviana y articulaciones coxo-femorales.
CAPITULO 37º.
TERAPIA REPOSICIONAL OSTEOPÁTICA ANATÓMICA.
Medina Garrido. J.A., Garrote-Gasch,.J.M., Sanz-Smith, M.C., Ferrando-Galiana, M.L., Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

PROPEDÉUTICA DE LA TERAPÉUTICA OSTEOPÁTICA.


Aunque expondremos la sistemática del acto clínico, hay algo que no debemos de olvidar y estos son los
puntos en los que se queja el paciente.

PUNTOS IMPORTANTES EN LA SINTOMATOLOGÍA Y DIAGNOSTICO EN OSTEOPATÍA.


En estos puntos hay que considerar:

1º).- TENDERPOINTS,-T.P-, O PUNTO DOLOROSO.


Un concepto a tener presente en la Anamnesia de un paciente, son los denominados Tenderpoints, (o punto
sensible) que no es otra cosa que:
...”Un punto o zona de la fascia, (bien del tejido muscular y de la aponeurosis que lo envuelve), sea del
origen que sea, que se encuentra edematoso, y doloroso. Que puede palparse, y que expresa una sensación
diferente a la que se tiene de la misma región, en el caso de exploración por la Anatomía Palpatoria, en estado
normal”...
Normalmente, esta diferente sensación, que se aprecia, es debido a que, como nunca nos cansaremos de
repetir, “cuando una parte de nuestro organismo se altera, se altera todo él, es decir en su Unidad indisoluble”,
pues esas variaciones del tacto que apreciamos, son debidas a las alteraciones de la fascia líquida en todas las
formas en que se manifiesta, que se endurece, al aumentar la presión de su líquido, y comprime las terminaciones
nerviosas desencadenando el dolor.

2º).- TRIGGER POINTS,-T.G.P. O PUNTO GATILLO, U ORIENTADOR.


Dentro de los puntos dolorosos, conviene distinguir los Triggerpoints, o puntos gatillo, u orientadores, que se
caracterizan por que:
...”Muestran las mismas propiedades y características de un tenderpoint, pero con la gran diferencia de que
un tiggerpoint, al ser sometido una presión exploratoria, genera una irradiación, que interesa a todos los
componentes del metámero embrionario al que corresponde, e incluso, (por las neuronas cordonales de Cajal), con
los metámeros adyacentes”...
Este proceso de la irradiación, es de vital importancia, porque nos diferencia el sentido de ambos puntos, ya
que sirve para diagnóstico diferencial, pues según sea uno u otro, (ambos, con sus matices diferentes).- nos van a
ayudar:
a).- Al diagnostico los tender, y
b).- A la prognosis, por la orientación, los triggers.
Tanto los unos como los otros poseen en síntesis:
 ).- Dolor localizado.
 ).- Detección de un edema.
que aumenta la dureza de ellos, por alteración de la fascia líquida.
 ).- Un proceso reflejo.
tras el aumento de presión.
 ).- Una pérdida de cronaxia muscular.
 ).- Una incapacidad funcional total o parcial.

HISTORIA CLÍNICA.

PROPEDÉUTICA DE LA HISTORIA CLÍNICA.

ANAMNESIS.
A).-.Preguntas Hipocráticas.
En primer lugar, ante un paciente hay que realizar, la toma de contacto, o Anamnesis o Historia Clínica.
Al comenzar una Historia Clínica, es fundamental realizar las tres clásicas preguntas hipocráticas a cada,
paciente:
1º).- ¿Que le pasa?.
2ª).- ¿Cuánto tiempo hace?.
3ª).- ¿A que lo achaca?.
En la respuesta la primera pregunta el paciente expone la causa que él cree que origina el conflicto, y según
el matiz emocional con que lo expone, nos indica el impacto psicológico que le ha producido.
La respuesta a la segunda pregunta, nos expresa la duración del proceso de conflictolisis, desencadenado por
el propio organismo.
La respuesta a la tercera pregunta, nos expresa la sensación de fracaso, del proceder del organismo, para
haber conseguido espontáneamente la conflictolisis

B).- Observación. Exploración. Diagnóstico. Tratamiento.


Ante la respuesta del paciente, ya podemos orientar el proceso, para ejecutar las maniobras
inherentes a:
1º).- Observación
2º).- Exploración.
Que nos conducirán hasta el juicio y análisis clínico, que a su vez nos dirigen al:
a).- ¿Han existido `procesos concatenares, como traumas físicos o psíquicos?.
b).- ¿Existe dolor, y de que tipo?.
c).- ¿Se exacerba con el movimiento?.
d).- ¿Influye en su estado emocional?
e).- Realizar maniobras de exploración por Anatomía palpatoria que nos conducen
a el :
3º).- Diagnóstico.
y
4º).- Tratamiento.

PROPEDÉUTICA METODOLÓGÍCA DE ACTUACIÓN CLÍNICA.


PUNTOS SINTOMÁTICOS.

En este sentido, es fundamental el conocimiento de los T.P., su ubicación, su origen, así como su relación, a
través la biodinámica organogenética, de la vecindad con otros elementos anatómicos, durante su desarrollo y
evolución embrionaria, y la incapacidad funcional que el paciente ahora nos presenta. Todos estos hechos, en un
principio, ya nos puede orientar, hacia el diagnóstico.
Es el momento de establecer, la diferencia entre, sí es un T.P., o un T.G.P., que nos permita el ahondar en la
exploración. Para ello debemos de seguir, de una manera objetiva y rigurosa, el hilo conductor de la biodinámica
organogenética que dirigió el desarrollo del ser, y estableció las dependencias, que ahora se detectan dado el
momento patológico en que se encuentra.
Esto, nos va a conducir a descubrir nuevas sintomatologías, que nos van a permitir adentrarnos en la
prognosis, en relación con las afectaciones que, a distancia, van a tener los componentes del metámero en el que se
aloja el síntoma, que nos ha detectado, en un principio, el T.P., y, posteriormente el T.G.P., que nos conduce a la
exploración, del síndrome, patológico.
Este papel en la exploración, del diferente significado entre los T.P. y los T.G.P., nos puede servir en los
procesos de diagnóstico diferencial, ya que, como veremos, los síntomas pueden mostrarse mezclados, y al
relacionarlos, para buscar la localización del origen primigíneo de un proceso doloroso, tendremos que tener
presente todas las vicisitudes que sufrieron las emigraciones organogenéticas, hasta llegar a la ubicación definitiva.
El conocimiento de esta metodología y su aplicación, nos pueden llevar a un diagnóstico, no solo del signo
primigíneo, sino de los distintos órganos y sistemas que se encuentran afectados.
Así, en el sentir de Van Assche, en un proceso de odontalgia, si el proceso afecta a uno de los molares, podemos
precisar el lugar del origen del proceso patológico en:
1º).- El diagnóstico de la ubicación del origen del proceso patológico en relación con su biodinámica
organogenética:
Ejemplo :
a).- Ante una odontálgia, si estimulando el punto T.P. dental, de la pieza dolorosa, el proceso no
varía, ni se extiende a otras zonas, podemos considerar que la razón de la patología radica en la pieza
indicada.
b).- Si por el contrario, en la fase de silencio doloroso del proceso patológico, al estimular los
distintos puntos trigeers (T.G.P. o T.G.S.).- - del músculo temporal, se desencadena o provoca el dolor en los
dientes, podemos considerar que la razón primigínea del proceso patológico, no se encuentra en las piezas
dentarias, sino en un proceso neuro).- miofascial temporal.
Cuya interrelación, arranca del momento embriológico en que comenzó a diferenciarse la fascia, de
la que derivan los integrantes del primer arco branqiógeno, con su especialización en el sistema
neuromuscular masticador de Escolar, junto con el dermoneural del trigémino y dentro de este de la 3ª rama o
mandibular.
Si en la exploración del tiggerpoint, el dolor invade los territorios de la 1ª u oftálmica o de la 2ª, o
maxilar, nos va a hacer considerar que el lugar primigíneo, puede radicar en un proceso del Ganglio de
Gasser, o dela fascia meníngea del Cavum de Meckel que lo cobija, cuyas afecciones sintomatológicamente
constituyen una Neuralgia de Trigémino
2º).- Diagnóstico en relación con las cadenas musculares de Busquet:
Sabido es que, en la Anatomía funcional de los Sistemas Neuromusculares de Escolar, en el momento
de actuación biodinámica, tienen que funcionar siempre en consenso, con los que se han venido en
denominar, (en los mal llamados, sistemas antagónicos).- o columnas musculares de Busquet
Estos conceptos, arcaicos de agonistas y antagonistas, arrancan de la época de un concepto filosófico
platónico, que comenzaba y acababa en el cadáver, en el cual, todo eran partes o piezas independientes, por
que le faltaba el concepto biodinámico de la vida, en donde todos los integrantes del organismo, funcionan
supeditados a la Unida vital del mismo..
Actualmente, es el concepto filosófico aristotélico, unitario y biodinámico, característico del ser
vivo, operante y dialógico, el que rige al organismo, considerado en su Unidad Vital.
En ella, el conocimiento de cada una de las partes integrantes, (del concepto antiguo platónico).-
sirve de substrato animado de función, y encaminado a un fin, que es lo que refuerza el sentido de la Unida
Vital, ya que, este fin, no puede alcanzarlo cada una de las partes por sí solas, sino solamente el individuo,
bajo la inducción génica que rige su Teleología).- mediante el correcto funcionar de los órganos y sistemas
que lo integran, que son los que artífices de su Unidad.
En este sentido, al localizar un T.P., es importante, tener presente:
a).- Diagnostico diferencial.
Explorar a ver si es simplemente un T.P., o un T.G.P.,
b).- Explorar tanto el dolor.
como la limitación funcional, que produce, sobre el complejo neuromuscular en el que se
aloja,.
c).- Limitación funcional.
y si esta limitación existe, explorar sí:
 - Si solamente afecta al sistema neuromuscular agonista.
 - Si también esta afectado el sistema neuromuscular antagonista. Lo cual nos
indica que el proceso, ha inferido en la correspondiente cadena muscular de
Busquet.
Lo cual nos debe de llevar calibrar la dimensión del proceso patológico, que puede conducir a tener
que considerar la afección, no solo del proceso muscular como detecta el T.P., sino la posible existencia del
proceso radicular metamérico, que rige tanto la inervación del sistema agonista como del antagonista.
 º).- Diagnóstico del punto principal en el caso de existir más de uno.
La tercera pregunta hipocrática, “¿a qué lo achaca?”, junto con la segunda, “cuanto tiempo hace”,
nos permiten orientarnos en el momento de evolución, por dos motivos:
a).- ¿A que lo achaca?.
Nos permite imaginar como se ha realizado el proceso, si ha sido en flexión, o en
extensión, o en lateralización o en rotación, por traumatismos, excesos de ingesta bien
prandiales, o etílicos, etc., y puede darnos una orientación para posteriormente adaptar la
aplicación del tratamiento.
b).- ¿Cuánto tiempo hace?.
Nos permite calcular el tiempo que, el proceso evolutivo lleva intentando la
recuperación, que, (como ya indicaba Still).- comienza inmediatamente después de que el
agente patológico ha producido la ruptura del equilibrio de la Homeostasis de Canon.
El hecho de que el proceso patológico le lleve a nuestra consulta, solamente indica que el organismo,
no ha podido por sí solo realizar la recuperación.
En estos casos, es muy corriente que al explorar al paciente no solamente se detecten un T.P., único,
sino varios, que se han ido originando por el fracaso de las técnicas que el organismo ha intentado, por sí
solo, para recuperar la normalidad, lo cual nos indica que el paciente lleva ya bastante tiempo lesionado,
antes de haber venido a consultarnos.
En estos casos se aprecian, como hemos dicho, varios puntos, que en un principio consideramos
como T.P.
Y en estos casos, repetimos, conviene tener presente una cierta selección en la exploración y
tratamientos de ellos. Es conveniente en consecuencia:
 .- Explorarlos en un principio a todos, con el fin de analizar, según los síntomas, el estado
de afectación de cada uno de ellos.
 .- Analizar cuales de ellos son T.P., o T.G.S.
 .- La prelación, que estos puntos T.G.S., tienen en su estudio y tratamiento.
 .- Comenzar explorando y tratando las zonas, donde más puntos haya.
 .- Empezar , si se puede, por tratar los puntos más dolorosos.

4º).- Técnica de actuación, tanto en la exploración como en la terapéutica de los puntos T.P. y T.G.S.
Anatomía Palpatoria.
Como es lógico y ya hemos indicado anteriormente, debe de hacerse por Anatomía palpatoria, en la
cual, no solamente es importante el grado de presión, como ahora veremos, sino que nuestra mano y nuestros
dedos deben de ser los sensores, que por un lado presionen sobre los puntos del paciente, y por otro, nos
informen tactil y objetivamente a nosotros, y que, en este informe incluyan, desde las distintas formaciones
anatómicas que estamos explorando, (apófisis, espinas tendones, ligamentos, fascias musculares, fascias
líquidas, neurales, vasculares, etc.).- - hasta el lugar donde nos encontramos, y las alteraciones que presentan
en sí y en su entorno, (temperatura, hiperestesia a la presión, dolor, alteraciones de los flujos y mareas etc.).
Una vez que estemos seguros, es cuando podemos comenzar la aplicación de las presiones y
maniobras terapéuticas.
Al comenzar a actuar se debe de accionar con las siguientes precauciones:
a).- La presión debe de ser suave, y poco a poco irla aumentando sin sobre pasarse, de tal
manera que nunca se llegue a que el paciente se queje..
En muchos casos la variación es muy amplia según el tipo de lesión, pues, si existe un
proceso traumático ligero, se admite bastante presión.
Pero, si este proceso es concomitante con un proceso flogístico, como ocurre muy
frecuentemente en los traumatismo de deambulación rápida o deportivos, el umbral de recepción
baja extraordinariamente.
Este hecho, nos sirve para sospechar que existe enmascarada una lesión mas grave bajo la
apariencia de una elemental.
b.).- Si la presión es un punto T.G.S., el grado de presión nos ira descubriendo, las
irradiaciones, y como ya indicamos, la orientación del diagnóstico.
Conforme se va actuando, se va localizando el punto primigénico de la lesión, y se van
evocando las maniobras terapéuticas que consigan el “restitutio ad integrum”, con la consiguiente
desaparición de los dolores e incapacidades, es decir de las disfunciones.
c).- Avisar al paciente , tras el tratamiento osteopático, que puede desencadenársele una
crisis emotiva, entre las primeras 24 y 72 horas, pero que este proceso es normal, al haberse
estimulado los potenciales nerviosos de los circuitos de reverberación, aconsejando la ingestión de
agua, y bolsas frías en el occipital.
CAPÍTULO 38º.
FISIO-PATOLOGÍA FASCIAL.
Aparicio-Bellver, L., M.A.,Montañana-Marí, J.V., Signes-Costa, J., Smith-Ferres, V. ,Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

EL SER HUMANO.
Sinopsis.
Como ya sabemos en Osteopatía:
...”el Ser Humano, es una Unida Fascial , constituida por una serie de diferenciaciones de ella, en
su morfología y función, con arreglo, a su teleología”...
Esta unidad, da lugar al hecho de que, cuando el individuo enferma, enferma todo él, aunque, en un
principio solamente se detecte un síntoma determinado. Es más, cuando se rompe la homeostasis de Canon,
el organismo, antes de exteriorizar ningún síntoma, intenta, por sí solo, la recuperación “ad integrum”, y
solamente, cuando no lo consigue, es cuando esboza la sintomatología, que, como hemos visto en capítulos
anteriores, puede encontrarse, no precisamente en el lugar de la primitiva lesión, sino a distancia, hacia la
cual nos orientan los puntos ten y los puntos trigger.
Al ser humano, hay que considerarlo, como una unidad funcional, y para aclarar los puntos
obscuros, vamos a detenernos en el análisis de algunos ejemplos de la patología, para intentar dentro de la
complejidad de síntomas adyacentes, el llegar a conocer el “primuns movens”, que desencadenó el cuadro
patológico, que se nos presenta en la consulta, debido a un desequilibrio tensional fascial.
En el estudio de este ser humano, hay que tener presente, que no pueden descartarse ninguno de los
diferentes procesos que se fueron realizando, desde su constitución en la anfimixia o fecundación, como todos
los procesos genéticos, que junto con los fenotípicos, que, (como decía Ortega y Gasset. “ Yo soy Yo, y mis
circunstancias.”), imprimen a las fascias su peculiaridad dentro de una unidad funcional, propia, particular,
diferente e irrepetible, en los otros seres vivos. Este impacto, queda durante toda la vida, tanto en el plano
Anatomo-funcional, como en el psicológico, desde la esfera del Inconsciente, o Intus, hasta la frontera de
esta, con el Consciente, (en sus fronteras, del Subconsciente, y Postconsciente), esculpiendo ese fenotipo
particular que hemos indicado.
Estos procesos, como hemos dicho, comienzan en las etapas de crecimiento, determinando, huellas
psicológicas inconscientes, y unas predisposiciones orgánicas, particulares en cada individuo, que se
integran e incrementan, y modifican nuestro comportamiento y conducta, durante toda la vida, alterando el
patrón oficial clásico del comportamiento fascial.
En la mitad del Segundo Período Fetal de Streeter, es decir cuando el embrión tiene una edad de 90
días, postfecundación, y una longitud de unos 110 mm., y un peso de unos 250 gr., aparece el M. R. P. Este
movimiento, se exterioriza, cuando comienza la tensión fascial adquiere la necesaria tirantez que las
caracteriza, que como sabemos, se origina en la primera fascia, denominada fascia de acción recíproca,
porque la va a acabar transmitiendo, a partir del cambium, (a nivel de cada uno de los agujeros de conjunción
vertebrales), a cada una de las fascias en las que se diferencian.
Este hecho tiene una gran importancia en el momento de nacimiento, dada la repercusión que la
biodinámica del parto va a ejercer sobre las tensiones fasciales, (sobre todo craneales), producidas por el
paso del feto a través del canal del parto, o las posibles alteraciones de presión en las cesáreas.
Toda esta serie de agentes fenotípicos, como hemos indicado, se integran con un matiz personal en
cada individuo, dependiendo de su predisposición, tanto genotípica, como fenotípica en el momento estable, o
no, en que le afecta, produciendo siempre un estado consciente o no, de Shock psíquico; de ahí la importancia
de la Anamnesis, que nos ayuda a centrar el problema diagnóstico.
Una vez realizada la Historia Clínica, y realizada la exploración pertinente, y establecido el
diagnóstico, se debe de ir a buscar la terapia adecuada. Para llegar a este punto hay que tener presente, el
conocimiento, (basándose en los T.P. y los T.G.S.), del origen embriológico. Las distintas influencias
ambientales, (o fenotipos), y las alteraciones que se han producido en las distintas manifestaciones de las
fascias, teniendo presente que una, por no decir la mas importante, es la fascia líquida, tanto en las facetas
intra, como extracelular, que es la que regula la Homeostasis de Canon.
Esto da lugar, a que tengamos que ocuparnos, (junto con el capítulo Bioquímico), con su
exteriorización en la Biodinámica, tanto macro como microscópica, y en consecuencia de la integración de
ellos, en la Unidad del parámetro Psicológico, que afectan, al substrato del tejido fascial.
Vamos a realizar una introspección analítica, pero recalcamos, que en el ser vivo, operante y
dialógico, constituyen todas ellas, una unidad.

PROPEDÉUTICA DE LA FISIO-PATOLOGÍA DE LAS FASCIAS LÍQUIDAS.


Como ya indicamos en el estudio de las fascias líquidas, el equilibrio bioquímico, entre la
biodinámica del metabolismo de los principios inmediatos y anabolitos, con los catabolitos, constituye la
Homeostasis de Canon.
La ruptura de este equilibrio, trae como consecuencia la aparición de los primeros síntomas
patológicos, (aún desconocidos para el paciente), de enfermedad, que el organismo tratará `por sí mismo de
corregir, pero que impactarán sobre el sistema nervioso, con una huella indeleble, para toda la vida, que
produce unas variaciones afectivas, inconscientes e indefinidas, en la psicología del paciente.
Si el organismo por sí solo, consigue restablecer el equilibrio bioquímico, la enfermedad no
aparecerá, o exteriorizará; es decir pasará desconocida, pero a pesar de todo, siempre quedarán unas series de
conexiones en los circuitos reverberantes de la fascia neural o nerviosa, que contribuirán a ir matizando la
dinámica psicológica de la personalidad del individuo. Si no lo ha conseguido, traducirá su desequilibrio,
penetrando de lleno en el campo terapéutico de la Osteopatía, para, utilizando los conocimientos básicos,
realizar las oportunas maniobras que conduzcan a la restitución de la Homeostasis de Canon.

PROPEDÉUTICA DE LA FISIO-PATOLOGÍA DE LA BIODINÁMICA DE LAS FASCIAS.


Si el proceso patológico, no ha podido ser corregido por el organismo, el desequilibrio bioquímico
altera la homeostasis de las diferentes facetas de la fascia, que se traducen en síntomas en los que siempre
está incarcerada la faceta nerviosa, bien en su factor aferente o sensible, que se traduce por dolor, o bien en
su factor efector, que se traduce por incapacidad funcional, por alteraciones del metabolismo celular, bien al
nivel de los Sistemas Neuromusculares de Escolar, o bien de los Sistemas Neurovegetativos, o de ambos al
unísono, lo que se traduce por una perturbación en la biodinámica, con compensaciones heterodinámicas de
los movimientos, como aparición de pie zambo funcional, que aligere una sobrecarga en la estática o en la
dinámica, que alivie la expresión del dolor.
El tratamiento osteopático, basado en el conocimiento anatómico, juega un papel fundamental, al
devolver la capacidad funcional a cada uno de los segmentos de la fascia, desde la muscular, tendínea y
aponeurótica, pasando por la sinovial, mediante la correcta equilibración de los distintos componentes que
regulan el abastecimiento y drenaje de los líquidos que controlan la euritmia biodinámica.
Todos estos procesos, como ya hemos indicado, repercuten en los procesos emocionales y afectivos,
desde sus orígenes, manteniéndose en constante proceso de activación, en los circuitos reverberantes de
Ranson. Estos, no cesan en ningún momento, están en activo, durante toda la vida del individuo, y son los
responsables de que el sistema nervioso, consuma la misma cantidad de 02, tanto si se halla en la fase de
sueño, como en la realización del proceso intelectivo más complejo.

PROPEDÉUTICA DE LA FISIO-PATOLOGÍA DE LA FASCIA PSICOLÓGICA.


Este hecho, integra el factor psicológico de los procesos patológicos, que van esculpiendo la faceta
fascial de la personalidad del individuo, ya que posee una clara correspondencia, entre las diferentes
porciones o segmentos del soma, en relación con las áreas telencefálicas de maduración cerebral de
Brodmann.
El proceso tiene unas fases de instauración , que podemos concretar en :
a).- Fase de conflicto activo, (C.A).
b).- Fase de conflictolisis, (C.S.).-
c).- Fase de resolución del conflicto, (P.C.L.).
d).- Fase de metabolismo y eliminación definitiva del conflicto. Fase de equilibrio. (F.E.)

A).- FASE DE CONFLICTO ACTIVO,(C.A.).


En el momento del comienzo del conflicto activo, normalmente, la primera afectación se va a deber a
la injuria producida en el componente de la fascia líquida, tanto si se debe a una injuria química como física,
e incluso psicológica, pues, en todas ellas, lo primero que se va a alterar es el componente bioquímico, y con
él, la fascia líquida extratisular, y la intratisular e incluso la intracelular, lo que altera la homeostasis de
Canon, de los órganos y tejidos.
Consecuentemente con esta injuria, el primero que se desequilibra es el sistema autónomo vegetativo
y dentro de él, el ortosimpático, por estar inervando los componentes vasculares, (que regulan el efecto del
metabolismo nutritivo), con los elementos integrantes de la fascia líquida, y, cualquier injuria, como ya
hemos dicho, crea catabolitos patológicos, que informan a las terminaciones de las células sensitivas
idiotrópicas, para que transmitan el desconcierto producido por el impacto, e intenten, de una manera refleja,
compensar el desequilibrio producido, bien aumentando, la presión arterial o disminuyendo la irrigación, por
un efecto local, de vasoconstricción, debido un proceso adrenérgico, correspondiente a la inmediata
liberación de catecolaminas.
Concomitante con este proceso vascular ortosimpático, se produce la natural defección del
dispositivo visceral parasimpático, por inhibición de la acción acetil-colinérgica, con la consiguiente
aparición de una distonía neuro-vegetativa.
Esta distonía neuro-vegetativa, afecta, no solamente desde una vasoconstricción periférica, y a las
vísceras y órganos derivados del primitivo endodermo del tubo digestivo, sino, a todos los elementos
supeditados en su funcionalismo, al neurotransmisor acetil colina, como ocurre con la musculatura roja, en la
que se ve afectado, desde el reflejo miotático de Sherrington, hasta la cronaxia de la respuesta motora
voluntaria, en el reflejo de orientación de Pavlov.
Proceso todos ellos, que hoy día, se resumen en lo que se denomina, en inglés, el Stress, y mas
apropiadamente en español, período de adaptación.

FASE DE CONFLICTOLISIS. (C.S.)


Es,
…” la resolución, por parte del individuo, del conflicto”…
Todo lo cual , produce cambios sobre el dispositivo orgánico, en general, y el sistema nervioso en
especial, que modifican el parámetro psicológico, llegando a actuar incluso sobre la biodinámica del propio
cerebro.

FASE DE RESOLUCIÓN DEL CONFLICTO. (P.C.L.).-


Es,
…” la fase de recuperación del stress, o de la adaptación”...
Aunque se distingan la tres fases indicadas, en realidad esta clasificación, se debe a querer establecer
un proceso sistemático del fenómeno, pero en realidad, cada una de las partes de esta sistemática, se
involucran entre sí.
Desde el comienzo del C.A., comienzan a desencadenarse las fases siguientes, hasta abocar en la fase
de resolución del conflicto, (P.C.L.), que normalmente acontece, con una respuesta de tipo vagotónico, es
decir acetil-colinérgica, que trata de equilibrar y contrarrestar la primitiva reacción adrenérgica.
Podríamos decir, que pasamos de la primitiva fase clástica a la plástica, o en el lenguaje del stress,
de la fase de glucocorticoides a la fase de mineralcorticoides, con las correspondientes variaciones que, el
proceso lleva inherente en el metabolismo de los iones, y fundamentalmente del cociente Na/K.
Todo esto, repercute, en el equilibrio del metabolismo, y en la aparición de una fase trófica, con una
euritmia funcional de los órganos y sistemas. Desde el digestivo, hasta el renal y el cardio-circulatorio, con la
consiguiente recuperación del equilibrio bioquímico, tanto en la faceta de la llamada fascia líquida, como de
todas las demás.
Por lo que respecta al factor psicológico normal, es el que más tarda en recuperarse, ya que en un
principio, el enfrentamiento entre glucocorticoides, (Cortisona), y mineralcorticoides, (Aldosterona),
producen un desequilibrio en la liberación de endorfinas y encefalinas, así como en sus respuesta endócrina,
lo que se expresa en el aspecto externo del paciente, engrosado, sonriente, piel viriloide, y psicológicamente,
con una afectividad por encima del dintel de su clásico parámetro psicológico normal.

PROPEDÉUTICA FISIOPATOLÓGICA DEL CONFLICTO ACTIVO. DOLOR REFERIDO.


Esta reacción psicológica, es un factor más de la biodinámica de la P.C.L, ya que ayuda al paciente
en la fase ansiolítica o de conflicto activo, a resolver sus problemas, o en la fase vagotónica, o de conflicto en
solución, a superar el estado depresivo.
Sin embargo, durante todo este proceso, las diferentes adaptaciones, han ido dejando alteraciones,
tanto en las células sensibles oicotrópicas, cuyos estímulos se sienten y se conocen, como a las idiotrópicas,
cuyos estímulos, se sienten pero no se conocen, y cuya estimulación solo se traduce por unas variaciones
difusas en el estado afectivo de nuestra psicología.
No obstante, tanto los potenciales de una como de otra sensibilidad, se han incorporado a las
neuronas intercalares, o deuteroneuronas, (del griego segunday permanecen integrados en los
microcircuitos, (que constituyen los clásico circuitos de reverberación de Ranson), durante toda la vida,
exteriorizándose, (normalmente en procesos dolorosos).- tras estímulos de lo más diverso orígenes, como las
variaciones del estado barométrico, o higroscópico, que nos hace “barruntar el tiempo”, y siempre matizando
nuestra fascia psicológica que va variando inconscientemente a lo largo del decurso de la vida.
Sobre las fascias anatómicas, es quizás la fascia conjuntiva la que mas objetivamente expresa las
variaciones del desarrollo morfofuncional de todo el proceso patológico, adaptándose a los distintos
momentos funcionales, de perdida de elementos celulares en la fase de catarsis, y mayor desarrollo de los
mismos en la fase plástica, cuando se produce la fase de transformación de la denominada fascia conjuntiva
en fascia adiposa con todas sus variantes y diversidades, desde la sinovia, hasta las bolsas serosas, para
deslizamiento de los tendones, y procesos conflictivos en la biodinámica de la motilidad eurítmica.
El osteópata, debe de regular, (con su intervención incruenta), de modular la tensión de la fascia
conjuntiva, controlando al mismo , por procesos osteopáticos, que acaban repercutiendo en el parámetro de la
fascia psicológica .
Para poder valorar la interrelación entre los distintos órganos, vísceras y sistemas, es importante el
tener un conocimiento actual y profundo, del sustrato anatómico, y sobre todo del sistema nervioso, que los
conexiona, y acaba estableciendo la unidad funciona, entre la distintas fascias. Este conocimiento es
imprescindible para poder restablecer la unidad terapéutica, en todas las cadenas faciales.
El tratamiento del paciente, se va a realizar interrelacionando la patología, desde su inicio en todos
los planos, y con toda la sintomatología clínica posible. El paciente no será consciente en su patología de
todas las algias resultantes, sino que solo aquejará, conscientemente, las zonas orgánicas que estén en peores
condiciones, que han originado una degeneración previa de un área en concreto, o de zonas que estén
sometidas a la compensación biodinámica del tejido fascial, ya que, el organismo funciona como una
maquinaria que se autorregula, para preservar la salud y la integridad del individuo.
En síntesis, se va a desarrollar una cadena tensional, que va a tener un punto de partida en un
órgano diana, O.D., que va a desarrollar una sintomatología en íntima relación con las conexiones reflejas que
produjeron la proyección de las neuronas cordonales del sistema nervioso, involucrando a toda la Unidad del
ser vivo, en el proceso patológico.
Esta involucración, va a ser en todos los niveles o planos que hemos considerado, es decir
resumiendo y globalizando:
a).- En un nivel bioquímico.
b).- En un nivel biodinámico.
c).- En un nivel Psicológico.
En todo proceso patológico, el punto de partida arranca de una lesión primaria , o lesión del órgano
diana., (O.D.), unas veces conocidas y otras no. Como ya hemos indicado la sintomatología, aparece cuando
el organismo por sí solo no consigue reponer la Homeostasis de Canon, y entonces muestra al exterior los
síntomas que había intentado acallar en los distintos planos que hemos indicado:

1º Plano bioquímico:
Que suele corresponderse con la ingesta de principios inmediatos, y líquidos en una dieta
equilibrada, ya que sino, se somete a las vísceras digestivas a un stress, que produce graves alteraciones en
ellas, bien por exceso o por defecto, con la consecuente aparición de síntomas secundarios, que desdibujan el
proceso patológico, y dificultan el diagnóstico correcto..
Estas alteraciones de las vísceras, estimulan de la neuronas sensibles idiotrópicas, pero dada la
biodinámica de los procesos viscerales, no ascienden rápidamente a las esferas cognoscitivas, por lo cual “se
sienten, pero no se conocen” los síntomas, lo más que ocurre es que alteran el plano o fascia psíquica. El
paciente “no se halla de humor”, lo cual nos imbrica a todo el componente neuroendocrino, que rige nuestra
afectividad, pero sin poder achacar la lesión a un determinado (O.D). El origen, en principio, es desconocido.
Si el proceso visceral es muy intenso, la afección no solamente se queda al nivel de las neuronas
idiotrópicas, y de sus circuitos reverberantes, de las astas laterales medulares, y tronco-encefálicas, sino que,
siguiendo las conexiones por las neuronas cordonales tautómeras, heterómeras o hecatómeras, imbrica a
elementos del mismo metámero, o de metámeros adyacentes, de tal manera que, cuando llega a interesar los
campos de las neuronas oicotrópicas o de la vida de relación, da lugar a los T.P., y los T.G.S., que
proyectados sobre el esquema corporal, originan los denominados dolores referidos, cuyo conocimiento nos
permite sospechar la víscera o vísceras y territorios fasciales que se encuentran afectos, bien de origen
primario o secundariamente.
2º).- Plano biodinámico en la estática y en la dinámica.
En el caso de una imbricación visceral abdominal, por ejemplo el hígado, dado que por sus
múltiples funciones, es muy frecuente que afecte en principio toda la biodinámica abdomino-pelviana. y el
dispositivo fascial cérvico-toraco-abdómino-pelviano.
Ya que, además de las facetas digestivas, juega un papel importante, en diversos aspectos, (que no
vamos a enumerar aquí).- como ocurre con la metabolización hemática de los restos antiguos de la
hemoglobina de los hematíes caducos, (comenzada a ser metabolizada en el bazo), para la consecución de la
bilis.
Bilis que regula la biodinámica no solo de la digestión de las grasas, sino del tránsito intestinal,
(como se observa en los procesos de tipo colecistítico y colelitiásico, que alternan fases de dispepsias
intestinales, junto con procesos de estreñimiento, que pueden cursar con la emisión de escíbalos).
Está afectado el órgano, en sí, junto con las vías biliares , y todo el dispositivo simpático, con la
aparición de una distonía neurovegetativa expresada en la sintomatología, presentar una sensación de lengua
pastosa, náuseas, vómitos biliares, fases de anorexia, sensación de plenitud gástrica, saciedad rápida. Puede
aparecer sensación dolorosa, que corresponde al dolor referido, que hemos indicado, en el hipocondrio
derecho.
La afección de la fascia cérvico-tóraco-abdómino-pelviana, cursa entre otros, con procesos
respiratorios dolorosos, con fases transitorias de apnea, y disnea, y dolores difusos, que pueden tener
localización tanto en la pared anterior o posterior torácica, como abdominal, interfiriendo en la biodinámica
de los sistemas neuromusculares presomáticos, haciendo adoptar al paciente, posturas extrañas, de
interpretación defensiva, tanto en la estática como en la dinámica, trastornos en la biodinámica esfintérea así
como edema, consecutivo a los problemas de la circulación tanto arterial, como venosa y linfática, que
conducen a, o son debidos a una congestión hepática.

3º Plano psicológico:
Cada uno de los impactos acaecidos como determinantes de procesos patológicos, originan una
impronta, de potenciales de tipo psicológico, (que queda reverberando en los circuitos de Ranson,
prácticamente durante toda la vida, desde el dispositivo de las primitivas deuteroneuronas, constitutivas de
los diferentes núcleos o centros de la substancia intercalar, tanto sensible como motora, bien de las astas
posteriores y anteriores, como del resto del tubo neural).
Estos procesos se van a ir sumando para modelar el factor psicológico del individuo, en el plano
inconsciente del Intus, (a lo largo del decurso de su vida), que pueden llegar a desencadenar procesos de
ansiedad y de angustia en la proyección de futuros problemas, que a lo mejor no se presentan, pero que
desencadenan una patología sobre lo que “pueda ocurrirle”, que acaba afectando, no solo a la esfera
psicológica, sino a la esfera objetiva de la exteriorización externa, como ocurre con la involucración en
síntomas patológicos de la biodinámica de nuestro comportamiento en la estática y en la dinámica. E incluso
dando lugar a la aparición del síndrome idiopático, (ver capítulo 27).

INTERFERENCIA DEL PROCESO PSICOLÓGICO SOBRE EL SUBSTRATO ANATÓMICO.


Estos procesos interfieren en la misma biodinámica de las fascias, involucrando a diferentes
sistemas neuromusculares de Escolar , o cadenas musculares, bien directas u oblicuas de Busquet, siendo la
interferencias más comunes, las actuaciones sobre:

1ª).- LA FASCIA DE LA CADENA CERVICO-TORACO-ABDÓMINO-PÉLVICA.


No debemos de olvidar de que sea la zona donde mas pronto presenta y exterioriza la patología, por
el hecho anatómico, de que es a este nivel, el lugar en donde más objetivamente se demuestran las
continuidades, (a través de los agujeros de conjunción vertebrales), donde la fascia primigínea, o fascia
meníngea, se continúa con el cambiúm, para diferenciarse en todos los demás elementos fasciales, desde las
endósticas y periósticas, hasta las aponeuróticas, musculares, esqueléticas, tendíneas, vasculares, etc.
Dentro de este hecho, lo más frecuente es que asta afectación, cristalice sobre el substrato del psoas
iliaco derecho, o izquierdo, debido a la gran longitud de este dispositivo muscular, y a encontrarse en puntos
en donde la biodinámica de la región abarca, desde movimientos, inherentes al proceso de flexión y
lateralización y rotación anterior, de la columna vertebral, hasta procesos de estabilización y control
funcional de la articulación de la cadera, (por sus inserciones terminales en el trocánter menor).- en los
procesos de conservación del equilibrio tanto en la estática como en la dinámica.
Naturalmente, de entrada, a no ser que se posea una gran experiencia osteopática, no se piensa en el
psoas, a no ser por la sintomatología que le acompaña, dado el que las lesiones por una actuación
disarmónica del psoas, infieren siempre en lesiones del elemento axil o columna vertebral, y dentro de ellas
de los lugares de inserción del músculo en las vértebras L2,,-L3,-L4, lo que supone la afectación de las raíces
correspondientes, y en consecuencia la aparición de las correspondientes lumbalgias, con alteración de la
dirección de la punta del pie del lado afecto.
Esta lumbalgias, no solamente se refieren a la región lumbar de la espalda, sino que afectan al tercio
proximal anterior del muslo, que como sabemos, corresponde en su desarrollo, a los metámeros lumbares.
Así mismo, y por esta misma afectación de las citadas raíces lumbares, se afectan también el
dispositivo ortosimpático del plexo preaórtico, con las correspondientes implicaciones neurovasculares del
territorio de la iliaca externa, y su continuidad con la femoral, e incluso, aunque en menor grado, de las
ramas viscerales proximales de la iliaca interna.
Estos procesos, actúan en la biodinámica del sacro dentro del dispositivo pelviano, con alteraciones
tipo pontex o antex, (ver capítulo 24), lo que se traduce en anteriorizaciones, de los huesos iliacos, con las
correspondientes disritmias motoras, y posicionales, de las articulaciones sacro-iliacas, que pueden interesar a
la fascia abdómino-pelviana con las consecuentes repercusiones en la esfera visceral con trastornos de tipo de
torsiones del eje genital útero-ovárico, que pueden cursar con cuadros de tipo dismenorréico, que conviene
tener presente ante la repetición de abortos espontáneos.
Todos estos cuadros, se pueden deducir, con un conocimiento profundo de la anatomo-fisio-
patología, siguiendo las indicaciones que los Triggers point o T.G.P, o puntos en gatillo, que una buena
exploración nos van indicando.
Nos detenemos en este cuadro, del psoas, porque es, (dada la longitud de metámeros que intervienen
en su diferenciación), de una abigarrada policromía sintomática, ya que basta que una de las inserciones de
uno de los fascículos del músculo esté alterada, para que se afecte todo él y en consecuencia nos obsequie con
una cascada de síntomas

2º).- LA FASCIA DE LA BÓVEDA DIAFRAGMÁTICA.


Siempre que aparecen síntomas, en este sentido hay que revisar el complejo funcional de la bóveda
diafragmática, y en consecuencia el aparato cardio-respiratorio, que una s veces son fáciles de sospechar, por
existir una cierta paresia, incluso a veces dolorosa de los dispositivos metaméricos, costales, musculares y
radiculares de los metámeros, D11-D12-L1-L2-L3, así como del cuello y concretamente del esterno-cleido-
mastoideo, pues no debemos de olvidar que el músculo diafragma, arranca embriológicamente de dos
orígenes, La parte inferior o pilares de Uschkow, de los metámeros que hemos indicado, pero la cúpula
centro frénico, y gran parte de la bóveda, proviene de los metámeros de la cuerda del cuello, siendo
inervado por el nervio frénico, que está en relación con los sistemas neuromusculares que de ella arrancan,
(ver capítulo 13).
A toda esta policromía sintomatológica hay que añadirle las modificaciones que las alteraciones de la
afectividad van acumulando en los circuitos de reverberación de Ranson, que nos lleva a que el paciente se
encuentre en fases de ansiedad, y angustia e incluso de depresión por la correspondiente afectación del
parámetro psicológico.
Como es natural, la biodinámica patológica de este componente, interesa a la fáscia cervico-torácica
que aporta su sintomatología, parietal y visceral, con torsión mediastínica y con compresión de los grandes
vasos, afectando a todo el tórax dicha torsión, sobre todo D4-D5-D6--D7-D8-D9, y a la fascia abdómino-
peritoneal, con la correspondiente afectación sintomatológica del compartimiento celíaco. Lo que contribuye
a hacer el cuadro extraordinariamente complejo.
Sin embargo, observado el proceso, estudiado, e integrados los conocimientos, nos puede llevara
una solución rápida y casi espectacular del problema, en todos sus parámetros, si deducimos
consecuentemente el O.D. que originó el proceso.

3º).- LA FASCIA APONEURÓTICA.


Una sintomatología a tener en consideración, son los procesos de limitaciones funcionales, que casi
siempre suelen ser dolorosas, y que tienen su O.D. en las aponeurosis y tendones, pues debemos de indicar
que estas estructuras, (aunque en el concepto antiguo la anatomía se las considera como elementos
independientes) genéticamente son diferenciaciones metaplásicas del mesénquima, y microscópica y
funcionalmente constituyen una sub-unidad dentro de la unidad del ser humano, (basta simplemente, ver
como las fibras musculares se insertan por una continuidad, en la cara interna de las clásicas celdas
aponeuróticas.
Como por otra parte ya hemos indicado que cuando hay un proceso patológico se imbrican todos los
parámetros, y todas las variantes de las fascias, continuaremos con el ejemplo, que hemos expuesto
anteriormente, (ver capítulo 35), en relación con una lesión lumbar y su exteriorización en la patología de la
pelvis.
Esta lesión puede tener su O.D., desde un proceso visceral, (renal, etc.), pero de una víscera en
relación de origen con los metámeros lumbares, o puede deberse a un proceso radicular, o de los
denominados osteo-esqueléticos, por estar afectados, desde el músculo psoas-iliaco, derecho o izquierdo, o el
cuadrado lumbar, etc., con lo cual, en principio se ha roto el equilibrio entre las cadena musculares cruzadas
recíprocas anteriores y posteriores, de Busquet, derechas e izquierdas.
La cadena menos impactada por el fenómeno funcional, (por ejemplo la derecha).- va a reaccionar,
con la repercusión en la pelvis, intentando compensar a la cadera, esbozando un antes del coxal, y del sacro.
Que a su vez, desencadena una rotación interna, de la raíz del miembro por inhibición del psoas iliaco en su
inserción en el trocánter menor.
Esta desviación intenta ser compensada por la rodilla, forzándose esta articulación por el lugar mas
laxo en su proceso biodinámico normal, (como es le lado externo, dado que el ligamento lateral externo es
menos rígido que el interno, ya que este último tiene que mantener el centro de gravedad del miembro, a este
nivel), lo cual se traduce por una rotación externa de la tibia., etc.

4º).- LA FASCIA SUBCUTÁNEA O HIPODÉRMICA.


Esta fascia debido a su localización anatómica, y a estar en íntima relación con la denominada
aponeurosis superficial, y carecer prácticamente en nuestra especie, de unas musculaturas subcutáneas bien
desarrolladas por todo el organismo, está sometida, tanto en sus biodinámica normal como patológica, al
dispositivo funcional de la citada aponeurosis superficial, adaptándose a las reacciones de ella.
Quizás el proceso mas característico y particular de sea el originar una reacción celulítica
del especial y complejo integrante conjuntivo que la constituye, y servir de substrato a indagar en los
procesos referentes al dolor referido.
CAPITULO 39º..
PROPEDÉUTICA DE LA MOTILIDAD DE LA FASCIA. MOVIMIENTO
RESPIRATORIO PRIMARIO DE SUTHERLAND.
Medina-Garrido, J.A., Garrote-Gasch, J.M., Broseta-Prades, M.J. Smith-Ferres, V.,. Ferres-Torres, E., Smith-Agreda, V.

MOVIMIENTO RESPIRATORIO PRIMARIO DE SUTHERLAND.


Tal como exponíamos en nuestro libro Fascias, (capítulo 19).- es de gran importancia el
conocimiento de la propedéutica de su movimiento, que vamos a recordar esquemáticamente, en la presente
sinopsis..
Siguiendo a Sutherland, consideramos que:
...” los movimientos de cualquiera de estos elementos ,(incluido el mismo movimiento rítmico).-
repercuten en todos los demás elementos fasciales”...
A este movimiento, en relación a las fascias de tensión recíproca y a la líquida, (a la cual
corresponde el licuor), se le denominó, Movimiento respiratorio primario (M.R.P.), de Sutherland, que este
autor, definió como:
…”Un ritmo de 8 a 12 ciclos por minuto, que según él no tiene que ver con el respiratorio o el
cardíaco , aunque considera, que la disminución de estos, puede ralentizar el M. P. R. “…
Este mecanismo aparece como primario, según este autor, en el tercer mes de la vida intrauterina,
(es decir en el II período fetal de Streeter).- y se prolonga unas cuatro horas y veinte minutos, después de la
muerte clínica. Coincide con los estudios, realizados en el mismo período, en Europa, por Lebourg.
Sin embargo, como primario, (sin que esto signifique contradecir el concepto de Sutherland).-
embriológicamente, es el latido cardíaco, que aparece entre los Horizontes IX y XI de Streeter, (es decir, entre
los 20 y los 24 días posconcepción, con un tamaño que oscila desde 1 mm., a 2,5 mm), que realizan el
primitivo corazón y pulmón embrionarios, que se traduce en el movimiento respiratorio primario, a través de
la circulación placentaria,. lo cual es mucho antes del II período fetal de Streeter, (que comienza sobre el día
50 y llega hasta el día 140 posconcepción, con un tamaño que va desde los 45 mm., hasta los 180 mm ), en
que Sutherland sitúa el M.R.P.
La nutrición neuronal, debido a su alta diferenciación y especialización funcional, hace que estos
elementos celulares, pierdan la capacidad de alimentarse directamente de la sangre, y necesitan, para la
realización de esta función metabólica, la presencia de unas células, derivadas de la matriz neural
ependimaria, que constituye la neuroglía o glía nerviosa o glía ectodérmica, (fundamentalmente la
oligodendroglía), que realiza la selección de los nutrientes, de la filtración metabólica selectiva intersticial,
que constituye el licuor. Esta neuroglía, está constituida por células especializadas, clasificadas, como ya
hemos visto en capítulos anteriores, en:
1º).- Los astrocitos
que forman la neuroglia protoplasmática y fibrosa.
2º).- Los oligodendrocitos
que se adaptan a las neuronas, y le transmiten un movimiento que sigue el ritmo de Sutherland y
Lebourg.
3º).- Las células de Schwann, o schwannocitos,
que protege los axones y dendritas, se le denomina mielina.
En la constitución del neuropilo del tejido nervioso, (que contiene las neuronas y la glía).- el
conjunto de esta neuroglia se contrae, o pulsa, según indicó Sutherland, a un ritmo de 8 a 12 contracciones
por minuto.
Esta contracción simultánea de las células gliales en el encéfalo, (y en consecuencia por la razón
que acabamos de indicar respecto a la constitución del neuropilo), obligan a que, los hemisferios cerebrales,
se hagan más compactos. Por lo tanto, los ventrículos, que ocupan su centro, se dilatan, y, en la periferia se
ensanchan los espacios subaracnoideos. Estas contracciones rítmicas, constituyen el agente mecánico de la
fluctuación del LCR a través de todas las cavidades cerebro-espinales.
Pero, la contracción de las células gliales, parece insuficiente para ocasionar ella sola, el
movimiento del cráneo. El MRP, (o movimiento respiratorio primario), se debe a las variaciones de la
presión del LCR en las cavidades. inducidas por los potenciales de los centros cardíacos de Aschoff-Tawara,
y Keith y Flack, y los pneumotáxicos.
El LCR se reabsorbe mas lentamente, (en la proporción de 1 a 2), a nivel de los corpúsculos de
Pachionni, en comparación con el ritmo de reabsorción a nivel de los plexos coroideos, y en ambos influye el
obstáculo de transmisión que supone la barrera hemato-encefálica.
Esta aparente disfuncionalidad de ritmos, que repercute en la presión y la dilatación de los
ventrículos, aumenta a nivel superior, y corta la secreción de los plexos, y, posteriormente, desciende hasta un
nivel inferior que los reactiva. Este proceso, constituye la biodinámica del Movimiento Respiratorio
Primario, (MRP) de Sutherland.

PROPEDÉUTICA DE LA BIODINÁMICA DEL MOVIMIENTO RESPIRATORIO PRIMARIO DE


SUTHERLAND.
Sutherland observó que, el cráneo, clásicamente estaba formado, estaba formado por un conjunto de
piezas óseas, articuladas entre ellas por una superficie en forma de bisel, y que, las uniones articuladas, están
recubiertas por una membrana sinfisaria, procedente del tejido madre, o duragurt, de Blechschmidt en su
diferenciación embrionaria, (que da base a las diferenciaciones esclerotómicas, que acaban constituyendo el
desarrollo del dispositivo esquelético en general y óseo en particular).
En el caso del cráneo, la disposición de las matrices de crecimiento, (durante el proceso de
desarrollo hasta la maduración del esqueleto), hace que, según la orientación de los biseles óseos, permitan la
separación, hacia fuera o hacia dentro, de los huesos. A este movimiento, Sutherland lo denomino flexión y
extensión, que considera que mientras los huesos pares van a flexión, los impares van a extensión, siendo
todos los huesos del cráneo solidarios unos con otros, arrastrando el movimiento de uno y al de los demás,
según la posición de los biseles,
No nos olvidemos de que embriológicamente, todos proceden de la osificación de la unidad
membranosa mesenquimal, que caracteriza a la primitiva envoltura craneal. En consecuencia, el mecanismo
respiratorio primario (MRP), y la presión de los hemisferios, a cada contracción , exige una adaptación
igualmente rítmica de la caja craneana.

PROPEDÉUTICA DEL SISTEMA CRÁNEO-SACRAL DE SUTHERLAND.


En el interior del sistema cerebro-espinal, las membranas recíprocas, están tensas en su inserción
ósea, arrastrando todos los huesos del cráneo alrededor del sistema articular de la esfeno-basilar que se
prolonga hasta el sacro.
Por medio de la fascia aponeurótica superficial, la duramadre, que se inserta en la base del occipital
se prolonga completamente libre hasta el sacro. Sutherland nombró a este sistema, Sistema cráneo-sacral. Y
lo definió como el Mecanismo Respiratorio Primario (MRP), o (CRI), Ritmo Intra Craneal. Este mecanismo,
según Sutherland, está constituido por 5 elementos:
1º/ Biodinámica inherente del cerebro y de la médula espinal.
2º/ Fluctuación del L.C.R.
3º/ Biodinámica de las membranas intracraneal e intrarraquídea, (son las membranas de tensión
reciproca).
4º/ Biodinámica articular involuntaria, de los huesos del cráneo.
5º/ Biodinámica articular involuntaria, de la columna vertebral desde el cráneo hasta el sacro entre
los iliacos.
6º/ Las suturas del cráneo.
Analicemos cada uno de estos puntos :

A).- BIODINÁMICA INHERENTE DEL CEREBRO Y DE LA MÉDULA ESPINAL.


MOVIMIENTOS DE SUTHERLAND.
En el sentir de Sutherland, en el cráneo humano, existen cuatro movimientos:
a).- Pulsación, en sincronía cardiaca.
b).- Pulsación, en sincronía respiratoria.
c).- Pulsación de ritmo constante. Movimiento Respiratorio Primario, (M.R.P).
d).- Generación consecuente de un potencial eléctrico ondulante.
Para interpretar las ideas de Sutherland, es necesario recordar que, (en el desarrollo embrionario, por
inducción de la notocorda sobre el ectodermo), se formó el tubo neural, el cual, en su porción craneal, esboza
dos evaginaciones, que, (por la limitación que sobre ellos ejerce el esbozo del dispositivo esquelético fibroso
del cráneo primitivo en desarrollo), se les obliga a reflejarse, desde delante, hacia atrás, (como unos cuernos
de carnero), que constituyen, a lo largo del desarrollo el telencéfalo, o sinopsis del sustrato anatomo-
funcional del, estriatum, paleocortex, arquicortex y neocortex, en sus diferentes variantes, del desarrollo del
córtex cerebral.
Este enrollamiento y desenrollamiento, de los ventrículos ependimarios, constitutivos del tejido
cerebral, que rodea a los ventrículos laterales, produce un movimiento inherente, propio y diferente de los
otros dos. Es, para Sutherland, el movimiento inicial, el movimiento de la vida, ya que vida, significa
movimiento (tanto en el cerebro, como consecuentemente en los demás órganos del cuerpo humano).
Cualquier actividad física, química o eléctrica corporal, esta interrelacionada con este movimiento.
Para nosotros, es la objetivización material, de la potencia prospectiva o teleológica, impresa en los
genes.

B).- FLUCTUACIÓN DEL LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO, L.C.R.


El LCR, como ya sabemos, se elabora en los plexos coroideos, por una filtración selectiva, y fluctúa.
Esta fluctuaciones, inducen a Clark, a expresar su sospecha:
...”Tengo la convicción de que unas pulsaciones continuas intervienen en las más finas estructuras
del cerebro. Ondas cíclicas, entre 8 a 12 ciclos por minuto, que no guardan ninguna relación con el ritmo
cardiaco o respiratorio.”...
Estas fluctuaciones, las considera, este autor, debidas a las contracciones rítmicas de los
oligodendrocitos, que, según Sutherland, corresponden a una presión de 12 a 15 cm. de agua.
Por otra parte, Peele, observa unas oscilaciones de presión,
...”que aparecen con variaciones de volumen en diferentes partes del sistema cerebro-espinal”....,
observando cambios rítmicos en el LCR, con respecto a los ritmos cardiaco y respiratorio, pero no dan una
explicación convincente, que clarifique las otras dos pulsaciones.
Estas pulsaciones a tener en cuenta son:
a).- La biodinámica.
Es para Selye, la integración de los parámetros vitales, que no pueden ser interpretados en el
cadáver.
b).- La electroencefalográfica, o E.E.G.
Es la expresión de la motilidad de la biología molecular, que es progresiva desde el comienzo de sus
actividad funcional, que como sabemos comienza por ritmos de 2 a 3 ciclos por segundo, para pasar de 3 a 4,
en el momento del nacimiento, para alcanzar de 6 a 8, en el período prepuberal, y alcanzar los 10, en la
pubertad, y los 20 en la edad adulta
Por otra parte, Sutherland, responsabiliza este problema, de la fluctuación, a lo que él considera,
existencia de otras dos características a tener en cuenta :
1º).- Un potencial hidrodinámico,
que parece intervenir a través de todo el organismo como un mecanismo hidrodinámico,
generalizado.
2º).- Un potencial eléctrico.
que interviene en fases positivas y negativas, como ya indicábamos mas arriba, con distintos ritmos
topográficos y funcionales.
Estas dos actividades, van a repercutir en la movilidad del cerebro y del sistema nervioso central, lo
que conduce a que, la biodinámica cerebral, permita cambiar de forma sin cambiar de volumen. El volumen
en consecuencia será siempre constante.
Sutherland, considera que las membranas aunque son flexibles, no tienen la elasticidad suficiente
para permitir el movimiento cerebral, y para conseguirlo, recurre al proceso de enrollamiento y
desenrollamiento del tubo neural, que termina generando un potencial eléctrico, que se descarga en fases
positivas y negativas.
Esto, acarrea que la luz de los ventrículos ependimarios se modifique, y aparezca un efecto dinámico,
que interfiere sobre el proceso hidráulico. En consecuencia, este movimiento, permite al LCR que fluctúe
hacia el exterior al reabsorberse, al mismo ritmo que se origina el mecanismo respiratorio primario (MRP),
dando lugar a las mareas, que sintetiza en tres:
a).- Marea larga.
De 10 a 12 ciclos por minuto.
b).- Marea media.
De 5 a 6 ciclos por minuto.
c).- Marea corta.
De 1 ciclo por minuto
C).- BIODINÁMICA DE LAS MEMBRANAS INTRACRANEAL E INTRA- RAQUÍDEA.
Característica de la fascia meníngea, y endóstica.
Antes de penetrar a considerar la movilidad de las membranas intra-craneales e intra-espinales, es
conveniente realizar unas puntualizaciones anatómicas, que lejos de restar importancia al concepto de
Sutherland, le confieren más precisión y explicación del funcionamiento de M P R , a lo largo de la vida,
cuando el proceso de osteogénesis termina.

1º).- Endóstio, y duramadre.


Como ya ha hecho notar Upledger,
…”los huesos del neurocráneo, son densificaciones externas de la dura madre”…,
pero a nivel del raquis, la duramadre no está en contacto con el hueso, sino que entre ambos se ha
producido una diferenciación del esclerotomo, originando el espacio epidural, de tal manera, que este tejido,
va a dar un tejido osteogénico, que en realidad va a ser periostio, pero que en razón de su localización se va a
denominar endóstio, mientras que la diferenciación interna, por otra parte va a dar lugar a una fascia fibrosa y
resistente que es la duramadre.
En consecuencia, endóstio y duramadre, proceden de la misma fascia matriz, repetimos , a nivel del
raquis, mientras que en la porción craneal, son una misma fascia.

2º).- Espacio epidural.


El hecho de que constituyan en esta zona raquídea, unas localizaciones independientes entre sí, da
lugar a que tenga que aparecer un espacio que las individualice. Este espacio, es el espacio epidural.
Este espacio se encuentra relleno de tejido adiposo, Entre el que circulan arterias, venas y nervios
que van a venir a nutrir e inervar el dispositivo esquelético vertebral. Pero existe además el hecho de que, este
espacio, va a estar cruzado por los correspondientes nervios raquídeos, que, desde la médula espinal, llegan a
distribuirse por el resto del organismo, ofreciendo un espacio ideal para realizar una anestesia epidural que
eluda los peligros de su acción medular, como antes ocurría con las anestesias sub-durales.

3º).- Nervios raquídeos.


Como el tejido vertebral, al igual que todo el organismo, se ha producido, en su desarrollo
embrionario, por metámeros, y el dispositivo neural, que arranca de cada mielómero, constituye cada uno de
los pares de nervios raquídeos, es decir, (un nervio a cada lado).
Como sabemos, los nervios raquídeos, y sus subdivisiones son extraordinariamente vulnerables, y
para su protección, se diferenció, de la matriz ependimaria, una glía especial o schwannocito, que
envolviendo a las fibras nerviosas, con mayor o menor cantidad de su protoplasma, o mielina, las transformó
en fibras mielínicas y pobres en mielina de los alemanes, (armmielinischen), o mal llamadas en castellano,
amielínicas, pues siempre toda fibra nerviosa en mayor o menor proporción poseen mielina.

4º).- Endoneuro. perineuro y epineuro.


Por otra parte, las fibras nerviosas que constituyen el nervio raquídeo, (tanto en su porción somática
como vegetativa).- va a necesitar de una gran protección, al encontrarse sus fibras, (tanto oicotrópicas como
idiotrópicas, así como las miorrabdóticas y las mioleyóticas), en un ambiente, que, si no es hostil, si es
distinto del que tenían dentro del espacio subdural.
Por ello necesitan protegerse por medio de diferenciaciones del esclerotomo, emanadas en el punto
en que, en cada metámero, confluyen en el cambium, la duramadre con el endóstio, es decir en el agujero de
conjunción.
En, este lugar el esclerotomo se diferencia en:
1º).- El endoneuro.
2º).- Sobre este el perineuro.
3º).- El mas superficial el epineuro.
Este dispositivo establece la continuidad y diferenciación, de las vainas protectoras, nacidas del
tejido madre que dio lugar a la duramadre y al endóstio.
Dentro de la cavidad craneal, existen cuatro membranas, derivadas o continuidad de la duramadre
espinal, especialmente importantes, en el proceso que nos ocupa, que son:
a).- La hoz del cerebro.
b).- La tienda del cerebelo.
c).- La hoz del cerebelo.
d).- El diafragma de la silla turca.
Que presenta íntima relación con los senos venosos de drenaje.
.
D).- BIODINÁMICA ARTICULAR DE LOS HUESOS DEL CRÁNEO.
Como ya hemos indicado, los puntos de osificación o primordios de los huesos del cráneo, son libres, no
tienen articulaciones anfiartrósicas, ni diartroanfiartrósica , ni diartrósicas, son , como ya indicó Upledger,
solo:
...”densificaciones externas de la duramadre”...
Tienen unión o continuidad directa, a través de unas zonas entre los diferentes puntos de osificación,
que constituyen las membranas y fontanelas, zonas que clásicamente se denominaban, mal interpretando el
término, como sinartrosis.

FONTANELAS. BREGMA. LAMBDA. PTERION. ASTERION.


Los restos del mesénquima o duragurt de Blechschmidt, que constituye la osificación membranosa
de la bóveda craneal, conforme va siendo invadido por los puntos de osificación craneal, va quedando
reducido a los restos de las membranas, y constituyen las fontanelas.
Las fontanelas, reciben distintos nombres, según la forma y lugar donde se localizan.
La fontanela que goza de más importancia clínicamente, es la fontanela situada entre los dos puntos
de osificación de los huesos frontales embrionarios, (separados entre sí por la membrana o sutura metópica),
y los dos parietales, a la que se le denomina Bregma.
La escama occipital, con la porción posterior de los parietales, en el niño, forma la fontanela,
Lambda.
En la parte frontal externa, la unión de este hueso, con el parietal y con el esfenoides, da lugar a la
fontanela, Pterión.
Caudalmente, en la unión entre el temporal, el parietal y el occipital se encuentra la fontanela
Asterión
Todas estas fontanelas resultan, en consecuencia, de la articulación, en período de desarrollo, de 2 y
3 huesos, excepto el Pterión, también llamada fontanela ventral o esfenoidea, que está formada por 4 huesos.
Está localizada, como hemos indicado, a nivel del vértice del ala mayor del hueso esfenoides, y limita con el
ángulo anterior del parietal, la escama del temporal, y la apófisis orbitaria de la escama del hueso frontal.

TELEOLOGÍA DE LAS OSIFICACIONES CRANEANAS.


En el momento actual, se considera que los huesos del cráneo no crecen juntos para unirse, sino que
se desarrollan desde el centro del punto de osificación, emitiendo espículas óseas que van originando los
bordes dentellados, lo que permiten un ligero movimiento, debido a la membrana de crecimiento, que se
interpone entre los citados puntos de osificación. Crecimiento de la cavidad craneana, supeditada al
desarrollo del del cerebro.
Sin embargo, a pesar de esta afirmación, llegada la maduración cerebral total, el cráneo, como los
demás elementos óseos del organismo, entra en un proceso de tendencia a la sinóstosis, que acaba
produciendo las anquilosis de estas articulaciones, al igual que ocurre con las diferentes articulaciones, en el
devenir del tiempo.
No obstante, este proceso es lento, de tal manera que, a excepción de la articulación basio-
esfenoidal, (que como ya sabemos se osifica a los diez y ocho años), las demás tardan un largo período de
tiempo, aunque el movimiento es cada vez mas lento, debido a la disminución progresiva de la matriz de
crecimiento osteogénico.
Desde el nacimiento hasta los 6 años, las articulaciones craneales, se forman para tener un ligero
movimiento que persiste durante toda la vida del individuo, hasta que, en la ancianidad, se produzcan las
sinóstosis que la eliminan.
Las superficies articulares, presentan forma dentellada o biselada, debido, como hemos indicado, al
crecimiento de las espículas de los puntos de osificación. Se unen con un tejido conjuntivo, o matriz de
crecimiento óseo, o duragurt de Blechschmidt, que deriva de la duramadre craneana y del periostio, (ya que
la duramadre y el periostio en el origen de ellas, o cambium, son el mismo tejido), y permite leves
movimientos.
Por todo esto, no es posible admitir que, el cráneo adulto, tiene una estructura rígida, claro que
nunca será como la motilidad del cráneo de un feto a termino, que permite el cabalgamiento de unas piezas
óseas, sobre otras, durante el decurso a lo largo del canal del parto, o la elasticidad que las membranas
interóseas, (verdaderas matrices de crecimiento), que les permiten a estos, en la infancia, una prognosis leve,
ante los normales traumatismos, por caídas o golpes en la extremidad cefálica. La naturaleza, respeta las
suturas del cráneo durante casi toda la vida del individuo, si bien se van realizando cada vez movimientos de
menor amplitud.

ANATOMÍA PALPATORIA.
Estos pequeños desplazamientos de la movilidad ósea, (mal llamada por las escuelas alopáticas,
como articulaciones sinartrósicas), son capaces de detectarse por los procedimientos de Anatomía
Palpatoria. Basta para ello aplicar la palpación de Still, que consiste en abarcar el contorno de la cabeza en
una mano, aplicando una ligera presión con el pulpejo de cada dedo, (para este autor, puede alcanzar de 50 a
100 gramos), que nos permite, igual que al tomar el pulso, analizar las características, de los fenómenos
motores que ocurren bajo el sensor de nuestra mano, detectando no solo los movimientos óseos, sino la
fluctuación del licuor.

EVOLUCIÓN DE LA SUTURA BASIO-ESFENOIDEA.


Como hemos indicado, la detección de estos procesos es mas difícil, conforme mas edad tiene el
paciente, pues los procesos de flexión y extensión craneal, que este Sutherland describe, son válidos, tanto en
cuanto permanezca el esclerotomo de la sutura basio-esfenoidea en fase endocondral, o sea en proceso
estructural de fascia elástica, es decir fibrosa, o, cartilaginosa, pero a partir de los diez y ocho años, como
demostró Oloriz, el esclerotomo se osifica y desaparece a este nivel concreto, el centro o fulcro, de la
biodinámica craneal, (tanto es así que, prácticamente, todos los libros indican que el límite entre el occipital y
el esfenoides, a nivel de la lámina basilar se realiza en corte de sierra).
El clivus, pierde su capacidad motora. Solo quedan a partir de este momento, la motilidad de las
demás articulaciones de los huesos del cráneo, en especial de las alas del hueso cuña, o esfenoides.
Sin embargo, esto no es óbice para que la biodinámica del movimiento respiratorio primario, se siga
realizando, merced a los pequeños desplazamientos de las diferentes suturas craneales, y, a la transmisión de
estos a través de la duramadre y del endóstio, que establecen una continuidad a todo lo largo del raquis, hasta
llegar al sacro, que realiza los movimientos de nutación y contranutación considerados por algunos autores
como de flexión sacra.
Por otra parte, como ya hemos indicado más arriba, en el raquis, la duramadre, y el endóstio, se
hallan separados por el espacio epidural, pero confluyen, y se unen a nivel de cada agujero de conjunción,
(lugar donde se traslada el fulcro funcional, del antiguo movimiento del clivus), en la emisión del cambium y
del nervio raquídeo correspondiente, lo cual hace que, al M R P, se le sumen las tracciones que, sobre
duramadre, y endosito, realicen los efectos de las biodinámicas fasciales, de los diferentes sistemas neuro-
musculares del cuerpo.

PROPEDÉUTICA DE LA INTEGRACIÓN FUNCIONAL UNITARIA, DEL ESCLEROTOMO EN


RELACIÓN CON EL M.R.P. DE SUTHERLAND.
Cuando el centro de Sutherland, se inmoviliza a los 18 años por la osificación de la lámina basilar, o
basio-esfenoidea, es la planificación metamérica embrionaria, la que se ha ido especializando en actuar
sustitutivamente como centro de movimiento de las fascia de tensión recíproca, a nivel de los espacios
intermetaméricos o intervertebrales.
Estos van a permanecer móviles, prácticamente durante toda la vida, porque de entre los tejidos de
sostén modelados que van a constituir el esclerotomo, del raquis, con sus metaméricos intracentros,
intercentros y pleurocentros , así como con sus arcualias, (que definen de una manera propia, particular y
diferente a cada vértebra en relación con la específica función que tiene que realizar), no van a alcanzar en
todos ellos la metaplasia a hueso.
Este esclerotomo, como decimos, no alcanza en todas las zonas de la vértebra la total metaplasia,
sino que en el intercentro del metámero, se va a diferenciar en el disco intervertebral, con sus formaciones
clásicas, de núcleo pulposo, y disco fibroso.
Por otra parte, en las arcualias interdorsales, la metaplasia del esclerotomo, no va a sufrir una gran
diferenciación, formando los ligamentos amarillos, del arco neural. Mientras que la arcualia basidorsal , va a
dar lugar a la lámina y apófisis espinosa del citado arco neural.
Así mismo, próximo a este intercentro, se encuentra el lugar en donde se desarrolla la lámina
vertebral, que tiene que ceder el paso a la raíz raquídea correspondiente, constituyendo el agujero de
Conjunción.
Es pues en cada espacio intervertebral, en donde existe una falla en la dureza de la fascia de los
tejidos de sostén modelados, que permite dar la flexibilidad en cada metámero del raquis que por la distinta
resistencia de materiales, permite, la actuación sobre ellos de las membranas de tensión recíproca,
utilizándoles como nuevo centro o fulcro del M.R.P. de Sutherland, en relación con el proceso funcional que
se ejecute en ese momento.
Existen por lo tanto, a partir de los 18 años, tantos fulcros como espacios intervertebrales.

E).- BIODINÁMICA REFLEJA DEL SACRO ENTRE LOS ILIACOS.


La continuidad anatómica existente entre la duramadre, y el endóstio, a todo lo largo del conducto
raquídeo, desde el cráneo, hasta el sacro, permite establecer una continuidad de movimientos, que unen la
biodinámica del occipital y el sacro.

Colocar aquí LA FIGURA 39-1.


Figura 39-1.
Visión esquematica de la pelvis su cara superior donde se aprecia el arco
1).- Pubis. 2).- Promontorio. 3).- Coxis 4 y 6).- Tuberosidad Pectínea. 7 y 8).- Espina ciática. 9 y 10).- Diámetro transverso máximo.
A.A y B.B).- Superficie de la cara superior del Sacro o clave de la Bóbeda.

Como hemos indicado, existen los movimientos de nutación y contranutación involuntarios, o


reflejos, (además de la faceta voluntaria), del sacro, que dirige de una manera eurítmica, la movilidad
postural entre los ilíacos. Este movimiento, depende, para Sutherland, del mecanismo respiratorio primario
MRP, y se transmite, como ya hemos indicado, en un principio, a través de la organización de las fascias que
unen todas las partes del cuerpo humano, y concretamente, en este caso a través de las fascias meníngeas, y
endósticas, o membranas de tensión recíproca.
El eje de esta movilidad respiratoria involuntaria, está situado en la unión de los brazos largos y
cortos de las superficies de las carillas articulares, (en forma de “L”), del sacro, a la altura del segundo
segmento sacro, a través del Tubérculo de Bonaire.
El sacro, esta suspendido entre los iliacos, por unos ligamentos que le permiten balancearse muy
suavemente, en sentido antero-posterior, sin cambiar su tensión. El movimiento se realiza en sincronía con el
mecanismo respiratorio primario MRP.

Colocar aquí LA FIGURA 39-2.


Figura 39-2.
Visión de los movimientos del sacro basculando sobre el eje de Bonaire.
1).- faceta articular, en escuadra, del sacro. 2).- Sacro en nutación 3).- Sacro en Cpontranutación.
4).- Musculatura de la masa común sacro-lumbar. 5).- Fascículo muscular del pubo-coxígeo.

Ventralmente, solo se encuentra un plano ligamentoso, que corresponde al ligamento sacro-iliaco


anterior.
Dorsalmente, y debido a la posición inestable del sacro, se han sistematizado, clásicamente cuatro,
planos, que constituyen los ligamentos, sacro-iliacos posteriores. (Para más detalle, ver libro de Fascias
capítulo 19).

Colocar aquí LA FIGURA 39-3.


Figura 39-3.
Visión esquemática de las líneas biodinámicas de la pelvis, observables en vivo por resonancia nuclear magnetica.
1). Fascículo arciforme de Gallois-Busquette. 2). Fascículo cefálico de sustentación. 3). Fascículo trocantéreo. 4). Fascículo vertical. 5).
Trabéculas sacro-cotiloideas o ciáticas. 6). Trabéculas de la línea innominada. 7). Trabéculas sacro-isquiáticas. 8). Trabéculas cótilo-
isquiáticas. 9). Trabéculas innominado-pubianas. 10). Carga del raquis. 11). Reacción de la masa sacro-lumbar para encajar el sacro. 12).
Fuerza de carga en la estación bípeda. Reacción de la posición sedante. 14). Reacción de la posición sedante. 15). Trabéculas isquio-
pubianas de la transmisión de la reacción sedante. 16). Tubérculo de Bonaire.

PROPEDÉUTICA DE LA BIODINÁMICA DEL MECANISMO RESPIRATORIO PRIMARIO,


SEGÚN SUTHERLAND, Y DE LAS FASES DE FLEXIÓN Y EXTENSIÓN.
Como ya expresábamos en la publicación citada, para Sutherland (según expresa en su publicación
de 1939, “The Cranial Bowl”).
... “el cuerpo humano debe de mantener un nivel equilibrado de oxigeno, de hidratación, y de
nutrición celular y ser capaz de eliminar sus desechos”...
Las funciones de la respiración pulmonar, tanto la función al nivel de los alvéolos pulmonares, como
de la respiración tisular, es fundamental que se realicen correctamente.
Cada célula, realiza su metabolismo, basándose, tanto en el aporte de oxígeno, nutrientes, hormonas
etc. , como en la eliminación de los catabolitos de desecho.
En la biodinámica del mecanismo sacro-craneal de Sutherland, la respiración tisular, del líquido
cefalorraquídeo (LCR), no sólo actúa en el cráneo y conducto raquídeo, sino también se expande a todo el
cuerpo, debido a la fluctuación, el LCR, que juega un papel fundamental en el mecanismo respiratorio
primario, y en la respiración tisular interna.
El mecanismo respiratorio primario, es inherente a la movilidad del sistema nervioso central, en
relación con la fluctuación del LCR, controlada esta, por la tensión recíproca de las membranas.
Esto, para Sutherland, es el motor que engendra la motilidad en cadena en el sistema sacro-craneal, que
incide en la producción de dos fases rítmicas de fluctuación, -en las que juegan un papel importante la
actuación de las columnas musculares de Busquet. que repercuten a través de todo el cuerpo-.

Colocar aquí LA FIGURA 39-4.


Figura 39-4.
Visión esquemática de los sistemas de fuerzas de las cadenas musculares de Busquet.
1). Ligamento cervical posterior, o suspensorio de la cabeza. 2). Musculatura retrosomatica. 3). Masa común sacro-lumbar. 4).
Musculatura pre-verte bral. 5). Musculo psoas-iliaco. 6). Músculo pubo-coxígeo. 7).- Músculos rectos del abdomen. 8).- Peto esternón-
costal.

Este autor, a estas dos fases las denomina flexión y extensión.

1º).- FASE DE EXTENSIÓN.


En la fase de extensión del MRP, la biodinámica da lugar a las siguientes modificaciones morfológicas.

a).- Fase de contracción


).- Toda la sustancia nerviosa se contrae, desde los hemisferios cerebrales hasta la
extremidad de la médula, ya que tienen su punto de convergencia a nivel del tercer ventrículo, y por
otra parte, se encuentra fijado al fulcro que supone el anclaje de la médula, a través del filum
terminale, en el en la porción caudal del sacro.
).- En consecuencia, los hemisferios cerebrales disminuyen su dimensión antero-posterior
y se expanden lateralmente.
).- El resultado, es un cambio de forma y no de volumen. La substancia cerebral se vuelve
más compacta. Durante la contracción y la expansión, se produce un importante intercambio entre el
LCR y la sangre, al mismo tiempo que un paso del LCR, intraependimario, al espacio subdural, a
través de los agujeros de Kurtz, Elze, y Magendie, a nivel de la Válvula de Wieussens y de la
lámina tectoria del IV ventrículo, respectivamente.

b).- Fase de elevación.


).- El ascenso del III ventrículo, tracciona del tallo hipofisario, lo que determina elevación
de la hipófisis en la silla turca, y como consecuencia un estímulo a al biodinámica de los tres
Sistemas, Porta hipofisarios, que se traduce en un regulación del proceso neuro-endócrino.
).- El cerebelo sufre también una motilidad pasiva, en el sentido de que se extiende lateral
y verticalmente, pero se retrae en sentido antero-posterior.
).- La médula espinal también se tracciona en sentido craneal, y debido a la conexión a
nivel de los agujeros metaméricos, de conjunción, arrastra en el mismo sentido a las meninges
raquídeas, y a nivel del cambium, a las demás fascias del organismo. Es, en consecuencia, un
mecanismo unitario, que imbrica, tanto a los centros medulares como a los encefálicos.

c).- Fase de fluctuación referida a ventrículos y espacios subaracnoideos.


).- La fluctuación cíclica del LCR, (como puede deducirse de lo que hemos expuesto),
está influida claramente por los cambios de forma de los ventrículos y de los espacios
subaracnoideos.
).- La influencia de fluctuación del LCR, a través del cambium, se propaga a todo el
cuerpo.
).- La convergencia del LCR, con el dispositivo hemático, y linfático, explican la
continuidad de la biodinámica de esta fascia, no solo con las demás del organismo sino también con
la fascia líquida, no solo en los compartimentos extracelulares, sino en los intracelulares.

d).- Fase de biodinámica ósea.


).- Los puntos de osificación del occipital, esfenoides, vómer y etmoides,
fundamentalmente, sirviendo como fulcros de inserción o anclaje a la fascia meníngea, hacen que la
actuación de los sistemas neuromusculares craneales, sumen su movilidades, al MRP, lo que
imprime un movimiento fisiológico, a través de un eje transversal, debido a la elasticidad de las
membranas interóseas, de las mal llamadas articulaciones sinartrósicas.
).- Durante la fase de extensión, los huesos pares de la periferia del cráneo y cara, realizan
una leve rotación interna. Este proceso, permite a los ventrículos y a los senos venosos, realizar el
efecto de drenaje, tanto hemático, como del LCR.

e).- Fase de transición biodinámica de duramadre craneal a raquídea.


).- A nivel del agujero occipital o foramen mágnum, la duramadre craneal, tracciona de
las membranas espinales, y las eleva.
).- El sacro experimenta una torsión, o flexión del sacro, (sobre el eje transversal que pasa
por los tubérculos de Bonaire), con la base hacia atrás y hacia arriba y el ápex hacia la sínfisis
púbica, es el clásico movimiento de contranutación.

2º).- FASE DE FLEXIÓN.


La fase de flexión se caracteriza por los siguientes procesos:

a).- Fase de desplazamiento de las dependencias de la dura-madre.


).- La hoz del cerebro se desplaza hacia atrás. Su extremidad anterior, unida a la crista
galli, se mueve y tracciona de ella, -siendo el motivo de la conservación de esta excrescencia ósea-,
en la porción anterior y media de las láminas cribosas del etmoides..
).- La tienda del cerebelo sufre un se aplanamiento, debido al desplazamiento lateral de
las conchas del temporal, así como al consecuente del esfenoides, lo que acarrea, el desplazamiento
de los bordes superiores de los peñascos, en los cuales se insertan los límites externos de la citada
tienda cerebelar.

b).- Fase de orientación de la motilidad ósea.


).- Los huesos del arbotante medio del cráneo y cara, (occipital, esfenoides, vómer y
etmoides).- basculan, y se mueven fisiológicamente, alrededor del eje transversal, que pasa por el
cuerpo esfenoidal, (lugar donde vienen a insertarse, en las clinoides anteriores y posteriores, los
extremos ventrales de la tienda del cerebelo, o séase en la porción anterior del diafragma craneal ).
).- Durante la misma fase de flexión, los huesos pares de la periferia, (frontal, maxilar
superior, parietales, temporales, y los malares), realizan una rotación externa, y actúan sobre la
forma y calibre de la luz de los senos meníngeos contribuyendo al proceso circulatorio hemo-
linfático.

c).- Fase de tensión fascial.


).- A nivel del agujero occipital o mágnum, la duramadre encefálica se continúa con la
raquídea con la misma característica de tensión y elasticidad que posee en el endocráneo.
).- El sacro experimenta ahora, una torsión en sentido contrario a como la realizó en la
fase extensión, (es decir, sobre el mismo eje que une los tubérculo de Bonaire, pero ahora en sentido
inverso), dirigiendo la base, hacia delante y hacia abajo y el ápex hacia atrás, es decir, el clásico
movimiento de nutación.
Estás movilidades coordinadas, permite que el LCR fluctúe hacia el sistema circulatorio.
Entre las meninges del encéfalo y de la médula espinal, existe, en consecuencia, una modificación
biodinámica, ligeramente sincronizada, máxime, al tener presente que, como ya hemos indicado, la
continuidad de la fascia meníngea con todas las demás, a partir del cambiúm, lo que da lugar a que
todo proceso, (independiente de la parte del organismo donde se origine), repercuta en toda la
unidad el resto.
Para poder realizar una propedéutica que nos permita verificar un buen estudio de las fascias en los
paciente, hemos procedido a sistematizarlas esquemáticamente en la siguiente clasificación :

DIVISIÓN CLÁSICA DE LAS FASCIAS EN OSTEOPATÍA.


En sinopsis, se consideran, arrancando de la fascia madre, e integradas en la unidad de esta:
1ª).- La fascia de las membranas recíprocas.
2ª).- La fascia de la cadena cérvico-toraco-abdomino-pélvico.
3ª).- La fascia peritoneal.
4ª).- La fascia aponeurótica superficial.
5ª).- La fascia subcutánea o hipodérmica.
SEGUNDA PARTE.

APLICACIONES A LA TÉCNICA TERAPÉUTICA.

Por:
Medina Garrido, J.A. D.O. Osteópata.
Díaz-García, Moreno, F. D.O. Osteópata.
Smith-Agreda, V. Catedrático de Anatomía Humana.

PREFACIO.

Introducción.
Esbozadas lasa bases biodinámicas del substrato anatomo-funcional del elemento axil del organismo,
cabeza y columna vertebral, vamos a comenzar la exposición de las manipulaciones correspondientes al
desarrollo de las técnicas terapéuticas en la actuación sobre el sistema Sacro-Craneal de Sutterland.
Para realizar el proceso técnico es fundamental, el tener presente los conceptos básicos, que
sucintamente hemos expuesto en la 1ª parte de este libro, sin olvidar en ningún momento el hecho
fundamental, de que, como hemos venido recalcando, el organismo vivo, es uno e indivisible, que arranca
desde el momento de su origen, en la fecundación del óvulo femenino por el espermatozoide masculino,
unión que da lugar a la célula huevo, que es la primera expresión del individuo humano, con toda su dignidad
obligaciones y derechos. Este huevo, guiado por la potencia teleológica impresa por el Creador, en su
genoma, -que rige el desarrollo de la especie hasta el final de su vida-, se irá diferenciando, ayudado por los
procesos epigenéticos, que la modularán adaptándola a los fenómenos adyacentes del entorno que le rodea, y
en cada momento de su existencia
Otro de los puntos que queremos destacar, es que desde el mismo momento de su fecundación, en
este nuevo ser, todos los momentos funcionales impactan en él, y dejan una huella inconsciente, que perdura
toda la vida, y que se encuentra en todas y cada una de las partes que integran esa unidad viviente, desde los
componentes del medio donde se desenvuelven sus células, hasta las interrelaciones de ellas con el resto de
las fascias líquidas, y sobre ella se van integrando de una manera instintiva, contribuyendo así a la
constitución de la personalidad del individuo, es decir que el organismo, podrá conocer o no, un momentos de
sus vida, pero olvidar, no olvida nunca, ni lo conocido ni lo desconocido.
Posteriormente estos potenciales se encarnarán en los circuitos reverberantes de Ranson, pero no
todos llegarán a ser conscientes, y permanecerán en esa parte del parámetro psicológico denominado Intus.
Otras veces , sobre todo en procesos patológicos, la asimilación que estos desencadenan, los hará aflorar, e
incluso abandonar el territorio del intus para pasar al del consciente, y conocerse, casi siempre acompañados
de una fuerte descarga emocional, que regulará y aliviará el proceso patológico, tras la administración de unas
técnicas que pueden llegar a conseguirlo.
Uno de los sistemas terapéuticos, que en el momento presente, aplicados con el conocimiento de los
movimientos y posturas apropiadas, con la conciencia del porque?, y del para que?, se hacen, es la actuación
del sistema Sacro-Craneal, que como ya hemos dicho, inició Sutterland y continuó Uphedger, y tantos otros
preocupados en la búsqueda de la saluda, quebrada a partir de procesos traumáticos.
Como pautas que creemos deben de tenerse presentes en la actuación , tras la histotia clínica, y
colocación del paciente en la camilla, consideramos las siguientes:
a).- Nos colocamos lo más cómodamente posible, para poder concentrarnos en la realización de las
maniobras.
b).- No inducimos al paciente. Se actúa sin inducir al paciente.
c).- No hablar. Procurar no hablar para ni distraerle ni distraernos.
d).- Escuchar si el paciente nos expone algo, o si mostrase imperativa necesidad de dialogar,
procurando llevar la conversación en un sentido que pueda ayudar a resolver su problema. Eel saber
escuchar guía a la resolución del conflicto.
e).- Serenidad y relajación, por nuestra parte.
f).- No predisponernos a relacionar procesos, en los primeros momentos de la actuación.
g).- Concentración en la capacidad discriminativa de nuestras manos, para detectar el flujo y reflujo
del L.C.R.
h).- Si no se siente, debemos continuar la maniobra aumentando la concentración, hasta que
aparezca el flujo.
i).- Si extraña lo que se capta, no debe de intentar interpretarlo precipitadamente, hay que dejar que
el sistema nos guíe.
j).- Empezar la terapéutica en un orden determinado, que se irán exponiendo en los capítulos
siguientes.
k).- Detectar los bloqueos que aparecen, que fundamentalmente corresponden a:
 - Psicológica.
 - Chacras.
 - Geopatías
 - Aura
 - Meridianos
 - Neurovegetativo.
 - Inmunológico.
 - Cicatrices o dientes.
 - Mecánicos.
 - Orgánicos.
 - Neuroendocrinos.
l).- El orden en la sistemática de actuación en la Terapéutica S-C, lo impone el profesional, según
su experiencia. Nosotros aconsejamos el siguiente:
1º).- Valoración del S.C.: maléolos, tibias, muslos, pelvis, (E.I.A.S. o, espinas iliacas antero
superiores), costillas finales, hombros.
2º).- Valoración : Sacro-iliacos.
3º).- Valoración: médula, raíces raquídeas, sacro-lumbares, dorsales, y cervicales.
4º). Meced la médula.
5º).- Diafragmas: Pélvico, torácico, entrada al diafragma craneal y craneal.
6º).- Cuarto ventrículo: Punto parado CV4.
7º). Frontal.
8º). Apriétales.
9º).- Temporales.
10º).- A.T.M.: Compresión y descompresión
11º).- Esfenoides.
12º).- Maxilar superior.
13º).- Vómer.
14º).- Palatinos.
15º).- Pterigoideos.
16º).- Nariz.
17º).- Boca: Parte interna, Lengua.
18º).- Maxilares superior e inferior o mandíbula.
19º).- Hioides.

LA TÉCNICA.
Debe de constituir un ejercicio de fácil realización, verificable por cualquier persona profesional,
con cual vamos a ayudar a sentir y recuperarse, al enfermo, sea del orden que sea el problema, traumático,
físico, metabólico, y psicológico.
Medina-Garrido, J.A.
CAPÍTULO 40º.
VALORACIÓN DEL M.R.P. 1,2,3,4,5,6.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

El médico, no cura nunca, alivia


algunas veces, y consuela siempre.
Marañon..
VALORACIÓN M.R.P. 1º.
Colocar los dedos de las manos suavemente, como si acariciásemos a un bebé, sobre los maléolos. El
terapeuta S.C., debe de estar relajado y concentrado en percibir el M.R.P. prestando su atención en sus
manos, en dicho movimiento,. Notará si hay diferencia entre las dos piernas, y recibirá información de donde
el movimiento está restringido, y donde fluctúa con mas fuerza.
Al terminar la terapia S.C. , este punto también nos servirá para comprobar si hemos conseguido
restablecerlo y sincronizarlo, en las dos piernas por igual.
En este punto, también se pude realizar la técnica de punto parado.
(Ver capítulo nº 6 técnica 4º ventrículo o CV4).
Sinopsis:
a).- Flx: Flexión o abertura.
b).-Ext: extensión o cierre.

Valoración M.R.P.;2º.
Colocar las manos suavemente, sobre la parte media de las tibias, valorando e interpretando la
diferencia entre ambas piernas, de M.R.P. realizando la misma técnica descrita anteriormente en la valoración
del M.R.P. 1º.

Valoración M.R.P.; 3º
Colocar las manos, suavemente, sobre la parte media de los muslos, valorando e interpretando la
diferencia entre ambas piernas del M.R.P., realizando la misma técnica descrita anteriormente, en la
valoración del M.R.P. 1º.

Valoración M.R.P.;4º
Colocar las manos suavemente, sobre la parte media de las E.I.A.S., (espinas iliacas antero
superiores), valorando e interpretando, la diferencia entre ambas piernas del M.R.P. realizando la misma
técnica anteriormente descrita en la valoración del M.R.P. 1º.

Valoración M.R.P.; 5º
Colocar las manos suavemente en las últimas costillas, valorando e interpretando, la diferencia entre
ambas costillas, del M.R.P. realizando la misma técnica descrita anteriormente en la valoración del M.R.P. 1º.

Valoración M.R.P., 6º.


Colocar las manos suavemente, sobre los hombros, valorando e interpretando la diferencia entre
ambos hombros del M.R.P. realizando la misma técnica descrita anteriormente en la valoración del M.R.P. 1º

Intercalar en el texto las figuras del capítulo 40 en el texto


CAPÍTULO 41.
TÉCNICA DE LA PERCEPCIÓN DEL M.R.P. EN LA BÓVEDA CRANEAL.
Medina-Garrido, J.A.,Díaz-García Moreno, F.,Smith-Agreda,V.

1º).- Valoración Bóveda Craneal M.R.P.


El terapeuta apoyara sus brazos, cómodamente en la camilla, tomará contacto con las dos manos
sobre la bóveda craneal, suavemente con la región hipotenar.
Sinopsis:
Colocar las distintas zonas de la mano, con arreglo a como se indican en la siguiente exposición.

a).- Falanges del dedo meñique, Vº metacarpiano, ganchoso, piramidal y pisiforme, sobre
zona parietal superior.
b).- Falanges del dedo anular, IVº metacarpiano, piramidal y pisiforme, sobre la zona
frontal de la parte inferior de las cejas.
c).- Falanges de los dedos corazón e índice, IIIº Y IIº, metacarpianos, huesos grande y
semilunar sobre la zona temporal anterior.
d).- Falange del dedo pulgar o 1º dedo, Iº metacarpiano, trapecio y trapezoides sobre la zona
occipital.
Una vez conseguida esta situación exploratoria, poner nuestra atención en nuestras manos, y
concentrarnos en percibir el movimiento del líquido céfalo-raquídeo, (L.C.R.). y la repleción del los
ventrículos 3º y 4 teniendo su movilidad a un ritmo de 6 a 12 ciclos por minuto, entre llenado y vaciado.
Este movimiento tiene que ser el de un fluido, por igual en cualquier parte del cuerpo, que el
terapeuta del S.C. quiera percibirlo.
La desigualdad de sincronización , manifiesta una perturbación en el sistema S.C.

2º).- Los movimientos son:


a).- FLX. Flexión o abertura nº1.
b).- EXT. Extensión o cierre nº2.
Esta técnica, está destinada a sentir el M.R.P., en todo el cráneo, y sirve como valoración del
tratamiento S.C. y después del tratamiento. Como valoración y comparación del mismo. El M.R.P. debe de
ser fluido, acompasado y por igual, en el sentir de las dos manos.
Nuestro tacto, ha de ser muy suave, como la caricia a un bebé, procurando que no haya ninguna
tensión en el terapeuta. Concentrándonos en nuestra manos, en espera de percibir el M.P.R.
El diagnóstico, nos dará información, de donde hay mas movimientos, y donde más restricciones.
Los movimientos no tienen por que ser, estrictamente en FLX, o EXT, y notaremos como hay movimientos
combinados, ascendentes, anteriores, etc.

Intercalar entre el texto las figuras


CAPÍTULO 42.
COMPLEJO SACRO-ILIACO.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García moreno, F., Smith-Agreda, V.

COMPLEJO SACRO-ILACO.
Biodinámicamente forman una unidad funcional de extraordinaria importancia, que podemos
sintetizar en :
Iliaco:
1º).- Flexión. = Eversión, (rotación hacia fuera).
2º).- Extensión.= Inversión , ( rotación hacia adentro).
Sacro:
1º).- Flexión = Dirección hacia los pies.
2º).- Extensión = Dirección craneal.
3º).- Desplazamiento. = Dirección hacia la mano que toma contacto con el sacro. Liberación
del sacro entre los iliacos.

La técnica sirve, como valoración del movimiento del sacro entre los iliacos, así como para la
aplicación de su tratamiento.
Con la mano de arriba tomar contacto con las dos EIAS, (espinas iliacas antero superiores),
percibiendo el movimiento de las mismas, en : flex, ext, inversión, eversión.
Con la otra mano, en contacto con el sacro, bien apoyado y relajado, en la camilla, percibir el
movimiento del sacro, (ver capítulo 24). Poner la atención en nuestras manos, y esperar a sentir los
movimientos del M.R.P.

LIBERACIÓN SACRO-ILIACA.
Es la primera técnica a realizar, antes de pasar al cráneo, -sobre todo en el sexo femenino-, a partir de
los movimientos de flex. y ext. del sacro. Sincronizar con el movimiento de los iliacos, e ir llevándolo con
nuestra intención, con nuestras manos, -sin hacer fuerza-. Seguir el movimiento sacro hacia los pies. Seguir
las indicaciones que se aclaran en las figuras: 1, hacia los pies hasta su total liberación. 3, en un plano
descendente en dirección hacia la camilla.
En algunas mujeres, sobre todo con alteraciones ginecológicas, o del continente pélvico, se nota una
fluctuación descendente, a modo de burbujeo, e incluso un pulso terapéutico, ( = sensación de sentir el latido
de una arteria).
También se puede realizar aquí, en el sacro, la técnica del punto parado, (ver capítulo 46), llevando el
movimiento sacro, en dirección craneal o extensión sacra Nº 2.

Distribuir por el capítulo las figuras correspondientes.


CAPÍTULO 43º.
TÉCNICAS PAA VALORAR EL MOVIMIENTO M.R.P. EN LA MÉDULA.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

MEDULA 1ª.
Con una mano, tomar contacto sobre las apófisis espinosas finales de la región lumbar, y con la
punta de los dedos, 2º, 3º, 4º, y 5º, apoyando suavemente, (con el brazo en la camilla, lo más relajado
posible).
Con la otra mano, tomar contacto con el sacro, bien apoyado sobre toda la mano, lo mas distendida
posible, (observar que hay que soportar, en esta mano, todo el peso del cuerpo).
Esto indica la gran importancia que tiene el realizar estas técnicas en una posición muy relajada,
para el terapeuta del S.C.
Valoración de la médula:
Pasar a la zona lumbo-sacra, conectar con el M.R.P., y seguir dicho movimiento ascendente, craneal,
como una onda, marea, o flujo, (visualizándolo en nuestra mente, su recorrido ascendente). Donde notemos
que el movimiento se restringe o parece que le cuesta más circular, podemos considerar que existe un
bloqueo en dicha zona.
Esta técnica sirve también como tratamiento, siguiendo dicho movimiento, -antes descrito-, durante
varios ciclos, hasta notar su liberación completa.
Al conectar con el M.R.P. y L.C.R. y con la intención puesta en nuestras manos, ir sintiendo dicho
movimiento hasta liberarlo:
a).- Mano sacro, por debajo, dirección hacia los pies.
b).- Mano, espinosas lumbares, dirección craneal.

MÉDULA 2º.
Con las manos apoyadas en la camilla, tomar contacto con los dedos 2º, 3º, y 4º, de las dos manos,
sobre las primeras espinosas cervicales. Seguir el movimiento M.R.P., comprobando donde hay más
restricción y bloqueo. Posteriormente, con nuestra atención puesta en nuestras manos, seguir dicho
movimiento, repitiendo la misma evolución descrita anteriormente, hacia el cráneo, hasta su liberación y
fluctuación.

MÉDULA 3º, MECER LA MÉDULA.


Con una mano, tomar contacto con la base del sacro, -bien apoyada y relajada sobre la camilla.
La otra mano colocarla por debajo de la base craneal, y occipital.
En primer lugar conectarse con el movimiento, y percibirlo en las dos manos. Con nuestra atención
puesta en las mismas , sentir y percibir dicho movimiento, registrándolo en nuestra conciencia , orientado
para acompañarlo en el sentido que el M.R.P. quiera ir, hasta el final del mismo. Y aquí, -con nuestra atención
puesta en nuestras manos-, acompañar el movimiento unos ciclos mas. Después, pasamos al otro sentido del
movimiento, repitiendo la misma evolución descrita anteriormente, liberando y ganando amplitud de
movimiento en los dos sentidos.
Esta técnica es especialmente agradecida, en diferentes traumas y bloqueos.

Sinopsis:
a).- Escoliosis.
b).-Traumatismos, especialmente en alguna parte de la columna vertebral.
c).-Niños.
d).- personas mayores, y con procesos degenerativos osteo-articulares.
e).-Cualquier manipulación e intervención con agujas, - anestesias epi-durales o sub-durales, etc-.

Orden de las técnicas de valoración del movimiento M.R.P., en la médula


a).- Médula 1º.
b).- Médula 2º.
c).- Médula 3º: Mecer la médula.
Colocar las imágenes correspondientes al capítulo.

CAPÍTULO 44.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DE LOS DIAFRAGMAS, PÉLVICO, Y TORÁCICO.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Medina-Bertomeu, J.A. Smith-Agreda, V.

Diafragma pélvico 1º.


Se coloca la mano por debajo de la zona del sacro, tomando contacto completo, en dicha zona
Con la otra mano, siempre suavemente, se toma contacto por encima de la rama púbica, y
(respetando ,como profesionales, la intimidad del paciente), concentrar toda nuestra atención en percibir el
M.R.P. , en percibirlo, que aparecerá . El terapeuta lo acompañará hasta el final del movimiento,
acompañándolo en todos los planos del espacio, (véase figura adjunta). También puede percibirse un
movimiento como si las manos quisieran se parase la una de la otra , o ala contrario deslizarse en la dirección
interna del cuerpo.
También se puede apreciar un movimiento como de burbujeo en la zona sacra, denominado pulso
terapéutico. Suele ser más usual en el sexo femenino, por ser esta zona muy compleja por su relación con el
sistema hormonal, conflictos de pareja, de anidación, y de relación madre-hijo.
No hay que tomar deducciones rápidas, es decir no hay que dar nada por sentado, ya que aquí cuenta
el mundo emocional, que es el mas difícil de sistematizar, ya que en las emociones puede salir cualquier cosa,
por ejemplo:
Mujer premenopáusica, de 46 años, casada y con hijos. Describió, al realizar las técnicas
terapéuticas, al diafragma 1º pélvico, un malestar difuso, que le acongojaba, y que ella relacionaba con su
zona pélvica, cuando el terapeuta estaba actuando sobre dicha zona. Ella evocó un problema de trabajo, en
años anteriores, en que la culparon de ladrona injustamente. A pesar de que aquella situación se resolvió y
esclareció favorablemente, para ella, de los hechos acaecidos, la paciente seguía reteniendo su emoción
alterada en aquel entonces, que se manifestó al trabajar su diafragma pélvico, debido a que, dento de la
unidad del ser humano, fué el sustrato anatomo funcional, donde los potenciales emotivos de este sustrato
se integraron con los emocionales en los circuitos reverberantes de Ranson, y durmieron durante años, hasta
que el osteópata supo evocarlos y actualizarlos llevándolos al campo consciente.
Si al realizar el tratamiento del diafragma pélvico 1º, percibimos que el movimiento S.C. va a la
izquierda, y no quiere o puede ir hacia la derecha, y además apreciamos un bloqueo, pasaremos la mano
suavemente al lado contrario, llevándola de arriba abajo, realizando al técnica denominada en O, o conectar
con el sistema S.C. entre las dos manos, para conseguir la relajación de los tejidos, y dotar ala sistema S.C. de
recursos para activar el movimiento M.R.P.
En breve espacio de tiempo aparecerá el movimiento, donde antes no lo había, es decir existía un
bloqueo, para proseguir con la terapia S.C. antes descrita , al principio de este capítulo.

Diafragma torácico 2º.


La técnica es la misma que en el diafragma pélvico 1º.
La mano suavemente por encima y final del esternón.
La otra mano debajo de la zona dorso-lumbar, con el M.R.P. y seguir el movimiento hasta su
liberación. En todos los planos del espacio.

Distribuir entre el capítulo las figuras.


CAPÍTULO 45º.
TÉCNICAS DE ENTRADA AL DIAFRAGMA CRANEAL.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

ENTRADA AL DIAFRAGMA CRANEAL.


Con una mano debajo de la zona cérvico-dorsal, y con la otra sobre la zona esterno-clavicular,
conectar el M.R.P., valorando donde quiere ir acompañándolo y liberándolo este movimiento, en todos los
planos del espacio, (ver capítulo 5 diafragma pélvico 1º). Una vez liberado, puede apreciarse en nuestras
manos , la sensación de querer separase una de otra, como una onda que va ampliándose cada vez más y
más.
Si el movimiento va hacia un lado, por ejemplo al izquierdo, y le cuesta ir al derecho, colocar la
mano de arriba, en el hombro derecho, haciendo expansión O, ( ver capítulo 5, referente al diafragma pélvico
1º), esperar un tiempo, hasta sentir el pulso craneal.
Después pasara liberar todos los movimientos del espacio, donde se apreciará menor resistencia en
los tejidos y fluidos acontecidos por la técnica de la expansión O.

Diafragma craneal: 1ª parte:


1º).- Colar las manos, (dos dedos por encima), de la base proximal occipital.
2º).- Realizar una ligera extensión del cuello, y subir suavemente la cabeza en un plano ascendente y
oblicuo, con los tres dedos de la otra mano, ( 2º, 3º, 4º, ).
3º).- Hacer de nuevo una ligera extensión de la cabeza, y dejarla caer sobre la zona hipotenar. En este
momento el 5º dedo, coge al occipital estirando suavemente en sentido ascendente craneal, y en un plano
horizontal. Esta técnica puede realizarse por el terapeuta S.C. cuantas veces considere oportuno. Y es muy
agradecida, porque produce una descongestión de la zona occípito-atlas-cervical, antes-durante y después, al
tratamiento sacro-craneal.
4º).- En los casos en que el paciente tenga, o muy congestionado el diafragma craneal o muy
doloroso, artrosis degenerativa u osteoporosis, se realizará la misma técnica antes descrita con una salvedad
importante, no subir la cabeza.
5º).- Pasos a seguir en el diafragma craneal:
a). Diafragma craneal 1º.
b).- Diafragma craneal 2º.

(Colocar las figuras entre el texto).


CAPÍTULO 46.
TÉCNICA DEL 4º VENTRÍCULO O C V 4 PUNTO PARADO.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moren, F., Smith-Agreda, V.

Esta técnica es muy agradecida por el paciente, pues consigue entrar en un estado de relajación
profunda, también denominada punto de calma. Consiste en colocar las manos en forma de “V”, entre el 3º Y
4º ventrículo, lo cual se consigue manteniendo el occipital encima de nuestras manos, sobre la zona hipotenar
de estas, como unos dos dedos por encima de la base proximal occipital, percibiendo y sintiendo el S.R.P.. Se
notará un movimiento de apertura hacia la FLX-Nº 1, y otro movimiento de retracción hacia EXT-Nº 2. Con
la intención de nuestras manos, no permitir el movimiento de FLX, y llevarlo ha EXT. Llega un momento en
el que el movimiento se para. Parada que puede durar un tiempo distinto en cada persona. Esta técnica se
puede repetir cuantas veces se considere oportuno por el terapeuta SC, antes, durante, y después, de la
terapéutica S C.
Esta técnica de punto parado, se puede realizar en el sacro, y los maléolos, pero siempre llevando el
movimiento a EST, y no permitiendo que vaya a FLX.
También se puede realizar la técnica punto parado, con dos terapeutas a la vez.
1).- Sacro, o maléolos.
2).- CV4, base occipital.
La experiencia clínica , aconseja en niños pequeños , realizar la técnica punto parado en el sacro.
A sí mismo, en pacientes con mucho estrés, o muy nerviosos, es mejor, cuantos más puntos
parado=punto calma se le realicen. Incluso es aconsejable recomendar al paciente, que coloque dos pelotas
de fron-tenis, juntas, -en el interior de una bolsa o un calcetín fino, anudado este por un extremo-, y que el
propio paciente realice la técnica en su casa, si lo necesita varias veces.

Beneficios del punto parado:


1º).- Consigue bajar la fiebre.
2º).- Aumenta la capacidad del sistema inmunológico.
3º).- Elimina los desechos metabólicos por activación del L.C.R.
4º).- Relájale metabolismo de los tejidos mío-fasciales, entrándole paciente en un estado
vagotónico.
5º).- Mejora los estados de insomnio, ( por lo cual se aconseja aplicarlo en casa antes de dormir).

Contraindicaciones.
Está contraindicado en :
a).- Procesos inflamatorios craneales agudos y recientes.
b).- Aneurismas.
c).- Hematomas.
d).- Hemiplejías agudas.
e).- Cardiopatías severas, ( en estos casos es recomendable, esperar un tiempo que puede oscilar en
unos meses, antes de realizar el punto parado, auque algunos autores consideran que se puede realizar la
otra terapia SC).

Colocar distribuidas las figuras del capítulo


CAPÍTULO 47º.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DEL FRONTAL, PARIETALES Y TEMPORALES.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

EL FRONTAL.
Procede de la unión fetal de dos procesos embriológicos, uno a cada lado,
En él hay que realizar técnicas de:
1º).- Levantamiento del frontal.
2º y 5º).- Movimientos de FLX.
3º y 4º). – Movimientos de EXT.
Para ello:
Tomar contacto con las dos manos sobre el frontal, incluyendo las zonas tenar e hipotenar, y de la
palma. Así, abarcamos una conexión más amplia en toda la zona. Apoyar los brazos en la camilla, estando
bien relajados procurando no tener ninguna tensión en nuestro cuerpo., si no es así, buscar una postura más
cómoda. Concentrar nuestra atención, en nuestras manos y en percibir el M.R.P. Una vez que lo percibamos,
llevarlo con nuestra intención, en un plano ascendente, hasta notar la liberación completa del frontal. Tener
paciencia, pues este movimiento es el más importante del frontal.
Relaciones :
a).- Hormonal,
b).- Vías respiratorias altas.
c).-O.R.L., (Otorrino-laringo-logía).

LOS PARIETALES.
Técnicas de exploración.
1ª).- Fase:
a).- Compresión.
Colocar las manos bien apoyadas en la camilla, tomando contacto con los apriétales, con la
punta de los dedos, las tres falanges, e incluso el metacarpo. Para percibir y conectarse con el M.R.P. y sentir
como si nuestros dedos, fundiéndose con dicho movimiento, nos dieran la sensación de que nuestras manos se
hundieran en el cráneo en un plano supero-oblicuo-descendente-interno.
Esperar varios ciclos, hasta percibir la relajación de los tejidos, y la liberación del M.R.P.
¡ Es importante no presionar con nuestras manos los pariétales.! Si presionamos, en cualquiera de
las técnicas de la terapia S C, el movimiento se bloqueará . Así pues, inducir e intención , significa que toda
nuestra atención está puesta en la técnica a realizar, ya que queremos que se libere dicho movimiento.
Una vez realizado y liberado por la fase nº1, de los pariétales, retirar las manos unos segundos, para
volver a colocarlas de nuevo.
2ª).- Fase:
a).- Descompresión.
Conectar y sentir de nuevo, el M.R.P. y llevarlo en un plano infero-oblicuo-ascendente-
interno, en dirección a nuestros codos, hasta notar la liberación completa. A veces, se pueden percibir
movimientos de elevación, de uno de los pariétales, en un plano ascendente craneal, o bien impulsos
combinados; por ejemplo, antero-parieto-fronto-esfenoidal, o bien postero-parieto-occipital.
Es muy importante para realizar una terapéutica efectiva, , el hecho de que no inducimos, no
juzgamos, escuchamos, y si el movimiento quiere ir en uno u otro sentido, lo acompañamos y liberamos...
Relaciones:
a).- Procesos circulatorios.
b).- Retención de líquidos.
c).- Hipertensión.

3ª).-Fase.
a).- Compresión.
b).- Descompresión.
c).- FLX = Expansión
d).- EXT = Retracción.
LOS TEMPORALES.
Fase 1ª.
Valoración e interpretación de los movimientos temporales
Tomar contacto con los temporales, por las falanges del los dedos índices , dejando por
detrás los dedos corazón, anular, y meñique, tomando contacto suavemente sobre el temporal. Esta técnica es
el primer paso, a través de la cual conseguiremos información del estado del M.R.P. entre los dos temporales,
y si están sincronizados entre sí, así como el control del tratamiento, y servirá de valoración y comprobación
de si hemos conseguido restablecerlos, y si son estables entre ellos.

Fase 2ª.
Tratamiento.
Dirección en las fases 1ª y 2ª.
1º).- En la fase nº 1, dirección hacia la mano.
Esta técnica , la más importante de los temporales, es con el pulgar por dentro del oído, y
los restantes dedos por detrás, del oído, ( también llamada del tirón de orejas), tomando contacto con el
temporal, muy suavemente. Llevar el movimiento en dirección a nuestras manos, en un plano infero-externo
hasta su liberación, y sincronización de los dos.
2ª).- En la fase nº 2, dirección hacia los codos.
Realizaremos la técnica igual que en la fase nº 1, con una diferencia en la dirección, que irá,
hacia nuestros codos, bien hacia uno o bien hacia el otro, pudiendo recibir fluctuaciones a modo de
oscilaciones en el movimiento. Alteraciones debidas a las adherencias existentes en el tejido del tectorium, o
tienda del cerebelo, similares a arrugas.

Fase 3ª.
Es la fase junto con la 4ª, las más inestables dentro de la terapia S C y M.R.P. , con un
movimiento combinado de FLEX = nº 1 y EXT= nº2, más nº 3, en plano vertical, combinado con el 4º,
FLEX= nº1, EXT= nº2, en un plano horizontal, movimiento en abanico apertura externa, FLEX, cierre
interno, extensión
Tratamiento:
Temporales nº 3, tomar contacto del el dedo índice por la porción anterior, y con el dedo
corazón por la parte media, -junto al oído-. El dedo anular por la parte posterior, sintiendo y percibiendo el
movimiento del temporal 3 en FLX, y EXT, de las dos, donde comprobaremos que el movimiento es mas
amplio y sale antes, debiendo de seguirlo hasta el final del ciclo. En este punto se debe ampliarlo unos ciclos
más , mientras el otro temporal lo mantenemos parado. Después dejar de realizar la terapia SC sin quitar las
manos, y comprobar si están sincronizados entre sí. Quitar las manos en mitad de un ciclo, -el I.R.C. es de 8 a
12 ciclos por segundo-.

Fase 4ª.
Con los brazos apoyados en la camilla, tomar contacto con la zona hipotenar, sobre los
temporales, en la parte posterior de la oreja, ( movimiento en abanico), realizar la misma técnica descrita en
temporal nº 3.
Relaciones:
a).- Mareos.
b).- Vértigos.
c).- Acúfenos.
d).- Alteraciones del S.N.
e).- Estrabismo, junto a palatinos, frontal y ojos.
f).- Dolor de hombro crónico, que no haya mejorado con los tratamientos osteopáticos.

Distribuir las figuras entre el texto.


CAPÍTULO 48º.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DE LA A.T.M.
Medina –Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

A.T.M. nº 1.
Colocar los dedos índice y corazón por debajo de la curvatura del ángulo de la mandíbula, -en los
puntos craneométricos correspondientes al gonion y ala pregonion-, en dirección craneal. Sentir el M.R.P., en
las dos manos. En una mano esperar varios ciclos, hasta sentir la liberación y el movimiento en ambas manos
por igual, (al final se percibe como si el I.R.C. nos apartase las manos de la A.T.M.).

A.T.M. nº 2.
Pasar las manos ahora , hacia la parte superior aproximándose a la A.T.M . La dirección del
movimiento ahora debe de ser hacia los pies. Seguir dicho ciclo hasta el final.
Relaciones: Temporales y pterigoideos.
Alteraciones:
a).- Ruidos.
b).- Subluxaciones.
c).- Dolores.
d).- Limitación de la abertura de la boca.
e).- Traumatismos.
f).- Procesos dentales.

Distribuir las figuras de este capítulo.


CAPÍTULO 49º.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DEL ESFENOIDES.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García, Moreno, F., Smith-Agreda, V

ESFENOIDES : DIRECCIÓN DE SUS MOVIMIENTOS..


1º).- Comprimir. = dirección occipital.
2º).- Descomprimir = dirección frontal.
3º).- Lateralización izquierda = dirección del oído izquierdo.
4º).- Lateralización derecha = dirección del oído derecho.
5º).- Flexión = dirección hacia la boca.
6º).- Extensión = dirección hacia el occipital.
7º),. Translación izquierda = dirección hombro derecho.
8).- Translación izquierda = dirección hombro derecho.
9º).- Superior = dirección parietal.
10º).- Inferior = dirección boca.

ESPENOIDES 1º:
Fase 1ª.
Comprimir – descomprimir.

Comprimir:
Tomar contacto con el dedo pulgar de cada mano, muy suavemente, por debajo y final
externo de las cejas. Al conectar con el M.R.P. nuestra observación debe de estar puesta en nuestros dedos
pulgares; es decir en dirección occipital, -donde estableceremos contacto con los dedos anular y meñique de
cada mano-. Al final de la compresión, apreciaremos en nuestros dedos anular y meñique, -que están
aplicados en la zona occipital-, a modo de un salto, similar a una onda o fluctuación.
Descomprimir:
Los dedos anular y meñique, siguen en contacto con el occipital, y los dedos pulgares,
conservando el mismo contacto, cambian la dirección de sus puntas, hacia arriba, ( este artilugio lo
utilizamos para distinguir cuando estamos en comprimiendo o descomprimiendo). Se realizará la misma
técnica descrita en la compresión, pero la dirección del movimiento será siempre hacia arriba con los dedos
pulgares.

Resumen:
Comprimir y descomprimir el esfenoides, es la misma técnica, lo único que cambia es la
dirección en el movimiento.
Comprimir = dirección occipital.
Descomprimir = Dirección hacia arriba y frontal.

ESFENOIDES 2º:
Se tomará contacto suavemente y estando relajados, con el esfenoides, (de la misma forma que la
descrita en la fase 1ª). Percibir el M.R.P. y seguirlo hasta su total liberación , con movimientos de rotación,
lateralización, flexión y extensión. Estos últimos serán los últimos en regular. Es importante retirar las manos
en la fase neutra de FLEX, y EXT.

Descripción de los movimientos de esfenoides 2 :


1º).- Lateralización izquierda-derecha.
2º).- Rotación izquierda-derecha.
3º).- Superior-inferior.
4º).- Flexión-extensión.

ESFENOIDES 3º:
El contacto es el mismo descrito en las fases anteriores, (fase 1º esfenoides), movimiento de
translación a izquierda y derecha, superior e inferior y seguir el movimiento hasta su total liberación.
Al ser este un hueso, con una especial localización, que bien directa o indirectamente esta unido al
resto de los huesos del cráneo, cualquier alteración, o restricción de ellos afectará al esfenoides, y de la misma
manera cualquier afectación de este repercutirá sobre el resto, de ahí su importancia.

Movimiento más importante:


El movimiento más importante , y que hay que revisar siempre , es el comprimir y descomprimir.
Movimientos muy importantes en alteraciones del comportamiento del individuo.
Alteraciones:
a).- Alteraciones del comportamiento.
b).- Depresiones.
c).- Ansiedad.
d).- Concentración.
e).-.Hormonal.
f).- Sinusitis crónica repetitivas.
g).- Alergias.

Distribuir las figuras por el capítulo.


CAPÍTULO 50º.
TÉCNICA DE EXPLORACIÓN DEL MAXILAR SUPERIOR.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

MAXILAR SUPERIOR .
Movimiento 1º.
1º).- Lateralización = Traslación izquierda-derecha.
2º).- Rotación = Izquierda-derecha.
3º).- Compresión craneal.
4º).- Descompresión.
a).- Ascendente, arriba.
b).- Oblicua rotación inferior.

Movimiento 2º:
1º).- Flex. = Abertura , o hacia fuera.
2º).- Ext. = Cierre o hacia adentro.

Movimiento 3º.
Colocar el índice y el corazón en contacto con la parte inferior de los dientes, suavemente,
con el brazo relajado y bien apoyado. Con la otra mano, tomar contacto con el esfenoides. Conectar con el
M.R.P.; Liberar todos y cada uno de sus movimientos, hasta su total libertad, completa de cada uno de ellos,
descritas anteriormente. Las últimas técnicas a desarrollar será, la nº3, de compresión craneal, seguida de la nº
4 de descompresión.
Relaciones:
1ª).- Neuralgia de trigémino. (junto a palatinos-temporales y pterigoideos).
2ª).- Sinusitis.
3ª).- Rinitis.
4ª).- Alteraciones logopédicas.
5ª).- Aparatos correctores de la boca.

Distribuir las figuras correspondientes por el capítulo.


CAPÍTULO 51º.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DEL VOMER Y PALATINOS.
Medina-Garrido, J.A., Díaz- García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

VOMER.
Movimientos.1º.

1º).- Lateralización = Traslación, a izquierda o derecha.


2º).- Rotación = Izquierda-derecha.
3º).- Compresión cefálica,= Dirección del esfenoides.
4º).- Descompresión = Oblicua y ascendente, ( último movimiento a realizar).

VOMER
Técnica 2º.

Con el dedo índice, tomar contacto suavemente, en la parte interna y media y posterior del
maxilar superior, a la altura de las coanas, se notará un saliente, que es el vomer, que se constituye como una
prolongación hacia atrás del tabique nasal. Este hueso articula con la cresta media inferior del cuerpo de l
esfenoides por una esquindilesis, que es una anfiartosis, en la cual las superficies articulares forman un
ángulo entre si, encajándose las de un hueso en las del otro.
Se percibe aquí el M.R.P. y se procede a corregir cada uno de los movimientos descritos
anteriormente, en vomer movimientos nº 1. El último an carregir debe de ser elnº 3 en compresión, y wl nº4
en descompresión.
Relaciones:
A).- Junto al esfenoides.
a).- Olfatorias.
b).- Sinusitis.
c).- Rinitis.
B).- Junto al esfenoides.
a).- Ansiedad.
b).- Depresión.

PALATINOS:
Movimientos:
1º).- Compresión craneal hacia esfenoides.
2º).- Lateralización interna.
3º).- Lateralización externa.
4º). Descompresión hacia fuera.

Técnica.
Se toma contacto con el palatino derecho, desde la parte derecha del paciente, y con el dedo
índice derecho del terapeuta de SC, muy suavemente, -por ser esta zona altamente delicada, y un tejido
demasiado fino. Hay que procurar no comprimirlo. Una vez percibido el M.R.P. se realizan las técnicas
siguiendo este orden :
a).- Compresión.
b).- Lateralización interna.
c).- Lateralización externa.
d).- descompresión hacia fuera.
Al entrar a la cavidad bucal, para no ser agresivos con el paciente, se toma contacto con la parte
interna de los dientes, desde fuera hacia adentro. Es importante tener mucha paciencia al tratar esta zona ,
pues si el paciente se altera mueve la lengua , corriéndose el riesgo de dejar comprimido el palatino.
Con la otra mano, se toma contacto con el frontal, y el esfenoides, pudiendo percibir ala mismo
tiempo el M.R.P.
Relaciones:
a).- Vías respiratorias altas.
b).- Ojos.
c). Boca.
d).- Laringe.
e).- Estómago.
f).- Neuralgia del trigémino.

Distribuir las figuras por el capítulo.


CAPÍTULO 52º.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DE LA NARIZ.
Medina-Garrido, J.A., Díaz- García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

Aunque esta técnica, -quizás a algunas personas les pueda resultar un tanto extraña, o molesta y
desagradable-, es sin embargo muy agradecida por el paciente, pues al sentir la liberación de las vías aéreas,
el paciente manifiesta una sensación de bienestar, mus agradable al comprobar como entra y sale el aire mas
y mejor a sus pulmones.
Se coloca el terapeuta S C, a la derecha del paciente, -para tratar la fosa nasal derecha-. Toma
contacto con la región, introduciendo el meñique , a través de la narina derecha, en el vestíbulo y fosa nasal,
suavemente y sin presionar , tomando contacto con el M.R.P. Con la otra mano tomar contacto con el frontal
y el esfenoides.
Si la liberación debe realizarse en el lado izquierdo actuar de la misma manera , pero en este lado,
penetrando en narina, vestíbulo y fosa nasal, correspondiente.
La sensación que percibimos, es como si el dedo se fuese introduciendo dentro de la nariz, cada vez
más, con nuestra atención puesta en nuestro dedo y en la percepción del M.R.P. Seguir de esta manera hasta
su total liberación.

Relaciones:
a).- Alteraciones de vías respiratorias altas.
b).- Afecciones O.R.L.

Distribuir la figura en este capítulo.


CAPÍTULO 53º.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DE LOS PTERIGOIDEOS.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

Los pterigoideos, - que en realidad son las apófisis pterigoides del esfenoides-, están en relación
directa o indirecta, con los huesos : temporales, frontal, maxilar superior, esfenoides, palatinos y mandíbula
inferior.

Movimientos :
Los movimientos se realizan siempre supeditados a los del esfenoides con el cual forman
cuerpo unitario en el adulto.
a).- Descompresión = plano ascendente.
b).- Extensión = rotación interna.
c).- Flexión = rotación externa.
Esta técnica, se puede realizar por el terapeuta SC, por fuera, -pterigoideo 1º-, (véase la
figura adjunta), o por dentro, dependiendo de la sensibilidad del terapeuta, atendiendo a las condiciones que
le permita el paciente aunque es igual de eficaz.

Pterigoideo 1º:
El terapeuta S C, toma contacto muy suavemente, sobre las partes, superior, inferior
externas de la cara, con los pterigoideos, con los dedos pulgar e índice, percibiendo así el M.R.P., debiendo de
:
1º).- Poniendo la atención en los dedos seguir el movimiento en un plano ascendente hasta
su total liberación.
2º).- Seguir el movimiento en RI = extensión , hasta liberarlo por completo.
3º).- Con el mismo contacto descrito anteriormente, llevar el movimiento en RE = flexión,
hasta su total liberación.

Pterigoideo 2º:
El terapeuta S C, tomará contacto con la parte interna de la boca, colocando la pinza
manual inteligente, es decir el dedo índice en la cara interna del relieve del músculo pterigoideo interno, y
por el exterior, encima del relieve del músculo masétero el dedo pulgar. Suavemente y sutilmente, conectará
con su M.R.P. , Para pasar posteriormente a su corrección, usando el mismo procedimiento , que utilizó en el
pterigoideo 1º.

Alteraciones:
a).-Neuralgias de trigémino, justo a:
1º).- Palatinos.
2º).- Maxilar superior.
3º).- Temporales.
b).- Dolores dentales, junto a maxilar superior.

Distribuir las figuras por el capítulo.


CAPÍTULO 54º.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DE LOS OJOS.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

EXPLORACIÓN DE LOS OJOS.


Este tratamiento dentro de la terapia S C, se realizará siempre en la dirección de la fase de expansión
= a flexión.
Se toma contacto muy suave y sutilmente, por arriba y por abajo, de ojo 1º, en un plano oblicuo de
arriba abajo, y de dentro hacia fuera, colocando el dedo corazón del la mano derecha, en el ángulo supero-
interno de la órbita, y el dedo pulgar de la mano izquierda en el canto interno del ojo. Toma contacto el
terapeuta S C, con el M.R.P., y sigue continuamente , hacia el ciclo de expansión = flexión, continuando
dicha fase hasta su total liberación.
Se pasa entonces al siguiente paso, -contrario-, del mismo ojo 2º; es decir se invierte la colocación
de los dedos, o sea, el índice de la mano derecha en el canto interno del ojo, y el pulgar de la mano
izquierda, en el ángulo supero externo de la órbita. La sistemática a seguir es la misma que acabamos de
describir.

Alteraciones:
a).- Tic en el rabilo del ojo.
b).- Moscas volantes,
c).- Sensación de neblina en los ojos.
d).- Ptosis palpebral.

Relaciones:
a).- Occipital.
b). Esfenoides,
c).- Palatinos.

Distribuir las figuras correspondientes a este capítulo.


CAPÍTULO 55º.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DE LA MANDÍBULA INFERIOR.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

ATM 1º. TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN.

Movimientos de la ATM:
1º).- Compresión descendente, dirección base del cráneo.
2º).- Descompresión ascendente, dirección mano del terapeuta CS.
3º).- Rotación derecha e izquierda, (diducción), dirección a temporales derecho e
izquierdo.

ATM 2º.
Con el brazo bien apoyada en la camilla, y relajadamente, contactar con la base del cráneo, y con la
otra mano, con los dedos índice y corazón, contactar con la cara interna, (o lingual), de los dientes,. Percibir
el M.R.P.
En la fase 1ª, de compresión, seguir el movimiento hasta su completa liberación , y apreciar como
en la otra mano, -en la situada en la base del cráneo-, un pulso, denominado pulso terapéutico.
A continuación, se precederá, en la fase 2ª, a la descompresión, en un plano ascendente, e
igualmente seguir dicho movimiento, hasta su total liberación.
Acto seguido pasar a la fase 3ª, con rotaciones, -diducciones-, derecha e izquierda, realizando la
terapia S C, hasta conseguir la liberación completa de la ATM.

ATM 3ª.
Tomar contacto con una mano por fuera de la ATM, y con el dedo índice, de la otra mano, y por la
cara lingual de los dientes, desde la porción más profunda conectarse con el M.R.P., y dirigirlo hasta la mano
externa, hasta notar el pulso terapéutico.
Así mismo también percibiremos, -en la cara interna de la boca, a modo de bultitos, que están en
relación con las emociones-. Se irá trabajando toda la boca de dentro-fuera, hasta la parte media, para pasar
posteriormente a la otra mitad, procediendo con la misma técnica. Esta técnica nos sirve como preparación a
la relajación de los tejidos, para cuando se pase a tratar el hioides.
Al trabajar con la parte inferior de la boca, pueden aflorar emociones retenidas, por ser ésta una
zona muy conflictiva, ya que para Huppheger, la boca, junto con la lengua y el hioides, constituyen la zona
de entrada y salida de nuestras emociones, lo cual nos explica que el paciente pueda entrar en un proceso,
S.E., (sómato-emocional), durante el tratamiento SC, en esta zona.

Distribuir las figuras de este capítulo.


CAPÍTULO 56º.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DE LA LENGUA Y DE DESENROSCAMIENTO LINGUAL.
Medina-Garrido, J.A. Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

TÉCNICA DE LA BASE INFERIOR DE LA LENGUA 1º.


Tomar contacto, -con una mano bien apoyada y relajada en la camilla-, por debajo de la charnela
occípito-atlas, (diafragma craneal). Con el dedo índice de la otra mano, penetrar con mucho tacto, en la
parte sublingual, hasta su final , concentrando nuestra atención en nuestras manos hasta conectar con el
M.R.P., y dirigirlo hacia la otra mano, hasta sentir en ella el pulso terapéutico. A continuación ir siguiendo
el recorrido lingual , e inferior hasta la mitad de la lengua. Posteriormente realizar la misma técnica, sobre la
otra mitad , (como ya explicamos en el capítulo 15). Podemos percibir pequeñas granulaciones a modo de
nódulos, que suelen tener una relación con procesos emocionales.

TÉCNICA DE DESENROSCAMIENTO LINGUAL.


Colocar una mano en la base craneal. Conectar, de la otra mano, los dedos pulgar e índice,
-protegidos por una gasa estéril-, para poder realizar un efecto pinza en el cuerpo de la lengua. El tacto debe
de ser sutil y delicado, concentrarse en percibir el M.R.P.
Observar, no inducir, concentrándose en la aparición del M.R.P., dejándose llevar por él. Liberarlo,
en todos los movimientos del espacio que se quiera. El final del tratamiento, es llevar a la lengua, o por mejor
decir al M.R.P., en dirección externa de la boca, como si la lengua se alargase cada vez más y mas.
La dirección de las flechas, indica en el dibujo-foto, el desenroscamiento de la lengua, nos son
orientativas, y nos permiten plasmar una imagen dinámica, que suele ser diferente en cada individuo.

Distribuir las figuras por el capítulo.


CAPÍTULO57º.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN DEL HIOIDES.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

HIOIDES.

Movimientos:
1º).- Rotación izquierda-derecha.
2º).- Lateralización izquierda-derecha.
3º).- Impactación arriba, dirección craneal.
4º).- Desimpactación, dirección hacia los pies.

Técnica de exploración hioidea.


Conectar con una mano y con los dedos índice y corazón , de ella, sobre el hioides. Colocar
la otra mano por debajo de la región cervical. Al percibir nuestros dedos el M.R.P., ir liberando los
movimientos descritos anteriormente, (dejando en último lugar, el tercer movimiento, y por el mismo orden
después de la impactación la desimpactación).
Es importante, antes de realizar esta técnica, hacer expansión O, con la finalidad de relajar la zona,
así como temporales, ( ya descritos en el capítulo 47). Si estos no se sincronizan después de la terapia SC,
corregir 1º hioides y después 2º temporales.
No debemos de sorprendernos, si al trabajar esta zona afloran procesos emocionales, ya que como
hemos expuesto, el hioides es parte integrante de la puerta de entrada y salida de nuestras emociones,
pudiendo también como puede deducirse, que el paciente entrase en S. E. -o proceso somato-emocional, al
trabajarle el hioides-. Si así sucediese y el paciente estuviese ansioso, intranquilo, nervioso, es conveniente
pasar a realizarle un punto parado , CV4, o punto calma.
Antes de corregir el hioides, liberar la lengua, y la parte interna e inferior de la boca.

Colocar la figura correspondiente al capítulo.


CAPÍTULO 58.
TÉCNICAS DE DESENROSCAMIENTO DE LA CABEZA, BRAZO, PIERNA Y ÓRGANO.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F., Smith-Agreda, V.

DESNROSCAMIENTO DE EXTREMIDADES.

EXTREMIDAD CEFÁLICA O CABEZA.


Para actuar en las extremidades en general y en la cabeza en particular, colocara al paciente en
posición de decúbito supino , relajado, y pedirle que cierre los ojos y centre su atención en la zona a tratar. El
terapeuta S C, (tomará la cabeza entre sus manos como indica la figura), y conectará con el M.R.P.
Lo primero que se percibes el movimiento mío-fascial y el pulso terapéutico, -a modo de
pulsaciones más o menos fuertes dependiendo de cada persona-. Hay que prestar nuestra atención a un
movimiento mas profundo que el M.R.P., y dejarse llevar por él.
A veces estos movimientos, son lentos , o rápidos, e incluso extraños, adoptando posturas que nos
son difíciles de llegara comprender, y mantener nuestra mente, -como terapeutas de S C-, “en blanco”, y
concentrarla solamente en percibir lo que el sistema nos indica, y donde nos quiere llevar, ya que como
dijimos anteriormente , en estos casos, “ el cerebro siente pero no conoce”.
Tener calma y dejarse guiar por el sistema, y dirigirlo hacia su liberación, corriendo el riesgo de que
haya pacientes que entren en S E, -o proceso somato-emocional-, notando como la respiración se le acelera ,
rompen en llanto, o realizan movimientos que al propio paciente le extrañan, como lo expresa con la mímica
de su rostro, ya que, “el por que “, solamente su cuerpo lo sabe.
A veces, al finalizar el desenroscamiento, no es extraño que el paciente, se exprese indicándonos
que le han venido a la memoria recuerdos del pasado a lo largo de su vida, que él tenía olvidados, y que a
veces estan relacionados con su sintomatología actual. Sin embargo, no es cuestión nuestra juzgar, o
relacionar el porque de la evocación y elaborar una explicación. La misión del terapeuta S C, es, regular un
sistema y dotarlo de recursos, para que él mismo sistema resuelva sus problemas, “él elige la forma y el
momento”.

EXTREMIDADES SUPERIORES E INFERIORES.


Para actuar sobre las otras extremidades adoptar la dinámica que se expone en las figuras que
acompañan al capítulo.
Al acabar el desenroscamiento, de extremidades, se nota una liberación de la articulación que se
encontraba afectada, (en caso de haberla), ganando en movilidad y soltura.

DESENROSCAMIENTO DE ÓRGANOS.
Colocamos las manos, una en la cara anterior y otra en la posterior de la región de Anatomía
Topográfica donde se aloja el órgano a desenroscar.
Concentramos nuestra atención en la región correspondiente , y analizamos mentalmente nuestras
percepciones. Actuamos con suaves presiones, hasta que se manifieste el órgano. Al principio si hemos tenido
suerte al conectar, nos puede dar la sensación de tener el órgano entre nuestras manos.
Analizamos suavemente su forma , textura, extremos superior e inferior, movimiento mío-fascial
que le acompaña, pulso terapéutico, si intentamos profundizar más, notaremos el M.R.P., que irá en una
dirección determinada, que debemos seguir hasta liberarlo en todos los movimientos que realice en el espacio.
Al final el movimiento es amplio, armonioso, , y nos da una sensación como si nuestras manos se fuesen
separando más y más. Hecho este que nos indica que ha terminado el desenroscamiento
Al igual que en el `proceso de desenroscamiento de las extremidades, el paciente puede presentar
sensaciones extrañas, evocaciones emocionales, e incluso entrar en S.E.

Distribuir las figuras de este capítulo.


CAPITULO 59º.
TÉCNICAS DE LA LOCALIZACIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS SUTURAS.
Medina-Garrido, J.A., Díaz-García Moreno, F.- Smith-Agreda, V.

En el tratamiento de las suturas del cráneo, hay que realizar a priori de su tratamiento, la expansión
en O, para relajar el tejido.

Valoración 1º
La valoración de actuación sobre las suturas se realizará en procesos isquémicos, dejando pasar
después de dicha patología, por lo menos de 45 días a 3 meses, (según el grado de gravedad de la valoración
emitida por el profesional que asistió al proceso desencadenante de la isquemia.).
Consideramos dentro de los procesos isquémicos, los producidos por traumatismos craneales,
infecciones, intervenciones quirúrgicas, cicatrices, bebés extraídos en partos con fórceps, o ventosa, técnica
esta última de una aplicación muy frecuente.

Valoración 2ª.
Otra de la valoración de las suturas, se realiza a través de la técnica de la bóveda, para percibir el
M.R.P., y si hay una restricción de movilidad en todos o cualquiera los movimientos.
La metódica de actuación a aplicar debe de seguir la siguiente sistemática:
1º).- Expansión en O.
2º).- Punto parado CV4.
3º).- Tratamiento de las suturas.
4º).- Punto parado en CV4.
5º).- tratamiento sacro-craneal.

Tratamiento:
Par el tratamiento de las suturas, es necesario localizarlas, (consúltense las figuras de este
capítulo), es decir:
Colocar las manos, lo más cerca posible de las suturas, situándolas a ellas y a los brazos, lo más
cómodos posible, para que no notemos tensión en ellos, y así poder conectar el M.R.P., y con nuestra
concentración puesta en nuestras manos, ir en dirección a la separación entre una sutura y otra, hasta percibir
su liberación completa.
A realizar la técnica de la bóveda craneal, (ver capítulo 41). Como verificación de la correcta
actuación, comprobar que el M.R.P., fluye por igual, y con la misma secuencia en todo el cráneo.

Distribuir las figuras del capítulo,


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