Sei sulla pagina 1di 2

Evangelio

 Estamos acostumbrados a buscar utilidad a las cosas… incluso a las relaciones. Nos volvemos
calculadores. “Me casé por la fortuna”
 Amistad, matrimonio, celibato… Son todos compromisos que se asumen por ellos mismos
(su propio bien). “No hay mas amor que el que da la vida por su amigo” … (una persona da
la vida por su matrimonio, por Dios en el celibato). No damos la vida para recibir algo a
cambio. Es una donación perfecta (me doy enteramente a Ti).
 Nuestra vocación con Dios no es “mercenaria”. Es decir, no buscamos un beneficio,
buscamos una relación.
 Dios es tan bueno, que mucha gente busca esa relación “mercenaria” de amistad.
 “No te promete una vida cómoda, pero sí feliz”. Aparentemente no es atractiva esa entrega
(“por eso tienes tan pocos amigos”).
 Nosotros nos entregamos a Dios, no por los beneficios, sino por Él mismo.
 Job 13: “Silencio, que quiero hablar, pues pase lo que me pase, voy a jugármelo todo, pienso
arriesgar mi vida. Aunque Él quiera matarme, en Él confío”. Es lo que dicen los esposos en
la boda (“te amaré todos los días de mi vida, en la salud y en la enfermedad, etc.)
 Al final lo que nos quiere decir el evangelio es que no podemos tener esa actitud de
“jornaleros” en nuestra relación con Dios. El día que empecemos a evaluar nuestra vida en
relación con las demás, habremos perdido de vista que nuestra relación con Cristo es de
amor y no utilitarista.

Sinceridad

 Hemos sido llamados por Dios a un encuentro personal con Él en el celibato. Esta es nuestra
verdad más grande, pero depende de nosotros llegar a ser esa persona.
 Por eso la importancia de nuestra libertad: con ella podemos llegar a ser la verdad de
nosotros mismos (la verdad os hará libres).
 De aquí la importancia de la humildad: es la virtud que nos sitúa en nuestra realidad, porque
lo único cierto es que siempre podemos mejorar más en ser eso que estamos llamados a
ser. Una persona que no es humilde, no lo logrará nunca.
 Y para ser humildes es condición y efecto ser muy sinceros: con nosotros mismos, con Dios
y con los demás. Es decir, vivir en la verdad.
 La sinceridad es humanamente muy importante: nos hace humildes y, por tanto, nos sitúa
en nuestra realidad. Esta es la única forma de empezar a mejorar.
 Jesús reprende a los fariseos: ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que
limpian por fuera la copa y el plato, mientras por dentro siguen sucios con el producto de su
propia rapacidad y codicia! 26 ¡Fariseo ciego, limpia primero la copa por dentro, y así
quedará limpia también por fuera!
 A veces queremos ser sinceros y no lo somos, por no haber sido sinceros con nosotros
mismos (importancia del examen para no ser superficiales en la desp). “Sinceridad: con Dios,
con el director, con tus hermanos los hombres. -Así estoy seguro de tu perseverancia” (S,
325)
 RIP: quiso luchar solo

Jaculatorias
 Las jaculatorias nos ayudan a mantener la presencia de Dios. A veces pensamos que es decir
jaculatorias como dar brincos al cielo… Se trata de hacer de nuestra vida ordinaria oración
(para un apostol moderno, una hora de estudio es una hora de oración)
 "nadie puede decir; «¡Señor Jesús!» sino por el Espíritu Santo" (1 Co 12, 3)
 Don Javier le pregunta al Ing. Ventura antes de la om: “hijo mío, cuantas decenas de actos
de amor haz hecho el día de hoy”
 "Sed como niños, delante de Dios. Yo me paso el día diciéndole jaculatorias... de niño...
¡niñerías! Si las escucharais... ¡os harían reír! O, a lo mejor... ¡os harían llorar!" (URBANO,
1994, p. 77)
 Vemos como el transcurso de su vida va acompañado de jaculatorias:
o Para verla: Domine ut videam
o Para aceptarla: Domina ut sit
o Para que saliera: omnes cum petro…
o Cor mariae dulcissimum
o Deo omnis gloria
o Regnare christum volumus
o Omnia in bonum
o Antes de su muerte: vultum tuum domine requiram

Potrebbero piacerti anche