Los derechos humanos y el derecho a una vida digna.

Se entiende en nuestro ámbito coloquial a la salud del ser humano como un derecho
fundamental, pero notamos con mucha preocupación la vulnerabilidad de su diario
vivir, cada día se hace más difícil acceder a la prestación de un buen servicio, en el
medio se denota falta de oportunidades en la atención, no hay suficientes
medicamentos fundamentales o de primera mano, existe para ello un sistema
incontrolable en el incremento del número de acciones de tutela como mecanismo
de atención personalizada para hacer valer este derecho “ fundamental”.
Después de tantos debates la salud queda establecida como un servicio netamente
público, donde la población menos favorecida tiene acceso limitado, inclusive este
derecho se otorgó a los grupos vulnerables, pero aún no se ha visto ningún logro en
esta materia, nos volvemos dependientes del dinero, esperando en una silla que el
estado colombiano nos empiece a ver desde la distancia con otros ojos y evitar
pagos innecesarios a un sistema capitalista.
Además de estos aspectos la salud hoy en día se ha convertido en un negocio
debido al aumento progresivo de los costos, la expectativa da vida y las
enfermedades crónicas, por ello se hace necesario dar un giro de 360° grados en
el sistema actual que se encuentra monopolizado dirigido por actores inherentes a
la situación económica del país.
Por otro lado se debe expresar que la Corte Constitucional en cierta medida ha
creado ciertos vínculos entre el derecho a la vida y el derecho a la salud gracias al
único mecanismo creado para acceder la mejor atención de las clases sociales
como lo es la Tutela, pero solo se puede acceder como individuo sin responder a
medios grupales y esto se ha establecido como un arma de doble filo ya que las
cortes se han llenado de documentos haciendo el tramite dispendioso, retrasado y
falto de garantías, sin afrontar de manera directa el problema.
Para resumir el estado actual del sistema de salud y a manera de conclusión
definimos un problema netamente monetario propuesto por el gobierno sin
capacidad de racionamiento y que solo se basa en indicadores insolubles como la
mortalidad y morbilidad; el estado se debe centrar en identificar el derecho a la salud
como un goce efectivo que incluya acciones concretas de calidad y discernimiento
que tiene la población, sé que es difícil no hablar de temas de corrupción, pero estos
procedimientos son controlados por pequeñas manos que controlan y manipulan la
sostenibilidad del sistema.
Como quisiéramos que la salud se pudiera observar como ese derecho
fundamental, que se tiene como primera medida para preservar nuestra vida como
seres humanos de tal forma que se vea como una obligación para proveer y
proteger el sistema social de forma digna y coherente, se deben realizar grandes
esfuerzos, recuperar la confianza por parte del estado y establecer acciones
inmediatas que permitan atención directa, sin intermediarios como mecanismos de
acción.