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1.

El término “persona” no designa al ser humano en su integridad, sino solamente como un ser
social.
2. El término “persona” solo se puede aplicar a la Trinidad, y de un modo impropio y derivado, al
ser humano.
3. En Cristo hay dos naturalezas (divina y humana) en dos personas distintas.
4. La unión absoluta de las personas divinas se llama congénesis; estacongénesis divina se da a
nivel, no metafísico, sino ontológico.
5. Las personas divinas se definen entre ellas en la mutua co-presencia y la comunicación absoluta,
gracias a las cuales se constituyen en único sujeto absoluto.
6. La divina presencia constitutiva es el elemento creado de la persona humana, destructible,
temporal, propio de algunos hombres.
7. Lo que constituye a la persona es su relación con otra persona.
8. La persona humana es definida y constituida esencialmente por su relación con el Sujeto
Absoluto.
9. La persona humana es definida por su relación con otra persona humana.
La irrelación es la nada absoluta.
10. La persona humana está compuesta de tres elementos, uno creado, otro increado y otro
intermedio entre los dos anteriores.
11. El elemento increado es el complejo cuerpo-alma-espíritu o, dicho de otra manera, el espíritu
psicosomatizado.
12. El espíritu es fruto de la evolución.
13. Cada hombre posee un espíritu inhabitado por el Sujeto Absoluto, que lo pone en estado de
apertura al infinito.
14. El psicosoma es el “ser +” del espíritu, su apertura, su esencia mística, el patrimonio que Dios
le transmite con su acto.
15. Cristo define al hombre como deidad cuando dice: “dioses sois”.
16. La presencia constitutiva con respecto a los seres vivientes es: reverberante en los seres
impersonales; transverberante en los vivientes personales.
17. Según Fernando Rielo, el nivel que caracteriza esencialmente al hombre no es ni su cuerpo ni
su espíritu, sino su alma.
18. El alma es la sede de la personalidad.
18. El espíritu sólo puede existir si es inhabitado por la divina presencia constitutiva del Sujeto
Absoluto.
20. Rielo distingue solamente dos únicos momentos de la creación: el bigbang cósmico y la
creación de la vida.
21. El origen de la vida es fácilmente explicable por la casual formación y combinación de
aminoácidos y proteínas.
22. La vida es consecuencia de la absoluta libertad del acto divino, con el que se hace presente en
el ente creado.
23. Los animales, a su modo, son místicos.
24. Cristo es la misma segunda persona de la Trinidad, y asume una naturaleza humana, por lo
que se dice que en él las naturalezas son dos y la persona es una.
25. La persona humana es también persona divina en virtud de la divina presencia constitutiva.
26. El espíritu humano es puramente pasivo en su relación con Dios.
27. Sólo en el hombre se da la reverberación del Sujeto Absoluto.
28. La presencia del espíritu en el hombre explica la tensión de éste hacia la trascendencia.
29. Según Rielo, la inteligencia y la voluntad son facultades que no pueden ser unificadas.
30. El único espíritu puro es el divino.
31. El espíritu es la raíz ontológica de las facultades intelectiva y volitiva, cuya síntesis es la
facultad unitiva.
32. Solamente el cuerpo no es una realidad transcendentalmente abierta.
33. El cuerpo es el “+” del alma, pues ésta necesita de aquel.
34. El espíritu es el “+” del alma.
35. La realidad material del espíritu es asumida por el cuerpo.
36. Las funciones psíquicas son unificadas por el cuerpo, pues éste es inseparable de la psique.
37. La facultad unitiva es la sede de la libertad.
38. El acto unitivo por excelencia es la función psíquica de la emoción.
39. La unión entre el hombre y el Sujeto Absoluto es prácticamente imposible, porque éste es
infinito y aquél es finito y pecador.
40. Un cuerpo animal solo está vivo si es asumido por un alma o psique.
41. El cuerpo, reduciendo a cero fenomenológico la forma estructural, asume las funciones del
alma.
42. El espíritu psicosomatizado define al hombre como animal racional.
43. Decir que el hombre es un animal social o racional no comporta dar la mejor definición de él.
44. Aunque Rielo no niega la evolución del psicosoma, afirma que hay saltos en la creación que el
evolucionismo no puede explicar.
45. El patrimonio genético del cuerpo se proyecta en las facultades del espíritu y sus funciones
psicoespirituales y psicosomáticas.
46. La acción divina, genetizando al espíritu, proporciona a nuestro acto unidad, dirección y
sentido.
47. El acto del espíritu es simple, pero, proyectándose en la complejidad de las facultades, las
genetiza.
48. Para Fernando Rielo, el conocimiento viene de los sentidos.
49. Los sentidos son “dura condición” para alcanzar el conocimiento, según Rielo.

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